Valparaíso, Puerto de Músicas

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VALPARAÍSO, PUERTO DE MÚSICAS ESTUDIO PRELIMINAR PARA UNA HISTORIA DE LA MÚSICA EN VALPARAÍSO

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VALPARAÍSO, PUERTO DE MÚSICAS ESTUDIO PRELIMINAR PARA UNA HISTORIA DE LA MÚSICA EN VALPARAÍSO

Patricio González - Sebastián Redolés Coordinación General Agustín Ruíz Responsable Metodológico Rodrigo Oteiza Aravena Coordinador e Investigador Responsable René Cevasco Matthei - Andrea Martínez Carrasco - Pablo Cabello Kanisius Investigadores


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CONTENIDO INTRODUCCIÓN................................................................................................................................................. 6 VALPARAÍSO, PUERTO DE MÚSICAS: ESTUDIO PRELIMINAR PARA UNA HISTORIA DE LA MÚSICA EN VALPARAÍSO.................................................................................................................. 10 A. Lo popular y lo clásico. Sociabilidad, espacios públicos y musicalidad (1820 – 1870)...............................................................................................................................10 B. Valparaíso, capital económicade chile, promesa cultural y musical del pacífico sur (1870 – 1924)............................................................................................................................14 C. Auge y caída de las manifestaciones musicales. De la época de oro al silencio de golpe (1924-1973)...............................................................................................................................................23 D. El silencio de golpe: repliegue de la música a espacios privados y emergencia del nuevo rock desde lo precario (1973 – 1990)...................................................................................40 E. Reapertura de lo público: Expresiones musicales, espacios deemergencia y consolidación (1990-2010)..............................................................................................................................46 CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LA MÚSICA Y SU ACTUALIDAD EN LA CIUDAD...... 58 BASE DOCUMENTARIA DE REFERENCIA ............................................................................................... 62 A. Bibliografía específica .....................................................................................................................................62 B. Artículos revistas ................................................................................................................................................65 C. Tesis ............................................................................................................................................................................65 D. Sitios web.................................................................................................................................................................66 EQUIPO DE INVESTIGACIÓN........................................................................................................................ 70

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INTRODUCCIÓN La apertura al mundo que ha vivido esta ciudad desde épocas tempranas en su condición de puerto, permitió que la música tuviese un rol muy importante en su desarrollo, siendo la puerta de entrada para los más variados artistas, instrumentos y producciones de otras latitudes, implicando una gran cantidad de influencias musicales.

El relato histórico de “Valparaíso, Puerto de Músicas” que se presenta en el contenido de esta edición, busca identificar y poner en valor acontecimientos históricos de gran importancia en el desarrollo del sector musical en Valparaíso entre los siglos XIX y XXI; así como también su implicancia con el desarrollo humano de la ciudad desde una perspectiva diacrónica. Esta investigación realiza un levantamiento de información documental bibliográfica que permite la identificación de zonas de desarrollo de la música en Valparaíso, da cuenta del auge y su decadencia económica y el vínculo con la bohemia de la ciudad, presenta los hitos relevantes de la música con un enfoque sociocultural, y revisar los relatos publicados hasta fecha en torno a la música de Valparaíso.

democracia en 1990, es el momento crucial para que las expresiones y espacios de surgimiento de manifestaciones musicales y culturales se abran a la comunidad y al uso del espacio público, generando nuevas dinámicas y formas de expresión entre los años 1990 y 2010. Todo lo anterior, da pie a que en la última década del siglo XXI se consoliden prácticas musicales que surgieron tímida y lentamente entre los años 90 y 2000; la institucionalidad cultural y los espacios independientes de producción encuentran en la ciudad una recepción cada vez más grande, valorizando cada vez más las producciones locales y nacionales, donde se rescata la memoria musical de quienes participaron de la época de oro de la Bohemia Porteña y, en definitiva, en la construcción del Valparaíso musical.

De esta manera, se presenta el desarrollo del sector musical asociado a grandes hitos temporales: Los comienzos de la ciudad musical se remontarían al año 1820, donde los eventos sociales y espacios públicos dieron pie principalmente a manifestaciones populares y clásicas hasta el año 1870. Entre este año y 1924, Valparaíso -capital económica de Chile- se presenta como una promesa cultural y musical en el pacífico sur. Lo anterior queda de manifiesto entre los años 1924 y 1973, donde la música vive su época de oro en la ciudad. Época que sería silenciada por el Golpe de Estado en el año 1973. Bajo el contexto de Dictadura, por 17 años la música se repliega a espacios privados, existe censura y exilio, sin embargo, es en este período en el cual emerge el nuevo rock desde lo precario. La vuelta a la

Bajo el contexto del programa estratégico de especialización inteligente promovido por Corfo, “Valparaíso Ciudad Creativa, Sustentable e Innovadora”, y en el marco del levantamiento de información y hechos históricos que fundamenten y sitúen a Valparaíso como una ciudad creativa de la música de alcance internacional, se encargó a un equipo de profesionales e investigadores del área de la historia, el periodismo y la antropología, de gran experiencia y conocimientos en cuanto a la temática musical y su desarrollo en Valparaíso, la elaboración de este relato histórico de Valparaíso, Puerto de Músicas.

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Somos conscientes que el resultado de este proceso investigativo es un importante esfuerzo que no busca ser el único ni principal referente de la


materia, muy por el contrario; ha sido concebido como un estudio para dar inicio a un proceso de puesta en valor del sector musical y su desarrollo en el puerto de Valparaíso. De esta manera, situarle en un escenario propicio para generar discusión, abrir nuevas líneas de investigación, complementar con otras visiones, perspectivas y disciplinas, que nutran y enriquezcan este proceso de puesta en valor de la ciudad musical.

Créditos: Nelson Campos ©

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Créditos: Luis Cifuentes ©

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VALPARAÍSO, PUERTO DE MÚSICAS: ESTUDIO PRELIMINAR PARA UNA HISTORIA DE LA MÚSICA EN VALPARAÍSO A. Lo popular y lo clásico. Sociabilidad, espacios públicos y musicalidad (1820 – 1870) De 1822 data la primera aparición de locales con música para el jolgorio en Valparaíso. Para aquel entonces se contaba con 26 establecimientos entre fondas, posadas, billares y cafés, que cuentan con música para el esparcimiento y la diversión del público asistente1. Ya para 1823 llega Isidora Zegers a la ciudad con su padre y familia, instalándose por algunos meses antes de ir a Santiago. Será la presencia de esta destacada soprano lo que traerá la primera Audición de Rossini, desplegando sus más importantes creaciones líricas. La primera sala de espectáculos escénicos también se registra en este año, siendo su constructor Domingo Arteaga y bajo el patrocinio de José Ignacio Zenteno, gobernador en aquel entonces, y fue emplazada donde hoy está el palacio de Justicia, en calle/subida Tomás Ramos. Para la ocasión se presentaron los músicos mendocinos Fernando y Francisco Guzmán, en piano y violín respectivamente. De este modo, podemos notar que existió un impulso hacia la música de cámara, el cual sería estimulado aún más por la llegada en 1838 de Vicent Wallace a la ciudad. Este músico violinista, pianista, compositor y director de ópera de origen irlandés y de, para ese entonces, una vasta trayectoria en los mejores escenarios del mundo occidental, difunde por estos años la música romántica por las costas del Pacífico2. Y, por lo mismo, no es de asombrarse que ya para este año se funde el Club Alemán (Deutsche

Verein) con una colonia germana evidentemente melómana. Este Club trasladará la música que sucedía en los espacios privados de las casas de las familias migrantes y la ofrecerá como espectáculo; será misión del músico Friedrich Muchall, uno de los fundadores del Club, inaugurar las sesiones con su despliegue en múltiples instrumentos3. Ya para el año 1832 se autoriza la instalación en la ciudad de la instalación de una Chingana o Casa de Baile, lo que no estuvo exento de las más punzantes críticas por la clase acomodada de la ciudad, cuando, sin embargo, en ella se presentaban conjuntos musicales que en reiteradas ocasiones, al menos en un comienzo de estos espacios populares, eran contratados por los mismos sectores adinerados para amenizar sus tertulias sociales. De todos modos, y como mencionábamos al comienzo, estos espacios de jolgorio se emplazaron en la ciudad de manera informal, pero será este reconocimiento el que permita visualizarlos como “legitimo” espacio de sociabilidad porteña, en el cual la música jugaba un rol fundamental4. En este acontecer transversal de lugares para el divertimento musical de las distintas capas sociales de la naciente ciudad, el Presidente de la

3. Véase http://www.condor.cl/gemeinschaft/deutscher-vereinvalparaiso/ 1. Hernández, R. (1928) Los primeros teatros de Valparaíso. S/E. Extraído como fuente de www.memoriachilena.cl 2 Hernández, R. Op. Cit. p. 92.

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4. Véase Lorenzo, Santiago. (2012). Carácter, Sociabilidad y Cultura en Valparaíso, 1830 – 1930. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Serie Monografías Históricas, N° 21, Instituto de Historia, PUCV, p. 66-68.


El Presidente de la República José Joaquín Prieto en 1836 bailará una zamacueca en Valparaíso para brindar homenaje al general Manuel Bulnes, considerándose este hecho como de bautizo de este baile como danza nacional. República José Joaquín Prieto en 1836 bailará una zamacueca en Valparaíso para brindar homenaje al general Manuel Bulnes, considerándose este hecho como de bautizo de este baile como danza nacional5. Pero este impulso dado por las comunidades migrantes y en sintonía con las intenciones de las autoridades de aquel entonces, se verá reflejado en la edificación de lugares más amplios y con mejores condiciones para el desarrollo de las artes escénicas y musicales, en general. Es así como en 1844 se inaugura el Teatro de la Victoria, en sintonía con el crecimiento exponencial de los espectáculos, sobre todo alojando estrenos de música docta y ópera. Fue construido por Pedro Alessandri y hasta 1878 fue un lugar de vital importancia para la música que se presentaba en la ciudad, hasta que un fatídico incendio lo dejara en ruinas6.

5. Véase Spencer, Ch. “Cronología de la Cueca Chilena (1820-2010). Fuentes para el estudio de la música popular chilena”. En Cancionero de Cuecas, Fonoteca Nacional. Link: http:// cancionerodecuecas.fonotecanacional.cl/#!/cronologia/1836. 6. Hernández, R. Los primeros Teatros de Valparaíso y el desarrollo general de nuestros espectáculos públicos. S/E, Imprenta San Rafael, Valparaíso, 1928. Pág. 33.

Este desarrollo de la música en la ciudad evidenciará ya su primera Sociedad Filarmónica en 1845, la cual es fundada por el mismo Pedro Alessandri en conjunto con Jorge Lyon, Enrique Davis y Rafael Orrego, entre otros. Estaría entonces mandatada a encabezar la organización de los conciertos de cámara que se realizarían en el Teatro de la Victoria, los cuales se alternaban con bailes de máscaras, que hacía aparecer en el disfrute musical a la alta y acomodada sociedad porteña de la época, la que estaba constituida principalmente por las colonias extranjeras y una parte menor de la población porteña7. A propósito de este crecimiento y consolidación de la música en Valparaíso es que en 1851 se instala la primera casa musical del país, con lo cual comienza la importación de pianos y otros instrumentos, en un comienzo, y la edición y publicación de partituras, no sólo de música docta, sino también de música popular bailable, posteriormente. Será esto sin duda otro significativo impulso, ahora también para la música local y un invaluable apoyo a quienes se adentraban en el estudio de distintos modos de explorar la música. La música permitirá a través de la difusión de partituras, que la burguesía porteña se acerque a otros sectores de la sociedad, en tanto por ese año hay una creciente llegada de pianos a la ciudad de distintas marcas que se comercializaban, apareciendo el oficio de afinador de instrumentos musicales y, aún más importante, “la proliferación de maestros de música que ofrecen clases de piano, violín y canto. Tal es el caso de Alfonso Weygaud quien en 1851 ofrece enseñar piano en 50 lecciones en el espacio de 6 meses, asegurando que en poco tiempo sus alumnos podrían tocar polkas, valses, cuadrillas y motivos de óperas”8. También es de notar la aparición por estos mismos años de la Sociedad Armónica, la cual está compuesta por músicos aficionados y

7. Pereira Salas, E. (1947). “Las primeras Sociedades Filarmónicas de Chile. El Rincón de la Historia”. En Revista Musical Chilena, consultado y extraído el artículo de https:// semanariorepublicano.uchile.cl el 18/07/2018. 8. Lorenzo, Santiago. (2012). Op. Cit. p. 95-96.

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que organizaron distintos conciertos exitosos en la ciudad9. Siete años después, y dada la efervescencia que la música fue generando entre las distintas capas de la sociedad porteña, arribará la primera compañía de zarzuela española en Valparaíso, la cual se presentó en el Teatro de la Victoria, con la obra “La lección de música” para posteriormente –y dado su gran éxito consignado por la prensa de la épocapresentar la obra de mayor extensión, “Jugar con Fuego”, vaticinando el gran éxito que este género tendría en la ciudad10.

Reflejo también de este proceso de socialización amplia de la música en la ciudad es la aparición en 1860 de lo “Ethiopian Minstrels”, lo que se conoce como el primer espectáculo de música afroamericana en Chile, particularmente de “minstrel”, estilo que mezclaba los cantos de las plantaciones con las óperas inglesas.

músicos como parte de “una raza abyecta”. Entre música docta y popular, la década de los 60 del siglo XIX está atravesada por el bombardeo que efectuó la escuadra española el 31 de marzo de 1866 en el contexto de los distintos episodios de la Guerra hispano-sudamericana, lo que dejó parcialmente destruida a la ciudad. El 21 de ese mismo mes frente al edificio de la Intendencia de Valparaíso, en lo que hoy conocemos como Plaza Sotomayor, la Banda del Batallón Buin en compañía de soldado ejecutaba los himnos del Bolivia, Perú, Ecuador y Chile, en presencia de los representantes y presidentes de cada país, como modo de celebración de la unidad entre las cuatro patrias. Después del bombardeo español, el Teatro de la Victoria, siendo el principal espacio de los espectáculos de la ciudad, permaneció cerrado durante 3 meses, abriendo nuevamente sus puertas el 20 y 21 de junio, en funciones dedicadas a las glorias de las escuadras que llegaban en ese entonces a engrosar el espectro marítimo: El Huascar y la Independencia. Así, ese año, la música girará en torno a la liberación de américa del yugo español11.

Esta agrupación de siete músicos, si bien tuvo gran éxito en un comienzo, la prensa de la época consigna que no duró mucho, al no presentar mayores novedades, al mismo tiempo que las consideraciones raciales de la época veía a estos

9. Ibídem. 10. Hernández, R. Op. Cit. p. 221.

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11. Véase Hernández, R. Op. Cit. p. 255-258


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B. Valparaíso, capital económicade chile, promesa cultural y musical del pacífico sur (1870 – 1924)

En franco desarrollo de la música, Valparaíso se fue abriendo como uno lugar donde los músicos extranjeros podían desarrollar sus obras y ser aplaudidos por un vasto y diverso público. Este es el caso del virtuoso y destacado violinista y compositor español, Pablo Sarasate, quien había recibido el Premio de Violín del Conservatorio de París en 1857 y hacía su debut en nuestro país en el Teatro de la Victoria en 1870. Este debut será referencia para sostener el nivel jerárquico que tenía dicho teatro por aquellos años, pero también reflejará posteriormente la influencia que la misma música de nuestro país imprimió en el violinista, ya que este en distintas ocasiones en Europa ejecutó piezas de cueca chilena entre otras canciones criollas1. Ese mismo año, se inaugura en Valparaíso el Teatro Odeón, el que comenzó a ser construido por el empresario A. P. Smechia en 18672 y se emplazó en la actual calle Salvador Donoso, con salas mucho más equipadas y modernas que las del Teatro de la Victoria -aunque no más grande que este último- y fue habilitado por Enrique –o Henry- Meiggs con el fin de que funcionara en él una Compañía Francesa que este último empresario trajo desde Europa tiempo después. Sería el primer lugar en Chile donde se estrenaron “las tandas”, es decir, el teatro por secciones3. Será el mismo empresario Meiggs quien en 1872 encargara al taller parisino de Arístides Cavaille-Coll la construcción de un órgano el cual sería donado a la congregación Sagrados Corazones de Valparaíso. Este hecho no es menor, si consideramos que en la actualidad, este órgano es Monumento Nacional y

1. Hernández, R. Op. Cit. p. 276 2. Hernández, R. Op. Cit. p. 276. 3. Hernández, R. Op. Cit. p. 277.

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el más valioso del continente4. Pasaran más de 10 años para que en 1884 se inaugure el Órgano de la Iglesia Anglicana Saint Paul, el cual en 1903 pasará a la Iglesia Luterana de la Santa Cruz de Cerro Concepción. Con el Teatro Odeón se ampliaba la oferta de espacios para escuchar y ver las más variadas obras que circulaban por América y Europa por aquel entonces, en sintonía con el crecimiento progresivo de la urbe, teniendo en consideración que durante el siglo XIX, pero por sobre todo desde la segunda mitad, Valparaíso es la ciudad más importante de Chile en términos económicos, por lo que la captación de población migrante tanto desde los distintos puntos del país en búsqueda de oportunidades laborales, como desde otras partes del mundo debido a creciente apertura del puerto a los negocios de ultra mar, es un fenómeno a la vista del porteño. De esta manera, comienzan a expandirse de mayor forma la red ferroviaria, sobre todo aquella que dará conexión a la capital con el puerto, cuestión que demanda gran número de personas trabajando. Serán ellos, junto con los que ya están y vienen llegando de otras latitudes, los que progresivamente irán llenando estos y otros lugares, haciendo de la ciudad un verdadero sembradero de espacios para la sociabilidad de distintas clases sociales que constituían la escala económica5.

4. Para más información sobre el órgano, véase http://organosdechile. cl/organosdechile.php/patrimonio/organosRegistro/fichaResumida/4 y también https://www.youtube.com/watch?v=kghRxLhsmi8

5. A propósito del fenómeno de migración interna y externa a Valparaíso, véase el reciente trabajo de Nelson Olivares Basualto (2018) Valparaíso. Estudio del proceso de poblamiento de sus quebradas y cerros, 15361900. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, páginas 64 et Al.


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Es así como los músicos de gran trayectoria se sentían atraídos por llegar a esta ciudad, como fue el caso del violinista y compositor José White, quien enero de 1878 arriba a Valparaíso para presentarse en el Teatro de la Victoria, espectáculo que no pudo materializarse por el estreno el 24 de enero de una Compañía Francesa de Ópera. Será el 16 de febrero su debut en el Salón de la Sociedad Filarmónica de Valparaíso y realizará distintas presentaciones aplaudidas por la crítica, teniendo su punto máximo justamente en el famoso Teatro de la Victoria el 22 de septiembre. Los aplausos y halagos recibidos por el público dada su maestría, serían los últimos que percutirían las murallas del primer Teatro de Valparaíso y uno de los más importantes escenarios de América del Sur, pues el 28 de septiembre un incendio devorará por entero el lugar6.

En medio de estos acontecimientos, nos resulta de interés observar cómo la tecnología tiene una fuerte presencia en Valparaíso y progresivamente toma un lugar en la ciudad en tanto posibilidad de masificar los estilos musicales de moda que llenan las salas de la época. Quizá el hito más importante a propósito de lo mismo fue el protagonizado por el empleado del Telégrafo Trasandino de Valparaíso, Arturo Salazar, quien al saber de la existencia del fonógrafo inventado por T. A. Edison en 1877 –el cual principalmente se pensó para reproducir la voz, sin observar sus cualidades únicas para la música aún- decidió construir su propio fonógrafo, el cual dio a conocer públicamente en 1878. Sin embargo, este invento no tuvo el apoyo empresarial, no desarrollándose la industria fonográfica en Chile, lo que implicó que en la década de 1890 las casas comerciales chilenas comiencen la importación del mismo desde Estados Unidos e Inglaterra. Decía El Mercurio en

6. Hernández, R. Op. Cit. p. 322.

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1878: “Aquellos que aun dudaban que se pudiera conservar la voz humana como las escrituras de los archivos, ya tienen la prueba práctica hecha en Valparaíso en presencia de varias personas, que, dicho sea de paso, cuando lo estaban viendo todavía no lo creían”7. Al cierre de esta década, el 1 de agosto de 1879, publicaría Benjamín Vicuña Mackenna en El Mercurio de Valparaíso lo que sería el primer estudio filológico e histórico de la zamacueca: La zamacueca y la zaramaña8. Esta publicación da cuenta de la presencia de estos géneros populares en Valparaíso. Pero como mencionábamos más arriba, el despliegue de la música en la ciudad más importante de aquel entonces en términos económicos, posibilitó que no sólo se desarrollara la música popular, sino que también pudiera ser organizada por los sectores de trabajadores. Es el caso de la Sociedad Filarmónica de Artesanos de Valparaíso, de la cual sabemos fue fundada en 1881 por el ciudadano Francisco Paredes y donde quienes la componían se reunían y asociaban para ejecutar y desarrollar música de carácter popular9. Ese mismo año, meses después, se fundará la Sociedad Filarmónica de Obreros de Valparaíso, la que se transformará progresivamente en un espacio de confluencia de obreros de distintas

fábricas donde la sociabilidad, la autoformación, el liderazgo y, en definitiva, el aprendizaje completo de la música popular y docta, la convierten en un nicho de crecimiento para hombres y mujeres proletarios10. También en la década de los 80 aparecen formas nuevas de concebir el hacer musical colectivo. De esta forma en 1884 debuta en Valparaíso y por primera vez en el país, la Estudiantina Fígaro venida desde España. Las Estudiantinas estaban conformadas en su origen sólo por hombres, pero a su llegada se van armando estudiantinas familiares, masculinas, femeninas y de distintas organizaciones gremiales. Es así como en 1888 se funda en Valparaíso la Estudiantina Porteña, la cual es dirigida por el bandurrista español Manuel González. Ya en 1886 se había construido el segundo Teatro de la Victoria, lugar donde fueron las primeras presentaciones de estas verdaderas agrupaciones colectivas, siendo las entradas muy cotizadas. Fue tal su irrupción, que el Circulo Español de Valparaíso, el 15 de septiembre de 1889, estrena su Estudiantina, la cual se compone de siete guitarras y 5 bandurrias, y toca temas populares de habaneras, jota y polka; ya para aquel entonces, se hicieron presentes la Estudiantina de la Junta Juvenil Miraflores, de Cerro Monjas, y la Estudiantina de Cerro Alegre. Pero será la Estudiantina América de Valparaíso, nacida en 1893 y compuesta por profesores y aficionados, la que sea más conocida, realizando giras por todo Chile y Estados Unidos11.

7. Véase al respecto y en mayor profundidad los comienzos de la reproducción de música en Chile: González, J.P.; Rolle, C. (2005). Historia Social de la Música Popular en Chile, 1890 – 1950. Ediciones Universidad Católica de Chile y Casa de las Américas, Santiago, Santiago, p. 176-177.

8. Véase Spencer, Ch. “Cronología de la Cueca Chilena (1820-2010). Fuentes para el estudio de la música popular chilena”. En Cancionero de Cuecas, Fonoteca Nacional. Link: http://cancionerodecuecas. fonotecanacional.cl/#!/cronologia/1879

9. Pereira Salas, E. (1947). “Las primeras Sociedades Filarmónicas de Chile. El Rincón de la Historia”. En Revista Musical Chilena, consultado y extraído el artículo de https://semanariorepublicano.uchile.cl el 18/07/2018.

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10. Véase Grez Toso, S. (2007). De la “regeneración del pueblo” a la huelga general: génesis y evolución histórica del movimiento popular en Chile (1810-1890). RIL Editores, Santiago, páginas 573-574.

11. Véase Estudiantinas en el sitio web de Memoria Chilena: http://www. memoriachilena.cl/602/w3-article-96305.html


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En este escenario, ya para la década de 1890 estaba en pleno auge la circulación de música no sólo docta, sino también popular. Es así como en 1891 comienzan las ediciones de las primeras partituras en Valparaíso, destacando la de Tango Café y de la Zarzuela en un acto Certamen Nacional, ambas por la Casa Editorial Carlos Brandt12. Por otra parte, será en esta década, el 5 de diciembre de 1893, cuando se funde la Sociedad Musical de Socorros Mutuos de Valparaíso (SMSM), organización que aglutina a los músicos de la ciudad y la región y que nos demuestra que sus asociados se perciben como trabajadores de la música, así como deja entre ver la importancia de la actividad en la ciudad y región, cuestión que está directamente relacionada con el crecimiento y productividad de Valparaíso como centro económico del país. Lo interesante es que la membresía permitió el ingreso de socios que fueran músicos profesionales, pero también aficionados y artistas en el arte de la música “y todas aquellas personas cuya admisión acordare el Directorio”13. Su primer Presidente fue el destacado maestro orfeonista de origen Italiano, Pietro Césari, a quien la historiografía recuerda sólo como compositor, director y maestro de canto. Llega en 1883 a América como director de una compañía, con presentaciones en las principales ciudades del continente Sur, entre ellas Valparaíso, quedándose en esta última por la oferta laboral para ser director de orquesta y de banda militar. Su libro Storia della Musica Antica fue traducida al español y editado en Valparaíso en 1886 bajo el

12. Molina, C.; Karmy, E. (2012). Tango viajero. Orquestas típicas en Valparaíso (1950-1973). MAGO Editores, Santiago, p. 40.

13. Véase el proyecto encabezado por los musicólogos Eileen Karmy y Cristian Molina Memoria Musical de Valparaíso, emplazado en el sitio web www.memoriamusical.cl. Esta cita en específico la extraje de http://memoriamusicalvalpo.cl/?resenas=la-fundacion-de-la-sociedadmusical-de-socorros-mutuos-de-valparaiso-5-de- diciembre-1893#_ ednref3 el 13/08/2018.- Brevemente diremos que desde mediados del siglo XIX el mutualismo como mecanismo organizativo de los trabajadores para poder contar con previsión y salud en tanto el Estado no tenía obligación alguna frente al destino de los obreros, pululó por todo el país. Sólo la solidaridad entre trabajadores, permitía el cuidado frente a cualquier adversidad, mejorando sus condiciones de vida. (N. del A.)

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título La Música, Historia y Teoría, considerándose como “la única obra impresa en Chile referente al estudio de la historia de la música en la época”. Y será en el Teatro de la Victoria donde el maestro Césari presente en 1892 el vals “Adiós Valparaíso”, pieza dirigida por su hijo, David Césari, e interpretado por el Orfeón Municipal14. También resulta importante el arribo del organillo a Chile en 1895, importado desde Alemania por José Strup15, en el contexto de la emergente empresa de la emisión de música popular en la vía pública, lo cual está directamente relacionado con la edición de las primeras partituras, pues los repertorios populares y de salón más visitados en los teatros y salas, podían ahora salir al encuentro de su destinatario en plazas y espacios públicos en general, lo que significó una gran atracción. Esto permitirá rápidamente que en los albores del siglo XX estos aparatos, en su mayoría fabricados por la familia italiana de apellido Bacigalupo radicada en Berlín, se difundieran por el país y Valparaíso no fue la excepción16. Durante la primera mitad del siglo XX los espacios festivos populares en Valparaíso por excelencia fueron las Quintas de Recreo, las que se caracterizaban por ser casas con grandes patios, adaptadas para la atención al público familiar, con venta de almuerzos y bebestibles; espacio para bailar con escenarios sin amplificación donde circulaban muchos músicos. Las más famosas y concurridas fueron las de San Roque. Su existencia se asociaba a las carreras a la Chilena que hacían todos los domingos por Avenida O‘Higgins, para

14. Elileen Karmy y Cristian Molina Loc. Cit. La cita la extraje de http:// memoriamusicalvalpo.cl/?resenas=pedro-cesari- maestro-orfeonista-ymutualista 15. Véase sobre la historia del organillo a Ruiz, A. (2001). “Organilleros de Chile: de la marginalidad al patrimonio. Apuntes para la historia social del oficio”. En Revista Resonancia, N° 9, Santiago, páginas 55 – 86.

16. Ibídem.


entonces una calle de tierra. La gran afluencia de público que asistía a estas carreras, terminaba la tarde en las quintas, almorzaban y se quedaban allí hasta media noche. En todas había grupos folclóricos, y entre todos los ritmos que tocaban, la cueca era la reina. Para entonces, tanto San Roque como Cerro Ramaditas constituían un crisol de músicos y cantores, siendo común las cuecas de cerro a cerro, entre Ramaditas y Cerro Merced o Cerro La Virgen. En San Roque estos espacios se fueron a pique a finales de la década de los ’60, cuando pavimentaron las calles, y entre ellas su avenida principal, dando término a la práctica popular de las carreras a la Chilena. Con esto, bajó la afluencia de público en las quintas, y muchas comenzaron a cerrar. Luego construyeron una capilla en la zona y se puso una comisaría en la antigua Quinta Cofré, siendo este el fin de las Quintas de Recreo en San Roque. La población de músicos que asistían a las jornadas dominicales en las Quintas de Recreo, también participaban en los locales propios de la Bohemia Porteña de la década de los ’50 y ’60. En Valparaíso estos espacios se concentraron en el Barrio Almendral y en Barrio Puerto17.

17. Véase al respecto Martínez, A.; Zamora, E.; Rivera, Y. (2014). Cueca en Valparaíso. La vida de un cultor porteño. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, pp. 33-44; también véase Oteiza, R.; Martínez, A. (2016). Manuel Jorquera Pintura Chilena. Retratos y Escenas de la Cueca Porteña. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, pp. 85-98. Muchos personajes que actualmente son reconocidos en el ambiente, comenzaron sus carreras musicales o pasaron por las quintas de San Roque, entre ellos Elías Zamora con su batería, Gilberto Espinoza, más conocido como ‘Negro Mascareño’, famosos por su voz y el manejo de la guitarra, así también Manuel Rodríguez o ‘Cuadradito’, Armando Lucero, apodado el ‘Estropajo’, Marillanca, muy buen arpista, el ‘Loco Marín’, un as con el pandero, José ‘Pollo’ González con piano o acordeón, Gilberto Fernández, acordeonista, César Olivares y Víctor Fernández que en ese tiempo eran integrantes de los Rivereños. También era recurrente la asistencia de Lucy Briceño, que deleitaba con su destreza en el baile, muchos años antes que comenzara con su carrera musical (N. del A.)

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en plena Av. Pedro Montt donde se inaugurará el 31 de octubre de 1909 el Teatro Colón, el más moderno de la ciudad por estar acondicionadas sus Salas con la tecnología para mostrar el revolucionario Cine Mudo.

En sintonía con lo anterior, será la música popular la que empieza a tomar importancia al ser difundida a raves de las ediciones de las partituras, lo que permitió que rápidamente llegara al público novedosos géneros musicales que se tocaba en distintas ciudades culturales del mundo. Tal fue el caso en Valparaíso de la publicación de las partituras para guitarra en 1905, con arreglos de Francisco Rubí, titulada Tangos Célebres y que incluía un tango del chileno Osmán Pérez Freire titulado “Trade Mark”18, editado por la Casa Editorial de Carlos Brandt. Un año más tarde el terremoto del 16 de agosto de 1906 deja en ruinas el Teatro de la Victoria y se incendia, a su vez, el Teatro Circo que se ubicaba en Plaza O´Higgins19. En general, la ciudad quedó en ruinas, al punto de tener que reformular prácticamente todo el sector del Almendral. Será en plena Av. Pedro Montt donde se inaugurará el 31 de octubre de 1909 el Teatro Colón, el más moderno de la ciudad por estar acondicionadas

sus Salas con la tecnología para mostrar el revolucionario Cine Mudo. Esto provocó durante la década siguiente, bastantes reproches desde los sectores conservadores y católicos que buscaron prohibir la entrada del cine por estar desregulado al no tener control de la autoridad20. Pero más allá de esto último, el éxito del cine mudo hará entrar a las orquestas de músicos a realizar los acompañamientos, lo que significó un trabajo estable y bien remunerado. Ya para ese entonces Valparaíso estaba en expansión urbana pos terremoto. Será un año después, en 1910 cuando Efraín Band instale su fábrica de grabaciones fonográficas llamadas “Fonografía Artística”, abriendo al unísono sucursales en las ciudades de Antofagasta y Concepción. Si bien ese año comienza con cilindros, ya para 1912 las grabaciones las realizan con discos. La fábrica de Efraín Band es considerada la primera industria nacional de música y se producirá en ella entre 1910 y 1930 los discos de los sellos Efraín Band, Fonografía Artística, Mundial Records, Águila e Ideal21. En 1911 se construye el primer teatro en un cerro: el segundo Teatro Odeón -ya que el primero se quemó por completo el 7 de febrero de 1905; y dos años más tarde, se funda el Teatro Iris, ambos en los alrededores de Plaza Waddington, en el proceso del crecimiento del cerro Playa Ancha. Estos teatros están equipados con la mejor tecnología de la época y serán animadores de la vida cultural y musical de ese residencial barrio de la ciudad. Serán lugares donde el cine se establece, lo que materializa un cambio de paradigma en la comprensión de los espectáculos, modificando el sentido del teatro y su cercanía con los espacios vecinales22.

20. Véase Lorenzo, Santiago. (2012). Carácter, Sociabilidad y Cultura en Valparaíso, 1830 – 1930. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Serie Monografías Históricas, N° 21, Instituto de Historia, PUCV, p. 48 et Al.

18. Molina, C.; Karmy, E. (2012). Tango viajero. Orquestas típicas en Valparaíso (1950-1973). MAGO Editores, Santiago, p. 40.

21. Véase Spencer, Ch. “Cronología de la Cueca Chilena (1820-2010). Fuentes para el estudio de la música popular chilena”. En Cancionero de Cuecas, Fonoteca Nacional. Link: http://cancionerodecuecas.fonotecanacional.cl/#!/cronologia/1910

19. Hernández, R. Op. Cit. p. 349.

22. A propósito de la Historia del Teatro Odeón y su importancia en la

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De ahora en adelante, cada Teatro tendrá un espacio destinado al biógrafo para el espectáculo público. Los avances cinematográficos hacen que el público se vuelque sobre las salas, quitándole atención a las presentaciones teatrales. De todos modos, se percibía, al parecer de la opinión autorizada de la época, como una forma de dar “nuevo y hermoso medio de expresión al arte escénico, sin que este, poseedor de la palabra, pierda nada con la colaboración del elemento mímico o la exuberancia descriptiva de lugares geográficos, visión rápida que no cabe en la estrecha medida del verbo literario”23. En este sentido, los Teatros modernos que se inauguraron con este sistema fueron el Teatro Esmeralda – llamado después Teatro Comedia, luego y hasta la actualidad como Teatro Condell- inaugurado el 26 de octubre de 1912; el Teatro Cinema Star el 22 de diciembre de 1921. Recordemos que desde la independencia y hasta la apertura del Canal de Panamá, en 1914, el puerto de Valparaíso fue un lugar necesario de paso para quienes querían llegar al pacifico. Al mismo tiempo, la liberación de los puertos permitió el establecimiento de economías provenientes de distintas partes del mundo. Hay dos fuertes vínculos que repercutieron en el establecimiento de una música popular que ebulló en la ciudad, no sólo en Teatros y Salas destinadas para el cine, sino también en boîtes, salones y bares. El Tango se sabe que llega a Valparaíso a través de Santiago y en forma de partituras que se

época, véase la completa nota de 22 minutos en ¿Qué ha sido de ti? del sitio web www.soychile.cl Se entregan bastantes datos relacionados con la oferta cultural de la época y la sociabilidad que giraba en torno al Teatro Odeón el Teatro Iris. Link: http://www.soychile.cl/ Valparaiso/Sociedad/2018/06/25/541153/VIDEO-En-Que-ha-sidode-ti-conocimos-la-historia-del-Teatro-Odeon-de-Playa-Ancha.aspx; Respecto a los Teatro y cinemas en los cerros de Valparaíso, véase Sáez Godoy, L. (2004). Valparaíso. Guía histórico-cultural siglos XVI – XXI. Editorial BACH Universidad de Santiago y Editorial Puntángeles Universidad de Playa Ancha, p. 281-282. Respecto al incendio del primer Teatro Odeón véase Hernández, R. Op. Cit. p. 244. 23. Hernández, R. Op. Cit. p. 551-552.

venden en las Casas Editoriales en los primeros años del siglo XX y tuvo una fuerte presencia a partir de 1910 cuando se abre el tren transandino que conecta a Valparaíso con Argentina, lo que abre un flujo migratorio entre ambos países24. Las casas de música en Valparaíso cumplen una función importante en su difusión y a propósito de la interconexión existente, un significativo material de transcripciones de tango para piano de la empresa Ediciones Musicales Alfredo Perrotti Argentina directamente a las sucursales Grimm & Kern, Casa Wagner y Casa Amarrilla. Se destaca en estas composiciones los tangos “Emancipación”, compuesto por el pianista argentino Alfredo Antonio Bevilacqua en 1910, el cual está dedicado a la Independencia de Chile, y “Chile”, compuesto por Juan Maglio25.

El 29 de septiembre de 1917 será la primera presentación de tangos de la que se tenga registro y que marcará un hito importante como fuerza impulsora de la presencia del Tango Bonaerense en Valparaíso. Pero el 29 de septiembre de 1917 será la primera

24. Véase González, J.P.; Rolle, C. (2005). Op. Cit. p. 485. Citado en Karmi, E.; Molina, C. (2018). “Músicos como trabajadores. Estudio de caso de la Sociedad Musical de Socorros Mutuos de Valparaíso (18931930)”. En Resonancia, Vol. 22, N° 42, enero-junio 2018, p. 58.

25. Molina, C.; Karmy, E. (2012). Tango Viajero. Orquestas Típicas en Valparaíso (1950-1973). MAGO Editores, Santiago, p.40.

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presentación de tangos de la que se tenga registro y que marcará un hito importante como fuerza impulsora de la presencia del Tango Bonaerense en Valparaíso: El Dúo Gardel Razzano en el Teatro Colón. Fue tal el éxito del dúo compuesto por Carlos Gardel y José Razzano, acompañados en guitarra por José Ricardo, que se tuvo que hacer presentaciones matiné, vermout y noche, junto con la cupletista Roxana. Continuaron posteriormente su gira en el Teatro Olimpo de Viña del Mar26. Ya para los años 20 las casas de música difunden cancioneros variados, donde se incluyen géneros de moda y que perdurarán con gran éxito durante las décadas siguientes: fox-trot, tonadas, shimmys y tangos para piano y voz. En 1922 se inaugura el Teatro Imperio el cual fue destinado a la zarzuela, tandas de cuplés y tonadillas, entre otras disciplinas escénicas, al mismo tiempo que presentaba proyecciones cinematográficas que copaban la programación.

Créditos: Nelson Campos ©

26. Molina, C.; Karmy, E. (2012). Op. Cit. p. 39.

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C. Auge y caída de las manifestaciones musicales. De la época de oro al silencio de golpe (1924-1973) También surge en 1924 la Royal Orchestra, considerada la primera banda de Jazz de Chile y que llegó a nutrir el ambiente reinante en la ciudad con salones de baile repletos de personas, lo que se vio favorecido por el permanente contacto con marinos norteamericanos que traían las últimas novedades jazzísticas. La Royal Orchestra, fundada por el destacado músico Pablo Garrido, se presentó en ese año en el Salón Víctor y la confitería Colón de Valparaíso y contaba con 3 violines, 3 saxos, 2 trompetas, clarinete, trombón, tuba, banjo, batería y piano, siguiendo el paradigma establecido por la orquesta de Paul Witheman. Interesante nos resulta saber que el jazz fue exitoso y requerido por organizaciones sociales de la época para animar sus eventos, como lo anuncia el 15 de febrero de 1925 El Mercurio de Valparaíso, consignando que la Sociedad Femenina de Socorros Mutuos coordinó una “matiné-velada” en la sede del Club Santiago Wanderers, programando un baile para las 15.00hrs el cual fue amenizado por la orquesta tipo Jazz Band del director F. Montoya. Ese mismo año se inauguraría el Teatro Rívoli, ubicado en Calle Victoria, con un foyer de grandes dimensiones donde se podían revisar los estrenos de cine y las estrellas que los protagonizaban; pero sobretodo se estrenaban comedias musicales y películas del oeste1. También en el verano de 1925 se presenta en el Restaurante Trocadero, ubicado en calle Prat 158, la Orquesta Davagnino, conformada por los hermanos Luis, Francisco, Ernesto y Fernando Davagnino, quienes, a consideración de Pablo Garrido, fueron los mejores representantes del mundo del jazz en Valparaíso, siendo una de las primeras jazz band del puerto la cual se presentó por décadas en distintos

lugares de la ciudad puerto y Viña del Mar. Durante ese mismo verano, la Royal Orchestra de Pablo Garrido toca de manera estable en el balneario de Recreo y en distintas salas, como la Sala Steinway de Valparaíso. Varios elementos contribuyeron a que Valparaíso fuese la cuna del jazz en Chile, dentro de los que se puede señalar la presencia de una economía especializada en la música, que incluía tiendas de venta de vitrolas y discos de 78rpm traídos de Estados Unidos. Una de las tiendas que contó con mayor cobertura publicitaria a través de la prensa fue Curphey y Jofré Ltda., ubicada en calle Blanco #6372. El propio Garrido señala que la escucha de discos fue uno de los mecanismos más importantes a través de los cuáles se masificó el jazz3. Respecto a esta situación, el escritor Armando Méndez Carrasco, en su novela El Mundo Herida, ambientada a finales de la década de 1920, describe la primera vez que escucha a Louis Armstrong, en su modesta casa del cerro El Litre, gracias al tráfico natural de discos que se dio como fruto de la abundante presencia de marineros que hacían la ruta Valparaíso-Nueva Orleans-Nueva York: “Por mi parte manejaba la victrola y aprovechaba de tocar las últimas grabaciones de jazz que el vaporino había conseguido en Nueva York. Ahí oí por primera vez Tiger Rag, Memphis Blues y New Orleans Blues”4. Otro hito importante, acontecido en la segunda mitad de la década de los 20, es la llegada en 1926 de la Compañía de tangos de Arturo Bassi

2. Anónimo, “Un magnífico regalo” (publicidad), Para Todos, Nº6, 1928, p. 50. 1. Véase Peña Muñoz, M. (2006). Ayer soñé con Valparaíso. Crónicas porteñas. RIL Editores, Santiago, p. 59 y también Peña Muñoz, M. (2004). Valparaíso: la ciudad de mis fantasmas, memorias, 1951-1971. RIL Editores, Santiago, p. 195.

3. Garrido, P. “Recuento Integral del Jazz en Chile I”, Para Todos, 1935, Nº29, p. 40. 4. Méndez Carrasco, A. (1955). El Mundo Herido, Editorial Cultura, Santiago, p.271.

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desde Buenos Aires, presentando un número de variedades en el Teatro O´Higgins, el cual contempló la presentación de Carlos Marambio Catán, estrella del canto por aquel entonces, y de Atilio Copelli, cantante chileno de tango conocido por ser el primero en grabar para el sello argentino Víctor y, más adelante, encabezaría como primera voz la orquesta del primer bandoneón de Chile, el porteño Porfirio Díaz. Un año después de este comenzarán la producción de discos locales bajo el mencionado sello disco; pero será bajo el sello Odeón que se realiza la primera grabación de tango en Valparaíso e íntegramente manufacturada en Chile. Se trató del tango “Amargura”, grabado por Roberto Firpo5.

Será bajo el sello Odeón que se realiza la primera grabación de tango en Valparaíso e íntegramente manufacturada en Chile. Se trató del tango “Amargura”, grabado por Roberto Firpo. Buenos Aires será para entonces fundamental influencia en la migración de músicos y de referentes no sólo del tango sino también del jazz.

5. Molina, C.; Karmy, E. (2012). Op. Cit. p. 42. Sobre los sellos Víctor y Odeón véase en detalle González, J.P.; Rolle, C. (2005). Op. Cit. p. 192-194

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Buenos Aires será para entonces fundamental influencia en la migración de músicos y de referentes no sólo del tango sino también del jazz. Este “ir y venir” de músicos lo podemos ver reflejado en la estancia que tuvo allá el trombonista Abraham Rojas, ex miembro de la Royal Orchestra, lo que devino en 1928 la conformación de su propia banda de jazz y presentación en Valparaíso trayendo un grupo de músicos, al parecer de Pablo Garrido, “bien ensayado y disciplinado”. Ese año será en Buenos Aires donde se grabe el Shimmy “La Estrella” del compositor chileno Juan Santiago Garrido, hermano mayor de Pablo Garrido, pasando a ser la primera grabación con elementos jazzísticos de la que se tiene registro en Chile. Fue graba por el mismo compositor y su orquesta. Ya en la década de los 30 podemos notar la unidad de los géneros de moda en Valparaíso, los cuales se presentan en el mismo escenario de manera alternada y tocados por la misma orquesta. Este es el caso de tango y el jazz. En el Pavo Real Cabaret de Valparaíso, para 1931, Porfirio Díaz, quien ya tenía su propia orquesta, era parte del conjunto del lugar constituido por una formación de piano, bandoneón, batería y saxofón, más el cantante, la cual toca de manera alternada temas de tango y jazz. La misma orquesta se presentará ese mismo año en el cabaret Royal y el Danzig Reina Victoria con el nombre de “Regia Orquesta Jazz Band”6. En esta década la industria musical se expande y difunde sus repertorios musicales en Chile y sobre todo en Valparaíso a través de dos medios fundamentales. Uno fue el cine sonoro. El 7 de marzo de 1930 se estrena por primera vez en Valparaíso una película con este sistema de cine sonoro, “Melodías de Broadway”, en el Teatro de la Victoria, destinando desde ese momento, la mayoría de sus salas a este revolucionario sistema, en un contexto donde la elite religiosa y política genera un ambiente de controversia en torno a “los efectos negativos de la mayoría de

6. Molina, C.; Karmy, E. (2012). Op. Cit. Ídem.


las cintas cinematográficas en las costumbres de la sociedad. Sin embargo, a pesar de todas las regulaciones y controles a que estuvo sujeto, el biógrafo termina transformándose en una de las entretenciones preferidas de los porteños hasta años muy recientes”7. Si bien el cine sonoro permite la difusión de géneros musicales de moda, como el tango y el jazz, implicó, a su vez, una fuerte cesantía entre los músicos que orquestaban en los teatros al cine mudo. Esta verdadera ola de desempleo sería en parte la razón por la cual el 1 de diciembre de 1931 se funda el Sindicato Profesional de Músicos de Valparaíso, siendo el primero de estas características en Chile, buscando proteger a los músicos afectados frente a la industria musical en expansión. Como hoy se sabe, este sindicato nace al alero de la Sociedad Musical de Socorros Mutuos de Valparaíso (SMSMV), lugar donde se discuten sus estatutos, los cuales datan de 1928, lo que nos permite saber que los músicos organizados generan esta nueva orgánica también en directa relación con “la promulgación de las Leyes Sociales y Sindicalización, que tiene lugar en Chile a partir de 1924”8. De esta nueva institución será Pablo Garrido su Secretario General9 y también participará su hermano, Santiago Garrido. Los hermanos Garrido estaban inscritos en la SMSMV desde 1924. Lo positivo de la llegada del cine sonoro fue la posibilidad de los jazzistas porteños de poder escuchar a las orquestas de moda en los Estados Unidos y el mundo, abriéndose hacia un nuevo campo de influencias al que se sumaría la radio. En el año 1931 se inaugura el Teatro Velarde ubicado en La Plaza O´Higgins -que en los años 90 pasa a ser el Teatro Municipal de Valparaíso- y el Teatro Pacífico ubicado en el barrio Puerto, señal

7. Lorenzo, Santiago. (2012). Op. Cit. pp. 49 – 50. 8. “Sindicato Profesional de Músicos de Valparaíso a través de su propio archivo” en Proyecto Memoria Musical de Valparaíso. Link: http:// memoriamusicalvalpo.cl/?resenas=sindicato-profesional-de-musicosde-valparaiso-a-traves-de- su-propio-archivo consultado 21/09/2018.

9. González, J. P. “Cronología epistolar de Pablo Garrido”, Revista Musical Chilena, vol.37, nº160, p.40

clara de la importancia de estos espacios para los distintos sectores de la población porteña en torno al cine, la música y el teatro. Ya para ese entonces, la ciudad de Valparaíso, y, en general, una parte importante de lo que se denomina el Gran Valparaíso –Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana- está en pleno proceso de efervescencia cultural. Señal de esto es que en 1935 Pablo Garrido publica su primer “Recuento Integral del Jazz”, que correspondería al inicio de una serie de artículos especializados en la práctica del jazz en Chile y que se encontraban en la Revista “Para Todos”. Hacía ya un año que se le destinó como Director de la Orquesta del Casino de Viña del Mar, donde puede cumplir con sus proyectos más anhelados, y este primer número en particular habla de los albores del jazz en Chile y Valparaíso, destacándose como “lo más brillante de la costa pacífico” un “dance-hall” llamado “baños del Parque” ubicado, justamente, a un costado de Parque Italia. Señala Garrido que allí “se respira el ambiente de las grandes capitales”, con abundantes foxtrots, charleston, javas, machichas y tangos. Los Baños del Parque siguió siendo importante para los músicos porteños por décadas, como lo demuestra los abundantes anuncios de prensas publicados en los años 50. En 1937 arriba a Valparaíso Julio De Caro y su Orquesta, quien será clave para el desarrollo del tango en la ciudad, pues más allá de los conciertos llenos en distintos teatros de Valparaíso y Viña del Mar, comenzó a incorporar músicos locales en su orquesta, posibilitando más adelante que estos mismos fueran a Buenos Aires a empaparse de su musicalidad, lo que fue un hito que dio impulso a la conformación de agrupaciones locales que consolidó definitivamente la penetración del género en la ciudad y su posterior desarrollo hasta los años 70. Esta importancia de su influencia es el hecho de que se habla de una escuela “decareana” en Valparaíso. Ese mismo año se exhibirá en distintos teatros de Valparaíso las películas “Alma de Bandoneón” (1 de octubre), protagonizada por Libertad Lamarque y Charlo, y “Amor de un Extraño” (2 de noviembre),

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protagonizada por Mercedes Simone. El tango ya estaba en la capa de la sociabilidad porteña, ese año 37 se coronará con la llegada al Teatro Victoria el 10 de diciembre de José Pérez de la Rivera, Charlo, quien es considerado el cantante más importante de tango de la primera mitad del sigl o XX. La gestión la realizó, justamente, Julio De Caro. El diario La Estrella al otro día de su presentación sentenciaba que era el cantante más completo que había visitado hasta ese entonces, directamente desde la capital del tango, Buenos Aires10. Debemos, de todos modos, recordar que los años 30 en Buenos Aires hay un decaimiento considerable de las actividades públicas, por una profunda crisis económica y política, lo que se complementaba con la aparición de nuevos géneros bailables de corte jazz band. Vale decir, la ciudad de Valparaíso se convierte en la principal plaza de exhibición –y en menor grado Santiago- para los artistas del tango: cuando el tango acá estaba recién desplegándose, en Buenos Aires estaba en estancamiento11. Pero otro hecho que marcará la historia de la música en Valparaíso fue el nacimiento de la primera radio emisora universitaria de Latinoamérica, en 1937. Hablamos de la Radio Universidad Técnica Federico Santa María, pionera en emisiones de Amplitud Modulada y Frecuencia Modulada, con espacios destinados a la música docta y popular. Esto, en sintonía con la creciente oferta de espectáculos musicales en la ciudad, los que atestan los diarios y las revistas; importancia esta que se vio reflejada en el uso de géneros musicales como imagen publicitaria para la venta de artículos doméstico12.

10. Molina, C.; Karmy, E. (2012). Op. Cit. 42-46.

Ya en los años 40 el tango era el género de moda que reinaba en Valparaíso, el cual era acompañado del jazz, aunque este al parecer lo era en menor grado. Como fuera, “todos los locales de diversión tenían una orquesta típica –con dos cantores, dos o tres bandoneones, tres violines, piano y contrabajoy una orquesta de jazz”, las que se comprendían por aquel entonces de manera simultánea. En este sentido, se habla de una sociedad porteña “tangófila”, al punto que despertó preocupación en los defensores del folclore nacional. Pensemos que esta década está marcada por los conflictos bélicos internacionales, principalmente por la Segunda Guerra Mundial, que, de algún modo, hizo despertar en distintos países del continente un sentimiento por lo nacional. Pero si bien los ojos críticos defensores de lo nacional tenían un espacio en distintos medios de comunicación para sus descargos, será el tango, el jazz y el tropical los ritmos que triunfan en los salones de bailes13.

En 1941 la Universidad Federico Santa María inaugura el Aula Magna en su Casa Central. Un año después Víctor Acosta grabará por primera vez el emblemático vals de Valparaíso, “La Joya del Pacífico”, luego de haberlo compuesto junto a Lázaro Salgado.

11. Véase a propósito de este fenómeno en Argentina: González, J.P.; Rolle, C. (2005). Op. Cit. p. 463-465. 12. Por ejemplo, el 6 de octubre de 1937 el diario La Estrella publicaba el anuncio de un jabón “Tango” y su bajada era: “Tango, jabón que suaviza y embellece su cutis”. Diario La Estrella, 6 de octubre, 1937, p. 2. En Molina, C.; Karmy, E. (2012). Op. Cit. p. 46.

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13. González, J.P.; Rolle, C. (2005). Op. Cit. p. 475. En relación al conflicto de lo nacional, véase En Molina, C.; Karmy, E. (2012). Op. Cit. p. 49-60.


En 1941 la Universidad Federico Santa María inaugura el Aula Magna en su Casa Central, lugar donde llegan importantes compañías y las orquestas más selectas del mundo. Un año después Víctor Acosta grabará por primera vez el emblemático vals de Valparaíso, “La Joya del Pacífico”, luego de haberlo compuesto junto a Lázaro Salgado. Esta canción tuvo mucho impacto en la ciudad, recibiendo más adelante distintos arreglos musicales por parte de músicos peruanos como Eduardo “Zambo” Salas –quien fue el primero en grabarla como vals peruano-, Carlos Reyes Orué- a quien se le atribuye el aire de vals peruano a la canción- y cantada y grabada reiteradas veces Lucho Barrios en la década de los 70. Pero quizá la más conocida sea la versión de Jorge Farías, el ruiseñor de los cerros porteños, quien nace justamente en esta década, en 1944, y la hará famosa grabándola en los años 60 y luego en los 8014. La Segunda Guerra Mundial trajo consigo la migración de distintos ciudadanos a los diferentes países de América Latina, llevando consigo conocimientos, esperanzas y nuevas mentalidades. Entre los distintos inmigrantes que arribaron desde Europa a Valparaíso en 1948, encontramos a Giovanni Cultreras y José Hosiasson, italiano y polaco respectivamente, quienes revolucionarían la escena porteña del jazz a través de una amplia actividad difusora, formando espacios inéditos tanto en locales como en radio especializada en el género, a partir de la década posterior. Es así como en 1949 José Hosiasson comienza la emisión del programa “Conozca el Jazz”, transmitido para toda la región a través de la señal de Radio Recreo de Viña del Mar, motor fundamental para dar a conocer el estilo15.

14. Existe una monografía que se dedica a pesquisar el recorrido y modificaciones de la canción: Rodríguez, E. (2008). El himno que se baila. La Joya del Pacífico. S/E, Impreso en Editorial Alba. 140 páginas. 15. Menanteau, Á. Historia del Jazz en Chile. p. 74.

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La década de los 50 está marcada por la postguerra y por el nacimiento de nuevas experiencias de la música en Valparaíso. Hay consolidación de lugares importantes para el desarrollo de los nuevos géneros musicales, pero también de espacios universitarios dispuestos para la muestra de música docta. Es así como en 1950 se inaugura en la entonces Universidad de Chile, sede Valparaíso, un moderno edificio para alojar a la Escuela de Derecho, el que a su vez considera un Aula Magna que a poco andar se vuelve en un baluarte de la extensión universitaria, que en reiteradas temporadas programó, por ejemplo, a la Orquesta Sinfónica de Chile, entre otras tantas agrupaciones de importancia nacional e internacional. Al año siguiente, se crea el Coro Estudiantil de la Universidad Federico Santa María, lo que demuestra la intención de estimular la música como práctica formativa de su alumnado. Así, bajo la dirección del maestro Silvio Olate, nace el coro que por décadas distinguió a esta casa de estudios. En el Barrio Almendral16, los espacios asociados a la música popular eran numerosos desde los años 50 en adelante. Si nos referimos a los más importantes y recordados por los propios cultores que vivieron esa época, diremos que por la calle Juana Ross estaba el Sindicato de los Ferroviarios, donde se reunían distintas personalidades asociadas al folclor regional. En un inicio estuvo a cargo Margarita Riquelme, madre de Lucy Briceño. Por la misma calle, pero llegando a Avenida Argentina estaba el antiguo Rincón de las Guitarras, donde actualmente está el local Parlamento Chico. Sin embargo, uno de los lugares más renombrados y recordados es el famoso Nunca se Supo en la calle Chacabuco, entre Uruguay y Guillermo Rawson. Era una cantina antigua. Se iba a comer y a beber. Fue un espacio privilegiado para el encuentro de cantores porteños y santiaguinos, donde se intercambiaban letras,

16. Al hablar del Barrio Almendral, nos referimos al área comprendida entre las calles Edwards por oeste, Avenida Argentina por el este, Avenida Errázuriz por el norte y Avenida Colón por el Sur, abarcando gran parte del plan de la ciudad de Valparaíso.

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repertorio, se hacía contrapunto con cuecas, se improvisaba, siempre cuidando la entonación, y el respeto entre los amigos. Estos encuentros duraban días y noches completas y se dice que en todos sus años de existencia jamás cerró sus puertas17.

Por su parte, el Barrio Puerto, en específico ‘La Cuadra’, fue fundamental en el desarrollo de la Bohemia porteña. Durante la década de los ’50 y ‘60 contaba con innumerables locales, entre hoteles, restoranes, boîtes y prostíbulos. Uno de los espacios más recordado y renombrado fue el ‘American Bar’, una boîte no sólo reconocida en Valparaíso, sino en todo Chile.

En un principio se ubicó en una esquina de la Plaza Echaurren, en Cochrane con Clave, y luego se trasladó al frente de la plaza Wheelwright, en la esquina entre Cochrane y Bustamante, donde tuvo su mayor auge. Para entonces, en el Barrio Puerto ‘la noche se hacía día, y el día se hacía noche’, siendo un espacio de eterna fiesta, de liberación física y sexual. De hecho, unos de los elementos que más

17. A propósito de estos lugares, véase la cartografía elaborada bajo las descripciones hechas por Elías Zamora en: Martínez, A.; Zamora, E.; Rivera, Y. (2014) Op. Cit. pp. 194 et Al.


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caracterizaban el Barrio Puerto, eran los prostíbulos o Casas de Niñas. En su mayoría quedaban en la calle Clave, Cajillas y Cochrane, aunque algunas tenían un nombre particular, como Los Siete Espejos, La Casa Amarilla, Las Baldosas, El Maricón Humberto, muchas sólo se identificaban por la numeración de la casa, como el 69, el 6618. En los primeros años de esta década nace la que sería la primera Orquesta Típica de Valparaíso constituida íntegramente por músico de la ciudad. Nos referimos a “Los Porteños del Tango”, donde si bien viajan a distintos puntos de la región, se concentran en la ciudad de Valparaíso, en bares, clubes y salones de fábrica, destacando sus presentaciones en el Colegio Alemán y en la Fábrica Chilena de Tabacos. Otro punto interesante de esta agrupación, es que la mayoría de sus integrantes son obreros ferroviarios. Ya en ellos se nota la formación que recibieron de los grandes maestros trasandinos que llegaron a Valparaíso en las primeras décadas del siglo XX. El medio local los acepta como tal y ejecutan en las distintas escenas los tangos de la guardia vieja y los que se gestan en la llamada “época de oro” en Argentina19. Por otra parte, se vuelve a inaugurar un espacio para la música, el cine y el teatro en el cerro en tanto espacios de esparcimiento, disfrute y sociabilidad de barrio. Nos referimos al Teatro Mauri, ubicado en Avenida Alemania en pleno Cerro Bellavista, fue iniciativa del empresario Sebastián Collado Mauri.

18. En conversaciones con don Elías Zamora, describe a las niñas que trabajan en estas casas como mujeres sencillas, con carácter y preocupadas del parroquiano. Una característica fundamental de las casas de niñas era la música. De hecho, la batería de don Elías es la usada en el ‘69’ y fue un obsequio de la regenta una vez que cerraron el local. Véase Martínez, A.; Zamora, E.; Rivera, Y. (2014) Op. Cit. pp. 89-105. 19. Véase En Molina, C.; Karmy, E. (2012). Op. Cit. p. 74-75.

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Esta consolidación de espacios es progresiva con el paso de la década, lo que se refleja en lugares como la boîte “Bambi” de calle Cochrane #12, donde el dinamismo artístico es impresionante, con espectáculos de baile, humor y música que se ofrecían dos los fines de semana, anunciados en la prensa local. Ya para 1954 el “Bambi” contaba con dos orquestas estables de tropical y tango: “Los Bambi Kings” y la típica dirigida por R. Romero que incluía al cantante estrella Carlos Omar. Ese mismo año, el salón de los “Baños del Parque” es lugar para eventos del Sindicato de Músicos de Valparaíso, transformándose en uno de los lugares importante para la muestra de músicos y artistas locales como “Los Porteños del Tango”, “Los Bohemios”, la orquesta de Jazz y Tropical de Leonel Astudillo, “Los Bambi Kings”, entre otros. También se inaugura en Barrio Puerto la quinta de recreo “El Caleuche” ubicada en calle Cajilla #525, cerca de Plaza Echaurren, y fue inaugurada por la orquesta típica y de jazz de René Pastene. En noviembre de ese años, el restaurante “El Parque” ofrece números de jazz, tango y tropical, con la orquesta típica de Carlos Spaggiari y la orquesta de jazz y tropical de Benjamín Alvarado. Ese mismo año se inauguraría lo que hoy es recordado como el programa emblema de la radiofonía tanguera: El Cartel del Tango. Fernando Muñoz será la voz de este programa que en 2014 cumplió 10.000 emisiones, con 60 años de transmisión ininterrumpidas, convirtiéndose en el programa más longevo de tango en el continente. El Jazz será también ese año 1954 receptor de un lugar propio impulsado por Cultreras y Hosiasson: El Club de Jazz de Valparaíso. Básicamente es Club de Hot Jazz y se ubicó en un subterráneo de calle Blanco, aunque con antelación sus integrantes se juntaban en una pieza de calle Esmeralda. La prensa de la época muestra los anuncios que ponían los miembros llamando a participar de la “jam sessions”, las cuales contaban con un gran número de adeptos. Su importancia se verá reflejada en 1956 en la representación que hacen del jazz de Valparaíso

en el Primer Festival de Jazz en Concepción, mandando una comitiva de músicos encabezados por Giovanni Cultreras Durante los años cincuenta también se inauguran distintos festivales que convocan a los músicos locales, nacionales e internacionales en el Teatro Victoria, uniendo a artistas de distintos estilos de la escena local, anunciándolos por la prensa con gran expectativa. Tan diverso era su escena que en octubre de 1954 se presentaron números que van desde la música melódica, el folklore nacional, variedades de éxitos internacionales, orquestas típicas, tenores, jazz, entre otros. La influencia del Rock se sienten en esta década y es así como en 1955 se presentó en el Sindicato de Músicos de Valparaíso el que se considera el primer grupo de Rock chileno: Los Rock Time. Para julio de 1958 la banda era conocida en Santiago, presentándose en Radio Minería20. En este influjo del rock and roll en la juventud porteña, es que el 1 de diciembre de 1955 el Cine Metro estrena la película “Semilla de Maldad” protagonizada por Glenn Ford. La cinta provocó escozor y fue presentada como “el drama de la juventud descarriada”, al mismo tiempo que con ella se inauguraba el sonido estéreo en la sala, difundiéndose así un nuevo estilo21. Para 1956 sucedía una transformación tecnológica importante al realizarse el 22 de octubre la primera transmisión experimental de carácter público de la televisión chilena, en el Salón de Actos de la Universidad Católica de Valparaíso, emitiéndose imágenes en directo del Cerro Barón y Avenida Argentina. Esta primera transmisión a nivel nacional, contemplaba el nacimiento dos años después del canal UCV-TV y dentro de sus pretensiones estaba

20. Véase http://memoriamusicalvalpo.cl/?galeria=banda-de-rockand-roll-en-evento-del-sindicato; Revista Radiomanía N° 184 7/1958; González, J. P; Ohlsen, O.; & Rolle, C. (2009). Historia Social de la Música Popular en Chile, 1950 – 1970. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, P. 617 21. 59 Diario La Unión. 10/11/1955:2; 1/12/1955:8

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la necesidad de incluir números musicales en su programación22. Pero la segunda mitad de los años cincuenta y las décadas posteriores estaban signadas al despliegue del rock, en tanto es la tecnología la que permite trasladar cada vez de manera más acabada, los espectáculos musicales a los hogares y nuevos lugares de divertimento. En 1956 se formaban “Williams Rebolledo y sus Rock´s Kings” agrupación integrada por estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso y Universidad de Chile, hoy de Valparaíso. Williams Rebolledo, destacado dentro de la radio nacional, y sus otros miembros formaron parte del Club de Hot Jazz de Valparaíso23. Su primera presentación fue anunciada por La Unión, como últimos artistas del cartel dentro de la final de un concurso organizado por Perlina y Radiolín, el 18 de enero de 1957 en el Teatro Municipal de Viña del Mar. El cartel estuvo encabezado por Lucho Gatica, Vicente Bianchi y su Orquesta, Silvia Infantas y Los Baqueanos y Jorge Romero Firulete, entre otros24. Para mediados de febrero, el grupo ya había llamado la atención de Santiago, con un set de al menos 25 temas tomados de los éxitos norteamericanos y actuando tres días a la semana en Radio Minería, y además en el Goyescas. En Valparaíso también tocaron en el Café Checo. Para 1958, el cuarteto había desaparecido. El 13 de febrero de 1957, se estrenó en el Teatro Pacífico, la película “Rock, Rock, Rock”, subtitulada como “Ritmo Bamboleante”. El film fue uno de varios que tuvo una fuerte influencia en la difusión del nuevo ritmo juvenil en la ciudad, sumando “21 nuevas canciones hits”, como exponía

22. Diario La Unión. 20/10/1956:1 y 23/10/1956:1; https://scielo. conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-71942009000100007 23. De Navasal, Marina: “Cuarteto chileno interpreta el rock and roll” Revista Ecrán. 1361. 19 de febrero de 1957; González, Juan Pablo, Ohlsen, Óscar & Rolle, Claudio: “Historia Social de la Música Popular en Chile, 1950 – 1970” Ediciones Universidad Católica de Chile. 2009. Pág 615 y sig. 24. Diario La Unión. 17/1/1957:5; 23/2/1957:9

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El gran hito para la propagación del rock & roll en Valparaíso, sería la primera visita de la estrella norteamericana “Bill Haley y sus Cometas”, quien aportó su exitoso “Rock around the clock” en “Semilla de Maldad”.

su anuncio en prensa25. La década de los 60 se presenta ávida de nuevos acontecimientos relacionados fuertemente con el rock, pero también con la música que se desarrolla desde su influjo y el de los géneros que ya estaban en despliegue hace más de 30 años y que fueron parte importante de la apertura la industria cultural y musical en la ciudad. El gran hito para la propagación del rock & roll en Valparaíso, sería la primera visita de la estrella norteamericana “Bill Haley y sus Cometas”, quien aportó su exitoso “Rock around the clock” en “Semilla de Maldad”. Su llegada a Chile para la realización de una serie de fechas en el país, estaba anunciada para el 16 de noviembre de 1960. Su actuación en la ciudad se realizó en el Teatro Velarde, en funciones de vermut y noche, el 21 del mismo mes dentro del espectáculo llamado “Llegó el rey del rock”26. Será en 1961 cuando llegue a Chile por primera vez Lucho Barrios, presentándose como debut exclusivo en boîtes de Valparaíso. El anuncio de prensa de

25. Diario La Unión. 13/2/1957:10; https://www.filmaffinity.com/cl/ film177061.html 26. Diario La Unión. 12/11/1960:1; 20/11/1960:14.

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la época decía: “No se presentará en teatros ni estadios, solamente en Boîte American Bar y Boîte La Cárcel”. Ya para ese entonces triunfaba en toda américa, pero será acá que impulsó fuertemente el bolero cantinero y el vals peruano a través de la bohemia porteña, internacionalizando –como mencionamos más arriba- el emblemático vals para Valparaíso “La Joya del Pacífico”27. Otro hito de relevancia para la historia de la música en Valparaíso, fue la llegada en 1962 de Louis Armstrong y su presentación en Playa Ancha. El reputado trompetista de jazz se presentó en la Feria ASIVA (Asociación Industrial de Valparaíso), exposición industrial que por los primeros días de junio y mientras se disputaba el mundial de fútbol, tenía lugar en la Elipse del Parque Alejo Barrios. Tocó ante no más de 400 personas28. Sucederá en esta época el fenómeno nacional llamado “Nueva Ola” 29, término que ya era usado por aquel entonces en Europa y Argentina. Sobre el desarrollo de la “Nueva Ola” en Valparaíso, y entendiéndola también como parte de la industria musical, las emisoras de la ciudad tuvieron un papel fundamental a través de los programas radiales que sirvieron de vitrina para la difusión de

27. Gonzalez, E. (2008). Loc. Cit. También véase http://www.arlac-ims. com/wp-content/uploads/2015/03/Lucho-Barrios-el-rey-de-lacebolla.pdf

28. Fuente: www.estrellavalpo.cl 29. Para los autores González, Juan Pablo, Ohlsen, Óscar & Rolle, Claudio en su libro “Historia Social de la Música Popular en Chile, 1950 – 1970” Ediciones Universidad Católica de Chile. 2009. Pág 629, quienes a su vez citan a Wikipedia, el término “Nueva Ola” está tomado de la corriente del nuevo cine francés o nouvelle vague, cuyos directores planteaban la libertad de expresión y técnica en la factura de sus filmes. Por otra parte el sitio http://www.memoriachilena.cl/602/ w3-article-96431.html, agrega que: “el concepto Nueva Ola no sólo tuvo una implicancia musical, sino también social. Si bien el término implicaba básicamente un movimiento musical juvenil, con claras raíces en la música anglosajona y particularmente norteamericana, sus derivaciones alcanzaron distintas facetas de la vida cotidiana de aquel entonces. Incluso se tildó con ese término innovaciones que se realizaban al folclor o a obras de teatro; cuando la versión era novedosa, juvenil, se le llamaba Nueva Ola. El término ejemplificaba así, sobre todo para los medios de comunicación masivos, una serie de modalidades sociales propias a su tiempo”.


Otro hito de relevancia para la historia de la música en Valparaíso, fue la llegada en 1962 de Louis Armstrong y su presentación en Playa Ancha. El reputado trompetista de jazz se presentó en la Feria ASIVA (Asociación Industrial de Valparaíso), exposición industrial que por los primeros días de junio y mientras se disputaba el mundial de fútbol, tenía lugar en la Elipse del Parque Alejo Barrios. Tocó ante no más de 400 personas.

los rankings de canciones que darían forma a esta manifestación, así como para el descubrimiento de solistas y agrupaciones que la constituyeron en la zona, impulsados por la figura del disc - jockey30, y ya a mediados de los 60’s en la ciudad existían varios programas de disc – jockeys, como los realizados por Jaime Atenas en Radio Porteña, Fernando Muñoz en Radio Valparaíso, Mario Herrera en Radio Presidente Prieto y Martín Rodríguez en Radio La Voz de Chile. Esto fue tan relevante que entre 1959 y 1961 surge la Asociación de Comentaristas de Discos de Valparaíso (ACODIVA), integrada por Julio Hidalgo de Radio Recreo, Manolo Aranda de Radio Valparaíso, Alberto de Icaza (Alberto Méndez) de Radio Agricultura, Fernando Valenzuela de Radio Presidente Prieto y Miguel Davagnino de Radio Cristóbal Colón y posteriormente de Radio Portales; la cual fue sustituida por la Asociación de Disc – Jockeys de Valparaíso (ADIVAL)31. Quizá el más relevante disc - jockey de la época fue Miguel Davagnino, quien comenzó en 1961 la conducción del programa juvenil busca talentos “El Calducho”, transmitido por la filial porteña de Radio Portales. En el espacio fueron descubiertos o debutaron artistas asociados con la Nueva Ola, como Cecilia, Sandy y Larry Wilson, entre otros, los que finalmente grabaron discos al ser fichados por el productor y dueño del sello Demon, Camilo Fernández. Hacia 1964, Davagnino se trasladó a Santiago en donde continuó su carrera en Radio Chilena. Dos bandas porteñas son relevantes como parte del fenómeno de la Nueva Ola. Se trata de Los Tigres y Los Blue Splendor.

30. Persona que tiene por oficio seleccionar y poner los discos en una discoteca, en una emisora de radio, etc. ; González, Juan Pablo, Ohlsen, Óscar & Rolle, Claudio: “Historia Social de la Música Popular en Chile, 1950 – 1970” Ediciones Universidad Católica de Chile. 2009. Pág 132 y siguientes. 31. González, Juan Pablo, Ohlsen, Óscar & Rolle, Claudio: “Historia Social de la Música Popular en Chile, 1950 – 1970” Ediciones Universidad Católica de Chile. 2009. Pág 135.

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Por una parte, Los Tigres se formaron el 23 de noviembre de 1962 e iniciaron su carrera en el local La Nave de Valparaíso, relacionándose desde sus orígenes a través de sus shows tanto en locales en plan, como en los cerros con la ciudad. La banda registró entre 1963 y 1968 una serie de 18 discos sencillos y un epé para el sello Odeón32. Por otra, Los Blue Splendor se formaron en Valparaíso en 1962, bajo la dirección del tecladista y compositor Angelo Macchiavello y contando con la voz del bajista Rafael Palacios, dos saxos -Carlos Cifuentes y Óscar García-, en la interpretación de un repertorio que sólo incluía temas propios. Durante sus dos primeros años animaron fiestas y carnavales en clubes deportivos, juntas de vecinos y quintas de recreo de los cerros de la ciudad33. En 1964 participaron en el V Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Un hito importante fue el concurso “El Show Popular de Philips de Salomón y Cohen” de radio Caupolicán, en el que ganaron el primer lugar, lo que les brindó la oportunidad de realizar su debut discográfico. Este fue el sencillo de 1965, “Amazonas” / “Verano sin Amor”, cuyas dos caras se convirtieron en un éxito absoluto, y al que siguió “Cuando volviste” / “Pasos en el espacio”, transformándose este último en un instrumental legendario que fue emitido en un programa especial de la estación británica BBC34. La fama de Los Blue Splendor los llevó a numerosas giras a lo largo del territorio nacional, extendiéndose por los países de Latinoamérica, como Perú en donde fueron editados. Otra banda contemporánea a Los Tigres y Los Blue Splendor, fue Los Challengers, formada en el verano de 1963, entre amigos de Valparaíso y Viña del Mar. Entre 1964 y 1966 grabaron una serie de singles para Odeón, que incluyen twists, shakes y baladas.

32. https://www.lostigresoficial.cl/; múltiples entrevistas al coleccionista y amigo personal de la banda, Carlos Castro. 33. http://www.losbluesplendor.cl/ 34. Ídem; The Blue Splendor: “Amazonas” / “Verano sin Amor” Philips 316.192. 1965; “Cuando Volviste” / “Pasos en el Espacio” Philips 316.204. 1965.

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En 1964 nacieron en Playa Ancha, Los Bumerangs, y Ese mismo año grabaron su único sencillo, “El Cielo en una pieza” de Toang y Neguel, con “El Twist del Infierno” de Ricardo Buzzo para el sello CRC (Corporación de Radio de Chile)35. Ese mismo año se formó en calle Edwards el cuarteto vocal Los Cuatro Hits y grabaron para la etiqueta CNC y también como cesionistas, en 1966 participaron de la primera referencia del sello independiente viñamarino Pleno, dirigido por el disc jockey Julián García Reyes, junto a la cantante adolescente Cecilia Ossa. Pero la primera estrella juvenil solista de Valparaíso dentro de la canción popular a escala nacional en la década de los 60’s, fue Eduardo “Lalo” Escobar, llamado el “señor del bolero porteño”, y que en 1964 debutó grabando para el sello Demon del productor artístico Camilo Fernández. Su gran éxito fue “La Mesa del Rincón”/ “Sin Egoísmo” junto a Farro Mauré y su Orquesta. Escobar sería maestro en el estilo de canto de bolero cantinero o cebolla del legendario Jorge Farías, y también como pianista y cultor de la cueca, de muchos intérpretes del 6/8 en la ciudad36. Por otra parte, también se debe señalar la importancia de la Universidad Técnica Federico Santa María, como una incubadora de grupos rocanroleros hacia 1962, cuando a partir de una convocatoria abierta para aquellos estudiantes que supieran tocar instrumentos, se forman Los Sansanitos, esta experiencia colectiva incentivará al desarrollo de las carreras de Los High Bass, los futuros y fundamentales Jaivas (de los cuales el tecladista Claudio Parra y el vocalista y guitarrista Eduardo “Gato” Alquinta, eran parte de esta casa de estudios superiores), y que llegarán a ser el

35. Los Bumergas: “El Cielo en una pieza” / “El twist del Infierno” CRC 8150. 1964. 36. Entrevista a Eduardo Escobar. Lalo Escobar y Conjunto Rítmico: “Deseo” / “Sos una cualquiera” Demon SD 023. 1964; Lalo Escobar con Ferraú Mora y su Conjunto: “Te quiero” / “Los Amantes” Demon SD 040.1964; Lalo Escobar con Farro Mauré y su Orquesta: “La Mesa del Rincón” / “Sin Egoísmo” Demon SD 049. 1964; Lalo Escobar con Farro Mauré y su Orquesta: “Siempre en mi” / “Mira como Estoy” Demon SD 075. 1965.

grupo de rock más importante del país a través de su original hibridaje entre el rock y folck , además de los menos célebres Yaks. Estos últimos, nacidos en 1965, son tal vez la primera banda en participar en el movimiento estudiantil universitario, al animar actividades de la huelga de dicha casa de estudios en 1967 y su repertorio contemplaba rock and roll clásico, twist, mezclado con temas lentos, baladas y temas instrumentales con base de guitarras eléctricas37. Otro hecho relevante es que el origen de la cumbia electrificada en Chile se dio en Valparaíso: Los Pájaros Locos. Formados en la primera mitad de los 60’s38, y liderados por el ex chofer de buses, guitarrista y compositor Gastón Álvarez, conocido como “el Pájaro Loco”, y que fuera parte de los fundacionales Williams Rebolledo y sus Rock’s Kings. Los Pájaros Locos destacaron por registrar una serie de sencillos para la Odeón, grabando en 1966, “El Pajarito”, reverso de “Amelia”, dos cortes que fueron un gran éxito en su momento39 y que los llevaron directamente al escenario del VII Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Eduardo Parra de Los Jaivas, reconocería a Álvarez, en el sonido inicial del grupo, al que vio en vivo en locales del barrio Puerto, y considerándolo un adelantado al mismísimo Carlos Santana. La propuesta de la cumbia electrificada sería seguida posteriormente en los 70’s y 80’s, por otras agrupaciones de Valparaíso, como Ecorama 5,

37. La relevancia y gravitación de las bandas porteñas dentro de la “Nueva Ola” chilena a mediados de los 60’s, está ejemplificada en la edición número 28 de la revista de circulación nacional Rincón Juvenil, en donde se dio a conocer el resultado del concurso “Mejor Conjunto de la Nueva Ola”, a través de las votaciones de seguidores y fan clubs. A pesar de que Los Ramblers fueron los ganadores indiscutidos, seis bandas de Valparaíso se encontraron dentro del listado de favoritos, incluyendo a Los Mac´s en tercer lugar, Los Blue Splendor y Los Tigres, en el quinto y sexto puesto respectivamente, Alex Ray y sus Challengers y Los Pájaros Locos en la novena y doceava posición, y Los Escaramujos en la quinceava ubicación. Véase “Los Ramblers ¡ganaron “El Mejor Conjunto de la Nueva Ola!”, Rincón Juvenil Nº 28. 23 de junio de 1965. P. 31. 38. (las fuentes varían si esto ocurrió en 1962 ó 63). 39. Los Pájaros Locos: “Amelia”/ “Vivir por ti” Odeón MSOD 3743.

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Grupo Krater, Atlanta, Grupo Tammer’s, Grupo Silencio y Fama 540. Como mencionamos más arriba, fue clave el papel de la televisión dentro de la difusión del rock local. Así en 1967 nació el programa “Teletómbola”, a través del cual se presentaron grupos como los Yaks. Para 1968, comenzó “Go – In – Go”, serie grabada por alumnos de la Escuela de Cine de la actual Universidad de Valparaíso y transmitida diariamente por la estación. El espacio que imitaba al estadounidense “Show de los Monkees”, contaba con la participación de Los Sicódelicos, banda que tocaba en el Sindicato de Estibadores de Valparaíso y que grabó ese mismo año para la etiqueta Orpal41. En él, se intentó por primera vez en Chile fusionar instrumentos de origen folclórico, como el charango, la quena, el guitarrón, las cascahuillas, el trompe y la ocarina, con los electrificados propios al rock anglosajón. El 16 de noviembre de 1961, se creó mediante un decreto oficial, Radio Valentín Letelier de la Universidad de Chile, sede Valparaíso. Sus transmisiones oficiales comenzaron el 21 de abril de 1962, siendo su primer locutor Jorge Aravena. Durante sus primeros años, la parrilla de la estación presentaba sólo música docta dentro de un formato llamado “radio tocadiscos”, por los funcionarios de la estación. En 1965, asumió la dirección de programas Hugo Muñoz, quien realizó una renovación de los contenidos ofrecidos, al incorporar la música popular a través del jazz y folclore. Radio Valentín Letelier, comenzó a documentar la actividad musical de la ciudad, a través de registros de carácter profesional. Esto

se reflejó en un importante patrimonio, que hoy conforma el Archivo Sonoro de la emisora. De esta manera, se conservan registros históricos únicos dentro del país, como presentación de Manuel Villarroel Quinteto, el primer intérprete de free jazz en Chile, la folclorista y recopiladora Margot Loyola, o actuaciones que conforman un valioso catálogo de artistas de la Nueva Canción Chilena, como Osvaldo “Gitano” Rodríguez, Isabel y Ángel Parra, además de Víctor Jara como solista y acompañado por Quilapayún. En el caso de Víctor Jara, su recital en solitario correspondía al 29 de mayo de 1970, y se realizó en el Aula Magna de la Escuela de Derecho. La cinta que permaneció oculta tras el Golpe de Estado de 1973, y sobrevivió a la destrucción de masters de aquellos músicos proscritos por el Régimen. En 1983 una versión editada fue publicada por la etiqueta Alerce, lo que otorgó a esta grabación la calidad de leyenda. En el 2003 fue finalmente publicado de forma íntegra y en formato digital por el sello Warner. Otra colaboración importante, fue la que gracias al parentesco con Hugo Muñoz, quien estaba casado con una hermana de Eduardo “Gato” Alquinta42, se produjo con los futuros Jaivas. De esta manera la agrupación realizó una serie de cuatro jingles para Radio Valentín Letelier, enfatizando su rol social con la comunidad bajo el concepto de “una radio para el pueblo”. Además Al finalizar su período como High Bass, y en la transición hacia Los Jaivas, la agrupación grabó como Pan Negro, tres temas con la influencia del blues al que los había introducido el norteamericano David Fass43. Estos temas serían publicados oficialmente el 2004, como parte de la colección “La Vorágine: Improvisaciones inéditas 1969 – 1970”, dentro del volumen 1. Además se conoce la existencia de una cinta hoy perdida, con parte del repertorio tropical

40. Los Pájaros Locos: “Ahora le toca al pueblo” / “Cumbia Pascuera” Odeon MSOD 5215. 1970. “Caeza de Pescao” / “El cinco lucas” Odeon MSOD 5245. 1971; “Por Julian” / “La lola de Barnabas” Odeon MSOD 5340. Entrevistas al tecladista Eduardo Parra. Carstens, Carlos: “Valparaíso, Cerro Cordillera, Crónica de un Sueño” Ril Editores 2017. Colección Biblioteca Valparaíso. Pág 167 y siguientes.

42. Quien para entonces estudiaba junto al bajista Mario Mutis en la Escuela de Arquitectura de esta Universidad, ubicada en Avenida Errázuriz 1108.

41. Los Sicodélicos: “Sicodelirium” Discos Orpal LP – 142. 1968.

43. http://www.moving-art.net/poetry/article/David_Fass_ha_muerto. aspx?sflang=es

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de los inicios de los High Bass, a la que se sumó el aún inédito último concierto dado por la banda en Chile, el 16 de agosto de 1973 en el Teatro Municipal de Viña del Mar, antes del Golpe de Estado y de la partida del quinteto a Argentina. Esta actuación incluyó dos sendas improvisaciones instrumentales de corte abstracto, pero que mostraban un hibridaje único entre elementos de raíz indígena y de folk nacional, a través de pasajes electrificados que variaban dinámicamente entre la sutileza del silencio hasta la potencia rockera amplificada. También se incluyeron temas del álbum “La Ventana” de 1971, como “O la Tumba serás” y “Foto de Primera Comunión, además del clásico himno generacional “Todos Juntos” de 197244. La opción por la vanguardia, ya se había se había incubado en la banda hacia 1969, cuando Los Jaivas fueron invitados a una fiesta en la Universidad Católica de Valparaíso, para celebrar el primer año de la reforma universitaria. Este quiebre significó el fin de Los High Bass y el nacimiento de Los Jaivas, que desde entonces se enfocaron en la improvisación libre45. Por otra parte para 1972, los conductores Aurelio “Lelo” Aguirre y Sergio “Pirincho” Cárcamo se hicieron cargo de “Música Joven” en Radio Valentín Letelier. El espacio fue considerado un referente para la difusión de las nuevas tendencias juveniles dentro de la programación radial en la ciudad. Se realizaba de lunes a viernes con una extensión de tres horas, y duró hasta 1975, ofreciendo un original recorrido por las creaciones del folclore, jazz y rock, con una fuerte presencia de la creación nacional, y contextualizándola dentro de las tendencias mundiales contemporáneas. Entre el 2 y 12 de febrero de 1973, por única vez una radio universitaria en el país, como Valentín Letelier, transmitió en directo para la Quinta Región, la XIV

versión del Festival de la Canción de Viña del Mar. Las emisiones fueron cubiertas por los conductores Aurelio “Lelo” Aguirre y Sergio “Pirincho” Cárcamo. Las cintas con el registro de las once noches desaparecieron tras el Golpe de Estado de 1973. En este sentido, la emisora universitaria sufrió con fuerza el embate de la represión política y cultural por parte de la Dictadura, con la destrucción de parte de su discoteca y su archivo de cintas, dentro de la “Operación Silencio”, que la Marina efectuó durante la noche del 10 de septiembre, siendo intervenida por esta en 197546.

La opción por la vanguardia, ya se había se había incubado en la banda hacia 1969, cuando Los Jaivas fueron invitados a una fiesta en la Universidad Católica de Valparaíso, para celebrar el primer año de la reforma universitaria. Este quiebre significó el fin de Los High Bass y el nacimiento de Los Jaivas, que desde entonces se enfocaron en la improvisación libre.

44. Cevasco, René: “Hitos de la música chilena en RVL” Págs 3 y 4. Brochure Radio Valentín Letelier. Dirección de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Valparaíso. 2016.

45. Planet, Gonzalo: “Se Oyen los Pasos: La historia de los primeros años del rock en Chile, del beat y la psicodelia al folck rock (1964 – 1973)” Beat Gurú Libros. 2004. Pág 217.

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46. Loyola, Ricardo: “RVL Ayer”. Pág. 7. Brochure Radio Valentín Letelier. Dirección de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Valparaíso. 2016.


Por otra parte y enfocado en la televisión, la agrupación santiaguina Amerindios, ligada a la Nueva Canción Chilena, grabó y editó su segundo álbum “Tu sueño es mi sueño, tu grito es mi canto…”, en donde se encuentran los temas institucionales “Valparaíso 4 AM” y “Cueca Beat” realizados para UCV TV. El primero contaba con la participación de Eduardo Parra (Los Jaivas) en órgano y sonidos pregrabados de un sonar y gaviotas, el que se usaba para las cortinas de apertura y cierre de las transmisiones de la estación. La segunda, con la participación de Aquiles Panussis (Los Sacros) en guitarra eléctrica con fuzz, se empleaba para continuidad. Estas piezas desaparecieron de la programación del canal, tras el Golpe de Estado, lo que también da cuenta del oscuro periodo que debió pasar la ciudad y el país en general durante 17 años, hasta el anhelado retorno de la democracia en 199047.

47. Salas, Fabio: “La Primavera terrestre: cartografías del Rock Chileno y la Nueva Canción Chilena” Editorial Cuarto Propio. 2003. Pág 85. Entrevista Eduardo Parra. Amerindios: “Tu sueño es mi sueño, tu grito es mi canto…” IRT ILS-114.1973.

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D. El silencio de golpe: repliegue de la música a espacios privados y emergencia del nuevo rock desde lo precario (1973 – 1990) Los años 70 del siglo XX están atravesados por el Golpe de Estado Cívico Militar, el cual comenzó en 1973 con el cierre de los distintos espacios de expresión a nivel nacional. Esto no quiere decir que las distintas manifestaciones musicales desaparecieron por completo, sino que la apertura y comprensión del lugar para la música y las manifestaciones que conlleva, se recogieron a espacios privados. En los primeros años de establecimiento de la Junta Militar, Valparaíso clausuró por un tiempo la fiesta característica de la Bohemia Porteña, siendo los músicos los más afectados; sobre todo aquellos que fundaban su economía única y exclusivamente en las presentaciones en boîtes, bares, salones y espacios sindicales. Todos estos lugares, se apagaron por un tiempo, en sintonía con la imposición del toque de queda. El devenir social y cultural de todo nuestro país fue profundamente afectado, y Valparaíso no fue la excepción. Se cerraron innumerables locales y casas de niñas, disminuyendo drásticamente los trabajos relacionados a la música. Así fue como se acabó el boom del trabajo en la música en Valparaíso. Luego de algunos años se normalizó el permiso para hacer ruido y abrir locales, y comenzaron a abrir nuevamente los cabarets, bares y clubes, sin embargo el Barrio Puerto nunca más pudo activarse, volviéndose una espacio percibido como ‘peligroso’ por sus antiguos parroquianos, quizás debido al alto porcentaje de cesantía de sus habitantes, alcoholismo y drogadicción. Ante estos cambios, la población de músicos y asiduos asistentes de las fiestas de la bohemia, buscaron nuevos espacios. Se juntaban en casas de familias de amigos, en los cerros, y se quedaban de ‘toque a toque’, sólo metiendo bulla hasta ciertas horas. Así los momentos de fiestas comenzaron a ser más controlados y restringidos.

Valparaíso clausuró por un tiempo la fiesta característica de la Bohemia Porteña, siendo los músicos los más afectados; sobre todo aquellos que fundaban su economía única y exclusivamente en las presentaciones en boîtes, bares, salones y espacios sindicales. Todos estos lugares, se apagaron por un tiempo, en sintonía con la imposición del toque de queda.

En definitiva al caer el golpe de estado sobre la bohemia porteña, la fiesta nocturna recibió una “estocada”, pero aunque la dejó mal herida, a nuestro parecer no pudo eliminarla por completo, por más que muchos lugares hayan desaparecido posteriormente1. Los que realmente sufrieron económicamente con este corte fueron, entre otros, los músicos que vivían de la música. Podemos hablar que comienza una cuarentena cultural donde ahora los mismos cultores abren lugares

1. Martínez, A.; Zamora, E.; Rivera, Y. Op. Cit. Pág. 109.

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privados para poder disfrutar y armar fiesta pero dirigida a ellos mismos y sus familiares cercanos. Aquellos músicos que terminaban sus trabajos se coordinaban y se reunían, por ejemplo, en el Nunca se supo. Posteriormente, se levanta el toque de queda, y vuelven los bares y boîtes, ahora con presentaciones sólo los fines de semana y con horario nocturno abierto al público pero de manera restringida, cerrándose la cortina posteriormente, dejando a los cultores y sus amigos en el lugar, dándose fiestas internas de círculos cerrados, atentos a la llegada de la patrulla de carabineros. De esta forma y, por ejemplo, en la boîte American Bar se puede ver como este “se constituía también en un espacio de intimidad, de protección…Estos lugares entregaban una protección frente a la policía, por un lado, pero también por cuanto era un entorno de convivencia cotidiana y en ese sentido quienes participaban de la vida nocturna se conocían; se transforma en cierta manera en parte de la casa”2. Lo que sí -al parecer- se perdió es la transmisión de conocimiento entre distintas generaciones de cultores; pérdida que por lo demás tiene que ver con que las coordenadas para habitar esos lugares de divertimento privado no se pasaban de boca en boca más que por los mismos cultores que, luego de alguna presentación, coordinaban un punto de entrada al lugar. Esta característica soterrada del quehacer cultural, si bien por una parte impidió la promoción entre sectores más jóvenes para el cultivo de las artes de oficio, vale decir, por herencia directa, permitió que se preservara la música, que siguiera viva entre los cultores, al mismo tiempo que la envejeció. Esta merma puso en peligro el quehacer cultural de la tradición en tanto los mismos cultores, entrados los 80s y 90s se percatan de que el tiempo está pasando, llegando algunos a replegarse en sus hogares, sin volver a salir de ahí. De todos modos y en relación a lo que mencionamos más arriba, existen lugares donde es posible observar el desarrollo de la música en

2. Gana, A.; Mancilla, M.; Lagos, J. Op. Cit. Página 36.

Valparaíso. En 1974 se funda el Conjunto Folclórico de la Universidad Católica de Valparaíso, el cual es organizado por Margot Loyola y Osvaldo Cádiz. Bajo el alero de esa casa de estudio fue que ese mismo año debutara en el Teatro Velarde con el montaje “Música, Leyenda y Danza”, teniendo gran aceptación del público. Reconocemos en ella un trabajo genuino y que se ha mantenido hasta nuestros días, bajo el alero del trabajo realizado por Loyola y Cádiz. Por su parte, en la Universidad de Chile, sede Valparaíso, ese mismo año se funda el primer conjunto de música antigua de la ciudad, llamado Ars Antiqua, encabezado por el tenor Emilio Rojas, alojados en la Escuela de Músico del Instituto Pedagógico de dicha casa de estudios. Al año siguiente se funda en la Universidad Técnica Federico Santa María una de las Tunas universitarias de mayor tradición del país, organizada por Ramón Andreu y Ana Hicks, bajo la dirección y asesoría de Margot Loyola y Osvaldo Cádiz, y con la participación de un grupo no menor de estudiantes de dicha universidad. Continúan vigentes hasta la actualidad y sus expresiones son características de Valparaíso. De esta forma, las presentaciones musicales están asociadas a las universidades. Es así como en este mismo año 1974 el Conjunto de Proyección Folclórica de la Universidad Federico Santa María se presenta entre junio y septiembre en tres ocasiones y asociado al Ballet Folclórico Asociación Cristiana de Jóvenes Valparaíso, en las distintas sedes de esta casa de estudio3. En un silencio político y en el contexto de detenciones y exilios a quienes participaron de las organizaciones y los partidos que encabezaron el gobierno de la Unidad Popular (UP), es que podemos mencionar como hito importante el debut del poeta y músico Mauricio Redolés el 1 mayo de 1975; y lo hizo al interior de la Cárcel Pública de

3. Escobar, F.; Morales, M. (2014). El re-vuelo de la cueca chilenera. Desde la U. Santa María a Chile, 1973 – 2014. Testimonios para el futuro. Ediciones USM, Valparaíso, pp. 64 – 65.

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Valparaíso, donde estaba detenido en calidad de preso político. Para la ocasión, Redolés interpretó las canciones “Los Momentos” de Los Blops, compuesta por Eduardo Gatti, “Nuestro México, febrero 23”, corrido de la revolución mexicana, y “Que pena siente el alma” de Violeta Parra. Años después, sería liberado y se exiliaría en Londres, para volver a Chile en 1985. También en 1975 y producto de la demanda social por el desarrollo musical de la ciudad, es que se funda el Conservatorio de la PUCV, donde se imparten cátedras de teoría, solfeo e instrumentos del ámbito de la música docta, ampliándose luego a otros universos instrumentales. Su trabajo perdura hasta la actualidad. El año 79 esta misma casa de estudios fundará el conjunto de música antigua, bajo la dirección del flautista Gustavo Hasbum, extendiendo sus funciones por más de dos décadas. En el mes de noviembre de 1977 el músico porteño autoexiliado en Londres, Inglaterra, Álvaro Peña, más conocido como Álvaro de Valparaíso, autoeditó el disco “Drinking my own sperm”, bajo su sello independiente Squeaky Shoes Recors y grabado en Riverside Recordings. Es considerado un disco pionero dentro del punk latinoamericano, por tocar temas en torno al exilio y el desarraigo de la familia, al mismo tiempo que por su producción del tipo “hazlo tú mismo”. En este disco se incluye la canción autobiográfica “Valparaíso”, tema emblemático que, entre otras cosas, grafica el nacimiento de Peña en Avenida Franca, el 7 de diciembre de 19434. La década de los 80 ya viene a levantar un itinerario de formación de agrupaciones musicales porteñas en los distintos géneros musicales, siendo una constante la importancia de las universidades para este resurgir. De esta forma, en el año 1984 nace la agrupación de cueca porteña Los Afuerinos, a quienes se les considera como pioneros dentro de

4. Cevasco, R. (2008). Señales Crujientes. Las canciones de Álvaro Peña. Auto edición, CNCA, Squeaky Shoes Records, Valparaíso. Pp. 11 – et Al.

esta línea chilenera, precediendo a conjuntos como Altamar, Los Palmeros y Los Paleteados del Puerto. También su importancia radica en que desde sus orígenes ligados a la Universidad Federico Santa María, la agrupación se ha encargado no sólo de preservar un repertorio interpretándolo, sino que también se ha dedicado a investigar el fenómeno de la cueca y el folclore en Valparaíso5. Por su parte, en la Universidad de Playa Ancha nace el Conjunto de Madrigalistas, pensado desde sus orígenes como agrupación de cámara destinada a cultivar la música vocal especializada, y estará integrado por alumnos y ex alumnos de la carrera de educación musical de esta casa de estudios, pero también se incluirán con el tiempo, integrantes de otras universidades tradiciones de la Quinta Región. También la Universidad de Valparaíso acogerá en 1986 al grupo Congreso, el cual había nacido en 1969 y tras el retorno de su vocalista histórico, Francisco “Pancho” Sazo, ensayaron en el subterráneo de la Sala El Farol del Centro de Extensión de esa casa de estudios, los temas que conformarían su séptimo álbum, “Estoy que me muero”, y que se compone de 8 temas que de una manera poética y haciendo referencia a Marcelo Nkwambe, quien estuvo en el puerto entre 1906 y 1908, pudo elevar la crítica social en contexto de plena censura por parte de la dictadura cívico militar. Será también por estos años, que el cultor y cantante Benito Núñez, comenzará a realizar encuentros con sus amistades y distintos músicos de la bohemia porteña en el patio de su casa, ubicada en calle Cornelio Guzmán, Cerro La Loma. Comenzará a ser visitada por importantes músicos constantemente, transformándose en un polo

5. Los elementos para esta reseña fueron tomados tanto del sitio web www.musicapopular.cl en el link http://www.musicapopular.cl/grupo/ los-afuerinos/, como de las publicaciones que han sacado integrantes de la misma agrupación, que hasta la fecha son dos: Jil Riveros, C. (2012). El resurgimiento de la cueca urbana en Valparaíso. Historia de “Los Afuerinos” y análisis de la construcción de la Cueca. Editorial USM, Valparaíso, 105 páginas; Escobar, F.; Morales, M. (2014). El re-vuelo de la cueca chilenera. Desde la U. Santa María a Chile, 1973 – 2014. Testimonios para el futuro. Ediciones USM, Valparaíso, 236 páginas.

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de sobrevivencia de la música que se vivía en las décadas anteriores al golpe cívico militar. Con el tiempo y a propósito de una humorada de un integrante asiduo al lugar, fue que se fundaría como La Isla de la Fantasía, lugar que durante décadas ha preservado la cueca, el vals y el bolero a través del compartir de sus propios protagonistas en un ambiente festivo6. En este contexto donde la música tradicional y el folclore en general toman una importancia a nivel nacional es que en 1986 nace el Festival Nacional de la Tonada y la Cueca Inédita en Valparaíso y su coordinación estuvo a cargo de la Municipalidad y por su escenario han transitado los más importantes exponentes de la música folclórica nacional. El certamen dura hasta nuestros días y es lugar de vital importancia para la promoción y divulgación de las creaciones de distintos cultores. Hoy por hoy es conocido como Festival del Membrillo, ya que se realiza en la Caleta El Membrillo, y cuenta con 30 años de actividad ininterrumpida7.

En este contexto donde la música tradicional y el folclore en general toman una importancia a nivel nacional es que en 1986 nace el Festival Nacional de la Tonada y la Cueca Inédita en Valparaíso.

6. Véase Martínez, A.; Zamora, E.; Rivera, Y. (2014). Op. Cit. pp. 146 – 147. 7. Véase al respecto http://cuecapp.cl/gallery/32o-festival-de-la cueca-y-tonada-inedita-de-valparaiso/

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El rock porteño también tiene sus primeras apariciones en la segunda mitad de los años 80. Los insumos musicales emanados desde el exterior llegaban de mano en mano, con copias de casete, en tanto en la ciudad de Valparaíso no existía un lugar especializados de las nuevas manifestaciones del rock. De este modo, quienes gustaban del metal y sus variantes, el punk y otras formas del nuevo rock, partían a Santiago a la única disquería que promovía estos discos, trayendo la actualidad, lo que fue fecundando poco a poco la escena local. También hay que tener presente que quien tenía una guitarra eléctrica en aquel entonces, eran muy pocos ya que estas se conseguían en el extranjero, se pasaban por mano o las que se vendían eran prácticamente inalcanzables económicamente. Al mismo tiempo, eran tan escasos los lugares donde se podía tocar que los distintos estilos de este nuevo rock tocaban juntas. Tengamos también presente que quienes organizaban estas “tocatas” eran jóvenes que se empezaban a juntar en lugares como la Plaza Victoria y no superaban los 19 años. En ese lugar intercambiaban discos, estilos y se organizaban para armar grupos. Un lugar que es mencionado como parte de los espacios para esta música fue el Teatro Mauri, y la entrada no superaba los 300 pesos de la época8. De esta forma, en 1986 nace en Playa Ancha la banda de Trash Metal D.O.D., la cual será referente no sólo para quienes gustan de este brazo del rock a nivel local, sino también a nivel nacional; a la que seguirán bandas como Distorsión, Cielo Ácido, Verde Venenoso, entre otras. Estas bandas las podemos encontrar en uno de los recitales de culto de los nuevos estilos del rock: “Desembarco en las Torpederas”. Este recital de trash metal y punk se realizó de manera muy precaria el 16 de abril de 1988 en la Playa Las Torpederas y significó una muestra definitiva de la diferencia con el rock

8. Véase el documental de Viviana Sepúlveda Ruidos Molestos. Historias del Rock Porteño. Publicado por TVI y Centro Audiovisual.cl el año 2007 y financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.


clásico, abriendo nuevos sonidos de manera pública en la ciudad9. Ese mismo año, nace en Valparaíso una de las bandas referentes de punk en la ciudad y el país. Hablamos de Ocho Bolas, quienes destacan por sus letras de alto calibre crítico y su discografía cercana a la poesía de Pablo de Rocka, dejando en evidencia la miseria del lugar donde nacen. Su primer concierto lo realizan ese mismo año en el Teatro Mauri. En 1991 grabarán su primer EP en vinilo bajo el sello alemán DIM10. En julio 1988 nace Betrayed una de las bandas pioneras en el trash metal nacional. En mayo de 1989 grabaron “Our Option” su primer demo en formato casete y en 1990 graban su disco de larga duración “1979: Tales of war” grabado por Estudios REC en Santiago, el cual sería distribuido por el sello EMI, posicionándose definitivamente dentro de la escena metalera nacional, siendo desde entonces una de las bandas organizadoras de recitales de este estilo en Valparaíso. A esta escena del nuevo rock compuesta en su mayoría por jóvenes deseosos de libertad, se le suma la apertura de espacios para los géneros musicales que abrieron época en Valparaíso durante el siglo XX. Es así como aparece en 1989 el Festival Valparatango, certamen de canto y baile que persigue la visibilidad de las características locales-porteñas del tango, convocando a artistas y agrupaciones tanto de Valparaíso como de toda América Latina, pero el foco siempre ha esto en incentivar la participación de la comunidad porteña en sus casi 30 años de existencia.

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9. Ibídem. 10. Véase el sitio web www.músicapopular.cl en el link: http://www.musicapopular.cl/grupo/ocho-bolas/96.

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E. Reapertura de lo público: Expresiones musicales, espacios deemergencia y consolidación (1990-2010) La década de los noventa está marcada por el retorno a la democracia y, por ende, la apertura de las manifestaciones culturales en los espacios públicos de manera lenta pero que en el transcurrir de los años se haría sostenida y mayor. En el año 1991 Lucy Briceño y Los Sureños ganan el VI Festival Nacional de Cueca y Tonada Inédita, hito importante para la cueca que se desarrollaba en Valparaíso, pues será a partir de este triunfo que grandes cultores y personalidades del folclore de aquel entonces se fijaran en Lucy Briceño y su agrupación, permitiendo entre otras cosas, la grabación del disco “Alberto Rey y Los Paleteados del Puerto”, fundándose ahí esta última agrupación, que en un inicio se llamará Lucy Briceño y Los Paleteados del Puerto1. El disco grabado con Alberto Rey fue grabado bajo el sello Sony Music en Santiago y participaron de su grabación Lucy Briceño, Elías Zamora, Alberto Rey, Hernán “Nano” Núñez, Osvaldo Gajardo, Raúl Gallardo y Raúl Olivares. Significará, sin lugar a dudas, un despegue de la cueca porteña dentro de la música nacional. Los Paleteados del Puerto es, por lo mismo, reconocida en la actualidad como esencial en la historia de la cueca en Valparaíso2. El 19 de agosto de 1992 nacerá en Valparaíso una de las agrupaciones de boleros más importantes de la ciudad hasta la fecha. Nos referimos a Los Chuchos, conformada por el requintista Alejandro “Neco” Silva, el guitarrista Carlos Velasco y el percusionista y primera voz Gerardo “El Mariposa” López. Esta agrupación fue muy cercana a Jorge Farías, a quien acompañaron en reiteradas ocasiones en los distintos puntos de la ciudad, pero sobre todo en el Barrio Puerto, Plaza Echaurren, en el

1. Véanse más detalles en Martínez, A.; Oteiza, R.; Huenchuñir, L. (2017). Op. Cit. pp. 120-123. 2. Véase al respecto Martínez, A.; Zamora, E.; Rivera, Y. (2014). Op. Cit. pp. 132-133.

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Significará, sin lugar a dudas, un despegue de la cueca porteña dentro de la música nacional. Los Paleteados del Puerto es, por lo mismo, reconocida en la actualidad como esencial en la historia de la cueca en Valparaíso.

hoy más antiguo bar de Valparaíso: El Liberty. Como agrupación musical, circulan desde sus inicios por distintos puntos de la ciudad, acompañando los almuerzos de los visitantes en el Mercado El Cardonal, el Parque Italia y Plaza Echaurren. La vigencia de esta agrupación la posiciona como referente del bolero porteño y/o cantinero. Otro hito importante en esta década, en 1994, es la entrega del Premio Nacional de las Artes, mención Música, a Margot Loyola. Este es más alto galardón que entrega el Estado de Chile a sus artistas y en la ocasión se hizo justicia al invaluable aporte que la folclorista hizo para la preservación de la música en nuestro país. También se transformará en la primera mujer en recibir este reconocimiento. En 1994 se funda el Coro de Cámara Femenino de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, agrupación creada con el fin de estudiar, investigar y difundir las composiciones del siglo XX. Desde ese momento ha estrenado piezas en más de 12 idiomas, de las cuales muchas han sido escritas especialmente para el coro por compositores nacionales y extranjeros, participando en Festivales


nacionales e internacionales, instalando a la PUCV como una de las instituciones importantes en la difusión de la música contemporánea. Una evidencia de lo anterior es que reciben en 1997 el Premio a la Crítica del Círculo de Críticos de Arte de Valparaíso por su aporte en la difusión de obras y compositores del siglo XX. Otro hito importante para la ciudad sucede en septiembre de 1997, también en la PUCV, cuando el etnomusicólogo porteño Agustín Ruiz, tras cumplir su beca otorgada por la Fundación Andes, organiza en la Casa Central de esa casa de estudios, el Fondo Patrimonial Margot Loyola Palacios, espacio académico que guarda una muestra del valioso trabajo que desarrolló la folclorista, quien también fue una destacada profesora de dicha universidad, donde efectuó los cursos de Danza y Música Tradicionales en el Instituto de Música (IMUS). En este Fondo es posible escuchar algunas de sus composiciones y también apreciar sus escritos, grabaciones, videos y una amplia recopilación de todos los libros que desarrolló junto a Ediciones Universitarias de Valparaíso, sello editorial PUCV. Ya en 1998 se refunda la Orquesta de Cámara de la PUCV, siendo su autor y director el Maestro Pablo Alvarado. Esta orquesta está conformada por instrumentista de cuerda vinculados mayoritariamente al quehacer académico-musical, manteniendo la agenda con compromisos en las más prestigiosas temporadas de conciertos de todo el país. Con un marcado compromiso con la música nacional, ha estrenado obras de importantes compositores como Fernando García, Gustavo Becerra, Juan Orrego Salas, Rafael Díaz y Rodrigo Herrera Muñoz, entre otros. Ya al final de esta década comienzan a gestarse las primeras conversaciones institucionales para la postulación de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad para la UNESCO. La música no estuvo ajena de este fenómeno. Fue el caso de la agrupación de rock progresivo y fusión TRYO, quienes nacieron en 1987 en Viña del Mar, pero

desarrollaron sus presentaciones mayormente en Valparaíso; y para 1999 graban su tercer álbum titulado “Patrimonio”, siendo sus temas pensados como un corpus compositivo que da cuenta de la ciudad, al punto que esta obra sirvió como banda de sonido para el video documental en apoyo a la nominación de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO3. También el año 1999 se inaugura la Sala Musicámara en el Centro de Extensión de la Universidad de Valparaíso como un espacio para presentaciones en vivo y estudio de grabación en el Centro de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Valparaíso. El recinto de 60 localidades, reunió las condiciones espaciales, técnicas y acústicas, requeridas para la producción de espectáculos de calidad, así como para su registro en audio, lo que facilitó la implementación de sesiones en vivo por radio Valentín Letelier a inicios de la primera década del dos mil. De ellas saldría una serie de registros que se materializaron en la edición de discos que impulsaron a la escena musical de la ciudad4. Otro hito importante que impulsó a la ciudad a posibilitar un brazo novedoso en la musicalidad fue la primera versión del Carnaval Mil Tambores de 1999. Bajo su alero se cobijó el discurso por la recuperación de los espacios públicos para la expresión del arte, la cultura y la diversión, cuestión reprimida por la dictadura cívico-militar, tras el golpe de Estado de 1973. Esta celebración ciudadana ha dado espacio a distintas expresiones artísticas como batucadas, comparsas, danzas latinoamericanas, capoeira y otros modos de la cultura continental, las cuales fueron instalándose en las diferentes organizaciones vecinales y sociales de la ciudad. Año tras año las distintas

3. Tryo: “Patrimonio”. Cantera Producciones CPCD 01. 1999. http://www. musicapopular.cl/grupo/tryo/ 4. “Musicámara: un espacio para la música”, Brochure Dirección de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Valparaíso.

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agrupaciones se preparan para este evento, que ya caló profundo en la cultura popular de nuestro país y ciudad5. La primera década de los años dos mil está marcada por el fortalecimiento de los dispositivos institucionales para posibilitar las condiciones de producción de las distintas agrupaciones musicales que se despliegan en la ciudad, avanzando a su vez hacia la apertura y mejora de distintos espacios culturales que se convertirán, progresivamente, en los nuevos centros articuladores de la promoción y difusión. Es así como gracias al financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo de las Artes, FONDART 1999, se apareció en 2000 y en formato casete el compilado “Puerto al Rojo Vivo. Valparaíso Hardcore Punk”, producido por el entonces baterista de Ocho Bolas, Pedro Guerrero, bajo la etiqueta independiente Riña Discos, ubicada en Cerro Barón. Esta cinta compila parte de las bandas que para ese entonces resultan de mayor significancia para la escena local del hardcore punk, como lo son Nuestra Señora Violencia, Macha Muerta y Fe de Erratas. El año 2001, también con financiamiento FONDART pero del Fondo de la Música, se realiza la grabación del disco primer disco de la agrupación La Isla de la Fantasía. Su nombre señala el ímpetu de sus cultores: Cuecas Porteñas. Este disco fue producido y dirigido por los músicos e investigadores Bernardo Zamora y Aliro Núñez, gracias al vínculo que permitió Juan Daniel Núñez, familiar del cultor Benito Núñez. La Isla de la Fantasía más que un grupo de músico, es la reunión de una serie de cultores que brillaron durante la época de oro de la música de la Bohemia Porteña de Valparaíso. En su mayoría músicos autodidactas formados en los mismos espacios de desarrollo cultural, como bares, boîtes, cantinas, casas de niñas, entre otros, lugares que entregaron durante el siglo XX divertimento y fiesta a porteños, marinos, intelectuales y todo aquel que quisiera disfrutar de

5. Véase al respecto Carnaval de Mil Tambores en link: https:// es.wikipedia.org/wiki/Carnaval_Mil_Tambores

La primera década de los años dos mil está marcada por el fortalecimiento de los dispositivos institucionales para posibilitar las condiciones de producción de las distintas agrupaciones musicales que se despliegan en la ciudad, avanzando a su vez hacia la apertura y mejora de distintos espacios culturales que se convertirán, progresivamente, en los nuevos centros articuladores de la promoción y difusión. las bondades de una ciudad en explosión cultural, con fuerte presencia de la música popular. La Isla de la Fantasía no sólo significa un recuerdo de la música de antaño, sino que sus discos han dado sentido a las nuevas generaciones para retomar el sentido de la música que gustaba a las generaciones pasadas, movilizando en los nuevos músicos las canciones y ritmos con pertenencia en los territorios con una fuerte carga de identidad porteña6.

6. 101 Martínez, A. (2016). Informe pre estudio de identificación de la comunidad. Expediente cuequeros de Valparaíso. Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Región de Valparaíso, Departamento de Patrimonio, pp. 5 – 6. También véase Oteiza, R.; Martínez, A. (2016). Manuel Jorquera Pintura Chilena. Retratos y Escenas de la Cueca Porteña. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, pp. 85 – 98. Participaron de la grabación de este disco: Abraham García, Reinaldo ‘Zurdo’ Bernal, Luis ‘Flaco’ Morales, Benito Núñez, Lucy

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Debemos considerar que a la entrada del año 2000 se forma un nuevo espacio para la música de tradición porteña: El Rincón de las Guitarras. Este lugar toma el nombre que recibía entre los músicos y cultores el antiguo local Avenida, que se ubicaba en calle Juana Ross, donde actualmente está emplazado el Parlamento Chico. Este nuevo local que se abre en calle Freire, ha contribuido a que los músicos cultores de la tradicional Bohemia Porteña se encuentren con su público de antaño, pero también con las nuevas generaciones ávidas de empaparse de estos longevos portadores del Valparaíso de la época dorada del puerto. Sus dueños lo acondicionan y lo abren al público, funcionó en sus primeros años ‘clandestinamente’. Desde sus inicios Lucy Briceño ha apoyado con su música este establecimiento, presentándose con diversos músicos, como Luis Salas, Juan Pou, César Olivares y Lalo Escobar. En lugares como este, se dio contacto intergeneracional para el surgimiento de agrupaciones que se identifican como herederos de esta tradición. Entre las más conocidas podemos nombrar la agrupación femenina Las Lulú de Pancho Gancho, encabezada por Lorena Huenchuñir discípula de Lucy Briceño; Savia Porteña, encabezada por el cultor e investigador popular Mauricio Muñoz heredero directo de los conocimientos musicales de La Isla de la Fantasía; también Las Joyas del Pacífico, Los sementales de Playa Ancha, entre otros. Muchos de sus participantes tenían como punto de encuentro el ‘Rincón de las Guitarras’, y aquellos más asiduos y cercanos a los músicos del ‘Rincón’ también participaban de las reuniones en la Isla de la Fantasía. Otro hito importante para la música popular en Valparaíso, fue la creación en 2001 de la Corporación Cultural Organilleros de Chile, que se forma a partir de la gestión unida de organilleros porteños y santiaguinos,

Briceño, Silvia Pizarro ‘La Trigueña’, Gilberto Espinoza ‘Negro Mascareño’, Juan Pou, Juan Daniel Núñez, César Olivares, Carlos Dávila, el ‘Cala Cala’, ‘Dinamarca’, Luis Salas, Aliro Núñez, Elías Zamora.

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transformándose en la primera organización cultural y patrimonial de organilleros, poniendo su énfasis en el oficio y modalidad de prácticas. Esta organización, entre otras cosas, fue consiguiendo en el trayecto de su existencia, mejoras de las condiciones socioeconómicas de sus asociados y el posicionamiento de su figura en la escena internacional. Esto traerá evidentes réditos en los años posteriores. Ya el año 2002 sucede otro hito importante para la música en Valparaíso. Se realiza en mayo el 1er Encuentro de Vanguardia, organizado por Ronald Smith y Gonzalo Muñoz, y la sede fue el Teatro Municipal de Valparaíso. En esta primera versión se cuenta con la banda porteña Tryo, la de Rancagua Mar de Robles y Entrance de Santiago. Ese mismo año, nace en Valparaíso un formato de agrupación orquestal inédito en Chile: la Orquesta Andina. Fue fundada en la PUCV por el compositor Félix Cárdenas. Su estructura sonora está compuesta por distintas familias de instrumentos nativos y mestizos de Latinoamérica, tales como sikus, quenas, tarkas, charangos, triples, guitarras, bombos legüero, marimba, entre otros. Su repertorio se ha nutrido desde distintas vertientes musicales con raíz en las expresiones musicales de Latinoamérica y en especial de las tradiciones musicales de los pueblos originarios, poniendo un especial énfasis en la creación de nuevas formas de expresión sonora desde la experimentación. En tanto en la escena rock, ese mismo 2002 aparece uno de los discos referentes nacionales del género: “Genio y Figura” de Ocho Bolas. Es un tributo a Pablo de Rokha editado en el sello propio de la agrupación, Riña Discos, viene a musicalizar los poemas de este crítico poeta nacional, en 13 canciones que incluyen los “Canto del Macho Anciano”, sobre pistas del propio De Rocha, “Décima del roto choro”, “Tribunales”, “Militares”, “U.S.A. Company”, “Curas” y “Oceanía de Valparaíso”. El año 2003 Valparaíso es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta declaratoria


daba comienzo a un resguardo del caso histórico de la ciudad, para lo cual se hizo una celebración el Plaza Sotomayor que convocó a centenar de porteños y porteñas, en una jornada que estaría encabezada por el cantante peruano Lucho Barrios quien en reiteradas ocasiones y a pedido de un público congraciado, interpretó “La Joya del Pacífico”, himno a esta altura ya del mito levantado por la ciudad puerto. Entre el público, cantando al unísono que su amigo, estaba Jorge Farías, quien no fue invitado al escenario principal, pero de todos modos no se marginó del disfrute del evento. Como señala Heidy Iareski y Víctor Rojas Farías, “nadie lo nombró –a Jorge Farías- en el escenario. Pero entre quienes lo conocían se iba formando una impresión de desagrado ante la injusticia que ya no se iría más: estaban los Jaivas tocando. Se decía que Los Blues Splendor subirían gratis, ya que no habían sido invitados por la organización pero ellos sentían que debían estar ahí”7. Mientras Valparaíso celebraba ese nombramiento, se le reconocía como Capital Cultural de Chile, lo que implicó ser la sede de la naciente institucionalidad cultural: el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, hoy Ministerio. Todas estas declaratorias, la nacional y la internacional, le dan un nuevo rango a la ciudad, que básicamente corría por dos rieles: por una parte, la tutela y protección de los distintos bienes patrimoniales; y, por otra, los esfuerzos por generar las condiciones para desarrollar su potencial cultural”. En este sentido, los capitales privados, nacionales e internacionales, también empiezan a moverse rápidamente por la ciudad y los cruceros llenos de turistas empiezan a ser reflejo del sustantivo incremento de población flotante, generándose así “áreas exclusivas y excluyentes, especialmente en los cerros que encarnan el imaginario de la ciudad patrimonial, destinadas a nuevas poblaciones…

7. Véase Iareski, H.; Rojas Farías, V. (2018). Jorge Farías. El gorrión de los cerros porteños. S/E, producido por La Bohemia, financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso, Valparaíso, pp. 51-52.

residentes temporales y caracterizadas por un sincretismo urbanístico, que combina cínicamente lofts y hoteles boutique de clara estética globalpatrimonial con estructuras en ruinas”8.

Ese mismo año se grabaran discos importantes para la escena musical que emergió a fines de los ochenta, mediados de los noventa, y que ahora se consolida territorialmente, identificándose con Valparaíso.

Ese mismo año se grabaran discos importantes para la escena musical que emergió a fines de los ochenta, mediados de los noventa, y que ahora se consolida territorialmente, identificándose con Valparaíso. Los lugares de grabación serán justamente aquellos que iniciaron a fines de los noventa su existencia: salas acondicionadas de las universidades y espacios improvisados en lugares independientes emplazados en la ciudad. De esta forma, Pequeñas Partículas edita su disco “Pretexto para un silencio”, con 6 temas donde confluyen el rock duro instrumental, elementos de improvisación y free jazz, y aires del folclore chileno a través de alusiones a Violeta Parra. De esta banda se desprenderían, al disolverse, otras de importancia, como Umbría en Kalafate y Poder Guadaña. También Nuestra Señora Violencia

8. Oteiza, R. (2011). ¿Qué es el bien cultural? Elementos para una crítica a las políticas culturales chilenas 2005 – 2010. El caso del Parque Cultural ex Cárcel de Valparaíso. Tesis para optar al grado de Licenciado en Artes con mención en Teoría e Historia de las Artes, Facultad de Artes, Universidad de Chile, pp. 70 – 71.

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edita “Valparanoía”, banda conformada por distintos músicos de agrupaciones del punk rock subterráneo de la ciudad, en su mayoría oriundos de Cerro Barón, y que en este disco publican 11 canciones que transitan por el rock hacia la jam de toques étnicos con como posiciones del cantautor Jorge Chamber. En esta línea, la banda porteña fundada a fines de los 90, Azules Encontrados, edita este mismo año “Valparaíso Hundido para Arriba”, trabajo de 9 canciones que fusionan distintos ritmos latinoamericanos, grabado en Sala Musicámara de la Universidad de Valparaíso y en dedicación a la ciudad tras ser declarada Patrimonio de la Humanidad, dando cuenta en el disco los géneros musicales propios de la ciudad como el jazz, el tango, el vals porteño, pero también el blues. Álvaro Peña (o de Valparaíso) ese mismo año traducirá sus canciones más emblemáticas producidas y editadas en Europa pero desconocidas en Valparaíso y Chile, y en la Sala Musicamara de la UV, junto a Rodrigo Catalán en el bajo y Mario “Poroto” Figueroa en batería grabaran el disco “Álvaro en Valparaíso”, abriendo estos temas a una nueva generación de oyentes. El año 2004 seguiría esta intensidad con la música local y de referencia latinoamericana, generando las condiciones materiales para su promoción y difusión a públicos cada vez más amplios. Es así como el conocido programa radial del conductor Thelmo Aguilar, Dimensión Latinoamericana, edita este año el disco “Valparaíso Nuevas Voces”. Siguiendo la línea de los ritmos del folclore nacional y continental, expresados en la Nueva Canción y el Canto Nuevo, y bajo el financiamiento de FONDART, realiza este compilado de artistas emergentes de la quinta región. El CD se registra en vivo a través del ciclo “Martes Gitanos”, en memoria de Osvaldo “Gitano” Rodríguez, en Radio Valentín Letelier, e incluye a bandas como Huechunche, Umbría en Kalafate, Azules Encontrados y Son de Acá, entras agrupaciones locales.

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En este contexto ya la Plaza Sotomayor fue concebida como un espacio para las masivas muestras musicales. Este fue un esfuerzo compartido entre la Municipalidad y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, lo que posibilitó que este lugar se transformara en un espacio de canalización de las nuevas corrientes de música.

En este contexto ya la Plaza Sotomayor fue concebida como un espacio para las masivas muestras musicales. Este fue un esfuerzo compartido entre la Municipalidad y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, lo que posibilitó que este lugar se transformara en un espacio de canalización de las nuevas corrientes de música, sobre todo en época estival donde el volumen de público para estas manifestaciones aumentaba significativamente. Y en este contexto de potenciación es que ese año se trasladan Las Escuelas de Rock a Valparaíso, dando inicio en torno al rock juvenil, a una nutrida cartelera de festivales, conciertos y otras actividades musicales que se conservan hasta hoy. Nace de este modo el primer Rockodromo en las dependencias del Parque Cultural Ex Cárcel de Valparaíso, organizado, claro está, por las Escuelas de Rock. Será este hito el que aceleró en gran medida la emergencia del género que ya venía pululando soterradamente en la ciudad y lo instala como una constante cíclica,


donde año tras año, las bandas emergentes tienen la posibilidad de encontrarse con las consolidadas y dar cuenta de lo que producen a un público diverso y año tras año más conocedor de lo local. Este mismo año 2004 se edita “Por amor al arte”, disco Tributo al grupo Congreso, un homenaje a su trayectoria y por su contribución a la producción de folck rock y fusión. El registro es realizado en Sala Musicámara de la Universidad de Valparaíso y contó con 14 versiones realizadas por igual número de bandas, entre las que destacan Ocho Bolas, Huechunche, Azules Encontrados y Ensamble de Percusión Xilos, entre otros. La misma universidad abrirá desde ese año la Carrera de Música, con el grado de Licenciatura en Artes, Tecnología y Gestión Musical, estando adscrita al Instituto de Filosofía, perteneciente a la Facultad de Humanidades. Esta tendencia exponencial de la música en Valparaíso, reflejada en su Universidades, en espacios para registro y muestra, en la aparición de agrupaciones musicales que experimentan sonidos y los relacionan directamente con la ciudad, su carácter ahora patrimonial y la historia, enriquece la escena y atrae interesantes propuestas que se integran plenamente al proceso de gestación de los nuevos sonidos porteños. De este modo, en 2005 la agrupación Xilos -nacida en 1996 bajo el alero de las clases del percusionista y profesor de la Escuela de Música UV, Félix Carbone (Tryo)- se especializa en repertorios originales para ensamble en percusión. El 2005 publicaron su primer disco homónimo, con piezas de Carbone y Jaime Frez, el cual fue grabado entre julio y septiembre. En sintonía con este espíritu de ciudad patrimonial, ese mismo año se restaura el Órgano de los Sagrados Corazones emplazado en la Iglesia del mismo nombre, sector El Almendral. La restauración del instrumento estuvo financiada por Les Chemins du Baroque, entidad filantrópica francesa dirigida por Alain Pacquier. La restauración Créditos: Nelson Campos ©

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fue dirigida por el organero francés Jean Francois Dupont, quien se desempeñó asistido por el organero chileno Carlos Valdebenito. Al mismo tiempo, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, da comienzo a Los Carnavales Culturales de Valparaíso, acontecimiento que se da lugar entre Fiestas de Fin de Año (Navidad y Año nuevo) e implica un trabajo coordinado entre dicho servicio, la Municipalidad y la Intendencia Regional. En sus años de existencia, buscó contribuir a la formación de espacios para la cultura en distintos puntos de la ciudad de Valparaíso, al mismo tiempo que se coordinó con programas encargados de levantar organización cultural en distintos lugares de Chile, como el desaparecido Creando Chile en mi Barrio del CNCA y el programa Quiero mi Barrio de MINVU. Una de sus características centrales era el invitar a un país para que hiciera presentaciones dentro del contexto del carnaval. El Año 2010 desaparece para ser remplazado por el Festival de las Artes de Valparaíso, cuestión que hasta la fecha sigue generando polémica. El año 2006 se publica el compilado de Rock de Valparaíso, Puerto Subterráneo Vol.1 el que realiza una selección de 27 bandas de punk, hardcore y metal extremo, cuya mayoría pertenece a la ciudad de Valparaíso. El disco, autoproducido por Killing The Musik, ubicado en Cerro Cordillera, tuvo un tiraje acotado y su circulación fue de mano en mano a través de casetes y cds. Entre los grupos que componen esta disco están Rebelson, Colectivo Lada, Karnate, Nuestra Señora Violencia, Macha Muerta, Krapula, D.O.D., Ocho Bolas, Celda 23 y Los Chanwues, entre otros. En 2008 se editará el segundo volumen. También en 2006 se funda la Orquesta Estudiantil de la Universidad Técnica Federico Santa María, UTFSM, y nace por la motivación de un grupo de alumnos que se juntó por primera vez un 7 de septiembre de este año. Todos estos alumnos solían pertenecer a actividades de interpretación

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grupal de instrumentos clásicos, que al llegar a la UTFSM no encontraron ni el lugar ni las facilidades para poder seguir realizándolas. Con el apoyo de la Orquesta del Colegio Luterano Concordia de Playa Ancha, quienes facilitaron los primeros instrumentos, este grupo de alumnos se presentó como “Grupo de Música Clásica” el 9 de noviembre de 2006 con una adaptación para violín y orquesta del “Primer Movimiento Op. 35 de Oskar Rieding” durante la “ceremonia de Alumnos Destacados por Actividades Extraprogramáticas”9. El año 2007 se realiza en Valparaíso la Cumbre Mundial del Tango, y reunió a las más importantes figuras y exponentes del tango a nivel mundial en la ciudad. Estuvo a cargo del español Horacio Rébora, y el director de orquesta, compositor y pianista argentino Osvaldo Requena. Se realizó entre los días 18 y 27 de enero este certamen bianual y dentro de sus objetivos está difundir las distintas modalidades creativas del tango a escala mundial y generar un espacio de aprendizaje de las destrezas de este género musical, al mismo tiempo que busca estimular el intercambio creativo entre sus participantes y favorecer el encuentro de los artistas de todo el mundo con los grandes maestros10. Este mismo año se publica un disco que viene a reunir los elementos del sonido de las guitarras eléctricas en Chile. La agrupación a cargo fue Planeta Mínimal, un ensamble de guitarras eléctricas integrado por alumnos de música de la PUCV y la UV, y dirigido por el académico y miembro de Tryo, Ismael Cortez. Gracias al Fondo de la Música Planeta Mínimal pudo autoeditar “Guitarra Eléctrica Chilena SXX-XXI”, que reúne obras de Tomás Lefever, como la adaptación de las “Tres Intervenciones para Cuarteto de Cuerda” o “Tres Cuadros sobre el Cerro Barón” de Paul

9. Al respecto véase el sitio web de la agrupación http://www. orquestaestudiantil.usm.cl/?pag=orquesta#historia 10. Fuente: http://www.lavozdelsandinismo.com/cultura/2007-01-16/ la-cumbre-mundial-del-tango-en-valparaiso- incluye-una-obradedicada-a-pablo-neruda/


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Hernández. En 2012 editarían “Guitarra Eléctrica Chilenas S XX –S XXI, Vol. 2” también financiado por un Fondart de la Música. En 2007 también se realizará la primera versión del Festival Tsonami de Arte Sonoro y su historia se forjó en la Escuela de Música de la PUCV, en el Cerro Alegre de Valparaíso. Ahí un grupo de universitarios y algunos profesores (los más jóvenes), sentaron las antecedentes de lo que sería el primer encuentro en el país en torno al arte sonoro. Uno de sus fundadores es el Ingeniero eléctrico de la Universidad de Santa María y Licenciado en Música de la PUCV, Fernando Godoy, describe a Tsonami como una ventana a otros mundos. “Siempre fui curioso por nuevas maneras de escuchar. Tener nuevas experiencias a través del sonido y eso es lo que tiene el arte sonoro como potencia y sirve para abrir nuevas perspectivas de escucha o vincular con el sonido”, enfatiza. En su primera versión, en 2007 se enfocó en conciertos y música contemporánea11. El 21 de abril de ese mismo año muere el Cantor Porteño, Jorge Farías, producto de una cirrosis hepática. En una multitudinaria ceremonia, con presencia de autoridades porteña, destacados músicos nacionales se despiden de quien popularizara el tema “La Joya del Pacífico”. Ese mismo día, en el Estadio de Playa Ancha, se ofrecía un minuto de silencio antes del partido entre Audax Italiano y Santiago Wanderers. Desde ese momento, todos los 21 de abril, la agrupación Los Chuchos

11. A propósito del Festival, Godoy enfatiza: “El festival tiene algunas cosas de música, pero en realidad puedes decir que no es música. Es otro tipo de experiencia con los sonidos y eso lo convirtió en algo único en el país, y hoy ya hemosavanzado mucho. Nuestro foco ha sido el cruce entre el sonido, la ciudad y la comunidad. Desde ese punto, entró más fuerte la investigación sonora. Hay que entender el festival no como de exhibición al público, sino como un espacio de desarrollo y procesos creativos que implican cruces entre artistas y el territorio que es la ciudad. Las residencias tienen ese objetivo: desarrollar proyectos.” Mas detalles sobre el Festival TSonami en https://www. elciudadano.cl/artes/fernando-godoy-festival-de-arte-sonorotsonami/04/05/#ixzz5N94jlIPE y también en el video https://www. youtube.com/watch?v=JUukXT2HJUg

En 2007 también se realizará la primera versión del Festival Tsonami de Arte Sonoro y su historia se forjó en la Escuela de Música de la PUCV, en el Cerro Alegre de Valparaíso. Ahí un grupo de universitarios y algunos profesores (los más jóvenes), sentaron las antecedentes de lo que sería el primer encuentro en el país en torno al arte sonoro.

de Valparaíso le desarrollan un homenaje en Plaza Echaurren, en torno a su escultura realizada por el artista porteño Henry Serrano12. El año 2008 y como una forma de resaltar la relación cotidiana entre la música popular y la ciudad, Rockodromo inicia La Noche de los Balcones, espectáculo poético-musical destinado a cantautores y artistas solistas, que se realiza desde los centenarios balcones de las residencias que rodean la Plaza Aníbal Pinto. En relación a la aparición de nuevos grupos de cueca, surge en el 2008 Colectivo La Chilena, con participantes de distintas áreas artísticas; en un afán de comprender la cueca más allá de su música, buscando sus profundidades históricas, sonoras y poéticas. A partir de dos montajes “Lo que Nunca Se Supo” y “Cancha de Amores”

12. Véase Iareski, H.; Rojas Farías, V. (2018) Op.Cit. pp. 56 - 58

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unen teatro y música. Sin embargo, su primera actividad como colectivo fue un ‘beneficio’ a la familia de Mario Grondona, el ‘Rey del Pandero’, ya fallecido para ese entonces, en el Club deportivo Lord Cochrane. En esta actividad participaron músicos como La Isla de la Fantasía, Jorge Montiel y La Lucy y los del Rincón. El dinero recaudado fue utilizado para mantener sus restos en un nicho, evitando que pasara a fosa común. Este hecho es significativo, ya que por una lado suma a las actividades de reconocimiento desde la juventud que ya se estaban comenzando a realizar para los antiguos cultores, pero también deja entrever las condiciones de pobreza y abandono, por parte de las autoridades, para con estas personas que tanto contribuyeron a la música popular porteña. El año 2009 sucede otro hito importante para las corrientes así llamadas del Nuevo Folck. Mauricio Castillo, más conocido como Chinoy, graba su primer disco: “Que Salgan los Dragones”. Antes, entre músicos había circulado su música y las presentaciones daban cuenta con sorpresa de un mudo de comprender la música y la poesía que no se había visto, transformándose así en un verdadero fenómeno en la ciudad, en donde sus presentaciones en bares como El Pajarito, La Cantera o El Trova eran verdaderos sucesos. Tras las correspondientes participaciones en los festivales Rock Carnaza y Rockódromo, Chinoy comenzó el largo proceso de registro de este primer disco debut, con 10 canciones editadas por el sello independiente Quema Su Cabeza.

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ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LA MÚSICA Y SU ACTUALIDAD EN LA CIUDAD

Quienes se hacen de estas experiencias históricas son las nuevas generaciones de músicos e investigadores en torno a la cultura popular de la ciudad, dotando a las nuevas producciones de un sentido de arraigo y de persecución de una cierta identidad cultural .

En la última década del siglo XXI se han consolidado ciertas prácticas musicales que surgieron tímida y lentamente en las década de los 90 y 2000. Nos parece que aquello que se fue estableciendo desde la institucionalidad cultural y los espacios independientes de producción, encuentra en la ciudad una recepción cada vez más grande, entrando, creemos, en un proceso de valorización de las producciones locales y nacionales con horizontes cada vez más amplios, y, lo que nos resulta todavía más señero, rescatando la memoria musical de los cultores y cultoras que participaron en las décadas anteriores al golpe militar en la Bohemia Porteña y, en definitiva, en la construcción del Valparaíso musical y festivo que dio a luz producciones en eso años. Quienes se hacen de estas experiencias históricas son las nuevas generaciones de músicos e investigadores en torno a la cultura popular de la ciudad, dotando a las nuevas producciones de un sentido de arraigo y de persecución de una cierta identidad cultural que guía el movimiento pendular de la música en la ciudad. De esta forma, así como podemos detectar nuevas producciones experimentales y provenientes

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de otras latitudes, también presenciamos la emergencia de estas nuevas generaciones ávidas de saber de la producción musical de antaño, lo que enriquece la diversidad artística, social y cultural de Valparaíso. Esto, a nuestro parecer, abre un futuro bastante esperanzador en la reconstrucción de la historia social y cultural de la ciudad desde la perspectiva de la música, pues, como hemos visto, ésta en ningún caso está alejada de lo que acontece en aquella, perteneciendo, a nuestro parecer, a un corpus endógeno que reacciona a los acontecimiento que lo alteran, incorporando presencias musicales desde lo cultura y produciendo nuevas experiencia teniendo como referencia el quehacer de décadas pasadas.


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BASE DOCUMENTARIA DE REFERENCIA

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EQUIPO DE INVESTIGACIÓN

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Rodrigo Ignacio Oteiza Aravena

*Imagen gentileza del investigador.

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Santiago, 1982. Licenciado en Teoría e Historia del Arte y en Filosofía de la Universidad de Chile y Magíster (c) en Historia de la PUCV, siendo en este último grado Beneficiario de la Beca Posgrado 2017 – 2018. Con 10 años de experiencia en producción y gestión cultural, destacando sus labores como director del Centro de Extensión Artístico y Cultural de la FECH, Animador Cultural del Programa Creando Chile en Mi Barrio del CNCA, y como Vicepresidente de la Corporación Parque Cultural Ex Cárcel de Valparaíso. Ha coordinado y presentado en distintas mesas y foros relacionados con el quehacer artístico y cultural, y ha publicado diversos documentos, principalmente de difusión, sobre temáticas tanto filosóficas como el rol del arte en su contexto actual. Es autor del Libro "Manuel Jorquera Pintura Chilena. Retratos y Escenas de la Cueca Porteña" y Coautor del Libro "Historia de Lucy Briceño. La mujer en la música de la bohemia porteña", ambos editados por Ediciones Universitarias de Valparaíso de la PUCV. Fue patrocinador de Lucy Briceño para la obtención del reconocimiento de Tesoro Humano Vivo en tanto Portadora del Patrimonio Inmaterial de Chile, entregado por el Ministerio de las Culturas, Las Artes y el Patrimonio en conjunto con la UNESCO. Entre sus últimos trabajos destaca haber sido el revisor y corrector del Expediente de la Música de la Bohemia Tradicional de Valparaíso, lo que permitió su ingreso al Inventario de Patrimonio Inmaterial de Chile en marzo de 2018. Actualmente se desempeña como Encargado de Proyectos en Patrimonio Cultural Inmaterial en WAKAS Consultores Ltda. Investigador responsable del Relato Histórico de Valparaíso Ciudad de La Música.


René Cevasco Matthei.

*Imagen gentileza del investigador.

Viña del Mar, 1969. Desde adolescente desarrolló una íntima relación tanto con la música popular, como la docta, profundizando sus conocimientos de forma autodidacta durante los años siguientes. De profesión periodista, ha escrito en diversos medios nacionales como en los suplementos “Zona de Contacto” del Mercurio, “Entrevista” del Mercurio de Valparaíso, “Súper Estrella” de La Estrella de Valparaíso y Plan B, entre otros. Además es autor del libro “Señales Crujientes”, sobre los textos del músico Álvaro Peña considerado padre del punk nacional (2008). También ha colaborado con las Escuelas de Rock y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a través de la conducción y participación en diversos conversatorios, presentaciones de libros especializados, la realización de cursos y talleres sobre la historia de la música electrificada en el Gran Valparaíso, y como miembro de curatorías para Rockódromo, Rock Carnaza y Temporales Musicales. Actualmente trabaja en radio Valentín Letelier de la Universidad de Valparaíso, en donde desde el 2008 produce y conduce el programa “Rockceanía”, dedicado a la difusión de las nuevas tendencias nacionales independientes, junto al ciclo de sesiones en vivo “Toma Directa”, así como de “Ecos Milenarios de Occidente”, su contraparte que expone desde hace 15 años, las creaciones de la Edad Media a el Renacimiento. Desde el 2016 es jurado colegiado para los Premios Pulsar, en las categorías Cantautor y Productor. Este 2018 fue coprotagonista del mini documental “Las Joyas del Pacífico”, dirigido por Vicente Subercaseux para el sitio web de Red Bull Music Academy (www.redbull.com), en el cual se describe su trabajo como buscador de vinilos pertenecientes a artistas electrificados del Gran Valparaíso entre 1960 – 73, así como la reconstrucción de los hitos que trazan la identidad territorial de la región, como pionera en la difusión de diversos géneros y estilos, dentro de la música popular chilena.

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Andrea Patricia Martínez Carrasco

*Imagen gentileza del investigador.

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Santiago, 1984. Licenciada en Antropología y Arqueóloga de la Universidad de Chile, ha realizado diversos estudios patrimoniales en la V Región, desde la arqueología, historias barriales y rescate de prácticas sociales. Coautora de los libros “Historia de Lucy Briceño. La mujer en la música de la bohemia porteña” (2017), “Cueca en Valparaíso. La vida de un cultor porteño” (2014) y “Manuel Jorquera. Pintura Chilena. Retratos y escenas de la cueca porteña” (2016), todos publicadas por las Ediciones Universitarias de Valparaíso de la PUCV. Fue parte del equipo que desarrolló la postulación de Lucy Briceño para Tesoro Humano Vivo e Investigadora adjunta en la revisión y corrección del Expediente de la Música de la Bohemia Tradicional de Valparaíso. También ha participado activamente en la formación de espacios para el desarrollo de la cueca en Valparaíso, como “Los Jueves de canto a la Rueda” en el Bar Liberty de Barrio Puerto y La Rueda de Cantoras, desde donde ha sido parte de la coordinación nacional de encuentros de esta forma de canto femenino. Se declara estudiosa del desarrollo de la cueca y el canto a la rueda y su desarrollo en Santiago y Valparaíso.


Pablo Ignacio Cabello Kanisius

*Imagen gentileza del investigador.

Puerto Montt, 1992. Profesor de Historia, Geografía y Cs. Sociales titulado en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en el año 2016. Desde entonces ha cursado sus estudios de Magíster en Historia con mención en Arte y Cultura en la misma institución, egresando en junio de 2018, siendo Beneficiario de la Beca Posgrado PUCV 2017-2018. Recibió el Premio “Héctor Herrera Cajas” otorgado al mejor Trabajo de Titulación de Pedagogía en Historia Geografía y Ciencias Sociales 2016 por “Empatía Histórica. Estrategia para su enseñanza y aportes para el aprendizaje de la historia”. Durante el transcurso de sus estudios de postgrado, se ha dedicado con especial atención a la historia cultural de Valparaíso en el siglo XX, realizando investigaciones sobre fotografía, arquitectura, literatura y música. Las oportunidades investigativas descubiertas en estos trabajos lo han llevado a presentar su proyecto de tesis “Historia del Jazz en Valparaíso (1924-1973)” aprobada para ser desarrollada bajo la guía de la profesora Dra. Ximena Urbina Carrasco. Además se desempeña como docente en Valparaíso.

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Diciembre 2018 Valparaíso, Chile.

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