Palacios de la Valduerna

numerosas explotaciones auríferas sobre el Duerna, cuya guarda estuviera muy probablemente delegada a estos cuerpos militares. La función de los procuradores era la de administrar las minas de oro cercanas, al mando de las referidas tropas.

Estos siete ejemplares poseen gran valor histórico debido a la antigüedad de sus grabaciones. Con motivo de la Celebración del XIX Centenario de la fundación de León en junio de 1968, las estelas fueron extraídas de los muros originales de la iglesia, donde siglos antes habían sido incrustadas al levantarse la iglesia en el siglo XIII, y trasladadas a León ciudad. Hoy en día se pueden visitar en el museo románico de San Isidoro, aunque uno de los ejemplares quedó en el pueblo empotrado en la pared exterior de una casa como recuerdo.

La Iglesia parroquial es de estilo gótico con ábside cuadrado del siglo XIII. En el testero de la capilla mayor conserva retablo del siglo XVII, obra del escultor astorgano Lucas Gutiérrez.

PALACIOS DE LA VALDUERNA OBRA CIVIL

Situado sobre el río Peces, este puente romano de cuatro ojos constituye parte de la herencia que deja el paso de la Vía de la Plata por la comarca. De hermosa fábrica, aún permite apreciar las lastras o piedras originales del pavimento. Posee tres alcantarillas, una de la cuales se conserva en muy buen estado.

Puente romano sobre la Vía de la Plata en Palacios de la Valduerna. Fotografía Alfonso Martínez.

Poco se sabe de las construcciones anteriores al actual castillo, salvo que Alfonso V de León construye un palacio de

Cubo del castillo de Palacios de la Valduerna, escenario anual del recital poético “Poesía para Vencejos”. Fotografía Gemma Cano. verano poco antes del año 1000. Este hecho da nombre a la localidad como Palacios del Rey. Entre 1167 y 1234 alterna su propiedad entre la Corona leonesa y el Monasterio de Montes. En ese año, en poder definitivo ya de la Corona castellana, Enrique II de Castilla otorga la localidad como señorío a la familia Bazán, de plena confianza del rey, pasando a llamarse Palacios de la Valduerna.

Los Bazán levantan una gran fortaleza -en el siglo XIV- desde donde dominar su amplio señorío.

Empieza a mostrar signos de ruina a partir del siglo XVIII, y actualmente sólo se conservan en pie uno de los cubos, restaurado y habitado, y un muro contiguo.

El castillo era una fortaleza sencilla, típica del siglo XV, que constaba de cuatro torres cúbicas, tres de ellas defensivas, y una cuarta, la que se conserva en la actualidad, que sirvió de vivienda a los Vizcondes de Palacios de la Valduerna.

Visitas: Se puede ver el exterior y el interior, ocasionalmente, con permiso de su propietario.

Esta iglesia conserva varias pinturas tardo-románicas que se hallaron fortuitamente en 1993, con motivo de una restauración. El templo es una obra barroca que debió reformar el existente en la Edad Media, conservando de éste un muro al que se añadieron pilastras y vanos que seccionaron estas pinturas murales, posiblemente cuando ya estaban ocultas debido a un cambio en los gustos de la época. El estilo de las pinturas, a pesar de su parcialidad, puede adscribirse a la corriente protogótica y datarse a mediados del S. XIV. Además, también se conservó la tumba de Juan de Bazán, Vizconde de la Valduerna, trasladada aquí en 1834 desde el convento de los dominicos de la misma villa.

Un cipo romano sirve de base a uno de los pilares del pórtico, mientras que dos estelas rematan las puertas de forja de la entrada. No podemos abandonar este templo sin ver también la venerada imagen del Cristo de los Afligidos.

Pinturas tardo-románicas de la iglesia de Santa María de Palacios de la Valduerna. Fotografía Gemma Cano.

A lo largo de toda la Valduerna se encuentran ejemplares de molinos rastreros, algunos de los cuales podían separar incluso el salvado de la harina. También los había de aceite de linaza.

En la comarca de la Valduerna, solían ser de una o de dos piedras, comunales o privados, con vivienda para el molinero y su familia.

En Palacios de la Valduerna, se conservan los molinos de la Huerta, del Convento y del “Ti Pesquera”.

Molino Pesquera. Fotografía Alfonso Martínez.