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brito
anatomía de la dignidad
Faitha Nahmens Larrazábal
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«solo pido justicia» Franklin Brito
FRANKLIN BRITO El Centro de Divulgación el
ANATOMÍA DE LA DIGNIDAD Conocimiento Económico, A.C.
Faitha Nahmens Larrazábal Cedice Libertad, tiene como objetivo
principal la búsqueda de una sociedad
1ª edición, 2020 libre, responsable y humana. Las
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franklin brito
anatomía de la dignidad
Faitha Nahmens Larrazábal
Agradezco a José María «Chema» Cadenas y a
Pablo Peñaranda, que me impulsaron a escribir esta historia
cuando soñaban con la editorial La Nave de Libros. Mejores
tiempos vendrán. Hacia allá navegamos.
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presentación
Gracias, Franklin.
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presentación cedice
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es el primer paso para procurar tanto la justicia como las
garantías de no repetición, siendo estas dos condiciones
fundamentales para el rescate de la libertad y la democracia
en Venezuela.
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faitha, la voz indicada
José Pulido
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El libro titulado Franklin Brito: anatomía de la dignidad,
es eso precisamente: la anatomía de la dignidad y llega
completamente a su destino, al corazón más recóndito y
honorable de la historia, porque lo ha escrito una mujer
llamada Faitha Nahmens Larrazábal, cuyo nombre: Faitha,
ha resaltado como un himno de sensibilidad femenina y
de nobleza incesante en las salas de redacción de diarios y
revistas. Y cuyos apellidos, Nahmens Larrazábal, informan de
su cultura y su dignidad, aunque ella sola se ha bastado para
dejar bien claro que es una periodista y narradora que jamás
cesa en la búsqueda de la verdad. Lo ha hecho cotidianamente
con armonía, belleza y justicia. Faitha se caracteriza por su
amor hacia la paz y el conocimiento.
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Así como muchos se han hundido en el lodazal y la desvergüenza,
como para que digamos algún día «jamás debemos actuar de esa
manera», Brito dejó su último aliento en la lucha por trascender
como ejemplo valioso de la más alta decencia.
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Después de leer este libro me he sentido totalmente culpable
de no haber estado al lado de ese hombre, defendiéndolo de
tanta maldad. Y tengo conciencia de que su tragedia se ha
multiplicado, se ha vuelto millones de tragedias. La tuya, la
suya, la mía.
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no hay ficción en franklin brito
Rodolfo Izaguirre
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vinculado al régimen chavista, es decir, a la dictadura militar
que se ha apoderado del país, logra neutralizar autoritaria y
arbitrariamente todos los argumentos y mecanismos jurídicos
que esgrime el agricultor para defender sus derechos. Fracasa
las veces que trata de apoyarse en la huelga de hambre para
reafirmar una sorprendente valoración de desobediencia
civil. En un país de ardor tropical, el conflicto se convierte en
una masa de hielo que cae de la montaña y determina que el
régimen expropie la finca y considere al agricultor enemigo
del gobierno, es decir, un ser perverso y fuera de la ley. Al final,
el agricultor deshecho físicamente es conducido al Hospital
Militar Carlos Arvelo de Caracas y atendido en apariencia con
celo profesional, pero no tarda en reconocer que se encuentra
en la cárcel y allí, en manos de aquellos médicos, va a morir.
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de Ciudad Bolívar y a quince minutos en carro de Iguaraya, la
finca de Franklin Brito, alcanza la altura de una tragedia que
Sófocles habría escrito a gusto porque Faitha estructura este
libro como si se tratara, en efecto, de una tragedia griega.
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1 | el quijote que se marcha
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deshabitada, que cuando todo comenzó pesaba 105 kilos, no
le hace justicia a lo inmensurable que comienza a ser su peso
histórico, el de su epopeya; siete años de resistencia pacífica
acreditan el calificativo.
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Cuerpo lacerado y humillado, cuerpo descarnado que yace
como el de un Cristo, cuerpo ofrendado gramo a gramo, y que se
extingue de mengua tras el extenuante rosario de inmolaciones,
se convierte en una síntesis elocuente del trance vivido.
Rezamos.
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2 | tierra viva
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del estado Bolívar. El siguiente plan es vivir en Guarataro,
una población calurosísima y desprovista, a 220 kilómetros
al oeste de Ciudad Bolívar y a quince minutos en carro del
usufructo donde Franklin Brito ha puesto sus ilusiones.
Allí se instalan, en la casa 14 de la calle José María Vargas.
No solo no hay señal que encienda los nuevos celulares sino que
tampoco hay ningún tipo de telefonía; tampoco de electricidad;
lo que hay es una absoluta inoperancia de los servicios públicos
que, huelga decir, en vez de resolverse se ha generalizado,
convirtiéndose en mal nacional. Pero el entusiasmo de Franklin
Brito será irreductible, como su talante.
Me siento feliz,
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en lo sucesivo estos lotes bajo el título «definitivo
oneroso» serán trabajados para fines agrícolas, beneficios
económicos incluidos, por el ciudadano Franklin Brito
Rodríguez,
será una de sus prédicas. Pagó con creces mucho más que eso.
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en los que intenta una y otra vez contarle su historia
suponiendo, buenamente, como él era, que, ay, no más verlo
y escucharlo el presidente procedería con justicia: la que
pregonaba. Pero de ahí a asegurar que mi esposo, que no
era hombre de seguir líneas y que todo lo cuestionaba,
fue un seguidor de los rojos, hay un largo trecho,
puntualiza.
Un privilegio
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—resume a los suyos, conmovedoramente entusiasmado—
será avistar el proceso desde que los inaugurales brotes
verdes hacen aparición en la uterina entraña. Inolvidable
experiencia la de ver la naciente cosecha; ningunas más
deliciosas que las primeras sandías que emergen, primero
tímidas, hasta alcanzar su exultante madurez.
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va descubriendo. Amante de la naturaleza, les hace notar a
la familia y a quien lo quiera oír las diferencias en el diseño
o en el tamaño de las hojas entre una especie vegetal y otra,
así como comparte con los nuevos amigos o el vecino al que
ahora llama compadre su manera de sembrar y de amar la
tierra. Y la vida.
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3 | raíz cuadrada
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en plantíos costarricenses. La solución consiste en utilizar
como cepa de control las semillas de una variante del ñame
(Dioscorea) con corteza dura, resistente a cierta especie de
hongo la cual, con el cruce inducido, haría inmunes a todas las
variedades del tubérculo, de manera que los nuevos injertos
nacerían fortalecidos y saludables. Pero la iniciativa de Brito,
sin él proponérselo, rivalizará con la de un hombre de poder
que no admite contendores y con quien deberá vérselas. Le
tocará enfrentarlo antes que a la plaga que azota los cultivos.
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4 | de la mancha
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esposo hace la denuncia. Lo que consigue son cada vez más
y más agresiones. Como una avalancha.
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ninguna de las escuelas públicas del país—;
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moscardones— y, en un dos por tres, se produce la
circunstancia que marca esta historia, el punto de partida
de esta trágica secuencia de atrocidades que arrancan con la
histórica expropiación, o en realidad, usurpación, de la que es
objeto Franklin Brito. Usurpación, pues se ejecuta sin asidero
jurídico alguno: ni una pizca de los terrenos de Iguaraya son
baldíos y mucho menos improductivos; mucho menos se
ejecuta el pago correspondiente. Lo que ocurre,
con la complicidad de las instituciones del Estado, fomentadas
por ellos, es el otorgamiento de un tajo, a los vecinos que
flanquean las tierras de Franklin Brito, la del lado derecho
y la del izquierdo, de sus propiedades. Se convierten de
la noche a la mañana en beneficiarios de un programa
justiciero cuando menos sospechosamente aplicado: no son
damnificados, desterrados, desplazados o venezolanos sin
techo, pero ahora pueden explotar veinticuatro hectáreas
de aquellos predios como si fueran suyos.
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Cartas agrarias fallidas que autorizan a extraños el uso de
tierras que tienen dueño, cartas truculentas que benefician
a propietarios
esa donde dicen que hincan la rodilla los que arrasan, acusa
Elena de Brito. ¿Y cómo van a tenerla, si son los propietarios de
las fincas colindantes, con personal a su cargo y dueños
de reses y de sembradíos?
y tan imperturbables,
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A la torera, sin justificación ni motivo, y sin previo aviso,
nuestros vecinos se sienten con el derecho a eliminar la
única vía de acceso a mi fundo y me imposibilitan la entrada
y, por supuesto, me coartan mi derecho al trabajo y nuestra
forma de vida,
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Inscritos dentro del rimero de poderes especiales
otorgados al gobierno de Chávez por la Ley Habilitante
aprobada en 2001, se promulgaron 49 decretos-leyes que
afectaban la distribución y tenencia de la tierra,
las operaciones bancarias, la libertad de prensa,
la propiedad privada y el régimen de explotación petrolera.
Con la Ley de Tierras, que nunca fue sometida a debate
parlamentario ni público, se hicieron los primeros
avances de un intento de reforma agraria que priorizaba la
propiedad colectiva, y daba una gran discrecionalidad al
Instituto Nacional de Tierras,
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explica consternada Elena de Brito. Además de que pierden
el empleo y el acceso a su finca, y deben cohabitar con
el enemigo —se instalan por casi un quinquenio en su
fundo—, descubren que en el inverosímil embrollo sí están
involucradas las autoridades a las que han recurrido: tanta
injusticia tiene que estar atada con poleas, no es un atado
de cabos sueltos, hay ligazón a un engranaje. Las evidencias
terminan saltándoles en la cara. Al principio los Brito creían
que los vecinos eran unos abusivos que actuaban por su
cuenta, hasta que confirman que las cartas agrarias les han
sido entregadas con un fin.
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5 | ¡exprópiese!
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Bolivariana de Venezuela Nº 37.475, se publica con sus matices
la Ley de Expropiación por Causa de Utilidad Pública y Social,
cuyo objetivo, según reza el artículo 1, es
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Sí podrá ser declarada la expropiación de cualquier
clase de bienes.
fuimos reivindicados
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avanzarán no solo en la finca invadida sino en territorios
legales imposibles, aun cuando
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6 | agriura de la carta agraria
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(debido proceso) en mi fundo, incluso para declarar
que Iguaraya estaba ociosa,
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de fecha 5 de febrero del 2003, emanados del Instituto
Nacional de Tierras (INTI), establecen que existen dos
condiciones para que se otorgue la carta agraria: que
las tierras estén incultas y no estén adjudicadas, pero no
es el caso, y que integren el patrimonio de la república,
o del Instituto Nacional de Tierras (INTI), que tampoco.
La titularidad de Iguaraya está registrada y asentada, es
mi posesión y es constatable. Esto no es un error. Es una
injusticia. Y contra esta injusticia es mi lucha: para que no le
ocurra a otro venezolano algo tan bochornoso como lo que
me ha ocurrido a mí,
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7 | sin límites
respaldada invasión,
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decidido pero inalterable, y sin hacer gesto violento alguno;
esta performance no lo es de ninguna manera. Jamás vocifera
ni les reclama con improperios a los vecinos. Ni siquiera
cuando lo amenazan a muerte.
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extremo se arriesga peligrosamente; como alguien que no
entiende el contexto y su consistencia laxa. Fofa. Mientras,
ufanas, campantes y a los ojos de todos prosiguen a su aire
la anarquía, el primitivo anhelo de venganza y la ausencia de
sindéresis.
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La hacienda, tras el timo promovido y respaldado, se les
convierte en quimera, en impotencia, en frustración. Iguaraya
se torna inalcanzable.
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8 | el mar anterior
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Pedro María Brito Velásquez y Josefina Rodríguez, tuvo
quince hermanos, cuatro de padre y madre: María, Pedro,
Gustavo y Azhuri, la que lo precedía y con la que hacía una
llave invencible,
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apasionado del medio ambiente, en ese sentido, visionario
y de avanzada, que, aunque siempre mantuvo el entusiasmo
por lo urbano y se tomaba a sí mismo como un observador
de los fenómenos sociales, y fue un curioso lector
interesado tanto en la narrativa de ficción como en textos de
economía y política, se dejó seducir irremediablemente por
la naturaleza.
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dejaría de ser una opción criminal. ¿Te imaginas? Yo le
preguntaba: ¿y qué pasaría si me secuestran a mí? ¿Me
dejarías abandonada a merced de los delincuentes? Él
me aseguraba que en el supuesto negado de que algo así
pasara él movería cielo y tierra hasta encontrarme, pero
me repetía de nuevo sus razones sobre cómo deberían ser
las cosas. Decía que la dignidad es lo más importante que
tenemos, que es justamente lo que nos hace humanos...
mejores humanos.
respinga Elena.
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una perseverancia que implica temple y convicción, se
constituyó en una voz fundamental de la dignidad. Un
hombre recto y correcto que sin retórica desafió al Estado
con su conciencia, sin aceptar ningún tipo de transacción
que contraviniera la legitimidad de sus razones,
persuadido de que cedes para llegar a acuerdos cuando
lo que está en juego son elementos de otra índole, pero a
sabiendas de que los principios no
se negocian,
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9 | caracas con vista al mal
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Lo cierto es que, persuadido de sus razones, con porfía, y
sin otra arma que sus alegatos precisos y la probidad como
santo y seña, supone que en Caracas podrá hacer valer sus
derechos de ciudadano. Han sido vejados y para vivir han
estado dependiendo de las ayudas familiares. Tiene que haber
una salida. Por lo que, en vista de que no reciben más que
respuestas ambiguas y evasivas, toman la difícil decisión que
toman, seguros de que conmoverán por fin a las autoridades.
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cabeza estaba Isaías Rodríguez, y también por supuesto
a la Vicepresidencia, donde comenzaría mi itinerario de
huelgas de hambre. El 20 de agosto de 2004, el entonces
vicepresidente de la república, José Vicente Rangel,
reenvió el oficio VPS Nº 11629, que contenía el informe
del proceso, al defensor del Pueblo, Germán José
Mundaraín Hernández. Le pedía que estudiara mi caso.
Me tomaron la denuncia en la Defensoría. Ah, pero fue
más bien una burla. Me dijeron que por lo complejo del
problema tenía que anexar otros datos y articularlos,
y entonces cuando les entregué los documentos como
me lo pedían, me respondieron que había repetido
cosas que ya estaban apuntadas en las otras cartas, que
volviera a empezar... una estrategia para manipular los
contenidos y el tiempo...,
Semejante idea,
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luego que él y su esposa fueran despedidos sin razón de las
escuelas donde habían sido profesores.
No, no fue fácil, ella quería que nos fuéramos de allí, porque
esa ¡era su plaza y esos sus baños! Una locura.
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Lo público convertido en privado y lo partidista asumido
como imposición totalitaria, y todo mezclado en una extraña
interpretación ideológica.
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El reclamo de sus derechos y la escenificación en la calle de
la huelga de hambre por parte de toda la familia Brito es un
evento que acapara la atención de transeúntes y, sin duda, de
los periodistas, pero no logra una reacción inmediata entre los
empoderados que deciden; no la que esperaban. Lo que les hacen
saber, y de manera brutal, es que incomodan. En un instante en
que Franklin Brito está solo —la familia hace alguna gestión cerca,
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10 | intimidades de la huelga de hambre
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emboscarán sin tapujos a la hora de compartir cada loncha
del ralo sustento, y tendrán que sortear con recurrencia el
olisqueo de hocicos y la proximidad de belfos y colmillos.
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estábamos al garete, sin techo y dispuestos a conquistar lo
perdido,
suspira Elena.
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de unas monjitas que empezaron a visitarnos cada tarde,
y rezaban cerca, de rodillas, con y por nosotros. Luego,
pródigas y amorosas, comenzaron a traernos refrigerios
que nos preparaban especialmente, y por último asumieron
el lavado de nuestras ropas con una humildad asombrosa;
no, claro que nosotros no queríamos que hicieran eso
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afectados por el trastorno, corretean por la plaza. Juegan
a las escondidas. No saben que todos los ven. ¿Los ven?
confía.
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Yo no existo para el Ministerio de Educación.
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11 | que hablen
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fue capaz de preferir unas posesiones antes que su vida,
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piedra en el zapato o bota gubernamental. Acaso adalid de
la que la prensa independiente tildará como campaña de
desprestigio, el video lo difunde el propio Carlos Escarrá,
funcionario que luego será coronado procurador general de
la República. Un disminuido Brito explicará después a los
medios (lo entrevista Daniel Viotto de CNN, la censurada
cadena televisiva) que con esta irrespetuosa grabación se
intentará hacer ver sus reclamos como una extorsión.
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imagen, si fuera posible, mientras ellos se lavan las manos,
si también lo fuera. En ese dramático 2010 en que tanto
padece el huelguista y han sido convocadas unas elecciones
parlamentarias que ocupan la agenda política y noticiosa
—están programadas para el 26 de septiembre—, los
mandamases parecen estar muy interesados en disminuir la
presencia embarazosa del huelguista, y encapsular la historia,
de manera que no se refleje esa boutade en los votos.
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frente a un pelotón de fusilamiento. Quien anuncia desde
el Ministerio de Información el plan —oxímoron— de la
hegemonía comunicacional, Andrés Izarra, deslizará en la
sincronía coral aquella infortunada frase de que
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tales que resultan casi imposibles de entender. Objeto de
miradas, más que de solidaridades, no faltará quien sospeche,
asimismo, de su legendaria valentía y crea que tanto arriesgar
su vida y la tranquilidad de los suyos en vez de convenir o
aceptar o resignarse o contemporizar u olvidar, no tiene
lógica, ni es normal. Que su fortaleza no es humana. Que tanta
tozudez no es de este mundo. Que por eso se va de él. Que en
realidad su tesón habría sido una forma de desequilibrio.
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12 | vivir y demás derechos
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un texto inspirador, motivador; no es la cita que quiere
difundir alguien que ha claudicado: «Para mí, y coincido
plenamente con Liu Xiabo, los seres humanos no nacemos
esclavos ni desiguales, la esclavitud y la desigualdad no se
deben a gobernantes muy poderosos ni imponentes sino a
que los gobernados se rinden, Franklin Brito y su familia no
nos rendiremos jamás».
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agrega convencido de que Brito vivió ganado a la idea de
que, si el tiempo era una espada de Damocles, la justicia debía
llegar puntual para atajarla. Aun cuando hay quien cree que
reitera Reyna.
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algo que sorprenda, asesta. La huelga es una manera de
manifestación pacífica a la que recurre Franklin Brito
luego de que no son oídas en las instancias pertinentes sus
peticiones y es defraudado por el mañoso sistema al que él
interpela,
añade.
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Radicado en Alemania, donde es profesor emérito en la
Universidad de Oldenburgo, como el consecuente cibernauta
que es, Mires navega en las revueltas aguas vernáculas y dicta
cátedra explicando concienzudamente que
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de decisión —directores de institutos, ministros de varios
despachos y hasta el vicepresidente del país—, que después
convierten lo acordado en el mapa aleatorio de rutas falsas y
destinos evadidos que trazan esta historia.
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una autoridad, a menudo un militar, es la que decide quién
sufre y quién no, quién merece la atención del gobierno y
quién está legitimado para presentar demandas. El poder
que despliegan los funcionarios sobre la vida cotidiana de
la gente en el sistema político creado por el chavismo es
inmenso. Las decisiones que toman los poderosos, ya sea
por corrupción o por intereses clientelares, se justifican
con emociones,
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13 | lo que se va perfilando
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referencia y reverencia en el altar de los grandes hombres
universales, su nombre se asocia con lágrimas y también con
quijadas largas, con elaboración de teorías, con grandeza.
defenestrarán mi reputación.
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Cuán difícil les resultará a los comisarios desprestigiarlo sin
desprestigiarse ellos: tan arduo como hacer lo correcto.
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14 | en miraflores pacto y al punto fijo
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episodios vividos y las respuestas obtenidas en cada ocasión.
Muestran el voluminoso expediente que compendia de la
A a la Z el infortunio y queda anotado a qué aspiran. Al cabo
de dos, tres encuentros, y de largas jornadas que incluyen
meriendas, los funcionarios prometen la asistencia necesaria
para que el embrollo en que está entrampada Iguaraya sea
resuelto y les aseguran, además, que serán indemnizados:
por los salarios caídos y por los daños en la finca. Y sí, por
supuesto, que se corregirá el traumático asunto de las cartas
agrarias. Que pueden irse a Guarataro de vuelta. Y, claro, que
paren ya la protesta. Los Brito creen que han llegado, por fin,
a la última página del cuento de la casa tomada.
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los linderos originales. Es decir, que debían dejar Iguaraya
porque así acababa de ser convenido ¡en Miraflores!
Parece que los acuerdos con que sellaron las largas horas
consumadas en la exposición del caso se han licuado en
un umbral desconocido, y que luego del viaje a lo largo del
recorrido exultante de la Venezuela adentro, luego de la
secuencia iconográfica de la identidad nacional de torres
petroleras, araguaneyes pintones, el soberbio Orinoco,
apogeo de verde, campanarios convocando misa, casas
coloridas, cielos de altanero azul, comederos humeantes
al borde de la vía, gentes acaloradas en camisetas, puentes
y desvíos, gentes colgando ropa limpia en las cuerdas,
perros huesudos y picoteo de gallos, gentes hundidas en
chinchorros, farolas desdentadas, fila de aves estacionadas
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en el tendido eléctrico, niños descalzos correteando al borde
de la cuneta, las promesas hechas y glosadas se fueron
deshojando en el paisaje. Es como si hubieran sido engullidas
por las mismas bocas que las profirieron; ni siquiera quedan
sus voces. No hay quien conteste en los números telefónicos
antecedidos por el código 212. Cero respuestas a las
preguntas que dejan grabadas. ¿Qué pasó?, ¿por qué no se
han enterado los vecinos de que tienen que irse?, ¿cuándo van
a venir?, ¿vienen?
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15 | los relojes se derriten
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artefactos eléctricos de los que prescinde uno a uno para
convertir las escasas ganancias en formas de manutención.
Así afronta la espera, es así como sobrevive en el entreacto
mientras, sitiados y atacados —¿o no lo es que te despidan y
te saboteen tu derecho a trabajar?, ¿que el ganado ajeno, sin
esperar a ser convidado, deguste tus cultivos a toda hora?,
¿que no puedas entrar a tu propiedad?—, aguardan hasta el
día en que admiten que les han tomado el pelo. Y entonces
Franklin Brito considera que deben retomar la causa. Bregar
por que su finca le sea devuelta. Recobrarla de manera legal,
sin que ninguna tramposa carta agraria se interponga entre
sus manos afanosas y la tierra. Por nada de este mundo
considera dar por terminada la campaña admirable que hace
con su familia.
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allí —mismo itinerario—, regresarán a Caracas, a la parada
de San Martín, luego de catorce horas y quince minutos de
recorrido.
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16 | el cuerpo es el mensaje
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vuelve el alma al cuerpo, el cuerpo es el móvil y la pieza de
culto en la nueva religión del esternocleidomastoideo.
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conquistado por la industria cosmética. Si bien se tiene
presente su fragilidad que lo convierte en polvo, se tendrá
en cuenta que, mientras late, despreciarlo sería despreciar
la vida, pues, como dice el gran arquitecto, matemático,
tratadista, escritor y poeta italiano Leon Battista Alberti, fiel
al renovatio hominis renacentista:
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Su cuerpo es su ofrenda,
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17 | los órganos de la desobediencia
91
hombre atropellado y harto de decir lo mismo y no ser
escuchado, buscando a toda costa las consideraciones que
le corresponden y que no obtiene, ahora se cose la boca. Es
julio de 2005 y está en su tercera huelga de hambre. Una, dos,
tres, cuatro puntadas como sutura en sus labios cansados,
esos por donde no entra alimento ni salen audibles las quejas.
Un sangrante zigzag que se convierte en ensordecedora
denuncia. Observado con el asombro de quien ve de cerca
el alma de un hombre y su temple, no solo a los videntes y
nigromantes se les revela el aura corajuda que lo empaca, y el
tono exacto de la intrepidez. No pocos van a visitarlo a la plaza
y a tomarle fotografías, como si fuera una rareza; bueno, lo
es. Y no solo aparecerá en la prensa nacional la perturbadora
imagen de Franklin Brito con la boca zurcida: se hará viral en
redes en las primeras planas del mundo. Pero si en las oficinas
del gobierno el asunto es tema de conciliábulos, no lo hacen
saber. Chitón oficial.
92
sus reclamos, así que, desde la creencia de que Hugo Chávez
no tenía la menor idea —en realidad tuvo algunas pero
muy desorbitadas y demodé—, decide darle una ayudadita
para que se entere o dé por enterado, y procede. Con una
tenaza de jardinería —Elena de Brito dice que nunca supo
cómo el instrumento llegó a sus manos—, Franklin Brito se
amputa, en efecto, la mitad del meñique izquierdo frente a los
representantes de los medios de comunicación del país.
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Todo muy precario y cargado de simbología, en esta ocasión
todos los medios vendrán a buscar las declaraciones suscritas
por Franklin Brito. No, más bien a oír de su boca la novedad
anunciada. Ha ofrecido una primicia, y empieza entregando
enfundados discos compactos en los se ha grabado a sí
mismo contando su peregrinaje existencial y, en detalle, las
circunstancias extremas del caso. Los ha costeado con sus
huchas exangües, colaboraciones, más bien. Y ahora sí. Vean.
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El asombro impera, así como la confusión. Hay que
comunicar de prisa la contundente noticia, coinciden los
periodistas, pero a la vez es imposible no dar auxilio a la
familia y al propio Brito, que soporta con creces la herida
que se ha infligido a sí mismo, sin anestesia; además, es
noticia saber qué sigue. Complica el cuadro, a la hora de
salir corriendo, el tránsito vehicular que colapsa en los
alrededores, recordar que es mediodía y solía congestionarse
Caracas sobre todo a esa hora, y más en el centro. Por fin,
inesperadamente, llega a la plaza a bordo de una moto un
bombero que se ofrece a trasladar hasta un puesto de socorro
Esta es una de las decisiones más duras que tuve que tomar
a lo largo de este intenso proceso,
95
le tuve que decir al doctor que no podía autorizar ninguna
intervención... ¿puedes creerlo?,
confía apenada.
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18 | el dedo en la llaga
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Visita auspiciosa por donde quiera que se le mire, pues,
Jesse Chacón les comunica que no solo el Ministerio de
Educación les reconocerá la deuda laboral, tanto a Franklin
Brito como a su esposa, y que les reintegrarán los pasivos y la
indemnización prevista. Mensajero de gratas noticias, les dice
también que el INTI les va a reconocer la propiedad total de
Iguaraya, y que así constará en el registro que les expedirán:
que son ellos los genuinos dueños de las 290 hectáreas del
fundo. Las promesas al calco vuelven al tapete; los Brito
esperan que ahora sí se cumplan. Lo más asombroso es lo que
se trae entre manos: la primera promesa ya cumplida, una
bolsa de papel con motivos navideños
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dizque ¡no me conocían! Me dijeron en mi cara que si las
obtenía sería pagando. ¿Puedes creerlo?
99
Luego de prometernos que todo se solucionaría, Jesse
Chacón nos dijo que debíamos abandonar la plaza, que a
papá lo llevarían a una clínica, que fue donde se produjo
el pago. La idea era que papá se recuperara antes del viaje
a Bolívar, y nosotros también podríamos descansar, nos
llevarían a un hotel en Sabana Grande donde deberíamos
permanecer día y noche, y notificar cualquier movimiento.
No nos costaría demasiado hacerles caso. Luego de
muchos meses de estrés acompañando a papá en su huelga,
pudimos comer y dormir bien.
Así ocurre.
100
19 | cartas tapadas
101
aunque el ministro no alude al dinero entregado. Al Brito
inquieto le parece que ambas opiniones son una evidencia de
que el gobierno ha reconocido el conflicto, y mientras pone
a buen resguardo los testimonios que podrían serle útiles
después —es tremendamente ordenado—, solo por no dejar
se preguntará: ¿están los vecinos de Guarataro viendo la
televisión?
102
admirable entereza un periplo de abismos y pocos puentes,
el funcionario a cargo de la operación le dirá sin rodeos, clarito
a Franklin Brito, cuál es la fórmula ganadora para lograr lo
que ellos quieren a cambio de cumplirle con lo tantas veces
prometido: el olvido. Que para dar por zanjado el entuerto
debería pasar la página y dejar la fiesta en paz. Que podía Brito
aceptar los pagos que falten, si faltan, y la entrega de las tierras
pero calladitos la boca, sin escándalo, te mudas y ya; lo de la
anulación expedita, formal, jurídica de las cartas lo dejamos
para después, ¿de acuerdo? Siempre después, y nunca. He aquí
un selfie del Estado de derecho haciendo estertores.
103
propia causa, que lo dejaba en una instancia improbable,
inexistente, en un peligroso extravío legal peor del que ya
rondaba el caso, y seguramente enterrar en un hombrillo
jurídico, ahora sí, definitivamente, sus posesiones:
Te digo algo: la verdad es que más de una vez le pedí que por
favor dejáramos las cosas como estaban, que nos fuéramos
de Guarataro, incluso del país, que nos olvidáramos de
todo este desbarajuste, pero nunca quiso, no por terquedad
o intransigencia, es que mi esposo era un hombre de una
ética sin fisuras, y él sabía que esta lucha sería ejemplar.
104
20 | quien calla otorga
Le han pedido que sea laxo, flácido, manga ancha, y con esa
misma laxitud y flacidez y manga ancha le han entregado
105
—va al meollo del asunto— una suma de dinero sin dejar
constancia del procedimiento en papel membretado alguno.
rinde cuentas,
106
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia sobre el
caso, cuando Franklin Brito, luego de reclamar ante el Poder
Ejecutivo, la Defensoría del Pueblo y tribunales agrarios y
ordinarios, llega hasta el Tribunal Supremo y hace otra huelga
de hambre.
107
21 | una raya más para la tigrera
108
con la dosis requerida de electrolitos con los que mantienen
su organismo funcionando hasta cierto punto —no defeca,
solo orina— y, en ese delicado equilibrio químico que
debe mantener a buen resguardo, así como el emocional
en el que vive, cavila sobre lo que podrá hacer. Vaya tesón.
Franklin Brito decide que hará una nueva huelga de hambre.
Regresarán a Caracas.
109
22 | brito herido
hace saber.
110
Baquero y Concepción de Jesús Antoima Fajardo, para cuya
fundamentación se invoca que sea reconocida la violación a
las normas que contienen los artículos 2, 3, 7, 19, 21, 22, 25, 26,
27, 49, 51, 55, 115, 137, 140, 143 y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
persiste Brito.
111
La decisión habría tomado en consideración el eventual
retraso del procedimiento y así dictamina, argumentando
que los lapsos se vencieron y el caso navegó por horarios
caducos, extemporáneos. La interpretación de Brito es otra.
No consideraron,
deduce,
el fondo de la denuncia:
Pero persisten.
112
Fue terrible, no sabíamos qué querían de nosotros,
temíamos lo peor, que nos mataran y dejaran tirados en
algún barranco, que abusaran de mí, más..., toma aire;
y a todas estas la familia no sabía qué había pasado con
nosotros, no entendían por qué repentinamente, sin avisar,
habíamos dejado la huelga,
Que nos querían dar un susto, fue lo que nos dijeron al final,
imagínate, luego de darnos vueltas durante ¡dos días!,
hasta que se cansaron y nos llevaron hasta una estación de
policía por no sé dónde, donde nos dieron de comer pollo
frito, nos amenazaron: «Ya saben lo que podemos hacerles,
así que déjense de vainas».
Y Brito persiste.
113
23 | aló ni pendiente
114
plano medio, ha abierto el diario Últimas Noticias —todavía
el popular tabloide no se había convertido en el órgano
recalcitrante de propaganda del régimen que ahora es, y del
que serían despedidos tantos colegas por su color (no ser rojos).
El asombro de Chávez queda recogido en un primer plano.
Mira estupefacto el extenso reportaje sobre Franklin Brito
—las páginas centrales del periódico dedicadas al agricultor
en huelga y no al Che Guevara, a quien había que celebrar
quién sabe por qué—, por lo que salta en su silla. E interpela al
director del periódico, el periodista aliado Eleazar Díaz Rangel:
115
nuevamente a la carpa y me dijo que podían también
entregarme cien millones de bolívares pero no como
una indemnización, sino como una ayuda, cosa que
tampoco acepté,
116
debió haberse convertido el sistema nervioso de Franklin
Brito, un ciudadano que anhelaba un gesto de cordura en la
deshilachada escena. Por enésima vez: lo que el propietario
invadido quiere es la anulación de las cartas agrarias que
comprometen sus linderos.
117
momento cuando cree que ha tenido sentido el esfuerzo ahora
coronado. Debe producirle a Franklin Brito y a los suyos un
consuelo infinito pensar que están a un paso del sueño que
los ha tenido en vilo: organizar de nuevo sus días, tener paz,
recuperar lo malogrado, volver al trabajo, recobrar en lo
posible la normalidad: sentarse a comer a la mesa, bañarse,
poder besarse a solas con su mujer, dormir en una cama, tener
un retrete propio y todo lo demás. Un respiro, pues, suponer
que el engorroso y largo proceso al que han sobrevivido está
por caducar.
118
Industrial de Venezuela, el primero por cien millones
de bolívares, emitido por el Ministerio de Agricultura y
Tierras, Fundación Tierra Fértil, de la cuenta Nº 0003-
0059-49-0001074752, con el Nº 70898013 y con fecha del 6
de noviembre de 2007, y el segundo por cincuenta millones
de bolívares, emitido por el Instituto Nacional de Tierras,
de la cuenta Nº 0003-0059-48-0001084710, con el
Nº 05239224 y con la fecha del 19 de diciembre,
119
juez, a solicitud de Brito, suscribirá su testimonio, el registro
punto por punto de lo que le ha entregado el INTI: un tractor,
una rastra agrícola, una fumigadora, abono, fertilizantes,
semillas. Listo, solo falta lo de siempre.
120
O sea, que mi papá a lo mejor quería, qué se yo, hacer
negocios turbios o andaba con ganas de echarle candela
a algo.
Sí, sin duda detrás de este caso hay una animosidad que se
haría viral. Por añadidura, como si de un capítulo inédito de
Los miserables se tratara, las semillas sembradas no producen
cosecha alguna. ¿Es posible que les hayan dado semillas en
mal estado?
121
desista de mi solicitud de justicia, sin importarles para ello
cometer actos de corrupción y delitos graves, porque ¿bajo
qué argumento o justificación habrían gastado entonces
los casi 730 millones de bolívares que me entregaron,
en dinero y productos, amén de los setenta millones
de bolívares que me había dado antes el ministro Jesse
Chacón? ¿No era todo parte de un convenio relacionable a
procedimientos administrativos establecidos y con causa
justificada?,
Como él.
122
24 | barrera arisca
123
extremo, pendiendo de un hilo, en aquel vacío? ¿Y si termina
rompiéndose el hilo por el que avanza? ¿Y si pierde el
equilibrio? ¿Y si no hay red al caer?
Agoreros.
124
25 | una toma de sí
125
Es posible que se enrede mi nombre en esta derogación
que, aunque debería tener un origen administrativo y una
justificación jurídica, el propio director del INTI, Juan
Carlos Loyo, coloca a un lado cuando dice por televisión
que el otorgamiento de estos pagos no significa que me
dieran la razón porque, en realidad, los cheques emitidos
a mi favor solo expresan compasión, y que son una forma
humanitaria de colaboración, por mi situación y mi
delicado estado, ¿existe esa partida?, ¿mi lucha no tiene
asidero entonces?,
Dos chiflados, eso es lo que éramos para Elías Jaua, que nos
visitó para decirnos que teníamos que ceder, olvidarnos
de tanto rezongo, porque ¿para qué, si nadie nos prestaba
atención? Exactamente, y en tonito de burla, además, nos
126
dijo que qué era lo que nos creíamos, que parecíamos dos
loquitos y que no llegaríamos a nada; acaso todavía tengan
esa idea de nuestra familia, debemos parecerles raros,
porque no nos atienden o no nos entienden, no han buscado
los enseres donados, aunque he llamado infinidad de veces
para que los retiren,
127
Magro, escueto, como un árbol sin hojas, ramas entecas
sus extremidades, las mejillas escabullidas, los pómulos
dos puños cerrados forrados por una piel cetrina, los ojos
interpelando, él a la vista de todos con la confianza de que
el video será reproducido a la ene, nada de escenografía,
pura austeridad, es una aparición a la que solo le faltan las
alas. Lo que dice y cómo lo dice, su manera de gesticular, de
mirar, de explicarse, la sencillez y la absoluta ausencia de
pose, le otorgan una inquietante credibilidad. Parece que
su garganta contuviera solo verdad, agua clara, ninguna
otra aleación. No, no es profeta, y menos en su tierra, pero
merece todas las palmas. Voz que estremece, ronca y sin
engolamientos, intercambia, como todos los sucrenses, erres
por eles, eles por erres; sin embargo, su decir es impecable.
Todo parece claro, no cabe ningún enigma. A aquellos
a los que unas monedas hacen salivar no entenderán la
verticalidad del hombre que ya va pareciendo eso que él cree
que es la justicia: una línea recta.
El perfil de sí mismo.
128
26 | inti o inri
129
del capo y el mandón, el patrón de actuación es el tejemaneje
y el patroncito que mal actúa es el goloso que cree que no
hay mejor modo de vida que el de la pandilla que impone su
propia ley. Cosa envilecida, corrompida, la lideran pranes,
garimpeiros y hombres con charreteras.
130
27 | penúltima estación, oea
131
protesta, que incluye la camilla donde él está acostado y una
mesilla plegable que lo ha acompañado desde la plaza Miranda,
es a la vez que un retrato de la inopia, activo despacho.
132
Quiero decirles además que no desisto de mis propósitos,
que se haga justicia y se me devuelvan mis tierras en
Iguaraya, pese a las amenazas. Sí, amenazas. El 1 de junio de
2009 me entrevisté con el presidente del INTI, Juan Carlos
Loyo, y en vista de que nuevamente se negó a informarme
por escrito por qué y bajo qué condiciones se ejecutaron
todas las partes del último acuerdo, le participé que entonces
recurriría a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos para hacer mis denuncias y me dijo de manera
desafiante que si lo hacía me atuviera a las consecuencias;
pues debo decirles que desde entonces han estado llamando
a mi casa para amenazarnos de muerte a mi familia y a mí,
133
La agenda incluye corresponsales, dolientes, miembros de
oenegés y de fundaciones solidarias, monjas, sacerdotes,
doctores que van de manera espontánea o a diario, como el
presidente del Colegio de Médicos, Douglas Natera, vecinos,
artistas, amas de casa y hasta soplones, aunque ningún
grupo en particular asume la lucha de Franklin Brito como su
bandera. Se acercan también líderes de la oposición, muchos
aconsejando otras formas de lucha. También emisarios del
gobierno y funcionarios para arreglos truculentos, no de
fondo, no de verdad. Su proceder controversial provoca
solidaridades; no necesariamente adhesiones automáticas, no
del tenor y la cuantía necesarios.
134
la solidaridad de muchos medios de comunicación que no
permitieron nunca que el caso se desvaneciera en la opinión
pública. Teodoro Petkoff, a través de Tal Cual, fue uno que
no nos desamparó jamás, e hizo de la causa de Franklin
Brito una pauta fija, así como tampoco nos abandonó jamás
Chúo Torrealba, un gran amigo, que desde El radar de los
barrios, hoy por hoy, sigue siendo un apoyo,
añade.
135
las mentadas cartas agrarias del horrendo equívoco, las que
permitieron a los vecinos alargar los límites de sus fincas
hasta Iguaraya, no son ya más una sinvergüenzura flagrante.
Asido a la para nada descabellada hipótesis del fin del caso,
deja la huelga de hambre.
136
de exámenes, incluso psiquiátricos. A tal punto se recobra
que los médicos suscriben el esperanzador diagnóstico de
su restablecimiento y le dan de alta. El gobierno sufraga los
gastos médicos en su totalidad y él acepta agradecido. Con
nuevos bríos que serán oxígeno para sus desguarnecidos
huesos, y convencido de que estarán en sincronía vital su
cuerpo y su alma, está de plácemes: ha conquistado la victoria
de la decencia; su causa.
137
delta de infinitas penurias, prefirió ofrecerles como respuesta
una mentirijilla, cual si de niños (pobres niños) se tratara. Este
nuevo desaliento resonará como un martillazo en su cerebro.
Declaración que lo aturde, embuste que lo descorazona,
será el pase directo a su próxima huelga de hambre, acaso el
primer paso al despeñadero. No, no es exagerado decir que la
torpeza que con razón Brito toma como burla, sella su destino.
138
28 | diván el terrible
139
llegan a lo mismo —donde no es—, y después de recibir
amenazas telefónicas y con escopeta, porrazos de la policía,
el puñetazo del vecino, golpes en su cabeza que la chocan
contra un carro y pasar por el trauma de un secuestro express
—y todavía faltan maltratos por enumerar—, a cualquiera
le resultaría fácil inferir, aun sin haber usado jamás bata
blanca, que el caballero destinatario de tales martirios
podría estar, a estas alturas de las circunstancias, además
de batiéndose contra la decepción y las ganas eventuales
de tirar la toalla, harto, cansado, triste, aturdido, receloso,
incómodo y probablemente molesto con las autoridades que
siempre le muestran las mismas cartas, y no las que pide,
aquellas agrarias por anular, solicitud meollo de su odisea,
cuya ejecutoria no le quita el pan a nadie, y con la cual se haría
justicia. Lo repite siempre, es cierto. Pero no es intransigencia,
compulsión, ofuscación o delirio: es su causa.
140
hiperinflación por venir, a modo de desgarradora confesión
desde el diván de su consultorio, cualquiera habría podido
soltarle al doctor, los zapatos fuera, algo de humedad en los
ojos, y acaso con menos benignidad que Brito, un enojoso y
lastimero ya no puedo más. Que la inseguridad, las cadenas
machaconas, la mandonería y la guapetonería, el despilfarro
y la no rendición de cuentas, el desdén por los canales
regulares y la patada propinada a la institucionalidad, el
sectarismo y la exclusión, la improvisación y la corrupción,
el verbo soez convertido en pan nuestro y la posverdad, el
desconocimiento del Estado de derecho y la impunidad, las
vallas impertinentes del culto a la personalidad en cada farola
sin luz y demás falencias, deben ser la razón más probable,
ay doc, de esta acidez insoportable en la boca del estómago,
del insomnio, de la somnolencia, del cansancio, del dolor de
espalda, de las taquicardias, de la migraña, de la disfunción
sexual, del estreñimiento, del pitico del oído, de la alopecia,
de la nueva alergia, de la opresión en el pecho, del inusual
llantén, de, de, de (padecimientos que se intensificarán con
la cada vez más agudizada falta de medicamentos, cuadro
de somatización que se complicará cada vez más para los
pacientes con diagnósticos de mayor calado).
141
confesionarios, en cada esquina, en la cama? ¿Tendrá en su
despacho o tuvo en su consulta el letrerito tan revelador —tan
proyección y tan sombra junguiana— que pretende marcar
territorio o mandar a callar, o ambas cosas, que reza: aquí no
se habla mal de Chávez?
142
a ser un alucinado. Si el hombre que se sostiene con una
voluntad inquebrantable en la palestra, contra viento y marea,
terqueando, no está en sus cabales, ¿para qué oírlo? Lo que sí
tiene sentido es volverlo invisible, ocultarlo como el polvo bajo
la alfombra. Porque además, tanto clamor por justicia tiene
que ser sospechoso, ¿quién insiste tanto en eso? Es entonces
cuando Brito, convertido en un
143
decisión de que Franklin Brito fuera trasladado a donde no le
dicen a nadie:
cortándolo en seco.
Lo tenían sedado,
144
señala Elena de Brito,
145
29 | a la culebra por la cabeza
146
gobierno empieza a ver desórdenes y desarreglos fuera de la
trinchera a cargo. Allá está la falla, allá los abundantes males.
Del lado de los que piensan distinto. Y nada más inconcebible,
nada más inaceptable políticamente. Una enfermedad.
147
disociación psicótica, [la que] resulta posible describir
como «una conducta perturbada caracterizada,
esencialmente, por oponerse al gobierno del presidente
Hugo Chávez».
148
de confrontación y deslegitimación del oponente que la sufre:
se rotulará de disociado a ese que es capaz de proponer algo
constitucional pero tan descabellado como un referendo.
Valga relacionar este concepto con otra frase de Andrés
Izarra, quien en 2007 propone dar
viene al pelo.
149
30 | el 13
150
la acera, llevan prisa. «Nos vamos». «¿A dónde?». «Nos
vamos». Y tras interrumpirle a Franklin Brito su mal dormir,
lo someten y lo sedan. Todo ocurre en cosa de minutos.
151
Desesperante. No se sabía nada de Franklin, fueron horas
terribles, los policías solo dijeron que habían venido a
cumplir órdenes. Esas horas siguientes no hicimos más
que buscarlo por cielo y tierra. No dejaré de agradecerle a
Alfredo Romero su empeño, su consuelo, su devoción, así
como al Foro Penal,
152
internacional de protección de derechos humanos. Se suma el
director de Espacio Público, Carlos Correa, quien señala, en
igual sentido, que
153
una persona que no estuviese en las más óptimas facultades
mentales pudiera iniciar una huelga de hambre. Que por
este motivo sugirió el Poder Moral la intervención de las
autoridades para preservar el derecho a la vida de Brito,
154
Por su parte, Carlos Escarrá, el futuro procurador, buscando
poner orden en la secuencia azarosa de mensajes críticos,
rebatirlos y acaso disminuir en lo posible sus efectos, declara
en televisión que desde la Dirección de Protección de los
Derechos Humanos de la Fiscalía se interpuso un recurso de
amparo en diciembre para proteger la vida
explica.
dice entonces Ángela Brito. Por si fuera poco, qué dolor, está
el huelguista de hambre ¡justo al lado de la cocina! ¡Todos los
olores a comida se cuelan!
Pero es que eran tan crueles que, como saben que papá
155
amaba el chocolate, pero persiste en que le respeten su
derecho a hacer huelga de hambre, los guardias entraban al
cuarto quitándole muy despacio la cubierta a los bombones
que iban a comerse allí, de manera que oyera el crujido del
papel, después se relamían diciendo que estaba exquisito...
Sí, exacto, una forma de tortura...
156
supeditada a la voluntad del líder apodado intergaláctico.
Malas noticias para el ciudadano común que tiene razones
para considerarse indefenso, tal y como dice Ángela Brito:
estamos a merced de quienes deben protegernos. Terrible
si el Poder Supremo cataloga a la gente y consiente que sus
partidarios tengan como tarea odiar o despreciar, y divida a
la población entre disociados y sanos. Brito es un espécimen
representativo de la confabulación, de la reacción, y su
aprehensión implica el despliegue codo con codo de los que
parecen abuchearlo. Una puesta en escena para que vean
como ejemplo qué se hace con los testarudos que no usan sus
rodillas.
pone caras.
157
31 | elena de troya, ángela de papá
158
preferiría que te cuidaras,
159
circunstancias con escalpelo y repasan los argumentos como
tarea urgente. Pero también entabla charlas inéditas con su
amado progenitor
160
32 | al hospital se va a morir
pero que nadie diga, por favor, que aquello era una
habitación privada; era un cubículo, y yo comía allí, es
cierto, pero no porque eran particularmente atentos con la
161
acompañante; comía lo que le correspondía a papá como
paciente, que él ni tocaba por la huelga de hambre. Pero
quizá sea este un detalle insignificante con respecto a todo
lo demás: el trato tan recalcitrante que le dieron a él, se
cebaban con su debilidad, o cuando le roban el carro a mi
mamá, que se quedó sin posibilidad de hacer transporte
escolar; no, el vehículo nunca apareció, y los guardias ni
siquiera hicieron el amago de decir que iban a investigar,
nada, nunca se supo por qué mientras a nosotros no nos
quitaban los ojos de encima, parecía que no vigilaban el
estacionamiento, ay, la verdad es que cada día parecía el
parte de una batalla.
162
pero a los que no dejaban rebasar ni la puerta. Al principio
les reenviaba videos desde mi celular, pero después no
pude grabar más, me prohibieron entrar con mi teléfono a
la habitación, me requisaban.
163
pronóstico, sabrá del intercambio de cartas entre el director
del Hospital Militar, el coronel Enrique Siso, y el juez Lenín
Hernández, el productor de aquel traslado dramático de
película de acción. Aquellas cartas reveladoras en las que
Siso le da el parte al juez de que Brito ya fue dado de alta
y Hernández le dice que la decisión la toma es él, saludos
revolucionarios y chao.
164
los doctores llegaban les decía igual que a los militares que
lo humillaban: amigos, caramba, eso que hacen es malo...
¡solamente eso! Hasta que entraba en esa especie
de sopor..., de aturdimiento..., casi un desvanecimiento...
Él trataba de mantenerse despabilado pero lo vencía
aquello que le inyectaban, eso que no sabíamos qué era...
165
Aproximadamente a las 9 y 30 de la noche de ayer un
grupo de militares, médicos y enfermeros, me tomaron
con violencia y me sedaron. Cuando me desperté
aproximadamente a las 4 a.m., estaba en terapia intensiva,
y procedí a quitarme todos los aparatos y sondas que me
habían puesto, declarándome en huelga de sed. Me he
negado a recibir tratamiento médico o monitoreo alguno.
Hasta los momentos los médicos han respetado mi decisión.
166
floja de la injusticia su salud. El 17 de agosto de 2010, otra
fecha clave del triste calendario, Ángela Brito informa que
su padre se agravaba de forma indetenible, que su masa
corporal no alcanzaba ni 10 %. El 20 de agosto anuncia que
Franklin Brito está inconsciente y respira a través de un tubo
que llega a sus pulmones, por medio de una incisión que le
hacen a un costado. Está muy mal. Dejó la huelga de sed y
recibe hidratación, pero no puede moverse ni hablar. Tiene
deficiencia respiratoria, pulmonía, hipotermia y daños en
órganos como hígado y riñón.
167
A propósito del desesperante y desalentador cuadro, Elena
de Brito recuerda que suscribieron un comunicado los de la
Mesa de la Unidad Democrática, el cual conserva entre los
recortes de prensa que guarda a buen resguardo en la carpeta
infinita del caso.
168
negará de nuevo Elena de Brito. No una vez sino varias acordó
aceptar la contraoferta gubernamental de que desistiera
de su protesta pública porque su caso sería atendido, y sus
tierras, devueltas. Iguaraya le pertenecía toda, esto no era una
suposición, un capricho o un desvarío, tenía los mapas y los
títulos. ¿Por qué insistir en ese error inconcebible? ¿Por qué
no fue resuelto el caso? Se decía entonces, se dice todavía.
169
33 | sin él, con él, ella
170
acceso a asistencia médica elegida por él mismo y, por
lo tanto, merecedora de su confianza. Por eso, la familia
Brito por ahora se abstiene de emitir opiniones sobre las
causas directas del deceso, en virtud de las insólitas e
inhumanas circunstancias que lo rodearon. Pero lo que sí
podemos decir desde ya es que la lucha de Franklin Brito
sigue. Nosotros, su familia, seguiremos luchando por el
patrimonio de sus hijos. Y su consciente sacrificio no será
en vano mientras los hijos de Venezuela estén también
dispuestos a defender el patrimonio físico y moral de la
nación.
171
34 | volver a la tierra, volver al mar
172
sus condolencias y abrazar a los deudos, los amigos —y
la prensa, y los políticos, y los curiosos, y los tibios, y los
comprometidos— que hacen guardia hasta el 1 de septiembre
cuando en caravana lo llevan a enterrar hasta Río Caribe.
173
A Julio Osorio, fotógrafo cuyo ojo sensible aprendió
de la mirada de Luis Brito, ahora frente a la tumba
—por fin da con ella—, acaso le pasarán por la cabeza
las conmovedoras fotografías de su maestro, las de la
serie de los cementerios, esas expuestas, publicadas y
celebradas de los monumentos sepulcrales coronados
con ángeles que parecen ir camino al cielo, las de las
esculturas aladas, y recordará, qué duda cabe, los
retratos conmovedores que le hiciera Luis Brito, con
su ojo enternecido ante aquella extrema flacura, que
son acercamiento al dolor enquistado en los pliegues
de la desocupada epidermis de Franklin Brito. Vendrá
a su memoria el sufrimiento del colega a quien siempre
estremeció la injusticia y la falta de belleza, y padeció
con y por el huelguista que no era su pariente pero fue
espejo del dolor y la injusticia patria, su quintaesencia.
Luis Brito, al hacerle seguimiento a Franklin Brito y
sus avatares, se lo hizo al horror del país. Artista hecho
de vehemencia, como recuerda la periodista y su gran
amiga Elsy Manzanares, se quebraba, casi lloraba por el
paisano devenido filo, por el de la fisonomía convertida en
desaliento, por el del cuerpo mermado que hasta última
hora movió la voluntad, y él, Brito Luis, inmortaliza con
aquella otra serie tenaz, fotografías-manifiesto, retratos de
un hombre y su piel a una osamenta pegada, que da la vuelta
al mundo y queda impresa para siempre en el imaginario
colectivo como las del hidalgo caballero de la triste figura.
174
El que cuida es chavista, a lo mejor no la cuida como es
debido,
175
35 | corte de justicia
añade Arteaga,
explica;
176
La justicia venezolana una vez más le falló a Franklin
Brito y, desde el punto de vista del derecho interno, las
instancias han sido agotadas. Por esta razón los herederos
del productor agropecuario deberán recurrir a diferentes
organismos internacionales de derechos humanos en busca
de la justicia que se les ha negado en el país,
explica.
177
Yo quiero recordar que en situaciones como las que sufrió
Franklin Brito cuando era alimentado por la fuerza a través
de una sonda nasal que le llegaba hasta el estómago, ya
la comunidad internacional la había establecido como
una forma de tortura en situaciones similares que se
presentaron, por ejemplo, en la prisión de Guantánamo.
178
progreso de las actividades humanas. En este contexto,
179
demostrar voluntad de instruir una investigación expedita
y transparente de las denuncias presentadas por la familia
Brito contra el INTI, solicitar una orden de traslado y por
ordenar su ilegítima privación de libertad en el Hospital
Militar.
180
La defensora del Pueblo es cómplice porque confabuló
para presentarlo como un demente. El juez que llevó el caso
—Lenín Fernández— es responsable porque negó que se
cumpliera la orden del director del hospital de dar de alta
a Brito —el 1 de marzo de 2010—, así como también tienen
mucho que aclarar los diputados oficialistas,
181
36 | dispensa para la inmortalidad
182
la radiografía de un país vampirizado. Su esqueleto retrata la
realidad hasta el hueso.
183
no admitir el error cometido y compensar oportunamente
el agravio, dentro de las posibilidades que estipula la
Constitución; no por atajos, o entre gallos y medianoche.
Son sus aspiraciones recuperar esa parte de sus posesiones
que fue olímpicamente otorgada a terceros, nada más y
nada menos que a sus vecinos colindantes, ante la mirada
atónita de los dolientes, ellos, y la impasible mirada de los
indiferentes, el país. Es ese no reconocimiento de semejante
arbitrariedad, es precisamente ese disparate jurídico
ejecutado en flagrancia y con el avieso fin, además, de
consumar un desquite, el punto de partida de un estropicio
monumental en el que se ve envuelto, y no por su gusto,
vale decir. Transgresiones que terminan convirtiendo los
hechos en un desmesurado pastel —la complicidad entre
los funcionarios equivale al polvo royal—, es el de Franklin
Brito un empeño titánico frente al inmenso iceberg de la
descomposición, y el caso, una vitrina pública, donde queda
expuesto, gracias a su lucha ejercida desde la convicción
pacifista, el quiebre del Estado de derecho. Y será la cúpula
artera de burócratas la que, sin ápice de pudor o de pena, la
que da la evidencia, con el gesto que la compromete, de que no
iba a hacer nada para evitar lo que pasó. Perturbado le decían
a Brito, y fue un perturbador. Cadena de entuertos, por donde
quiera que se asome Franklin Brito recibe un golpe. Duro
proceso, han quedado sus deudos en la inopia; años después
aún no se recuperan.
184
error cometido ni mucho menos que se ventile nada para no
manchar el nombre suyo, Hugo Chávez, es lo que imagino.
Pero ¿cómo quedará su imagen, señor presidente, si yo me
muero?,
185
se han aferrado a la silla en un pasmoso gerundio enredoso,
desvergonzado y vivaracho.
186
37 | penas, no glorias, buenos britos y amén
187
respira profundo Ángela Brito.
188
Cree que Dios escribe verdades con letras torcidas. Amiga
de las clarisas por siempre, prefiere, por otra parte, hablando
de designios inexplicables, no opinar sobre lo que algunos
creen que son más que coincidencias, circunstancias que no
son para celebrar. Como las muertes que ocurren luego de
la de Brito de gentes vinculadas al caso y que hacen que se
persignen aquellos que con figuraciones alborotan el cotarro.
Cuando habla de fe habla de esperanza, no de venganzas, ni
siquiera justicia divina.
189
de una entidad bancaria de Ciudad Bolívar. Los atacantes,
alias el Ramoncito y alias el Nano, fueron apresados. Así, tan
vilmente, de manera tan fulminante, hace mutis de la escena
la contrafigura del primer acto. Quién sabe cuál sería el último
pensamiento que tuvo Figarella cuando fue emboscado, qué
le pasaría por la cabeza,
190
Así lo sienten, en Caja Seca, Francia Anaís; en la frontera
con Brasil, Ángela Iguaraya; en Ecuador uno de los gemelos,
y en El Junquito, Elena de Brito, con el otro hijo, y el nieto,
Lisandro, que exhibe en su mirada despabilada y en la energía
que emana, unos nueve años intensos. No sabrá a ciencia
cierta los atributos de su ADN, pero jura que él sabe quién fue
su abuelo. Ha visto la foto. Era un bebé cuando la víspera de su
partida pudo Franklin Brito conocerlo. A Elena le encanta la
imagen: Lisandro en brazos del hombre exhausto, sequísimo,
el luchador tenaz, que se acurruca en el pecho al muchachito.
Sonríen ambos. Franklin, el ateo, le dice entonces a Lisandro
que Dios te bendiga.
191
38 | cronología año a daño
192
15 de noviembre. Tiene lugar un acuerdo parcial del
gobierno con Brito, y se les reconocen las deudas salariales a
él y a su esposa. El propio ministro de Interior y Justicia, Jesse
Chacón, le asegura que será resuelto el problema de las tierras
y a las pocas horas le entrega setenta millones de bolívares
para resarcir los daños en el fundo invadido.
193
y de sus peticiones, uno dirigido a la Presidencia de la
República con copia al INTI.
194
19 de diciembre. Por fin los familiares pueden ver a Franklin
Brito. Él les dice que no se preocupen, que no lo dejarán morir.
195
y como lo acordó la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) en las medidas cautelares otorgadas a favor
del biólogo en enero.
196
Octubre. El Nacional: «El fundo Iguaraya, ubicado en
la parroquia Guarataro del estado Bolívar, todavía está
improductivo después de haberse cumplido cinco años, el
pasado 30 de agosto, de la muerte de quien fue su propietario:
Franklin Brito. El terreno está desolado y aún se mantiene la
disputa con vecinos que lo invaden, solo que ahora el dueño es
otro, su nombre es Carlos Torrealba».
fuentes y enlaces
http://la-tabla.blogspot.com/
http://www.aporrea.org/ddhh/a107089.html
https://youtu.be/BQAJ8-dPlF4
https://youtu.be/p0KaZpjEPBU
https://youtu.be/a3my2qgJKVk
https://soundcloud.com/avideloseyes/elegia_a_franklin_brito
197
39 | la historia oficial
198
una comisión del Instituto Nacional de Tierras (INTI) acudió
a sus predios para practicar una inspección en la que fue
descartado el solapamiento. En 2005,
199
el gobierno venezolano había atendido a todas sus
solicitudes,
200
Venezuela, Alfredo Missair. Sin embargo, los medios
locales como El Nacional y El Universal, dan mayor espacio
a noticias de voceros de la oposición que intentan atribuir la
responsabilidad de la muerte de Brito al Estado venezolano,
como otra bandera de su campaña electoral.
201
40 | muero
Elena está cerca, no le puedo decir nada, la escucho, oigo a
Ángela. No es la primera vez que caigo en este remolino, que
siento este vértigo, los veo a todos, los gemelos, Franklin
José y José Franklin, qué guapos son, y Francia, y mi nieto
Lisandro, ay, no lo veré crecer. Ahí vienen, me inyectan, se
van, hace frío, fueron nueve las huelgas, fueron muchos los
golpes, qué ocurrencia esta la de estar sin comer, sin probar
alimento, los olores me recuerdan a los sabores, recuerdo tus
besos, Elena, hace tiempo que no sé de tu boca, ¿recuerdas
cuando nos casamos? Estás igualita de hermosa, hace tres
días cumplimos aniversario, pero no creo mi querida Elena
que llegue al 5, a mi cumpleaños. Ojalá que Iguaraya vuelva a
nuestras manos, necesito ahora mismo tu mano, Elena. Ven,
me siento solo. Quiero que todos estén aquí. Los amo. Espero
que tengan una vida honorable. Que salgan adelante. No los
dejo solos, siempre estaré cerca, quiero decírselos. Hay que
luchar por tanto todavía, por todo... Ojalá Venezuela sane,
triunfe la justicia, la decencia, sepamos hacerlo, merecemos
un destino mejor, de luz, esa que desaparece, esa que veo
ahora, esa que siempre se anhela. Me duele todo, el costado,
la garganta, los riñones, la espalda, la piel. No puedo hablar,
no tengo fuerzas, no tengo miedo, vuelo, me levanto, me veo
delgadísimo allí tendido, no es mareo, es otra cosa, no, no
lloren, no lloren, aquí estoy, siempre estaré, me voy, pero no
del todo, les digo adiós, no sé por cuánto tiempo, muero.
202
uno (ejercicio narrativo)
José Balza
1.
2.
203
las verijas, todo. El muchacho ha corrido desde su casa hacia el
boscaje intenso. Sudan el pecho y las axilas. Se detiene entre la
fronda bajo el gigantesco algarrobo. Pero esta vez apenas tiene
tiempo de mirar la luz filtrada en la altura. Abre la bragueta
y con solo un leve movimiento alcanza el orgasmo que lo
maravilla, lo estremece, lo entrega. Ha flotado por segundos
pero ya la tierra fresca, la amante milenaria, lo acoge de nuevo.
3.
204
sequía, la capacidad del suelo, las necesidades alimenticias
de la región— desemboca en modestas ganancias, pero en
posibilidad de trabajo para una decena de hombres y mujeres.
4.
205
se convierte en objetivo de novedad social. El país del
petróleo estéril pasará a ser el de la igualdad y la riqueza útil.
Marginales, etnias, obreros, campesinos serán la nueva flor
del mundo. Un vendaval de esperanza sacude a la sociedad.
206
avanza la desposesión: llegan grupos de gente que ignoran
la vida del campo, utilizan los productos ya recogidos o los
dejan deteriorarse; son sustituidos por nuevos grupos, más
desinteresados en el cultivo. En un año la ruina recorre los
terrenos. Así como vinieron desaparecen los enviados. Van
a ocupar otros lugares.
5.
207
pero que lo más valioso y exigente está adherido a su cuerpo
en este instante: la tierra misma.
6.
7.
208
209
índice
presentación cedice 7
210
22 | brito herido 110
23 | aló ni pendiente 114
24 | barrera arisca 123
25 | una toma de sí 125
26 | inti o inri 129
27 | penúltima estación, oea 131
28 | diván el terrible 139
29 | a la culebra por la cabeza 147
30 | el 13 151
31 | elena de troya, ángela de papá 159
32 | al hospital se va a morir 162
33 | sin él, con él, ella 171
34 | volver a la tierra, volver al mar 173
35 | corte de justicia 177
36 | dispensa para la inmortalidad 183
37 | penas, no glorias, buenos britos y amén 188
38 | cronología año a daño 193
39 | la historia oficial 199
40 | muero 203
uno (ejercicio narrativo) José Balza 204
211
SEÑAS PERSONALES
el décimo aniversario de la
En su composición se utilizó
la fuente tipográfica
Versailles LT Std.