Travesía Serranía de Cuenca: De Tragacete a Río Cuervo pasando por Mogorrita y la Cresta del Ocejón (1 de 2)

Completa primera etapa de esta Travesía por la Serranía de Cuenca que parte de Tragacete con el objetivo de hollar el Mogorrita, techo de Cuenca, y visitar los nacimientos de los ríos Júcar y Cuervo. ¡Ojo!: no encontré agua hasta llegar a Río Cuervo.

Tragacete es un bonito pueblo a la ribera de un Júcar recién nacido y que tampoco escapa de la terrible sequía que tenemos encima. Los primeros km son sin sendero por los páramos de Tragacete, pero pronto encuentro un antiguo camino que me deja cómodamente en las ruinas de Tiná del Gamellero. Desde ellas atravieso alguna seca nava y sigo subiendo por veredas y pistas, hasta que me desvío campo a través para sortear unos riscos. La pendiente se complica y a veces puede parecer que no hay salida, pero hay un paso claro que desemboca en un collado. Continuo campo a través por bosque fácilmente hasta que gano de nuevo una pista que sigo durante bastante rato, hasta que de nuevo me desvío a un pinar en buena pendiente con el objetivo de atacar el Mogorrita, techo de Cuenca. Seguramente, el Mogorrita se puede alcanzar de forma más fácil desde Tragacete, pero la verdad es que los tramos monte a través son divertidos, bonitos y asequibles para cualquiera acostumbrado a caminar fuera de traza.

Ahora el objetivo es alcanzar la cuerda de la Loma del Ocejón (nos movemos en la ZEPA del Alto Tajo), que durante su tramo central se convierte en cresta fácil de transitar. El único truco de este largo tramo es seguir siempre la dorsal, pues el piso es más fácil y está prácticamente limpio de vegetación. La cresta nunca se afila lo suficiente para asustar. Al final me desvío unos metros a la izquierda para coger una antigua y cómoda pista durante varios kms, hasta que la suelto para bajar Las Pegueras, donde el paso se complica una pizca.

Llego sin más problema al collado de La Mesa de Ocaña donde, al menos hoy, nace el Júcar, apenas un arroyuelo que vira al Estrecho del Diablo, poca cosa para tan espectacular topónimo. Hice solo la mitad del estrecho, mañana haré la otra mitad por el otro lado. Vuelvo a la pista y llego al Collado de San Felipe donde me decido a seguir la cómoda pista de Rilaga hasta el Collado del Escorial. Poco después me hago un poco de lío con las encrucijadas (mejor seguir recto por la pista), pero las curvas de nivel son sencillas para atrochar hasta el sendero señalizado que te lleva en algunos kms al Monumento Natural del Nacimiento de Río Cuervo. Arriba del todo vivaquearé en tienda de campaña para continuar mañana camino de vuelta a Tragacete.

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