Tortuero y Valdesotos
cerca de Tortuero, Castilla-La Mancha (España)
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Fotos de la ruta
Descripción del itinerario
Mis compas de esta excursión, madrileños de toda la vida, han estado en Burkina Faso, Yemen y la Isla de Pascua; pero nunca en Torrelaguna. Les enseño este pueblo y su magnífica iglesia, que yo proclamo la mejor de la Comunidad de Madrid, y se me antoja promocionarla aquí. Tenemos suerte de encontrarla abierta. Les insto a fijarse en las lápidas que cubren los enterramientos de todo el suelo.
Dejamos la carretera que lleva a Tortuero y tomamos la del Canal de Isabel II que lleva a Valdesotos. Descendemos por ella menos de 1 km y en el punto más bajo dejamos el coche e iniciamos esta marcha.
Subimos hacia Tortuero por una antigua calzada que aprovecha el cañón del arroyo de La Concha. El paisaje es muy agreste, dominado por las pizarras y las jaras. Pensamos en las gentes que usarían este camino en el pasado: arrieros; chicas que irían a servir a la capital; el quinto llamado a filas que se iba muy triste, y que más tarde, licenciado, volvería ufano a contar en el pueblo lo vivido en el mundo exterior. También bajarían soldados para la guerra de África; y dada la antigüedad del pueblo, quizás hasta para los tercios de Flandes.
Al llegar al pueblo, el valle se ensancha y cobra vida: encontramos muchas huertas pequeñas, pintorescas, bien cuidadas, y hay mucho ambiente de gentes trabajándolas. Saludamos a una pareja de viejecitos, satisfechos porque acaban de plantar sus tomates; les manifestamos nuestra envidia.
Tortuero y Valdesotos son pueblos de la Sierra Norte pero no, de la Sierra Pobre. Las casas, con tejados de teja árabe, son en general de dos pisos, alineadas en calles. Me recuerdan a los pueblos del Oeste, no sé por qué. La sólida iglesia parece pos-gótica. Saliendo hacia Valdesotos hay un pequeño y muy pintoresco puente gótico cuyo arco ha empezado a ceder y ha sido apuntalado con un grueso pilar de mampostería.
Tomamos el GR-10. El paisaje ahora es agreste a nuestra izquierda, con pizarras, jaras y encinas, y suave a nuestra derecha, con calizas, aliagas, robles y sabinas. Esta es una excursión de contrastes, en la que el paisaje cambia en unos pocos metros por los caprichos de la geología y de la flora que ella determina.
No cuesta adivinar de dónde le viene el nombre a Valdesotos. Nos preguntamos si este lugar inspiraría a San Juan de la Cruz ("mil gracias derramando,
pasó por estos sotos con presura..."). Nosotros no pasamos con presura sino que subimos hacia la cascada del Chorro, pero lo crecido del río no nos deja acercarnos, sólo verla desde arriba. Adjuntamos una foto antigua.
Salimos de Valdesotos por el camino del cementerio, que se prolonga por otra antigua calzada cuyo uso no advino, pero que me entusiasma recorrer. Sube lentamente por una ladera agreste; me temo que los desprendimientos acabarán pronto con ella. Adquiere buena altura y nos ofrece buenas vistas del valle del Palancares, con pizarras a este lado y calizas al otro. El camino luego tuerce hacia Tortuero y volvemos a enlazar con el que trajimos. Lo dejamos pronto para atajar hacia el coche cruzando la pequeña elevación de la Cuerda de La Gallinera, con paisaje suave de calizas y su consiguiente vegetación de robles (algunos venerables), sabinas y aliagas. Así bajamos a la carretera que en poco más de 2 km nos vuelve al coche, tras cambiar otra vez a paisaje de pizarras y jaras.
Dejamos la carretera que lleva a Tortuero y tomamos la del Canal de Isabel II que lleva a Valdesotos. Descendemos por ella menos de 1 km y en el punto más bajo dejamos el coche e iniciamos esta marcha.
Subimos hacia Tortuero por una antigua calzada que aprovecha el cañón del arroyo de La Concha. El paisaje es muy agreste, dominado por las pizarras y las jaras. Pensamos en las gentes que usarían este camino en el pasado: arrieros; chicas que irían a servir a la capital; el quinto llamado a filas que se iba muy triste, y que más tarde, licenciado, volvería ufano a contar en el pueblo lo vivido en el mundo exterior. También bajarían soldados para la guerra de África; y dada la antigüedad del pueblo, quizás hasta para los tercios de Flandes.
Al llegar al pueblo, el valle se ensancha y cobra vida: encontramos muchas huertas pequeñas, pintorescas, bien cuidadas, y hay mucho ambiente de gentes trabajándolas. Saludamos a una pareja de viejecitos, satisfechos porque acaban de plantar sus tomates; les manifestamos nuestra envidia.
Tortuero y Valdesotos son pueblos de la Sierra Norte pero no, de la Sierra Pobre. Las casas, con tejados de teja árabe, son en general de dos pisos, alineadas en calles. Me recuerdan a los pueblos del Oeste, no sé por qué. La sólida iglesia parece pos-gótica. Saliendo hacia Valdesotos hay un pequeño y muy pintoresco puente gótico cuyo arco ha empezado a ceder y ha sido apuntalado con un grueso pilar de mampostería.
Tomamos el GR-10. El paisaje ahora es agreste a nuestra izquierda, con pizarras, jaras y encinas, y suave a nuestra derecha, con calizas, aliagas, robles y sabinas. Esta es una excursión de contrastes, en la que el paisaje cambia en unos pocos metros por los caprichos de la geología y de la flora que ella determina.
No cuesta adivinar de dónde le viene el nombre a Valdesotos. Nos preguntamos si este lugar inspiraría a San Juan de la Cruz ("mil gracias derramando,
pasó por estos sotos con presura..."). Nosotros no pasamos con presura sino que subimos hacia la cascada del Chorro, pero lo crecido del río no nos deja acercarnos, sólo verla desde arriba. Adjuntamos una foto antigua.
Salimos de Valdesotos por el camino del cementerio, que se prolonga por otra antigua calzada cuyo uso no advino, pero que me entusiasma recorrer. Sube lentamente por una ladera agreste; me temo que los desprendimientos acabarán pronto con ella. Adquiere buena altura y nos ofrece buenas vistas del valle del Palancares, con pizarras a este lado y calizas al otro. El camino luego tuerce hacia Tortuero y volvemos a enlazar con el que trajimos. Lo dejamos pronto para atajar hacia el coche cruzando la pequeña elevación de la Cuerda de La Gallinera, con paisaje suave de calizas y su consiguiente vegetación de robles (algunos venerables), sabinas y aliagas. Así bajamos a la carretera que en poco más de 2 km nos vuelve al coche, tras cambiar otra vez a paisaje de pizarras y jaras.
Comentarios (4)
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Fácil de seguir
Entorno
Moderado
Realice está ruta 7-2-21 lo único es que la hice al otro sentido que yo creo que es mejor y la verdad esta muy bien tiene algo más de 14km son 17,3km pero es una pasada
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Entorno
Moderado
Bonita ruta.
Gracias por compartirla.
Viniendo de ti es todo un halago. Gracias.
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Moderado
Bonita ruta por una zona poco conocida para mí y que he disfrutado mucho.
Decidí comenzar el bucle desde Tortuero, porque indica a la entrada de la carretera del Canal que sólo deben acceder vehículos autorizados.