El coronavirus detuvo gran parte de envíos de narcotráfico de Perú y causó el desplome del precio de la cocaína en las zonas de producción, pero continuas incautaciones en Ucayali demuestran su importancia para exportar drogas a Bolivia y Brasil.

La Dirección Nacional de Drogas (DIRANDRO) y el Ministerio Público de Perú interceptaron el 29 de marzo, en Ucayali, a un grupo de personas que buscaban traficar cocaína a Bolivia, en lo que sería el golpe más fuerte contra el narcotráfico en lo que va del 2020 en el departamento, según el medio local Caretas. Se incautaron 318 kilogramos de cocaína, se detectaron tres pistas de aterrizaje clandestinas y nueve personas fueron arrestadas.

Las incautaciones han continuado en Ucayali desde entonces. Se encontró una carga de 70 kilogramos de pasta de coca el 8 de abril, mientras que en una gran redada se detuvo a 23 personas y se incautaron 56 kilogramos de cocaína el 24 de abril.

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Las interceptaciones en Ucayali se han producido en un momento atípico para el mercado de la cocaína en Perú. Según el portal Peru21, el precio de la droga se ha desplomado de aproximadamente US$900 a US$400 por kilo por el efecto de la respuesta a pandemia del coronavirus (COVID19). Esto se debe principalmente al exceso de producción y las restricciones de movilidad decretadas por el gobierno que dificultan el transporte de la droga.

Pedro Yaranga, experto en temas de seguridad y narcotráfico, le dijo a Peru21 que la disminución de los precios de la cocaína afectaba a todo el Perú, incluyendo las zonas de producción en Cusco, Ucayali, Huallaga y el Valle de los Ríos Apurímac Ene y Mantaro, también conocido como el VRAEM.

“Los narcos tienen muchas dificultades para transportar su mercancía. Por eso en la cadena de comercialización, hay quienes han optado por no comprar droga porque no pueden moverla,” dijo Yaranga.

Análisis de InSight Crime

El coronavirus está causando una reorganización del mapa del narcotráfico en Perú. Pero a pesar de que muchas rutas convencionales cerraron, los traficantes en Ucayali todavía están tratando de llevar su carga a Bolivia y Brasil.

Antes del coronavirus, dos razones contribuyeron a un mayor tráfico de drogas en Ucayali, le explicó Pedro Yaranga a InSight Crime durante una entrevista de campo en agosto de 2019. En primer lugar, más drogas se dirigen a Brasil y los grupos criminales han estado buscando nuevos lugares desde donde los narco vuelos pueden despegar hacia Bolivia.

En 2015 se promulgó la ley de Control de Vigilancia y Defensa del Espacio Aéreo Nacional que facultó a la Fuerza Aérea para derribar nuevamente las avionetas utilizadas por el narcotráfico. De acuerdo con Yaranga, los operativos militares se centraron en la zona del VRAEM, el epicentro del narcotráfico en Perú. Dijo que muchos vuelos con drogas solían salir del VRAEM hacia Bolivia, pero que numerosas operaciones habían destruido cientos de pistas clandestinas de aterrizaje.

En consecuencia, los traficantes movieron sus pistas, especialmente al norte, a la región de Pichis, Palcazú y Pachitea, justo al oeste de Ucayali. A su vez, esto condujo a un auge de la producción de coca en Ucayali. Según el informe de 2017 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito sobre la cobertura de cultivos de coca en Perú, los cultivos ilícitos aumentaron en un 554 por ciento entre 2016 y 2017 en el área de Pichis, Palcazú y Pachitea, mientras que los municipios de Aguaitía y Callería en Ucayali vieron los cultivos ilícitos aumentan en un 40 por ciento y 136 por ciento respectivamente, durante el mismo período de tiempo.

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Si bien Ucayali no es la mayor región productora de coca en Perú, se ha convertido en un punto estratégico para el tráfico de drogas por aire y río.

En 2017, las autoridades encontraron 57 pistas de aterrizaje clandestinas en Pichis, Palcazú y Pachitea, región aledaña a Ucayali, pero Yaranga estima que este número ahora es de más de 100, según sus propias investigaciones. Para combatir la creciente frecuencia de vuelos clandestinos, el gobierno instaló un radar dedicado para detectar estos aviones en 2019 en la capital de Ucayali, Pucallpa.

Los traficantes del departamento también se benefician de una red de vías fluviales que une Ucayali con Brasil.

El río Ucayali es una importante autopista utilizada por madereros ilegales y narcotraficantes que mueven su mercancía a los mercados internacionales, como ha informado InSight Crime anteriormente.

Hacia el norte, los narcotraficantes usan el río Ucayali para llegar al río Amazonas y alimentar el mercado de cocaína en Manaos, Brasil. Las drogas también se mueven hacia el sur hasta que el río Ucayali se encuentra con el río Abujao, que desemboca en el oeste de Brasil. Según la UNODC, esta última ruta ha crecido rápidamente en los últimos años.

Las varias incautaciones durante la pandemia de coronavirus muestran la resistencia de Ucayali como un corredor de drogas. Pero la frecuencia de estas operaciones también podría significar que el gobierno peruano está centrando su atención en Ucayali, como lo ha hecho en el VRAEM.