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Los socavones a través de los ojos de los observadores que pasaron por el Oasis de Pica-Matilla

Antonio de O’Brien (1765) funcionario colonial.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII llevó adelante el programa reformador y absolutista de la monarquía borbona. En 1764, O’Brien se encontraba en Tarapacá con el mandato virreinal de reunir información sobre el estado de los yacimientos mineros, el territorio y su población (Hidalgo 2009). En su visita de 1765 a La Calera, Matilla, Quisma y Pica, O’Brien describió las actividades agrícolas, aspectos sociales, y los socavones que irrigaban los oasis. ”Este pueblo solo puede proveer de vinos a el mineral de Huantajaya, y de muy poca gente para el trabajo.” (Hidalgo 2009:34).

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Mateo Paz Soldán (1862), matemático, astrónomo, geógrafo, abogado y poeta peruano.

Autor de Geografía del Perú, “Valle de Pica. En esta provincia [de Tarapacá] hay un valle llamado Pica, en el que se produce, aunque en muy pequeña cantidad, un vino generoso, igual o quizá mejor que el Oporto. Las pasas que produce son tan buenas que pueden competir con las mejor mejores del mundo tanto por su sabor como por su gran tamaño. Por desgracia este fértil valle es sumamente escaso de agua lo que impide el completo desarrollo de su extraordinaria feracidad.”

William Bollaert (1851), químico inglés.

En 1827 estuvo contratado por la máxima autoridad peruana en Tarapacá, el subprefecto Ramón Castilla, para realizar una expedición a fin de delimitar los límites geográficos, medir sus recursos y obtener información de un territorio. “La tierra de Pica que puede cultivarse es muy limitada, ya que el principal suministro de agua procede de las escasas fuentes termales y de otros manantiales. El agua se recoge en “cochas” o depósitos, y se distribuye cuidadosamente a los viñedos y granjas, algunos de los cuales se abastecen de agua por medio de “socabones” o pozos conducidos en una ligera inclinación en el terreno vecino;

Antonio Raimondi (1853) investigador, naturalista, geógrafo, explorador, escritor y catedrático italiano.

Es el primer autor en mencionar Puquio Núñez (entonces “Puquio de Obregón“) y Puquio Loreto, particularmente sus lumbreras. Raimondi también menciona la presencia de pozos excavados “que sirven para abastecer de agua a las casas de Pica y tienen a veces 24 a 30 varas de profundidad según la mayor o menor elevación del lugar.” El explorador nota el carácter bipartito de la propiedad del sistema de riego: particulares agricultores y el abastecimiento de agua potable para las estaciones ferroviarias y el puerto de Iquique.

M.S. Church (1863), ingeniero peruano.

“Antiguamente los españoles trataban de aumentar el agua haciendo socavones, subiendo el valle y siguiendo las cintas del agua; hay 13 de estos socavones, alguno de ellos es de 1.200 a 1.500 varas de largo por 6 pies de alto y 3 de ancho, y deben haber costado de tres a cuatro cientos mil pesos. [...]. Pero es apenas posible el juntar estas aguas en gran cantidad, […]”

Mariano Ignacio Prado (1876), militar y político peruano fue Perfecto de Tarapacá.

“El sistema de regadío, en este distrito se hace abriendo socavones en los cerros de arena y están a sus inmediaciones, y a proporción que se extienden los socavones se aumenta en admirable progresión del agua que sale de ellos, de excelente calidad para la vida y la agricultura. En demostración de tan importante verdad, baste tener presente la obra reciente que han emprendido algunos vecinos de aquel lugar, asociándose para continuar la apertura de un socavón, y con tres mil soles más o menos de gastos, han aumentado las aguas para una agricultura, que producirá diez mil”.

Alejandro Bertrand (1879), ingeniero y geógrafo chileno.

“Los productos agrícolas que hemos mencionado [para el caso de Pica y Matilla] solo alcanzan escasamente para el consumo de los mismos habitantes, con excepción de Pica, que vende a sus vecinos las dos terceras partes de sus vinos y aguardientes. La crianza no da abasto ni para el pueblo que la explota.” (Bertrand 1879:17)

“Otra quebrada de cierta importancia es la de Pica, a cuya entrada está el pueblo de ese nombre, que hemos ya mencionado; los vinos que allí se producen son afamados en todo el Perú, pues son mostos de la clase del Oporto, hechos con caldo de uva muy asoleada.” (Bertrand 1879:24)

Guillermo Billinghurst, político, empresario, escritor y periodista peruano.

Destacada figura peruana de finales de siglo XIX y comienzos del XX (Basadre 2014:56 y ss.), marcado por un profundo vínculo con la región de Tarapacá (González 2000). Ariqueño, nacido en 1851, llegó a ser presidente de la República del Perú entre 1912 y 1914. También participó en la “Guerra del Pacífico” entre 1880 y 1883. Sobre Tarapacá escribió destacadas obras de geografía, salitre, agua y ferrocarriles, gran parte de ellas redactadas en Iquique y Pica (González 2000:8). Este último lugar fue su lecho de muerte, en 1915 (González 2000:10).

Isaiah Bowman (1907-1913), geógrafo canadiense radicado en Estados Unidos.

“El sistema completo de galerías o túneles en Pica es uno de gran variedad de estructura y flujo, y no conozco ninguna otra ciudad en Sudamérica que tenga tantas de ellas o que dependa tan completamente de la recuperación artificial del agua subterránea tanto para su agua potable como para su riego. Las galerías han sido cortadas en una piedra arenisca blanda que, sin embargo, es lo suficientemente dura como para sostenerse por su propio peso y soportar un techo del mismo material. Sólo en algunos lugares de algunas galerías es necesaria una pequeña cantidad de madera o de piedra. Algunas están iluminadas en una parte de su longitud y se mantienen cuidadosamente, otras son oscuras y se interrumpen aquí y allá por caídas de arena o roca blanda del techo o de las paredes superiores algo salientes.”

Juan (Johannes) Brüggen (1918), estacado geólogo alemán.

El profesor Johannes Brüggen (1887-1953) se radicó en Chile hacia 1911 invitado por el gobierno de Ramón Barros Luco. En 1918, el geólogo Brüggen publicó en el Boletín Minero de la Sociedad Nacional de Minería un escrito, de dos partes, titulado “Informe sobre el agua subterránea de la región de Pica, Tarapacá”. El autor menciona que este trabajo fue fruto de un estudio efectuado entre junio y septiembre de 1916. En este trabajo, Brüggen entrega descripciones geológicas e hidrogeológicas incluyendo una descripción completa de las vertientes y socavones, de cada una de las galerías con su respectiva información técnica. Describe 15 galerías con una longitud total de 12.980 m.” (Brüggen 1918b:383). Entre los detalles entregados por Brüggen, se destaca la descripción de los aluviones en la Quebrada de Quisma “cada 20 a 40 años”, de seis socavones en Puquio Nuñez, aunque ya en esta época cuando Brüggen las visita, sólo hay un socavón activo, el que se conoce y sigue funcionando hoy día, estando las otras galerías “obstruidas por la arena acumulada por el viento”.

José Leal Torres (1926), subdelegado de Carabineros.

“[…] los socavones que aún existen, verdaderas obras de arte y de ingeniería, de indiscutible mérito y valor. Pica ni sus valles adyacentes serán hoy día tan productivos, sin la captación de las aguas por medio de las galerías subterráneas, obra genial y verdaderamente prodigiosa en estos desiertos.”