Peña Carazo (Burgos)

Hoy volvemos a la provincia de Burgos, en concreto a la comarca de La Demanda para afrontar esta ruta que nos llevará a ascender a la peña de Villanueva o Carazo, un sinclinal colgado de casi cinco kilómetros de largo, con una importante plataforma rocosa sobre la que se encuentra una gran planicie, y acercarnos al cementerio de Sad Hill donde se rodaron,allá por el año 1966, escenas de la mítica película El Bueno, el Feo y el Malo.
La ruta trascurre íntegramente por la ZEPA Sabinares de Arlanza, siendo constante la presencia de ejemplares de sabina (Juniperus spp.).
Dejamos el coche a la salida de Santo Domingo de Silos y después de cruzar la carretera BU-903 cogemos una pista que nos lleva, a través de un monte de sabinas, hasta el pueblo de Carazo, de origen celtibérico y con restos de la presencia de los romanos por estas tierras.
A la salida del pueblo tomamos una pista que nos irá acercando al inicio del ascenso propiamente dicho a la peña Carazo. Se trata de un altiplano o meseta delimitado por un corte calizo más o menos pronunciado según su vertiente y en cuya parte central se encuentra dividido en dos por un amplio collado, la Rasa (1.361 m), que separa la elevación occidental, denominada San Carlos o Alto de la Mirandilla (1.466 m) de la oriental, llamada Carazo o Soncarazo (1.458 m).
Nosotros realizamos el ascenso por la parte más oriental de la peña, también conocido como Pico de la Rastra. Tanto en la subida como más adelante en la bajada no existe un sendero marcado y debemos ir cambiando de dirección buscando el ascenso/descenso más cómodo y fácil. Hay que tener en cuenta que el material del terreno está constituido por rocas calizas sueltas, de pequeño tamaño, que dificultan el ascenso y convierten en peligroso el descenso, por lo que habrá que ir con cuidado, sobre todo cuando se inicie este último.
En todo momento se puede disfrutar de la presencia del Buitre Leonado, con una importante población reproductora en la zona, de interés a nivel regional y nacional. También destaca la presencia reproductora del Alimoche.
Una vez alcanzada la meseta, podemos disfrutar, en el lado norte, de una buenas vistas del valle que se extiende hasta donde empiezan los picos de la Sierra de la Demanda y de los pueblos de la zona: Ahedo, Villanueva de Carazo, La Revilla y, a lo lejos, Salas de los Infantes. En el lado sur, se ve el pueblo de Carazo y justo enfrente el monte de El Enebral,que esconde en su cima un extenso sabinar.
La meseta la recorremos en sentido longitudinal en dirección al collado de La Rasa, para terminar ascendiendo al San Carlos. A lo largo de la meseta, destaca la presencia en el suelo de rocas calizas de canto que son bastantes molestas para caminar.
En el San Carlos se observan los restos de antiguas fortificaciones medievales y de castros celtas, siendo esta elevación más pelada que la peña Carazo, donde destacaba la presencia de sabinas.
Una vez que llegamos al extremo del San Carlos, iniciamos el descenso, que como he comentado anteriormente no está señalizado. Al principio, el terreno son piedras calizas sueltas, por lo que habrá que ir con cuidado y, posteriormente, nos adentramos de nuevo en un sabinar, en el paraje de El Montecillo, hasta alcanzar de nuevo el valle.
Atravesamos una antigua cantera de arena y nos dirigimos al cementerio de Sad Hill, donde en 1966 estuvo rodando Clint Eastwood las escenas de la película El Bueno, el Feo y el Malo (Sergio Leone). Este año se celebra el 50 aniversario del rodaje y la zona está bastante arreglada para conmemorar tal efeméride.
Después de recrearnos un rato en la zona, dejamos atrás el lejano oeste y continuamos en dirección a Santo Domingo de Silos. Tras un breve ascenso, cogemos un camino rural el cual abandonamos enseguida para adentrarnos otra vez en el monte y desde allí coger una pista que nos llevará hasta nuestro destino final.
En resumen, la ruta es relativamente sencilla, con la única dificultad del ascenso y descenso a la meseta tanto por el tipo de terreno suelto por el que transita como por no tener un senda claramente definida. Merece la pena realizarla para poder disfrutar de las vistas desde la meseta, de la presencia de los buitres y, claro está, por la posibilidad que te ofrece de volver al lejano oeste...