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La pesquería es una actividad afín a los pobladores de las cuencas de los ríos, lagos y mar Caribe, existentes en Venezuela y representa una importante fuente de proteínas, un ingreso económico estable y una excelente faena de recreación para todos los venezolanos, que solo requieren de un permiso de Insopesca, algunas artes de pesca y la voluntad para ejercer esta ancestral y tradicional forma de sustento y diversión.

El autor de esta publicación a orillas del río Masparro, preparándome para iniciar la jornada de pesca.

Mi permiso de pesca comercial artesanal, otorgado por insopesca.

Un pescado con características de depredador: la payara (Hydrolycus scomberoides).

En su mayoría, los cursos de agua dulce que surcan nuestro territorio son ricos en especies piscícolas y solo algunos, por la fiereza de sus caudales, ven limitada la presencia de peces que, de forma esporádica se desarrollan en sus remansos, destacando las oleadas de peces, conocidas comúnmente como ribazon que, aunque no viajan a la costa, van río arriba o río abajo, dependiendo de la estación seca o estación lluviosa características del territorio y clima venezolano.

El río Masparro, dando vestigios de disminución de su caudal a inicios de la estación seca. Noten las primeras playas y barrancas.

Uno de esos río, con un caudal promedio de 21,54 m³/s, una extensión de 190 km, que representan una cuenca hidrográfica de 1217 km2, con profundidades que varían entre uno y ocho metros, permitiendo la navegabilidad de lanchas a motor fuera de borda y canoas propulsadas por palanca o canalete, es el río Masparro, que nace en las montañas de Calderas, pueblo ubicado en la parroquia del mismo nombre, en el municipio Bolívar, del estado Barinas, a una altura de 2100 m.s.n.m., descendiendo hasta los 5 m.s.n.m., en su desembocadura, en el río Apure.

Un pescador artesanal empuja su exigua canoa río arriba, siguiendo la ribazón, con la ayuda de una palanca de madera.

Observar el río Masparro a inicios de la estación seca es todo un espectáculo ya que se dejan ver grandes árboles que ha derribado su poderosa corriente, formando caramas que sirven de refugio a diferentes especies de peces y es allí a dónde van los pescadores artesanales que saben margullir y con chuzo o arpón en mano, comienzan a tantear las ramas sumergidas hasta que logran atrapar grandes bagres, cachamas y otras especies de buen tamaño.

Este árbol fue arrancado de raíz por la corriente de agua que en la temporadura lluviosa cubría la barranca.

Las ramas bajo la superficie del agua sirven de refugio a muchas especies de peces, y es allí donde lanzamos la carnada los pescadores que usamos anzuelo.

Sobre la superficie del río se oyen grandes coletazos que dan los peces de escama en su afán por escapar de los depredadores, como las pirañas, bagres o payaras., que los siguen muy de cerca a medida que avanza la ribazón, quedando evidencia que de esos grupos de peces ninguno sale indemne, porque, aunque sea la cola o las aletas reciben los mordiscos de sus perseguidores carnívoros.

Una piraña (Pygocentrus cariba), pescada en las aguas del río Masparro, voraz depredador y carroñero, que persigue a los peces que van en la ribazón.

La cola de una cachama muestra los mordiscos infringidos por los depredadores que los siguen durante la migración.

Una palometa pescada en las aguas del río Masparro, ya preparada para mi consumo.

Mi consuegro Génaro González degustando un pescado frito muy cerca del río Masparro.

Los más emocionante es ver llegar a las pocas canoas que se aventuran a salir tras la ribazón, que van propulsados con canalete o palanca, debido a la escasez de gasolina en este país petrolero, regresando con sus botes llenos de cachamas, bocachicos, caribes, bagres, payaras, palambras y muchas otras especies que son atrapadas por las enormes fauces de las atarrayas de construcción artesanal, que miden más de 5 metros y llegan a pesar unos 15 kg, con un seno recolector hecho con cadenas de hierro para asegurar que no se abra y deje escapar los pescados.

Dos pescadores artesanales arriban con su canoa a la orilla del río Masparro con su valiosa carga de pescados.

El primer lote de pescados va para la cocina, para el sustento familiar.

Noten el tejido de la atarraya y las cadenas que sostienen el seno de la misma.

Esta es época de abundancia de pescado y se genera un comercio muy importante y necesario entre los pescadores y los choferes de las cavas recolectoras, que van por los caseríos ribereños del río Masparro, comprando el excedente que no consumirán las familias de los pescadores.

Yo también les compré pescado para el consumo de mi familia.

Es importante distinguir cuales peces tienen el rol de herbívoros y cuales son carnívoros, porque de ello depende cuales deben ser destripados de inmediato para evitar que se descompongan y cuales pescados pueden congelarse sin destripar, ya que su contenido estomacal e intestinal no deteriora la carne una vez congelados.

La gran boca de este pavón de cuero y sus dientes transformados en una placa abrasiva indican que es un depredador, que succiona y traga enteras a sus presas.

Los dientes trituradores de esta cachama nos indican que es un pez adaptado a comer semillas y frutos muy duros, lo que lo convierte en un herbívoro.

Veamos algunos ejemplos de estos peces herbívoros y carnívoros, en función de sus adaptaciones evolutivas de carácter anatómico:

Una palometa, de boca muy pequeña, con dientes adaptados a comer algas y otros vegetales, lo que convierte en un herbívoro.

Un bocachico, pez filtrador del fondo acuático, que también se alimenta de vegetales, lo que lo convierte en herbívoro.

Una payara joven, capturada en las aguas del río Masparro, nos muestra sus dientes y grandes ojos que la convierten en un carnívoro voraz y agresivo.

Una piraña nos muestra sus filosos dientes, que utiliza para destrozar a sus presas.

Un bagre nos muestra sus bigotes sensitivos que les sirven para investigar el fondo acuático y capturar a sus presas. En ocasiones estos bagres se alimentan de vegetales y todo lo que esté cerca de sus bocas, por lo que se les considera omnívoros.

La evolución ha dotado a los peces del río Masparro y a todos sus congéneres de agua dulce, de adaptaciones maravillosas que les permiten sobrevivir en un entorno muy complejo y dificil de sobrellevar.

La forma del cuerpo de los peces les permite desplazarse con mucha rapidez en el agua, lo que faclita escapar de los depredadores y atrapar a sus presas.

Bibliografía sugerida:

Adaptaciones evolutivas de los peces de agua dulce.
FUENTE

10 características de los peces que no conocías
FUENTE

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Ali Riera

Todas las fotografías fueron tomadas con un celular xiaomi redmi 9c y son propiedad de @aliriera.