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>370 años de historia de los socavones en Pica-Matilla

1768

Se reconstruye la iglesia de Pica tras un terremoto

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Se excavan los socavones Miraflores y Jesus María por Josef Basilio de la Fuente?*

1821

Independencia

Antonio primera el

Inicios de 1800

Se excava el socavón

Finales de 1700

Se excava el socavón San Isidro por Domingo y Josefa Almonte, Nicolás de Echeverría y Alberto Ceballos de Perú

* Sólo hay constancia de que Josef Basilio de la Fuente era dueño de esos terrenos, pero no de que los excavara o mandara a excavar él.

1868

Terremoto en Arica

1853

Antonio Raimondi describe por vez el socavón de Puquio Núñez

1877

1887

Tarapacá Water Works Co. compra terrenos con socavones y sus derechos de aguas

1957

Se crea definitivamente la comuna de Pica

1936 (-1947)

1976

Terremoto con epicentro en Pica

2023

2008

¿Qué harás tú para mantener este legado?

1884

1879

Terremoto y maremoto en Iquique socavón El Sauque

Gran peste de viruela

Se incia la Guerra del Pacífico

Se produce una crecida e inundación de la Quebrada de Quisma

1883

Fin de la Guerra del Pacífico

Pica y Matilla se incorporan a la República de Chile

1929

Después de más de 250 años se hace la última vendimia de la uva poniendo fin a su cultivo en Pica y Matilla

Antonio Loayza, Jorge Alache y Luis Briones inician la recuperación de la uva

2010

El socavón Miraflores colapsa y es reconstruido

Década de 1970

1918

Juan Brüggen publica Informe sobre el agua subterránea de la región de Pica, Tarapacá

(Gran Depresión de 1929) Fin de industria salitrera en la región

1921

Se aprueba por ley captar agua de la Quebrada de Quisma para abastecer Iquique

Herminio Castro queda atrapado durante 3 días en el socavón La Quinta debido a un corrimiento de tierras

1980 - 2013

Se producen hundimientos en Pica debido a posibles colapsos en socavón El Carmen

2014

Terremoto en Iquique

Se da inicio a los estudios modernos de los socavones de agua, que bajaba por la quebrada de Quisma, el sector de Botijería debió ser el primer lugar en donde se instaló el pequeño grupo de los colonos hispanos (Figueroa 2001:65), sector que actualmente cuenta con una galería en funcionamiento (Lictevout et al. 2020:545). Sin embargo, no tenemos antecedentes respecto a cuándo fue construido el socavón de Botijería. y la experiencia hispana respecto a tecnologías de irrigación subterráneas, son el origen de la construcción de las galerías. En esta época, la distribución de tierras y agua, el interés hispano por participar de los circuitos económicos y el intento de abarcar los espacios vacantes para disponer de cultivos (irrigar zonas más áridas y/o con poca influencia de los ojos de agua), fueron fenómenos que motivaron la construcción de galerías para captar las aguas subterráneas (Bermúdez 1987:23; Figueroa 2001:145). Tuvieron un carácter privado, en tanto el acceso consideraba la inversión que se ponía en juego para construir, mantener y ampliar las galerías (Figueroa 2001:131).

(Figueroa 2001)

Primeros antecedentes de los socavones de Pica y Matilla (ca. 1650-1799)

La documentación conocida hasta el momento ubica la década de 1660 como el momento en que surgen los socavones en el oasis, específicamente en el sector de Matilla (Figueroa 2001:151). La denominación correspondería a las semejanzas con los socavones mineros, comunes en Potosí. Pica estuvo ligada estrechamente con Potosí, donde a fines del siglo XVII habría comenzado la ocupación de este sector por parte de antiguos residentes potosinos (Bermúdez 1987:119).

Probablemente, tanto la experiencia minera que trajeron los antiguos residentes de Potosí

Pedro de Fontamar, en 1627, compra tierras entre Pica y Matilla, una en el Algarrobal, otra debajo de Concova y otra debajo de Comiña. En el documento que oficializa su posesión, expresa la voluntad de “sacar agua con noria para cultivarlas”. Este interés muestra la intención de los hispanos por habilitar terrenos baldíos, a fin de que sus derechos fuesen reconocidos rápidamente, buscando opciones para lograrlo. Esta información toma mayor significancia cuando se vincula con el primer socavón excavado en el sector del Algarrobal, a un costado de las tierras de Fontamar.

Algarrobal, Encomendero, Majuelo

En 1673 Diego Díaz de Ceballos del Valdeclara que ha hecho uso de tierras que anteriormente estaban “eriazas y sin agua”, situación que pudo revertir construyendo un socavón. Esta estructura servía para la vid que le donó su suegro como también para las aledañas, propiedad de la Corona. Además, Díaz de Ceballos se preocupa de dejar en claro que su petición no toca el territorio indígena ni las aguas asociadas, convocando a las máximas autoridades para que declaren el uso del socavón como medio exclusivo desde donde se riegan sus viñas.

¿Quién construyó los socavones? Muy probablemente no fueron los dueños de haciendas quienes se internaron bajo tierra, siendo una tarea ardua y peligrosa. Por aquel entonces no era extraño ver dentro de la fuerza de trabajo de las haciendas a naturales, mestizos y personas esclavizadas provenientes de África. Junto con jornaleros, habrían actuado probablemente como el contingente más utilizado para excavar galerías en busca de agua subterránea (Daponte 2010:20 y ss.).

Uno de los personajes más importantes del siglo XVIII piqueño fue Josef Basilio de la Fuente. Nacido en el oasis (1704-1774), De la Fuente fue el beneficiario de una gran red comercial y minera que abarcó gran parte de la región y sus pisos ecológicos, adquiriendo tierras agrícolas y estacas mineras en Huantajaya, siendo en paralelo, desde 1746, teniente y justicia mayor de Tarapacá (Figueroa 2001:86; Hidalgo y González 2019; Villalobos 1979:159). En su propiedad tenía dos socavones, Miraflores y Jesús María. No sabemos si mandó excavar o adquirió las galerías. En Miraflores, De la Fuente regaba con agua del socavón una gran cantidad de viñas y árboles frutales, todo avaluado en 6.000 pesos de la época. La hacienda de Jesús María se ubicaba en un núcleo de socavones, ya que Teresa de Contreras, Matías de Soto y la familia Almonte irrigaban sus viñas con aguas de galerías. De la Fuente también repartía el uso de las aguas del socavón Jesús María con Pedro Sánchez de Rueda, con quien llevaba el mantenimiento del puquio a cambio de un día de aguas del socavón. Las principales coincidencias de estos observadores son:

+ La particularidad y el carácter excepcional de la presencia de los socavones, su importancia para el oasis, el potencial de los socavones para generar aún más agua, incluso para Iquique,

+ que los socavones generaban un importante beneficio para sus usuarios, y que se obtenía un rendimiento acorde al esfuerzo realizado,

+ El carácter tan fértil del valle, que producía vino y fruta excelente,

- también observan las limitaciones que impone la escasez de agua,

- que los socavones entregan muy poca agua, que algunos están secos,

- por la falta de mantenimiento y el descuido de las galerías y algunos estanques, sobre todo a partir de las últimas décadas del siglo XIX,

- y que los socavones entregan al menos tres veces menos caudal que entregan las vertientes.

A fines del siglo XVIII se excava el socavón de San Isidro, empresa que compartieron Domingo y Josefa Almonte con Nicolás de Echeverría y Alberto Ceballos.

Desde el siglo XVII se fue configurando el espacio de Pica y Matilla, caracterizado por la agricultura, exportación de frutos y producción de vinos. La tierra y agua se distribuía entre las haciendas de gran extensión, la comunidad indígena y los cultivos de familias. Esta dinámica formó una población heterogénea, conviviendo hispanos, mestizos, criollos, indígenas y afrodescendientes. El siglo XVIII vino a ser la consolidación de lo mencionado, traspasando las revoluciones independentistas y los cambios políticos.

La longitud de los socavones estaba en directa relación con los beneficios que se podían obtener. Es decir, había una relación entre inversión y retorno. Los más importantes (El Carmen y San Isidro) se encuentran con dataciones del siglo XVIII, siendo ocupado por familias que desde largo tiempo han estado en Pica. El Sauque, sin embargo, surge como socavón, probablemente, a comienzos del siglo XIX.

John Thomas North

Tras el intento personal del escocés Thomas Hart por encauzar las aguas de Pica en 1882 y 1884 con la compañía Iquique Water Company del argentino Severo Isasmendi por La Calera (1883), y de los pozos artesianos de J. Gildemeister y Cía (1886), será el conocido empresario inglés John Thomas North y su Tarapacá Water Works Co. la que logrará dotar de agua a la parte más rica de Iquique en 1890 (Castro 2001:111, 2010b:74).

Desde 1875 North era dueño del agua que se exportaba desde Arica a Tarapacá a través de su flota de barcos-cisterna, y posteriormente de las plantas de desalinización que ayudaron al suministro (Castro 2001:98 y ss.). Por medio de la Tarapacá Water Works Co., North compró distintos turnos de agua provenientes de las vertientes El Sauque y San Isidro, de las haciendas Santa Cruz y El Carmen (Castro 2010b:88), todas ellas con socavones.

Hacia 1900 se reconocían como los límites urbanos de Pica aquellos sectores que contaban con galerías: “Resbaladero, Concova, Jesús María, Puquío Carmen, San Isidro, Sauque, Comiña y Miraflores” (ART, Actas Pica. 14-12-1900, Reglamento para el uso del matadero municipal). Cualquier intervención a las lumbreras de los socavones debía pasar por la consideración de la municipalidad.

Gracias a los escritos que dejaron los visitadores y observadores que pasaron por la zona, y que mencionan los socavones, tenemos descripciones a veces muy detalladas de los socavones incluyendo sus caudales desde el final del siglo 18: Antonio de O’Brien (1765), Mateo Paz Soldán (1862), William Bollaert (1851), Antonio Raimondi (1853), Francisco Puelma (1855), M. S. Church (1874), Perfecto de Tarapacá (1876) Mariano

Ignacio Prado, Modesto Basadre y Chocano (18751877), Alejandro Bertrand (1879), Ambrosio Valdés Carrera (1884), Guillermo Billinghurst (1886-1893), Karl Kaerger (1899), Alejandro Cañas (1912), Isaiah Bowman (1907-1913), Johannes Brüggen (1918), José Leal Torres (1926) y Benjamín García Corroño (1934-1935)

La disminución y poca agua que entregan los socavones, mencionada por varios autores, se debe a que los propietarios no mantuvieron el suelo despejado y la toma o punto de drenaje lo suficientemente abierta. Algunas de las galerías se han obstruido, y el agua se acumula en charcos detrás de las obstrucciones. Se mencionan algunos socavones más cuidados que otros, lo que se relacionaba con las posibilidades de mantener diariamente estas estructuras. Los problemas de mantenimiento eran recurrentes. Huelga comentar las condiciones de trabajo bajo tierra en oscuridad total, espacios confinados y humedad. Mencionar que los temblores hacían que la actividad de mantenimiento fuera muy frecuente.