Mi Barrio las Lajitas Jesús Manzanero

Page 1

Na c i o n a l

d e I m p r e n t as

S i s t e m a

cojedes Serie Historia Local

c o l e c c i o n EN S AY O

Mi barrio Las Lajitas

Una aproximación a la realidad

Jesús Manzanero Estrada

capítulo cojedes



Mi barrio Las Lajitas Una aproximaciรณn a la realidad



JesĂşs Manzanero Estrada

Mi barrio Las Lajitas Una aproximaciĂłn a la realidad


Mi Barrio Las Lajitas: Una aproximación a la realidad © Jesús Manzanero Estrada Portada:Jesús Manzanero Estrada / Principio de Calle Sucre / Fotografía Digital / 2009 Por la 1ra Edición: © Fundación Editorial el perro y la rana Imprenta Regional Cojedes Edificio Manrique, Primer Piso sede de la Escuela Regional de Teatro San Carlos-Venezuela 2201 Telefs.: 0426-3425995 correo electrónico: imprentaregionalcojedes@gmail.com

ISBN: 978-980-14-0499-6 Depósito Legal: LS 40220078003118


El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, la participación en corresponsabilidad y cogestión de la Red Nacional de Escritores de Venezuela. Tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: El libro. El Sistema Nacional de Imprentas funciona en todo el país y cuenta con tecnología de punta, cada módulo está compuesto por una serie de equipos que facilitan la elaboración rápida y eficaz de textos. Además, cuenta con un Consejo Editorial donde se representa el Gabinete Estadal y la Red Nacional de Escritores de Venezuela Capítulo Estadal.



Agradecimientos A Dios omnipotente por su brillante iluminaciรณn. A todos quienes de una u otra manera contribuyeron en la realizaciรณn de este proyecto. A la Fundaciรณn Editorial El Perro y La Rana



Dedicatoria A todos mis coterráneos lajiteños, quienes desde ayer hasta hoy han sabido brindarlo todo por el crecimiento y desarrollo de nuestra comunidad; muy especialmente a los niños, niñas y jóvenes estudiantes, para que conociendo un poco más su localidad traten de enriquecer nuestro gentilicio.



Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Capitulo I

A manera de Introducción

“Las Lajitas, barrio humilde y silencioso del San Carlos crecido. Sus habitantes apacibles y de gesto laborioso en concordancia a las exigencias del progreso social”. Así comienza el maestro Pedro Rafael Manzanero uno de sus tantos artículos publicado por el diario El Regional y que denominó Estampas de mi barrio. Más adelante destaca la importancia de que los jóvenes conozcan el pasado de sus comunidades comenzando, por supuesto, con los barrios de nuestra capital. En atención a esa reflexión y con el deseo de contribuir en algo al conocimiento de nuestros más inmediatos antepasados es que este humilde lajiteño, ha querido poner al servicio de sobre todo jóvenes y/o estudiantes, información referida fundamentalmente al poblamiento de nuestro antiguo y populoso barrio. Es de destacar que aquí no se manejan cifras estadísticas ni datos cronológicos, pues casi toda la información obtenida proviene de la memoria de algunos descendientes de los primeros fundadores y otros cofundadores y que la idea no es hablar de cantidades ni de fechas sino presentar una visión general de cómo ha sido la población de nuestro barrio desde sus inicios hasta nuestros días. Por lo tanto este trabajo no es más que una aproximación a una realidad y seguramente presentará algunas incorrecciones que más adelante podrán ser sub-

13


Imprenta COJEDES

sanadas por su autor o por quien se interese por el tema, pues esa es la idea: Su enriquecimiento en procura de la mayor objetividad posible. Origen

14

Se desconoce el origen de su nombre y la fecha en que se dio inicio al proceso de habitarlo, pero se puede afirmar que para el año de 1812, ya se mencionaba a Las Lajitas, según se desprende de copia de documento escrito localizado en la biblioteca del maestro Pedro Rafael Manzanero, quien a su vez la obtuvo en el archivo de la Alcaldía del Municipio Autónomo San Carlos y que copiada textualmente dice así: “Expediente certificado por Santiago Rodríguez, Registrador Subalterno del Distrito San Carlos del año de 1812, referido a “recepción de cuentas presentadas por el Síndico Procurador General, que hizo de Mayordomo de propios, don José María Mosquera, desde el 05 de Junio de 1805 en que tomo posesión del empleo hasta igual día 05 de Abril de 1812 en que formalizó estas cuentas presentándolas al siguiente día en Cabildo Ordinario con dos representaciones de un tenor = San Carlos, Abril 06 d 1812.= José María Mosquera” Y al folio 95 al 97, vuelto se encuentra una cuenta que copiada al pie de la letra es así: “Cuenta de Cargo y Data que formo yo el Síndico Procurador General y Mayordomo de propios de esta ciudad al presente año desde el 05 de Junio ultimo en que fui metido en posesión de mil ochocientos once, hasta treinta y uno de marzo de mil ochocientos doce del ingreso e inversión que han tenido estas rentas en fabor del bien público y del Estado; cuya cuenta de diez meses


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

administrada en la manera siguiente.: Cargo del Ramo de Exidos pagados por los habitantes que mantienen casas y citios en los terrenos de las ciudad”. Entre otras personas que aparecen cancelando rentas se pueden leer: “Concepción Pérez un citio en las Lajitas ocho rs. José Hernández de un citio en las Lajitas ocho rs. Lucía Blanco un citio de casa en las Lajitas quatro rs. Manuel Montiel en el paso de abajo de Lagitas dos ps. Placido Torrealba en una vega en las Lagitas o rs. Trinidad Mena en las Lagitas quatro rs. Ventura Alfarna en las Lagitas ocho rs.” Por supuesto unos de los primeros habitantes del barrio fueron, sin duda alguna, los integrantes de las familias Blanco y Salazar, habitantes de la casa hoy conocida históricamente como La Blanquera. Se puede considerar como uno de los barrios más antiguamente poblados junto a “La Morena” y “El Chuchango” y los siguientes habitantes en establecerse en el mismo en su mayoría provenían de la zona norte del estado, en los límites con el estado Yaracuy de caseríos como Caña Brava, El Yagüal, Paragüito y otros circunvecinos. Ubicación

Hacia el oeste de la ciudad de San Carlos siendo su puerta de entrada para los que vienen provenientes de la ciudad de Acarigua y zonas circunvecinas. El barrio se circunscribe al ámbito geográfico limitado por la Calle Zamora al Este; Avenida José Laurencio Silva (Antigua Trasandina o carretera de las gandolas) al Oeste; Avenida Bolívar al Norte hasta el Cerrito San Juan, fiel guardián

15


Imprenta COJEDES

16

y centinela del barrio, y Calle Salias al Sur. Le cruzan de Este a Oeste la Avenida Bolívar y las Calles Sucre, Páez y Salias y de Norte a Sur las Calles Zamora, Falcón, Pichincha, Negro Primero, 05 de Julio y la Avenida José Laurencio Silva. Según el educador Pedro Rafael Manzanero, el barrio era monte y culebra por la llamada calle Real (hoy Avenida Bolívar) que llegaba hasta la carretera Trasandina de donde se desprendía un callejón hasta el llamado paso de Los Jabillos a orillas del Río Tirgua; llámase así este paso debido a la presencia de numerosos árboles de este nombre en el lugar y hacia el cual recalaban las mujeres del barrio a cumplir con la higiénica labor del lavado de las ropas del hogar, como buenas trabajadoras del mismo que eran en su mayoría. Así mismo este sitio Los Jabillos, era paso obligado de los agricultores del barrio hacia sus conucos ubicados en las riberas del Tirgua y que producto de las labranzas de sus tierras brindaban el alimento necesario para la dieta básica de sus familias. El resto de las calles, escasamente pobladas por humanos pero si por abundantes batracios que con su croar amenizaban el sector con su armonioso concierto nocturnal. Es de hacer notar que el antiguo barrio colindaba por el Oeste con el Río Tirgua, surgiendo después los barrios El Martino, Las Lajitas II o Poco a Poco y más recientemente el Barrio Moscú, como consecuencia de la promulgación de la Ley de Régimen Municipal durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez, quien creó la figura de las Asociaciones de Vecinos y que despertó el interés en éstos por dirigir sus comunidades, dando como resultado la división de algunos barrios y por supuesto, la aparición de otros.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Las Lajitas en la historia

Con toda seguridad el territorio lajiteño sintió la planta del indígena nómada recolector, cazador y pescador y/o sedentario agricultor cultivador de la tierra. Es conveniente señalar que con la fundación de la Misión de San Francisco del Tirgua por Fray Pedro de Berja en 1.669, producto de la reubicación de un grupo de indígenas Cherre – Cherre y Guamonteyes traídos del sector Pao y la comunicación de aquellos haciendo contacto con la Misión San José de Mapuey, es de suponer que este sector Las Lajitas fuera frecuentado por la presencia indígena. Por su parte el blanco europeo conquistador y colonizador hizo lo propio en nuestro territorio, prueba de ello la tenemos en la familia Blanco, quienes provenientes del Apure se establecieron en los alrededores lajiteños. Al respecto en Biografía de La Casa Blanquera del historiador José Carrillo Moreno se lee: “El Juez de Paz, en cumplimiento de la misión que le ha sido encomendada, toma de la mano a Carlos Miguel Blanco, legítimo descendiente de aquellos bizarros descubridores y fundadores del Apure, y en presencia de todos lo habitantes y colindantes le hace entrega material, para él y sus hermanos, de la mencionada extensión de tierras de labor y cría ubicadas entre Matiyure y Arauca, tierras éstas que su abuelo Don José Blancos, natural de la Villa de Galaroza, Arzobispado de Sevilla, en los Reinos de España, había adquirido junto con sus antecesores en hazañosa lucha de conquistador” Concluidas las aventuras en suelo apureño, los Blanco se trasladan a la Villa de San Carlos de Austria en busca de una más sosegada existencia. Allí Don José Blanco se

17


Imprenta COJEDES

18

recrea en la apacible vida lugareña y en el afecto de familiares y amigos. La Villa de San Carlos de Austria le brindará la paz que necesita y también una dulce compañera: Doña Teresa Salazar, su prima hermana, con quien contrae nupcias por los años de mil setecientos cuarenta. Hombre de trabajo y recto proceder, Don José Blanco siempre tuvo a su lado la fortuna. El testamento que en 1.772, hace en la Villa de San Carlos de Austria, es una prueba fehaciente de su bonanza económica y de sus profundos sentimientos católicos. En ese famoso documento, después de pedir ser enterrado en la capilla de Nuestra Señora de la Concepción y amortajado con el hábito de la orden terciaria de San Francisco y de señalar los oficios religiosos que se harían por el descanso de su alma, declara como bienes: “Sesenta estancias y media de tierras con ocho mil reses, cien caballos y más de doscientas yeguas entre Matiyure y Arauca; el Hato de Mapurite con más de dos mil cabezas de ganado; el Hato de la Catalda; el Hato de Sabana del Banco; más de 30 esclavos y varias casas, entre ellas una de tapias y rafas cubierta de tejas, a la entrada de la Villa de San Carlos, donde habita con su esposa y sus siete hijos: Doña María Rosalía, Don José Santiago, Don Sebastián Favian, Don Alexandro, Don Juan Martín, Doña María Josefa, y Don Francisco Antonio Blanco Salazar, inseparables hijos de esa casa llamada desde entonces La Blanquera, quienes siguiendo las tradiciones religiosas de sus padres continuaron prestando ayuda al Convento de San Francisco de la ciudad de Valencia, al Convento de la misma Orden de la ciudad de Barquisimeto, al Convento de Santo Domingo de la Ciudad del Tocuyo, a las Iglesias de San Carlos, y como si esto fuera poco, construyen en la mis-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

ma Villa el templo de San Juan Bautista a una cuadra de la casa solariega…” Las Lajitas fue paso obligatorio de los ejércitos patriotas en busca de la ansiada libertad política de la España dominante, en tal sentido, a manera de ejemplo y haciendo mención de la obra “Bolívar desde Cojedes hasta Carabobo”, nos dice el doctor Carrillo Moreno, que La Blanquera fue testigo de la planificación de la celebre Batalla de Carabobo el 24 de Junio de 1.821, decisiva en nuestro proceso independentista: “Bajo su techo de maderas limpias el Genio ha convertido las noches en días de intenso trabajo, de largas consultas, de profundas reflexiones y el producto de esa delicada tarea fué esa audaz concepción de la batalla final que realiza el milagro de arrancar a Venezuela de las manos de la España feudal y conquistadora.” Las Lajitas también fue testigo del accionar de la Guerra Federal y se dice que del campanario del templo de San Juan Bautista, partió la bala que cegó la vida del valiente ciudadano, General del pueblo soberano Ezequiel Zamora, líder de la Revolución Federal el 10 de Enero de 1.860, cuestión aún no esclarecida.

19


Imprenta COJEDES

Capítulo II

Primeros habitantes (fundadores) 1930 – 1950 20

Doña María de los Ángeles Brito, viuda de Pereira, junto a don Rafael Pereira, con sus 95 años de edad siempre al pie del cerro San Juan frente a la casa La Blanquera, como su vigilante sempiterna es quizás la más antigua de los pobladores lajiteños que se conozca. Según esta honorable matrona, Dios no le dio hijos genéticos pero gracias a ella una veintena de criados y ahijados sintieron el calor de su hogar y se beneficiaron de sus cuidados y sabios y oportunos consejos y orientaciones; entre otros recuerda con mucho cariño a Ramón Rodríguez (mechita), José Tovar y a Luisa Carrillo, quien siempre ha estado a su lado cuidándola con mucho esmero y como buena hija agradecida. Unos pasos más arriba de donde hoy vive doña María, vivió don Victorino Guillén con doña Juana Manuela Brito de Guillén, junto a su hija Rosita y detrás de éstos, don Ernesto Aparicio y doña Bárbara Arcila, padres de Ana Arcila, esposa de Pedo Rafael Manzanero. Pastor Acevedo y Doña Lina de Acevedo, provenientes de “Paragüito”, fueron los padres de Nicanor (nica), Francisca, Petra, Remigia, Eva, Nicolás, Próspero e Hilaria, única sobreviviente con 82 años de edad. Fabricó don Pastor la casa donde años más tarde habitó don Marcos Moreno, ubicada en la Avenida Bolívar al final donde hoy existe una edificación con locales comerciales.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Pedro Lucio Figueredo, (el teniente), y Juana Bautista Manzanero, llegaron en 1933, provenientes de Santa Cruz Estado Aragua, con sus dos hijos José Antonio y Pedro Rafael Manzanero, incorporándose más tarde al núcleo, Dominga Flores en 1936 y Ángel Ramón Manzanero en 1941, aproximadamente. Habitaron casa comprada a Nerio Fonseca, ubicada en el cruce de la prolongación Avenida Bolívar con Calle 05 de Julio, donde hoy viven Jesús Mejias y familia. Doña Juana luego convivió con su esposo el larense Baltasar Hernández, en casa ubicada un poco más arriba por la Avenida Bolívar donde hoy existe un edificio de locales comerciales y apartamentos propiedad del señor Héctor Silva. Don Pedro Estrada y doña Elena Rivas de Estrada llegaron en 1941 aproximadamente, provenientes del caserío Caña Brava, previa breve estadía en el caserío El Potrero, acompañados de sus hijos Rufino, Mercedes, Isabel, Samuel, Felipe, Cayetana, Teresa y Gabino. Don Pedro, pequeño ganadero, agricultor y comerciante, se establece con su familia al frente de la casa de Marcos Moreno, con quien estableció cierta rivalidad o competencia propia de la actividad comercial. Acompañó también a don Pedro su hermana Lucrecia quien viuda llego con su prole integrada por: Demetrio, María de la Cruz, Celestino, Eduviges, Magdaleno y Ventura. Doña Lucrecia ejerció por muchos años el oficio de comadrona o partera, por cuya razón se le conoció también con el seudónimo de (Mama Lucrecia o Mama Luca) y a quien los ayudados por ella a venir al mundo pedíanle la bendición en señal de reconocimiento y agradecimiento por su labor. Otra comadrona que también prestó este servicio fue la señora Cándida Vargas, (Mama Cándida), a quien

21


Imprenta COJEDES

22

también pedíamosle la bendición. Marcos Moreno quien compró a Pastor Acevedo la casa antes mencionada, grande y de amplio corredor en donde recalaban los cultivadores del campo provenientes de El Potrero, El Cacao, Palambra del Doctor, Mapuey y caseríos circunvecinos con sus arreos de burros, único medio de transporte para la época, cargados de productos del campo para el intercambio: Maíz, yuca, ñame, granos, sal, bebidas alcohólicas etc. Procreó don Marcos junto a doña Ramona Guerra a Toribio, Marcos es Ismael Aguilar, Ana de Míreles, Emma de Míreles y Ramón Emilio, Elia y Marcos Guerra. En el sitio donde existió la casa de don Pedro y doña Elena, en el ángulo conformado por la unión de la Avenida Bolívar y la prolongación Bolívar, está ubicado ahora un edificio con locales comerciales propiedad de David Sánchez y en el vértice de dicho ángulo una mata de Caoba que por mucho tiempo brindó su sombra acogedora a habitantes del sector y demás transeúntes, siendo cómplice de sus andanzas, comentarios, cuentos, anécdotas, cuitas y desencantos, por lo que bien se le puede comparar con el centenario Samán de la Plaza Bolívar; lástima que manos depredadoras acabaron con esta inocente testigo de gran parte del pasado de esta comunidad. Pegadita a esta Caoba existió una casa que fue construida por Próspero Acevedo y donde vivió por muchos años un yaracuyano conocido como "el paisa Véliz", músico al servicio del Estado y de profesión zapatero. Frente al "paisa Véliz" y calle por medio el ranchito de doña Felipa Pinto, madre de don Sabás Muñoz. Jesús María Mejías llegó en 1947, procedente de El Yagual junto a su Madre María de Jesús de Mejías (doña


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

chucha), viuda de don Juan Mejías y sus hermanos Juan María (chicho), Félix Antonio (hábil violinista), Carmen y Vicenta, quienes vivieron en casa de bahareque (aún de pie), ubicada en la calle Negro Primero al frente de repuestos El Llanero. Antes vivió aquí la señora Aurelia Alvarado. Jesús Mejias contrajo nupcias con Librada Reyes habitando primero en humilde vivienda que posteriormente fue de Francisco Rivas y familia y en donde hoy está el establecimiento comercial y apartamento de habitación de Samuel Estrada y familia. Don Jesús y doña Librada hoy habitan en el cruce de prolongación Bolívar con calle 05 de Julio y son los padres de Juan y Chuchita. Fue don Jesús Mejias el fundador del hoy decano de los bares del barrio, el bar “La Estrella” donde funcionó un bolón hasta finales de los años sesenta y después un patio de bolas criollas hoy propiedad de la señora Flor de Irigoyen. Chicho Mejías construyó sobre unos escombros la casa donde aun convive con su esposa María Reyes de Mejias ubicada en la esquina de la Avenida Bolívar con calle Negro Primero y donde levantaron a Ascisclo, Juan, Estílita, Fermín, Miriam y Argenis. Al lado de esta casa todavía existe otra en la que funcionó una bodega propiedad de don Jesús y de don Rafael Pérez, al lado de la casa montonera de los Mejias. Doña Carmen Mejías convivió con Evangelista Castillo por muchos años en vivienda fabricada al final de un camino prolongación de la calle Negro Primero hacia el Norte y al pie del cerro San Juan, donde hoy habitan su hermano Santana y familia, quienes llegaron al barrio en la década de los 70 aproximadamente provenientes de Caramacate. Doña Carmen y Evangelista procrearon a

23


Imprenta COJEDES

24

Carmita, María, Nicolás, Delia, Nelly y Rafael. Por su parte, Francisco Rivas, proveniente de Cariaquito y llegado al hogar de la familia Manzanero, vendedor de raspados, agricultor, parrillero, cazador y pescador, se casó con Isabel Estrada, procreando a Máxima, Virgilio, Nilo, Elena e Isabel Cristina (Chabela), habitando primero en casa ubicada en la esquina Bolívar con Negro Primero. En la Avenida Bolívar donde hoy funciona el Banco del Caribe y antes Comercial Jokin existió una bodega de extensa y seleccionada clientela, propiedad del señor Antonio Mora Chari, gratamente recordado como musiú Mora por su procedencia árabe y casado también con una árabe con quien procreó a Manuel, Ramón y Erminio. Luego se casó con Asunción Velásquez dándole vida a Manolo, Enrique y Antonio, este último esposo de la señora Alida Sánchez de Mora y padres de Jhony, Antonio Ramón, Cheo, Carlitos y Luís Enrique. La señora Alida vive al lado de lo que fue aquella casona original. Un poco más abajo por la Avenida Bolívar hacia el Oeste y a una cuadra de la casa La Blanquera en la intersección con la Calle Pichincha, existió una venta de víveres propiedad del comerciante yaracuyano Don Daniel Ramírez, casado con Teodosia Hernández, hija de Don Daniel Inojosa y Doña Eulalia Hernández; esta venta de víveres llevaba por nombre “La Coquera” debido a la existencia de varias matas de este fruto en sus alrededores. Posteriormente fue propiedad de Don Eloy Rivas y su esposa Mercedes Estrada Quintero de Rivas y según testimonio de la señora Isabel Estrada de Rivas, con 82 años de existencia, dicha casa fue consumida por un incendio siendo reconstruída hasta que finalmente desapa-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

reció en el año 2004 aproximadamente. Esta “Coquera” de Don Eloy pasó a ser propiedad del señor Ignacio Vásquez de quien aún quedan allí algunos de sus herederos entre ellos Claudio Pineda el popular “campana”; en poder de Ignacio Vásquez, funcionó también un patio de bolas en donde viejos y zagaletones se entretenían jugando su partidita. Bajando por la calle Falcón a escasos metros de la casa La Blanquera en esquina con calle Sucre vivió Don Sabás Muñoz, quien junto a su esposa Doña María, procreó a Andrés, Luís, Ana Francisca (Pancha) e Isidra. Andrés vive con su familia al lado de donde existió dicha casa y Pancha esta residenciada en la calle Páez entre calles Zamora y Falcón, donde levantó familia junto a su esposo Agustín Muñoz. Era Don Sabás, según Pedro Rafael Manzanero, hombre de figura gallarda y comunicativa quien, aparte de lo chistoso, no escurría el bulto al ser invitado a una partida de bolas criollas diciendo en tono jocoso no temerle al más pintao. Al frente de Don Sabás habito Doña Maria Muñoz, quien venia de haber habitado un cuarto grande de las ruinas de la histórica casa La Blanquera, siendo desalojada de allí por el gobierno regional; compañero de Doña Maria fue el plomero Don Pedro Tortolero. En la Avenida Bolívar al frente del Banco del Caribe existe una vivienda que fue propiedad de la señora María Eustaquia Farfán de Matute, en donde estuvo residenciado el señor Elías Nasar Arrollo, gobernador del Estado durante el período 1963 – 1968, encontrando allí la muerte el 16 de Febrero del 1978, víctima de un voraz incendio que consumió parte de dicha residencia.

25


Imprenta COJEDES

Otros habitantes (cofundadores)

26

El barrio sigue creciendo con la llegada de cada vez más habitantes y así podemos mencionar: En la esquina calle Sucre con Falcón habitó la señora Ursula Camejo, madre de Natividad Camejo, esposo de Doña Basilicia Morales de Camejo quien trajo al mundo a Julio, Rafael, Rómulo y Armando Camejo. Fue su vecina la señora Ezequiela Ramona Tovar, popular y cariñosamente llamada “negra Ezequiela”, madre de José, Nelly, Nayleth, Magali y Manuel; en casa en el mismo sitio vive hoy Nelly con su familia. En la misma calle Falcón entre Páez y Salias fundó familia el señor Bartolo Villegas, hombre sereno y de recto proceder, de voz suave y pausada conversación, quien después de ser agente, fuera eficiente y eficaz Comandante de la Policía Estadal cuando ésta se ubicaba en el cruce de las calles Páez y Silva, diagonal a la Plaza Bolívar. Además de Comandante, Don Bartolo fue Prefecto en El Pao, Manrique y Cojedito; también fue dirigente del Sindicato de Obreros Estadales. Aún queda allí parte de su prolífica y estudiosa familia entre ellos el profesor José Villegas con su esposa e hijos. Al frente el popular y siempre dirigente deportivo y administrador de la oficina de rentas de licores Gabriel “Chicho” Blanco y familia. Al lado de la casa del señor Bartolo vivió la honorable comadrona ya citada anteriormente Candida Vargas; también habitó por estos alrededores la señora Manuela Machiques recordada por los saraos de los fines de semana en su casa y amenizados por Pedro Pablo “el chere” Rivas, Pedro López, Nicasio Mejías y Manuel Véliz. En la esquina cruce con Salías estuvo ubicado Benicio Avancines, quien proveniente del Municipio Ri-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

caurte estableció allí hogar y un patio de bolas criollas muy frecuentado por los lugareños. En una de las esquinas Páez con Zamora vivió un hombre laborioso de la tierra de nombre Rafael Lugo y más abajo por la misma calle Páez entre Falcón y Zamora vivió Anacleta Mejías y en esquina con Falcón Don Santana González y su esposa Juana al frente del alfarero Ramón Antonio Nadal. En esquina con Pichincha se estableció Don Agustín Blanco y más tarde Don Braulio Moreno y su esposa Ana Luisa con sus sobrina Ernestina, donde atendían a los vecinos desde una humilde pero surtida bodega. Al frente Don Manuel González y Doña María su esposa, en casa construida por Santana González y habitada por él y su esposa. Diagonal a ésta Doña Eugenia Blanco junto a María Jagua de Caballero, cuya hija Josefina “chepita” actualmente vive en el lugar. Al lado Doña Rosa Benítez seguida de Doña Mamerta Tarazona, natural ésta de Santa Rosa y madrina de muchos lajiteños, quien hizo pareja con un nativo de El Tigre Estado Anzoátegui, llamado Lázaro Valera bajo cuyos cuidados crecieron Benigno, Catalina, Pablo, Florencio, Delfina, Gladys y Antonio. Colindando con esta casa estaba la vivienda habitada por Don Daniel Inojosa, excelente bailador de joropo, y su pareja Lucía Mejías junto a su cuñado Pedro Nolasco Inojosa, reconocido bandolinista y carpintero; también convivieron allí sus hijos María, Ana, Felícita y José; años más tarde co-habitó allí otra hija de Don Daniel llamada Ezequiela junto a sus hijos Rosa María, Carlos Luís, Alecia y Mery. Por la otra orilla y al final de la calle Páez con 05 de Julio se residenciaron Don Sergio Pinto y su esposa Gregoria quienes procrearon a Jesús, Gonzalo, Andrés, Antonio,

27


Imprenta COJEDES

28

Nina, Juana, Celia y Joseito. En esa misma esquina habitaron Pedro Castillo y su esposa Dora y años más tarde una dama a quien se le conoció como “niña Manuela”. Al lado convivieron Lino Ríos, agente de policía y Doña Asunción de Ríos; después habitó allí Doña María Guadalupe Rodríguez, mejor conocida como Doña Isabel, junto a sus hijos José Gerardo, Manuel y Santos; posteriormente Doña Etanislá Silva con sus descendientes Hilaria, Eudosia, Manuel, Lina y José; vecinos de estas familias fueron José Antonio Manzanero y Cayetana Estrada de Manzanero en vivienda comprada a Don Demetrio Herrera; fueron ellos los padres de Jesús, Alberto, Irma, Silvia, Maritza, Arelis, Leticia y Rubén, muchos de los cuales aún conviven en nuestra comunidad y en la llamada casa comunera. Don José Manzanero fue vendedor de pan de hornos junto a su hermano Pedro Rafael, también fue heladero y trabajó en la construcción del grupo escolar Eloy Guillermo González, después por muchos años prestó servicios como funcionario de la Gobernación del Estado y finalmente ya jubilado laboró en la Cámara de Comercio hasta su muerte. Seguida de la casa de esta familia habitó Doña María de la Cruz Estrada madre de José de la Cruz, Mercedes (Mayudo), Félix, Candelario, Rosalía, Elio, Ramón y Elis Enrique (los chinos). En nueva casa pero en el mismo sitio conviven algunos descendientes de esta matrona. Seguidamente en la esquina la señora Chicha Sandoval y de inmediato la casa de Eduviges Estrada y su señora Teodora Muñoz de Estrada, la enfermera del barrio en su época, junto a su prole Trina, Rosita, Eduardo, José (Cheo “El Pajarito”), Isbelia y José Laurencio (Lencho) y de inmediato la casa donde vivió el paisa Véliz, quien aparte de zapatero y


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

músico tenía una venta de kerosene. Volviendo a la calle Sucre en su comienzo en sentido Oeste – Este en la márgen derecha, en el cruce con 5 de Julio estuvo residenciado el señor Isabel Veloz y media cuadra más adelante Don Ramón Abreu y Celestina Pinto. En la esquina siguiente cruce con Pichincha se encontraba Doña Prisca Pérez, costurera, y al lado una casa donde vivió el odontólogo José Carrizales Díaz, a quien muchos lajiteños y lajiteñas le agradecieron y agradecen el poder sonreír y lucir buenas y estéticas prótesis. En esquina Falcón con Sucre habitó Pedro Pablo Rivas (el chere), excelente y habilidoso músico, junto a su esposa Juanita Manzanero de Rivas y sus hijos Pedro, Mario, Rafael, Miguel, Mireya y Magdalena; al lado hábito la señora Maria del Socorro Rivero y familia, hoy habita allí su hija Carmen Rivero. Entre calles Falcón y Zamora vivió el policía larense Martín Chirinos con Josefa González, padres de crianza de Rafael Ruíz (el cómico) y al lado casa de Toribio Aguilar y familia en donde hoy vive su esposa Doña Filomena y a su lado en esquina Zamora con Sucre tuvo expendio de víveres Don Manuel Travieso, antes habitó el señor Luís Tovar con su familia en casa construida por Don Francisco Avendaño, por muchos años encargado de la fabrica de tejas y adoboncitos “La Tejería”. Por la otra acera en sentido Este – Oeste se ubicaron don Sebastián Alfredo, quien fuera músico de la Banda del Estado por mucho tiempo y su esposa Josefa y al lado siguiente Don Ramón Salcedo con María Jacoba e hijos y su popular tintorería y lavandería “El Respaldo” con su eslogan “Buenas Tardes – Pase Adelante”. Regresando a la prolongación Avenida Bolívar en el

29


Imprenta COJEDES

30

cruce con 05 de Julio recordamos a Doña Felicia Monagas con sus hijos Bonifacio y Nicolás Florentino Monagas conocido popularmente como “tolete” tío de Don Juan Monagas y media cuadra más abajo Don Félix Carballo y Don Prudencio Añez, el hombre de la leontina en el palto, y diagonal a éste Don José Márquez y su esposa Demetria con sus hijos Miguelito (Phillys Morris) y Basilicia. Hoy habita allí la viuda de Miguelito, Crucita junto con hijos y nietos. Al lado vivió un veterano de la albañilería conocido como el maestro José Aponte y al frente y hasta hoy ubícase la residencia de la señora Marcelina Vásquez. Por esos alrededores habitó también el señor Andrés Miguel Sánchez conocido popularmente como “sampagüita” y padre de la señora Mercedes Méndez. Ubicados en la calle Salias sentido Oeste – Este se estableció Raimunda Sánchez, madre de Quintín, Melecio y Toribia y más adelante Don Anastasio Carrera con su bodeguita. En calle Negro Primero entre Sucre y Páez vivió Doña Lucrecia Estrada y diagonal a ella Domitila Ojeda junto a sus hijos Ramona y Oswaldo. En esta misma Negro Primero con Sucre habitó Gumersinda Márquez. En la calle 05 de Julio entre prolongación Bolívar y calle Sucre y al lado de “tolete” habitó Don Rafael Pérez quien proveniente de Las Veguitas procreó junto a Doña Ventura a Alejandrina, Francisco (chango), Luís, Alfreda, Hilario, Brigilia, Melecio y Amado. Entre calles Páez y Salias vivió la señora Nemecia Castellano, abuela del cultor popular Silvestre Botello y en donde hoy habita Don Juan Ríos con Doña Aleja y numerosa prole. Al lado vivió la señora Maria Galeno donde después funcionó


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

el bar 5 de Julio, luego Bar Restaurant El Tranquero y ahora residencias de alquiler. Al frente existió una casa conocida como “casa calera” en honor a su propietario llamado Carlos Muñoz y quien fuera agente policial. Casi al final ya llegando a la calle Salías habitó Francisco Rivas y familia. Atravesando la Avenida José Laurencio Silva más allá del hotel Martíno, vivió Lioncio Espinosa en la conocida casa “vuelvan caras” y unos pasos más adelante, vía los jabillos, procedente de Lagunitas se residenció la señora María Inocencia Hernández también conocida como “quincallita” por la cantidad de prendas y pinturas con que se adornaba. También convivió por esos alrededores Don Adolfo Estrada dedicado a las actividades de labrar la tierra al igual que el señor Gonzalo Berbecía quien proveniente del estado Barinas se casó con María Angulo procreando una prolífica familia. Por el callejón Sucre se establecieron Don Juan Reyes, proveniente del Estado Guárico, y su esposa Juana Piñero de Reyes, padres de Mercedes, Julia y Juancito, teniendo como vecinos al frente a la pareja conformada por Don Felipe Betancourt y Doña Juana Chacón apodada “cantagüeno” y en casa contigua habitó el señor Darío Torres y familia. Entre otros primeros habitantes de este sector se pueden mencionar con sus respectivas familias a Don José Buitriago, Juan Guerra, Alejandro Mejías, Alejandro Ríos, Eugenio Arteaga, Cecilia Ostos, Demencio Güite y Ambrosio Padrón. Otros habitantes Avenida Bolívar sentido este – oeste.

31


Imprenta COJEDES

32

Margen derecha: Don Belisario Piña y familia, Roumaldo Santoya y Rosa de Santoya en donde posteriormente construyó José Ramón Rodríguez, y un poco más arriba ya en el cerrito San Juan, Don Nicolás Machado con su esposa Gregoria Robles y su numerosa prole integrada por Esperanza, Crucita, Martín, José de Jesús el popular “chunga”, Alejandro, Dilcia, José Ramón y Librada; vecina a Don Nicolás Machado habitó la familia Muñoz cuna del padre Gerardo Muñoz; Albino Reyes y familia; Antonio Moreno y su esposa María Rivas e hijos, ahora habita allí la familia Casadiego Ojeda; familia Rivas Manzanero y más adelante Regina Moreno en donde después construyó local comercial Prospero Acevedo propiedad posterior de Don Antonio Moreno y su hermano Omar y más adelante Luís Martino, familia Angulo, casa propiedad de Elia Moreno seguida de Arturo Da’silva, y ya finalizando el cerrito San Juan vivieron Doña Sofía Güite y Anselmo León, Sergia Güite y Juana Rivas, hermana de Doña Elena, con sus hijos Salomón y María Rufina. Allí conviven ahora Pedro Angarita viudo de Audelina Güite, y sus dos hijas, al lado de la familia Henríquez seguida de vivienda de Nancy de Romero, hoy viven allí sus hijos. Más adelante se ubican Heiler Zambrano y Esteban de Jesús Natera, el popular “negro Natera” o “kid Natera”. En estos alrededores y vecinos al conocido “descanso” habitaron Don Paulino Bravo y su compañera Evangelista. Margen Izquierda: Al lado de la Casa Blanquera habitó Amada de López, después su hermano Rafael Escorche, hoy vive allí la fa-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

milia Cesarone Pellegrino seguida de Angelo Cocuza y más adelante tuvo bodega Don Eulogio Matute donde hoy esta la distribuidora Mackartur de Arturo Da Silva y un poco más abajo fundó bodega Giusepe Felice (pepe) donde hoy habita Claudio Pineda el popular “campana”, al lado de Pascuale Sardella. También en la prolongación Bolívar y a la altura de donde hoy vive la familia Felice, vivió Doña Antonia Camacho madre de Martín, Eduviges, Natividad y María. Al lado habitan el señor Crispin Ruíz y su hijo “Cheo” en donde antes vivió Olga Palencia e hijo. En la misma prolongación Bolívar margen derecha donde hoy está el edificio El Cubo Negro vivió la familia Carrillo. Por la margen izquierda de la Avenida Bolívar, al final tuvo Samuel Estrada, primero un expendio de licores y patio de bolas y luego la “Bodega Victoria” teniendo como vecino a Don Segundo Echandía. Calle Sucre sentido oeste – este

Margen derecha: Iniciando la calle Sucre y como dando la bienvenida al visitante proveniente del oeste nos encontramos con un monumento que nos recuerda en cuatro placas el coro de nuestro glorioso himno del Estado Cojedes; luego la creación del Estado Cojedes por decreto del 04 de Agosto de 1909 por el presidente provisional de la República Gral. J. V. GOMEZ así como la instalación del primer gobierno provisional del Estado presidido por el Gral. JOSE RAFAEL LUQUE, echo ocurrido el 25 de Agosto de 1909. Por último nos recuerda la conformación del Gran Estado Zamora por los actuales estados Barinas,

33


Imprenta COJEDES

34

Portuguesa y Cojedes, fundado en 1864. Al frente del referido monumento habita actualmente Ramón Perozo, su esposa Humberta e hijo. En casa inmediata vivió y tuvo bodega Tomasa Moreno. Más adelante fundó hogar el apureño Don Hugo Cadenas, músico de la Banda del Estado junto con su esposa Margot y sus hijos; Doña Toribia Acosta promotora social y deportiva; familia Sotomayor, comerciantes; José Zambrano y su compañera Eva Acevedo con sus hijos; Concepción “Con” Piñero y su pareja Ana Gregoria Ojeda e hijos y Feliciano Piñero y familia. Al lado de la familia Tovar, en donde vivió el señor Carrizales, habitó la familia Martínez a quienes conocemos como “los orientales”, hoy viviendo en calle Páez entre Falcón y Pichincha. En esa misma casa funcionó la casa del partido Movimiento al Socialismo, y del otro lado de la familia Tovar habita la familia Camejo. Margen Izquierda: Familia Echenagucia Rivero; María Camacho y familia, Don Carlos Matute y Señora; José Ramón Reyes y familia, primero, hoy familia Patrocinio De SA; familia Martiño Gómez, antes Don Rafael Escorche esposa Aurora e hijos Hugo, “la nena”, Maenis, “mimí”, Dalia y Rafaelito; Giovanni Pellegrino y familia; Don Eulogio Rivero y más tarde Don Pablo Pineda y familia, hoy Don Juan Brito y familia; Toribia Sánchez; Don Luís Sánchez y familia, Jesús Testa Rodríguez y familia y en esquina Sucre con Zamora tuvo residencia la señora Moreno, madre del conocido popularmente “sargento Moreno”.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Calle Páez sentido oeste - este.

Margen Derecha: Familias Méndez y Cardinale, Elvira Veloz, en cuya casa funcionó por muchos años el comité de base “Luís Hurtado Higuera” del partido Acción Democrática, antes vivió allí Rosa Mirabal; familias Ríos Fernández, Moreno Fernández, Fernández, antes la señora Loyola, Daniela González, familia Goncálvez, Ramón Castillo y señora, Ramón López y familia, familias Martínez Artiles, Manzanero Flores, Manzanero Estrada, Manzanero Arteaga y Yuraima Echenagucia. Margen Izquierda: Familia Plaza Aguiar, donde antes habitó Pastora Guitíerrez; familias Molina y Malandruco, antes familia Agüero; familias Pérez y Mora, posterior a Anacleta Mejías en cuya esquina existió una pila de agua. Atravesando la calle Falcón tuvo bodega Don Heriberto González seguido de las familias Martínez, Betancourt y Montenegro, luego casa de Coromoto Ascanio y vivienda de Don Lino Ríos y su esposa Asunción; Priscilo Manamás, antes familia Echandía Rumbos; familias Rumbos y Acevedo Manzanero; Odalis Tarazona, Lauri Barrios, Edith Álvarez y familias Guerra Martínez y Mogollón Escalona; Julia Reyes, antes Enriqueta Montenegro y familia, después Isabel Echandía y posteriormente Hilaria Silva; y por último familia Escalona. Calle Salias sentido este – oeste:

Margen izquierda:

35


Imprenta COJEDES

Familias Velásquez Alvarado y Linares; Francisco Carrera y familia; Alfredo “pollo Roque”, músico siempre dispuesto al sarao folklórico; familia Méndez Carvajal, Pánfila Gómez y familia y familia Morales. Calle 5 de Julio sentido sur – norte:

36

Margen derecha: Silvestre Botello y familia donde antes habitó su padre el popular “cabo Silvestre” con su esposa Justina; Ramón León y familia, en sitio donde, primero vivió Doña Eulogia Mendoza, hábil costurera y posteriormente su hijo Ignacio; Alba Alvarado y familia; Pedro José Echandía y familia; Isabel Echandía, Pedro José Escobar “el sastre” y Luís Pérez con sus respectivas familias; familia Blanco, familia Padrón, familia Rey, Francisco “chango” Angulo y familia, Hilario Angulo y familia y Narciso Ojeda y familia. Margen izquierda: Luís Pérez Angulo y familia, familias Hernández, Matute y Monagas; en donde hoy funciona la concretera El Nazareno propiedad de Numa Villaquerán habitó Don Rafael Paredes hábil fabricante de bateas de lavar ropas; Primitivo Moreno; Ramona Abreu, antes Doña María Castillo y al lado José Luís Angulo seguido de la familia Flores Méndez con Don Pedro Antonio y Doña Mercedes, padres de Tarcisio, José Alberto, Esteban, Carlitos, Cohinta y Ángel, y finalmente Esteban Flores y familia.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Calle Negro Primero sentido Norte – Sur:

Margen derecha: Don Manuel Linares, familia Manzanero Abreu que vivió mucho tiempo donde hoy está la venta de repuestos “El Llanero”, antes casa de Doña Elena de Estrada en donde vivieron Delfina Tarazona junto a su esposo Carlos barrio y después Nilo Rivas Estrada y su esposa Magdalena Ruiz; familias Estrada Pérez y Ojeda, José Martínez y familia, familias Pérez, Guárate y Echandía; Raquel Montenegro y familia, y Xiomara Manosalva y familia. En la casa de la familia Pérez antes habitó el popular “negro” Carlos Luís Graterol, su madre Ezequiela y hermanos Alecia, Mery y Antonio; y en sitio donde hoy existe casa de la familia Guárate vivió la familia Ochoa. Margen izquierda: Familia Zambrano Mejías, Prospero Acevedo y familia, Melvis Ojeda y familia, antes Manuel “manuelpico” Piñero y familia; familias Piñero, Florencio Angarita y familia, familia Aguiar, Carmen Montenegro y familia y familia Méndez. Calle Pichincha Sentido Sur – Norte: Margen derecha: Familias Carvajal y Pacheco Carvajal; Ramona Taborda, Magaly Escobar, Ana Maria Olivo y familia Nuñez; Eddy Camacho y familia, antes vivió en este sitio Don Rafael el volquetero, señora Josefina Palma, Migdalia Garcia y Salomón Martínez y familia.

37


Imprenta COJEDES

Margen izquierda: Ezequiela Linares y familia, Carmencita Díaz y familia; Don Manuel Sevilla y familia, familia Tovar Páez, José Carvajal y familias Zambrano y Angulo. Calle Falcón sentido norte - sur:

38

Margen derecha: Mariano (Marianito) González y su esposa la maestra Victoria, hoy habita allí Valdemar pinto y familia, Delfina Castillo y familia, Ramón Blanco y familia, Hipólito Ochoa y familia, José del Carmen Blanco y familia; familias Alvarado Manaure y Malandruco; Carmen Mireles y familia, Leo Salcedo y familia, antes Zoyla Peña; y familia Camacho Sa. Margen izquierda: Benicio Páez y familia, Jesús Torrealba y familia, el excelente sastre José Sotillo y familia y Doña Ramona Blanco y familia, y vecinos a ellos vivieron Ramona Matute y Antonio Tovar. Calle Zamora sentido sur – norte:

Margen izquierda: En esquina Salias con Zamora vivió Argenis López, seguido la familia Valero Méndez, familia Méndez, familia Domínguez, Doña María Herminia Morales (la rezandera del barrio), Patricio Pinto y familia, Don Pedro Rivas y familia y el popular “Chingo” Gómez y familia.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Avenida José Laurencio Silva sentido este – oeste:

Margen derecha: Familia Gouvea, Aquiles Rodríguez y familia, Florencio Acosta y familia, María y Jacinta Rojas y familias y Gumersindo Romero y familia. Y algunos extranjeros que han contribuido en el doblamiento y crecimiento del barrio -Mora Chari, Antonio. -Di Felice, Giuseppe (pepe) y Giuseppina ( Josefina) Sardella de Di Felice -Martino, Luigi (Luís) -Martino, Michelle (Miguel) -Cardenale, Andrea (Andrés) -Cocuzza, Angelo (Ángel) -Sardella, Pascual. -Pelegrino, Giovanni. -Camacho, Manuel. -Da Silva, Arturo y María Cuello. -Goncalvez, Angelina. -Brito, Juan. -Salgado, Manuel. -Pasanissi , Giacomo. -Gouvela, Familia. -Patrocinio de Sa, Familia. -Martiño Gómez, Familia. -Malandruco, Familia.

39


Imprenta COJEDES

Capitulo III

Economía

40

Ya se ha dicho que la mayoría de los primeros pobladores de “Las Lajitas” se dedicó a la práctica de la actividad agrícola a través del conocido conuco en las márgenes de nuestro vital río Tirgua y del cual obtenían los productos básicos para la dieta diaria de la familia y para el intercambio comercial, destacando entre otros productos: maíz, ñame, yuca, batata, ocumo, auyama, plátano, cambur, frijol, tomate, quinchoncho, etc. Revisando la historia es bueno recordar que la siembra del conuco o sementera data de nuestros aborígenes, quienes la completaban con productos de la cacería y la pesca tal como lo hacían los conuqueros fundadores de nuestro barrio, quienes generalmente se hacían acompañar del siempre explotado asno y del fiel compañero perro. Una semblanza de este primitivo modo de producción nos la hace Jesús Manzanero Estrada, en su composición para parranda “Viejo Conuco Llanero” y que se lee a continuación: I A golpe de furruco como parrandero le canto al conuco amigo llanero con mucha nostalgia lleno de recuerdos


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

evoco momentos bellos que se fueron II El viejo conuco modo de producción con que los abuelos la alimentación dieron a la prole con mucho cariño en humilde hogar a viejos y niños III A orillas del Tirgua éstos florecieron el producto agrario a muchos nos dieron la yuca, la pira, ñame, la batata el rico maíz para las hallacas IV Tu rancho de palmas en donde guardar viejas herramientas propias del labrar chícura, escardilla con el garabato junto a la peinilla el hacha y el saco

41


Imprenta COJEDES

42

V El morral con el avío preparado por compañera experta para la comida como también conuquera el tabaco no faltaba como tampoco el chimó éste era el que le curaba haciendo papel de mentol VI Los acompañantes de los labradores humilde jumento perros latidores la traga venados el rancho cuidando nuestro conuquero mientras reposando VII Varios los conucos que hoy recordar porque en mi niñez ellos transitar con “Los Aguacates” “Barranca Amarilla” junto a “Los Bambúes” también “Los Jabillos”


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

VIII Muchos conuqueros que un día visitar compartir productos que ellos cultivar no había mezquindad tampoco egoísmo solidaridad sólo el amiguismo IX Fueron Sergio Pinto y Lázaro Valera fieles exponentes legión conuquera con Sabás Muñoz y Adolfo Estrada esta gran labor por nadie igualada X Fue Don Prudencio Añez junto a Rafael Lugo con Don José Márquez trilogía de lujo Don Ramón Abreu y Chicho Mejias a este quinteto nadie igualaría

43


Imprenta COJEDES

44

XI Don Rafael Pereira Victorio Guillén popular “Tolete” los tres para el bien sacarle a la tierra el mejor provecho con Lorenzo Guerra el mandado hecho XII Fue Don Cayetano temperamental sus canes y asnos siempre acompañar grapas y martillo alambre y horqueta cercar el conuco esa era la meta XIII Cuatrista excelente toca en “La Central” es Don Juan Monagas digno de nombrar muy buen parrandero en todo momento también conuquero allende los tiempos XIV El viejo conuco


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

de mi lar llanero desapareció hoy todos se fueron unos por cansancio otros ya murieron la inseguridad reina en nuestros suelos Otros conuqueros fueron Don Pedro Estrada, Sandalio Gutiérrez, Daniel Inojosa, Martín Echandía, Luis Matute, Darío Torres, Felipe Betancourt, Eugenio Arteaga, Ambrosio Padrón, Nicolás Machado, Rafael Pérez y Alejandro Ríos, padre del siempre recordado Sargento G. N. Mario Ríos. Justo es mencionar que muchos de estos trabajadores de la tierra fueron acompañados en sus labores por sus esposas o compañeras e hijos. Reconocidos pescadores y/o cazadores han sido Don Pedro Estrada, Francisco Rivas y sus hijos Virgilio y Nilo, Pablo “el manco” Tarazona, Juan Ramón Estrada, hermanos Quintín y Melecio Sánchez, José “raspabuche” Martínez, hermanos Miguel y Laurencio Del Basto, Cheo Mora, Antonio Tarazona, Luis Fermín Quintero, Pedro Rafael Manzanero, Alberto Blanco, José Errada, Julio Méndez, Antonio Méndez, Gabino Estrada, Pedro Tortolero, Leoncio Espinoza, Jhony Mora, Julio Camejo, Nicolás Machado, Antonio “el puyón” Olivero y Don Julio Aparicio, sempiterno y veterano pescador, conocedor de todos los vericuetos, caramas y recodos del Tirgua, su eterno aliado, experto en secretos y mañas para la prevención y sanación de mordeduras de peces y serpientes y de las temidas y dolorosas picadas de rayas.

45


Imprenta COJEDES

46

Por su parte las diligentes esposas o compañeras se dedicaban a las tareas propias del hogar: atender a la prole, elaborar el avío a llevar para el conuco o cualquier otro sitio de trabajo y el mantenimiento general de la casa con el cuido de animales incluído. En estas lides nos recuerda Don Pedro R. Manzanero en “Estampas de mi Barrio”, artículo suyo escrito especialmente para el desaparecido diario “El Regional”: “…para las mujeres del barrio existían dos lavaderos públicos: unos pocitos en el cerrito “San Juan” y el paso “Los Jabillos”. Al decir ésto es bueno recordar de manera especial las lavanderas que concurrían a este paso y cuando el rebaño de ganado se movilizaba a pie el puntero decir a todo leco: “apartarse el que pueda que el ganado es cataldeño y bravo” por lo que éstas a toda prisa recogían sus bateas y sin pensar en la alambrada de la vega de mi viejo amigo Ramón Abreu guarecíanse allí en el mayor silencio saliendo de sus mogotes cuando pasaba el último paño de ganado. Otra cosa preocupante la motivaba el salirse del rebaño algún ejemplar y el avisar de casa en casa que tuvieran mucho cuidado con el animal. Años más tarde existió en la Calle Zamora en la cuadra donde siempre ha funcionado el Grupo Escolar “Eloy Guillermo González” un tanque con varias plumas donde recalaban en busca del preciado líquido para el lavado de la ropa, entre otras mujeres del barrio, Doña María Muñoz, Ezequiela Tovar y Josefa González. Aparte de las anteriores actividades aquellas dignas amas de casa se dedicaban al cuidado de animales domésticos que nunca faltaban en el patio (cochinos, gallinas, pavos, patos, gansos, guineos) con los cuales ayudaban en el complemento de la alimentación diaria. Bueno es


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

recordar la costumbre generalizada del suculento y repotenciador hervido de gallina criolla para la mujer recién parida durante los días de cuarentena mientras el padre se conformaba con unos cuantos palos de un compuesto (bebida espirituosa) a base de aguardiente aliña’o con otros condimentos y que se conoció como el popular mia’o para brindar con amigos y familiares el advenimiento del nuevo miembro de la familia. En ocasiones estos animales domésticos eran vendidos vivos o en pie y en otras eran convertidos en chicharrones, hayacas y rellenos para arepas y/o empanadas y así contribuir con el menguado ingreso familiar. Estos animales eran alimentados con desechos alimenticios del hogar, maíz y en ocasiones con la concha de éste (nepe) o maíz picado, productos obtenidos del pilar casero o en el pilón de maíz de Don Marcos Vilera, ubicado en la Calle Figueredo en el barrio El Chuchango. Otra actividad realizada por algunas dueñas del hogar fue la elaboración de arepas, empanadas, cachapas, arepitas dulces, niños envueltos, conservas de coco, majaretes, jaleas de mango y pan de horno, productos que eran llevados a las bodegas para su venta quedándole a sus dueños, por supuesto, algo de ganancia; otras veces eran enviados a la venta ambulante (en la calle) por eficientes y hábiles pregoneros, en su mayoría hijos de las mismas amas de casa y quienes no regresaban al hogar hasta no haber vendido todo el producto. Pregoneros gratamente recordados por su aspecto folclórico son Pablo “el manco” Tarazona, con su inconfundible grito de guerra “chicharronizate” y su venta de pescado fresco a domicilio, y Don Julio Aparicio y su “si hay ayayay” para vender su sabroso niño envuelto. También se recuerda a los hermanos Pedro Rafael y José

47


Imprenta COJEDES

48

Antonio Manzanero con el rico pan de horno y a los hermanos Jesús, Alberto Manzanero, Virgilio y Nilo Rivas con la deliciosa cachapa. Otros pregoneros venidos de fuera a ofrecer sus productos fueron el muy conocido “fumanchú” Pandares con su agrio tamarindo; un señor de apellido Fonseca, vendedor de café molido, prendas a crédito y a domicilio; el vendedor del dulce batío; el heladero con la inconfundible música de la marchantita; el vendedor de suero casero con su invariable pregunta ¿niño mamá quiere comprar suero?; y un señor que en una especie de carreta tirada por un dócil jumento ofrecía frutas y verduras. Veteranas en la elaboración de productos culinarios para la venta fueron Doña María Brito, aún viva y la más antigüa, Juana Manzanero, Juanita Manzanero de Rivas, Basilicia Morales, Asunción de Rios, Ezequiela Tovar, María de González, María de Muñoz, María Méndez, Mercedes Méndez, Mamerta Tarazona, Carmen Mejía, Marcelina Vásquez, Isabel de Rivas, Cayetana de Manzanero, Gregoria Robles, Crucita de Márquez, Teresa de Blanco, Ventura Angulo, Librada de Mejía y Gregoria de Pinto, entre otras. Hay que destacar que como combustible fue usado, primero, la leña en el viejo fogón; luego el kerosene con la respectiva cocina y por último el gas que llegó mucho tiempo después. En aquellos primeros tiempos de nuestro barrio en un lugar llamado las tejerías en las inmediaciones del hoy barrio La Medinera, existió una fabrica de adoboncitos y tejas propiedad de Don Eliseo Salvatierra en donde laboraron, entre otros, Agapito Mercado, Agustín Muñoz, Bernardino Castillo, Celestino Estrada, Ramón Antonio Nadal, José Ángel Caballero, Pedro Rafael Manzanero,


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Julio Aparicio y Francisco Avendaño como caporal. Otros se dedicaron a las llamadas labores llaneras en fundos como “La Catalda” y “El Potrero” y entre los que cabe mencionar a Don Pedro Estrada, sus hijos Samuel y Felipe, Ernesto Aparicio, Santana González, Virgilio Rivas, Simón Estrada, Antonio Tarazona, Nicolás Valera, Lázaro Valera y Rafael Coromoto Rivas. Una actividad muy practicada en aquellos primeros años de vida del barrio la constituyó el comercio a través de las humildes pero surtidas bodegas, en algunos casos almacenes, entre cuyos dueños hay que mencionar a Marcos Moreno, Pedro Estrada, Daniel Ramírez, Antonio “musiú” Mora, Eutimio Mata, Manolo Mora, Ignacio Vásquez, Jesús Mejías, Rafael Pérez, Amado Ríos, Antonio Moreno, Eloy Rivas, Anastasio Carrera, Tomasa Moreno, Luís Matute, Luís Martino, Sandalio Gutiérrez, Roumaldo Santoya, Manuel Travieso, Braulio Moreno, Agustín Muñoz y Giussepe “pepe” Di Felice. Grato es recordar la popular “ñapa” que consistía en un pequeño obsequio del bodeguero, especialmente a los niños, generalmente una golosina y en muchos casos y de común acuerdo (bodeguero-comprador) se constituía una especie de alcancía (un frasco) en la que por cada bolívar de compra realizada el bodeguero depositaba un grano de maíz equivalente a una moneda de cinco céntimos (puya o chiva) a favor del comprador; este modelo de “ñapaahorro” se conoció con el nombre de “apunte”. Según testimonio de Pedro R. Manzanero, entre los años de 1937-38 existió una bomba de gasolina en la Avda. Bolívar en donde hoy habita la flia. Rodríguez, al frente de la Distribuidora “Mackartur” de Arturo Da Silva, cuyo propietario fue el señor Manuel Padro. Al

49


Imprenta COJEDES

50

lado de esta distribuidora existió por mucho tiempo la Panadería “Unión” de Angelo Cocuzzo y por la que desfilaron muchos jóvenes lajiteños en calidad de trabajadores entre quienes destacaron Jesús María “chuma” Velásquez, César Moreno, Jesús “poqui-poqui” Aguirre, Jesús “caimán” Pinto, Pedro Eloy Díaz, Ramón Elías Hernández (el abuelo), Andrés Zapata, “el sute ” Zapata, Julio Muñoz, Alfredo Acosta (el pollo roque), Sergio Pinto, Alberto Manzanero y hermanos Juan y Nicolás Henríquez entre otros. Otra panadería que existió fue la de Próspero Acevedo ubicada en donde hoy funciona la Agencia de Loterías “D’Favio”. Antes funcionó allí una talabartería propiedad también del mencionado Próspero Acevedo. En la avenida Bolívar al lado del bar “La Estrella” existió por mucho tiempo y hasta hace poco una tienda de ropa y calzados cuyo dueño fue Pascual Sardella, quien se hizo muy popular entre la gente humilde que proveniente de campos y caseríos del este llegaban allí a efectuar la compra de los estrenos decembrinos y de semana santa. Destacado comerciante lajiteño fue Francisco Rivas (Francisquito), quien fuera dueño de una venta de parrilla en las afueras de la ciudad vía Acarigua en donde fue vilmente asesinado por delincuentes para robarlo. Inolvidable es la señora Juanita Manzanero de Rivas con su popular corte de pelo casi al rape, por el módico precio de un Bolívar. Con el crecimiento y desarrollo del barrio surgieron tantos establecimientos comerciales, algunos desaparecidos, entre cuyos rubros destacan:


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Víveres: Supermercado “San Juan”, Supermercado “Sucre” de Angelina Goncálvez, en cuyo lugar existieron antes un taller de refrigeración llamado “Servenca”, bodega propiedad de los hermanos Colmenares, supermercado “Todo Barato” y “El Batacazo del Mueble”; Bodega “Victoria” de Samuel Estrada, Supermercado “Excelente”, Bodega de Don Heriberto González, Abasto “El Carabobeño” de Don Manuel Soto Mayor, arrendado al italiano Rafael Gurrieri y después al portugués Porfirio Batista; Establecimiento de Don Eduardo de la Rosa, Abasto y Carnicería de Giacomo Pasanissi y después de Andrés Cardinale; Abasto y Carnicería “La Propia” de Joao Batista; Abasto “Felice” de Giussepe “pepe” Felice y la siempre querida y recordada Josefina; Abasto y Licorería “Yurimar”; Panadería “Venezuela” y Panadería de Jesús María Velásquez (chuma) hoy propiedad de su viuda Carmen “lola” de Velásquez. Mención aparte se merece Justino Piñero productor y vendedor de una sabrosa y muy solicitada chicha cuya franquicia heredó su sobrino Néstor; igualmente hay que mencionar a Arelis Manzanero y sus exquisitos helados. Repuestos, accesorios y otros: “Comercial Venezolana” de familia Escalona, Rodamientos e Inversiones “Cojedes” de Hipólito Castillo, Acrílicos “San Juan” de Luís Espinoza y Alejandro Carrasco, “Disleca” de Carlos Colmenares, Repuestos “El Llanero” de Alberto Manzanero, Auto Partes “Soto Mayor” de Manuel Soto Mayor hijo, Taller Mecánico “San Juan” de Luís Espinoza, Taller Mecánico de Giovanny Pellegrino, antes propiedad de Daniel Corniel y durante mucho tiempo atendido por Misael Delgado, Inversiones “Arturo C.A.”, Electrónica

51


Imprenta COJEDES

52

“San Carlos”, Servicio de Lavado y Engrase “Los Llanos”, Taller Mecánico “El Cuervo” del “negro” Morales, Taller de Refrigeración de David Sánchez, Taller de Reparaciones Eléctricas “Hernán”, Concretera “El Nazareno”, Taller de Herrería de Hermanos Escalona, Taller de Herrería de Jorge Echenagucia, Autoperiquitos “Llano Adentro”, Electrónica “San Acarlos”, “Oxicojedes”, así como Autolavados, Talleres de Reparación de Radio y Televisión y otros. En los límites del barrio con el casco central de la ciudad, en la Calle Zamora entre Páez y Salías, ha existido desde 1.928 el Taller Mecánico “Caracas” fundado por el distinguido caraqueño-cojedeño Don Daniel Ramírez y cuyos herederos aún lo mantienen convertido en el decano de los talleres mecánicos sancarleños y bajo la conducción actual del conocidísimo Miguel Ramírez. Restaurantes (Ventas de comida): Donde está ubicada la residencia de el “Negro” Natera existió el Restaurant “Las Dos Vías” de doña Juana Moreno; “La Posada del Turista” inaugurada por el “chivo” Rafael Fonseca llamado después Restaurant “Occidental” de Manuel Camacho y ahora “El Oriental” del mismo Camacho; Bar Restaurant “El Tranquero” propiedad inicial de Lesbia Casariego, posteriormente de Antonio Moreno y por último de Héctor Silva quien lo convirtió en actual residencia de alquiler; Restaurant de Manuel Salgado, Restaurant de familia Aguilar y Restaurant de familia Angulo. Aunado a éstos han existido ventas de empanadas, arepas, cachapas, pizzas y otros como las de Pastor Acevedo, Carlos Graterol, Priscilo Manamás, Andrés Muñoz, Ariel Rojas y Diego Puerta. Al pie de la desaparecida caoba estable-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

ció doña Ventura Angulo un ventorrillo reestablecido años más tarde por Pablo Tarazona. Bebidas Alcohólicas: Bar “La Estrella”, el decano lajiteño fundado por Don Jesús Mejías y hoy propiedad de la señora Flor de Irigoyen con una pasantía arrendataria de Omar Moreno; bares de Gumersindo Romero, del “chino” Álvarez y de Benito Avancines; Bar Restaurant “El Tranquero”, antes Bar “5 de Julio”; Tasca "El Portón”, Tasca “Mi Rumba”, Bar “Victoria” de Samuel Estrada, Inversiones “SA” de Manuel Camacho y su hijo Felipe, Inversiones “Mackartur” de Arturo Dasilva, Bar “El Mejor” de Flor de Irigoyen, Licorería de Don Elías Nazar Arroyo y un bar que funcionó en la llamada casa “calera” ya mencionada anteriormente. Otros: Farmacia “Sucre”, Muebles “Basil”, Librería y Encuadernación “El Arte” de Don Patricio Pinto; Mueblería “Casa Mauricio” después llamada Mueblería “Jokin” de José Jokin; Banco del Caribe, Carpintería “Creaciones de Jesús”, Agencia de Loterías Facilito, Salón de Belleza “Geomir” de Miriam de Manzanero, Salón de Belleza “Georgina” de Mery de Echenagucia, Peluquería “Migdalia” de Migdalia García, ZOOM-Envió de Expresos y Documentos, Distribuidora Exitosa de Toperware, Inversiones “San Antonio”, PICCIA Inversiones, Floristería “San Judas Tadeo”, Vidrio Cuadros José, Carpintería de Don Pedro Inojosa, Grabación de Discos y Cassetes de Roumaldo Rivas y varios Centros de Navegación y Trascripciones. También destacan la existencia de Mini Centros Comerciales que albergan a muchos establecimientos y entre cuyos dueños se mencionan a Ramón Ochoa, Juan Romero, Jesús Torrealba, David Sánchez y Luís Martino;

53


Imprenta COJEDES

54

igualmente el edificio “Cubo Negro” y el edificio “Hispania”, mandado a construir por el Párroco del templo “San Juan Bautista”, Tarrío Martiñan y en donde han funcionado entre otros, el Supermercado “San Juan” y las Oficinas de CADAFE y del Instituto nacional de Transito Terrestre. Algunos habitantes destacaron o han destacado como muy buenos albañiles tales como Belisario Piña, Manuel González, Pedro Pablo Rivas, Candelario Bolívar, Juan Ramón Estrada, Pedro Antonio Flores y su hijo Tarcisio, Pedro Zambrano, Toribio Aguilar, Emiliano Mogollón, José Errada y su hijo José, Rafael Paredes, Feliciano Piñero y su hermano Concepción, y el isleño Don Belisario Hernández y sus hijos Manolo y Miguel, quienes participaron en la reconstrucción de La Casa Blanquera. Hoy la comunidad lajiteña luce con orgullo una amplia y variada red de profesionales, la mayoría de ellos nativos, conformada por: educadores, locutores, periodistas, médicos, paramédicos, bioanalistas, radiólogos, abogados, topógrafos, ingenieros, tipógrafos, técnicos, peritos, militares, administradores, contadores, agentes del orden publico, oficinistas y trabajadores varios como electricistas, plomeros, herreros, mecánicos, pintores, latoneros, jardineros, aseadores, conductores, prósperos comerciantes y productores, en fin, gente siempre dispuesta a brindar su aporte en beneficio del desarrollo socio-económico del barrio, de la ciudad, del estado y del país en general. Igual mención merece la pléyade de jóvenes estudiantes en los diferentes niveles y modalidades de la educación, quienes a conciencia se preparan en escuelas, liceos y universidades para cuando les toque asumir su rol de relevo.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Educación

Según el profesor Pedro R. Manzanero las primeras nociones en cuanto a escolarización se refiere las recibió la niñez lajiteña en una casa que sirviendo de escuela existió al otro lado del hoy llamado “puente viejo”, actual barrio Tirgüa. Esas primeras nociones fueron impartidas por las maestras Maria de Moreno y Gladys Palacios y a partir de 1946, por Columba Vale de Guillen y Esperanza Fonseca de Castillo. Es entre los años 1949-50, cuando los habitantes del barrio reciben la buena nueva de la construcción de un grupo escolar. Al respecto nos dice el mismo Manzanero: “…un buen día de esos que señalan las iniciativas positivas, la piqueta hirió la tierra y las formaletas dieron la cuadratura para el inicio de la estructura arquitectónica. El barrio sintió satisfacción profunda y de un confín a otro se saludó la buena nueva: ¡tendremos un grupo escolar!. Se asomaban al barrio los fulgores de un despertar y con ello la parvada infantil encontraría refugio y fuente digna para recibir el bautizo primario. Llegó la hora del irrumpir airoso y el acabado grupo convertido en bella ánfora se aprestó al encuentro de su misión histórica. Con clara y definida conciencia de lo que iba a servir, sus aulas se declaran nodrizas para el regazo cultural. Hay necesidad de proyectarse con un nombre definido y cónsono. ¿De dónde vendrá? ¿Se impondrá el azar?. No!. Escudriñarse papeles, esos donde la história en solícito afán recopila para el hurgar más tarde y de esa búsqueda en suerte aflora el nombre de un ilustre cojedeño quien en vida se llamara Eloy Guillermo González, el mismo que con su pluma vaciara inquietudes literarias, las que más tarde enorgullecerían el gentilicio

55


Imprenta COJEDES

56

regional y clarificarían sus dotes de escritor juicioso”. Sus aulas han sido productoras de fructíferas cosechas de educadores, ingenieros, militares, abogados, médicos, y paramédicos, peritos y técnicos, clérigos, administradores, secretarias, artistas y virtuosos y virtuosas padres y madres de familia gracias a la sabia conducción de directivos y docentes de la talla de Don Pedro Henríquez, su primer director, el “negro” Agreda, José Mora Salazar, Antonio Naranjo, Galup Paiva, Josefina de Alvarez, Humberto Delgado Borjas, José Rafael Zerpa, Arnaldo Toledo, Tomás Bolívar, Pedro Quintana, Eustoquio “el pavo” Pérez, Amanda de Suleimán, Ligia Cadenas de Alvarado, Domitila Gutiérrez, Angela de Arias, Esperanza Fonseca de Castillo, Ana María Matute, Pedro Alejandro Figueredo, Adela Figueredo, Celina de Matute, Victor Lemo, Emiliano Antonio Serrano, Alba de Franco, Coromoto de Noguera, Blanca de Vega, José Ángel Duarte, Guillermo Lima, Matilde de Maita, Hernan Escorche, Carmen de Parra, Margot Guillén, Dinorath Herrera de Oviedo, Aída de Mora, Oswaldo Matute, Marbella García de Noguera, Leyla Mogollón de Páez, Lastenia de Costamagna, Enma de Urbina, Socorro Blanco, Constanza Toledo y tantos otros. Igualmente en sus instalaciones han sido acogidos la escuela normal “Rafael Silva”, el pre-escolar “El Paují” y alguna que otra institución universitaria. Como parte de la historia de este grupo escolar es bueno recordar que en la década de los años sesenta, debido al incremento de la población estudiantil, fueron habilitadas varias aulas de clases que funcionaron en las instalaciones del edificio “Hispania” ubicado en la esquina de la Avenida Bolívar con Calle Zamora al frente del


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

templo “San Juan”. Se puede afirmar con toda seguridad que esta institución educativa es una de las más antiguas junto con el Grupo Escolar “Carlos Vilorio”. Actualmente es dirigida por la profesora Amanda de Suleimán y atiende una población estudiantil de aproximadamente 1000 alumnos con una nómina de 43 Docentes, más 26 especialistas, además de 2 Sub-direcciones, 1 Coordinación Pedagógica, 1 Coordinación del Programa de Alimentación Escolar, 2 Bibliotecarios, 3 Secretarias y 37 Obreros. Labora bajo la nominación de Escuela Primaria Bolivariana “Eloy G. González” en un sólo turno de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. prestando además servicios de Biblioteca General y de Aula, Educación y Trabajo, Educación Física, Educación Vial, Orientación, Informática (atiende habitantes de la comunidad), Atención a Niños en Situación Excepcional, Cultura (actualmente se trabaja conjuntamente con El Grupo de Danzas “Guazábara”) y Educación y Valores; igualmente presta servicio de Comedor Escolar a los niños de la institución y del Pre-escolar “El Paujil”. Se trabaja con el Proyecto Educativo Integral Comunitario (P.E.I.C) y los proyectos de aprendizaje a nivel de aula. Actualmente funciona al lado del Templo “San Juan Bautista” la Escuela Técnica “Padre Dehón” la cual inició actividades en el año 2000 y de donde egresan Técnicos Medios en la Mención Mecánica Automotriz y al cual asisten también jóvenes lajiteños. Mención especial merece la abnegada maestra María Pérez, quien con su propio peculio y con la poca contribución que aportaban padres y/o representantes impartió nociones elementales de lecto-escritura y operaciones

57


Imprenta COJEDES

58

matemáticas básicas a tal punto que todavía es común oír cuando alguien flaquea en alguna de estas operaciones: “éste como que no pasó por casa de María Pérez”. Estos conocimientos eran impartidos en una humilde casa de bahareque de su propiedad ubicada en las inmediaciones del cerrito “San Juan” al comienzo de la Calle Libertad. Hoy la Federación Venezolana de Maestros, en homenaje a tan insigne educadora ha creado la “Orden Maria Pérez” para reconocer la labor de educadores destacados en el ejercicio de sus funciones. No se puede dejar de mencionar la labor realizada por Berta Infante por allá por los 60, cuando a través del Programa de Alfabetización de Adultos atendió a muchos de éstos en la casa de Don Pedro Inojosa (Pedrote) en donde funcionaba la Junta Comunal. Recreación y deportes

Las actividades lúdicas realizadas por los niños lajiteños en las primeras décadas del barrio fueron las propias y tradicionales de la época, entre otras: Muñecas, la cuerda, la semana, el avión, el yaque, la ronda, el puente (ale limón), el escondido, guataco, la “e”, metras, trompo, perinola, gurrufío, papagayo, la sortija, el fusilao’, la cebollita, zaranda, ludo, bingo, dama china, el zorro y las gallinas, cartas o barajas entre otros. Es de destacar que alguno de estos juguetes eran de elaboración casera pues la estrechez económica en los hogares así lo imponía: las perinolas eran confeccionadas con un perol pequeño de desecho unido con una cuerda a un trozo de madera; los trompos hechos a mano, de madera de guayabo por su resistencia; los gurrufíos construídos con una chapa de alguna botella de refresco


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

o tapa de chimó y un trozo de hilo, los papagayos eran elaborados a partir de una estructura hecha con el cogollo de la caña brava (verada) o tallo de mastranto seco, la cual era cubierta con papel de seda o periódico utilizando como pegamento el fruto del caujaro y la cola elaborada con desechos caseros de telas, y las zarandas eran fabricadas a partir del fruto del taparo. Entre los adultos eran comunes las partidas de “caída” con cartas o barajas españolas al igual que las partidas de “ajiley” muy practicadas en la casa de Don Pedro Inojosa y en las que se apostaban algunas sumas de dinero. Grato es recordar cuando en la década de los años sesenta debajo de un caracaro que existía entre los solares de las casas de Florentino “tolete” Monagas y Don Rafael Pérez se reunían gran cantidad de púberes y adolescentes a jugar las partidas de metras (pegue y güeca, rayo, sancocho) y a picar troyas con trompos elaborados con madera de guayabo, famosos por su resistencia y propios para quitar el trompo al contrario con el consabido “perro pegón pa’l bolsillo”. De esa parvada de muchachos hay que recordar a Claudio Pineda el popular “campana” y su hermano Baudilio “el chato”, el “mono” Contreras, Ramón “mechita” Rodríguez”, Luís “moño” Pérez, Francisco “chango” Angulo, “el pollo” Roque y Virgilio “mantequilla” Rivas, entre tantos otros. Hoy los juegos electrónicos han desplazado a los tradicionales aunque se observa en los niveles de educación pre-escolar o inicial y primaria cierta tendencia al rescate de éstos, sin embargo niños y jóvenes sienten especial predilección por las cónsolas de videojuegos y las computadoras. Otro entretenimiento que existió entre los años 50 y

59


Imprenta COJEDES

60

80 fue el popular Cine “Occidente” de Don Evelio Sosa ubicado en el cruce de la Avenida Bolívar con Calle Manrique y frecuentado por niños, jóvenes y adultos lajiteños quienes se deleitaban viendo a Super Man, Chayanne, El Capitán Maravilla, El Llanero Solitario, Tarzán, Tintán y su Carnal Marcelo, Cantinflas, El Santo, y películas protagonizadas por los mejicanos Antonio y Luís Aguilar, Pedro Almendáriz, Flor Silvestre, Lola Beltrán, Rosita Quintana, Beatriz Valdez, Sarita Montiel, María Félix, Pedro Infante, Viruta y Capulina, Resortes y otros. Otra sala muy frecuentada era la del Cine “Tropical”, también ubicado en la Avenida Bolívar cruce con Calle Carabobo, hoy ninguno de los dos cines existen. Entretenimiento por excelencia lo constituyó, y aún persiste, la Radio con la transmisión de musicales, noticieros y las infaltables novelas; de grata recordación son la famosa “El Derecho de Nacer” con su protagonista Raúl Amundaray como Albertico Limonta, y “Martín Valiente” el defensor de los pobres y desamparados. La Televisión llegada a Venezuela en 1953 con la popular R.C.T.V., se hizo presente en nuestro barrio aproximadamente en los años 60 siendo uno de los primeros televisores, imagen en blanco y negro por supuesto, adquirido por Pedro Pablo Rivas (el chere) en cuya vivienda se reunía gran cantidad de niños, gracias a su benevolencia y a la de su distinguida esposa Doña Juanita, a ver programas como “La Quinta de Simón” con el campesino Simón Díaz y sus inseparables Natividad y Candelaria recién llegados a Caracas; “El Conejo de la Suerte”, “Los Picapiedras”, “La Pantera Rosa”, “Tom y Jerry”, “Popeye”,”La Gata Loca” y otros; igual cosa ocurría por los años 70 en la casa de Don Pedro Antonio


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Flores y familia. Otro hogar frecuentado con el mismo fin fue el de Doña María de la Cruz Estrada, en donde gracias a Jesús María Velásquez (chuma), quien adquirió un televisor, congregábanse niños, jóvenes y adultos a observar los muy sintonizados programas sabatinos y/o dominicales de “Lucha Libre” o “Catchacascán” en donde se disfrutaba o se sufría según el desarrollo de los combates entre luchadores “buenos” o “limpios” como “El Tigrito del Ring”, “El Apolo Venezolano”, “Chiclayano”, “Basil Battah”, “El Santo”, “El Gladiador Croata”, “Bernardino Lamarca” y “El Gran Lotario” con los “malos” o “sucios” cuya máxima representación era el odiado “Dragón Chino”. Espacio infaltable en la programación de la T.V. ha sido el de las telenovelas muy sintonizadas por muchas amas de casas y hasta por alguno caballeros. Hoy los telerreceptores están presentes hasta en el más humilde hogar lajiteño y en muchos casos ampliados con las suscripción por cable. También se recuerda con cierta nostalgia, pues hoy casi no se realizan, los bailes hogareños con motivo de la celebración de onomásticos, cumpleaños, bautizos, matrimonios, etc. al son de la música reproducida por el popular pick-up en muchos casos facilitados por algún vecino pues no todos gozaban de su tenencia; estos bailes eran conocidos como “picoteos” (derivado de pick-up) o amenizados por el conjunto agujita al son de orquestas y conjuntos como la Sonora Matancera, San Sou Ci, Billo’s, Los Melódicos, Los Hermanos Belisario, Eddy Palmieri, El Sexteto Juventud, Orlando y su Combo, Los Tropicales, Los Corraleros de Majagual y tantos otros. Hoy el pick-up ha sido desplazado por los reproductores de discos compactos. En las décadas de los años 60 se pu-

61


Imprenta COJEDES

62

sieron muy de moda las discotecas siendo muy frecuentada por los jóvenes lajiteños la Santa Ana, que funcionó en la llamada “Cruz Verde” y que fue el deleite de aquellos con la aparición de nuevos ritmos y bailes. Hoy se han incorporado otros como el techno y el regeetón. Un baile muy recordado es el que se realizaba en casa de Doña Rosa Benítez, en la celebración de su onomástico el 30 de Agosto al son de la bandolina hábilmente ejecutada por Don Pedro Nolasco Inojosa. Otros onomásticos muy celebrados eran San Ramón, San Juan, San Pedro y San Pablo entre otros. Mención muy especial merece la fiesta que anualmente ofrece a sus allegados, como parte de una tradición familiar, la señora Lorenza Echandía en la celebración de su onomástico y cumpleaños el día 10 de Agosto y para la que no es necearía invitación alguna. Esta fiesta es amenizada por folcloristas de nuestra región y de otras del país quienes han bautizado a la señora Lorenza como “La Madre del Folclor”. Allí se festeja al ritmo de nuestra música con el acompañamiento de la animosa bebida espirituosa, la suculenta carne asada, el rico cochino frito, la sabrosa pegade’o (yuca) y la infaltable guasacaca. Bueno es recordar la efímera existencia del Centro Social, Cultural y Deportivo “Los Llaneros” que funcionó en la casa donde hoy habita Don Santana Mejías y su familia. Los toros coleados, hoy deporte nacional, siempre han sido uno de los entretenimientos preferidos de los cojedeños y por supuesto de los lajiteños, quienes tuvieron la oportunidad de disfrutarlos en su propio territorio cuando por allá en los años 50, se realizaban en la Calle Sucre entre Calles 5 de Julio y Libertad. De esa época es


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

la anécdota que cuenta la caída de un palco aéreo atravesado sobre la Calle Sucre en la esquina con Falcón y en el que se encontraba el entonces director del Instituto Nacional de Deportes, Almirante Wolfan Larrazábal, afortunadamente sin saldo que lamentar. Luego se realizaban en la Calle Alegría y después fue construída una manga de madera en el Barrio Los Malabares en donde hoy están las instalaciones de la Universidad de Carabobo y del Instituto de Policía Municipal. Posteriormente fue remplazada por una de hierro, la cual fue trasladada a las afueras de San Carlos en la parte sur en las proximidades del hoy Barrio Los Samanes II y de donde fue mudada definitivamente hasta donde funciona hoy en la entrada de San Carlos vía Valencia y bautizada con el nombre de “Coleadores de Cojedes” y en donde se han celebrado innumerables campeonatos estadales, nacionales y hasta un suramericano. Destacados coleadores lajiteños fueron Simón Estrada, Antonio Tarazona y el desaparecido Virgilio Rivas. Mención aparte merece el hecho de que los semovientes utilizados en aquellas memorables jornadas patronales de las décadas 50-60, eran donaciones hechas por ganaderos de la región destacando por su fama de bravura los provenientes del fundo “La Catalda” de Don Evencio Luque y los cuales después de haber sido lo suficientemente coleados y recoleados eran sacrificados y repartidos gratuitamente entre los habitantes de las populosas barriadas sancarleñas y entre las que destacaba, por supuesto, nuestra comunidad lajiteña. Paralelamente a estas populares terneras, donde se repartía carne tanto cruda como suculentamente asada, eran reventadas a palo limpio por la chiquillería las tradicionales piñatas repletas

63


Imprenta COJEDES

64

de caramelos y elaborada a base de totuma y revestidas con papel de seda. Tratando de piñatas justo es mencionar la que anualmente, el 24 de Junio, día de San Juan Bautista, obsequiaba el señor Jesús Mejías, como parte de la celebración del onomástico de su hijo Juan María Mejías conocido cariñosamente como “el charro” o “trucupey”. Esta piñata congregaba a numerosos niños lajiteños quienes además realizaban competencias de carreras en pos de una premiación en efectivo dinero. Mencionando fiestas patronales, éstas se celebraban en honor a San Carlos Borromeo, patrono de la ciudad, el día 04 de Noviembre y a cuyos efectos eran instalados los populares carrouseles en las inmediaciones de lo que fue el boulevar que existió en donde después fue levantado el Edif. “Gral. Manuel Manrique”. Estos parques (carritos chocones, cesta voladora, caballitos, etc.) junto con los bazares, tarantines de comidas y ventas de bebidas alcohólicas (rockola de por medio) fueron durante muchos años la atracción de chicos y grandes quienes dejaban allí parte de sus ahorros como una manera sana de divertirse y por supuesto que la presencia de los habitantes de Las Lajitas era casi obligatoria. Como parte de esas atracciones en una oportunidad fue presentado el popular Show del Pueblo, transmitido por Venevisión y animado por el famoso Gilberto Correa, lo cual provocó una inmensa movilización del pueblo en general y de los lajiteños en particular a participar en el show y ver de cerca a los artistas presentes. Por otra parte se realizaban bailes populares en los barrios y por supuesto Las Lajitas no escapaba al contagioso ritmo de Chuma y su Sexteto (del patio), Sono Ritmo, Franquito y su Combo, Juveritmo y otras agrupaciones más. Demás esta decir que estos templetes,


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

como así se les llamaba, fueron escenarios propicios para la cuita amorosa. Otro entretenimiento practicado con mucho entusiasmo lo constituía la celebración de los popularísimos carnavales, caracterizados por el infaltable baño de agua a cuanto transeúnte saliera a la calle durante los días señalados en el calendario para tal festividad pagana, previa al inicio de la Cuaresma. Es de resaltar, el último día de carnaval, la jugada con pinturas y rompimiento de camisas, práctica ésta reprobada y rechazada por muchos por lo que fueron muy frecuentes los encuentros y riñas individuales y hasta colectivos. En las tardes eran esperados los vistosos desfiles de hermosísimas carrozas y variadas comparsas que adornaban las calles de la ciudad con el repartir de caramelos, serpentinas y papelillos entre los espectadores. Luego en las noches era común ver transitar por nuestras calles comparsas de disfraces especialmente las populares “Negritas” quienes fueron protagonistas de desagradables episodios sobre todo con los donjuanes enamorados y atacones al descubrir que muchas de aquellas no eran tales negritas sino hombres de reconocida procedencia. Muchas de estas negritas remataban la noche bailando en el siempre recordado y popular Bar “Los Ranchos” de Don Juan Rafael García, constituído en especie de club para la ocasión. Hoy estas festividades casi han quedado en el recuerdo. Diversión por excelencia siempre ha sido el baño familiar en las refrescantes aguas de nuestro río Tirgüa los fines de semana y de asueto o vacaciones con el infaltable y suculento hervido ya sea de gallina, de costillas de res, de pescado o cruzado. Inolvidables son las correrías de jóvenes del trecho tirgüense desde el “paso de las negras”

65


Imprenta COJEDES

66

hasta el “paso de los aguacates” con las correspondientes visitas a los conucos ubicados en las márgenes del río. Excelente diversión practicada especialmente por los hombres, sobre todo los fines de semana, han sido las partidas de bolas criollas y de dominó en los bares de la localidad y condimentadas por supuesto con las bebidas espirituosas. Fueron popularmente frecuentados los bares “Victoria” de Samuel Estrada; “La Estrella” de Jesús Mejías, hoy propiedad de la señora Flor de Irigoyen, el del popular “gordo” Santos, el “5 de Julio”, el “Flor de Apure”, “La Coquera” de Ignacio Vásquez y el de Benicio Avancines, entre otros; de éstos solo existen “La Estrella” y el del “gordo” Santos. Es de hacer notar que desde hace cierto tiempo tanto la práctica de las bolas criollas como las del dominó han sido considerada como deporte por lo que hay que hacer mención del equipo de bolas criollas patrocinado por el Bar “La Estrella” y que participó en numerosos torneos y del cual formaron parte entre otros los hermanos Tarciso y Esteban Flores, los hermanos Mejías Pérez (Albino, Juan el Negro y el Niño), Clemente Mejías, Nicolás Mejías, Pablo “Poncio Pilatos” Piñero, Henry Acevedo y quien esto escribe. Las riñas de gallos han sido otro entretenimiento para algunos lajiteños como Candelario Bolívar, Enrique Estrada, Luis Pérez, Atilio Malpica y Francisco “tapara” Ríos quienes entre gritos de ¡voy al doce! han apostado al zambo, marañon, giro, canagüey, jabao, pinto o al gallino; gallos que según la raza o casta pueden ser: criollo, español, corne (cruce de criollo con español), cubano, mayamero (cruce de cubano con español) o faisán. Deporte practicado ayer como hoy es la pelota sa-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

banera o callejera, la cual generalmente era de goma o confeccionada de papel, pues los implementos necesarios para dicha práctica (bates, guantes y pelotas) eran inalcanzables para la muchacha peloteril. Mención especial merece la labor desarrollada por la destacada luchadora y promotora social y deportiva además de fiel fanática de los “Leones del Caracas” y excelente jugadora de dominó, la siempre recordada Doña Toribía Acosta, quien con la colaboración de Daniel Puerta y Gabriel “chico” Blanco fundó en le año 1965, el equipo de Baseball juvenil “Los Halcones de Las Lajitas”, el cual participó en varios campeonatos, ganando algunos de ellos, frente a equipos como “Tirgüa”, “Alberto Ravell”, “Indios” y “Las Vegas”, entre otros. Formaron parte de este batallador equipo: Jacinto Avancines, Juan Sevilla, Rafael Mieres, Jesús Delgado, Enrique Pulido, Gregorio “circuito” Mena, Pitter Rivero, Héctor Acosta, Pedro Pinto, Víctor Vargas, Isaías Escobar, Ángel Ojeda, Ricardo “perico” Izaguírre, Oswaldo Ochoa, Martín Polanco, Darío Torres, Antonio Acuña, Macario Lamas, José Ignacio “ñeño” Blanco y otros y como manager Braulio Bolívar. En justo reconocimiento a la labor desarrollada por tan distinguida trabajadora la Alcaldía del Municipio Autónomo San Carlos bajo al dirección del Dr. José de Jesús “Chuy” Betancourt ha bautizado el estadium ubicado en el Barrio La Medinera con el nombre de Toribia Acosta. Desde el año 2001 y hasta hoy, Las Lajitas cuenta también con un equipo de Soft Ball entre cuyos integrantes figuran: Alexander Acosta, Eliécer Acosta, Julio Acosta, Eleazar Acosta, Amerson Moncada, Rafael García, Marcos Jiménez, Raymon Salazar, Osneider Mena,

67


Imprenta COJEDES

68

Alexander Aguilar, Reinaldo Ramírez, Jesús Delgado, Sergio Rivas, Diego Ochoa, Oswaldo Ochoa, Antonio Jiménez, Alexis Cabaña, Simón Falcón, Manuel Falcón, Edy Ortiz, Jhonatan Cermeño, Egardo Mercado, Roberto Blanco, Luís Veloz y Carlos Blanco. Entre otros deportistas que han destacado en sus respectivas especialidades se mencionan: Lucha Olímpica: Ubaldo Concepción “concho” Blanco, Diego Nicolás “colacho” Villegas, Nelson Blanco, “el negro” Muñoz, “el negro” Armando Morales, José Antonio “el cisco” Zambrano y su hermano Aldo Gustavo. Levantamiento de Pesas: Laurencio del Basto, Nicolás Villegas y los hermanos Miguel y Gustavo Martínez. Karate: Hermanos Juan “juanillo” y José Ángel Landaeta, José Emiliano “cheo” Mogollón y su hijo Carlos José, Antonio Escalona y Jonder Manzanero Arteaga. Natación: Antonieta Escalona. Voley Ball: Fátima Gouveia y su hijo José Armando, Johan Jesús Manzanero López y Jesús Pinto. Básquet Ball: Antonio Tarazona, Pedro Aguilar, Hildemar Alberto Manzanero Abreu y José Gregorio Plaza. Base Ball: José Gerónimo Sotillo, hermanos José Gregorio y Gabriel Blanco, hermanos Jonmer y Gerson Manzanero Flores, Juan “juanillo” Landaeta, Luís Fernando Ortuño y los hermanos Yeibran y Cristian Sánchez Landaeta. Soft Ball: Diógenes Rivas, Jesús Manzanero Estrada, Julio Andrés Acosta, Diego Nicolás Villegas y Gerson Manzanero Flores quien también destacó como árbitro. Ciclismo: Ismael “lalín” López, “el negro” Morales,


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Aurelio Mejías y Ramón Ochoa. Atletismo: Corteza Blanco, José “tarzán” Martínez, Alberto Muñoz y José Ramón “ñingo” Echandía. Patinaje: Morelia Acosta Aparicio. Boxeo: Jesús María “chuma” Velásquez, Carlos “el negro” Graterol, Esteban Antonio “el negro” Natera, Daniel Blanco y Arcadio Estrada quien además llegó a ser arbitro nacional. Igualmente nuestro barrio ha acogido a dirigentes deportivos como Toribia Acosta, Gabriel “chicho” Blanco y Enrique Domínguez. Religión

Dentro del respeto a la pluralidad y libertad religiosa existente en el país la comunidad lajiteña, en su mayoría, siempre ha profesado la religión cristiana católica producto de la enseñanza hogareña complementada con la orientación espiritual de los guías religiosos, quienes fundamentalmente lo han hecho desde nuestro siempre visitado y respetado Templo de San Juan Bautista, herencia de la familia Blanco Salazar quienes ordenaron su construcción. A tal respecto el antropólogo Argenis Agüero nos dice en la recopilación Iglesias de Cojedes: “La construcción de este bello templo data de las últimas décadas del siglo XVIII; algunos investigadores, entre ellos Pedreáñez Trejo, afirman que fue comenzada en 1776, por iniciativa de la acaudalada familia Blanco, los mismos que construyeron la casa La Blanquera en San Carlos. Se halla ubicado en la Avenida Bolívar de dicha ciudad. En 1781 el Obispo Martí la describe como una Capilla o Iglesia de una sola nave, recién construída,

69


Imprenta COJEDES

70

ubicada donde en épocas anteriores existió una pequeña capilla. Fue concluída en 1810, fecha que aparece reflejada en su frontispicio hermosamente decorado. Posee un lindo altar en el que se encuentra un majestuoso retablo de madera, construído en el siglo XIX. Su torre compuesta de tres cuerpos fue usada como atalaya por las tropas que en cada oportunidad asediaban a San Carlos durante la guerra independentista y la guerra federal en el siglo XIX. El 10 de enero de 1860 el general Ezequiel Zamora subió allí para otear al enemigo y pocos minutos después perdió la vida en un solar cercano. Algunos historiadores afirman que la bala fue disparada desde la torre de esta iglesia. Hay una leyenda que afirma la existencia de un túnel, que en una distancia cercana a los 100 metros, une a esta iglesia con la histórica casa La Blanquera, pasadizo que era usado por la familia blanco para desplazarse entre las dos edificaciones construídas por ellos. En Agosto de 1960 fue declarada monumento histórico de la nación. En este templo muchos religiosos han oficiado misas y administrado sacramentos como bautizos, comuniones, confirmaciones y matrimonios y han despedido con la oración fúnebre a muchos coterráneos lajiteños, siendo el primer oficiante el Cura Buenaventura Salazar, perteneciente a la familia Blanco Salazar. De grata recordación son los Presbíteros Vicente Tarrío Martiñán, Santiago Villalba, Ángel Alegría, Lorenzo Begni, Paolo Passeri, Jose García, Victor Parada, Rafael García, Rafael Silva y actualmente el Padre “capocho” Oswaldo García y el Párroco Francisco Montoya quien además ejerce como


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

rector del Santuario Eucarístico Diocesano, creado por decreto del Obispo Diocesano Monseñor Tomas Jesús Zárraga Colmenares de fecha 2 de Febrero del año 2005. Estos servidores de Dios han sido ayudados en sus funciones por los populares monaguillos entre quienes se menciona a los lajiteños: Hermanos Pedro, Mario, Rafael y Miguel Rivas Manzanero, Rubén Manzanero Estrada, Hermanos Joel y Jonmer Manzanero Flores, Johan Manzanero Lopez, Wilmer Plaza, Gilberto León, José Armando Gouveia Da Silva, José Emiliano “cheo” Mogollón, Ulises Mogollón, Alirio Coromoto Mogollón Puerta, Frank Gerder, Hermanos Atahualpa y Amado Martínez Rivas y Manuel Gouveia. El calendario cristiano es amplio y variado en cuanto a festividades y conmemoraciones, importantes todas, destacando por su significado y alto contenido de fe el advenimiento del hijo de Díos, el verbo hecho carne tal como lo anunciaron los profetas, representado en un niño nacido en humilde pesebre para la salvación del mundo, hecho acaecido hace más de 2000 años en Belén de Judea en la antigua Palestina y que el mundo cristiano festeja con gran alegría el 25 de Diciembre de cada año. A tal efecto se celebran las misas de aguinaldos el primero de Diciembre y luego consecutivamente a partir del día 16 y hasta el 24 en la media noche en que se produce el nacimiento de Jesús. En cuanto a la conmemoración de la pasión y muerte de Jesús, se desarrollan actividades que van desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Resurrección, incluída la Semana Santa o Semana Mayor, siendo la celebración de la resurrección el hecho más importante de

71


Imprenta COJEDES

72

todos pues marca el triunfo definitivo de la vida sobre la muerte. A este respecto se cita un artículo de prensa del Prof. Pedro R. Manzanero titulado “Aquella Cuaresma de Ayer” y que dice así: Los que somos viejos, o mejor dicho, cargados de años hoy, quienes gozamos del aporongo y desvelos de una formación hogareña y disciplinada por parte de nuestros recordados padres, y aún queridos, que nos formaron dentro de las reglas de un catolicismo convividor, ese que tanto necesitamos hoy, recordar aquellos días de cuaresma cuando muchachos es revivir una época y causarnos a la vez verdadera nostalgia. Mi hermano José Antonio Manzanero (Q.E.P.D.) y yo, que acompañábamos a mamá (Q.E.P.D.), en el ayuno y abstinencia los viernes de cuaresma que decir del posillo de café con leche y un pansito pequeño que consumíamos a las seis de la mañana; al medio día un poquito de almuerzo y de ahí hasta las seis de la tarde cuando el grillo montaba su coloquio chillón y entonces consumir ración similar a la de la mañana con el obligatorio ofrecimiento del Padre Nuestro y después a dormir se ha dicho. En los días de la Semana Santa, las medidas de respeto a Jesús se acrecentaban desde el llamado Viernes de Lázaro, cuando ya habíamos cortado leña y bañados en el Tirgüa. Ya mamá tenía los menesteres de la cocina bastante adelantados: las hallaquitas de masa, chigüiere y pescado (bagre seco o mechado); dulce de lechosa y batata y hervido de coporos que eran “chancletudos”. No se podía golpear porque de hacerlo los sentiría Jesús y eso de bañarse menos, pues prevalecía la amenaza para el varón de convertirse en pez y la hembra en sirena. El llamado “mediodía”, que era un almuerzo com-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

pleto con una mesa cubierta de platos, abundaban los alimentos ya mencionados con el agregado del arroz con coco y leche, el dulce de plátano rociado de queso, como también el sabroso buñuelo con miel. Al final de este almuerzo la obligada oración dando gracias a Díos. En cuanto al culto y reverencia a la Pasión y Muerte de Jesús: el Domingo de Ramos oír misa y esperar el obsequio por parte del Cura de una ramita de palma ya bendecida, para con ella hacer la cruz y adornar el altar del hogar, como también colocarla a la puerta de entrada a la vivienda para contrarrestar intentos malignos. El Lunes Santo a golpe de siete de la noche ya estaban en la Iglesia los “cargadores” y cuando las campanas anunciaban la salida de la procesión con la imagen de Jesús en la Columna, que el Padre Jesús María Andaní (1929-33), seguido de los Monaguillos encabezaba la misma, donde los jóvenes iban detrás de la imagen después de las beatas, quienes portaban en sus manos sendos rosarios, elevando plegarias a Jesús. Igual procedimento sucedía el Martes Santo, pero el Miércoles Santo, día del culto popular al Nazareno, era más llamativo con la Iglesia la Concepción abarrotada de feligreses donde proliferaba el color morado (pago de promesas), acompañado de una pequeña cruz de fabricación casera y el uso de sandalias, como dando gracias al Nazareno por el favor recibido. En ese entonces al que me estoy refiriendo, como dejarse sentir la palabra del Presbítero Miguel Palao Rico, desglosando las Siete Palabras con una elocuencia y oratoria impresionante (actualmente esto lo hace el Padre Capocho). La Procesión del Santo Sepulcro salía de Santo Domingo a las diez de la mañana y llegaba a la Concepción a golpe de tres de la tarde después de haber recibido el homenaje ceremonial de San Juan Bautista y las Tres

73


Imprenta COJEDES

74

Marías. El mes de Mayo también llamado de las flores es dedicado por la Iglesia Católica a la veneración especial de la Virgen María con el rezo diario del Santo Rosario y finalizando con su coronación del día 31. El 24 de Junio, día de San Juan Bautista, se conmemora con los correspondientes oficios religiosos y el recorrido de la imagen del Santo por las calles así como los “diablitos”, quienes con sus danzas al igual que el día de Corpus Cristi, simbolizan el triunfo definitivo del bien sobre el mal. La Iglesia Católica en su afán de adaptarse a las exigencias del mundo contemporáneo, ha introducido algunos cambios en cuanto a ésto de las conmemoraciones mientras el fervor religioso y la fe en la redención se mantienen en la feligresía gracias a la sabía labor pastoral del clero y laicos comprometidos. En este sentido cabe destacar la actuación del Padre Pedro Oswaldo García o Padre “capocho”, como cariñosamente el pueblo lo llama, en la prédica del sermón de las 7 Palabras todos los Viernes Santos y en la que destaca por su alto contenido lleno de enseñanzas, reflexiones y exhortos. Por supuesto que la feligresía lajiteña no se hace esperar y devotamente participa en la programación del calendario cristiano sin desconocer que dentro del marco de la libertad religiosa hay quienes comulgan con otras creencias lo cual es dignamente respetado. Usos, costumbres y tradiciones

Ya se ha mencionado la celebración de las misas de aguinaldos en Diciembre y que a pesar de los cambios se ha mantenido en el tiempo y los lajiteños siempre asis-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

tiendo a las mismas en el Templo San Juan Bautista desde cuando se oficiaban en horas de la madrugada y que por razones de seguridad hoy se celebran prácticamente de día, pero en las décadas de los años 60 a los 80 una vez culminada la misa a las 04:30 a.m. aproximadamente la muchachada se incorporaba a las emocionantes patinatas en la Plaza Bolívar y sus alrededores así como el paseo por las calles en busca de las ventas de la sabrosa arepita dulce aliñada con anís acompañada del calientito guayoyo, paseo que se hacía en grupos y acompañados de un sonoro cuatro para la interpretación del cancionero y consecuente enamoramiento juvenil. Estas misas eran acompañadas con la interpretación de bellos villancicos y aguinaldos por un conjunto dirigido por el excelente músico Pedro Pablo Ribas (el chere) y de quienes se recuerda a Carmen Rivero, Carmen Cecilia Oviedo, hermanas Nelly y Naileth Tovar, Luisa Navarro, Graciela Navarro, Gloria Ascanio y Nancy González, entre otras. Hoy estos aguinaldos son interpretados por el Conjunto “San Juan” del cual forman o han formado parte Odalys Tarazona, Katiuska Rivas, Naury Gabriela Yunis, Aída Rojas, Irisay Acevedo Manzanero, Cohinta Flores, Ranses Echenagusia, Verónica Ojeda, Anisbleidy Angulo, Leonardo Testa, Mery Zambrano, Antonio Villegas, Librada Robles, Carlos Mireles y Ranses Lemo entre otros. De diciembre es también la elaboración de la tradicional y suculenta hallaca en cuya elaboración participa la familia en pleno y en compañía de la respectiva música navideña y la consabida bebida espirituosa para alegrar los ánimos. Cabe recordar que en los primeros años del barrio estas hallacas eran confeccionadas a partir del maíz

75


Imprenta COJEDES

76

pilado, en el pilón casero o adquirido en el comercio, convertido en masa a través de la piedra de moler (herencia autóctona) o de molinos manuales habiendo quienes posteriormente se ayudaban con un práctico molino eléctrico que existía en la casa del señor Vicente Medina en el cruce de las Calles Figueredo con Páez y por lo cual se cancelaba una ínfima suma de dinero, pero que no todos estaban en capacidad de pagar; hoy la harina pre-cocida ha desplazado al maíz y por consiguiente al molino. En cuanto a los dulces eran, y aún hoy, de lechosa, toronja y plátano, y bebidas como la chicha, el carato y la leche e’ burra. Era tradición el intercambio de hallacas, el correspondiente masón y el dulce entre familiares y vecinos. Otra tradición decembrina la constituía la visita que las agrupaciones de parrandas dispensaban a los hogares para adorar al niño en el pesebre con cánticos y versos dedicados también a los habitantes de la casa quienes correspondían a los parranderos con el obsequio de hallacas, dulces, bebidas y/o dinero en efectivo. Parrandas recordadas son las de Blas Ramón “chamaco” Estrada, Pablo “el manco” Tarazona, Alejandro Mejías, Félix Carballo y Celestino Estrada, entre otros, así como las parrandas infantiles de Tarcisio Flores y la de Jesús Manzanero Estrada. Actualmente esta tradición casi se ha perdido pero hay que hacer mención especial de las parrandas “La Unión de Cojedes”, “La Central Cojedes”, “Los Céntricos” y “La Unión Tropical” todas originarias del Barrio Las Lajitas. “Un Canto a la Navidad” lo podemos observar en la composición que para parranda hiciera Jesús manzanero Estrada y que dice así:


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

I Ya llegó el momento en que cristiandad vuelve a celebrar otra navidad juntos como hermanos con gran humildad y con sentimientos de fraternidad. II Más de dos mil años de bello momento en que el Salvador tuvo nacimiento enviado por Padre vino a redimir con paz y amor ahorrar el sufrir. III Dice el Evagenlio que el ángel Gabriel anunció a María que madre iba a ser aunque siendo virgen y comprometida Espíritu Santo engendraría vida. IV Por la profecía

77


Imprenta COJEDES

virgen brindaría al hijo divino que se llamaría es Dios con nosotros Jesús Salvador lo dijo a José ángel del señor. 78

V José con María va de Galilea tienen que censarse región de Judea estando en Belén día del nacimiento en la pesebrera el advenimiento. VI Humildes pastores rebaños cuidaban y la Buena Nueva ángel proclamaba “nació para ustedes de David ciudad Cristo Salvador de la humanidad ” VII En torno del ángel seres celestiales le cantan a Dios


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

por nobles bondades “gloria en las alturas y en la tierra paz a todos los hombres de buena voluntad” VIII Fueron los pastores al niño adorar llevándole ofrendas frutos de su lar cantan gloria a Dios todos muy unidos con gran alegría por bien recibido. IX Magos adivinos por luz se orientaron vienen del oriente al niño admiraron oro, incienso y mirra ofrendas trajeron después de adorarlo gozosos se fueron. X Hoy a dos milenios de acontecimiento hay que recordar el advenimiento del Divino Niño

79


Imprenta COJEDES

y que de su mano vivamos mejor juntos como hermanos.

80

XI Mientras lo esperamos segunda venida gozando con él una nueva vida con paz y amor es su mandamiento hay que recordar en todo momento. Al hablar de los pesebres o nacimientos es bueno decir que éstos formaban parte de la tradición navideña hogareña y hoy, hay que reconocer que ha habido un resurgimiento de esta bella tradición y son muchos los hogares en los que se le puede observar. También en diciembre, el día 28, Día de los Santos Inocentes, algunos vecinos desde los primeros años del barrio se organizan en grupos que salen por las calles y al son de música danzan recordando la matanza que de todos los niños recién nacidos ordenara Herodes al tener conocimiento del nacimiento del niño Jesús. El 6 de enero se conmemora la Epifanía, cuando tres magos venidos del oriente y guiados por una estrella se aprestaron a adorar al niño obsequiando oro, incienso y mirra. En esta fecha los niños se preparan para recibir los regalos, generalmente juguetes, que los reyes magos les traerán como premio a su buen comportamiento, igual cosa ocurre el 24 de Diciembre pero esta vez con el niño


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Jesús. Ya se habló anteriormente de la celebración de las tradicionales fiestas carnestolendas en febrero que dan paso al inmediato tiempo de cuaresma, propicio para el recogimiento y la reflexión. El 3 de Mayo se conmemora el día de La Cruz, símbolo del cristianismo que nos recuerda el sacrificio de Jesús en expiación de nuestros pecados, y como herencia de nuestros antepasados ese día la cruz es revestida y adornada con flores y alumbrada en los hogares y algunas comunidades con el ofrecimiento de cánticos en lo que se conoce como “velorio” de la cruz. En Las Lajitas este tradicional velorio se realiza al pie del cerro San Juan en los alrededores de la casa de Doña María Brito quien siempre ha sido su fiel promotora, ahora con la ayuda de familiares, amigos y vecinos debido a su avanzada edad. Un poco más atrás por la Avenida Bolívar en el cruce con la Calle Libertad se le rinde culto a una cruz incrustada en alto relieve en una de las paredes exteriores de la casa de los hermanos Oviedo y que ha dado nombre a la esquina como de “la cruz verde” por ser todos los años revestida con este color. Tratándose de velorios hay que recordar las costumbres de los primeros pobladores en pago de promesas por favores recibidos a algún santo en específico destacando por su ascendencia el llamado “Padre Eterno”; hoy esa tradición ha desaparecido. En nuestra comunidad han destacado trovadores y compositores velorieros entre quienes se mencionan a Pedro Inojosa, Juan Monagas, Aquiles Rodríguez, Nicolás Florentino Monagas, Cruz Torres, Julio Daniel Inojosa y Silvestre Botello.

81


Imprenta COJEDES

82

Otra tradición desaparecida es la de velar a los niños o angelitos a quienes se les vestía con papel al estilo de un ángel y se le cantaba para ayudarlo a entrar a formar parte del “coro celestial”. Referente a este tema de los velorios es bueno destacar la obra “Antología de la Décima Popular en el Estado Cojedes” del Licenciado Isaías Medina López de la cual se extraen algunos fragmentos: “Velorio de angelitos: Se le canta a “la Virgen” (madre celestial). A ella se le “encarga” el cuido del alma del infante muerto, mediante versos que exaltan su santidad: “Dios te salve / Virgen pura / del Rosario flor divina / los ángeles te saludan / cantando salve Regina”. Velorios de Cruz: Los velorios de cruz se asocian con la fertilidad de las cosechas y rebaños. Velorio de difuntos: Admite varias expresiones poético-musicales, cuentos de espanto, adivinanzas y chistes, pero, estos velorios son para garantizar que el fallecido parta en paz a su nuevo destino, ritual que se repite al “cabo de mes” y “cabo de año”. Velorio de Santos: durante todo el año, el cojedeño invoca y canta a muchas deidades en solicitud de amparo, bien sean éstas, aceptadas por la Iglesia o apariciones e inclusive ánimas.” Más adelante en la misma obra y de autoría de Silvestre Botello nos encontramos con las siguientes décimas dedicadas a la Cruz: “¡Qué bonito está el altar! un lienzo cubre su mesa a pagar una promesa he recurrido a este lugar


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

el canto invita a rezar a la Santa Cruz de Mayo entre cantadores halló una paz espiritual que se suele prolongar al primer cantar de un gallo. Cruz divina con tu manto aquí en tu sagrado altar hoy te quiero homenajear con este precioso canto que lo acompaña mi llanto lleno de infinita fe doy gracias por las cosechas por proteger mi familia esta noche de vigilia me arrodillo ante tus pies.” Respecto a los difuntos nos dice Pedro Rafael Manzanero en su libro “Contornando la Ciudad” lo siguiente: “Las Lajitas es un remanso de la Capital de la Velocidad”, donde la parsimonia del tiempo silenciosamente se cuela por sus calles, en la espera de la actitud renovadora. Viene a la mente aquellos días de mi infancia y cuando la asistencia social marginaba al medio rural, motivando ésto muchos muertos por el paludismo. Caseríos como “El Cacao”, “Palambra del Doctor”, “Mapuey”, etc, reportaban víctimas y cuando éstas provenían de hogares pobres y se carecía para la compra de urna, los familiares recurrían a la Prefectura o al Concejo Municipal auxilio de una urna grande llamada “El Pasaje”. El sitio de espera se llamó “descanso” y estaba donde hay la intersección de

83


Imprenta COJEDES

84

la Av. Carabobo y Portuguesa”. La Avda. Carabobo a la que se refiere Manzanero es la hoy José Laurencio Silva y la Portuguesa o Circunvalación, a proposición del mismo Manzanero cuando fue concejal, fue bautizada “Elías Nazar Arroyo” en honor a tan insigne ciudadano y ex-gobernador. Volviendo a los velorios hay que mencionar a dos excelentes rezanderos lajiteños: Pablo Tarazona y Doña María Herminia Morales. En cuanto a los difuntos su día se conmemora el 2 de Noviembre y el de los santos el 1ro. por cuya razón familiares y amigos, desde antes y hasta hoy, visitan el campo- santo y aprovechan para hacerle mantenimiento a las tumbas y adornarlas con flores y coronas y ofrecer rezos y responsos por el eterno descanso del alma del difunto. Aquí cabe hacer mención a la elaboración de coronas con flores artificiales de papel por la señora Cayetana de Manzanero quien las vendía a muy módicos precios. En el miso mes de Noviembre se celebraban las tradicionales fiestas en honor al Santo Patrono de la ciudad, “San Carlos Borromeo” y a las cuales, por supuesto se incorporaban lajiteños de todas la edades con su asistencia, primeramente a la misa en honor al santo y después a las jornadas de toros coleado, terneras, piñatas, carrouseles y demás espectáculos programados a tal fin y de lo cual ya se habló anteriormente. Otra sana costumbre de los lajiteños de ayer era la de sentarse la familia al frente de la casa a ver caer la tarde entre cuentos, chistes y comentarios mientras los muchachos correteaban jugando en la engransonadas calles por las que transitaban vehículos muy esporádicamente, por cuya razón no existía mayor peligro. Muy particular-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

mente se recuerda a Pedro Inojosa “Don Pedrote” quien entretenía a la muchachada con los cuentos de “tío tigre y tío conejo” y tantos otros. Hoy la delincuencia ha logrado que aquella costumbre haya quedado en el recuerdo. En cuanto a tradiciones culinarias en el plato lajiteño de ayer no faltaron los típicos nacional y regional es decir, el criollísimo “pabellón” y el no menos criollo “palo a’ pique” o “carabina”, igualmente el infaltable hervido de gallina criolla, de res o de pescado, la sabrosa sopa de ñame con sardina, arroz o espagueti con sardina, cachapas y otras menestras o leguminosas, acompañados estos platos por la infaltable arepa en sus dos versiones: piladas o peladas. En días de Semana Santa no faltaban el chigüiere, el pescado fresco y/o seco con yuca y en navidad, año nuevo y reyes la empastelada hayaca con casabe. Entre dulces y pasteles en semana santa se consumía el arroz con leche o con coco, los dulces de plátanos y de batata y la mala rabia, acompañada del buñuelo con miel, y en Diciembre los dulces de lechosa, toronja y plátano, y de bebidas el carato, la chicha de maíz y la leche’ burra; una bebida común durante todo el año era el agua que se obtenía después de sancochado el maíz y endulzada, y el guarapo de papelón con limón al natural, pues la nevera tuvo una aparición tardía. Otra bebida infaltable ha sido el café ya negro, amargo, fuerte, dulce o aguarapado en el desayuno mañanero y en la tarde acompañando la merienda representada en una arepa, una rebanada o butaque de harina. El agua a consumir era almacenada en tinajas generalmente guardadas en un mueble de madera llamado tinajero, que además contenía en muchos casos una piedra

85


Imprenta COJEDES

86

que hacía las veces de filtro. Paulatinamente se fue produciendo un fuerte mestizaje con la incorporación de elementos culinarios extranjeros y hoy éstos conviven democráticamente con aquellos viejos ingredientes nuestros incluyendo, por supuesto, manjares y bebidas destacando ahora la presencia del indispensable refrigerador para el enfriamiento del agua y la conservación de los alimentos. Casi que junto con las neveras comenzaron a incorporarse al quehacer culinario hogareño, las cocinas a gas en reemplazo del viejo fogón de leña y ollas de presión que desplazaron a las encarbonadas por las topias; el molino o ayudante de cocina, que casi hace de todo, mandó al rincón al vetusto molino manual, y hasta cuchillos, destapadores, peladores, exprimidores, licuadoras, batidoras, picadoras y tantos otros artefactos eléctricos que facilitan la labor culinaria de hoy. Servicios

Acueducto: Según podemos leer en el libro “Cojedes de Ayer y Hoy” de Pedro Manzanero, para la décadas de los años 30 y 40, de este servicio se beneficiaba la parte central de la ciudad, por lo que los habitantes del barrio todos los días muy de mañana recurrían al Tirgüa en búsqueda del agua para el consumo hogareño, utilizando taparas para su traslado y en algunos casos auxiliados por el fiel y trabajador jumento con alganas. En cuanto al lavado de la ropa ya se ha dicho de los sitios donde algunas mujeres realizaban esta actividad. Posteriormente fueron instaladas las llamadas “pilas de agua” o surtidores donde se obtenía el preciado líquido, algunas de las cuales estuvieron ubicadas en las calles Pichincha c/c Sucre, Negro


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Primero c/c Bolívar y Páez c/c Falcón. No es sino hasta las décadas de los 50-60 cuando el barrio es incorporado a la red de acueductos, servicio que en principio era prestado por el Concejo Municipal, luego por el Instituto Nacional de Obras Sanitarias (I.N.O.S.) y hoy por la empresa Hidrocentro. Cloacas: En cuanto a la deposición de los desechos fecales humanos, existieron primero las llamadas letrinas y posteriormente los pozos sépticos hasta que en la década de los años 70, el barrio es incorporado definitiva y totalmente a la red de aguas servidas. Electricidad: En sus inicios Las Lajitas recibía el servicio de electricidad generada ésta por una planta a cuyo frente estaba un señor alemán llamado Enrique Otti y que funcionaba en el sitio donde hasta hace poco estuvieron instaladas las dependencias de la Alcaldía del Municipio Autónomo San Carlos, al lado del estacionamiento del Banco de Fomento de los Andes (BANFOANDES) en la Avenida Bolívar. Previo a esta los hogares eran iluminados con lámparas de kerosene y/o gasolina blanca (las llamadas lámparas coleman). A partir de 1949 aproximadamente se generaba energía hidroeléctrica a través de turbinas ubicadas en el sector Las Margaritas. Es de hacer notar que en aquel entonces el servicio era prestado solamente hasta las 10 de la noche. El funcionamiento y mantenimiento de esta planta estaba a cargo de los señores Baltazar Hernández y Gonzalo Berbecía. Desde 1960 aproximadamente y hasta hoy el servicio es prestado por la empresa CADAFE, la cual durante algún tiempo mantuvo sus oficina en nuestra comunidad específicamente en el edificio “HISPANIA”. Telefonía: Este servicio comenzó a prestarse aproxi-

87


Imprenta COJEDES

88

madamente en la década de los 60 en contados hogares y años más tarde aparecieron los llamados monederos hoy tarjeteros. Se recuerda, entre otras, a doña Toribia Acosta, una de las pocas habitantes que gozaba de este servicio y quien alquilaba el teléfono para llamadas locales por la módica suma de 0,25 bolivares. Hoy es todo lo contrario, es raro el hogar que no disfruta del servicio y hasta con Internet, y no se diga de la telefonía móvil cuando hasta los niños portan su celular. Salud: El servicio de medicina preventiva siempre ha sido prestado a la comunidad lajiteña por su vecina la Unidad Sanitaria, la cual en sus primeros años enviaba a miembros de su personal a visitas hogareñas con la intención de verificar el cumplimiento de las normas, medidas higiénicas de prevención de enfermedades y aplicar los correctivos necesarios a través de orientaciones que en algunos casos se convertían en regaños a las madres desprevenidas. Grato es recordar en estos menesteres a la señorita Antonieta Lima, quien era vista y atendida con mucho respeto y hasta con cierto temor en algunos casos. Otra actividad preventiva era realizada en el grupo escolar “Eloy Guillermo González” a través del servicio de higiene escolar. Hoy no existen estas figuras pero igual la unidad sanitaria sigue prestando sus servicios en su sede como siempre gratuitamente. Es de destacar la encomiable labor llevada a cabo por los lajiteños hermanos Magdaleno y Eduviges Estrada, quienes se desempeñaron por mucho tiempo como eficientes sanitaristas sobre todo en tiempos del combate a la malaria que tanto daño causó a nuestra población. Respecto a la medicina curativa los lajiteños siempre hemos recibido atención pública, primero en el Hospi-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

tal “Los Llanos” que funcionó donde hoy está la plaza “Manrique” y luego en el Hospital General “San Carlos” hoy “Egor Nucete”. En nuestra comunidad han convivido y prestado sus servicios los Doctores Enrique Parada, Pediatra y quien, según información de Miguel Ramírez, aún realiza consultas ahora como homeópata. Marcos Ardila, Médico General y Francisco Plaza, Odontólogo. En la actualidad funciona un Centro de Atención Médica a pacientes con problemas renales, ubicado en la Calle Sucre c/c Falcón. Por su parte el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (I.V.S.S.) brinda atención médica a través de un modulo instalado en la Avenida José Laurencio Silva c/c Callejón Sucre. Transporte: Por su ubicación a la entrada de San Carlos nuestro barrio siempre ha sido cruzado por unidades de transporte colectivo, recordándose que en sus inicios la empedrada Avenida Bolívar también llamada “Calle Real” era usada en doble sentido por buses a los que comúnmente se les llamaba “línea”. Igualmente la Calle Sucre era transitada en doble sentido desde el Grupo Escolar “Eloy Guillermo González” hasta 1972 aproximadamente. Justo es recordar que las primeras unidades de transporte urbano en San Carlos fueron puestas a circular por Antonio Rebolledo; hoy este servicio se ha visto ampliado y mejorado con la incorporación de un gran número de busetas y taxis. Ayer la mayoría de las calles engransonadas, hoy todas pavimentadas. Vivienda: Inicialmente las pocas casas existentes eran construcciones de bahareque, es decir paredes de guafa o caña brava cubiertas con una mezcla de tierra, paja y agua (barro), luego una pequeña capa de excremento (bosta) de ganado como especie de friso y la cual era pintada

89


Imprenta COJEDES

90

con cal o avestina y en algunos casos era utilizada tierra amarilla para obtener dicho color; los techos eran de palma o de zinc y los pisos de tierra y en algunos casos de cemento; los más pudientes construían sus casas con bloques. Estos bahareques eran construídos generalmente por los propios interesados y en ocasiones comprados o mandados a construír por expertos entre quienes destacó Don Darío Torres. En 1949, el Gobernador del Estado, el tinaquillero Luis Vielma, repartió zinc entre las clases desposeídas en una campaña para reemplazar la paja y la palma. Posteriormente el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (M.S.A.S.) a través de la División de Malariología y en su afán por la erradicación del chipo transmisor del mal de chagas, llevó adelante el programa crediticio de construcción de las llamadas viviendas rurales en sustitución de los mencionados bahareques; igualmente el Banco Obrero, el Instituto Nacional de la Vivienda y el Instituto Regional de la Vivienda, también a través de créditos, hicieron un importante aporte que junto con la inversión privada lograron de Las Lajitas la comunidad hoy conocida con un alto porcentaje de viviendas dignas y confortables. Justo es reconocer también la contribución prestada por el Organismo Regional para el Desarrollo de la Comunidad, organismo dependiente del Ejecutivo Regional el cual facilitaba los materiales para que los propios vecinos organizados en las llamadas Juntas Comunales fueran los constructores de sus propias viviendas. Al mencionar las Juntas Comunales cabe recordar la labor prestada por éstas en la construcción de brocales, bateas para el drenaje de aguas de lluvias y el enlace de la Calle Páez con la antigua carretera nacional troncal


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

5 también conocida como “carretera negra” o “de las gandolas” y hoy Avenida “José Laurencio Silva”. Es de destacar que en aquellas jornadas participaban muy activamente, y sin otro interés que el mejoramiento del barrio, los hombres en el trabajo rudo, las mujeres en la elaboración de comidas y bebidas y los jóvenes y niños en el corri-corri de los mandados en una demostración de franca integración de equipo. Líderes de aquellas Juntas Comunales fueron los desaparecidos Daniel Puerta, Pedro Pablo Rivas, Toribia Acosta, José Antonio Manzanero, Ramón López y José del Carmen Blanco, entre otros. Posteriormente estas Juntas Comunales pasaron a denominarse Asociaciones de Vecinos, las cuales cumplieron algunos cometidos, y hoy son los Consejos Comunales los llamados a velar por el bienestar de la comunidad, en nuestro caso por supuesto, con la participación activa y decidida de cada una de los lajiteños.

91


Imprenta COJEDES

Capítulo IV

Algunos cultores lajiteños Literatura: 92

Botello, Silvestre: (31/05/1956). Creador y cantor de composiciones en el género de parranda y de velorio. Manzanero, Pedro Rafael: (03/08/1929). Nació en Santa Cruz, Estado Aragua y llegó al barrio en 1933. Es educador jubilado y autor de los libros “Cojedes Ayer y Hoy” y “Contornando la Ciudad”. Actualmente preparando sus memorias y una biografía del General Ezequiel Zamora. Igualmente ha sido articulista de importante diarios de la región como “El Regional”, “Noti Tarde”,”Las Noticias de Cojedes” y “La Opinión”. De su ligera y fina pluma han salido innumerables poemas y alguna que otra canción. Ha sido objeto de numerosas condecoraciones y reconocimientos como premio a su destacada labor, y la biblioteca de la Escuela Básica de “Puente Azul” y la Casa del Maestro del Estado Cojedes han sido distinguidas con su nombre. Manzanero Estrada, Jesús Higinio: (11/01/1951). Educador jubilado, autor de numerosas composiciones en el género de parranda. También ha sido distinguido con importantes condecoraciones y reconocimientos. Manzanero Estrada, Silvia Angelina: (01/03/1959) Educadora jubilada, co-autora del trabajo de investigación inédito “El proceso histórico social de la lo-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

calidad La Aguadita del carretero del Estado Cojedes, 1900-1990. Manzanero Flores, Joel Jesús: (17/06/1970). Educador activo autor del trabajo de investigación inédito “Historia de la Villa de San Carlos de Austria. Espacio y Sociedad”, mención publicación de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Monagas, Juan Bautista: (24/06/1939). Natural del Caserío “La Sierra” compositor y cantor de décimas para velorio. Músico jubilado de La Banda de Conciertos del Estado Cojedes “Miguel Ángel Granados” e integrante de la parranda ”La Central Cojedes”. Salcedo, Leo: (31/12/1957). Compositor de canciones en el género de parrandas. Música

Acosta, Alfredo: (02/09/1937). “El Pollo Roque” nació en Palambra de Buría, Municipio Anzoátegui. Jubilado de la banda del Estado Cojedes como atrilero. Músico autodidacta ejecutante de arpa, cuatro y maracas. Folclorista animador de veladas criollas. Alfredo, Sebastián: (20/11/1905 – 04/08/1995). Nativo de San Blas, Valencia, Estado Carabobo. Llegó a Las Lajitas a los 40 años. Ejecutó clarinete, saxofón y contrabajo en la banda del Estado Cojedes hasta el momento de su jubilación. Angulo, Néstor: (29/10/1965). Estudiante de la Escuela “Miguel Ángel Granados” ejecuta la tuba en la banda “Miguel Ángel Granados”. Ha actuado con la Sinfónica de los Llanos en Guanare, Estado Portuguesa y en la Sinfónica del estado Cojedes.

93


Imprenta COJEDES

94

Angulo, Francisco: (03/12/1937). “Pancho” ha ejecutado la marimba y las maracas. Cardenas, Hugo: (1909 – 19/04/1988). Procedente de San Fernando de Apure estudió y ejecutó trombón y bombardino. Laboró en la Banda del Estado Cojedes hasta su jubilación y perteneció a un grupo musical cañonero o grupo de música de antaño. Castillo Enríquez, Ramón Antonio. Autodidacta. Percusionista desde los 11 años y bajista desde los 25. Integró las agrupaciones “Sonoritmo”, “Juveritmo” y “Chuma y su Sexteto”. Chandia, Pedro José: (07/12/1944). Autodidacta, ejecutante de cuatro, guitarra y requinto. Echenagucia Rivero, Josué: Maracayero, nacido un 25 de octubre y llevado a Las Lajitas en el año 1974 aproximadamente, es un polifacético músico autodidacta, autor de varios poemas ineditos y ha participado en actividades de teatro a través del grupo “Nuevo Tramo”, actualmente es Director del Ateneo de San Carlos de Austria. Estrada, Blas Ramón: (29/08/1935). Nativo de Aranguren del Municipio Juan Ángel Bravo del Estado Cojedes. Cuatrista autodidacta. Cantador de parrandas y serenatero. Inojosa, Pedro: (1909 – 11/11/1963). Nativo del Caserío Agua Viva de San Carlos. Cuatrista y bandolinista autodidacta; amenizaba fiestas y velorios. López, Santiago: (+ 1962) Destacado músico cuatrista y bandolinista larense. En su juventud formó parte de la prestigiosa orquesta “Pe-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

queña Mavare”. En algún momento llegó a acompañar con el cuatro a la Banda del Estado en las fiestas patronales. Malpica Vilorio, Atilio Rodrigo: (17/03/1953). Natural de Valencia, Estado Carabobo, llegó a Las Lajitas en 1975. Percusionista autodidacta. Socio fundador de la Orquesta “Excelencia”. Ha formado parte de las agrupaciones “Cristal Internacional”, “Maryuri”, “Revolución Latina”, “Revolución Gaitera” y “Antaños de Siempre”. Martinez; Antonio: (01/12/1941). Nativo de El Tigre, Estado Anzoátegui. “Toñin” formó parte del conjunto gaitero “Los Llaneros” y como solista ha participado en varios festivales de música criolla. Martinez, Edson. Ha participado en orquestas en Maracay, Estado Aragua, en donde estudió piano. Actualmente forma parte de una orquesta en España. Martinez, José del Carmen: (23/04/1956). Autodidacta. Ejecuta cuatro, tumbadora y maracas desde los 13 años. Formó parte del Conjunto de Gaitas “Las Estrellas del 23 de Enero” de Caracas. Ensayó con “Chuma y su Sexteto” e integró la Parranda “La Central Cojedes” como furruquero y güirero. Monagas, Juan Bautista: (07/12/1939) Cuatrista autodidacta, trabajó en la banda del estado y formó parte del conjunto “Sonoritmo” como cantante guarachero. También es ejecutante del bombo. Integra la parranda “Central Cojedes”. Monagas, Nicolás Florentino. Nacido aproximadamente en 1930. Cuatrista aficionado y cantador de velorio.

95


Imprenta COJEDES

96

Ojeda, Hugo: (1951). Excelente bongosero y timbalero. Acompañó a Don Ramón Salcedo en muchas fiestas al igual que a “Chuma y su Sexteto”. Formó grupo con el arpista Oswaldo Ojeda y el famoso y excelente guitarrista cojedeño Rafael Ortega. Ojeda, Oswaldo: (10/01/1945). Cuatrista y arpista autodidacta. Acompañó a muchos cantantes locales y de otros estados como a Ramón Díaz, Nelson Morales “El Ruieseñor de Atamaica” y Jesús Moreno. En una oportunidad también acompañó a Simón Díaz en el estadio “Tulio José Lazo” Ojeda, Pedro: (24/01/1952). Se inició en la ejecución del cuatro cuando contaba con diez años de edad recibiendo orientaciones de su abuelo Ramón Salcedo y de su tío Oswaldo Ojeda. Acompañó como maraquero a Don Pedro Inojosa (bandolinista) en los bailes que se hacían en el hogar de doña Rosa Benítez el cual comenzaba el 30 de Agosto (día de Santa Rosa) y terminaba el 31 (día de San Ramón). Igualmente acompañó a su abuelo en las fiestas familiares por él amenizadas en la ejecución de las maracas y/o la barimba. Perez Angulo, Melecio: (21/09/1952). Egresado de la Escuela de Música ”Miguel Ángel Granados”. Percusionista desde los 16 años. Jubilado de La Banda de Conciertos “Miguel Ángel Granados”. Fundador – socio de la Orquesta “Excelencia”. Ha formado parte de las agrupaciones musicales “Sonoritmo”, “Cuarta Sociedad”, “Antaños de Cojedes” y “Maryori”. Plaza, Francisco: (25/06/1977). Cantautor con dos producciones discográficas. Re-


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

cibe clases de canto en la Escuela Municipal del Folclor. Rivas, Pedro Pablo: (29/06/1919 - 1997). Nativo de Cariaquito fue excelente guitarrista autodidacta así como cuatrista. Serenatero y amenizador de reuniones familiares. Dirigió un grupo de aguinaldos en la Iglesia San Juan Bautista. Rivas Manzanero, Francisco Miguel: (04/10/1951). Hijo de Pedro Pablo Rivas, músico autodidacta desde los 13 años. Guitarrista, cuatrista, bandolinista y percusionista. Excelente serenatero y ameniza reuniones sociales. A los 40 años recibe clases de guitarra de parte del profesor Argenis Salguero, reconocido músico residenciado en nuestro estado. Salcedo, Leo: (31/12/1957). Hijo de Don Ramón Salcedo; autodidacta ejecutante desde niño del cuatro y del bongó. Salcedo, Ramón: (04/11/1905 - 1982). Nativo de El Pao autodidacta del bandolín y del acordeón. Amenizaba reuniones sociales. Testa Aguero, Leonardo Jesús: (26/02/1965). Técnico Superior Universitario en Administración, Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural Convenio CONAC, integrante de la Primera Promoción. Músico de escuela perteneciente por mucho tiempo a la Red de Orquestas Sinfónicas de Venezuela como ejecutor del contrabajo. Desde los 8 años ha activado en las Bellas Artes especializándose en cantos corales con participación destacada en la Coral “Santo Domingo”, Coral “San Juan”, Orfeón “Cojedes” y Octeto “Cojedes”, como tenor. Ha sido director de grupos como Voces Coral de Cámara, Voces de Cojedes, Coral “IUTEAGRO” y Orfeón “UNELLEZ”. Actualmente dirige el Orfeón

97


Imprenta COJEDES

98

de la Universidad Iberoamericana del Deporte. Velazquez, Edmundo: (15/11/1972). Estudiante de canto en el Instituto Tecnológico de Música de Valencia, Estado Carabobo. Mención aparte merecen los jóvenes Frank Gerdel y los hermanos Victoria y Jorge Luís Dugarte Echenagucia, integrantes del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles. Otros ejecutantes instrumentistas fueron Félix Antonio Mejías (violinista), Antonio Moreno (violinista), Alejandro Mejías y Nicasio Mejías. Teatro:

De esta manifestación cultural se recuerda a Diógenes Rivas, integrante del grupo “Nuevo Tramo” y del grupo del Liceo Nacional “Eloy G. González”; Lisa Estrada Pérez del grupo de teatro de la Escuela Básica “San Carlos” y Jonmer Manzanero Flores del grupo de teatro del Liceo Nacional “Eloy G. González”. Mención especial hay que hacer de Doña María de los Ángeles Brito de Pereira quien fue reconocida como Portadora Patrimonial Inmaterial del Municipio San Carlos por parte de la Dirección Estadal de Gabinete del Ministerio del Poder Popular para la Cultura del Estado Cojedes. Así mismo es Las Lajitas sede actual del grupo de danzas “Guazábara” dirigido por el lajiteño José Luís Bravo. Algunas agrupaciones musicales lajiteñas

Parranda “Azulejos de Cojedes”: Ya en 1947 esta parranda amenizaba las navidades


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

sancarleñas bajo los auspicios de la señora Rosa Armario y con la participación de Félix Armario, Blas Ramón “chamaco” Estrada, Alejandro Mejías, Juan Monagas, Pablo Tarazona, Florencio Angarita y Celestino Estrada, entre otros. Después pasó a llamarse “Los Tropicales de Cojedes” con la incorporación de Primitivo Moreno, Francisco Uloa y Francisco Mejías. Parranda “Flor de araguaney”: Agrupación integrada por Juan Monagas como director, Ramón León, Martín Lira, Custodio Pérez y César Mercado, entre otros. Parranda “Unión de Cojedes”: Su origen se remonta al año de 1983 y han sido integrantes de la misma Ramón León, Hermanos Tarcisio y Esteban Flores, Silvestre Botello, Juan Monagas, Pablo Tarazona, Atilio Malpica, Inés Moreno, Jesús Silva, Andrés Pirele, Jesús “chucho” Montesinos y otros. Acumuló siete festivales ganados y una producción en cassette. Parranda “Central Cojedes”: Fundada el 21/12/1984. Entre sus integrantes han figurado Silvestre Botello, Director Fundador; Jesús Silva, Martín Lira, Marcos García, Tomás Pinto, Luís Manuel “muín” Aguiar, Nelson Suárez, Agustín Míreles, Pablo Tarazona, Juan Monagas, Lorenzo Díaz, Obdulio Tovar, Rossel Ortega y Ángel Silva entre otros. Tiene en su haber 15 grabaciones y ha ganado aproximadamente 11 festivales. Se ha presentado en el Teatro “Teresa Carreño” de Caracas; Zona Rental del Parque Central, Caracas; Parroquia 23 de Enero, Caracas; Casa de la Diversidad Cultural, Caracas; Casa de la Letras “Andrés Bello”, Caracas; Diario “El Carabobeño”, Valencia; Facultad de Ciencias

99


Imprenta COJEDES

100

Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo, Valencia; Fundación “La Salle”, Valencia; Universidad “Cecilio Acosta”, Barquisimeto; en 1995 participó en el Micro Cultural para Televisión “Encuentro con la Parranda Central”. Ha recibido reconocimientos del Ministerio de la Cultura como Colectivo de Mayor Proyección en el Estado Cojedes y Botón de la Ciudad de San Carlos en su Única Clase. Sus integrantes Juan Monagas e Inés Moreno recibieron el botón de Honor al Mérito por la Alcaldía del Municipio Autónomo San Carlos, y Silvestre Botello declarado por el Instituto del Patrimonio Cultural “Portador de Patrimonio del Municipio San Carlos” en el área de música. Esta agrupación pertenece a la Red Nacional de Centros de Investigación y Documentación y aparece en el Catálogo del Patrimonio Nacional por el Municipio San Carlos. Parranda “Unión tropical”: Agrupación fundada el 11 de Octubre de 1991 por iniciativa de los hermanos Tarsicio y Esteban Flores e integrada además por Evencio Villegas, Cupertino Ramírez, Clemente Villegas, José Villegas, Rafael Ríos, Elías Villegas e Israel Villegas. Participó en festivales patrocinados por el Instituto de Cultura del Estado Cojedes y las Alcaldías de los Municipios Anzoátegui, Ricaurte y Tinaco, ocupando puestos de honor. Amenizó fiestas en clubes en Tinaquillo, Tinaco, Apartaderos, Lagunitas, Camoruco, Vallecito y Las Vegas; así como también tuvo destacada actuación en obras benéficas. En el año 1996, por iniciativa de la Alcaldía del Municipio San Carlos, realizó su única grabación conocida hasta el momento.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Parranda “La nueva parranda”: Surge en 1995 aproximadamente como una escisión de la “Central Cojedes”; integrada por Jesús Silva como director, Martín Lira, Jorge Barrios, los hermanos Elio y Ely Figueroa y otros que más tarde darían vida a “Los Céntricos de Cojedes”. Parranda “Los céntricos de Cojedes”: Nace esta parranda aproximadamente en el año 1998 con Jesús Silva como director siendo reemplazado luego por Jorge Barrios; en ella han participado como integrantes Jesús Obispo, hermanos Richard y Andry Acosta, Orlando Parra, Rufino Farfán, Oswaldo Yauca, Lorenzo Díaz, Francisco Guedes, Elio Párraga, Onayse Sandoval jr. y Rodolfo Stenlin. Tienen en su haber 7 producciones discográficas y ha participado en numerosos festivales ganando aproximadamente 7 de ellos. Conjunto de gaita “Los llaneros de la gaita”: Nace este conjunto gaitero por iniciativa de los hermanos orientales Jesús Ramón “chuo” y Antonio “tonín” Martínez integrado además por Edson Martínez, los hermanos Aldo y José Aguilar, Armando “negro” Morales, Francisco José “pepe” Gamboa, hermanos Gustavo y Lorenzo Páez, William Gómez, Régulo Montoya, Waldo Rivero y Dalmiro Bolívar. Su actuación se remonta a la década de 1973 a 1983 aproximadamente. Conjunto de música bailable “Juve ritmo” (1968 1970): Esta agrupación cuyo nombre se le debe al músico Carlos Torrealba realizó su primera presentación en 1968 en el Liceo Nacional “Eloy Guillermo González” en un acto conmemorativo del Día de las Madres con la participación de Ezzio Rampini como director, William Loza-

101


Imprenta COJEDES

102

da, Luís Ramírez Torres, Aldo Testa y Ramón Castillo y como vocalistas Diógenes Rivas, Cristóbal Linares y José “pepe” Vidal. Después se incorporarían Pedro “el negro” Rivas, Victor Lemo, Carlitos García, Luís Alfredo Albornoz, Nelson Fajardo y Dalmiro Bolívar. Recibió reconocimiento como conjunto del año 1969 por parte de “Magazine Siglo XX” de Barquisimeto Estado Lara. Agrupación de música bailable “Chuma y su sexteto” (1969 - 1972): Conjunto rítmico bailable lajiteño fundado por Jesús María “chuma” Velásquez, Ramón Ochoa, Manuel Bravo, Rafael Aguilar, Juan Carballo, Amado “care’ palo” Muñoz y Joseito Manzanero. Fueron muchos los templetes amenizados por este contagioso sexteto.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Fotografías

103

Construcción de bahareque de la familia Mejías: Las Lajitas de ayer.


Imprenta COJEDES

104

Construcciรณn de bahareque de la familia Manzanero: Las Lajitas de ayer.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

105

Ruinas de “La Blanquera”, hacia finales de los años '50


Imprenta COJEDES

106

“La Blanquera” en la actualidad


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

107

Grupo Escolar “Eloy Guillermo González”


Imprenta COJEDES

108

Moderna construcciรณn de Las Lajitas de hoy.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

109

Doña María Brito: Patrimonio viviente de Las Lajitas y del Municipio San Carlos.


Imprenta COJEDES

110

Templo de “San Juan Bautista”, Patrimonio Cultural.


Mi Barrio Las Lajitas Jesús Manzanero Estrada

Bibliografía ACEVEDO, Hilaria: Entrevista personal. San Carlos 2007. AGÜERO, Argenis: “Iglesias de Cojedes”. Dirección de Desarrollo Económico. Gobernación del Estado Cojedes. Diócesis de San Carlos. Mayo de 1997 ALCALDÍA DEL MUNICIPIO AUTÓNOMO SAN CARLOS: “Expediente certificado por Santiago Rodríguez, Registrador Subalterno del Distrito San Carlos de 1812. CARRILLO MORENO, José: “Bolívar desde Cojedes hasta Carabobo”. San Carlos 1971. “Biografía de la Casa Blanquera”. Caracas 1961. ESTRADA DE RIVAS, Isabel: Entrevista personal San Carlos 2007. MANZANERO, Pedro Rafael: “Cojedes Ayer y Hoy”. San Carlos. Agosto 2004 “Contornando la Ciudad”. San Carlos 2006 Entrevista personal San Carlos 2007. MEDINA LOPEZ, Isaías: “Antología de la Décima Popular en el Estado Cojedes”. UNELLEZ – SAN CARLOS, 2007 MEJÍAS, Jesús: Entrevista personal. San Carlos 2007.

111


Indice



Capítulo I A manera de Introducción Origen Ubicación Las Lajitas en la historia

13 14 15 17

Capítulo II Primeros habitantes (fundadores) 1930 – 1950 Otros habitantes (cofundadores) Otros habitantes Avenida Bolívar sentido este – oeste. Calle Sucre sentido oeste – este Calle Páez sentido oeste - este. Calle Salias sentido este – oeste: Calle 5 de Julio sentido sur – norte: Calle Negro Primero sentido Norte – Sur: Calle Pichincha Sentido Sur – Norte: Calle Falcón sentido norte - sur: Calle Zamora sentido sur – norte: Avenida José Laurencio Silva sentido este – oeste:

20 26 31 31 33 35 35 36 37 37 38 38 39

Capítulo III Economía Educación Recreación y deportes Religión Usos, costumbres y tradiciones Servicios

40 55 58 69 74 86


Capítulo IV Algunos cultores lajiteños Literatura: Música Teatro: Algunas agrupaciones musicales lajiteñas

92 92 93 98 98

Fotografías

103

Bibliografía

111


Fundación Editorial El perro y la rana Sistema Nacional de Imprentas - Cojedes Deibi Díaz Correción Eduardo Mariño Diseño Gráfico y Edición José Baute Impresión y Montaje

Esta edición de 500 ejemplares se culminó en diciembre de 2009 en la Imprenta Cojedes de la Fundación Editorial "El perro y la rana" En su impresión se usaron tipos Linotype Univers y Bembo


Jesús Manzanero Estrada (San Carlos, 1951). Docente jubilado con una larga trayectoria de promoción de los valores e identidad de nuestra región. Es también un reconocido compositor de parrandas y otras expresiones de la poética popular tradicional. Su actitud y su trabajo le han merecido numerosos reconocimientos y condecoraciones. Mi barrio Las Lajitas, su primer libro publicado, es el fruto de una minuciosa investigación documental, apoyada con el testimonio de los habitantes de esa comunidad.

La construcción de Historias Locales no sólo representa un acto de identidad, es también una dedicación de soberanía y amor patrio. Jesús Manzanero Estrada en su amena y bien documentada historia, Mi barrio Las Lajitas, reconstruye testimonio en mano, la larga tradición y costumbres de esta populosa barriada de San Carlos, testigo de numerosos acontecimientos históricos y lo más importante, del transitar de esos hombres y mujeres que como decía Alí Primera, son la Patria.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.