Ezequiel Zamora. Lider popular y estratega militar

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CONTENIDO 6

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¡ EFEMÉRIDES PÁG. 3

¡ INDEPENDENCIA

Expedición de Los Cayos revitalizó la lucha por la Independencia PÁG. 6

¡ MUNDO INDÍGENA

Los Andes venezolanos y sus culturas prehispánicas: el caso de los timoto-cuicas PÁG. 10

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26

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¡ HISTORIAS INSURGENTES

¡ PERFILES

Guaicaipuro: la resistencia de un guerrero

El Che Guevara: una vida consagrada a la revolución

PÁG. 15

PÁG. 44

¡ NUESTRAMÉRICA

La Junta de Quito Un sacrificio por la libertad de Nuestra América

¡ LUGAR DE MEMORIA

La Botica Centenaria PÁG. 63

PÁG. 20

¡ SIGLO XIX / DOSSIER

Ezequiel Zamora. Líder popular y estratega militar 1. Ezequiel Zamora y los dos liberalismos 2. Las insurrecciones campesinas del 46 3. Zamora y sus llaneros en Santa Inés Un escenario, una estrategia: trincheras en el llano venezolano. PÁG. 26

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EDITORIAL

V

enezuela camina hacia el bicentenario del nacimiento de Ezequiel Zamora, razón por la cual este número de MEMORIAS rescata un dossier, preparado con anterioridad, que aborda sus facetas de líder popular y estratega militar. Los textos que lo componen muestran que a la hora de hablar del General del Pueblo Soberano, la perspectiva militar, la social y la política se enlazan en la dinámica de una Venezuela de grandes conflictos sociales que estallaron en revueltas y finalmente en la Guerra Federal. Pero justo el mes de marzo se conmemoran los 200 años del comienzo de una sucesión de episodios que la historia recuerda como Expedición de Los Cayos. Ese será el tema que ocupará la sección INDEPENDENCIA este año, a partir de la presente entrega. En MUNDO INDÍGENA, después de las respectivas efemérides, Rafael Strauss nos brinda un fragmento de su libro El Tiempo Prehispánico en Venezuela centrado en el caso de los pueblos timoto-cuicas. HISTORIAS INSURGENTES nos ofrece una semblanza de Guaicaipuro, personaje histórico de gran valentía, símbolo de lucha contra cualquier intervencionismo. En las sección NUESTRAMÉRICA, el artículo “La Junta de Quito. Un sacrificio por la libertad de Nuestra América” pasa revista sobre ese movimiento que sirvió de inspiración para las independencias latinoamericanas. En la sección PERFILES, encontraremos un esbozo -muy sugerente- de la vida y el pensamiento del guerrillero heroico. “El Che: una vida consagrada a la revolución”, nos brinda elementos que nos hacen pensar en un referente para esta cambio de época. En EL LUGAR DE LA MEMORIA pasearemos por la botica centenaria, sitio que redescubriremos para afianzar nuestra historia local. Sirvan estas páginas pensadas en una historia no sólo de pasado, sino de claves para la construcción de futuros.

PORTADA Pío Slaghetter, “Ezequiel Zamora” en Laureano Villanueva, Vida del valiente ciudadano Ezequiel Zamora, Litografía del Comercio, 1892. COLABORAN EN ESTE NÚMERO Anadreína Bravo, Rocío Castellanos, Rosanna Álvarez, Marianela Tovar, Juan Antonio Calzadilla, Gabriel González, Néstor Rivero y Mireya Dávila

Tito Salas, Expedición de los Cayos, el abordaje del Bergantín Intrépido, circa 1927-28. Colección Casa Natal del Libertador.

AGRADECIMIENTOS Instituto Autónomo Biblioteca Nacional (Archivo Audiovisual, Colección Bibliográfica, Colección Antigua, Hemeroteca); Galería de Arte Nacional (CINAP), Museo Bolivariano, Archivo General de La Nación, Embajada del Ecuador en Venezuela, Fundación Museo de Ciencias, Fundación Proyecto Leander.

MEMORIAS DE VENEZUELA Edición especial Marzo 2016

AGRADECIMIENTO ESPECIAL Fundación John Boulton.

EQUIPO DE TRABAJO Pedro Calzadilla · Alejandro López

IMPRESIÓN

· Simón Sánchez · Coro Ortiz · Jeylú Pereda ·

Fundación Imprenta de la Cultura

Luis Pellicer · Karin Pestano · Neller Ochoa ·

CORREO ELECTRÓNICO

EDITOR Carlos Ortiz

Carlos Franco · Félix Ojeda · Joselin Gómez ·

EQUIPO DE ICONOGRAFÍA

Rubén Wisotzki · Yilanith Rodríguez · Carlos Novella

Noelis Moreno · Osman Hernández · Romer Carrascal · DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN

RECONOCIMIENTOS Mención Honorífica del Premio Municipal de Comunicación Social 2009 · Premio Nacional de Periodismo 2010 · VII Premio Nacional del Libro de Venezuela 2010-2011, mención Revista · Premio Municipal 2011 Periodismo Científico, Diseño y Diagramación · Premio Municipal de Periodismo William Lara 2012 · Mención Periodismo Institucional.

memoriasdevenezuela.r@gmail.com comunicacionescnh2014@gmail.com PÁGINA WEB www.cnh.gob.ve

José Manuel Hernández Chacín

Centro Nacional de Historia Archivo General de la nación

PORTADA Y TAPAS José Manuel Hernández Chacín

Final Avenida Panteón, Foro Libertador, Edificio Archivo

FACEBOOK Memorias de Venezuela

SUPERVISIÓN GRÁFICA Gabriel A. Serrano

General de la Nación, PB. ISSN 1856-8432 Depósito

Centro Nacional de Historia

CORRECCIÓN Miguel Raúl Gómez

Legal N.° PP200702DC2753

TELÉFONO (0212) 509.58.32

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EFEMÉRIDES

Se cumplen 80 años de la muerte de nuestra gran novelista

Teresa de la Parra quiso escribir la historia de Bolívar

A

zuela. Vene

Teresa de la Parra. C olecc ión Lib ros Ra ros y

Ma nu sc

l de quella mujer bonita, jovial, ona aci N divertida e inteligente, a tec criolla y cosmopolita, Biblio , escribía como na- ritos die en 1929 y la incomprendían —advertido en una conferencia en Colombia, país donde sus lectores se volcaron a recibirla cuando bajaba del ferrocarril— y la amaban por su pasión por lo natural y su forma de ser mujer; o más: por esa forma de narrar que la colocó entre nuestros clásicos apenas con dos novelas y tres cuentos fantásticos. Un tipo de mujer “cuya imagen asocia uno a la de esas damas de porte estatuario, ojos de agua marina, perfil de diosas y melodiosísima voz, que pasan por los cuentos de Andersen como fantasmas de antiguas reinas como por distracción en las pormuertas, una varita de cristal entre tadas impresas, no reconozco ya los dedos, ceñida la frente con un cin- nada de mí en mis novelas”. Nació en París en 1889 fortuitatillo de diamantes: así debió ser Teresa de la Parra”, según la pintó Aquiles mente, cuando su padre era cónsul Nazoa en Lo mejor de las mujeres, de Venezuela en Berlín. Al cumplir dos años volvieron a Venezuela y uno de sus últimos artículos. Enamorada. Aristócrata. De fre- se establecieron en la hacienda de cuente tertulia. Su trazo biográfico caña “Tazón” (entre Turmerito y Piees discreto. No se dedicó a promo- dra Azul). En 1906 murió el papá y se ver su obra. Creía más en la vanidad fueron a vivir a España. Regresaron de los vestidos que en la de la fama en 1911 y se instalaron en una casona literaria. “Que mis libros ya no son ubicada de Torre a Veroes. Venezuemíos, es hasta cierto punto la verdad. la era un despoblado y Caracas el Fuera del nombre, que ha quedado centro del comercio agrícola, con el

hacendado mayor, Gómez, quien le dio una beca para estudiar en el exterior. Durante ese exilio el país se convirtió en su materia literaria, una especie de futuro postergado que iba con ella a todas partes, y que fue el escenario de sus dos grandes novelas: Ifigenia (1924) y Las Memorias de Mama Blanca (1929). “Y es que el amor de la tierra es un sentimiento que por dormido que se halle se despierta y se exalta con las largas ausencias y las largas distancias...” Ambas obras son impecables y diferentes, y sus lectores polemizan sobre cuál es mejor. Quería escribir la historia del Bolívar amante pero la tuberculosis la mantuvo en jaque cuatro años hasta que la derrocó en 1936. Con ella, con su fino tino literario que recogía atento los matices del habla venezolana, lo íntimo y lo público, lo espontáneo y lo fingido; la inflexibilidad positivista, el pasado costumbrista y el postizo modernismo; con ella, y con otros que se acercaron por esos mismos años, cambió la forma de narrar en nuestro país y la de encontrar nuestra esencia y voz propia. ¡ Gabriel González MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 3


EFEMÉRIDES Marzo-Abril

Juan Lovera, 19 de abril de 1810, 1835. Colección Museo Caracas.

“Caraqueños, otra época empieza…” El 19 de abril de 1810 se produjo en Caracas un movimiento que dio origen al ulterior proceso independentista de Venezuela. Aquel Jueves Santo, un grupo de connotados ciudadanos de la sociedad caraqueña se reunió en el Cabildo Municipal de Caracas para debatir sobre la autonomía de la provincia. Debido a la gran incertidumbre que reinaba en la ciudad por las noticias sobre la disolución de la Junta Suprema de Sevilla, los mantuanos convocaron un Cabildo Extraordinario, que terminó por desconocer al Gobernador y Capitán General Vicente de Emparan y por conformar una Junta provincial para defender los derechos de Fernando VII, depuesto tras la invasión de las tropas bonapartistas a España en 1808. Sin embargo, “La esclavitud es, señores, como dijo Bolívar, la infracción de todas las leyes, la violación de todos los derechos…” Estas palabras del presidente José Gregorio Monagas, expresan la convicción que lo llevó a promulgar, el 24 de marzo de 1854, la abolición definitiva de la esclavitud en Venezuela. El Senado y Cámara de representantes de la República de Venezuela, Decreto de Abolición de los esclavos, 1854. Colección Museos Bolivarianos.

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más que una Junta a favor de los derechos del Rey, lo que se consolidó fue el primer paso revolucionario para el establecimiento de un gobierno autónomo. El joven poeta Andrés Bello fue designado por la nueva junta para una misión diplomática , antes de partir a Londres en una misión diplomática que nunca lo traería de vuelta a su tierra, habría escrito una canción alusiva al 19 de abril: “Caraqueños, otra época empieza”, de la que reproducimos la primera estrofa:

Herrera Toro, Antonio, Incendio puesto en el parque San Mateo por Ricaurte. 1883. Colección Galería de Arte Nacional.

Ricaurte se inmola por la patria El 25 de marzo de 1814, en la Batalla de San Mateo, el joven granadino Antonio Ricaurte hace estallar, consigo adentro, el arsenal patriota. Así contuvo el avance de las tropas realistas comandadas por José Tomás Boves.

“Caraqueños, otra época empieza: De la gloria la senda se abrió: Un Gobierno Patriótico y firme Nuestra dicha a su cargo tomó: No haya mas que un partido, Patriotas, No haya mas que una causa, una voz, Cuando llama la Patria al peligro Vacilar un momento, es traición”.

George Rouge, François Miranda lieutenant General Commandant en Chef de L’Armée du nord en 1792. Circa 1869. Colección Museo Nacional de Versalles, París.

Hombre de tres revoluciones En Caracas nace, el 28 de marzo de 1750 el precursor de la Independencia de Venezuela e Hispanoamérica: Francisco de Miranda. Luchó en las revoluciones de Estados Unidos, Francia y Venezuela.


EFEMÉRIDES

Marzo-Abril

Arturo Michelena, Vuelvan Caras, 1890. Colección Ministerio de Relaciones Exteriores, Custodia Instituto Autónomo Círculo Militar de las Fuerzas Armadas, cortesía de la Galería de Arte Nacional.

Zapata: “Prefiero morir de pie, que vivir siempre arrodillado” El líder de la Revolución Mexicana y reformador agrarista, Emiliano Zapata, es asesinado en una emboscada organizada por el entonces presidente constitucional Venustiano Carranza, el 10 de abril de 1919, en el estado de Morelos.

Una recia voz del antigomecismo se apaga en Canadá El 18 de abril de 1955 muere en Montreal, Canadá, el escritor y político José Rafael Pocaterra. Acérrimo adversario de Juan Vicente Gómez, participó en la fallida expedición armada del Falke que desembarcó en Cumaná el 11 de agosto de 1929. En su obra Memorias de un venezolano de la decadencia dejó un crudo testimonio del horror del gomecismo. “¡Las mujeres, sí, soldados, las mujeres del país que estáis pisando combaten contra los opresores, y nos disputan la gloria de vencerlos!” Simón Bolívar. En la ciudad de San Carlos un grupo de mujeres derrota a las fuerzas realistas el 25 de abril de 1812. Así logran detener la expansión del control territorial del jefe español Domingo de Monteverde. Igualmente, con gran determinación estas mujeres detuvieron a un grupo de pardos que saqueaban y quemaban las casas de la ciudad.

Regreso del Presidente, 14 de abril de 2002, Caracas. Colección Hugo Chávez, Archivo Audiovisual Biblioteca Nacional.

El pueblo rescató a Chávez El 11 de abril de 2002 un grupo de altos militares, en combinación con empresarios de Fedecámaras, medios de comunicación privados y la CTV, dieron un golpe de Estado a la Revolución Bolivariana. El día 9 habían convocado un paro general. El 12, el presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, se autoproclamó Presidente y disolvió mediante decreto todos los poderes públicos. El presidente Hugo Chávez fue secuestrado en el Fuerte Tiuna y luego trasladado a Turiamo. El pueblo se lanzó a la calle y exigir su liberación. El 13 fue rescatado por un grupo de militares en la isla La Orchila y conducido de vuelta al Palacio de Miraflores, donde lo recibió el pueblo en masa.

Los llaneros vuelven caras En las tierras del Arauca, José Antonio Páez y un grupo de más de 150 llaneros combaten el 2 de abril de 1819 en la batalla de Las Queseras del Medio. Páez hizo creer que se retiraban, y cuando el enemigo estaba cerca gritó: “¡Vuelvan caras!”. La inesperada acción creó gran desconcierto en el bando realista, y los lanceros patriotas arrollaron a unas filas numéricamente muy superiores.

José Malanca, José Carlos Mariátegui, 1929. Archivo José Carlos Mariátegui, Lima - Perú.

Los pueblos en lucha pierden a Mariátegui El intelectual y activista revolucionario José Carlos Mariátegui muere en Lima el 16 de abril de 1930. El escritor peruano se alejó de la ortodoxia al abordar la comprensión de la realidad lationamoricana a partir de una lectura original y creativa del marxismo.

“Por resultado de instigaciones extrañas llevo roto este brazo que en Ayacucho terminó la guerra de la Independencia americana y que destruyó las cadenas del Perú y dio ser a Bolivia…” Palabras del Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, quien fue herido en el brazo el 28 de abril de 1828 en Chuquisaca (hoy Sucre), en medio de un complot que tenía como objetivo derrocarlo de la Presidencia de Bolivia y asesinarlo. MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 5


Manuel Loayza

INDEPENDENCIA

Hace 200 años una flota patriota comandada por Bolívar zarpó de Haití

Expedición de Los Cayos revitalizó la lucha por la Independencia

E

l 31 de marzo de 1816, hace 200 años, partió de Haití la primera Expedición de Los Cayos. Con esta acción, que contaba con el patrocinio del presidente Alejandro Petión, Bolívar regresó a Venezuela por la isla de Margarita. Así se dio inicio a una nueva etapa de la que revitalizó la causa.

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TRIUNFO Y EXILIO Con la Campaña Admirable de 1813, Simón Bolívar impone su nombre a escala continental como el conductor fundamental del proceso emancipador en tierra firme. Sin embargo, su desconocimiento de conflictos estructurales de orden económico y social, incidió en el fracaso de la república que pugnaba por restituir.

La República no entendió ni atendió las reivindicaciones que clamaban sectores menos favorecidos, como artesanos urbanos, peones, campesinos y los grupos esclavizados. A esto se sumaban el potente influjo en la opinión pública del clero más conservador, así como la veneración de gruesos sectores de la población a la figura del Rey.


En medio de esas condiciones, a finales de 1814 y bajo el comando de José Tomás Boves, batallones de peones, esclavos y pardos hicieron sucumbir la Segunda República. El Libertador terminaría por marcharse al exilio en septiembre de 1814, con la intención de reorganizar las fuerzas y recabar apoyo. Llegó a Cartagena y de allí pasó a Jamaica, en mayo de 1815. De allí parte a la isla de Haití a fines de diciembre de aquel año. ¿HAITÍ POR ACCIDENTE? El análisis de las comunicaciones que Bolívar dirigió a personalidades y amigos desde Jamaica arroja poca luz en torno a la decisión que tomó en diciembre de 1815 de guiar sus pasos a la “República Negra” para pedir el apoyo del presidente Alexander Petión. Hasta entonces, el caraqueño le daba prioridad a Inglaterra como inminente destino personal, pues estaba convencido de convencer al Gobierno británico de la conveniencia de dar apoyo a los independentistas suramericanos. Su segunda opción era Cartagena, para dirigir la defensa de la sitiada ciudad “o perecer entre sus ruinas” como escribió días antes. Vicente Lecuna indica que el 18 de diciembre Bolívar había zarpado de Kingston con destino a Cartagena, y que el 19 en la tarde, ya en altamar, providencialmente se topó con el barco corsario El Republicano, comandado por un capitán italiano a quien apodaban ‘Barbafan’. El aventurero le informó de la pérdida de Cartagena y le contó que los exiliados, con un grueso armamento, iban a Los Cayos, Haití. Este encuentro motivó al Libertador a cambiar de destino. Retornó a Kingston y poco después se embarcó para Los Cayos. Allí desembarcó el 24 de diciembre de 1815. El 2 de enero se entrevistaría por primera vez con el Presidente Alexandre Petión en la capital Puerto Prńcipe. OTRAS VERSIONES Paul Verna, estudioso del período caribeño del Libertador, sostiene otra versión. Bolívar, si bien se enteró en el mar de la caída de Car-

Martín Tovar y Tovar, General Gregorio Mac Gregor, 1874. Colección Palacio Federal. Legislativo, Asamblea Nacional. Fotógrafo: Alfredo Padrón.

INDEPENDENCIA isla. Entre las personas beneficiarias de la bondad de Petión se encontrarían su propia hermana, Juana Bolívar, y el hijo de esta, Dionisio. Afirma Verna que el Libertador en efecto se cruzó con el corsario en el mar, pero que entonces ya iba hacia Los Cayos. Para esgrime documentos que Lecuna desconocía al momento de su elaborar su investigación. Otros autores sugieren un plan combinado entre Bolívar y el armador curazoleño Luis Brión, lo cual es muy probable, por cuanto si las misivas entre ambos no asoman el plan, sí pudieron tratarlo en sus conversaciones personales. Lo cierto es que Pablo Morillo, jefe del Ejército Expedicionario y el Gobernador realista de Caracas Salvador Moxó, por esos días cruzaban información sobre planes de los insurgentes para “armar una expedición contra Costa Firme”.

Gregor Mc Gregor

tagena, días atrás ya había tomado la resolución de encaminarse a Haití para solicitar la protección de su mandatario Alexandre Petión. Ttenía excelentes referencias de su generosidad para con los desterrados que buscaban refugio en aquella NOMBRES PARA LA HISTORIA Entre los expedicionarios que zarparon desde Haití junto Bolívar se encontraban, entre otros, Luis Brión, Santiago Mariño, Carlos Manuel Piar, Gregor Mc Gregor, Bartolomé Salom, José Laurencio Silva, Carlos Soublette, Charles Chamberlain, Manuel Valdez, Isidro Alzuru, Charles Lominé y Francisco Antonio Zea.

LA EXPEDICIÓN Entre 1815 y 1816 operaban contra el Ejército Expedicionario en zonas de Venezuela pequeñas partidas con táctica guerrillera y mal pertrechadas. De ahí que Bolívar a comienzos de este último año, se concentró en gestionar el apoyo del presidente Petión y reconcentrar en Haití a todos los patriotas que estaban exiliados en varios puntos del Caribe. Así, el 18 de febrero de 1816, Bolívar reúne en Puerto Príncipe una asamblea -donde participan Santiago Mariño, Carlos Manuel Piar, Mariano Montilla y Luis Brión, entre otros-, y en la cual es designado Jefe Supremo de la Expedición. Tras dar el zarpe el 31 de marzo de 1816 den el puerto de Los Cayos, la escuadrilla de siete goletas y unos 40 cañones de variado tamaño avanza con lentitud, a la espera que se le sumen otras embarcaciones fuera de Los Cayos, quizá para desorientar a los espías realistas en Haití. “Entrado abril -relata Lecuna- se encuentra frente la costa de Santo Domingo, deteniéndose en la salina de Ocoa. El 19 de este mes pasan cerca de Puerto Rico. Prosiguen su itinerario hacia las islas de Santa Cruz y San Bartolomé. ▶ MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 7


INDEPENDENCIA IMPRENTA PERDIDA Con la flota patriota viajaba, además de armas y vituallas una imprenta, de vital importancia para los planes del Libertador. No obstante, esta cayó en manos de los realistas tras el fallido intento de abrir la campaña liberadora por Ocumare de la Costa.

Tito Salas, Expedición de los Cayos, el abordaje del Bergantín Intrépido, circa 1927-28. Colección Casa Natal del Libertador.

Esta última era punto de reunión de filibusteross y contrabandistas. Recalan luego en la posesión holandesa de Saba, cerca de San Thomas, donde permanecen varios días en procura de avituallamiento. Se encaminarán luego al oriente. Y tras sorprender frente al islote de Los Frailes a una flotilla realista, la vencen en combate naval. La acción libera de naves enemiga las aguas que rodean a Margarita, llegan a esta isla el 3 de mayo”.

BOLÍVAR QUISO LA INMORTALIDAD

PARA PETIÓN Los Cayos, San Luis, 29 de enero de 1816.

[A S. E. el Señor Presidente de Haití] Señor Presidente: Mi reconocimiento no tiene límites, por el honor que V. E. acaba de hacerme, con la carta que se ha dignado escribirme, y las bondades de que me ha colmado. ¡En el fondo de mi corazón, digo que V. E. es el primero de los bienhechores de la tierra! Un día la América proclamará a V. E. su libertador; sobre todo los que gimen

LOS RESULTADOS Si bien en lo inmediato la Primera Expedición de Los Cayos tuvo resultados tácticamente desfavorables para Bolívar -pues debió retornar a Haití-, en lo estratégico la incursión naval posibilitó a Gregorio Mac Gregor emprender la llamada Retirada de los 600. Se trató del desplazamiento hacia Oriente, por la vía de los llanos, de la tropa que desembarcó en Ocumare y que fue repelida por los realistas. Ese contingente

terminaría uniéndose a las fuerzas que dirigía Carlos Manuel Piar al sur de Barcelona. Así se formaría la fuerza que en 1817, bajo la conducción del propio Piar, y luego de Bolívar, liberará la Provincia de Guayana. Esa misma fuerza sería el núcleo de la célebre Guardia del Libertador, que marcharía con él a la empresa definitiva de liberar Nueva Granada, Quito, Perú y Bolivia. Así las armas y los hombres que el Libertador trajo en la Primera Expedición, además de otros que se le sumaron en Margarita y Güiria, establecerían en Guayana una base de operaciones continentales. Ello definirá el carácter estratégicamente victorioso de la Expedición de los Cayos. ¡ Néstor Rivero

todavía, incluso bajo el yugo republicano. ¡Acepte por anticipado, señor Presidente, el voto de mi patria!. Nuestro botánico Zea, prepara para V. E. las semillas de flores y plantas, con una descripción de su cultivo; como ésta no se ha puesto en limpio todavía, me privo del placer de remitírsela con el dragón que lleva esta carta a V. E., pero me apresuro a enviarle las botellas de específicos contra el reumatismo. Si estuvieran llenas de los sentimientos de mi corazón, no le darían la salud, sino la inmortalidad que espera a V. E. Tengo el honor de ser con la más profunda veneración, señor Presidente, de V. E muy humilde y obediente servidor. BOLÍVAR

Carta disponible en www.archivodellibertador.gob.ve bajo el nº 1.318, Correspondencia Oficial J. Frigend, General Alejandro Petión, 1883. Colección Palacio Federal Legislativo, Asamblea Nacional. Fotógrafo: Alfredo Padrón. 8 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016


LUGAR DE MEMORIA

Colección Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional

La Botica Centenaria E n 1877 fue fundada la Botica de Velázquez, el lugar por excelencia de fines del siglo XIX, dedicado a la elaboración y expendio de medicinas en Caracas. Su primer dueño fue el barbero y cirujano Carlos Punceles y su nombre se debe a la esquina de Velázquez en la Parro-quia Santa Teresa, donde continúa ubicada esta farmacia. Durante el siglo XVIII, bajo el régimen colonial, las boticas eran reguladas por las autoridades españolas a través del Protomedicato, encargado de controlar

la práctica curandera y las recetas de jarabes, ungentos y otros remedios de uso frecuente. No obstante, la tradición popular no desapareció entre la población y los saberes indígenas y africanos sobre las propiedades curativas de las plantas permanecieron en la cultura venezolana. En 1827 Simón Bolívar decretó la creación de la primera Facultad de Medicina y Farmacia en la Universidad de Caracas. De esta manera, se institucionalizó el estudio dedicado a la farmacéutica en la Venezuela independiente.

Desde finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX, la botica de Velázquez preparaba las recetas medicinales de los doctores José Gregorio Hernández, José María Vargas y Domingo Luciani, entre otros. Pese a las remodelaciones que ha sufrido el inmueble, la botica ha sobrevivido a las continuas transformaciones urbanas de la capital, convirtiéndose en un lugar referencial de la memoria caraqueña. A sus 132 años, forma parte de la historia de la farmacéutica en Venezuela. ¡ Mireya Dávila

adrón. MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 9


MUNDO INDÍGENA

1.500 antes de nuestra era hasta nuestros días. El tiempo primigenio

Los Andes venezolanos y sus culturas prehispánicas:

El caso de

Los Timoto-cuicas > Ofrecemos un fragmento del libro El tiempo prehispánico de Venezuela, del etnohistoriador y antropólogo venezolano Rafael Strauss K, publicado en 1993. El texto se sumerge en el mundo de los timoto-cuicas y presenta un interesante recorrido por la cultura de este pueblo ancestral, emplazado geográficamente en la región andina del país. Strauss, investigador de renombre, fue director de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela. Es autor del Diccionario de Cultura Popular (1999) y El diablo en Venezuela. Certezas, comentarios, preguntas (2004), entre otras obras.

Hombre sobre dúho. Pieza proveniente de Carache, Edo. Trujillo. Colección Arqueológica del Museo de Ciencias.

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MUNDO INDÍGENA

1.500 antes de nuestra era hasta nuestros días. El tiempo primigenio

L

os timotos o timotíes tenían como hábitat principal el Estado Mérida, y los cuicas, el territorio trujillano; que los ubica como pertenecientes al área cultural de los Andes venezolanos -definida por Miguel Acosta Saignes-. En cuanto a su filiación lingüística, algunos autores han preferido considerarlos como un grupo lingüístico aislado o de características un tanto especiales, por la presencia de vocablos arahuacos además de los chibchas propiamente dichos. Otros estudios -como los de Miguel Acosta Saignes-, sin embargo, los han agrupado conjuntamente con los chibchas y otros más plantean una vinculación con algunas lenguas de Centro-américa pertenecientes al tronco lingüístico chibcha”. Una característica primordial de la cultura timotocuica es el andén como sistema de cultivo, diferenciado de los sistemas de horticultura, quema y roza propios de otras áreas culturales del tiempo prehispánico venezolano. El andén se obtenía cortando grandes escalones en las colinas, fortaleciendo sus límites con piedras y fertilizando por medio del riego. Gracias a largos canales, medidos de manera precisa particularmente para vencer obstáculos del terreno, lograban llevar agua a través de grandes extensiones. Los quim-púes o estanques complementaban aquella estructura favoreciendo una permanente provisión de agua. Como tercer elemento importante del complejo agrícola las culturas de nuestros andes construyeron los mintoyes que eran utilizados como almacenes, como tumbas y, eventualmente como lugar de residencia. Entre los productos agrícolas están el maíz y la papa. Además de ellos, la yuca dulce, frijoles y otros que algunas fuentes mencionan con los nombres de michiruy, saní, quiba, mecuy, istú, guaba, tachure, gúsare, munse y tisís. Aprovechaban el fique, una especie de agave o cocuiza, del que obtenían fibras para hacer tejidos. También el hayo se encontraba entre sus productos, extendido, además, hasta pueblos arahuacos y caribes, así como el algodón. Las crónicas informan, por otro lado, que los pueblos de nuestros Andes habían domesticado el paují, las tórtolas y diversas aves de plumajes magníficos. El comercio representó para estos pueblos labor importantísima y, al parecer, existieron productos dedicados específicamente para el intercambio. Entre ellos, mantas, chimó, urao, esteras de agave y de junco, vestidos de algodón, tejidos de fique, piedras consideradas preciosas como la nefrita y la serpentina, alfileres de macanilla o topos y quiteros o cuentas de caracoles, procedentes, principalmente del pie de monte andino. La urea o sesquicarbonato de sosa, extraída principalmente de la laguna de Urao, en Lagunillas (Estado Mérida), sustituía la sal, pero cocida se usaba principalmente chimó o tabaco para mascar. Ambas industrias han sobrevivido en nuestro país.

> Figura antropomorfa de los Andes. Manufacturada en serpentinita -posiblemente una piedra preciosa para estos pueblos andinos, según Strauss- (1100 a 1600 a.p.). Cortesía de la Galería de Arte Nacional - CINAP.

La abundancia de nefrita y serpentina en las excavaciones arqueológicas hacen suponer que nuestros habitantes prehispánicos de los Andes las consideraban piedras preciosas, máxime cuando con ellas tallaban figuras, principalmente de animales, tratamiento especial que induce a suponer una utilización ceremonial. La papa fue un importante producto agrícola que se extendió fuera de los predios andinos tanto en la época prehispánica como posteriormente. Fue importante producto para el comercio la manta andina y, en general, tejidos hechos con otras fibras. Sabemos que desde estas tierras andinas eran llevadas hacia las tierras bajas del área lacustre marabina en donde se cambiaban por sal y productos alimenticios de esta zona. El transporte de estos productos para el comercio se hacía por caminos, principalmente cordilleranos. En algunos sitios, para salvar abismos, se usó el sistema de tarabita. Se fabricaban con bejucos y cuerdas de fique y consistía en un recipiente, a veces capaz de contener más de una persona, que se hacía pasar de un ex- ▶ MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 11


MUNDO INDÍGENA

1500 antes de nuestra era hasta nuestros días. El tiempo primigenio

Nuestras culturas andinas veneraron también al murciélago, representado en figuras hechas con piedra de nefrita y que colocaban bajo la cabeza del difunto.

tremo al otro por medio de cuerdas. Este sistema, en algunos casos modernizado en los materiales de construcción, aún puede verse y se utiliza en algunos sitios de nuestros Andes. La concepción del trabajo en los Andes prehispánicos era comunitaria, en cayapa, a manera de labores en base a la cooperación. Con este mismo sistema se construían fuertes. Dice Acosta Saignes, además, que cuando los fuertes quedaban situados en colinas rodeadas de precipios, con una sola entrada, en ésta se instalaban verdaderos puentes levadizos y tarabitas. En estas construcciones se previó la de mintoyes o depósitos de productos, principalmente agrícolas, de cuya reserva podría depender la duración de la defensa. Para las acciones de guerra los andinos de la Venezuela prehispánica solían entonar cantos y sus armas consistían en arcos, macanas, hondas y flechas, estas últimas impregnadas de un tóxico paralizante más que mortal. El siguiente Canto Guerrero ha sido conocido gracias a Tulio Febres Cordero: “Corre veloz el viento;/corre veloz el agua,/corre veloz la piedra que cae de la montaña./ Corred, guerreros;/ volved en contra del enemigo;/ corred veloces,/ como el viento, como el agua,/ como la piedra que cae de la montaña. Fuerte es el árbol que resiste el viento;/ fuerte es la roca que resiste el río;/ fuerte es la nieve de nuestros páramos que resiste el frío./ ¡Pelead, guerreros!/ ¡Mostraos fuertes,/ como los árboles,/ como las rocas,/ como las nieves de la montaña! La organización social de estas gentes, al parecer, tuvo una base de tipo sacerdotal, que incluyó sacerdotisas, con un jefe supremo posiblemente escogido por Ferdinand Bellermann: Paraje de Jaji (1844-1845). Colección Staatliche Museen zu Berlin. Cortesía Galería de Arte Nacional - CINAP.

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elección especial, y con una concepción comunitaria del trabajo aplicada a todas las labores. Como pueblos de filiación cultural chibcha quizá la descendencia se contase por la línea materna y un indicio puede ser que antes de la boda, la residencia de la nueva pareja era de carácter matrilocal y que el novio prestaba servicios a la madre de la novia. La base sacerdotal a la que hemos aludido está sugerida por la organización que se percibe en el aspecto religioso de estas culturas y la existencia de lo que al parecer fueron centros ceremoniales. Hemos mencionado el de Escuque. Los sacrificios de niñas per-sistieron, secretamente, en la Laguna de Urao, hasta tiempos coloniales. Icaque, la diosa prehispánica andina, así como su templo y el ritual con el que la veneraban, fueron descritos por Juan de Castellanos, quien señala que se hacían fiestas en su nombre, donde sacrificaban gentes vivas. Acerca de Ches, dios supremo, Alfredo Jahn lo presenta como “un espíritu dispensador del bien y del castigo... que habitaba las cumbres más elevadas y los lagos solitarios... El Ches sólo se comunicaba con los piaches, mohanes o mojanes, sacerdotescuranderos que les servían de agentes y que eran ciegamente acatados”. El objeto principal de las ceremonias involucradas con el Ches, era obtener de él, el pronóstico de que si será o no favorable la estación a los cultivos de los indios, y en caso de que este fuera desfavorable, se hacían sacrificios para tornar favorables los acontecimientos futuros. Si ▶


MUNDO INDÍGENA

1500 antes de nuestra era hasta nuestros días. El tiempo primigenio > MINTOYES: elementos importantes de la agricultura de estos pueblos andinos, utilizados como almacenes, tumbas y, eventualmente como lugar de residencia.

> PETROGLIFO del sitio Mesa de San Isidro, cerca del pueblo de Santa Crúz de Mora, Mérida. Fuente: Jacqueline Clarac de Briceño, Mérida a través del tiempo. Los antiguos habitantes y su eco cultural. Mérida. Universidad de los Andes. 1996.

En Rafael Strauss, El tiempo prehispánico de Venezuela, Caracas, Editorial Grijalbo, 1993.

1)

3)

2) > 1) Pectoral ala de murciélago de los Andes -animal venerado por estos pueblos andinos-, manufacturado en serpentinita. Colección Galería de Arte Nacional - CINAP. > 2) Vasija con tres asas y doble fondo, proveniente del Edo. Trujillo. Colección Arqueológica del Museo de Bellas Artes. > 3) Figulina femenina sentada manufacturada con arcilla, engobe blanco y pintura negra (170 a 430 d. p.). Proveniente de Betijoque, Estado Trujillo. Colección Arqueológica del Museo de Ciencias. MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 13


MUNDO INDÍGENA

1500 antes de nuestra era hasta nuestros días. El tiempo primigenio La organización social de estas gentes, al parecer, tuvo una base de tipo sacerdotal, que incluyó sacerdotisas, con un jefe supremo posiblemente escogido por elección especial. > MAPA de los pueblos andinos de Venezuela según Alfredo Jahn, donde se muestra la ubicación de los Timoto y los Cuicas.

En Rafael Strauss, El tiempo prehispánico de Venezuela, Caracas, Editorial Grijalbo, 1993.

el augurio del Ches era favorable, se celebraba una gran fiesta en su honor, en la cual abundaban viandas, bebidas y bailes. Nuestras culturas andinas veneraron también al muerciélago, representado en figuras hechas con piedra de nefrita y que colocaban bajo la cabeza del difunto. Acosta Saignes, por su parte, la posibilidad de que estas representaciones tengan que ver con una concepción del murciélago como divinidad de la muerte o como un 14 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

mensajero. Otro animal, venerado como dios de la guerra, fue el venado y como símbolo de jerarquía el paují. Las culturas prehispánicas de los Andes venezolanos desarrollaron además, un sistema de la numeración y, al parecer, un calendario. Según Tulio Febres Cordero, numeración de estos pueblos era decimal y para contar de once hasta diecinueve, decían tabís-carí, diez uno; tabís-jen, diez dos; tabís-hisjut, diez tres, etc. El número 20 era jemtabís, dos dieces; 30, hisjut-tabís… El 100 lo expresaban con la voz doble tabís-tabís, diez dieces. Ignoramos si tenían palabra especial para el 1.000, pero siguiendo el plan regular establecido, es probable que dijeran tabís-tabís-tabís, diez cientos. Basados en este sistema de numeración, escribía Julio César Salas, los Tatuyes de Mérida empleaban para sus operaciones de aritmética cuerdas anudadas muy parecidas a los quipus y para sus operaciones comerciales cierto tipo de moneda llamada ‘quiripa’, hecha de la cáscara de caracoles a los que abrían un pequeño hueco y luego redondeaban por medio del frote hasta convertirlos en hermosos discos. ¡ Rafael Strauss K.


HISTORIAS INSURGENTES

Guaicaipuro

la resistencia de un guerrero

E

n la historiografía venezolana e hispana se conocen muy pocos datos veraces, acerca de la vida y trayectoria del indio Guaicaipuro (lancero de los cerros). El cronista José Oviedo y Baños, en su obra Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela (1723), hace la primera referencia a la existencia heroica de Guaicaipuro como jefe de la resistencia indígena venezolana. Posteriormente, salieron a la luz los materiales que en el Archivo de Indias revisara el hermano Nectario María, donde se demuestra la existencia del cacique, se hace referencia a sus familiares y se mencionan las tribus que dependían de su cacicazgo. Además, podemos señalar el trabajo de Rafael Bolívar Coronado, quien con el seudónimo Maestre Juan de Ocampo, presuntamente traduce la obra de un abate llamado Jean Moulin, titulada Guaicaipuro: el último hombre libre en las selvas del mar oceánico, escrita en 1601.

> Estatua del Cacique Guaicaipuro en Los Teques, estado Miranda. Fotografía de la Colección del Instituto de Patrimonio Cultural

EL LÍDER DE LOS TEQUES La vida del cacique Guaicaipuro transcurre entre los años 1530 y 1568, año en el que fue asesinado por los enviados de Diego de Losada. Su pueblo natal era Suruapo o Suruapay, situado en el actual San José de los Altos, en la vertiente de la quebrada Paracotos. Las virtudes guerreras de Guacaipuro comenzaron a manifestarse desde muy joven, específicamente en las batallas contra los catuches, que lo cataputarían en su creciente liderazgo. Luego de batirse con el hijo mayor del cacique de los maracayes y obtener la victoria, Guaicaipuro sería nombrado líder máximo de los Teques y los Caracas con soberanía sobre los araguas, los maracayes y los cumanagotos. LAS INCURSIONES DE FRANCISCO FAJARDO Los españoles habían empezado a explorar las costas venezolanas desde 1498, pero sería sólo en la segunda mitad del siglo XVI que estarían cerca de enfrentarse a los indígenas y al cacicazgo de Guaicaipuro en Los Teques y el valle de Caracas. Para entonces, Venezuela estaba gobernada por Don Pablo del Collado, Gobernador y Capitán General de Venezuela entre 1559 y 1561. ▶ MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 15


HISTORIAS INSURGENTES

En Julio Febres Cordero, Personajes ilustres de Venezuela. Guaicaipuro. El Caudillo Legendario, Caracas, Ediciones Edime, 1968.

> La tecnología de guerra del hombre de la Conquista y del ejército caribe.

Collado tendría como colaborador inmediato a Francisco Fajardo (15241564), conquistador, hijo de español y cacica guaiquerí; nombrado Teniente General para asaltar los territorios de los caracas, “con poderes amplios para conquistar, poblar y dividir la tierra en encomiendas”. En 1560, Fajardo llegó al valle del Guaire, lo fundó con el nombre de San Francisco; más tarde, bajó a la costa e hizo lo mismo con el puerto de Caraballeda, dándole el nombre de Villa de El Collado. 16 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

El hecho que despertaría las ansias desesperadas del expedicionario, fue el descubrimiento de minas de oro en la zona de los teques. Esto iniciará un combate sin tregua entre los conquistadores, que buscaban los depósitos del preciado metal, y los pueblos indígenas de las zonas invadidas, quienes se defenderían tenazmente, con Guaicaipuro, como cacique supremo. Es así como los indígenas guerreros bajo su mando saquearon, quemaron y mataron a los moradores ex-

tranjeros que fueron asentándose en el Valle de San Francisco. La resistencia indígena abría el camino para el combate frontal. DIEGO DE LOSADA Y EL RECRUDECIMIENTO DE LA GUERRA En 1565, el Gobernador y el Capitán General de la Provincia de Venezuela, Alonzo Bernáldez de Quirós (1564-1566), designaría, en 1566, al conquistador español Diego de Losada (1511-1569) para que realiza-


HISTORIAS INSURGENTES En 1568, Guaicaipuro convocaría a todos los caciques del Valle de Caracas con la idea de asediar enérgicamente a la recién fundada ciudad de Santiago de León. La estrategia era reunir a todos los caciques vecinos y crear una alianza guerrera en la sabana de Maracapana, para emprender el ataque final.

ra, de una vez por todas, el sometimiento del pueblo de los caracas, empresa en la cual habían fracasado Francisco Fajardo, Luis de Narváez y Juan Rodríguez Suárez. Se destaca entre las atribuciones de Losada, “procurarse armamentos, pertrechos y provisiones de bagajes para el mejor apresto de los parapetos y herramientas de las fortificaciones, que era el principal objetivo táctico con que se pensaba probar de someter a indígenas”. Según la versión que nos relata Francisco Alejandro Vargas en su trabajo, Guaicaipuro, el cacique de Los Teques, una vez que concluyeron los preparativos de la campaña, ésta arrancó desde Tocuyo al mando de Losada, reclutando en el camino otros castellanos, algunos negros esclavos e indios, pasando luego desde allí a Villa Rica (en la actualidad Nirgua, estado Yaracuy). En Mariara, lugar hasta donde prosiguieron, Losada pasó revista a un ejército que contaba con más de 1265 infantes y con una carga de armamento considerable. Los tarmas, los mariches, los aruacos y muchos otros pueblos conducidos por sus líderes, acudieron al combate desafiando a los invasores con los gritos que les arrancaba el valor. Más de diez mil indios opo-nían resistencia

a la conquista. La batalla se intensificó de tal manera al emplear Losada los cañones, que Guaicaipuro tuvo que ordenar la retirada. Estando en el valle de San Francisco, Losada y su tropa combatirían a muerte con los indígenas en las serranías. Los aborígenes preferían pelear antes que entregarse a las inhumanas encomiendas, ya que “habían violado los primeros conquistadores los tratados, que los indígenas perdieron para siempre toda confianza en la palabra de los blancos, y en la perspectiva de convertirse en esclavos, preferían resistir hasta ser completamente exterminados”. Losada se dispuso a reedificar el Vvalle de San Francisco, donde finalmente fundó la ciudad de Santiago de León de Caracas, el día 25 de julio de 1567. GUAICAIPURO Y LA BATALLA DE MARACAPANA: EL DESTINO FINAL DE LA RESISTENCIA En 1568, Guaicaipuro convocaría a todos los caciques del Valle de Caracas con la idea de asediar enérgi-

En Julio Febres Cordero, Personajes ilustres de Venezuela. Guaicaipuro. El Caudillo Legendario, Caracas, Ediciones Edime, 1968.

camente a la recién fundada ciudad de Santiago de León. La estrategia era reunir a todos los caciques vecinos y crear una alianza guerrera en la sabana de Maracapana, para emprender el ataque final. Los pueblos de naiguatá, uripata, ▶

> Guaicaipuro combatió junto al aguerrido pueblo de los Teques contra los invasores que emprendieron la Conquista en nuestro territorio

Tito Salas, Muerte de Guaicaipuro (detalle). Colección Casa Natal del Libertador. MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 17


HISTORIAS INSURGENTES La lucha sería, sin embargo, contundente. Cruenta y bravía, empujada por el valor y las arremetidas de ambos ejércitos, los indígenas decidieron en masa lanzarse a la ciudad ...

guaicamacuto, amarigua, mamacuri, querequemare, prepocunate, araguaire, chiricumay, torocaima y guarauguta, sumarían en total siete mil efectivos de combate. No se quedó atrás la colaboración de las comunidades mariches, aricabuto, aramaipuro, carallare y petare, brindando a la coalición más de cuatro mil arqueros letales. Perfilando la escuadra con Guaicapuro, Jefe Supremo de la batalla, estaban los caciques Paramaconi, Tiuna, Urimare y Paramacay. Con lo que no contaría la alianza indígena era con la perversidad de los conquistadores. Enterados del ataque, Diego de Losada y su lugarteniente, Pedro Alonso Galeas, distrajeron una parte del ejército indígena, creando la dispersión y, en consecuencia, la pérdida de la maniobra. Con el ejército de Guaicaipuro dividido, la lucha sería sin embargo, contundente. Cruenta y

bravía, empujada por el valor y las arremetidas de ambos ejércitos, los indígenas decidieron lanzarse en masa a la ciudad, pareciendo indeciso su resultado final, “pero la supremacía de las armas españolas se impuso al esforzado coraje de los indígenas, y en breve las brillantes legiones de Guaicaipuro hubieron de moverse, perdiendo terreno a cada paso, mientras los audaces invasores seguían abriendo brechas temibles en sus diezmadas filas”.

> Mapa de ubicación de algunas de las poblaciones del pueblo indígena de los Teques, sobre los lugares y carreteras actuales.

Hermano Nectario María, Indios Teques y el Cacique Guaicaipuro, Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1975.

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LA CRÓNICA DE UNA MUERTE HEROICA Las terribles derrotas infringidas al cacicazgo supremo de Guaicaipuro, mermaron el valor de las demás comunidades guerreras. Vino con ello la traición de otros caciques que se unieron al yugo del conquistador Don Diego de Losada. En esta línea consecuencial, el sistema de encomiendas empezaría a establecerse en el Valle de Caracas; la explotación, el engaño y el lucro inhumano serán las puntas de lanza de aquella pérdida trágica.


HISTORIAS INSURGENTES

Sin embargo, la semilla de la resistencia rendiría sus frutos gracias al ejemplo inmortal de aquellos guerreros indígenas. Guaicaipuro, líder fundamental de ésta, será el fantasma del conquistador Losada: allí en donde veía la oposición, la rebeldía y la potencia indígena, entraría en cólera. Losada decidiría poner precio a su cabeza y dictaría públicamente los cargos de homicidio, robo, asalto y violación en su contra; confió este delicado encargo al alcalde Francisco Infante, quien, con indios que conocían el paradero del cacique, salió de Caracas con 80 hombres. A fines de 1567 o inicios de 1568, Infante y sus hombres, conducidos por guías nativos que habían sido chantajeados, dieron con el

Pedro Centeno Vallenilla, El Cacique Terepaima, S/F. Colección Héctor Moreno. Cortesía Galería de Arte Nacional.

> Últimas palabras de Guaicaipuro Según nos refiere el autor, le fueron transmitidas por los soldados de Infante a Don Diego de Losada, quien a su vez las transmitió al Real Consejo de Indias: “¡Ah españoles cobardes!, porque os falta el valor para rendirme os valéis del fuego para vencerme. Yo soy Guaicaipuro, a quien tanto buscáis y nunca tuvo miedo a vuestra nación soberbia: pero, pues, ya que la fortuna me ha puesto en lance, en que no me aprovecha el esfuerzo para defenderme, aquí me teneís; matadme para que con mi muerte, os veáis libres del temor que siempre os ha causado Guaicaipuro”

paradero de la choza de Guaicaipuro, en las cercanías de Paracotos. Según la leyenda, Guaicaipuro prendió fuego a su choza y se suicidó antes de permitir que los españoles lo encontraran con vida. Sin embargo, la otra versión sobre su muerte, que es la que ofrece el cronista José de Oviedo y Baños, narra que tras una larga batalla por su vida, los españoles, imposibilitados de entrar a la choza, decidieron lanzar una bomba de fuego sobre el techo de paja, obligando a salir a Guaicaipuro, quien perece luchando con la espada que le había ganado a Juan Rodríguez Suárez, conquistador español ajusticiado por él en 1561.

Para seguir leyendo... ▶ Hermano Nectario María. Los indios teques y el cacique Guacaipuro. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1971. ▶ Juan de Ocampo. Los caciques heroicos: Paramaiboa, Guaicaipuro, Nicaroguán. Madrid, Editorial América, 1918. ▶ José Oviedo y Baños. Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela. Caracas, Fundación Ayacucho, 1992. ▶ Francisco Alejandro Vargas. Guaicaipuro, el cacique de Los Teques. Los Teques, Instituto Autónomo de Cultura del Estado Miranda, 2001.

¡ Andreína Bravo MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 19


NUESTRAMÉRICA

La Junta de Quito Un sacrificio por la libertad de Nuestramérica > Con el esfuerzo de estos hombres y mujeres el 10 de agosto de 1809, se abrieron las puertas a la Independencia no sólo de Quito sino de toda Nuestramérica.

S

DE LA MONARQUÍA A UNA JUNTA SUPREMA erían las 11 de la noche del 9 de agosto de 1809 cuando se vió transitar a importantes vecinos de la ciudad de Quito hacia la casa de las Cañizares; se reunían secretamente, en una asamblea extraordinaria para estudiar la situación política de la monarquía española y la posición que debía tomar la ciudad respecto a la abdicación del trono por parte del rey Fernando VII a los franceses. Napoleón Bonaparte había ocupado con sus tropas la mayor parte del territorio español y obligado a su monarquía a ceder el poder a su hermano José Bonaparte. Los hombres que participarían en aquella asamblea no se imaginaban la influencia que tendrían en toda América. Abrían un nuevo camino hacía la libertad, que conduciría a la Independencia del yugo español que había

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Luis Cadena, Las tropas realistas venidas de Lima a órdenes de Arredondo masacran a los patriotas quiteños el 2 de agosto de 1810, 1875. Colección Museo Colegio Militar Eloy Alfaro. Fotógrafo: Christoph Hirtz.

sometido a estos territorios durante 300 años. La convocatoria se realizaría casa por casa, invitando a buen número representativo de las distintas condiciones sociales, resaltando, en este sentido, la participación de los barrios populares aledaños al centro de Quito. Juan de Dios Morales presidiría la sesión. Allí dio noticias de España e invitó que se iniciara la discusión sobre la formación de una Junta Suprema que resguardara el poder del rey. Finalmente, los asistentes tomaron la histórica decisión de instalar en la ciudad de Quito una Junta Suprema, que tendría como jurisdicción los territorios de la Real Audiencia de Quito y reemplazaría a las autoridades monárquicas asenta-


D´Orbigny, M. A. y Eyries, J.B., Viaje pintoresco a las dos Américas Asia y África, Barcelona, Imprenta de Juan Oliveres, 1842, Colección Libros Raros de la Biblioteca Nacional de Venezuela. Colección Banco Central de Quito. Cortesía Galería de Arte Nacional.

NUESTRAMÉRICA

das en el territorio, al tomarlas como sospechosas de ayudar a la incursión de los franceses en América. En palabras de los protagonistas “la Junta manda que prendamos a todos los chapetones porque quieren degollarnos y entregarnos a la Francia. Viva el Rey, viva la Religión”. EL NUEVO GOBIERNO AUTÓNOMO Ya en la madrugada del 10 agosto de 1809 se había conformado una Junta Suprema Gubernativa conservadora de los derechos del Rey de España, Fernando VII. Allí se ratificaría la destitución de las autoridades españolas, entre ellas, el presidente de la Audiencia, el Regente, el oidor, los asesores, el comandante de los dos batallones de veteranos, al ayudante mayor, el ayudante de la plaza, el colector de diezmos, el administrador de correos. Además, se plantearía la necesidad de formar un ejército que respaldara a la Junta Su-prema y asegurara la estabilidad. En efecto, el ejército pasó a llamarse Falange, compuesto por 4 batallones integrados por 900 hombres cada uno, bajo el mando del recién nombrado Inspector General y Coronel, Juan Salinas. A las 3 de la madrugada del 10 de agosto, la Junta daría la orden de asaltar el cuartel de infantería y de caballería de la ciudad; paralelamente, nombraría horas más tarde cada uno de los integrantes del nuevo

gobierno, compuesto por varios poderes: Ministerio de Estado, Guerra y Negocios Extranjeros, Ministerio de Gracia y Justicia y el Ministerio de Hacienda. La participación de los sectores populares, entre ellos soldados y algunos oficiales de bajo rango, permitiría el éxito de las operaciones durante los primeros días de instalada la Junta. Grupos de militares ejecutaron los respectivos arrestos, a excepción del conde Ruiz del Castillo, presidente de la Audiencia depuesto por la Junta, quien permanecería detenido en su hacienda. Don Manuel Ángulo fue el encargado, junto con el mercader José Vallejo, de conseguir el apoyo de los representantes ▶ > Rafael Salas. Vista de Quito. 1860.

Colección Banco Central de Quito. Cortesía GAN-CINAP

> Ya en la madrugada del 10 agosto de 1809 se había conformado una Junta Suprema Gubernativa conservadora de los derechos del Rey de España, Fernando VII. Allí se ratificaría la destitución de las autoridades españolas.

MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 21


NUESTRAMÉRICA de la Junta Suprema no sólo para la toma de posesión del nuevo gobierno, sino para arrestar a las autoridades españolas en la ciudad de Quito. Aquel día, en rigor, sería de regocijo para toda la ciudad. Se escenificaron varios actos, entre ellos: la realización de disparos desde las 6 hasta las 11 de la mañana, con un intervalo de 15 minutos; pregonar la llegada de la revolución; iluminar las plazas por tres días consecutivos; hacer misa de Te Deum e iniciar procedimientos para entablar comunicaciones con otros territorios de América en busca de reconocimiento y aceptación de la Junta. INSTALACIÓN Y MANDATOS DEL NUEVO GOBIERNO Al tercer día, la Junta Suprema se instalaría formalmente. El objetivo principal de la ceremonia sería obsequiarle al nuevo gobierno los homenajes propios que toda autoridad política merecía. Asistieron a rendir reverencia el cabildo secular y el eclesiástico, seguido por las comunidades regulares, la universidad, los tribunales y los tres poderes del nuevo gobierno. El 11 de agosto, la Junta Suprema proclamaría su segundo bando que causaría controversia. En él se anunciaron disposiciones que respondían a demandas que los quiteños por años habían solicitado y que nunca habían sido tomadas en cuenta, ni por las autoridades locales ni por las peninsulares. Entre ellas: ´ Abolición del estanco de tabaco. ´  Abolición del derecho que llamaban “cabezón”, también llamado alcabala, pagado por las haciendas de acuerdo a su producción. ´  Rebaja del papel sellado a la mitad del valor de 1809. ´  Indulto general para los reos que hubieran cometido cualquier delito. ´  Nombramiento del obispo de Popayán y Guayaquil. El movimiento juntista de Quito se vio apoyado por el bajo clero, quien resultó favorecido por los nombramientos del nuevo gobierno. ´  Creación de un consulado que atendiera los temas referidos al comercio. ´  Solicitud de trasladar la Casa de la Moneda, ubicada en Popayán, a la ciudad de Quito para tener el control de la emisión de oro y plata. ´  Aumento del precio de la moneda al doble, además, la creación de una moneda de cobre que agilizara la circulación y los intercambios comerciales. ´  Trasportar diez mil canutos de guadua, para fabricar artillería. ´  Nombramiento de corregidores en reemplazo de los titulares enviados por el Rey. ´  Nombramiento de la plana menor del ejército o Falange, compuesto por capitanes, tenientes y subtenientes, quienes en su mayoría provenían de sectores populares —tanto que se llegó a pensar que en todas las familias de Quito había por lo menos un oficial que formara parte de la revolución. Otro de los anuncios polémicos sería lo concerniente al envío de comisionados de la Junta a diferentes puntos del norte y sur de la ciudad de Quito: Popayán, Gua22 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

> La participación de los sectores populares, entre ellos, soldados y algunos oficiales de bajo rango, permitiría el éxito de las operaciones durante los primeros días de instalada la Junta.

yaquil, Cuenca, Barbacoas y Pasto. La meta de cada comisionado era destituir a los gobernadores de estas provincias y proceder a instalar la autoridad de la Junta Suprema en todo el territorio. Ya, a finales de agosto de 1809 llegarían a Quito noticias inquietantes: comenzaban a darse los primeros conflictos de poder en los departamentos vecinos, además de choques y enfrentamientos armados, sazonados por la traición y cobrados en última instancia por la muerte. TRAICIÓN Y PERSECUCIÓN La reacción de las provincias vecinas no se limitaría en denunciar ante España estas medidas de la Junta. Sin esperar más tiempo, el deseo era cercar a la ciudad quiteña y exterminar con tu ataque la insurrección autonomista. Entre tanto, los miembros de la Junta enviaron dos divisiones de la Falange con el propósito de defender a la ciudad: una al sur, liderada por el Teniente Coronel Antonio Ante, y otra al norte, bajo el mando del Teniente Coronel Javier Ascasabi. Aún así, el panorama empeoraría cuando las provincias vecinas someterían a la ciudad con un corte de comunicaciones y con un bloqueo


y nes

NUESTRAMÉRICA alimenticio. Frente a esto, la gran mayoría de quiteños empezarían a ser víctimas de la desesperación: invadirían las haciendas para arrebatar cualquier alimento. En este momento crítico, los miembros de la Junta Suprema fueron cayendo en el desasosiego: algunos decidirían retirarse del gobierno autonomista, tal como lo hizo su presidente, el Marqués de Selva Alegre. Pese a esto, la mayoría continuó al mando, confiando a que noticias positivas llegasen desde el norte y del sur del país. El mes de septiembre de 1809 se supo que las tropas enviadas por el gobierno autonomista al sur habían sido derrotadas y sus hombres presos, con el agravante, por su parte, de que las provincias de Cuenca y Guayaquil habían formado ejércitos para atacar Quito, ayudados por tropas provenientes de Lima. En el norte la situación no era mejor; la división de la Falange enviada desde Quito fue toda puesta en prisión y enviada a la ciudad de Pasto para proceder a su juicio; allí se determinó la orden expresa de embargar los bienes y perseguir a todos los quiteños que se encontraran en las ciudades de Popayán y Pasto. En resumen, se registraron varios arrestos en dichas ciudades enemigas, emitiendo cada una su juicio: “...Horrorosa e infame Junta; sediciosos y rebeldes a los que se adhirieron los traidores que aceptaron cargos en la junta superior…”. El 16 de octubre del mismo año, las tropas provenientes de Lima y Guayaquil seguirían avanzando contra la ciudad, mientras los miembros de la Junta

Suprema empezaban a buscar soluciones desesperadas. Prácticamente la Junta se había desintegrado y sólo quedaban tres hombres que fueron persuadidos para que traicionaran los ideales del gobierno independiente e iniciaran conversaciones con el presidente depuesto, el Conde Ruiz del Castillo, para que los monárquicos regresaran al poder. El resultado sería devastador: las autoridades españolas regresarán al poder después de que Ruiz del Castillo jurara no arremeter contra los que habían apoyado la Junta y permitirles permanecer en la ciudad, así como se comprometió a evitar que las tropas provenientes de Lima ingresaran a Quito. EL CONDE RUIZ DE CASTILLO Y EL RÉGIMEN MONÁRQUICO Sentado de nuevo en su trono de presidente, la persecución comenzó. El Conde Ruiz de Castillo no sólo violó su promesa de no castigar a los juntistas, sino que abrió la posibilidad para que las tropas de Lima, lideradas por Manuel Arredondo, entraran a la ciudad y masacraran a la población. Esta posibilidad ya era un hecho, a juzgar por el pésimo estado de las tropas militares leales al gobierno autonomista, cundido en la dispersión y hechos prisioneros; los únicos baluartes que aún resistían para entonces eran Juan Guerrero y Víctor de Sanmiguel. Aniquilado totalmente el ejército de la Junta Suprema, el Conde Ruiz del Castillo reempla- ▶

> Llamado de la Junta de Caracas para la realización de unos funerales en honor a las víctimas en Quito.

En Textos oficiales de la Primera República de Venezuela, Caracas, Academia Nacional de Historia, 1959, Tomo II.

MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 23


NUESTRAMÉRICA > Reacciones de las Supremas Juntas de Caracas y Santa Fe

D´Orbigny, M. A. y Eyries, J.B., Viaje pintoresco a las dos Américas Asia y África, Barcelona, Imprenta de Juan Oliveres, 1842, Colección Libros Raros de la Biblioteca Nacional de Venezuela.

El 23 de octubre de 1810, la Gaceta de Caracas reseñaba la triste noticia proveniente de Quito, sobre la masacre de que habían sido objeto los prisioneros y el pueblo quiteño el 2 de agosto. El manifiesto afirmaba: “El gobierno sabe demasiado que el noble y generoso pueblo de

Caracas ha tomado la parte que debe en las infaustas noticias de Quito: no quiere renovar esta profunda y dolorosa herida repitiendo los detalles que todos saben y lamentan…” 1 . Así mismo, los hermanos Ribas, junto con José María Gallegos, lideraron una protesta callejera de un grupo de

zó al ejército de la Junta por la fuerza militar de Lima, quien lo custodió el 25 de octubre de 1809, día en que se posesionó y anunció la declaración de nulidad e insubsistentes las sentencias y decisiones que la Junta Suprema de Quito había decretado durante su funcionamiento. El 30 de noviembre, Ruiz del Castillo despidió a todos los soldados quiteños sin reconocerles sueldo ni fuero militar. La restitución del gobierno monárquico no solucionaría en absoluto la situación de Quito. En 1810 las cosas empeorarían. Se ordenaría encarcelar a todos los revolucionarios: uno a uno comenzaron a ser enjuiciados y sus bienes confiscados; mientras, los habitantes empezaron a tomar conciencia del retroceso que había tenido la ciudad en términos políticos, sociales y económicos. El absolutismo de nuevo oprimiría a todos los quiteños, quienes, en vista de las injusticias y persecuciones a inocentes, decidieron conformar en los barrios grupos de defensores de la ciudad, cuyo principal objetivo era liberar a los hombres que un día desafiaron la autoridad real para llevar al pueblo hacía la Independencia. Cuando las autoridades reales se 24 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

pardos frente a la sede de la Junta de Caracas para solicitar la inmediata expulsión de todos los españoles y canarios que se encontraran en la ciudad en solidaridad con lo ocurrido en Quito y para que eventos de traición de los peninsulares no se repitiesen en Caracas.

Parecida reacción tuvieron los miembros de la Junta de Santa Fe, quienes emitieron un Manifiesto que fue publicado en las ediciones de la Gaceta de Caracas durante los meses de noviembre a diciembre. Se analizaba lo ocurrido contra la Junta de Quito y su pueblo, las reacciones de las autoridades españolas que fueron cómplices de la masacre y las consecuencias que podía tener ese doloroso suceso en los pueblos americanos. La edición del 11 de noviembre de 1810 afirmaba: “Quito fue la presa de los furores del Gobierno, y padeció todas las violencias de las tropas, á quienes el Comandante (Manuel Arredondo) había ofrecido cinco horas de saqueo, el que se conmutó en el disimulo de los robos públicos, estupros y otros atentados, asombra leer la condescendencia con que aquel Gobierno autorizaba la insolencia de las tropas limeñas…” 2.

enteraron de la movilización popular aumentaron la seguridad en la prisión donde se encontraban recluidos los juntistas. LA MATANZA DEL 2 DE AGOSTO DE 1810 Intentando liberar a los detenidos, estas brigadas populares armadas sólo con cuchillos entrarían a la fuerza a la prisión de la ciudad el 2 de agosto de 1810. Las tropas limeñas, armadas en cambio con fusiles, masacrarían a éstas cruelmente. El Teniente Coronel limeño, Manuel Arredondo, de inmediato emitió la orden de ajusticiar a los prisioneros antes de que la población en esta jugada desesperada liberase a los juntistas. Pero no sólo quedaría allí esta maniobra violenta: las tropas monarquistas saldrían a las calles a asesinar a todo aquel que defendiera la independencia: robaron, violaron, torturaron y asesinaron sin distingos de edad y de sexo. Estos actos de barbarie fueron cobijados por quien fuera ratificado como representante del Rey en Quito, el Conde Ruiz del Castillo. Con la sangre derramada por estos hombres y mujeres que el 9 de agosto de 1809, se abrieron las puertas a la Independencia no sólo de Quito sino de


NUESTRAMÉRICA Las tropas monarquistas saldrían a las calles a asesinar a todo aquel que defendiera la independencia: realizaron robos, violaciones, torturas y asesinatos sin distingos de edad y de sexo.

C. A. Villacrés, Asesinato del doctor Manuel Rodríguez de Quiroga, oriundo de Chuquisaca y ministro de Gracia y Justicia de la Junta Patriótica, en el cuartel Real de Lima, el 2 de agosto de 1810, cuando lo visitaban sus hijas, 1909. Colección Museo Colegio Militar Eloy Alfaro. Fotógrafo: Christoph Hirtz.

toda Latinoamérica. Se demostraría que los pueblos americanos podían asumir su propio destino de una manera independiente y soberana, y que los sectores más oprimidos por el dominio español adquirían conciencia de su papel en la historia. El sacrificio de los quiteños impulsó a otros movimientos americanos para seguir luchando por la revolución; su ejemplo sería seguido por las juntas que se formaron en Caracas (Capitanía General de Venezuela), Santa Fe (Nueva Granada), Santiago de Chile (Capitanía General de Chile) y Buenos Aires (Virreinato del Río de la Plata).

> 1 Gaceta de Caracas. Imprenta Gallagher y Lamb. 23 de noviembre de 1810. Tomo II, número 3 > 2 Gaceta de Caracas. Imprenta Gallagher y Lamb. Tomo II, número 10

Para seguir leyendo... ▶ Memorias del General O´leary. Caracas, Ministerio de la Defensa, 1981. Tomo 13. ▶ Gerardo Guerrero Vinueza. Historia Crítica de Nariño. Volumen II. Pasto en la Guerra de Independencia 1809 – 1824. Bogotá, Editorial Tecnimpresores, 1995.

¡ Rocío Castellanos MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 25


SECCIÓN SIGLO XIX

De que va Rebelión, federación y nación 1830-1899

Ezequiel

Zamora Líder popular y estratega militar

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SIGLO SECCIÓN XIX

1830-1899 Rebelión, federaciónDey nación que va

Pío Slaghetter, “Ezequiel Zamora” en Laureano Villanueva, Vida del valiente ciudadano Ezequiel Zamora, Litografía del Comercio, 1892.

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SIGLO XIX

1830-1899 Rebelión, federación y nación

Ezequiel Zamora

y los dos liberalismos A ntonio Leocadio Guzmán, director del periódico caraqueño El Venezolano, y principal figura y vocero del movimiento llamado liberal, había alcanzado, para el momento de las elecciones de 1846, el rango de candidato presidencial. Eran evidentes sus posibilidades de triunfo, dado el contundente respaldo popular con el que contaba. Guzmán había sido fundador de la Sociedad Liberal de Caracas, núcleo del futuro Partido Liberal venezolano, en 1840. Simultáneamente, como resultado de una hábil estrategia comunicacional y un estilo nuevo de editorialismo directo y polémico, El Venezolano se convirtió en un poderoso frente generador de opinión opositora contra el régimen conservador y reaccionario que imperaba en el país desde 1830. > Dos fuerzas enfrentadas Bajo la sombra protectora de José Antonio Páez se yergue la “oligarquía conservadora” y tras el verbo de Antonio Leocadio Guzmán, la crítica feroz al régimen conservador.

La imagen de Guzmán proviene de: En Los liberales amarillos en la caricatura venezolana, Caracas, Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, 1982. La de Páez: Colección Museo Bolivariano

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El Partido Liberal agrupaba inicialmente a los terratenientes endeudados o marginados del poder, enfrentados a una burguesía mercantil y usurera que había venido apoderándose del control económico y político de la república bajo la sombra protectora del antiguo héroe José Antonio Páez. Antonio Leocadio Guzmán bautizaría a este sector explotador dominante con un apelativo que desbordaría sus propias intenciones demagógicas y que sobreviviría a su propia memoria: lo llamó “la Oligarquía”. En efecto, pronto los sectores populares que se convirtieron en la audiencia dura de El Venezolano, alimentando las ambiciones solapadas de Guzmán, hicieron suya aquella calificación política. La Oligarquía pasó a representar el rostro aborrecible de una república que había restaurado a sangre y fuego

la opresión y el vasallaje contra el que el pueblo insurgió en la Guerra de Independencia. Entre los pequeños propietarios y comerciantes de los centros urbanos, devorados y arruinados por las leyes e instituciones que amparaban la usura desenfrenada de los grandes capitales mercantiles, pero también entre los esclavos artesanos y criados, entre los manumisos que esperaban la mayoría de edad para obtener una libertad dudosa, entre los peones y gañanes cautivos de los latifundios, entre los campesinos, negros, indios, zambos y mulatos, blancos de orilla y hasta canarios, sujetos como siervos feudales, cuya vida misma era la deuda de existir sobre la tierra ajena, comenzó a correr el lema que retumbaría pronto con tambores de sangre sobre Venezuela: “Horror a la Oligarquía”, seguido de “¡Oligarcas temblad!”.


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1830-1899 Rebelión, federación y nación LA PRENSA LIBERAL POPULAR A medida que el liberalismo amarillo (color adoptado frente al rojo o “colorado”, característico de los oligarcas o “godos”) aglutinaba el descontento popular y se convertía en movilizador de masas, la acción mediática de El Venezolano se hacía más agresiva y ofensiva, pese a que los contenidos ideológicos o programáticos emitidos por Guzmán eran más bien vagos o abstractos. El proyecto político esbozado en el vocero liberal parecía reducirse a “hombres nuevos, alternabilidad republicana y apego a la Constitución.” El periódico de Guzmán jamás cuestionó la Constitución de 1830, que afianzaba la esclavitud, protegía el latifundio y restringía exorbitantemente la condición de ciudadanía y la participación democrática. La ofensiva mediática guzmancista se basaba en el sarcasmo, la ridiculización y el descrédito como principal armamento, antes que en la discusión de principios o la apelación de reivindicaciones. En el fondo, el liberalismo de Antonio Leocadio Guzmán tenía por fin presionar al régimen conservador para que compartiera el poder con la otra oligarquía desplazada, cuyas aspiraciones él representaba. Como buen demagogo, buscaba apoyarse en el descontento de los sectores populares para lograr sus objetivos elitistas. El estilo y el ejemplo de El Venezolano sirvieron para desencadenar, sin embargo, una copiosa y multitudinaria prensa popular donde sí se hacían manifiestos los reclamos y reivindicaciones de las masas oprimidas, que enarbolaban cada vez más profusamente la bandera liberal amarilla. La numerosa lista de periódicos y pasquines fue dando expresión a un verdadero “liberalismo popular”, sustantiva y profundamente distinto al liberalismo de salón guzmancista cuya aspiración era compartir el poder con los “oligarcas” difamados por El Venezolano. En publicaciones como El Centinela del Ávila, El Relámpago, El Agricultor, La Nueva Era, La Noche

> El estilo y el ejemplo del periódico El Venezolano alentaron una copiosa prensa popular que dio voz a los reclamos y reivindicaciones de las masas oprimidas.

Buena de la Oligarquía, Los Ayes del Pueblo, El Zancudo, y muchos otros, podían leerse, por ejemplo, las más desnudas acusaciones contra el general Carlos Soublette, presidente de turno, y José Antonio Páez, sombra tutelar de la República: “Ladrones descarados, viejos impúdicos cargados de años y de crímenes”. El periodismo satírico, humorístico y coloquial de estos papeles, que se publicaban y circulaban en Caracas y otras ciudades del país, sirve de soporte al programa alternativo popular, que comienza a cristalizar como clamor político de una nueva y peligrosa masa, en las urbes y en los campos: propósitos como “comunidad de las tierras”, “racionalización de la propiedad”, “elección popular”, “libertad de los esclavos”, circularán de boca en boca. La oligarquía conservadora, inquieta, hace responsable de esta ebullición al demagogo Guzmán. Juan Vicente González, su acérrimo enemigo comunicacional, llegará a tildar a los liberales de “comunistas y anarquistas”, reclamando la más drástica represión de aquel movimiento que amenazaba la propiedad y la seguridad oligárquicas. A raíz de un juicio por difamación en que se vio envuelto, el 9 de febrero de 1844, Antonio Leocadio Guzmán, a punto de ser condenado por el tribunal, observa con asombro la

multitud de pueblo que se aglomera a las puertas del juzgado, portando armas y voceando consignas liberales, para exigir su absolución y vitorearlo como conductor indiscutible de las aspiraciones populares. Entre el tumulto, y entre fogonazos de trabuco, el pueblo expresa su pretensión irrevocable de “poner a Guzmán en la silla”. Se escucha por primera vez la consigna estreme- ▶ > Juan Vicente González llegará a tildar a los liberales de “comunistas y anarquistas”.

En: Manuel Pérez Vila, Caricatura política del Siglo XIX, Caracas, Cuadernos Lagoven. 1979.

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SIGLO XIX

1830-1899 Rebelión, federación y nación La oligarquía pasó a representar el rostro aborrecible de una república que había restaurado a sangre y fuego la opresión y el vasallaje contra el que el pueblo insurgió en la Guerra de Independencia.

cedora: “¡Oligarcas temblad!”. Guzmán es absuelto por un juez temeroso de la plebe furibunda. El historiador Ramón Díaz Sánchez, sin ocultar su repulsión por las masas, describe el acontecimiento: “Diríase que en la estrecha calle ha venido a verterse toda la escoria humana de los suburbios y que esa marejada rugiente no tardará en derribar a la guardia e invadir el salón. Allí están el albañil, el parihuelero y el conuquero. También la mujer que lava la ropa. ¡Cómo brillan sus ojos, antes apacibles y humildes, y cómo se dilatan sus bocas para verter esos chorros de odio que hierve en sus corazones!”. La demagogia de Guzmán se vería poderosamente desbordada por las fuerzas populares, que él mismo había soliviantado, en dos ocasiones históricas: el 9 de febrero de 1844, cuando la simpatía de la multitud lo catapultó a la candidatura presidencial; el 5 de septiembre de 1846, durante la célebre y fallida entrevista con Páez en La Victoria, cuando pretendiendo pactar con los godos se convirtió sin quererlo, a los ojos de la oligarquía, en instigador y cabecilla de una populosa insurrección armada. LA SOCIEDAD LIBERAL DE VILLA DE CURA Pero será Ezequiel Zamora, blanco de orilla sin renombre, radicado como pulpero y pequeño comerciante de ganado en Villa de Cura, sin otra instrucción formal que la escuela de primeras letras (que había cursado en Caracas) y profundo admirador de la Independencia (su padre, fallecido en 1821, había sido soldado patriota), la Revolución Francesa y Espartaco, quien con una intuición genial dará verdadera consistencia y proyección revolucionaria al liberalismo popular emergido en los años de 1840 gracias al amarillismo y la demagogia de Antonio Leocadio Guzmán. La insurgencia popular existía sin duda, sobre todo en los campos, donde la injusticia social mantenía 30 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

Sigfried Georg (Fritz) Melbye, Soldados. Colección Banco Central de Venezuela

> La insurgencia popular existía sin duda, sobre todo en los campos, donde la injusticia social mantenía su atrocidad medieval.

su atrocidad medieval, en forma de una permanente fuga de esclavos y peones endeudados, agrupamientos ilegales alternativos como las rochelas, el bandolerismo incesante que azotaba sin tregua los vastos latifundios, los grupos guerrilleros rebeldes minúsculos y dispersos. Será Ezequiel Zamora quien, entendiendo el espíritu y las condiciones del recién surgido “liberalismo popular”, sepa valerse de él para consolidarlo como organización política y militar, dotando de argumentos, objetivos y formas de acción al ya insostenible descontento popular acumulado por la voracidad oligárquica desde 1830. La Villa de San Luis de Cura, enclavada en el corazón de los Valles de Aragua, se convertirá, por obra de la diligencia y tenacidad de Zamora, en el epicentro de una revolución en ciernes. A ejemplo de la Sociedad Liberal de Caracas, el futuro caudillo de la guerra popular venezolana (por ahora agitador y dirigente partidista de pasmosa eficacia entre la población rural de los aguerridos Valles Centrales) ha fundado por su cuenta la Sociedad Liberal de Villa de Cura, desde don-

de Zamora construye una trama de conexiones y firmes lealtades que se propaga hacia Oriente y Occidente con los rizomas de la resistencia espontánea antioligárquica. El liberalismo popular dirigido por Zamora prefiguraba las estrategias de propagación de los partidos revolucionarios modernos. El programa político de la Sociedad Liberal zamorana, cuyo eje transversal es el reparto de la tierra y la libertad de los esclavos, se articula en cuatro principios simples pero consistentes, que eran fácilmente absorbidos por las masas afiliadas debido a su concreción y su raigambre en la realidad de la opresión reinante: “Comunidad de las tierras”; “Hombres libres”; “Elección popular y principio alternativo”; “Horror a la oligarquía”. Ellos están presentes sistemáticamente en las intervenciones orales y en las cartas y comunicaciones de Zamora. La consigna que los sintetiza será “Tierras y hombres libres”, la cual pasará a ser divisa de la rebelión campesina de 1846, junto a los lemas “Viva la libertad” y, cuando la lucha armada arrecie, “Libertad o muerte”.


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1830-1899 Rebelión, federación y nación Ferdinand Bellermann, Valles de Aragua, 1844. Colección: Staatliche Museen zu erlin. Cortesía Galería de Arte Nacional.

LA ENTREVISTA DE LA VICTORIA Y EL FIN DE LA POLÍTICA En el sistema electoral vigente desde 1830, que de entrada sólo permite el voto a una mínima parte de la población (hombres, mayores de edad, propietarios, con una renta mínima anual determinada, no deudores y no penalizados por la justicia), el Presidente de la República es elegido en tercera instancia por los miembros del Congreso, los cuales derivan de las correlaciones de fuerzas presentes en las asambleas provinciales, y, precedentemente, de los consejos municipales en que se agrupan los representantes de los cantones. Numéricamente, todo permite predecir que, dada la representación liberal en las primeras instancias electorales, Antonio Leocadio Guzmán está destinado a convertirse en presidente en la elección de 1846. Los votos de los godos no se han capitalizado en torno a un solo candidato. Los más cercanos

> La Villa de San Luis de Cura, enclavada en el corazón de los Valles de Aragua, se convertirá, por obra de la diligencia y tenacidad de Zamora, en el epicentro de una revolución en ciernes.

rivales de Guzmán son los generales José Tadeo Monagas y Bartolomé Salom. La oligarquía paecista, dueña del control político desde hace más de una década, no parece dispuesta a dejarse arrebatar el poder y, desde meses antes de la fecha fijada para la elección presidencial, ejecuta una serie de maniobras políticas y judiciales destinadas a descalificar a los electores liberales. El mismo Ezequiel Zamora, en base a una acusación falsa, es inhabilitado como elector por el cantón de Villa de Cura. La situación política general es tensa y violenta, con una desconfianza creciente de los sectores populares en el proceso. Pese a la presencia en su seno de figuras honestamente progresistas, como Tomás Lander (fallecido inesperadamente en 1845) y

Manuel María Echeandía, José Manuel García y Felipe Larrazábal, el Partido Liberal, amedrentado por la convulsividad social imperante, cede a la tentación de pactar con los colorados. Por medio del general Santiago Mariño, quien se dice amigo común de ambos, se pauta para los primeros días de septiembre una entrevista entre Antonio Leocadio Guzmán y el máximo líder conservador, el mismo general José Antonio Páez. Se fija un punto equidistante para el encuentro: La Victoria, entre Caracas y Valencia, donde reside el enfermo centauro. Una comitiva de notables liberales parte de Caracas al despuntar del día. Pero lo que debía ser la discreta travesía de una élite política va a convertirse en una marcha popular multitudinaria a medida que miles de partidarios guzmancistas van ▶ MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 31


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1830-1899 Rebelión, federación y nación sumándose al cortejo aun antes de salir completamente de la ciudad. Federico Brito Figueroa, en su magistral biografía Tiempo de Ezequiel Zamora, construye, con abundantes citas testimoniales, un cuadro memorable del suceso, que culminaría en los motines del 5 de septiembre y marcaría el inicio de la rebelión campesina de 1846, que será liderada por Zamora. “La comisión sale de Caracas el martes 1º de septiembre, a las siete de la mañana, ya desde la parroquia San Juan comienza a cambiar de contenido social: en El Empedrado ‘se incorpora gran cantidad de personas pertenecientes a la clase proletaria’ y en los pueblos y caseríos del trayecto se incorporan campesinos, arrieros, artesanos armados de lanzas, espadas, trabucos, pistolas y machetes, y en San Pedro de Los Altos Ezequiel Zamora que ‘marcha armado de una lanza enastada organiza a los hombres de cuatro en fondo’, hecho que no deja de atemorizar a Antonio Leocadio Guzmán […] Cuando la comitiva llega a La Victoria es una verdadera manifestación de masas: ‘… hombres descalzos y sucios marchaban enlazados por los brazos y se balanceaban al compás de la música, con gritos ensordecedores: ¡Viva la libertad! ¡Viva nuestro presidente Guzmán! Iba luego un cuerpo de hombres a caballo compuesto de comisiones de Caracas y de los pueblos de Aragua. Llevaban en los sombreros bandas amarillas con el mote de Viva Guzmán, que también se leía en una gran bandera tricolor’ […] Antonio Leocadio Guzmán saludó a los manifestantes con el sombrero en la mano y dirigió algunas palabras con ánimo de que se disolvieran, la respuesta se la dieron millares de voces que gritaban: ‘¡Comunidad de tierras!, ¡Libertad de los esclavos!, ¡Abajo los oligarcas!, ¡Viva 32 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

> Antonio Leocadio Guzmán será inculpado por desórdenes. Más tarde recibirá el indulto de José Tadeo Monagas. Ezequiel Zamora se irá a las armas y encabezará la primera gran rebelión campesina en 1846.

Colección Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional.

la libertad!, ¡Oligarcas temblad!’, al mismo tiempo que los hombres del pueblo disparaban sus pistolas y trabucos al aire.” Estas circunstancias harán obviamente imposible la entrevista con Páez. A la notoria incomodidad y frustración de Guzmán se sumará la llegada de dos noticias que conmocionarán a aquella masa demasiado entusiasta, estimada por Laureano Villanueva en unas 4000 personas: los godos habían decidido otorgar sus votos a José Tadeo Monagas, con lo cual se aseguraban virtualmente el triunfo; el veterano soldado de la independencia, el Indio Francisco José Rangel, amigo y copartidario de Zamora, se ha alzado con una muchedumbre de peones y esclavos en los Valles de Aragua, bajo la bandera de “Tierras y hombres libres”, con la intención de apoderarse de Villa de Cura. La violencia estalla en La Victoria. La guarnición debe salir a la calle a reprimir el tumulto. Una parte de los líderes liberales caraqueños acusan a Guzmán de traición y se declaran partidarios de la insurrección. Las autoridades oligárquicas

desatarán a raíz de estos sucesos una sangrienta persecución de todos los elementos liberales, tanto urbanos como rurales, instaurando “la paz de los patíbulos”, como se llamó popularmente. Antonio Leocadio Guzmán será inculpado por los desórdenes, capturado y condenado a muerte, aunque más tarde recibirá el indulto del conciliador José Tadeo Monagas. Ezequiel Zamora se irá a las armas, encabezando la primera gran rebelión campesina que preludiará, con trece años de anticipación, la Guerra Federal de 1859-1863. ¡ Juan Antonio Calzadilla

Para seguir leyendo... ▶ Lisandro Alvarado, Historia de la Revolución Federal en Venezuela. En: Obras completas, La Casa de Bello, Caracas 1989. ▶ Federico Brito Figueroa, Tiempo de Ezequiel Zamora. UCV Ediciones de la Biblioteca. Caracas, 1996. ▶ Laureano Villanueva, Ezequiel Zamora: Vida del Valiente Ciudadano. Alcaldía de Caracas, Fondo Editorial Fundarte, Caracas, 2002.


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Las insurrecciones

campesinas del 46 John Hamilton Potter, Travels through the interior provinces of Columbia, Londres, J. Murray, 1827.

> En 1846 se evidencian enormes contradicciones entre las élites políticas y el malestar de las masas desposeídas que aguardan todavía las mejoras ofrecidas durante la independencia. El general Zamora, acompañado de otros líderes locales, se pone al frente de importantes movimientos militares bajo las ideas del liberalismo más radical de entonces. En Guambra, en septiembre de 1846, bajo las consignas de ¡Respeto a los campesinos! y ¡Muerte a los blancos! lanza un llamado a las armas, consiguiendo un importante respaldo y dando inicio, así, a las insurrecciones campesinas, preludio a la Guerra Federal.

H

acia 1840, instalado en Villa de Cura, Ezequiel Zamora ya es un respetado pulpero y comerciante de ganadería. Desde entonces es entusiasta partidario de las ideas liberales y un publicista vigoroso de los contenidos del importante periódico del partido liberal El Venezolano. En 1842 a engrosar las filas del recién fundado Partido Liberal y se

> Los valles centrales y los Llanos se encendieron de principio a fin con las consignas: Principio alternativo, elección popular, horror a la oligarquía, y tierra y hombres libres. Se daba así inicio a la oposición armada en contra de la oligarquía conservadora.

convierte en su dirigente en la Villa y regiones aledañas. Las ideas que vocea Antonio Leocadio Guzmán en el celebre periódico liberal caraqueño, encuentran en el joven Ezequiel Zamora un divulgador privilegiado.

Desde su pulpería, el “Valiente Ciudadano” traduce el catecismo liberal en lecciones concretas y aplicadas a la realidad de los pobres campesinos, quienes de inmediato se sienten identificados. ▶ MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 33


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1830-1899 Rebelión, federación y nación Una de las estrategias políticas de mayor significación del General Zamora fue el haber atraído a su causa a antiguos caudillos y hombres levantiscos, indomables y veteranos en el pillaje...

LOS ANTECEDENTES El compromiso de los hombres que se dispusieron a dar una nueva cara a un país salido de las cruentas guerras de independencia y de la desmembración de la Gran Colombia, fue el de recuperar la economía, tarea que pretendieron llevar a cabo a partir de la promulgación de ciertas leyes que se encargarían de incentivar las inversiones extranjeras y de los grandes capitales nacionales. Tal fue el caso de la ley del 10 de abril o de Libertad de Contratos, promulgada en 1834. Esta contemplaba el remate de las propiedades de los deudores que no pudieran pagar a los acreedores y que se cumpliera la voluntad de los contratantes sin ningún tipo de consideración hacia el deudor. Esto, en un principio, fue visto con beneplácito hasta que las consecuencias comenzaron a mostrar la otra cara de la moneda: estafas, injusticias, ruinas de hacendados, perdidas de propiedades en las más absurdas condiciones; aunado a la infame tergiversación y desacato de la Ley de Repartos, las desigualdades entre los nutridos propietarios > Soublette: Enfrentó y reprimió las insurrecciones, para lo que nombró a Páez jefe del Ejercito. Martín Tovar y Tovar, General Carlos Soublette, París, 1874. Colección Palacio Federal Legislativo, Asamblea Nacional. Fotógrafo: Alfredo Padrón

y el resto de la población conformada por esclavos, peones explotados, pequeños comerciantes en dramática situación de quiebra y la represión ante cualquier intento de protesta, los numerosos abusos de poder y corrupción reinante durante los mandatos de José Antonio Páez y Carlos Soublette, comenzaron a calentar el clima social. El 9 de febrero de 1844, fue la fecha en la que se desató la primera revuelta. Los oligarcas mandan a apresar a Antonio Leocadio Guzmán, hombre que se perfiló como líder ideológico del recién fundado partido Liberal y quien con su inflamada demagogia, penetró en las mentes de hombres y mujeres inconformes con los modos de proceder que hasta los momentos habían conocido de la mano del partido conservador. El motivo de esta solicitud de encarcelamiento fue la publicación del periódico El Relámpago. La prensa se había convertido en una poderosa trinchera de denuncias contra los usureros y logreros de la oligarquía conservadora. Ese día, un tumulto de jóvenes universitarios se apostó a las puertas del Jurado, en la esquina de la Pedrera (en la actual Av. Baralt), defendiendo los principios liberales profesados por Guzmán y su partido. A partir de ese día la fama y la buena estima que el partido tenía en el pueblo, se incrementaron determinando su preferencia en las elecciones presidenciales de 1846; sin embargo, la codicia y la saña de los oligarcas aún seguía atenta y a la espera de una nueva oportunidad para sacar del juego a su más grande oponente. EL FRAUDE ELECTORAL DEL 46 En junio de 1846 se preparaban las elecciones presidenciales. El voto era indirecto y censitario, es decir, el proceso estaba supeditado a un Colegio de Electores los cuales eran electos a su vez en asambleas parroquiales por quienes podían ejercer el derecho al sufragio, a sa-

34 MEMORIASDEVENEZUELA Nº35 ABRIL2016

ber: los ciudadanos, hombres que recibían tal rango porque cumplían con determinadas características socio-económicas. En vísperas de los comicios, el Poder Ejecutivo ordena el reclutamiento forzoso de hombres irrespetando la ley de recluta. Esto amedrentó al pueblo y privó a estos hombres de ejercer su derecho al sufragio. Así mismo, durante el proceso, se apostaron en las puertas de los recintos, policías y parte del ejército, a quienes se les dio la facultad de votar cuando no les correspondía por reglamento. Estas faltas formaron parte del plan fraudulento de los personeros de la oligarquía conservadora que, sabiendo que el partido Liberal contaba con gran numero de simpatizantes, optaron por amañar las elecciones. Los resultados se adulteraron en los cantones de Calabozo, Orituco y Chaguaramas. Laureano Villanueva, en su obra biográfica Vida del Valiente Ciudadano Ezequiel Zamora, refiere que: “… el Concejo de Caracas [a manos del poder oligarca] (…) al escrutar los registros, anuló a las parroquias de San Diego, Macarao y La Vega (…) y al sumar los votos de otras contó los que le parecían, alegando unas veces que los nombres estaban escritos de distinto modo en la lista de sufragantes parroquiales que en el registro de sufragio…”. El terrorismo llegaba a su clímax cuando el voto se leía en voz alta y se firmaba en la papeleta. En San Juan de Los Morros intimidan a quienes llevaban consigo la imagen del candidato Liberal, Antonio Leocadio Guzmán; en Magdaleno anularon las elecciones porque hasta el momento sólo habían votado liberales; esto dio origen al alzamiento del indio Rangel, preludio al levantamiento popular liderado por Zamora días más tarde. En el cantón de Villa de Cura tuvo que vérselas la oligarquía con el representante del partido Liberal e incendiario aspirante a elector: el mismo Ezequiel Zamora. Su nombre estaba en las listas de los candidatos.


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1830-1899 Rebelión, federación y nación En las puertas de la sala en donde se llevaban a cabo los comicios se le detuvo cuando pretendió entrar a corroborar que todo marchara apropiadamente. Le acusaron de hacerse propaganda en el pueblo y de haber traído grupos a votar por él, cosa que estaba contemplada en el reglamento de elecciones como una falta y penada por la ley. Ante esta injuria, Zamora se va a las manos con las autoridades que lo acusan injustamente, esto le valió el arresto. Mientras tanto, las partidas campesinas lideradas por el indio Rangel, profundamente resentido por la vejación a la que fue sometido, primero por la expropiación de las tierras que cultivaba y, segundo, por la anulación de las elecciones en Magdaleno, comenzaban a asaltar por los principales poblados del Llano venezolano en nombre del partido Liberal y de la frustración añeja que llevaban a cuestas a causa de las perversidades de una oligarquía que no tenía coto para la ejecución de sus fechorías. ¡A LAS ARMAS! Una de las estrategias políticas de mayor significación del General Zamora fue el haber atraído a su causa a antiguos caudillos y hombres levantiscos, indomables y veteranos en el pillaje, que si bien no luchaban antes por ideales de justicia o libertad, formaron parte del un grupo social insatisfecho y maltratado. Zamora los convenció, reunió a los azotes del Llano y los concentró hacia una causa justa y ética: Tierra y hombres libres. He aquí parte del elemento reivindicativo del ideal zamorano. Unido a personalidades como la del indio Rangel, conocidísimo insurrecto en los Llanos, Pedro Aquino y Santiago Pérez, todos hombres de armas y dispuestos a guerrear bajo cualquier bandera, emprende Zamora las primeras insurrecciones y su labor de concientizar a estos luchadores populares. El primer encuentro será el 1 de septiembre. Capitaneados por el indio Rangel, unos trescientos hombres invaden Güigüe (en el actual estado Carabobo), luego pasan a Yuma, en

> Páez: después de luchar por la independencia al lado del pueblo se convirtió en un poderoso caudillo y cómplice de la oligarquía conservadora Martín Tovar y Tovar, General José Antonio Páez, París, 1874. Colección Palacio Federal Legislativo, Asamblea Nacional. Fotógrafo:

donde ajustician a los empleados de uno de los oligarcas más odiados: Ángel Quintero. Proceden a liberar esclavos y a instigar a que se les unan. La lucha comienza a tomar matices raciales que la encarnizan. Se le unen a Rangel, más indígenas y negros sometidos a situación de esclavitud.

Los valles centrales y los Llanos se encendieron de principio a fin con las consignas: Principio alternativo, elección popular, horror a la oligarquía y, tierra y hombres libres. Para el 20 de septiembre se forman los núcleos armados de indios de Guanarito, los cuales estaban conformados por deudores estafados gracias a las leyes de usura imperantes (ley de libertad de contratos). Según el historiador Federico Brito Figueroa, la revuelta se extiende “…desde los llanos orientales y costas del Orinoco hasta los llanos centrales y occidentales llegando hasta el piedemonte andino”, cubriendo prácticamente la mitad del territorio nacional. Zamora, entre tanto, formaba parte de la escolta que llevó a Antonio Leocadio Guzman a la entrevista de La Victoria con Páez, la cual resultó en nada en medio del alboroto en el que se había sumido el país por aquellos días. Al enterarse Zamora de las revueltas campesinas, decide unirse y resuelve buscar al indio Rangel e invitarlo a defender con principios su proyecto liberal, la causa campesina. Es así como el 9 de septiembre liderados por ▶

> El 9 de septiembre liderados por Rangel y Zamora, se conforma el Ejército del Pueblo Soberano resuelto a acabar con la oligarquía.

Alfredo Padrón Anton Goering, Tropas venezolanas acampadas, hacia 1870. Colección Corina Röhl de Brillembourg.

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> Programa del Partido Liberal El Partido Político que nacía en 1840 con el nombre de Gran Partido Liberal sustentaba como programa político, civil, económico y social, los siguientes principios, dogmas y tendencias: Cumplimiento rígido de la Constitución y las leyes; por lo cual se apellidó Partido de oposición constitucional. Efectividad del principio de alternabilidad en el desempeño de los empleos públicos Uso o empleo del poder electoral, en virtud del cual, el Partido, conocida a fondo la situación moral y material de la sociedad, debía convertir sus convicciones en propósitos políticos, y trabajar por constituirse en mayoría para ganar la victoria. Creación de dos grandes partidos nacionales que, sometidos de buena fe a las leyes fundamentales del país, pudieran garantizar las libertades públicas.

Difusión de las republicanas prácticas de examinar libremente, por medio de la prensa o en asociaciones públicas, todo lo que pudiera afectar los intereses de la comunidad. Bandera de la Federación, 1859. Reprobación de los crímenes individuales, y porque siendo de la incumdel otro, mayor aún, de bencia de este Cuerpo la apelar a la fuerza para reaplicación de los remedios solver cuestiones políticas. para los males del país, Aplicación de todas las resultaba que, asegurainfluencias legales de los da la elección de buenos partidos para llevar a cabo legisladores, era infalible el proceso de elecciones: el triunfo de a oposición verdaderas pero santas constitucional: tanta conrevoluciones, prescritas y fianza así había entonces autorizadas por las leyes. en la eficacia de las instituNombramiento para las ciones, las cuales imponían Cámaras Legislativas efectivamente el Ejecutivo de hombres ilustrados, obediencia a las decisiones patriotas, independientes, del Poder Legislativo: puprobos y dignos de la condiendo decirse, en verdad, fianza del pueblo, como que si el Gobierno logró legisladores ortodoxos alcanzar alguna vez, en en el dogma liberal; pues las Cámaras, por influenno se empeñaba tanto el cias más o menos ilícitas, Partido en la elección del el triunfo de sus ideas, en Presidente de la Republica, ciertas altas cuestiones de como en la del Congreso; Estado, no se le permitió

Rangel y Zamora, se conforma el Ejército del Pueblo Soberano. Al incio, la situación del ejército popular no era muy alentadora, sin embargo Zamora no se amilanó y, una vez en San Francisco de Tiznados, procede a organizar y avituallar a su tropa que ya ascendía a 1200 hombres entre infantería y caballería. Las mujeres formaban escuadras de espionaje y recolección de recursos en los centros urbanos. No fue sino hasta el 26 de septiembre de 1846 que Zamora se movió hasta Laguna de Piedra ubicándose en un poblado llamado El Limón, al margen del río Tiznados. Este sitio era considerado impenetrable para el ejercito oligarca motivo por el que Zamora se dedicó a el acondicionamiento del armamen36 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

to y la tropa. Por esta decisión del General Zamora, en aquella noche septembrina recibió la abatida más avasallante. Muchos murieron atravesados por lanzas o calcinados por la pólvora del trabuco. Tratando de huir algunos despavoridos atravesaron al río Tiznados sin éxito, ahogados o muertos a disparos nadando, no lograron salvar sus vidas. Zamora sobrevivió a este encuentro y a nado huyo hasta Sabana Larga en donde se encontró con el indio Rangel. Era de esperarse que abatieran a la inexperta fuerza zamorana tomando en cuenta que los oligarcas empeñaron dicha empresa a nada mas y nada menos que a veteranos de las guerras de independencia, entre los que figuraban el centauro

nunca llevar a cabo, por lo menos sin oposición formal y pertinaz, la aspiración que pudiera tener en el fondo de su mente a dominar los congresos y oprimir al país. Disminución de las contribuciones publicas. Independencia de la Iglesia, del Poder Judicial, de la Universidad y los Colegios Responsabilidad de los empleados. Auxilio de las industrias Abolición de la Ley del 10 de abril de 1834. Guerra al Banco por sus monopolios y privilegios. Leyes de retiro para los Próceres, y de montepío para sus viudas e hijas. Ley para organizar la milicia nacional.

de los llanos, José Antonio Páez. Cabe solo imaginar aquel bagaje que significan 20 años enastando lanzas y cargando fusiles en medio de un campo cruzado por llamas, enfrentado a un ejército joven y desprevenido Las noticias de este abatimiento llegaron a la ciudad y aliviaron el terror que sentía la clase alta de la sociedad ante los levantamientos campesinos. Afirma Brito Figueroa, “Era el odio de clase [el] que ‘causaba pavor’ ” en la oligarquía. Se hacía cada vez más evidente que estas luchas campesinas tenían como base un carácter socialista primigenio; así quedaría demostrado en los numerosos discursos del Jefe del Ejercito del Pueblo Soberano: “ ‘…luchamos para proporcionar una situación feliz a los pobres, (…) los pobres nada


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1830-1899 Rebelión, federación y nación tiene n que temer, no tienen nada que perder que tiemblen los oligarcas, no habrá ni ricos ni pobres, la tierra es libre, es de todos’ ”. La oligarquía creía muerto a Zamora después de la masacre de El Limón, hasta el 5 de octubre que se tienen noticias de que aún anda un tal Ezequiel Zamora por las llanuras. La estrategia del gobierno se centró en cercarlo por todos los llanos occidentales y desplegar líneas de soldados que recorrieran las fronteras de los ríos y poblados; las encrucijadas fueron interceptadas y se instalaron alcabalas y centinelas por doquier. Una vez con Rangel, parte a Tacasuruma y de ahí a Guambra. Zamora reinicia la organización de sus fuerzas. En esta nueva oportunidad, son muchos los esclavos que identificados con el levantamiento de Zamora, huyen a rochelas o le buscan para unirse a la lucha. La presencia negra durante todas las luchas libertarias de nuestro país, fue determinante en el momento de las victorias. Un numero considerable de la sociedad venezolana estaba compuesta por “gentes de color” quienes sufrían los vejámenes de las políticas racistas de los oligarcas, incapaces de entender concepto alguno de igualdad o justicia. Ya organizado el ejército para octubre vuelve el General del Pueblo Soberano a concentrar fuerzas

y cuenta entre sus soldados: 1500 hombres. Expone Brito Figueroa que Zamora divide el ejercito en cuatro secciones, a saber: “infantería y caballería [sección cuya función] consiste en enfrentarse directamente a los ‘batallones godos en condiciones favorables a nosotros, recalca Zamora; (…) ‘los cuerpos volantes’ [sección cuya función es] hostilizar al enemigo, (…) y el papel de los informadores ‘cegar al enemigo con falsas noticias’ …”. Enfrenta a Dionisio Cisneros y lo vence; en los Bagres el 28 de noviembre, hace temblar nuevamente a los godos al derrotar a las tropas oligarcas de Villasmil. De ahí salta a los distintos y numerosos caseríos que conformaban la geografía llanera con su proyecto: hombres libres y comunidad de tierras. Enardecido con estas victorias se proyecta sobre los centros urbanos, forzando a la oligarquía a reorganizar sus fuerzas militares. Zamora vence, al lado del indio Rangel y el Agachado, en veinte encuentros guerrilleros a las fuerzas del gobierno. En sus delirios y desesperación la oligarquía propone aplicar una política de arrase en los sectores sublevados; quemar ranchos, acabar con los conucos, concentrar a la población “decente” en los centros urbanos a fin de exterminar, en el amplio sentido de la palabra, a las

facciones. Muchos oficiales encomendados a deshacerse de Zamora son fusilados por Páez por no lograr el cometido. Curioso resulta el testimonio de Cisneros momentos antes de su ejecución: “No es mi culpa, Zamora tiene pacto con el diablo, desaparece, se esconde y sale por donde uno no se lo espera…” La acción de Pagüito, considerada la más sangrienta y significativa del movimiento campesino, en marzo de 1847, registra 900 muertos del gobierno y sólo 200 del ejército revolucionario. Ya la fama que tenía este ejército espantaba a partidas de soldados sin disparar un solo trabuco. EN MANOS DEL ENEMIGO Lamentablemente, un nuevo enemigo se cruzó en el camino, quien lo vencía no eran las fuerzas militares de la oposición sino una terrible enfermedad que mellaba su resistencia. Enfermo de tifus, Zamora decide redistribuir a sus guerrilleros para que estos recluten a más hombres y retomar el rumbo a Caracas. Entre tanto, la persecución al General del Pueblo Soberano se había tornado una política de terror que hasta dictaba toques de queda. Para mediados de marzo, es capturado el indio Rangel y decapitado. En medio de la noche, las tropas oficiales tienen el mismo ▶

> Jefes de las partidas rebeldes y locaciones de su acción ( 1846/1847) Rosalio y Concepción Herrera Segundo Martínez Evangelista Cabeza José Antonio Tovar y Gregorio Matute Pío Avilán Manuel Puerta Luis Hernández Indio Simón a la cabeza de negros e indios Guaribe Juan Martínez Pedro Rodríguez José Manuel Aponte Tiburcio Herrera Juan Utrera El Negro Infante Pedro Centeno Pedro Pérez, Simon Flores Juanicote Aponte y El Tirano Pedro Aquino

(Llanos de Calabozo) (La Platilla) (Llanos de Canuto y Tiznados) (Guardatinajas y Las Galeras) (Camatagua) (Camaguita) (Memo) (El potrero) (Tucupido) (Chaguaramas) (Valle de Tiara) (Cerro Azul) (El Cacao) (llanos de Cardoncito) (llanos de Lezama) (llanos de El Calvaro, Guardatinajas, Los Ángeles y Parapara) (margen derecha del río Unare hasta Orituco)

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1830-1899 Rebelión, federación y nación La Ley de Repartos Esta ley contemplaba el reparto de tierras a quienes lucharon en la Guerra de Independencia, pero que terminó beneficiando a unos pocos caudillos, entre ellos Páez y los Monagas. Comprando a precios irrisorios los títulos de propiedad, se hicieron dueños de la mitad del país. En complicidad con terratenientes que huyeron del país durante la guerra, les devolvieron sus tierras. Así dejaron en la miseria a una gran cantidad de campesinos que creyeron en aquella recompensa.

destino para Zamora. Dan con un hombre joven, pálido y quebrantado a quien preguntan: -¿Cuál es su nombre? -Juan Pérez, ¡a sus órdenes!

UN NUEVO CAPÍTULO Poco durará ese breve retiro. En 1858 se suma a un grupo de líderes liberales que conspiran para derrocar al gobierno. Descubierto el complot, son perseguidos y sus máximos dirigentes se ven obligados a abandonar el país, entre ellos, Zamora, quien se refugia en Curazao. En la ciudad de Coro, el 20 de febrero de 1859, comienza el movimiento militar que se conocerá como la Guerra Federal, en el cual tuvo breve participación. Su apoteosis militar la logra en la memorable Batalla de Santa Inés. La firmeza de su ideario y postulados revolucionarios, sus probadas condiciones de líder militar y el enorme prestigio y simpatía de que gozaba entre las tropas federales, lo convirtieron en un elemento sumamente peligroso para el futuro y la estabilidad de las oligarquías de todo cuño. No debe, por lo tanto, sorprender el balazo que le quita la vida el 10 de enero de 1860, a las puertas de San Carlos, cuando preparaban el ataque a esa ciudad. Ese mismo balazo marchitó las esperanzas de los desheredados en aquella revolución, que terminó en 1863 en un pacto entre las oligarquías y dejó las cosas más o menos en el mismo lugar. ¡ Rosanna Álvarez 38 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

Fotografía Instituto Patrimonio Cultural

La noche del 14 de marzo de 1847 es capturado y apresado Ezequiel Zamora, quien al ocultar su identidad salva su vida en aquel instante. Es condenado a muerte y meses mas tarde logra escapar y retirarse por algún tiempo de la actividad política.

> Ezequiel Zamora en el Monumento a la Federación. Coro, Falcón.

Para seguir leyendo... ▶ J. E. Ruiz-Guevara Batalla de Santa Inés. Barinas, Ediciones del Concejo Municipal del Distrito Barinas, Coordinación Municipal de Cultura, Centro de Estudios Históricos del Estado Barinas, 1986. ▶ José León Tapia. Por aquí pasó Zamora. Caracas, Centauro, 1979. ▶ Laureano Villanueva. Vida del valiente ciudadano General Ezequiel Zamora. Caracas, Monte Ávila Editores, 1992.


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Zamora

y sus llaneros en Santa Inés > La batalla de Santa Inés constituye, hoy más que nunca, un referente bélico de interesante abordaje. No se tienen registros de empresas semejantes durante la Guerra de Independencia. La efectiva estrategia ejecutada por Ezequiel Zamora en aquella ofensiva, la convirtió en la más trascendente de la llamada Guerra Larga (1859-1863).

Ferdinand, Bellermann, Llaneros, 1843. Colección Staatliche Museen zu Berlin. Cortesía Galería de Arte Nacional.

L

a Guerra Federal se conoce como la guerra más larga y cruenta de nuestra historia. Algunos estudiosos de este suceso han propuesto considerarla como una guerra de guerrillas, dado que la mayoría de los encuentros no contaron con más de 300 soldados de un bando y de otro. Aun así, la escandalosa cantidad de enfrentamientos reportó considerables bajas en los ejércitos tanto oficiales como populares. Iniciada oficialmente el 20 de febrero de 1859 con el desembarco de Zamora en la Vela de Coro, la Guerar Federal recorrió parte de los llanos de Venezuela avivando la llama de la insurrección campesina iniciada en 1846. La fuerte carga igualitaria y popular de esta guerra la diferenció de las guerras de independencia, que aunque apoyadas por un importante contingente popular llanero, fueron concebidas y dirigidas por una élite militar y civil. La Guerra Federal, en cambio, fue el resultado del cansancio de un pueblo ante las numerosas desigualdades sociales y raciales presentes desde la guerra de independencia y que sólo explotaban en esporádicas sublevaciones campesinas. Finalmente, estalla el descontento en una guerra de magnitudes extraordinarias. ▶ MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 39


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1830-1899 Rebelión, federación y nación alvarez.r@cnh.gob.ve

Las milicias populares estaban compuestas por indios, encabezados por los de Guanarito, negros libres y campesinos en general. El objetivo: tierras y hombres libres. Esta consigna reverberó en cada cruce de fuerzas y dio forma a la contienda tornándola cada vez más en una lucha llena de resentimientos pero con claras intenciones de justicia social. Así, se tomaron los llanos venezolanos a favor de la causa popular. UN ESCENARIO GEOGRÁFICO A FAVOR: LOS LLANOS La Guerra Federal se extendió desde Coro hasta Barinas, teniendo un recorrido que cubrió: Cojedes, Portuguesa, Barinas, Guarico y Apure, zonas difíciles de dominar en acciones bélicas. El escenario de los llanos le hizo posible a Zamora obtener muchos éxitos en la guerra, específicamente con la construcción de trincheras y con las marchas y contramarchas, sacándole el mayor provecho al emplazamiento geográfico. Los participantes directos en la contienda, diarios de la época e investigaciones posteriores, hacen 40 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

Ramón Páez, Wild Scenes in South América; or Life in the Llanos of Venezuela. Londres, Sampson low, Son & Co., 1863. Colección Libros Raros de la Biblioteca Nacional

> “…ellos [ los llaneros] no necesitan de tantas comodidades en campaña y se alimentan solo de carne, (…) duermen en la sabana o en el bosque…” Esta aptitud del llanero, complementó un escenario que Zamora aprovechó ante un ejército mejor armado que el suyo.

referencia a la incidencia que tendría la topografía, el conocimiento que de ésta tenían los prácticos (como se les llamaba en la época a los conocedores del terreno) y la personalidad del llanero en el éxito de estos encuentros armados. Este personaje jugaría, junto a su lanza y las condiciones del campo de batalla, un papel fundamental. José Antonio Páez, uno de los llaneros que más honor hiciera a su origen, más por su forma de guerrear y su carácter, que por su fidelidad a las causas revolucionarias, nos deja el siguiente testimonio: “…ellos no necesitan de tantas comodidades en campaña y se alimentan solo de carne, sin pan, ni sal, ni otro condimento alguno. Así es que cuando consiguen cualquiera de dichos artículos se dan completamente por satisfechos. No necesitan de calzado y viven siempre a la intemperie: duermen en la sabana o en el bosque lo mismo que si estuvieran bajo el

más cómodo techado: son sobrios y jamás se afligen ni desesperan, aunque se vean rodeados de dificultades y peligros…” Esta aptitud del llanero, complementó un escenario que Zamora aprovechó ante un ejército mejor armado que el suyo. Éste, consciente de la desventaja armamentista y como buen conocedor de aquellos parajes, se planteó ya en plena guerra: “… moverse a Barquisimeto por Sabaneta, y de allí a los Llanos de Cojedes, Portuguesa, Barinas y Apure… por tener excelentes territorios para la guerra…” Luis Level de Goda y Laureano Villanueva, dejarían los testimonios más interesantes de la guerra de guerrillas. Al decir de Villanueva, los llanos se prestaban para una extraordinaria victoria del ejército federal, por tratarse de “un despoblado e inhóspito territorio…ofrecía innumerables ventajas para las emboscadas y los ataques por sorpresa, ocultar los movimientos


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Se habla de 3.000 hombres, 11 laberintos con trincheras, “… mujeres… que salían voluntariamente de las selvas y atravesaban grandes distancias para llevar a Zamora bastimentos y pertrechos…”

imposible la supervivencia del ejército popular sin la ayuda de los baquianos. La falta de vías de comunicación determinó que las filas del gobierno se exteneuaran en los esfuerzos por movilizarse, en cambio sirvió notoriamente a los federales a fin de mantener y extender sus guerrillas en la mayor extensión de territorio posible. Para las filas centralistas el traslado de municiones, alimento y armas de largo alcance, como cañones, era casi imposible en medio de este hostil teatro de operaciones, pues se enfrentaban a un recorrido difícil, obstruido por grandes pantanos y vertiginosos

desfiladeros en donde la tropa y los animales perdían sus vidas de las maneras más dramáticas. “Tengo un sitio estratégico para esperar al gobierno…” Entre las tres acciones bélicas más notables de este conflicto armado conocido como la Guerra Federal, (Santa Inés, Coplé y Buchivacoa) resalta la memorable y casi mítica, Batalla de Santa Inés, librada el 10 de diciembre de 1859. Se habla de 3.000 hombres, 11 laberintos con trincheras, “… ‘mujeres… que salían voluntariamente de las selvas y atravesaban grandes distancias para llevar a Zamora bastimentos y pertrechos… negros… se le incorporaban con espontanei- ▶

> El plan de la Batalla de Santa Inés consistía en un movimiento retrogrado clásico en donde se atrae al enemigo hasta el lugar deseado para aniquilarlo. Plano de la Batalla de Santa Inés.

Colección Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional.

y evadir los golpes con rápidas desapariciones…”. La mayor parte de estas tierras eran montañas inhabitadas y ni siquiera exploradas, mayoritariamente en los actuales estados Portuguesa, Barinas, Guárico, Cojedes y Apure. Tierras bañadas por los ríos Apure, Santo Domingo o Guanare. Con todo, el movimiento guerrillero dependió de la colaboración de hombres y mujeres que no participaron con armas pero fueron quienes abastecieron a las filas federales de recursos y alimentos provenientes de las costas; armamento, municiones - tan escasas en este periódo-, comida y ropa. Los largos recorridos, las inundaciones que anegaban los caminos durante época de lluvia o largas sequías que convertían en polvaredas las veredas, hacía

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1830-1899 Rebelión, federación y nación “Oficiales y soldados con las piernas quebradas, apenas si podían arrastrarse por los barrizales para abrigarse al orillas del camino. Otros se abrazaban con los árboles, para no caer precipitados en los tembladores…”

dad, armados de tercerolas, fusiles y carabinas…’ ”, llaneros listos para enfrentar lo que viniese, pues el furor y la convicción hacia la causa federalista zamorana estaban ya bien grabados como misión y acción de este ejercito popular. Desde el momento de su confección y preparación, efectuada por el General Ezequiel Zamora, la construcción de los teatros de operaciones (trincheras) hasta el desenvolvimiento en el campo de batalla (donde se libró una verdadera hazaña militar llevada a cabo por campesinos de escasa preparación en las artes de la guerra contra un ejército bien equipado) tenía como objetivo generar un gran desgaste a las fuerzas de la oligarquía en sólo casi tres días de enfrentamientos ininterrumpidos. El plan de la Batalla de Santa Inés consistía en un movimiento retrogrado clásico en donde se atrae al enemigo hasta el lugar deseado para aniquilarlo. Dicho plan sería ejecutado por medio de avanzadas y contraataques. Las avanzadas además de canalizar las fuerzas del atacante, cumplían con el objeto de causar el mayor desgaste posible por medio del enfrentamiento con el ejercito zamorano situado en tres puntos medianamente distantes, el caserío La Palma, el Trapiche y la Encrucijada; posiciones defensivas atrincheradas. Luego de esta primera resistencia, las fuerzas federales abandonarían las posiciones iniciales para replegarse a las próximas haciendo creer al enemigo que iban de retirada. En la última posición (Santa Inés) era en donde los atacantes recibirían la descarga del máximo poder de combate de la reserva e incrementada por las fuerzas que se habían replegado hasta dicha posición. Santa Inés era un teatro colosal. Contó con la posibilidad, dada la distribución de sus espacios, de la construcción de trincheras, las cuales tenían, justamente para proveer de mejores resultados 42 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

> Fotograma de la película: Zamora, Tierra y Hombres Libres (2009) producción de la Villa del Cine. En la escena: Zamora acompañado de sus llaneros en plena Batalla de Santa Inés.

al ataque, con una estructura específica: “…con trincheras de tan gran número, de fuegos tan ingeniosamente combinados, y construidas con tal arte y tal solidez, que parecía ocultos e infranqueables bastiones, de donde caían sobre apiñadas e indefensas columnas del enemigo (…) Cada una de las excavaciones tenía forma de trapecio y así los soldados podían disparar por los cuatro lados, de acuerdo a los movimientos…” Mientras tanto, el ejército centralista y sus soldados “señoreaban los poblados con sus tropas regulares, y los liberales se esparcían por las selvas, dominaban las serranías y los llanos, y sublevaban a las masas populares”. De manera que al momento de enfrentarse

con el movimiento del General del Pueblo Soberano, en un principio no lo lograron identificar, cayendo en la trampa: “pisaron el peine”, dijo del mismo Ezequiel Zamora, lo cual los hizo caminar en dirección a una masacre inminente. Laureano Villanueva nos describe el escenario de la siguiente manera: “De cada lado de esta fortificación [La primera trinchera ubicada en a la salida del pueblo, llamada El Palito] había otra sobre un terreno deleznable que en aquel país llamaban tembladales, en que se atollan hasta los animales…”. De esta manera, eran invisibles al ojo enemigo y ganaban espacio y tiempo para huir y replegarse en su acción retardatriz. La impresionante construcción de estas zanjas contaba también con unas de menor consistencia


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En Gustavo Machado Guzmán, Historia Gráfica de la Guerra Federal: período de la Federación, Caracas, Tecnocolor, 2002.

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“…que se comunicaban entre sí y con las grandes, por entre los montes…”. La confección y distribución de estas trincheras permitían una combinación de fuegos que acorralaba a los centralistas, ocasionando bajas irreparables; sin embargo, siempre debemos tener en cuenta la estrategia, no se trataba de abatirlos en los dos primeros puntos, sino llevarlos a Santa Inés, lugar dispuesto para fulminarlos: y así fue. Del enfrentamiento en Santa Inés existen vastas descripciones detalladas de la sordidez de la batalla y de cómo las condiciones geográficas fueron adversas a las tropas inexpertas en el monte: “Oficiales y soldados con las piernas quebradas, apenas si podían arrastrarse por los barrizales para abrigarse al orillas del camino. Otros se abrazaban con los árboles, para no caer precipitados en los tembladores…”

> Del enfrentamiento en Santa Inés existen vastas descripciones. La confección del teatro de operaciones demostró la genialidad de Zamora para las artes bélicas. En la imagen: Zamora en Santa Inés de Ivan Belsky.

De estos testimonios podemos encontrar un sinnúmero, más o menos detallados, que relatan la traumática experiencia de un ejército en un escenario que les fue hostil, enfrentados además con gente que hacía de este medio su arma principal. El elemento geográfico en la Guerra Federal y su influencia decisiva en la contienda de Santa Inés, es una prueba contundente de la significación del elemento geográfico en la historia, que unido a la acción de hombre y mujeres identificados con una causa justa y libertaria hicieron uso táctico y estratégico de una sabiduría oriunda para vencer al enemigo, aún cuando las armas, las municiones y los alimentos escaseaban.

Para seguir leyendo... ▶ Lisandro Alvarado. Historia de la Revolución Federal en Venezuela. Caracas, Ávila Arte S.A., 1975. ▶ Federico Brito Figueroa. Tiempo de Ezequiel Zamora. Caracas, Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca, 1981. ▶ Pedro Cunill Grau. Geografía del poblamiento venezolano en el siglo XIX. T. 1., Caracas, Comisión presidencial V centenario de Venezuela, 1999. ▶ Luis Level de Goda. Historia Contemporánea de Venezuela. Política y militar. 1858-1886. Caracas, OCI, 1976.

¡ Rosanna Álvarez MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 43


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El Che Guevara

una vida consagrada a la revolución

La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir no sólo en la conciencia individual, en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también por el carácter mismo de este periodo de transición, con persistencia de las relaciones mercantiles. La mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista; mientras exista, sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende, en la conciencia. El socialismo y el hombre en Cuba, 1965.

E

la Biblioteca Nacional. Colección Archivo Audiovisual de

l 14 de junio de 1928 nace Ernesto Guevara de la Serna en Rosario, Argentina. A los dos años de edad sufre su primer ataque de asma, enfermedad que lo acompañará durante toda su vida. Por recomendación médica y buscando un clima más seco, la familia se muda a la ciudad de Altagracia en 1932. Debido a las constantes crisis de asma, tuvo que pasar mucho tiempo en cama, en esos periodos adquirió el hábito por la lectura y el gusto por el ajedrez. A pesar de sufrir de asma, Ernesto Guevara siempre practicó una variedad de deportes, tales como la natación, el fútbol y el rugby. Además, era un lector ecléctico, le gustaba la poesía y se interesaba por la obra de Carlos Marx, Sigmund Freud y Bertrand Russell. Hizo el bachillerato en el Colegio Nacional Deán Funes, donde conoció a su gran amigo, Alberto Granado. En 1947, inicia sus estudios de medicina en la Universidad de Buenos Aires, quizá motivado por encontrar una cura a su propia asma. Al finalizar del tercer curso de medicina, realiza un viaje de 4.000 kilómetros hacia el norte de Argentina en velomotor, allí

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tuvo contacto directo con leprosos, vagabundos y comunidades indígenas, la otra cara social de su país. Esta experiencia marcará el inicio de su interés por los viajes y por la escritura de diarios. EL VAGAR SIN RUMBOS QUE CAMBIA LA VIDA En 1952, Guevara se tomó varios meses de sus estudios para atravesar América en moto con Alberto

Granado. Su intención era llegar a Estados Unidos, pero su viaje finalizó en Venezuela. Recorrieron hermosos paisajes naturales y urbanos. La pobreza, el racismo y las injusticias sociales lo impactaron de manera definitiva, cambiaron su concepción del mundo, su visión de América Latina y marcaron el surgimiento de un sólido sentimiento antiimperialista. Al regresar a Argentina, recibe el título de médico, pero en su espíritu quedó sembrado el interés por los viajes. En 1953, vuelve a viajar por varios países de América Latina con la intención de llegar a Venezuela. En ese recorrido pasa un tiempo en Guatema-la y, en 1954, es testigo del golpe de Estado, dirigido por la CIA, en contra del gobierno reformista de Jacobo Arbenz. Durante su estancia en Guatemala, aumenta su interés por la teoría marxista, asume posiciones políticas claramente identificadas con el socialismo, conoce a varios exiliados, militantes de partidos socialdemócratas, como AD y el APRA, y entabla amistad con Antonio Ñico López, participante del


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Fotografías del Centro de Estudios Che Guevara en Che desde la memoria, La Habana, Ocean Sur, 2007.

> El Che en su niñez y juventud.

asalto al Cuartel Moncada. Además, en este país conoce a Hilda Gadea, joven militante del APRA y que será su primera esposa. DE CÓMO NACE “EL CHE” Después del golpe de Estado en Guatemala, Guevara, parte rumbo a México y empieza a trabajar en el Hospital General de ciudad de México. Allí conoce a Fidel, a Raúl Castro y a otros cubanos, quienes lo llamarán cariñosamente “El Che”. Se identifica con el proyecto guerrillero para derrocar a Fulgencio Batista y es entrenado para participar en la futura expedición del Granma. El 25 de noviembre de 1956, ochenta y dos combatientes revolucionarios parten del puerto de Tuxpán con rumbo a Cuba. El desembarco se produce, pero los rebeldes son sorprendidos en Alegría de Pío por el ejército de Batista. Logran sobreponerse a este primer revés gracias a la existencia de la red campesina del Movimiento 26 de Julio.

Desde el inicio de la guerra de dos años contra la dictadura de Fulgencio Batista, el Che Guevara demuestra su gran capacidad de liderazgo y su destreza militar. El Ejército Rebelde comienza a ganar varios combates significativos, co-mo el de El Uvero, en los que fue adquiriendo mayor experiencia y co-menzó a solidificar su organización. El Che se destacó como gran organizador, un dirigente bien formado políticamente, guerrillero disciplinado, estricto con su tropa y audaz en el combate. Por esta razón, Fidel Castro lo nombra comandante de la llamada Cuarta Columna (que en realidad, era la Segunda). A inicios de enero de 1958, Fidel decide ampliar las operaciones guerrilleras, creando nuevas columnas, y debido al éxito de su estrategia política y militar se fue consolidando el poder de los guerrilleros en la sierra y en gran parte del territorio cubano. La ofensiva guerrillera fue tan efectiva, que la ciudad de Santa Clara quedó como

último reducto de la dictadura. El 28 de diciembre de 1958, el Che dirige un importante ataque a la ciudad, como parte de la ofensiva final del Ejército Rebelde. Dos días después, se consumó la toma de la ciudad y el triunfo de la Revolución. El año de 1959 comenzó con Batista huyendo de Cuba, y el Che Guevara y Camilo Cienfuegos entrando triunfantes a ciudad de La Habana. Debido a su compromiso y a su papel protagónico en la revolución, el Che es declarado ciudadano cubano por nacimiento. Después de tomar el poder, los revolucionarios empezaron a tomar una serie de decisiones y a proponer un conjunto de cambios sociales: los juicios revolucionarios, la prohibición de la prostitución, la prohibición de los juegos de azar, reorganización del ejército, disminución de los alquileres en un 50%, disminución de las tarifas eléctricas, expropiación de las tierras baldías, imposición de tarifas sobre bienes suntuarios, la creación de Instituto Nacional de ▶ MARZO2016 EDICIÓNESPECIAL MEMORIASDEVENEZUELA 45


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> El Che Guevara junto a sus compañeros de guerrilla, quienes junto a Fidel Castro, lograron tomar el poder y librar a su pueblo de la tiranía de Fulgencio Batista.

Reforma Agraria (INRA) y la promulgación de una ley de reforma agraria, entre tantas otras. Estas medidas se tomaron en el contexto de un país que arrastraba años de corrupción de la dictadura de Batista, una deuda pública de 1.200 millones de dólares y un déficit presupuestario de 800 millones, acompañado de una gran fuga de capitales que había reducido el erario nacional en un millón de dólares aproximadamente. Ya en 1959, se habían iniciaron los actos terroristas y las incursiones militares en contra del Estado cubano. Para enfrentar estos graves problemas y para comenzar a construir una nueva sociedad, el Che asume varias responsabilidades, en junio de 1959 viaja, como comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en gira de buena voluntad a 14 países, entre los que se encontraban Egipto, India, Indonesia, Yugoslavia y Japón, para establecer con ellos relaciones diplomáticas y 46 MEMORIASDEVENEZUELA EDICIÓNESPECIAL MARZO2016

Fotografías del Centro de Estudios Che Guevara en Che desde la memoria, La Habana, Ocean Sur, 2007.

comerciales. Además, en este viaje se iniciaron los primeros contactos comerciales con la Unión Soviética, que se concretaron con el reinicio de las relaciones diplomáticas en 1960. En octubre, fue designado Director del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Ministro de Industria y presidente del Banco Nacional. Desde estos importantes cargos, impulsó la intervención de empresas nacionales y extranjeras y sectores claves de la economía, la planificación centralizada y el trabajo voluntario. Guevara también planteó desarrollar la industria pesada, con el fin de terminar con la dependencia de la producción de azúcar.

> El Che junto a su esposa Aleida durante un acalorado discurso. Fotografía del Centro de Estudios Che Guevara en Che desde la memoria, La Habana, Ocean Sur, 2007.

LA CONSTRUCCIÓN DEL HOMBRE NUEVO Desde inicios de la década de los sesenta, el Che empezó a desarrollar la idea del hombre nuevo que surgiría dentro de la sociedad so-


PERFILES Desde inicios de la década de los sesenta, el Che empezó a desarrollar la idea del hombre nuevo que surgiría dentro de la sociedad socialista.

cialista, imaginaba un nuevo tipo humano, en el que nacería una nueva consciencia definida por la solidaridad y el compromiso con el colectivo. Su propuesta del trabajo voluntario apuntaba a la constitución de ese hombre nuevo, porque además de ser un nuevo modelo de producción dentro del socialismo, era “el factor que desarrolla la consciencia de los trabajadores más que ningún otro”. El Che era el primero en dar el ejemplo, al dedicar todos los sábados al trabajo voluntario, ya sea como obrero en la zafra, en las fábricas, o en las obras de construcción, asimismo, promovía esas prácticas entre los funcionarios que se encontraban a su cargo. El Che Guevara se destacó por la coherencia entre lo que decía (y exigía a los demás) y lo que hacía, su vida era austera y su familia vivía sin privilegios. No llevaba a su segunda esposa, Aleida March, ni a sus hijos a los viajes internacionales. Exigía la máxima disciplina y dedicación al trabajo a su personal, además demandaba un comportamiento ejemplar a sus hombres, les exigía austeridad y les prohibía ir a los cabarets, bares y prostíbulos.

> Guevara se encargó de fomentar buenas relaciones entre el pueblo de Cuba y otras naciones, procurando viajar a numerosos rincones del mundo. Fotografías del Centro de Estudios Che Guevara en Che desde la memoria, La Habana, Ocean Sur, 2007.

MODELO DE COHERENCIA Y EL COMPROMISO Sembrada en el Che la inquietud de difundir la revolución por el llamado Tercer Mundo, en abril de 1965 decide salir de Cuba rumbo a África, utilizando el seudónimo de Ramón Benítez, con la intención de reunir un grupo de cubanos para luchar a favor del Consejo Nacional de Liberación del Congo (CNL), en la actual República Democrática del Congo. Esta iniciativa estratégica fracasa y en noviembre de 1965 sale hacia otro destino a construir la revolución. El 3 octubre de 1965, mientras se desarrollaba la etapa final del proyecto revolucionario del Che en Áfri-

ca, Fidel lee su ya famosa carta de despedida, en el acto de constitución del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Alrededor del 21 julio de 1966, el Che regresa a Cuba para realizar todos los preparativos necesarios para iniciar la lucha guerrillera en Bolivia. En noviembre llega a La Paz, Bolivia, disfrazado de un economista uruguayo de nombre Adolfo Mena González. Comienza a liderar un grupo guerrillero en el sureste de Bolivia, con la intención de formar y organizar a los trabajadores y campesinos bolivianos para formar parte de un movimiento revolucionario que debía ▶ extenderse al resto de América.

> El Che se destacó como buen orador, gran organizador, dirigente bien formado políticamente, guerrillero disciplinado, estricto con su tropa y audaz en el combate.

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> En el año 1965 Guevara viajaría al Congo. En 1966 entraría clandestinamente a Bolivia, donde sería capturado y ejecutado.

nos y los pies atados, allí llegaron a verlo el coronel Joaquín Zenteno Anaya y el tristemente conocido agente de la CIA, Félix Rodríguez. A las 12:30 del 9 de octubre, el presidente de Bolivia, el general René Barrientos, da la orden de ejecutar al Che. El sargento Mario Terán fue el responsable de disparar pero, según su propio testimonio, estuvo indeciso por 40 minutos, hasta que el Che le dijo: “¡Póngase sereno y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!” El Che Guevara tenía 39 años. Se le hizo una máscara a su rostro y sus manos fueron cortadas para asegurar su identificación. Su cuerpo fue enterrado en un lugar desconocido cerca del aeropuerto de Vallegrande. El 28 de junio de 1997, tras varias semanas de excavaciones en Vallegrande, un grupo de expertos cubanos y peritos argentinos descubrieron una fosa común, donde encontraron un esquelto sin manos, que después fue identificado como los restos del Che. En la actualidad, sus restos descansan en el mausoleo de la Plaza Ernesto Che Guevara en Santa Clara. En Alberto Korda, Diario de una revolución, Ediciones Aurelia, 2006.

UN SACRIFICO QUE SIGUE RINDIENDO FRUTOS Después de sobreponerse a varios fracasos, delaciones, emboscadas y grandes dificultades, además de varios ataques de asma, el reducido grupo de guerrilleros es atacado por un batallón del ejército boliviano, entrenado por las fuerzas especiales de Estados Unidos y dirigido por la CIA. El 8 de octubre de 1967 es herido en combate en la Quebrada del Yuro y llevado al pueblo de La Higuera. El Che fue recluido en la escuela con las ma-

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Aunque sus asesinos inten-taron desaparecer su cuerpo al ocultar el lugar del entierro, lo que hicieron fue fortalecer y avivar su imagen en todo el mundo. El Che no sólo se ha convertido en un modelo a seguir para todos aquellos que luchan para transformar la sociedad, sino que sus propuestas y sus textos de análisis económico y político siguen teniendo plena vigencia, especialmente en el actual contexto de cambios que está experimentando nuestro país. ¡ Marianela Tovar

Para seguir leyendo... ▶ Jon Lee Anderson. Che Guevara. Una vida revolucionaria. Barcelona, Editorial Anagrama, 2007. ▶ Adys Cupull y Froilán González, La CIA contra el Che. La Habana, Editora Política, 1992. ▶ Ernesto Guevara. Obras: 1957-1967. La Habana, Casa de Las Américas, 1970. ▶ Paco Ignacio Taibo II. Ernesto Guevara: también conocido como el Che. México, Editorial Joaquín Mortiz, Editorial Planeta, 1996.




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