Libro Rojo de la Fauna Venezolana

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Una producción conjunta de:

En el marco de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, LOCTI

Con la colaboración de:



Libro Rojo de la Fauna Venezolana Tercera edición revisada, actualizada y ampliada

Editores Jon Paul Rodríguez Franklin Rojas-Suárez Editores Asociados Mamíferos

Juhani Ojasti Pablo Lacabana Aves

Christopher Sharpe Franklin Rojas-Suárez Reptiles

César Molina Anfibios

Josefa Celsa Señaris Peces

Carlos Lasso Invertebrados

Rebecca Miller Colaboradores Especiales Pablo Lacabana Rebecca Miller Jeanette Rojas Suárez

Coordinación: Jeanette Rojas Suárez (Provita) Jaime Mazzei (Shell Venezuela, S.A.) Diseño Gráfico: Chávez & López Diseño Gráfico, C.A. chavezylopez@cantv.net Corrección: Cristina Raffalli Jeanette Rojas Suárez Bettina Steinhold Mapas/Gráficos: Fabián Carrasquel Sergio Zambrano Portada: Cardenalito (Carduelis cucullata) En Peligro Crítico Gerhard Hofmann Impresión: La Galaxia (Venezuela) Tiraje: 3.000 ejemplares CD interactivo: Ambiente Dinámico, C.A.

Autores de las fichas Abraham Mijares-Urrutia Ada Sánchez-Mercado Ainhoa L. Zubillaga Aldo Cróquer Alfredo Arteaga Alma R. Ulloa Andrés Eloy Bracho Ángel L. Viloria Aniello Barbarino Antonio Machado-Allison Auristela J. Villarroel-Marín Carlos A. Lasso Carlos DoNascimiento Carmen Montaña Carolina Bastidas César L. Barrio-Amorós César Molina Christopher J. Sharpe Daniel González-Zubillaga Daniel Novoa (†) Daría Pirela David Ascanio Denis Torres Donald C. Taphorn Douglas Rodríguez-Olarte Edgard Yerena Eliécer E. Gutiérrez Eneida Marín Enrique La Marca Fátima Imarú Lameda Fernando Rojas-Runjaic Fernando Trujillo Francisco Provenzano Franklin Rojas-Suárez Gilson Rivas Guido Pereira Haidy Rojas Hedelvy Guada Isaac Goldstein Isis Jaimez-Ruiz

J. Celsa Señaris Jafet M. Nassar Jaime Bolaños-Jiménez Jaime E. Péfaur Jesús Manzanilla Jesús Molinari Joaquín Buitrago Jon Paul Rodríguez Jorge L. Coronel José Cambero José Ochoa G. José Rojas Juan C. Rodríguez Juan Elías García-Pérez Juan Posada Juhani Ojasti Jürg De Marmels Kathryn M. Rodríguez-Clark Luis Felipe Esqueda Marcela Portocarrero Marcos A. Campo Z. María Alejandra Faría Romero María R. Abarca-Medina Mario Ortaz Miguel Lentino Nadia Milani de Arnal Omar Hernández Omar J. Linares Oscar M. Lasso-Alcalá Otto Castillo Pablo Lacabana Patricia Miloslavich Rafael Martínez Ramón Rivero Rebecca M. Miller Robert P. Anderson Roberto Cipriani Shaenhandoa García-Rangel Sheila Márques Pauls Tatiana León William P. McCor

Derechos Reservados

Cita recomendada:

De la edición: © PROVITA Caracas (Venezuela)

Para la obra completa: Rodríguez, J.P. y F. Rojas-Suárez (eds.) 2008. Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Tercera Edición. Provita y Shell Venezuela, S.A., Caracas, Venezuela. 364 pp.

De las ilustraciones: © Los autores De las fotografías: © Los autores Hecho el depósito de ley: Depósito Legal: lf 25220085003423 (impreso) lfx 25220085003424 (Cd-Rom) ISBN: 978-980-6774-01-8 (impreso) 978-980-6774-02-5 (Cd-Rom) PROVITA RIF: J-00247777-6 Shell Venezuela, S.A. RIF: J-00092492-9

Ilustradores Alexander Lobo Amelie Areco Astolfo Mata Bruno Manara Cristina Keller Denis Torres Eduardo Pérez Eleonora Sensitiva Quintero Estee Soto Gabriel Uguetto Guy Tudor John Gwynne Josu Calvo Loren Greg Mercedes Madriz Michel Lecoeur Robin Restall Ted Kahn Víctor Pérez Ximenamaria Rausseo Fotógrafos Alonso Quevedo Cesar Barrio-Amorós David Southall Francisco Navas Gerhard Hofmann Humberto Ramírez Nahim Jorge Provenza Karl Weidmann (†) Luiz Claudio Marigo Pascual Soriano Roderic Mast

Para una sección: Molina, C. (ed.) 2008. Anfibios. pp: 192-218. En: J.P. Rodríguez y F. Rojas-Suárez (eds.) Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Tercera Edición. Provita y Shell Venezuela, S.A., Caracas, Venezuela. Para una ficha particular: La Marca, E., A. Mijares-Urrutia y J.C. Señaris. 2008. Sapito silbador del Socopó, Leptodactylus magistris. pp: 217. En: J.P. Rodríguez y F. Rojas-Suárez (eds.) Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Tercera Edición. Provita y Shell Venezuela, S.A., Caracas, Venezuela.


Jon Paul Rodríguez Franklin Rojas-Suárez Editores Tercera edición 2008


Provita Junta Directiva Franklin Rojas-Suárez Presidente Marcelo Arancibia Vicepresidente Armando Hernández César Molina Cristina Raffalli Isaac Goldstein Jon Paul Rodríguez Directivos

Jeanette Rojas Suárez Directora Ejecutiva Diego Giraldo Director Técnico José Elías Barrios Director Administración Lucía Pizzani Directora Internacional Carolina Sanabria Elena Bulmer José Manuel Briceño María Muñoz María Tachack Coordinadores


Luego de cuatro años de investigación, en 1995 se publicó la primera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Su excelente acogida por parte del público motivó a que Fundalibro le otorgase el reconocimiento de Mejor Libro Divulgativo del Año. En 1996, en el marco de la prestigiosa Feria del Libro de Guadalajara, recibió tres postulaciones: Mejor Libro Divulgativo, Mejor Portada y Mejores Ilustraciones. El mismo año, la Feria Internacional de Berlín también lo propondría entre los candidatos a Mejor Libro. Estos primeros reconocimientos serían apenas el comienzo de una continuidad: en 1996 dos decretos gubernamentales designaron oficialmente a las especies venezolanas en peligro de extinción y actualizaron la lista de animales vedados para la caza. Dichos decretos eran el reflejo materializado y consistente del valor informativo del Libro Rojo, que trascendía de esta manera en acciones de conciencia nacional sobre el tema de la extinción, demostrando que era posible la aplicación directa de los aportes de la ciencia a la sociedad civil, en la definición de prioridades de conservación. La primera edición se agotó rápidamente, lo cual sumado a la nueva información disponible, conllevó en 1999 a la publicación de una segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, corregida y aumentada, que también se agotaría en poco tiempo y que sería reimpresa en 2003. Este mismo año, Provita publicó el Libro Rojo de la Flora Venezolana, desarrolló el Sistema de Información EVE (Especies Venezolanas en Extinción) e inició las investigaciones para el Libro Rojo de los Ambientes Venezolanos, con el desafío adicional de crear un sistema inédito de categorías de riesgo de extinción para ecosistemas, equivalente al empleado para especies. En 2006, el diario El Nacional, en su edición aniversaria, seleccionó al Libro Rojo de la Fauna Venezolana como uno de los 63 libros que marcaron pauta en el quehacer bibliográfico del país en los 63 años previos, por su valor documental, innovación editorial, importancia antológica, impacto político y aporte a la lectura en Venezuela. Sólo dos libros de ciencias merecieron esta distinción. En los trece años que han transcurrido desde su primera edición, el Libro Rojo de la Fauna Venezolana se ha consolidado como una referencia de consulta primordial en escuelas, liceos y universidades, y como la principal fuente empleada para artículos de divulgación en los medios nacionales. Pero quizás su mayor impacto divulgativo se logra en 2008, cuando sus ilustraciones son usadas en la nueva familia de billetes de Venezuela, siendo esto un reconocimiento concreto del Estado venezolano con relación a las especies amenazadas y a su necesidad de conservación. En esta oportunidad, Provita, en alianza con Shell Venezuela, presenta la tercera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, caracterizada por una exhaustiva revisión, actualización y ampliación de toda la información que contiene. Desde que se publicó la primera edición, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) desarrolló nuevos criterios para la evaluación del riesgo de extinción de especies, tanto en el ámbito global como a escala nacional. Con base en ello, la aplicación de dichos criterios a la fauna venezolana se llevó a cabo mediante un cuidadoso proceso de consulta y participación, que incluyó a los principales especialistas en fauna del país, lo que expandió significativamente el equipo de trabajo dedicado a editar esta publicación. En esta labor, fue especialmente significativa la abundante información nueva sobre especies amenazadas que se ha generado en los últimos años, la cual ha sido incluida y ha inspirado esta tercera edición. Para Provita es motivo de regocijo y orgullo presentar esta nueva edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana a la comunidad. Esperamos servir de referencia tanto para quienes se dedican a hacer ciencia, como para aquellos que albergan la gran responsabilidad de tomar decisiones. Si bien ambos públicos son fundamentales, nuestra principal motivación son todos los venezolanos, quienes están llamados a ser los “salvadores” del valioso recurso que representa la biodiversidad amenazada, en beneficio de nosotros mismos y de las generaciones venideras.


Shell Venezuela, S.A. Luis Prado Presidente Sebastiano Rizzo Vicepresidente de Asuntos Corporativos Alexander Salazar Vicepresidente de Recursos Humanos Jesús Del Vecchio Gerente de Relaciones Institucionales y Gubernamentales Jesús Leal-Lobo Gerente de Comunicaciones y Desarrollo Sustentable Bettina Steinhold Coordinadora de Comunicaciones, Medios y Publicaciones Vivian Galán Coordinadora de Comunicaciones Rubén Makarem Representante Legal Jaime Mazzei Asesor de Desarrollo Sustentable


La presentación del Libro Rojo de la Fauna Venezolana constituye un motivo de orgullo para las Compañías Shell en Venezuela, las cuales apoyan los esfuerzos de conservación para la sobrevivencia de las especies en peligro de extinción. A través de descripciones científicas sencillas, acompañadas por magníficas ilustraciones y fotografías, el Libro Rojo de la Fauna Venezolana, editado por la organización Provita, ofrece un acercamiento hacia la diversidad biológica de Venezuela, procurando a los lectores suficientes elementos para formarse una idea propia de la importancia y la urgencia de la preservación de estas especies. Reconocemos el trabajo de Provita, organización dedicada a la búsqueda de soluciones integrales para promover la conservación y el desarrollo de la biodiversidad en Venezuela, que a través de las alianzas, muestra ejemplos exitosos de sensibilización y trabajo con comunidades. Desde la impresión de sus dos primeras ediciones (1995 y 1999) el Libro Rojo ha sido objeto de consulta en escuelas, liceos, universidades, academias, empresa privada y sector público, así como publicación de referencia en el ámbito internacional. Al aproximarnos a nuestros primeros cien años en el país, Shell Venezuela, S.A. ha tenido el privilegio de ser parte de su historia y ha dejado testimonio, a través de la ejecución responsable de todas sus actividades en el sector energético nacional, de su compromiso con la preservación del ambiente, para mejorar la calidad de vida de quienes habitamos en esta tierra de gracia. En el marco de la reciente legislación en Ciencia, Tecnología e Innovación en Venezuela, componente estratégico del desarrollo a largo plazo del país, nos llena de satisfacción presentarles ésta nueva obra convertida en una pieza amena de fácil manejo para sus lectores.

Luis Prado Presidente de las Compañías Shell en Venezuela



Agradecimientos En memoria de Edgardo Mondolfi, Daniel Novoa, Gilberto Ríos, Gilberto Rodríguez, Jesús “Chucho” Ramos y Karl Weidmann, maestros, amigos y colaboradores de esta publicación, que continúan inspirándonos con su vocación eterna.

La tercera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana materializa, a la vez, una respuesta y una promesa. Es la respuesta de continuidad a la cual nos comprometió, desde la primera edición, el apoyo de las instituciones, el reconocimiento de múltiples organismos gubernamentales, la valoración de las audiencias académicas y el respaldo de investigadores y científicos. Materializa una promesa, porque el impacto de esta publicación nos invita a eso, y este impacto no hubiese ocurrido sin el apoyo de los medios de comunicación, quienes desde un principio supieron calcular la valía de la información aquí estructurada. Por la repercusión comunicacional que se puso en marcha, la comunidad venezolana y muy especialmente el estudiantado del país, convirtió al Libro Rojo en documento de consulta y fuente principal en la adquisición de un conocimiento hasta entonces escaso de una referencia realmente directa. Es gracias a todos ellos, medios de comunicación, sector público, academia, instituciones privadas, comunidad estudiantil y público lector, que no nos ha faltado el deseo de continuar. Todos los involucrados en esta iniciativa así lo suscribimos y en una sola voz, decimos gracias. El estímulo que nos movilizó desde el inicio, ha ido convocando a nuevos colaboradores que ahora se suman a los primeros aliados. Sólo con su concurso era posible completar una obra tan ambiciosa, fundada no sólo en el entusiasmo y el altruismo de las voces que la componen, sino en la solidez profesional de estos científicos, que han entregado sin reservas su conocimiento, su dedicación y su experiencia, y que han dispuesto en este libro un espacio donde convergen el rigor investigativo y el ingenio creativo. Por esto también decimos gracias a todos ellos: a los 82 científicos, investigadores y conservacionistas que evaluaron a las especies hasta completar y depurar los contenidos de las fichas que conforman el cuerpo principal del libro. Detrás de cada una de sus líneas hay horas, días, meses, años de trabajo, de razonamiento, de inicios repetidos hasta encontrar la vía correcta hacia la consolidación de conclusiones o la formulación de nuevas preguntas para la ciencia. Gran parte de este esfuerzo fue coordinado por los editores asociados: Carlos A. Lasso, César Molina, Christopher J. Sharpe, Juhani Ojasti, J. Celsa Señaris, Pablo Lacabana y Rebecca M. Miller. Insumos imprescindibles fueron los que ofrecieron los colaboradores que manejaban información, bibliografía o datos no publicados. Así, este libro también se debe a los aportes de Alberto Fernández-Badillo, Alexander Blanco, Alexis Arends, Andrés Eloy Seijas, Andy Urdaneta Daal, Antonio González-Fernández, Antonio Machado-Alison, Antonio Utrera, Argelia Silva, Carole Carlson, Clark Casler, Erich Hoyt, Federico Troncone, Fidel Escola, Francisco Bisbal, Gabriel Uguetto, Genaro Solé, Gilberto Ríos(†), Gilberto Rodríguez(†), Guido Pereira, Hedelvy Guada, Hermes Piñango, J. Rudolf Dietrich, Jesús Camacho, Jesús Manzanilla, Jesús Molinari, José Ochoa Graterol, Juhani Ojasti, María González-Fernández, María Rosa Cuesta, Martha Cecilia Díaz, Mary Lou Goodwin, Pascual Soriano, Pedro Vernet, Rafael Hoogesteijn, Rafael Martínez, Ricardo Guerrero, Roberta Bodini, Rómulo Márquez, Salvador Boher, Samuel Narciso, Sonsirée Ramírez, Steven Swartz y Tito Barros. En la revisión técnica de las fichas tuvimos el honor de contar con la asesoría del profesor Juhani Ojasti, y con el apoyo de César L. Barrio-Amorós, César Molina, Donald C. Taphorn, Douglas Rodríguez-Olarte, Jürg De Marmels y Omar J. Linares. La participación de los ilustradores permitió dotar de rostro a toda la información, un aporte vital que la convierte en materia sensible, y que confiere al dato y a la estadística su verdadero valor, que sólo se completa en la percepción de los sentidos, cuya naturaleza es afectiva y movilizadora. Parte de las ilustraciones provienen de reconocidas publicaciones y están presentes por cortesía de la Sociedad Conservacionista Audubon de Venezuela (Mamíferos de Venezuela, con el apoyo de Marietta Hernández), de la Fundación Museo del Mar (afiche Mamíferos Marinos de Venezuela, con el apoyo de Bladimir Rodríguez y Astolfo Mata), A & C Black Publishers Ltd. y Yale University Press (Birds of Northern South America, con el apoyo de Nigel Redman y Robin Restall), Conservation International (Ranas Arlequines, con el apoyo de José Vicente Rodríguez-Mahecha y Ted Kahn) y Princeton University Press (Birds of Venezuela, second edition, con el apoyo de John Gwynne, Guy Tudor y Robert Kirk). Algunas de las ilustraciones fueron elaboradas a partir de fotografías facilitadas por Ángel L. Viloria, Carlos A. Lasso, César L. Barrio-Amorós, Douglas Rodríguez-Olarte, Enrique La Marca, Gilson Rivas, Jürg De Marmels, Oscar Lasso-Alcalá, Pascual Soriano y Tito Barros. En este proceso de compilación gráfica también contamos con el concurso de la Colección Ornitológica Phelps y el Museo de Ciencias Naturales La Salle.


El financiamiento de la investigación base, incluyendo los talleres de evaluación, fue generosamente provisto por la Fundación Empresas Polar (Armando Hernández), Conservación Internacional (Robert Bensted-Smith, José Vicente Rodríguez-Mahecha, Ana Liz Flores), Centro Internacional de Ecología Tropical (CIET-UNESCO) y Wildlife Trust (Mary Pearl). La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) brindó asesoría y acceso a sus bases de datos sobre especies amenazadas del mundo. Al Ministerio del Ambiente (MINAMB), cuyo aval e información fue imprescindible para concretar un esfuerzo de estas dimensiones, especialmente al profesor Jesús Ramos (†), Director de la Oficina Nacional de Diversidad Biológica. Nuestra gratitud al Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (ONCTI), y fundamentalmente al respaldo de su director ejecutivo, José Miguel Cortázar. El excelente trabajo de diseño estuvo a cargo del equipo de Chávez & López Diseño Gráfico, C.A. quienes aportaron a la obra ese toque de audacia visual que sin duda creará una conexión más efectiva con el lector. Los mapas fueron elaborados por Fabián Carrasquel (Provita), con la colaboración de Sergio Zambrano (IVIC). Las fotografías de los separadores fueron gentilmente cedidas por sus autores: César L. Barrio-Amorós, David Southall, Humberto Ramírez Nahim, Jorge Provenza, Karl Weidmann (†) y Luiz Claudio Marigo. La fotografía de la portada es de Gerhard Hofmann. De la coordinación editorial, en representación de Shell Venezuela, S.A., asumió la responsabilidad Jaime Mazzei, quien realizó una revisión impecable de la obra con el apoyo de Bettina Steinhold, y en representación de Provita, Jeanette Rojas Suárez, quien trabajó arduamente en la corrección de textos y estilo junto con Cristina Raffalli. Shell Venezuela, S.A. asumió el compromiso de publicar una obra que consideró clave para nuestro país, y la vía para dar curso a su iniciativa fue la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI). Debemos destacar el esfuerzo y la colaboración de Jesús Leal-Lobo y Jaime Mazzei, de la Gerencia de Asuntos Corporativos, quienes con el apoyo y entusiasmo de Sebastiano Rizzo, Arnaldo Rodríguez, Vivian Galán y Bettina Steinhold, siempre tuvieron tiempo para brindar sugerencias e involucrarse activamente en todas las fases de la producción de esta obra. Muy especialmente, queremos expresar nuestro agradecimiento a Luis Prado, presidente de las Compañías Shell en Venezuela, conservacionista comprometido con la protección de la biodiversidad venezolana y sus especies amenazadas. Provita es el alma y corazón del Libro Rojo, y en consecuencia agradecemos a todos los que a lo largo de los años han trabajado en nuestra institución, y que siempre, desde sus particulares desempeños, han encontrado la manera de aportar a esta obra y a los múltiples proyectos que de ella han derivado. A todos, y en nombre de los lectores: Gracias.


Contenido

I. Extinción y Conservación Biodiversidad 15 Biodiversidad en Suramérica 16 Extinción 17 Causas de la Extinción 17 Conservación de la Biodiversidad 19 Libros Rojos de Datos 20 Categorías de las Listas Rojas 21 Criterios para las Categorías de En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable 24 Aplicación de los Criterios de las Listas Rojas a Nivel Regional 27 Prioridades para la Conservación de Especies Amenazadas de Extinción 28 II. Libro Rojo de la Fauna Venezolana Los Primeros Libros Rojos Venezolanos 29 Tercera Edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana 30 Tratamiento de la Taxonomía 31 Presentación de la Información 31 Ficha Descriptiva Modelo 32 III. Situación Actual de la Fauna Venezolana Distribución de Especies según Grupos Taxonómicos y Categorías de Riesgo 33 Causas que Afectan a las Especies Amenazadas 35 Especies con Medidas de Protección 37 Subespecies Evaluadas y Categorizadas 40


IV. Lista Roja de la Fauna Venezolana Lista Roja por Categoría de Amenaza 43 Lista Roja por Orden Alfabético 50 V. Especies Amenazadas de la Fauna Venezolana Mamíferos 65 Aves 117 Reptiles 159 Anfibios 187 Peces 220 Invertebrados 265 VI. Referencias 305 V. Índice de los Taxa Citados 323


I. Extinción y Conservación

Biodiversidad Diversidad biológica o biodiversidad, es un término utilizado para describir no sólo el número de organismos vivientes, sino también su variedad y variabilidad. La biodiversidad incluye además las interacciones que se establecen entre las diferentes formas de vida, y que dan origen a sistemas interactivos complejos como los ecosistemas. En pocas palabras, la biodiversidad es la variedad total de vida sobre la tierra e incluye todos los genes, especies, ecosistemas y procesos ecológicos de los que son parte (Begon et al. 2006, CDB 1992). Sin embargo, la mayoría de las personas, al hablar sobre biodiversidad, generalmente se refieren al número de especies presentes en un área. Conocer cuántas especies hay en el mundo es uno de los mayores retos científicos del presente. Los estimados son muy variables y tienden a estar ubicados entre 5 y 30 millones de plantas y animales (Mace et al. 2005), pero el número total de especies conocidas es mucho menor. Por ejemplo, si consideramos solamente el caso de los animales, se ha descrito alrededor de 1.250.000 especies. La mayoría son invertebrados (95%), y de éstos, 80% son insectos. Si algún día fuese posible completar el catálogo de todas las especies del mundo, lo más probable es que el número de aves, mamíferos y reptiles no cambie mucho en relación con lo que se conoce en la actualidad. Sin embargo, cada día se descubren cientos de especies nuevas, alrededor de 15.000 por año (Stork 1993), la mayoría proveniente de regiones poco exploradas y de grupos menos estudiados (Mace et al. 2005). Los invertebrados tropicales probablemente sean el grupo con mayor potencial para el descubrimiento de especies nuevas. Igualmente, los fondos marinos profundos permanecen prácticamente desconocidos, estimándose que más de 10 millones de animales macroscópicos podrían habitar estos ecosistemas (Grassle & Maciolek 1992). De la misma forma, casi todas las especies que han sido examinadas tienen un parásito que les es particular y no habita en ninguna otra especie. Dado que el conocimiento existente sobre riqueza parasítica es prácticamente nulo, a medida que se acumulen nuevos datos esta fuente podría duplicar el número de especies conocidas.

Diversidad de Vida en la Tierra

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Biodiversidad en Suramérica Mamíferos

Aves

Desde el punto de vista geográfico, la biodiversidad no está distribuida uniformemente alrededor del mundo: las mayores concentraciones de especies se ubican en las regiones tropicales, localizados sus máximos cerca del ecuador y en disminución gradual hacia los polos (Baillie et al. 2004, Mace et al. 2005). El gran reto de los científicos tropicales es generar información útil para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad de sus países, a pesar de las serias limitaciones de recursos humanos y financieros disponibles. Para alcanzar un tamaño equivalente a las comunidades científicas de los países desarrollados, la oferta académica suramericana en ciencias de la conservación debería crecer entre 5 y 10 veces (Rodríguez et al. 2005). La formación y fortalecimiento de recursos humanos es sin duda una de las principales prioridades para las próximas décadas. Pero no sólo en ciencias naturales como la biología: Profesionales de las ciencias sociales y económicas, así como ingenieros, comunicadores sociales, informáticos y educadores, desempeñan una función valiosa en la conservación de las especies amenazadas. Dentro del trópico, Suramérica destaca como el continente que alberga la mayor biodiversidad. Su área abarca más de 19 millones de km2 que se extienden a lo largo de ambos hemisferios terrestres, desde los 12°15' de latitud norte, hasta los 55° de latitud sur. Sus costas son bañadas por el mar Caribe y los océanos Pacífico y Atlántico. Posee vastas extensiones de bosques tropicales, desiertos, sabanas, cordilleras que alcanzan cerca de 7.000 m de altitud y formaciones geológicas que se remontan a los orígenes de la vida sobre la Tierra. El resultado es una diversificación biológica sin precedentes (UICN 1993), la contribución más significativa del continente al patrimonio de la humanidad.

Reptiles

Anfibios

Plantas superiores

En el mundo hay cerca de 200 países, de los cuales 17 han sido definidos como países “megadiversos”, caracterizados por una fracción desproporcionada de la biodiversidad del planeta. En estos países, que representan menos del 10% de la comunidad mundial, habitan entre 60% y 70% de las especies endémicas de la Tierra. Cinco países suramericanos – Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela – son considerados megadiversos y lideran el mundo en cuanto al número de especies de anfibios, aves, mamíferos, mariposas y peces de agua dulce (Mittermeier et al. 1997). En el caso de Venezuela, por su posición biogeográfica incluye a la cordillera de los Andes, la cordillera de la Costa, los llanos, Amazonas, escudo Guayanés, las zonas áridas colombovenezolanas, el mar Caribe y al océano Atlántico. Esta ubicación le confiere al país una amplia diversidad de biomas a lo largo de 27 zonas climáticas, 650 tipos de vegetación natural, 23 formas de relieve y 38 grandes unidades geológicas. Como resultado, Venezuela se ubica entre los primeros diez países con mayor diversidad biológica del planeta (duodécimo o decimoséptimo de acuerdo con otras clasificaciones) y el sexto de América. Entre los megadiversos se encuentran países como Brasil, Colombia, China, India y Australia, todos estos con una extensión territorial mucho mayor que Venezuela (Mittermeier et al. 1997, MARN 2000, Aguilera et al. 2003). La diversidad de especies conocidas para Venezuela, incluyendo los reinos Monera, Protista, Fungi, Plantae y Animal, suman aproximadamente 137.000, de los cuales unos 100.000 corresponden a coleópteros (escarabajos), cuya mayoría permanece sin haber sido identificados plenamente. De hecho, toda la información sobre invertebrados venezolanos es bastante incompleta, y sólo se conoce una pequeña parte de la biodiversidad esperable para el país. En cuanto a riqueza en flora, se encuentran diferentes tipos de bosques (nublados, siempreverdes, de galería, manglares), formaciones arbustivas (matorrales, cardonales y espinares), formaciones herbáceas y hasta las vegetaciones muy especiales de los páramos andinos y los tepuyes guayaneses; para sumar unas 15.000 especies vegetales superiores, que se estima podrían ascender hasta 25.000 especies. La región fitogeográfica de Guayana es la más rica en cuanto a diversidad de especies, con aproximadamente 9.411 reportadas, y está entre los principales centros de endemismo de flora del país junto con los sistemas montañosos de los Andes y la cordillera de la Costa (Aguilera et al. 2003). En relación con la fauna de vertebrados conocidos para Venezuela, la cifra supera las 4.000 especies, siendo la mayor diversidad asociada a peces dulceacuícolas y marinos. Es especialmente llamativa nuestra ubicación como el cuarto país del mundo con mayor diversidad de anfibios con 315 especies conocidas, sexto en relación con la diversidad de aves reportadas en 1.418 especies, octavo en mamíferos con 351 especies, y noveno en reptiles con 341 especies (Aguilera et al. 2003, Lepage 2008, Barrio-Amorós com. pers.).

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Extinción La biodiversidad está sujeta a dos procesos fundamentales: la extinción de especies existentes y el surgimiento de nuevas especies. De hecho, se estima que 2-4% del total de especies que han existido están presentes en la actualidad (May et al. 1995). En el caso de vertebrados, se calcula que la tasa promedio de recambio es de aproximadamente 90 especies por siglo (Raup 1986). Así mismo, se estima que en los últimos 400 millones de años, las plantas superiores han sufrido tasas de extinción cercanas a una especie cada 27 años (Myers 1988). Los registros fósiles marinos indican que las especies de estos ecosistemas, típicamente tienen un período de vida de entre 1 y 10 millones de años (May et al. 1995). Tomando una cifra conservadora de 5 millones de especies para todo el mundo, esperaríamos entonces entre 0.5 y 5 extinciones al año debidas a causas naturales (Mace et al. 2005). La historia biológica actual se diferencia notablemente de la que existió en épocas anteriores, debido a la presencia de una de las especies más recientes, Homo sapiens. Su actividad es la causa del aceleramiento de las tasas de extinción y supera la velocidad de aparición de especies nuevas, lo cual ha ocasionado que la diversidad biológica de la Tierra se encuentre en disminución. Los estimados más conservadores indican que desde el siglo XVII, más de 700 especies de plantas y animales han sido extinguidas por causas humanas (McNeely et al. 1990). Los estimados más osados proponen que un número mayor de 1.000 especies desaparece cada año, casi todos insectos endémicos de bosques tropicales (Wilson 1988). En los grupos mejor conocidos – anfibios, aves y mamíferos – se sabe que alrededor de 100 especies se han extinguido durante los últimos 100 años. Aunque esta cifra puede parecer similar a la tasa de referencia inferida a partir del registro fósil, estos tres grupos combinados representan sólo 1% de las especies conocidas, por lo que sus tasas actuales de extinción son 100 veces mayores a lo esperado (Mace et al. 2005). Otras estimaciones sugieren que para algunos grupos taxonómicos las tasas de extinción actuales son 100 a 10.000 veces superiores a la tasa de referencia fósil (Pimm et al. 1995, Baillie et al. 2004). Alrededor de cien especies de plantas y animales se han declarado oficialmente extintas desde 1996 (Baillie et al. 2004). El total de especies oficialmente desaparecidas a consecuencia de actividades humanas a escala mundial suma 785 (extinciones documentadas entre el año 1500 y el presente) (IUCN 2007). Otras 65 especies ya se extinguieron en vida silvestre y sólo sobreviven en cautiverio, generalmente en zoológicos o jardines botánicos.

Causas de la Extinción Las causas actuales de extinción son variadas y sin duda alguna entre las más importantes se encuentran la cacería indiscriminada, la destrucción de hábitat y la introducción de especies exóticas (Baillie et al. 2004). Al comparar las principales causas de la extinción de especies con los principales riesgos de las especies actualmente amenazadas, se nota una interesante diferencia. En el pasado, es decir, en el caso de especies extintas, su desaparición se atribuye principalmente a la cacería indiscriminada, concentrándose en especies endémicas asociadas a islas oceánicas (Frankel & Soulé 1981). Actualmente, en el caso de las especies amenazadas, la cacería es una causa secundaria de extinción, desplazada por el factor principal de la pérdida de hábitat (Nilsson 1983, Baillie et al. 2004, Rodríguez & Rojas-Suárez 1998a). Aunque las tasas de deforestación de los bosques del mundo son menores en el presente de lo que eran en décadas anteriores, su superficie sigue disminuyendo. Entre 2000 y 2005 las áreas boscosas suramericanas se redujeron en 4.3 millones de hectáreas por año (FAO 2006). Para apreciar lo que significa esta cifra, basta imaginar que si todo el territorio venezolano estuviese cubierto con bosques y fuese deforestado a tal velocidad, en unos 20 años no quedaría ni una sola hectárea. Sin embargo, definir las causas precisas de extinción o de amenaza de especies no es tarea fácil. Cuando se analizan los diferentes factores involucrados, debe advertirse que muchas veces inciden de forma simultánea y sobrepuesta. La situación se hace aún más compleja en los casos de extinciones que ocurrieron hace mucho tiempo, ya que la calidad y confiabilidad de la información tiende a ser menor. Para entender mejor las causas de la extinción, las alternativas son: 1) examinar casos de extinciones recientes, 2) considerar información sobre grupos de especies bien conocidos, ó 3) analizar la situación de especies actualmente amenazadas. En estos tres casos, ejemplificados a continuación, la información disponible tiende a ser de mejor calidad.

Extinciones célebres Dodo Raphus cucullatus Ave no voladora de un metro de altura y peso de hasta 25 kg. Originaria de la isla Mauricio, del océano Índico, estaba emparentada con las palomas, de las cuales se diferenciaba por su gran tamaño, pico grueso e incapacidad de volar. Las primeras noticias de esta ave datan de 1674. La llegada de los colonos portugueses, quienes la cazaron con facilidad, sumada a la propagación de especies introducidas en la isla (perros, gatos, ratas y cerdos), produjo la extinción de esta ave sólo un siglo después de ser descubierta. Vaca marina de Steller Hydrodamalis gigas Enorme sirénido de más de ocho metros de longitud y hasta 10 toneladas de peso. Pariente cercano de los manatíes y dugongos. Fue descubierta por la expedición rusa de Bering en 1741 en el estrecho que hoy lleva su nombre. Desde ese momento se convirtió en una presa codiciada por los marineros, que la cazaron en gran número hasta su extinción en 1768, apenas 27 años después de su descubrimiento. Alca gigante Pinguinus impennis Muy abundante en la época del imperio romano en las costas del océano Atlántico, desde Florida a Groenlandia, incluyendo el mar Báltico y parte del mar Mediterráneo. Medían alrededor de un metro de alto, y su plumaje era mayormente negro, con dos manchas blancas en la cabeza. De patas palmeadas, estaba incapacitada para volar y adaptada al buceo. Cazada para consumo humano, a finales del siglo XVI el alca gigante ya había desaparecido de la Europa continental y en América del Norte sólo sobrevivía al norte de Nueva York. En 1800 estaba restringida a Islandia. La última pareja viva fue observada el 2 de junio de 1844. Paloma migratoria Ectopistes migratorius Es la disminución poblacional más drástica conocida. Pasó de ser el ave más abundante del mundo a la extinción en apenas un siglo. De hábitos sociales, se desplazaba en bandadas de miles de millones de individuos. Cazadas comercialmente de forma masiva, ya para 1880 su situación era preocupante. En 1896 se produjo el asalto a la última gran colonia de cría. Sólo en un día se mató a 250.000 ejemplares y sus huevos y pichones fueron abandonados. La última ave silvestre fue cazada en Ohio, en 1900. El último ejemplar mantenido en cautividad, murió en 1914 en el Zoológico de Cincinnati.

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Extinciones célebres (cont.) Lobo de Tasmania o tilacino Thylacinus cynocephalus Fue un marsupial carnívoro nativo de Australia. El último ejemplar conocido estuvo en el zoológico de Tasmania y murió en 1936. Tenía un gran parecido con los cánidos de otros continentes, a pesar de no estar emparentado con ellos, de un cuerpo estilizado, con pelaje corto con rayas oscuras en la parte trasera. Las mandíbulas podían abrirse hasta extremos asombrosos. A partir de la llegada de los colonos ingleses en 1788, se le consideró una amenaza para los rebaños de ovejas y se le cazó hasta la extinción. Delfín del Yangtze o baiji Lipotes vexillifer Considerada en el pasado como una especie abundante, para 1986 la población total se estimaba en unos 300 individuos, y en 1990 había descendido a 200. Su número siguió decreciendo rápidamente, sobre todo con la construcción de la Represa de Tres Gargantas (China), que alteró de manera irrecuperable el hábitat de este delfín. En censo realizado en 1998 sólo contó 7 ejemplares. Una expedición realizada en 2006 no observó ningún ejemplar, por lo que se le considera oficialmente extinto. Guacamaya cubana Ara tricolor Endémica de Cuba e Isla de Pinos. De tamaño mediano y color rojo-anaranjado, su extinción se debió a la cacería para el consumo de su carne y a la captura de los pichones para mascotas. El último ejemplar fue colectado en 1864, y el último reporte data de 1885. Existen al menos 19 de estas aves preservadas en museos, siendo el caso mejor documentado de los loros extintos del Caribe insular, entre los que se incluyen otras ocho especies de guacamayas, tres de loros verdes y cinco especies de perico.

Respecto a las extinciones recientes, desde 1983 hasta la actualidad, se ha observado la desaparicion de 27 especies: 12 plantas superiores, 6 aves, 8 anfibios y 1 mamífero. 14 de ellas habitaban en islas, mientras que las 13 restantes eran de tierra firme (Baillie et al. 2004). Estos datos contrastan con los datos de las extinciones documentadas durante los últimos 500 años, donde se evidencia que las tasas de extinción de especies de islas eran mucho mayores que las de tierra firme. La principal causa de las 27 extinciones recientes fue la pérdida de hábitat, que afectó a 13 de las especies. Sin embargo, para la mayoría de las especies (59%) dos o más causas actuaron simultáneamente, llegando a alcanzar hasta cuatro factores conjuntos en el caso de una de ellas. Las aves son posiblemente el grupo de organismos más estudiado y mejor conocido. Todas las extinciones de aves registradas antes de 1800 ocurrieron en islas, y éste sigue siendo el caso de la mayoría de las aves extintas en tiempos más recientes (Baillie et al. 2004). Sin embargo, las causas de estas extinciones son muy diversas. Se sabe de alrededor de 130 aves extintas desde 1500. La introducción de especies exóticas ha sido su principal causa de extinción, afectando a más de 60% de éstas. La depredación por ratas y gatos introducidos, junto con enfermedades producidas por patógenos exóticos es lo que ha causado el mayor impacto. La sobrexplotación y pérdida de hábitat son la segunda y tercera causa más importante, respectivamente, afectando a aproximadamente 50% de las especies cada una. Causas menores, que afectan a menos de 10% de las especies, incluyen a los desastres naturales, el control de plagas, interacciones interespecíficas u otras. Pero incluso en el caso de aves, alrededor de 25% de las extinciones reportadas siguen siendo de causa desconocida. La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN o IUCN, por sus siglas en inglés) contiene información detallada sobre las amenazas de todas las especies de aves y anfibios del mundo, así como de la gran mayoría (78%) de los mamíferos amenazados (Baillie et al. 2004, IUCN 2007). La principal amenaza para los tres grupos es la pérdida o degradación de hábitat, que afecta a 86%, 88% y 86% de las aves, anfibios y mamíferos, respectivamente. Para las aves, la sobrexplotación y la introducción de especies exóticas son las otras causas más importantes, afectando aproximadamente a 30% de las especies cada una. Así mismo, cerca de 33% de los mamíferos están amenazados por la sobrexplotación y 8% por introducción de especies exóticas. Los anfibios muestran el patrón más divergente, ya que su segunda amenaza es la contaminación (29%) y la tercera las enfermedades causadas por patógenos nativos o introducidos (17%). Para facilitar los análisis comparativos de los factores que causaron la extinción o amenazan a las especies en la actualidad, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha propuesto su clasificación mediante un sistema de 12 categorías (IUCN 2007): Factores que afectan la sobrevivencia de las especies 1. Pérdida/degradación de hábitat (inducida por humanos): incluye factores relacionados con el impacto de actividades agropecuarias y cultivos forestales, tanto a escala artesanal como industrial, ya sea en ambientes terrestres o acuáticos. Contempla el impacto de cambios en las prácticas de manejo de tierra, de extracción minera, forestal y pesquera, y de desarrollo de obras de infraestructura de todo tipo. 2. Especies exóticas invasivas (que afectan directamente a la especie amenazada): se refiere al impacto directo de especies exóticas, que actúan como competidoras, depredadoras o patógenos de especies nativas, o que se hibridizan con ellas. 3. Cosecha (cacería/recolección): extracción directa de especies, con el propósito de usarlas como fuente de alimento, medicina, combustible o materiales diversos, así como su aprovechamiento con fines culturales, científicos o de recreación. 4. Mortalidad accidental: ocurre como consecuencia de otra actividad, como la captura accidental en pesquerías especializadas en otras especies o la caza de especies no deseadas. Así mismo, puede ser consecuencia de colisiones con vehículos o con estructuras fijas como torres y cables de electricidad. 5. Persecución: se trata de especies amenazadas por el acecho directo de humanos, como en el caso del control de animales percibidos como plagas de cultivos. 6. Contaminación (afectando el hábitat y/o la especie): todas las formas de contaminación del aire, tierra o agua, incluyendo tanto factores de impacto local como aquellos de alcance global. 7. Desastres naturales: se refiere al efecto de sequías, tormentas, variaciones extremas en la temperatura, incendios, volcanes y avalanchas, entre otros. 8. Cambios en la dinámica poblacional de especies nativas: abarca cambios ecológicos en la dinámica de especies nativas que interaccionan con la especie amenazada y pueden aumentar su riesgo de extinción. Ejemplos incluyen: competidores, depredadores, presas, hibridizadores, patógenos, parásitos y mutualistas.

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9. Factores intrínsecos: factores derivados de rasgos particulares de cada especie que la hacen más o menos susceptible a la extinción. Incluyen la dispersión muy limitada, crecimiento poblacional lento, alta mortalidad juvenil, endogamia, baja densidad poblacional, distribución de sexos sesgada, fluctuaciones poblacionales y distribución geográfica muy limitada. 10. Perturbación humana: asociado a actividades como la recreación, la investigación, las guerras, el transporte y el uso del fuego. 11. Otra: cualquier causa no incluida en las anteriores. 12. Desconocida: cuando se observa una rápida disminución de la distribución o abundancia de una especie, pero se desconoce el motivo.

Conservación de la Biodiversidad La biodiversidad de una región constituye su recurso más valioso. De los componentes silvestres y domesticados de la diversidad biológica, la humanidad obtiene todos sus alimentos, sus fibras (como madera, papel y sisal) y gran cantidad de productos medicinales e industriales (Millennium Ecosystem Assessment 2005). La medicina tradicional, que depende de productos derivados directamente de plantas y animales, beneficia a más de 3.000 millones de personas en todo el mundo. Así mismo, 62% de las moléculas derivadas entre 1982 y 2002 para investigaciones de la cura del cáncer fueron obtenidas de productos naturales, y 65% de las drogas anti hipertensión actualmente sintetizadas, tienen su origen en estructuras moleculares naturales (Beattie et al. 2005). El turismo genera aproximadamente 11% del producto interno bruto del mundo y emplea a 200 millones de personas. Alrededor de 30% de estos ingresos están relacionados con turismo cultural o turismo basado en la naturaleza, mientras que el ecoturismo crece entre 10% y 30% por año. La industria del turismo fue identificada por la Agenda XXI como una de las pocas actividades económicas capaces de mejorar la productividad de los países, y que al mismo tiempo contribuye a mejorar el estado general del ambiente (de Groot et al. 2005). Aproximadamente 80% de las 300.000 especies de plantas con flor del mundo requieren polinizadores para llevar a cabo su reproducción sexual. Se conocen unas 200.000 especies de polinizadores, alrededor de 10% de ellos son abejas. Otros animales polinizadores son predominantemente insectos (Hymenoptera: abejas, avispas y hormigas; Coleoptera: escarabajos; Diptera: moscas; Lepidoptera: mariposas y polillas), mamíferos (incluyendo murciélagos, marsupiales, monos y mapaches) y aves (primordial, pero no exclusivamente, colibríes) (Eardley et al. 2006). En los Estados Unidos, la polinización por insectos genera beneficios equivalentes a US$ 40 millardos por año, mientras que el valor de la polinización de cultivos por abejas en Europa, alcanza US$ 6 millardos por año. A escala global, el valor económico de los polinizadores se ha estimado en US$ 120-200 millardos por año (Díaz et al. 2005).

Conservación en Venezuela Oso frontino Tremarctos ornatus En peligro por acción de la cacería y por la pérdida de hábitat. Para detener y revertir la fragmentación de los bosques andinos que habita, Inparques, junto con científicos y conservacionistas, logró la creación de un completo sistema de 12 parques nacionales que resguardan la mayor parte del hábitat disponible. Actualmente se continúa la búsqueda para la declaración de dos nuevas áreas protegidas en los bosques del ramal de Calderas y de sierra de Portuguesa, que complementen este gran corredor biológico.

Cotorra cabeciamarilla Amazona barbadensis Extinta en cuatro localidades, y con seis poblaciones sobrevivientes aisladas, es la especie de loro más amenazada de Venezuela. En la isla de Margarita, para 1989 sobrevivían de 650 a 750 aves, fecha en que se inicia un esfuerzo conservacionista liderado por Provita que ha logrado aumentar la población en aproximadamente 2.400 individuos. Este resultado es un ejemplo efectivo de combinar el manejo de una especie amenazada con la educación ambiental y la participación de la comunidad.

Los párrafos precedentes son sólo una pequeña muestra del valor de la biodiversidad para la sobrevivencia humana. A esto hay que sumar bienes y servicios intangibles, de los que depende la vida sobre la Tierra y que son imposibles de cuantificar. El aire que respiramos y el agua que utilizamos, son sólo algunos de los beneficios “gratuitos” que nos ofrecen los ecosistemas del mundo. Ante el deterioro observado como consecuencia de la sobrexplotación y utilización descontrolada de los recursos naturales, la conservación de la biodiversidad se ha convertido en un objetivo común de las distintas naciones y culturas del mundo. El concepto de conservación ha cambiado en las últimas décadas, evolucionando del precepto de preservar y no tocar, al criterio de aprovechar en forma racional. Este cambio ha inspirado la elaboración del objetivo moderno de conservación de la biodiversidad, que reposa en los principios del uso sostenible de los recursos renovables. La idea fundamental es que los humanos, como cualquier otra especie que habita el planeta, tienen el derecho de aprovechar los recursos naturales, pero no poseen la libertad de agotarlos o deteriorarlos más allá de su capacidad de recuperación. Por tanto, el reto del futuro es el desarrollo de la tecnología necesaria para el logro del uso sostenible. Como se ha señalado en secciones anteriores, una proporción significativa de la biodiversidad ya se encuentra deteriorada, y es responsabilidad de la humanidad evitar que dicho deterioro se extienda aún más. El principal problema que se enfrenta en este momento, es la limitación de los recursos necesarios para desarrollar planes de conservación efectivos en el corto plazo. Por esta razón, es necesario definir prioridades, y destinar los recursos disponibles a los casos que se consideren más oportunos.

Tortuga arrau Podocnemis expansa Era considerada una especie muy abundante en Venezuela hace 200 a 300 años, estimándose una población de 330.000 hembras reproductoras en el Orinoco, que se ha reducido en la actualidad a 1.500. Esta situación ha generado uno de los mayores esfuerzos de manejo para la recuperación de una especie amenazada, liderado por el MINAMB, Fudeci, y otras instituciones, y que ha resultado en la cría y liberación de más de 271.000 tortuguillos.

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Libros Rojos de Datos La publicación de libros y listas rojas – volúmenes dedicados a resumir la información existente sobre especies amenazadas a escala mundial – se inició con la edición de los primeros libros rojos de aves y mamíferos del mundo en 1966 (Scott et al. 1987). Con el pasar del tiempo, los libros y listas rojas se expandieron a muchos otros grupos de animales y plantas, abarcando una gran variedad de ámbitos geográficos. La Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN, que incluye a todas las especies del mundo, se publica anualmente en formato electrónico. La acumulación de información durante más de 40 años ha puesto en evidencia la magnitud de la crisis de extinción: La Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN de 2007 incluye 7.850 animales y 8.447 plantas (IUCN 2007). Así mismo, sólo en Europa se sabe de la existencia de 3.562 listas actuales y pasadas de especies amenazadas (Köppel et al. 2003), mientras que al menos 99 países (~50% de los países del mundo) han publicado listas rojas para al menos un grupo taxonómico (Miller et al. 2007, WCMC 1994, T. Zamin com. pers.). Históricamente, los principales usos de las listas y libros rojos han sido: 1) aumentar el grado de conocimiento del público general sobre la situación de las especies amenazadas; 2) servir como punto de referencia para evaluar cambios en el estado de conservación de la biodiversidad; 3) identificar áreas que podrían ser incorporadas a sistemas nacionales de áreas protegidas; 4) seguimiento de las actividades humanas que amenazan a la biodiversidad (tales como la conversión de hábitat y la sobrexplotación) y 5) definir prioridades para la inversión de recursos limitados para la conservación (Collar 1996, Possingham et al. 2002, Lamoreux et al. 2003, Rodríguez et al. 2004). En 2001, la IUCN adoptó un conjunto de categorías estandarizadas, basadas en criterios cuantitativos para la identificación de las especies que debían ser incluidas en listas rojas (UICN 2001). Previamente, las definiciones de especies amenazadas eran relativamente subjetivas y las clasificaciones eran notablemente influenciadas por la experiencia previa y el conocimiento de los evaluadores, lo que con frecuencia resultaba en inconsistencias entre expertos.

Especies amenazadas a escala global (IUCN 2007)

Grupo

Descritas

Número de especies Evaluadas Amenazadas

Proporción amenazadas Descritas (%) Evaluadas (%)

Vertebrados Mamíferos Aves Reptiles Anfibios Peces

5.416 9.956 8.240 6.199 30.000

4.863 9.956 1.385 5.915 3.119

1.094 1.217 422 1.808 1.201

20 12 5 29 4

22 12 30 31 39

Subtotal

59.811

25.238

5.742

10

23

950.000 81.000 40.000 2.175 130.200

1.255 2.212 553 13 83

623 978 460 5 42

0,07 1,21 1,15 0,23 0,03

50 44 83 38 51

1.203.375

4.116

2.108

0,18

51

Musgos Helechos y afines Gimnospermas Dicotiledóneas Monocotiledóneas Algas verdes Algas rojas

15.000 13.025 980 199.350 59.300 3.715 5.956

92 211 909 9.622 1.149 2 58

79 139 321 7.121 778 0 9

0,53 1 33 4 1 < 0,01 0,15

86 66 35 74 68 0 16

Subtotal

297.326

12.043

8.447

3

70

2 1 6

0,02 0,01 0,21

100 100 40

Invertebrados Insectos Moluscos Crustáceos Corales Otros Subtotal Plantas

Otros Líquenes Hongos Algas pardas

20

10.000 16.000 2.849

2 1 15

Subtotal

28.849

18

9

0,03

50

TOTAL

1.589.361

41.415

16.306

1

39


El sistema actual de la IUCN separa claramente el proceso científico de la asignación de riesgo de extinción, del proceso social de la definición de prioridades de conservación, asignando categorías de riesgo de una manera objetiva, repetible y transparente (Mace & Lande 1991, IUCN Standards and Petitions Working Group 2006, UICN 2001). La revisión del sistema de categorías y criterios de las listas rojas de la IUCN se inició a partir de su Asamblea General, realizada en Madrid en 1984 (Fitter & Fitter 1987). Georgina M. Mace y Russell S. Lande activaron el proceso mediante la publicación de un artículo muy influyente en el que se planteó una nueva visión. En esta nueva perspectiva, las categorías se definían por umbrales cuantitativos derivados de los principios ecológicos que rigen los cambios en la distribución y abundancia de los organismos, y la relación que existe entre variables ecológicas y las probabilidades de extinción poblacional (Mace & Lande 1991). Durante los años siguientes, se refinó la propuesta inicial de Mace & Lande (1991) a partir de una consulta amplia con la membresía mundial de la IUCN y la aplicación de los criterios cuantitativos a una gran diversidad de especies y regiones (p. ej. Mace et al. 1992, Mace & Stuart 1994, IUCN 1994). Este proceso condujo al sistema actual (UICN 2001), que fue adoptado por el Consejo de IUCN en febrero de 2000 y entró en uso en 2001. Todas las evaluaciones de especies amenazadas que se lleven a cabo después de enero de 2001 deben aplicar este sistema, que también fue empleado en la preparación de esta tercera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana.

Categorías de las Listas Rojas Existen diez categorías claramente definidas en las que cualquier organismo de la Tierra (excluyendo microorganismos) puede ser clasificado según su riesgo de extinción. Para facilitar las comparaciones entre listas de diferentes partes del mundo, la IUCN ha acordado que la abreviación empleada para indicar cada categoría corresponda a las siglas de la categoría en inglés. Las primeras tres categorías son bastante obvias. Extinto quiere decir que no hay una duda razonable de que el último individuo ha muerto. Extinto en Estado Silvestre significa que el taxón está extinto en su hábitat natural y sólo existe en cautiverio (p. ej. jardines botánicos o zoológicos) o en una región que no corresponde a su distribución histórica original. Extinto a Nivel Regional quiere decir que no hay una duda razonable de que el último individuo capaz de reproducción en la región, ha muerto o desaparecido de ella o, en el caso de ser un antiguo taxón visitante, ya no hay individuos que visiten la región. Las tres categorías siguientes, En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable, se asignan sobre la base de criterios cuantitativos que están diseñados para reflejar diferentes grados de riesgo de extinción. Las especies clasificadas en estas tres categorías, conjuntamente conforman el grupo de las especies amenazadas. Los criterios cuantitativos de las especies amenazadas son presentados en la próxima sección. La categoría Casi Amenazado se aplica a casos que no califiquen como amenazados en el presente, pero que están muy cerca de los valores umbrales y podrían calificar en el futuro cercano. Preocupación Menor se debe asignar a taxa que no califiquen (ni estén cerca de calificar) como amenazados o casi amenazados. La categoría Datos Insuficientes es asignada a taxa de los que no se dispone de suficiente información como para hacer una evaluación confiable de su riesgo de extinción. Antes de clasificar a un taxón como Datos Insuficientes, se recomienda agotar todas las fuentes de información existentes y aprovechar cualquier dato del que se disponga. Esto para evitar que taxa que realmente estén amenazados o ya se hayan extinguido sean ignorados o subestimados a la hora de definir acciones de conservación. La categoría No Evaluado se refiere a taxa que aún no han sido evaluados contra los Criterios de las Listas Rojas. Las categorías LC y NE no reflejan riesgo de extinción.

Extinto

Extinto en Estado Silvestre

Extinto a Nivel Regional

En Peligro Crítico

En Peligro

Vulnerable

Casi Amenazado

Preocupación Menor

Datos Insuficientes

No Evaluados

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EN PELIGRO CRÍTICO (Critically Endangered)

EXTINTO (Extinct)

Un taxón está Extinto cuando no queda ninguna duda razonable de que el último individuo existente ha muerto. Se presume que un taxón está Extinto cuando prospecciones exhaustivas de sus hábitats, conocidos y/o esperados, en los momentos apropiados (diarios, estacionales, anuales), y a lo largo de su área de distribución histórica, no ha podido detectar un sólo individuo. Las prospecciones deberán ser realizadas en períodos de tiempo apropiados al ciclo de vida y formas de vida del taxón. Ejemplo: Sapito arlequín amarillo de Maracay Atelopus vogli

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EXTINTO EN ESTADO SILVESTRE (Extinct in the Wild)

EN PELIGRO (Endangered)

EXTINTO A NIVEL REGIONAL (Extinct in the Region)

Un taxón está Extinto en Estado Silvestre cuando sólo sobrevive en cultivo, en cautividad o como población (o poblaciones) naturalizadas completamente fuera de su distribución original. Se presume que un taxón está Extinto en Estado Silvestre cuando prospecciones exhaustivas de sus hábitats, conocidos y/o esperados, en los momentos apropiados (diarios, estacionales, anuales), y a lo largo de su área de distribución histórica, no han podido detectar un sólo individuo. Las prospecciones deberán ser realizadas en períodos de tiempo apropiados al ciclo de vida y formas de vida del taxón.

Un taxón está Extinto a Nivel Regional cuando no queda ninguna duda razonable de que el último individuo capaz de reproducción en la región, ha muerto o desaparecido de ella o, en el caso de ser un antiguo taxón visitante, ya no hay individuos que visiten la región. Se presume que un taxón esta Extinto a Nivel Regional cuando prospecciones exhaustivas de sus hábitats en la región, conocidos y/o esperados, en los momentos apropiados (diarios, estacionales, anuales), y a lo largo de su área de distribución histórica, no ha podido detectar un sólo individuo. Las prospecciones deberán ser realizadas en períodos de tiempo apropiados al ciclo de vida y formas de vida del taxón.

Ejemplo: Guacamaya de Spix (Brasil)

Ejemplo: Danta de montaña

Cyanopsitta spixii

Tapirus pinchaque

Un taxón está En Peligro Crítico cuando la mejor evidencia disponible indica que cumple cualquiera de los criterios ”A” a ”E” para En Peligro Crítico y, por consiguiente, se considera que se está enfrentando a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre (ver criterios ”A” a ”E” en la próxima sección). Ejemplo: Cardenalito Carduelis cucullata

Un taxón está En Peligro cuando la mejor evidencia disponible indica que cumple cualquiera de los criterios ”A” a ”E” para En Peligro y, por consiguiente, se considera que se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre (ver criterios ”A” a ”E” en la próxima sección). Ejemplo: Ranita de cristal del Ávila Hyalinobatrachium guairarepanensis


Categorías de las Listas Rojas

VULNERABLE (Vulnerable)

CASI AMENAZADO (Near Threatened)

Un taxón es Vulnerable cuando la mejor evidencia disponible indica que cumple cualquiera de los criterios ”A” a ”E” para Vulnerable y, por consiguiente, se considera que se está enfrentando a un riesgo alto de extinción en estado silvestre (ver criterios ”A” a ”E” en la próxima sección). Ejemplo: Tetradiamante Moenkhausia pittieri

Un taxón está Casi Amenazado cuando ha sido evaluado según los criterios y no satisface, actualmente, los criterios para En Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable; pero está próximo a satisfacer los criterios, o posiblemente los satisfaga en el futuro cercano. Ejemplo: Jicotea Trachemys scripta

DATOS INSUFICIENTES (Data Deficient)

PREOCUPACIÓN MENOR (Least Concern)

Un taxón se considera de Preocupación Menor cuando, habiendo sido evaluado, no cumple ninguno de los criterios que definen las categorías de En Peligro Crítico, En Peligro, Vulnerable o Casi Amenazado. Se incluyen en esta categoría taxa abundantes y de amplia distribución. Ejemplo: Escarabajo arlequín Acrocinus longimanus

Un taxón es Datos Insuficientes cuando no hay información adecuada para hacer una evaluación, directa o indirecta, de su riesgo de extinción basándose en la distribución y/o condición de la población. Un taxón en esta categoría puede estar bien estudiado, y su biología ser bien conocida, pero carecer de los datos apropiados sobre su abundancia y/o distribución. Datos Insuficientes no es por lo tanto una categoría de amenaza. Al incluir un taxón en esta categoría se indica que se requiere más información, y se reconoce la posibilidad de que investigaciones futuras demuestren que una clasificación de amenaza pudiera ser apropiada. Si se sospecha que la distribución de un taxón está relativamente circunscrita, y si ha transcurrido un período de tiempo considerable desde el último registro del taxón, entonces la condición de amenazado puede estar bien justificada.

NO EVALUADO (Not Evaluated)

Un taxón se considera No Evaluado cuando todavía no ha sido clasificado en relación a estos criterios. Ejemplo: Cristofué Pitangus sulphuratus

Ejemplo: Delfín tornillo Stenella longirostris

Tomado de UICN (2001) y adaptado para su aplicación a nivel regional (UICN 2003).

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Criterios para las Categorías de En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable EN PELIGRO CRÍTICO

La carey (Eretmochelys imbricata) ha sido clasificada como CR A1b+2bcd. El subcriterio A1 para CR implica una reducción del tamaño poblacional de ≥90% en las últimas tres generaciones de la especie, donde se conocen las causas de la disminución, éstas son reversibles y han cesado. El subcriterio A2 para CR refleja reducciones poblacionales ≥80% en las últimas tres generaciones de la especie, donde la reducción o sus causas pueden no haber cesado, o pueden no ser entendidas, o pueden no ser reversibles. En ambos casos (A1 o A2) se indica además el tipo de información empleada en la evaluación (a-e). Al emplear estos criterios, los evaluadores del riesgo de extinción de la carey indican que algunas de las causas que provocaron su disminución poblacional pueden haber cesado y ser reversibles, pero otras no.

Un taxón está En Peligro Crítico cuando la mejor evidencia disponible indica que cumple cualquiera de los siguientes criterios (A a E), y por consiguiente, se considera que se está enfrentando a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.

A. Reducción del tamaño de la población basada en cualquiera de los siguientes puntos: 1. Una reducción en la población observada, estimada, inferida o sospechada ≥90% en los últimos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo, en el que se puede demostrar que las causas de la disminución son claramente reversibles y entendidas y que han cesado; basadas (y especificando) en cualquiera de los siguientes: a. observación directa, b. un índice de abundancia apropiado para el taxón, c. una reducción del área de ocupación, extensión de presencia y/o calidad del hábitat, d. niveles de explotación reales o potenciales, e. efectos de taxa introducidos, hibridación, patógenos, contaminantes, competidores o parásitos. 2. Una reducción de la población observada, estimada, inferida o sospechada ≥80% en los últimos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo, donde la reducción, o sus causas, pueden no haber cesado, o pueden no ser entendidas, o pueden no ser reversibles; basadas (y especificando) en cualquiera de los puntos (a) a (e) bajo A1. 3. Una reducción de la población ≥80% que se proyecta o se sospecha será alcanzada en los próximos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo (hasta un máximo de 100 años); basadas (y especificando) en cualquiera de los puntos (b) a (e) bajo A1. 4. Una reducción de la población observada, estimada, inferida, o sospechada ≥80% en un período de 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo (hasta un máximo de 100 años en el futuro), donde el período de tiempo debe incluir el pasado y el futuro, y la reducción o sus causas pueden no haber cesado, o pueden no ser entendidas, o pueden no ser reversibles; basada (y especificando) en cualquiera de los puntos (a) a (e) bajo A1. B. Distribución geográfica en la forma B1 (extensión de la presencia) o B2 (área de ocupación) o ambas: 1. Extensión de la presencia estimada menor de 100 km2, y estimaciones indicando por lo menos dos de los puntos a–c: a. Severamente fragmentada o se conoce sólo en una localidad. b. Disminución continua, observada, inferida o proyectada, en cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) área, extensión y/o calidad del hábitat,

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(iv) número de localidades o subpoblaciones, (v) número de individuos maduros. c. Fluctuaciones extremas de cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) número de localidades o subpoblaciones, (iv) número de individuos maduros. 2. Área de ocupación estimada en menos de 10 km2, y estimaciones indicando por lo menos dos de los puntos a–c: a. Severamente fragmentada o que se conoce sólo en una localidad. b. Disminución continua, observada, inferida o proyectada, en cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) área, extensión y/o calidad del hábitat, (iv) número de localidades o subpoblaciones, (v) número de individuos maduros. c. Fluctuaciones extremas de cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) número de localidades o subpoblaciones, (iv) número de individuos maduros. C. Tamaño de la población estimada en menos de 250 individuos maduros y ya sea: 1. Una disminución continua estimada de por lo menos 25% dentro de los tres años o una generación, cualquiera que sea el período mayor (hasta un máximo de 100 años en el futuro), o 2. Una disminución continua, observada, proyectada, o inferida, en el número de individuos maduros y al menos uno de los siguientes subcriterios (a–b): a. Estructura poblacional en una de las siguientes formas: (i) ninguna subpoblación estimada contiene más de 50 individuos maduros, o (ii) por lo menos 90% de los individuos maduros están en una subpoblación. b. Fluctuaciones extremas en el número de individuos maduros. D. Se estima que el tamaño de la población es menor de 50 individuos maduros. E. El análisis cuantitativo muestra que la probabilidad de extinción en estado silvestre es de al menos 50% dentro de 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período mayor (hasta un máximo de 100 años).


EN PELIGRO

El paují copete de piedra (Pauxi pauxi) fue clasificado como EN bajo el criterio C, subcriterio 2a(i), por lo que en la Lista Roja de la Fauna Venezolana se señala como C2a(i). El Criterio C para EN se aplica a especies cuyo tamaño poblacional estimado sea menor que 2.500 individuos maduros y que además cumplan con otras condiciones indicadas por los subcriterios. En este caso, el paují copete de piedra posee poblaciones severamente fragmentadas a lo largo de su distribución asociada a montañas andinas y de la cordillera de la Costa; las cuales han experimentado una disminución continua en el número de individuos maduros, y se estima que ninguna subpoblación contiene más de 250 individuos maduros. Por lo tanto, cumple con el umbral establecido por el subcriterio 2a(i).

Un taxón está En Peligro cuando la mejor evidencia disponible indica que cumple cualquiera de los siguientes criterios (A a E) y, por consiguiente, se considera que se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.

A. Reducción en el tamaño de la población basado en cualquiera de los siguientes puntos: 1. Una reducción en la población observada, estimada, inferida o sospechada ≥70% en los últimos diez años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo, donde se puede demostrar que las causas de la disminución son claramente reversibles y entendidas y que han cesado; basadas (y especificando) en cualquiera de los siguientes: a. observación directa, b. un índice de abundancia apropiado para el taxón, c. una reducción del área de ocupación, extensión de presencia y/o calidad del hábitat, d. tasas de explotación reales o potenciales, e. efectos de taxa introducidos, hibridación, patógenos, contaminantes, competidores o parásitos. 2. Una reducción en la población observada, estimada, inferida o sospechada ≥50% en los últimos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo, donde la reducción, o sus causas, pueden no haber cesado, o pueden no ser entendidas, o pueden no ser reversibles; basadas (y especificando) en cualquiera de los puntos (a) a (e) bajo A1. 3. Una reducción en la población ≥50% que se proyecta o se sospecha será alcanzada en los próximos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo (hasta un máximo de 100 años); basadas (y especificando) en cualquiera de los puntos (b) a (e) bajo A1. 4. Una reducción en la población observada, estimada, inferida, o sospechada ≥50% en un período de 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo (hasta un máximo de 100 años en el futuro), donde el período de tiempo debe incluir el pasado y el futuro, y la reducción o sus causas pueden no haber cesado, o pueden no ser entendidas, o pueden no ser reversibles, basadas (y especificando) en cualquiera de los puntos (a) a (e) bajo A1. B. Distribución geográfica en la forma B1 (extensión de la presencia), o B2 (área de ocupación), o ambas: 1. Extensión de la presencia estimada menor a 5.000 km2, y estimaciones indicando por lo menos dos de los puntos a–c: a. Severamente fragmentada o se sabe que no existe en más de cinco localidades. b. Disminución continua, observada, inferida o proyectada, en cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) área, extensión y/o calidad del hábitat, (iv) número de localidades o subpoblaciones,

(v) número de individuos maduros. c. Fluctuaciones extremas de cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) número de localidades o subpoblaciones, (iv) número de individuos maduros. 2. Área de ocupación estimada en menos de 500 km2, y estimaciones indicando por lo menos dos de los puntos a–c: a. Severamente fragmentada o se sabe que no existe en más de cinco localidades. b. Disminución continua, observada, inferida o proyectada, en cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) área, extensión y/o calidad del hábitat, (iv) número de localidades o subpoblaciones, (v) número de individuos maduros. c. Fluctuaciones extremas de cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) número de localidades o subpoblaciones, (iv) número de individuos maduros. C. Tamaño de la población estimada en menos de 2.500 individuos maduros y ya sea: 1. Una disminución continua estimada de por lo menos 20% dentro de los cinco años o dos generaciones, cualquiera que sea el período mayor (hasta un máximo de 100 años en el futuro), o 2. Una disminución continua, observada, proyectada, o inferida en el número de individuos maduros y al menos uno de los siguientes subcriterios (a–b): a. Estructura poblacional en la forma de una de las siguientes: (i) se estima que ninguna subpoblación contiene más de 250 individuos maduros, o (ii) por lo menos 95% de los individuos maduros están en una subpoblación. b. Fluctuaciones extremas en el número de individuos maduros. D. Se estima que el tamaño de la población es menor de 250 individuos maduros. E. El análisis cuantitativo muestra que la probabilidad de extinción en estado silvestre es de al menos 20% dentro de 20 años o cinco generaciones, cualquiera que sea el período mayor (hasta un máximo de 100 años).

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VULNERABLE El caracol porcelana (Cypraea mus) está clasificado como VU D2. El criterio D de VU se refiere a especies cuya población es muy pequeña (<20 km2) o su distribución muy restringida (≤5 localidades). En Venezuela, al caracol porcelana sólo se conoce de dos localidades, el golfo de Venezuela y el golfo Triste, por lo que cumple con el umbral establecido por el subcriterio D2.

Un taxón es Vulnerable cuando la mejor evidencia disponible indica que cumple cualquiera de los siguientes criterios (A a E) y, por consiguiente, se considera que se está enfrentando a un riesgo alto de extinción en estado silvestre.

A. Reducción en el tamaño de la población basado en cualquiera de los siguientes puntos: 1. Una reducción en la población observada, estimada, inferida o sospechada ≥50% en los últimos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo, donde se puede demostrar que las causas de la disminución son claramente reversibles y entendidas y que han cesado; basadas (y especificando) en cualquiera de los siguientes: a. observación directa, b. un índice de abundancia apropiado para el taxón, c. una reducción del área de ocupación, extensión de presencia y/o calidad del hábitat, d. niveles de explotación reales o potenciales, e. efectos de taxa introducidos, hibridación, patógenos, contaminantes, competidores o parásitos. 2. Una reducción en la población observada, estimada, inferida o sospechada ≥30% en los últimos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo, donde la reducción, o sus causas, pueden no haber cesado, o pueden no ser entendidas, o pueden no ser reversibles; basados (y especificando) en cualquiera de los puntos (a) a (e) bajo A1. 3. Una reducción en la población de 30% que se proyecta o se sospecha será alcanzada en los próximos 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo (hasta un máximo de 100 años); basados (y especificando) en cualesquiera de los puntos (b) a (e) bajo A1. 4. Una reducción en la población observada, estimada, inferida, o sospechada ≥30% en un período de 10 años o tres generaciones, cualquiera que sea el período más largo (hasta un máximo de 100 años en el futuro), donde el período de tiempo debe incluir el pasado y el futuro, y la reducción o sus causas pueden no haber cesado, o pueden no ser entendidas, o pueden no ser reversibles, basadas (y especificando) en cualquiera de los puntos (a) a (e) bajo A1. B. Distribución geográfica en la forma B1 (extensión de la presencia) o B2 (área de ocupación) o ambos: 1. Extensión de la presencia estimada menor de 20.000 km2, y estimaciones indicando por lo menos dos de los puntos a–c: a. Severamente fragmentada o se sabe que no existe en más de 10 localidades. b. Disminución continua, observada, inferida o proyectada, en cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) área, extensión y/o calidad del hábitat, (iv) número de localidades o subpoblaciones, (v) número de individuos maduros. c. Fluctuaciones extremas de cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación,

(iii) número de localidades o subpoblaciones, (iv) número de individuos maduros. 2. Área de ocupación estimada menor de 2.000 km2, y estimaciones indicando por lo menos dos de los puntos a–c: a. Severamente fragmentada o se sabe que no existe en más de 10 localidades. b. Disminución continua, observada, inferida o proyectada, en cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) área, extensión y/o calidad del hábitat, (iv) número de localidades o subpoblaciones, (v) número de individuos maduros. c. Fluctuaciones extremas de cualquiera de las siguientes: (i) extensión de la presencia, (ii) área de ocupación, (iii) número de localidades o subpoblaciones, (iv) número de individuos maduros. C. Tamaño de la población estimada en menos de 10.000 individuos maduros y ya sea: 1. Una disminución continua estimada de por lo menos 10% dentro de los diez años o tres generaciones, cualquiera que sea el período mayor (hasta un máximo de 100 años en el futuro), o 2. Una disminución continua, observada, proyectada, o inferida, en el número de individuos maduros y al menos uno de los siguientes subcriterios (a–b): a. Estructura poblacional en la forma de una de las siguientes: (i) se estima que ninguna subpoblación contiene más de 1.000 individuos maduros, o (ii) todos (100%) los individuos maduros están en una subpoblación. b. Fluctuaciones extremas en el número de individuos maduros. D. Población muy pequeña o restringida en la forma de alguno de los siguientes: 1. Tamaño de la población estimado en menos de 1.000 individuos maduros. 2. Población muy restringida en su área de ocupación (típicamente menor a 20 km2) o en el número de localidades (comúnmente 5 o menos) de tal manera que es propensa a los efectos de la actividad humana o a eventos fortuitos dentro de un período de tiempo muy corto en un futuro incierto, y es por consiguiente, capaz de cambiar a En Peligro Crítico (CR) e inclusive a Extinta (EX) en un período de tiempo muy corto. E. El análisis cuantitativo muestra que la probabilidad de extinción en estado silvestre es de por lo menos 10% dentro de 100 años.

Nota: Los Criterios para las Categorías de En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable, presentados en esta sección, fueron tomados de UICN 2001, donde existe información adicional sobre su uso. También se recomienda consultar a IUCN Standards and Petitions Working Group 2006.

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Aplicación de los Criterios de las Listas Rojas a Nivel Regional Los umbrales cuantitativos empleados en las Categorías de la Listas Rojas de IUCN, fueron diseñados para clasificar el riesgo de extinción de las especies en el ámbito global. No obstante, existe mucho interés en aplicar las categorías a escala de países o de regiones específicas del planeta, donde sólo vive una proporción de la población global de una especie. Para el uso de las categorías a escalas regionales (incluyendo supranacionales, nacionales y subnacionales), se debe tomar en cuenta una serie de factores, ya que muchas poblaciones sobrepasan las fronteras geopolíticas, a veces ocurren migraciones de animales no reproductivos o se trata de taxa no autóctonos. Taxa clasificados como NT a nivel global podrían estar CR a nivel local, donde su población sea muy pequeña o se encuentre disminuyendo rápidamente. La correcta definición del riesgo de extinción a la escala en la que se desea realizar una intervención de conservación es un insumo clave para definir prioridades. Para estos casos, la IUCN desarrolló una serie de directrices (UICN 2003), empleadas en la presente publicación. A la hora de aplicar las Categorías de las Listas Rojas de IUCN a escala regional, se debe seguir un proceso que tiene tres pasos. Primero, se debe identificar claramente la población regional que será evaluada (Gärdenfors et al. 2001, UICN 2003, Miller et al. 2007). Por ejemplo, puede tratarse de una población definida por límites políticos, como un país o un Estado. También puede ser la población que habita una cuenca hidrográfica, o si es un animal acuático, un tramo de un río. En cualquier caso, lo importante es delimitar claramente la población de interés. El segundo paso es aplicar las Categorías de las Listas Rojas de la IUCN a la población regional. Simplemente, se siguen las instrucciones como si se tratara de la población global de la especie (UICN 1994, IUCN Standards and Petitions Working Group 2006). Esto permite obtener un estimado preliminar de su riesgo de extinción. La razón por la cual el riesgo de extinción obtenido en el paso anterior no es definitivo, es que las poblaciones regionales típicamente son parte de la población global y regularmente intercambian individuos con subpoblaciones ubicadas fuera de la población regional. Por lo tanto, es posible que el riesgo de extinción de la población local se vea influenciado por lo que ocurre fuera de ella. Si la población regional regularmente recibe individuos provenientes del resto de la población global, el riesgo de extinción de la población local sería menor que el que se obtendría al aplicar las Categorías de las Listas Rojas de la IUCN (UICN 2001). Si por el contrario, la población local es exportadora neta de individuos hacia la población global, el riesgo de extinción de la población local podría ser mayor que lo reflejado al aplicar las Categorías de las Listas Rojas de la IUCN (UICN 2001). Por esta razón, en el primer caso se recomienda disminuir en una (o más) categorías el riesgo de extinción preliminar de la población, mientras que en el segundo, se recomienda aumentarlo (Gärdenfors et al. 2001, UICN 2003, Miller et al. 2007). Al concluir este tercer paso, se habrá asignado la categoría correcta a la población regional. El cuarto paso del proceso es desarrollado en detalle en la próxima sección. Se trata de una fase opcional, que en términos estrictos no forma parte de la asignación de categorías de las Listas Rojas. Sin embargo, las categorías son frecuentemente utilizadas como insumo de la definición de prioridades de conservación, por lo que es fundamental distinguir claramente entre ambos.

Proceso para aplicar las categorías de las listas rojas de UICN a escala regional Primer paso Identificar la población regional a ser evaluada

Segundo paso Aplicar categorías de la Lista Rojas de la IUCN a la población seleccionada para obtener un estimado preliminar de riesgo de extinción

Tercer paso Aplicar las directrices para emplear los criterios de la Lista Roja de la IUCN a nivel regional a la población seleccionada para obtener el riesgo de extinción

Ejemplos de la aplicación de los Criterios de las Listas Rojas a nivel regional (UICN 2003) Charrán patinegro (Suecia) Sterna sandvicensis 450 parejas habitaban en Suecia en 1999. El tiempo de una generación es de aproximadamente ocho años. En las tres últimas generaciones la población ha decrecido en Suecia en 65%. Cumple con los criterios A2ac y C1 de EN, pero su clasificación fue disminuida a VU debido a las buenas posibilidades de inmigración desde el sur. Existe una gran población estable en Alemania y una población en aumento en Holanda, quedando clasificada como VU, según los criterios A2ac; C1. Sapo (Vietnam) Amolaps cremnobatus Existe una población reproductora en Vietnam, conocida en sólo dos localidades (Ha Tinh y Quang Binh). Se estima que su área de ocupación es de 4.000 km2. No se conoce el tamaño de la población. Existe un decrecimiento continuo por explotación directa y pérdida y degradación del hábitat por contaminación del agua, actividades de urbanización y posiblemente de extracción de madera. Existe una subpoblación dentro del área de un parque nacional. Cumple con los criterios de EN B1ab(iii). No se conocen inmigraciones desde regiones vecinas, por lo tanto, no se ha cambiado la evaluación preliminar y queda clasificado como EN, según los criterios B1ab(iii). Libélula (Suecia) Somatochlora sahlbergi Conocida en Suecia en una sola localidad de la región montañosa del norte, no lejos de Finlandia. Podría existir en otros lugares de Suecia. No existen observaciones de decrecimiento de la población. No existe amenaza directa evidente, pero es probable que pueda ser afectada adversamente por un incremento de la temperatura. Cumple con los criterios de VU D2, pero debido a la posibilidad de inmigración desde Finlandia ha disminuido de categoría en un nivel, siendo clasificada como NT.

Cuarto paso (opcional) Determinar prioridades de conservación: riesgo de extinción no es suficiente para establecer prioridades de conservación. Otros factores deben ser considerados, tales como el significado global de población regional, importancia ecológica, unicidad taxonómica, factibilidad y costos de las intervenciones propuestas, existencia de conflictos de interés, etc.

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Prioridades para la Conservación de Especies Amenazadas de Extinción Proceso para la definición de prioridades de conservación

Riesgo de Extinción Riesgo de extinción regional y global

Factores de Distribución Significado global de población regional, patrones actuales vs. pasados

Factores Biológicos Unicidad taxonómica, nivel taxonómico, vínculo con servicios ecosistémicos, especie clave

Factores Sociales Importancia cultural, interés del público, valor educativo, especie bandera

Factores Logísticos Tipo de acción requerida, factibilidad, urgencia, conflictos de interés, información adecuada

Factores Económicos Tipo de acción requerida, factibilidad, urgencia, conflictos de interés, información adecuada

Otros Factores Participación gubernamental, sociedad civil organizada, acciones requeridas por leyes

Importancia Relativa

Prioridades de Conservación

Los procesos de evaluación del riesgo de extinción y la definición de prioridades de conservación son dos ejercicios diferentes pero relacionados (Gärdenfors et al. 2001, Mace & Lande 1991, Miller et al. 2006, UICN 2001, UICN 2003). La evaluación del riesgo de extinción, tal como la empleada para asignar las categorías de la Lista Roja de la IUCN, por lo general precede a la definición de prioridades. Sin embargo, la evaluación de riesgo es un proceso científico, mientras que la definición de prioridades es un proceso social, que también debe tomar en cuenta aspectos biológicos, culturales, logísticos, financieros y éticos, a fin de garantizar la efectividad de las acciones de conservación (ver figura). En el contexto de la evaluación del riesgo a escala regional, existen otras piezas de información que pueden ser valiosas durante la definición de prioridades. Por ejemplo, es importante considerar las condiciones dentro de la región, pero también lo es el considerar el estado del taxón desde una perspectiva global y la proporción de la población global que habita dentro de la región. No existe un método único establecido para definir prioridades de conservación, equivalente al empleado para la asignación de las Categorías de las Listas Rojas de IUCN. Cada sociedad debe identificar los parámetros que considere más importantes y emplearlos para definir las especies que recibirán una mayor proporción de los limitados recursos financieros disponibles. Sin embargo, el hecho de que la definición de prioridades sea flexible y adaptable, no quiere decir que no deba ser transparente (Miller et al. 2006). Al contrario, la definición de prioridades de conservación de especies también puede ser un proceso sistemático, cuantitativo, con reglas claras. Pero el proceso no tiene que ser complejo, puede ser relativamente sencillo. Una alternativa consiste en combinar el riesgo de extinción con otras variables y asignarle a cada una de ellas un valor de uno a tres, multiplicándolas luego para generar un índice que refleja el grado de prioridad de la especie: a mayor el valor del índice, mayor la prioridad. Rodríguez y colaboradores (2004) proponen un método que considera cuatro variables: riesgo de extinción, grado de endemismo, unicidad taxonómica y preferencia del público. Riesgo de extinción Refleja la urgencia por la amenaza de la especie. Taxa clasificados como VU, EN y CR reciben los valores de 1, 2 y 3, respectivamente. Los evaluadores pueden decidir si utilizan la categoría regional o global de la especie. Dado que algunas veces dichas categorías no coinciden (Rodríguez et al. 2000), se recomienda utilizar la categoría más alta entre las listas regional y global. Grado de endemismo Es una medida de la importancia relativa de la población regional con respecto a la distribución global de la especie. Especies de amplia distribución, extendida a lo largo de varios países, reciben un valor de 1. Especies que ocupan más de un país, pero que sólo viven en una región biogeográfica bien delimitada (p. ej. Andes del Norte, Tepuyes), se les asigna un valor de 2. Especies endémicas a la región de interés o cuya distribución global esté ≥50% en la región, reciben un valor de 3. Unicidad taxonómica Destaca el significado evolutivo de la especie, en términos de su divergencia genética con respecto a sus especies más cercanas. Especies que pertenecen a un género de gran tamaño (>11 especies) reciben un valor de 1. Especies de un género mediano (2-10 especies) se les asigna 2 y a especies de un género monotípico les corresponde 3. Preferencia del público Es un criterio subjetivo, que se basa en el hecho de que el éxito de las acciones de conservación depende de que el público las apoye. Se asigna un valor de 3, a especies con mayor probabilidad de convertirse en símbolos de conservación en la región, por tratarse de especies que son valoradas. Incluye animales frecuentemente empleados como mascotas, aquellos cazados con fines de consumo o para el comercio, o aquellos que son parte de prácticas culturales establecidas (independientemente de que la práctica cultural pueda afectar a la comunidad positiva o negativamente). Un valor de 2 corresponde a especies que podrían estar sujetas a intereses humanos similares, pero sólo son preferidas si las especies de mayor rango no están disponibles (p. ej. las personas tienden a preferir loros que pericos como mascotas, por lo cual los primeros tienen un mayor valor que los segundos). El valor de 1 se asigna a especies que no tienen un atractivo particular para las personas.

Al multiplicar las cuatro variables, se obtiene un índice que va desde 1 hasta 81. De una manera relativamente sencilla, se integra el grado de riesgo de la especie con variables biológicas (grado de endemismo y unicidad taxonómica) y prioridades humanas (preferencia del público). La aplicación de este sistema, o la de uno equivalente, sería un paso posterior a la publicación de esta tercera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana.

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II. Libro Rojo de la Fauna Venezolana

Los Primeros Libros Rojos Venezolanos La publicación de un Libro Rojo de Datos para Venezuela fue considerada como una prioridad en el Plan de Acción para la Conservación de Especies de 1988-1992 (FUDENA 1989). Basado en estos antecedentes, en 1989 Provita inició el Proyecto EVE (Especies Venezolanas en Extinción), con financiamiento parcial de Wildlife Conservation Society (WCS), con el objetivo principal de identificar los taxa animales (vertebrados e invertebrados) amenazados de extinción en Venezuela, y determinar su situación actual y grado de amenaza. Durante los años siguientes, se logró la recopilación de información, creación de una base de datos y publicación del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, cuya primera edición en 1995 contó con el apoyo de Fundación Polar. Uno de los primeros y más importantes reconocimientos que merecería el Libro Rojo de la Fauna Venezolana en su primera edición fue el otorgado por Fundalibro, institución que en 1996 lo elegiría como Mejor Libro Divulgativo del año. En 1999, se publica la segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, corregida y aumentada, la cual sería reimpresa en 2003, y en ese mismo año, Provita publica el Libro Rojo de la Flora Venezolana, junto con la Fundación Instituto Botánico de Venezuela, Fundación Polar y Conservación Internacional Venezuela. La reimpresión de la segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana se agotó rápidamente, lo cual de inmediato creó la expectativa de una nueva edición. Sin embargo, desde 1995 la cantidad y calidad de la información recopilada en el Sistema de Información EVE (Especies Venezolanas en Extinción) había aumentado significativamente, reflejando abundantes nuevos datos generados por la comunidad científica y la sociedad civil organizada. Adicionalmente, en 2001 la IUCN desarrolló nuevos criterios para las Categorías de las Listas Rojas (UICN 2001), exigiendo que cualquier nueva publicación los aplicase. Por lo tanto, fue necesario replantear por completo el enfoque metodológico y el contenido del Libro Rojo, y así se hizo imperativo elaborar una edición completamente renovada. El proyecto de investigación y desarrollo editorial tomó cuatro años, con el apoyo parcial de Fundación Empresas Polar, Conservación Internacional Venezuela y Wildlife Trust. Para la preparación de la primera y segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, se contó con la colaboración de un Comité Asesor, formado por los asesores principales, Dr. Juhani Ojasti y Dr. Stuart D. Strahl, y 29 asesores especialistas en diferentes grupos taxonómicos. Después de la creación del Comité Asesor, el siguiente paso fue la elaboración de la Lista Preliminar de los Taxa Animales Potencialmente Amenazados de Venezuela, a partir de las listas de especies amenazadas (p. ej. IUCN 1986, IUCN 1988, IUCN 1994, CITES 2002), libros rojos de datos internacionales (p. ej. Groombridge 1982, Thornback & Jenkins 1982, Collar et al. 1992), y artículos en revistas y textos nacionales (p. ej. Gondelles et al. 1981, Romero 1985, Trebbau 1985), independientemente de su nivel de detalle. La lista fue revisada y actualizada con ayuda del Comité Asesor y sirvió de referencia para el conjunto de actividades a realizar posteriormente. Con apoyo del Comité Asesor se seleccionó un grupo amplio de investigadores, especialistas en diferentes grupos taxonómicos, con el propósito de obtener la información necesaria sobre los taxa clasificados en la lista preliminar. Para ello, se distribuyeron cerca de 2.000 cuestionarios entre más de 130 investigadores de Venezuela y el exterior, solicitando información y referencias bibliográficas sobre aproximadamente 370 taxa, a fin de mejorar la cantidad y calidad de los datos disponibles en la fase preparatoria.

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Proceso para la asignación de las Categorías de las Listas Rojas

Elección de uno o más editores especialistas para cada uno de los grupos taxonómicos contemplados

Creación de una base de datos de especialistas a ser consultados

Realización de talleres o consultas por grupo taxonómico, principalmente para exponer los Criterios y Categorías de las Listas Rojas, ejercitar el proceso de asignación de categorías y distribuir la autoría de fichas entre los especialistas

Redacción de fichas por especialistas

Revisión de fichas por el equipo editor

Uniformidad del contenido y diagramación de las fichas por los correctores de estilo

El procesamiento de datos y el análisis de la información recabada a través de los investigadores consultados, consistió en comparar y contrastar lo relativo a la asignación de las categorías con lo establecido en las listas internacionales, y validar dicha información. Cabe destacar que la asignación de las categorías no siempre fue una tarea fácil. En algunos casos, cinco especialistas presentaron hasta cinco apreciaciones diferentes sobre la categoría más adecuada para un taxón en particular. Inclusive, las sugerencias fueron tan contrastantes como que un investigador consideraba a un taxón EN, mientras que otro lo señalaba como LC, pero por suerte esta disyuntiva no fue muy frecuente, y en la mayoría de los casos los criterios fueron complementarios. Luego del procesamiento, análisis y validación de la información recabada, se clasificó a las especies según los criterios señalados en IUCN (1994), con la verificación posterior del Comité Asesor. El texto de las fichas fue elaborado con base en la bibliografía recabada y la información obtenida mediante los cuestionarios completados por los especialistas. La experiencia de las primeras dos ediciones fue un insumo fundamental para la tercera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Sin embargo, los métodos empleados en esta oportunidad, fueron completamente diferentes.

Tercera Edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana La asignación de Categorías de las Listas Rojas a las especies de la tercera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana se llevó a cabo según la propuesta más reciente de la IUCN (UICN 2001) y las directrices para aplicarlas a nivel regional (UICN 2003). Todas las evaluaciones fueron documentadas con la mejor información científica disponible, a través de un proceso claro y transparente. En las Listas Rojas de la IUCN hay una categoría para cualquier especie, excluyendo microorganismos (UICN 2001). Para esta publicación, se evaluaron todas las especies de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces de agua dulce que han sido señalados para Venezuela, identificando endémicas, residentes o migratorias. Las especies de estos grupos taxonómicos que no aparecen incluidas en el libro fueron clasificadas como Preocupación Menor (LC). En muchos casos, la clasificación LC se realizó de manera cualitativa, identificando aquellas especies que son abundantes en vida silvestre, tienen una amplia distribución y no se cree que puedan estar amenazadas (CR, EN o VU) o casi amenazadas (NT) en el futuro previsible. Las especies de estos cuatro grupos que fueron incluidas en ediciones anteriores, pero ausentes en ésta, son consideradas LC. Los peces marinos, en especial tiburones, rayas, peces sierra, quimeras y especies relacionadas (Clase Chondrichthyes), no pudieron ser evaluados por falta de información, y en general se optó por identificar a las especies venezolanas incluidas en la Lista Roja global (IUCN 2007) y utilizar esta categoría a escala nacional. Dado que muchos de estos peces marinos son especies cosmopolitas o con distribución amplia en varios países del Caribe, en algunos casos, cuando la información para Venezuela era prácticamente inexistente, se optó por la categoría de Datos Insuficientes (DD). Sólo se evaluó a los invertebrados 1) incluidos en las ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana; 2) que aparecen en listas internacionales (como IUCN 2007); 3) que son mencionados como amenazados en alguna otra publicación disponible; ó 4) que los especialistas consideraron importante evaluar. Por lo tanto, todos los invertebrados que no están presentes en el libro deben ser considerados No Evaluados (NE). La excepción la constituyen 13 especies que fueron evaluadas por los expertos y clasificadas como LC: Insecta Escarabajo arlequín Escarabajo hércules Escarabajo neptuno Escarabajo del carrizo Machaca Mariposa marrón de los páramos Mariposa marrón de los páramos Mariposa castnia Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa braquíptera

Acrocinus longimanus Dynastes hercule Dynastes neptunus Golopha porterii Fulgora laternaria Altopedaliodes albarregas Altopedaliodes albonotata Castnius pelasgus Pedaliodes antigua Pedaliodes montagna Redonda empetrus

Langosta carioca

Panulirus guttatus

Pepitona

Arca zebra

Crustacea

Bivalvia

30


Así mismo, la mariposa papilionidae de Caripito (Heraclides matusiki), descrita por Johnson & Rozycki (1986) para el noreste de Venezuela, clasificada en la edición anterior como Probablemente Extinta (Rodríguez & Rojas-Suárez 2003), fue removida de la Lista Roja por considerarse actualmente como una especie no válida, y es un sinónimo de Heraclides anchisiades anchisiades descrita por Esper en 1788 (Lamas 2004). Todas las especies fueron evaluadas en el marco de los criterios vigentes (IUCN 2001), por lo que los investigadores, especialistas y editores argumentaron los criterios asignados. Posteriormente, los editores principales y por grupo, revisaron la información en forma general y ajustaron los casos que así lo requerían. Es importante destacar que las categorías definitivas asignadas no necesariamente se corresponden con las opiniones emitidas por parte de los colaboradores, ya que prevaleció el análisis en conjunto según la metodología utilizada.

Tratamiento de la Taxonomía La principal referencia taxonómica fue la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN (IUCN 2007). Nuestro objetivo fue mantenernos lo más cerca posible de dicha publicación, para facilitar la transferencia de datos de la lista nacional a las bases de datos globales (Rodríguez et al. 2000, Miller et al. 2007). Otras referencias taxonómicas empleadas fueron Wilson y Reeder (2005) para mamíferos, y BirdLife International (2004) y World Bird Database (www.birdlife.org/datazone) para aves. En cuanto a reptiles, las tortugas siguen a Iverson (1992), cocodrilos a King Burke (1989) y otros reptiles a Uetz Etzold (1996) y Uetz et al. (2007). Los anfibios se basan en Frost (1985) y Duellman (1993), con actualizaciones de Barrio-Amorós (2004). Los peces provienen de Eschmeyer (1990) y Paxton et al. (1998), con apoyo de Froese Pauly (2007), aunque varias de las especies fueron recientemente descritas y aún no han ingresado en los catálogos globales. Lo mismo ocurre con gran parte de los invertebrados, cuya taxonomía fue definida por referencias seleccionadas por los autores de las fichas. En caso de que hubiese alguna discrepancia entre las referencias taxonómicas clásicas y aquellas empleadas por los autores de las fichas, se presentan clarificaciones en el texto, así como las referencias que apoyan dicha designación. Los nombres comunes empleados en las fichas corresponden a aquellos cuyo uso es más frecuente en Venezuela, según la experiencia de los especialistas consultados o según libros de amplio uso (p. ej. Phelps & Meyer de Schauensee 1994). Se hizo lo posible por incluir variaciones geográficas y regionales, para lograr la coherencia dentro de un mismo grupo. Por ejemplo, los anfibios del género Atelopus son designados por algunos como ranitas y por otros como sapitos, por lo que se decidió optar por el segundo nombre para todos, por tratarse de sapos Bufónidos. Así mismo, cuando se desconocía el nombre común de alguna especie, se eligió uno que fuese lo más descriptivo posible.

Presentación de la Información Al igual que en las ediciones anteriores, los dos productos principales contenidos en la tercera edición del Libro Rojo de la Fauna son la Lista Roja de la Fauna Venezolana y el conjunto de fichas descriptivas. La Lista Roja de la Fauna Venezolana incluye a todos los taxa clasificados según las diferentes categorías, con excepción de LC y NE. Todos los mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces de agua dulce que no están incluidos en la Lista Roja fueron clasificados LC, mientras que todos los peces marinos e invertebrados que no están incluidos deben considerarse No Evaluados (NE), con la excepción de los 11 insectos, un crustáceo y un bivalvo mencionados anteriormente, a quienes también les corresponde LC. Sólo se desarrollan fichas descriptivas para las especies amenazadas y extintas, es decir, aquellas que califican como En Peligro Crítico (CR), En Peligro (EN), Vulnerable (VU), Extinto (EX) y Extinto a Nivel Regional (ER); y esto se debe a la dificultad logística de desarrollar fichas descriptivas para las 748 especies de la Lista Roja. No se identificó ninguna especie clasificada como Extinto en Vida Silvestre (EW).

Siglas utilizadas CITES: Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres CICTMAR: Centro de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas CVG: Corporación Venezolana de Guayana ESA: US Endangered Species Act FONACIT: Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación FONAIAP: Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias FONDEA: Fondo para el Desarrollo del Estado Apure FUDECI: Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales FUDENA: Fundación para la Defensa de la Naturaleza GTTM: Grupo de Trabajo en Tortugas Marinas de Venezuela GTTM-NE: Grupo de Trabajo en Tortugas Marinas de Nueva Esparta ICLAM: Instituto para el Control y la Conservación del Lago de Maracaibo ICZN: International Commission on Zoological Nomenclature INAPESCA: Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura INIA: Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas INPARQUES: Instituto Nacional de Parques IUCN/UICN: International Union for Conservation of Nature/Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza IVIC: Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas IWC: International Whaling Commission JARPA: Japanese Whale Research Program under Special Permit in the Antarctic LUZ: Universidad del Zulia MAC: Ministerio de Agricultura y Cría (actual Ministerio de Agricultura y Tierras) MARPOL: International Convention for the Prevention of Marine Pollution from Ships MB-UCV: Museo de Biología de la Universidad Central de Venezuela MINAMB: Ministerio del Poder Popular para el Ambiente MIZA: Museo del Instituto de Zoología Agrícola “Francisco Fernández Yépez” RAMSAR: The Convention on Wetlands of International Importance, especially as Waterfowl Habitat /Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas (Convención Ramsar) SCAPNHP: Sociedad Científica Amigos del Parque Nacional Henri Pittier SPAW: Protocol Concerning Specially Protected Areas and Wildlife in the Wider Caribbean Region/Protocolo Relativo a las Áreas y Flora y Fauna Silvestres Especialmente Protegidas en la Región del Gran Caribe ULA: Universidad de Los Andes UNELLEZ: Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales "Ezequiel Zamora" WCMC: World Conservation Monitoring Centre WCS: Wildlife Conservation Society WIDECAST: Wider Caribbean Sea Turtle Conservation Network WWF: World Wildlife Fund

31


Ficha Descriptiva Modelo

Ilustración

Nombre común de la especie en Venezuela Nombre científico, descriptor original Clase, orden, familia a la que pertenece el taxón

Se presentan síntesis en color de cada taxón elaboradas con base en las fotografías facilitadas por científicos, colaboradores y autores de las fichas, material de museo, y unos pocos taxa fueron ilustrados con la información obtenida de las descripciones originales. Otras ilustraciones se obtuvieron de los libros Mamíferos de Venezuela (Linares 1998), Aves de Venezuela (Hilty 2003), Birds of Nothern South America (Restall et al. 2006), Ranas arlequines (Rueda-Almonacid et al. 2005), Libro Rojo de la Fauna Venezolana (Rodríguez & Rojas-Suárez 2003) y del afiche Mamíferos Marinos de Venezuela (Fundación Museo del Mar). En unos pocos casos donde fue imposible obtener la ilustración del taxón, se optó por colocar una especie muy similar, lo cual se indica.

Descripción

Categoría IUCN asignada, y criterios que avalan la designación

Identificación general de las características externas más importantes del taxón en su estado adulto, específicamente tamaño, coloración, forma, dimorfismo sexual, y particularidades relevantes. Se incluye información referida a la historia natural, aspectos biológicos, sinónimos y cambios taxonómicos aprobados por el International Committee for Zoological Nomenclature (ICZN).

Mapa Incluye una muestra de la distribución conocida para cada taxón en Venezuela. Los mapas fueron generados tomando en cuenta diversas fuentes publicadas (p. ej. Natureserve 2007, Linares 1998, Restall et al. 2006), además de nuevos datos aportados por los autores de las fichas. La base cartográfica utilizada es la proporcionada por el Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar (2001).

Distribución Distribución geográfica a escala mundial y en el territorio nacional. Se indican las localidades de procedencia o de observación, zonas donde el taxón ha sido extirpado, distribución altitudinal, además de información general sobre su hábitat y otros aspectos de interés.

32

Amenazas Resumen de las principales amenazas que enfrenta el taxón, señalando las diferencias existentes en las distintas zonas de su área de distribución.

Situación

Conservación

Resumen del estado actual de las poblaciones a escala nacional, haciendo énfasis en la situación regional. Es la información crítica para definir la categoría que corresponde al taxón a escala nacional, la cual representa el promedio del estado actual de sus diferentes subpoblaciones. Se reportan datos acerca del estado de conservación en otros países que puedan contribuir a clarificar la situación nacional. Presenta la categoría que se le asigna al taxón en sistemas de clasificación internacionales, tales como Libros Rojos de otros países y la clasificación señalada por IUCN a escala global. Incluye información sobre el tamaño poblacional estimado, su densidad o abundancia en Venezuela.

Expone qué medidas de conservación han sido tomadas en favor del taxón. Se resume la protección que brinda la legislación nacional, así como leyes o convenios internacionales (Apéndices del CITES, Protocolo SPAW). Se registran las áreas protegidas que incluyen su distribución y las actividades de conservación adelantadas en su favor por entes gubernamentales y organizaciones privadas. También incluye propuestas de conservación señaladas para el taxón, a partir de información publicada, de datos provenientes de encuestas realizadas por los investigadores o a criterio de los autores.


III. Situación Actual de la Fauna Venezolana

Distribución de Especies según Grupos Taxonómicos y Categorías de Riesgo

Distribución por Grados de Amenaza

La Lista Roja de la Fauna Venezolana 2008 está conformada por 748 especies: 4 extintas global o regionalmente (EX, ER), 198 amenazadas (CR, EN, VU), 138 casi amenazadas (NT) y 408 con Datos Insuficientes (DD). Esto representa más del doble que la Lista Roja de la Fauna Venezolana 1999, que incluyó a 341 especies: 3 posiblemente extintas, 96 amenazadas, 65 NT, 94 DD y 82 en otras categorías. Distribución de la Lista Roja de la Fauna Venezolana 2008

Clase

EX

ER

CR

EN

VU

NT

DD

Amphibia

1

-

11

5

10

38

95

Anthozoa

-

-

-

-

2

-

-

2

Arachnida

-

-

-

-

1

-

12

13

Aves

-

1

4

14

17

38

90

164

Bivalvia

-

-

-

-

-

2

-

2

Chondrichthyes

-

-

-

-

-

2

49

51 30

Total 160

Crustacea

-

-

-

1

9

3

17

Gastropoda

-

-

-

-

3

-

3

6

Insecta

-

-

-

7

11

18

40

76

Mammalia

-

1

3

14

27

19

64

128

Osteichthyes

1

-

-

14

23

14

29

81

Reptilia

-

-

5

4

13

4

9

35

Total

2

2

23

59

116

138

408

748

Distribución por Grupos Taxonómicos

Hay tres mecanismos que pueden haber producido el aumento del número de especies en la Lista Roja de la Fauna Venezolana: 1) Desmejora generalizada del estado de conservación de las especies del país, causando la disminución de la distribución y abundancia de un mayor número de especies, hasta alcanzar los umbrales definidos por los criterios cuantitativos de las Categorías de las Listas Rojas. 2) Incremento en el número de especies evaluadas según las Categorías de las Listas Rojas. 3) Mejora en el grado de conocimiento general sobre la fauna, especialmente sobre las especies menos abundantes o más restringidas, de manera que aumenta la información disponible para su evaluación frente a las Categorías de las Listas Rojas (UICN 2001). Seguramente, los tres mecanismos han contribuido con el crecimiento de la Lista Roja de la Fauna Venezolana. Para los anfibios, por ejemplo, su situación ha empeorado a escala global durante las últimas décadas (IUCN et al. 2006). Cuando se publicó la primera y la segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana en 1995 y 1999, respectivamente, no se había reportado ningún anfibio extinto y siete estaban considerados amenazados (Rodríguez & Rojas-Suárez 2003). En la actualidad, 26 anfibios venezolanos se encuentran amenazados y uno está extinto. Es probable que los cambios experimentados por los anfibios durante los últimos 13 años sean parte del fenómeno global de la declinación de los anfibios, que en gran medida sigue siendo poco comprendido.

33


Distribución por Grados de Amenaza Mamíferos

1 3 14 27 19 64

Aves

1 4

Sin embargo, aunque no se descarta que el estado de conservación de otros grupos de especies pueda haber desmejorado en tiempos recientes, creemos que gran parte del crecimiento de la Lista Roja Venezolana se debe a una expansión significativa de la información disponible. Por una parte, todas las especies de cinco grandes grupos taxonómicos – mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces de agua dulce – fueron evaluadas en esta oportunidad, contrastando con la evaluación selectiva realizada en 1995 y 1999. El número de especies evaluadas en otros grupos taxonómicos también creció, aunque por tratarse de taxa poco estudiados no se logró su cobertura total. Por otra parte, uno de los efectos más notables de las ediciones anteriores del Libro Rojo ha sido el aumento creciente del interés de la comunidad científica, las organizaciones gubernamentales y la sociedad civil organizada, por la investigación y la conservación de las especies amenazadas de extinción. Esto, combinado con la aparición de nuevos mecanismos de financiamiento de proyectos, como la Iniciativa Especies Amenazadas (IEA), ha causado una expansión notable de la información disponible para realizar evaluaciones. Las aves y los anfibios encabezan la Lista Roja de la Fauna Venezolana, con 164 (22% del total) y 160 (21%) especies, respectivamente. Le siguen los mamíferos con 128 (17%), peces óseos con 81 (11%), insectos con 76 (10%), peces cartilaginosos con 51 (7%), reptiles con 35 (5%), crustáceos con 30 (4%), arácnidos con 16 (2%), y los moluscos gasterópodos, corales y moluscos bivalvos, con 6, 2 y 2, respectivamente (< 1% cada uno). En cuanto a las especies amenazadas (CR, EN y VU), hay 44 mamíferos (22% del total), 37 peces óseos (19%), 35 aves (18%), 26 anfibios (13%), 22 reptiles (12%), 18 insectos (9%), 10 crustáceos (5%), 3 moluscos gasterópodos (2%), 2 corales (1%) y 1 arácnido (0,5%). Los peces cartilaginosos y los moluscos bivalvos no tienen especies amenazadas reportadas para Venezuela.

14 17 38

No es sorprendente que las aves, mamíferos, anfibios y peces óseos dominen tanto el total de especies en la lista como aquellas amenazadas, ya que se trata de algunos de los grupos taxonómicos mejor evaluados por los especialistas del Libro Rojo. Las cifras para los otros grupos, con la posible excepción de los reptiles (los cuales también fueron evaluados en detalle), son solamente una muestra de las especies amenazadas que contienen. Los invertebrados conforman la mayoría de las especies del planeta, por lo que seguramente tienen una proporción de especies amenazadas similar al de otros grupos taxonómicos. Sin embargo, a medida que el conocimiento sobre estos taxa aumente, es probable que su presencia en las listas rojas sea mayor.

90

Distribución espacial de las Especies Amenazadas

Cabe destacar que sólo se conoce de cuatro especies venezolanas extintas global o regionalmente: el sapito arlequín amarillo de Maracay (Atelopus vogli), el corroncho desnudo del lago de Valencia (Lithogenes valencia), la danta de montaña (Tapirus pinchaque) y el zorzal (Margarops fuscatus). Estas especies provienen de la cordillera de la Costa, la cuenca del lago de Valencia, la sierra de Perijá y la región insular, respectivamente. Todas estas regiones tienen claras amenazas en la actualidad, por lo que el hecho de que sean los sitios donde hayan ocurrido extinciones, sugiere que investigaciones adicionales son necesarias. Sin embargo, también es posible tomarse esta información con cierto optimismo cauteloso. Que solamente haya cuatro especies extintas reportadas para el país, sugiere que todavía hay excelentes oportunidades de conservar lo que permanece. Definir prioridades de conservación concretas y enfocar los esfuerzos futuros en estas especies es la mejor alternativa preventiva a nuestra disposición. La gran interrogante planteada por la Lista Roja de las Especies Amenazadas 2008 es la de las especies Casi Amenazadas (NT) y aquellas con Datos Insuficientes (DD). Conjuntamente, representan 72% de las especies incluidas en la lista (18% NT y 54% DD). El hecho de que más de la mitad de las especies de la lista sean DD indica que la investigación sobre el estado actual de la fauna de Venezuela aún tiene muchos vacíos por llenar. Una especie DD podría eventualmente ser clasificada como LC, pero también podría ser CR o incluso estar extinta global o regionalmente. Determinar la categoría definitiva de las DD es una de las acciones prioritarias para el futuro. En cuanto a las NT, éstas nos ofrecen un grupo sobre el cual enfocar nuestra atención inmediata. Pequeños cambios en los ecosistemas que habitan o en la presión generada por su aprovechamiento para subsistencia o comercio, pueden colocarlas entre las especies amenazadas en el corto plazo.

34


Distribución por Grados de Amenaza (cont.)

Causas que Afectan a las Especies Amenazadas Al igual que ocurre en el ámbito global (Baillie et al. 2004), la principal causa de riesgo de las especies amenazadas de Venezuela es la pérdida o degradación de hábitat, y este factor afecta a 83% de ellas. Todos los corales, arácnidos y gasterópodos en la Lista Roja de la Fauna de Venezuela están amenazados por esta causa, al igual que 95% de los peces óseos, 92% de las aves y la mayoría de los mamíferos (87%), insectos (78%), reptiles (78%) y anfibios (67%). Sin embargo, es importante recordar que los factores de riesgo no actúan de manera aislada, ya que en promedio las especies amenazadas venezolanas deben su situación actual a la acción conjunta de dos o tres factores. Sólo 15% están amenazadas por una sola causa, mientras que 4% de las especies están afectadas por 6-8 causas simultáneamente.

Reptiles

5 4 13 4 9

Distribución de los factores que afectan a las especies amenazadas venezolanas FACTORES

AMP

Total

Anfibios

ANT

ARA

AVE

CRU

GAS

INS

MAM

OST

REP

18 67

2 100

1 100

33 92

4 40

3 100

14 78

39 87

36 95

18 78

168 83

1

8 30

2 100

-

2 6

-

-

1 6

2 4

15 39

1 4

31 15

5

3 11

-

-

13 36

2 20

3 100

-

27 60

20 53

13 57

81 40

2 7

-

-

-

1 10

-

-

7 16

-

6 26

16 8

-

-

-

2 6

-

-

-

6 13

-

2 9

10 5

15 56

1 50

-

8 22

2 20

1 33

5 28

10 22

32 84

5 22

79 39

7 26

1 50

-

-

1 10

-

-

3 7

3 8

1 4

16 8

Pérdida / degradación de hábitat Número de especies Porcentaje (%)

11

Especies exóticas invasoras Número de especies Porcentaje (%)

10

Cosecha Número de especies Porcentaje (%)

38 95

Mortalidad accidental Número de especies Porcentaje (%)

Peces

Persecución Número de especies Porcentaje (%)

1 14

Contaminación Número de especies Porcentaje (%)

23 16

Desastres naturales Número de especies Porcentaje (%)

Cambios en la dinámica poblacional de especies nativas Número de especies Porcentaje (%)

78

Invertebrados

15 56

2 100

-

4 11

2 20

-

-

7 16

1 3

3 13

34 17

17 63

-

1 100

10 28

7 70

-

13 72

17 38

15 39

12 52

92 45

8

2 7

2 100

-

2 6

4 40

-

1 6

2 4

-

4 17

17 8

23

-

-

-

2 6

-

-

-

-

-

-

2 1

14 52

-

-

2 6

-

-

-

-

1 3

-

17 8

Factores intrínsecos Número de especies Porcentaje (%)

26

Perturbación humana Número de especies Porcentaje (%)

74

Otra Número de especies Porcentaje (%) Desconocida Número de especies Porcentaje (%)

Extinto Extinto a Nivel Regional En Peligro Crítico

AMP: Amphibia, ANT: Anthozoa, ARA: Arachnida, AVE: Aves, CRU: Crustacea, GAS: Gastropoda, INS: Insecta, MAM: Mammalia, OST: Osteichthyes, REP: Reptilia.

En Peligro Vulnerable Casi Amenazado Datos Insuficientes

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Ejemplos de especies y sus amenazas Hormiguero tororoi tachirense Grallaria chtonia La principal amenaza que enfrenta la fauna de Venezuela, es la pérdida o degradación de hábitat, que afecta al menos a 83% de las especies. Tal es el caso de esta pequeña ave endémica de Venezuela, y de otras especies del macizo de El Tamá, una de las áreas más amenazadas del país, donde existen sectores destinados a cafetales y a otros cultivos, ganadería e incendios forestales, así como otros impactos ambientales asociados a su situación de área fronteriza. Esta problemática incluso afecta casi 17% de la superficie del Parque Nacional El Tamá. En Peligro Crítico. Venado margariteño Odocoileus margaritae Este venado endémico y restringido se encuentra sujeto a una presión de cacería extrema para el consumo de su carne, que lo ha llevado a una situación crítica. Esta amenaza afecta a más del 40% de las especies reportadas en la Lista Roja, que son cazadas, cosechadas o perseguidas con diversos propósitos, incluyendo el consumo humano, usos de algunas de sus partes (cuernos, conchas, grasa, trofeos), abastecimiento del mercado de mascotas, el coleccionismo, o al considerarse como plagas u otras amenazas, por ignorancia o por simple diversión. En Peligro Crítico. Tinicalo del lago de Valencia Atherinella venezuelae Al menos 18% de los taxa incluidos en la Lista Roja Venezolana están siendo afectadas por especies exóticas invasoras. De hecho, una de las principales causas de la declinación poblacional de este pequeño pez endémico del lago de Valencia, ha sido la introducción de peces exóticos como la tilapia (Oreochromis mossambicus) y la petenia (Caquetaia kraussii), que utilizan al tinicalo como uno de los componentes principales de sus dietas, incluyendo sus huevos y larvas. Se considera que los peces introducidos podrían estar involucrados en la extinción del corroncho desnudo Lithogenes valencia. En Peligro. Cangrejo cavernícola de Perijá Chaceus caecus Al menos 45% de las especies listadas se consideran amenazadas por factores intrínsecos al taxón. La distribución restringida es uno de los más frecuentes, y cualquier taxón que posee un área de ocupación menor a 20 km2 califica como Vulnerable. Tal es el caso de este pequeño cangrejo ciego, cuyo hábitat se restringe a unas pocas cuevas en la sierra de Perijá. Adicionalmente, otros factores intrínsecos asociados a sus hábitos troglobios, altamente especializados para la vida en la profundidad de las cuevas, y baja tasa reproductiva, hacen a esta especie más susceptible a perturbaciones humanas. Vulnerable.

36

La segunda causa más importante son los factores intrínsecos (45%). La mayor parte de las especies amenazadas son especialistas de ecosistemas muy particulares, tienen bajo crecimiento poblacional o su distribución geográfica es muy pequeña. La totalidad de los arácnidos amenazados del país deben parte de su situación actual a factores intrínsecos de su biología y ecología, al igual que la mayoría de los insectos (72%), crustáceos (70%), anfibios (63%) y reptiles (52%). La cosecha y la contaminación son las dos causas que le siguen, afectando a 40% y 30% de las especies, respectivamente. Todos los moluscos gasterópodos están amenazados por la cacería, al igual que la mayor parte de los mamíferos (60%), reptiles (57%) y peces óseos (53%). La contaminación es una causa de amenaza importante para los peces óseos (84%), anfibios (56%) y corales (50%). El resto de las causas afectan a una proporción relativamente baja de las especies. Los cambios en la dinámica poblacional de especies nativas afectan a 17%, especies exóticas invasivas a 15%, mortalidad accidental, desastres naturales, perturbación humana y causas desconocidas a 8% cada una, persecución a 5% y otra a 1%. Es importante destacar, sin embargo, que algunas de estas causas minoritarias pueden afectar significativamente a algunos grupos de especies: las especies exóticas invasivas, los cambios en la dinámica poblacional de especies nativas y la perturbación humana son factores de riesgo para 100% de los corales amenazados. Las principales causas de riesgo de las especies amenazadas venezolanas para 2008 difieren de las señaladas en 1995 (Rodríguez & Rojas-Suárez 1998a). En la primera edición del Libro Rojo (Rodríguez & Rojas-Suárez 1995), la cosecha (expresada como cacería para alimento, comercio, mascotas, control de plaga y usos tradicionales) era la principal amenaza, afectando a 40% de las especies. Le seguía la pérdida o degradación de hábitat (29%) y las causas desconocidas (13%). Aunque en 2008 la cosecha sigue afectando a 40% de las especies, la pérdida o degradación de hábitat es el principal motivo de preocupación actual. También se ha reducido la proporción de especies con amenazas desconocidas a 8%, lo que evidencia las mejoras de nuestro conocimiento sobre especies amenazadas venezolanas durante la última década.

Comparativo de especies amenazadas según factores de riesgo Factores de amenaza Pérdida/degradación de hábitat Especies exóticas invasoras Cosecha Mortalidad accidental Persecución Contaminación Desastres naturales Cambios en la dinámica poblacional de especies nativas Factores intrínsecos Perturbación humana Otra Desconocida

1995 (*) %

2008 %

29 2 40 3 9 1 3 13

83 15 40 8 5 39 8 17 45 8 1 8

(*) Los análisis realizados sobre los datos de 1995 (Rodríguez & Rojas-Suárez 1998a), sólo se señaló la principal causa de riesgo de cada especie, mientras que en los análisis de 2008 se señalan todas las causas. Por esa razón, la columna de 1995 suma 100%, mientras que la columna de 2008 suma una cifra mayor.


Especies con Medidas de Protección Indirectamente, una proporción significativa de las especies amenazadas venezolanas están protegidas, al tener parte de su distribución geográfica incluida en áreas protegidas estrictas, como los parques nacionales, monumentos naturales y refugios de fauna (Rodríguez & Rojas-Suárez 1998b). Adicionalmente, existen herramientas legales a escala nacional e internacional, que incluyen especies particulares a las cuales se confieren diferentes tipos de protección. En el ámbito internacional, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), ampara alrededor de 5.000 especies de animales y 28.000 especies de plantas contra la explotación excesiva debido al comercio internacional (CITES 2006). Las especies están incluidas en tres apéndices (I, II y III), según el grado de amenaza debido al comercio internacional. En ocasiones se incluyen grupos enteros afectados por el comercio como los primates, cetáceos, tortugas marinas, loros, corales, cactus y orquídeas. En otros casos sólo se incluye una subespecie o una población geográficamente aislada de una especie (p. ej. la población de un país), por ser ésta el objeto de la actividad comercial. Las especies incluidas en el Apéndice I del CITES son aquellas que están consideradas en peligro de extinción y cuyo comercio se autoriza solamente bajo circunstancias excepcionales, como actividades de investigación científica o de conservación. En el Apéndice II se incluyen especies que aunque no estén en peligro de extinción actualmente, su comercio debe controlarse cuidadosamente para evitar que la explotación comprometa su supervivencia a largo plazo. En el Apéndice III se incluyen especies que están protegidas por la legislación de al menos un país, que solicita la asistencia de otros países signatarios del CITES para controlar su comercio internacional (CITES 2006). CITES incluye a 33 especies de la tercera edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana en el Apéndice I (7 aves, 17 mamíferos, 7 reptiles y 2 peces cartilaginosos) y 73 en el Apéndice II (2 anfibios, 50 aves, 10 mamíferos, 7 reptiles, 1 pez cartilaginoso, 2 peces óseos y 1 molusco).

APÉNDICE I CITES Nombre científico (*)

Nombre común

Aves Jabiru mycteria Harpia harpyja Vultur gryphus Carduelis cucullata Amazona barbadensis Ara macao Ara militaris

Nombre común

Reptiles Garzón soldado Águila arpía Cóndor Cardenalito Cotorra cabeciamarilla Guacamaya bandera Guacamaya verde

Caretta caretta Chelonia mydas Eretmochelys imbricata Lepidochelys olivacea Dermochelys coriacea

Tortuga cabezona Tortuga verde Carey Guaraguá Cardón

Peces cartilaginosos Pristis pectinata Pristis perotteti

Mamíferos Speothos venaticus Leopardus pardalis Leopardus tigrinus Leopardus wiedii Panthera onca Pteronura brasiliensis Tremarctos ornatus Balaenoptera borealis Balaenoptera edeni Balaenoptera physalus Megaptera novaeangliae Physeter macrocephalus Sotalia guianensis Priodontes maximus Tapirus pinchaque Cacajao melanocephalus Trichechus manatus Crocodylus acutus Crocodylus intermedius

Nombre científico (*)

Pez sierra común Pez sierra de dientes largos

Perro de monte Cunaguaro Gato de monte Tigrito Yaguar Perro de agua gigante Oso frontino Rorcual del norte Ballena arenquera Rorcual común Ballena jorobada Cachalote Bufeo negro Cuspón Danta de montaña Mono chucuto Manatí Caimán de la costa Caimán del Orinoco

* Algunos nombres científicos están en desuso.

37


APÉNDICE II CITES Nombre científico (*)

Nombre común

Anfibios Dendrobates leucomelas Epipedobates rufulus

* Algunos nombres científicos están en desuso.

38

Nombre común

Mamíferos Sapito minero Sapito niñera del Chimantá

Aves Sarkidiornis melanotos Aglaiocercus berlepschi Amazilia distans Avocettula recurvirostris Campylopterus ensipennis Chalcostigma heteropogon Chlorostilbon russatus Chlorostilbon stenura Coeligena bonapartei Doryfera ludovicae Eriocnemis cupreoventris Hylonympha macrocerca Lesbia nuna Lophornis stictolophus Metallura iracunda Phaethornis longirostris Ramphomicron microrhynchum Eudocimus ruber Accipiter collaris Accipiter poliogaster Buteo albigula Circus buffoni Harpagus diodon Harpyhaliaetus solitarius Leucopternis melanops Morphnus guianensis Oroaetus isidori Spizastur melanoleucus Falco deiroleucus Micrastur buckleyi Rupicola peruvianus Carduelis yarrellii Phoenicopterus ruber Ramphastos sulfuratus Amazona autumnalis Amazona dufresniana Amazona festiva Amazona mercenaria Amazona ochrocephala Ara ararauna Ara chloropterus Aratinga solstitialis Deroptyus accipitrinus Hapalopsittaca amazonina Nannopsittaca panychlora Orthopsittaca manilata Pionopsitta pyrilia Pyrrhura caeruleiceps Pyrrhura emma Pyrrhura rhodocephala

Nombre científico (*)

Pato de monte Colibrí coludo de Caripe Diamante de Wetmore Colibrí pico lezna Ala de sable verde Pico espina bronceado Esmeralda bronceada Esmeralda cola de alambre Colibrí inca ventridorado Pico lanza frentiverde Colibrí pantalón cobrizo Colibrí tijereta Colibrí coludo verde Coqueta coronada Colibrí de Perijá Ermitaño picolargo Colibrí pico espina Corocoro colorado Gavilán acollarado Gavilán ventrigris Gavilán gargantiblanco Aguilucho de ciénaga Gavilán calzón rufo Águila solitaria Gavilán carinegro Águila monera Águila de copete Águila blanquinegra Halcón pechianaranjado Halcón de Buckley Gallito de las sierras Jilguero cara amarilla Flamenco Piapoco pico verde Loro frentirojo Loro cariazul Loro lomirrojo Loro verde Loro real Guacamaya azul y amarilla Guacamaya roja Perico dorado Loro cacique Perico multicolor Chirica Guacamaya barriga roja Perico cabecidorado Perico de Perijá Perico pintado de Venezuela Perico cabecirojo

Puma concolor Lontra longicaudis Tapirus terrestris Myrmecophaga tridactyla Aotus lemurinus Ateles belzebuth Ateles hybridus Ateles paniscus Cebus albifrons Chiropotes israelita

Puma Perro de agua pequeño Danta Oso hormiguero Mono de noche del occidente Mono araña del sur Mono araña del norte Mono araña negro Mono capuchino cariblanco Mono barbudo

Reptiles Peltocephalus dumerilianus Podocnemis erythrocephala Podocnemis expansa Podocnemis lewyana Podocnemis unifilis Geochelone carbonaria Geochelone denticulata

Cabezón Chimpire Tortuga arrau Tortuga de río del Magdalena Terecay Morrocoy sabanero Morrocoy montañero

Peces cartilaginosos Rhincodon typus

Tiburón ballena

Peces óseos Hippocampus erectus Hippocampus reidi

Caballito de mar rayado Caballito de mar hocicudo

Moluscos Strombus gigas

Botuto


A escala nacional, hay dos decretos que protegen a las especies amenazadas de extinción: el Decreto Presidencial 1.485 que declara el listado de animales vedados para la caza (Venezuela 1996a) y el Decreto Presidencial 1.486 que señala el listado oficial de especies en peligro de extinción (Venezuela 1996b). El primero incluye a 30 mamíferos, 69 aves y 10 reptiles, y su cacería sólo está permitida “con fines de investigación científica, de control y de manejo de la fauna silvestre”. De forma similar, las especies en peligro de extinción, 22 mamíferos, 11 aves, 8 reptiles y 6 anfibios, sólo “podrán ser objeto de caza con fines científicos y de manejo”. Ambos decretos fueron publicados hace más de una década y hoy en día se dispone de más información sobre la fauna amenazada del país, sería una buena oportunidad para su revisión y actualización.

Animales vedados para la caza según el Decreto 1.485 Nombre científico (*)

Nombre común

Mamíferos Myrmecophaga tridactyla Dasypus kappleri Priodontes maximus Tremarctos ornatus Lontra longicaudis Pteronura brasiliensis Leopardus pardalis Leopardus tigrinus Leopardus wiedii Panthera onca Spheotos venaticus Globicephala macrorhynchus Grampus griseus Ziphius cavirostris Physeter catodon Orcinus orca Pseudorca crassidens Stenella frontalis Stenella longirostris Stenella coeruleoalba Steno bredanensis Delphinus delphis Sotalia fluviatilis Tursiops truncatus Inia geoffrensis Trichechus manatus Tapirus terrestris Mazama rufina Odocoileus virginianus Agouti taczanowskii

Oso hormiguero o palmero Cachicamo montañero Cuspón o cachicamo gigante Oso frontino o salvaje Nutria o perro de agua pequeño Perro de agua o nutria gigante Cunaguaro manigordo Cunaguaro o tigrillo Tigrito Yaguar o tigre americano** Perro de monte Ballena calderón negro Ballena calderón gris Ballena picuda Cachalote Orca o ballena pinta Orca falsa Delfín manchado Delfín tornillo Delfín listado Delfín pico largo o de dientes rugosos Delfín común Delfín estuarino Guamachín o delfín rostro de botella Tonina rosada Manatí Danta** Venado matacán candelillo Venado caramerudo o caramudo Lapa paramera

Aves Nothocercus julius Crypturellus erythropus margaritae Crypturellus erythropus cursitans Crypturellus ptaritepui Crypturellus duidae Anas flavirostris Anas cyanoptera Merganetta armata Aburria aburri Nothocrax urumutum Pauxi pauxi Odontophorus atrifrons Aratinga acuticaudata neoxena Ara macao Ara chloroptera Ara nobilis Amazona barbadensis Gallinago nobilis Chubbia jamesoni Columba squamosa Carduelis cucullata Carduelis yarrellii Rupicola rupicola Rupicola peruviana

Chócora Macagua o Soisola de Margarita Soisola de El Tamá Poncha de Ptari Tepui Poncha del Duida Pato serrano Barraquete colorado Pato de torrentes Gualí o pava negra Paují nocturno Paují copete de piedra Perdiz montañera Carapaico o ñángaro de Margarita Guacamaya bandera Guacamaya roja Guacamaya enana Cotorra cabeciamarilla Becasina paramera Becasina andina Paloma isleña Cardenalito Jilguero cara amarilla Gallito de las rocas Gallito de las sierras

Nombre científico (*)

Procnias averano Procnias alba Perissocephalus tricolor Psarocolius decumanus Psarocolius viridis Psarocolius angustifrons Cephalopterus ornatus Pyroderus scutatus Gymnoderus foetidus Momotus momota Andigena nigrirostris Ramphastos vitellinus Ramphastos citreolaemus Ramphastos culminatus Ramphastos ambiguus Ramphastos sulfuratus Ramphastos tucanus Ramphastos aurantiirostris Ramphastos cuvieri Monasa atra Dryocopus lineatus Campephilus melanoleucos Anhima cornuta Chauna chavaria Jabiru mycteria Euxenura maguari Ardea herodias Casmerodius albus (Egretta alba) Ardea cocoi Ajaia ajaja Eudocimus ruber Theristicus caudatus Cercibis oxycerca Phoenicopterus ruber Geranoaetus melanoleucus Sarcoramphus papa Vultur gryphus Harpya harpyja Harpyhaliaetus solitarius Morphnus guianensis Oroaetus isidori Spizaetus tyrannus Pandion haliaetus Bubo virginianus Nyctibius grandis

Nombre común

Campanero herrero Pájaro campanero Pájaro capuchino Conoto negro Conoto verde Conoto aceituno Pájaro paraguas Pájaro torero Pavita pescuecipelada Pájaro león Tucán azul Diostedé pico acanalado Diostedé garganticitrón Diostedé rabadilla dorada Diostedé pico negro Piapoco pico verde Piapoco pico rojo Piapoco pico dorado Piapoco pico curvo Pico de lacre Carpintero real barbirrayado Carpintero real pico amarillo Aruco Chicagüire Garzón soldado Gabán peonío o cigüeña Garzón cenizo Garza real Garza morena Garza paleta Corocoro colorado Tautaco Tarotaro Flamenco Águila real Rey zamuro Cóndor Águila arpía Águila solitaria Águila monera Águila de copete Águila tirana Águila pescadora Lechuzón orejudo Nictibio grande

Reptiles Geochelone carbonaria Geochelone denticulata Podocnemis expansa Dermochelys coriacea Chelonia mydas Lepidochelys olivacea Caretta caretta Eretmochelys imbricata Crocodylus intermedius Crocodylus acutus

Morrocoy negro Morrocoy amarillo Tortuga arrau o del Orinoco Tortuga sin concha o cardón Tortuga verde Tortuga bestia o lora Caguama o cabezona Parape o carey Caimán del Orinoco Caimán de la costa

* Algunos nombres científicos están en desuso. ** Sólo al norte de la línea Meta-Orinoco.

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Animales en peligro de extinción según el Decreto 1.486 Nombre científico (*)

Nombre común

Nombre científico (*)

Mamíferos Priodontes maximus Cebus apella margaritae Chiropotes satanas Cacajao melanocephalus Dinomys branickii Sciurus granatensis nesaeus Balaenoptera physalus Balaenoptera edeni Megaptera novaeangliae Physeter macrocephalus Speothos venaticus Tremarctos ornatus Pteronura brasiliensis Lutra longicaudis Panthera onca Leopardus pardalis Leopardus tigrinus Leopardus wiedii Trichechus manatus Tapirus terrestris Odocoileus virginianus margaritae Mazama rufina * Algunos nombres científicos están en desuso. ** Sólo al norte de la línea Meta-Orinoco.

Nombre común

Aves Cuspón Mono de Margarita Capuchino del Orinoco Mono chucuto Pacarana Ardilla de Margarita Rorcual común Ballena arenquera Ballena jorobada Cachalote Perro de monte Oso frontino Perro de agua Perro de agua pequeño del norte** Yaguar** Cunaguaro Tigrillo Margay Manatí Danta Venado de Margarita Venado matacán andino

Crypturellus erythropus margaritae Vultur gryphus Harpia harpyja Pauxi pauxi Aburria aburri Amazona barbadensis Aratinga acuticaudata neoxena Hapalopsottaca amazonina Ara militaris Carduelis cucullata Carduelis yarrellii

Soisola de Margarita o macagua Cóndor Águila arpía Paují copete de piedra Guali o pava negra Cotorra cabeciamarilla Carapaico o ñángaro de Margarita Perico multicolor Guacamaya verde Cardenalito Jilguero cara amarilla

Reptiles Eretmochelys imbricata Caretta caretta Chelonia mydas Lepidochelys olivacea Dermochelys coriacea Podocnemis expansa Crocodylus acutus Crocodylus intermedius

Carey Caguama Tortuga blanca Guaraguá Cardón Tortuga arrau Caimán de la costa Caimán del Orinoco

Anfibios Atelopus carbonerensis Atelopus cruciger Atelopus mucubajiensis Atelopus oxyrhynchus Atelopus pinangoi Atelopus sorianoi

Ranita amarilla de La Carbonera Sapito rayado del centro Sapito de Mucubají Sapito amarillo merideño Sapito de Piñango Sapito de Tovar

Subespecies Evaluadas y Categorizadas Las Categorías de las Listas Rojas de la IUCN están diseñadas para ser aplicadas al nivel taxonómico de especie o a niveles inferiores, como por ejemplo, subespecie o población (IUCN Standards and Petitions Working Group 2006). En la presente edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, se acordó restringir las evaluaciones a especies, sin considerar a las subespecies o poblaciones aisladas. Esto debido a que el procedimiento diseñado por IUCN recomienda la evaluación de la totalidad de las especies del país (lo cual fue logrado para aves, mamíferos, reptiles y peces de agua dulce), y si se hubiera aplicado el mismo criterio a las subespecies, el ejercicio habría sido logísticamente inmanejable. Adicionalmente, por ser un país megadiverso, gran parte de las especies venezolanas tienen más de una subespecie y muchas de éstas son muy poco conocidas, por lo que se prefirió abordar la evaluación de las subespecies del país (especialmente aquellas endémicas y aisladas de otras subespecies) como un ejercicio gradual para el futuro. Así mismo, no se realizó ninguna evaluación a un nivel superior de especie, como de hecho ocurrió en las ediciones anteriores, donde se evaluó la Familia Pseudotelphusidae completa (Crustacea: Decapoda) y que estaba clasificada como DD (Rodríguez & Rojas-Suárez 2003). Sin embargo, un grupo de subespecies sí fue evaluado y se incluyen a continuación. Es una colección poco sistemática e indudablemente incompleta, generada simplemente a partir del listado de subespecies que fueron evaluadas en las ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, combinadas con algunos taxa recomendados explícitamente por los expertos, participantes en la presente publicación. Las subespecies evaluadas e incluidas en el Libro Rojo de 1999, fueron reclasificadas en tres grupos: 1) Subespecies evaluadas por separado en 1999, que en 2008 fueron evaluadas a nivel de especie, ya sea porque la subespecie fue recientemente elevada a especie, o porque se integraron las diferentes subespecies y la evaluación se realizó para la especie como un todo. Las especies de este grupo clasificadas como amenazadas (CR, EN o VU) y DD en 2008 aparecen incluidas en el texto principal del libro. 2) Subespecies clasificadas como LC en 2008, que no están consideradas actualmente como casi amenazadas (NT) o amenazadas (CR, EN o VU), y por lo tanto no aparecen incluidas en la Lista Roja de las Subespecies de Fauna Venezolana (como ocurre con las especies). 3) Subespecies consideradas casi amenazadas (NT) o amenazadas (CR, EN o VU) en 2008, que conforman la Lista Roja de las Subespecies de Fauna Venezolana.

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Dieciocho taxa evaluados como subespecies en 1999, fueron evaluadas como especies en 2008. La tabla a continuación incluye el nombre con el que fueron evaluadas en ambos años, junto con la categoría respectiva.

Nombre común Venado matacán rojizo Venado matacán pardo-grisáceo Venado matacán andino Venado caramerudo paramero Venado caramerudo Venado de Margarita Perro de agua pequeño del norte Perro de agua pequeño guayanés Mono araña del sur Mono araña del norte Mono capuchino de Perijá Mono capuchino del sur del lago Pato serrano Ponchito cabecicastaño venezolano Perico multicolor Perico multicolor Lechuza estigia Jicotea

Nombre científico en 1999

Categoría en 1999 (*)

Mazama americana sheila Mazama gouazoubira cita Mazama rufina bricenii Odocoileus virginianus goudotii Odocoileus virginianus gymnotis Odocoileus virginianus margaritae Lutra longicaudis annectens Lutra longicaudis enudris Ateles belzebuth belzebuth Ateles belzebuth hybridus Cebus albifrons adustus Cebus albifrons leucocephalus Anas flavirostris altipetens Grallaricula cucullata venezuelana Hapalopsittaca amazonina amazonina Hapalopsittaca amazonina theresae Asio stygius robustus Trachemys scripta chichiriviche

Nombre científico en 2008

LC NT VU EN LC CR VU NT VU EP DD DD NT DD EN EN DD VU

Categoría en 2008

Mazama americana Mazama gouazoubira Mazama bricenii Odocoileus lasiotis Odocoileus virginianus Odocoileus margaritae Lontra longicaudis Lontra longicaudis Ateles belzebuth Ateles hybridus Cebus albifrons Cebus albifrons Anas flavirostris Grallaricula cucullata Hapalopsittaca amazonina Hapalopsittaca amazonina Asio stygius Trachemys scripta

DD DD VU EN LC CR VU VU VU EN DD DD DD VU EN EN DD NT

(*) Las abreviaciones corresponden a las categorías vigentes a partir de 2001, empleadas en la presente edición del Libro Rojo. En todos los casos, se ha reemplazado la abreviación de 1999 por la abreviación equivalente actual. En la mayor parte de los casos, ambos sistemas tienen categorías completamente equivalentes. La excepción son las especies catalogadas en 1999 como Menor Riesgo – Preocupación Menor (MRpm) y Menor Riesgo – Casi Amenazado (MRca). En la tabla, éstas fueron reemplazadas por LC y NT, respectivamente.

Catorce de las subespecies evaluadas en 1999, fueron catalogadas en 2008 como Preocupación Menor (LC) y por lo tanto no están incluidas en la Lista Roja de las Subespecies de Fauna Venezolana. Nombre común

Nombre científico

Categoría en 1999(*)

Categoría en 2008

Venado caramerudo

Odocoileus virginianus gymnotis

LC

LC

Cardenal bandera alemana del norte

Paroaria gularis nigrogenis

DD

LC

Babilla

Caiman crocodilus fuscus

LC

LC

Mariposa ninfálida

Epiphile chrysites venezuelensis

LC

LC

Mariposa ninfálida

Heliconius hecale baracnti

LC

LC

Mariposa ninfálida de Choroní

Prepona praeneste choroniensis

DD

LC

Mariposa papilionide

Papilio zagreus motilones

DD

LC

Mariposa papilionide

Papilio zagreus zagreus

DD

LC

Mariposa piéride

Catasticta uricoecheae bouvieri

LC

LC

Mariposa piéride

Tatochila xanthodice paramosa

LC

LC

Mariposa marrón de las selvas nubladas

Pedaliodes ferratilis luteocosta

LC

LC

Mariposa marrón de las selvas nubladas

Pedaliodes plotina rapha

LC

LC

Mariposa marrón de las selvas nubladas

Pedaliodes proerna fumaria

LC

LC

Mariposa marrón de los páramos

Penrosada gruntarae bolivari

LC

LC

(*) Las abreviaciones corresponden a las categorías vigentes a partir de 2001, empleadas en la presente edición del Libro Rojo. En todos los casos, se ha reemplazado la abreviación de 1999 por la abreviación equivalente actual. En la mayor parte de los casos, ambos sistemas tienen categorías completamente equivalentes. La excepción son las especies catalogadas en 1999 como Menor Riesgo – Preocupación Menor (MRpm) y Menor Riesgo – Casi Amenazado (MRca). En la tabla, éstas fueron reemplazadas por LC y NT, respectivamente.

Subespecies venezolanas amenazadas Mono de Margarita Cebus apella margaritae Única población insular de un mono amazónico. Se distribuye en los parches boscosos muy fragmentados de la isla de Margarita, en la serranía El Copey (incluyendo cerros del norte) y cerro Matasiete. Sobreviven entre 200 a 250 individuos. Está amenazado por su cacería como plaga de cultivos y su uso como mascota, así como por la fragmentación y destrucción de su hábitat (Márquez & Sanz 1994). En Peligro Crítico C1 Ñángaro Aratinga acuticaudata neoxena Restringido a las zonas áridas de la isla de Margarita, aledañas a laguna de La Restinga, único lugar en el mundo donde se reproduce. Su situación actual es alarmante y su extinción es altamente probable a mediano plazo, debido a la extracción ilegal de pichones para usarlos como mascotas. En 1991, se estimó que quedaban menos de 150 ñángaros, que bajo protección se incrementaron a casi 200 en pocos años. En la actualidad, esta tendencia se ha revertido y se estima que sobreviven menos de 50 aves. Los planes para su recuperación no han tenido mayor continuidad y éxito (Carrillo 2007). En Peligro Crítico A4; C1; D

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Subespecies venezolanas amenazadas (cont.) Perico carasucia de Margarita Aratinga pertinax margaritensis

Las subespecies que conforman la Lista Roja de las Subespecies de Fauna Venezolana son 12, de las cuales 8 están amenazadas: 2 En Peligro Crítico (CR), 2 En Peligro (EN) y 4 Vulnerable (VU).

Habita las islas de Coche, Cubagua y Margarita. Hasta hace poco considerada como no amenazada, una evaluación reciente determinó que la presión extrema de captura de pichones para mascotas ha disminuido su capacidad reproductiva. A esto se suma la destrucción de su hábitat, debido a urbanismos y a la minería de arena (I. Zager et al. com. pers.). En Peligro B1ab

Perico carasucia de Margarita

Aratinga pertinax margaritensis

EN

EN

Macagua

Crypturellus erythropus margaritae

CR

EN

Macagua Crypturellus erythropus margaritae

Ardilla de Margarita

Sciurus granatensis nesaeus

VU

VU

Polla de mangle de Margarita

Rallus longirostris margaritae

VU

VU

Endémica del cerro El Copey, al este de la isla de Margarita. Presenta extinciones locales en los cerros Guayamurí, Matasiete, La Valla y Tragaplata. Aparentemente es poco tolerante a modificaciones de su restringido hábitat natural y es cazada con frecuencia por los lugareños. Recientemente, se ha reportado que podría ser más frecuente de lo que se estimaba en algunas áreas del Parque Nacional Cerro El Copey (Rodríguez & RojasSuárez 2003). En Peligro B1ab(iii)

Nombre común

Nombre científico

Categoría en 1999(*)

Categoría en 2008

Mono de Margarita

Cebus apella margaritae

CR

CR

Ñángaro

Aratinga acuticaudata neoxena

CR

CR

Perico carasucia de La Tortuga

Aratinga pertinax tortuguensis

DD

VU

Soisola pata roja de Táchira

Crypturellus erythropus cursitans

VU

VU

Conejo de Caracas

Sylvilagus brasiliensis caracasensis

NT

NT

Conejo de Margarita

Sylvilagus floridanus margaritae

NT

NT

Estrella cuelliroja

Acestrura heliodor meridae

NT

NT

Curbina del lago

Cynoscion acoupa maracaiboensis

NT

NT

(*) Las abreviaciones corresponden a las categorías vigentes a partir de 2001, empleadas en la presente edición del Libro Rojo. En todos los casos, se ha reemplazado la abreviación de 1999 por la abreviación equivalente actual. En la mayor parte de los casos, ambos sistemas tienen categorías completamente equivalentes. La excepción son las especies catalogadas en 1999 como Menor Riesgo – Preocupación Menor (MRpm) y Menor Riesgo – Casi Amenazado (MRca). En la tabla, éstas fueron reemplazadas por LC y NT, respectivamente.

Ardilla de Margarita Sciurus granatensis nesaeus Se distribuye en los bosques húmedos y deciduos en las montañas del lado este de la isla de Margarita. Es muy poco lo que se conoce sobre esta subespecie, aunque se ha reportado que sus poblaciones han decrecido producto del desarrollo urbanístico, y se ha reportado su cacería ocasional para el consumo de su carne (Rodríguez & RojasSuárez 2003). Vulnerable B1ab(iii) Polla de mangle de Margarita Rallus longirostris margaritae Habita lagunas y humedales costeros de ambos lados de la isla de Margarita. Reportada en forma errónea como restringida al Parque Nacional Laguna de La Restinga, observaciones recientes indican que es menos escasa que lo estimado. Aun así, se trata de un taxón restringido y amenazado por destrucción y contaminación de los humedales donde habita (Rodríguez & RojasSuárez 2003). Vulnerable B1ab(iii) Perico carasucia de La Tortuga Aratinga pertinax tortuguensis Endémico de la isla La Tortuga. Se ha reportado su captura para su uso como mascota. Es probable que los animales exóticos introducidos (ratas, gatos, chivos) estén afectando su hábitat de alimentación o depreden sobre pichones y adultos. Su insularidad y distribución restringida aumentan su vulnerabilidad (Rodríguez & Rojas-Suárez 2003). Vulnerable B1ab(iii) Soisola pata roja de Táchira Crypturellus erythropus cursitans Ave de distribución restringida, localizada en Venezuela en el macizo de El Tamá. Enfrenta una fuerte presión de cacería para consumo humano y un fuerte deterioro de los ambientes por actividades agrícolas, deforestaciones y crecimiento urbano, entre otras causas (Rodríguez & Rojas-Suárez 2003). Vulnerable B1ab(iii)

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Destaca la situación de la isla de Margarita, con una subespecie endémica casi amenazada (Sylvilagus floridanus margaritae) y seis amenazadas (Cebus apella margaritae, Aratinga acuticaudata neoxena, Aratinga pertinax margaritensis, Crypturellus erythropus margaritae, Sciurus granatensis nesaeus, Rallus longirostris margaritae). Así mismo, el venado de Margarita (Odocoileus margaritae) está considerado En Peligro Crítico, mientras que sus dos poblaciones de carnívoros nativos, el cunaguaro (Leopardus pardalis) y el mapurite (Conepatus semiestriatus) también están amenazados (Rodríguez & Rojas-Suárez 2003). Además, al menos dos especies se han extinguido localmente en la isla: el flamenco (Eudocimus ruber) y el caimán de la costa (Crocodylus acutus). Estas cifras posiblemente reflejen un interés y el conocimiento creciente que se tiene sobre la problemática que enfrenta la biodiversidad neoespartana (Rodríguez 2007). Sin embargo, es probable que la región insular venezolana esté enfrentando una crisis de extinción que requiera de acciones contundentes e inmediatas, y que Margarita sea sólo el ejemplo mejor estudiado.


IV. Lista Roja de la Fauna Venezolana

Lista Roja por Categoría de Amenaza EX

Extinto

Nombre común

Nombre científico

AMPHIBIA Sapito arlequín amarillo de Maracay

Atelopus vogli

OSTEICHTHYES Corroncho desnudo del lago de Valencia

Lithogenes valencia

ER

Extinto a Nivel Regional

Nombre común

Nombre científico

MAMMALIA Danta de montaña

Tapirus pinchaque

AVES Zorzal

Margarops fuscatus

CR

En Peligro Crítico

Nombre común

Nombre científico

MAMMALIA Manatí Ratón de Los Olivitos Venado margariteño

Trichechus manatus Oryzomys gorgasi Odocoileus margaritae

AVES Cóndor Cardenalito Jilguero cara amarilla Hormiguero tororoi tachirense

Vultur gryphus Carduelis cucullata Carduelis yarrellii Grallaria chtonia

REPTILIA Cardón Carey Tortuga arrau

Dermochelys coriacea Eretmochelys imbricata Podocnemis expansa

Nombre común

Nombre científico

Caimán del Orinoco Tuqueque de Monte Cano

Crocodylus intermedius Lepidoblepharis montecanoensis

AMPHIBIA Rana mapurite Sapito amarillo de La Carbonera Sapito amarillo y rojo de Niquitao Sapito rayado Sapito amarillo de Mucubají Sapito amarillo de Mérida Sapito verdirrojo de Piñango Sapito anaranjado de San Francisco Sapito arlequín de Guaramacal Sapito arlequín de Tamá Sapito acollarado de Rancho Grande

Aromobates nocturnus Atelopus carbonerensis Atelopus chrysocorallus Atelopus cruciger Atelopus mucubajiensis Atelopus oxyrhynchus Atelopus pinangoi Atelopus sorianoi Atelopus sp.nov. Atelopus tamaense Mannophryne neblina

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EN

Nombre común

Nombre científico

MAMMALIA Comadrejita falconiana Cuspón Mono araña del norte Ratón de Yacambú Pacarana Ratón mochilero de Paraguaná Ratón de agua del Táchira Murciélago narigudo menor Murciélago bigotudo de Paraguaná Perro de agua Oso frontino Venado paramero Rorcual del norte Rorcual común

Marmosops cracens Priodontes maximus Ateles hybridus Aepeomys reigi Dinomys branickii Heteromys oasicus Neusticomys mussoi Lonchorhina fernandezi Pteronotus paraguanensis Pteronura brasiliensis Tremarctos ornatus Odocoileus lasiotis Balaenoptera borealis Balaenoptera physalus

AVES Pato negro Paují copete de piedra Cotarita de costados castaños Polla de Wetmore Cotorra cabeciamarilla Guacamaya verde Perico multicolor Colibrí coludo de Caripe Colibrí tijereta Chiví cabecigris Hormiguero pico de hoz Diglosa negra Candelita de Paria Atrapamoscas de Caripe

Netta erythrophthalma Pauxi pauxi Laterallus levraudi Rallus wetmorei Amazona barbadensis Ara militaris Hapalopsittaca amazonina Aglaiocercus berlepschi Hylonympha macrocerca Basileuterus griseiceps Clytoctantes alixii Diglossa venezuelensis Myioborus pariae Phyllomyias urichi

REPTILIA Tortuga cabezona Tortuga verde Guaraguá Caimán de la Costa

Caretta caretta Chelonia mydas Lepidochelys olivacea Crocodylus acutus

VU

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En Peligro Nombre común

Nombre científico

AMPHIBIA Rana arborícola del Socopó Ranita de cristal del Ávila Sapito silbador del Socopó Sapito acollarado del Socopó Sapito rojo del Yapacana

Dendropsophus amicorum Hyalinobatrachium guairarepanensis Leptodactylus magistris Mannophryne lamarcai Minyobates steyermarki

OSTEICHTHYES Babosito del Albarregas Bagre pintado Bagre ciego del Motatán Bagre cinchado de los Andes Corroncho del lago de Valencia Corroncho del Tuy Bagre guitarrita andino Paleta de la cuenca del Tuy Laucha del Chama y Mocotíes Laucha del Motatán Pez anual de La Guajira Pez anual de Tucacas Rachovia de La Guajira Tinicalo del lago de Valencia

Astroblepus orientalis Batrochoglanis mathisoni Cetopsis motatanensis Cetopsorhamdia picklei Chaetostoma pearsi Cordylancistrus nephelion Dupouyichthys sapito Rineloricaria caracasensis Trichomycterus emanueli Trichomycterus motatanensis Austrofundulus guajira Austrofundulus leohoignei Rachovia brevis Atherinella venezuelae

INSECTA Mariposa marrón de Perijá Diáfano de Niquitao Mariposa braquíptera de Bordón Mariposa marrón de Albarregas Mariposa marrón de Juan Félix Sánchez Corsario de San Esteban Elfo feroz

Dangond dangondi Diaphanos curvignathos Redonda bordoni Steromapedaliodes albarregas Steromapedaliodes sanchezi Archilestes tuberalatus Philogenia ferox

CRUSTACEA Camaroncito de río de Rancho Grande

Atya dressleri

Vulnerable

Nombre común

Nombre científico

Nombre común

Nombre científico

MAMMALIA Comadrejita musaraña andina Oso hormiguero Mono de noche del occidente Mono araña del sur Mono barbudo Ratón pescador andino Rata de agua de Pittier Rata de bambusales Ratón del Roraima Puercoespín peludo escarchado Rata andina olivácea Murciélago cardonero Murciélago cola libre de Peale Murciélago frugívoro gigante andino Murciélago de ventosas mayor Cunaguaro Gato de monte Tigrito Perro de agua pequeño Yaguar Perro de monte Danta Venado matacán candelillo

Caenolestes fuliginosus Myrmecophaga tridactyla Aotus lemurinus Ateles belzebuth Chiropotes israelita Chibchanomys trichotis Ichthyomys pittieri Olallamys edax Podoxymys roraimae Sphiggurus pruinosus Thomasomys hylophilus Leptonycteris curasoae Nyctinomops aurispinosus Sturnira aratathomasi Thyroptera lavali Leopardus pardalis Leopardus tigrinus Leopardus wiedii Lontra longicaudis Panthera onca Speothos venaticus Tapirus terrestris Mazama bricenii

Tonina del Orinoco Ballena jorobada Cachalote Bufeo negro

Inia geoffrensis Megaptera novaeangliae Physeter macrocephalus Sotalia guianensis

AVES Chicagüire Pato de torrentes Pato de monte Águila arpía Águila monera Pava negra Perdiz frentinegra Paloma isleña Perico cabecidorado Colibrí de Perijá Carpintero gigante Hormiguero tororoi excelso Ponchito cabecicastaño Buscador lomipizarra Fafao gargantiblanco Piscuiz de Perijá Rabiblando del Orinoco

Chauna chavaria Merganetta armata Sarkidiornis melanotos Harpia harpyja Morphnus guianensis Aburria aburri Odontophorus atrifrons Patagioenas squamosa Pionopsitta pyrilia Metallura iracunda Campephilus pollens Grallaria excelsa Grallaricula cucullata Hemispingus goeringi Premnoplex tatei Schizoeaca perijana Thripophaga cherriei


Nombre común

Nombre científico

Nombre común

Nombre científico

REPTILIA Cabezón del Zulia Cabezón Terecay Galápago de Maracaibo Lagartijo trompa roja Anadia del Turimiquire Anadia de Paria Anolis de la Mesa Turik Anolis del Tetari Tierrera del Turimiquire Tierrera de Mesa Turik Lagartija de cerro Humo Lagartija lucia del Turimiquire

Messoclemmys zuliae Peltocephalus dumerilianus Podocnemis unifilis Rhinoclemmys diademata Ameiva provitaae Anadia blakei Anadia pariaensis Anolis euskalerriari Anolis tetarii Atractus matthewi Atractus turikensis Euspondylus monsfumus Mabuya croizati

Bagre paletón del lago de Maracaibo Bagre doncella Bagrecito sanguijuela de Yaracuy Laucha de Mérida Bagre de Chacaíto Bagrecito ciego cavernícola de Perijá Pez anual de la Costa

Sorubim cuspicaudus Sorubimichthys planiceps Trichomycterus arleoi Trichomycterus meridae Trichomycterus mondolfi Trichomycterus spelaeus Rachovia hummelincki

ARACHNIDA Seudoescorpión cavernícola de San Luis

Charinus tronchonii

AMPHIBIA Sapito niñera del Murisipán Sapito acollarado de Churuguara Sapito rugoso de cerro El Sol Sapito rugoso del Kukenán Sapito rugoso del Roraima Sapito rugoso del Ilú Rana estefanía de Brewer Rana estefanía del Yuruaní Ranita tepuyana del Ptari Salamandra de La Carbonera

Colostethus murisipanensis Mannophryne caquetio Oreophrynella huberi Oreophrynella nigra Oreophrynella quelchii Oreophrynella vasquezi Stefania breweri Stefania riveroi Tepuihyla rimarum Bolitoglossa spongai

INSECTA Catópido ciego de la cueva del Guácharo Escarabajo ciego de la cueva de Hueque Cucaracha ciega venezolana Diáfano de Huber Mariposita blanca del páramo Mariposa marrón de Schubert Elfo de Aroa Cola de hoja del Tamá Elfo menor Elfo de Paria Riegapozo colorado

Neotropospeonella decui Trogloguignotus concii Paranocticola venezuelana Diaphanos huberi Lymanopoda paramera Steromapedaliodes schuberti Philogenia polyxena Phyllogomphoides brunneus Sciotropis cyclanthorum Sciotropis lattkei Sympetrum evanescens

OSTEICHTHYES Sardinita del Aroa y Yaracuy Pavón del Cuyuní Dientefrío del Tocuyo Dientefrío pintado de Yaracuy Tetradiamante Pámpano del lago de Maracaibo Caribe del Tuy y Neverí Corroncho cavernícola de Perijá Babosito de los Andes Bagre cunaguaro Corroncho del Guaire Aguja de los Andes Aguja del Aroa Aguja de Maracaibo Malarmo Paleta andina

Bryconamericus charalae Cichla ocellaris Creagrutus crenatus Creagrutus lepidus Moenkhausia pittieri Mylossoma acanthogaster Serrasalmus neveriensis Ancistrus galani Astroblepus phelpsi Brachyplatystoma juruense Chaetostoma guairense Farlowella curtirostra Farlowella martini Farlowella taphorni Platysilurus malarmo Rineloricaria rupestre

CRUSTACEA Cangrejo de tierra Cangrejo cavernícola de Perijá Cangrejo cavernícola de Mesa Turik Camaroncito de río de la Gran Sabana Camaroncito del río Aguaro Camaroncito de río del lago de Valencia Camaroncito del río Caris Langosta espinosa Isópodo ciego de la cueva de Toromo

Cardisoma guanhumi Chaceus caecus Chaceus turikensis Euryrhynchus pemoni Macrobrachium pumilum Macrobrachium reyesi Macrobrachium rodriguezi Panulirus argus Zulialana coalescens

GASTROPODA Caracol porcelana Botuto Quigua

Cypraea mus Strombus gigas Cittarium pica

ANTHOZOA Coral cacho de venado Coral cacho de alce

Acropora cervicornis Acropora palmata

NT

Casi Amenazado

Nombre común

Nombre científico

Nombre común

Nombre científico

MAMMALIA Comadreja lanuda Comadrejita andina Comadrejita desértica Comadreja colicorta andina Cuspa montañera zuliana Pereza de dos dedos zuliana Mono chucuto Lapa andina Rata de agua andina Rata zuliana Murciélago longirostro pardo Murciélago blanco cremoso Murciélago polinívoro andino Murciélago marrón de los desiertos Murcielaguito amarillo de los desiertos Murciélago frugívoro de Mérida Murciélago de ventosas de vientre pardo Gran falso vampiro Puma

Caluromys lanatus Gracilinanus dryas Marmosa xerophila Monodelphis adusta Cabassous centralis Choloepus hoffmmani Cacajao melanocephalus Cuniculus taczanowskii Ichthyomys hydrobates Sigmodontomys alfari Anoura latidens Diclidurus isabellus Lonchophylla robusta Myotis nesopolus Rhogeessa minutilla Sturnira bidens Thyroptera discifera Vampyrum spectrum Puma concolor

AVES Poncha tepuyana Tarotaro Cigüeña Corocoro colorado Flamenco Pato carretero Gavilán acollarado Águila solitaria Águila de copete Paují de copete Perdiz montañera Loro frentirrojo Loro cariazul Loro verde Guacamaya azul y amarilla Guacamaya bandera Ala de sable verde Esmeralda bronceada Colibrí inca ventridorado Colibrí pico espina

Crypturellus ptaritepui Cercibis oxycerca Ciconia maguari Eudocimus ruber Phoenicopterus ruber Neochen jubata Accipiter collaris Harpyhaliaetus solitarius Oroaetus isidori Crax daubentoni Odontophorus columbianus Amazona autumnalis Amazona dufresniana Amazona mercenaria Ara ararauna Ara macao Campylopterus ensipennis Chlorostilbon russatus Coeligena bonapartei Ramphomicron microrhynchum

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Nombre común

46

Nombre científico

Nombre común

Nombre científico

Tucán azul Diostedé garganticitrón Piapoco pico verde Come fruta talabartero Chiví gargantigris Saltarín buchiblanco Reinita cerúlea Hormiguero tororoi guatemalteco Candelita frentiblanca Hormiguero pechinegro Pitajo negro Semillero picón grande Cotinga roja Atrapamoscas piojito Gallito de las sierras Pájaro ratón de corona blanca Espiguero apizarrado Trepapalo listado

Andigena nigrirostris Ramphastos citreolaemus Ramphastos sulfuratus Ampelioides tschudii Basileuterus cinereicollis Corapipo leucorrhoa Dendroica cerulea Grallaria guatemalensis Myioborus albifrons Myrmeciza laemosticta Ochthoeca nigrita Oryzoborus maximiliani Phoenicircus carnifex Polystictus pectoralis Rupicola peruvianus Scytalopus atratus Sporophila schistacea Thripadectes holostictus

CHONDRICHTHYES Tiburón chuchivano Tiburón azul

Negaprion brevirostris Prionace glauca

OSTEICHTHYES Cachama Tetra del Aroa Morocoto Escalar de Venezuela Valentón Bagre dorado Bagre atero Mariana Cajaro Bagre rayado Bagre tuname Bagre del río Guaire Bagre amarillo Caballito de mar rayado

Colossoma macropomun Hyphessobrycon fernandezi Piaractus brachypomus Pterophylum altum Brachyplatystoma filamentosum Brachyplatystoma rousseauxi Brachyplatystoma vaillanti Doraops zuloagai Phractocephalus hemiliopterus Pseudoplatystoma fasciatum Pseudoplatystoma tigrinum Rhamdia guairense Zungaro zungaro Hippocampus erectus

REPTILIA Morrocoy sabanero Morrocoy montañero Chimpire Jicotea

Geochelone carbonaria Geochelone denticulata Podocnemis erythrocephala Trachemys scripta

AMPHIBIA Sapo cruzado Ranita de cristal de altura Ranita de cristal de sierra de Lema Ranita de cristal de Castroviejo Ranita de cristal del Duida Ranita de cristal de Rivero Ranita de cristal de Paria Sapito niñera de Guanay Sapito niñera de Praderío Sapito niñera del Roraima Rana-sapo tepuyana de Collonnello Rana-sapo del Duida Ranita silbadora del Tamá Ranita sin tímpano de Aragua Ranita paramera de Boconó Ranita nublada reticulada Ranita nublada del Turimiquire Sapito niñera del Chimantá Ranita de cristal de Rancho Grande Ranita de cristal frágil Rana lémur de Henri Pittier Rana andina de Jahn Sapito acollarado orocostense Sapito acollarado de Rivero Sapito rugoso del Marahuaka Ranita arborícola de Inparques Sapito de niebla de manchas blancas Sapito de niebla merideño Sapito rugoso del Auyan-Tepui Rana estefanía del Hermano Ginés Rana estefanía del Duida Rana estefanía de ojos grandes Rana estefanía del Aprada Rana estefanía del Auyan-Tepui Rana tepuyana del Duida Rana tepuyana del Auyan-Tepui Rana tepuyana de labios amarillos Salamandra costera

Bufo sternosignatus Centrolene altitudinale Centrolene lema Cochranella castroviejoi Cochranella duidaeana Cochranella riveroi Cochranella vozmedianoi Colostethus guanayensis Colostethus praderioi Colostethus roraima Dischidodactylus colonnelloi Dischidodactylus duidensis Eleutherodactylus anolirex Eleutherodactylus anotis Eleutherodactylus boconoensis Eleutherodactylus reticulatus Eleutherodactylus turimiquirensis Epipedobates rufulus Hyalinobatrachium antisthenesi Hyalinobatrachium fragile Hylomantis medinai Hyloscirtus jahni Mannophryne herminae Mannophryne riveroi Metaphryniscus sosae Myersiohyla inparquesi Nephelobates alboguttatus Nephelobates meridensis Oreophrynella cryptica Stefania ginesi Stefania goini Stefania oculosa Stefania satelles Stefania schuberti Tepuihyla aecii Tepuihyla edelcae Tepuihyla luteolabris Bolitoglossa borburata

INSECTA Mariposa hespéride de Clark Limanopoda de la selva nublada de Mérida Mariposita marrón de Quintero Mariposa marrón de Roraima y Kukenán Mariposa marrón de los páramos Cola de bulbo Cortanariz andina roja Libélula Libélula Libélula Libélula modesta Cola de bulbo Libélula Cortanariz del cóndor Cortanariz del Táchira Caballito zancudo del Tamá Caballito zancudo Motilón Caballito zancudo de Perijá

Atalopedes clarkei Lymanopoda marianna Penrosada quinterae Protopedaliodes kukenani Steromapedaliodes albonotata Agriogomphus jessei Andaeschna timotocuica Cora inca Cora xanthostoma Euthore fastigiata Mecistogaster modesta Phyllogomphoides semicircularis Polythore terminata Rhionaeschna condor Rhionaeschna demarmelsi Teinopodagrion epidrium Teinopodagrion turikum Teinopodagrion vilorianum

CRUSTACEA Copépodo Copépodo Copépodo de Oswaldo Cruz

Oithona hebes Oithona neotropica Oithona oswaldocruzi

BIVALVIA Ostra de mangle Ostra perla

Crassostrea rhizophorae Pinctada imbricata


DD

Datos Insuficientes

Nombre común

Nombre científico

Nombre común

Nombre científico

MAMMALIA Comadrejita montana Comadrejita tepuyana Comadrejita altimontana Comadreja colicorta de sierra de Lema Mono araña negro Mono capuchino cariblanco Picure zuliano Ratón mochilero suramericano Rata listada cola de pincel Picurito rabudo Ratón pescador de Los Pijiguaos Rata trepadora erizada Ratón escalador andino Rata escaladora montana Rata andina grande Rata andina amarillenta Murciélago longirostro merideño Murciélago frugívoro grande Murciélago frugívoro guayanés Murciélago frugívoro negro Murciélago de pelo áspero Murciélago longirostro de la Costa Murciélago cola libre canela Murciélago blanco mayor Murciélago vampiro peludo Murciélago cola libre de los morichales Murciélago orejudo mayor Murciélago orejudo tricoloreado Murciélago orejigrande común Murciélago canoso alinegra Murciélago narigudo raro Murciélago narigudo del Orinoco Murciélago orejudo ventriblanco Murciélago aplastado Murciélago perruno sepia Murciélago mastín diminuto Murciélago amazónico de sacos Murciélago lanceolado Murciélago listado guayanés Murciélago listado norteño Murciélago frutero amazónico Murciélago de listas Murciélago amazónico de Ega Murciélago mastín de los Andes Murcielaguito de listas dorsales Cuchicuchi cola anillada Guache paramero Venado matacán rojizo Venado matacán pardo grisáceo Ballena arenquera Orca pigmea Ballena piloto de aleta corta Calderón gris Cachalote enano Delfín de Fraser Ballenato picudo de Gervais Orca Orca falsa Delfín celador Delfín pintado Delfín tornillo Delfín de dientes rugosos Delfín guamachín Ballena de Cuvier

Gracilinanus marica Marmosa tyleriana Marmosops impavidus Monodelphis reigi Ateles paniscus Cebus albifrons Dasyprocta punctata Heteromys australis Isothrix bistriata Myoprocta exilis Neusticomys venezuelae Oecomyx rex Rhipidomys fulviventer Rhipidomys venustus Thomasomys aureus Thomasomys vestitus Anoura luismanueli Artibeus amplus Artibeus concolor Artibeus obscurus Centronycteris maximiliani Choeroniscus godmani Cynomops abrasus Diclidurus ingens Diphylla ecaudata Eumops maurus Glyphonycteris daviesi Glyphonycteris sylvestris Histiotus humboldti Lasiurus atratus Lonchorhina inusitata Lonchorhina orinocensis Lophostoma carrikeri Molossops mattogrossensis Molossops neglectus Molossus coibensis Peropteryx leucoptera Phyllostomus latifolius Platyrrhinus aurarius Platyrrhinus umbratus Rhinophylla fischerae Saccopteryx gymnura Scleronycteris ega Tadarida brasiliensis Vampyressa bidens Bassaricyon beddardi Nasuella olivacea Mazama americana Mazama gouazoubira Balaenoptera edeni Feresa attenuata Globicephala macrorhynchus Grampus griseus Kogia simus Lagenodelphis hosei Mesoplodon europaeus Orcinus orca Pseudorca crassidens Stenella clymene Stenella frontalis Stenella longirostris Steno bredanensis Tursiops truncatus Ziphius cavirostris

AVES Chócora de Tamá Gallina azul Garza enana amarilla

Nothocercus julius Tinamus tao Ixobrychus involucris

Garza cebra Pato malibú Barraquete colorado Pato serrano Pato real Yaguaso colorado Gavilán ventrigris Gavilán gargantiblanco Halcón pechianaranjado Gavilán calzón rufo Gavilán carinegro Halcón de Buckley Cotara unicolor Gallineta pico de plata Cotarita pechiblanca Polla pico rojo Polla pintada Polla negra Polla de mangle Tiñosa chocora Becasina gigante Zarapito americano Playerito canelo Palomita pechirroja Loro lomirrojo Perico dorado Perico de Perijá Perico pintado de Venezuela Cuclillo de manglar Pájaro váquiro Cucurucú barriga amarilla Lechuza estigia Curucucú canela Diamante de Wetmore Colibrí pico lezna Pico espina bronceado Esmeralda cola de alambre Vencejo cuatro ojos Pico lanza frentiverde Colibrí pantalón cobrizo Ermitaño picolargo Telegrafista punteado Carpintero barriga amarilla Semillero de carrizales Atlapetes nuca pálida Chiví corona castaña Cachaquito rabadilla azul Arrendajo negro solitario Trepador piquicurvado Tangara orejinaranja Mielero rufo Atrapamoscas boreal Cotinga azul Güitío cabecirrayado Frutero crestirrufo Mielero vientre blanco Trepador garganta canela Trepador rojizo Trepador barreteado Burujara plomiza Sabanero coludo del Duida Ponchito pechiescamado Buscador orejinegro Buscador rey Buscador cabecinegro Cotinguita fusca Cotinga pirarí Minero collar rosado

Zebrilus undulatus Anas bahamensis Anas cyanoptera Anas flavirostris Cairina moschata Dendrocygna bicolor Accipiter poliogaster Buteo albigula Falco deiroleucus Harpagus diodon Leucopternis melanops Micrastur buckleyi Amaurolimnas concolor Fulica caribaea Laterallus melanophaius Neocrex erythrops Pardirallus maculatus Pardirallus nigricans Rallus longirostris Anous minutus Gallinago undulata Numenius americanus Tryngites subruficollis Claravis mondetoura Amazona festiva Aratinga solstitialis Pyrrhura caeruleiceps Pyrrhura emma Coccyzus minor Neomorphus rufipennis Aegolius harrisii Asio stygius Megascops petersoni Amazilia distans Avocettula recurvirostris Chalcostigma heteropogon Chlorostilbon stenura Cypseloides cherriei Doryfera ludovicae Eriocnemis cupreoventris Phaethornis longirostris Picumnus nigropunctatus Veniliornis dignus Amaurospiza carrizalensis Atlapetes pallidinucha Basileuterus rufifrons Buthraupis eximia Cacicus solitarius Campylorhamphus pusillus Chlorochrysa calliparaea Conirostrum rufum Contopus cooperi Cotinga nattererii Cranioleuca hellmayri Creurgops verticalis Dacnis albiventris Dendrexetastes rufigula Dendrocincla homochroa Dendrocolaptes sanctithomae Dysithamnus tucuyensis Emberizoides duidae Grallaricula loricata Hemispingus melanotis Hemispingus reyi Hemispingus verticalis Iodopleura fusca Laniisoma elegans Lipaugus streptophorus

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Nombre común

Nombre científico

Nombre común

Nombre científico

Atrapamoscas ligero menor Candelita de Guaiquinima Golondrina de patas pálidas Semillero ventricastaño Semillero picón Cabezón brillante Atrapamoscas cerdoso venezolano Granicera degollada Doradito copetón Piscuiz barbiblanco Pájaro ratón claro Cuaresmero Espiguero negriblanco Rabicano menor Hormiguerito rabadilla rufa Hormiguero bermejo Pavita hormiguera coronipintada Titirijí de Maracaibo Reinita alidorada

Mecocerculus minor Myioborus cardonai Notiochelidon flavipes Oryzoborus angolensis Oryzoborus crassirostris Pachyramphus surinamus Phylloscartes venezuelanus Pipreola whitelyi Pseudocolopteryx sclateri Schizoeaca fuliginosa Scytalopus griseicollis Sericossypha albocristata Sporophila luctuosa Stigmatura napensis Terenura callinota Thamnistes anabatinus Thamnophilus multistriatus Todirostrum viridanum Vermivora chrysoptera

REPTILIA Cabezón del Amazonas Tortuga de río del Magdalena Babo morichalero Babo negro Cascabel serrano Tuqueque de Perijá Tuqueque de Miraflores Lagartija de vientre amarillento Lagartija de Uzzeli

Batrachemys heliostemma Podocnemis lewyana Paleosuchus palpebrosus Paleosuchus trigonatus Crotalus maricelae Gonatodes petersi Gonatodes seigliei Riolama luridiventris Riolama uzzelli

Ranita de Mondolfi Ranita paramera Ranita piemontana Ranita subparamera listada Sapito congelado del Yaví Ranita nublada de Rivero Ranita de Roze Ranita nublada de discos Ranita nublada del teleférico Ranita subparamera de hocico tuberculado Ranita nublada azul Ranita del Yaví Ranita nublada de Yústiz Ranita marsupial de Fitzgerald Rana marsupial del Tamá Rana marsupial común Rana marsupial cornuda Rana marsupial de William Ranita de cristal de Durant Ranita de cristal de Yutaje Ranita de cristal de Helena Ranita de cristal de Jaspe Ranita de cristal oriental Ranita de cristal pálida Ranita de cristal tovareña Rana andina de Estévez Ranita común andina Ranita arbórea de Alemán Ranita arbórea de Pulido Ranita arbórea del Jaua Sapito acollarado común Sapito acollarado andino Sapito acollarado de la sierra de Barbacoas Sapito acollarado de Guatopo Sapito acollarado costero Sapito acollarado de Yústiz Ranita olorosa Rana de Loveridge Sapito de niebla de Durant Sapito de niebla andino Sapito de niebla de Mayorga Sapito de niebla de Molinari Sapito de niebla tachirense Sapito de niebla serrano Sapito rugoso de McConell Ranita de Baumgardner Ranita de Dana Rana estefanía del Marahuaka Rana estefanía de Jaua Rana estefanía del Sarisariñama Rana estefanía del Tapirapecó Ranita tepuyana de Celsa Ranita tepuyana guayanesa Salamandra de Guaramacal Salamandra merideña

Eleutherodactylus mondolfii Eleutherodactylus paramerus Eleutherodactylus pedimontanus Eleutherodactylus pleurostriatus Eleutherodactylus pruinatus Eleutherodactylus riveroi Eleutherodactylus rozei Eleutherodactylus stenodiscus Eleutherodactylus telefericus Eleutherodactylus tubernasus Eleutherodactylus vanadise Eleutherodactylus yaviensis Eleutherodactylus yustizi Flectonotus fitzgeraldi Gastrotheca helenae Gastrotheca ovifera Gastrotheca walkeri Gastrotheca williamsoni Hyalinobatrachium duranti Hyalinobatrachium eccentricum Hyalinobatrachium helenae Hyalinobatrachium iaspidiense Hyalinobatrachium orientale Hyalinobatrachium pallidum Hyalinobatrachium revocatum Hyloscirtus estevesi Hyloscirtus platydactylus Hypsiboas alemani Hypsiboas pulidoi Hypsiboas rhythmicus Mannophryne collaris Mannophryne cordilleriana Mannophryne larandina Mannophryne oblitterata Mannophryne trinitatis Mannophryne yustizi Myersiohyla aromatica Myersiohyla loveridgei Nephelobates duranti Nephelobates haydeeae Nephelobates mayorgai Nephelobates molinarii Nephelobates orostoma Nephelobates serranus Oreophrynella macconnelli Scinax baumgardneri Scinax danae Stefania marahuaquensis Stefania percristata Stefania riae Stefania tamacuarina Tepuihyla celsae Tepuihyla rodriguezi Bolitoglossa guaramacalensis Bolitoglossa orestes

CHONDRICHTHYES Quimera pálida de hocico largo Raya águila punteada Raya chucho Raya látigo de colares Raya látigo picúa Raya látigo hocicona Raya pigmea del Atlántico Raya mariposa vela Raya mariposa menor Chupare Manta raya Manta raya cornuda Raya ocelada Raya espinosa Raya cara de vaca Raya redonda venezolana

Neoharriotta carri Aetobatus narinari Dasyatis americana Dasyatis colarensis Dasyatis geijskesi Dasyatis guttata Gurgesiella atlantica Gymnura altavela Gymnura micrura Himantura schmardae Manta birostris Mobula tarapacana Potamotrygon motoro Raja cervigoni Rhinoptera bonasus Urotrygon venezuelae

AMPHIBIA Cecilia de puntos amarillos Cecilia pequeña Sapito escondido Sapo de la sierra de San Luis Ranita de cristal de Gorzula Sapo niñera de Ayarzagüena Sapo niñera bromelícola Sapo niñera de Capuri Sapo niñera de Dunn Sapito niñera humilde Sapito leopardo Sapito niñera oriental Sapito niñera de Parima Sapito niñera de Parker Sapito niñera silvático Sapito niñera de San Martín Sapito niñera de Shreve Sapito niñera del Tamacuari Sapito niñera del Auyan Sapito niñera triunfo Sapito niñera ondulado Sapito niñera Piaroa Ranita silbadora Rana arborícola de Battersby Rana arborícola merideña Rana arborícola yaracuyana Ranita silbadora de Tamacuari Ranita silbadora de la Cordillera de la Costa Ranita silbadora de Mérida Ranita cantora del Yaví Ranita silbadora de Tamacuari Ranita paramera de Los Conejos Sapito paramero de Ginés Sapito incierto Sapito de Karelia Ranita paramera de Lancini Ranita subparamera de pintas Sapito de Marahuaka Sapito negro tachirense Sapito recordatorio

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Caecilia flavopunctata Microcaecilia rabei Adelastes hylonomus Bufo sclerocephalus Centrolene gorzulai Colostethus ayarzaguenai Colostethus bromelicola Colostethus capurinensis Colostethus dunni Colostethus humilis Colostethus leopardalis Colostethus mandelorum Colostethus parimae Colostethus parkerae Colostethus saltuensis Colostethus sanmartini Colostethus shrevei Colostethus tamacuarensis Colostethus tepuyensis Colostethus triunfo Colostethus undulatus Colostethus wothuja Craugastor biporcatus Dendropsophus battersbyi Dendropsophus meridensis Dendropsophus yaracuyanus Eleutherodactylus avius Eleutherodactylus bicumulus Eleutherodactylus briceni Eleutherodactylus cantitans Eleutherodactylus cavernibardus Eleutherodactylus colostichos Eleutherodactylus ginesi Eleutherodactylus incertus Eleutherodactylus kareliae Eleutherodactylus lancinii Eleutherodactylus lentiginosus Eleutherodactylus marahuaka Eleutherodactylus melanoproctus Eleutherodactylus memorans


Nombre común

Nombre científico

Nombre común

Nombre científico

Raya torpedo redonda Raya eléctrica variegada Raya eléctrica caribeña Pez sierra común Pez sierra de dientes largos Tiburón ángel Tiburón enano Tiburón ojinoto Pejeperro espinoso Pejegato cano Pejegato de madera Pejegato agallón Tiburón toro Tiburón macuira de aleta negra Tiburón oceánico Tiburón pardo de aleta negra Tiburón pedrero Tiburón trozo Tiburón playón Tiburón tigre Tiburón nariz de daga Cazón mamón dentudo Cazón mamón enano Cazón chino Tiburón martillo Tiburón cabeza de pala Tiburón martillo Tiburón martillo ojichico Tiburón rasgador Tiburón marrajo Tiburón gata Tiburón ballena Tiburón gris

Diplobatis guamachensis Diplobatus pictus Narcine bancroftii Pristis pectinata Pristis perotteti Squatina dumeril Etmopterus perryi Oxynotus caribbaeus Squalus cubensis Apristurus canutus Apristurus laurussonii Apristurus riveri Carcharhinus leucas Carcharhinus limbatus Carcharhinus longimanus Carcharhinus obscurus Carcharhinus perezi Carcharhinus plumbeus Carcharhinus porosus Galeocerdo cuvier Isogomphodon oxyrhynchus Mustelus canis Mustelus minicanis Rhizoprionodon lalandii Sphyrna lewini Sphyrna media Sphyrna mokarran Sphyrna tudes Alopias vulpinus Isurus oxyrinchus Ginglymostoma cirratum Rhincodon typus Hexanchus griseus

Ácaro de Linares Ácaro de Caripe Ácaro acuático Ácaro de Simón Ácaro de Tronchón Ácaro de Angelier

Axonopsella linaresi Neoaxonopsella caripense Neomamersa apophylonga Nilotonia simoni Rheolimnesia tronchoni Rutacarus angelieri

OSTEICHTHYES Arenque de Venezuela Palometa Blénido Panaque de ojos azules Bagre puyapuya del Unare Bagre del lago de Valencia Sapo cotuero Caballito de mar hocicudo Burrito rayado Mero marmoleado Mero aleta amarilla Mero guasa Mero paracamo Mero manchado Mero batata Pargo gallo Pargo cebal Pargo caballo Cuna blanca Cuna amarilla Cuna de piedra Pargo Vieja Guacamaya Atún blanco Atún ojo grande Atún de aleta azul Pez espada Pez tigre reina

Jenkinsia parvula Mylossoma aureum Protemblemaria punctata Panaque suttoni Pimelodella martinezi Pimelodella tapatapae Batrachoides manglae Hippocampus reidi Anisotremus moricandi Dermatolepis inermis Epinephelus flavolimbatus Epinephelus itajara Epinephelus morio Epinephelus niveatus Epinephelus striatus Lachnolaimus maximus Lutjanus analis Lutjanus cyanopterus Mycteroperca cidi Mycteroperca interstitialis Mycteroperca venenosa Pagrus pagrus Paralabrax dewegeri Scarus guacamaia Thunnus alalunga Thunnus obesus Thunnus thynnus Xiphias gladius Balistes vetula

INSECTA Carábido ciego de Ravelo Abeja de las orquídeas de Bohart Abeja de las orquídeas de Chacón Abeja de las orquídeas kimimari Abeja de las orquídeas bordeada Mariposa castnia Mariposa castnia Mariposa catasticta amarilla del Tamá Mariposa castnia Diáfano de Cendé Mariposa castnia Mariposa castnia Mariposa limanopoda de las selvas nubladas Mariposa papilionide de Klages Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de Tapirapecó Mariposa marrón del cerro Neblina Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de Terramar Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón del cerro Yutajé Mariposa marrón de las selvas nubladas Mariposa marrón de los páramos Mariposa marrón de Navarro Mariposa marrón del Auyan-Tepui Mariposa marrón de Ridout Licénido de Pyrcz Mariposa castnia Libélula tepuyana Cola de víbora sabaletico Centinela de Palmichal Libélula de Mago Libélula Pelo volador serrano Riegapozo paramero

Speleodesmoides raveloi Eufriesea boharti Eufriesea chaconi Eufriesea kimimari Eufriesea limbata Athis axaqua Athis fuscorubra Catasticta revancha Corybanthes mathani Diaphanos fuscus Feschaeria amycus Haemonides cronida Lymanopoda altaselva Parides klagesi Pedaliodes cesarense Pedaliodes chaconi Pedaliodes demarmelsi Pedaliodes japhleta Pedaliodes ornata Pedaliodes piletha Pedaliodes prytanis Pedaliodes suspiro Pedaliodes terramaris Pedaliodes tyrrheoides Pedaliodes vallenata Pedaliodes yutajeana Pedaliodes zuleta Penrosada franciscae Penrosada navarrae Protopedaliodes profauna Protopedaliodes ridouti Solanorum pyrczi Synpalamides orestes Chalcothore montgomeryi Erpetogomphus sabaleticus Heteragrion palmichale Hylaeonympha magoi Junix elumbis Lamproneura lucerna Sympetrum paramo

ARACHNIDA Seudoescorpión cavernícola del Zulia Opilión troglobio de Bordón Opilión troglobio de la sierra de Falcón Opilión troglobio del Socuy Ácaro de Bordón Ácaro de Herench

Charinus bordoni Trinella bordoni Trinella chapmani Trinella troglobia Axonopsella bordoni Axonopsella henrechi

CRUSTACEA Anfípodo Hádzido troglobio de Falcón Sincárido Copépodo del lago de Maracaibo Copépodo de Thomsen Copépodo Copépodo Copépodo Cangrejo de coral Camaroncito del río Aguaro Cangrejo rey del Caribe Langosta marrón Isópodo calabozoide Oníscido ciego de Monagas Ciatúrido troglobio de Falcón Ostrácodo Ostrácodo caribeño

Bogidiella neotropica Metaniphargus venezuelanus Psalidobathynella stocki Notodiaptomus maracaibensis Odontodiaptomus thomseni Apocyclops distans Hesperocyclops venezuelanus Metacyclops geltrudeae Carpilius corallinus Macrobrachium dierythrum Mithrax spinosissimus Panulirus laevicauda Calabozoa pellucida Colombophiloscia cavernicola Cyathura univam Danielocandona lieshoutae Pseudocandona caribbeana

GASTROPODA Burro Vaquita Caracol de pentagrama

Phyllonotus margaritensis Strombus pugilis Voluta musica

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Lista Roja por Orden Alfabético Nombre Científico / Autoridad Taxonómica Nombre Castellano / Nombre Inglés Categoría Lista Roja Regional / Categoría Lista Roja Global Endemismo

Aburria aburri Lesson, 1828 Pava negra / Wattled guan VU B1ab(i,ii,iii); C2a(ii) / NT

Amazona barbadensis Gmelin, 1788 Cotorra cabeciamarilla / Yellow-shouldered parrot EN C2a(ii) / VU B1ab(i,ii,iii,v)

Accipiter collaris Sclater, 1860 Gavilán acollarado / Semicollared hawk NT/ NT

Amazona dufresniana Shaw, 1812 Loro cariazul / Blue-cheeked amazon NT / NT

Accipiter poliogaster Temminck, 1824 Gavilán ventrigris / Grey-bellied goshawk DD / LC

Amazona festiva Linnaeus, 1758 Loro lomirrojo / Festive parrot DD / LC

Acropora cervicornis Lamarck, 1816 Coral cacho de venado / Staghorn coral VU A2abce / NE

Amazona mercenaria Tschudi, 1844 Loro verde / Scaly-naped parrot NT / LC

Acropora palmata Lamarck, 1816 Coral cacho de alce / Elkhorn coral VU A2abce / NE

Ameiva provitaae García-Pérez, 1995 Lagartijo trompa roja / Provita's red-snouted ground lizard VU B1ab(iii) / NE Endémico

Adelastes hylonomus Zweifel, 1986 Sapito escondido / Hidden tree frog DD / DD Endémico Aegolius harrisii Cassin, 1849 Cucurucú barriga amarilla / Buff-fronted owl DD / LC Aepeomys reigi Ochoa, Aguilera, Pacheco & Soriano, 2001 Ratón de Yacambú / Yacambu grass mouse EN B1ab(iii) / NE Endémico Aetobatus narinari Euphrasen, 1790 Raya águila punteada / Spotted duckbill ray DD / DD Aglaiocercus berlepschi Hartert, 1898 Colibrí coludo de Caripe / Caripe long-tailed sylph EN B1ab(i,ii,iii,iv) / EN B1ab(ii,iii,v) Endémico Agriogomphus jessei Williamson, 1918 Cola de bulbo / Clubtail NT / NE Endémico Alopias vulpinus Bonnaterre, 1788 Tiburón rasgador / Common thresher DD / DD Amaurolimnas concolor Gosse, 1847 Cotara unicolor / Uniform crake DD / LC Amaurospiza carrizalensis Lentino & Restall, 2003 Semillero de carrizales / Carrizal seedeater DD / CR C2a(ii); D Endémico Amazilia distans Wetmore & Phelps, 1956 Diamante de Wetmore / Tachira hummingbird DD / No válida Endémico Amazona autumnalis Linnaeus, 1758 Loro frentirrojo / Red-lored parrot NT / LC

50

Ampelioides tschudii Gray, 1846 Come fruta talabartero / Scaled fruiteater NT / LC Anadia blakei Schmidt, 1932 Anadia del Turimiquire / Blake's lizard VU B1ab(iii) / NE Endémico Anadia pariaensis Rivas, La Marca & Oliveros, 1999 Anadia de Paria / Paria slender lizard VU D2 / NE Endémico Anas bahamensis Linnaeus, 1758 Pato malibú / White-cheeked pintail DD / LC Anas cyanoptera Vieillot, 1816 Barraquete colorado / Cinnamon teal DD / LC Anas flavirostris Vieillot, 1816 Pato serrano / Speckled teal DD / LC Ancistrus galani Pérez & Viloria, 1994 Corroncho cavernícola de Perijá / Galan's troglobitic armored catfish VU D2 / NE Endémico Andaeschna timotocuica De Marmels, 1994 Cortanariz andina roja / Andean red darner NT / NE Endémico Andigena nigrirostris Waterhouse, 1839 Tucán azul / Black-billed mountain-toucan NT / LC Anisotremus moricandi Ranzani, 1842 Burrito rayado / Brownstriped grunt DD / EN A2c

Anolis euskalerriari Barros, Williams & Viloria, 1996 Anolis de la Mesa Turik / Mesa Turik green anole VU D2 / NE Endémico Anolis tetarii Barros, Williams & Viloria, 1996 Anolis del Tetari / Tetari green anole VU D2 / NE Endémico Anoura latidens Handley, 1984 Murciélago longirostro pardo / Broad-toothed tailless bat NT / LR/nt Anoura luismanueli Molinari, 1994 Murciélago longirostro merideño / Luis Manuel's tailless bat DD / DD Endémico Anous minutus Boie, 1844 Tiñosa chocora / Black noddy DD / LC Aotus lemurinus Geoffroy, 1843 Mono de noche del occidente / Caribbean night monkey VU A2cd; B1,2ab(i,ii,iii,iv,v) / VU C2a(i) Apocyclops distans Kiefer, 1956 Copépodo / Cyclopid copepod DD / NE Endémico Apristurus canutus Springer & Heemstra, 1979 Pejegato cano / Hoary catshark DD / DD Apristurus laurussonii Saemundsson, 1922 Pejegato de madera / Flathead catshark DD / DD Apristurus riveri Bigelow & Schroeder, 1944 Pejegato agallón / Broadgill catshark DD / DD Ara ararauna Linnaeus, 1758 Guacamaya azul y amarilla / Blue-and-yellow macaw NT / LC Ara macao Linnaeus, 1758 Guacamaya bandera / Scarlet macaw NT / LC Ara militaris Linnaeus, 1766 Guacamaya verde / Military macaw EN C2a(ii) / VU A2cd+3cd Aratinga solstitialis Linnaeus, 1758 Perico dorado / Sun parakeet DD / LC Archilestes tuberalatus Williamson, 1921 Corsario de San Esteban / Venezuelan spreadwing EN B1ab(iii) / NE Endémico


Aromobates nocturnus Myers, Paolillo & Daly, 1991 Rana mapurite / Skunk frog CR A2a; B2ab(v) / CR A2a; B2ab(v) Endémico Artibeus amplus Handley, 1987 Murciélago frugívoro grande / Large fruit-eating bat DD / LR/nt Artibeus concolor Peters, 1865 Murciélago frugívoro guayanés / Brown fruit-eating bat DD / LR/nt Artibeus obscurus Schinz, 1821 Murciélago frugívoro negro / Dark fruit-eating bat DD / LR/nt Asio stygius Wagler, 1832 Lechuza estigia / Stygian owl DD / LC Astroblepus orientalis Boulenger, 1903 Babosito del Albarregas / Albarregas catfish EN B1ab(iii) / NE Endémico Astroblepus phelpsi Schultz, 1944 Babosito de los Andes / Phelp's catfish VU B1ab(iii) / NE Endémico Atalopedes clarkei Burns, 1989 Mariposa hespéride de Clark / Clark's skipper NT / NE Ateles belzebuth Geoffroy, 1806 Mono araña del sur / Long-haired spider monkey VU A2cd / VU A2acd Ateles hybridus Grey, 1870 Mono araña del norte / Variegated spider monkey EN A2cd / CR A3cd Ateles paniscus Linnaeus, 1758 Mono araña negro / Black spider monkey DD / LC Atelopus carbonerensis Rivero, 1972 Sapito amarillo de La Carbonera / Venezuelan yellow frog CR A2ace; B2ab(v) / CR A2ace; B2ab(v) Endémico Atelopus chrysocorallus La Marca, 1994 Sapito amarillo y rojo de Niquitao / Niquitao harlequin frog CR A2ace; B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) / CR A2ace; B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) Endémico Atelopus cruciger Lichtenstein & Martens, 1856 Sapito rayado / Rancho Grande harlequin frog CR A2ace / CR A2ace Endémico Atelopus mucubajiensis Rivero, 1972 Sapito amarillo de Mucubají / Mucubaji harlequin frog CR A2ace; B2ab(v) / CR A2ace; B2ab(v) Endémico Atelopus oxyrhynchus Boulenger, 1903 Sapito amarillo de Mérida / Merida harlequin frog CR A2ace / CR A2ace Endémico Atelopus pinangoi Rivero, 1982 Sapito verdirrojo de Piñango / Green-and-red venter harlequin frog CR A2ac; B1ab(iii,v) / CR A2ac; B1ab(iii,v) Endémico Atelopus sorianoi La Marca, 1983 Sapito anaranjado de San Francisco / Scarlet harlequin frog CR A2ace; B2ab(iii,v) / CR A2ace; B2ab(iii,v) Endémico

Atelopus sp.nov. La Marca & García-Pérez [en preparación] Sapito arlequín de Guaramacal / Guaramacal harlequin frog CR A2ace; B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) / NE Endémico Atelopus tamaense La Marca, García-Pérez & Renjifo, 1990 Sapito arlequín de Tamá / Tama harlequin frog CR A3ce / CR A3ce Endémico Atelopus vogli Müller, 1934 Sapito arlequín amarillo de Maracay / Maracay harlequin frog EX / EX Endémico Atherinella venezuelae Eigenmann, 1920 Tinicalo del lago de Valencia / Valencia Lake freshwater silverside EN B1ab(ii,iii) / NE Endémico Athis axaqua González & Fernández-Yépez, 1992 Mariposa castnia / Giant butterfly-moth DD / NE Endémico Athis fuscorubra Houlbert, 1917 Mariposa castnia / Gossamer-winged butterflies DD / NE Endémico

Balaenoptera physalus Linnaeus, 1758 Rorcual común / Fin whale EN A1abd / EN A1abd Balistes vetula Linnaeus, 1758 Pez tigre reina / Queen triggerfish DD / VU A2d Basileuterus cinereicollis Sclater, 1865 Chiví gargantigris / Grey-throated warbler NT / NT Basileuterus griseiceps Sclater & Salvin, 1869 Chiví cabecigris / Grey-headed warbler EN B1ab(i,ii,iii) / EN B1ab(i,ii,iii,v) Endémico Basileuterus rufifrons Swainson, 1838 Chiví corona castaña / Rufous-capped warbler DD / LC Bassaricyon beddardi Pocock, 1921 Cuchicuchi cola anillada / Beddard's olingo DD / LR/nt Batrachemys heliostemma McCord, Joseph-Ouni & Lamar, 2001

Cabezón del Amazonas / Amazon toad-headed turtle DD / NE Batrachoides manglae Cervigón, 1964 Sapo cotuero / Cotuero toadfish DD / VU D2

Atlapetes pallidinucha Boissonneau, 1840 Atlapetes nuca pálida / Pale-naped brush finch DD / LC

Batrochoglanis mathisoni Fernández-Yépez, 1972 Bagre pintado / Zungaro catfish EN D2 / NE

Atractus matthewi Markezich & Barrio-Amorós, 2004 Tierrera del Turimiquire / Turimiquire ground snake VU B1ab(iii) / NE Endémico

Bogidiella neotropica Ruffo, 1952 Anfípodo / Amphipod DD / NE Endémico

Atractus turikensis Barros, 2000 Tierrera de Mesa Turik / Mesa Turik ground snake VU D2 / NE Endémico

Bolitoglossa borburata Trapido, 1942 Salamandra costera / Carabobo climbing salamander NT / NT Endémico

Atya dressleri Abele, 1975 Camaroncito de río de Rancho Grande / Rancho Grande freshwater shrimp EN B1ab(iii,iv,v) / NE Endémico

Bolitoglossa guaramacalensis Schargel, García-Pérez

Austrofundulus guajira Hrbek, Taphorn & Thomerson, 2004 Pez anual de la Guajira / Guajira annual killifish EN B2ac(iii) / NE Endémico

Bolitoglossa orestes Brame & Wake, 1962 Salamandra merideña / Culata climbing salamander DD / VU D2 Endémico

Austrofundulus leohoignei Hrbek, Taphorn Pez anual de Tucacas / Tucacas annual killifish EN B2ab(iii) / NE Endémico

Bolitoglossa spongai Barrio-Amorós & Fuentes, 1999 Salamandra de La Carbonera / La Carbonera salamander VU D2 / EN B1ab(iii) Endémico

Avocettula recurvirostris Swainson, 1822 Colibrí pico lezna / Fiery-tailed awlbill DD / LC

Brachyplatystoma filamentosum Lichtenstein, 1819 Valentón / Piraiba catfish NT / NE

Axonopsella bordoni Orghidan & Gruia, 1981 Ácaro de Bordón / Bordon's mite DD / NE Endémico

Brachyplatystoma juruense Boulenger, 1898 Bagre cunaguaro / Goleen zebra VU A2d / NE

& Thomerson, 2004

Axonopsella henrechi Orghidan & Gruia, 1981 Ácaro de Herench / Herench's mite DD / NE Endémico Axonopsella linaresi Orghidan & Gruia, 1981 Ácaro de Linares / Linares' mite DD / NE Endémico Balaenoptera borealis Lesson, 1828 Rorcual del norte / Sei whale EN A1abd / EN A1abd Balaenoptera edeni Anderson, 1878 Ballena arenquera / Bryde's whale DD / DD

& Smith, 2002

Salamandra de Guaramacal / Guaramacal salamander DD / VU D2 Endémico

Brachyplatystoma rousseauxi Castelnau, 1855 Bagre dorado / Dourada catfish NT / NE Brachyplatystoma vaillanti Valenciennes, 1840 Bagre atero / Laulao catfish NT / NE Bryconamericus charalae Román-Valencia, 2005 Sardinita del Aroa y Yaracuy / Charal creek tetra VU B1ab(iii) / NE Endémico Bufo sclerocephalus Mijares-Urrutia & Arends, 2001 Sapo de la sierra de San Luis / San Luis oak toad DD / EN B1ab(iii,v) Endémico

51


Bufo sternosignatus Gunther, 1858 Sapo cruzado / Northwestern venezuelan toad NT / NT

Carduelis yarrellii Audubon, 1839 Jilguero cara amarilla / Yellow-faced siskin CR D1 / VU A2d+3d

Buteo albigula Philippi, 1899 Gavilán gargantiblanco / White-throated hawk DD / LC

Caretta caretta Linnaeus, 1758 Tortuga cabezona / Loggerhead turtle EN A2acd+1abd / EN A1abd

Buthraupis eximia Boissonneau, 1840 Cachaquito rabadilla azul / Black-chested mountain-tanager DD / LC

Carpilius corallinus Herbst, 1783 Cangrejo de coral / Batwing coral crab DD / NE

Cabassous centralis Miller, 1899 Cuspa montañera zuliana / Northern naked-tailed armadillo NT / DD Cacajao melanocephalus Humboldt, 1812 Mono chucuto / Black uacari NT / LC Cacicus solitarius Vieillot, 1816 Arrendajo negro solitario / Solitary cacique DD / LC Caecilia flavopunctata Roze & Solano, 1963 Cecilia de puntos amarillos / Yellow spotted caecilian DD / DD Endémico Caenolestes fuliginosus Tomes, 1863 Comadrejita musaraña andina / Silky shrew opossum VU B1ab(i,iii) / LR/lc Cairina moschata Linnaeus, 1758 Pato real / Muscovy duck DD / LC Calabozoa pellucida van Liesout, 1983 Isópodo calabozoide / Calabozoide isopod DD / NE Endémico Caluromys lanatus Olfers, 1818 Comadreja lanuda / Western woolly opossum NT / LR/nt Campephilus pollens Bonaparte, 1845 Carpintero gigante / Powerful woodpecker VU D2 / LC Campylopterus ensipennis Swainson, 1822 Ala de sable verde / White-tailed sabrewing NT / NT Campylorhamphus pusillus Sclater, 1860 Trepador piquicurvado / Brown-billed scythebill DD / LC Carcharhinus leucas Müller & Henle, 1839 Tiburón toro / Bull shark DD / LR/nt Carcharhinus limbatus Müller & Henle, 1839 Tiburón macuira de aleta negra / Blacktip reef shark DD / LR/nt Carcharhinus longimanus Poey, 1861 Tiburón oceánico / White tipped shark DD / VU A2ad+3d+4ad Carcharhinus obscurus Valenciennes, 1839 Tiburón pardo de aleta negra / Black tipped shark DD / NT Carcharhinus perezi Poey, 1876 Tiburón pedrero / Caribbean reef shark DD / NT Carcharhinus plumbeus Nardo, 1827 Tiburón trozo / Brown shark DD / LR/nt Carcharhinus porosus Ranzani, 1839 Tiburón playón / Small tail shark DD / DD Cardisoma guanhumi Latreille, 1825 Cangrejo de tierra / Blue land crab VU A2ad / NE Carduelis cucullata Swainson, 1820 Cardenalito / Red siskin CR C2a(ii) / EN A2bcd+3bcd

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Catasticta revancha Rey & Pyrcz, 1996 Mariposa catasticta amarilla del Tamá / Cloud forest pierid butterfly DD / NE Endémico

Charinus tronchonii Ravelo, 1975 Seudoescorpión cavernícola de San Luis / San Luis whip spider VU B1ab(iii)+2ab(iii) / NE Endémico Chauna chavaria Linnaeus, 1766 Chicagüire / Northern screamer VU C2a(ii) / NT Chelonia mydas Linnaeus, 1758 Tortuga verde / Green turtle EN A2bd / EN A2bd Chibchanomys trichotis Thomas, 1897 Ratón pescador andino / Chibchan water mouse VU B1ab(iii) / LR/nt

Cebus albifrons Humboldt, 1812 Mono capuchino cariblanco / White-fronted capuchin DD / LC

Chiropotes israelita Spix, 1823 Mono barbudo / Brown-backed bearded saki VU A2d / EN A2cd; B2ab (i,ii,iii); C2a (i)

Centrolene altitudinale Rivero, 1968 Ranita de cristal de altura / Monte Zerpa giant glass frog NT / DD Endémico

Chlorochrysa calliparaea Tschudi, 1844 Tangara orejinaranja / Orange-eared tanager DD / LC

Centrolene gorzulai Ayarzagüena, 1992 Ranita de cristal de Gorzula / Gorzula's giant glass frog DD / DD Endémico Centrolene lema Duellman & Señaris, 2003 Ranita de cristal de sierra de Lema / Sierra de Lema giant glass frog NT / DD Endémico Centronycteris maximiliani Fischer, 1829 Murciélago de pelo áspero / Shaggy bat DD / LR/lc

Chlorostilbon russatus Salvin & Godman, 1881 Esmeralda bronceada / Coppery emerald NT / LC Chlorostilbon stenura Cabanis & Heine, 1860 Esmeralda cola de alambre / Narrow-tailed emerald DD / LC Choeroniscus godmani Thomas, 1903 Murciélago longirostro de la Costa / Godman's long-tailed bat DD / LR/nt Choloepus hoffmmani Peters, 1858 Pereza de dos dedos zuliana / Hoffmann's two-toed sloth NT / LC

Cercibis oxycerca Spix, 1825 Tarotaro / Sharp-tailed ibis NT / LC

Cichla ocellaris Bloch & Schneider, 1801 Pavón del Cuyuní / Cuyuni peacock bass VU A1ce+2ce; B1ab(iii) / NE Endémico

Cetopsis motatanensis Schultz, 1944 Bagre ciego del Motatán / Motatan blind catfish EN A2ce; B1ab(iii) / NE Endémico

Ciconia maguari Gmelin, 1789 Cigüeña / Maguari stork NT / LC

Cetopsorhamdia picklei Schultz, 1944 Bagre cinchado de los Andes / Andean barred catfish EN A2ce; B1ab(iii) / NE Chaceus caecus Rodríguez & Bosque, 1990 Cangrejo cavernícola de Perijá / Perija troglobiont crab VU D2 / NE Endémico Chaceus turikensis Rodríguez & Herrera, 1994 Cangrejo cavernícola de Mesa Turik / Mesa Turik troglophile crab VU D2 / NE Endémico Chaetostoma guairense Steindachner, 1881 Corroncho del Guaire / Guaire armored catfish VU B1ab(iii) / NE Endémico Chaetostoma pearsei Eigenmann, 1920 Corroncho del lago de Valencia / Valencia Lake armored catfish EN B2ab(iii) / NE Endémico

Cittarium pica Linnaeus, 1758 Quigua / West Indian top shell VU A2ad/ NE Claravis mondetoura Bonaparte, 1856 Palomita pechirroja / Maroon-chested ground-dove DD / LC Clytoctantes alixii Elliot, 1870 Hormiguero pico de hoz / Recurve-billed bushbird EN B1ab(i,ii,iii); C2a(ii) / EN B1ab(i,ii,iii); C2a(i) Coccyzus minor Gmelin, 1788 Cuclillo de manglar / Mangrove cuckoo DD /LC Cochranella castroviejoi Señaris & Ayarzagüena, 1996 Ranita de cristal de Castroviejo / Castroviejo's glass frog NT / DD Endémico Cochranella duidaeana Ayarzagüena, 1992 Ranita de cristal del Duida / Duida's glass frog NT / DD Endémico

Chalcostigma heteropogon Boissonneau, 1839 Pico espina bronceado / Bronze-tailed thornbill DD / LC

Cochranella riveroi Ayarzagüena, 1992 Ranita de cristal de Rivero / Rivero's glass frog NT / VU D2 Endémico

Chalcothore montgomeryi Rácenis, 1968 Libélula tepuyana / Tepui bannerwing DD / NT Endémico

Cochranella vozmedianoi Ayarzagüena & Señaris, 1996 Ranita de cristal de Paria / Paria glass frog NT / DD Endémico

Charinus bordoni Ravelo, 1975 Seudoescorpión cavernícola del Zulia / Zulia whip spider DD / NE Endémico

Coeligena bonapartei Boissonneau, 1840 Colibrí inca ventridorado / Golden-bellied starfrontlet NT / LC


Colombophiloscia cavernicola Vandel, 1968 Oníscido ciego de Monagas / Monagas blind isopod DD / NE Endémico

Colostethus tepuyensis La Marca, 1997 Sapito niñera del Auyan / Auyan rocket frog DD / DD Endémico

Colossoma macropomun Cuvier, 1816 Cachama / Pacu NT / NE

Colostethus triunfo Barrio-Amorós, Fuentes & Rivas, 2004 Sapito niñera triunfo / Triunfo rocket frog DD / DD Endémico

Colostethus ayarzaguenai La Marca, 1996 Sapo niñera de Ayarzagüena / Ayarzagüena's rocket frog DD / DD Endémico

Colostethus undulatus Myers & Donnelly, 2001 Sapito niñera ondulado / Undulated rocket frog DD / DD Endémico

Colostethus bromelicola Test, 1956 Sapo niñera bromelícola / Bromelian rocket frog DD / DD Endémico

Colostethus wothuja Barrio-Amorós, Fuentes & Rivas, 2004 Sapito niñera piaroa / Piaroa rocket frog DD / DD Endémico

Colostethus capurinensis Péfaur, 1993 Sapo niñera de Capuri / Capuri rocket frog DD / DD Endémico

Conirostrum rufum Lafresnaye, 1843 Mielero rufo / Rufous-browed conebill DD / LC

Colostethus dunni Rivero, 1961 Sapo niñera de Dunn / Dunn's rocket frog DD / CR A2ace Endémico Colostethus guanayensis La Marca, 1997 Sapito niñera de Guanay / Guanay rocket frog NT / DD Endémico Colostethus humilis Rivero, 1978 Sapito niñera humilde / Humble rocket frog DD / VU D2 Endémico Colostethus leopardalis Rivero, 1978 Sapito leopardo / Leopard frog DD / CR A2ace; B2ab(v) Endémico Colostethus mandelorum Schmidt, 1932 Sapito niñera oriental / Eastern rocket frog DD / EN B1ab(iii) Endémico Colostethus murisipanensis La Marca, 1997 Sapito niñera del Murisipán / Murisipan rocket frog VU D2 / VU D2 Endémico Colostethus parimae La Marca, 1997 Sapito niñera de Parima / Parima rocket frog DD / DD Endémico Colostethus parkerae Meinhardt & Parmalee, 1996 Sapito niñera de Parker / Parker's rocket frog DD / DD Endémico Colostethus praderioi La Marca, 1997 Sapito niñera de Praderío / Praderio's rocket frog NT / DD Endémico Colostethus roraima La Marca, 1997 Sapito niñera del Roraima / Roraima rocket frog NT / DD Endémico Colostethus saltuensis Rivero, 1978 Sapito niñera silvático / Sylvan rocket frog DD / EN B1ab(iii) Endémico Colostethus sanmartini Rivero, Langone & Prigione, 1986 Sapito niñera de San Martín / San Martin rocket frog DD / DD Endémico Colostethus shrevei Rivero, 1961 Sapito niñera de Shreve / Shreve rocket frog DD / DD Endémico Colostethus tamacuarensis Myers & Donnelly, 1997 Sapito niñera del Tamacuari / Tamacuari rocket frog DD / DD Endémico

Contopus cooperi Swainson, 1832 Atrapamoscas boreal / Olive-side flycatcher DD / NT Cora inca Selys, 1873 Libélula / Damselfly NT / NE Endémico Cora xanthostoma Ris, 1918 Libélula / Damselfly NT / NE Endémico Corapipo leucorrhoa Sclater, 1863 Saltarín buchiblanco / White-bibbed manakin NT / LC

Crocodylus intermedius Graves, 1819 Caimán del Orinoco / Orinoco crocodile CR C2a(i) / CR A1c, C2a Crotalus maricelae García-Pérez, 1995 Cascabel serrano / Lagunillas rattlesnake DD / NE Endémico Crypturellus ptaritepui Zimmer & Phelps, 1945 Poncha tepuyana / Tepui tinamou NT / LC Endémico Cuniculus taczanowskii Stolzmann, 1885 Lapa andina / Mountain paca NT / LR/nt Cyathura univam Botosaneanu, 1983 Ciatúrido troglobio de Falcón / Falcon blind isopod DD / NE Endémico Cynomops abrasus Temminck, 1827 Murciélago cola libre canela / Cinnamon dog-faced bat DD / LR/nt Cypraea mus Linnaeus, 1758 Caracol porcelana / Mouse cowrie VU D2 / NE Cypseloides cherriei Ridgway, 1893 Vencejo cuatro ojos / Spot-fronted swift DD / DD Dacnis albiventris Sclater, 1852 Mielero vientre blanco / White-bellied dacnis DD / LC

Cordylancistrus nephelion Provenzano & Milani, 2006 Corroncho del Tuy / Tuy armored suckermouth catfish EN B1ab(iii) / NE Endémico

Dangond dangondi Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de Perijá / Perija brown butterfly-moth EN B1ab(iii)+2ab(iii) / NE Endémico

Corybanthes mathani Oberthür, 1881 Mariposa castnia / Giant butterfly-moth DD / NE Endémico

Danielocandona lieshoutae Broodbakker, 1983 Ostrácodo / Ostracod DD / NE Endémico

Cotinga nattererii Boissonneau, 1840 Cotinga azul / Blue cotinga DD / LC

Dasyatis americana Hildebrand & Schroeder, 1928 Raya chucho / Southern stingray DD / DD

Cranioleuca hellmayri Bangs, 1907 Güitío cabecirrayado / Streak-capped spinetail DD / LC

Dasyatis colarensis Santos, Gomes & Charvet-Almeida, 2004 Raya látigo de colares / Colares stingray DD / VU A3d

Crassostrea rhizophorae Guilding, 1828 Ostra de mangle / Mangrove oyster NT / NE

Dasyatis geijskesi Boeseman,1948 Raya látigo picúa / Sharpsnout stingray DD / NT

Craugastor biporcatus Boettger, 1893 Ranita silbadora / Puerto Cabello robber frog DD / VU B1ab(iii) Endémico

Dasyatis guttata Bloch & Schneider, 1801 Raya látigo hocicona / Longnose stingray DD / DD

Crax daubentoni Gray, 1867 Paují de copete / Yellow-knobbed curassow NT / NT Creagrutus crenatus Vari & Harold, 2001 Dientefrío del Tocuyo / Tocuyo characin VU B1ab(iii) / NE Endémico Creagrutus lepidus Vari, Harold, Lasso & Machado-Allison, 1993

Dientefrío pintado de Yaracuy / Yaracuy characin VU B2ab / NE Endémico Creurgops verticalis Sclater, 1858 Frutero crestirrufo / Rufous-crested tanager DD / LC Crocodylus acutus Cuvier, 1807 Caimán de la Costa / American crocodile EN A2acd; C2a(i) / VU A1ac

Dasyprocta punctata Gray, 1842 Picure zuliano / Central american agouti DD / LR/lc Dendrexetastes rufigula Lesson, 1844 Trepador garganta canela / Cinnamon-throated woodcreeper DD / LC Dendrocincla homochroa Sclater, 1859 Trepador rojizo / Ruddy woodcreeper DD / LC Dendrocolaptes sanctithomae Lafresnaye, 1852 Trepador barreteado / Northern barred-woodcreeper DD / LC Dendrocygna bicolor Vieillot, 1816 Yaguaso colorado / Fulvous whistling-duck DD / LC Dendroica cerulea Wilson, 1810 Reinita cerúlea / Cerulean warbler NT / VU A2bc+3bc

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Dendropsophus amicorum Mijares-Urrutia, 1998 Rana arborícola del Socopó / Socopo tree frog EN B1ab(ii,iii)+2ab(ii,iii) / CR B1ab(iii) Endémico Dendropsophus battersbyi Rivero, 1961 Rana arborícola de Battersby / Battersby's tree frog DD / DD Endémico Dendropsophus meridensis Rivero, 1961 Rana arborícola merideña / Merida tree frog DD / EN B1ab(iii,v) Endémico Dendropsophus yaracuyanus Mijares-Urrutia & Rivero, 2000

Rana arborícola yaracuyana / Yaracuy tree frog DD / DD Endémico Dermatolepis inermis Valenciennes, 1833 Mero marmoleado / Marbled grouper DD / VU A2d Dermochelys coriacea Vandelli, 1761 Cardón / Leatherback turtle CR A2acd+1abd / CR A1abd Diaphanos curvignathos Viloria, 1994 Diáfano de Niquitao / Niquitao brown butterfly-moth EN B1ab(iii) / NE Endémico Diaphanos fuscus Viloria, 1994 Diáfano de Cendé / Cende brown butterfly-moth DD / NE Endémico Diaphanos huberi Adams & Bernard, 1981 Diáfano de Huber / Huber's brown butterfly-moth VU B1ab(iii) / NE Endémico Diclidurus ingens Hernández-Camacho, 1955 Murciélago blanco mayor / Greater ghost bat DD / VU A2c Diclidurus isabellus Thomas, 1920 Murciélago blanco cremoso / Isabelle's ghost bat NT / LR/nt Diglossa venezuelensis Chapman, 1925 Diglosa negra / Venezuelan flowerpiercer EN B1ab(i,ii,iii) / EN B1ab(i,ii,iii,v) Endémico Dinomys branickii Peters, 1873 Pacarana / Pacarana EN A3cd / EN A1cd Diphylla ecaudata Spix, 1823 Murciélago vampiro peludo / Hairy-legged vampire bat DD / LR/nt Diplobatis guamachensis Salazar, 1957 Raya torpedo redonda / Brownband numbfish DD / VU A2bd+3bd+4bd Diplobatus pictus Palmer, 1950 Raya eléctrica variegada / Variegated electric ray DD / VU A2bd+3bd+4bd Dischidodactylus colonnelloi Ayarzagüena, 1983 Rana-sapo tepuyana de Collonnello / Marahuaka frog-toad NT / DD Endémico Dischidodactylus duidensis Rivero, 1968 Rana-sapo del Duida / Duida frog-toad NT / DD Endémico Doraops zuloagai Schultz, 1944 Mariana / Thorny catfish NT / NE Doryfera ludovicae Bourcier & Mulsant, 1847 Pico lanza frentiverde / Green-fronted lancebill DD / LC

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Dupouyichthys sapito Schultz, 1944 Bagre guitarrita andino / Banjo catfish EN B1ab(iii) / NE Dysithamnus tucuyensis Hartert, 1894 Burujara plomiza / Venezuelan antvireo DD / NE Eleutherodactylus anolirex Lynch, 1983 Ranita silbadora del Tamá / Tama robber frog NT / NT Endémico Eleutherodactylus anotis Walker & Test, 1955 Ranita sin tímpano de Aragua / Aragua robber frog NT / DD Endémico Eleutherodactylus avius Myers & Donnelly, 1997 Ranita silbadora de Tamacuari / Tamacuari robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus bicumulus Peters, 1863 Ranita silbadora de la Cordillera de la Costa / Caracas robber frog DD / VU B1ab(iii) Endémico Eleutherodactylus boconoensis Rivero & Mayorga, 1973 Ranita paramera de Boconó / Bocono robber frog NT / CR B1ab(iii) Endémico Eleutherodactylus briceni Boulenger, 1903 Ranita silbadora de Mérida / Merida robber frog DD / VU D2 Endémico Eleutherodactylus cantitans Myers & Donnelly, 1996 Ranita cantora del Yaví / Yavi robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus cavernibardus Myers & Donnelly, 1997 Ranita silbadora de Tamacuari / Tamacuari robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus colostichos La Marca & Smith, 1982 Ranita paramera de Los Conejos / Las Canalejas robber frog DD / VU D2 Endémico Eleutherodactylus ginesi Rivero, 1964 Sapito paramero de Ginés / Rangel robber frog DD / EN B1ab(v) Endémico Eleutherodactylus incertus Lutz, 1927 Sapito incierto / Uncertain robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus kareliae La Marca, 2005 Sapito de Karelia / Karelia's robber frog DD / NT Endémico Eleutherodactylus lancinii Donoso-Barros, 1968 Ranita paramera de Lancini / Lancini's robber frog DD / EN B1ab(v) Endémico

Eleutherodactylus memorans Myers & Donnelly, 1997 Sapito recordatorio / Memorian robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus mondolfii Rivero, 1982 Ranita de Mondolfi / Mondolfi's robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus paramerus Rivero, 1982 Ranita paramera / Paramo robber frog DD / EN B1ab(iii) Endémico Eleutherodactylus pedimontanus La Marca, 2004 Ranita piemontana / Submountain robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus pleurostriatus Rivero, 1982 Ranita subparamera listada / Listed robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus pruinatus Myers & Donnelly, 1996 Sapito congelado del Yaví / Yavi robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus reticulatus Walker & Test, 1955 Ranita nublada reticulada / Reticulate robber frog NT / DD Endémico Eleutherodactylus riveroi Lynch & La Marca, 1993 Ranita nublada de Rivero / Rivero's robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus rozei Rivero, 1961 Ranita de Roze / Roze's robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus stenodiscus Walker & Test, 1955 Ranita nublada de discos / Pico periquito robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus telefericus La Marca, 2005 Ranita nublada del teleférico / Cableway's robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus tubernasus Rivero, 1982 Ranita subparamera de hocico tuberculado / Tuberous robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus turimiquirensis Rivero, 1961 Ranita nublada del Turimiquire / Turimiquire robber frog NT / EN B1ab(iii) Endémico Eleutherodactylus vanadise La Marca, 1984 Ranita nublada azul / Blue robber frog DD / NT Endémico Eleutherodactylus yaviensis Myers & Donnelly, 1996 Ranita del Yaví / Yavi robber frog DD / DD Endémico Eleutherodactylus yustizi Barrio-Amorós & Chacón-Ortíz,

Eleutherodactylus lentiginosus Rivero, 1982 Ranita subparamera de pintas / Lentiginosus robber frog DD / DD

2004

Eleutherodactylus marahuaka Fuentes & Barrio-

Emberizoides duidae Chapman, 1929 Sabanero coludo del Duida / Duida grass finch DD / NT Endémico

Amorós, 2004

Sapito de Marahuaka / Marahuaka robber frog DD / VU D2 Endémico Eleutherodactylus melanoproctus Rivero, 1982 Sapito negro tachirense / Tachira black robber frog DD / DD Endémico

Ranita nublada de Yústiz / Yustiz's robber frog DD / DD Endémico

Epinephelus flavolimbatus Poey, 1865 Mero aleta amarilla / Yellowfinned grouper DD / VU A2d+3d


Epinephelus itajara Lichtenstein, 1822 Mero guasa / Goliath grouper DD / CR A2d Epinephelus morio Valenciennes, 1828 Mero paracamo / Red grouper DD / NT Epinephelus niveatus Valenciennes, 1828 Mero manchado / Spotted grouper DD / VU A2d+3d Epinephelus striatus Bloch, 1792 Mero batata / Hamlet grouper DD / EN A2ad Epipedobates rufulus Gorzula, 1990 Sapito niñera del Chimantá / Sira poison frog NT / DD Endémico Eretmochelys imbricata Linnaeus, 1766 Carey / Hawksbill turtle CR A1b+2bcd / CR A1bd Eriocnemis cupreoventris Fraser, 1840 Colibrí pantalón cobrizo / Coopery-bellied puffleg DD / NT Erpetogomphus sabaleticus Williamson, 1918 Cola de víbora sabaletico / Clubtail DD / NE Endémico Etmopterus perryi Springer & Burgess, 1985 Tiburón enano / Dwarf lanternshark DD / DD Eudocimus ruber Linnaeus, 1758 Corocoro colorado / Scarlet ibis NT / LC Eufriesea boharti Kimsey, 1977 Abeja de las orquídeas de Bohart / Bohart's euglossine orchid bee DD / NE Endémico Eufriesea chaconi González & Gaiani, 1989 Abeja de las orquídeas de Chacón / Chacon's euglossine orchid bee DD / NE Endémico Eufriesea kimimari González & Gaiani, 1989 Abeja de las orquídeas kimimari / Kimimari euglossine orchid bee DD / NE Endémico Eufriesea limbata Mocsáry, 1897 Abeja de las orquídeas bordeada / Black-edged euglossine orchid bee DD / NE Eumops maurus Thomas, 1901 Murciélago cola libre de los morichales / Guianan bonneted bat DD / VU A2c, D2 Euryrhynchus pemoni Pereira, 1985 Camaroncito de río de la Gran Sabana / Gran Sabana freshwater shrimp VU D2 / NE Endémico Euspondylus monsfumus Mijares-Urrutia, Señaris & Arends, 2000

Lagartija de cerro El Humo / Cerro El Humo lizard VU D2 / NE Endémico Euthore fastigiata Selys, 1859 Libélula / Damselfly NT / NE Endémico Falco deiroleucus Temminck, 1825 Halcón pechianaranjado / Orange-breasted falcon DD / LC

Farlowella curtirostra Myers, 1942 Aguja de los Andes / Andean twig catfish VU B1ab(iii) / NE Endémico

Gonatodes seigliei Donoso-Barros, 1966 Tuqueque de Miraflores / Miraflores gecko DD / NE Endémico

Farlowella martini Fernández-Yépez, 1972 Aguja del Aroa / Aroa twig catfish VU A2ce; B1ab(iii) / NE Endémico

Gracilinanus dryas Thomas, 1898 Comadrejita andina / Wood sprite gracile mouse opossum NT / VU B1+2c

Farlowella taphorni Retzer & Page,1997 Aguja de Maracaibo / Maracaibo Twig catfish VU B1ab(iii) / NE Endémico

Gracilinanus marica Thomas, 1898 Comadrejita montana / Northern gracile mouse opossum DD / LR/nt

Feresa attenuata Gray, 1875 Orca pigmea / Pygmy killer whale DD / DD

Grallaria chtonia Wetmore & Phelps, 1956 Hormiguero tororoi tachirense / Tachira antpitta CR B1ab(i,ii,iii) / EN B1ab(i,ii,iii); C2a(ii) Endémico

Feschaeria amycus Cramer, 1779 Mariposa castnia / Giant butterfly-moth DD / NE Endémico Flectonotus fitzgeraldi Parker, 1933 Ranita marsupial de Fitzgerald / Fiztgerald's marsupial frog DD / EN B1ab(iii) Endémico

Grallaria excelsa Berlepsch, 1893 Hormiguero tororoi excelso / Great antpitta VU B1ab(i,ii,iii); C2a(ii) / VU A2c+3c; B1ab(i,ii,iii,v); C2a(i) Endémico Grallaria guatemalensis Prévost & Des Murs, 1842 Hormiguero tororoi guatemalteco / Scaled antpitta NT / LC

Fulica caribaea Ridgway, 1884 Gallineta pico de plata / Caribbean coot DD / NT

Grallaricula cucullata Sclater, 1856 Ponchito cabecicastaño / Hooded antpitta VU B1ab(i,ii,iii) / VU B1ab(i,ii,iii,v); C2a(i)

Galeocerdo cuvier Péron & Lesueur, 1822 Tiburón tigre / Tiger shark DD / NT

Grallaricula loricata Sclater, 1857 Ponchito pechiescamado / Scallop-breasted antpitta DD / NT Endémico

Gallinago undulata Boddaert, 1783 Becasina gigante / Giant snipe DD / LC

Grampus griseus Cuvier, 1812 Calderón gris / Risso's dolphin DD / DD

Gastrotheca helenae Dunn, 1944 Rana marsupial del Tamá / Tama marsupial frog DD / DD Endémico

Gurgesiella atlantica Bigelow & Schroeder, 1962 Raya pigmea del Atlántico / Atlantic pygmy skate DD / DD

Gastrotheca ovifera Lichtenstein & Weinland, 1854 Rana marsupial común / Common marsupial frog DD / EN B1ab(iii,v) Endémico Gastrotheca walkeri Duellman, 1980 Rana marsupial cornuda / Horned marsupial frog DD / DD Endémico Gastrotheca williamsoni Gaige, 1922 Rana marsupial de William / Williams's marsupial frog DD / DD Endémico

Gymnura altavela Linnaeus, 1758 Raya mariposa vela / Spiny butterfly ray DD / DD Gymnura micrura Bloch & Schneider, 1801 Raya mariposa menor / Smooth butterfly ray DD / DD Haemonides cronida Herrich-Schäffer, 1854 Mariposa castnia / Giant butterfly-moth DD / NE Endémico Hapalopsittaca amazonina Des Murs, 1845 Perico multicolor / Rusty-faced parrot EN C2a(ii) / VU C2a(i)

Geochelone carbonaria Spix, 1824 Morrocoy sabanero / Red-footed tortoise NT / NE

Harpagus diodon Temminck, 1823 Gavilán calzón rufo / Rufous-thighed kite DD / LC

Geochelone denticulata Linnaeus, 1766 Morrocoy montañero / Yellow-footed tortoise NT / VU A1cd+2cd

Harpia harpyja Linnaeus, 1758 Águila arpía / Harpy eagle VU C2a(ii); D1 / NT

Ginglymostoma cirratum Bonnaterre, 1788 Tiburón gata / Nurse shark DD / DD

Harpyhaliaetus solitarius Tschudi, 1844 Águila solitaria / Solitary eagle NT / NT

Globicephala macrorhynchus Gray, 1846 Ballena piloto de aleta corta / Short-finned pilot whale DD / LR/cd

Hemispingus goeringi Sclater & Salvin, 1870 Buscador lomipizarra / Slaty-backed hemispingus VU B1ab(i,ii,iii) / VU D2 Endémico

Glyphonycteris daviesi Hill, 1964 Murciélago orejudo mayor / Davies's big-eared bat DD / LR/nt

Hemispingus melanotis Sclater, 1855 Buscador orejinegro / Black-eared hemispingus DD / LC

Glyphonycteris sylvestris Thomas, 1896 Murciélago orejudo tricoloreado / Tricolor big-eared bat DD / LR/nt

Hemispingus reyi Berlepsch, 1885 Buscador rey / Grey-capped hemispingus DD / NT

Gonatodes petersi Donoso-Barros, 1967 Tuqueque de Perijá / Peters' gecko DD / NE Endémico

Hemispingus verticalis Lafresnaye, 1840 Buscador cabecinegro / Black-headed hemispingus DD / LC

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Hesperocyclops venezuelanus Galassi & Pesce, 1992 Copépodo / Cyclopid copepod DD / NE Endémico

Hylaeonympha magoi Rácenis, 1968 Libélula de Mago / Mago's woodnymp damsel DD / DD Endémico

Kogia simus Owen, 1866 Cachalote enano / Dwarf sperm whale DD / LR/lc

Heteragrion palmichale Hartung, 2002 Centinela de Palmichal / Wood elf DD / NE Endémico

Hylomantis medinai Funkhouser, 1962 Rana lémur de Henri Pittier / Henri Pittier lemur frog NT / DD Endémico

Lachnolaimus maximus Walbaum, 1792 Pargo gallo / Hogfish DD / VU A2d

Heteromys australis Thomas, 1901 Ratón mochilero suramericano / Southern spiny pocket mouse DD / LR/lc

Hylonympha macrocerca Gould, 1873 Colibrí tijereta / Scissor-tailed hummingbird EN B1ab(iii) / VU D2 Endémico

Heteromys oasicus Anderson, 2003 Ratón mochilero de Paraguaná / Paraguana spiny pocket mouse EN B2ab(iii) / NE Endémico

Hyloscirtus estevesi Rivero, 1968 Rana andina de Estévez / Estevez' tree frog DD / DD Endémico

Hexanchus griseus Bonnaterre, 1788 Tiburón gris / Bluntnose sixgill shark DD / LR/nt

Hyloscirtus jahni Rivero, 1961 Rana andina de Jahn / Jahn's tree frog NT / NT Endémico

Himantura schmardae Werner, 1904 Chupare / Chupare stingray DD / DD

Hyloscirtus platydactylus Boulenger, 1905 Ranita común andina / Common andean tree frog DD / VU A2ace; B1ab(iii,v)

Hippocampus erectus Perry, 1810-1811 Caballito de mar rayado / Lined seahorse NT / VU A4cd

Hyphessobrycon fernandezi Fernández-Yépez, 1972 Tetra del Aroa / Aroa tetra NT / NE Endémico

Hippocampus reidi Ginsburg, 1933 Caballito de mar hocicudo / Longsnout seahorse DD / DD Histiotus humboldti Handley, 1996 Murciélago orejigrande común / Humboldt's big-eared brown bat DD / DD Hyalinobatrachium antisthenesi Goin, 1963 Ranita de cristal de Rancho Grande / Rancho Grande glass frog NT / VU B1ab(iii) Endémico Hyalinobatrachium duranti Rivero, 1985 Ranita de cristal de Durant / Durant's glass frog DD / DD Endémico Hyalinobatrachium eccentricum Myers & Donnelly, 2001 Ranita de cristal de Yutaje / Yutaje glass frog DD / DD Endémico Hyalinobatrachium fragile Rivero, 1985 Ranita de cristal frágil / Fragile glass frog NT / VU B1ab(iii) Endémico Hyalinobatrachium guairarepanensis Señaris, 2001 Ranita de cristal del Ávila / Avila glass frog EN B1ab(iii) / EN B1ab(iii) Endémico Hyalinobatrachium helenae Ayarzagüena, 1992 Ranita de cristal de Helena / Helena's glass frog DD / DD Endémico Hyalinobatrachium iaspidiense Ayarzagüena, 1992 Ranita de cristal de Jaspe / Jaspe glass frog DD / DD Endémico Hyalinobatrachium orientale Rivero, 1968 Ranita de cristal oriental / Eastern glass frog DD / VU B1ab(iii) Endémico Hyalinobatrachium pallidum Rivero, 1985 Ranita de cristal pálida / Pale grass frog DD / EN B1ab(iii) Endémico Hyalinobatrachium revocatum Rivero, 1985 Ranita de cristal tovareña / Tovar glass frog DD / VU B1ab(iii) Endémico

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Hypsiboas alemani Rivero, 1964 Ranita arbórea de Alemán / Aleman's frog DD / DD Endémico Hypsiboas pulidoi Rivero, 1968 Ranita arbórea de Pulido / Pulido's frog DD / DD Endémico Hypsiboas rhythmicus Señaris & Ayarzaguena, 2002 Ranita arbórea del Jaua / Jaua frog DD / DD Endémico Ichthyomys hydrobates Winge, 1891 Rata de agua andina / Andean crab-eating rat NT / LR/nt Ichthyomys pittieri Handley & Mondolfi, 1963 Rata de agua de Pittier / Pittier's crab-eating rat VU B1ab(iii); D2 / VU D2 Endémico Inia geoffrensis Blainville, 1817 Tonina del Orinoco / Amazon river dolphin VU A2acde+3de / VU A1cd Iodopleura fusca Vieillot, 1817 Cotinguita fusca / Dusky purpletuft DD / LC Isogomphodon oxyrhynchus Müller & Henle, 1839 Tiburón nariz de daga / Daggernose shark DD / CR A2ad+3d+4ad Isothrix bistriata Wagner, 1845 Rata listada cola de pincel / Yellow-crowned brush-tailed rat DD / LR/nt Isurus oxyrinchus Rafinesque, 1810 Tiburón marrajo / Shortfin mako DD / LR/nt Ixobrychus involucris Vieillot, 1823 Garza enana amarilla / Stripe-backed bittern DD / LC Jenkinsia parvula Cervigón & Velázquez, 1978 Arenque de Venezuela / Short-striped round herring DD / VU D2 Endémico Junix elumbis Rácenis, 1968 Libélula / Tiny threadtail DD / DD Endémico

Lagenodelphis hosei Fraser, 1956 Delfín de Fraser / Fraser's dolphin DD / DD Lamproneura lucerna De Marmels, 2003 Pelo volador serrano / Threadtail DD / NE Endémico Laniisoma elegans Thunberg, 1823 Cotinga pirarí / Shrike-like cotinga DD / LC Lasiurus atratus Handley, 1996 Murciélago canoso alinegra / Hairy-tailed bat DD / DD Laterallus levraudi Sclater & Salvin, 1868 Cotarita de costados castaños / Rusty-flanked crake EN C2a(ii) / EN C2a(i) Endémico Laterallus melanophaius Vieillot, 1819 Cotarita pechiblanca / Rufous-sided crake DD / LC Leopardus pardalis Linnaeus, 1758 Cunaguaro / Ocelot VU A2c / LC Leopardus tigrinus Schreber, 1775 Gato de monte / Little spotted cat VU A2c / NT Leopardus wiedii Schinz, 1821 Tigrito / Margay cat VU A2c / LC Lepidoblepharis montecanoensis Markezich & Taphorn, 1994

Tuqueque de Monte Cano / Monte Cano dwarf gecko CR B1ab(iii) / CR B1+2c Endémico Lepidochelys olivacea Eschscholtz, 1829 Guaraguá / Olive ridley EN A2acd+1bd / EN A1bd Leptodactylus magistris Mijares-Urrutia, 1997 Sapito silbador del Socopó / Teachers' frog EN B1ab(iii) / CR B1ab(iii)+2ab(iii) Endémico Leptonycteris curasoae Miller, 1900 Murciélago cardonero / Southern long-nosed bat VU A2c / VU A1c Leucopternis melanops Latham, 1790 Gavilán carinegro / Black-faced hawk DD / LC Lipaugus streptophorus Salvin & Godman, 1884 Minero collar rosado / Rose-collared piha DD / LC Lithogenes valencia Provenzano, Schaefer, Baskin & Royero, 2003

Corroncho desnudo del lago de Valencia / Valencia Lake litogenes EX / NE Endémico Lonchophylla robusta Miller, 1912 Murciélago polinívoro andino / Orange nectar bat NT / LR/lc Lonchorhina fernandezi Ochoa & Ibañez, 1982 Murciélago narigudo menor / Fernandez's sword-nosed bat EN A3c / VU A2c Endémico Lonchorhina inusitata Handley & Ochoa, 1997 Murciélago narigudo raro / Uncommon sword-nosed Bat DD / DD


Lonchorhina orinocensis Linares & Ojasti, 1971 Murciélago narigudo del Orinoco / Orinoco sword-nosed bat DD / LR/nt Lontra longicaudis Olfers, 1818 Perro de agua pequeño / Long-tailed otter VU A2c / DD Lophostoma carrikeri Allen, 1910 Murciélago orejudo ventriblanco / Carriker's round-eared bat DD / VU A2c Lutjanus analis Cuvier, 1828 Pargo cebal / Mutton snapper DD / VU A2d, B1+2e

Mannophryne larandina Yústiz, 1991 Sapito acollarado de la sierra de Barbacoas / Barbacoas rocket frog DD / DD Endémico Mannophryne neblina Test, 1956 Sapito acollarado de Rancho Grande / Rancho Grande rocket frog CR B1ab(iv)+2ab(iv) / CR B1ab(v)+2ab(v) Endémico Mannophryne oblitterata Rivero, 1984 Sapito acollarado de Guatopo / Guatopo rocket frog DD / DD Endémico

Lutjanus cyanopterus Cuvier, 1828 Pargo caballo / Cuban snapper DD / VU A2d, B1+2e

Mannophryne riveroi Donoso-Barros, 1964 Sapito acollarado de Rivero / Rivero's rocket frog NT / EN B1ab(iii) Endémico

Lymanopoda altaselva Adams & Bernard, 1979 Mariposa limanopoda de las selvas nubladas / Cloud forest satyr DD / NE Endémico

Mannophryne trinitatis Garman, 1887 Sapito acollarado costero / Yellow-throated frog DD / VU B1ab(iii) Endémico

Lymanopoda marianna Staudinger, 1897 Limanopoda de la selva nublada de Mérida / Merida satyr NT / NE Endémico Lymanopoda paramera Adams & Bernard, 1979 Mariposita blanca del páramo / Paramo white satyr VU B1ab(iii) / NE Endémico

Mannophryne yustizi La Marca, 1989 Sapito acollarado de Yústiz / Yustiz's rocket frog DD / EN B1ab(iii) Endémico Manta birostris Walbaum, 1792 Manta raya / Atlantic manta DD / DD Margarops fuscatus Vieillot, 1808 Zorzal / Pearly-eyed thrasher ER / LC

Mabuya croizati Horton, 1973 Lagartija lucia del Turimiquire / Croizat's skink VU B1ab(iii) / NE Endémico

Marmosa tyleriana Tate, 1931 Comadrejita tepuyana / Tyler's mouse opossum DD / DD Endémico

Macrobrachium dierythrum Pereira, 1986 Camaroncito del río Aguaro / Aguaro freshwater shrimp DD / NE Endémico

Marmosa xerophila Handley & Gordon, 1979 Comadrejita desértica / Dryland slender mouse opossum NT / EN B1+2c

Macrobrachium pumilum Pereira, 1986 Camaroncito del río Aguaro / Aguaro freshwater shrimp VU D2 / NE Endémico Macrobrachium reyesi Pereira, 1986 Camaroncito de río del lago de Valencia / Valencia Lake freshwater shrimp VU B1ab(iii,iv,v) / NE Endémico Macrobrachium rodriguezi Pereira, 1986 Camaroncito del río Caris / Caris freshwater shrimp VU B1ab(iii,v) / NE Endémico Mannophryne caquetio Mijares-Urrutia & Arends, 1999 Sapito acollarado de Churuguara / Churuguara rocket frog VU B1ab(iii) / CR B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) Endémico Mannophryne collaris Boulenger, 1912 Sapito acollarado común / Common rocket frog DD / EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) Endémico Mannophryne cordilleriana La Marca, 1994 Sapito acollarado andino / Andean rocket frog DD / VU D2 Endémico Mannophryne herminae Boettger, 1893 Sapito acollarado orocostense / Costa de Oro rocket frog NT / NT Endémico Mannophryne lamarcai Mijares-Urrutia & Arends, 1999 Sapito acollarado del Socopó / Socopo rocket frog EN B1ab(iii) / CR B1ab(iii) Endémico

Marmosops cracens Handley & Gordon, 1972 Comadrejita falconiana / Slim-faced slender mouse opossum EN B1ab(i,iii) / EN B1+2c Endémico Marmosops impavidus Tschudi, 1844 Comadrejita altimontana / Andean slender mouse opossum DD / LR/nt Mazama americana Erxleben, 1777 Venado matacán rojizo / Red brocket DD / DD Endémico Mazama bricenii Thomas, 1908 Venado matacán candelillo / Merida brocket VU B1ab(iii) / LR/nt Endémico Mazama gouazoubira Fischer, 1814 Venado matacán pardo grisáceo / Brown brocket DD / DD Mecistogaster modesta Selys, 1860 Libélula modesta / Modest darner NT / NE Endémico Mecocerculus minor Taczanowski, 1879 Atrapamoscas ligero menor / Sulphur-bellied tyrannulet DD / LC Megaptera novaeangliae Borowski, 1781 Ballena jorobada / Humpback whale VU A1ad / VU A1ad Megascops petersoni Fitzpatrick & O'Neill, 1986 Curucucú canela / Cinnamon screech owl DD / LC

Merganetta armata Gould, 1842 Pato de torrentes / Torrent duck VU C2a(ii) / LC Mesoplodon europaeus Gervais, 1855 Ballenato picudo de Gervais / Gervais' beaked whale DD / DD Messoclemmys zuliae Pritchard & Trebbau, 1984 Cabezón del Zulia / Zulia toad-headed turtle VU B1ab(iii) / VU B1+2c Endémico Metacyclops geltrudeae Pesce & Galassi, 1993 Copépodo / Cyclopid copepod DD / NE Endémico Metallura iracunda Wetmore, 1946 Colibrí de Perijá / Perija metaltail VU D2 / EN B1ab(i,ii,iii) Metaniphargus venezuelanus Stock & Botoseneanu, 1983 Hádzido troglobio de Falcón / Falcon blind amphipod DD / NE Endémico Metaphryniscus sosae Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1994 Sapito rugoso del Marahuaka / Marahuaka bush toad NT / VU D2 Endémico Micrastur buckleyi Swann, 1919 Halcón de Buckley / Buckley's forest falcon DD / LC Microcaecilia rabei Roze & Solano, 1963 Cecilia pequeña / Rabei's caecilian DD / DD Endémico Minyobates steyermarki Rivero, 1971 Sapito rojo del Yapacana / Demonic poison-arrow frog EN B2ab(iii) / CR A1c, C2a Endémico Mithrax spinosissimus Lamarck, 1818 Cangrejo rey del Caribe / Channel clinging crab DD / NE Mobula tarapacana Philippi, 1892 Manta raya cornuda / Box ray DD / DD Moenkhausia pittieri Eigenmann, 1920 Tetradiamante / Diamond tetra VU A2ce; B1ab(iii) / NE Endémico Molossops mattogrossensis Vieira, 1942 Murciélago aplastado / Mato Grosso dog-faced bat DD / LR/nt Molossops neglectus Williams & Genoways, 1980 Murciélago perruno sepia / Rufus dog-faced bat DD / LR/nt Molossus coibensis Allen, 1904 Murciélago mastín diminuto / Velvety free-tailed bat DD / LR/nt Monodelphis adusta Thomas, 1897 Comadreja colicorta andina / Sepia short-tailed opossum NT / NE Monodelphis reigi Lew & Pérez-Hernández, 2003 Comadreja colicorta de sierra de Lema / Sierra de Lema's short-tailed opossum DD / NE Endémico Morphnus guianensis Daudin, 1800 Águila monera / Crested eagle VU C2a(ii); D1 / NT Mustelus canis Mitchill, 1815 Cazón mamón dentudo / Dusky smoothhound DD / LR/nt

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Mustelus minicanis Heemstra, 1997 Cazón mamón enano / Venezuelan dwarf smoothhound DD / DD Mycteroperca cidi Cervigón, 1966 Cuna blanca / Venezuelan grouper DD / VU D2 Mycteroperca interstitialis Poey, 1860 Cuna amarilla / Yellowmouth grouper DD / VU A2d+3d Mycteroperca venenosa Linnaeus, 1758 Cuna de piedra / Yellowfin grouper DD / NT Myersiohyla aromatica Ayarzagüena & Señaris, 1993 Ranita olorosa / Aromatic tree frog DD / DD Endémico Myersiohyla inparquesi Ayarzagüena & Señaris, 1993 Ranita arborícola de Inparques / Inparques' tree frog NT / DD Endémico Myersiohyla loveridgei Rivero, 1961 Rana de Loveridge / Loveridge's frog DD / DD Endémico Myioborus albifrons Phelps & Phelps, 1946 Candelita frentiblanca / White-fronted whitestart NT / NT Endémico Myioborus cardonai Zimmer & Phelps, 1945 Candelita de Guaiquinima / Guaiquinima whitestart DD / NT Endémico Myioborus pariae Phelps & Phelps, 1949 Candelita de Paria / Paria whitestart EN B1ab(i,ii,iii) / EN B1ab(i,ii,iii,v) Endémico Mylossoma acanthogaster Valenciennes, 1850 Pámpano del lago de Maracaibo / Maracaibo Lake silver dollar VU A1d+2d / NE Mylossoma aureum Agassiz, 1829 Palometa / Silver dollar DD / NE Myoprocta exilis Wagler, 1831 Picurito rabudo / Red acouchi DD / DD Myotis nesopolus Miller, 1900 Murciélago marrón de los desiertos / Curacao myotis NT / LR/nt Myrmeciza laemosticta Salvin, 1865 Hormiguero pechinegro / Dull-mantled antbird NT / LC Myrmecophaga tridactyla Linnaeus, 1758 Oso hormiguero / Giant anteater VU A2cd / NT Narcine bancroftii Griffith, 1834 Raya eléctrica caribeña / Caribbean electric ray DD / CR A2abd+3bd+4bd Nasuella olivacea Gray, 1865 Guache paramero / Little coati DD / DD Negaprion brevirostris Poey, 1868 Tiburón chuchivano / Lemon shark NT / LR/nt Neoaxonopsella caripense Orghidan & Gruia, 1981 Ácaro de Caripe / Caripe's mite DD / NE Endémico Neochen jubata Spix, 1825 Pato carretero / Orinoco goose NT / NT

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Neocrex erythrops Sclater, 1867 Polla pico rojo / Paint-billed crake DD / LC Neoharriotta carri Bullis & Carpenter, 1966 Quimera pálida de hocico largo / Dwarf sicklefin chimaera DD / DD Neomamersa apophylonga Gruia, 1988 Ácaro acuático / Gruia's water mite DD / NE Endémico Neomorphus rufipennis Gray, 1849 Pájaro váquiro / Rufous-winged ground-cuckoo DD / LC Neotropospeonella decui Pace, 1983 Catópido ciego de la cueva del Guácharo / Guacharo Cave blind ground beetle VU D2 / NE Endémico Nephelobates alboguttatus Boulenger, 1903 Sapito de niebla de manchas blancas / Whitebelly fog frog NT / EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) Endémico Nephelobates duranti Péfaur, 1985 Sapito de niebla de Durant / Durant's fog frog DD / EN B1ab(iii)+2ab(iii) Endémico Nephelobates haydeeae Rivero, 1978 Sapito de niebla andino / Haydee's fog frog DD / EN B1ab(iii,v)+2ab(iii,v) Endémico

Notodiaptomus maracaibensis Kiefer, 1954 Copépodo del lago de Maracaibo / Maracaibo Lake copepod DD / VU D2 Endémico Numenius americanus Bechstein, 1812 Zarapito americano / Long-billed curlew DD / NT Nyctinomops aurispinosus Peale, 1848 Murciélago cola libre de Peale / Peale's free-tailed bat VU D2 / LR/lc Ochthoeca nigrita Sclater & Salvin, 1871 Pitajo negro / Blackish chat-tyrant NT / NE Odocoileus lasiotis Osgood, 1914 Venado paramero / Merida white-tailed deer EN B1ab(iii) / NE Endémico Odocoileus margaritae Osgood, 1910 Venado margariteño / Margarita white-tailed deer CR B1ab(iii) / NE Endémico Odontodiaptomus thomseni Brehm, 1933 Copépodo de Thomsen / Thomsen's diaptomid copepod DD / DD Endémico Odontophorus atrifrons Allen, 1900 Perdiz frentinegra / Black-fronted wood-quail VU B1ab(i,iii); C2a(ii) / VU B1ab(i,ii,iii,v); C2a(i)

Nephelobates mayorgai Rivero, 1980 Sapito de niebla de Mayorga / Mayorga's fog frog DD / EN B1ab(iii)+2ab(iii) Endémico

Odontophorus columbianus Gould, 1850 Perdiz montañera / Venezuelan wood-quail NT / NT Endémico

Nephelobates meridensis Dole & Durant, 1973 Sapito de niebla merideño / Merida fog frog NT / CR B2ab(iii) Endémico

Oecomyx rex Thomas, 1910 Rata trepadora erizada / King arboreal rice rat DD / LR/lc

Nephelobates molinarii La Marca, 1985 Sapito de niebla de Molinari / Molinari's fog frog DD / EN B1ab(ii,iii)+2ab(ii,iii) Endémico Nephelobates orostoma Rivero, 1976 Sapito de niebla tachirense / Tachira fog frog DD / EN B1ab(ii,iii)+2ab(ii,iii) Endémico

Oithona hebes Giesbrecht, 1891 Copépodo / Cyclopid copepod NT / NE Endémico Oithona neotropica Herbst, 1967 Copépodo / Cyclopid copepod NT / NE Endémico

Nephelobates serranus Péfaur, 1985 Sapito de niebla serrano / Mountain fog frog DD / EN B1ab(ii,iii)+2ab(ii,iii) Endémico

Oithona oswaldocruzi Oliveira, 1945 Copépodo de Oswaldo Cruz / Cruz' cyclopid copepod NT / NE Endémico

Netta erythrophthalma Wied, 1832 Pato negro / Southern pochard EN C2a(ii) / LC

Olallamys edax Thomas, 1916 Rata de bambusales / Greedy olalla rat VU B1ab(iii) / LR/nt

Neusticomys mussoi Ochoa & Soriano, 1991 Ratón de agua del Táchira / Musso's fish-eating rat EN B1ab(iii) / EN B1+2c Endémico

Orcinus orca Linnaeus, 1758 Orca / Killer whale DD / LR/cd

Neusticomys venezuelae Anthony, 1929 Ratón pescador de Los Pijiguaos / Venezuelan fish-eating rat DD / EN B1+2c Endémico Nilotonia simoni Orghidan & Gruia, 1983 Ácaro de Simón / Simon's mite DD / NE Endémico Nothocercus julius Bonaparte, 1854 Chócora de Tamá / Tawny-breasted tinamou DD / LC Notiochelidon flavipes Chapman, 1922 Golondrina de patas pálidas / Pale-footed swallow DD / LC

Oreophrynella cryptica Señaris, 1995 Sapito rugoso del Auyan-Tepui / Auyan tepui toad NT / VU D2 Endémico Oreophrynella huberi Diego-Aransay & Gorzula, 1987 Sapito rugoso de cerro El Sol / Bolivar bush toad VU D2 / VU D2 Endémico Oreophrynella macconnelli Boulenger, 1900 Sapito rugoso de McConell / Mcconell's bush toad DD / VU D2 Endémico Oreophrynella nigra Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1994 Sapito rugoso del Kukenán / Kukenan bush toad VU D2 / VU D2 Endémico


Oreophrynella quelchii Boulenger, 1895 Sapito rugoso del Roraima / Roraima bush toad VU D2 / VU D2

Patagioenas squamosa Bonnaterre, 1792 Paloma isleña / Scaly-naped pigeon VU D2 / LC

Oreophrynella vasquezi Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1994 Sapito rugoso del Ilú / Ilu bush toad VU D2 / VU D2 Endémico

Pauxi pauxi Linnaeus, 1766 Paují copete de piedra / Northern helmeted curassow EN C2a(ii) / VU C2a(i)

Oroaetus isidori Des Murs, 1845 Águila de copete / Black-and-chestnut eagle NT / NT Oryzoborus angolensis Linnaeus, 1766 Semillero ventricastaño / Lesser seed finch DD / LC Oryzoborus crassirostris Gmelin, 1789 Semillero picón / Large-billed seed finch DD / LC Oryzoborus maximiliani Cabanis, 1851 Semillero picón grande / Great-billed seed finch NT / NT Oryzomys gorgasi Hershkovitz, 1971 Ratón de Los Olivitos / Gorgas' rice rat CR B1ab(iii) / CR B1+2c Oxynotus caribbaeus Cervigón, 1961 Tiburón ojinoto / Caribbean roughshark DD / DD Pachyramphus surinamus Linnaeus, 1766 Cabezón brillante / Glossy-backed becard DD / LC Pagrus pagrus Linnaeus, 1758 Pargo / Red porgy DD / EN A1bd+2d Paleosuchus palpebrosus Cuvier, 1807 Babo morichalero / Dwarf caiman DD / LR/lc Paleosuchus trigonatus Schneider, 1801 Babo negro / Smooth-fronted caiman DD / LR/lc Panaque suttoni Schultz, 1944 Panaque de ojos azules / Blue-eye panaque DD / NE Endémico Panthera onca Linnaeus, 1758 Yaguar / Jaguar VU A1cd+2c; C1 / NT Panulirus argus Latreille, 1804 Langosta espinosa / Caribbean spiny lobster VU A2acd / NE Panulirus laevicauda Latreille, 1817 Langosta marrón / Smoothtail spiny lobster DD / NE Paralabrax dewegeri Metzelaar, 1919 Vieja / Old grouper DD / LR/nt Paranocticola venezuelana Bonfils, 1987 Cucaracha ciega venezolana / Venezuelan blind cockroach VU D2 / NE Endémico Pardirallus maculatus Boddaert, 1783 Polla pintada / Spotted rail DD / LC Pardirallus nigricans Vieillot, 1819 Polla negra / Blackish rail DD / LC Parides klagesi Ehrmann, 1904 Mariposa papilionide de Klages / Klages's swallowtail butterfly DD / DD Endémico

Pedaliodes cesarense Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes chaconi Viloria, 1998 Mariposa marrón de Tapirapecó / Tapirapeco brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes demarmelsi Viloria, 1995 Mariposa marrón del cerro Neblina / Neblina brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes japhleta Butler, 1870 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes ornata Grose-Smith & Kirby, 1895 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes piletha Hewitson, 1862 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes prytanis Hewitson, 1862 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes suspiro Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes terramaris Viloria & Pyrcz, 2000 Mariposa marrón de Terramar / Terramar's brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes tyrrheoides Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes vallenata Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Cloud forest brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes yutajeana Viloria & Pyrcz, 2000 Mariposa marrón del cerro Yutajé / Yutaje brown butterfly-moth DD / NE Endémico Pedaliodes zuleta Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de las selvas nubladas / Brown butterfly-moth DD / NE Endémico Peltocephalus dumerilianus Schweigger, 1812 Cabezón / Big-headed river turtle VU A2abd / VU A1acd

Penrosada franciscae Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de los páramos / Paramo brown butterfly-moth DD / NE Endémico Penrosada navarrae Adams & Bernard, 1979 Mariposa marrón de Navarro / Navarro's brown butterfly-moth DD / NE Endémico Penrosada quinterae Adams & Bernard, 1979 Mariposita marrón de Quintero / Quintero's brown butterfly-moth NT / NE Endémico Peropteryx leucoptera Peters, 1867 Murciélago amazónico de sacos / White-winged dog-like bat DD / LR/lc Phaethornis longirostris DeLattre, 1843 Ermitaño picolargo / Western long-tailed hermit DD / LC Philogenia ferox Rácenis, 1959 Elfo feroz / Fierce Wood elf EN B1ab(iii) / NE Endémico Philogenia polyxena Calvert, 1924 Elfo de Aroa / Aroa wood elf VU B1ab(iii) / NE Endémico Phoenicircus carnifex Linnaeus, 1758 Cotinga roja / Guianan red-cotinga NT / LC Phoenicopterus ruber Linnaeus, 1758 Flamenco / Caribbean flamingo NT / LC Phractocephalus hemiliopterus Bloch & Schneider, 1801 Cajaro / Redtail catfish NT / NE Phyllogomphoides brunneus Belle, 1981 Cola de hoja del Tamá / Tama brown leaftail VU B1ab(iii,iv)+2ab(iii,iv) / NE Endémico Phyllogomphoides semicircularis Selys, 1854 Cola de bulbo / Clubtail NT / NE Endémico Phyllomyias urichi Chapman, 1899 Atrapamoscas de Caripe / Urich's tyrannulet EN B1ab(i,ii,iii) / EN B1ab(i,ii,iii,v) Endémico Phyllonotus margaritensis Abbott, 1958 Burro / Margarita murex DD / NE Phylloscartes venezuelanus Berlepsch, 1907 Atrapamoscas cerdoso venezolano / Venezuelan bristle tyrant DD / NT Endémico Phyllostomus latifolius Thomas, 1901 Murciélago lanceolado / Guianan spear-nosed bat DD / LR/nt Physeter macrocephalus Linnaeus, 1758 Cachalote / Sperm whale VU A1bd / VU A1bd Piaractus brachypomus Cuvier, 1818 Morocoto / Red-bellied pacu NT / NE Picumnus nigropunctatus Zimmer & Phelps, 1950 Telegrafista punteado / Black-dotted piculet DD / NE Pimelodella martinezi Fernández-Yépez, 1970 Bagre puyapuya del Unare / Unare catfish DD / NE Endémico

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Pimelodella tapatapae Eigenmann, 1920 Bagre del lago de Valencia / Valencia Lake catfish DD / NE Endémico Pinctada imbricata Roding, 1798 Ostra perla / Atlantic pearl oyster NT / NE Pionopsitta pyrilia Bonaparte, 1853 Perico cabecidorado / Saffron-headed parrot VU C2a(ii) / NT Pipreola whitelyi Salvin & Godman, 1884 Granicera degollada / Red-banded fruiteater DD / LC Platyrrhinus aurarius Handley & Ferris, 1972 Murciélago listado guayanés / El Dorado's broad-nosed bat DD / LR/nt Platyrrhinus umbratus Lyon, 1902 Murciélago listado norteño / Shadowy broad-nosed bat DD / LR/nt Platysilurus malarmo Schultz, 1944 Malarmo / Malarmo catfish VU A1c+2c / NE Podocnemis erythrocephala Spix, 1824 Chimpire / Red-headed river turtle NT / VU A1bd Podocnemis expansa Schweigger, 1812 Tortuga arrau / Giant south american river turtle CR A2abd / LR/cd Podocnemis lewyana Duméril, 1852 Tortuga de río del Magdalena / Magdalena river turtle DD / EN A1bd Podocnemis unifilis Troschel, 1848 Terecay / Yellow-spotted river turtle VU A2abcd / VU A1acd Podoxymys roraimae Anthony, 1929 Ratón del Roraima / Roraima mouse VU D2 / LR/nt Polystictus pectoralis Vieillot, 1817 Atrapamoscas piojito / Bearded tachuri NT / NT Polythore terminata Fraser, 1946 Libélula / Damselfly NT / NE Endémico Potamotrygon motoro Müller & Henle, 1841 Raya ocelada / Ocellate river stingray DD / DD Premnoplex tatei Chapman, 1925 Fafao gargantiblanco / White-throated barbtail VU B1ab(i,ii,iii,iv); C1+2a(ii) / VU B1ab(i,ii,iii,v) Endémico Priodontes maximus Kerr, 1792 Cuspón / Giant armadillo EN A2cd / VU A2cd Prionace glauca Linnaeus, 1758 Tiburón azul / Blue shark NT / LR/nt Pristis pectinata Latham, 1794 Pez sierra común / Common sawfish DD / CR A2bcd+3cd+4bcd Pristis perotteti Müller & Henle, 1841 Pez sierra de dientes largos / Largetooth sawfish DD / CR A2abcd Protemblemaria punctata Cervigón, 1966 Blénido / Flag blennies DD / VU D2 Endémico Protopedaliodes kukenani Viloria & Pyrcz, 1994 Mariposa marrón de Roraima y Kukenán / Roraima and Kukenan brown butterfly-moth NT / NE Endémico

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Protopedaliodes profauna Viloria & Pyrcz, 2000 Mariposa marrón del Auyan-Tepui / Auyan brown butterfly-moth DD / NE Endémico Protopedaliodes ridouti Viloria & Pyrcz, 2000 Mariposa marrón de Ridout / Ridout's brown butterfly-moth DD / NE Endémico Psalidobathynella stocki Schminke, 1979 Sincárido / Syncarid DD / NE Endémico Pseudocandona caribbeana Broodbakker, 1983 Ostrácodo caribeño / Caribbean ostracod DD / NE Endémico Pseudocolopteryx sclateri Oustalet, 1892 Doradito copetón / Crested doradito DD / LC Pseudoplatystoma fasciatum Linnaeus, 1766 Bagre rayado / Barred shovelnose catfish NT / NE Pseudoplatystoma tigrinum Valenciennes, 1840 Bagre tuname / Tiger shovelnose catfish NT / NE Pseudorca crassidens Owen, 1846 Orca falsa / False killer whale DD / LR/lc Pteronotus paraguanensis Linares & Ojasti, 1974 Murciélago bigotudo de Paraguaná / Paraguana moustached bat EN B1ab(iii) / NE Endémico Pteronura brasiliensis Gmelin, 1788 Perro de agua / Giant otter EN A2cd / EN A3ce Pterophylum altum Pellegrin, 1903 Escalar de Venezuela / Venezuelan angelfish NT / NE Endémico Puma concolor Linnaeus, 1771 Puma / Cougar NT / NT

Ramphastos sulfuratus Lesson, 1830 Piapoco pico verde / Keel-billed toucan NT / LC Ramphomicron microrhynchum Boissonneau, 1839 Colibrí pico espina / Purple-backed thornbill NT / LC Redonda bordoni Viloria & Pyrcz, 2003 Mariposa braquíptera de Bordón / Bordon's brachypterous butterfly-moth EN B1ab(iii) / NE Endémico Rhamdia guairense Eigenmann, 1920 Bagre del río Guaire / Guaire river catfish NT / NE Endémico Rheolimnesia tronchoni Orghidan & Gruia, 1983 Ácaro de Tronchón / Tronchon's mite DD / NE Endémico Rhincodon typus Smith, 1828 Tiburón ballena / Whale shark DD / VU A1bd+2d Rhinoclemmys diademata Mertens, 1954 Galápago de Maracaibo / Maracaibo wood turtle VU A3cde / NE Rhinophylla fischerae Carter, 1966 Murciélago frutero amazónico / Fischer's little fruit bat DD / LR/nt Rhinoptera bonasus Mitchill, 1815 Raya cara de vaca / Cowfish DD / NT Rhionaeschna condor De Marmels, 2001 Cortanariz del cóndor / Condor's darner NT / NE Endémico Rhionaeschna demarmelsi Von Ellenrieder, 2003 Cortanariz del Táchira / Tachira's darner NT / NE Endémico Rhipidomys fulviventer Thomas, 1896 Ratón escalador andino / Buff-bellied climbing mouse DD / LR/lc Rhipidomys venustus Thomas, 1900 Rata escaladora montana / Charming climbing mouse DD / LR/lc

Pyrrhura caeruleiceps Todd, 1947 Perico de Perijá / Todd's parakeet DD / NE Endémico

Rhizoprionodon lalandii Müller & Henle, 1839 Cazón chino / Brazilian sharpnose shark DD / DD

Pyrrhura emma Salvadori, 1891 Perico pintado de Venezuela / Venezuelan parakeet DD / NT

Rhogeessa minutilla Miller, 1897 Murcielaguito amarillo de los desiertos / Tiny yellow bat NT / LR/nt

Rachovia brevis Regan, 1912 Rachovia de La Guajira / Guajira rachovia EN B2ab(iii) / NE Endémico

Rineloricaria caracasensis Bleeker, 1862 Paleta de la cuenca del Tuy / Tuy whiptail catfish EN B1ab(iii) / NE Endémico

Rachovia hummelincki Beaufort, 1940 Pez anual de la Costa / Blue spot rachovia VU B1ab(iii) / NE Endémico

Rineloricaria rupestre Schultz, 1944 Paleta andina / Andean whiptail catfish VU B1ab(iii) / NE Endémico

Raja cervigoni Bigelow & Schroeder, 1964 Raya espinosa / Venezuela skate DD / NT

Riolama luridiventris Esqueda, La Marca & Praderio, 2004 Lagartija de vientre amarillento / Yellow-belly lizard DD / NE Endémico

Rallus longirostris Boddaert, 1783 Polla de mangle / Clapper rail DD / LC Rallus wetmorei Zimmer & Phelps, 1944 Polla de Wetmore / Plain-flanked rail EN B1ab(i,ii,iii,iv); C2a(i) / EN B1ab(i,ii,iii,iv,v); C2a(i) Endémico Ramphastos citreolaemus Gould, 1844 Diostedé garganticitrón / Citron-throated toucan NT / LC

Riolama uzzelli Molina & Señaris, 2003 Lagartija de Uzzeli / Uzzeli's lizard DD / NE Endémico Rupicola peruvianus Latham, 1790 Gallito de las sierras / Andean cock-of-the-rock NT / LC


Rutacarus angelieri Orghidan & Gruia, 1983 Ácaro de Angelier / Angelier's mite DD / NE Endémico

Speleodesmoides raveloi Mateu, 1978 Carábido ciego de Ravelo / Ravelo's blind ground beetle DD / NE Endémico

Stefania satelles Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1997 Rana estefanía del Aprada / Aprada estefania carrying frog NT / NT Endémico

Saccopteryx gymnura Thomas, 1901 Murciélago de listas / Amazonian sac-winged bat DD / VU A2c, D2

Speothos venaticus Lund, 1842 Perro de monte / Bush dog VU A2c / VU C2a(i)

Sarkidiornis melanotos Pennant, 1769 Pato de monte / Comb duck VU C2a(ii) / LC

Sphiggurus pruinosus Thomas, 1905 Puercoespín peludo escarchado / Frosted hairy dwarf porcupine VU C1 / VU C2a

Stefania schuberti Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1997 Rana estefanía del Auyan-Tepui / Auyan estefania carrying frog NT / VU D2 Endémico

Scarus guacamaia Cuvier, 1829 Guacamaya / Rainbow parrotfish DD / VU A1d+2d Schizoeaca fuliginosa Lafresnaye, 1843 Piscuiz barbiblanco / White-chinned thistletail DD / LC Schizoeaca perijana Phelps, 1977 Piscuiz de Perijá / Perija thistletail VU B1+2ab(iii) / EN B1ab(i,ii,iii) Scinax baumgardneri Rivero, 1961 Ranita de Baumgardner / Baumgardner's frog DD / DD Endémico Scinax danae Duellman, 1986 Ranita de Dana / Dana's frog DD / DD Endémico Sciotropis cyclanthorum Rácenis, 1959 Elfo menor / Little wood elf VU B1ab(iii,iv); D2 / VU B1ab(iii)+2ab(iii) Endémico Sciotropis lattkei De Marmels, 1994 Elfo de Paria / Paria wood elf VU D2 / VU D2 Endémico Scleronycteris ega Thomas, 1912 Murciélago amazónico de Ega / Ega's long-tongued bat DD / VU A2c, D2 Scytalopus atratus Hellmayr, 1922 Pájaro ratón de corona blanca / White-crowned tapaculo NT / LC Scytalopus griseicollis Lafresnaye, 1840 Pájaro ratón claro / Matorral tapaculo DD / LC Sericossypha albocristata Lafresnaye, 1843 Cuaresmero / White-capped tanager DD / LC Serrasalmus neveriensis Machado-Allison, Fink, López Rojas & Rodenas, 1993

Caribe del Tuy y Neverí / Neveri piranha VU B1ab(iii) / NE Endémico Sigmodontomys alfari Allen, 1897 Rata zuliana / Alfaro's rice water rat NT / LR/lc Solanorum pyrczi Johnson, Le Crom & Constantino, 1997 Licénido de Pyrcz / Pyrcz's butterfly-moth DD / NE Endémico Sorubim cuspicaudus Littmann, Burr & Nass, 2000 Bagre paletón del lago de Maracaibo / Transandean shovelnose catfish VU A1d+2d / NE Sorubimichthys planiceps Spix & Agassiz, 1829 Bagre doncella / Firewood catfish VU A2d / NE Sotalia guianensis van Bénéden, 1864 Bufeo negro / Guiana river dolphin VU A2cd / DD

Sphyrna lewini Griffith & Smith, 1834 Tiburón martillo / Scalloped hammerhead DD / LR/nt Sphyrna media Springer, 1940 Tiburón cabeza de pala / Scoophead shark DD / DD Sphyrna mokarran Rüppell, 1837 Tiburón martillo / Great hammerhead shark DD / EN A2bd+4bd Sphyrna tudes Valenciennes, 1822 Tiburón martillo ojichico / Golden hammerhead shark DD / VU A2ad+3d+4ad Sporophila luctuosa Lafresnaye, 1843 Espiguero negriblanco / Black-and-white seedeater DD / LC Sporophila schistacea Lawrence, 1862 Espiguero apizarrado / Slate-coloured seedeater NT / LC Squalus cubensis Howell Rivero, 1936 Pejeperro espinoso / Cuban dogfish DD / DD Squatina dumeril Lesueur, 1818 Tiburón ángel / Atlantic angel shark DD / DD Stefania breweri Barrio-Amorós & Fuentes, 2003 Rana estefanía de Brewer / Brewer's estefania carrying frog VU D2 / DD Endémico Stefania ginesi Rivero, 1968 Rana estefanía del Hermano Ginés / Gines' estefania carrying frog NT / DD Endémico Stefania goini Rivero, 1968 Rana estefanía del Duida / Duida estefania carrying frog NT / DD Endémico Stefania marahuaquensis Rivero, 1961 Rana estefanía del Marahuaka / Marahuaka estefania carrying frog DD / DD Endémico Stefania oculosa Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1997 Rana estefanía de ojos grandes / Big eyes estefania carrying frog NT / DD Endémico Stefania percristata Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1997 Rana estefanía de Jaua / Jaua estefania carrying frog DD / DD Endémico Stefania riae Duellman & Hoogmoed, 1984 Rana estefanía del Sarisariñama / Sarisariñama estefania carrying frog DD / DD Endémico Stefania riveroi Señaris, Ayarzagüena & Gorzula, 1997 Rana estefanía del Yuruaní / Yuruani estefania carrying frog VU D2 / VU D2 Endémico

Stefania tamacuarina Myers & Donnelly, 1997 Rana estefanía del Tapirapecó / Tapirapeco estefania carrying frog DD / DD Endémico Stenella clymene Gray, 1846 Delfín celador / Atlantic spinner dolphin DD / DD Stenella frontalis Cuvier, 1829 Delfín pintado / Atlantic spotted dolphin DD / DD Stenella longirostris Gray, 1828 Delfín tornillo / Long beaked dolphin DD / LR/cd Steno bredanensis Cuvier, 1828 Delfín de dientes rugosos / Rough-toothed dolphin DD / DD Steromapedaliodes albarregas Adams & Bernard, 1981 Mariposa marrón de Albarregas / Albarregas brown butterfly-moth EN B1ab(iii)+2ab(iii) / NE Endémico Steromapedaliodes albonotata Godman, 1905 Mariposa marrón de los páramos / Paramo brown butterfly-moth NT / NE Endémico Steromapedaliodes sanchezi Viloria & Pyrcz, 2001 Mariposa marrón de Juan Félix Sánchez / Sanchez's brown butterfly-moth EN B1ab(iii) / NE Endémico Steromapedaliodes schuberti Viloria & Pyrcz, 2001 Mariposa marrón de Schubert / Schubert's brown butterfly-moth VU D2 / NE Endémico Stigmatura napensis Chapman, 1926 Rabicano menor / Lesser wagtail tyrant DD / LC Strombus gigas Linnaeus, 1758 Botuto / Queen conch VU A2ad / NE Strombus pugilis Linnaeus, 1758 Vaquita / West Indian fighting conch DD / NE Sturnira aratathomasi Peterson & Tamsitt, 1968 Murciélago frugívoro gigante andino / Aratathomas' yellow-shouldered bat VU B1ab(iii) / LR/nt Sturnira bidens Thomas, 1915 Murciélago frugívoro de Mérida / Bidentate yellow-shouldered bat NT / LR/nt Sympetrum evanescens De Marmels, 1992 Riegapozo colorado / Vermillion meadowhawk VU B1ac(iii,iv) / NE Endémico Sympetrum paramo De Marmels, 2001 Riegapozo paramero / Paramo meadowhawk DD / NE Endémico Synpalamides orestes Walker, 1854 Mariposa castnia / Giant butterfly-moth DD / NE Endémico

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Tadarida brasiliensis Geoffroy, 1824 Murciélago mastín de los Andes / Brazilian free-tailed bat DD / LR/nt Tapirus pinchaque Roulin, 1829 Danta de montaña / Andean tapir ER / EN A2cd+3cd; C1; E Tapirus terrestris Linnaeus, 1758 Danta / Lowland tapir VU A2cd / VU A2cd+3cd+4cd Teinopodagrion epidrium De Marmels, 2001 Caballito zancudo del Tamá / Tama wood elf NT / NE Endémico Teinopodagrion turikum De Marmels, 2001 Caballito zancudo Motilón / Motilon wood elf NT / NE Endémico Teinopodagrion vilorianum De Marmels, 2001 Caballito zancudo de Perijá / Perija wood elf NT / NE Endémico Tepuihyla aecii Ayarzagüena, Señaris & Gorzula, 1992 Rana tepuyana del Duida / Duida tepuy frog NT / DD Endémico Tepuihyla celsae Mijares-Urrutia, Manzanilla-Puppo & La Marca, 1999

Ranita tepuyana de Celsa / Celsa's tepuy frog DD / DD Endémico Tepuihyla edelcae Ayarzagüena, Señaris & Gorzula, 1992 Rana tepuyana del Auyan-Tepui / Auyan tepuy frog NT / DD Endémico Tepuihyla luteolabris Ayarzagüena, Señaris & Gorzula, 1992 Rana tepuyana de labios amarillos / Yellow-lips tepuy frog NT / DD Endémico Tepuihyla rimarum Ayarzagüena, Señaris & Gorzula, 1992 Ranita tepuyana del Ptari / Ptari tepuy frog VU D2 / VU D2 Endémico

Thunnus obesus Lowe, 1839 Atún ojo grande / Bigeye tuna DD / VU A1bd Thunnus thynnus Linnaeus, 1758 Atún de aleta azul / Bluefin tuna DD / DD Thyroptera discifera Lichtenstein & Peters, 1855 Murciélago de ventosas de vientre pardo / Peter's disk-winged bat NT / LR/lc Thyroptera lavali Pine, 1993 Murciélago de ventosas mayor / Laval's disk-winged bat VU B1ab(iii) / VU B1+2c, D2 Tinamus tao Temminck, 1815 Gallina azul / Grey tinamou DD / LC Todirostrum viridanum Hellmayr, 1927 Titirijí de Maracaibo / Maracaibo tody flycatcher DD / NT Endémico Trachemys scripta Schoepff, 1792 Jicotea / Common slider NT / LR/nt Tremarctos ornatus Cuvier, 1825 Oso frontino / Spectacled bear EN A2cd; B1ab(i,iii) / VU A2bc Trichechus manatus Linnaeus, 1758 Manatí / West Indian manatee CR A2cd / VU C1 Trichomycterus arleoi Fernández-Yépez, 1972 Bagrecito sanguijuela de Yaracuy / Yaracuy marbled catfish VU A2ce; B1ab(iii) / NE Endémico Trichomycterus emanueli Schultz, 1944 Laucha del Chama y Mocotíes / Chama and Mocoties marbled catfish EN B1ab(iii) / NE Endémico

Trogloguignotus concii Sanfilippo, 1958 Escarabajo ciego de la cueva de Hueque / Hueque Cave blind ground beetle VU B2ab(iii) / NE Endémico Tryngites subruficollis Vieillot, 1819 Playerito canelo / Buff-breasted sandpiper DD / NT Tursiops truncatus Montagu, 1821 Delfín guamachín / Bottle-nosed dolphin DD / DD Urotrygon venezuelae Schultz, 1949 Raya redonda venezolana / Venezuela round stingray DD / NT Vampyressa bidens Dobson, 1878 Murcielaguito de listas dorsales / Bedentate yellow-eared bat DD / LR/nt Vampyrum spectrum Linnaeus, 1758 Gran falso vampiro / Spectral bat NT / LR/nt Veniliornis dignus Sclater & Salvin, 1877 Carpintero barriga amarilla / Yellow-vented woodpecker DD / LC Vermivora chrysoptera Linnaeus, 1766 Reinita alidorada / Golden-winged warbler DD / NT Voluta musica Linnaeus, 1758 Caracol de pentagrama / Common music volute DD / NE Vultur gryphus Linnaeus, 1758 Cóndor / Andean condor CR D1 / NT Xiphias gladius Linnaeus, 1758 Pez espada / Broadbill DD / DD Zebrilus undulatus Gmelin, 1789 Garza cebra / Zigzag heron DD / LC

Trichomycterus meridae Regan, 1903 Laucha de Mérida / Merida marbled catfish VU B1ab(iii) / NE Endémico

Ziphius cavirostris Cuvier, 1823 Ballena de Cuvier / Cuvier's beaked whale DD / DD

Trichomycterus mondolfi Schultz, 1945 Bagre de Chacaito / Chacaito marbled catfish VU B1ab(iii) / NE Endémico

Zulialana coalescens Botosaneanu & Viloria, 1993 Isópodo ciego de la cueva de Toromo / Toromo Cave blind isopod VU B2ab(iii) / NE Endémico

Thamnistes anabatinus Sclater & Salvin, 1860 Hormiguero bermejo / Russet antshrike DD / LC

Trichomycterus motatanensis Schultz, 1944 Laucha del Motatán / Motatan marbled catfish EN B1ab(iii) / NE Endémico

Zungaro zungaro Humboldt, 1821 Bagre amarillo / Giant jelly catfish NT / NE

Thamnophilus multistriatus Lafresnaye, 1844 Pavita hormiguera coronipintada / Bar-crested antshrike DD / LC

& Provenzano, 2001

Tepuihyla rodriguezi Rivero, 1968 Ranita tepuyana guayanesa / Guayana tepuy frog DD / DD Endémico Terenura callinota Sclater, 1855 Hormiguerito rabadilla rufa / Rufous-rumped antwren DD / LC

Thomasomys aureus Tomes, 1860 Rata andina grande / Golden oldfield mouse DD / LR/lc Thomasomys hylophilus Osgood, 1912 Rata andina olivácea / Woodland oldfield mouse VU B1ab(iii) / LR/lc Thomasomys vestitus Thomas, 1898 Rata andina amarillenta / Dressy oldfield mouse DD / LR/lc Thripadectes holostictus Sclater & Salvin, 1876 Trepapalo listado / Striped treehunter NT / LC Thripophaga cherriei Berlepsch & Hartert, 1902 Rabiblando del Orinoco / Orinoco softtail VU D2 / VU D2 Endémico

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Thunnus alalunga Cetti, 1777 Atún blanco / Albacore tuna DD / DD

Trichomycterus spelaeus DoNascimiento, Villarreal Bagrecito ciego cavernícola de Perijá / Perija anophtalmic catfish VU D2 / NE Endémico Trinella bordoni Muñoz-Cuevas, 1975 Opilión troglobio de Bordón / Bordon's opilion DD / NE Endémico Trinella chapmani Rambla, 1978 Opilión troglobio de la sierra de Falcón / Falcon opilion DD / NE Endémico Trinella troglobia Rocha, 1996 Opilión troglobio del Socuy / Socuy opilion DD / NE Endémico


V. Especies Amenazadas de la Fauna Venezolana

MamĂ­feros 65

Aves 117

Reptiles 159

Anfibios 187

Peces 221

Invertebrados 265

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Yaguar Panthera onca VU. Luiz Claudio Marigo






Mono ara単a del norte Ateles hybridus EN. David Southall


Comadrejita falconiana Marmosops cracens Mammalia Didelphimorphia Didelphidae

Handley & Gordon 1972

En Peligro B1ab(i,iii)

Descripción: Comadrejita de tamaño pequeño, cuya longitud desde la cabeza hasta la base de la cola oscila entre 10,2 y 10,5 cm. Su peso se calcula entre 24 y 27 gr. El pelaje es corto a medio, denso y suave. Posee el dorso de color pardo grisáceo con tonos jaspeados de blanco hacia la grupa, y costados pardos que contrastan con su vientre color blanco o crema amarillento [1,2,3]. La cabeza es ligeramente más clara que el dorso, con los cachetes crema sucio, y tiene un pequeño anillo ocular claro muy difuso, pobremente definido y más visible en la parte anterior. Las orejas son relativamente grandes y grisáceas. Manos y patas pequeñas, de pardas claras a blanquecinas. La cola es proporcionalmente mediana y bicoloreada, con gris en el dorso y crema amarillenta por debajo. La hembra es aparentemente menor que el macho [2,3]. Se asemeja a la comadrejita común (Marmosops robinsoni), la cual es un poco más grande, tiene el dorso pardo canela y la cola unicoloreada. Es de hábitos nocturnos, solitarios, arborícolas, y aunque no se conoce con precisión su dieta, se presume que, al igual que otras especies similares, depreda insectos y otros pequeños invertebrados, y además se alimenta de frutas pequeñas [3]. Anteriormente la especie fue denominada como Marmosa cracens, no obstante algunos autores han puesto en duda la validez taxonómica de esta denominación. Distribución: Especie endémica de Venezuela de distribución restringida al sistema Coriano, en las montañas de Mirimire y Capadare, entre 125 y 170 m de altitud. Sólo es conocida por tres ejemplares colectados entre los años 1965 y 1968, cerca de la localidad La Pastora, ubicada en el Municipio Acosta, en el estado Falcón [2]. Los ejemplares capturados se encontraron alrededor de la base de un árbol de 30 m de altura, en un tronco podrido y en un matorral denso. El único ambiente conocido para la especie son los bosques húmedos siempreverdes, dominados por epífitas y lianas, con el subdosel cerrado a 10 m y un dosel irregular de 25 a 30 m de alto [3,4,5]. Nombres comunes: Comadrejita falconiana, Comadrejita de cabeza estrecha, Comadrejita ratona falconiana, Marmosa, Comadrejita Slim-faced slender mouse opossum

Situación Sólo se le conoce por tres ejemplares en los cuales se basó su descripción. La restricción a un hábitat único en áreas costeras del estado Falcón, húmedo, de poca extensión y rodeado por zonas áridas, ha generado como consecuencia una población aislada y sin contacto con hábitats similares. En general, se le considera muy rara y susceptible, y su tamaño poblacional parece ser muy pequeño. Dado que no ha sido registrada en más de 40 años, se desconoce si sus poblaciones están sufriendo reducciones en su tamaño, pero la información existente sugiere que se trata de una especie con riesgo de extinción significativo [3]. Sin embargo, algunos autores consideran que la falta de un muestreo adecuado para los micromamíferos del estado Falcón pudiera influir equivocadamente sobre su estado de conservación, y que incluso ello podría estar afectando la validez taxonómica de la especie [2,6]. A escala internacional la IUCN la clasifica En Peligro [6]. En las ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana fue reportada en la categoría Datos Insuficientes [3].

Amenazas Entre las posibles amenazas que estarían incidiendo en la disminución de las poblaciones de la especie, la principal es la destrucción de los bosques húmedos premontanos en el sistema Coriano (montañas de Mirimire y Capadare), ecosistema considerado muy amenazado por la fragmentación y la reducción creciente de las zonas boscosas. La destrucción ambiental está relacionada con el avance de la agricultura, la ganadería y el desarrollo de infraestructuras turísticas. El uso dominante en los alrededores de Mirimire-Capadare es la siembra de pastos con áreas menores dedicadas a cultivos de subsistencia [5].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Dado que no se encuentra incluida en la Lista Oficial de Animales de Caza, su cacería está prohibida por la Ley de Protección a la Fauna Silvestre [7]. Su hábitat no se encuentra representado dentro del sistema nacional de áreas protegidas. Se propone el desarrollo de estudios dirigidos a elaborar un diagnóstico poblacional con métodos de muestreo adecuados, así como la evaluación del hábitat, biología y ecología de la especie. Con base en los resultados de las investigaciones, se sugiere realizar planes de manejo y conservación, tales como restauración y protección de los bosques donde ha sido reportada la especie [5]. Referencias: [1] Eisenberg 1989. [2] Soriano et al. 1999. [3] Linares 1998. [4] Handley & Gordon 1979. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] IUCN 2007. [7] Venezuela 1970. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Comadrejita musaraña andina Caenolestes fuliginosus Mammalia Paucituberculata Caenolestidae

Tomes 1863

Vulnerable B1ab(i,iii)

Descripción: Marsupial de tamaño pequeño que mide desde 9,9 hasta 12,2 cm. Con un pelaje denso de cortas dimensiones, su coloración dorsal es gris parduzca oscura, con tintes claros y brillantes. El rostro es muy alargado y estrecho, y del mismo color que el dorso. Tiene ojos pequeños y muy mala vista, por lo que se orienta por medio del oído y los bigotes, los cuales le ayudan a localizar sus presas. Las extremidades posteriores son ligeramente más largas que las anteriores. Aunque posee cinco dedos es didáctilo, ya que los dedos no están completamente separados entre sí. La cola es larga y delgada pero no está dotada de capacidad prensil. La hembra de la especie tiene el marsupio muy reducido o ausente. De hábitos terrestres, nocturnos y solitarios, su dieta está compuesta de insectos y vertebrados pequeños. La subespecie presente en Venezuela es Caenolestes fuliginosus obscurus, la cual también ha sido referida previamente como Caenolestes obscurus [1,2]. Distribución: La familia Caenolestidae se encuentra ampliamente distribuida desde el oeste de Colombia hasta el sur de Chile, en ambientes muy fríos y húmedos de las altas montañas andinas. Se ha descrito un total de seis especies, de las cuales una sola está presente en Venezuela y con una distribución marginal [2,3]. Caenolestes fuliginosus posee una amplia distribución que se expande por las montañas andinas desde el norte de Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. En Venezuela se encuentra al extremo norte de su distribución y está restringida a las montañas del macizo de El Tamá en el estado Táchira, donde ocupa ambientes de selva nublada, montaña alta y páramo por encima de 2.000 m de altitud. Probablemente la depresión del Táchira ha representado una barrera geográfica para la expansión de la especie hacia las montañas de la cordillera de Mérida [4]. Nombres comunes: Comadrejita musaraña andina, Ratón musaraña de los Andes, Ratón comadreja Silky shrew opossum, Dusky opossum

Situación Pertenece a una familia de marsupiales compuesta por sólo tres géneros y seis especies que constituyen el relicto del Orden Paucituberculata, cuya máxima radiación adaptativa fue alcanzada en el Oligoceno con numerosas especies que se extinguieron posteriormente [5]. Se conoce muy poco sobre su biología y ecología y no se cuenta con suficientes estudios poblacionales. Por su peculiaridad taxonómica y su área de vida restringida, en Venezuela se le considera una especie con prioridad de atención [6]. A escala internacional la IUCN la reporta en la categoría Preocupación Menor [7]. En Colombia se le clasifica como Casi Amenazada y no hay evidencias de disminuciones poblacionales significativas. Se reporta que no es necesariamente rara en su hábitat preferido bajo ciertas condiciones, y que además presenta una amplia distribución [8]. En las ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana fue reportada en la categoría Preocupación Menor [6].

Amenazas Aunque su distribución conocida en Venezuela se encuentra dentro del Parque Nacional El Tamá, la destrucción del hábitat, tanto por deforestación como por el establecimiento de conucos, probablemente sea la mayor amenaza que enfrenta esta especie [8]. El Tamá es una de las áreas más amenazadas del país, e incluso dentro del parque nacional existen sectores destinados a cafetales y a otros cultivos, además de la ganadería que en conjunto afecta casi 17% de la superficie total del parque. Adicionalmente, son numerosos los incendios forestales, y existe otra serie de problemas asociados a su ubicación fronteriza, como invasiones, contrabando, personas indocumentadas, narcotráfico y guerrilla [6]. La especie podría verse especialmente afectada por las alteraciones que pudieran presentarse en la fauna de invertebrados del suelo, que constituye su dieta principal. Algunos investigadores consideran que aún si la presión actual sobre las poblaciones de esta especie fuese moderada, el hecho de poseer una distribución tan restringida en el país la hace susceptible a cualquier alteración futura en los páramos de Táchira, como pudiera ser la construcción de carreteras, la explotación minera o el desarrollo de cultivos agrícolas, entre otras posibilidades [6].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. La única zona donde ha sido registrada en Venezuela se encuentra dentro del Parque Nacional El Tamá, un área protegida de gran importancia para la conservación de ésta y otras especies andinas amenazadas, y que se encuentra sometida a fuertes presiones. El fortalecimiento del parque es vital. Debe prestarse especial atención al control de la cacería ilegal y a la presencia de conucos en el área [6]. Se recomienda realizar investigaciones sobre la distribución, biología básica y ecología de la especie. Referencias: [1] Linares 1998. [2] Eisenberg 1989. [3] Osgood 1921. [4] Pérez-Hernández et al. 1994. [5] Marshall 1980. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] IUCN 2007. [8] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Víctor Pérez

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Manatí Trichechus manatus

Linnaeus 1758

Mammalia Sirenia Trichechidae

En Peligro Crítico A2cd

Descripción: Sirénido corpulento que mide alrededor de 3 m, y por lo general pesa entre 500 y 600 kg. Tiene un aspecto pisciforme, como un torpedo grueso, con aletas anteriores a manera de remos y una cola redondeada en forma de espátula. Todos estos rasgos son adaptaciones evolutivas de la especie al medio acuático. El dorso, la cabeza y el vientre son de color entre pardo grisáceo y gris. Su piel es finamente arrugada, de 5 cm de espesor, cubierta generalmente por algas. Sus pequeños ojos son de visión limitada, pero su sistema auditivo está bien desarrollado. Es 100% herbívoro, y consume diariamente entre 15% y 20% de su peso. La subespecie presente en Venezuela es Trichechus manatus manatus [1,2]. Distribución: Se distribuye desde el sureste de los Estados Unidos hasta la boca del río Amazonas en Brasil, en zonas costeras del mar Caribe y noreste de Suramérica, en las Antillas Mayores, y en las cuencas de los ríos Cauca y Magdalena en Colombia y Orinoco en Venezuela [1,2,3]. En Venezuela se localiza un núcleo poblacional en la cuenca del lago de Maracaibo y otro en la cuenca del río Orinoco [4,5,6,7]. Aunque no parece existir una población residente en las costas venezolanas, se ha reportado su presencia en Puerto Cabello (estado Carabobo) y en la boca del río Neverí (estado Anzoátegui) [6,8,9]. Nombres comunes: Manatí, Vaca marina West Indian manatee, Caribbean manatee

Situación En Venezuela era más común en el pasado, y ha sido en gran medida la cacería lo que ha ocasionado su disminución [10]. Alexander von Humboldt la señalaba como una especie abundante en los ríos Orinoco, Meta y Apure [4]. Sin embargo, muchas poblaciones locales se han extinguido o han sufrido reducciones drásticas. En la cuenca del lago de Maracaibo la situación es grave [5,7]. La cuenca del río Orinoco y sus adyacencias atlánticas del golfo de Paria constituyen el hábitat más extenso de su distribución mundial y hay evidencias de avistamientos frecuentes en esta zona [2,6,10]. En el caño La Brea, estado Sucre, podría encontrarse una de las mayores poblaciones de la especie, ya que en el año 2001 se determinó que hay por lo menos 10 individuos en el sector conocido como El Pañuelo y en 2002, en el río Orinoco, estado Amazonas, se observaron 2 grupos de 8 y 17 individuos en San José y Tronconal, respectivamente [10,11,12]. A escala global la IUCN la clasifica Vulnerable de extinción [13]. En Colombia se le considera En Peligro Crítico [14].

Amenazas Al tratarse de una especie de ciclo largo y de baja capacidad reproductiva, es muy vulnerable a la cacería persistente. La demanda se centra en su uso como fuente de alimento y en el comercio de su carne, grasa, cuero y huesos [2,15,16]. A mediados del siglo pasado su cacería llegó a ser muy intensa, pero en la actualidad parece estar disminuyendo [4,6,7,15]. Entre otras amenazas se ha señalado la muerte incidental en redes de pesca o en colisiones con lanchas de motor fuera de borda, la alteración de su hábitat para la construcción de diques y represas, el drenado de humedales para la agricultura, la deforestación de bosques de mangle y la contaminación [6,18,19].

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES [20]. En Venezuela, desde 1978, mediante la Resolución N° 127 (08/09/78) se dictaron medidas especiales para evitar la cacería de la especie, la cual fue ratificada como veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96), y posteriormente fue declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [21,22,23,24]. Algunas subpoblaciones se encuentran en los parques nacionales Ciénagas de Juan Manuel, Turuépano y Delta del Orinoco, pero se desconoce si estas áreas puedan garantizar la permanencia de poblaciones viables en el largo plazo. Desde 1992, se ha recomendado a las autoridades nacionales proteger al caño La Brea bajo la figura de parque nacional o refugio de fauna, puesto que el área se encuentra dentro de la Reserva Forestal de Guarapiche, lo cual amenaza a una de las mayores poblaciones de la especie en Venezuela. Igualmente, es importante insistir en el desarrollo de investigaciones básicas sobre la distribución, abundancia y tendencias poblacionales de la especie, además de realizar actividades de educación ambiental y reforzar las labores de guardería y control [19]. El manejo de la Reserva de Biosfera del Delta de Orinoco representa un gran reto para la restauración y protección de la población existente.

Referencias: [1] Eisenberg 1989. [2] Lefebvre et al. 1989. [3] Emmons 1990. [4] Mondolfi 1974. [5] Correa-Viana & O'Shea 1987. [6] O'Shea et al. 1988. [7] Correa-Viana et al. 1990. [8] Boher & Porras 1991. [9] Boher et al. 1991. [10] Project Mermaid 1992. [11] Castelblanco-Martínez 2004. [12] Bermúdez et al. 2004. [13] IUCN 2007. [14] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [15] Mondolfi & Muller 1979. [16] Ojasti 1993. [17] O'Shea et al. 1986. [18] Martínez 1990. [19] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [20] CITES 2006. [21] Venezuela 1970. [22] Venezuela 1978. [23] Venezuela 1996a. [24] Venezuela 1996b. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Cuspón Priodontes maximus Mammalia Cingulata Dasypodidae

Kerr 1792

En Peligro A2cd

Descripción: Es el cachicamo viviente más corpulento. Mide de 75 a 100 cm de longitud, y puede llegar a pesar hasta 30 kg. Su cabeza es gruesa con el dorso cubierto de placas poligonales, y el rostro es de forma cónica, desprovisto de pelos y de color carne. Aunque el vientre es desnudo, el resto de su cuerpo está cubierto por un caparazón flexible formado por placas pequeñas, grises y con tonos amarillentos hacia los bordes inferiores. Las garras son muy grandes y robustas, y la central mide hasta 20,3 cm siguiendo la curvatura. Es una especie nocturna, solitaria y terrestre, cuya dieta está compuesta principalmente por hormigas y termitas coloniales, aunque puede consumir larvas de otros artrópodos, culebras y carroña en general [1,2,3,4]. Por su tamaño, aspecto peculiar y mansedumbre, constituye un valioso atractivo para el turismo ecológico. La especie también es conocida con el sinónimo Priodontes giganteus. Distribución: Es el único miembro de un género monotípico endémico de Suramérica y de amplia distribución. Se extiende al este de los Andes desde el norte de Colombia, Venezuela y las Guayanas, hasta el norte de Argentina, abarcando la cuenca del río Amazonas [1,5,6]. En Venezuela se encuentra a lo largo de bosques densos del piedemonte de las cordilleras de la Costa y los Andes. Se ha registrado en el occidente de Apure, Barinas, Portuguesa, Lara, Yaracuy, Zulia, nororiente de Guárico, y sur del río Orinoco en Bolívar y Amazonas [2,7]. Utiliza una gran variedad de hábitats que incluye desde sabanas hasta bosques húmedos siempreverdes [1]. Nombres comunes: Cuspón, Cuspa gigante, Cuspa grande, Cachicamo gigante, Armadillo gigante Giant armadillo

Situación Es una especie de biología frágil, escasa por naturaleza, con baja capacidad reproductiva y de hábitos muy especializados. De ningún fragmento de su distribución se conocen estudios poblacionales. En Venezuela su distribución geográfica es amplia pero se encuentra localmente restringida con densidades poblacionales muy bajas [2,3,8]. Probablemente habitaba zonas de sabana donde en la actualidad ha sufrido extinciones locales debido a las altas tasas de explotación y a la destrucción de hábitat [6]. Al norte del río Orinoco las poblaciones están virtualmente extintas, particularmente en la cordillera de la Costa [8]. A escala internacional la IUCN clasifica a la especie como Vulnerable [9]. En Colombia se le reporta En Peligro, y en Perú y Ecuador como Vulnerable [10,11].

Amenazas Al ser un animal tan grande, enfrenta cacería indiscriminada con fines comerciales como fuente de alimento. Además, ciertas poblaciones indígenas amazónicas utilizan sus pezuñas para fabricar ornamentos [8,12]. Al norte del río Orinoco la presión de cacería se une a la destrucción de su hábitat, factores cuya convergencia resulta mucho más nociva que el impacto que ocasionan de manera separada. Esto ha dado lugar a la fragmentación y aislamiento de sus poblaciones [13,14].

Conservación A escala internacional la especie está incluida en el Apéndice I del CITES [15]. En Venezuela se encuentra especialmente protegida por la Resolución Nº 430 de 1988 que prohíbe la cacería de cachicamos, la cual se ratifica con el Decreto N° 1.485 (11/09/96) que establece su veda indefinida [16,17]. Es declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [18]. Algunas de las subpoblaciones se localizan en parques nacionales como Río Viejo-San Camilo (estado Apure), Guatopo (posiblemente la última en la cordillera Norte de Venezuela), Parima-Tapirapecó (estado Amazonas) y Canaima (estado Bolívar), aunque se desconoce la efectividad de estos parques como medida de conservación. Entre otras acciones para su protección, se ha emprendido iniciativas de concientización y educación, pero lamentablemente no han tenido continuidad. Se recomienda realizar investigaciones básicas que definan su distribución, tamaño poblacional, presión de cacería y efectividad del sistema de áreas protegidas para garantizar la sobrevivencia de poblaciones viables. Debido a las peculiaridades de la especie y a la naturaleza de su amenaza, es prioritario desarrollar campañas de concientización para divulgar los problemas que enfrenta, tomando en cuenta que no se tiene hasta el momento ningún indicio de recuperación de sus poblaciones locales [14].

Referencias: [1] Eisenberg 1989. [2] Gremone et al. 1986. [3] Mondolfi 1971b. [4] Barreto et al. 1985. [5] Wetzel 1982. [6] Emmons 1990. [7] Handley 1976. [8] Mondolfi 1976. [9] IUCN 2007. [10] Wetzel & Mondolfi 1979. [11] Pulido 1991. [12] Suárez & García 1986. [13] PDVSA 1992. [14] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [15] CITES 2006. [16] Venezuela 1983. [17] Venezuela 1996a. [18] Venezuela 1996b. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Oso hormiguero Myrmecophaga tridactyla

Linnaeus 1758

Mammalia Pilosa Myrmecophagidae

Vulnerable A2cd

Descripción: Especie corpulenta que mide entre 1 y 1,9 m desde la cabeza hasta la base de la cola. El pelaje es grueso, y se hace más largo desde el lomo hasta la punta de la cola. Su coloración dorsal va desde grisácea hasta parduzca con tonalidades blancas y una banda ancha de color negro desde la garganta hasta el pecho. El vientre es negro o pardo grisáceo oscuro. La cabeza y el rostro son muy alargados. Posee una cola voluminosa debido a su pelaje muy largo y rígido, parecido a una hoja de palmera, que mide entre 60 y 90 cm de longitud. Sus tres enormes y poderosas garras en las extremidades anteriores le sirven para explorar cavidades en busca de alimento. Esta característica hace que camine con la parte exterior de las manos. Se alimenta principalmente de hormigas y termitas. Por su curioso aspecto, gran tamaño y actividad diurna, constituye un atractivo valioso para el turismo ecológico [1]. Distribución: Es el único miembro de un género monotípico. Se distribuye desde el sur de Belice y Guatemala hasta el norte de Argentina [2,3]. En Venezuela su distribución es relativamente amplia. Al norte del río Orinoco habita sabanas, además de bosques húmedos y deciduos de los llanos, noreste de la cuenca del lago de Maracaibo y zonas contiguas del estado Falcón. Al sur del río Orinoco frecuenta sabanas y selvas húmedas de los estados Amazonas y Bolívar, incluyendo el delta del Orinoco [4]. No ha sido confirmada su presencia en la cordillera de los Andes [5]. En Venezuela se encuentran presentes dos subespecies, Myrmecophaga tridactyla tridactyla al sur del Orinoco, los Andes, cordillera de la Costa y delta del Orinoco, y Myrmecophaga tridactyla artata en la depresión del lago de Maracaibo. La validez de esta última subespecie es considerada dudosa. Nombres comunes: Oso hormiguero, Oso palmero, Hormiguero gigante Giant anteater

Situación Es una especie medianamente tolerante a las modificaciones de su hábitat, aunque muy sensible por su baja capacidad reproductiva. Se considera que en Venezuela enfrenta cierto riesgo de desaparecer en algunas regiones, principalmente por la destrucción de su hábitat y la cacería. La mayor presión sobre sus poblaciones se registra a lo largo de la cordillera de la Costa y cuenca del lago de Maracaibo. Es probable que las poblaciones al sur del río Orinoco se encuentren estables o decreciendo levemente [6]. Existe un registro de densidad poblacional de 0,12 a 0,18 ind/km2 en sabanas del Hato Masaguaral, estado Guárico [7]. A escala internacional la IUCN reporta a la especie como Casi Amenazada [8]. En Colombia y Perú se le clasifica Vulnerable [9,10]. En Ecuador su número continúa disminuyendo por la destrucción de los bosques y la cacería, pero aún es común en la selva amazónica [11]. En Serra Da Canastra, Mato Grosso, en Brasil, se conocen registros de 1,3 ind/km2 [10]. En Belice se le reporta como Probablemente Extinta [12].

Amenazas Las principales amenazas que enfrenta la especie en Venezuela están relacionadas tanto con frecuentes arrollamientos en carreteras del país, como con su cacería por capricho o entretenimiento, además de ser utilizada como fuente de alimento por comunidades indígenas. Estas comunidades también aprovechan sus tendones para la fabricación de instrumentos de caza, además de mantener la creencia de que algunas partes de su cuerpo son afrodisíacas [13]. Adicionalmente, sus pezuñas son empleadas en la elaboración de espuelas para las patas de gallos de pelea, o son vendidas como artesanías. Con frecuencia individuos jóvenes de la especie son víctimas de perros domésticos [8,13]. La modificación y pérdida de su hábitat, además de las quemas durante el verano, podrían estar perjudicando sustancialmente a las poblaciones silvestres de la especie.

Conservación A escala internacional la especie se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES [14]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [15]. Su distribución geográfica abarca numerosas áreas protegidas. Su situación ha sido difundida mediante ocasionales campañas de divulgación. Se propone el desarrollo de un programa de concientización cuyo propósito sea la disminución de la frecuencia de arrollamientos en carreteras y el cumplimiento de la veda para controlar su cacería. Además, sería importante tomar medidas para que las poblaciones de la especie ubicadas dentro de áreas protegidas se mantengan libres de presiones humanas [13].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Eisenberg 1989. [3] Emmons 1990. [4] Mondolfi 1976. [6] Ochoa et al. 2005. [7] Eisenberg et al. 1979. [8] IUCN 2007. [9] Rodríguez 1998. [10] Pulido 1991. [11] Suárez & García 1986. [12] Shaw et al. 1987. [13] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [14] CITES 2006. [15] Venezuela 1996a. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Mono de noche del occidente Aotus lemurinus Mammalia Primates Aotidae

Geoffroy 1843

Vulnerable A2cd; B1,2ab(i,ii,iii,iv,v)

Descripción: Primate de tamaño mediano, que pertenece al único género de monos neotropicales nocturnos. De aproximadamente 1 kg de peso, se caracteriza por tener los ojos muy grandes y el pelaje denso y lanoso. Su coloración dorsal es parda grisácea, con las puntas de los pelos negras, y el vientre amarillento pálido. La cabeza es redondeada, con una mancha blanca alrededor de los ojos y la boca, y el rostro gris oscuro. De hábitos nocturnos, arbóreos, gregarios y monógamos, su dieta está compuesta mayormente de frutas e insectos [1,2]. La sistemática y nomenclatura del género es controvertida: originalmente para Venezuela se reportó Aotus trivirgatus con dos subespecies que luego fueron elevadas a especies, quedando Aotus trivirgatus reservado para las poblaciones al sur del Orinoco, y Aotus lemurinus para las de occidente, con una subespecie confirmada para Venezuela, Aotus lemurinus griseimembra y otra no confirmada, Aotus lemurinus lemurinus. Recientes evidencias genéticas sustentan que estas últimas deben ser tratadas como dos especies plenas separadas [1,2,3,4,5,6,7,8]. Distribución: La distribución de esta especie se restringe únicamente al norte de Colombia y noroccidente de Venezuela. En Venezuela se encuentra en bosques siempreverdes montanos y de piedemonte en la zona oeste y sur de la cuenca del lago de Maracaibo en la sierra de Perijá, estado Zulia, y piedemonte andino adyacente, entre 70 y 1.200 m de altura [1,2,4,5,6,9,10]. De aceptarse las últimas propuestas taxonómicas, aparentemente esta distribución correspondería a Aotus griseimembra, y una segunda especie, denominada Aotus lemurinus (no confirmada), estaría localizada hacia la región andina del macizo de El Tamá. Incluso es probable que en el alto Apure esté presente una tercera especie, Aotus brumbacki, que se encuentra en los llanos colombianos, pero esta información no ha sido comprobada [4,5]. Nombres comunes: Mono de noche del occidente, Cararrayada, Mono cocuí, Mono nocturno Caribbean night monkey, Grey-necked night monkey, Night monkey, Owl monkey

Situación La información disponible no permite cuantificar su abundancia poblacional en Venezuela. Sin embargo, se infiere que ésta ha disminuido en más del 30% en las últimas tres generaciones. Se le ha considerado especialmente amenazada por la destrucción y el deterioro de sus hábitats, además de su cacería como fuente alimenticia y su uso como mascota. El escaso conocimiento que se posee sobre la especie (o grupo de especies) hace más compleja la situación [9,10]. A escala internacional la IUCN la reporta en la categoría Vulnerable con el nombre de Aotus lemurinus griseimembra [11]. En Colombia se le considera Vulnerable [5,12].

Amenazas Las principales amenazas que enfrenta la especie se relacionan con los altos grados de alteración de las zonas boscosas bajas, asociadas a las áreas circundantes de la cuenca del lago de Maracaibo, para su conversión en asentamientos humanos, desarrollo de cultivos agrícolas, explotación de madera y minería [9,13,14]. La especie enfrenta una presión de cacería bastante alta, al ser muy cotizada como mascota y como fuente proteica por parte de los pobladores locales. Posee gran demanda en laboratorios de estudios biomédicos, aunque en Venezuela no se conoce exportación alguna con estos fines [2,4,8,9]. A pesar de su relativa tolerancia a las modificaciones de su hábitat, éste se encuentra seriamente intervenido y al menos se requiere el mantenimiento de algunas de sus condiciones originales [5,8,10].

Conservación A escala internacional ha sido incluida en el Apéndice II del CITES [15]. En Venezuela los primates no figuran en los calendarios cinegéticos, por lo que su caza está prohibida. Su distribución abarca parte de los parques nacionales Sierra de Perijá y Ciénagas de Juan Manuel (Catatumbo). Para su conservación se ha propuesto evaluar la viabilidad de sus poblaciones silvestres, acompañada de programas de concientización y educación ambiental. La cría en cautiverio y reintroducción no han sido ensayadas en Venezuela, pero se conocen experiencias con especies del mismo género, y eventualmente podrían ser una alternativa [10]. De igual manera, es importante que se erradique la cacería y el comercio de esta especie [14]. Destaca la necesidad de evaluar y establecer cuáles son los taxa presentes en el occidente del país, su distribución y situación actual.

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Emmons 1990. [3] Eisenberg 1989. [4] Defler 2003. [5] Defler & Bueno 2007. [6] Bodini 1989. [7] Bodini & Pérez-Hernández 1987. [8] Groves 2008. [9] Ojasti 1993. [10] R. Bodini com. pers. [11] IUCN 2007. [12] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [13] Robinson & Ramírez 1982. [14] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [15] CITES 2006. Autor: Juhani Ojasti Ilustración: Astolfo Mata

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Mono araña del sur Ateles belzebuth

Geoffroy 1806

Mammalia Primates Atelidae

Vulnerable A2cd

Descripción: Es una de las especies de primate de mayor tamaño en Venezuela. Su cuerpo es alargado y mide entre 48 y 58 cm de longitud desde la cabeza hasta la base de la cola. Su larga cola prensil, que fácilmente puede alcanzar 80 cm, la usa muy hábilmente y con gran agilidad para desplazarse entre las ramas de los árboles. La parte interior de la cola, desde la mitad hasta la punta, no tiene pelos. Su peso promedio oscila entre 8 y 9 kg. Se caracteriza por sus largas extremidades muy desarrolladas, con dedos muy largos, a los que invariablemente les falta el pulgar, pues entre los primates del Nuevo Mundo esta pieza no existe. La coloración de su pelaje en general es negra, aunque puede variar hasta el pardo claro, mientras que el rostro es desnudo y negro, bordeado por una banda frontal de pelos claros color blanco-amarillento (cremoso) en forma de media luna. El vientre es pardo claro a pardo grisáceo [1,2,3]. Es de hábitos diurnos, arbóreos y gregarios (multiparejas), y su dieta está compuesta principalmente de frutas (75%) y hojas (25%), aunque también consume algunos insectos [1,2]. En la segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana es referida como la subespecie Ateles belzebuth belzebuth [4]. Distribución: Especie originaria de América del Sur, cuyas poblaciones están distribuidas en la región amazónica de Venezuela, Colombia, Brasil, Perú y Ecuador. En Venezuela se localiza ampliamente en el estado Amazonas y al oeste del estado Bolívar, desde la cuenca del río Negro hasta San Juan de Manapiare, y en la cuenca del río Caura entre 35 y 850 m de altitud. Habita en los bosques siempreverdes de tierras bajas y bosques semideciduos, usualmente en los niveles medio y superior de la vegetación, incluyendo los árboles emergentes. Se le documenta hasta 1.300 m de elevación [4,5,6]. Nombres comunes: Mono araña del sur, Marimonda Long-haired spider monkey, White-bellied spider monkey

Situación Los bosques de la cuenca amazónica todavía constituyen un buen refugio para la especie, pero debido a su tamaño y a la calidad de su carne, es muy cotizada como pieza de cacería tanto por indígenas para fuente de alimento, como por criollos para su consumo o comercialización [3,7]. Requiere de especial atención debido a su baja capacidad reproductiva y por ser una especie poco estudiada, asociada a un hábitat único y poco tolerante a las modificaciones ambientales. A escala internacional la IUCN la clasifica como Vulnerable debido a su disminución poblacional por la presión de cacería y a la destrucción de su hábitat en los cinco países donde habita. También en Colombia, Ecuador y Perú está señalada como Vulnerable [8,9,10,11,12].

Amenazas En Venezuela es probable que la mayor presión sobre el taxón sea la cacería. De hecho, su distribución coincide con áreas donde aún persisten grupos indígenas, principales consumidores de primates en el país [5]. La especie también es capturada para ser utilizada como fuente de alimento por cazadores furtivos, que a su vez suelen comerciar con ésta para el consumo humano o como mascota. Aunque su hábitat se encuentra todavía en buen estado, podría ser afectado debido a la explotación minera que se efectúa en algunas partes de la cuenca baja del río Caura y en el Brazo Casiquiare [7].

Conservación A escala internacional la especie está incluida en el Apéndice II del CITES. En Venezuela, los calendarios cinegéticos anuales que publica el MINAMB no incluyen a los primates, por lo cual su cacería está prohibida en todo el territorio. Una gran proporción de su área de distribución en el país se encuentra en zonas bajo régimen de administración especial, por lo que se debe hacer énfasis en la evaluación y el estudio de las poblaciones ubicadas en estas áreas protegidas. Es necesario realizar investigaciones básicas sobre su distribución y abundancia, así como de la cacería y el comercio por parte de comunidades indígenas y criollas, para evaluar la sustentabilidad, intensidad e impacto de este uso [7].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Defler 2003. [3] Ojasti 1993. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] Mondolfi 1976. [6] Bodini 1989. [7] Bodini & Pérez-Hernández 1987. [8] Suárez & García 1989. [9] IUCN 2007. [10] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [11] Tirira 2001. [12] Pulido 1991. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Víctor Pérez

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Mono araña del norte Ateles hybridus Mammalia Primates Atelidae

Grey 1870

En Peligro A2cd

Descripción: Presenta las mismas características morfológicas e idénticos hábitos alimenticios que Ateles belzebuth, diferenciándose principalmente por su distribución y por la coloración del pelaje mucho más clara, siendo el dorso café claro a café oscuro y el vientre crema o café con pelos blanquecinos. Algunos individuos poseen un parche triangular en la frente. Sus largos miembros le permiten maniobrar con excepcional habilidad entre las ramas. Suele vivir en comunidades de 3 hasta 22 individuos. Es de hábitos diurnos y su dieta está compuesta de frutas, aunque eventualmente ingiere madera, hojas y flores. Según estudios genéticos recientes, Ateles hybridus es una especie plena y distinta de Ateles belzebuth. En la segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana es referida como la subespecie Ateles belzebuth hybridus [1,2,3]. Distribución: Especie restringida a Venezuela y Colombia. Su distribución es más extensa en Colombia, donde se le reporta en la parte baja de los ríos Cauca y Magdalena, en los departamentos de Bolívar, Antioquia y Caldas. En Venezuela se localiza en la cuenca del lago de Maracaibo, abarcando los estados Zulia, Lara, Táchira y Trujillo; y en las partes bajas de la vertiente llanera de la cordillera de los Andes, alcanzando los estados Apure, Portuguesa y Barinas [2,3,4,5]. Una población relicta y aislada está localizada en los alrededores de Cúpira y del Parque Nacional Guatopo, en el estado Miranda, donde se le reporta en 17 localidades de Barlovento entre 40 y 1.100 m de altitud, incluyendo varios avistamientos en el sureste del Parque Nacional El Ávila. Esta distribución discontinua de la especie en Venezuela puede atribuirse a las alteraciones que han sufrido los hábitats en el sector centro-norte del país [2]. Habita en el bosque siempreverde, bosque semideciduo tropical, bosque tropical ribereño y bosque siempreverde denso [6]. Nombres comunes: Mono araña del norte, Marimonda, Mono frontino, Mono araña café Variegated spider monkey, White-bellied spider monkey

Situación Su situación es crítica y se desconoce su ecología, estructura social y función dentro de los ecosistemas. Sus poblaciones decrecen en la actualidad y la presión a la que están sujetas es constante y considerable. Los bosques del piedemonte de la sierra de Perijá y la cordillera de los Andes, hábitats preferidos de la especie, se encuentran amenazados a lo largo de toda su distribución [7]. Las poblaciones en la cordillera de la Costa Central, a pesar de ser escasas y muy localizadas, son posiblemente las menos amenazadas ya que se encuentran en los parques nacionales Guatopo y El Ávila, además de otras áreas protegidas. A escala internacional la IUCN la clasifica En Peligro Crítico, al igual que en Colombia. La especie ha sido considerada como uno de los 25 primates más amenazados del mundo [8,9,10,12].

Amenazas La reducción progresiva del hábitat a lo largo de toda su área de distribución es la principal amenaza que enfrenta la especie. A esto se suma su lento crecimiento poblacional, dado que el lapso que transcurre entre nacimientos es de 3 a 4 años [10]. La pérdida de hábitat es más grave en el piedemonte, entre 300 y 1.000 m de altura. Dado que no existen medidas efectivas que regulen la deforestación, se estima que la distribución de la especie seguirá disminuyendo y el aislamiento de sus poblaciones se incrementará. La cacería de subsistencia y la captura de crías para mascota parecen ser de menor importancia que la intervención del hábitat, sin embargo, hay que mantener el alerta sobre este impacto [7].

Conservación A escala internacional la especie ha sido incluida en el Apéndice I del CITES [11]. Tanto la población relicta del norte de Venezuela en los parques nacionales Guatopo y El Ávila, como las subpoblaciones de la cuenca del lago de Maracaibo, se localizan en áreas protegidas, lo que hace presumir cierto nivel de resguardo. El conocimiento sobre su abundancia y dinámica poblacional es muy escaso, por lo que es necesario el desarrollo de programas de investigación básica, así como la evaluación de las zonas protegidas ubicadas en su área de distribución, la verificación de la utilidad de tales áreas como instrumentos de conservación y la cuantificación de la frecuencia e intensidad de la cacería furtiva. De acuerdo con los resultados, se deberían promover iniciativas de fortalecimiento, ampliación o diseño de nuevas áreas protegidas [3,6,7].

Referencias: [1] Collins & Dubach 2001. [2] Cordero-Rodríguez & Biord 2001. [3] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [4] Bodini 1989. [5] Bodini & Pérez Hernández 1987. [6] Mondolfi & Eisenberg 1979. [7] R. Bodini com. pers. [8] Mondolfi 1976. [9] IUCN 2007. [10] Defler 2003. [11] CITES 2006. [12] Mittermeier et al. 2007. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Mono barbudo Chiropotes israelita

Spix 1823

Mammalia Primates Pitheciidae

Vulnerable A2d

Descripción: Mono de tamaño mediano que mide entre 42 y 45 cm de longitud cabeza-cuerpo, y cuya cola no prensil alcanza hasta 40 cm de largo. Su peso oscila entre 2 y 4 kg. La coloración dorsal de su pelaje es amarillenta olivácea, la cabeza es negra con dos copetes (más pronunciados en el macho), el rostro desnudo es de color negro o gris negruzco, y tiene un vientre de piel muy pigmentada y cubierto de pelos negros uniformes. Se caracteriza por sus grandes colmillos y su mandíbula fuerte. Forma tropas numerosas de hasta 30 individuos, lideradas por uno o varios machos dominantes. De hábitos diurnos, arbóreos y gregarios (multiparejas), su dieta se compone sobre todo de frutas, semillas y pequeños insectos [1,2,3]. Distribución: Especie restringida a Brasil y Venezuela, específicamente al noreste de la cuenca amazónica, en un área limitada al sur por el río Amazonas [1,2]. En Venezuela se distribuye localmente en los estados Bolívar y Amazonas, en las cuencas de los ríos Caura, alto Ventuari y alto Orinoco, donde habita en bosques húmedos de tierras bajas a altitudes que oscilan entre 130 y 200 m [1,3,4,5,6,7,8]. La taxonomía de esta especie ha sido objeto de discusión, ya que en Venezuela la única especie conocida de este género amazónico era referida como Chiropotes satanas [1]. Sin embargo, una revisión reciente del género realizada en Brasil, basada en la morfología, los cariotipos y la genética molecular, reveló que los taxa tratados como subespecies o sinónimos, eran especies plenas [2]. Según este estudio, la especie en el norte de Brasil y las regiones colindantes del sur de Venezuela es Chiropotes israelita, cuya localidad típica es río Negro, en Brasil [2]. De conformidad con lo señalado, Chiropotes satanas sería una especie restringida al sur del río Amazonas, en Brasil oriental [2]. Así mismo, dado que el análisis taxonómico referido está basado exclusivamente en material brasileño, es posible que en el sur de Venezuela se encuentren otras especies del mismo género, además de Chiropotes israelita. Nombres comunes: Mono barbudo, Mono capuchino, Mono capuchino del Orinoco Brown-backed bearded saki, Bearded saki

Situación Los especialistas en Venezuela coinciden en que la situación de la especie en el país no es tan alarmante, en especial si se considera que una gran proporción de su área de distribución tiene un grado de perturbación relativamente bajo, por lo cual se podría estar sobreestimando la categoría de amenaza de esta especie [3,6,9,10,11]. Sin embargo, su distribución localizada y su dependencia de hábitats prístinos la hacen muy sensible a las perturbaciones. Por otra parte, su cacería ha aumentado a lo largo de toda su área de distribución en los últimos años. A escala internacional la IUCN considera a la especie en la categoría Preocupación Menor, pese a su disminución poblacional, a la disminución de su área de ocupación y al reducido número de individuos que conforman sus poblaciones [12].

Amenazas La cacería indiscriminada para obtener su carne y la captura para su uso como mascota son las principales amenazas que enfrenta la especie. Aunque prácticamente está ausente en la cercanía de poblados humanos, por su apariencia poco común y por su espesa pelambre, particularmente en la cara y en la cola, es muy cotizada como mascota. Sin embargo, hay que tener especial cuidado cuando se trate de cacería de subsistencia, porque nunca se conoce con exactitud su selectividad e intensidad, y ésta no puede ser controlada directamente por las autoridades competentes [9].

Conservación En el ámbito internacional la especie ha sido incluida en el Apéndice II del CITES [12]. En Venezuela los primates no figuran en el calendario cinegético publicado por el MINAMB, por lo cual su caza está prohibida. Entre otras medidas para su protección se incluye el Decreto N° 1.486 (11/09/96), donde es declarada Especie en Peligro de Extinción, aunque es referida como Chiropotes satanas [14]. La distribución de la especie abarca algunas áreas protegidas. En virtud de que su principal amenaza es la cacería, sería necesario proponer otras alternativas alimentarias a las poblaciones humanas que aprovechan este recurso. Igualmente, se deben desarrollar campañas de sensibilización y concientización que involucren a cazadores, visitantes ocasionales (turistas) y entidades responsables de la vigilancia y guardería de los recursos naturales del sur del país [9].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Bonvicino et al. 2003. [3] Emmons 1990. [4] Bodini & Pérez-Hernández 1985. [5] Defler 2003. [5] Linares 1998. [7] Mondolfi 1976. [8] Bodini 1983. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Silva & Figueiredo 2002. [11] R. Bodini com. pers. [12] IUCN 2007. [13] CITES 2006. [14] Venezuela 1996b. Autor: Juhani Ojasti Ilustración: Víctor Pérez

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Ratón de Yacambú Aepeomys reigi

Ochoa, Aguilera, Pacheco & Soriano 2001

Mammalia Rodentia Cricetidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Ratón de tamaño mediano. Su pelaje dorsal es pardo grisáceo, denso y suave, con las puntas de los pelos desde oliva a pardo amarillento. El pelaje ventral es más corto y pálido, la cola es sólo un poco más larga que la longitud del cuerpo, su rostro es relativamente aguzado y las patas traseras son estrechas y alargadas, especialmente adaptadas para la vida terrestre. Las orejas son cortas. Al igual que el ratón merideño (Aepeomys lugens), es de hábitos nocturnos y su alimentación es omnívora, con preferencias por el consumo de insectos [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, donde ha sido registrada hasta ahora en un sector relativamente pequeño de los Andes de los estados Trujillo y Lara, entre 1.600 y 3.230 m de altitud. La localidad tipo conocida para la especie se encuentra en el Parque Nacional Yacambú, a 17 km de Sanare, en la población de El Blanquito, a 1.600 m de altitud (09º4'N, 69º37'O). Habita bosques nublados y siempreverdes en condición primaria y de sotobosque denso, así como páramos. No se conoce en bosques intervenidos ni en áreas cultivadas, aunque es frecuente en ecotonos entre páramos y bosques [1]. Representa una de las dos especies del género conocidas para Venezuela. La sistemática de los roedores sigmodontinos neotropicales del género Aepeomys es aún confusa. Actualmente sólo dos especies son asignadas a este género: Aepeomys lugens y Aepeomys fuscatus, ésta última con características morfológicas que sugieren su afinidad genérica con taxa diferenciados de Aepeomys. Como resultado de un inventario de los roedores pequeños presentes en tierras altas de los Andes venezolanos, fueron colectados 24 individuos cuya morfología general corresponde a Aepeomys, aunque la anatomía externa y craneana, así como el cariotipo, permitieron proponerlos como representantes de una nueva especie descrita con la denominación Aepeomys reigi [1]. Nombres comunes: Ratón de Yacambú Yacambu grass mouse, Reig's montane mouse

Situación Es considerada una forma más primitiva que la especie congenérica, por presentar un número mayor de cromosomas. Fue descrita recientemente sobre la base de caracteres morfológicos y cariológicos, por lo que constituye un taxón muy poco conocido. Su distribución está restringida a una biorregión del país, donde parece ser poco común [1]. Esfuerzos de muestreo equivalentes a 3.724 trampas-noche, colocadas en ambientes boscosos, permitieron la captura de 27 individuos que representaron 11% del total de pequeños mamíferos no voladores inventariados [1]. No se han realizado estudios adicionales a su descripción original, sin embargo, por su área de distribución muy limitada y por las amenazas que enfrentan los ecosistemas de alta montaña donde habita, se considera con prioridad alta de conservación. La especie no ha sido evaluada por la IUCN [2].

Amenazas La principal amenaza que afecta a la especie es la eliminación o perturbación de sus hábitats por deforestaciones con fines urbanos y agrícolas, principalmente en los sectores excluidos de las áreas protegidas existentes dentro de su área de vida. Su distribución geográfica y ecológica restringida, además de su abundancia relativamente baja, incrementan la vulnerabilidad de sus poblaciones, de las cuales se desconoce el estatus actual. Aunque las invasiones humanas representan la mayor amenaza en el Parque Nacional Yacambú, existen otros peligros a los que se suman la cacería furtiva, los incendios forestales y la extracción de madera. Por su parte, el Parque Nacional General Cruz Carrillo (Guaramacal) no está exento de cierto impacto humano por la extracción de recursos y la agricultura en sus áreas adyacentes. La principal amenaza que enfrentaría en el futuro es el desarrollo de un proyecto gasífero en zonas cercanas.

Conservación En Venezuela no se han tomado medidas directas para la conservación de esta especie. Sin embargo, los parques nacionales presentes en la biorregión donde se encuentra, Yacambú y Guaramacal, pueden estar ejerciendo una protección satisfactoria, si bien no ha sido evaluada. Las principales medidas para la conservación de la especie están relacionadas con la prevención de la destrucción de su hábitat, por lo que se debería frenar el acelerado proceso de deforestación que están sufriendo los parques nacionales localizados en el sistema Coriano. Es necesario desarrollar proyectos de investigación acerca de la distribución y ecología de la especie para diseñar medidas de conservación más específicas.

Referencias: [1] Ochoa et al. 2001. [2] IUCN 2007. Autor: José Ochoa G. Ilustración: Michel Lecoeur / Aepeomys lugens (LC)

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Ratón pescador andino Chibchanomys trichotis Mammalia Rodentia Cricetidae

Thomas 1897

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Ratón de tamaño pequeño, cuyo cuerpo desde la cabeza hasta la base de la cola alcanza entre 10,5 y 13 cm de longitud, y la cola entre 11 y 15 cm, siendo usualmente un poco más larga que el cuerpo. Pesa entre 40 y 57 g. El pelaje de la cabeza y el lomo es gris oscuro canoso y el del vientre, el cuello y el dorso de las patas es gris claro. Las patas son largas y anchas con peines de pelos rígidos bien desarrollados y a los lados. Se caracteriza por sus orejas bastante reducidas de menos de 12 mm y escondidas en el pelaje. Los ojos son muy pequeños y en contraste las vibrisas de la nariz son largas, gruesas y múltiples. La cola es oscura uniforme, finamente peluda y con un pincel de pelos en la punta. Es de hábitos nocturnos y semiacuáticos. El nombre común de ratón pescador se deriva de su adaptación a una vida semiacuática, ya que se alimenta principalmente de invertebrados acuáticos e insectos, y en ocasiones de peces muy pequeños [1,2,3,4]. Distribución: Su distribución se circunscribe al noroeste de la cordillera de los Andes, extendiéndose desde la cordillera Oriental colombo-venezolana, en forma más amplia en Colombia y bastante restringida en Ecuador, hasta el norte de Perú [8]. En Venezuela solamente se ha localizado en quebradas de montaña asociadas a bosques nublados de la biorregión de los Andes en el macizo de El Tamá (que viene a ser una prolongación de la cordillera Oriental de Colombia), en el estado Táchira entre 2.400 y 2.600 m de altitud [1,2,3,4]. No se le reporta en bosques secundarios o intervenidos [3]. Vive en zonas altas, en climas fríos o de páramo, asociada a cuerpos de agua, riachuelos de aguas frías y torrentosas, o cerca de lagunas de aguas tranquilas [2]. Nombres comunes: Ratón pescador andino, Ratón de agua, Ratón de torrentes, Ratón chibcha Chibchan water mouse, Chibchan ichthyomyine, Fish-eating mouse

Situación Se trata de una especie restringida a un intervalo altitudinal muy estrecho y definido por la presencia de bosques montanos nublados en una pequeña porción de la cordillera de los Andes [4]. Además, es especialista de quebradas de montaña, lo cual hace su distribución aún más pequeña. Por lo tanto, en Venezuela su tamaño poblacional es bajo y su riesgo de extinción es relativamente alto. A pesar de su restringida distribución, no se ha considerado en una categoría de amenaza más alta porque se encuentra ampliamente distribuida en Colombia y sus poblaciones podrían repoblar las de Venezuela. Se considera que en toda su distribución geográfica su densidad poblacional es baja y muy susceptible a la presencia humana y a los impactos ambientales. En el ámbito internacional la IUCN la considera como Casi Amenazada, mientras que en Perú se le clasifica Vulnerable [5,6].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la destrucción del hábitat, ello como consecuencia de la tala y la quema de los bosques para dar paso a nuevos cultivos y asentamientos humanos. Dado que la densidad poblacional de la especie es baja, es muy susceptible a la presencia humana y a los impactos ambientales. Dentro del Parque Nacional El Tamá existen sectores dedicados a usos no compatibles con su condición de área protegida, como son numerosos cafetales y otros cultivos y extensas áreas ganaderas que, en conjunto, constituyen casi el 17% de la superficie total del parque. Existe una fuerte presión por la expansión de estas actividades, especialmente hacia las áreas de bosques de los sectores Nula, Cutufí y Burgua. Por su parte, en el Parque Nacional Chorro El Indio, como consecuencia de las invasiones y los asentamientos humanos que datan de muchos años, varias hectáreas de bosque se han visto afectadas severamente para su transformación en potreros y cultivos. Igualmente, la pequeña área de distribución de la especie podría traer como consecuencia que un evento natural catastrófico produjese su desaparición. Un ejemplo de este tipo de evento son los deslaves resultantes de la deforestación y las fuertes lluvias que afectan las regiones montañosas del país. La contaminación de ríos y quebradas, la intervención de cuencas, la construcción de represas y las catástrofes naturales, también se consideran amenazas potenciales para la especie [7,8].

Conservación En Venezuela no se han adoptado medidas de conservación específicas para proteger esta especie. Los parques nacionales Chorro El Indio y El Tamá en el estado Táchira podrían proteger algunas poblaciones, pero no se ha evaluado si esta medida es suficiente para mantener poblaciones viables. Es necesario desarrollar proyectos de investigación de la distribución y abundancia de sus poblaciones, ya que es una especie de biología prácticamente desconocida. Además, se debe garantizar la protección de las cuencas hidrográficas donde vive, y evaluar las consecuencias que generaría la construcción de nuevos embalses y represas [7,8]. Referencias: [1] Eisenberg 1989. [2] Trujillo et al. 2005. [3] Soriano et al. 1999. [4] Linares 1998. [5] A. Fernández-Badillo com. pers. [6] IUCN 2007. [7] Pulido 1991. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Michel Lecoeur

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Rata de agua de Pittier Ichthyomys pittieri Mammalia Rodentia Cricetidae

Handley & Mondolfi 1963

Vulnerable B1ab(iii);D2

Descripción: Ratón semiacuático de tamaño pequeño que mide entre 11,4 y 15,6 cm de longitud desde la cabeza hasta la base de la cola, siendo de menor talla que su pariente andino Ichthyomys hydrobates. La longitud total de la cola es de 10 a 13 cm y está cubierta de pelos medianamente largos con un pincel denso de pelos cortos en la punta. El pelaje dorsal es pardo grisáceo amarillento, jaspeado y relativamente corto, con numerosos pelos emergentes blancos o crema amarillento. El vientre contrasta con el dorso, siendo de color blanquecino o crema amarillento. Ojos y orejas muy pequeños, vibrisas largas y muy gruesas, de color blanco, que casi llegan a las orejas. Manos y patas pardas grisáceas con los dedos blanquecinos y las garras blancas. Las patas traseras son relativamente grandes con membranas interdigitales medianamente desarrolladas para el desplazamiento en el agua. Es de hábitos diurnos y nocturnos, solitarios y semiacuáticos. Su alimentación se basa principalmente en el consumo de cangrejos (familia Pseudothelphusidae) y de una variada fauna de invertebrados acuáticos [1,2]. Distribución: Especie endémica de las montañas del tramo central de la cordillera de la Costa, al norte de Venezuela. Fue descrita a principios de los años sesenta con base en un ejemplar colectado en el Parque Nacional Henri Pittier, estado Aragua [1]. Solamente se le conoce por un escaso número de individuos que fueron colectados en muy pocas localidades, principalmente entre 780 y 1.100 m de altura [2,3,4,5]. Habita arroyos y riachuelos de mediana corriente en bosques primarios montanos y submontanos, donde se encuentra asociada a cursos de agua permanentes, de sustrato pedregoso y de cobertura vegetal densa con abundancia de bromelias, epifitas y helechos arborescentes. No se le ha reportado en bosques secundarios o intervenidos [2]. Nombres comunes: Rata de agua de Pittier, Rata cangrejera, Ratón cangrejero norteño Pittier's crab-eating rat, Fish-eating rat

Situación Es una especie escasa o aparentemente rara cuando es muestreada con métodos convencionales, presentando además distribuciones ecológicas y geográficas muy restringidas. Los registros existentes se limitan a hábitats primarios o muy poco intervenidos, donde la cobertura del dosel es continua [5]. Así mismo, muchos de los animales que componen su dieta, entre los que se cuentan cangrejos de la familia Pseudotelphusidae, además de larvas y otros invertebrados acuáticos, son sensibles a la perturbación de la condición prístina de los bosques [6,7]. No se conocen estimados sobre el tamaño de sus poblaciones, sin embargo, los datos existentes indican la necesidad de realizar esfuerzos de muestreo relativamente grandes para la captura de muy pocos individuos [5]. En el ámbito internacional la IUCN considera a la especie Vulnerable [8].

Amenazas Por su distribución restringida y sus preferencias ecológicas especializadas, la especie se encuentra amenazada por la pérdida o degradación de sus hábitats, principalmente fuera de áreas protegidas donde existen presiones de desarrollo agrícola y urbano. La cordillera de la Costa venezolana presenta la mayor densidad demográfica del país, con un gran desarrollo urbano e industrial, con severos impactos ambientales, incendios, deforestación, contaminación y desarrollo de infraestructuras. Por otra parte, la estrecha asociación de Ichthyomys pittieri con cursos de agua de montaña la hacen vulnerable a eventos naturales como los deslaves, los cuales pueden ser frecuentes en áreas de alta pendiente afectadas por deforestaciones o con una alta incidencia de precipitaciones. La alteración de los cauces de ríos y quebradas en zonas afectadas por la construcción de infraestructuras para el suministro de agua, es otro factor que ha disminuido los hábitats disponibles para este roedor.

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Aunque su distribución abarca varios parques nacionales como El Ávila (estado Miranda), Henri Pittier (estado Aragua) y San Esteban (estado Carabobo), se desconoce su efectividad en materia de protección. Sin embargo, la continuidad de estos parques promueve la existencia de un corredor ecológico que favorecería a las poblaciones de ésta y otras especies. En virtud de la escasa información disponible sobre su ecología y estatus poblacional, sería necesario realizar investigaciones básicas que amplíen el conocimiento de la especie, así como precisar las microcuencas que habita, la continuidad de las mismas y las amenazas que las afectan [9]. Referencias: [1] Handley & Mondolfi 1963. [2] Linares 1998. [3] Ochoa et al. 1988. [4] Voss 1988. [5] J. Ochoa obs. pers. [6] Voss et al. 1982. [7] Eisenberg 1989. [8] IUCN 2007. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: José Ochoa G., Juhani Ojasti Ilustración: Michel Lecoeur

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Ratón de agua del Táchira Neusticomys mussoi Mammalia Rodentia Cricetidae

Ochoa & Soriano 1991

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Ratón de tamaño pequeño, cuya longitud desde la cabeza hasta la base de la cola es de 9,4 a 11,8 cm. El pelaje dorsal es mediano, denso, suave y de coloración marrón o parduzca con tonos brillantes, jaspeada, con los pelos tipo pelusa de puntas pardo rojizas y los emergentes con las puntas negras. En el vientre posee pelos más cortos y pálidos que en el dorso, siendo la coloración ligeramente más pálida que el dorso, con las puntas de los pelos plateados. La cola, que mide aproximadamente 8 cm, está cubierta de pelos medianamente largos y marrones, con un mechón blanco en el extremo distal. Ojos muy pequeños, vibrisas cortas y blancas, que apenas llegan a las orejas. Orejas redondeadas y pequeñas, pero visibles, no ocultas en el pelaje. Probablemente se alimenta de invertebrados pequeños y de ranas. Aunque sus patas están adaptadas para la vida semiacuática, de todas las especies de ratas de agua conocidas para Venezuela es la menos especializada [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Hasta ahora se le conoce por muy pocos ejemplares, los cuales fueron colectados en ambientes de montaña del sureste de la cordillera andina, en los estados Táchira y Mérida [1,2,3]. Estas localidades se corresponden con bosques montanos semideciduos asociados con cursos de agua de sustrato pedregoso, de zonas medianamente altas, por encima de 1.050 m de altitud. No se conoce en bosques secundarios o intervenidos [1,2,4]. Nombres comunes: Ratón de agua del Táchira, Rata de agua, Rata acuática andina Musso's fish-eating rat, Fish-eating rat, Water rat, Musso’s ichthyomine

Situación Especie muy rara cuya distribución conocida es extremadamente restringida. Los hábitats existentes alrededor de la localidad típica se encuentran muy amenazados por deforestaciones asociadas con diferentes proyectos de desarrollo [2,3,4]. No existen estudios sobre el tamaño y el estatus de sus poblaciones, sin embargo, en un intento por obtener ejemplares adicionales, se realizó un esfuerzo de muestreo de 612 trampas-noche en la localidad típica, y no se logró captura alguna [1]. La dificultad para colectar a este roedor probablemente está influenciada por sus hábitos especializados, por lo que se requiere de métodos de captura no convencionales [3]. Internacionalmente la IUCN la ha clasificado En Peligro [5].

Amenazas El ecosistema donde ha sido registrada la especie (bosques montanos semideciduos) presenta un alto grado de intervención en una gran parte de la región andina, donde la vegetación primaria se restringe a las márgenes de algunas quebradas [1]. En este sentido, la pérdida de hábitats y la transformación de la condición original de los cursos de agua potencialmente habitados por la especie, constituyen las principales amenazas para sus poblaciones. Algunos sectores que en el pasado pudieron ser habitados por este roedor desaparecieron por los efectos de las inundaciones asociadas al Complejo Hidroeléctrico Uribante-Caparo, el cual integra a la localidad típica de esta especie [4].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. La única información publicada es su descripción original, lo que dificulta proponer medidas concretas [1]. Además de adelantar estudios ecológicos y poblacionales que incrementen el conocimiento sobre la especie, se hace necesario explorar otras áreas que guarden similitud con su hábitat para evaluar si posee una distribución más amplia. La recuperación de los bosques potencialmente habitados por este roedor y la protección de áreas aún no degradadas, son medidas importantes para su conservación.

Referencias: [1] Ochoa & Soriano 1991. [2] Linares 1998. [3] P. Soriano com. pers. [4] J. Ochoa obs. pers. [5] IUCN 2007. Autor: José Ochoa G. Ilustración: Michel Lecoeur

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Ratón de Los Olivitos Oryzomys gorgasi Mammalia Rodentia Cricetidae

Hershkovitz 1971

En Peligro Crítico B1ab(iii)

Descripción: Ratón de orejas pequeñas, con la cola marcadamente bicolor, el pelaje dorsal grisáceo y las patas traseras modificadas para la vida semiacuática [1]. El análisis de sus contenidos estomacales indica que es una especie omnívora [1]. Distribución: La presencia de esta especie en el golfo de Venezuela extiende su distribución conocida 700 km al noreste de la localidad típica en Colombia (río Atrato), donde era conocida únicamente por el espécimen tipo descrito en 1971 [1]. La serie de Venezuela (11 individuos) fue colectada en el Refugio de Fauna Silvestre y Reserva de Pesca Ciénaga de Los Olivitos, específicamente en El Caimito, una pequeña isla costera separada de tierra firme por un canal estrecho de agua salobre entre 50 y 100 m de altitud [1]. Los hábitats predominantes en esta isla son bancos de arena con vegetación xerofítica (cactus, hierbas y arbustos espinosos), alrededor de una laguna fangosa bordeada por mangles (Rhizophora mangle) dispersos. A diferencia de otras especies de Oryzomys, que habitan en zonas húmedas y pantanosas, todos los especímenes se encontraron en sectores asociados con manglares y vegetación xerofítica [1]. Nombres comunes: Ratón de Los Olivitos, Ratón arrocero del Atrato, Ratón de Gorgas Gorgas' rice rat, Gorgas' oryzomys

Situación Es una especie escasa y de distribución restringida, que sólo está presente en una biorregión del país. A pesar de los esfuerzos durante las últimas décadas, destinados al inventario de mamíferos en el norte de Venezuela (p. ej. resultados del Smithsonian Venezuelan Project), la especie fue registrada por primera vez en 1992, gracias a las investigaciones realizadas por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MINAMB), siendo reportada como el primer registro para Venezuela con base en 11 especímenes colectados [1,2,3]. En otros inventarios realizados en sectores de tierra firme, adyacentes a El Caimito, la rata común (Rattus rattus) fue la única especie de roedor encontrada. Así mismo, otros muestreos en los manglares costeros del sur de Los Olivitos sólo han revelado la presencia de Rattus rattus y del rabipelado (Didelphis marsupialis). Aunque estos resultados sugieren que la supervivencia de la especie pudiera estar amenazada por desventajas competitivas con respecto a especies exóticas agresivas (p. ej. Rattus rattus), su distribución ecológica en Venezuela probablemente abarca algunos hábitats de tierra firme donde aún no ha sido reportada [1]. Estudios más detallados podrían determinar si la rareza aparente de la especie representa un factor crítico para su conservación [1]. Se ha clasificado en la categoría de amenaza crítica hasta que se compruebe la presencia de la especie en, al menos, una localidad más en Venezuela. En el ámbito global la IUCN la señala En Peligro Crítico, pero no está incluida en el Libro Rojo de los Mamíferos de Colombia, aunque algunos especialistas colombianos han propuesto considerar a esta especie en la categoría Vulnerable [4,5,6].

Amenazas Los datos disponibles sugieren que la supervivencia de la especie está amenazada principalmente por las ventajas competitivas que aparentemente presenta la rata común (Rattus rattus) en aquellos ambientes costeros donde ambas especies pueden coexistir. Otras causas podrían estar asociadas a la pérdida o la degradación de hábitats, principalmente en la depresión del lago de Maracaibo y zonas adyacentes, así como la posible existencia de una población remanente relativamente pequeña y sometida a condiciones de aislamiento.

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. La protección que pudiera brindar el Refugio de Fauna Silvestre Ciénaga de Los Olivitos podría ser la única medida de conservación con la cual se cuenta hasta ahora. Se propone realizar estudios de esta especie para ampliar los conocimientos sobre su distribución y estatus poblacional. Además, es importante la aplicación de medidas para el manejo de sus hábitats, así como el cumplimiento de la normativa legal relacionada con la protección de los ecosistemas presentes en su área de distribución.

Referencias: [1] Sánchez et al. 2001. [2] Handley 1976. [3] Aguilera et al. 1994. [4] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [5] Rodríguez 1998. [6] IUCN 2007. Autor: José Ochoa G. Ilustración: Víctor Pérez / Oryzomys albigularis (LC)

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Ratón del Roraima Podoxymys roraimae

Anthony 1929

Mammalia Rodentia Cricetidae

Vulnerable D2

Descripción: Ratón insectívoro terrestre de tamaño pequeño, cuya longitud desde la cabeza hasta la base de la cola es de 7 a 10 cm. El pelaje tiene una coloración negra grisácea, con tonos pardos a casi negros, y es suave, largo y más corto en la cabeza. El vientre es de igual coloración que el dorso, pero con las puntas de los pelos más pardas, oscuras y brillantes. Los pies y la cola desnuda son de color marrón grisáceo, siendo esta última tan larga como el cuerpo, midiendo de 7,8 a 10,2 cm de longitud. Su rostro es muy alargado con ojos y orejas pequeñas, redondeadas, finamente peludas. Vibrisas muy finas y cortas que no llegan a las orejas. Las patas, relativamente cortas con uñas largas, especialmente en las anteriores, indican sus hábitos excavadores [1,2,3,4]. De hábitos nocturnos y solitarios, su dieta está compuesta principalmente de insectos, lombrices de tierra y materia vegetal [2]. Distribución: Su distribución conocida está restringida a la cumbre del cerro Roraima en el Escudo Guayanés, donde convergen las fronteras de Brasil, Guyana y Venezuela, pero su presencia ha sido verificada sólo en el sector venezolano [1]. La especie fue descubierta hace ochenta años y en 1989 se capturó un individuo adicional, en la localidad típica en la cumbre del cerro Roraima a 2.600 m de altura [1,2,4]. Su hábitat son los bosquecillos tepuyanos húmedos de Bonnettia roraimae, de suelo recubierto por abundantes líquenes (Cladonia spp.) y musgos (Sphagnum spp.) [2,4,5]. Es la única especie del género Podoxymys, aparentemente más relacionada con Akodon (Microxus) bogotensis de los Andes colombo-venezolanos. Su cariotipo presenta sólo 16 pares de cromosomas. Nombres comunes: Ratón del Roraima, Ratoncito rostrilargo del Roraima Roraima mouse, Roraima akodon

Situación Se trata de la única especie del género, probablemente un endemismo tepuyano raro, poco conocido, restringido a la cumbre del Roraima, que sólo mide unos 43 km2, y adaptado a los hábitats característicos e inalterados de alta montaña. La especie pudiera estar presente en otros tepuyes cercanos, pero hasta los momentos no ha sido detectada en otras localidades, a pesar de varias investigaciones que se han realizado en estas áreas [2,7]. Si resulta que su distribución se restringe al cerro Roraima, la especie pudiera alcanzar la categoría En Peligro. Los intentos recientes de trampeo de roedores en el cerro Roraima han resultado sólo en capturas de Rhipidomys macconnelli, aparentemente el roedor dominante en este hábitat [4,6].

Amenazas El hábitat primario de la especie todavía se encuentra relativamente bien conservado. Sin embargo, la cima del monte Roraima es el ambiente altotepuyano más visitado por turistas, por lo cual existe un alto potencial de perturbación y contaminación por agentes externos, que van desde cierto grado de extracción minera y de madera, hasta la remoción de plantas ornamentales nativas. Actualmente se ha reportado en la base de la cumbre y laderas del Roraima, algunas interferencias del turismo que tienden a aumentar con el tiempo. Entre otros impactos se reporta la degradación por incendios y deforestación, principalmente por el uso de fogatas y el uso de madera local para este fin; caminos que se han abierto en desmedro de la vegetación; pisoteo y destrozo de la vegetación; explotación y traslado de piedras para la construcción de veredas de excursionismo; desechos sólidos en la base y cima del tepuy, donde se ha acumulado una importante cantidad de basura (especialmente en las ocho áreas de campamento conocidas como “hoteles”); deposición de heces; pintura de graffiti; extracción de piedras de cuarzo; presencia de especies introducidas (en especial de plantas) incluyendo algunas preocupantes por su agresividad, como la mora (Rubus sp.). También se ha reportado biopiratería de plantas promisorias y extracción de ejemplares de plantas carnívoras (Heliamphora y Drossera), bromelias, orquídeas, así como mariposas y aves, para el tráfico ilegal [2,5,6,7].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Su hábitat está protegido formalmente por la figura de Monumento Natural (Decreto N° 1233 de 1991), pero al mismo tiempo el cerro Roraima es uno de los atractivos principales del turismo en la Gran Sabana. Para asegurar la conservación de éste y otros endemismos tepuyanos, el turismo debería cumplir con normas para minimizar el impacto humano sobre ecosistemas tan frágiles y singulares como son los tepuyes. Así mismo, se recomienda evaluar la distribución, abundancia y ecología de esta especie en Roraima y muestrear su posible presencia en tepuyes cercanos, para definir el estatus de conservación de esta especie con mayor precisión.

Referencias: [1] Anthony 1929. [2] Linares 1998. [3] Eisenberg 1989. [4] Pérez-Zapata et al. 1992. [5] J. Ochoa com. pers. [6] R. Guerrero com. pers. [7] Lentino & Esclasans 2005. Autor: Juhani Ojasti Ilustración: Víctor Pérez

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Rata andina olivácea Thomasomys hylophilus

Osgood 1912

Mammalia Rodentia Cricetidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Roedor de tamaño pequeño cuya longitud varía de 10 a 12,6 cm desde la cabeza hasta la base de la cola. Pesa entre 30 y 40 gr. Su coloración dorsal es parda grisácea con tonos oliváceos y leonados, más oscuros hacia el lomo y la grupa. La cabeza es de coloración similar al dorso pero con menos tonos oscuros, y con el vientre sólo un poco más claro con las puntas de los pelos anteados cremosos o mates. Se caracteriza por su cola más larga que el cuerpo, que llega a medir en promedio 14,5 cm de longitud, de apariencia desnuda y escamosa, apenas cubierta con pelitos diminutos, y bicoloreada, siendo gris oscura en el dorso y más clara por debajo. Rostro alargado, ojos muy pequeños, vibrisas largas y orejas medianas. Manos y patas largas y estrechas, dorsalmente pardas grisáceas con pelos plateados sobre las garras. De hábitos nocturnos, terrestres y solitarios, se alimenta principalmente de materia vegetal, en particular de semillas y frutos [1,2,3]. Distribución: Especie conocida sólo de Colombia y Venezuela. Se distribuye a lo largo de la cordillera Oriental de Colombia, extendiéndose hasta Venezuela en la prolongación de dicha cordillera Oriental, en los Andes del estado Táchira, específicamente en el Parque Nacional El Tamá, entre 2.350 y 2.425 m de altitud. En Colombia se le ha reportado a altitudes mayores entre 2.500 y 3.200 m [1,2]. Habita en bosques nublados, densos y altos, multiestratificados, con abundancia de bromelias, epifitas, musgos, líquenes, helechos arborescentes, y lianas, refugiándose durante el día debajo de los troncos caídos y las raíces gruesas de los árboles. Aparentemente, estaría confinada a los bosques nublados achaparrados que crecen muy altos en los Andes [1]. No se ha reportado en zonas intervenidas o bosques secundarios [3]. Nombres comunes: Rata andina olivácea, Ratón silvestre, Ratón marsupial Woodland oldfield mouse, Woodland thomasomys

Situación Especie escasa y susceptible debido a lo restringido de su patrón de distribución, dentro de la única biorregión del país donde se encuentra [3]. Su tamaño poblacional es localmente de bajo a medio [3]. A pesar de su distribución restringida en Venezuela, no se le ha considerado en una categoría de mayor riesgo de extinción debido a que su distribución en Colombia es mucho más amplia, y no se le considera amenazada en ese país. Por lo tanto, es posible que las poblaciones colombianas estén en constante interacción con las venezolanas, y estas últimas se vean repobladas en momentos de disminución del número de individuos del lado venezolano. Sin embargo, considerando su restringida distribución en Venezuela, la amenaza de la cual es objeto y su aparente intolerancia a ambientes secundarios e intervenidos, se justifica su clasificación como Vulnerable. En el ámbito global la IUCN la clasifica en la categoría Preocupación Menor [4].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la destrucción de su hábitat, por la tala y quema de los bosques para dar paso a nuevos cultivos y asentamientos humanos. Por ser muy pequeña su área de distribución, podría ocurrir que un evento catastrófico natural produjese la extinción de la especie. Ejemplo de estos eventos son los deslaves que ocurren por fuertes lluvias en territorios deforestados, especialmente en las regiones montañosas del país. El Tamá es considerado como una de las áreas más amenazadas del país, incluso dentro del parque nacional, donde existen sectores dedicados a la siembra del café y de otros cultivos, así como a la ganadería, lo que en conjunto afecta casi 17% de la superficie total del parque. Adicionalmente, son numerosos los incendios forestales, y existe otra serie de problemas asociados a su ubicación fronteriza, como invasiones, contrabando, personas indocumentadas, narcotráfico y guerrilla [5].

Conservación No se han adoptado medidas de conservación directas para esta especie. El hecho de que El Tamá sea un parque nacional es la única protección indirecta existente hasta la fecha, sin embargo, se desconoce si este resguardo es suficiente para mantener poblaciones viables. Se recomienda evaluar el estado de sus poblaciones silvestres y estudiar la presión que enfrentan en la actualidad. Así mismo, es importante adelantar investigaciones sobre su ecología y biología, para apoyar propuestas de conservación de la especie. Sería fundamental verificar si su distribución altitudinal es más amplia de lo que se ha reportado.

Referencias: [1] Soriano et al. 1999. [2] Alberico et al. 2000. [3] Linares 1998. [4] IUCN 2007. [5] Freile & Santander 2005. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Michel Lecoeur

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Pacarana Dinomys branickii Mammalia Rodentia Dinomyidae

Peters 1873

En Peligro A3cd

Descripción: Es un roedor corpulento, cuya longitud desde la cabeza hasta la base de la cola es de 47 a 51 cm y puede alcanzar el peso de 15 kg, siendo el segundo roedor más grande de Suramérica, luego del chigüire. La coloración del dorso es de negra a parda negruzca moteada, sus flancos tienen dos bandas anchas blancas que varían a manchas, desde la espalda a la grupa, seguidas de dos filas de manchas más pequeñas y desordenadas. La cabeza es de coloración negra grisácea muy jaspeada. El vientre es más claro que el dorso. Su rostro es macizo y obtuso, con ojos pequeños y vibrisas muy largas y gruesas. Su cola es larga, gruesa y muy peluda, de color pardo oscuro. De hábitos nocturnos y terrestres, se alimenta de frutas y hojas [1]. Distribución: Es prácticamente un fósil viviente, al ser la única especie existente de la familia Dinomyidae, cuya máxima diversificación ocurrió en el Mioceno [1]. Su distribución suramericana se extiende a lo largo de los bosques de piedemonte en la ladera este de los Andes, desde Colombia hasta Bolivia, y los bosques de tierras bajas de la Amazonía del Perú y el oeste de Brasil [2]. En Venezuela ha sido señalada en localidades al suroeste del estado Táchira entre 1.000 y 1.500 m de altitud, tanto en el macizo de El Tamá, como al sur de la cordillera de Mérida. Prefiere bosques montanos bajos y altos, pero puede utilizar un intervalo altitudinal más amplio, desde 800 hasta 2.400 m [3]. Nombres comunes: Pacarana, Lapa rabuda, Lapo, Piro, Tecón, Teconi, Lapa cacique, Guagua loba Pacarana, Branick's giant rat

Situación Esta especie andina fue registrada por primera vez en Venezuela en 1986, y sólo existen cinco registros [4,5]. Es muy escasa y de distribución localizada, relicto de lo que fue una familia de roedores muy diversificada en el pasado. En la actualidad sus poblaciones están disminuyendo drásticamente, debido a que la presión de cacería es mayor que su tasa reproductiva, y su distribución se ha contraído a menos de 50% de su superficie original [5]. A escala internacional la IUCN la ha clasificado En Peligro de extinción, mientras que en Colombia y Ecuador es considerada Vulnerable. En Colombia se le reporta con una distribución bastante discontinua, y con escasez natural agravada por una fuerte presión de cacería, y posiblemente afectada por la destrucción de su hábitat, por lo que algunos autores la consideran cerca de la extinción [6,7,8].

Amenazas Es muy cotizada como pieza de cacería de subsistencia, situación que empeora al ser éste un animal de movimientos lentos que no huye ante la presencia humana. Ocasionalmente se le observa en cultivos, donde es fácil de capturar, ya que no cuenta con la cobertura de la vegetación boscosa para esconderse. La presencia de perros domésticos constituye una amenaza adicional, pues tiene una capacidad muy limitada para trepar árboles, lo que hace de ella una presa fácil. Los hábitats naturales a lo largo de su distribución están seriamente intervenidos y fragmentados, lo que agudiza aún más su situación de amenaza. El Tamá es considerado una de las áreas más amenazadas del país, incluso dentro del parque nacional, donde se practica extensivamente la cacería y donde existen sectores agrícolas dedicados al café y otros cultivos, así como a la ganadería, lo que en conjunto afecta casi el 17% de la superficie total del parque. Adicionalmente, se registran numerosos incendios forestales y existe otra serie de problemas, asociados a su ubicación fronteriza, como invasiones, contrabando, personas indocumentadas, narcotráfico y guerrilla [3,9,10].

Conservación En Venezuela se encuentra fuera del calendario cinegético del MINAMB, por lo cual su caza está prohibida. Sin embargo, su captura es frecuente incluso dentro del Parque Nacional El Tamá, única área protegida donde ha sido localizada [3]. Es declarada Especie en Peligro de Extinción por medio del Decreto N° 1.486 (11/09/96) [11]. La situación actual de esta especie requiere la adopción de medidas de conservación. Es urgente detener su cacería, especialmente dentro del Parque Nacional El Tamá, mediante la implementación de programas de educación ambiental que divulguen la prohibición de su caza y el valor de la especie como elemento singular de la fauna andina. Es necesario también fortalecer la vigilancia y guardería a lo largo de toda su área de distribución y explorar otras zonas del país donde la especie pudiese habitar, como la sierra de Perijá en el estado Zulia [3]. Existen evidencias de que se reproduce fácilmente en cautiverio, por lo que su cría con fines de reintroducción es una estrategia que no debe descartarse [5,9,12].

Referencias: [1] Eisenberg 1989. [2] Emmons 1990. [3] Boher & Marín 1988. [4] Boher et al. 1988. [5] S. Boher com. pers. [6] IUCN 2007. [7] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [8] Tirira 2001. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Freile & Santander 2005. [11] Venezuela 1996b. [12] Collins & Eisenberg 1972. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Rata de bambusales Olallamys edax

Thomas 1916

Mammalia Rodentia Echimydae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Rata arborícola de tamaño grande, cuya longitud desde la cabeza hasta la base de la cola alcanza unos 23 cm. La cola es gruesa y 1,5 veces más larga que el cuerpo, con un aspecto desnudo, bicoloreada y en su tercio final enteramente blanca. El pelaje es largo, algo rígido, con el dorso de color pardo amarillento, vientre más claro, y blancuzco en la línea media. Este tono blanco del vientre se extiende hasta la garganta, los cachetes y la barbilla. La cabeza es similar en coloración al dorso, con el rostro cubierto por pelos grises que le dan una tonalidad grisácea jaspeada. Vibrisas muy numerosas y largas. Orejas medianas, desnudas, redondeadas y algo elevadas, sin pasar del perfil lateral de la cabeza. Manos y patas cubiertas por pelos cortos amarillentos, con las plantas pardas oscuras. De hábitos nocturnos, arbóreos y solitarios, su dieta es folívora, principalmente especializada en hojas y tallos de bambú. En Colombia se ha reportado que de noche puede revelar su presencia mediante fuertes silbidos [1,2]. Distribución: La especie fue descrita de un ejemplar colectado en sierra de Mérida a 2.800 msnm, lo que constituye el único registro existente en Venezuela hasta la fecha, pero también ha sido registrada en los Andes de Colombia cerca de Bogotá [2,3]. El género abarca sólo otra especie, Olallamys albicauda, de la cordillera Central de Colombia. Vive en bosques montanos densos, en particular en los bambusales en torno de las quebradas andinas, donde se alimenta de hojas y tallos del bambú y otros vegetales, al igual que Dactylomys dactylinus, una especie muy relacionada con Olallamys, que se distribuye al sur de la Amazonía venezolana [2]. El nombre original del género Thrinacodus fue remplazado recientemente por Olallamys, debido a que el primer nombre fue utilizado previamente para un tiburón [4]. Nombres comunes: Rata de bambusales, Rata de bambusales de Mérida Conocono de los chusques oriental Greedy olalla rat, Venezuelan soft-furred spiny rat

Situación Olallamys edax es una de las especies de roedores más enigmáticas de Venezuela. Se trata de un endemismo andino descrito hace casi un siglo, y que desde entonces no ha sido detectado en el país, a pesar de intensos estudios recientes en la región, especialmente los realizados por los investigadores de la Universidad de Los Andes (ULA). Cabe entonces suponer que pudiera tratarse de una especie ya extinta. Por otra parte, puede ser que la especie sea naturalmente muy rara, escasa y de difícil detección y colecta (a pesar de su mediano tamaño), debido a su actividad nocturna, arborícola y por lo intrincado de su hábitat, en bambusales montanos. Es interesante señalar que el holotipo de la especie fue cazado con escopeta en horas de la noche, cuando el método más frecuente de inventarios de roedores se basa en trampas, que podrían no ser efectivas para esta especie [2,5]. Internacionalmente se le clasifica como Casi Amenazada. Aunque no ha sido incluida en el Libro Rojo de los Mamíferos de Colombia, otros autores han propuesto su inclusión en la lista roja en la categoría Datos Insuficientes [5,6,7]. En la segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana aparece señalada como Datos Insuficientes, pero en consideración a su restringida distribución conocida en el país, asociada a un ambiente único y amenazado, se ha estimado oportuna su reclasificación como Vulnerable. Se intuye que su situación podría ser aún más alarmante, pero la ausencia de datos impide una aproximación más precisa [8].

Amenazas El taxón es especialista de hábitats boscosos andinos densos e inalterados con parches naturales de bambúes. Esta especialización podría significar que está amenazada ante todo por la pérdida, fragmentación y deterioro de los ecosistemas naturales de la cordillera de Mérida, por fuegos, plantaciones forestales y deforestaciones con fines agropecuarios y urbanísticos, debido a la demanda creciente de comunidades humanas en la región andina.

Conservación No se cuenta con medidas específicas para su conservación. Algunos hábitats de la especie en el estado Mérida pueden estar protegidos por el Parque Nacional Sierra Nevada. Dado que la información disponible sobre la distribución, abundancia y biología de esta especie es precaria, la primera prioridad para su conservación sería una investigación a fondo para aportar la información necesaria y posteriormente definir de forma objetiva su distribución actual, ecología, estatus de conservación, a fin de implementar medidas para la preservación y recuperación de este roedor tan peculiar de las selvas andinas. Probablemente el registro de sus silbidos característicos pudiera facilitar su detección y monitoreo. Es obvio, además, que cualquier medida efectiva para la conservación de los bosques montanos merideños favorece también a esta especie. Referencias: [1] Thomas 1916. [2] Linares 1998. [3] Eisenberg 1989. [4] Emmons 1988. [5] IUCN 2007. [6] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [7] Rodríguez 1998. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Juhani Ojasti Ilustración: Víctor Pérez

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Puercoespín peludo escarchado Sphiggurus pruinosus Thomas 1905 Mammalia Rodentia Erethizontidae

Vulnerable C1

Descripción: Roedor arborícola de tamaño mediano que mide entre 30 y 38 cm de longitud desde la cabeza hasta la base de la cola. En su vida adulta pesa aproximadamente 1 kg. Presenta una coloración dorsal parda grisácea o negruzca, con tintes blanquecinos en los costados, que le ha valido el nombre común de escarchado. A diferencia de otras especies de la familia de los puercoespines, no posee el cuerpo cubierto enteramente de espinas. Su pelaje cubre casi por completo las espinas de su cuerpo, las cuales son cortas y en su mayoría son bicoloreadas (base de color amarillo pálido y puntas negras), excepto las de la cabeza y parte del dorso que son tricoloreadas (base pálida, medio oscuro y punta clara). La cabeza es parda grisácea con el rostro desnudo, y el vientre, cubierto completamente de pelos sin espinas, es de color pardo oscuro. La cola es muy corta y con la punta desprovista de pelos. Se ha reportado que los ejemplares conocidos para Venezuela son más claros y pequeños que los colombianos. De hábitos diurnos y nocturnos, arbóreos, solitarios o gregarios, se alimenta principalmente de granos, semillas inmaduras, hojas y tallos jóvenes [1]. Distribución: Especie restringida a la cordillera Oriental de los Andes de Colombia y Venezuela. En Venezuela está presente al sur de la cuenca del lago de Maracaibo; en los Andes en el estado Mérida y en la cordillera Central, en los estados Carabobo, Aragua y Miranda [2]. Habita desde los bosques húmedos primarios del piedemonte hasta el bosque nublado de las cordilleras, entre 50 y 2.400 m de altitud [1,2]. Sphiggurus pruinosus es el nombre válido para esta especie, conocida antes como Coendou pruinosus o Sphiggurus vestitus [3,4]. Nombres comunes: Puercoespín peludo escarchado, Puercoespín peludo, Puercoespino, Puercoespín pardo Frosted haired dwarf porcupine, Long-haired porcupine, Brown hairy dwarf porcupine

Situación Es una especie aparentemente escasa, difícil de observar por sus hábitos arborícolas y nocturnos, poco estudiada y por lo tanto poco conocida en el país. Sin embargo, se sabe que su hábitat ha disminuido y se encuentra fragmentado, especialmente en las zonas bajas. Al sur del lago de Maracaibo su hábitat presenta las mayores tasas de deforestación. Las poblaciones de Mérida y de la cordillera Central sufren los mismos procesos, principalmente para dar paso al establecimiento de nuevos asentamientos humanos. Se estima que su población en el país es menor a 10.000 individuos maduros [5]. En el ámbito global la IUCN la reporta en la categoría Vulnerable pero con el nombre de Sphiggurus vestitus [5]. En Colombia se le clasifica como Vulnerable con base en la pequeña área de distribución que ocupa, pero se señala que la cordillera Oriental sufre una acelerada modificación antrópica, principalmente con fines agrícolas, y que la especie no está representada en áreas protegidas ni cuenta con medidas para su conservación [6].

Amenazas La distribución de la especie se corresponde con las biorregiones venezolanas con mayores densidades poblacionales y mayor tasa de deterioro ambiental. Se estima que en los últimos 25 años la destrucción o declinación del hábitat de esta especie ha impactado aproximadamente 90% de su área original en la biorregión del lago de Maracaibo, 60% en los Andes y 30% en la cordillera Central, por lo que se infiere que sus poblaciones también deben haber disminuido. La pérdida de hábitat es más grave en el piedemonte, entre 300 y 1.000 m de altura, por lo cual se presume que las poblaciones que habitan en los bosques húmedos de tierras bajas se encuentran bastante amenazadas. Se estima que la distribución de la especie seguirá disminuyendo debido a la deforestación y a la ausencia de medidas que regulen esta actividad.

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. El resguardo que ofrece el Parque Nacional Sierra de Perijá en el estado Zulia, el Parque Nacional Henri Pittier y el Monumento Natural Pico Codazzi en los estados Aragua y Carabobo respectivamente, podría ser la única medida de conservación adoptada en favor de la especie. Sin embargo, se desconoce si estas áreas pueden garantizar la permanencia de poblaciones viables a largo plazo. Es necesario desarrollar proyectos de investigación sobre la abundancia, distribución, comportamiento y ecología de sus poblaciones. Adicionalmente, habría que tomar medidas legales para proteger los bosques húmedos de tierras bajas.

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Soriano et al. 1999. [3] Woods & Kilpatric 2005. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] IUCN 2007. [6] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustracion: Víctor Pérez

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Ratón mochilero de Paraguaná Heteromys oasicus

Anderson 2003

Mammalia Rodentia Heteromyidae

En Peligro B2ab(iii)

Descripción: Ratón de tamaño extremadamente pequeño en comparación con otras especies del género. Mide aproximadamente 10,5 cm de longitud desde la cabeza hasta la base de la cola, y la longitud de la cola alcanza hasta 12 cm. El pelaje del dorso es espinoso y su color gris parduzco oscuro es extremadamente pálido, y contrastante con el pelaje del vientre, el cual es suave y de color blanco. Detrás de las orejas y en los flancos laterales el pelaje es especialmente delgado. Las orejas son marrón pálido y grandes en relación con el tamaño del cuerpo. Esta especie difiere de Heteromys anomalus por su menor tamaño corporal, y por poseer distintas proporciones craneanas y diferencias consistentes en el pelaje. En cuanto a su ecología, las especies del género Heteromys son granívoras-terrestres y se encuentran estrechamente asociadas a ambientes boscosos. Los pocos datos disponibles para la especie son consistentes con esta información [1]. Distribución: Esta especie representa uno de los pocos vertebrados que se consideran endémicos de la península de Paraguaná, estado Falcón [2,3]. Descrita recientemente, la especie parece confinada al cerro Santa Ana y a la fila de Monte Cano, en una vegetación relativamente húmeda rodeada por una matriz de espinares y matorrales secos tropicales [3]. Habita ambientes de bosque siempreverde y ocasionalmente de bosque deciduo en el cerro Santa Ana y de bosque semideciduo en la fila de Monte Cano, siendo poco probable que habite otra zona de Paraguaná [2,3,4]. Anteriormente ha sido referida como Heteromys anomalus [2,3]. Nombres comunes: Ratón mochilero de Paraguaná Paraguana spiny pocket mouse

Situación Dado que la especie habita en los bosques siempreverdes, semideciduos y ocasionalmente bosques deciduos del cerro Santa Ana y la fila de Monte Cano, se estima un área de ocupación menor a 25 km2, o la suma de las superficies de ambas a altitudes superiores a 200 m. Esto la hace una de las especies de mamíferos con mayor grado de endemismo [3]. Se considera altamente amenazada por tener un área de ocupación muy reducida, por existir en sólo dos localidades y porque la calidad de su hábitat ha tenido una declinación continua. Considerando el tamaño pequeño de su área de ocupación y el escaso número de ejemplares colectados (catorce), es de esperarse que los niveles poblacionales sean muy bajos. Todo esto, sumado al grado de intervención que enfrenta su hábitat, hace posible que su clasificación cambie en el futuro a un estado crítico cuando se disponga de mayor información sobre su biología e historia natural. Durante un reciente estudio en Monte Cano, la especie no fue capturada a pesar de un esfuerzo de muestreo de 150 trampas-noche en el mismo lugar donde anteriormente se colectaron los únicos ejemplares conocidos de esta localidad, siendo probable que el tamaño de la subpoblación haya declinado [5]. La especie no ha sido evaluada por la IUCN.

Amenazas La causa principal de la destrucción del hábitat es el sobrepastoreo asociado a la ganadería caprina que realizan por los pobladores de las cercanías del cerro Santa Ana y de la fila Monte Cano [2,6]. Pese a que los bosques naturales de Paraguaná se encuentran dentro de áreas legalmente protegidas, la intervención antrópica es un factor negativo importante en la fila de Monte Cano y en bosques circundantes. Existe abundante información que señala desforestaciones frecuentes por parte de pobladores, para obtener madera en pequeña escala y crear conucos. El futuro se vislumbra más incierto ya que se prevé la construcción de infraestructuras turísticas y el desarrollo de algunos proyectos mineros [2,3].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. El Monumento Natural Cerro Santa Ana y la Reserva Biológica Monte Cano probablemente brinden alguna protección a la especie y su hábitat. Futuros esfuerzos deben implementar mecanismos orientados a reducir el impacto negativo de las actividades antrópicas cerca del cerro Santa Ana y Monte Cano. Será de gran importancia toda iniciativa que promueva la participación de las comunidades. El inventario básico de la región aún no ha sido realizado de manera exhaustiva, por lo que resulta indispensable el desarrollo de estudios taxonómicos detallados para la especie [3]. De igual forma, es necesario determinar si la especie aún habita en Monte Cano, así como estimar el tamaño de sus subpoblaciones tanto en esta localidad, como en el cerro Santa Ana.

Referencias: [1] Sánchez-Cordero & Fleming 1993. [2] Bisbal 1990. [3] Anderson 2003. [4] Handley 1976. [5] J. Ochoa obs. pers. [6] Markezich & Taphorn 1994. Autores: Eliécer E. Gutiérrez, Robert P. Anderson, José Ochoa G., Pablo Lacabana Ilustración: Michel Lecoeur / Heteromys anomalus (LC)

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Murciélago cola libre de Peale Nyctinomops aurispinosus

Peale 1848

Mammalia Chiroptera Moloissidae

Vulnerable D2

Descripción: Murciélago de tamaño mediano cuya talla oscila entre 7,5 y 7,8 cm desde la cabeza hasta la base de la cola, esta última con una longitud de entre 4,7 y 5,2 cm. Los murciélagos molósidos se caracterizan por tener los labios superiores con numerosas arrugas verticales, y las orejas anchas, dirigidas hacia delante, pudiendo o no estar unidas en la frente. Nyctinomops aurispinosus se distingue de otras especies del mismo género por ciertas características del cráneo y por su tamaño intermedio [1,2]. Posee un pelaje muy corto, denso y suave. Su coloración dorsal es parda café oscuro, y la cabeza y vientre son de coloración similar al dorso. Algunos ejemplares presentan tintes rojizos o grisáceos. La cola es gruesa y tiene un extremo libre que sobresale del borde de la membrana que une a la cola con la pierna y el espolón. El antebrazo mide entre 4,8 y 5,2 cm [1,2]. Como otros miembros del género Nyctinomops, la forma de sus alas indica que busca su alimento en espacios aéreos abiertos muy por encima de la vegetación, sea ésta bosque o sabana [3]. De hábitos nocturnos y crepusculares, su dieta está compuesta exclusivamente de insectos. Anteriormente la especie fue denominada como Tadarida aurispinosa [1]. Distribución: Especie neotropical de amplia distribución geográfica. Ha sido señalada para México, Colombia, Venezuela, Guyana, Guayana Francesa, Surinam, Perú, Bolivia, Brasil y Paraguay [1]. En Venezuela su distribución conocida abarca alturas medias y bajas de las cordilleras de la Costa y de Mérida. En la cordillera de la Costa ha sido señalada específicamente en cueva de Los Carraos, en las cercanías de Caracas, en el estado Miranda, y en el edificio de la Estación Biológica de Rancho Grande, Parque Nacional Henri Pittier, estado Aragua, entre 850 y 1.100 m de altura. Vive en hábitats abiertos en sabanas de zonas medianamente altas y templadas o muy altas y frías, y se refugia en cavidades estrechas y elevadas, tanto en rocas como en edificaciones humanas [4,5]. Nombres comunes: Murciélago cola libre de Peale, Murciélago mastín de Peale, Murciélago mastín de la Cordillera de la Costa Peale's free-tailed bat

Situación La especie se considera rara a lo largo de toda su área de distribución y se conoce de pocas localidades, aunque no se le reporta como amenazada en ningún otro país de su amplia distribución geográfica [1]. En el caso de Venezuela los registros se limitan a 4 ejemplares recientes (Estación Biológica de Rancho Grande) y 1 ejemplar fósil (cueva de Los Carraos), todos procedentes de dos localidades en la cordillera de la Costa y uno en la cordillera de Mérida. Está ausente en las colecciones de chirópteros realizadas en áreas que han sido bastante exploradas y estudiadas, y que coinciden con su distribución [3,4,5,6]. En comparación con otros Nyctinomops venezolanos, la especie es por lo menos cien veces menos abundante [3]. A escala global la IUCN la reporta en la categoría Preocupación Menor [7].

Amenazas Dados los bajos tamaños poblacionales de esta especie, los factores que la afecten negativamente podrían llevarla a su extinción. Entre estos factores probablemente destaque la destrucción de los hábitats de los insectos que le sirven de alimento, o la contaminación de los insectos por pesticidas. En este sentido, el acelerado proceso de deforestación al que están sometidas las cordilleras de la Costa y de los Andes, especialmente por fines agrícolas, podría estar afectando seriamente a las poblaciones de la especie.

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Los parques nacionales ubicados en las cordilleras de la Costa y los Andes reúnen las únicas medidas que podrían contribuir a proteger la especie. Sin embargo, dada la alta capacidad de vuelo que indudablemente tiene este murciélago, no cabe esperar que sus poblaciones limiten la búsqueda de alimento a áreas protegidas, lo cual podría exponerlas directamente a pesticidas. Es necesario investigar acerca de su distribución y uso de su hábitat mediante censos ultrasónicos. También es necesario identificar los insectos de los que se alimenta e investigar los factores que podrían estar afectando a las poblaciones.

Referencias: [1] Jones & Arroyo-Cabrales 1990. [2] Kumirai & Jones 1990. [3] J. Molinari obs. pers. [4] Ochoa 1984b. [5] Linares1987. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] IUCN 2007. Autor: Jesús Molinari Ilustración: Josu Calvo / Nyctinomops laticaudata (LC)

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Murciélago bigotudo de Paraguaná Pteronotus paraguanensis Mammalia Chiroptera Mormoopidae

Linares & Ojasti 1974

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Murciélago estrictamente insectívoro y de interés agrícola, pues su dieta, que se basa exclusivamente en artrópodos, está en su mayor parte compuesta por insectos perjudiciales. Es de tamaño pequeño, y su cuerpo apenas alcanza entre 6,5 y 7 cm, con la cola bien desarrollada que sobresale de la superficie dorsal y media del uropatagio y que mide entre 2 y 2,8 cm. Las orejas son alargadas, puntiagudas y en forma de embudo. Presenta unos bigotes largos y densos, y el labio inferior, con un pliegue ancho y sobresaliente, tiene numerosas protuberancias de forma redondeada. Su coloración dorsal es parduzca pálida y algunos individuos presentan manchas claras en el pelaje. Posee un sistema de ecolocalización de frecuencia constante, especialmente adaptado para la captura de insectos en ambientes de bosque [4,5]. Aunque tradicionalmente fue considerada como la subespecie Pteronotus parnellii paraguanensis, un estudio morfométrico reciente sobre los mormópidos de Venezuela concluyó que esta forma, bien diferenciada de la que se distribuye en la península de Paraguaná, debe ser reconocida como una especie plena. Difiere de su congénere continental Pteronotus parnellii, por su tamaño corporal marcadamente menor, distintas proporciones craneanas y el pelaje mucho más pálido [1,2,3,7]. Distribución: Especie endémica de Venezuela cuyos únicos refugios diurnos conocidos en el estado Falcón son tres cavernas situadas en los ambientes xerofíticos de la península de Paraguaná: cueva del Guano, cueva de Piedra Honda y cueva del Pico. Se reporta que concentra sus movimientos en las reducidas áreas boscosas del cerro Santa Ana, la fila de Monte Cano y probablemente del cerro Colorado [2,4,5,6]. Nombres comunes: Murciélago bigotudo de Paraguaná, Murciélago bigotudo común de Paraguaná Paraguana moustached bat

Situación No se han realizado estudios específicos con relación al tamaño poblacional de la especie ni sobre su posible declinación. Todavía en ausencia de tal información, se le considera amenazada por poseer un área de distribución inferior a 5.000 km2, por su reporte en muy pocas localidades, por la disminución continua de la calidad de su hábitat durante los últimos 25 años, y por los altos índices de mortalidad registrados para esta especie, como consecuencia de actos vandálicos contra las cuevas donde habita [2,5,6,8].

Amenazas Pese a que los bosques naturales de Paraguaná se encuentran dentro de áreas legalmente protegidas, el impacto antrópico es negativo en la fila de Monte Cano y en los bosques circundantes. Existen numerosas informaciones que señalan frecuentes desforestaciones por parte de pobladores para obtener madera y crear conucos, y en el futuro se prevé el desarrollo de infraestructuras mineras, petroleras y turísticas [8]. Pese a que en la península de Paraguaná no hay especies hematófagas (vampiros), durante varios años en la cueva del Guano han ocurrido actos vandálicos en contra de los murciélagos. Estos actos han consistido en la quema de neumáticos y leña en el interior y en la entrada de la cueva [6,9]. Tal situación es particularmente grave porque además de sucederse repetidamente, ha ocasionado una mortalidad sustancial en las poblaciones, tanto de esta especie como de otros murciélagos cavernícolas también útiles para el hombre. Así mismo, se reporta que estos eventos probablemente estén sucediendo en las demás cavernas de Paraguaná, afectando a la especie en la totalidad de los refugios diurnos de los que depende para su sobrevivencia.

Conservación Esta especie ha sido beneficiada con la reciente declaratoria del primer Santuario de Fauna Silvestre de Venezuela (Decreto Nº 6.138 del 03/06/08) [10]. Esta nueva Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), comprende la protección de las cuevas El Jacuque, El Taque, Piedra Honda y El Guamo, ubicadas en los municipios Falcón y Los Taques de la península de Paraguaná, hábitat de seis especies de murciélagos de este sistema cavernario, que incluye dos de las más amenazadas de Venezuela. Así mismo, tanto en el Monumento Natural Cerro Santa Ana como en la Reserva Biológica Monte Cano (una iniciativa de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda y comunidades locales), se contempla la protección de los ambientes boscosos en los cuales la especie concentra una parte importante de sus actividades de forrajeo [9]. No obstante la existencia de áreas protegidas, es imperativo emprender acciones para el diseño de mecanismos que incrementen el resguardo de las áreas boscosas de Paraguaná y que constituyen la restricción del acceso a las cavernas [2].

Referencias: [1] Linares & Ojasti 1974. [2] Gutiérrez 2004. [3] Gutiérrez & Molinari 2008. [4] Schnitzler & Kalko 1998. [5] Martino et al. 1997. [6] Martino et al. 2003. [7] Simmons 2005. [8] Bisbal 1990. [9] Anderson 2003. [10] Venezuela 2008. Autores: Eliécer E. Gutiérrez, Jesús Molinari Ilustración: Josu Calvo / Pteronotus parnellii (LC)

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Murciélago cardonero Leptonycteris curasoae Mammalia Chiroptera Phyllostomidae

Miller 1900

Vulnerable A2c

Descripción: Es la especie más grande del grupo de los murciélagos de rostro largo y mide entre 7,9 y 9,3 cm. Llega a pesar entre 21 y 23 gr. Presenta una coloración parda oscura en la cabeza y el dorso, con el vientre pardo grisáceo uniforme. Sus orejas son muy pequeñas y tiene una diminuta cola. Por su comportamiento gregario puede formar colonias de varios miles de individuos [1,2]. Dado sus hábitos nectarívoros, polinívoros y frugívoros, es una especie clave para los ecosistemas donde se distribuye, debido a su función de polinizador y dispersor de larga distancia de cactáceas columnares y agaves quiropterófilos, que a su vez representan su principal alimento [3,4,5]. Distribución: Especie asociada a ambientes áridos y semiáridos del norte de Suramérica. Presenta una distribución geográfica amplia que abarca las costas de Colombia y Venezuela, incluyendo las islas próximas como Aruba, Curazao y Bonaire, el norte de Guatemala, Honduras, El Salvador, y los desiertos de México y Arizona [6,7,8]. En Suramérica y el Caribe sólo está presente la subespecie Leptonycteris curasoae curasoae. En Venezuela se distribuye en el sistema Coriano, península de Paraguaná, lago de Maracaibo, cordillera Central, cordillera Oriental, península de Araya y en la isla de Margarita, extendiéndose hacia el sur a través de las depresiones áridas del estado Lara y de los enclaves áridos de los Andes venezolanos hasta la frontera con Colombia, entre 0 y 900 m de altura [7]. Los hábitats más frecuentados por la especie son los cardonales, espinares y cujisales, aunque también se le puede encontrar con menor frecuencia en bosques secos [2]. Nombres comunes: Murciélago cardonero, Murciélago longirrostro mayor, Hocicudo de Curazao Southern long-nosed bat

Situación Según reportes en cuevas de la península de Paraguaná y en enclaves áridos andinos, las poblaciones fluctúan localmente en abundancia a lo largo del tiempo, y desaparecen de ciertas localidades en épocas en que escasea el alimento [9,10]. Esto sugiere que es un murciélago con potencial para realizar movimientos locales y posibles migraciones, fenómeno demostrado para la especie hermana mexicana, Leptonycteris yerbabuenae [11,12]. Evidencias genéticas con base en el análisis de ADN mitocondrial indican que la especie ha mantenido un flujo genético histórico en las poblaciones de Venezuela, lo que sugiere capacidad para movimientos de larga distancia [13]. A escala internacional la IUCN clasifica a la especie como Vulnerable [14].

Amenazas Los ambientes utilizados por la especie se encuentran entre los más amenazados del país y son considerados con alta prioridad regional para su conservación en Suramérica y el Caribe [15]. Los factores que de manera combinada constituyen amenazas contra la especie son: a) ocupa uno de los hábitats más amenazados del país; b) es de hábitos gregarios, lo que hace a las colonias fácilmente ubicables y susceptibles de ser destruidas al confundirlas con murciélagos hematófagos; c) depende de plantas que no cuentan con protección legal y que son fácilmente removidas para el desarrollo de cultivos; y d) su reproducción se lleva a cabo en pocas cuevas que presentan condiciones particulares de temperatura y humedad, donde las crías pueden ser presa fácil de personas que logran acceso a esos refugios.

Conservación A escala internacional se ha propuesto su inclusión en el Apéndice I del CITES. Su área de distribución geográfica en Venezuela abarca algunas áreas protegidas pero se desconoce la efectividad de éstas para la protección de la especie. Se han desarrollado iniciativas para la protección del sistema de cuevas de la península de Paraguaná, lográndose la reciente declaratoria del primer Santuario de Fauna Silvestre de Venezuela (Decreto Nº 6.138 del 03/06/08) [17]. Este santuario abarca las cuevas El Jacuque, El Taque, Piedra Honda y El Guamo (municipios Falcón y Los Taques), incluyendo el único sitio de reproducción en el país de Leptonycteris curasoae. Se proponen las acciones siguientes: a) identificar los refugios usados, en especial las cuevas de maternidad; b) desarrollar planes de guardería en dichos refugios, en combinación con entidades ambientales gubernamentales y privadas; c) evaluar los riesgos potenciales de las actividades educativas tales como señalización de cuevas y visitas guiadas; y d) restringir el acceso a las cuevas más vulnerables.

Referencias: [1] Linares 1987. [2] Linares 1998. [3] Nassar et al. 1997. [4] Soriano & Ruíz 2002. [5] Nassar et al. 2003. [6] Eisenberg 1989. [7] Fleming & Nassar 2002. [8] Cole & Wilson 2006. [9] Martino et al. 1998. [10] Soriano et al. 2000. [11] Cockrum 1991. [12] Wilkinson & Fleming 1996. [13] Newton et al. 2003. [14] IUCN 2007. [15] Dinerstein et al. 1995. [16] A. Arends com. pers. [17] Venezuela 2008. Autor: Jafet Nassar Ilustración: Josu Calvo

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Murciélago narigudo menor Lonchorhina fernandezi Mammalia Chiroptera Phyllostomidae

Ochoa & Ibañez 1982

En Peligro A3c

Descripción: Es la especie de menor tamaño dentro del género, cuyas medidas del cuerpo oscilan entre 5,3 y 5,7 cm de alto. La cola es muy larga, con una longitud de 4,1 a 4,8 cm, y llega hasta el margen libre del uropatagio. Su coloración dorsal y ventral es parda oscura a negruzca, con la base de los pelos muy oscuros y las puntas levemente pardas oscuras, lo cual le da una apariencia de pelaje jaspeado. La cabeza es de coloración más clara que el dorso. Su característica más llamativa es la hoja nasal extremadamente alargada y delgada, que presenta un impresionante grado de desarrollo y llega a ser tan larga como las orejas. Se considera que sus grandes orejas y esta excrecencia nasal actúan como mecanismo adaptativo para la emisión y recepción de ultrasonidos, utilizados en la captura de insectos que generalmente se encuentran posados en sustratos fijos. El labio inferior posee dos protuberancias laterales alargadas en el mentón. De hábitos nocturnos y gregarios, se alimenta de insectos lepidópteros y coleópteros, así como aracnidos. Aunque Lonchorhina orinocensis se le asemeja, esta otra especie se diferencia por sus orejas un poco más grandes y su coloración parda canela [1,2,3]. Distribución: Es la segunda especie de murciélago endémico para Venezuela, además de Pteronotus paraguanensis. Los únicos reportes conocidos para la especie son ubicados al norte del estado Amazonas, cerca de Puerto Ayacucho, y al noroeste del estado Bolívar. Ha sido registrada en sabanas con morichales y en bosques de galería donde existen elementos florísticos de transición entre los llanos y el Escudo Guayanés a 90 m de altura. Vive en sabanas arboladas, rocosas, en zonas bajas y calurosas, y no se conoce de ningún tipo de bosques. Sus refugios son pequeñas cuevas y oquedades formadas entre lajas graníticas en sabanas arboladas [1,2,3,4]. Nombres comunes: Murciélago narigudo menor, Murciélago narigudo enigmático, Murciélago de espada Fernandez's sword-nosed bat

Situación Su rareza y restringida distribución le ha valido el nombre común de murciélago narigudo enigmático. Sólo se conoce de dos restringidas localidades y es, al parecer, una especie muy escasa en aquellas áreas donde se presume que está presente. Hasta ahora únicamente se conocen 45 ejemplares de esta especie, los cuales en su totalidad son machos [2]. La única colonia estudiada evidenció fluctuaciones temporales en su tamaño, con valores que variaron entre 60 y 130 individuos entre febrero de 1985 y marzo de 1986. Del resto es muy poco lo que se conoce acerca de su biología y ecología. Llama la atención que no ha sido capturado en ninguno de los bosques cercanos a las localidades de donde se le conoce, estando dichos bosques ocupados por la especie Lonchorhina orinocensis. Esta información es particularmente interesante ya que es usual que las especies de este género sean especialistas de bosques y suelan estar a la captura de animales dentro de los mismos, llegando a ser intolerantes a los bosques degradados o intervenidos [3]. A escala internacional la IUCN clasifica a la especie como Vulnerable [5].

Amenazas En Venezuela se considera a la especie muy amenazada. Hay evidencias de matanzas indiscriminadas en sus refugios, principalmente por el control erróneo de sus poblaciones al ser confundida con vampiros. Algunos lugareños piensan que la especie posee hábitos hematófagos, por lo que ha estado sujeta a medidas inadecuadas de control poblacional. Esto ocurre mayormente por localizarse en áreas ganaderas donde se aplican métodos para el control de murciélagos hematófagos (uso de venenos y sustancias anticoagulantes, destrucción de los lugares de refugio, etc.), los cuales son efectuados por personal sin el entrenamiento apropiado para la identificación taxonómica de murciélagos [6]. Por otra parte, sus tamaños poblacionales aparentemente bajos, la degradación y pérdida de sus hábitats por la expansión de la frontera agrícola, y la constante perturbación de sus refugios, representan factores adicionales que incrementan su vulnerabilidad.

Conservación No se han adoptado medidas para la protección de la especie, y las dos localidades conocidas no forman parte de áreas protegidas. Se propone desarrollar investigaciones básicas que permitan incrementar el conocimiento sobre la distribución de este murciélago, paralelamente al estudio de su dinámica poblacional. De igual forma, es necesario iniciar programas de educación ambiental con la finalidad de eliminar las falsas creencias que atribuyen a esta especie hábitos hematófagos. También se recomienda el entrenamiento adecuado del personal responsable de los programas destinados al control de vampiros en áreas ganaderas.

Referencias: [1] Ochoa & Ibañez 1982. [2] Ochoa & Sánchez 1988. [3] Linares 1987. [4] Handley & Ochoa 1997. [5] IUCN 2007. [6] J. Ochoa obs. pers. Autor: José Ochoa G. Ilustración: Astolfo Mata

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Murciélago frugívoro gigante andino Sturnira aratathomasi Mammalia Chiroptera Phyllostomidae

Peterson & Tamsitt 1968

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Es una de las especies de mayor tamaño dentro del género, que mide hasta 9 cm de longitud de cuerpo. Sólo Sturnira magna alcanza un tamaño similar. Su pelaje es suelto y lanudo. Su coloración dorsal es parda clara en algunos ejemplares, y parda grisácea en otros, con algunas tonalidades más claras, en especial alrededor de los hombros, donde es de color amarillento. La cabeza es parda grisácea pálida a parda oliva, siendo más oscura entre las orejas y más clara hacia el rostro. La coloración ventral es parda amarillenta. El rostro es muy peludo y la hoja nasal es corta y muy ancha, negruzca y sin reborde nasolabial. Las orejas son cortas y con la punta redondeada. Las membranas alares son pardas negruzcas y se unen en los tobillos. Carece de cola y el uropatagio es muy reducido y cubierto de pelos largos color pardo. De hábitos nocturnos y solitarios, al igual que otras especies del género su dieta debe estar compuesta esencialmente de frutas, como lo indica el primer registro sobre su biología alimentaria que proviene de Colombia, y que encuentra una asociación con solanáceas, que ha sido evidente en especies cercanas [1,2]. Distribución: Es una especie endémica de Suramérica de distribución bastante restringida en los pocos países de donde se tienen reportes. Los escasos registros disponibles corresponden a localidades de los Andes de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, entre 1.650 y 3.165 m de altitud. En Perú se le ha reportado en la vertiente oriental del monte amazónico en los Departamentos de Apurímac, San Martín, Amazonas y Toledo. En Ecuador no existen registros recientes, aunque parte de los especímenes tipo son de este país sin precisar alguna localidad específica. En Colombia es donde existen más registros y se conoce para una mayor distribución que abarca las tres cordilleras: Oriental, Central y Occidental. En Venezuela su distribución conocida incluye sólo selvas nubladas de Sierra Nevada y sierra de La Culata, ambas en la cordillera de Mérida. La especie se encuentra estrechamente asociada a bosques húmedos montanos [1,2,3]. Nombres comunes: Murciélago frugívoro gigante andino, Murciélago frugívoro mayor, Murciélago charretero grande Aratathomas' yellow-shouldered bat, Giant andean fruit-bat, Hairy-legged fruit bat

Situación Es una especie de distribución insuficientemente conocida. Hasta 1987, sólo se disponía de información publicada sobre 17 ejemplares en toda América del Sur [2,3]. En Venezuela se han registrado 6 ejemplares colectados a 700 km de la localidad conocida más cercana, Paso de Galápagos, en la cordillera Occidental de Colombia [3]. Se le considera una especie amenazada debido a que su área de distribución en Venezuela podría ser menor a 5.000 km2. Se ha colectado en muy pocas localidades y en los últimos años su hábitat ha sufrido una declinación continua y acelerada. En Colombia se ha reportado que su presencia parece estar relacionada con los sectores mejor conservados de los bosques que habita. Dado que la especie ha sido escasamente colectada a lo largo de toda su área de distribución, la información disponible sobre su historia natural es limitada. En el ámbito global la IUCN clasifica a la especie como Casi Amenazada. En la segunda edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana se le consideró Vulnerable. En Ecuador se le ubica en la categoría Datos Insuficientes. En Colombia, estudios recientes indican que la situación de conservación de esta especie es preocupante por su asociación con bosques andinos especialmente afectados por deforestación [2,3,4,5,6,7].

Amenazas Dado que se encuentra asociada a ambientes boscosos, el acelerado proceso de deforestación al que están siendo sometidas las montañas andinas, pudiera estar afectando las poblaciones de la especie. La gran distancia que existe entre las localidades venezolanas y las colombianas podría indicar que la especie presentaba una distribución más amplia en el pasado, y que ésta podría haberse reducido por la intervención de su hábitat.

Conservación En Venezuela no se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Al menos dos parques nacionales, Sierra Nevada y sierra de La Culata, brindan protección a la especie y su hábitat. Sin embargo, la deforestación atenta contra sus poblaciones, incluso dentro de las áreas protegidas. Una de las principales medidas para la conservación de la especie está relacionada con la atención a la destrucción de su hábitat, por lo que se debería frenar el acelerado proceso de deforestación que están sufriendo los parques nacionales de los Andes venezolanos. Además, deben realizarse investigaciones que permitan conocer la historia natural de la especie en la cordillera de Mérida, en especial estudios de radiotelemetría y captura-recaptura para estimar su tamaño poblacional, refugios y movilidad, además de estudios acerca de sus hábitos alimentarios para determinar las necesidades de hábitat. Referencias: [1] Pacheco & Hocking 2006. [2] Estrada-Villegas et al. 2007. [3] Soriano & Molinari 1987. [4] Alberico 1987. [5] IUCN 2007. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] Tirira 2001. Autores: Jesús Molinari, Eliécer E. Gutiérrez Ilustración: Josu Calvo / Sturnira lilium (LC)

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Murciélago de ventosas mayor Thyroptera lavali

Pine 1993

Mammalia Chiroptera Thyropteridae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Murciélago insectívoro pequeño que apenas mide 5 cm de longitud de cuerpo. Su coloración dorsal es parda oscura, con los pelos unicolerados. La cabeza es de coloración similar al dorso y el vientre es color pardo oscuro rojizo. El pelaje es corto y basto, y el rostro está cubierto de pelos largos, con el rinario grueso y elevado. Posee una cola larga que llega a medir hasta 3 cm, que se extiende a todo lo largo del uropatagio y la punta sobresale unos 4 a 5 mm del borde libre. El uropatagio es muy amplio y desnudo, con pelitos aislados. Las membranas alares son pardas oscuras, y se unen a la base de la garra del dedo menor de las patas. Los murciélagos de la familia Thyropteridae se caracterizan por tener unas ventosas de forma circular en la base del pulgar y en las plantas de sus patas, las cuales les permiten adherirse a superficies muy lisas, generalmente con la cabeza hacia arriba. De hábitos nocturnos, gregarios e insectívoros, durante el día se refugia en agrupaciones de platanillo (Heliconia spp.) [1]. Distribución: Presente en algunos países de la Amazonía y Orinoquía suramericana, abarcando Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador y Perú. Originalmente la especie fue reportada en Perú, donde hasta hace poco sólo se conocían unos cuatro ejemplares para su Amazonía, capturados en el río Yavarí, a 200 m de altitud, y más recientemente de otra localidad al sureste de ese país. Posteriormente, fue detectada por primera vez para Venezuela y en los últimos años ha sido reportada para una localidad en Colombia y otra en Brasil. En Ecuador sólo se le conoce de una localidad en la Amazonía en el Parque Nacional Yasuní [1,2,3]. En Venezuela se le señala únicamente para los morichales de los llanos orientales, de donde se conocen sólo cinco individuos procedentes de los ríos Morichal Largo, al sur del estado Monagas, y Caris, al sur del estado Anzoátegui, pero se estima que podría ser mayor en el sistema Deltaico, Orinoquía y Amazonía [1,3,4]. Habita en la vegetación rala en zonas bajas y húmedas, con abundancia de palma de moriche (Mauritia flexuosa). No se ha observado en bosques intervenidos [1]. Nombres comunes: Murciélago de ventosas mayor Laval's disk-winged bat

Situación Es una especie poco conocida y de distribución enigmática, que sólo se ha reportado para una biorregión de Venezuela. De los otros países de su distribución se cuenta con muy pocos individuos, colectados en unas escasas localidades que no llegan a diez. Sin embargo, aunque no se han realizado estudios poblacionales para estimar la abundancia de la especie, se presume que posee una amplia distribución en la Amazonía y Orinoquía, y que su escasez podría estar asociada a problemas en los muestreos. No obstante, hasta que no se compruebe esta hipótesis, se considera una especie amenazada debido a su distribución restringida y a su localización en una región que acusa una creciente intervención humana [4]. A escala global es considerada Vulnerable por la IUCN [5].

Amenazas No se tiene información precisa al respecto. Se estima que la principal amenaza que enfrenta la especie estaría relacionada con la destrucción y declinación de los morichales, ecosistema considerado como muy amenazado al norte del Orinoco. El hábitat de la especie se encuentra rodeado de zonas intervenidas, donde los cultivos, ganadería, plantaciones forestales y desarrollos urbanos, se expanden cada vez más. Adicionalmente, aunque la presión actual sobre sus poblaciones fuese moderada, el hecho de poseer una distribución tan restringida la hace susceptible a cualquier alteración futura. La contaminación de los morichales por aguas servidas e industriales, posibles derrames de petróleo en la faja petrolífera del Orinoco y el uso de fertilizantes químicos, podrían afectar a estos frágiles ecosistemas y a la biodiversidad asociada [6].

Conservación No se ha tomado alguna medida de conservación para proteger a la especie. Dado que los morichales gozan de protección legal mediante el Decreto N° 846 (05/04/90), esta disposición podría estar beneficiando indirectamente a la especie [7]. Es necesario realizar investigaciones y seguimiento de sus poblaciones para precisar su situación actual y profundizar el conocimiento de su biología y ecología. En caso de que los morichales al sur de los estados Anzoátegui y Monagas sean el único lugar donde está presente la especie en Venezuela, se deben tomar medidas legales para proteger su área de distribución [6].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Pine 1993. [3] Marques-Aguiar et al. 2003. [4] J. Ojasti obs. pers. [5] IUCN 2007. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] Venezuela 1990. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Josu Calvo / Thyroptera tricolor (LC)

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Perro de monte Speothos venaticus

Lund 1842

Mammalia Carnivora Canidae

Vulnerable A2c

Descripción: Cánido de tamaño mediano. De alto mide entre 23 y 30 cm, y de longitud entre 60 y 75 cm desde la cabeza hasta la base de la cola. Pesa de 5 a 7 kg. La coloración dorsal del pelaje es desde parda pálida a amarilla ocre, cabeza parda amarillenta dorada, rostro del mismo color, y vientre pardo oscuro o negro. Posee una cola muy corta de apenas 12 cm de longitud. Difiere notablemente de otros cánidos por su aspecto similar al de un mustélido o un vivérrido. Aunque es de hábitos solitarios, es la especie más social entre los cánidos pequeños, formando grupos de hasta diez individuos. Es básicamente carnívoro, y su dieta está compuesta de vertebrados pequeños y medianos [1,2,3]. Distribución: Miembro de un género monotípico que se distribuye en Centro y Suramérica, desde el este de Panamá hasta el norte de Argentina [2,3,4]. En Venezuela se le reporta en bosques húmedos de la sierra de Perijá, en la cordillera de la Costa, en San Esteban en el estado Carabobo, y en El Guapo en el estado Miranda; en río Negro y el alto Orinoco al sur del estado Amazonas, en la Gran Sabana al este del estado Bolívar, y en la cuenca del río Caura al norte y suroeste del mismo estado [1,5,6,7]. Información proveniente de cazadores sugiere que la distribución de la especie podría ser más amplia, abarcando bosques del piedemonte andino [8]. Se localiza en altitudes inferiores a 1.500 m donde habita zonas boscosas y sabanas húmedas [2,3,4]. Nombres comunes: Perro de monte, Perro grullero, Zorro vinagre, Perro vinagre Bush dog, Vinegar dog

Situación Es una especie extremadamente escasa en toda su área de distribución, por lo cual se dispone de poca información sobre su historia natural en vida silvestre, aunque ha sido bastante estudiada en cautiverio [4,8]. Es muy sensible a la intervención del hábitat, estando ausente en zonas pobladas por humanos y en áreas deforestadas [9]. En Venezuela sus poblaciones al norte del río Orinoco se encuentran muy reducidas y su distribución actual es prácticamente relicta, siendo probable que estén extintas o cercanas a la extinción. Al sur del río Orinoco se presume que sus poblaciones se han mantenido relativamente estables durante las últimas décadas, dado que aún existen áreas boscosas extensas con bajo grado de intervención humana. A escala internacional la IUCN la clasifica en la categoría Vulnerable [10]. En Argentina se considera En Peligro, en Paraguay En Peligro Crítico, en Brasil Amenazada, mientras que es señalada como una especie Rara en Perú, y reportada Vulnerable para Ecuador y Colombia [11,12,13].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la intervención y modificación del hábitat. Las poblaciones localizadas en la cordillera de la Costa podrían considerarse desde muy amenazadas y extremadamente reducidas, hasta En Peligro Crítico o Extintas [14,15]. Se han recibido informes sobre presión de cacería para obtener ejemplares vivos. Adicionalmente, la especie puede estar afectada indirectamente por la sobreexplotación de sus presas, como picures, lapas y otros mamíferos medianos, por lo cual debe desplazarse a otras zonas donde los alimentos sean más abundantes [15].

Conservación A escala internacional se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES [17]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [18,19]. Su distribución abarca grandes extensiones de áreas protegidas. No obstante, es posible que éstas no ofrezcan una protección adecuada para las poblaciones presentes. Se recomienda desarrollar estudios básicos que permitan definir con precisión su distribución, el estado de sus poblaciones y su historia natural [9,15]. Así mismo, se debe difundir la problemática que enfrenta la especie y lograr la protección de áreas silvestres idóneas. Por preferir bajas altitudes, es probable que zonas boscosas, incluidas en reservas forestales, sean sitios adecuados para explorar su presencia, y eventualmente reconsiderar un estatus más restrictivo para estas áreas [9,16].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Emmons 1990. [3] Ginsberg & Macdonald 1990. [4] Eisenberg 1989. [5] Mondolfi 1976. [6] Bisbal 1987a. [7] Bisbal 1989. [8] Strahl et al. 1992. [9] F. Bisbal com. pers. [10] IUCN 2007. [11] Bertonatti & González 1993. [12] Pulido 1991. [13] Tirira 2001. [14] J. Ochoa com. pers. [15] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [16] CITES 2006. [17] Venezuela 1996a. [18] Venezuela 1996b. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Cunaguaro Leopardus pardalis

Linnaeus 1758

Mammalia Carnivora Felidae

Vulnerable A2c

Descripción: Es el más grande de los pequeños felinos manchados de América. Mide de 70 a 90 cm de longitud, exceptuando la cola que oscila entre 28 y 41 cm. Los machos adultos pesan entre 10 y 12 kg, y las hembras entre 8 y 9,4 kg. De coloración dorsal parda amarillenta, el pelaje es corto y liso con manchas y líneas irregulares muy oscuras bordeadas de negro. La cabeza es similar en coloración al dorso. El vientre es blanco con manchas negras. De hábitos nocturnos, crepusculares, solitarios y territoriales, sus principales presas son vertebrados pequeños [1,2,3,4,5]. Distribución: Se distribuye desde el sur de Texas en los Estados Unidos, hasta el norte de Argentina. En Venezuela posee una distribución amplia en tierras bajas, incluyendo la isla de Margarita, estando ausente en los Andes y zonas altas de Bolívar y Amazonas [1,2,6,8]. Especialmente se encuentran presentes dos subespecies, Leopardus pardalis melanura, al sur del Orinoco y sistema Deltaico, y Leopardus pardalis pseudopardalis, en las biorregiones cordillera Central, cordillera Oriental, llanos, sistema Coriano, depresión del lago de Maracaibo y región insular [1]. Puede utilizar gran variedad de ambientes, aunque prefiere bosques y selvas húmedas por debajo de 1.000 m de altitud [2,3,4]. Es frecuente en sabanas, bosques de galería, bosques espinosos, matorrales e incluso manglares. La especie fue denominada antes como Felis pardalis [2,3,5,6,7,8,9]. Nombres comunes: Cunaguaro, Manigordo, Ocelote, Gato serval Ocelot

Situación Por habitar grandes extensiones boscosas al sur y este del país, Leopardus pardalis melanura podría no estar amenazada en un futuro próximo. Sin embargo, las poblaciones de Leopardus pardalis pseudopardalis han sufrido extinciones locales al norte del río Orinoco. De igual manera, es alarmante su situación en la sierra de Perijá, cordillera de los Andes, cuenca del lago de Maracaibo y la isla de Margarita, donde las escasas poblaciones están predominantemente fuera de áreas protegidas y sometidas a una alta presión por deforestación y cacería [10]. Se presume que la población de la isla de Margarita podría pertenecer a una especie diferente a las del continente, y que se encontraría en una situación crítica de amenaza [11]. A escala global la IUCN clasifica a la especie en la categoría Preocupación Menor [12]. En el resto de los países suramericanos se le reporta En Peligro para Argentina, Amenazada en Brasil, en situación Indeterminada (Datos Insuficientes) para Perú, y Casi Amenazada en Colombia y Ecuador [13,14,15,16].

Amenazas La cacería comercial por su piel y la cacería deportiva fueron actividades muy generalizadas hasta principios de 1970. No obstante, en 1977 el Gobierno venezolano adoptó medidas de protección para la especie y Venezuela fue ratificada como miembro del CITES [17,18]. Actualmente, aunque no existe una cacería comercial sistemática, es perseguida ilegalmente por ser considerada una especie dañina y de mucho valor como trofeo de caza o mascota [2,18]. Sin embargo, la principal amenaza actual y futura para la especie es la destrucción del hábitat, causa principal de la disminución de sus poblaciones [10,19].

Conservación La especie está incluida en el Apéndice I del CITES [20]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [21,22]. Aunque ha sido objeto de programas de concientización y su área de distribución abarca numerosas áreas protegidas, estas medidas no han sido efectivas [19,23]. Se recomienda garantizar el cumplimiento de la veda, particularmente en áreas protegidas donde aún se practica la cacería ilegal; evaluar el estado de las poblaciones en la cordillera de los Andes, sierra de Perijá y lago de Maracaibo; poner en práctica planes de conservación y manejo con base en los resultados generados, y desarrollar actividades de educación a escala nacional [2,19,24,25]. Específicamente en la isla de Margarita se requiere con urgencia implementar planes para la caracterización de la especie y para la conservación de la población relicta así como el diseño de un área que garantice su protección [10].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Ojasti & Brull 1981a. [3] Eisenberg 1989. [4] Emmons 1990. [5] Handley 1976. [6] Mondolfi 1976. [7] Gremone et al. 1986. [8] Bisbal 1989. [9] Sunquist 1992. [10] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [11] J. Molinari com. pers. [12] IUCN 2007. [13] Bertonatti & González 1993. [14] Pulido 1991. [15] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [16] Tirira 2001. [17] Römer et al. 1971. [18] Bisbal 1992. [19] R. Hoogesteijn com. pers. [20] CITES 2006. [21] Venezuela 1996a. [22] Venezuela 1996b. [23] F. Bisbal com. pers. [24] Núñez 1992. [25] Ojasti 1993. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Michel Lecoeur

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Gato de monte Leopardus tigrinus

Schreber 1775

Mammalia Carnivora Felidae

Vulnerable A2c

Descripción: Es el felino de menor tamaño del género, semejante a un gato doméstico. La longitud del cuerpo es de 40 a 55 cm, mientras que la cola alcanza entre 25 y 40 cm. Su peso promedio es de 1,5 a 3 kg. La coloración dorsal es de parda amarillenta a parda grisácea con manchas irregulares y rosetas enteramente negras. La cabeza es similar al dorso, aunque el rostro es más claro. El vientre es blanco con escasas manchas negras. Los individuos melánicos (pigmentación negra muy desarrollada) son relativamente frecuentes en el norte de Venezuela. De comportamiento tímido, huye ante la presencia humana y tal vez por eso es el felino menos conocido del país. De hábitos crepusculares, nocturnos y solitarios, se alimenta principalmente de pequeños vertebrados [1,2,3]. Distribución: Su distribución es irregular y discontinua. Se extiende desde las montañas de Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador y probablemente hasta el norte de Perú; y por el oriente desde Guyana, Surinam, Guayana Francesa, Brasil, hasta la parte alta de la cuenca amazónica, y norte de Argentina. Se encuentra ausente en Chile y Uruguay, con un estatus desconocido en Paraguay [1,2,3,4]. En Venezuela la especie se encuentra distribuida en tres núcleos también discontinuos: una subpoblación en los Andes y sierra de Perijá, otra en la cordillera de la Costa Central, y una subpoblación al sur y en el Delta del río Orinoco. Dos subespecies están presentes en Venezuela, Leopardus tigrinus tigrinus al sur, y Leopardus tigrinus pardinoides en las biorregiones cordillera Central, sistema Coriano y depresión del lago de Maracaibo. Habita en bosques primarios húmedos y selvas nubladas entre 2.800 y 3.000 m de altitud. La especie fue denominada antes como Felis tigrinus [3,4,5,6,7,8,9]. Nombres comunes: Gato de monte, Tigrito, Gato tigre, Gato cervantes, Oncilla Little spotted cat

Situación En Venezuela su historia natural es poco conocida y sus requerimientos, hábitat y densidad han sido escasamente estudiados. Sin embargo, algunos investigadores coinciden en que la presión sobre la especie es constante y considerable en toda su área de distribución [10,11]. De particular preocupación son las poblaciones de la cordillera de la Costa, sierra de Perijá, y sistema Coriano, que en la actualidad están disminuyendo drásticamente. Destaca una población aislada en el cerro Santa Ana en Paraguaná, de la cual no se tiene mayor información [11]. Es probable que las poblaciones al sur del río Orinoco y en el sistema Deltaico se encuentren relativamente seguras, aunque son susceptibles a intervenciones futuras. A escala internacional es clasificada por la IUCN como Casi Amenazada [12]. En Argentina se le reporta En Peligro, en Perú como Datos Insuficientes, mientras que en Colombia y Ecuador se le considera Vulnerable [13,14,15,16].

Amenazas Este felino, habitante exclusivo de bosques nublados y con requerimientos muy específicos de hábitat, es considerablemente susceptible a las amenazas resultantes de la actividad humana [4]. En Venezuela no se conoce con precisión la frecuencia, intensidad e impacto de las amenazas, aunque las áreas de distribución donde la especie es reportada son señaladas entre los ambientes más amenazados del país. Las principales amenazas que enfrenta la especie en toda su área de distribución son la pérdida de hábitat por deforestación, talas e incendios forestales y en menor grado, la cacería para la obtención de la piel o para capturarlo vivo o por prevención, al ser considerado un depredador de animales domésticos [10,11,15,17].

Conservación Está incluida en el Apéndice I del CITES [18]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [19,20]. Algunas porciones de su área de distribución se encuentran protegidas en parques nacionales, aunque la situación de estas poblaciones es desconocida. Se debe lograr la protección efectiva de su hábitat, particularmente de las zonas incluidas en áreas protegidas, garantizar el cumplimiento de la veda y evaluar las poblaciones silvestres para definir si el sistema de áreas protegidas puede garantizar el mantenimiento de poblaciones viables. En caso contrario, sería necesario estudiar la factibilidad de crear nuevas áreas o ampliar las existentes. Hasta ahora la cría en cautiverio ha sido realizada con poco éxito, y la reintroducción de individuos criados en cautiverio no parece ser viable [11,17]. Referencias: [1] Linares 1998. [2] Eisenberg 1989. [3] Emmons 1990. [4] Bisbal 1992. [5] Mondolfi 1986. [6] Bisbal 1989. [7] Mondolfi 1976. [8] Ojasti & Brull 1981b. [9] Ochoa et al. 2005. [10] Bisbal 1987b. [11] R. Hoogesteijn com. pers. [12] IUCN 2007. [13] Bertonatti & González 1993. [14] Pulido 1991. [15] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [16] Tirira 2001. [17] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [18] CITES 2006. [19] Venezuela 1996a. [20] Venezuela 1996b. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Michel Lecoeur

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Tigrito Leopardus wiedii

Schinz 1821

Mammalia Carnivora Felidae

Vulnerable A2c

Descripción: Felino generalmente arborícola. La longitud del cuerpo varía entre 46 y 79 cm, siendo de menor tamaño que el cunaguaro (Leopardus pardalis). Se caracteriza por su cuerpo casi tan largo como su cola, cuya longitud varía entre 33 y 51 cm. Pesa alrededor de 4 kg, aunque alcanza hasta 6 kg. La coloración dorsal de su pelaje es de parda amarillenta a parda grisácea. La cabeza es similar al dorso, su rostro tiene manchas blancas alrededor de los ojos, y el vientre es blanco con manchas negras. Para esta especie no han sido registrados individuos melánicos (pigmentación negra muy desarrollada). Su habilidad de rotar los tobillos le da una excepcional destreza para trepar, a tal punto que puede descender cabeza abajo como una ardilla. De hábitos nocturnos y solitarios, su dieta está compuesta de una gran variedad de presas, incluidos vertebrados tanto arborícolas como terrestres [1,2,3,4]. Distribución: De distribución muy amplia en Centro y Suramérica. Se extiende desde gran parte de México hasta Bolivia por el oeste, y por el oriente desde las Guayanas y Brasil hasta el norte de Argentina [2,5]. Un registro indica que antes de 1852 también se localizaba al sur de Texas en los Estados Unidos [6]. En Venezuela su distribución es disjunta, con una población aislada en el norte del país, que incluye los Andes, sierra de Perijá, la cordillera de la Costa abarcando los estados Falcón, Yaracuy, Carabobo, Aragua y Miranda, y otra al sur del río Orinoco [6,7,8]. Habita predominantemente en bosques húmedos por encima de 1.200 m de altitud. En Venezuela sólo está presente la subespecie Leopardus wiedii vigens. La especie fue denominada antes como Felis wiedii [1]. Nombres comunes: Tigrito, Tigrillo, Cunaguaro, Margay Margay cat

Situación Poco se conoce sobre sus hábitos territoriales y su densidad poblacional, sin embargo su presencia siempre está asociada a bosques primarios o poco intervenidos. En Venezuela sus poblaciones han disminuido debido a la pérdida de hábitat en toda su área de distribución, estimándose una reducción entre el 50% y 80% del tamaño original [9,10]. Gran parte de esta reducción ha sido observada en la población de la cordillera de la Costa, la cual podría considerarse en peligro de extinción. Su susceptibilidad es acentuada al ser un especialista de hábitat, tener una distribución localizada y estar bajo presión por actividades humanas [6,7]. La IUCN la ha clasificado en la categoría Preocupación Menor en el contexto de toda su distribución geográfica. Sin embargo, en Argentina se considera En Peligro, en Perú en situación indeterminada como Datos Insuficientes, y en Colombia y Ecuador Casi Amenazada [11,12,13,14,15].

Amenazas Por ser habitante exclusivo de bosques y con requerimientos específicos de hábitat, la principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la deforestación. La subpoblación de la cordillera de la Costa se encuentra en el área urbana e industrial más poblada del país. Hasta principios de los años setenta la especie fue objeto de una cacería intensa con fines comerciales y deportivos, sin embargo, no existen registros exactos de la magnitud de esta actividad, ya que todas las pieles decomisadas por los organismos gubernamentales recibieron el nombre genérico de “cunaguaro” [6]. Es probable que en la actualidad el comercio ilegal sea escaso, mientras que la caza oportunista se realice a pesar de su prohibición [4,6,10,16].

Conservación A escala internacional la especie está incluida en el Apéndice I del CITES [17]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [18,19]. Algunos parques nacionales albergan subpoblaciones, pero se desconoce si contienen poblaciones viables de la especie. Se recomienda desarrollar estudios básicos de su biología, ecología y distribución; definir el riesgo que enfrentan las poblaciones, principalmente las ubicadas en la cordillera de la Costa; reforzar la vigilancia para garantizar el cumplimiento de la veda y conservar las poblaciones en áreas protegidas. Es necesario diseñar un programa de educación ambiental que haga énfasis en las diferencias entre las especies del género Leopardus y la importancia de la conservación de todas ellas. La cría en cautiverio y su posterior reintroducción no es considerada una estrategia viable para la conservación de la especie [10,16].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Eisenberg 1989. [3] Trebbau 1976. [4] Mondolfi 1986. [5] Emmons 1990. [6] Bisbal 1992. [7] Mondolfi 1976. [8] Ochoa et al. 2005. [9] F. Bisbal com. pers. [10] R. Hoogesteijn com. pers. [11] IUCN 2007. [12] Bertonatti & González 1993. [13] Pulido 1991. [14] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [15] Tirira 2001. [16] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [17] CITES 2006. [18] Venezuela 1996a. [19] Venezuela 1996b. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Michel Lecoeur

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Yaguar Panthera onca

Linnaeus 1758

Mammalia Carnivora Felidae

Vulnerable A1cd+2c;C1

Descripción: Es el mayor de los felinos americanos. Posee un cuerpo robusto, cabeza ancha, garras delanteras grandes, patas cortas y macizas. El macho mide entre 1,72 y 2,41 m, y la hembra entre 1,57 y 2,19 m. Puede pesar hasta 150 kg. La coloración más común es amarilla rojiza con pintas negras, y en forma de círculos en su vientre de color blanco, pero se presenta también una forma melánica, donde el amarillo es suplantado por un tono pardo oscuro a negro. No hay dos yaguares con el mismo patrón de manchas. De hábitos solitarios, es una especie carnívora de alta movilidad que se alimenta principalmente de mamíferos y reptiles grandes [1,2,3]. Distribución: En el pasado, la especie tuvo una amplia distribución que se extendía desde el suroeste de los Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Hoy en día esta área se ha reducido notablemente, ocupando 46% de su distribución histórica. En Venezuela su distribución abarcaba casi todo el territorio nacional, a excepción del estado Nueva Esparta y las áreas de mayor altitud de la cordillera de los Andes [4,6,7]. En la actualidad es relativamente común sólo al sur, además de poblaciones aisladas en la sierra de Perijá, cordillera de la Costa, llanos occidentales, piedemonte andino y delta del Orinoco [8]. Generalmente esta especie se encuentra asociada a cursos de agua y habita bosques de galería, bosques deciduos y bosques húmedos [4,5]. La única subespecie presente en el país es Panthera onca onca [1]. Nombres comunes: Yaguar, Tigre, Tigre mariposo, Tigre americano Jaguar

Situación Hasta los años cincuenta la especie presentaba una amplia distribución en Venezuela, sin embargo, hoy sólo las poblaciones de Amazonas y Bolívar son relativamente estables [9]. Las poblaciones localizadas en sierra de Perijá, llanos occidentales, piedemonte andino y delta del Orinoco se encuentran en disminución y en la cordillera de la Costa prácticamente están extintas [8,10]. En Venezuela se le considera amenazada por la disminución de sus poblaciones debido a la pérdida de hábitat, adicional a la intensa cacería a la cual estuvo sometida la especie durante décadas y de la cual no se ha recuperado. Cálculos gruesos sugieren un estimado de entre 2.500 y 3.600 individuos en todo el país [11]. A escala internacional ha sido clasificada por la IUCN como Casi Amenazada [12]. En Argentina, Perú, Colombia y Ecuador su situación es considerada como Vulnerable [13,14,15,16]. Actualmente se le considera Extinta en los Estados Unidos, El Salvador, Uruguay y Chile, y en En Peligro Crítico en Honduras y Panamá [10,17,18,19].

Amenazas El comercio peletero internacional, la cacería deportiva, el control para evitar la depredación del ganado y la sobreexplotación de sus presas, han sido las razones principales de la disminución de sus poblaciones en Venezuela [9,10,20,21]. Sin embargo, se estima que actualmente el factor más importante, en cuanto a la disminución que aún experimentan sus poblaciones, es la pérdida de hábitat por deforestación de zonas boscosas con fines forestales y mineros, o para su transformación en áreas agrícolas y ganaderas [5,10,22].

Conservación En el ámbito internacional está incluida en el Apéndice I del CITES [23]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción al norte de la línea Meta-Orinoco por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [24,25]. Entre algunas medidas para su protección, se ha experimentado con programas de traslocación de “tigres cebados” de fundos pecuarios a áreas protegidas distantes [24,25,26]. Actualmente existe un plan de protección de esta especie en la población de El Baúl, estado Cojedes, en el Hato Piñero y en la Reserva Privada de Mataclara, entre otros [22,27,28]. Se ha registrado su presencia en áreas protegidas al norte del río Orinoco, pero es posible que en vista del tamaño del territorio que requiere la especie, dichas áreas no sean lo suficientemente grandes como para albergar poblaciones viables [11]. Es imprescindible desarrollar proyectos de investigación de la distribución y abundancia de sus poblaciones, disponibilidad de presas, requerimientos de hábitat, biología reproductiva, área de vivienda y el análisis detallado y cuantitativo de la magnitud del problema de depredación de ganado.

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Hoogesteijn & Mondolfi 1992. [3] Hoogesteijn et al. 1992. [4] Ojasti & Brull 1981c. [5] Mondolfi & Hoogesteijn 1986. [6] Bisbal 1987a. [7] Bisbal 1989. [8] Medina et al. 1992. [9] Hoogesteijn & Mondolfi 1991a. [10] Hoogesteijn & Mondolfi 1990. [11] Hoogesteijn & Mondolfi 1987. [12] IUCN 2007. [13] Bertonatti & González 1993. [14] Pulido 1991. [15] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [16] Tirira 2001. [17] Swank & Teer 1989. [18] Eisenberg 1989. [19] Emmons 1990. [20] Mondolfi 1976. [21] Hoogesteijn & Mondolfi 1991b. [22] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [23] CITES 2006. [24] Venezuela 1996a. [25] Venezuela 1996b. [26] R. Babarro com. pers. [27] A.J. González-Fernández com. pers. [28] Hoogesteijn & Chapman 1997. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Michel Lecoeur

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Perro de agua pequeño Lontra longicaudis Mammalia Carnivora Mustelidae

Olfers 1818

Vulnerable A2c

Descripción: Mustélido de tamaño mediano, cuya longitud desde la cabeza hasta la base de la cola oscila entre 53,2 y 80,9 cm. Pesa de 5 a 14,75 kg. El macho es hasta 20% más grande que la hembra. El pelaje es de color pardo canela a pardo grisáceo en el lomo, a veces con una o más manchas claras. En el vientre, cuello, labio superior y mandíbula, la coloración varía entre el blanco plateado y el amarillento. Las patas son pequeñas, con garras fuertes y membranas interdigitales (palmeadas). La cola es cónica y cilíndrica, en vez de aplanada hacia la punta, y mide de 36 a 50 cm de longitud. De hábitos diurnos, también presenta actividad crepuscular y nocturna. Por sus hábitos semiacuáticos, sus presas se componen básicamente de peces y crustáceos, aunque complementa su alimentación con el consumo de vertebrados pequeños [1,2]. Distribución: Presenta una distribución geográfica amplia en tierras bajas del neotrópico, desde el norte de México, a lo largo de Centroamérica hasta el norte de Argentina y sur de Uruguay, exceptuando una porción al noreste de Brasil [2]. En Venezuela están presentes dos subespecies. Al norte del Orinoco, Lontra longicaudis annectens se distribuye en la cordillera de los Andes, cuenca del lago de Maracaibo y cordillera de la Costa. Por su parte, Lontra longicaudis enudris presenta una amplia distribución al sur del Orinoco, en el sistema Deltaico y en la cordillera Oriental [2,3]. Aparentemente prefiere hábitats poco intervenidos en selva y áreas de sabana, donde selecciona ríos, arroyos y riachuelos de aguas transparentes y corriente rápida, con cierto caudal mínimo [1]. Nombres comunes: Perro de agua pequeño, Nutria pequeña, Nutria, Nutria de Venezuela Long-tailed otter, Neotropical river otter, Southern river otter, Amazon otter, Freshwater otter

Situación Su situación es muy preocupante en la mayor parte de la cordillera de los Andes, cuenca del lago de Maracaibo, cordillera de la Costa, y cordillera Oriental, mientras que en el delta y sur del río Orinoco se considera que sus poblaciones son estables [1,4,5,6,7]. Aunque no existen estimados precisos sobre su densidad poblacional al norte del Orinoco, aún es probable encontrar poblaciones viables en localidades relativamente cerca de zonas con presencia humana. Por ejemplo, recientemente fue detectado en 23 de los 25 ríos inspeccionados en una franja de 340 km, a lo largo de la vertiente sur de los Andes en los estados Barinas y Portuguesa [4]. A escala internacional la IUCN la señala en la categoría de Datos Insuficientes [8]. En Perú ha sido clasificada En Peligro, mientras que para Colombia y Ecuador se le reporta Vulnerable [9,10,11].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie es la destrucción de su hábitat, en particular por la modificación de cuencas para la construcción de obras hidráulicas, que a su vez ha generado contaminación, reducción de cuerpos de agua y deforestación [1,4,6,7,12,13,14]. Se ha reportado que en la cordillera de los Andes cada día hay menos ríos limpios debido a la contaminación, y éstos cada día tienen menor caudal por la deforestación de las cuencas [1,13]. La modificación del hábitat en el piedemonte ha producido interrupciones en la red de ríos, que resultan en la fragmentación y el aislamiento de las poblaciones de esta especie. Por ello, las poblaciones se han restringido a las partes altas de cuencas, y han permanecido separadas de otras por porciones de hábitat modificado. Una situación similar ocurre en la cordillera de la Costa. También se caza a estos animales por su piel para el comercio ilegal, como trofeo, por diversión, y se dan casos de su captura incidental en artes de pesca. Todos estos factores han traído como consecuencia una disminución significativa de sus poblaciones [13].

Conservación En el ámbito internacional se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES [15]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción al norte de la línea Meta-Orinoco por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [16,17]. Su distribución abarca algunas áreas protegidas, sin embargo, es posible que éstas no ofrezcan una protección adecuada para las poblaciones presentes. Se propone realizar estudios sobre sus requerimientos de hábitat y evaluar si las áreas protegidas actuales cumplen con sus necesidades mínimas [18]. En caso contrario, proponer áreas nuevas o diseñar planes de manejo de zonas no protegidas, a fin de evitar la fragmentación y el aislamiento de las poblaciones. También son necesarios estudios básicos que permitan conocer su distribución, abundancia y tendencias poblacionales actuales [13].

Referencias: [1] J. Molinari com. pers. [2] Mondolfi 1970. [3] Mondolfi 1976. [4] González & Utrera 2001. [5] F. Bisbal com. pers. [6] S. Boher com. pers. [7] J. Ojasti obs. pers. [8] IUCN 2007. [9] Pulido 1991. [10] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [11] Tirira 2001. [12] Mason 1990. [13] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [14] Emmons & Feer 1997. [15] CITES 2006. [16] Venezuela 1996a. [17] Venezuela 1996b. [18] Mason & Macdonald 1990. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Víctor Pérez

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Perro de agua Pteronura brasiliensis

Gmelin 1788

Mammalia Carnivora Mustelidae

En Peligro A2cd

Descripción: Es una de las especies de nutria más grandes y corpulentas. Alcanza de 1,5 a 2,0 m de longitud, incluyendo la cola, la cual es característicamente aplanada hacia la punta y mide de 45 a 65 cm. Pesa entre 25 y 32 kg. El pelaje es denso, espeso y aterciopelado, de coloración café oscuro con manchas de color claro amarillento en el área del cuello. Estas manchas son de mayor tamaño en los machos que en las hembras. Los patrones de las manchas son específicos y pueden ser utilizados para identificar los individuos. Los dedos de las manos y pies están unidos por una membrana interdigital. Los ojos son grandes, de color café oscuro; las vibrisas son largas y el hocico redondo. Suele vivir en grupos familiares permanentes. Por sus hábitos semiacuáticos, se alimenta casi exclusivamente de peces, aunque complementa su dieta con vertebrados pequeños y medianos [1,2]. Distribución: Miembro de un género monotípico restringido a Suramérica. Su distribución, aunque muy fragmentada, se extiende desde los llanos de Colombia y Venezuela hasta el norte de Argentina, abarcando la cuenca del río Amazonas [2]. En Venezuela se encuentra en ríos llaneros tributarios del Orinoco, desde Monagas hasta Barinas, en ríos caudalosos de aguas lentas y poco turbulentas en Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro [2,3,4]. También se localiza en el lago de Maracaibo y en lagunas aisladas en áreas sujetas a inundaciones estacionales, observándose que no asciende por ríos de montaña como lo hacen las especies del género Lontra [1,2,3]. Nombres comunes: Perro de agua, Perro de agua grande, Nutria gigante Giant otter, Giant river otter, Brasilian otter, Ariranha

Situación Es la especie más amenazada de la familia Mustelidae [5]. Ha sido muy perseguida debido a su piel altamente cotizada en el mercado peletero, por lo que se encuentra localmente extinta en muchas zonas de su distribución original [6]. En Venezuela sus poblaciones han decrecido drásticamente en los últimos 30 a 40 años, siendo las más afectadas aquéllas localizadas en los llanos, donde se estima que su densidad actual se encuentra reducida entre el 20% y el 50% de la original [7,8,9]. A principios de los años setenta era relativamente común en los ríos Orinoco, Caura, Ventuari, Apure, Arauca, Portuguesa, Cunaviche, Capanaparo y otros ríos llaneros [1]. Internacionalmente es señalada por la IUCN En Peligro de extinción [10]. En Uruguay se le reporta como Probablemente Extinta, en Colombia y Perú se le considera En Peligro ya que sólo existen poblaciones pequeñas y aisladas, mientras que en Argentina y Ecuador se le clasifica En Peligro Crítico [5,6,11,12,13].

Amenazas En Venezuela, principalmente entre 1950 y 1970, la especie fue objeto de cacería intensa para el comercio y exportación de su piel, principalmente para la confección de los famosos sombreros “pelo de guama”. Actualmente el uso de la piel no es reportado con frecuencia [1]. Como se alimenta de peces, los pescadores la consideran un competidor importante y realizan cacería de “control” de sus poblaciones [14]. También es afectada por la destrucción del hábitat, por deforestación de los márgenes de los ríos, por contaminación y por reducción de los cuerpos de agua, así como por la captura incidental en artes de pesca [7,8,9,15,16].

Conservación A escala internacional se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES [17]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [18,19]. Algunas poblaciones ocupan áreas protegidas llaneras y de los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro. En 1987 se inició un programa de evaluación de las poblaciones de nutria en Venezuela y se distribuyeron materiales impresos divulgativos sin resultados exitosos [20]. Se requiere fortalecer el sistema de vigilancia y control, obligar al cumplimiento de la veda, impulsar campañas de educación ambiental; además del desarrollo de investigaciones con énfasis en la distribución, densidad, requerimientos, monitoreo de tendencias poblacionales, interacción con las presas y analizar el efecto de la pesquería en la base alimentaria de la especie, además de evaluar las posibilidades de recuperación poblacional [7,16,21]. Su cría y mantenimiento en cautiverio ha tenido algún éxito, sin embargo los reportes indican que dicha estrategia es demasiado costosa.

Referencias: [1] Mondolfi 1970. [2] Emmons 1990. [3] Foster-Turley et al. 1990. [4] Mondolfi 1976. [5] Mason & Macdonald 1990. [6] Eisenberg 1989. [7] Brull & Ojasti 1981. [8] Bisbal 1989. [9] Ríos 1987. [10] IUCN 2007. [11] Pulido 1991. [12] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [13] Tirira 2001. [14] S. Boher com. pers. [15] Chehébar 1990. [16] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [17] CITES 2006. [18] Venezuela 1996a. [19] Venezuela 1996b. [20] G. Ríos com. pers. [21] Groenendijk et al. 2005. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Víctor Pérez

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Oso frontino Tremarctos ornatus Mammalia Carnivora Ursidae

Cuvier 1825

En Peligro A2cd; B1ab(i,iii)

Descripción: De tamaño mediano en comparación con otros osos, mide entre 1,30 y 1,90 m de alto, y pesa en promedio entre 80 y 125 kg, siendo el macho más grande que la hembra. Su coloración es uniforme, negra o café negruzca, con pelo áspero. El hocico es corto, de color café claro o blanco, con manchas blanquecinas que se extienden alrededor de los ojos y la nariz a través de las mejillas, bajando por el cuello hasta el pecho, y que varía mucho entre individuos. Posee cinco dedos con garras largas y curvas no retractiles, y las plantas de las patas poseen pelos interdigitales que le ayudan a trepar árboles. De hábitos diurnos, solitarios, omnívoros, terrestres y trepadores, su alimentación es predominantemente vegetariana [1,2,3,4]. Distribución: Única especie viviente de la subfamilia Tremarctinae y único úrsido de Suramérica. Se distribuye en la cordillera de los Andes desde Venezuela hasta Argentina, desde desiertos costeros, bosques premontanos y montanos deciduos, semideciduos y siempreverdes, hasta páramos y puna. En Venezuela habita la sierra de Perijá, el macizo de El Tamá y la cordillera de Mérida en los estados Barinas, Lara, Mérida, Portuguesa, Táchira, Trujillo y Zulia. Su presencia en el país ha sido reportada desde 400 hasta 4.300 m de altitud, aunque la mayoría se ha localizado por encima de 1.000 m en bosques premontanos y montanos siempreverdes (especialmente nublados) y páramos [1-11]. Nombres comunes: Oso frontino, Oso andino, El salvaje, Oso negro, Ucumari, Mashiramo Spectacled bear, Andean bear

Situación Aunque no existen evaluaciones rigurosas, se presume que su tamaño poblacional ha disminuido considerablemente por acción de la cacería y por la pérdida de hábitat [12-16]. Para Venezuela se estima entre 800 y 1.850 individuos con base en extrapolaciones de densidades poblacionales de osos negros [17,18,19]. Estudios recientes evidencian una reducción del hábitat disponible cercana a 40% en los últimos 15 años, y altos grados de fragmentación de los bosques y páramos remanentes. Se han identificado 42 fragmentos de hábitat potencial para la especie, de los cuales sólo tres podrían mantener poblaciones viables a largo plazo: uno en la sierra de Perijá y dos en el ramal central de la cordillera de Mérida [17]. El macizo de El Tamá y la sierra de Portuguesa constituyen las zonas más amenazadas por la fragmentación [17,20-24]. A escala global la IUCN la clasifica Vulnerable [25].

Amenazas Las principales amenazas son la cacería furtiva, la deforestación y la fragmentación de hábitat [2,13]. Es cazado por depredación de ganado y consumo de cultivos, por ser percibido como un animal peligroso, por tener supuestos usos afrodisíacos y mágico-curativos y por ser utilizado ocasionalmente como alimento [1-4,11-13]. Se han reportado tasas de cacería superiores a 2,5 osos/año en el ramal central de la cordillera de Mérida, 5 osos/año en la sierra de Portuguesa, y 12 osos/año en la sierra de Perijá, sin embargo, estos valores parecen haber disminuido en los últimos 20 años [5,9,28,29]. La expansión de las actividades agropecuarias, el desarrollo de infraestructuras viales, así como la diversificación del uso de la tierra y el incremento de la deforestación, han provocado un continuo proceso de destrucción y fragmentación de sus hábitats naturales [2,12,13,26,30].

Conservación Está incluido en el Apéndice I del CITES, y en Venezuela ha sido declarado en veda indefinida (Decreto 1.485) y Especie en Peligro de Extinción (Decreto 1.486). Desde los primeros esfuerzos en los setenta y ochenta, hasta la actualidad, el oso frontino ha sido objeto de valiosos esfuerzos de divulgación, investigación, planes de acción, áreas protegidas, decretos regionales, y conservación ex situ, entre los que destacan los liderados por MINAMB, Inparques, Wildlife Conservation Society, Provita, Fundación Andígena, Fudena, EcoVida, WWF, IVIC, gobiernos regionales de Mérida y Lara, Alcaldía del Municipio Andrés Eloy Blanco, y parques zoológicos (Bararida, Gustavo Rivera, Chorros de Milla, Parque Sur). Si bien no se conoce con precisión los resultados de estas iniciativas, y los mismos varían en calidad, seguimiento, continuidad e impacto, se puede resumir como los principales logros, el haber posicionado al oso frontino como emblema nacional de conservación, importantes avances en el aumento del conocimiento sobre la especie y, muy especialmente, la creación de un sistema de 12 parques nacionales andinos que resguardan aproximadamente 4.600 km2 del hábitat disponible. Se recomienda profundizar en estos esfuerzos en especial en cuanto a la articulación interinstitucional, seguimiento y continuidad en el tiempo, siendo especialmente prioritaria la protección legal de los corredores biológicos en el ramal de Calderas (parques nacionales Sierra Nevada-Guaramacal), y sierra de Portuguesa [27-55].

Referencias: [1] Mondolfi 1989. [2] Peyton 1999. [3] Mondolfi 1983. [4] Mondolfi 1971a. [5] Yerena 1987. [6] Del Moral & Bracho 2005. [7] Peyton 1980. [8] Peyton 1984. [9] Goldstein 1990. [10] Servheen et al. 1999. [11] Goldstein 1993. [12] Kattan et al. 2004. [13] Rodríguez et al. 2003. [14] Goldstein 2002a. [15] Goldstein 2002b. [16] Goldstein et al. 2002. [17] Sánchez-Mercado & García-Rangel 2005. [18] Ruiz-García 2003. [19] Ruiz-García et al. 2005. [20] Palminteri et al. 2001. [21] Yerena et al. 2003. [22] Yerena & Romero 1992. [23] Yerena 1995. [24] Yerena 1994. [25] IUCN 2007. [26] Peyton et al. 1998. [27] Yerena & Torres 1994. [28] Goldstein & Torres 2001. [29] Vera 2001. [30] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [31] CITES 2006. [32] Venezuela 1996a. [33] Venezuela 1996b. [34] Mondolfi & Boede 1981. [35] Rosenthal 1988. [36] Torres & Cambero 2003. [37] Torres 2000. [38] Torres 1993. [39] Torres et al. 1995. [40] Boher et al. 1994. [41] Agagliate et al. 1997. [42] Pernalete 2005. [43] Goldstein 2005. [44] Yerena et al. 2007. [45] Fudena et al. 2005. [46] Goldstein & Márquez 2004a. [47] WCS 2006. [48] Goldstein 2004. [49] Goldstein & Márquez 2004b. [50] Sánchez-Mercado & Rodríguez-Clark 2005. [51] León 2003. [52] León et al. 2003. [53] Pernalete 1990. [54] Pernalete 1991. [55] Rodríguez-Clark & Sánchez-Mercado 2006. Autores: Shaenhandoa García-Rangel, Edgard Yerena, Denis Torres, Andrés Eloy Bracho, Kathryn Rodríguez-Clark, Ada Sánchez-Mercado, Isaac Goldstein, César Molina, José Cambero, Fátima Imarú Lameda Ilustración: Astolfo Mata

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Danta de montaña Tapirus pinchaque Mammalia Perissodactyla Tapiridae

Rouglin 1826

Extinto a Nivel Regional

Descripción: Es la especie más pequeña de los cuatro tapires vivientes. Mide en promedio 1,8 m de longitud y entre 75 y 90 cm de alzada. Alcanza un peso de 90 a 260 kg. Se distingue de los otros tapires por sus labios, los cuales tienen un borde blanco, y por el pelaje, el cual es de color negro en su etapa adulta y relativamente largo (3-4 cm), que le sirve de protección contra el frío en las altas montañas de los Andes. En su etapa de cría el pelaje es de color café o castaño rojizo con manchas negras. El cuerpo es robusto, el rostro estrecho y alargado termina en una pequeña trompa cuyo labio superior se prolonga en una punta muy flexible. Los ojos son pequeños, y las orejas redondeadas y erguidas. Las patas y cola son cortas. Los sentidos del olfato y el oído están muy bien desarrollados. De hábitos solitarios, emite un grito como un silbido agudo y prolongado de baja intensidad para comunicarse con otros miembros del grupo familiar. El período de gestación dura 393 días (trece meses) y sólo nace una cría que permanece con la madre cerca de un año. Su dieta es herbívora, se alimenta principalmente de brotes y tallos. De costumbres nocturnas, vive en parejas o en pequeños grupos [1,2,3,5]. Distribución: La especie está confinada a zonas poco accesibles y fragmentadas de bosques altimontanos y páramos, entre 1.400 y 4.700 m de altura de la cordillera de los Andes, desde el norte de Colombia, a través de Ecuador, hasta el norte de Perú [1,2,3]. En los Andes colombianos se le reporta desde la frontera con Ecuador a lo largo de la cordillera Central hasta el Departamento de Risaralda, y en la cordillera Oriental desde el Departamento del Huila hasta el Departamento de Cundinamarca al sur de Santa Fe de Bogotá [6,7]. La literatura indica que su distribución original incluía a Venezuela, aunque es probable que su distribución no haya abarcado el territorio venezolano en épocas recientes. Sin embargo, algunas investigaciones concluyen que si bien su distribución histórica probablemente incluía el extremo sur de la cordillera de los Andes en el macizo de El Tamá, estado Táchira, en la zona fronteriza con Colombia, en la actualidad no existen evidencias de su presencia en la localidad reportada [1,2,3,4,5]. Nombres comunes: Danta de montaña, Danta de páramo, Danta cordillerana, Danta negra Andean tapir, Mountain tapir

Situación En Venezuela se considera que la especie posiblemente se haya extinguido puesto que en varias décadas no ha sido observada. Las causas de que las poblaciones venezolanas puedan haber sido extirpadas se atribuyen a la pérdida de hábitat y a la cacería, las cuales coinciden con varios reportes de extinciones locales de la danta de montaña en los otros países andinos. Las poblaciones con mayores amenazas se encuentran en la cordillera Central de Colombia, donde grandes extensiones de bosque han sido convertidas en cultivos de opio, y aunque se reporta para siete parques nacionales, el hábitat adecuado dentro de ellos ocupa sólo 13% de la superficie disponible. Se presume que la población total de esta especie no supera los 2.500 individuos. En el ámbito internacional la IUCN clasifica a la especie En Peligro. Igualmente en Ecuador y Colombia se le considera En Peligro [5,6,7,8,9].

Amenazas Es una especie muy sensible a la intervención, fragmentación y destrucción de su área de vida. La pérdida de hábitat se atribuye específicamente a la expansión de la frontera agrícola y a la extracción de madera de los bosques montanos. Así mismo, en todo el rango de su distribución suramericana, las poblaciones reportadas se encuentran aisladas y sometidas a una alta presión de cacería, principalmente como fuente de alimento, por diversión, para el tráfico de sus partes (especialmente las patas) o para elaborar remedios caseros. Hay creencias tradicionales de que sirve para curar la epilepsia y afecciones cardíacas. Su lenta tasa de reproducción hace que sea especialmente vulnerable a los efectos de la cacería [7,8,9].

Conservación A escala internacional se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES, y está protegida legalmente en Colombia, Ecuador y Perú. En Venezuela no se han adoptado medidas de conservación específicas, sin embargo, la probable distribución de la especie abarcaría los parques nacionales de Táchira y Zulia. Se recomienda desarrollar proyectos de investigación que evalúen y determinen la existencia pasada y actual de la especie en Venezuela [6,7,8,9,10]. Referencias: [1] Schaunberg 1969. [2] Downer 1995. [3] Downer 1996. [4] Eisenberg 1989. [5] IUCN 2007. [6] Tirira 2001. [7] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [8] Downer 1997. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] CITES 2006. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Danta Tapirus terrestris

Linnaeus 1758

Mammalia Perissodactyla Tapiridae

Vulnerable A2cd

Descripción: Es el mamífero terrestre más corpulento de Venezuela y puede exceder los 200 kg de peso. Mide de 1,7 a 2,5 m de largo y de 75 a 1,10 cm de alzada. Su coloración dorsal es parda negruzca, pelaje muy corto, cabeza del mismo color que el dorso, rostro estrecho y alargado que termina en una pequeña trompa, orejas pardas con las puntas blancas y vientre más claro que el dorso. El cuello es robusto con una crin corta y erecta que va desde el cuello hasta la cola. Los juveniles presentan un patrón de coloración heterogéneo con base en manchas, distinto al desarrollado en su etapa adulta, completamente uniforme. De hábitos parcialmente diurnos, terrestres y acuáticos, solitarios o en pares, su dieta frugívora está compuesta de hojas, ramas y frutas [1,2]. Distribución: Se distribuye al este de la cordillera de los Andes en Suramérica, desde el norte de Colombia hasta el sur de Brasil, norte de Argentina y Paraguay [3,4,5]. En Venezuela su distribución histórica era amplia y abarcaba selvas húmedas al sur del río Orinoco, selvas de piedemonte y galería en sierra de Perijá y cordillera de los Andes, además de selvas de montañas húmedas y nubladas en la cordillera de la Costa [6,8]. Aparentemente su distribución nunca abarcó zonas semiáridas y montañas altas del país [7]. Actualmente se localiza en la cordillera de la Costa, cuenca del lago de Maracaibo, Llanos y al sur del país, aunque en bajas densidades. Utiliza gran variedad de hábitats como bosques de galería, bosques húmedos y áreas de sabana con suficiente cobertura vegetal para su refugio. Está asociada a cuerpos de agua y rara vez se localiza por encima de 1.600 m de altitud [6,7]. Nombres comunes: Danta, Danto, Tapir, Macho de monte Lowland tapir, Common tapir, Brazilian tapir

Situación Aunque fue abundante en el pasado, actualmente se le considera escasa en casi toda su distribución en Venezuela [7]. Las poblaciones de la cordillera de la Costa, cuenca del lago de Maracaibo y de los llanos están severamente fragmentadas y decreciendo. Su hábitat ocupa casi 50% de su extensión original [9,10]. Al sur del país las poblaciones son más abundantes, pero están siendo diezmadas a gran velocidad por la cacería de subsistencia [9]. La tasa reproductiva de la especie es muy baja e insuficiente para reponer las pérdidas por el incremento de la presión de cacería [6,7,9]. En el ámbito internacional la IUCN la clasifica como Vulnerable [11]. En Argentina y Colombia se le reporta Vulnerable, y en Ecuador Casi Amenazada [12,13,14].

Amenazas En Venezuela sus poblaciones han disminuido debido a la pérdida de hábitat y a la intensa cacería a la cual ha estado sometida durante varias décadas [7,8,9]. Su carne se compara con la del ganado vacuno y representa uno de los principales alimentos para indígenas, campesinos y colonos. Se reporta su cacería como fuente de ingresos por su expendio en mercados locales y en algunos restaurantes del país. Por lo escaso del animal y lo difícil que es encontrarlo, la cacería deportiva es poco frecuente [7,8]. Las dantas requieren masas boscosas amplias y poco perturbadas, por lo que se considera que ésta es la principal limitante para la recuperación de las poblaciones al norte del río Orinoco, donde sus hábitats prácticamente han desaparecido [7,9]. Como resultado de la alteración del hábitat, las densidades poblacionales disminuyen y las subpoblaciones se aíslan, lo que aumenta la vulnerabilidad de la especie [15,16,17].

Conservación El comercio internacional de la especie está regulado en el Apéndice II del CITES [18]. En Venezuela se establece su veda indefinida al norte de la línea Meta-Orinoco mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [19,20]. Algunas de sus subpoblaciones están protegidas en parques nacionales como Guatopo, donde es posible que se encuentre una de las pocas poblaciones saludables del centro-norte del país. Es prioritario el desarrollo de investigaciones básicas sobre su biología y ecología, así como evaluar el sistema de áreas protegidas para el mantenimiento de poblaciones viables a largo plazo, además de la implementación de planes de educación ambiental y de guardería para cumplir con la veda vigente [17]. Actualmente, algunos investigadores han iniciado un estudio sobre la historia natural de la especie, el cual será acompañado de un sistema de información geográfica con el que se evaluará su distribución histórica y actual, y su relación con el sistema de parques nacionales y otras áreas naturales protegidas [21]. Referencias: [1] Salas & Fuller 1996. [2] Linares 1998. [3] Hershkovitz 1954. [4] Eisenberg 1989. [5] Emmons 1990. [6] Salas 1996. [7] Gondelles et al. 1981. [8] Mondolfi 1971c. [9] J. Ojasti obs. pers. [10] A. Utrera com. pers. [11] IUCN 2007. [12] Bertonatti & González 1993. [13] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [14] Tirira 2001. [15] Terborgh & Winter 1980. [16] Wilcox 1980. [17] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [18] CITES 2006. [19] Venezuela 1996a. [20] Venezuela 1996b. [21] J. Naveda com. pers. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Víctor Pérez / Tapirus terrestris (juvenil)

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Venado matacán candelillo Mazama bricenii Mammalia Artiodactyla Cervidae

Thomas 1908

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Es la especie de menor tamaño entre los venados matacanes. El macho mide 1 m de longitud desde la cabeza a la cola y puede pesar hasta 15 kg. Presenta una cornamenta sencilla. La hembra de la especie es más pequeña y sin cornamenta. Su coloración dorsal es rojiza muy intensa y encendida, cabeza y cuello pardos negruzcos, rostro con manchas blancas, vientre de coloración más clara que el dorso y garganta anaranjada [1]. Generalmente las patas se presentan más oscuras. Los juveniles poseen manchas blancas en el lomo que desaparecen después de los 5 meses de vida. El período de gestación de la hembra es de aproximadamente 3 meses, y tiene una sola cría. Usualmente se le encuentra solo o en parejas. De hábitos nocturnos y terrestres, su alimentación es herbívora y frugívora, compuesta de una gran variedad de frutos, hojas y tallos [1]. Distribución: Especie endémica de los Andes de Colombia y Venezuela que se caracteriza por vivir entre 1.000 y 3.600 m de altitud, el intervalo más alto para los venados matacanes. En Venezuela su distribución abarca los estados Zulia (sierra de Perijá), Táchira, Mérida, Trujillo y posiblemente se extienda hasta la Depresión de Barquisimeto en el estado Lara, donde habitaría en bosques nublados, bosques siempreverdes y páramos [1,2,3]. La subespecie presente en Venezuela es Mazama bricenii bricenii, anteriormente referida como una subespecie de Mazama rufina de los Andes de Colombia y Ecuador [1,4]. Habita en el bosque montano, bosque altimontano y el bosquecillo paramero. No se conoce en bosques alterados [1]. Nombres comunes: Venado matacán candelillo, Candelillo, Venado matacán andino, Locha, Matacán Merida brocket, Little red brocket deer, Rufous brocket deer, Dwarf red brocket deer

Situación En Venezuela es la especie más amenazada de su género [5]. Sus densidades poblacionales se reportan disminuidas y su distribución ha sufrido una contracción considerable, debido principalmente a la cacería constante y a la destrucción y degradación de los bosques lluviosos y nublados en los Andes [1]. Aunque parece ser medianamente tolerante a modificaciones en su hábitat, a medida que otras especies son extirpadas, como ocurre con la danta (Tapirus terrestris) y los báquiros (Tayassu spp.), la presión de cacería sobre los matacanes se acentúa y sus poblaciones son desplazadas a zonas más remotas. El resultado es una disminución brusca de la densidad, acompañada por la fragmentación y el aislamiento de las poblaciones remanentes. A escala internacional la IUCN la reporta en la categoría Casi Amenazada pero con el nombre de Mazama rufina, aunque no es registrada en el Libro Rojo de los Mamíferos de Colombia [6,7].

Amenazas Desde antes de la colonización europea, la modificación de los hábitats andinos por actividades humanas se encuentra muy extendida. Esto, combinado con la presión de una cacería muy intensa, además de la depredación por perros y otros animales, ha ocasionado que las poblaciones de esta especie se encuentren muy deprimidas y fragmentadas [8]. En tiempos recientes la presión se ha mantenido e incluso intensificado y, a pesar de que la especie se encuentra protegida por las leyes venezolanas, desde hace 25 años sus poblaciones no parecen recuperarse [9,10].

Conservación La cacería del venado matacán andino está prohibida en Venezuela desde 1979, cuando se decretó la veda permanente para la especie por “acusar bajos niveles” poblacionales [11]. Casi 20 años más tarde esta veda indefinida es ratificada mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [12,13]. Una gran proporción de las tierras altas andinas de Venezuela se encuentra protegida, y algunas subpoblaciones están presentes en parques nacionales, aunque se desconoce su situación actual. Si se logra controlar tanto la cacería como la deforestación dentro de los linderos de estas áreas, ello podría convertirse en la mejor herramienta para la conservación de ésta y otras especies andinas amenazadas. Dado que es un taxón muy poco estudiado, habría que adelantar proyectos de investigación que permitan definir sus abundancias poblacionales, los patrones reproductivos en vida silvestre y la factibilidad de desarrollar su cría en cautiverio, esto último con el fin de repoblar áreas donde ha sido extirpada la especie o fortalecer las poblaciones silvestres existentes [9,10].

Referencias: [1] Linares 1998. [2] Bisbal 1991b. [3] Bisbal 1991c. [4] Czernay 1987. [5] Dietrich 1993. [6] IUCN 2007. [7] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [8] Bisbal 1991b. [9] J.R. Dietrich com. pers. [10] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [11] MARNR 1979a. [12] Venezuela 1996a. [13] Venezuela 1996b. Autores: Juhani Ojasti, Pablo Lacabana Ilustración: Astolfo Mata

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Venado paramero Odocoileus lasiotis

Osgood 1914

Mammalia Artiodactyla Cervidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Venado de tamaño mediano que mide entre 90 cm y 1,5 m de longitud de la cabeza al cuerpo. El pelaje es denso y largo (30-50 mm en dorso y lados). Posee una inconfundible coloración gris oscura, con tonos pardos en casi todo el cuerpo, con un manchado negruzco extenso en la cabeza y parte superior de la cola, a menudo presente en la espalda. Presenta un manchado blanco en la parte central y posterior del vientre que continúa hasta los glúteos y la parte inferior de la cola [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela cuya distribución está restringida a la Sierra Nevada y la sierra de La Culata de la cordillera de Mérida, en la mitad norte del estado Mérida. Habita ambientes abiertos de páramo por encima de 3.200 m de altitud. No penetra en selvas nubladas, aunque utiliza, para esconderse, vegetación arbustiva densa, bosquecillos de Polylepis y plantaciones de coníferas exóticas [1,2]. La validez taxonómica de esta especie ha generado controversias. Originalmente se agrupó a todos los venados de cola blanca como Odocoileus virginianus, dentro de la cual se incluyó como subespecie a Odocoileus virginianus goudotii, y como sinónimo a Odocoileus virginianus lasiotis [3]. Sin embargo, investigaciones recientes concluyen que los Odocoileus neotropicales se dividen en varias especies, tres de ellas registradas para Venezuela: Odocoileus cariacou, presente en las tierras bajas continentales del país, Odocoileus lasiotis, endémico de los páramos de la cordillera de Mérida, y Odocoileus margaritae, endémico de la isla de Margarita [4]. Adicionalmente, investigaciones recientes determinaron que Odocoileus lasiotis y Odocoileus goudotii presentan notables diferencias en el cráneo y el pelaje, lo que indica que estos venados son linajes separados desde su origen por la depresión del Táchira, y reunirlos en una misma especie o subespecie crearía un taxón polifilético [2]. Dada la continuidad del páramo de El Tamá (estados Táchira y Apure), con la cordillera Oriental de Colombia, Odocoileus goudotii podría ser una cuarta especie presente en Venezuela, siendo su estatus de conservación desconocido en el país. Por su parte, otros investigadores recomiendan mantener al venado de páramo de Mérida bajo el nombre de Odocoileus virginianus goudotii [5]. Nombres comunes: Venado paramero, Venado de páramo de Mérida Merida white-tailed deer, Paramo white-tailed deer

Situación Pese a su importancia ecológica, a su condición de especie amenazada y a los esfuerzos realizados en la última década por conocer su biología, Odocoileus lasiotis no ha sido suficientemente estudiada, por lo que no se dispone de información referente al estado actual de sus poblaciones. La población mejor conocida se ubica en los alrededores de la laguna Mucubají y su tamaño poblacional es de 240-250 individuos [8]. En el ámbito global la IUCN reporta a Odocoileus virginianus en la categoría Preocupación Menor, sin embargo no se incluye información específica sobre las subespecies que son tratadas como especies en este libro: Odocoileus lasiotis y Odocoileus margaritae [6]. En Colombia Odocoileus goudotii se considera en la categoría Datos Insuficientes [7].

Amenazas Los perros asilvestrados constituyen la principal causa de mortalidad (unos 13 venados/año) para la mayor población de la especie que habita en el páramo de Mucubají y sus alrededores, y que consta de unos 240-250 individuos [8]. Debido a la creciente colonización agrícola dentro de los parques nacionales Sierra Nevada y Sierra de La Culata, la caza furtiva y la destrucción del hábitat podrían atentar contra la supervivencia de la especie en un futuro cercano. Aunque existe la competencia por alimento con el ganado bovino y equino, éste es un factor menos importante que los anteriores.

Conservación En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [9]. La actividad de los cazadores furtivos en el páramo de Mucubají, Parque Nacional Sierra Nevada, se ha hecho más difícil a causa de las plantaciones de coníferas exóticas, la vigilancia permanente y la gran afluencia de turistas. Sin embargo, urge controlar las poblaciones de perros asilvestrados en los páramos, y hacer cumplir las leyes que prohíben la colonización agrícola y la caza furtiva en páramos de los parques nacionales Sierra Nevada y Sierra de La Culata. Se recomienda iniciar una campaña educativa, y un programa de cría en cautiverio con fines de repoblación en los sitios de donde la especie ha sido extirpada. Para conservar la mayor diversidad genética posible, este programa debería iniciarse con ejemplares originarios de varios páramos.

Referencias: [1] Osgood 1914. [2] Molinari 2007. [3] Cabrera 1961. [4] Molina & Molinari 1999. [5] Moscarella et al. 2003. [6] IUCN 2007. [7] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [8] Molina & Peñaloza 2000. [9] Venezuela 1996a. Autor: Jesús Molinari Ilustración: Michel Lecoeur / Odocoileus gymnotis (LC)

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Venado margariteño Odocoileus margaritae Mammalia Artiodactyla Cervidae

Osgood 1910

En Peligro Crítico B1ab(iii)

Descripción: Es el venado más pequeño que existe del género Odocoileus. Se estima que los machos adultos pesan unos 30 kg. Su cuerpo es compacto y grácil, con cuello delgado. La cabeza es pequeña y delicada, con dientes proporcionalmente muy grandes y orejas largas. De pelaje corto, la coloración dorsal, lateral y pectoral es parda grisácea clara. Se alimenta de ramas, hojas, frutas y otras materias vegetales [1,2]. Distribución: Especie endémica de la isla de Margarita. Es posible que anteriormente su distribución se extendiese a la isla de Coche [1,3]. Habita en matorrales espinosos y bosques deciduos y semideciduos entre 0 y 850 m de altitud. La taxonomía de esta especie ha generado controversias. Inicialmente se agrupó a todos los venados de cola blanca como Odocoileus virginianus, dentro de la cual se incluyó como subespecie a Odocoileus virginianus margaritae [4]. Sin embargo, investigaciones recientes concluyeron que los Odocoileus neotropicales se dividen en varias especies, siendo Odocoileus margaritae una de las tres registradas para Venezuela [5]. Por su parte, otros investigadores devolvieron al venado de Margarita el nombre Odocoileus virginianus margaritae [6]. No obstante, una investigación más reciente concluyó que Odocoileus margaritae estuvo en contacto con Odocoileus cariacou, de las tierras bajas continentales de Venezuela, al formarse un puente terrestre entre Margarita y Araya durante el último máximo glaciar, pese a lo cual no hubo hibridación significativa entre ambas especies [2]. Es probable que durante este corto contacto Odocoileus cariacou no haya podido invadir Margarita debido a que Odocoileus margaritae es producto de una larga evolución independiente y no son ecológicamente intercambiables, por lo cual su extinción sería una gran pérdida para la fauna de la isla de Margarita. Nombres comunes: Venado margariteño, Venado de Margarita, Venado caramerudo, Venado Margarita white-tailed deer

Situación La especie cuenta con dos subpoblaciones, una en la península de Macanao y otra en el oriente de la isla de Margarita. Ha desaparecido de la mayor parte de las áreas bajas, sobreviviendo sólo en regiones montañosas poco accesibles. Aparentemente, quedan algunos venados en el Parque Nacional Cerro El Copey y en el Monumento Natural Cerros Guayamurí y Matasiete. La población de península de Macanao es todavía viable. Según registros históricos, esta especie o una forma parecida, abundaba en la isla de Coche (cuyo nombre significa “venado” en lengua Guaiquerí) hasta que se extinguió tras la llegada de los conquistadores españoles [3]. En el ámbito global la IUCN reporta a Odocoileus virginianus en la categoría Preocupación Menor, sin embargo no se incluye información específica sobre las subespecies tratadas como especies en este libro: Odocoileus lasiotis y Odocoileus margaritae [7].

Amenazas La cacería furtiva, incluso en áreas protegidas, que además suelen ser invadidas por conucos, es la causa principal de su situación crítica. La población de Margarita en su lado oriental está casi extinta debido a la gran expansión de áreas urbanas y desarrollos turísticos. Por su parte, la acelerada destrucción de las zonas bajas de Macanao, principalmente por la extracción de arena para la construcción, se ha convertido en una amenaza de gran magnitud [9]. En toda la isla es común encontrar personas que crían venados de tierra firme. Si estos venados escapasen o fuesen liberados, podrían establecerse en hábitats donde la especie ha desaparecido o se ha hecho escasa. Eventualmente, los venados introducidos podrían contribuir con la extinción de esta especie afectándola competitivamente o absorbiendo sus poblaciones.

Conservación En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [8]. La experiencia en otros lugares demuestra que los venados de cola blanca pueden multiplicarse en áreas intervenidas al no ser cazados. Por ello, el principal objetivo debe ser reducir la caza furtiva mediante la guardería y programas educativos para concientizar a las comunidades. En el sector oriental de Margarita es necesario proteger las poblaciones de los cerros El Copey, Guayamurí y Matasiete, y controlar la posesión de venados de tierra firme. En Macanao es fundamental controlar la caza furtiva y crear una nueva área protegida que contenga hábitats montañosos. Conviene iniciar un programa de cría en cautiverio con fines de repoblación, en ambientes donde la especie ha sido extirpada, entre ellos la isla de Coche. Para conservar la mayor diversidad genética posible, este programa debería contar tanto con ejemplares de Macanao como del lado este de Margarita.

Referencias: [1] Osgood 1910. [2] Molinari 2007. [3] Jácome 1992. [4] Cabrera 1961. [5] Molina & Molinari 1999. [6] Moscarella et al. 2003. [7] IUCN 2007. [8] Venezuela 1996a. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Jesús Molinari Ilustración: Michel Lecoeur

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Rorcual del norte Balaenoptera borealis Mammalia Cetacea Balaenopteridae

Lesson 1828

En Peligro A1abd

Descripción: Ballena oceánica de gran tamaño cuyos ejemplares adultos miden entre 12 y 16 m de longitud y entre 20 y 30 toneladas de peso, aunque existen individuos de hasta 20 m de longitud y de hasta 45 toneladas, lo que la convierte en uno de los rorcuales más grandes. El cuerpo es relativamente delgado, de color gris oscuro en el dorso y gris claro a blanco en el vientre. El dorso presenta habitualmente manchas blancas a causa de parásitos y lampreas. Posee barbas en lugar de dientes. Es una de las nadadoras más rápidas de todos los cetáceos, ya que puede alcanzar velocidades de hasta 47 km/h en distancias cortas. Se le distingue por la secuencia de zambullidas, la cual es más regular que en otros rorcuales. Se alimenta de peces, calamares y copépodos [1,2]. Distribución: Su distribución abarca todos los océanos del mundo en una banda entre 60º S y 60º N [1,2]. Realiza migraciones estacionales de gran magnitud desde las aguas frías subpolares en verano a aguas tropicales en invierno, y acostumbra formar agregaciones en zonas de elevada productividad marina [3]. Difiere de otros rorcuales por la imposibilidad de prever sus movimientos migratorios, ya que no frecuenta los mismos sitios año a año. Se le ubica en Venezuela por un avistamiento en septiembre de 1966, que podría haber correspondido a “stocks” del hemisferio sur [4,5]. En estudios y recorridos de campo realizados entre 1990 y 2005 en la región nororiental del país, y entre 1996 y 2006 en las costas del estado Aragua, no se detectó la presencia de esta especie [6,7,8,9,10]. Prefiere las aguas profundas y suele mantenerse alejada de las costas continentales. Nombres comunes: Rorcual del norte, Rorcual, Ballena, Ballenato, Ballena Sei, Ballena de aleta, Ballena boba Sei whale, Coalfish whale

Situación En aguas territoriales venezolanas no se dispone de estimados sobre su tamaño poblacional. Se considera amenazada para Venezuela por ser una especie migratoria que sólo se avista cuando está de paso. La mayor parte de las poblaciones de la especie fueron reducidas por las operaciones balleneras entre los años 50 y 70 [1,3]. En la medida en que disminuyeron las poblaciones de grandes rorcuales, la industria ballenera volcó su interés hacia esta especie y hacia la ballena arenquera (Balaenoptera edeni). Entre 1960 y 1970, más de 110.000 ballenas fueron sacrificadas por la industria ballenera sólo en el Antártico [1]. En Islandia es vista ocasionalmente durante recorridos turísticos de avistamiento de cetáceos [11]. A escala global la IUCN la considera En Peligro de extinción, al igual que en Colombia y Ecuador [12,13,14]. Otras poblaciones han sido señaladas como amenazadas, tal es el caso de España, donde se le clasifica Vulnerable [3].

Amenazas Aunque sus poblaciones disminuyeron drásticamente producto de la actividad comercial, éstas parecen haberse recuperado [2]. En el año 2005, el Programa de investigación JARPA II, presentado por el Gobierno del Japón ante la Reunión Anual de la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés), incluyó la captura anual de 50 ballenas de esta especie en el Pacífico noroccidental [5].

Conservación Se encuentra en el Apéndice I del CITES, lo cual la protege del comercio internacional [15]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [16,17]. Entre otras medidas para su protección se ha propuesto la creación de un santuario de cetáceos en la costa de la zona nororiental [18]. Se recomienda evaluar la abundancia, distribución y estacionalidad de la especie en Venezuela y la importancia de los hábitats marinos venezolanos para su sobrevivencia. Durante los últimos años la inclusión de los mamíferos marinos, en los términos de referencia de los estudios de impacto ambiental relacionados con dos prospecciones sísmicas, ha proporcionado la oportunidad de evaluar el impacto de tales actividades sobre poblaciones naturales de cetáceos [19]. Por otra parte, los recientes planes de la industria petrolera nacional para expandir operaciones de gas y petróleo costa afuera, ameritan esfuerzos especiales de investigación, conservación y monitoreo de posibles impactos [20].

Referencias: [1] Horwood 2002. [2] Jefferson et al. 1993. [3] Blanco & González 1992. [4] Mitchell & Chapman 1974. [5] IWC 2005. [6] Naveira 1996. [7] Swartz et al. 2003. [8] Bolaños-Jiménez et al. 1998. [9] González-Fernández 2000. [10] Bermúdez-Villapol et al. 2003. [11] E. Hoyt com. pers. [12] IUCN 2007. [13] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [14] Tirira 2001. [15] CITES 2006. [16] Venezuela 1996a. [17] Venezuela 1996b. [18] Hoyt 2005. [19] Bolaños-Jiménez et al. 2004. [20] PDVSA 2004. Autores: Jaime Bolaños-Jiménez, Auristela J. Villarroel-Marín Ilustración: Astolfo Mata

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Rorcual común Balaenoptera physalus Mammalia Cetacea Balaenopteridae

Linnaeus 1758

En Peligro A1abd

Descripción: Es la segunda ballena más grande del mundo, después de la ballena azul (Balaenoptera musculus). La hembra puede alcanzar hasta 27 m de longitud y pesar entre 55 y 75 toneladas. El macho es más pequeño, con longitudes entre 21 y 23 m [1,2]. El dorso es grisáceo con parches más claros sobre la cabeza, con el vientre, la zona bajo las aletas y las barbas de color blanco. Tiene una gran mancha blanca sólo a la derecha de su mandíbula, nunca en el lado izquierdo. Entre la parte baja de la barbilla y el ombligo corren entre 50 y 100 pliegues. Presenta una aleta dorsal y un surtidor que le permite expulsar el aire en una nube que llega hasta 5 m de altura. Alcanza velocidades de 35 km/h, aunque se han registrado récords de más de 60 km/h. Su principal alimento es el plancton, el cual filtra entre los 55 y 100 surcos que tiene en la garganta, aunque también consume peces, crustáceos y calamares. Distribución: Su distribución abarca principalmente zonas polares, templadas y tropicales de los océanos de ambos hemisferios, de preferencia en aguas oceánicas [1,2]. En Venezuela se han registrado varamientos en la isla de Margarita y en el estado Falcón, así como un avistamiento en las cercanías del Parque Nacional Mochima, estado Anzoátegui [3,4]. Nombres comunes: Rorcual común, Ballena, Ballenato, Ballena de aleta, Ballena boba Fin whale

Situación En Venezuela no existen estimados sobre su tamaño poblacional. Siendo una especie fundamentalmente migratoria, la ocurrencia de varamientos en agosto y avistamientos en marzo, podrían indicar la probable presencia en el Caribe venezolano de ejemplares provenientes de ambos hemisferios [3,4]. Es una de las especies más afectadas por actividades balleneras, lo que ocasionó la disminución drástica de sus poblaciones. En el hemisferio sur, donde la presión de explotación ha sido más intensa, de una población inicial de 500.000 ejemplares se estima que hoy sólo quedan 24.000 [5]. Al igual que otros animales de gran tamaño, su tasa reproductiva es muy baja, por tanto, su velocidad de recuperación poblacional es lenta. A escala mundial sus poblaciones apenas sobrepasan los 100.000 individuos. En el ámbito global la IUCN ha clasificado a la especie En Peligro de extinción [6].

Amenazas En la actualidad es probable que la presión por la industria ballenera haya cambiado, siendo la degradación antropogénica de su hábitat el principal motivo de preocupación [7]. En 2005, el programa de investigación JARPA II, presentado por el Gobierno de Japón durante la Reunión Anual de la Comisión Ballenera Internacional (IWC por sus siglas en inglés), incluye la captura de 50 ballenas rorcual común. Actualmente es objeto de aprovechamiento no letal por medio del turismo de observación en Canadá, los Estados Unidos, México, Francia e Italia [8,9]. En el corto a mediano plazo, la posible aprobación por parte de la IWC de la propuesta de algunos países balleneros para la reanudación de la caza comercial representa una amenaza para los esfuerzos globales de conservación de la especie, así como para su aprovechamiento responsable a través del ecoturismo [10].

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES, por lo que el comercio internacional de ejemplares y productos está prohibido [11]. Desde 1985, es objeto de una moratoria en su caza a escala mundial, reglamentada por la IWC. Una importante medida multilateral de conservación fue tomada por la IWC mediante la Resolución IWC 2005-1, en la cual se “insta fuertemente” al Gobierno japonés a “retirar la propuesta de su programa JARPA II” o a “establecer objetivos que puedan ser obtenidos por medios no letales” [10]. En Venezuela ha sido declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [12]. Dado que la presencia de cetáceos de gran tamaño es un hecho poco conocido en Venezuela, es importante otorgar una mayor difusión de las amenazas que enfrentan las diferentes especies reportadas para el país. La propuesta del establecimiento de un santuario de cetáceos en Venezuela se remonta a los años 1990, sin embargo, no es una alternativa que se encuentre actualmente bajo consideración [13]. Durante los últimos años la inclusión de mamíferos marinos en los términos de referencia de los estudios de impacto ambiental, relacionados con dos prospecciones sísmicas, ha proporcionado la oportunidad de evaluar el impacto de tales actividades sobre poblaciones naturales de cetáceos. Por otra parte, los recientes planes de la industria petrolera nacional para expandir operaciones de gas y petróleo costa afuera, ameritan de esfuerzos especiales de investigación, conservación y monitoreo sobre los posibles impactos [14,15].

Referencias: [1] Jefferson et al. 1993. [2] Aguilar 2002. [3] Lira et al. 1995. [4] Swartz & Burks 2000. [5] Blanco & González 1992. [6] IUCN 2007. [7] Wursig 1994. [8] C. Carlson com. pers. [9] E. Hoyt com. pers. [10] IWC 2005. [11] CITES 2006. [12] Venezuela 1996b. [13] Hoyt 2005. [14] Bolaños-Jiménez et al. 2004. [15] PDVSA 2004. Autores: Jaime Bolaños-Jiménez, Auristela J. Villarroel-Marín Ilustración: Astolfo Mata

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Ballena jorobada Megaptera novaeangliae

Borowski 1781

Mammalia Cetacea Balaenopteridae

Vulnerable A1ad

Descripción: Ballena cosmopolita de gran tamaño, cuyos adultos pueden alcanzar hasta 18 m de longitud y 40 toneladas de peso. Se reconoce fácilmente por su cuerpo robusto cuya parte superior es totalmente negra, y la parte inferior blanca o gris clara. La cabeza y mandíbula inferior están recubiertas de pequeñas protuberancias características de la especie. La aleta caudal posee manchas negras y blancas, y cada aleta pectoral puede alcanzar hasta un tercio de la longitud del cuerpo. Posee entre 16 y 20 surcos ventrales que le permiten abrir la boca a modo de acordeón. Se alimenta de peces pequeños en cardumen [1,2,3]. Distribución: Su distribución abarca todos los océanos entre las latitudes 60º S a 65º N. En Venezuela los varamientos y avistamientos ocurridos en diferentes épocas del año permiten establecer la hipótesis de que ballenas de ambos hemisferios visitan aguas territoriales venezolanas [4]. Se conocen varamientos en el litoral Central y el golfo de Cariaco [5,6]. Entre 1990 y 1995 se registraron 15 avistamientos en la región nororiental [6]. Existen reportes confiables en los alrededores de isla de Aves, incluida una probable pareja madre-cría, así como detecciones de cantos de machos en el archipiélago Las Aves, isla de Margarita, islas de Píritu, golfo de Cariaco y Boca de Dragón [3,7]. No ha sido observada en las costas del estado Aragua [8,9,10]. Habita en zonas costeras, realizando migraciones en primavera desde los trópicos a las regiones ártica y antártica. Frecuenta las regiones polares y subpolares de ambos hemisferios y migra hacia los trópicos para reproducirse [1,2,3]. Nombres comunes: Ballena jorobada, Ballena aleta grande, Yubarta Humpback whale

Situación Para Venezuela no existen estimados poblacionales, pero en la actualidad es muy escasa en toda su distribución. Se encuentra entre los primeros cetáceos cazados comercialmente por la industria ballenera moderna, cuyas altas tasas de captura condujeron a una drástica reducción de las poblaciones [3,11]. La población del océano Atlántico Norte parece haberse recuperado sustancialmente desde que en 1985 la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés) prohibió la captura con fines comerciales [2]. No obstante, estimados recientes indican que la especie fue mucho más abundante en el siglo XIX y principios del siglo XX de lo que es hoy en día en las Indias Occidentales y Venezuela (incluyendo el mar Caribe y golfo de Paria). Esta aparente poca abundancia en un área reproductiva antiguamente importante, podría implicar fallas en la recuperación de la población, a pesar de las medidas de protección establecidas [3]. A escala global la IUCN la clasifica Vulnerable, dado que el tamaño poblacional de esta especie se estima entre 10.000 y 30.000 individuos [12,13]. En Colombia y Ecuador se considera también Vulnerable [14,15].

Amenazas La mayor amenaza para las poblaciones de esta especie provino de las capturas por parte de la industria ballenera. Se estima que durante el siglo XX más de 200.000 individuos se sacrificaron sólo en el Hemisferio Sur [2]. En el corto a mediano plazo, la posible aprobación por parte de la IWC, de las propuestas de algunos países balleneros para la reanudación de la caza comercial, representa una amenaza para los esfuerzos de conservación de la especie [16]. La gran magnitud del ruido industrial en el interior del golfo de Paria ha sido citada como una de las posibles causas de que esta especie no haya vuelto a utilizar esta área durante su época de reproducción [3].

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES [17]. A escala global se han adoptado varias medidas para promover su conservación, además de una legislación específica y un movimiento de presión de la opinión pública muy bien desarrollado [12]. En 1938, la IWC declaró como Santuario para Ballenas la masa oceánica del sur del planeta, cuyo límite al norte es aproximadamente el paralelo 40º S [18]. En Venezuela ha sido declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [19]. La inclusión de los mamíferos marinos entre las prioridades del “Programa Biocomercio” de los ministerios de Ciencia y Tecnología (MCT) y del Ambiente (MINAMB), ofrece importantes posibilidades para la reglamentación de su uso no letal por medio del ecoturismo. La reincorporación de Venezuela en la IWC contribuiría a fortalecer el movimiento mundial en favor del turismo de observación, ello como alternativa ante la propuesta de los países que promueven el uso letal de cetáceos. Referencias: [1] Jefferson et al. 1993. [2] Clapham 2002. [3] Swartz et al. 2003. [4] S. Swartz com. pers. [5] Boher & García 1991. [6] Naveira & Díaz 1996. [7] G. Solé com. pers. [8] Bolaños-Jiménez et al. 1998. [9] González-Fernández 2000. [10] J. Bolaños-Jiménez & A.J. Villarroel-Marín obs. pers. [11] Stevick et al. 2003. [12] Perrin 1989. [13] IUCN 2007. [14] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [15] Tirira 2001. [16] IWC 2005. [17] PDVSA 2004. [18] IWC 2001. [19] Venezuela 1996b. Autores: Jaime Bolaños-Jiménez, Auristela J. Villarroel-Marín Ilustración: Astolfo Mata

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Bufeo negro Sotalia guianensis Mammalia Cetacea Delphinidae

van Bénéden 1864

Vulnerable A2d

Descripción: Es la especie de delfín con menor talla, con un peso promedio de 60 kg y casi 2 m de longitud. El cuerpo es compacto, de color gris claro a medio, con fajas grises más claras en sus costados que pueden tornarse rosa. La aleta dorsal casi triangular es ligeramente redondeada en la punta. La frente es redondeada, los ojos son oscuros y tiene un hocico de longitud media con más de 140 dientes. Su dieta está compuesta principalmente de peces. Distribución: Se distribuye en zonas costeras y estuarinas de Centro y Suramérica, desde las costas de Honduras hasta el sur de Brasil [6,7,8]. En Venezuela son frecuentes los avistamientos en el delta del río Orinoco [9,10,11]. También ha sido registrada en el Orinoco medio, aproximadamente a 800 km aguas arriba de la desembocadura [12]. En el sistema de Maracaibo son bastante comunes los avistamientos en cercanías de instalaciones petroleras, así como en la zona del estrecho, el canal de navegación y el sur del lago [13,14,15,16,17,18,19]. Se han registrado varamientos en las costas de los estados Falcón, Miranda, Sucre y Zulia [20,21,22,23,24]. La taxonomía del género Sotalia ha sido confusa y controversial. Durante la segunda mitad del siglo XIX se llegaron a reconocer hasta cinco especies y dos subespecies [1,2]. Desde finales del siglo XX, el género se consideró monotípico, con un ecotipo fluvial y otro de hábitos marino-costeros [1,3,4]. Recientemente estudios genéticos indican que tales ecotipos son especies diferentes [1,2,5]. La población del lago de Maracaibo presenta cierto grado de diferenciación genética que amerita consideraciones especiales de conservación [2]. Nombres comunes: Bufete, Delfín de río, Tonino negro, Tonina del lago, Tonina costera, Delfín estuarino Guiana river dolphin

Situación En Venezuela se han registrado algunas observaciones de comportamiento y estimaciones poblacionales en el sistema de Maracaibo y en el río Orinoco [17,18,19,22]. Algunas poblaciones de la especie están restringidas a pequeñas zonas de Brasil, Colombia, Costa Rica y Nicaragua, en las que se han efectuado estudios puntuales [4,7,25,26]. En el ámbito internacional la IUCN la reporta en la categoría Datos insuficientes pero con el nombre de Sotalia fluviatilis [27]. En Colombia está considerada como Vulnerable [28].

Amenazas Las principales amenazas que enfrenta la especie en toda su área de distribución están relacionadas con la mortalidad por interacciones con algunas pesquerías, y por degradación del hábitat [4,7,25,29,30]. Las poblaciones del sistema de Maracaibo y delta del Orinoco enfrentan intensas amenazas de origen antrópico (actuales y potenciales), principalmente vinculadas con actividades petroleras y pesqueras, y con tráfico de grandes embarcaciones. Con base en el estudio de muestras de toninas costeras varadas en el sistema de Maracaibo, se ha determinado que existe mortalidad en redes pesqueras y aprovechamiento de los ejemplares enmallados [15,16,21,22,23,24].

Conservación Como todas las especies de Sotalia se encuentra en el Apéndice I del CITES [31]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [32]. Debido a un aumento en la frecuencia de varamientos en las costas del estado Zulia, entre los años 2001 y 2002 se inició una investigación penal dirigida a esclarecer las posibles causas. Esto condujo al ICLAM-MINAMB a plantear el desarrollo de varios proyectos de investigación orientados a evaluar el estado de las poblaciones de delfines y otros mamíferos marinos en aguas del golfo de Venezuela, la calidad fisicoquímica y biológica del agua y la interacción de la actividad pesquera con los cetáceos [22,23,24,29]. Por la relativa frecuencia de avistamientos, en algunas regiones dentro del sistema de Maracaibo y en el delta del Orinoco, se le identifica con potencial para el ecoturismo, lo cual amerita mayores esfuerzos de investigación, además de la pertinente reglamentación de la actividad por parte del MINAMB. Otros esfuerzos deberían estar dirigidos a evaluar la estructura genética, amenazas y tendencias poblacionales, con énfasis en las poblaciones del sistema de Maracaibo y delta del Orinoco. Se recomienda la actualización del Decreto N° 1.485 sobre especies en veda para adaptarlo al estado de conocimiento actual [32].

Referencias: [1] Cunha et al. 2005. [2] Caballero et al. 2006. [3] Borobia et al. 1991. [4] Trujillo & Diazgranados 2002. [5] Caballero et al. 2007. [6] Carr & Bonde 2000. [7] da Silva & Best 1996. [8] Edwards & Schnell 2001. [9] Linares 1998. [10] G. Solé com. pers. [11] Linares & Rivas 2004. [12] Boher et al. 1995. [13] Bolaños-Jiménez 1998. [14] Tosta & Bolaños-Jiménez 1999. [15] León 2005. [16] C. Casler com. pers. [17] T. León obs. pers. [18] Pirela et al. 2006. [19] Gil et al. 2003. [20] Bolaños-Jiménez 1994. [21] Bolaños-Jiménez & Bermúdez 1996. [22] Pirela et al. 2002. [23] Rojas et al. 2002. [24] Troncone et al. 2002. [25] Santos 2006. [26] May-Collado & Gamboa-Poveda 2006. [27] IUCN 2007. [28] Rodríguez-Mahecha et al. 2006. [29] Bolaños-Jiménez & Rojas-Bracho 2005. [30] Pacheco de Souza & Begossi 2006. [31] CITES 2006. [32] Venezuela 1996a. Autores: Jaime Bolaños-Jiménez, Daría Pirela, José Rojas, Tatiana León Ilustración: Astolfo Mata

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Tonina del Orinoco Inia geoffrensis Mammalia Cetacea Iniidae

Blainville 1817

Vulnerable A2acde+3de

Descripción: Es el delfín de agua dulce más grande del mundo. Alcanza longitudes de hasta 2,80 m y pesos de 180 kg. La coloración es variable, generalmente cuando nace es de color gris y a medida que crece puede mantener esta coloración, tornarse más oscura, con manchas rosadas, o adquirir patrones intermedios. El cuerpo es robusto, poco hidrodinámico pero muy flexible. El hocico es alargado y provisto de aproximadamente 106 dientes. Los ojos son pequeños pero funcionales, adaptados a las condiciones del agua turbia donde habita. El morro es pronunciado, especialmente en adultos. Esta estructura sirve como un direccionador acústico para las ondas que producen (ecolocalización). A diferencia de los delfines marinos, puede mover la cabeza de lado a lado debido a que las vértebras cervicales se encuentran separadas. Las aletas pectorales son grandes y con gran capacidad de movimiento. La aleta caudal es baja y prolongada [1,2]. Distribución: La especie se encuentra ampliamente distribuida en las cuencas del Amazonas y el Orinoco, en países como Colombia, Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú [1,2]. La subespecie presente en Venezuela es Inia geoffrensis humboldtiana, que se distribuye ampliamente en la cuenca del río Orinoco y en todos sus tributarios, incluyendo el Brazo Casiquiare [3,4,5,6,7,8]. No se conocen registros para río Negro. En la revisión taxonómica del género, realizada en 1994 con base en un análisis craneométrico, se propuso dos especies: Inia boliviensis para la cuenca del río Madeira (Bolivia) e Inia geoffrensis para el resto del área de distribución con dos subespecies, Inia geoffrensis geoffrensis para la cuenca del Amazonas, y la otra, Inia geoffrensis humboldtiana para la cuenca del Orinoco [9]. Aparentemente, la separación de Inia boliviensis pudo haber ocurrido hace 5 millones de años, durante el Pleistoceno, al formarse la cordillera de los Andes [9,10,11,12]. Nombres comunes: Tonina del Orinoco, Tonina, Delfín rosado, Tonina rosada, Bufeo colorado Amazon river dolphin, Orinoco river dolphin

Situación El hábitat de esta especie puede ser considerado como amenazado en una gran parte de su extensión [6]. Es particularmente susceptible a la fragmentación de su hábitat por la construcción de obras hidroeléctricas y, por ser un carnívoro tope de la cadena alimenticia, acumula en sus tejidos los químicos tóxicos vertidos en las aguas [6]. Aparentemente la construcción de la represa de Guri en el río Caroní tuvo como consecuencia la reducción del tamaño de las poblaciones de la zona [13]. Esta especie es objeto de operaciones de turismo de avistamiento en su medio natural en regiones como el delta del Orinoco, ríos Apure, Caroní y Caura, así como en el Refugio de Fauna Silvestre de Caño Guaritico [14]. Sin embargo, la especie es relativamente abundante en los ríos de la región llanera [6]. En el ámbito global la IUCN clasifica a la especie como Vulnerable [15]. En Colombia se le considera Vulnerable con base en los subcriterios que hacen referencia a una obvia reducción observada, estimada o sospechada (2) o proyectada (3) en los últimos 10 años, calificación que se comparte para Venezuela [16].

Amenazas Las principales amenazas conocidas incluyen la alteración de su hábitat para la construcción de represas, la contaminación de las aguas a causa de la explotación minera, el tráfico fluvial y las muertes por interacción con pesquerías locales [6]. En Colombia se han encontrado evidencias importantes de toxicidad por mercurio en varias especies de peces en la cuenca del Orinoco [2]. Denuncias de capturas ilegales para su uso como carnada del bagre mapurite (Calophysus macropterus) han sido investigadas por el MINAMB. En el delta del Orinoco se han documentado algunos casos de capturas incidentales en redes y palangres, y capturas para el consumo de su carne [14].

Conservación A escala internacional la especie se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES [17]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [18]. La existencia de operaciones de turismo dirigidas hacia la especie amerita medidas de conservación y manejo por parte de los ministerios del Ambiente, Turismo y Ciencia y Tecnología, en consulta con las partes interesadas, ello con el fin de garantizar que la actividad sea ejercida sustentablemente. Se recomienda la inclusión de la especie en los términos de referencia de los estudios de línea base, impacto socio-ambiental, investigación, monitoreo de impactos y planes de contingencia relacionados con operaciones petroleras en la cuenca del Orinoco. Se deben considerar esfuerzos especiales para el establecimiento de centros de rescate y rehabilitación en caso de derrames de hidrocarburos. Referencias: [1] Trujillo & Diazgranados 2002. [2] Trujillo et al. 2005. [3] Trebbau & van Bree 1974. [4] Meade & Koehnken 1991. [5] Linares 1998. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] Linares & Rivas 2004. [8] Pilleri & Pilleri 1982. [9] da Silva 1994. [10] Grabert 1984. [11] Hamilton et al. 2001. [12] Banguera-Hinestroza et al. 2002. [13] Perrin & Brownell 1989. [14] J. Bolaños-Jiménez obs. pers. [15] IUCN 2007. [16] Trujillo et al. 2005. [17] CITES 2006. [18] Venezuela 1996a. Autores: Jaime Bolaños-Jiménez, Omar J. Linares, Marcela Portocarrero, Fernando Trujillo Ilustración: Astolfo Mata

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Cachalote Physeter macrocephalus Mammalia Cetacea Physeteridae

Linnaeus 1758

Vulnerable A1bd

Descripción: Es el odontoceto de mayor tamaño que existe y el que presenta el mayor grado de dimorfismo sexual en cuanto a tamaño y peso. El macho adulto puede llegar a medir 16 m de longitud total y pesar hasta 45 toneladas, mientras que la hembra sólo alcanza 11 m y 15 toneladas. Aproximadamente de un cuarto a un tercio de la longitud total lo representan la región cefálica y el órgano de espermaceti. El cuerpo es comprimido por los lados, posee un orificio nasal en la parte frontal izquierda de la cabeza, y la aleta dorsal, situada en el tercio posterior del cuerpo, es amplia y baja, parecida a una joroba. La piel tiene crestas irregulares que le dan un aspecto arrugado. La coloración del cuerpo tiende a ser gris oscura o negra, los labios son blancos y tiene algunas manchas también blancas sobre el vientre. A diferencia de las ballenas, tiene dientes grandes y cónicos, situados sólo en la mandíbula inferior, que es muy estrecha y más corta que la cabeza. Se alimenta de peces y sobre todo de calamares [1,2]. Distribución: Es de amplia distribución en ambos hemisferios, desde el trópico hasta las latitudes polares [2]. En Venezuela se han registrado varamientos de esta especie en las costas de los estados Sucre y Falcón [3,4]. Son frecuentes los avistamientos de la especie en la región nororiental de Venezuela [3,5]. En estudios de campo y recorridos realizados entre 1996 y 2006 en las costas del estado Aragua, no se ha detectado la presencia de esta especie [6,7,8]. Habita usualmente en aguas profundas, tanto oceánicas como cerca de la costa [2]. Por sus hábitos migratorios durante la época reproductora se dirige hacia el ecuador, y para alimentarse se dirige a latitudes más elevadas. Esta especie es conocida también como Physeter catodon. Nombres comunes: Cachalote, Ballena de esperma Sperm whale

Situación En Venezuela no se dispone de estimados poblacionales de la especie. En el ámbito internacional, aunque no existen estimados poblacionales válidos, algunas extrapolaciones disponibles sugieren que la población global podría estar entre 200.000 a 1.500.000 individuos. Los avances tecnológicos posteriores a la Segunda Guerra Mundial permitieron a las flotas balleneras capturar 30.000 ejemplares anuales en promedio, principalmente machos. Aunque es evidente que algunas poblaciones fueron severamente afectadas por la cacería comercial, el cachalote es la especie más abundante entre los grandes cetáceos [1]. Los efectos de esta cacería comercial no están muy claros, pero es bastante probable que muchas poblaciones hayan sido reducidas sustancialmente [2]. A escala global la IUCN la clasifica en la categoría Vulnerable [12].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la industria ballenera, aunque también un número limitado de ejemplares mueren atrapados en redes pesqueras, por colisión con embarcaciones o por estrangulamiento con material plástico [2]. Ha sido cazada de manera intensa desde la antigüedad. En el siglo XVIII, era capturada para conseguir el aceite de esperma o espermaceti de la cabeza, y en el siglo XX para aprovechar también su carne. El espermaceti se utiliza en la fabricación de velas, jabones, cosméticos y en la industria farmacéutica. El ámbar gris, una secreción biliar presente en el intestino de estos animales, se utiliza en perfumería y cosmética. Actualmente algunos ejemplares son capturados con fines de subsistencia en Indonesia y con fines “científicos” en Japón [2]. Es objeto de uso no letal por medio del turismo recreativo de observación en lugares como Nueva Zelanda, Europa (mar Mediterráneo), Japón, Noruega, islas Azores, Ecuador, Dominica, Santa Lucía y otras islas del Caribe [10,11].

Conservación La especie está incluida en el Apéndice I del CITES [12]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [13,14]. La cacería comercial de esta especie empezó a disminuir a principios de los años 70 y prácticamente cesó a partir de 1985, después de la moratoria establecida por la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés) [2]. La relativa frecuencia de avistamientos en el noreste de Venezuela pudiera representar un potencial para el ecoturismo, sin embargo, se requiere de mayores esfuerzos de investigación y de la debida reglamentación por parte del MINAMB.

Referencias: [1] Whitehead 2002. [2] Jefferson et al. 1993. [3] Naveira 1996. [4] S. Narciso com. pers. [5] Cobarrubia & Silva 2005. [6] Bolaños-Jiménez et al. 1998. [7] González-Fernández 2000. [8] J. Bolaños-Jiménez & A.J. Villarroel-Marín obs. pers. [9] IUCN 2007. [10] C. Carlson com. pers. [11] E. Hoyt com. pers. [12] CITES 2006. [13] Venezuela 1996a. [14] Venezuela 1996b. Autores: Jaime Bolaños-Jiménez, Auristela J. Villarroel-Marín Ilustración: Astolfo Mata

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Oso hormiguero Myrmecophaga tridactyla VU. Luiz Claudio Marigo

Oso frontino Tremarctos ornatus EN. Alonso Quevedo


ColibrĂ­ tijereta Hylonympha macrocerca EN. David Southall






Pato de torrentes Merganetta armata VU. David Southall


Pato de torrentes Merganetta armata Gould 1842 Aves Anseriformes Anatidae

Vulnerable C2a(ii)

Descripción: Anátido de aspecto muy llamativo con marcado dimorfismo sexual. La cabeza y el pecho del macho son blancos con rayas negras, mientras que en la hembra son de color rojo naranja. En ambos sexos, el pico y las patas son rojizos. Mide entre 38 y 43 cm de alto. Es una especie monógama que ocupa territorios longitudinales fijos de aproximadamente 1 km a lo largo de los torrentes y riachuelos, donde construye sus nidos entre rocas o en barrancos [1,2,3]. Distribución: Es una especie endémica de Suramérica de amplia distribución a todo lo largo de los Andes, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego (Argentina). Restringida a tierras altas entre 2.000 a 2.800 m de altitud, aunque información reciente indica que puede llegar a menores altitudes de hasta 650 m, su distribución está determinada por las condiciones del agua y la presencia de cursos de agua pedregosos y accidentados. En Venezuela está presente la subespecie Merganetta armata colombiana, la cual ha sido reportada desde el norte de Mérida hasta el suroeste de Táchira. Sin embargo, investigaciones muy recientes demuestran que se localiza en al menos cuatro estados venezolanos (Táchira, Mérida, Barinas y Lara) y muy probablemente en el estado Trujillo, ocupando una distribución y un rango altitudinal mayor al conocido hasta hace poco [1,2,3,4,5,6]. Nombres comunes: Pato de torrentes, Pato cortacorrientes Torrent duck

Situación No se han realizado estudios precisos para Venezuela y sus avistamientos son poco frecuentes. Es probable que su situación sea bastante diferente a la situación global. Para la raza presente en Venezuela se cuenta con estimados conservadores que proponen entre 1.000 a 2.000 individuos, entre 10 y 20% de su población global calculada en 10.000 individuos aproximadamente [4]. Estimados menos conservadores sugieren un mínimo de 100 y un máximo de 1.500 individuos, por lo que a escala nacional se le considera un ave con alta prioridad de conservación [7,8]. En el contexto global la situación de esta especie no es alarmante, por lo que la IUCN la clasifica en la categoría Preocupación Menor [9]. En Colombia y Ecuador no está incluida en sus listas rojas, en Argentina es catalogada como Fuera de Peligro, en Perú se le considera Vulnerable, reportándose las mayores poblaciones para Chile y Argentina [2,10,11].

Amenazas En Venezuela su vulnerabilidad podría estar en parte determinada por el límite de la distribución de la especie. Es un animal especialista de hábitat y poco tolerante a modificaciones ambientales. La destrucción e intervención que han sufrido los Andes venezolanos constituye su principal amenaza [7]. En la actualidad, gran parte de sus hábitats óptimos han desaparecido. Además de la contaminación y alteración de los cauces de los ríos andinos, se considera que la introducción de truchas podría estar afectando a la especie debido a la competencia sobre el recurso alimenticio de insectos acuáticos. Sin embargo esta información no ha sido debidamente probada, e inclusive se ha observado a los patos comiendo alevines de truchas [4].

Conservación En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [12]. Se reporta su presencia en, por lo menos, doce parques nacionales de Mérida y Táchira, pero aún no se ha evaluado cuán efectivos son estos parques en relación a la protección de la especie [6,13]. Ella ha sido objeto de campañas educativas locales y de investigación, por parte de la Fundación de las Aves Acuáticas Venezolanas, y hasta el momento no se ha conocido otra acción específica para su protección [6]. Se recomienda realizar estudios poblacionales (dinámica poblacional, genética, dieta) y evaluar con más detalle su distribución geográfica, tomando en cuenta su posible presencia en Trujillo y otras áreas de Mérida y Táchira, y con base en los resultados, iniciar planes de manejo de la población silvestre. Se sugiere igualmente continuar y profundizar las campañas de educación ambiental para la conservación de la especie y sus hábitats. Para otras razas se ha ensayado la cría en cautiverio con bastante éxito, por lo cual se ha sugerido la creación de un núcleo capaz de preservar el 90% de la heterocigosis de la población silvestre durante 100 años, lo que debería establecerse en un plazo de 5 a 10 años. El objetivo de esta estrategia sería la reintroducción de la especie a sus hábitats óptimos bajo protección legal [6,7,13].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty & Brown 1986. [3] Restall et al. 2007. [4] Gómez-Dallmeier & Cringan 1989. [5] Hilty 2003. [6] Torres 2007. [7] Ellis-Joseph et al. 1992. [8] Rodríguez et al. 2004a. [9] IUCN 2007. [10] Pulido 1991. [11] Bertonatti & González 1993. [12] Venezuela 1996a. [13] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Christopher J. Sharpe, Franklin Rojas-Suárez Ilustración: Denis Torres

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Pato negro Netta erythrophthalma Wied 1832 Aves Anseriformes Anatidae

En Peligro C2a(ii)

Descripción: Anátido de color pardo negruzco con característicos ojos rojos. Su cabeza y cuello superior son más oscuros. La garganta, parte anterior del cuello y el área alrededor del pico son blanquecinos. El pico es gris azulado con la punta negra; la cola es marrón y la patas negras. Mide entre 48 y 51 cm de longitud [1,2,3]. Distribución: Especie de distribución y situación enigmática que presenta dos subespecies muy separadas entre sí. La subespecie Netta erythrophthalma brunnea se distribuye en África, donde es común en localidades del sur y oriente del continente. La otra subespecie de Suramérica, denominada Netta erythrophthalma erythrophthalma, es reportada con registros aislados en los países andinos (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia) y con una distribución separada, más continua y amplia en el noroeste de Brasil. En Venezuela se cuenta con reportes para los estados llaneros (Apure, Portuguesa), y desde Aragua y Carabobo, hasta Falcón y Zulia. Se le encuentra en pantanos de agua dulce, lagunas y sembradíos de arroz [1,2,3]. Nombres comunes: Pato negro, Pato castaño, Pato de cabeza castaña, Zambullidor austral Southern pochard

Situación En Venezuela es señalada como una especie muy rara, con pocos registros y de distribución fragmentada. En los años cincuenta era una especie relativamente común en el área del lago de Valencia (Carabobo), y cerca de Chichiriviche (Falcón). Se reporta que en Venezuela existen entre 5.000 a 10.000 individuos, lo que se calcula en aproximadamente 20 a 40% de la raza suramericana, aunque todo indica que esta cifra es una sobrestimación y que son extrapolaciones muy vagas. De hecho, estimados recientes calculan un número menor a 2.500 para toda la región andina. De ser así, la población venezolana remanente sería apenas una fracción de esta cifra. Existen reportes de pequeños grupos de 7 a 10 individuos en el estado Portuguesa [1,4,5]. Su situación en general es paradójica. En el ámbito global no se le considera amenazada y la IUCN la clasifica en la categoría Preocupación Menor [6]. Igualmente, se reporta que en el centro y noreste de Brasil la población aumentó debido a las actividades humanas. Sin embargo, las poblaciones andinas parecen tener una tendencia radicalmente opuesta. En Argentina se le reporta en la categoría Datos Insuficientes, en Perú se le clasifica En Peligro, y en Ecuador y Colombia se le considera En Peligro Crítico [7,8,9,10,11,12]. De hecho, es factible su Extinción tanto en Colombia como en Perú, país del cual se cuenta con un último reporte de 1962 [8,13].

Amenazas Se encuentra afectada principalmente por la pérdida de hábitat y la contaminación. La causa de la disminución de las poblaciones en Ecuador fue su sensibilidad a cambios en el lecho de los lagos, debido a la sedimentación causada por la erosión en las cuencas, ya que la especie prefiere lagos y lagunas con algas y vegetación emergente [9,11]. Aunque no pareciera ser un objetivo atrayente para la cacería no debe descartarse esta amenaza, dado que la actividad de caza es generalizada para otras especies de patos que se encuentran en su área de distribución.

Conservación En África ha sido ampliamente estudiada, lo que contrasta con la situación en América, donde es muy poco lo que se conoce sobre la especie. En Venezuela no se han realizado esfuerzos específicos para su conservación. Considerando su situación en el resto de la región andina, es importante priorizar a esta especie en Venezuela, y evaluar su situación taxonómica, tamaño poblacional, distribución, áreas de nidificación, sensibilidad y tolerancia a cambios ambientales, así como realizar planes de manejo en vida silvestre y ensayos de cría en cautiverio [12].

Referencias: [1] Gómez-Dallmeier & Cringan 1989. [2] Hilty 2003. [3] Restall et al. 2007. [4] Ginés & Aveledo 1958. [5] Casler & Lira 1979. [6] IUCN 2007. [7] Suárez & García 1986. [8] Pulido 1991. [9] Ellis-Joseph et al. 1992. [10] Bertonatti & González 1993. [11] Granizo et al. 2002. [12] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [13] Renjifo et al. 2002. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Miguel Lentino, Christopher J. Sharpe Ilustración: Astolfo Mata

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Pato de monte Sarkidiornis melanotos

Pennant 1769

Aves Anseriformes Anatidae

Vulnerable C2a(ii)

Descripción: Anátido de gran tamaño que mide hasta 76 cm de alto y que se caracteriza por un copete carnoso de color gris sobre el pico. Su cabeza, cuello, pecho y parte ventral son de color blanco; y la cabeza y cuello, también blancos, poseen manchas negras pequeñas. El dorso, las alas y los costados poseen visos oscuros verdes y marrones, al igual que la parte posterior de la cabeza y el cuello. La hembra es similar pero mucho más pequeña, de plumaje más claro con costados grisáceos, y no posee el copete [1]. Distribución: La especie presenta una amplia distribución pantropical que incluye Asia (India, Myanmar, Sri Lanka, Tailandia, China), África (Mozambique, Zimbabwe, Sudáfrica, Madagascar) y América, desde México y Centroamérica hasta los países andinos (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú), y con un gran núcleo que se extiende por Brasil, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Argentina, además de poblaciones aisladas en Guyana. En Venezuela habita hasta 300 m de altitud en lagunas de los llanos, sembradíos de arroz y bosques adyacentes, principalmente en los llanos del sur de Guárico, Barinas, Portuguesa y Apure; en los llanos orientales de Anzoátegui y Monagas, costa de Falcón, y sur del lago de Maracaibo [1]. Nombres comunes: Pato de monte, Pato de moco, Pato arrocero, Pato crestudo Comb duck, Knob-billed duck, Knob-billed goose

Situación En Venezuela su situación es poco clara y no se cuenta con información precisa, aunque en general se le considera poco abundante. Probablemente sus poblaciones más afectadas sean las ubicadas en los llanos orientales, Falcón y sur del lago de Maracaibo. En Suramérica se estima una población total para la especie cercana a 80.000 individuos, de los cuales entre 8.000 a 40.000 podrían habitar en Venezuela, aunque algunos investigadores consideran que esta cifra podría estar sobrestimada [1,2]. A escala global no se le considera amenazada, por lo que la IUCN la clasifica en la categoría de Preocupación Menor, de hecho, las poblaciones africanas alcanzan decenas de miles de individuos [3]. Sin embargo, para el resto de los países suramericanos, especialmente los andinos, la situación es diferente. En Perú es considerada en la categoría Datos Insuficientes, en Argentina y Ecuador se le señala como Vulnerable, y en Colombia En Peligro [4,5,6,7,8,9]. En Brasil, aunque todavía es abundante, se cree que se encuentra en disminución.

Amenazas En Brasil su disminución está asociada a la destrucción del hábitat sumada a una intensa persecución cinegética. En Colombia las causas son las mismas, y se precisa que el drenaje de los humedales y la destrucción de palmares del Cauca, así como la sobreexplotación ocurrida entre 1950 y 1970, fueron los principales factores que redujeron la población, la cual no da evidencias de recuperación. En Ecuador se reporta que el uso de agroquímicos podría estar afectando a la especie. En Venezuela no se conoce con precisión la situación de la especie, pero se estima que sus principales amenazas están asociadas a la cacería, la cual es particularmente alta en los llanos meridionales, y al deterioro de sus hábitats debido a la contaminación por agroquímicos y otras prácticas agrícolas, así como por el desarrollo de la ganadería, la colonización y los urbanismos [2,4,5,7,8,9].

Conservación En el ámbito internacional la especie está incluida en el Apéndice II del CITES [10]. En Venezuela la cacería de la especie se encuentra legalizada y regulada, permitiéndose la captura de un ejemplar por día durante la temporada que va desde el 1º de abril hasta el 31 mayo todos los años. Como medida de conservación se recomienda desarrollar programas de manejo y monitoreo de campo, que incluyan la evaluación de los tamaños poblacionales. Para su monitoreo se debe considerar que se trata de una especie con migraciones locales.

Referencias: [1] Gómez-Dallmeier & Cringan 1989. [2] Ellis-Joseph et al. 1992. [3] IUCN 2007. [4] Pulido 1991. [5] Bertonatti & González 1993. [6] Naranjo & Estela 2002. [7] Granizo et al. 2002. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [9] Suárez & García 1986. [10] CITES 2006. Autores: Christopher J. Sharpe, David Ascanio Ilustración: Astolfo Mata

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Chicagüire Chauna chavaria

Linnaeus 1766

Aves Anseriformes Anhimidae

Vulnerable C2a(ii)

Descripción: Ave de gran tamaño con aspecto curioso que mide entre 84 y 94 cm de alto. Pertenece a una pequeña familia emparentada con los patos, aunque su aspecto difiere de estos notablemente. La cabeza y cresta son grises. Posee una banda rojiza alrededor de los ojos, la garganta es blanca y forma una franja por debajo de los ojos. El cuello y pico son negros. No posee las patas palmeadas como los anátidos, y su pico corto es parecido al de las gallinas [1,2,3]. Distribución: La especie presenta varios núcleos poblacionales disjuntos al norte de Colombia, y una población aislada al noroeste de Venezuela, específicamente alrededor del suroeste de la cuenca del lago de Maracaibo, en los estados Zulia, Mérida y Trujillo [1,2,3,4,5,6]. Habita en ciénagas de agua dulce, lagunas con vegetación, y áreas húmedas en bosques pantanosos o regiones abiertas. En Colombia se le conoce con el nombre común de “chavarría” [5,6]. Nombres comunes: Chicagüire, Chavarría, Gritón Northern screamer

Situación La población total de esta especie en toda su área de distribución fue originalmente calculada en 2.000 individuos, pero ahora se estima superior a esta cifra, aunque inferior a 10.000 [2,4,5,6,7]. En Venezuela no se conoce su situación con precisión, aunque sus poblaciones son inferiores a las de Colombia, estimándose menos de 2.000 individuos, aunque en expansión. De hecho, existen evidencias de que la especie se está expandiendo hacia el centro oeste de Zulia, asociada a la sustitución de los arbustales secos por pastizales y humedales [7,8,9]. A escala nacional se le considera como un ave con alta prioridad de conservación [10]. En el ámbito global a la especie se le reporta como Casi Amenazada [8,11]. En Colombia es clasificada como Vulnerable, aunque en algunas localidades la especie es considerada común [5].

Amenazas Sus principales amenazas están asociadas a la destrucción del hábitat para uso agrícola, y al drenaje de las lagunas para crear tierras de pastoreo vacuno, especialmente al sur del lago de Maracaibo. Esta situación es similar en Colombia, siendo la zona más afectada la ciénaga Grande de Santa Marta. Sin embargo, su presencia debe ser evaluada con cuidado en pastizales y humedales antrópicos, estos últimos son sistemas agrícolas utilizados para inundar y modular potreros, transformándose todo el sistema en un humedal, tal como sucede en los bosques secos del río Palmar. Otras amenazas potenciales que también requieren evaluación son la recolección de huevos, su captura para uso como mascota y la cacería ilegal, aunque su carne no es muy apreciada según la información obtenida por los lugareños en Puerto Concha [4,12]. Las áreas protegidas donde se ha reportado a la especie están amenazadas por la contaminación de las aguas, ya que las poblaciones vecinas carecen de red de cloacas y vierten directamente las aguas negras sin tratamiento. De igual forma, han sido reportadas deforestaciones e incendios con fines agrícolas y pecuarios en el sector del río Santa Ana, especialmente al norte. Las áreas más afectadas por incendios son el sector de río Bravo, así como las lagunas Las Garzas, Las Corcovadas, La Solita, y los caños Tiví y Pescado. No obstante, el problema más grave que se enfrenta es la contaminación de las aguas por derrames ocasionales de hidrocarburos [13].

Conservación En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [14]. La especie está incluida en dos áreas designadas como Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [13]. Una población importante se encuentra protegida en la Reserva de Fauna Ciénagas de Juan Manuel, de Aguas Blancas y Aguas Negras, y en el contiguo Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel (Catatumbo). Dado que no se cuenta con estudios detallados sobre la especie, ni con medidas específicas para su conservación, se requiere realizar evaluaciones de la situación de los humedales alrededor del lago de Maracaibo, así como estudios específicos que precisen su tamaño poblacional y distribución geográfica. Además, sería necesario implementar estudios sobre su ecología general para evaluar sus necesidades de hábitat y definir los requerimientos para su conservación [9]. Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty & Brown 1986. [3] Restall et al. 2007. [4] Ellis-Joseph et al. 1992. [5] Renjifo et al. 2002. [6] Hilty 2003. [7] Collar et al. 1992. [8] BirdLife International 2004. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Rodríguez et al. 2004a. [11] IUCN 2007. [12] Scott & Carbonell 1986. [13] Freile & Santander 2005. [14] Venezuela 1996a. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino, David Ascanio Ilustración: Mercedes Madriz

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Águila arpía Harpia harpyja Linnaeus 1758 Aves Falconiformes Accipitridae

Vulnerable C2a(ii); D1

Descripción: Una de las águilas más poderosas y, en Venezuela, es la especie de mayor tamaño de los accipítridos. Su cuerpo puede medir hasta 1 m de alto y sus alas abiertas hasta 2 m de envergadura. La cabeza, de color blanco, posee una cresta muy característica y llamativa, cuyo plumaje grisáceo, eréctil a su voluntad, semeja la forma de cuernos. El dorso del cuerpo y las alas son negros. El plumaje debajo de las alas y del torso es blanco, y sólo el pecho en su parte superior está cruzado por una banda ancha negra. La cola es negra con tres bandas grisáceas. El pico es curvo y muy fuerte; el tarso es grueso, sin plumas y de color amarillo claro. Las garras son muy desarrolladas, de hasta 7 cm en el dedo posterior. Aunque más ágil y rápido, el macho es más pequeño que la hembra. Su aguda visión y audición, y el pico fuerte, le hacen un excelente depredador que alcanza velocidades de hasta 200 km/h. Distribución: Se distribuye en forma disjunta y escasa desde el sur de México, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guyana Francesa, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay y noreste de Argentina en Misiones, aunque anteriormente se le reportaba en Formosa, Salta y Jujuy [1,2,3]. En Venezuela se encuentra al norte del Orinoco en la cordillera de la Costa Central (Carabobo, Aragua, Miranda), Monagas (río Guarapiche), sierra de Perijá y sur del lago de Maracaibo (Zulia), y al sur del Orinoco en Delta Amacuro, Amazonas y Bolívar (alto río Caura, Gran Sabana, sierra de Lema, Imataca). Nombres comunes: Águila arpía, Arpía mayor, Arpía Harpy eagle

Situación Esta especie es el único representante de un género monoespecífico, de biología frágil y que requiere, por cada individuo, más de 30 km2 de bosque para sobrevivir. En Venezuela las poblaciones de la cordillera de la Costa podrían considerarse muy amenazadas y extremadamente reducidas. Su distribución actual al norte del río Orinoco se estima mucho menor que la distribución pasada, ocupando entre el 20% y el 50% de ésta. Sin embargo, al sur del Orinoco aún es relativamente común y existen grandes áreas no perturbadas, con hábitat adecuado para la especie. A escala internacional la IUCN la reporta como una especie Casi Amenazada, en Argentina se le clasifica En Peligro con varias extinciones locales, en Colombia como Casi Amenazada, y en Ecuador Vulnerable [4,5,6,7,8,9,10,11].

Amenazas Sus características biológicas, como baja densidad poblacional, baja tasa de reproducción, poca tolerancia a modificaciones ambientales, y depredador tope con necesidad de grandes extensiones de hábitat, la hacen fundamentalmente vulnerable a la destrucción y fragmentación del hábitat. Es cazada con frecuencia por temor o por curiosidad; en especial son codiciadas sus garras como trofeo. En Ecuador se ha reportado el efecto de la destrucción ambiental sobre la especie y sus presas, además de la continua persecución por parte del hombre. Esto incluye a los pueblos indígenas, quienes la utilizan como mascota-talismán y para la elaboración de artesanías [4,12]. En Venezuela la principal interrogante es si los altamente fragmentados y deteriorados ecosistemas de la cordillera de la Costa y sierra de Perijá, podrán mantener poblaciones viables de la especie.

Conservación En el ámbito internacional se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES [13]. En otros países se adelantan estudios y programas de conservación. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción con el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [14,15]. Parte de su distribución incluye varias áreas protegidas, y se cuenta con proyectos de educación y monitoreo a largo plazo en los bosques del norte de Bolívar aunque algunas localidades están sujetas a la explotación maderera, como es el caso en la Reserva Forestal de Imataca [16]. Se requiere con urgencia realizar análisis de viabilidad poblacional y de hábitat de las poblaciones del norte del Orinoco y con base en los resultados, generar programas de monitoreo, manejo y educación. La sobrevivencia de esta especie dependerá del buen manejo de los bosques y áreas protegidas en las cuales se encuentra, especialmente de las reservas forestales de Imataca, Caura y Sipapo.

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty 2003. [3] BirdLife 2000. [4] Suárez & García 1986. [5] Pulido 1991. [6] Collar et al. 1992. [7] Bertonatti & González 1993. [8] BirdLife International 2004. [9] Renjifo et al. 2002. [10] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [11] IUCN 2007. [12] Granizo et al. 2002. [13] CITES 2006. [14] Venezuela 1996a. [15] Venezuela 1996b. [16] A. Blanco com. pers. Autores: Christopher J. Sharpe, David Ascanio, Franklin Rojas-Suárez Ilustración: E. Sensitiva Quintero

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Águila monera Morphnus guianensis Daudin 1800 Aves Falconiformes Accipitridae

Vulnerable C2a(ii); D1

Descripción: Águila majestuosa de gran tamaño, depredador tope de la cadena alimentaria. Aunque se asemeja al águila arpía, es de menor talla y tiene la cola más larga. Llega a medir entre 79 y 89 cm de alto. Posee una cresta sin división. Su cabeza y pecho son de color gris, y su vientre blancuzco profusamente jaspeado de manchas rojizas. Su dorso es gris oscuro. La cola es barreteada por rayas negras y grises. El pico, las patas y las garras son fuertes, aunque menos desarrolladas que las del águila arpía [1,2,3,4]. Distribución: La especie cuenta con una distribución parchada y muy dispersa desde Guatemala y Belice, a través de Centroamérica. En Suramérica se extiende desde Colombia y las Guayanas hasta el oeste de Ecuador y Bolivia, Paraguay, sureste de Brasil y noreste de Argentina. En Venezuela se tienen registros en Zulia, en la sierra de Perijá, en la cordillera de la Costa Central en Aragua, en el oriente desde Sucre (incluyendo la península de Paria) hacia Amazonas y Bolívar, lo cual hace presumir la existencia de tres poblaciones disjuntas, dos al norte del Orinoco (sierra de Perijá, cordillera de la Costa Central, península de Paria), y una al sur del Orinoco, principalmente en la región de Imataca y Cuyuní [1,2,3,4]. Nombres comunes: Águila monera, Águila encrestada, Arpía menor Crested eagle

Situación Los reportes en general señalan a la especie con bajas densidades poblacionales, además de escasa en toda su amplia distribución [5,6,7]. Varios autores coinciden en que podría estar seriamente amenazada, en especial sus poblaciones de la cordillera de la Costa Central, una de las zonas más intervenidas de Venezuela. Igualmente, la situación podría ser alarmante en sierra de Perijá y península de Paria. Las amenazas que enfrenta su hábitat, junto a la necesidad que tiene esta especie de contar con grandes extensiones de bosques vírgenes, hacen pensar que su situación podría empeorar en el futuro cercano [5]. En el ámbito global es señalada por la IUCN como Casi Amenazada [2,8]. En Perú es considerada como especie de distribución local y escasa, en Colombia Casi Amenazada, en Ecuador como Vulnerable y en Argentina En Peligro [9,10,11,12,13].

Amenazas Las principales amenazas que enfrenta están asociadas a la desaparición de los bosques. Los hábitats más amenazados para la especie se encuentran principalmente en la cordillera de la Costa y Zulia. Entre las amenazas a su hábitat en la sierra de Perijá, se cuentan los cultivos ilícitos, la colonización no controlada, la ganadería y finalmente, la minería asociada a la extracción de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. También se ha reportado que dichas actividades han incrementado por la construcción de carreteras, en especial en el lado de Colombia. Algunas áreas de la región, como cerro Tetari, permanecen en buen estado de conservación y con sus ecosistemas originales casi intactos. No es éste el caso de cerro Pintado, que sólo cuenta con remanentes de bosques en las laderas de la montaña. La situación en la cordillera de la Costa es particular en cuanto a la diversidad de las amenazas que enfrenta: frecuentes incendios, deforestación para el desarrollo agrícola y de la ganadería, y la colonización [4,14]. Se considera que existe una presión baja de cacería, sobre la cual no se tiene mayor información para Venezuela. En otros países se ha reportado como motivación de la cacería, el tráfico, la posesión de trofeos vinculada a creencias indígenas, la depredación de animales domésticos, e incluso su consumo directo [12,13]. También se ha reportado su competencia con los humanos por las presas [2].

Conservación A escala internacional se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES [15]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [16]. A pesar del interés que despiertan los grandes accipítridos, no se han desarrollado medidas específicas para su conservación. La sobrevivencia de esta especie a largo plazo dependerá del manejo y protección de las áreas de bosque. Se sugiere desarrollar investigaciones sobre la situación de los bosques en su área de distribución, especialmente en el delta del Orinoco, Cuyuní y sierra de Lema, y proponer medidas de manejo para las áreas silvícolas, considerando en forma prioritaria la cordillera de la Costa Central [5].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] BirdLife 2000. [3] Hilty 2003. [4] Restall et al. 2007. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] Hilty & Brown 1986. [7] Collar et al. 1992. [8] IUCN 2007. [9] Suárez & García 1986. [10] Pulido 1991. [11] Bertonatti & González 1993. [12] Granizo et al. 2002. [13] Renjifo et al. 2002. [14] Freile & Santander 2005. [15] CITES 2006. [16] Venezuela 1996a. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: Robin Restall

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Cóndor Vultur gryphus Linnaeus 1758 Aves Falconiformes Cathartidae

En Peligro Crítico D1

Descripción: Ave carroñera de gran tamaño y de magnífica presencia. Mide entre 1,02 y 1,27 m de alto, y sus alas abiertas alcanzan hasta 3,2 m de envergadura. La cabeza, de color carne oscuro, está desprovista de plumas y coronada por una carúncula carnosa. El plumaje de casi todo el cuerpo es de color negro, aunque en el cuello posee una franja blanca que no llega a completarse en el frente. La hembra es similar al macho, pero carece de carúncula, mientras que los inmaduros o juveniles son de color negro parduzco [1,2]. Distribución: Se distribuye a todo lo largo de la cordillera de los Andes, desde la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia y la sierra de Perijá en Venezuela, hasta Tierra del Fuego en Argentina, abarcando Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile y Argentina. En Venezuela se encuentra en la cordillera de los Andes y en la sierra de Perijá [1,2]. Nombres comunes: Cóndor, Buitre, Cóndor andino Andean condor

Situación En Venezuela ha sido incluida como una de las cuatro especies de aves con mayor prioridad de conservación [3]. En el país se le consideraba extinta desde 1912, hasta que fue observada de nuevo en 1976 en el estado Mérida [4]. Aunque escasa, se tienen reportes de su avistamiento en la sierra de Perijá y se cuenta con unos 8 registros anuales en la cordillera de Mérida [5]. Su presencia en Venezuela puede considerarse casual, posiblemente se trate de individuos provenientes de la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia. Sin embargo, tradiciones locales y la abundancia de lugares designados con el nombre local de “buitre”, indican que hasta aproximadamente principios de siglo tenía una distribución estable. Existe una pequeña población introducida en sierra La Culata con menos de 10 individuos sobrevivientes, y con 5 a 10 individuos visitantes por año provenientes de Colombia [1,6]. En el ámbito global es reportada como Casi Amenazada, aun cuando su situación se agrava de sur a norte [1,7]. En Colombia está clasificada En Peligro, con 7 núcleos poblacionales y unos 105 individuos, la mitad reintroducidos. En Ecuador la especie era numerosa hasta 1986, pero actualmente es clasificada En Peligro Crítico y se reportan sólo 65 individuos en 5 poblaciones disjuntas. En Perú es clasificada Vulnerable. En Chile, aunque se considera Vulnerable, junto con Argentina se tienen las mayores poblaciones, con cerca de 5.000 individuos [1,8,9,10,11].

Amenazas Todas las amenazas se exacerban cuando se trata de un ave con muy baja tasa reproductiva. El principal factor que ha contribuido a la desaparición de la especie en Venezuela es su cacería, al considerarla erróneamente como depredadora de aves domésticas, ovejas, e incluso de niños pequeños. En otras ocasiones es capturada por curiosidad o como trofeo, debido a su gran tamaño. En menor grado es víctima de intoxicación por ingestión de carroña envenenada con cebos tóxicos o de carne de animales muertos por balas. También se ve afectada por la acumulación de DDT que podría ocasionar la fractura de las cáscaras de sus huevos. Igualmente se ha reportado el saqueo de huevos y pichones por parte de coleccionistas. Otras causas estarían asociadas al deterioro ambiental y a la extinción local o la disminución de herbívoros andinos.

Conservación Está incluida en los Apéndices I y II del CITES [12]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y ha sido declarada Especie en Peligro de Extinción con el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [13,14]. En enero de 1993, fueron reintroducidos 5 cóndores en el páramo de Mifafí del Parque Nacional Sierra La Culata, estado Mérida. Ese mismo año, un cóndor adulto silvestre proveniente de Colombia, se unió al grupo. Posteriormente fueron reintroducidos 9 individuos adicionales, incluyendo 4 individuos en el páramo Don Pedro del Parque Nacional Sierra Nevada [5]. Se estima que la población actual es de 10 animales ya que varios murieron por diferentes causas. En los últimos años nacieron 2 crías en cautiverio en Mérida, siendo los primeros registros para Venezuela. Todos los proyectos de conservación centrados en esta especie son liderados por Bioandina, además de un programa de sensibilización de amplio alcance en el estado Mérida. Se observa que el apoyo de organizaciones privadas y gubernamentales orientado a su protección no ha tenido continuidad. Se recomienda continuar y fortalecer los programas de educación ambiental, cría en cautiverio y especialmente el programa de reintroducción, asociado a estudios de la adaptación de la especie a la vida silvestre y sus consideraciones en cuanto a la disponibilidad natural de alimentos. En este sentido, es probable que la conservación y reintroducción del venado caramerudo andino, otra especie amenazada, contribuya con la sobrevivencia de esta ave. Adicionalmente, sería oportuno intensificar las investigaciones en la sierra de Perijá.

Referencias: [1] BirdLife 2000. [2] Hilty 2003. [3] Rodríguez et al. 2004a. [4] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [5] M.R. Cuesta com. pers. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] IUCN 2007. [8] Suárez & García 1986. [9] Pulido 1991. [10] Granizo et al. 2002. [11] Renjifo et al. 2002. [12] CITES 2006. [13] Venezuela 1996a. [14] Venezuela 1996b. Autores: Christopher J. Sharpe, Franklin Rojas-Suárez, David Ascanio Ilustración: Astolfo Mata

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Pava negra Aburria aburri Lesson 1828 Aves Galliformes Cracidae

Vulnerable B1ab(i,ii,iii); C2a(ii)

Descripción: Crácido de tamaño mediano que mide entre 70 y 75 cm de longitud. Se caracteriza por sus hábitos ruidosos y por una carúncula colgante de color amarillento de aproximadamente 4 cm de largo, localizada en la parte inferior de la garganta, esta última desprovista de plumas. El color de su plumaje es negro verdoso, brillante y todo uniforme, con el pico azul cobalto muy contrastante con el plumaje. Las patas de color amarillo pálido son cortas. Es de hábitos arborícolas y diurnos. En grupos de hasta ocho individuos, busca alimento en los árboles con frutos en los estratos medio y alto del bosque. Distribución: Es el único miembro de un género monotípico que se distribuye en forma dispersa en Venezuela, en las tres cordilleras de Colombia, este y noroccidente de Ecuador, hasta el centro y sur de Perú [1,2,3]. En Venezuela se encuentra restringida a algunas localidades de sierra de Perijá en el estado Zulia, y en la cordillera de los Andes al sur de Táchira, Mérida, Trujillo y Lara [4]. Habita en bosques húmedos y nublados, normalmente en las montañas pero en ocasiones también en zonas más bajas, entre 600 y 2.500 m de altitud. Nombres comunes: Pava negra, Gualí, Guayón, Pava de barbilla, Pava aburrida Wattled guan

Situación Aunque es considerada con alta prioridad para la conservación, es una de las especies de crácidos menos estudiada y la información acerca de su situación poblacional es escasa o nula [5]. Se considera que el tamaño de su área de distribución actual es bastante inferior, ocupando alrededor de 50% de su distribución pasada. En la actualidad aparentemente las poblaciones se encuentran decreciendo, y varios autores y cazadores indican que en algunas localidades es menos común que Pauxi pauxi (Paují copete de piedra). Se estima que varias poblaciones podrían encontrarse extintas o muy amenazadas, aunque en algunas áreas la especie todavía es común, tal como ocurre en la sierra de Perijá [6,7,8]. A pesar de la falta de información concluyente, se estima que se encuentra extinta o casi extinta en algunas localidades, mientras que en otras sus tamaños poblacionales son pequeños y con alta presión de cacería [9]. En el ámbito global se le considera Casi Amenazada, y se calcula una población de 12.500 a 15.000 individuos, de los cuales una pequeña fracción correspondería a Venezuela [10,11,12]. En Colombia, aunque es común localmente, se encuentra muy amenazada en la mayor parte de su distribución, por lo que es clasificada como Casi Amenazada [2]. En Ecuador la especie se considera Vulnerable con una población estimada de 2.500 a 5.000 individuos [1,3,10,11].

Amenazas La destrucción del hábitat por la deforestación de los bosques y su utilización como fuente alimenticia, constituyen sus principales amenazas dentro de todo su rango altitudinal en los Andes. En Colombia y Ecuador la principal causa de su situación actual es la conversión de los bosques con fines agrícolas, aunque se le reporta especialmente vulnerable a la cacería por sus fuertes vocalizaciones y su tendencia a permanecer en lo alto de las ramas [1,2,3].

Conservación En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción con el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [13,14]. Hace varios años se desarrollaron algunos programas de educación ambiental dirigidos a los cazadores en las inmediaciones de áreas protegidas, pero estas iniciativas no han tenido continuidad [7,8]. Requiere de atención inmediata, incluyendo estudios poblacionales y de distribución geográfica pasada y actual. Se debe continuar con los programas de educación ambiental e iniciar planes de manejo de poblaciones silvestres. Su cría en cautiverio podría ser una opción adicional para la conservación de la especie [9].

Referencias: [1] Hilty & Brown 1986. [2] Renjifo et al. 2002. [3] Granizo et al. 2002. [4] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [5] Rodríguez et al. 2004a. [6] Porras de Guzmán & Arriaga Uzcátegui 1981. [7] Silva & Strahl 1991. [8] Silva & Strahl 1996. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Collar et al. 1992. [11] BirdLife 2000. [12] IUCN 2007. [13] Venezuela 1996a. [14] Venezuela 1996b. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe, David Ascanio, Miguel Lentino Ilustración: Robin Restall

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Paují copete de piedra Pauxi pauxi Linnaeus 1766 Aves Galliformes Cracidae

En Peligro C2a(ii)

Descripción: Crácido de gran tamaño que mide entre 85 y 95 cm de longitud total. Se caracteriza por un casco óseo elevado sobre la cabeza, con forma de higo o yelmo cilíndrico de color azuloso grisáceo. La cabeza y el cuello tienen plumas de color negro aterciopelado, mientras que el resto del plumaje dorsal y lateral varía de oscuro a negro, brillante y con reflejos verdosos o azules. El vientre es blanco, al igual que el extremo de la cola. El iris es pardo y el pico rojo. Es de hábitos arborícolas, terrestres y diurnos. Distribución: La especie está restringida a Colombia y Venezuela. En Venezuela se encuentran presentes dos subespecies, Pauxi pauxi gilliardi, endémica de la sierra de Perijá, y Pauxi pauxi pauxi, localizada desde la cordillera Oriental de Colombia y sur de Táchira, hasta el norte de Mérida, Lara, Yaracuy y el este de Falcón. También está presente en la cordillera de la Costa, abarcando Aragua, Carabobo y oeste de Miranda. Entre las poblaciones extintas se incluyen las de cordillera de la Costa Oriental, donde se cuenta con registros de su distribución pasada en el caño Poyanuco del estado Monagas, sin embargo, esta información no ha sido debidamente sustentada. Se estima que su distribución actual está entre 20% y 50% del área original [1,2,3]. Habita en bosques húmedos con vegetación densa y palmas enanas, normalmente en sectores montañosos y en ocasiones también en zonas bajas, entre 500 y 2.200 m de altitud. La especie fue denominada antes como Crax pauxi. Nombres comunes: Paují copete de piedra, Paují de piedra, Paujil, Pajuil Northern helmeted curassow

Situación En toda su área de distribución (Colombia y Venezuela) la especie es escasa, con densidades poblacionales menores a una pareja por cada 20-40 hectáreas, lo que equivale de 5 a 10 individuos por km2 [4,5]. En Venezuela ha sido propuesta como el ave con mayor prioridad de conservación en la actualidad [6]. En el siglo pasado era abundante en la cordillera de la Costa. Para 1950, todavía se le consideraba relativamente común, pero en 1954, ya se le reportaba como un ave escasa en Rancho Grande, estado Aragua, con una población estimada entre 25 y 50 individuos, y virtualmente extinta en otras áreas adyacentes [7]. En la actualidad se encuentra extinta en varias localidades y en estado crítico en otras, y sus poblaciones andinas y centrales continúan decreciendo de moderada a aceleradamente [4,8]. La situación de Pauxi pauxi gilliardi es menos conocida, pero se tiene evidencia de amenazas sobre su hábitat y de su cacería. En general, la especie es intolerante a modificaciones de su hábitat natural, y es uno de los crácidos que parece enfrentar mayor presión de cacería, especialmente la subespecie localizada en la sierra de Perijá. En el ámbito global se le considera Vulnerable, al igual que en las listas rojas de Colombia, pero en situación grave que requiere de acciones urgentes [2,7,9,10].

Amenazas Desde antes de la colonia hasta el presente, las causas del sustancial declive de sus poblaciones están relacionadas con su cacería indiscriminada para utilizarla como fuente de alimento, y a la destrucción y alteración de su hábitat. Estas amenazas también se encuentran presentes en los parques nacionales. Los pueblos indígenas, además de cazarla con fines de subsistencia, también lo hacen con la intención de obtener su “yelmo” para elaborar ornamentos, práctica que también se lleva a cabo en Colombia [4,7].

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice III del CITES pero sólo para Colombia [11]. En Venezuela se establece su veda indefinida desde 1970, medida que fue ratificada por el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [12,13,14]. En materia de educación ambiental se han realizado algunos esfuerzos que lamentablemente no han tenido continuidad en el tiempo. Varias áreas protegidas de la cordillera de la Costa y los Andes abarcan gran parte de su distribución, pero no se ha medido la efectividad de estos para la conservación de la especie. Se recomienda continuar y ampliar los programas de educación ambiental y sensibilización; realizar estudios poblacionales, de distribución y magnitud de las amenazas; desarrollar planes de manejo y conservación en áreas protegidas. La cría en cautiverio con fines de repoblamiento en áreas protegidas donde la especie ha disminuido podría ser una alternativa [15].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] BirdLife 2000. [3] Hilty 2003. [4] Strahl & Silva 1987. [5] Silva 1999. [6] Rodríguez et al. 2004a. [7] Collar et al. 1992. [8] Porras & Arriaga 1981. [9] Renjifo et al. 2002. [10] IUCN 2007. [11] CITES 2006. [12] Venezuela 1970. [13] Venezuela 1996a. [14] Venezuela 1996b. [15] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino, David Ascanio Ilustración: Denis Torres

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Perdiz frentinegra Odontophorus atrifrons Allen 1900 Aves Galliformes Odontophoridae

Vulnerable B1ab(i,iii); C2a(ii)

Descripción: Perdiz de aspecto macizo y de tamaño mediano que mide entre 28 y 31 cm de longitud. La coloración de su cabeza es entre castaño y negro, incluyendo la parte anterior de la corona, los carrillos y la garganta. Se caracteriza por una máscara facial oscura alrededor de sus ojos con aspecto de antifaz. El plumaje del resto del cuerpo es pardo oliváceo salpicado de pequeñas manchas color arena pálido, siendo más oscuro y castaño en el dorso [1,2,3]. Distribución: Se trata de una especie casi endémica de Colombia, cuyas poblaciones corresponden a tres subespecies. Una de ellas es Odontophorus atrifrons atrifrons, localizada en la Sierra Nevada de Santa Marta; una segunda, Odontophorus atrifrons variegatus, reportada en el extremo norte de la cordillera Oriental (Santander), y una tercera, Odontophorus atrifrons navai, restringida a la sierra de Perijá, localizada principalmente en el lado de Venezuela, pero que se extiende hasta Colombia. Habita el suelo de bosques húmedos y nublados entre 1.650 y 3.100 m de altitud [1,2,3,4,5]. Nombres comunes: Perdiz frentinegra, Perdiz montañera, Perdiz carinegra Black-fronted wood-quail

Situación En Venezuela no se cuenta con información precisa ni datos concluyentes acerca de su tamaño poblacional, pero los indicios hacen suponer que en la actualidad podría encontrarse muy amenazada [2,4,6]. El riesgo aumenta por estar asociada a bosques nublados, por su distribución restringida y por ser poco tolerante a modificaciones de su hábitat natural. Su área de vida ha permanecido constante en Venezuela, mientras que en Colombia, donde está señalada como Vulnerable, su situación en áreas deforestadas varía desde relativamente común a incierta, y se calcula que la especie ha perdido cerca del 50% de su hábitat. Específicamente, se estima que el futuro de la especie sea incierto en las serranías de San Lucas (Colombia) y de Perijá (Colombia y Venezuela) [4]. A escala internacional se le clasifica como Vulnerable [2,7].

Amenazas Enfrenta una fuerte presión de cacería, principalmente practicada por los pobladores locales con fines de subsistencia. La mayor parte de su hábitat ha sido alterado y se encuentra amenazado. En Colombia se reportan como principales amenazas la deforestación de los bosques de montaña y la conversión de las tierras para uso agropecuario, cultivos ilícitos e incendios [4]. En Venezuela no se conoce con precisión la frecuencia, intensidad e impacto de las amenazas, pero ha de advertirse que la sierra de Perijá es señalada entre los ambientes más amenazados del norte de los Andes y se considera que ello podría tener severas consecuencias sobre las especies que habitan estos bosques. Entre las amenazas al hábitat de esta ave se incluyen la colonización no controlada, la ganadería, y la minería asociada a la extracción de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. También se ha reportado que dichas actividades están siendo facilitadas por la construcción de carreteras, especialmente en el lado de Colombia. Algunas áreas de la región, como el caso de cerro Tetari, permanecen en buen estado de conservación y con sus ecosistemas originales casi intactos. Hay casos, como cerro Pintado, donde sólo se cuenta con remanentes de bosques en las laderas de la montaña [4,7,8,9,10].

Conservación En Colombia su distribución abarca varias áreas protegidas, aunque se ha argumentado que estas figuras de protección no han sido del todo efectivas. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [11]. El Parque Nacional Sierra de Perijá protege la mayor parte de la distribución de la especie en Venezuela, aunque la efectividad de esta medida no es muy alta debido a su inaccesibilidad, falta de presupuesto y de personal, además de la presencia de grupos irregulares. La especie también ha sido reportada en la Zona Protectora San Rafael de Guasare, una figura de protección menos rígida y controlada que el parque nacional. Es necesario ampliar la información existente mediante estudios de campo que abarquen otras aves de la sierra de Perijá, una de las regiones prioritarias para la conservación de aves amenazadas del país, donde se reporta el mayor número de especies vulnerables y que está clasificada como Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [8,9]. Con base en estos estudios se recomienda proponer medidas de manejo y conservación. Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] BirdLife 2000. [3] Restall et al. 2007. [4] Renjifo et al. 2002. [5] Hilty 2003. [6] Hilty & Brown 1986. [7] IUCN 2007. [8] Rodríguez et al. 2004a. [9] Freile & Santander 2005. [10] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [11] Venezuela 1996a. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino Ilustración: Robin Restall

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Cotarita de costados castaños Laterallus levraudi Sclater & Salvin 1868 Aves Gruiformes Rallidae

En Peligro C2a(ii)

Descripción: Rálido de tamaño pequeño que mide entre 16 y 17 cm de longitud. Esta especie tiene una coloración dorsal pardo oliva oscura, y castaño rojiza en la cara, cuello, pecho y costados. Su vientre es blanco en su porción delantera, y rojizo hacia la cola, aunque la cola es más oscura y con el patrón pardo superior y rojizo inferior. Es muy parecida a Laterallus melanophaius, pero sin las barras negro y blanco en los costados. Su pico es corto, de color verdoso mate, y sus patas son amarillentas. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Se distribuye a lo largo de la vertiente Caribe venezolana en los estados Miranda, Vargas, Aragua, Carabobo, Falcón, Yaracuy y Lara, y un sólo registro para Barinas. Existen reportes aislados en pantanos, lagunas, áreas inundadas y ocasionalmente en herbazales. Se ha considerado errado un reporte de esta especie en Paraíba, Brasil [1,2,3]. Nombres comunes: Cotarita de costados castaños Rusty-flanked crake

Situación Se conoce poco acerca de la especie. Es considerada, históricamente, común en algunas localidades, pero declinando en la actualidad. Entre 1946 y 1995, sólo había sido observada en Taguaiguai (Aragua), y en los parques nacionales Yacambú (Lara) y Morrocoy (Falcón), sin embargo, entre 1995 y 1996, se identificaron siete nuevas localidades en el este de Falcón y el oeste de Carabobo, y fue reportada en Barinas para 1998. En dichas localidades se observaron pocos individuos, y se estimó una población de 35 a 94 parejas. Se ha sugerido que la población total no supera los 250 individuos, pero dicha cifra podría ser subestimada, ya que las poblaciones parecieran estar creciendo debido a deforestaciones en los pantanos del río Yaracuy, lo que probablemente ha permitido la expansión de la especie hacia los llanos; de ahí su aparición en Barinas [1,2,4]. En el ámbito global la especie es clasificada En Peligro [2,5].

Amenazas Las principales amenazas para su sobrevivencia son la contaminación por desechos industriales y pesticidas, y el deterioro y secado de los humedales que frecuenta. La supuesta intolerancia a cambios de hábitat debe ser mejor documentada. Un ejemplo drástico es el lago de Valencia (Carabobo), el cual está severamente afectado por contaminación industrial. La disminución del nivel de agua hacia mediados de los años ochenta en la laguna de Taguaiguai (Aragua), es considerada la causa por la cual no ha vuelto a observarse en esta localidad. Así mismo, la deforestación ha afectado los márgenes de la Represa de Canoabo (Carabobo). Los planes para incrementar el nivel de agua de la laguna de Guataparo (Carabobo) contemplaría la inundación de parte del hábitat de esta especie, aunque por tratarse de un ave acuática podría no tener un impacto mayor. Por ejemplo, el pantano de San Pablo, área que originalmente era un riachuelo, fue transformado para la construcción de un dique en el río Yaracuy, y en la actualidad es posible encontrar a la especie en esa localidad. La expansión incontrolada del turismo podría representar una amenaza adicional en el Parque Nacional Morrocoy y en el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare [1,2].

Conservación No cuenta con medidas de conservación específicas. Algunas áreas protegidas incluyen parte del hábitat de la especie, como es el caso de los parques nacionales Yacambú y Morrocoy, y el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare. Considerando su aparente gran movilidad, se recomienda evaluar las localidades donde ha sido reportada para confirmar su presencia y determinar su distribución actual, así como la calidad de su hábitat. Su sobrevivencia depende del buen manejo de los humedales grandes, tales como la laguna de Guataparo, las represas de Tacarigua y Canoabo, y el pantano de San Pablo. Los resultados de investigaciones básicas futuras deberían ser utilizados para sentar las bases de medidas de conservación específicas [2].

Referencias: [1] Collar et al. 1992. [2] BirdLife 2000. [3] Hilty 2003. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] IUCN 2007. Autores: David Ascanio, Christopher J. Sharpe Ilustración: Guy Tudor

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Polla de Wetmore Rallus wetmorei Zimmer & Phelps 1944 Aves Gruiformes Rallidae

En Peligro B1ab(i,ii,iii,iv); C2a(i)

Descripción: Rálido de tamaño mediano que mide hasta 33 cm de longitud. Es una especie de coloración discreta, que se identifica fácilmente por su barbilla blanca, el dorso pardo oliva claro y la parte ventral pardo rosácea, siendo más blanca hacia la cola. Sus laterales son de color gris pero no posee barras oscuras. El pico es más bien largo y ligeramente curvado [1,3]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, conocida únicamente de algunas lagunas salobres a lo largo de una pequeña extensión de la costa de los estados Falcón, Carabobo y Aragua. En Falcón se conoce de Tucacas, cerca de Chichiriviche, y del Refugio de Fauna Silvestre de Cuare. En Carabobo se han colectado 6 individuos provenientes de Puerto Cabello, Borburata y Patanemo. En el estado Aragua sólo se conoce de la localidad tipo, La ciénaga, y en cercanías de Playa de Cata, aunque esta última localidad requiere ser confirmada [1,2]. Se estima que su distribución actual podría ser bastante menor que la original. Habita en manglares, especialmente donde hay pequeñas áreas abiertas y pantanosas [3]. Nombres comunes: Polla de Wetmore, Polla de mangle negro Plain-flanked rail

Situación En Venezuela se le considera una de las cuatro aves con mayor prioridad para la conservación [4]. Con base en las colecciones originales, se especula que la especie pudo haber sido localmente abundante [5]. En la actualidad se presume que sus poblaciones se encuentran decreciendo, y llama la atención que desde 1944 no se ha observado de nuevo en su localidad tipo. Tampoco ha sido avistada después de una década de constantes estudios ornitológicos, y se considera que podría estar extinta en los alrededores de Puerto Cabello [2]. Aunque tiene poblaciones pequeñas (más de 20 parejas en Morrocoy y superior a 15 parejas en Patanemo) aún es relativamente fácil de observar en algunas localidades. No obstante su clasificación en una categoría alta de amenaza, y a pesar de enfrentar una situación grave que amerita acciones urgentes, su estado actual de conservación es poco conocido [2,6]. Es probable que esté seriamente amenazada, pero la falta de estudios y de información impiden tener una visión clara al respecto. A escala global la especie es clasificada En Peligro [6,7].

Amenazas Se ha planteado que las causas de la declinación de la especie están relacionadas con actividades humanas, principalmente con los desarrollos turísticos en la costa de Venezuela, la destrucción de los manglares y la expansión de industrias, incluyendo petroquímicas [5]. La construcción de la refinería de El Palito y la edificación del puerto en Puerto Cabello, redujo y fragmentó sus poblaciones. En el caso del Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, la disminución se atribuye tanto a las causas señaladas, como a la expansión de poblados, construcción de carreteras, y contaminación por pesticidas y mercurio [2]. Varias de las localidades donde se reporta a la especie son parte de los principales focos turísticos de las mayores zonas urbanas del país.

Conservación En Venezuela esta especie no cuenta con medidas de conservación específicas. Aunque está presente en el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, uno de los cinco sitios Ramsar de Venezuela, debido a las presiones que esta área protegida enfrenta, no se garantiza la sobrevivencia de las comunidades de fauna allí presentes. Es probable que también se encuentre en el Parque Nacional Morrocoy y en la laguna de Turiamo del Parque Nacional Henri Pittier. Es necesario establecer la distribución actual de la especie, para lo cual se deben iniciar estudios en las zonas donde ha sido registrada, con énfasis en áreas protegidas. Se deben reforzar los planes de manejo y conservación del Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, y establecer controles y normas precisas para los desarrollos turísticos propuestos en la Playa de Cata [5].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Collar et al. 1992. [3] Hilty 2003. [4] Rodríguez et al. 2004a. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] BirdLife 2000. [7] IUCN 2007. Autores: David Ascanio, Miguel Lentino, Christopher J. Sharpe Ilustración: Guy Tudor

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Paloma isleña Patagioenas squamosa Aves Columbiformes Columbidae

Bonnaterre 1792

Vulnerable D2

Descripción: Es la paloma insular de mayor tamaño, que alcanza desde 32 hasta 41 cm de largo. La cabeza, cuello y parte superior del pecho son de color gris oscuro azuloso. La parte posterior del cuello, lomo y coberteras alares son de color pardo vinoso oscuro con iridiscencias metálicas. Su pico es amarillo claro con base rojiza, y el ojo y área orbital son de color rojo conspicuo [1,2]. Es de hábitos solitarios aunque frecuenta pequeños grupos. Se alimenta de semillas y caracoles. Anida en las grietas de las rocas y usualmente la puesta es de dos huevos. Distribución: Especie restringida a las islas del Caribe. Se encuentra presente en las Antillas Mayores (Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico, Jamaica), ocasionalmente en la península de Florida y áreas cercanas en los Estados Unidos, las Antillas Menores (excepto Anguila, San Bartolomé y Desirade), las Antillas Holandesas (Curazao, Bonaire y anteriormente en Aruba), y en Venezuela en los archipiélagos Los Frailes y Los Testigos, aunque algunos autores estiman su posible presencia en otras islas venezolanas, al menos irregularmente. Habita en bosques, tierras bajas y áreas urbanas [1,3,4]. La especie fue denominada antes como Columba squamosa, pero recientemente fue reclasificada como Patagioenas squamosa [2,4]. Nombres comunes: Paloma isleña Scaly-naped pigeon

Situación La especie posee una distribución extremadamente restringida en Venezuela. Las islas donde está presente son de escasa superficie. El archipiélago Los Frailes, pequeño, árido y deshabitado, está ubicado muy cerca de la isla de Margarita (a 13 kilómetros de distancia), y lo conforman 10 pequeños islotes, siendo el de mayor tamaño Fraile Grande o Puerto Real, el cual tiene una longitud máxima de 2.200 m y ocupa una superficie de apenas 0,75 km². El archipiélago Los Testigos, ubicado más al noreste, y formado por 16 islotes que suman una superficie de 5 km2, poseía una población de pescadores menor a 200 personas para el año 2001. Ambos archipiélagos poseen poca cobertura vegetal, especialmente Los Frailes, mientras Los Testigos sólo cuenta con pequeños bosques. Aunque el tamaño poblacional de la especie es desconocido, se estima que en ambas localidades es poco abundante. Los lugareños de Los Testigos reportan que la población local ha disminuido. Resulta paradójico que a pesar de su localización en Los Frailes y Los Testigos, no se encuentre en otras áreas cercanas como la isla de Margarita. La extensión total en toda su área de distribución en el Caribe se estima en 410.000 km², aunque algunos autores la describen como una especie poco común en al menos parte de ésta [5,6]. A escala global no se le considera amenazada y se le clasifica en Preocupación Menor, incluso ha sido reportada como abundante en varias de las islas del Caribe, y de gran valor cinegético, como es el caso en Puerto Rico [5]. No obstante, está reportada como Extinta o casi extinta en Aruba, y se le considera escasa en Curazao [2].

Amenazas No se han evaluado amenazas particulares sobre la especie, aun cuando su distribución, restringida en extremo en Venezuela, se constituye en una amenaza en sí misma debido a su alta vulnerabilidad ante cualquier acción que afecte su hábitat. De igual forma, cualquier presión de cacería podría amenazar seriamente a la especie en Venezuela. Sus hábitos de nidificación en agujeros y grietas de las rocas la hacen muy vulnerable a la fauna introducida (gatos, ratas), que si bien no se ha reportado para Los Testigos y Los Frailes, ya se han establecido en otras islas. Su extinción en Aruba podría haber estado relacionada con la cacería. Igualmente, se ha especulado que en otros tiempos pudo haber estado presente en Margarita, debido a la cercanía de esta isla a Los Frailes y a la gran similitud entre los hábitats de ambos territorios insulares. De confirmarse esta hipótesis, su ausencia actual podría atribuirse a una extinción por presión cinegética [7].

Conservación En Venezuela se establece su veda indefinida por la Ley de Protección a la Fauna Silvestre, medida que fue ratificada mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) [8,9]. Es prioritario evaluar las poblaciones de Los Testigos y Los Frailes, con énfasis en estimados sobre el tamaño poblacional, posibles amenazas y otros aspectos generales de su historia natural. Igualmente, sería oportuno conocer mejor la relación, valorización y uso de la especie por parte de los habitantes de Los Testigos.

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Restall et al. 2007. [3] Hilty 2003. [4] NatureServe 2005. [5] IUCN 2007. [6] Stotz et al. 1996. [7] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [8] Venezuela 1970. [9] Venezuela 1996a. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe Ilustración: Mercedes Madriz

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Cotorra cabeciamarilla Amazona barbadensis Gmelin 1788 Aves Psittaciformes Psittacidae

En Peligro C2a(ii)

Descripción: Psitácido de tamaño mediano que mide entre 33 y 36 cm. Se identifica fácilmente por el color amarillo en la parte superior de la cabeza, garganta y cuello, con un poco de blanco en la frente. Los ojos son rojos o anaranjados y el pico blanquecino. El cuerpo es verde brillante. El borde negro de sus plumas le da un aspecto escamado. La cola es corta. En vuelo, lo más notorio aparte de la cabeza, es el ala con hombro amarillo, parche rojo y extremo azul [1,2]. Distribución: Especie casi endémica de Venezuela. Se encuentra restringida a unas pocas localidades aisladas en las zonas áridas del norte del país, en Lara (Saroche, Carora), Falcón (Dabajuro, Casigua, Paraguaná), Anzoátegui (alrededores de Píritu y Barcelona) y Sucre (península de Araya), así como en tres islas del Caribe, La Blanquilla, Margarita y Bonaire. Su distribución anterior posiblemente incluía Curazao y Aruba, pero en esta última se extinguió alrededor de 1950. Es la única especie del género adaptada exclusivamente a zonas áridas [1,2,3,4]. Nombres comunes: Cotorra cabeciamarilla, Cotorra margariteña, Cota, Loro de hombros amarillos Yellow-shouldered parrot

Situación Se considera una de las especies de aves más amenazadas y con alta prioridad de conservación en Venezuela [5]. Esta especie es fuertemente comercializada, su hábitat se encuentra muy amenazado, su distribución se ha reducido significativamente, y su tamaño poblacional total ha sido estimado en 5.000 individuos, aunque es probable que sea un poco mayor [3,6,7,8]. Cuatro de sus poblaciones se pueden calificar En Peligro (Lara, Falcón, Píritu, y la del oeste de Margarita), tres En Peligro Crítico (La Blanquilla, Araya, Bonaire), y entre dos y cuatro la reportan como Extinta (Aruba, Paraguaná, este de Margarita y probablemente Curazao). Específicamente para Venezuela, la población de Paraguaná está Probablemente Extinta, ya que observaciones a finales de los años ochenta indican individuos aislados y un máximo de 5 ejemplares juntos. El caso más alarmante es el de la isla La Blanquilla, donde a principios del siglo XX era “sorprendentemente abundante”, y cuya población actual se estima en alrededor de 120 individuos [1,9]. Las poblaciones de las islas Margarita y La Blanquilla han sido bastante estudiadas [10,11,12,13,14,15]. En la isla de Margarita los esfuerzos conservacionistas han aumentado la población de 650 a 750 individuos en 1989, a cerca de 2.400 individuos en 2004. No se cuenta con estimados poblacionales para las otras localidades [16,17]. Un análisis cuantitativo reciente sugiere que en la ausencia de conversión de hábitat (escenario optimista), su probabilidad de persistencia en los próximos 100 años está en el orden del 10% [9]. En Bonaire se calcula que habitan de 400 a 450 individuos. Aunque en 1992 se le reportó en la categoría Insuficientemente Conocida, actualmente se le considera Vulnerable o En Peligro según la fuente [3,18,19,20].

Amenazas Su principal amenaza a escala nacional e internacional es la captura y la comercialización de pichones para su uso como mascotas. A esto le sigue la destrucción de las zonas de reproducción y alimentación, y en menor grado, su cacería por considerarse plaga de cultivos. Adicionalmente, en La Blanquilla podrían existir problemas por la introducción de especies exóticas (gatos) [10]. En la isla de Margarita la minería de arena a cielo abierto en las quebradas de la península de Macanao ha afectado en forma grave tanto las áreas de reproducción y alimentación como los dormideros de la especie. Dicha presión no está siendo regulada adecuadamente por los entes oficiales y no hay indicios de que vaya a disminuir en el futuro próximo.

Conservación En el ámbito internacional se encuentra incluida en el Anexo II del Protocolo SPAW y en el Apéndice I del CITES [21,22]. En Venezuela se establece su veda indefinida desde 1970, medida que es ratificada mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96). También cuenta con un Decreto Regional específico para su conservación en el estado Nueva Esparta [23,24,25,26]. Por su parte, los parques nacionales Laguna de La Restinga (Nueva Esparta), Juan Crisóstomo Falcón (Falcón) y Cerro Saroche (Lara), protegen parte de la distribución de la especie. En la isla de Margarita, organizaciones privadas nacionales e internacionales, el Gobierno nacional y regional y los propietarios de tierras coordinados por Provita, han establecido una exitosa alianza educativa que utiliza a la especie como emblema para la exaltación del orgullo regional. Simultáneamente, se desarrolla un programa de manejo e investigación en tierras privadas del Hato San Francisco, apoyado con actividades de guardería ambiental. Se ha logrado el mantenimiento en cautiverio de cotorras decomisadas y su reintroducción exitosa a la vida silvestre en Margarita y La Blanquilla [14]. Es prioritario evaluar la situación poblacional de la especie en las zonas continentales, así como definir su estatus taxonómico mediante el estudio de distancias genéticas, morfológicas y de comportamiento (IUCN). En la isla de Margarita es urgente la declaración de un área protegida en las zonas altas y bajas de la península de Macanao. Se recomienda la continuación y el fortalecimiento de los planes de conservación que se desarrollan en Margarita y La Blanquilla, así como su ampliación a otras áreas de distribución. Los objetivos de recuperación poblacional, manejo, guardería y reintroducción de la especie deben permanecer vigentes y ser apoyados en campañas de educación ambiental efectivas [27]. Referencias: [1] Forshaw 2006. [2] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [3] BirdLife 2000. [4] Hilty 2003. [5] Rodríguez et al. 2004a. [6] Lambert et al. 1992. [7] Rodríguez & Rojas-Suárez 1994. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [9] Rodríguez et al. 2004b. [10] Rojas-Suárez 1994a. [11] Rojas-Suárez 1994b. [12] Silvius 1997. [13] Sanz & Rojas-Suárez 1997. [14] Sanz & Grajal 1998a. [15] Sanz & Grajal 1998b. [16] Sanz et al. 2003. [17] Sanz & Rodríguez-Ferraro 2006. [18] Collar et al. 1992. [19] Desenne & Strahl 1994. [20] IUCN 2007. [21] SPAW 1991. [22] CITES 2006. [23] Venezuela 1970. [24] Gobernación del estado Nueva Esparta 1990. [25] Venezuela 1996a. [26] Venezuela 1996b. [27] Snyder et al. 2000. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Jon Paul Rodríguez Ilustración: E. Sensitiva Quintero

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Guacamaya verde Ara militaris Linnaeus 1766 Aves Psittaciformes Psittacidae

En Peligro C2a(ii)

Descripción: Guacamaya muy llamativa de gran tamaño que mide entre 70 y 85 cm. Su coloración es verde oscura, con una diadema escarlata. Parte de la cara está desprovista de plumas con listas finas pardas y rojas. Las alas tienen el extremo azul, al igual que la cola, la cual es larga y puntiaguda con parche rojo hacia la mitad. Frecuentemente se le ve en solitario, en pareja o formando bandadas numerosas [1,2]. Distribución: Se le localiza en las regiones tropicales y subtropicales desde el norte de México hasta Suramérica. Posee una distribución altamente fragmentada y con poblaciones pequeñas representadas por tres subespecies. Ara militaris mexicana en México, Ara militaris boliviana restringida al sur de Bolivia y norte de Argentina, y una tercera raza, Ara militaris militaris, cuya distribución es más extendida pero con tres parches aislados, uno al norte de Venezuela, otro en la sierra de Perijá entre Venezuela y Colombia hasta el norte de Ecuador, y el tercero con una población aislada al norte de Perú. En Venezuela se le reporta para los estados Aragua, Vargas, Miranda, Guárico, Zulia (sierra de Perijá) y es probable su presencia en Cojedes. Habita principalmente en bosques deciduos, riparinos y estacionalmente en bosques húmedos y zonas semiáridas [1,2,3,4,5,6]. Nombres comunes: Guacamaya verde, Guacamaya militar Military macaw

Situación Es la guacamaya más amenazada en Venezuela. Su distribución actual probablemente sea un relicto de la pasada, y se estima que sus tamaños poblacionales han decrecido drásticamente. Resalta su distribución localizada, irregular y con poblaciones pequeñas. Se ha estimado una población total de 5.000 a 10.000 individuos para toda su área de distribución, siendo bastante probable que las poblaciones más pequeñas se encuentren en Venezuela [6,7]. En el ámbito global se le reporta como Vulnerable [8,9]. En Colombia es clasificada como Vulnerable, con extinciones locales en Medellín [10]. En Ecuador se le considera En Peligro y es reportada sólo para cinco localidades aisladas entre sí [11]. En Perú se le clasifica en situación Indeterminada [12]. En México se le reporta En Peligro y con varias extinciones locales. En Guatemala y Argentina se le considera Extinta ya que no existen reportes desde 1991 [13,14].

Amenazas Combinado con la pérdida acelerada de su hábitat, el comercio ilegal de aves para mascota amenaza a la gran mayoría de las guacamayas. El número de especies amenazadas es más alto para los psitácidos que para cualquier otra familia de aves, puesto que de más de 300 especies, 57 se encuentran listadas en alguno de los Apéndices de la Convención Internacional de Comercio de Especies de Flora y Fauna Silvestres en Peligro (CITES). Si bien en Venezuela es poco solicitada y su cautiverio es menos frecuente que el de otras guacamayas, se conoce con certeza que es comercializada regularmente para el tráfico local y nacional de mascotas, siendo esto particularmente alarmante tanto en la región central como en la sierra de Perijá. Su hábitat puede considerarse en grave peligro, puesto que está siendo deforestado e intervenido sustancialmente. Las amenazas de tráfico y de deterioro y destrucción de hábitat, ocurren incluso dentro de áreas protegidas. Estas amenazas se repiten para los otros países, siendo Bolivia el país que aporta mayor número de ejemplares al tráfico internacional [8,15].

Conservación A escala internacional se encuentra incluida en el Apéndice I del CITES [16]. En Venezuela ha sido declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [17]. Algunas poblaciones están protegidas por los parques nacionales Guatopo, Sierra La Culata y Sierra de Perijá. También se encuentra presente en pequeñas localidades de los parques nacionales El Ávila y Henri Pittier, donde su presencia es casual y esporádica. Ha sido reproducida con éxito en el Zoológico Gustavo Rivera de Falcón. Se requiere profundizar las investigaciones sobre su situación actual, realizar censos de los tamaños poblacionales de la especie y evaluar el impacto ocasionado en las poblaciones silvestres por la extracción ilegal. Se recomienda además la realización de estudios de las relaciones taxonómicas existentes entre las diversas poblaciones [15].

Referencias: [1] Forshaw 2006. [2] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [3] Hilty & Brown 1986. [4] Desenne & Strahl 1994. [5] Hilty 2003. [6] Hilty & Brown 1986. [7] Lambert et al. 1992. [8] BirdLife 2000. [9] IUCN 2007. [10] Renjifo et al. 2002. [11] Granizo et al. 2002. [12] Pulido 1991. [13] Snyder et al. 2000. [14] Bertonatti & González 1993. [15] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [16] CITES 2006. [17] Venezuela 1996b. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe Ilustración: Robin Restall

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Perico multicolor Hapalopsittaca amazonina Des Murs 1845 Aves Psittaciformes Psittacidae

En Peligro C2a(ii)

Descripción: Perico de tamaño mediano que mide 24 cm. Se distingue por el rojo parduzco de la parte frontal de la cara y la coronilla rojiza, con el vientre más pálido. El pico es azul grisáceo. Los ojos son de marrón rojizo a amarillo verdoso. El resto de su plumaje en el dorso y pecho es de coloración verde oscuro, con los hombros rojos y el doblez de las alas de color azul. Vuela muy alto en el dosel del bosque, en bandadas que van de 5 a 30 individuos [1,2,3,4]. Distribución: Especie endémica de los Andes representada por tres subespecies aisladas. Una subespecie, Hapalopsittaca amazonina velezi, que se distribuye a través de la cordillera Central en Colombia y al norte de Ecuador. La segunda subespecie, Hapalopsittaca amazonina amazonina, se encuentra principalmente en Colombia, desde el norte de Cundinamarca hasta el norte de Santander, y en forma marginal en Venezuela, en el extremo suroeste de Táchira, específicamente en El Tamá. Una tercera, Hapalopsittaca amazonina theresae, es endémica de Venezuela y está confinada a la cordillera de Mérida, que abarca el estado Mérida y el norte del estado Táchira. Habita bosques húmedos y pluviales de abundantes plantas epifitas, entre los 2.300 y 3.000 m de altitud [1,2,3,4,5,6]. Nombres comunes: Perico multicolor, Perico multicolor del Tamá, Perico multicolor de Venezuela Rusty-faced parrot

Situación Es probable que se trate de uno de los géneros de psitácidos más amenazados del neotrópico. Las dos subespecies presentes en Venezuela son muy poco conocidas, y se les considera como escasas, de distribución localizada y especialmente sensibles al deterioro ambiental. A escala internacional a la especie se le clasifica En Peligro, y se estima una población total menor a 1.000 individuos y en disminución [2,3,7,8,9]. La IUCN la reporta en situación Vulnerable [10]. En Colombia se le considera Vulnerable por tener una distribución relativamente grande [11]. En Ecuador se le clasifica En Peligro Crítico, y sólo se cuenta con un reporte en una zona afectada por deforestación [12].

Amenazas El deterioro y la destrucción del hábitat afectan en forma alarmante a toda la especie, pero muy especialmente a la subespecie endémica de Venezuela, inclusive dentro de los parques nacionales Sierra Nevada y El Tamá. En la cordillera de Mérida la pérdida de hábitat se debe principalmente a la agricultura y a la ganadería de altura, bastante generalizada en la región. El Tamá es una de las áreas más amenazadas del país, incluso dentro del parque nacional, donde existen sectores destinados a cafetales y a otros cultivos, además de la ganadería, que en conjunto afectan casi 17% de la superficie total del parque. Adicionalmente, son numerosos los incendios forestales, y existen otros problemas asociados a su ubicación fronteriza, incluyendo invasiones, contrabando, ciudadanos indocumentados, narcotráfico y guerrilla [4,6,7,8,13]. Prácticamente no existen registros fiables de mantenimiento en cautiverio, al cual esta especie parece ser poco tolerante, por lo que su captura para mascota no constituye, en principio, una amenaza [2,3,8,14].

Conservación En Venezuela ha sido declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [15]. Las localidades de la especie en Venezuela coinciden con algunas de las áreas andinas en mayor peligro y de mayor importancia biológica por la presencia de especies endémicas y amenazadas, y que están consideradas entre las Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [13]. Los parques nacionales Guaramacal, Sierra Nevada, Páramos El Batallón y La Negra, El Tamá y probablemente otros parques andinos, abarcan la distribución de ambas subespecies, sin embargo, no constituyen un lugar seguro por las amenazas que enfrentan. Es necesario realizar investigaciones acerca de la distribución, ecología y situación actual de las dos subespecies presentes en Venezuela, además de implementar acciones de manejo y conservación. Se debe evaluar si el sistema actual de áreas protegidas es adecuado para asegurar su sobrevivencia, considerándose el estado actual de los bosques en estas zonas. Con base en los resultados de estas investigaciones, se debería evaluar la posibilidad de establecer áreas protegidas adicionales. La alternativa de cría en cautiverio no parece ser una opción viable, aunque sería interesante realizar ensayos para conocer su adaptación al cautiverio [2,3,14,16].

Referencias: [1] Forshaw 2006. [2] Collar et al. 1992. [3] Lambert et al. 1992. [4] Restall et al. 2007. [5] Hilty 2003. [6] Snyder et al. 2000. [7] Hilty & Brown 1986. [8] Desenne & Strahl 1994. [9] BirdLife 2000. [10] IUCN 2007. [11] Renjifo et al. 2002. [12] Granizo et al. 2002. [13] Freile & Santander 2005. [14] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [15] Venezuela 1996b. [16] Ridgely 1981. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe, David Ascanio Ilustración: E. Sensitiva Quintero

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Perico cabecidorado Pionopsitta pyrilia Bonaparte 1853 Aves Psittaciformes Psittacidae

Vulnerable C2a(ii)

Descripción: Perico llamativo de tamaño mediano cuya longitud oscila entre 22 y 25 cm. La coloración general del cuerpo es verde con las partes inferiores más pálidas, en fuerte contraste con su cabeza, cuello y hombros de color amarillo encendido y base de las plumas anaranjadas. El cuello y pecho son olivo amarillento. El anillo ocular es prominente y de color amarillo pálido. El doblez de las alas, axilas y coberteras subalares son de color rojo [1,2,3,4]. Distribución: Se distribuye en Centro y Suramérica, específicamente en Colombia y Venezuela con una pequeña extensión en Panamá y norte del Ecuador. Está presente desde el Darién, al este de Panamá, a través del norte de Colombia hasta el este de los Andes de Santander. En Ecuador ha sido reportada en el noroccidente del país. En Venezuela se localiza en la región andina de los estados Táchira, Mérida, Barinas y Lara, así como en sierra de Perijá en el estado Zulia. Habita selvas nubladas y pluviales entre 150 y 1.650 m de altitud, con reportes poco frecuentes hasta 2.700 m, posiblemente asociados a movimientos migratorios [1,2,3,4,5,6,7]. Se encuentra asociada a bosques húmedos, subandinos y andinos, frecuentemente nublados, aunque se le ha reportado en áreas intervenidas y taladas. Recientemente se ha sugerido cambiar a la especie al antiguo género Gypopsitta [4]. Nombres comunes: Perico cabecidorado, Cotorra cabeciamarilla, Loro cabecigualdo, Casanga cabeciamarilla Saffron-headed parrot

Situación Es una especie escasa, localizada, y que ha perdido parte de su área de distribución. En Venezuela su distribución y abundancia son aún menores que en Colombia, y algunas poblaciones podrían estar decreciendo, aunque en la sierra de Perijá la especie es común y abundante. A escala internacional es clasificada por algunos autores como Vulnerable y en disminución, y se estima que la población total es menor a 10.000 individuos, mientras que la IUCN la coloca en condición Casi Amenazada [6,8,9,10,11,12]. En Colombia existen reportes que la consideraban abundante hacia finales de los años sesenta, pero actualmente es mencionada como poco abundante en la mayor parte de su distribución, habiendo desaparecido en las cercanías a Medellín; no obstante, en algunas localidades todavía podría ser común [8]. En Panamá su presencia es ocasional o está en franco retroceso, siendo conocida sólo por 2 especímenes colectados en 1915 [1]. En Ecuador aparentemente es migratoria y se le clasifica En Peligro; no obstante, algunos investigadores consideran errado incluir a Ecuador entre los países de distribución de la especie, debido a que sólo se cuenta con un registro dudoso para el Parque Nacional Cotacachi-Cayapas [6].

Amenazas Su hábitat se encuentra amenazado y bajo presión constante. Se considera que su disminución poblacional está relacionada con la destrucción de los bosques andinos, siendo probable que la especie no tolere modificaciones mayores a sus ambientes naturales. En Colombia, las principales causas de la fuerte conversión ambiental de sus hábitats son la ganadería, los cultivos de banano, arroz y coca. Los principales sitios afectados son el valle del Magdalena y la serranía de San Lucas [8]. Es poco frecuente su captura como mascota debido a los altos índices de mortalidad, lo cual se atribuye a su poca resistencia al cautiverio. Sin embargo, se dispone de algunos reportes de cautiverio tanto en Colombia como en Venezuela, y se sabe que se trata de una especie bastante solicitada por coleccionistas especializados [13].

Conservación A escala internacional está señalada en el Apéndice II del CITES [14]. En Venezuela gran parte de su distribución se encuentra incluida en las áreas protegidas andinas, aunque no se han tomado medidas específicas para su conservación. Se requiere aumentar el conocimiento sobre la especie, especialmente en cuanto a su biología, distribución, abundancia, migraciones y principales amenazas. Aunque ya existen datos sobre su mantenimiento y cría en cautiverio, se considera una alternativa de conservación de menor importancia. Se estima que la prioridad debe ser su conservación en vida silvestre, asociándola a la protección de los bosques andinos que habita, bastante amenazados y diversos [13].

Referencias: [1] Forshaw 2006. [2] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [3] Hilty & Brown 1986. [4] Restall et al. 2007. [5] Snyder et al. 2000. [6] Granizo et al. 2002. [7] Hilty 2003. [8] Renjifo et al. 2002. [9] BirdLife International 2004. [10] Lambert et al. 1992. [11] BirdLife 2000. [12] IUCN 2007. [13] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [14] CITES 2006. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino, David Ascanio Ilustración: E. Sensitiva Quintero

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Colibrí coludo de Caripe Aglaiocercus berlepschi Hartert 1898 Aves Apodiformes Trochilidae

En Peligro B1ab(i,ii,iii,iv)

Descripción: Colibrí bastante atractivo de tamaño mediano, que mide entre 18 y 20 cm de largo, siendo el macho de mayor talla y más vistoso. Un rasgo llamativo que le caracteriza es la cola larga, la cual llega a medir 10 cm, con forma acanalada y horquillada y de intenso color azul violeta con matices verdes en la punta. La cabeza está coronada en la frente por una mancha de brillante color verde claro y la barbilla es de azul violeta relumbrante. El resto del cuerpo presenta diversos matices de verdes bronceados. La hembra es de menor tamaño, de cola corta, con el vientre blanco y el resto del plumaje de colores pálidos [1,2,3]. Distribución: Recientemente fue reclasificada como una especie endémica para Venezuela. Se distribuye en zonas montañosas del oeste y el centro del estado Sucre (serranía del Turimiquire) desde el cerro Turimiquire hasta el cerro Papelón, entre 1.450 y 1.800 m de altitud, y al norte del estado Monagas, en cerro Negro. Algunos investigadores sugieren que su presencia en la península de Paria aún debe ser confirmada, ya que los reportes podrían ser erróneos. Habita en los bordes de bosques húmedos, en bosques secundarios y plantaciones de café [1,2,3]. Hace poco fue elevada a la categoría de especie, separándola de Aglaiocercus kingi, la cual es de amplia distribución andina y no se reporta como amenazada a escala global [3,4,5]. Nombres comunes: Colibrí coludo de Caripe, Colibrí coludo venezolano Caripe long-tailed sylph, Venezuelan sylph

Situación Tiene una distribución muy restringida y amenazada, calculada en cerca de 3.000 km2, lo cual la hace especialmente vulnerable a la pérdida y al deterioro del hábitat. De hecho, se sabe con certeza que la deforestación ya ha disminuido la extensión y calidad de su área de vida. En el pasado esta especie fue bastante común en cerro Negro, donde se cuenta con numerosas observaciones y varios ejemplares colectados, pero en la actualidad no existen datos publicados que indiquen su tamaño o variaciones poblacionales. Aunque a escala global se establece su clasificación En Peligro, todavía es localmente común y es frecuente su presencia en áreas intervenidas, tal como sucede con otras especies del mismo género [1,3,5].

Amenazas Su principal amenaza es la deforestación dentro de su muy restringida área de distribución, en lo cual coincide con la situación de riesgo de otras especies de aves. Se considera que la región del Turimiquire es una de las áreas más amenazadas de Venezuela. En las zonas baja y media, la vegetación original ha sido sustituida por sabanas antrópicas y matorrales. La presión humana es severa incluso dentro las áreas protegidas, y en el Parque Nacional El Guácharo las prácticas agrícolas de los campesinos locales, que implican la destrucción del bosque, quemas repetidas y eliminación del sotobosque para cultivos de café, han reducido el bosque húmedo montano a sólo un pequeño porcentaje del original. La serranía del Turimiquire tiene una larga historia de impactos ambientales, principalmente con fines agrícolas, incendios e invasiones de tierra. Esta amenaza es aún mayor y de larga data en las partes altas de las cuencas, tradicionalmente áreas destinadas a la siembra del café, cultivo que para 1925 llegaba a 2.000 msnm. Esta información es alarmante, pero debe considerarse su posible exageración [3,6].

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES [7]. El macizo del Turimiquire conforma, junto con la península de Paria y la isla de Trinidad, uno de los centros suramericanos de mayor endemismo de aves. Es un área de alto endemismo en plantas, y está incluida en dos Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) clasificadas con prioridad crítica [6]. Aunque el área de distribución de la especie abarca el Parque Nacional El Guácharo, la Zona Protectora Macizo Montañoso del Turimiquire, que forma parte del AICA (Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves) Caripe-Paria, ninguna de estas figuras brinda una protección efectiva. Para lograr la conservación de ésta y otras especies en la zona, se debe reducir y regular la conversión de bosques en cultivos, particularmente dentro del parque, donde habría que evaluar la calidad del hábitat involucrando a las comunidades locales tanto en las actividades de investigación como en campañas de educación ambiental. Es importante realizar un análisis de viabilidad del hábitat, determinando su extensión y calidad en el cerro Turimiquire.

Referencias: [1] Schuchmann & Duffner 1993. [2] Schuchmann 1999. [3] Restall et al. 2007. [4] Hilty 2003. [5] IUCN 2007. [6] Freile & Santander 2005. [7] CITES 2006. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino Ilustración: John Gwynne / Aglaiocercus kingi (LC)

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Colibrí tijereta Hylonympha macrocerca Gould 1873 Aves Apodiformes Trochilidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Es el colibrí de mayor atractivo por su cola larga de unos 10 cm y su color llamativo. Mide 19 cm de largo, siendo el macho de mayor talla que la hembra. La cola es profundamente horquillada y de color morado oscuro negruzco. El plumaje del dorso es verde oscuro brillante, más oscuro hasta negro hacia la cabeza, y con una corona color morado-violeta brillante. La garganta es verde esmeralda resplandeciente y el vientre muy oscuro. El pico mide unos 3 cm, es negro y ligeramente curvado. En la hembra la cola es mucho más corta, la garganta es blanca y jaspeada de verde, y el vientre es rojizo castaño [1,2,3]. Distribución: Único representante del género Hylonympha y uno de los endemismos venezolanos de distribución más restringida. En 1873 fue descrito en Inglaterra con base en 62 ejemplares, muestra que fue producto del tráfico de pieles de aves, de origen y procedencia desconocida. Fue mucho más tarde, en 1947, cuando la especie fue localizada en la península de Paria, estado Sucre. Se reporta para los cerros Humo, El Olvido, Azul, Terrón de Azúcar y Patao, entre 500 y 1.200 m de altitud, donde habita en bosques nublados, cafetales descuidados y áreas abiertas donde abundan heliconias. Es raro localizarlo por debajo de 800 m [1,2,3]. Su distribución coincide con la de otras especies de aves endémicas en situación de riesgo como Myioborus pariae, Diglossa venezuelensis, Premnoplex tatei y Campylopterus ensipennis [3,4]. Nombres comunes: Colibrí tijereta, Colibrí cola de tijera Scissor-tailed hummingbird

Situación Requiere de atención especial por ser el único miembro de un género monotípico del cual no existen estudios detallados, y del que no se conoce con certeza si tolera modificaciones del hábitat, aunque se cuenta con reportes en desmontes pequeños [5]. Es considerada una de las aves prioritarias para la conservación, siendo probable que sus poblaciones hayan experimentado una disminución significativa en los últimos 50 años [6]. El único estimado poblacional que existe sugiere una densidad de 4 a 8 aves por hectárea, lo cual extrapolado para el cerro Patao arroja una población máxima de 1.000 individuos [7]. Algunos autores consideran su población como relativamente numerosa, pero vulnerable [3]. En el cerro El Humo y zonas aledañas es un ave frecuente y de fácil observación. A escala global es catalogada como Vulnerable por entidades internacionales, aunque su clasificación más adecuada posiblemente sea En Peligro [8,9].

Amenazas En general, la presión ejercida sobre la especie es baja. Sin embargo, la falta de medidas de protección adecuadas para el Parque Nacional Península de Paria y sus zonas aledañas, la presión por la tala existente y el establecimiento de conucos, son amenazas para su hábitat. Parte de la zona boscosa de la península ha sido destruida por los habitantes de la región con la tala, la quema y el desmonte de grandes extensiones para fines agrícolas. Se estima que en cerro El Humo existen 1.500 ha de hábitat adecuadas, siendo preocupante la facilidad de acceso a la zona y la presencia de poblados [4,5,10].

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES [11]. El Parque Nacional Península de Paria protege la casi totalidad del hábitat de la especie, y ha sido utilizada como emblema de este parque en campañas de sensibilización a las comunidades aledañas. La península de Paria, junto con el macizo del Turimiquire y la isla de Trinidad, es reconocida como uno de los centros suramericanos de endemismo de aves, y el Parque Nacional península de Paria está incluido como Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [4]. Es necesario reforzar los planes de manejo y guardería del parque. Así mismo, se recomienda la realización de censos poblacionales en toda su distribución, al igual que otras investigaciones que permitan mejorar el conocimiento sobre su historia natural. Estos estudios podrían llevarse a cabo simultáneamente con los de otras especies amenazadas del parque. De igual forma, se sugiere reanudar los esfuerzos en educación ambiental y explorar alternativas económicas para las comunidades vecinas, de forma que se reduzca el avance de la agricultura y la ganadería [5].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty 2003. [3] Restall et al. 2007. [4] Freile & Santander 2005. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] Rodríguez et al. 2004a. [7] Bond et al. 1989. [8] BirdLife 2000. [9] IUCN 2007. [10] Collar et al. 1992. [11] CITES 2006. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: Mercedes Madriz

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Colibrí de Perijá Metallura iracunda

Wetmore 1946

Aves Apodiformes Trochilidae

Vulnerable D2

Descripción: Colibrí considerado muy hermoso por el color de su plumaje. La cabeza es verde oscuro, y el resto del cuerpo es color negruzco lustrado con destellos dorados y cobrizo verdoso. La parte anterior de la corona es verde oscuro brillante. La garganta es verde esmeralda brillante con tonos malaquita, y el pecho y vientre son verde oliva negruzco. Su cola es medianamente larga, ancha, horquillada, y de intenso color rojo púrpura. Mide entre 10 y 11 cm de alto, siendo el macho de mayor talla. La hembra es más clara y de menor tamaño [1,2,3,4,5]. Distribución: Especie endémica de la sierra de Perijá en la frontera de Venezuela y Colombia. En Venezuela sólo es conocida en los cerros Pintado, Viruela, Tres Tetas y probablemente Sabana Rubia, de la sierra de Perijá, estado Zulia, además de la porción adyacente en Colombia. Ocupa una estrecha franja altitudinal desde 1.850 a 3.200 m de altitud en bosques enanos y áreas parcialmente abiertas con arbustos y vegetación baja, y herbazales de páramo [1,2,3,4,5]. Nombres comunes: Colibrí de Perijá, Metalura de Perijá, Metalura iracunda Perija metaltail

Situación En Venezuela es una especie muy poco conocida, escasa, de distribución restringida y localizada en Perijá, y se considera como posiblemente amenazada [2,5]. Estudios de su biología y ecología son casi inexistentes, pero se estima que podría ser especialista de hábitat, con una distribución muy restringida y con poblaciones en declive. La sierra de Perijá es considerada entre los ambientes más amenazados del norte de los Andes. Sin embargo, por su distribución altitudinal por encima de 2.000 m y posiblemente asociada a arbustales, tal vez no se encuentre amenazada. A escala global BirdLife la considera como Vulnerable, y más recientemente la IUCN la clasifica En Peligro [3,6]. En Colombia se reporta a la especie En Peligro debido a su distribución limitada y a la pérdida de hábitat [7].

Amenazas Aunque su área de distribución es señalada como muy amenazada, no se conoce con precisión la frecuencia, intensidad e impacto de dichas amenazas. Se considera que la destrucción y el deterioro ambiental en la sierra de Perijá podrían tener severas consecuencias sobre la especie, si bien el área es de difícil acceso por la presencia de grupos guerrilleros, principalmente del lado de Colombia. Entre las amenazas a su hábitat se incluyen los cultivos ilícitos, la colonización no controlada, la ganadería, y la minería asociada a la extracción de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. También se ha reportado que dichas actividades están siendo facilitadas por la construcción de carreteras, en especial en el lado colombiano. Algunas áreas de la región, como el caso de cerro Tetari, permanecen en buen estado de conservación y con sus ecosistemas originales casi intactos. En otros casos, como cerro Pintado, sólo se cuenta con remanentes de bosques en las laderas de la montaña [3,5,7,8].

Conservación Está incluida en el Apéndice II del CITES [9]. Su hábitat es parte de dos Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), entre las cuales el Parque Nacional Sierra de Perijá es considerado como el área de Venezuela con mayor número de especies vulnerables [8]. Gran parte de su hábitat se encuentra localizado en el Parque Nacional Sierra de Perijá, aunque la efectividad del resguardo que ofrece esta área protegida no es muy alta, debido a su inaccesibilidad, falta de presupuesto y personal, además de la presencia de grupos irregulares. La especie también se encuentra en la Zona Protectora San Rafael de Guasare, una figura de protección menos rígida y controlada que el parque nacional. En Colombia su hábitat no se encuentra protegido, aunque en fecha reciente se han iniciado estudios para su declaratoria como parque nacional [6]. Se recomienda realizar estudios poblacionales y sobre su historia natural, así como la evaluación del estado actual de su hábitat, preferiblemente utilizando series temporales de imágenes percibidas remotamente. También es importante mejorar el manejo y lograr la efectiva protección del Parque Nacional Sierra de Perijá, haciendo extensivas estas medidas hacia el territorio colombiano [3,10].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty & Brown 1986. [3] BirdLife 2000. [4] Hilty 2003. [5] Restall et al. 2007. [6] IUCN 2007. [7] Renjifo et al. 2002. [8] Freile & Santander 2005. [9] CITES 2006. [10] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino Ilustración: Guy Tudor / Metallura tyrianthina (LC)

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Carpintero gigante Campephilus pollens Bonaparte 1845 Aves Piciformes Picidae

Vulnerable D2

Descripción: Es el carpintero de mayor tamaño presente en Venezuela, que llega a medir de 34 a 37 cm de longitud. El macho ostenta una característica y conspicua cresta erizada color rojo brillante, que contrasta con el color negro del resto de la cabeza y el lomo, y con una línea blanca desde el pico y bajo el ojo que se extiende a los lados del cuello y forma una “V” en el lomo. Se distingue de otras especies de grandes pájaros carpinteros por el color blanco anteado en la parte posterior del lomo y la rabadilla, muy visible en vuelo. El pico es negro, recto y puntiagudo en forma de cincel, y sus ojos son de color amarillo. La hembra de la especie es bastante similar, pero se diferencia por el copete completamente negro [1,2,3,4,5]. Distribución: Especie natural de América del Sur. Posee una distribución global amplia a lo largo de los Andes desde Perú y Ecuador, hasta Colombia y Venezuela, que se calcula en aproximadamente 200.000 km2, aunque en parches. Venezuela es el límite norte de su distribución, reportándose sólo en el páramo El Tamá y río Chiquito, en el suroeste de Táchira, en bosques húmedos entre 1.800 y 2.250 m de altitud [1,2,3,4,5]. Aunque habita en niveles relativamente altos dentro del bosque, a menudo desciende a los bordes y claros o a las áreas despejadas en forma parcial o de crecimiento secundario. Nombres comunes: Carpintero gigante, Carpintero poderoso, Picamaderos poderoso, Pito grande de vientre canela Powerful woodpecker

Situación Dependiente de selvas nubladas y húmedas, la especie es señalada como muy local y asociada a zonas poco intervenidas. En Venezuela su situación es escasamente conocida y dudosa, caracterizada por una distribución en extremo restringida que justifica su clasificación como especie amenazada [3]. Es probable que su distribución haya disminuido considerablemente, debido a que las localidades donde ha sido reportada la especie en Venezuela están en una de las áreas andinas en mayor peligro. En las listas rojas globales no se considera una especie amenazada y se le clasifica bajo la categoría Preocupación Menor [6]. En Colombia es reportada como una especie escasa [3].

Amenazas Aunque se carece de información precisa, se presume que la destrucción del hábitat sería la principal amenaza que enfrenta la especie. La región de El Tamá está considerada como una de las más amenazadas del país, incluso al interior del parque nacional. Dentro del parque existen sectores dedicados a usos no compatibles con su condición de área protegida, como cafetales, otros cultivos y ganadería, que en conjunto afectan casi 17% de la superficie total del parque. Existen fuertes presiones para la ampliación de estas actividades, principalmente en las áreas boscosas de los sectores Nula, Cutufí y Burgua, del estado Apure. De igual forma, son numerosos los incendios forestales y existen otros problemas asociados a su ubicación fronteriza, como invasiones, contrabando, personas indocumentadas, narcotráfico y guerrilla. Por su dependencia del bosque y su distribución geográfica restringida, es especialmente susceptible a la tala y a la extracción de grandes árboles.

Conservación En Venezuela la mayor parte de su distribución actual está resguardada por el Parque Nacional El Tamá, ubicado entre los estados Apure y Táchira. Considerado uno de los parques andinos venezolanos en mayor peligro y de gran importancia biológica por la presencia de muchas especies endémicas y amenazadas, está calificado como un Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [4,5,7]. Se requiere la implementación de un programa de observación que incluya monitoreo, evaluaciones poblacionales y estudios sobre la situación del hábitat. Dicho programa podría abarcar a otras especies amenazadas reportadas para la zona, como Pauxi pauxi, Odontophorus columbianus, Pionopsitta pyrilia, Hapalopsittaca amazonina, Grallaria chthonia, Grallaricula cucullata, entre otras [7]. Con base en los resultados de estas investigaciones, se recomienda proponer medidas de conservación y manejo de los bosques de la región [3].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty 2003. [3] Hilty & Brown 1986. [4] Restall et al. 2007. [5] Freile & Santander 2005. [6] IUCN 2007. [7] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Christopher J. Sharpe, Franklin Rojas-Suárez Ilustración: John Gwynne

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Hormiguero pico de hoz Clytoctantes alixii Elliot 1870 Aves Passeriformes Formicariidae

En Peligro B1ab(i,ii,iii); C2a(ii)

Descripción: Se trata de un hormiguerito que mide 16 cm de longitud, miembro de un género claramente diferenciable de otros congéneres y que incluye pocas especies. Se caracteriza por el pico negro, fino, comprimido y extremadamente curvo. Es de color gris pizarra negro, y en garganta, pecho, alas y cola, más negro [1,2,3]. Distribución: Su distribución conocida está limitada a pocas y aisladas localidades en Colombia y Venezuela. En Colombia se encuentra al norte, en el oeste, centro y este de los Andes en Puerto Valdivia, serranía de San Lucas y Cesar, y el río Samaná. En Venezuela habita en el extremo noroeste del país, específicamente en el valle de río Negro en la sierra de Perijá [1,2,4,5]. Está asociada a selvas pluviales muy densas y arbustos en los bordes de bosques entre 180 y 1.000 m de altitud. Aunque la especie fue descrita con base en unos especímenes supuestamente colectados en Ecuador, no existe evidencia satisfactoria de la presencia de esta ave en dicho país [4]. Nombres comunes: Hormiguero pico de hoz Recurve-billed bushbird

Situación Se desconoce su situación con precisión. En Venezuela no se cuenta con suficiente información que permita deducir el tamaño poblacional de la especie, aunque se considera que es una pequeña fracción del estimado global calculado entre 1.000 a 2.500 individuos [6]. Desde 1965 no existían registros, hasta que en 1992, en Colombia, fueron colectados 4 individuos en El Tambor (Departamento de Santander). En el año 2004 fue observada en dos oportunidades, la primera en Colombia, en la localidad de Santa Rosa (Departamento de Bolívar), y la segunda en Venezuela, en bosques secundarios de la serranía de Lajas, en la sierra de Perijá. Se cree también que podría ser más abundante de lo estimado, y que los pocos registros se deben a lo inaccesible de su hábitat y al comportamiento esquivo del ave [2,4,7,8]. En el ámbito mundial es considerada En Peligro y con prioridad de acción urgente, clasificación que se aplica también para Colombia [6,7,8].

Amenazas Se conoce con certeza que una gran proporción de los ambientes utilizados por la especie han sido objeto de fuertes perturbaciones y se encuentran deforestados o muy intervenidos. Sin embargo, no se sabe cómo dichas actividades la afectarían, ya que es posible que su ecología esté vinculada a la existencia de ecotonos. En Colombia se estima que ha perdido 50% de su distribución en los últimos diez años. Las áreas protegidas donde está presente no poseen planes de control y vigilancia adecuados para frenar las prácticas agrícolas que en ellas ocurren. La intervención o transformación de los hábitats primarios no podría representar una amenaza importante para la especie, ya que observaciones recientes sugieren que es capaz de adaptarse a ambientes secundarios [4,6,8,9]. No obstante, esta amenaza no debe ser minimizada porque la sierra de Perijá es señalada como un área muy impactada por la presencia de cultivos ilícitos, por la colonización no controlada, por la ganadería, y por la minería asociada a la extracción de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. También se ha reportado que dichas actividades están siendo facilitadas por la construcción de carreteras, en especial en el lado colombiano. Algunas áreas de la región, como el caso de cerro Tetari, permanecen en buen estado de conservación y con sus ecosistemas originales casi intactos. En casos como el de cerro Pintado, sólo se cuenta con remanentes de bosques en las laderas de la montaña [10].

Conservación El Parque Nacional Sierra de Perijá protege la mayor parte de las localidades conocidas de la especie en Venezuela, mientras que en Colombia está presente en al menos dos áreas protegidas [8]. La sierra de Perijá está calificada entre los ambientes más amenazados del norte de los Andes. Su hábitat es parte de dos Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), entre las cuales el Parque Nacional Sierra de Perijá está considerado como el área de Venezuela con mayor número de especies vulnerables [10]. Es prioritario realizar investigaciones de campo, empezando por las localidades donde fue colectada en el pasado, y verificar si su distribución se corresponde con el parque nacional. Con base en los resultados obtenidos, se recomienda evaluar la necesidad de extender la superficie del parque hasta que abarque una proporción mayoritaria de su distribución en el país. Su estudio podría desarrollarse de forma simultánea con los de otras especies amenazadas en la zona [9]. También sería particularmente importante mejorar el manejo y lograr la efectiva protección del Parque Nacional Sierra de Perijá, además de su ampliación hacia el lado colombiano [10].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty & Brown 1986. [3] Restall et al. 2007. [4] Collar et al. 1992. [5] Hilty 2003. [6] BirdLife 2000. [7] IUCN 2007. [8] Renjifo et al. 2002. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Freile & Santander 2005. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino, David Ascanio Ilustración: Robin Restall

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Hormiguero tororoi tachirense Grallaria chtonia Wetmore & Phelps 1956 Aves Passeriformes Formicariidae

En Peligro Crítico B1ab(i,ii,iii)

Descripción: Hormiguerito pequeño que mide entre 17 y 18 cm de longitud. De costumbres terrestres, su plumaje es poco vistoso y sus colores predominantes son el verde oliva, pardo, rojizo y negro. La parte inferior del pecho y laterales son de un color blanquecino opaco, barreteado ligeramente de gris. Su coronilla es más grisácea, y posee un bigote contrastante y distintivo de color crema. Se alimenta de insectos entre la hojarasca, principalmente de hormigas, de ahí que su nombre común y el de la familia a la que pertenece haga referencia a estos insectos [1,2,3,4,5]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Su distribución conocida está restringida a la localidad tipo, ubicada al suroeste de Táchira, específicamente en la Hacienda La Providencia del río Chiquito, en las selvas nubladas entre 1.800 y 2.100 m de altitud. Algunos autores la consideran estrechamente relacionada con Grallaria guatemalensis, mientras que otros la relacionan más con Grallaria alleni, la cual se distribuye al oeste de Colombia y norte de Ecuador, y creen que podría tratarse de la misma especie. Sin embargo, la extrema separación geográfica entre ambas especies y las claras diferencias en la coloración, justifican su tratamiento como especies separadas [1,2,3,4,5]. Nombres comunes: Hormiguero tororoi tachirense Tachira antpitta

Situación La especie no ha sido observada en los últimos 50 años. Sólo se conoce de 4 ejemplares machos colectados entre febrero de 1955 y marzo de 1956, que fueron empleados para la descripción de la especie. Su carácter endémico, su distribución muy limitada, estimada en menos de 500 km2, y la escasez de información sobre este taxón, hacen necesario considerarla entre las especies que requieren de atención especial. A escala internacional es catalogada En Peligro, ya que sus poblaciones se estiman entre 250 y 1.000 individuos [2,4,6].

Amenazas Su distribución localizada hace a esta especie muy sensible a cualquier modificación de hábitat, aunque se sabe que los ambientes que utiliza se mantienen esencialmente vírgenes por encima de 1.600 m de altitud, con muy poca o ninguna perturbación. Aún así, la pérdida del hábitat continúa siendo una amenaza latente, ya que en esta zona de los Andes venezolanos los procesos de deforestación son acelerados y alarmantes, y el Parque Nacional El Tamá se encuentra bajo presión extrema [7]. Gran parte del área de río Chiquito ha sido transformada en plantaciones de café. Entre 1.900 y 2.200 m de altitud, el hábitat ha sido modificado para cultivos de papas y otros vegetales [2,4]. En general, la región está considerada como una de las más amenazadas del país, incluso en el interior del parque nacional. Dentro del parque existen sectores dedicados a usos no compatibles con su condición de área protegida, como cafetales y otros cultivos, además de ganadería, que en conjunto afectan casi 17% de la superficie total del parque. Existen fuertes presiones para la ampliación de estas actividades, especialmente en las áreas boscosas de los sectores Nula, Cutufí y Burgua. Adicionalmente, son numerosos los incendios forestales y existen otros problemas asociados a su ubicación fronteriza, como invasiones, contrabando, personas indocumentadas, narcotráfico y guerrilla [5,7,8].

Conservación El Tamá es una zona de gran importancia biológica por la presencia de muchas especies endémicas y amenazadas, y está considerada como un Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [5,7,8]. La Hacienda La Providencia está localizada dentro del Parque Nacional El Tamá. Es prioritario llevar a cabo estudios exhaustivos en la localidad tipo, ubicar y evaluar la población, principalmente entre mayo y junio, cuando se estima que la especie vocaliza con más frecuencia, determinar sus requerimientos ecológicos y la disponibilidad de hábitats, con énfasis en los valles aledaños [4]. Estos estudios podrían realizarse en forma simultánea con los de otras especies endémicas y amenazadas, especialmente con Grallaricula cucullata, ave simpátrica con ésta y de requerimientos similares [7].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Collar et al. 1992. [3] Ridgely & Tudor 1994. [4] Birdlife 2000. [5] Restall et al. 2007. [6] IUCN 2007. [7] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [8] Freile & Santander 2005. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino Ilustración: Mercedes Madriz

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Hormiguero tororoi excelso Grallaria excelsa Berlepsch 1893 Aves Passeriformes Formicariidae

Vulnerable B1ab(i,ii,iii); C2a(ii)

Descripción: Una de las especies de hormigueritos de mayor tamaño y que llega a medir hasta 26 cm de longitud. Es un ave insectívora de colores sobrios, cuerpo robusto, cola corta, patas largas y pose erguida. Su lomo es pardo y la parte posterior de la corona y nuca son de color gris. La garganta es blanca y el resto de la región ventral ocre-amarillo con muchas manchas negras [1,2,3]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Se encuentra representada por dos subespecies aisladas. La subespecie Grallaria excelsa excelsa, se localiza en los Andes venezolanos al noroeste de Zulia, sierra de Perijá, y probablemente en áreas adyacentes a Colombia, al este de Táchira, Mérida, sureste de Trujillo y Lara, a lo largo de la cordillera de Mérida. Por su parte, la subespecie Grallaria excelsa phelpsi está restringida a la cordillera de la Costa, específicamente a la Colonia Tovar, en el estado Aragua [1,2]. Se encuentra asociada a selvas nubladas densas entre 1.700 y 2.300 m de altitud. Habita en el sotobosque. La taxonomía de esta especie se encuentra en discusión, y algunos autores proponen que Grallaria excelsa phelpsi no es una subespecie de Grallaria excelsa y que podría tratarse más bien de una subespecie de Grallaria gigantea [2]. Nombres comunes: Hormiguero tororoi excelso Great antpitta

Situación Su estatus no se conoce con certeza y no se poseen datos sobre su abundancia poblacional. Es probable que sus poblaciones estén disminuyendo y que su distribución en la cordillera de la Costa sea un relicto de la pasada. Los únicos registros recientes son del Parque Nacional Yacambú, en Lara, y del Parque Nacional Guaramacal, ubicado entre Trujillo y Portuguesa [4]. Se presume que en algunas localidades andinas la especie podría ser común, y que la falta de observaciones y registros está más relacionada con la dificultad de encontrarla, por sus hábitos huidizos y crípticos. También se considera que muchos de los reportes para esta especie se corresponden con Grallaria squamigera, la cual guarda mucha semejanza con la subespecie Grallaria excelsa excelsa [3]. Su población estimada se calcula entre 2.500 y 10.000 individuos [2]. En el ámbito global se le reporta en la categoría Vulnerable [5].

Amenazas La mayor amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la intervención y el deterioro de las selvas nubladas venezolanas, que se encuentran severamente fragmentadas y en la actualidad muchas de ellas continúan siendo afectadas [6]. En la cordillera de Mérida la deforestación está asociada a prácticas agrícolas. En el caso de sierra de Perijá, además de cultivos, existe ganadería, colonización y explotación minera de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. También se ha reportado que dichas actividades están siendo facilitadas por la construcción de carreteras [2]. En la Colonia Tovar, especialmente preocupa el turismo no controlado, urbanismos e incendios. La falta de información es una de las principales limitantes para la evaluación de su situación actual.

Conservación La distribución de esta especie coincide con varias Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), algunas de las cuales se encuentran en regiones que se consideran especialmente amenazadas, como Perijá, El Tamá, Andes de Mérida, y cordillera de la Costa Central [3,6,7]. De igual forma, su distribución abarca algunas áreas protegidas, tal es el caso del Parque Nacional Sierra de Perijá, varios parques andinos y probablemente los parques de la cordillera de la Costa aledaños a la Colonia Tovar. Se requiere evaluar a la subespecie Grallaria excelsa phelpsi con carácter prioritario, localizar sus poblaciones y verificar la calidad de su hábitat [6]. Mediante la grabación de sus vocalizaciones, se recomienda realizar censos poblacionales entre abril y noviembre. También es posible realizar los censos entre marzo y julio, su época de reproducción, aunque es más difícil ubicarla por su canto [2]. En lo posible, se deben estudiar sus poblaciones andinas y ahondar en el conocimiento general de la especie [6]. Su situación taxonómica debería ser atendida y revisada en forma inmediata [3,4,5].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] BirdLife 2000. [3] Restall et al. 2007. [4] Hilty 2003. [5] IUCN 2007. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] Freile & Santander 2005. Autores: Christopher J. Sharpe, David Ascanio Ilustración: Robin Restall

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Ponchito cabecicastaño Grallaricula cucullata Sclater 1856 Aves Passeriformes Formicariidae

Vulnerable B1ab(i,ii,iii)

Descripción: Ave pequeña de la familia de los hormigueritos que mide 11 cm de longitud, y cuya cabeza rojiza es su característica principal. La cabeza y nuca son castaño rojizo con el pico anaranjado, en contraste con el dorso y la cola, ambos de color pardo oliváceo oscuro. El pecho y parte ventral son amarillento pálido, con laterales gris oliváceo, y una mancha blanca en la parte inferior de la garganta [1,2,3,4]. Distribución: Especie endémica de Colombia y Venezuela, cuya distribución geográfica está asociada a pequeñas áreas aisladas. La subespecie Grallaricula cucullata cucullata se ubica en pocas localidades del oeste, centro y este de los Andes de Colombia. En Venezuela habita la subespecie endémica Grallaricula cucullata venezuelana, la cual ha sido descrita para la Hacienda La Providencia en río Chiquito del Táchira, y recientemente reportada para otras localidades en el Parque Nacional El Tamá, además de otros lugares cercanos en el estado Apure [1,2,4]. Habita selvas pluviales entre 1.800 y 2.550 m de altitud [3]. Nombres comunes: Ponchito cabecicastaño Hooded antpitta

Situación La información disponible sobre la subespecie venezolana Grallaricula cucullata venezuelana es escasa. Aunque los datos existentes impiden calcular con precisión el tamaño poblacional, se ha sugerido que el Parque Nacional El Tamá podría albergar una población viable de la subespecie. En Colombia la subespecie Grallaricula cucullata cucullata se considera Casi Amenazada. Aunque extinta en Medellín (Antioquia), todavía es común en el Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos (Huila y Caquetá) [5]. Investigaciones recientes en Colombia sugieren que su área de ocupación es más continua y de mayor extensión que el estimado original. Se calcula que las poblaciones colombianas y venezolanas combinadas, suman en total entre 2.500 y 10.000 individuos [2,6]. A escala global esta especie ha sido clasificada como Vulnerable, con algunas poblaciones parcialmente protegidas [2,6,7].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la subespecie en Colombia es la degradación ambiental por ganadería, explotación forestal, agricultura, cultivos ilícitos de amapola y construcción de carreteras. De hecho, la localidad tipo fue deforestada y destruida a principios del siglo XX [8]. En el caso de Venezuela la situación es similar, ya que gran parte del área de río Chiquito ha sido transformada en plantaciones de café, y entre 1.900 y 2.200 m de altitud el hábitat ha sido modificado por cultivos de papas y otros vegetales, aunque la especie ha sido reportada en ecosistemas secundarios o reforestados [2,5]. Aun así, en esta zona de los Andes venezolanos los procesos de deforestación son acelerados y alarmantes, y en general la región está considerada como una de las más amenazadas del país, incluso dentro del parque nacional, donde existen sectores dedicados a usos no compatibles con su condición de área protegida, como cafetales, entre otros cultivos, y ganadería, que en conjunto afectan casi 17% de la superficie total del parque. Existen fuertes presiones para la ampliación de estas actividades, especialmente en las áreas boscosas de los sectores Nula, Cutufí y Burgua. Adicionalmente, son numerosos los incendios forestales, y existen otros problemas asociados a su ubicación fronteriza, como invasiones, contrabando, personas indocumentadas, narcotráfico y guerrilla [4,8,9].

Conservación La principal garantía de sobrevivencia para la subespecie venezolana está asociada al Parque Nacional El Tamá, el cual abarca sus principales localidades conocidas, por lo que sería prioritario fortalecer el manejo de este parque [8]. El Tamá es una zona de gran importancia biológica por la presencia de muchas especies endémicas y amenazadas, y está considerada como un Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [4,9]. Se propone desarrollar investigaciones sobre su situación actual y la de otras especies amenazadas de la zona. A escala internacional se ha alertado acerca de la necesidad de cuantificar su población e investigar la ecología de la pobremente conocida subespecie venezolana [6].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Collar et al. 1992. [3] Hilty 2003. [4] Restall et al. 2007. [5] Renjifo et al. 2002. [6] BirdLife 2000. [7] IUCN 2007. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [9] Freile & Santander 2005. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: Robin Restall

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Cardenalito Carduelis cucullata Swainson 1820 Aves Passeriformes Fringillidae

En Peligro Crítico C2a(ii)

Descripción: Ave pequeña que mide 10 cm de longitud, cuyo plumaje rojo y negro le confiere un aspecto llamativo e inconfundible. La cabeza, alas y cola son negras, el cuerpo rojo bermellón y el centro del vientre blanco. Presenta dimorfismo sexual muy marcado. El macho es el que posee el patrón de coloración llamativo, mientras que la hembra sólo mantiene el rojo claro en el pecho y el resto del cuerpo es grisáceo, al igual que su cabeza. Anteriormente fue denominada como Spinus cucullata [1,2,3]. Distribución: Su principal distribución pasada y actual está en Venezuela. En Colombia se conoce una pequeña población en las cercanías de Cúcuta. Se tuvo información de una población introducida en Puerto Rico, pero no se tienen reportes recientes. En el suroeste de Guyana se reportó una población aparentemente de mediano tamaño, a más de 950 km de la población venezolana. En Trinidad era un ave escasa y se le reporta extinta desde 1960. Se considera que los registros en Cuba son de aves escapadas del cautiverio. De su distribución original en Venezuela, que abarcaba la cordillera de la Costa, cordillera andina, sierra de Portuguesa, macizo de Nirgua, macizo del Turimiquire, zonas áridas de Lara-Falcón, y llanos altos, sólo sobreviven algunos grupos aislados, principalmente en los estados Zulia, Lara, Falcón, Barinas, Mérida, Guárico y Miranda [1,2,3,4,5,6]. Ocupa varios hábitats premontanos, incluyendo bosques húmedos y muy húmedos en las cordilleras, y matorral espinoso en las zonas áridas, en general entre 400 a 1.500 m de altitud, aunque mantiene preferencias por bosques abiertos, relativamente secos y a bajas altitudes. También ha sido reportada en zonas intervenidas [4]. Nombres comunes: Cardenalito, Colorado Red siskin

Situación Está considerada el ave más amenazada de Venezuela y una de las cuatro con mayor prioridad para la conservación [7]. Desde 1952, la IUCN la reporta como amenazada en las listas rojas, estimándose que la mayoría de sus poblaciones están extintas y su distribución actual no llega a 20% de lo que fue su población original [8]. Si bien se puede asegurar que la especie es mucho menos abundante que en el pasado, aún falta información para estimar su tamaño poblacional de manera precisa. Cálculos poco sistemáticos acerca del tamaño poblacional, sugieren un total de 250 a 1.000 individuos, de los cuales aproximadamente la mitad se encuentra en occidente, la otra mitad en la zona central, y extinto al este. Estudios más optimistas calculan 4.000 individuos silvestres, de los cuales 2.500 estarían ubicados en Lara y Falcón [9,10,11,12]. En el ámbito internacional está clasificada En Peligro [4,5,13,14].

Amenazas Su principal amenaza es la captura y el comercio para el mercado ilegal de mascotas, práctica realizada persistentemente desde 1835. Desde el siglo XIX hasta mediados del XX se utilizó su plumaje como adorno para sombreros [8]. En la actualidad su comercio está relacionado con la hibridación con canarios para producir aves de color rojo y de canto melodioso, lo cual constituyó un gran acontecimiento en la canaricultura. La situación se agrava ya que el factor rojo no es permanente. Producto de ello la especie presenta una gran demanda en el mercado internacional legal e ilegal, y a escala nacional es una de las aves con mejor oferta en el tráfico ilegal [3,4,8,9].

Conservación Incluida en el Apéndice I del CITES y en el “Endangered Species Act” de EE. UU. [15]. En Venezuela su situación de amenaza es denunciada desde 1940, y se encuentra prohibida su venta y exportación desde 1973. Está especialmente protegida según la Resolución N° 439 (07/12/82), se establece su veda indefinida en el Decreto N° 1.485 (11/09/96), es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96), y cuenta también con el Decreto N° 6.176 (2006) emitido por la Gobernación de Lara [16,17,18]. Se conocen poblaciones silvestres en algunos parques nacionales venezolanos, así en tierras privadas. Ha sido objeto de varios esfuerzos conservacionistas locales, regionales, nacionales e internacionales, tanto de instituciones privadas como gubernamentales, que no han logrado, por su falta de continuidad, mejorar la situación de la especie [8]. Su cría en cautiverio es factible y ha sido muy desarrollada en Alemania, Argentina, Bélgica, España, Holanda y EE. UU.; su estímulo podría ser una alternativa para evitar la captura de aves silvestres. Se considera factible su reintroducción, aunque existen riesgos por enfermedades que hicieron fracasar un esfuerzo de este tipo en Trinidad, y por la facilidad con la que se hibridiza con otras especies silvestres [8]. La reintroducción debe llevarse a cabo en su distribución geográfica original, en áreas donde se pueda evitar su captura. Se recomienda desarrollar una población en cautiverio con fines conservacionistas, manejada de acuerdo con criterios genéticos y demográficos. Es urgente impulsar esfuerzos interinstitucionales, con la participación de organismos gubernamentales y no gubernamentales, federaciones de criadores de aves y la comunidad internacional, ya que las acciones dispersas e individuales pueden agravar la situación. Se recomienda investigar su biología, ecología y situación actual, incluyendo censos, distribución, presión de captura y presencia en áreas protegidas; desarrollar campañas de educación ambiental debidamente concebidas; además es imperativo actualizar la normativa legal [8]. Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty & Brown 1986. [3] Ridgely & Tudor 1989. [4] Collar et al. 1992. [5] BirdLife 2000. [6] Robbins et al. 2003. [7] Rodríguez et al. 2004a. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [9] Rivero-Mendoza 1983. [10] Rivero-Mendoza 1986. [11] Coats & Phelps 1985. [12] Patterson 1994. [13] IUCN 2007. [14] Renjifo et al. 2002. [15] CITES 2006. [16] Venezuela 1982. [17] Venezuela 1996a. [18] Venezuela 1996b. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe, Daniel González-Zubillaga Ilustración: Mercedes Madriz

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Jilguero cara amarilla Carduelis yarrellii Audubon 1839 Aves Passeriformes Fringillidae

En Peligro Crítico D1

Descripción: Semillero de tamaño muy pequeño, de poco más de 10 cm de longitud. Es de especial atractivo no sólo por su plumaje, sino también por sus excelentes cualidades canoras. Se diferencia de otros Carduelis por el pico más grueso. Su plumaje es amarillo brillante en la cabeza, cuello y vientre. La parte superior de la cabeza, por encima del ojo, es de color negro. Las alas y cola también son negras, y el tercio basal es amarillo brillante. El dimorfismo sexual es muy evidente. El macho es quien presenta mayor atractivo por su plumaje contrastante, en cambio la hembra, sin negro en la cabeza, posee colores más pálidos y el color amarillo se transforma en verde amarillento [1,2,3]. Distribución: Su distribución es bastante misteriosa y existen grandes vacíos de información al respecto. Aparentemente tiene una amplia distribución en el este de Brasil, desde Ceará hasta Bahía, dos registros en Paraíba, y unas pocas localidades en Guyana y al norte de Venezuela, separadas por más de 3.500 km de las áreas en Brasil. Las localidades venezolanas están limitadas a la Hacienda El Trompillo, en las cercanías del lago de Valencia, y la Hacienda La Araguata en Pirapira, ambas al sureste de Carabobo. Sin embargo, se especula que podría tratarse de individuos escapados de cautiverio. De igual forma, varios criadores de aves reportan otras zonas, incluyendo una localidad al sur de Carabobo y dos localidades del oriente del país, específicamente al oeste del estado Monagas, pero esta información no ha sido corroborada. Reportes recientes no publicados señalan un dormidero de la especie en Santa Elena de Uairén, en el estado Bolívar, población cercana a la frontera con Brasil. En su distribución de Brasil frecuenta terrenos abiertos y áreas cultivadas. Anteriormente la especie fue denominada como Spinus yarrellii [1,2,3,4]. Nombres comunes: Jilguero cara amarilla, Turpialín Yellow-faced siskin

Situación Se trata de una de las aves más amenazadas en Venezuela, y es muy factible que su distribución discontinua y de baja abundancia estén relacionadas con extinciones locales. Sus poblaciones han disminuido considerablemente y se cree que son bajas, pero aún no se han realizado censos que permitan estimar su tamaño poblacional [5]. Es muy difícil de observar y la presión sobre la especie se mantiene constante. Respecto a la posibilidad de que los ejemplares venezolanos sean aves escapadas de cautiverio, no se cree que sea factible a raíz de los registros adicionales señalados por criadores en el país y las nuevas localidades intermedias reportadas para Bolívar y Guyana [1,2,4]. En Brasil se sabe de varias extinciones locales en lugares donde antes fue común. En otras áreas se considera escasa, y en dos localidades se cree que continúa siendo moderadamente común [5]. En el ámbito internacional se le clasifica como Vulnerable, aunque esta categoría refleja sólo la situación de la especie en Brasil [6,7].

Amenazas Esta especie es capturada y comercializada con frecuencia. El interés como ave de jaula ha aumentado por el éxito logrado en la hibridación con canarios, ya que se obtienen híbridos de melodioso canto y de aspecto atractivo [5]. Otra amenaza que enfrenta es la fumigación con pesticidas en los cultivos de oriente. No obstante, es necesario resaltar que la carencia de información suficiente dificulta la cuantificación de las amenazas y su impacto.

Conservación A escala internacional su comercio se encuentra regulado al estar incluida en el Apéndice II del CITES, aunque se ha planteado su inserción en el Apéndice I [8]. En Brasil se han promulgado leyes específicas para la conservación de la especie. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [9,10]. Es prioritario aclarar la distribución y abundancia de esta especie en Venezuela, así como evaluar los factores que la amenazan. Se debe buscar la colaboración de los criadores de aves, quienes pueden aportar datos valiosos sobre el número de aves mantenidas en cautiverio, procedencia y rutas de comercialización. Igualmente, se requiere desarrollar otras investigaciones que permitan evaluar el impacto de los pesticidas sobre la especie, y ahondar en su biología, ecología y presencia en áreas protegidas. Con base en la información obtenida, se propone adoptar medidas para reglamentar el uso de pesticidas, además de regular y controlar el tráfico comercial, entre otras acciones de conservación y manejo [5].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Ridgely & Tudor 1989. [3] Robbins et al. 2003. [4] Collar et al. 1992. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] BirdLife 2000. [7] IUCN 2007. [8] CITES 2006. [9] Venezuela 1996a. [10] Venezuela 1996b. Autores: Franklin Rojas-Suárez, Christopher J. Sharpe Ilustración: Mercedes Madriz

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Fafao gargantiblanco Premnoplex tatei Chapman 1925 Aves Passeriformes Furnariidae

Vulnerable B1ab(i,ii,iii,iv); C1+2a(ii)

Descripción: Ave pequeña que mide aproximadamente 15 cm de longitud. El color dominante del plumaje es parduzco, aunque en Premnoplex tatei pariae es más oscuro. La garganta y el centro del pecho son de color blanco. El pico es negro, ligeramente curvado, y la cola corta y negruzca. Se diferencia de Premnoplex brunnescens en que la parte ventral es más oscura y tiene el pico más grueso. Distribución: Especie endémica de la cordillera de la Costa Oriental de Venezuela. Se encuentra representada por dos subespecies aisladas. Premnoplex tatei tatei, restringida a la cordillera de Caripe, específicamente en los cerros Peonía, Turimiquire, Macanillal y cerro Negro (Anzoátegui, Sucre y Monagas), entre 1.500 y 2.410 m de altitud; y Premnoplex tatei pariae, restringida a la península de Paria, concretamente en los cerros Humo, El Olvido y Azul, y reportada por encima de 900 m de altitud [1,2,3,4,5]. Habita en las selvas nubladas, en el sotobosque, con abundancia de palmas pequeñas y aráceas. Anteriormente Premnoplex tatei tatei se clasificaba como subespecie de Premnoplex brunnescens, pero fue separada por diferencias de plumaje, aunque algunos autores cuestionan esta distinción [6]. También es frecuente la inclusión del género Premnoplex dentro del género Margarornis [7]. Nombres comunes: Fafao gargantiblanco, Pijuí de garganta blanca White-throated barbtail

Situación Aunque colecciones realizadas entre 1943 y 1952, sugieren que se trataba de una especie bastante común, sus poblaciones actuales se encuentran muy reducidas [3]. Su dependencia de hábitats muy localizados y restringidos aumenta su vulnerabilidad. Es probable que aunque ambas subespecies estén amenazadas, la subespecie en la península de Paria sea más abundante, estimándose 900 individuos al este del cerro Patao y un total de 3.600 individuos para toda la península de Paria [2]. Con respecto a la subespecie de la cordillera de Caripe, no se descarta que presente extinciones locales en virtud de las pocas observaciones desde 1963, aunque existen reportes recientes para cerro Negro y los alrededores de Caripe. En una expedición realizada en 1979, no se localizaron individuos en sus ambientes óptimos [3]. Algunos autores consideran que todavía es común en relictos de bosques, pero de difícil observación. A escala global se le considera Vulnerable, con una población total estimada de 2.500 a 10.000 individuos, en disminución, y un área de distribución de aproximadamente 2.140 km2 [3,4,8,9].

Amenazas La deforestación de las zonas boscosas para el cultivo de café es la principal amenaza [3,6]. Dicha deforestación es considerable, incluso dentro de los parques nacionales, como ocurre en el Parque Nacional Península de Paria, donde los cerros Negro y El Humo han sido severamente deforestados o sustituidos por cafetales [10]. Los proyectos de explotación de hidrocarburos previstos para la región podrían causar daños severos a los ecosistemas de la península de Paria, especialmente si los gasoductos son colocados dentro del parque.

Conservación La única medida de conservación existente para Premnoplex tatei pariae es la protección indirecta que brindan los parques nacionales El Guácharo, incluyendo el Monumento Natural Cueva del Guácharo, y Península de Paria, siendo más efectiva en este último por poseer localidades inaccesibles y alejadas de centros poblados (p. ej. cerro El Olvido). Sin embargo, la insuficiencia de guardaparques, de planes de ordenamiento y de financiamiento, comprometen la seguridad debida. Adicionalmente, es necesario controlar la agricultura que se realiza en los poblados rurales aledaños a cerro Humo, lugares donde sería primordial desarrollar campañas educativas sobre el valor biológico de la península de Paria, así como implementar proyectos concretos de desarrollo sustentable. Es necesario evaluar el impacto ambiental de los proyectos de explotación de hidrocarburos, y que las empresas involucradas suministren tanto información apropiada como financiamiento para la conservación. Con respecto a Premnoplex tatei tatei, aunque el macizo Montañoso del Turimiquire es una Zona Protectora, la garantía que brinda es dudosa, por lo que se requiere de estudios detallados sobre la ubicación y tamaño poblacional de la especie en esta zona. Finalmente, sería necesario determinar para ambas subespecies la tolerancia a perturbaciones del hábitat, requisitos ecológicos y hábitat disponible y con base en los resultados, sugerir medidas de manejo en las áreas protegidas. Los estudios sobre esta especie podrían integrarse con los de otras cinco especies endémicas y amenazadas del área [3,10]. Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Bond et al. 1989. [3] Collar et al. 1992. [4] BirdLife 2000. [5] Hilty 2003. [6] Ridgely & Tudor 1994. [7] Vaurie 1980. [8] Bibby et al. 1992. [9] IUCN 2007. [10] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino Ilustración: Robin Restall

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Piscuiz de Perijá Schizoeaca perijana Phelps 1977 Aves Passeriformes Furnariidae

Vulnerable B1+2ab(iii)

Descripción: Ave de tamaño pequeño que mide entre 20 y 22 cm de longitud por su cola, la cual es más larga que las de otras especies del género. Su larga cola posee plumas delgadas y puntiagudas con barbas en hilachas. Tiene colores crípticos y opacos, el dorso pardo rufo y el vientre marrón grisáceo. El área orbicular es blanquecina y estrecha. En la barbilla posee una pequeña mancha anaranjada, y el resto de la garganta es grisácea [1,2,3,4]. Distribución: Especie endémica de Colombia y Venezuela. Se encuentra restringida a la sierra de Perijá, entre 3.000 a 3.400 m de altitud. En Colombia se le reporta para cerro Pintado, y en Venezuela se localiza en el Parque Nacional Sierra de Perijá, estado Zulia. Habita bosques enanos, arbustales y áreas abiertas de musgos y pastos, típicas de los subpáramos. Esta especie ha sido considerada antes como una subespecie de Schizoeaca fuliginosa, de la cual se diferencia claramente por sus colores pálidos, por la ausencia de barbilla y por los ojos blancos [1,2,3,4,5]. Nombres comunes: Piscuiz de Perijá, Rastrojero, Chamicero de Perijá Perija thistletail

Situación Es una especie con una distribución muy restringida que apenas abarca entre 150 y 600 km2. Ha sido reportada sólo en dos localidades: el Parque Nacional Sierra de Perijá en Venezuela y en cerro Pintado en Colombia. Aunque la sierra de Perijá está siendo deforestada para sembrar cultivos ilícitos, además de otras actividades agrícolas y mineras facilitadas por las carreteras de acceso, en especial del lado colombiano, el hábitat de esta especie parece encontrarse relativamente intacto o con la presencia de cultivos en muy pequeña escala. Localmente podría ser de frecuente a común [4,6]. En el ámbito internacional BirdLife clasifica a la especie como Vulnerable, basándose en su distribución restringida. Sin embargo, la IUCN la reporta En Peligro [3,7]. En Colombia se considera En Peligro de extinción [5].

Amenazas Se estima que la especie se encuentra amenazada debido a su distribución restringida, combinada con la amenaza que existe sobre los ambientes naturales de la sierra de Perijá [3,5]. Aunque el área es señalada como muy amenazada, no se conoce con precisión la frecuencia, intensidad e impacto de dichas amenazas sobre ésta u otras especies endémicas de la región. Entre las amenazas a su hábitat se incluyen los cultivos ilícitos, la colonización no controlada, la ganadería, y la minería asociada a la extracción de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. También se ha reportado que dichas actividades están siendo estimuladas por la construcción de carreteras, en especial en el lado colombiano. Algunas áreas de la región, como es el caso de cerro Tetari, permanecen en buen estado de conservación y con sus ecosistemas originales casi intactos. En casos como el de cerro Pintado, sólo se cuenta con remanentes de bosques en las laderas de la montaña [3,4,6,7,8].

Conservación En Colombia, cerro Pintado no está legalmente protegido, pero se ha informado que la comunidad de Villanueva hace esfuerzos para proteger parte de éste. En Venezuela, aunque su hábitat es parte de dos Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA), entre las cuales está el Parque Nacional Sierra de Perijá, considerado como el área de Venezuela con mayor número de especies vulnerables, éste no cuenta con un manejo efectivo [4,6]. Se necesitan estudios que determinen la distribución de la especie en Venezuela, su abundancia poblacional y su tolerancia a alteraciones del hábitat. Con base en los resultados, se sugiere evaluar la ampliación de los límites del Parque Nacional Sierra de Perijá y se recomienda la creación de un área protegida en Colombia [3,5]. Es especialmente importante reducir la deforestación en las montañas de la sierra de Perijá, una acción que protegería no sólo a ésta sino a un gran número de especies endémicas o amenazadas que habitan en la región. Como parte de este esfuerzo, se deben desarrollar programas de educación ambiental donde se destaque la gran diversidad de aves y otros grupos de animales que se localizan en la sierra de Perijá [8].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty & Brown 1986. [3] BirdLife 2000. [4] Restall et al. 2007. [5] Renjifo et al. 2002. [6] Freile & Santander 2005. [7] IUCN 2007. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Christopher J. Sharpe, Miguel Lentino Ilustración: John Gwynne

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Rabiblando del Orinoco Thripophaga cherriei Berlepsch & Hartert 1902 Aves Passeriformes Furnariidae

Vulnerable D2

Descripción: Ave de tamaño pequeño que mide unos 16 a 17 cm de longitud. Los colores de su plumaje son uniformes y crípticos. La parte dorsal es parda olivácea con tintes rojizos. Posee una línea estrecha de color crema sobre los ojos. Las alas y cola son de color castaño rojizo, y en la parte superior de la garganta tiene una mancha conspicua de color anaranjado brillante. También destacan sus ojos de color rojo oscuro. Se le denomina “rabiblando”, porque carece de las pequeñas espinas al final de la cola, lo que caracteriza a otras especies de la misma familia [1,2,3,4]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Su distribución se localiza en las selvas pluviales y desmontes aledaños al caño Capuana, un pequeño afluente del río Orinoco en su parte alta, ubicado en el estado Amazonas [1,2]. Se ha mencionado su probable presencia en las zonas vecinas de Colombia, específicamente en el río Vichada a lo largo del Orinoco, a unos 30 km de la distribución comprobada, pero dicha información no ha sido corroborada [3]. La taxonomía de esta especie aún no es clara, y entre las otras tres especies conocidas para el género se le considera cercana a Thripophaga macroura, de la costa sureste de Brasil, y ambas emparentadas con el género Asthenes [4]. Recientemente se ha tenido información sobre una nueva especie del género Thripophaga, la cual es de mayor tamaño y se distribuye en el Delta del Orinoco. Nombres comunes: Rabiblando del Orinoco, Canastero del Orinoco Orinoco softtail

Situación Se conoce muy poco sobre esta especie, por lo que resulta difícil determinar su situación actual. Su distribución conocida es extremadamente pequeña, estimada en 10 km2, aunque es probable que sea algo mayor que la señalada [5]. Por su distribución restringida, por lo escaso de sus registros y por su condición de endemismo venezolano, es necesario considerarla entre las especies que requieren atención especial. Sólo se conoce de algunos ejemplares colectados: uno en febrero de 1890; una pareja en febrero de 1899; entre 4 y 23 individuos colectados entre marzo y abril de 1970 (con informes pocos claros); una observación de 3 individuos en 1999 y finalmente, un reporte no confirmado de una pareja en 2002. Intentos recientes por observar a esta especie no han sido exitosos [2,5,6,7]. En el ámbito global ha sido clasificada en la categoría Vulnerable [2,4,5,8].

Amenazas La agricultura itinerante (conucos) es una amenaza potencial, pero se desconoce si dicha práctica está afectando a la especie [5]. La cercanía de Puerto Ayacucho, a 150 km al norte de la localidad tipo, y el principal centro de desarrollo de la Amazonía venezolana, podrían influir en el deterioro de las selvas ribereñas de las cuales la especie parece ser especialista [2]. De igual forma, su distribución abarca a la Reserva Forestal del Sipapo, área que eventualmente podría estar sujeta a la extracción de madera [4].Otras especies relacionadas son bastante sensibles al deterioro, destrucción y fragmentación de los bosques [9].

Conservación Su hábitat es parte de un Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [10]. Su distribución geográfica conocida se encuentra incluida en la Reserva Forestal del Sipapo, aunque es dudosa su efectividad en cuanto a la protección de los bosques ribereños. Se recomienda realizar un reconocimiento de campo apoyado en la grabación de sus vocalizaciones para la localización de sus poblaciones, principalmente en la distribución conocida y en los ecosistemas similares cercanos al área. Futuras investigaciones deben dar prioridad a la estimación de tamaños poblacionales, la determinación de sus posibles amenazas y el estudio de sus requerimientos ecológicos [8]. Si se demuestra que la especie está restringida a un área tan limitada, la protección de su hábitat de cualquier intervención sería de importancia suprema.

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Collar et al. 1992. [3] Hilty & Brown 1986. [4] Restall et al. 2007. [5] BirdLife 2000. [6] Colvee 2000. [7] Hilty 2003. [8] IUCN 2007. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Freile & Santander 2005. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: Robin Restall

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Zorzal Margarops fuscatus Vieillot 1808 Aves Anseriformes Mimidae

Extinto a Nivel Regional

Descripción: Se trata de una paraulata de gran tamaño que mide entre 27 y 30 cm de longitud. Su aspecto es ordinario y poco llamativo, siendo básicamente de un color uniforme marrón grisáceo opaco, y más pardo oscuro en la cabeza y cola. El plumaje del vientre es blanco, espesamente estriado de pardo en garganta y pecho. Su pico es pardo pajizo y los ojos tienen iris blanco, rasgo que le da su nombre común en inglés. Es una especie descrita como un omnívoro agresivo y oportunista, que se alimenta principalmente de grandes insectos, así como de frutas y bayas, y ocasionalmente de lagartijas, ranas, pequeños cangrejos, huevos y pichones de otras aves [1,2,3,4]. Distribución: Se distribuye ampliamente en la mayoría de las Antillas, incluyendo Anguila, Antigua, Aruba, Bahamas, Barbados, Dominica, República Dominicana, Guadalupe, Martinica, Montserrat, Puerto Rico, Santa Lucía, San Vicente e Islas Vírgenes, entre otras. También ha sido observada en Curazao y Jamaica. En Venezuela sólo se le conoce de la isla La Horquilla del archipiélago Los Hermanos (Dependencias Federales), el cual está conformado por un grupo de 8 pequeñas islas e islotes, con una superficie de 2,14 km² de Norte a Sur. Algunos autores mencionan a “La Horquilla” como “La Orchila” o “La Orquilla”, en cualquier caso se refieren al islote con mayor superficie del archipiélago Los Hermanos, y en ningún caso a la isla La Orchila, otra de las Dependencias Federales venezolanas cuya separación con respecto a estas islas e islotes es de 188 km. Es probable que su distribución sí pudiera haberse extendido hasta la cercana isla La Blanquilla, localizada a 12,4 km al oeste del archipiélago, y donde predominan zonas áridas con árboles dispersos, el tipo de hábitat mayormente utilizado por la especie, aunque también frecuenta arbustales y diversos tipos de bosques, incluyendo zonas intervenidas como plantaciones de café. No se le considera un ave migratoria [1,2,3,4,5]. Nombres comunes: Zorzal, Zorzal pardo, Zorzal de ojos perlados Pearly-eyed thrasher

Situación El único reporte y colección data de 100 años atrás (1908). En dicho reporte se resalta que era extraña la presencia de esta ave en una pequeña isla sin fuentes naturales de agua, sin embargo, la población existente parecía establecida adecuadamente y no se trataba de individuos migratorios o desplazados por tormentas u otras causas. Los animales colectados resultaron ser de menor tamaño que los reportados para otras localidades, y se especuló que los zorzales de La Horquilla y Bonaire pertenecían a una nueva raza sin determinar [5]. Ya en los años setenta se le consideraba como Probablemente Extinta en el archipiélago Los Hermanos, categoría que le fue asignada en las primeras ediciones del Libro Rojo de la Fauna Venezolana [6]. Esta situación contrasta con su realidad global, cuya distribución es estimada en más de 20.000 km2, y aunque el tamaño global no se ha cuantificado, se considera que sus poblaciones son grandes y bastante comunes en la mayor parte de su área de distribución, y no enfrenta mayores amenazas. En consecuencia, a escala global se clasifica a esta especie en la categoría de Preocupación Menor [6,7].

Amenazas Antiguamente no se reportaron amenazas específicas para la especie, por el contrario, se le consideraba como un ave con gran capacidad de adaptación y de utilización de diversos hábitats. Las causas de su extinción del archipiélago Los Hermanos son totalmente desconocidas. En otras islas la especie ha experimentado incrementos poblacionales significativos, lo cual incluso ha llevado a afectar a diferentes especies de aves sobre las cuales depreda. Aparentemente su abundancia varía entre las islas, siendo algo rara en unas mientras que en otras se trata de un ave frecuente e incluso abundante [6,7].

Conservación No se proponen medidas de conservación relacionadas con esta especie. Su reintroducción en el archipiélago Los Hermanos es poco probable, dada la ausencia de información y lo restringido del hábitat que ocupaba la especie en Venezuela.

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty & Brown 1986. [3] Hilty 2003. [4] Restall et al. 2007. [5] Phelps 1948. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] IUCN 2007. Autor: Franklin Rojas-Suárez Ilustración: Robin Restall

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Chiví cabecigris Basileuterus griseiceps Sclater & Salvin 1869 Aves Passeriformes Parulidae

En Peligro B1ab(i,ii,iii)

Descripción: Ave de coloración poco llamativa que mide 14 cm de longitud. La coronilla, nuca y laterales de la cabeza son de color gris, y la corona estriada es de color negro. En la frente destaca una línea supraciliar blanca y corta. La garganta y parte ventral son de color amarillo encendido, al igual que las patas, aunque estas últimas son un poco más pálidas que el vientre [1,2,3]. Distribución: Especie endémica de Venezuela localizada en la serranía del Turimiquire, en los estados Anzoátegui, Monagas y suroeste de Sucre, entre 1.200 y 2.440 m de altitud. Las localidades específicas donde ha sido reportada incluyen el cerro Peonía, cerro Turimiquire y áreas aledañas, una plantación de café en La Trinidad, la zona de Los Palmares cerca de San Antonio, cerro Macanilla, las Cumbres de San Bonifacio, cerro Negro y cercanías de Caripe. Habita en la selva nublada con el sotobosque denso e intacto, y ocasionalmente en bosques de cafetales semidegradados [1,2,4,5,6,7]. Nombres comunes: Chiví cabecigris Gray-headed warbler

Situación Colectada originalmente en 1868, y considerada una especie muy escasa, después de varios años sin avistamientos fue redescubierta en cerro Negro en 1993. Posteriormente, se le ha visto varias veces en el mismo lugar. En vista de la destrucción que ha sufrido su hábitat, la especie podría estar más amenazada y sus poblaciones presumiblemente disminuidas con respecto al estimado original [6]. No obstante, es posible que todavía exista algún hábitat adecuado y poblaciones más estables en el lado oeste de cerro Negro y la serranía del Turimiquire [5]. La especie parece dependiente de bosques primarios, ya que sólo se encuentra en bosques secundarios si existe vegetación baja y densa, aunque ha sido reportada en rastrojos, desmontes y otras áreas intervenidas. No se conoce con precisión su abundancia, aunque se ha observado de 2 a 5 parejas en un área de 2 km2, estimándose en total entre 2.500 y 10.000 individuos [6,7]. A escala global ha sido clasificada En Peligro debido a que se considera escasa en los pocos remanentes de su hábitat [4,7,8].

Amenazas Todos los autores coinciden en que la extensa deforestación y el deterioro de la mayoría de los hábitats de la especie constituyen su mayor amenaza. El hecho de que la mayor parte de los hábitats óptimos estén siendo transformados en plantaciones de café, podría estar causando disminuciones en su distribución y abundancia [5,6,7,9]. En general, la serranía del Turimiquire es considerada como una de las áreas más amenazadas de Venezuela, y tiene una larga historia de impactos ambientales, principalmente con fines agrícolas, incendios e invasiones de tierra. Estas amenazas son de mayor magnitud y de larga data en las partes altas de las cuencas, donde se cultiva café, un cultivo que para 1925 llegaba a 2.000 msnm, aunque esta información podría ser exagerada. En la zona baja y media, la vegetación original ha sido sustituida por sabanas antrópicas y matorrales. La presión humana es severa incluso dentro las áreas protegidas, y en el Parque Nacional El Guácharo las prácticas agrícolas de los campesinos locales, que incluyen la destrucción del bosque, quemas repetidas y la eliminación del sotobosque para cultivos de café, han reducido el bosque húmedo montano a sólo un pequeño porcentaje del original. Su distribución coincide con la de otras especies de aves en situación de riesgo [3,10].

Conservación El Parque Nacional El Guácharo abarca a cerro Negro y otras localidades donde ha sido reportada la especie [9]. La protección del hábitat en dicho parque es crítica para la conservación de la especie, y depende del control de la agricultura y de la intervención por parte de campesinos. Es prioritario evaluar si las poblaciones que habitan en el Parque Nacional El Guácharo son viables, y determinar el estatus de la especie en las Cumbres de San Bonifacio y la serranía del Turimiquire [6]. Se recomienda realizar investigaciones que contribuyan a determinar su situación actual y su tolerancia a las modificaciones ambientales, así como aspectos más específicos de su biología y ecología [9]. Idealmente, dichos estudios deberían realizarse en forma simultánea con los de otras aves endémicas y amenazadas de la región [5,6]. Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Hilty 2003. [3] Restall et al. 2007. [4] Ridgely & Tudor 1989. [5] Collar et al. 1992. [6] Boesman & Curson 1995. [7] BirdLife 2000. [8] IUCN 2007. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Freile & Santander 2005. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: John Gwynne

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Candelita de Paria Myioborus pariae Phelps & Phelps 1949 Aves Passeriformes Parulidae

En Peligro B1ab(i,ii,iii)

Descripción: Pertenece a una gran familia de pequeñas aves, muchas de las cuales son migratorias. Entre las residentes en Venezuela es fácil diferenciar al género Myioborus por el característico vientre amarillo. Mide 13 cm de longitud. Su frente es de color negro con una mancha castaña en la corona y un anillo ocular. La parte delantera de la frente es de color amarillo. La garganta y parte ventral también son amarillos, pero con el plumaje brillante que contrasta con el dorso grisáceo con tinte olivo amarillento. Las plumas exteriores de la cola son blancas. Es una especie de hábitos arbóreos, y usualmente se observa sola o en parejas forrajeando insectos en alturas medias del bosque [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela cuya área de distribución se encuentra restringida a la península de Paria en el estado Sucre. Habita en bosques húmedos, bordes de bosques y cafetales entre 800 y 1.150 m de altitud. Ha sido registrada en los cerros Humo, El Olvido, Azul y Patao, y recientemente en los pueblos de Macanal y Las Melenas [1,2,3,4,5]. Habita en bosques húmedos altos o medios, aunque también en cafetales y bosques secundarios, y frecuentemente en el ecotono del bosque. Nombres comunes: Candelita de Paria Paria whitestart

Situación No se cuenta con estimados poblacionales, pero varias observaciones confirman su baja abundancia natural. Las poblaciones al este de la península de Paria parecen ser las más afectadas y reducidas, aunque esta región es la más inaccesible y la mejor protegida del parque nacional. En el resto de la península se ha perdido parte de su hábitat original, y también se estima que se trata de poblaciones amenazadas [6]. En 1948, sólo se colectó un ejemplar en cerro Azul, un área hasta hoy poco intervenida y donde se espera que la especie todavía esté presente. En cerro Humo, localidad ubicada al oeste de la península y más cerca de áreas intervenidas, aparentemente es más frecuente, ya que se ha logrado observar entre 4 y 6 aves por día, aunque el hábitat óptimo para la especie en esta localidad es probable que se restrinja a cerca de 15 km2. En cerro El Olvido de Macuro se observó sólo un individuo durante cinco semanas de censos entre junio y septiembre de 1988. Más recientemente, en 1991, en esta misma localidad se reportaron pequeños grupos de la especie. Aunque cerro Patao es reportado como parte de la distribución, se necesitan mayores evidencias acerca de la presencia de la especie [7,8]. En el ámbito global está clasificada En Peligro debido a que su situación es crítica y amerita acciones urgentes [2,4,8,9].

Amenazas La intervención del hábitat es su principal amenaza, especialmente por la siembra de ocumo blanco, el uso del fuego y la degradación general del bosque. Se estima que en cerro El Humo quedan menos de 1.500 ha de hábitat remanente. La accesibilidad de la zona también aumenta su vulnerabilidad a perturbaciones humanas, y la propuesta de construir una carretera pavimentada que conecte a las poblaciones de Güiria y Macuro, potenciaría esta amenaza [4,8,9]. Se cuenta con un reporte de captura y venta de la especie como ave de jaula, pero este potencial tráfico no ha sido evaluado y es muy probable que se trate de un caso aislado y no de una práctica habitual, por tratarse de una especie de aspecto medianamente atractivo y cuyo canto no se considera melódico [1].

Conservación Casi toda el área de distribución de la especie está incluida en el Parque Nacional Península de Paria, el cual se ha señalado como muy amenazado y en peligro [2,4,8,9]. El futuro de esta especie depende de la conservación de los bosques nublados. Es necesario iniciar programas de concientización dirigidos a los lugareños, para promover el desarrollo de cultivos alternativos. Se requiere igualmente de otras medidas para el resguardo de zonas aledañas al parque que no están protegidas [6]. Es prioritario profundizar el conocimiento sobre los requerimientos de hábitat de la especie y su tolerancia a cambios ambientales, así como realizar censos de sus poblaciones. Las actividades dirigidas a la conservación de la especie se podrían realizar simultáneamente con otras especies endémicas de la zona que se consideran amenazadas [8].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Restall et al. 2007. [3] Hilty & Brown 1985. [4] BirdLife 2000. [5] Hilty 2003. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] Bond et al. 1989. [8] Collar et al. 1992. [9] IUCN 2007. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: Robin Restall

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Diglosa negra Diglossa venezuelensis Chapman 1925 Aves Passeriformes Thraupidae

En Peligro B1ab(i,ii,iii)

Descripción: Ave pequeña que mide hasta 14 cm de longitud. Tiene un característico pico, ganchudo en su extremo, que utiliza para atravesar las flores y obtener el néctar y los insectos de los cuales se alimenta. El plumaje del macho es uniformemente negro, con plumas axilares y pequeños penachos pectorales blancos. La hembra de la especie es de coloración gris pardusca en el dorso y olivo amarillenta en el vientre [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Se encuentra restringida a la cordillera de la Costa Oriental, en el macizo del Turimiquire, en las fronteras de los estados Anzoátegui, Monagas y Sucre, específicamente en cerro Negro y las Cumbres de San Bonifacio, pero recientemente no se ha reportado para el cerro Turimiquire. Así mismo, se localiza más al este, en las montañas aisladas de la península de Paria, en el estado Sucre, concretamente en cerro El Humo [1,2,3]. En la península de Paria la especie no era conocida hasta 1989, cuando fue reportada en las cercanías de Macuro [3,4]. Habita los bordes de bosques húmedos y los arbustales ubicados cerca de áreas boscosas [1,2,5,6]. Su taxonomía es compleja y en diferentes momentos ha sido asignada a las familias Coerebidae, Thraupidae y Emberizidae [5,6]. Nombres comunes: Diglosa negra, Roba néctar de Venezuela Venezuelan flower-piercer

Situación Aunque su situación no puede ser definida con precisión, se estima que las poblaciones actuales son menores que las pasadas. Es posible que varias de sus poblaciones estén extintas, ya que estudios recientes resaltan la falta de observaciones en localidades donde antes había sido reportada. Es probable que en la actualidad sólo sobreviva en cerro Negro y cerro Humo, donde ha sido avistada [3]. Las colecciones previas a 1960, comparadas con las observaciones recientes, sugieren una tendencia poblacional decreciente, pero los datos disponibles no son suficientes para estimar su tamaño poblacional actual [3]. A escala internacional la especie es clasificada En Peligro [7,8].

Amenazas La especie se encuentra amenazada por la destrucción de su hábitat debido a la transformación de éste en tierras destinadas a la agricultura y la ganadería, lo que ha resultado en una fuerte degradación ambiental. Entre los cultivos de la zona destacan café, cacao, mango, cambur y cítricos [9]. En el área también son frecuentes los incendios asociados a la agricultura [7]. En general, la serranía del Turimiquire es considerada como una de las áreas más amenazadas de Venezuela, y tiene una larga historia de impactos ambientales, principalmente con fines agrícolas, incendios e invasiones de tierra. Esta amenaza es aún mayor y muy antigua en las partes altas de las cuencas, donde se cultiva café. Para 1925 este cultivo llegaba a 2.000 msnm, aunque esta información podría ser exagerada. En las zonas baja y media, la vegetación original ha sido sustituida por sabanas antrópicas y matorrales. La presión humana es severa incluso dentro las áreas protegidas, y en el Parque Nacional El Guácharo las prácticas agrícolas por parte de los campesinos locales, que incluyen la destrucción del bosque, la quemas repetidas, y la eliminación del sotobosque para cultivos de café, han reducido el bosque húmedo montano a sólo un pequeño porcentaje del original. Su distribución coincide con la de otras especies de aves en situación de riesgo [6,10].

Conservación El macizo del Turimiquire conforma, junto con la península de Paria y la isla Trinidad, uno de los centros suramericanos de endemismo de aves y plantas, por lo que es una de las Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [10]. Las dos localidades de mayor importancia para esta especie se encuentran protegidas por los parques nacionales El Guácharo y Península de Paria, aunque es necesario aclarar que ambos están considerados amenazados y no cuentan con planes de investigación y manejo. Se recomienda realizar investigaciones con el fin de censar las poblaciones de la especie, determinar su distribución y establecer su tolerancia y adaptabilidad a cambios en sus hábitats originales [7,9]. Al precisar las amenazas que afectan a la especie, se podría determinar su situación real en la región Turimiquire-Paria, la cual ha sido frecuentemente considerada vulnerable y de especial importancia para los endemismos locales [9].

Referencias: [1] Phelps & Meyer de Schauensee 1979. [2] Ridgely & Tudor 1989. [3] Collar et al. 1992. [4] Bond et al. 1989. [5] Hilty 2003. [6] Restall et al. 2007. [7] BirdLife 2000. [8] IUCN 2007. [9] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [10] Freile & Santander 2005. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: Mercedes Madriz

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Buscador lomipizarra Hemispingus goeringi Sclater & Salvin 1870 Aves Passeriformes Thraupidae

Vulnerable B1ab(i,ii,iii)

Descripción: Ave frugívora pequeña, de inconfundible plumaje, que mide entre 13 y 15 cm de longitud. El dorso, alas y cola son de color gris pizarra oscuro. La corona y los laterales de la cabeza son de color negro oscuro con una ceja blanca característica muy conspicua. La garganta y el vientre son rojizos de mayor intensidad en el macho, y más claros en la hembra [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela restringida a la cordillera de Mérida, específicamente en los estados Mérida y norte de Táchira, entre 2.600 y 3.200 m de altitud, aunque es posible que el límite inferior de su distribución se extienda hasta 2.400 m [1]. Ha sido reportada en los páramos de El Batallón y Zumbador, en el estado Táchira, y los páramos La Negra, Escorial y Aricagua, cerca de Mucuchíes, y a lo largo del camino entre el Pico Humboldt y La Mucuy, estado Mérida [1,3,4]. Habita bosques nublados y bosques enanos, pero es más frecuente en áreas de árboles dispersos en los bordes de los páramos, y parece estar asociada a agrupaciones de bambú [1,2,3,4]. Nombres comunes: Buscador lomipizarra, Hemispingus lomipizarra Slaty-backed hemispingus

Situación Siempre se le ha considerado como poco abundante ya que históricamente los registros sobre la especie han sido escasos [5]. Sin embargo, algunas observaciones recientes sugieren que la especie podría ser más común que lo estimado. Ha sido vista con regularidad en dos localidades, en la carretera Zumbador-Queniquea del Páramo El Batallón, estado Táchira, y en el camino del Pico Humboldt sobre La Mucuy, estado Mérida. Se cree que puede existir una población viable dentro del Parque Nacional Sierra Nevada. No se conoce casi nada acerca de la especie fuera de estas áreas, a pesar de haberse buscado cuidadosamente en otros sitios [3,4]. En el ámbito global es clasificada en la categoría Vulnerable debido a su restringida distribución [1,6].

Amenazas Se estima que su abundancia poblacional ha disminuido debido a la pérdida de hábitat por la deforestación y fragmentación de los bosques andinos, si bien la deforestación ha sido menos intensa en las altitudes en las cuales se distribuye la especie [4,7]. Sin embargo, las solicitudes de concesiones mineras en el Parque Nacional Páramos El Batallón y La Negra, y varias propuestas para la construcción de nuevas carreteras, facilitarían el acceso al hábitat de la especie, lo que podría traer como consecuencia una disminución adicional de sus poblaciones [3,4]. Para las tres áreas protegidas donde se encuentra la especie se han reportado como amenazas los incendios, el pastoreo de ganado, la tala de la vegetación con fines agrícolas y pecuarios, presiones de colonización, cacería y extracción ilegal de especies [8]. Estas amenazas, sumadas a su pequeña área de distribución, hacen temer por el futuro de esta ave.

Conservación La especie ha sido observada con bastante regularidad en los parques nacionales Sierra Nevada, La Culata y páramos El Batallón y La Negra, tres parques considerados como Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA). No obstante, es posible que estos no ofrezcan una protección adecuada [1,3,4,8]. Para su conservación es vital reducir la pérdida de hábitat e interconectar las áreas donde ha sido reportada [1]. Igualmente, se recomienda realizar estudios sobre su distribución, con énfasis en los páramos La Negra y Aricagua, y estudios de la disponibilidad de hábitat dentro de otras áreas protegidas de los Andes, como el Parque Nacional La Culata. Finalmente, se debe investigar aspectos claves de su ecología, para poder diseñar planes de conservación acordes con sus requerimientos. Una de estas investigaciones podría abordar su grado de dependencia del bambú.

Referencias: [1] BirdLife International 2004. [2] Restall et al. 2007. [3] M.L. Goodwin com. pers. [4] C.J. Sharpe obs. pers. [5] Wege & Long 1995. [6] IUCN 2007. [7] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [8] Freile & Santander 2005. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: John Gwynne

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Atrapamoscas de Caripe Phyllomyias urichi Aves Passeriformes Tyrannidae

Chapman 1899

En Peligro B1ab(i,ii,iii)

Descripción: Ave pequeña de 12 cm de longitud, perteneciente al grupo de los atrapamoscas. Es fácilmente confundible con otras especies similares, pero ésta no presenta cresta, y su corona es grisácea olivácea, al igual que su torso. Las plumas de las alas son negruzcas con franjas amarillentas y la cola es parda oliva. Su vientre es amarillo pálido, y blanquecino hacia la garganta [1,2]. Distribución: Actualmente es considerada y tratada como especie endémica de Venezuela. Se encuentra en las tierras altas de Caripe al noreste de Anzoátegui, norte de Monagas, suroeste de Sucre (macizo del Turimiquire) y en el extremo oeste de la península de Paria, aunque esta última localidad debe ser verificada [1,3,4]. Habita en el bosque húmedo montano entre 900 y 1.100 m de altitud. Por sus similitudes es confundida frecuentemente con otras especies, e incluso ha sido tratada como una subespecie de Phyllomyias reiseri o de Phyllomyias virescens, anteriormente ubicada en el género Xanthomyias [5]. Sin embargo, su aislada distribución geográfica y sus diferencias físicas con estas otras especies justifican que sea considerada como una especie plena [2,6,7]. Nombres comunes: Atrapamoscas de Caripe, Atrapamoscas de Paria, Atrapamoscas verdoso, Atrapamoscas de Urichi Urich’s tyrannulet

Situación La especie ocupa un área muy limitada, que se estima entre 1.080 y 3.000 km2, por lo que es muy susceptible a la pérdida de hábitat [8]. Los ejemplares existentes provienen de cuatro localidades y no ha sido reportada recientemente. Se estima que su tamaño poblacional alcanza entre 2.500 y 10.000 individuos, aunque con tendencia a disminuir [8]. En el ámbito internacional es considerada En Peligro de extinción [9].

Amenazas La deforestación cerca de Caripe para el desarrollo de actividades agrícolas ha sido muy intensa [10]. De hecho, aproximadamente 60% de los bosques de la zona han sido deforestados en los últimos 25 años. Esto ha ocurrido incluso dentro de los parques nacionales El Guácharo y Península de Paria, situación que está amenazando a muchas otras especies. La serranía del Turimiquire es considerada como una de las áreas más amenazadas de Venezuela, y tiene una larga historia de impactos ambientales, principalmente con fines agrícolas, incendios e invasiones de tierra. Esta amenaza es aún mayor y muy antigua en las partes altas de las cuencas donde se cultiva café. Para 1925 este cultivo llegaba a 2.000 msnm, aunque esta información podría ser exagerada. En las zonas baja y media, la vegetación original ha sido sustituida por sabanas antrópicas y matorrales. La presión humana es severa incluso dentro las áreas protegidas, y en el Parque Nacional El Guácharo las prácticas agrícolas de los campesinos locales, que incluyen la destrucción del bosque, quemas repetidas y la eliminación del sotobosque para cultivos de café, han reducido el bosque húmedo montano a sólo un pequeño porcentaje del original. Su distribución coincide con la de otras especies de aves en situación de riesgo [2,11].

Conservación El macizo del Turimiquire conforma, junto con la península de Paria y la isla Trinidad, uno de los centros suramericanos de endemismo de aves y plantas, por lo que figura entre las Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA) [11]. Así mismo, la especie está protegida indirectamente por los parques nacionales El Guácharo y Península de Paria. Se requiere examinar la situación de estos parques para determinar la extensión y calidad del hábitat disponible para la especie, y así estimar distribución, estatus poblacional y su tolerancia a ambientes secundarios. Es crucial poner un alto a la pérdida de hábitat en la zona, a fin de proteger a todas las especies amenazadas presentes, especialmente dentro de los parques nacionales. Esto requiere no sólo el monitoreo de las áreas protegidas y el mantenimiento del hábitat existente, sino también la reforestación de las áreas degradadas. Se deben explorar otras alternativas para la agricultura, tanto para proveer el sustento de las comunidades locales, como para proteger la integridad del hábitat y sus especies [9].

Referencias: [1] Phelps & Phelps 1950. [2] Restall et al. 2007. [3] Kirwan & Sharpe 1999. [4] Ridgely & Tudor 1994. [5] Sibley & Monroe 1990. [6] Stotz 1990. [7] Stotz et al. 1996. [8] BirdLife International 2004. [9] IUCN 2007. [10] Boesman & Curson 1995. [11] Freile & Santander 2005. Autor: Christopher J. Sharpe Ilustración: Guy Tudor

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Tortuga cabezona Caretta caretta EN. Luiz Claudio Marigo






Carey Eretmochelys imbricata CR. Roderic Mast


Galápago de Maracaibo Rhinoclemmys diademata Mertens 1954 Reptilia Testudines Bataguridae

Vulnerable A3cde

Descripción: Tortuga de talla pequeña. Posee unos 25 cm de largo recto de caparazón, el cual es de forma ovalada en vista dorsal y de color pardo negruzco a negro uniforme. Las crías tienen el caparazón muy plano y menos ovalado que los adultos, y se va elevando a medida que alcanza la madurez sexual. La cabeza es negra con un característico diseño amarillo en forma de herradura sobre la parte dorsal, y una línea amarilla que bordea posteriormente al ojo y delante de la órbita. Es de hábitos carnívoros, diurnos y nocturnos, y se le encuentra con frecuencia fuera del agua. También es conocida con los sinónimos Geoemyda punctularia diademata y Rhinoclemmys punctularia diademata [1,2]. Distribución: Es el Rhinoclemmys de distribución más restringida, especie endémica de Colombia y Venezuela, presente en la cuenca del lago de Maracaibo, y en la cuenca del Catatumbo. En Colombia sólo está presente en la cuenca del Catatumbo, en la parte norte del Departamento de Santander [1]. Aunque su distribución en Venezuela es un poco mayor, viene a ser la más restringida de las especies de quelonios dulceacuícolas del país. Sólo se le conoce de la cuenca del lago de Maracaibo, desde el noroeste, oeste, sur y sureste, desde los márgenes del lago hasta el piedemonte andino y de Perijá, entre los estados Mérida, Táchira, Trujillo y Zulia. Habita en ríos, caños, embalses y lagunas permanentes o estacionales, desde tierras bajas hasta el piedemonte hasta unos 300 msnm. Prefiere los cuerpos de aguas tranquilas a los grandes ríos. También se encuentra con cierta frecuencia caminando sobre tierra y en pequeñas quebradas del piedemonte [2]. Nombres comunes: Galápago de Maracaibo, Inguensa Maracaibo wood turtle

Situación Aunque es una de las tortugas más comunes en la cuenca del lago de Maracaibo, su estatus poblacional no ha sido formalmente evaluado. Es la especie de tortuga dulceacuícola más consumida en la región, especialmente al sur del lago. No ha sido evaluada en el ámbito internacional, pero en Colombia es considerada Vulnerable por su distribución restringida [3].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la sobreexplotación de juveniles y adultos para consumo familiar como alimento, en especial durante la temporada de Semana Santa [1]. Adicionalmente, la pérdida de hábitat como consecuencia del desarrollo agrícola, pecuario, piscícola y minero, también constituye una importante amenaza. Su reducida distribución geográfica y baja tasa reproductiva agravan su situación, a tal punto que podrían ser causas de su desaparición de la región sur del lago de Maracaibo, donde la presión de explotación y la pérdida de hábitat son más intensas [1,2]. Los hábitats de esta especie se consideran En Peligro (bosques secos de Maracaibo) y En Peligro Crítico (bosques húmedos del Catatumbo) [4].

Conservación Su distribución se encuentra amparada en parte por la figura protectora de cinco Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE): Parque Nacional Ciénagas de Catatumbo (269.000 ha), Zona Protectora de la Ciudad de Maracaibo (20.800 ha), Zona Protectora Región Lago de Maracaibo Sierra de Perijá, Polígonos 1 y 2 (244.125 ha), Reserva Hidráulica Zona Sur del Lago de Maracaibo (618.000 ha), y Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel, de Aguas Blancas y Aguas Negras (71.500 ha) [5]. Sin embargo, la administración de estas áreas es poco eficaz, no obstante su función protectora general. Dado que esta especie representa una fuente de proteínas importante en la dieta de los pobladores de la región de Maracaibo, se hace perentorio el desarrollo de estudios sobre su ecología y estatus poblacional, así como el establecimiento de programas de aprovechamiento racional y cría en cautiverio.

Referencias: [1] Pritchard & Trebbau 1984. [2] Rueda-Almonacid et al. 2007. [3] Castaño Mora & Medem 2002b. [4] Llamozas et al. 2003. [5] MARN 1996c. Autores: Gilson Rivas, Fernando Rojas-Runjaic, William P. McCord, César Molina Ilustración: Michel Lecoeur

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Cabezón del Zulia Messoclemmys zuliae Pritchard & Trebbau 1984 Reptilia Testudines Chelidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Tortuga dulceacuícola de talla mediana. Posee un dimorfismo sexual marcado, siendo los machos de menor tamaño que las hembras. Los machos miden entre 19 y 21 cm y las hembras de 25 a 28 cm de longitud. Es fácilmente distinguible por el gran tamaño de su cabeza de hasta 10 cm de ancho, y por su peculiar modo de plegarla hacia un lado del cuerpo en lugar de retraerla hacia el interior del caparazón [1]. Dorsalmente muestra una coloración grisácea, la garganta y el pecho son blanquecinos y una barra negra se extiende desde la nariz y a través del ojo hasta terminar sobre el tímpano [2]. Distribución: Es una especie endémica de la cuenca del lago de Maracaibo que forma parte de los numerosos endemismos de reptiles de agua dulce de la región, posiblemente resultantes de su aislamiento de otros ambientes dulceacuícolas al estar rodeada por la sierra de Perijá, cordillera de los Andes, zonas áridas de Falcón y Zulia y el mar Caribe. Es probable que su distribución se restrinja a la región suroccidental, específicamente a los ambientes pantanosos de las ciénagas de Juan Manuel de Aguas Blancas y Aguas Negras [1]. De hábitos acuáticos, prefiere ambientes de sabanas anegadizas, madreviejas, pequeños caños y cuerpos de agua estacionales. Esta especie fue descrita originalmente como Phrynops zuliae, y luego se elevó el subgénero Batrachemys a género. Recientemente se reasignaron las especies de Batrachemys a Messoclemmys, aunque todavía se requieren evaluaciones genéticas para aclarar el género apropiado para esta especie [1,2,3]. Nombres comunes: Cabezón del Zulia, Tortuga cabezona del Zulia, Tortuga cabeza de sapo del Zulia Zulia toad-headed turtle, Zulia toad-headed sideneck

Situación Es una especie de distribución extremadamente restringida y de hábitos ecológicos especializados. Sólo es conocida de una pequeña área caracterizada por la presencia de un hábitat único, aislado y distinto de todos los ambientes que le rodean [4]. Es poco conocida por los habitantes de la región, quienes además comentan que sus poblaciones han decrecido e incluso han desaparecido de algunas localidades. Su estatus poblacional no ha sido evaluado formalmente por estudios de campo y se conoce muy poco sobre su biología y ecología [1]. En el ámbito internacional la especie se encuentra clasificada como Vulnerable, pero referida con el nombre de Phrynops zuliae [4,5].

Amenazas Tradicionalmente no ha sido una especie apreciada como alimento por los pobladores de la región, debido a su aspecto y olor desagradables. Sin embargo, es consumida por algunos inmigrantes colombianos asentados al sur del lago de Maracaibo [1]. El reciente y creciente establecimiento de desplazados de Colombia en localidades ubicadas dentro del ámbito de distribución de la especie, constituye una amenaza sobre sus poblaciones, en vista de que consecuentemente se viene arraigando una tradición gastronómica foránea que genera una mayor presión de caza. La pérdida de hábitat como resultado del desarrollo agrícola, pecuario, piscícola y minero también constituye una amenaza importante. Un factor de riesgo potencial es la contaminación generalizada del lago de Maracaibo [4]. El hábitat de la especie, específicamente los bosques húmedos del Catatumbo, recién ha sido clasificado bajo la categoría En Peligro Crítico [6]. Su distribución geográfica extremadamente reducida suma agravantes a su situación, que podría resultar en su desaparición de no tomarse las medidas pertinentes.

Conservación Ninguna medida de conservación ha sido dirigida en favor de la especie y la legislación ambiental venezolana no la protege directamente. Parte de su ámbito de distribución se encuentra amparado legalmente por las figuras protectoras de tres Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE): Parque Nacional Ciénagas de Catatumbo (269.000 ha), Reserva Hidráulica Zona Sur del Lago de Maracaibo (618.000 ha), y Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel de Aguas Blancas y Aguas Negras (71.500 ha) [7]. No obstante, la función protectora de estas áreas no ha logrado la efectividad requerida. Considerando que representa una fuente de proteínas adicional en la dieta de los pobladores de la región sur del lago de Maracaibo, se hace urgente el desarrollo de estudios sobre su biología, ecología, filogenia y estatus poblacional, así como el establecimiento de programas de conservación.

Referencias: [1] Pritchard & Trebbau 1984. [2] McCord et al. 2001. [3] Bour & Zaher 2005. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] IUCN 2007. [6] Llamozas et al. 2003. [7] MARN 1996c. Autores: Fernando Rojas-Runjaic, Gilson Rivas, William P. McCord, César Molina Ilustración: Amelie Areco

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Tortuga cabezona Caretta caretta Linnaeus 1758 Reptilia Chelonia Cheloniidae

En Peligro A2acd+1abd

Descripción: La coloración café rojiza en todo su cuerpo y su gran cabeza, que puede llegar a medir casi 30 cm de ancho, permiten reconocer de inmediato a esta tortuga [1]. En el Atlántico nororiental las hembras alcanzan hasta 1,05 m de longitud [2]. En Venezuela las hembras anidadoras pueden medir entre 90 cm y 1,00 m y pesar hasta 200 kg [1,3,4]. Posee cinco pares de placas laterales o costales en el caparazón. Pone alrededor de 105 huevos esféricos [5]. Es una especie carnívora que se alimenta de invertebrados bentónicos (moluscos, cangrejos, estrellas de mar) [5]. Es la única tortuga marina que se reproduce en playas templadas y playas tropicales [5]. Distribución: Se distribuye en todo el mundo a través de los mares templados, subtropicales y tropicales de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Los principales litorales donde habita en el Atlántico Occidental son el sureste de los Estados Unidos, México y el Caribe, donde abarca Puerto Rico, Jamaica, Cuba, Belice, Guatemala, Nicaragua, Colombia, Venezuela y Brasil. En Venezuela es relativamente poco frecuente y anida a lo largo de la costa continental y en las Dependencias Federales [3]. Nombres comunes: Tortuga cabezona, Caguama, Cabezón, Cabezona, Carey, Caguamo Loggerhead turtle

Situación No se conoce sobre sus tendencias poblacionales, pero parece evidente que su abundancia actual es mucho menor que en el pasado. De acuerdo con la información disponible, las principales áreas de alimentación se encuentran en Zulia, las costas de la península de Paraguaná y el Parque Nacional Morrocoy, Vargas y Miranda, el golfo de Paria, Nueva Esparta y el archipiélago Los Roques [1,7,8,12]. En cuanto a la anidación, la mayor abundancia se observa desde el estado Miranda hasta la península de Paria en el estado Sucre, en el estado Nueva Esparta, el archipiélago Los Roques y el archipiélago Los Testigos [1,3,6,9-13]. Durante mediados del siglo pasado, en la península de Paria se extirparon casi completamente poblaciones anidadoras, y actualmente se observa una reducción considerable en la anidación en Miranda (7-10 nidos anuales en los últimos tres años) y Nueva Esparta [3,6,14]. Estas disminuciones han llevado a considerar su estado como muy amenazado para Venezuela [15]. A escala global la IUCN la clasifica en la categoría En Peligro [16]. En el Caribe su desove es escaso [17]. Las mayores concentraciones de hembras anidantes en este hemisferio se encuentran al sureste de los Estados Unidos, y también destacan las colonias en México y Brasil. Las poblaciones de Colombia, antes numerosas, han disminuido drásticamente [1,2,18].

Amenazas Las principales amenazas son su captura incidental por barcos de arrastre camaroneros y redes de pesca artesanal, la pérdida de hábitat por la ocupación y desarrollo de áreas costeras y su uso como fuente de alimento [1,3]. Al igual que otras especies de tortugas marinas, su caparazón es usado como ornamento [7].

Conservación A escala internacional y nacional existen diversos instrumentos legales que le confieren protección directa o indirecta. Está incluida en el Apéndice I del CITES y en el Anexo II del Protocolo SPAW de la Convención de Cartagena, y señalada en la Convención sobre la Diversidad Biológica, la Convención Ramsar, la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas y Marpol, las cuales contienen formulación específica para la protección de las tortugas marinas y sus hábitats [18,19]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [20,21]. En aguas venezolanas es obligatorio el uso de dispositivos excluidores DET (TED) en las redes de arrastre, que hagan posible la salida de las tortugas [3]. Por su parte, Inparques efectúa labores de protección en varios parques nacionales con el apoyo de organizaciones conservacionistas. En el Parque Nacional Archipiélago Los Roques, la Fundación Científica Los Roques protege las tortugas marinas desde los años setenta [7]. El Programa ProCosta de Provita vela por su conservación en Vargas y Miranda [12,14]. CICTMAR y WIDECAST protegen las hembras anidadoras en dos localidades de la península de Paria [4,7]. El GTTM-NE resguarda las tortugas en las islas Margarita y Coche [3]. En Zulia también se han realizado esfuerzos de protección [8]. Las principales prioridades para su conservación son el fortalecimiento de la guardería ambiental, el control de su aprovechamiento ilegal y la reducción de la mortalidad incidental en las pesquerías [9]. La divulgación sobre su comprometida situación poblacional es indispensable. Referencias: [1] Pritchard & Trebbau 1984. [2] Pritchard & Mortimer 2000. [3] Vernet & Gómez 2007. [4] Rondón Médicci 2003. [5] Rueda Almonacid 2002. [6] P. Vernet com. pers. [7] Guada & Solé 2000. [8] Parra Montes de Oca 2002. [9] Guada & Vernet 1988a. [10] Guada & Vernet 1988b. [11] Guada & Vernet 1992a. [12] Guada 2000. [13] de los Llanos 2002. [14] Provita 2004. [15] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [16] IUCN 2007. [17] Ehrhart et al. 2003. [18] Moncada Gavilán 2001. [19] Babarro 2004. [20] Venezuela 1996a. [21] Venezuela 1996b. Autores: Hedelvy Guada, Joaquín Buitrago Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Tortuga verde Chelonia mydas Linnaeus 1758 Reptilia Chelonia Cheloniidae

En Peligro A2bd

Descripción: Es la tortuga más grande de la familia Cheloniidae y se diferencia porque es la única con la “boca” aserrada. En el Atlántico Occidental las hembras adultas pueden medir más de 1,20 m de longitud y pesar 150 kg o más [1,2]. La cabeza es redondeada y pequeña. El caparazón tiene tonalidades diversas en adultos, de marrón oscuro a casi negro, con listas o motas oscuras y cuatro pares de placas laterales [2]. Su dieta es herbívora y se alimenta de fanerógamas o pasto marino. Distribución: Se le encuentra en todos los mares tropicales del mundo excepto en las Islas Galápagos y la Costa Pacífica de América. La mayor colonia anidadora del Caribe es Playa Tortuguero, en Costa Rica, seguida por Surinam. En Venezuela es la tortuga marina más abundante, aunque anida a bajas densidades a lo largo de la costa y con mayor frecuencia en isla de Aves, Sucre, Nueva Esparta, archipiélago Los Roques e isla La Blanquilla [3-10]. Nombres comunes: Tortuga verde, Tortuga blanca, Tartaruga verde Green turtle

Situación Las principales áreas de alimentación se encuentran en el golfo de Venezuela, la península de Paraguaná, el Parque Nacional Morrocoy, Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta, y todas las islas [9,11-16]. El golfo de Venezuela es un sitio muy importante de forrajeo para las tortugas verdes que desovan en Tortuguero (Costa Rica) [11,12,17]. Isla de Aves es el segundo sitio de anidación más importante en la región, y el número anual de hembras anidadoras varía entre 300 y 500 [11-13,18,19]. Después de anidar en isla de Aves, se dirigen hacia diferentes lugares de alimentación en el Caribe y en el Atlántico Sur. Hasta el presente se han registrado 74 recapturas en 19 países [19-22]. La captura de hembras en isla de Aves afectó severamente a la población desde 1900 hasta 1978, y desde 1979 no se aprecia ninguna disminución [23,24]. En el Refugio de Fauna Silvestre isla de Aves se le brinda protección completa a la especie, pero en el resto del país sus poblaciones continúan decreciendo [18,19]. En el ámbito global la IUCN la clasifica en la categoría En Peligro [25].

Amenazas Desde el siglo XVI la principal causa de su disminución drástica es la comercialización de carne, huevos, caparazones y aceite, entre otros productos [2,12]. En algunos sitios de Venezuela la captura intencional es la principal fuente de mortalidad, destacándose el golfo de Venezuela y el golfo de Paria [12,14,17]. Otra causa de mortalidad importante es la interacción tortugas marinas-pesquerías, ya que ocurre la captura incidental por barcos de arrastre camaroneros y en las redes de ahorque o en el enmalle de los pescadores artesanales [12]. La ocupación rural, urbana, industrial o turística de las zonas costeras, ha afectado la disponibilidad de áreas de anidación [11,12]. En términos de salud poblacional, se han reportado fibropapilomas en diferentes localidades del país [12,26,27]. En el estado Zulia, algunos usos culturales de la etnia Wayúu, relacionados con la fertilidad familiar y la potencia sexual, influyen en el aprovechamiento de la especie [17].

Conservación A escala internacional y nacional existen diversos instrumentos legales que le confieren protección directa o indirecta. Está incluida en el Apéndice I del CITES y en el Anexo II del Protocolo SPAW de la Convención de Cartagena, y señalada en la Convención sobre la Diversidad Biológica, la Convención Ramsar, la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas y Marpol, las cuales contienen formulación específica para la protección de las tortugas marinas y sus hábitats [28,29]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [30,31]. En cuanto a las áreas protegidas, isla de Aves fue declarada Refugio de Fauna Silvestre en 1972, dada su importancia para la anidación y la sobrevivencia de la especie [18]. Se han incluido áreas marinas en dos parques nacionales para proteger a las hembras en el período de desove [32]. En la actualidad, el MINAMB, con la cooperación logística de la Armada, efectúa su seguimiento en el Refugio de Fauna Silvestre Isla de Aves [19]. Existen varios proyectos de investigación, seguimiento y educación ambiental, ejecutados por Inparques, Fudena, Fundación Científica Los Roques, Fundaciencia, Provita, Comando de Guardacostas, LUZ y GTTM-GV, GTTM-NE, entre otros [12,16-18,33]. También se han efectuado evaluaciones de las capturas incidentales en las pesquerías [34]. Una evaluación de parámetros sanguíneos ha sido realizada en el golfo de Venezuela [35]. Al igual que para las otras especies, es absolutamente prioritario e indispensable reforzar la vigilancia y el control en todo el territorio, disminuir la captura y la mortalidad incidental en las pesquerías, y divulgar el conocimiento sobre la disminución de sus poblaciones. Deberían efectuarse estimados poblacionales para la zona costera continental y el resto del sector insular, con prioridad en las áreas de alimentación.

Referencias: [1] Lagueux 2001. [2] Pritchard & Mortimer 2000. [3] Medina et al. 1987. [4] Guada & Vernet 1988a. [5] Guada & Vernet 1988b. [6] Guada & Vernet 1990. [7] Guada & Vernet 1992a. [8] Guada & Vernet 1992b. [9] Guada & Vernet 1992c. [10] Guada et al. 1994. [11] Pritchard & Trebbau 1984. [12] Guada & Solé 2000. [13] Solé 1997. [14] Guada 2000. [15] Solé & Narciso 1995. [16] de los Llanos 2002. [17] Parra Montes de Oca 2002. [18] Solé 1992. [19] Vera 2004. [20] Solé 1994. [21] Solé & Medina 1989. [22] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [23] MTSG 2004. [24] Peñaloza 2000. [25] IUCN 2007. [26] Guada et al. 1991. [27] Solé & Azara 1995. [28] Babarro 2004. [29] CITES 2006. [30] Venezuela 1996a. [31] Venezuela 1996b. [32] Guada et al. 1996. [33] García Sanabria 2004. [34] Alió 2004. [35] Montilla et al. 2004. Autores: Hedelvy Guada, Joaquín Buitrago Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Carey Eretmochelys imbricata Linnaeus 1766 Reptilia Chelonia Cheloniidae

En Peligro Crítico A1b+2bcd

Descripción: Tortuga marina de tamaño moderado. En el Atlántico Occidental las hembras adultas alcanzan una longitud entre 90 cm y 1,00 m y un peso de 80 a 100 kg, mientras que la longitud media en el Caribe es aproximadamente de 83 cm [1,2,3]. Algunas hembras maduran cuando alcanzan 60 cm de largo [4]. Su caparazón es de múltiples y variados colores, desde el naranja al marrón, incluyendo el negro y el blanco. Los escudos imbricados son notorios en los juveniles. La cabeza es angosta y el pico puntiagudo. El plastrón es de color amarillo en los adultos y con manchas negras en los juveniles. Su hábitat preferido son las zonas coralinas, y está orientada fundamentalmente al consumo de esponjas, aunque también puede utilizar praderas de fanerógamas marinas e inclusive manglares como zonas de alimentación [5,6].

Distribución: Especie cosmopolita que habita todos los océanos y mares tropicales del mundo. Rara vez alcanza densidades poblacionales altas y anida en solitario, principalmente en cayos arenosos y ocasionalmente en playas continentales [5]. Es una de las cinco especies de tortugas marinas presentes en Venezuela. Aunque anida en la mayor parte de la costa continental y en las islas, la concentración más importante de nidos ocurre en la región insular, la península de Paria y el estado Falcón [7]. Nombres comunes: Carey, Parape Hawksbill turtle

Situación En Venezuela existen áreas de anidación en la costa continental y en las islas, siendo la más importante Los Roques, donde se contabilizaron 104 nidadas, seguido de la costa sur de Paria con 55 [8,9,10]. Se han detectado 61 localidades de anidación en el país y 44 de referencia [9]. Se desconoce el número total de nidos al año, pero puede llegar a 250 entre Paria y Los Roques [8,10,11]. Es probable que sea la tortuga marina con más presión en la actualidad y, de no tomarse medidas urgentes para su conservación, su futuro es incierto [9,12]. La captura de hembras se realiza principalmente en Paria, La Blanquilla, La Tortuga, y los archipiélagos de Los Roques, Los Testigos y Las Aves, y en zonas de alimentación de Falcón y el golfo de Venezuela [13]. A escala global ha sido declarada En Peligro Crítico de extinción [14]. Las poblaciones en el Caribe son mucho menos abundantes que en el pasado, como consecuencia del comercio internacional de su concha [15]. En 22 de los 26 países caribeños donde se cuenta con información, sus poblaciones han sido extirpadas o están en franca disminución [15].

Amenazas El alto valor de la concha promueve las capturas ilegales y el mercado negro. Sin embargo, existen otras causas de su disminución, como la pérdida o degradación de hábitat, la cual es especialmente severa para esta especie de hábitos alimentarios especializados, y la captura incidental en las pesquerías, como la de arrastre, que se ha estimado para Venezuela en más de 600 tortugas al año [9]. En Venezuela se cuenta con información de capturas que reportan 56 toneladas de carey para Los Roques en el año 1968. Estos niveles de explotación continuaron hasta 1973 [16]. En 1957, Japón reportó importaciones de 453 kg de concha de carey, 68 kg en 1958 y 2.447 kg en 1959, y ello continuó hasta 1973 con 171 kg [17]. Aún en 1976, Holanda importó una tonelada de carey desde Venezuela [17]. Hoy en día las capturas continúan, el kilo de placas llega a valer 1,000 US$ [7]. En el país se elaboran grandes cantidades de espuelas para gallos de pelea a partir de carey [18]. Aunque su carne no es muy cotizada, el saqueo de nidos para utilizar los huevos es común [7,11]. El cambio climático, el blanqueamiento de corales, el aumento del nivel del mar y el incremento de tormentas fuertes, son fenómenos naturales especialmente amenazantes para esta especie que anida principalmente en pequeños cayos.

Conservación A escala internacional y nacional existen diversos instrumentos legales que le confieren protección directa o indirecta. Está incluida en el Apéndice I del CITES y en el Anexo II del Protocolo SPAW de la Convención de Cartagena, y señalada en la Convención sobre la Diversidad Biológica, la Convención Ramsar, la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas y Marpol, las cuales contienen formulación específica para la protección de las tortugas marinas y sus hábitats [7,9,19]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [20,21]. El MINAMB desarrolla un programa en las playas cercanas a Macuro, península de Paria [22]. La capacitación por más de una década, mediante cursos de Biología y Conservación de Tortugas Marinas, liderada por WIDECAST y CICTMAR, ha formado a un considerable número de personas. Provita, con el Programa ProCosta, apoya la conservación de esta especie, al igual que el GTTM-NE [23]. Se han realizado ensayos de cría en Los Roques y Mochima, aunque sin ningún tipo de evaluación de sus resultados [7,9,24]. La protección de los hábitat de anidación y alimentación, la erradicación de su comercio y la promoción del uso de métodos pesqueros adecuados, son las principales medidas que deben tomarse en favor de la conservación de esta especie [7,9]. Referencias: [1] Garduño-Andrade et al. 1999. [2] Marcovaldi et al. 1999. [3] Diez & van Dam 2002. [4] Moncada et al. 1999. [5] Buitrago 1985a. [6] Diez et al. 2003. [7] Guada & Solé 2000. [8] Guada 2000. [9] Buitrago & Guada 2002. [10] de los Llanos 2002. [11] Buitrago 1987a. [12] Meylan & Donnelly 1999. [13] Parra Montes de Oca 2002. [14] IUCN 2007. [15] Meylan 1999. [16] Buitrago 1980. [17] Groombridge & Luxmoore 1989. [18] Gómez et al. 1994. [19] CITES 2006. [20] Venezuela 1996a. [21] Venezuela 1996b. [22] Quijada & Balladares 2004. [23] P. Vernet com. pers. [24] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Joaquín Buitrago, Hedelvy Guada Ilustración: Amelie Areco

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Guaraguá Lepidochelys olivacea Eschscholtz 1829 Reptilia Chelonia Cheloniidae

En Peligro A2acd+1bd

Descripción: Es la más pequeña de las tortugas marinas, su caparazón mide entre 65 y 70 cm de largo y pesa en promedio 35 kg. Se distingue por la forma redondeada del caparazón, el cual es de color verde oliva, posee entre 5 y 10 pares de placas laterales, y de manera característica tiene un poro en cada una de las placas inframarginales del caparazón [1,2,3]. Es una especie carnívora que consume principalmente crustáceos y otros invertebrados marinos [1]. Uno de los aspectos más llamativos de la historia de vida de esta especie son las congregaciones de hembras que emergen a la vez para desovar en la playa, fenómeno conocido como “arribada”, y que se repite dos o tres veces en su época reproductiva. La formación de arribadas es un rasgo único del género Lepidochelys [1]. Distribución: Especie pantropical que habita en las regiones tropicales de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Es relativamente escasa en el Atlántico Occidental, donde se conocen tan sólo tres grandes poblaciones que anidan en Surinam, Guayana Francesa y Brasil. En Venezuela su anidación nunca se ha registrado, sin embargo, ejemplares marcados en una colonia reproductiva de Surinam han sido recapturados en las costas de Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta, y en isla La Tortuga y los archipiélagos Los Frailes y Los Testigos [4-7]. Los reportes hacia el centro y occidente del país son escasos, pero se han encontrado ejemplares muertos o sus restos en los estados Miranda, Falcón y Zulia [4,5,8-12]. Nombres comunes: Guaraguá, Batalí, Maní, Tortuga lora Olive ridley

Situación En Venezuela nunca se ha registrado el desove de esta especie, y dado que los estimados de abundancia de tortugas marinas se realizan mediante el conteo de hembras nidificantes o de nidos, se desconoce el tamaño de la población que se ha observado en las costas del país. En el ámbito mundial probablemente es la más abundante de las tortugas marinas, pero aún así es considerada por la IUCN En Peligro de extinción [13-15]. En algunas áreas de anidación, como playa Escobilla del Pacífico mexicano, pueden desovar más de 500.000 hembras. Este fenómeno no ha sido observado en los últimos veinte años en el Atlántico Occidental, donde la anidación más significativa, de unos 1.400 a 1.600 nidos por año, se produce en Surinam, Guayana Francesa y Brasil [13]. La colonia reproductiva de las costas de Surinam, de donde proviene una parte importante de los ejemplares observados en las costas de Venezuela, muestra una tendencia a la disminución en los últimos 30 años, ya que de 3.300 nidos en 1968, pasó en 1999 a menos de 200 [13].

Amenazas El colapso de las poblaciones de esta especie ha sido provocado por la sobreexplotación de hembras adultas que son capturadas en las playas donde ocurren los fenómenos de arribadas [1]. La disminución del número de la especie en Surinam se debe a su captura incidental por la pesca artesanal e industrial [13]. En Venezuela, también es afectada por estos factores. En algunas localidades del golfo de Paria es una de las especies más capturadas por la pesca artesanal, aunque es menos abundante en las capturas de las pesquerías industriales [16,17]. En algunos ejemplares se han observado fibropapilomas.

Conservación A escala internacional y nacional existen diversos instrumentos legales que le confieren protección directa o indirecta. Está incluida en el Apéndice I del CITES y en el Anexo II del Protocolo SPAW de la Convención de Cartagena, y señalada en la Convención sobre la Diversidad Biológica, la Convención Ramsar, la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas y MARPOL, las cuales contienen formulación específica para la protección de las tortugas marinas y sus hábitats [18,19]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [20,21]. Dado que no han sido confirmadas localidades de desove en el país, es la especie menos beneficiada por los diferentes proyectos en playas de anidación. En su principal zona de distribución, en la región nororiental, la especie sería altamente favorecida por medidas que reduzcan la captura incidental por las pesquerías, y por proyectos de investigación que permitan cuantificar su tamaño poblacional. Considerando que las amenazas son equivalentes desde Venezuela hasta Surinam, tales esfuerzos deben ser emprendidos con un enfoque regional. Simultáneamente debe hacerse énfasis en la sensibilización y concientización de los diferentes actores involucrados con su sobrevivencia. Referencias: [1] Rueda Almonacid et al. 2005b. [2] Guada & Solé 2000. [3] Pritchard & Mortimer 2000. [4] Pritchard & Trebbau 1984. [5] Medina et al. 1987. [6] Buitrago 1987. [7] Rondón Médicci & Guada 2005. [8] Balladares 2004. [9] Gómez et al. 1994. [10] Mrosovsky 2000. [11] Montilla & Hernández 2005. [12] Parra Montes de Oca 2002. [13] Marcovaldi 2001. [14] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [15] IUCN 2007. [16] Guada 2000. [17] Alió 2004. [18] Babarro 2004. [19] CITES 2006. [20] Venezuela 1996a. [21] Venezuela 1996b. Autores: Hedelvy Guada, Joaquín Buitrago Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Cardón Dermochelys coriacea Vandelli 1761 Reptilia Chelonia Dermochelyidae

En Peligro Crítico A2acd+1abd

Descripción: Es la única especie viviente de una familia que a su vez posee un sólo género, y muy fácil de reconocer por su enorme tamaño. Puede medir entre 1,30 y 1,75 m de longitud (en línea curva). Las hembras reproductoras del Caribe pesan 250-500 kg [1]. El caparazón óseo es extremadamente reducido, carece de placas córneas y en su lugar posee una gruesa piel negra con manchas blancas y siete crestas longitudinales [2]. Al igual que otras tortugas marinas, no retrae la cabeza, el pescuezo o las extremidades bajo la concha. Su dieta está constituida fundamentalmente por cnidarios (medusas o aguamalas) y tunicados [2]. Distribución: Especie pelágica y ampliamente distribuida en los océanos del mundo. Se traslada a ambientes más cálidos para reproducirse y anida en los trópicos. Las principales áreas de anidación en el océano Atlántico Occidental y el mar Caribe son las playas de Costa Rica, Panamá, Guayana Francesa, Surinam y Trinidad [2,3]. En Venezuela, aunque es observada en toda la costa, las mayores densidades se reportan hacia el oriente y en la isla de Margarita. La especie puede utilizar varias playas del Caribe suroriental en una misma temporada de anidación, como lo indican varios intercambios de hembras entre Trinidad, la península de Paria y la isla de Margarita [4,5,6]. Nombres comunes: Cardón, Tortuga negra, Baúla, Laúd, Tartaruga Leatherback turtle

Situación Aunque en Venezuela es la segunda especie más importante en número de nidadas, su situación se encuentra altamente comprometida [7]. Cerca de 90% del total de sus anidaciones en el país se concentran en el sector nororiental de su distribución, principalmente en Sucre y Nueva Esparta, mientras que la población anidadora incluye 200 a 300 hembras por año [8]. Es la única especie con desove confirmado en Delta Amacuro [9]. Los reportes de capturas incidentales o accidentales indican que se alimenta en el golfo de Venezuela, península de Paraguaná, y los estados Miranda, Sucre y Nueva Esparta [2,4,10-17]. En el ámbito global, a partir del año 2000, la IUCN la clasifica En Peligro Crítico [18]. En área del océano Pacífico la declinación en la anidación es mayor a 80% en la mayoría de las poblaciones [1,3]. En el ámbito de todo el Caribe las tendencias a la disminución poblacional persisten en los sitios donde se les brinda poca protección [2,3].

Amenazas Una de sus principales causas de mortalidad en Venezuela es la captura accidental por las pesquerías. Es la especie con mayor registro de varamientos (tortugas muertas o sus restos) en el país [16]. La captura en redes de arrastre parece ser baja [16]. Las hembras son sacrificadas en las playas y sus nidadas son saqueadas [2,4,12,13,14,15]. La anidación en zonas con ocupación rural o turística también pone en peligro a hembras y crías [4]. Lo que parecería ser un incremento reciente en la frecuencia de tormentas severas en la región costera venezolana, podría afectar severamente su reproducción y sobrevivencia.

Conservación En el ámbito global, al igual que las otras tortugas marinas, se beneficia de varios instrumentos legales, lo cual es crucial por ser una especie altamente migratoria. En el ámbito internacional está incluida en el Protocolo SPAW, la Convención de Diversidad Biológica, Apéndice I del CITES, Convención Ramsar y la Convención Interamericana para la Protección y la Conservación de las Tortugas Marinas [19]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [19,20,21]. El Plan de Acción para la Recuperación de las Tortugas Marinas ha sido un elemento importante para orientar los esfuerzos de investigación y conservación [4]. Diferentes organizaciones combinan en distinto grado la educación ambiental, la investigación y la capacitación en favor de la especie: LUZ y GTTM-GV en Zulia, Fudena e Inparques en Falcón, Provita e Inparques en Miranda y Vargas, CICTMAR-WIDECAST en la vertiente norte de la Península de Paria, GTTM-NE, MINAMB-NE e Inparques en Nueva Esparta, y el INIA en la región nororiental, entre otros [5,17,22,23]. Aparte de la tortuga verde en isla de Aves, ésta es la única especie que cuenta con un programa formal de seguimiento de anidación en dos playas índices del estado Sucre. Organismos como el MINAMB, la Guardia Nacional y la Armada, ejercen guardería ambiental en todo el sector marino y costero. Para garantizar su sobrevivencia en Venezuela es urgente disminuir la mortalidad en las pesquerías, así como lograr la protección de sus hábitats de anidación y alimentación. Es indispensable reforzar el cumplimiento de la legislación y sensibilizar ampliamente a residentes y turistas sobre la situación de las tortugas marinas. Referencias: [1] Eckert 2001. [2] Pritchard & Trebbau 1984. [3] Troeng et al. 2004. [4] Guada & Solé 2000. [5] Rondón Médicci et al. 2005. [6] Hernández et al. 2005. [7] Rodríguez & RojasSuárez 2003. [8] CICTMAR-WIDECAST & Provita 2004. [9] Pritchard 1982. [10] Acuña & Toledo 1994. [11] Aguilera & Acuña 1996. [12] Medina et al. 1987. [13] Guada & Vernet 1988a. [14] Guada & Vernet 1988b. [15] Guada 2000. [16] Balladares 2004. [17] Alió 2004. [18] IUCN 2007. [19] Babarro 2004. [20] Venezuela 1996a. [21] Venezuela 1996b. [22] Rodríguez-Clark et al. 2004. [23] Vernet & Gómez 2007. Autores: Hedelvy Guada, Joaquín Buitrago Ilustración: Amelie Areco

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Cabezón Peltocephalus dumerilianus Schweigger 1812 Reptilia Testudines Pelomedusidae

Vulnerable A2abd

Descripción: Tortuga de río parecida al terecay (Podocnemis unifilis) debido al tamaño y a la similitud entre sus caparazones. Se distingue fácilmente por su gran cabeza que puede llegar a medir hasta 8 cm de ancho [1,2]. El caparazón, bastante alto, alcanza hasta 68 cm de longitud en los machos adultos, siendo un poco más pequeño en las hembras. El caparazón es de coloración negruzca, de contorno oval y en forma de domo, y ligeramente expandido hacia la parte de atrás. El peso promedio es de 8 kg en las hembras adultas y de 11 kg en los machos [3]. En el peto no tiene charnelas. Posee gran fuerza en las mandíbulas. La ausencia de ornamentación facial, al igual que la disposición lateral de sus ojos y la mandíbula en forma ganchuda la diferencian del género Podocnemis. Las extremidades son escasamente palmeadas, por lo que no se le conoce como muy nadadora, y más bien pasa la mayor parte del tiempo caminando sobre el lecho de los ríos, lejos de la corriente principal. No suele asolearse ni anidar en las riberas, sino en tierra firme [10]. La hembra pone sus huevos en diversos sustratos, en playas o dentro del bosque entre raíces, nidos de hormigas, termitas o junto a troncos caídos [4]. Distribución: Especie con distribución amplia al norte de Suramérica. Ha sido registrada en la cuenca sur del río Orinoco y en la vertiente norte de la cuenca del río Amazonas, en el sur de Venezuela, este de Colombia, Ecuador oriental, noreste de Perú y Guayana Francesa, y al norte de Brasil. En Venezuela está prácticamente ausente al norte del Orinoco, pero se observa ocasionalmente en el extremo oriental del estado Apure, según unos pocos registros para los ríos Capanaparo, Cinaruco, Potrerito y Orinoco. Su abundancia es mayor hacia el sur del estado Amazonas, en el río Autana, caño Atacavi, San Carlos de Río Negro, Macuruco y Santa Cruz de Atabapo en el río Atabapo, lugares donde parece estar asociada a los ríos de aguas negras [2,5]. También es conocida por los sinónimos Podocnemis tracaxa y Peltocephalus tracaxa. Nombres comunes: Cabezón, Tortuga cabezona Big-headed amazon river turtle, Big-headed sideneck

Situación Aunque la especie presenta una distribución amplia en la Amazonía venezolana, muchas de sus poblaciones enfrentan presiones de captura que podrían causar extinciones locales. Su captura es mucho más frecuente que la de otros pelomedúsidos [1]. La disminución poblacional de otras especies de tortugas de río, como la tortuga arrau (Podocnemis expansa), podría estar aumentando la presión sobre esta especie e incluso sobre otras tortugas de menor tamaño [5]. En el ámbito internacional la IUCN la clasifica Vulnerable [6]. En Colombia se le reporta como Casi Amenazada [4].

Amenazas En territorio venezolano la especie es objeto de intensa cacería y comercio artesanal. Es utilizada como recurso proteico por comunidades locales y se considera muy importante dentro de la economía de ciertos poblados, donde es canjeada por artículos de primera necesidad [1]. Es perseguida especialmente en los lugares donde escasean la tortuga arrau (Podocnemis expansa) y el terecay (Podocnemis unifilis) [4]. Su capacidad de anidar en múltiples lugares dificulta la localización de los nidos, lo que la protege de depredadores humanos, sin embargo, los nidos suelen ser depredados por animales, aunque la mayor pérdida puede generarse por la creciente inesperada del nivel de las aguas [10].

Conservación A escala internacional está incluida en el Apéndice II del CITES [7]. En Venezuela su cacería era ilegal por disposición de la Resolución N° 95 de 1979, sin embargo, 16 años después fue excluida en el Decreto N° 1.485 (11/09/96) que deroga la anterior resolución [8,9]. Su distribución abarca los parques nacionales Yapacana, Cerro La Neblina y Santos Luzardo (Cinaruco-Capanaparo), y la Reserva Forestal de Sipapo. No obstante, estas áreas no brindan la suficiente protección a la especie y su explotación no parece ser menor que en áreas no protegidas [1]. Para su conservación se requiere implementar planes efectivos de guardería ambiental, educación y manejo de las áreas protegidas. Estos programas deben contemplar la disminución de su comercio, sin afectar a las comunidades indígenas que aprovechan la especie [5]. Se debe brindar mayor protección a las planicies de inundación que cuentan con zonas de rebalses, hábitat prioritario para la especie y que no están debidamente representadas en el sistema de áreas protegidas [1]. Igualmente, es necesario profundizar los estudios sobre su presencia, abundancia y presión de cacería en los llanos venezolanos. Referencias: [1] Pérez 1990. [2] Pritchard & Trebbau 1984. [3] Soini 1998. [4] Castaño-Mora 2002. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] IUCN 2007. [7] CITES 2006. [8] Venezuela 1979. [9] Venezuela 1996a. [10] Rueda-Almonacid et al. 2007. Autor: Alfredo Arteaga Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Tortuga arrau Podocnemis expansa Schweigger 1812 Reptilia Quelonia Podocnemididae

En Peligro Crítico A2abd

Descripción: Es el más grande de los quelonios fluviales de carapacho duro del mundo [1]. Presenta un dimorfismo sexual marcado, siendo los machos de menor tamaño que las hembras [2]. Una hembra adulta puede llegar a pesar 50 kg y su caparazón medir 1,07 cm de longitud [3,4]. El caparazón es café oscuro o negro, aplanado y ensanchado, y el peto varía entre oscuro y crema amarillo. Es netamente acuática, y sólo las hembras abandonan los cursos de agua para anidar en bancos de arena y playas que se forman durante la temporada de sequía [5]. Distribución: Su distribución es amplia en las cuencas de los ríos Amazonas, Orinoco y Esequibo. Ha sido registrada en Colombia, Venezuela, Guyana, Brasil, Ecuador, Bolivia y Perú [6,7]. Es probable su presencia en Surinam y Guayana Francesa, pero no ha sido confirmada [2,8]. En Venezuela se encuentra a lo largo del río Orinoco y sus tributarios principales, desde el alto Orinoco en el estado Amazonas hasta su salida al mar en Delta Amacuro [6,9,10]. Su abundancia es mayor en el Orinoco medio, desde Caicara hasta Puerto Ayacucho, y en otros ríos caudalosos, turbios y de poca corriente como Meta, Capanaparo, Arauca y Apure [11]. Nombres comunes: Tortuga arrau, Tortuga del Orinoco, Wärara, Totori, Buoreré, Ikorimakaite Arrau sideneck, South American river turtle, Giant south american turtle

Situación La especie fue muy abundante hace 200 a 300 años, aunque actualmente es escasa en toda su área de distribución [8]. A principios del siglo XIX Humboldt estimó una población de 330.000 hembras reproductoras, pero a mediados del siglo XX quedaban 123.000 [6,9,12]. En los últimos 50 años el proceso se ha acelerado: 36.100 tortugas anidaron en 1950; 13.800 en 1965; 4.400 en 1981 y 991 en 2003 [9,13,14,15,16]. En Venezuela existen tres áreas de anidación conocidas: río Meta, Brazo Casiquiare y Orinoco medio, siendo esta última la más importante y mejor estudiada [10]. Las playas Playita y Playa del Medio destacan por sus colonias reproductivas [9]. Desde 1982 hasta 1994, la IUCN clasificó a esta especie en la categoría En Peligro; es sólo en 1996 cuando se le reclasifica como en Menor Riesgo/Dependiente de Conservación, sin embargo, como en la actualidad esa categoría ya no es utilizada, la IUCN indica en sus reportes la necesidad de actualización [17]. En Colombia se le considera En Peligro Crítico [18].

Amenazas Desde la época de la Colonia hasta la década de los sesenta, la principal causa de la disminución ha sido el consumo de adultos, neonatos y huevos. Otros factores que pueden haber contribuido con la disminución de la especie es la pérdida de nidadas por el incremento del nivel del río y la depredación natural de neonatos. Actualmente su principal amenaza continúa siendo la sobreexplotación de sus poblaciones como fuente de alimento y para la obtención de productos derivados [2,3,5,6,8,9,13]. Entre los años 2000 y 2002 se encontró en el Orinoco medio que de las tres especies de tortugas consumidas por los ribereños, la arrau representó 71,71%. En esta cifra, 94,5% de los ejemplares consumidos pertenecían a las clases juvenil y subadulta, lo que indica que los pobladores estaban consumiendo la generación de relevo [19].

Conservación La especie está incluida en el Apéndice II del CITES [20]. En Venezuela se encuentra protegida desde 1946. En la actualidad el Decreto N° 1.485 (11/09/96) ratifica su veda indefinida, y el Decreto N° 1.486 (11/09/96) la declara Especie en Peligro de Extinción [9,21,22]. En 1989 se crea el Refugio de Fauna Silvestre y Zona Protectora de la Tortuga Arrau (Decreto Nº 271 del 07/06/89). A partir de ese año el MINAMB adelanta un programa de conservación con la Guardia Nacional, FUDECI, CVG-Bauxilum, comunidades locales, Agropecuaria Puerto Miranda y Ecopets. El programa incluye manejo in situ (trasplante de nidos en riesgo, rescate de neonatos, traslado a centros de cría, liberación de juveniles criados y seguimiento de ejemplares liberados) y ex situ (cría en cautiverio por un año e investigaciones del crecimiento), además de guardería y educación ambiental. En 1992 el MINAMB inició la cría de 5.000 tortuguillos en el FONAIAP-FONDEA en San Fernando de Apure [9]. En 1994 se incorporó FUDECI con un zoocriadero en Puerto Ayacucho. En 2004, pobladores locales entregaron al MINAMB 1.131 tortugas capturadas durante sus jornadas de pesca. De éstas, 44% corresponden a ejemplares criados en cautiverio, nacidos durante las temporadas de 1997 y 1999-2003. Entre 1997 y 2004, se trasplantaron 1.647 nidos, con un éxito de eclosión de 50% a 86% [23,24]. En total, hasta 2007 han sido liberados más de 271.000 tortuguillos en nueve diferentes localidades, y de este total FUDECI ha liberado 80% [25]. Estas acciones han disminuido la mortalidad natural y la presión de cacería. Se estima que la población de hembras reproductoras en el Refugio se ha estabilizado en aproximadamente 1.500 ejemplares, sin embargo, su extinción es posible si no se continúan las acciones de conservación [23]. Se ha estimado que la especie alcanza la madurez sexual a los 17 años, lo cual indica que a pesar de la gran cantidad de juveniles liberados, la recuperación de la población adulta sólo será posible en muchas décadas de protección [26]. Así mismo, en un estudio genético donde se analizaron 18 poblaciones, se encontró que las más divergentes son las del Orinoco medio y del río Araguaia (Brasil), extremos norte y sur del área de distribución de la especie, respectivamente, lo cual hace aún más prioritaria la conservación de la población del Orinoco medio [27]. Referencias: [1] Moll & Moll 2000. [2] Pritchard & Trebbau 1984. [3] Mittermeier 1978. [4] Ernst & Barbour 1989. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] Ojasti 1971. [7] Soini et al. 1997. [8] Groombridge 1982. [9] Licata 1992. [10] Narbaiza et al. 1999. [11] Ojasti 1988. [12] Mosqueira 1945. [13] Ramírez 1956. [14] Ojasti 1967. [15] Paolillo 1982. [16] Rojas-Runjaic & Marín 2007. [17] IUCN 2007. [18] Castaño-Mora & Medem 2002c. [19] Hernández & Espín 2003. [20] CITES 2006. [21] Venezuela 1996a. [22] Venezuela 1996b. [23] Marin & Licata 2005. [24] E. Marín obs. pers. [25] O. Hernández obs. pers. [26] Hernández & Espín 2006. [27] Pearse et al. 2006. Autores: Omar Hernández, Eneida Marín Ilustración: Amelie Areco

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Terecay Podocnemis unifilis Troschel 1848 Reptilia Testudines Pelomedusidae

Vulnerable A2abcd

Descripción: Tortuga dulceacuícola relativamente mediana, con un tamaño promedio entre 40 y 50 cm de longitud máxima, y un peso aproximado de 9 a 12 kg. Se distingue de los otros miembros del género Podocnemis por tener el caparazón convexo y ovalado, ligeramente más ancho por detrás, con una o dos bárbulas bajo el mentón, en el caso de las poblaciones del Orinoco, y dos en las del Amazonas. Las crías se reconocen por las vistosas manchas amarillo naranja sobre la cabeza. El color del caparazón varía entre café oscuro y negro y el plastrón es grisáceo. Las hembras son más grandes que los machos, y estos últimos retienen el patrón de coloración característico de las crías y juveniles, aunque más tenue, además la cola es más larga y gruesa [12]. Las patas son completamente palmeadas. A diferencia de la tortuga arrau (Podocnemis expansa), esta especie anida solitariamente o en pequeños grupos y es capaz de utilizar bancos de arena, arcilla o barro e incluso áreas de cultivo abandonadas [1]. Distribución: De todas las especies del género Podocnemis, es la que tiene una distribución más amplia. Abarca las cuencas de los ríos Amazonas, Orinoco y Esequibo [1,2,3]. En Venezuela se encuentra desde el alto Orinoco hasta su salida al océano Atlántico, extendiéndose a lo largo de sus ríos tributarios. Utiliza gran variedad de ambientes acuáticos, incluyendo ríos de aguas negras y aguas blancas, lagos, lagunas, bosques y sabanas inundadas, y meandros de ríos aislados durante la época de sequía [4]. Nombres comunes: Terecay, Terecaya Yellow-spotted river turtle, Yellow-headed sideneck

Situación En Venezuela no se poseen estimados sobre sus tamaños poblacionales, a excepción de algunos estudios en localidades particulares [5]. Es posible que el área de su distribución en Venezuela no se haya reducido perceptiblemente en tiempos recientes, sin embargo, su actual abundancia es menor [6,7]. Por presentar amplia tolerancia ecológica y hábitos relativamente solitarios, es menos susceptible que la tortuga arrau a sufrir reducciones bruscas en su tamaño poblacional. Como resultado de la disminución drástica de las poblaciones de la tortuga arrau, la presión sobre la especie ha aumentado [6]. A escala internacional la IUCN la clasifica Vulnerable de extinción [8]. En Colombia se le considera En Peligro Crítico [9].

Amenazas Su carne está considerada la de mejor calidad entre las especies de Podocnemis [1]. La pesca de adultos con redes y anzuelos cebados, así como el saqueo de nidos para obtener sus huevos son sus principales amenazas [1,3,6,7]. La captura de hembras nidificantes ocurre con cierta frecuencia, pero dado que sus áreas de nidificación son muy diversas, e incluso alejadas de las márgenes de los ríos y playas de arena, una proporción significativa de los ejemplares y sus nidos escapa de la presión humana [6]. En el año 2000, el precio de las tortugas extraídas del río Mato en el bajo Caura (estado Bolívar), fue de Bs. 5.000 (8 US$). Posteriormente fueron revendidas en Maripa (estado Bolívar) en Bs. 10.000 (15 US$), y en Puerto Ayacucho y Ciudad Bolívar alcanzaron entre Bs. 23.000 y 30.000 (35-45 US$) [8]. La mayor proporción de los beneficios resultantes de su aprovechamiento permaneció en manos de intermediarios.

Conservación En el ámbito internacional está incluida en el Apéndice II del CITES, por ende su comercio se encuentra regulado [10]. En Venezuela su cacería es legal, pero está sujeta al calendario anual de caza deportiva que es definido por el MINAMB, el cual establece la temporada de caza y el número de piezas que pueden ser tomadas por cazador [7]. La distribución de la especie abarca numerosas áreas protegidas como los parques nacionales Cinaruco-Capanaparo, Parima-Tapirapecó y Yapacana, la Reserva de Biosfera Delta del Orinoco y el Refugio de Fauna Silvestre de la Tortuga Arrau, entre otras áreas [4]. Es prioritaria la investigación de su distribución y abundancia actual en Venezuela [7]. El conocimiento de su historia natural es crucial para diseñar planes de aprovechamiento racional adecuados y reducir la presión ejercida por la cacería ilegal [11]. Recientemente, la Asociación Civil Grupo de Trabajo de Tortugas Continentales propuso al MINAMB que esta especie, al igual que el galápago llanero (Podocnemis vogli), sean desincorporados del calendario de caza con fines deportivos, propuesta apoyada por la propia Federación de Cazadores de Venezuela. De todas las especies del género, es la que mejor resiste el cautiverio, por lo que el potencial de esta actividad debe ser estudiado [1].

Referencias: [1] Mittermeier 1978. [2] Ramo 1982. [3] Pritchard & Trebbau 1984. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] Escalona & Loiselle 2003. [6] Groombridge 1982. [7] J. Ojasti com. pers. [8] IUCN 2007. [9] Castaño-Mora & Medem 2002d. [10] CITES 2006. [11] Alho 1985. [12] Rueda-Almonacid et al. 2007. Autores: Juhani Ojasti, Alfredo Arteaga, Pablo Lacabana Ilustración: Ximenamaria Rausseo / Podocnemis unifilis (juvenil)

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Caimán de la Costa Crocodylus acutus Cuvier 1807 Reptilia Crocodilia Crocodylidae

En Peligro A2acd; C2a(i)

Descripción: Es una de las especies de cocodrilo más grandes del Neotrópico. El macho mide de 5 a 7 m de longitud, mientras que la hembra alcanza su madurez sexual cuando mide entre 1,8 y 2,5 m. Su color es desde gris pálido, algo amarillento y con cierto tinte verdoso, hasta un gris oscuro o negruzco en los individuos más viejos. La hembra pone de 15 a 47 huevos, los cuales son incubados durante 70 a 90 días. Es una especie carnívora muy generalista, capaz de consumir gran variedad de presas como insectos, cangrejos, peces, tortugas, babas y aves acuáticas [1,2,3]. Distribución: Su distribución se extiende desde el sur de la península de Florida en los Estados Unidos, hasta México y a lo largo de las costas atlántica y pacífica de Centroamérica, islas del Caribe (Cuba, Jamaica, Haití y República Dominicana) y norte de Suramérica (Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) [3,4,5,6]. Hasta principios del siglo XIX era abundante en las costas venezolanas desde la boca del río San Juan y el golfo de Paria en Sucre, hasta la cuenca del lago de Maracaibo [2,5,6,7,8]. Su distribución actual está reducida a una veintena de subpoblaciones pequeñas y aisladas en la costa de los estados Zulia, Falcón, Aragua y Miranda [8,9,10,11]. Se ha señalado su presencia en la isla de Margarita, pero se considera localmente extinto [5,7,12]. Habita entre el nivel del mar y los 400 m de altitud, en gran variedad de cuerpos de agua. Su presencia en mar abierto es ocasional [7,13]. Nombres comunes: Caimán de la Costa, Cocodrilo americano, Caimán aguja American crocodile

Situación En Venezuela sus poblaciones están severamente reducidas y su distribución actual es sólo un relicto de la pasada, estimada en menos de 20% de su extensión original [2,3,10,12,13,14]. Persiste en pequeñas poblaciones aisladas y dispersas. La presión sobre los ejemplares más grandes ha modificado la estructura de edades de sus poblaciones, por lo que rara vez se observan ejemplares mayores a 3 m de longitud [5,7]. Algunas poblaciones pueden considerarse relativamente saludables, como las que se encuentran en la represa Játira-Tacarigua (Falcón), en el río Yaracuy, en la represa de Pueblo Viejo (Zulia) y en el Parque Nacional Laguna de Tacarigua (Miranda) [10,15]. En 1997, se estimó poco más de 500 ejemplares adultos, cantidad similar a lo considerado diez años atrás, incluyendo algunas recuperaciones poblacionales, principalmente en áreas como los parques nacionales Morrocoy y Laguna de Tacarigua [5,11,15]. La presión humana sobre la especie parece haberse estabilizado y es posible que esté disminuyendo, pero no ha cesado [11]. A escala internacional la IUCN la clasifica Vulnerable de extinción [14,16,17]. En Colombia se le considera En Peligro Crítico, y virtualmente Extinto en el norte de Perú y Ecuador [1,5]. La población de Florida (EE. UU.) es de aproximadamente 20 hembras reproductivas [14].

Amenazas En Venezuela su principal amenaza es la destrucción de hábitat por contaminación de los ríos, o por disminución del caudal a causa de la deforestación de las márgenes y cabeceras [2,10]. Los caimanes adultos son eliminados por considerarlos dañinos, los juveniles son capturados para la venta o la cría en cautiverio y los nidos son saqueados para obtener los huevos como alimento y con fines medicinales [5,15]. En el pasado, pescadores locales saqueaban entre 12 y 17 nidos al año en el Parque Nacional Laguna de Tacarigua, lo que frenó su recuperación poblacional [2]. Actualmente, dicha población pudiera superar los 100 individuos [15]. No obstante, es frecuente la muerte de más de 10 animales al año en redes y se sigue reportando la captura ilegal de animales en zonas aledañas.

Conservación En el ámbito internacional está incluida en el Apéndice I del CITES [18]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por medio del Decreto N° 1.486 (11/09/96) [19,20]. Sus poblaciones han sido censadas y monitoreadas con intensidad [12,21]. Está presente en numerosas áreas protegidas como las reservas de fauna Ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras y Tucurere; los refugios de fauna silvestre Ciénaga de Los Olivitos y Cuare, y los parques nacionales Morrocoy, Laguna de Tacarigua y Henri Pittier [6,11,15,22,23]. Se ha evaluado y adelantado la cría en cautiverio con fines de repoblación; de hecho, más de 500 juveniles criados en cautiverio han sido liberados y los resultados sugieren el gran potencial de esta actividad [2,21,22,24,25]. Urge un plan de conservación integral que considere la reintroducción de animales en áreas de donde fue extirpado [12]. Es clave el diseño de actividades complementarias, como el control de la contaminación de los cauces de ríos, el mantenimiento del volumen de agua dulce en albuferas y estuarios, el fortalecimiento de la guardería, el desarrollo de campañas de concientización y educación ambiental, brindar la protección legal necesaria y el control de animales con mayor tamaño corporal [5,6,15,18,25]. Referencias: [1] Rodríguez Melo 2002. [2] Seijas 1991. [3] Thorbjarnarson et al. 1992a. [4] Caula 1982. [5] Muñoz 1987a. [6] Muñoz 1987b. [7] Medem 1983. [8] Seijas 1986b. [9] Seijas 1988. [10] Seijas 1990b. [11] Arteaga 1997. [12] A. Arteaga obs. pers. [13] A.E. Seijas com. pers. [14] Groombridge 1982. [15] Arteaga & Gómez 2000. [16] IUCN 1994. [17] IUCN 2007. [18] CITES 2006. [19] Venezuela 1996a. [20] Venezuela 1996b. [21] Seijas et al. 1990. [22] Arteaga 1998. [23] Pirela 1991. [24] Arteaga 1991. [25] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Alfredo Arteaga Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Caimán del Orinoco Crocodylus intermedius Reptilia Crocodilia Crocodylidae

Graves 1819

En Peligro Crítico C2a(i)

Descripción: Uno de los cocodrilos que alcanza mayores tallas, registrándose ejemplares machos cercanos a 7 m de longitud total, y hembras de 3,5 m, aunque individuos con estas tallas son ya difíciles de observar en vida silvestre. Se caracteriza por la cabeza delgada y por su hocico alargado ya se trate de juveniles o adultos. Su coloración puede ser gris clara amarillenta o gris oscura con manchas negras dispuestas a manera de barras diagonales. Los juveniles consumen cangrejos, coleópteros y odonatos, en tanto que los adultos se alimentan de peces, aves, reptiles y grandes mamíferos. Distribución: Es la única especie de cocodrilo cuya distribución está, de manera íntegra, en una cuenca hidrográfica [1]. En el pasado sus poblaciones se extendían a lo largo de una gran proporción de la cuenca del Orinoco en Colombia y Venezuela, ocupando principalmente ríos de gran cauce y aguas turbias [2,3]. Actualmente sólo se cuenta de 15 a 23 subpoblaciones dispersas desde el Delta Amacuro (Venezuela) hasta el río Guaviare (Colombia) [1,4]. Su distribución pasada en Venezuela incluía las tierras bajas de la cuenca del Orinoco, en los llanos y sabanas inundables, hasta áreas boscosas del sur del país y zonas del piedemonte andino. Hoy persiste en poblaciones pequeñas y aisladas, fundamentalmente en hábitats marginales. Nombres comunes: Caimán del Orinoco, Cocodrilo del Orinoco, Caimán llanero Orinoco crocodile

Situación A principios del siglo XIX Humboldt lo señaló como abundante, aunque bajo fuerte presión de cacería [5]. Entre 1930 y 1950 sus poblaciones disminuyeron bruscamente y desde entonces no se han recuperado. En censos realizados a lo largo de más de 3.300 km en la cuenca del río Orinoco, se contabilizaron 273 individuos, lo que condujo a proponer un tamaño poblacional máximo no superior a 1.000 individuos [3,6,7]. Desde entonces, se han realizado censos y estudios de campo en varias localidades y se estima que habitan poco más de 2.500 individuos en un máximo de 19 localidades en Venezuela y 4 en Colombia [4]. Las principales poblaciones se encuentran en los ríos Capanaparo, Cojedes y Sarare, refugios de fauna silvestre Caño Guaritico y Tortuga Arrau, y Parque Nacional Aguaro-Guariquito. Ninguna subpoblación conocida supera los 50 individuos maduros. En el río Cojedes se estima un total de 40 hembras. A escala internacional la especie ha sido declarada En Peligro Crítico, al igual que en Colombia [8,9,10,11].

Amenazas Su explotación comercial para el mercado peletero internacional se inició a finales de los años veinte y alcanzó su máximo a mediados de los treinta, con San Fernando de Apure como centro del comercio [1,12]. A pesar del colapso de la industria peletera en los años cincuenta, la especie todavía es capturada por cazadores oportunistas [2]. La principal amenaza actual para la especie es la destrucción de su hábitat natural. La mayor población conocida, ubicada en los ríos Cojedes y Sarare, en el estado Cojedes, está amenazada por la construcción de canales para el desarrollo agrícola [6]. Por otra parte, aunque no se tienen datos cuantitativos, el hábitat potencial reproductivo de la especie (playas de arena en ríos principales) se encuentra en franca disminución por intervención en la dinámica hídrica de estos cuerpos de agua. En otros ríos las actividades mineras, agrícolas e industriales han contaminado el agua y reducido el hábitat utilizable [2]. El uso de huevos como alimento y la venta de juveniles como mascotas constituyen otros factores de riesgo adicional [2,5].

Conservación El comercio internacional de la especie está regulado en el Apéndice I del CITES [13]. En Venezuela se establece su veda indefinida mediante el Decreto N° 1.485 (11/09/96) y es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [14,15]. El Parque Nacional Santos Luzardo y el Refugio de Fauna Silvestre Caño Guaritico fueron ampliados para proteger los hábitats más importantes de la especie [16]. Numerosos esfuerzos se han realizado para su cría en cautiverio y su reintroducción a poblaciones silvestres, por parte de Fudena, Wildlife Conservation Society, Venezuelan Smithsonian Project y actualmente, por FUDECI, Fundo Masaguaral, Hato Puerto Miranda y UNELLEZ, con apoyo de la Oficina Nacional de Diversidad Biológica del MINAMB y el Fonacit. Desde 1990, se han reintroducido juveniles provenientes de los centros de cría de los refugios de fauna silvestre Caño Guaritico (y el área adyacente de Hato El Frío) y Tortuga Arrau, de los parques nacionales Cinaruco-Capanaparo y Aguaro-Guariquito, así como del embalse de Tucupido en Portuguesa, el caño Matiyure del Hato El Cedral en Apure y el río Cojedes en Portuguesa. En total han sido reintroducidos 3.747 individuos, incluyendo los liberados en 2004 [17]. En 1996, el Grupo de Especialistas de Cocodrilos de Venezuela, con base en el Plan de Acción Supervivencia del Caimán del Orinoco, organizó el Taller de Análisis de la Viabilidad Poblacional y el Hábitat del Caimán del Orinoco. En el documento final se identificaron tres áreas de trabajo prioritarias para investigaciones futuras: a) poblaciones silvestres: amenazas y manejo; b) historia de vida y modelos; y c) cría en cautiverio [17]. Referencias: [1] Thorbjarnarson & Hernández 1992. [2] Arteaga 1993. [3] Groombridge 1982. [4] Arteaga et al. 1997. [5] Medem 1983. [6] Godshalk 1978. [7] Godshalk 1986. [8] Thorbjarnarson et al.1992a. [9] IUCN 1994. [10] IUCN 2007. [11] Rodríguez Melo & Ramírez Perilla 2002. [12] Mondolfi 1965. [13] CITES 2006. [14] Venezuela 1996a. [15] Venezuela 1996b. [16] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [17] A. Arteaga obs. pers. Autor: Alfredo Arteaga Ilustración: Astolfo Mata

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Tierrera del Turimiquire Atractus matthewi Markezich & Barrio-Amorós 2004 Reptilia Squamata Colubridae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Serpiente minadora de talla pequeña (menos de 40 cm) y cola corta. Su coloración dorsal es marrón sin manchas, bandas u otro diseño característico. Diseño ventral con bandas transversales oscuras y claras en cada escama central, y pequeñas manchas negras sobre el ápice de las escamas de los costados. El vientre muestra bandas transversales color crema, alternadas con bandas de color marrón oscuro, en tanto que la cola se muestra moteada de marrón oscuro y crema. Sus características diagnósticas son 17 escamas dorsales, 7 supralabiales e infralabiales, 160 a 168 ventrales, y 23 a 28 caudales. Anteriormente, confusiones con Atractus fuliginosus y Atractus lasallei (especie colombiana) habían ocultado la existencia de esta nueva especie [1]. Estudios recientes aseguran que Atractus matthewi es coespecífica con Atractus nororientalis, y que esta última debe ser considerada como un sinónimo “junior” de la primera. La descripción de ambas especies (la primera realizada con base en seis ejemplares y la segunda basada en dos individuos), ocurrió prácticamente en forma simultánea, y asociada a algunas polémicas. Sin embargo, los estudios morfológicos y de coloración no evidencian ninguna diferencia, aunque se expone y justifica algunas variaciones en el número de dientes maxilares (de 6 a 7 en Atractus nororientalis y de 8 a 9 en Atractus matthewi). Ambas supuestas especies son reportadas para la misma localidad [2]. Distribución: Especie endémica del macizo del Turimiquire, aparentemente restringida a los bosques ombrófilos montanos sub-siempreverdes y siempreverdes de la región. Ha sido reportada en los estados Sucre y Anzoátegui en varias localidades cercanas de la Serranía de Turimiquire, en las localidades de Carápas y cerca de La Piedra (Sucre), y en Anzoátegui en el cerro La Laguna (sectores las antenas, y la carretera La Piedra) [3]. Su distribución altitudinal conocida se ubica entre 1.660 y 2.130 m [1]. Nombres comunes: Tierrera del Turimiquire Turimiquire ground snake

Situación Es conocida sólo por los seis ejemplares con los que fue descrita en el año 2004, aunque es probable que los individuos reportados para Atractus nororientalis sean atribuibles a esta especie. En cualquier caso, más allá de las confusiones y polémicas, se concluye que es una especie endémica de un área muy amenazada, y probablemente de distribución restringida, que requiere atención. Son inexistentes datos adicionales sobre su ecología, distribución y estado de conservación. La especie no ha sido considerada anteriormente bajo ninguna categoría de amenaza.

Amenazas Además de su restringida distribución, la pérdida de hábitat por causa de la deforestación con fines agrícolas es la principal amenaza de esta especie endémica. El macizo del Turimiquire ha sido sometido a presiones de uso agrícola por muchos años, especialmente en las partes altas de las cuencas donde se cultiva café. En las zonas de baja y mediana elevación la vegetación natural ha sido fuertemente intervenida y degradada hacia sabanas antrópicas y matorrales. Las formaciones vegetales que constituyen el hábitat de Atractus matthewi, al igual que el resto de los bosques montanos de la cordillera de la Costa Oriental, han entrado recientemente en la clasificación de Vulnerable [4].

Conservación No se han tomado medidas para su conservación. Su área de distribución está protegida por la Zona Protectora del Macizo Montañoso del Turimiquire, la cual posee una superficie de 540.000 ha y se extiende entre 400 y 2.600 m de altitud [5]. Se recomienda evaluar su área de distribución para tratar de localizar más individuos y determinar igualmente su ecología, biología y estatus poblacional, además de sus pertinentes medidas de conservación.

Referencias: [1] Markezich & Barrio-Amorós 2004. [2] Kok et al. 2007. [3] Huber & Alarcón 1988. [4] Llamozas et al. 2003. [5] MARNR 1992. Autores: Fernando Rojas-Runjaic, Gilson Rivas, César Molina Ilustración: Michel Lecoeur

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Tierrera de Mesa Turik Atractus turikensis Barros 2000 Reptilia Squamata Colubridae

Vulnerable D2

Descripción: Serpiente minadora de talla pequeña, de alrededor de 40 cm de longitud. Cuerpo de aspecto cilíndrico, cola corta y puntiaguda, cabeza poco diferenciada del cuerpo y ojos pequeños. Su coloración dorsal es marrón claro con manchas marrón oscuro irregulares, concentradas principalmente en la región medio-dorsal y esbozando una línea vertebral discontinua e irregular. Presenta una banda de color marrón oscuro en cada flanco, a la altura de la primera y segunda escamas dorsales. Su vientre es amarillo e intensamente manchado de marrón oscuro [1]. Probablemente, al igual que otras especies del género, se trate de una serpiente inofensiva de hábitos minadores, que vive en la hojarasca y se alimenta de pequeños invertebrados. Distribución: Especie endémica de Venezuela, específicamente de Mesa Turik, un macizo rocoso de 120 km2, ubicado en la vertiente venezolana de la sierra de Perijá, estado Zulia, entre el río Apón y las cabeceras del río Palmar [2]. Nombres comunes: Tierrera de Mesa Turik, Tierrera de Turik Mesa Turik ground snake

Situación Son inexistentes datos adicionales sobre la biología, distribución, ecología y estado de conservación de esta especie. Se trata de una especie recientemente descrita, que sólo es conocida por tres ejemplares provenientes de la localidad de Mesa Turik, a una altitud de 1.800 m. Es probable que su distribución esté restringida a los bosques nublados y al sub-páramo de la meseta, extendiéndose entre los 1.600 a 2.500 m de altitud [2]. Hasta la fecha la especie no ha sido considerada bajo alguna categoría de amenaza. En la localidad de Mesa Turik es reportada una especie de lagartija (Anolis euskalerriari) que también se clasifica como Vulnerable debido a una distribución restringida.

Amenazas La inaccesibilidad de la meseta hace posible que el hábitat de esta especie se mantenga libre de degradación por actividades humanas en el corto plazo. El perímetro de esta meseta calcárea está rodeado de paredes verticales y cubierto por la selva, en una región muy alejada de todo acceso terrestre. Sin embargo, la limitada superficie de Mesa Turik implica una distribución muy restringida para la especie, lo cual representa una amenaza sobre sus poblaciones, puesto que catástrofes naturales eventuales, como incendios espontáneos, podrían comprometer su supervivencia. La sierra de Perijá presenta una serie de graves amenazas asociadas a la agricultura, deforestación, cultivos ilícitos, quemas, que eventualmente podrían extenderse hasta el hábitat de Atractus turikensis.

Conservación No se han tomado medidas para su conservación. El área de distribución conocida para la especie se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional Sierra de Perijá, el cual resguarda una superficie de 295.288 ha de esta serranía [3]. Para desarrollar propuestas orientadas a su conservación se requiere del desarrollo de estudios sobre su distribución geográfica actual, biología, ecología y estado de conservación de sus poblaciones.

Referencias: [1] Barros 2000. [2] López de Ipiña 1993. [3] MARNR 1992. Autores: Fernando Rojas-Runjaic, Gilson Rivas, César Molina Ilustración: Michel Lecoeur

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Tuqueque de Monte Cano Lepidoblepharis montecanoensis Markezich & Taphorn 1994 Reptilia Squamata Gekkonidae

En Peligro Crítico B1ab(iii)

Descripción: Es un pequeño lagarto que mide menos de 6 cm de longitud total, uno de los gecos más pequeños del mundo. Presenta un hocico corto, dedos pediales cortos, (8 a 10 lamelas bajo el cuarto dedo), y escamas dorsales y laterales ligeramente cónicas. Su coloración corporal cumple con un patrón de marrón pálido con elementos marrón tierra ligeramente contrastantes. El marrón de la cola tiende hacia el rojizo, con el extremo pardo-anaranjado claro. Los ejemplares juveniles muestran un patrón general más oscuro [1,2]. Distribución: Fue la primera especie endémica de este género reportada para Venezuela. Habita ecosistemas relictos de bosques secos tropicales en la Reserva Biológica de Monte Cano (1.800 ha), ubicada al sureste de la península de Paraguaná en el estado Falcón. La Reserva Biológica está localizada a 15 km al norte del cerro Santa Ana, y es la única área protegida de tierras bajas cuya vegetación representa 62% de las especies vegetales del estado Falcón. Nombres comunes: Tuqueque de Monte Cano, Lagarto de Monte Cano Monte Cano dwarf gecko, Paraguana ground gecko

Situación Es considerado uno de los gecos más pequeños, más amenazados y con menor distribución del mundo. Esta especie endémica de la península de Paraguaná fue descrita en 1994, y sólo es conocida por nueve ejemplares registrados entre 100 y 240 msnm en la Reserva Biológica de Monte Cano [1]. La especie fue hallada bajo rocas y troncos caídos en el lecho seco de una quebrada [1,2]. Su área de distribución dentro de la reserva está restringida a un relicto de bosque seco, igual o menor a 600 ha [1,2]. Además de lo restringido de su hábitat, la especie muestra una tasa reproductiva baja (un huevo por nidada) y escasa abundancia poblacional (sólo nueve ejemplares registrados en cinco años de muestreo) [1,2]. A escala internacional la IUCN la ha considerado En Peligro Crítico de extinción [3].

Amenazas El establecimiento de áreas de pastoreo para ganado caprino y bovino representa su principal amenaza [4]. La intensidad de estas actividades pecuarias ha dejado como consecuencia una drástica reducción y fragmentación de los bosques de la región, los cuales han sido clasificados bajo la categoría En Peligro [5]. Lo restringido del relicto boscoso en que habita, su baja tasa reproductiva y poca abundancia, agravan su precaria situación. Cualquier evento catastrófico de origen natural o antrópico podría provocar la desaparición total de la especie, o disminuir su población hasta que su recuperación sea imposible, dada su baja fecundidad y la asociación de sus eventos reproductivos con la dinámica de lluvias, la cual es algo errática en la región.

Conservación No se ha desarrollado alguna medida de conservación para la especie. Su área de distribución se encuentra amparada por la Reserva Biológica de Monte Cano, área privada creada en el año 1986 y administrada por la Universidad Francisco de Miranda (UNEFM). Se requiere evaluar la situación actual de sus poblaciones a fin de diseñar medidas de conservación específicas y establecer una protección real sobre las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) que la protegen. Además, se hace necesario eliminar el pastoreo caprino y bovino dentro de los límites de la reserva, dado el impacto negativo que este tipo de actividad ejerce sobre la vegetación nativa y consecuentemente sobre la población de esta especie.

Referencias: [1] Markezich & Taphorn 1994. [2] Markezich & Taphorn 1995. [3] IUCN 2007. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] Llamozas et al. 2003. Autores: César Molina, Fernando Rojas-Runjaic, Gilson Rivas Ilustración: Gabriel Uguetto

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Anadia del Turimiquire Anadia blakei Schmidt 1932 Reptilia Squamata Gymnophthalmidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Lagartija de talla mediana, hocico delgado, cuerpo robusto, cola gruesa y relativamente larga, presumiblemente prensil. Mide alrededor de 9,1 cm de la cabeza al ano, y su cola mide aproximadamente lo mismo que el largo del cuerpo. Escamas dorsales y ventrales de forma cuadrangular, con las dorsales de mayor tamaño. Su coloración dorsal es marrón, con pequeñas manchas oscuras esparcidas sobre la superficie, en tanto que el vientre es claro. Hay una línea clara que corre detrás del ojo hasta el orificio auricular. Similar a Anadia bitaeniata (endémica de la cordillera de Mérida) en cuanto a los escudos protectores de la cabeza, pero distinguible por el número más bajo de escamas alrededor del cuerpo y de las filas transversales de dorso; 4 supraoculares; 28 escamas alrededor del cuerpo; 33-34 desde las occipitales hasta la segunda fila postanal. También se ha reportado a Anadia blakei como morfológicamente cercana a Anadia nicefori de Colombia (en cuanto a número de escamas, y poros femorales), y a Anadia marmorata (cordillera de la Costa Central) [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, específicamente de los estados Sucre y Monagas, que sólo se conoce del macizo del Turimiquire en dos localidades entre 1.520 y 1.830 m de altitud [1,2]. Aunque su historia natural es desconocida, se presume que pueda ser de hábitos arborícolas al igual que las otras dos especies similares de la cordillera de la Costa: Anadia marmorata (cordillera de la Costa Central) y Anadia pariensis (península de Paria), en contraste con las especies andinas de hábitos terrestres, como Anadia bitaeniata. En este sentido, se cree que estaría asociada a una vegetación de bosque húmedo premontano o nublado con una temperatura anual variable entre 18 y 24 °C, y una precipitación anual promedio de 1.100 a 2.200 mm, donde desplegaría un comportamiento diurno y tendría una dieta basada en pequeños invertebrados como insectos, larvas y babosas. Nombres comunes: Anadia del Turimiquire, Anadia de Blake Blake's lizard, Blake's anadia

Situación Especie prácticamente desconocida. No se cuenta con información sobre su biología y estatus poblacional a pesar de que su descripción ocurrió en 1932. Su representatividad en colecciones museísticas consiste sólo de tres ejemplares, dos de los cuales forman parte de la serie tipo en que se basó la descripción. Aunque la zona ha sido muestreada en varias oportunidades, la falta de reportes de esta especie podría estar evidenciando bajos niveles poblacionales, o de difícil detección debido a sus posibles hábitos arbóreos. Esta especie no ha sido considerada anteriormente bajo alguna categoría de amenaza [1].

Amenazas La deforestación para la agricultura y para la actividad pecuaria, y la consecuente erosión de las laderas a causa de la pérdida de cobertura vegetal, han provocado reducciones considerables de los bosques nublados donde habita esta especie que se estima poco abundante, y cuyo hábitat se restringe a las cimas más inaccesibles del macizo. El macizo del Turimiquire ha sido sometido a presiones de uso agrícola por muchos años, especialmente en las partes altas de las cuencas donde se cultiva café. En las zonas de baja y mediana elevación la vegetación natural ha sido fuertemente intervenida y degradada hacia sabanas antrópicas y matorrales.

Conservación No se han tomado medidas para la conservación de esta especie. La Zona Protectora Macizo Montañoso del Turimiquire está amparada bajo la figura legal de Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) [3]. Se recomienda dar prioridad alta al desarrollo de estudios de su estatus poblacional y distribución, así como de su ecología y biología, a fin de establecer medidas adecuadas y bien fundamentadas en pro de su conservación.

Referencias: [1] Schmidt 1932. [2] Oftedal 1974. [3] MARNR 1996c. Autores: Gilson Rivas, Fernando Rojas-Runjaic, César Molina Ilustración: Gabriel Uguetto / Anadia marmorata (NE)

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Anadia de Paria Anadia pariaensis Rivas, La Marca & Oliveros 1999 Reptilia Squamata Gymnophthalmidae

Vulnerable D2

Descripción: Lagartija de tamaño pequeño de 15,5 cm de longitud total y 5,5 cm de longitud hocico-cloaca, pero de cuerpo alargado con cabeza puntiaguda, escama nasal sencilla en contacto con la escama rostral, sin acanaladuras debajo de la narina. Presenta escamas prefrontales fusionadas más largas que anchas, la más interna de forma triangular y más pequeña que las dos externas. El cuerpo tiene 70 hileras de escamas dorsales (el mayor número registrado para este género), 33 hileras de escamas ventales y presenta 11 poros femorales [1]. La cabeza es color pardo, con las escamas cefálicas con un borde pardo oscuro. El dorso del cuerpo es pardo hasta la base de la cola. El dorso de la cola es pardo claro con manchas pardo oscuras. El cuerpo tiene seis bandas longitudinales oscuras; dos bandas dorsales que parten de las supranasales o frontonasales hasta la base de la cola donde se fusionan, dos franjas dorsales y dos laterales. Las extremidades son pardas al dorso. La garganta, cuello y parte anterior del vientre color crema. La parte posterior del vientre y extremidades, al igual que la parte ventral de la cola, es color crema sucio, excepto esta última, que es grisácea en su parte distal [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, específicamente de la península de Paria en el estado Sucre, y que sólo se ha registrado en una localidad en el río Tacarigua a 470 m de altitud, dentro de los límites del Parque Nacional Península de Paria, localidad con vegetación de bosque húmedo premontano, con una temperatura anual que varía entre 18 y 24 °C y una precipitación anual promedio de 1.100 a 2.200 mm. Las restantes especies de este género Anadia blakei, Anadia marmorata y Anadia steyeri, que habitan al norte del país están restringidas igualmente a este tipo de bosque [1]. Nombres comunes: Anadia de Paria Paria slender lizard

Situación Sólo es conocida por un ejemplar (holotipo) aparentemente juvenil y de sexo no determinado sobre el cual se describió la especie en 1999 [1]. A pesar de los recientes inventarios, la escasez de los registros en la zona sugiere que pueda ser una especie poco abundante. No existen datos adicionales sobre su biología, ecología y estatus poblacional. Las especies más cercanas geográficamente son Anadia blakei y Anadia marmorata, ambas presentan menor número de escamas dorsales y ventrales, menor longitud total y patrones de coloración diferentes a Anadia pariaensis [1]. Filogenéticamente, esta especie guarda relación con Anadia steyeri, especie de los bosques tropicales que habita a bajas y medias altitudes, a lo largo de la línea costera de Venezuela, entre los estados Falcón y Miranda, y con Anadia burmanguesa de la cordillera Oriental de Colombia [2]. No se le ha considerado anteriormente bajo alguna categoría de amenaza.

Amenazas La presión antrópica, asociada a los cambios en el uso de la tierra con fines agrícolas, a lo cual se encuentra expuesto el Parque Nacional Península de Paria, constituyen las amenazas más importantes sobre las poblaciones de esta especie [3,4]. Su distribución restringida incrementa su vulnerabilidad frente a la pérdida de hábitat.

Conservación No se ha implementado ninguna medida de conservación para esta especie. Sólo la figura protectora del Parque Nacional Península de Paria puede ser considerada como una medida indirecta de conservación. Se hace perentorio el desarrollo y ejecución de acciones que aminoren o eliminen el uso ilegal de los terrenos del parque nacional. De igual manera, se debe evitar la práctica de ciertas actividades agrícolas como el conuco, de alto impacto sobre las formaciones boscosas de la península. Esto amerita implementación de acciones administrativas que regulen los usos dentro del parque.

Referencias: [1] Rivas et al. 1999. [2] G. Rivas obs. pers. [3] A. Silva com. pers. [4] H. Guada com. pers. Autores: César Molina, Gilson Rivas, Fernando Rojas-Runjaic Ilustración: Michel Lecoeur

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Lagartija de cerro El Humo Euspondylus monsfumus Mijares-Urrutia, Señaris & Arends 2000 Reptilia Squamata Gymnophtalmidae

Vulnerable D2

Descripción: Lagartija arborícola de tamaño pequeño, de 4,6 cm de longitud hocico-cloaca, cuya coloración corporal es parda clara, con una franja lateral parda oscura que va desde los ojos hasta la inserción del miembro posterior, y donde se encuentran una serie de ocelos blancos bordeados de negro. Un carácter distintivo que la diferencia del resto de los lagartos gymnopthalmidos venezolanos es lo agudo de su hocico en vista dorsal. Euspondylus acutirostris es el otro representante del género en Venezuela y el que más se acerca a esta condición. Las otras especies asignadas a Euspondylus tienen hocicos más cortos y obtusos. El elevado número de filas de escamas ventrales transversales (28) distingue a Euspondylus monsfumus de las otras especies de Euspondylus, las cuales poseen entre 19 y 24 escamas. Así mismo, se distingue de Euspondylus acutirostris por el menor número de escamas temporales (16-22, contra 24-29 por lado), escamas dorsales de las extremidades claramente quilladas contra rugosas y escama nasal rectangular contra triangular, respectivamente [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, que sólo se conoce para la localidad tipo en alturas intermedias del cerro Humo, ubicado al noreste de Venezuela, dentro de los límites del Parque Nacional Península de Paria, estado Sucre. Esta localidad se encuentra en la zona de vida descrita como bosque nublado costero. Habita en el interior de bromelias arbóreas [1]. Nombres comunes: Lagartija de cerro El Humo Cerro El Humo lizard

Situación La especie sólo es conocida por un ejemplar (holotipo), que es una hembra adulta encontrada dentro de una bromelia arbórea. Dos ejemplares adicionales no están incluidos en la descripción original [1]. Los pocos ejemplares conocidos, su especialización de hábitat y su baja tasa reproductiva (dos huevos por nidada) evidencian la baja ocurrencia de la especie [1]. Se desconoce el estado actual de sus poblaciones y no ha sido calificada anteriormente bajo alguna categoría de amenaza.

Amenazas Su distribución restringida, su acentuada especialización bromelícola, su baja tasa reproductiva y su rareza, la convierten en una especie altamente susceptible a los cambios en el entorno que habita. Cualquier evento catastrófico puede diezmar severamente sus poblaciones. De igual manera, el cambio climático es un factor que puede ejercer a mediano y largo plazo una presión considerable, dado que podría generar cambios en los patrones de temperatura y precipitación, con las consiguientes alteraciones en los tipos de vegetación. Por otra parte, el Parque Nacional Península de Paria actualmente se encuentra bajo presión antrópica, asociada a cambios en el uso de la tierra para fines agrícolas, actividad que conduce a la pérdida de hábitat y a la fragmentación del mismo [2].

Conservación La declaratoria del Parque Nacional Península de Paria puede considerarse como la única medida de conservación indirecta sobre esta especie, puesto que protege su área de distribución conocida. Serían necesarios estudios sobre su estatus poblacional, distribución, ecología y biología a fin de establecer medidas adecuadas y bien fundamentadas para su conservación. De igual manera, es fundamental emprender actividades orientadas a generar cambios culturales y socioeconómicos en la región que conduzcan a la eliminación de prácticas agrícolas de alto impacto ambiental.

Referencias: [1] Mijares-Urrutia et al. 2000. [2] A. Silva com. pers. Autores: César Molina, Fernando Rojas-Runjaic, Gilson Rivas Ilustración: Michel Lecoeur

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Anolis de Mesa Turik Anolis euskalerriari Barros, Williams & Viloria 1996 Reptilia Squamata Polychrotidae

Vulnerable D2

Descripción: Lagartija de talla pequeña, de unos 6 cm de longitud hocico-cloaca. De cola larga, comprimida y prensil. Las escamas de los flancos son de tamaño uniforme. La coloración del cuerpo y los miembros es verde e irregularmente manchada de marrón, mientras que la cola está bandeada alternadamente de verde y marrón. Esta coloración críptica representa un excelente camuflaje. Su saco gular es amarillento y relativamente pequeño [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, específicamente de Mesa Turik, un promontorio montañoso de 120 km2, ubicado en la vertiente venezolana de la serranía de Perijá, estado Zulia, entre el río Apón y las cabeceras del río Palmar, a altitudes entre 1.600 y 1.700 msnm [1,2]. Recientemente, se encontró una segunda población de Anolis euskalerriari en una fila montañosa que representa parte del límite este de la cuenca del río Lajas, a 1.900 m de altura, ubicada a 25 km al sur y en línea recta desde la localidad tipo [3]. Adicionalmente, un ejemplar que eventualmente cabría ser asignado a esta especie de lagarto, fue identificado a través de un registro fotográfico de individuos provenientes del Departamento de Santander al norte de Colombia, lo cual permite asegurar que su distribución es más amplia que la reportada [4]. Nombres comunes: Anolis de Mesa Turik, Anolis de los vascos Mesa Turik green anole

Situación La especie es conocida sólo por dos ejemplares provenientes de Mesa Turik, y por una segunda población en río Lajas. Su coloración críptica (verde y marrón) hace pensar que es una especie de hábitos silvícolas y por tanto restringida a los bosques nublados [1]. Informaciones adicionales sobre la biología, distribución, ecología y estado de conservación de esta especie son inexistentes. No ha sido considerada bajo alguna categoría de amenaza. Con base en los nuevos reportes asociados a esta especie, es posible que su distribución sea mucho mayor que la reportada, y que su situación de conservación sea mejor que la categoría asignada.

Amenazas La inaccesibilidad de Mesa Turik hace posible que el hábitat de esta especie se mantenga libre de degradación por actividades humanas en el corto plazo. El perímetro de esta meseta calcárea está rodeado de paredes verticales, y cubierto por la selva en una región muy alejada de todo acceso terrestre. Sin embargo, la limitada superficie de esta meseta trae como consecuencia una distribución geográfica muy restringida, lo cual representa en sí una amenaza sobre las poblaciones de esta especie. Eventuales catástrofes naturales, como incendios naturales, podrían comprometer su supervivencia.

Conservación No se han tomado medidas para la conservación de la especie. Su área de distribución conocida se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional Sierra de Perijá, el cual resguarda una superficie de 295.288 ha de la serranía [4]. Para poder sustentar propuestas sobre su conservación se requiere el desarrollo de estudios sobre el estado de sus poblaciones, su distribución geográfica actual, su biología y su ecología.

Referencias: [1] Barros et al. 1996. [2] López de Ipiña 1993. [3] T. Barros com. pers. [4] G. Uguetto com. pers. [5] MARNR 1992. Autores: Fernando Rojas-Runjaic, Gilson Rivas, César Molina Ilustración: Gabriel Uguetto

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Anolis del Tetari Anolis tetarii Barros, Williams & Viloria 1996 Reptilia Squamata Polychrotidae

Vulnerable D2

Descripción: Lagartija esbelta de apariencia delicada y de talla mediana, que mide entre 7 y 9 cm de longitud hocico-cloaca, su cabeza es alargada y tiene una larga y delgada cola, la cual puede llegar a duplicar la longitud del cuerpo. Presenta una pequeña cresta mediodorsal. La cabeza es de color verde oliva oscuro y el resto del cuerpo de verde oliva oscuro a marrón oscuro, con bandas transversales de color naranja sobre los miembros y bandas transversales claras sobre la cola. Como otras especies del género Anolis, sus colores crípticos le permiten camuflajearse con su entorno, apariencia que interrumpe al desplegar el llamativo saco gular amarillo, que es relativamente pequeño en ambos sexos en comparación con especies similares [1]. También se le conoce con el sinónimo Phenacosaurus tetarii. Distribución: Especie endémica de la vertiente venezolana de la sierra de Perijá, estado Zulia, y probablemente restringida a las selvas nubladas y límites inferiores del páramo de Perijá, a elevaciones entre 2.400 y 2.900 m de altitud. Su distribución está incluida dentro de los límites del Parque Nacional Sierra de Perijá [1]. Nombres comunes: Anolis del Tetari Tetari green anole

Situación Sólo se conocen tres ejemplares, dos provenientes de la base del pico Tetari (2.790-2.900 m) y otro de la base de cerro Pintado (2.400 m), localidades separadas entre sí por 20 kilómetros de distancia [1]. Los ejemplares fueron colectados sobre líquenes y hojarasca en el ecotono del bosque nublado y los arbustales del páramo. Datos adicionales sobre la biología, distribución y ecología de esta especie son inexistentes. No ha sido considerada anteriormente bajo alguna categoría de amenaza.

Amenazas La pérdida de hábitat por causa de la tala y quema de bosques para fines agrícolas, representa en la actualidad su principal amenaza. La fragilidad de los ambientes subparameros y parameros donde habita la especie, junto a su distribución restringida, son factores que acentúan las amenazas a su supervivencia.

Conservación No se han tomado medidas para la conservación de la especie. Su área de distribución conocida se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional Sierra de Perijá, figura que resguarda una superficie de 295.288 ha de la serranía y que abarca desde los 80 hasta los 3.400 m de altitud [2]. Para desarrollar propuestas específicas en pro de su conservación, se deben llevar a cabo estudios sobre su distribución geográfica, biología, ecología, amenazas que enfrenta y su impacto sobre las poblaciones.

Referencias: [1] Barros et al. 1996. [2] MARNR 1992. Autores: Fernando Rojas-Runjaic, Gilson Rivas, César Molina Ilustración: Michel Lecoeur

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Lagartija lucia del Turimiquire Mabuya croizati Reptilia Squamata Scincidae

Horton 1973

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Lagartija de talla mediana, cuyos machos miden entre 5,4 y 5,6 cm de longitud hocico-cloaca, mientras que las hembras pueden medir entre 5,4 y 7,1 cm. La longitud de la cola alcanza 0,46% de la longitud total. Hocico ligeramente estrecho y puntiagudo. Cuello poco definido, aproximadamente tan ancho como la cabeza y la parte anterior del cuerpo. Cuerpo subcilíndrico, ligeramente plano. Miembros anteriores y posteriores bien desarrollados, que apenas entran en contacto entre sí cuando son alineados contra el cuerpo. Se distingue por la presencia de sus escamas frontoparietales fusionadas y por presentar entre dos y cuatro pares de escamas nucales. El dorso muestra tonalidades de verde turquesa o de azules que causan un efecto de camuflaje con la coloración de la vegetación circundante. La coloración variegada de los flancos se confunde con el substrato rocoso. Los tonos verdes o azules son muy variados y dependen de la intensidad de la luz y de su ángulo de incidencia. El cuerpo posee seis líneas oscuras dispuestas longitudinalmente: dos líneas dorsales que se extienden desde el hocico hasta la base de la cola, punto donde se fusionan, otras dos líneas dorsolaterales y dos laterales, todas separadas por espacios claros. En los juveniles las bandas claras presentan mayor iridiscencia, siendo más frecuentes los tonos azules, mientras que en los adultos predominan las tonalidades ocre y turquesa. Especie de hábitos diurnos, consumidora de invertebrados y vivípara que puede dar a luz hasta cinco crías. Se desconoce el tiempo de gestación [1,2,3]. Distribución: Endémica del noreste de Venezuela, la especie ha sido señalada sólo para tres localidades en el macizo del Turimiquire, de los estados Anzoátegui y Sucre, por encima de 1.800 m de altitud [1,2]. La vegetación original es un bosque ombrófilo montano siempreverde (bosques nublados costeros) y subpáramos arbustivos [3]. Esta especie posee hábitos diurnos, rupícolas y heliófilos y habita en las zonas altas, predominantemente en áreas abiertas con rocas expuestas. Mabuya croizati presenta, además, un patrón y ritmos diarios de actividad que están condicionados por la incidencia del sol. Cuando los individuos son mayores, buscan activamente a sus presas [3]. Nombres comunes: Lagartija lucia del Turimiquire, Lucia del Turimiquire, Lagartija de Croizat Croizat's skink, Six-lined skink

Situación El conocimiento biológico y de sus poblaciones es escaso, y su representatividad en colecciones museísticas en el país es realmente pobre. Investigaciones recientes han documentado algunas observaciones sobre la vida de este lagarto en las zonas de montaña de la serranía de Turimiquire; han sido observados ejemplares asoleándose durante las primeras horas de la mañana en los afloramientos rocosos del cerro El Guamal en el estado Anzoátegui. Hasta ahora esta localidad parece ser el último reducto donde sobrevive. La especie no ha sido considerada anteriormente bajo alguna categoría de amenaza. Actualmente está extinta de las dos localidades mencionadas en la descripción original, claramente a causa de actividades antrópicas.

Amenazas Aunque aún existen algunos parches de bosques poco intervenidos, los hábitats están amenazados por la deforestación con fines agrícolas y en menor grado, por la presencia de equipos e infraestructura para las telecomunicaciones, como también por la acelerada erosión debida a la pérdida de cobertura vegetal a la que ha sido sometida la región del Turimiquire, y en especial la vertiente suroccidental (cuenca del río Amana), que ha ocasionado pérdidas considerables sobre el hábitat de esta especie. El grado de intervención de la parte media y alta del macizo del Turimiquire es intenso desde 930 a 2.100 m de altitud.

Conservación No se han tomado medidas para la conservación de la especie. Su área de distribución está protegida bajo la figura de la Zona Protectora del Macizo Montañoso del Turimiquire, que abarca una superficie de 540.000 ha y de 400 a 2.600 m de altitud [3]. Es necesario el desarrollo de estudios sobre su estatus poblacional, distribución, ecología y biología, a fin de establecer medidas adecuadas para su conservación. Hasta ahora los afloramientos rocosos del cerro El Guamal parecen ser el último reducto donde esta especie sobrevive. De ser así, esta área debe ser protegida y algunas de las actividades agrícolas o asociadas a telecomunicaciones, deben ser removidas a otras áreas del macizo o fuera de éste. El área debe ser declarada como un refugio natural con el fin de proteger esta especie y aquellas con la cual Mabuya croizati interactúa.

Referencias: [1] Horton 1973. [2] Miralles et al. 2005. [3] Manzanilla et al. 2006. [4] Rivas et al. 2007. [5] MARNR 1992. Autores: Gilson Rivas, Fernando Rojas-Runjaic, Ramón Rivero, César Molina Ilustración: Gabriel Uguetto

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Lagartijo trompa roja Ameiva provitaae García-Pérez 1995 Reptilia Squamata Teiidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Lagartijo de tamaño relativamente grande. Los machos adultos pueden alcanzar una longitud cercana a 50 cm desde el hocico hasta la punta de la cola. Su coloración dorsal es parda, la parte media es verde amarillenta, la parte dorsal de la cabeza es parda oscura con la punta del hocico anaranjada, presenta manchas azuladas en la parte inferior de los flancos y el vientre es gris perla [1,2]. Las hembras son más pequeñas y su coloración es similar, pero las tonalidades son menos acentuadas. Se diferencia de Ameiva bifrontata por su tamaño mayor, el cuerpo es más grueso y la coloración es más llamativa, además de presentar diferencias en el patrón de las escamas. Es de hábitos diurnos y su dieta está compuesta principalmente por larvas e insectos terrestres. No existe información sobre sus costumbres de reproducción [2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, cuya distribución se circunscribe específicamente al bolsón árido de Lagunillas, en la cuenca media del río Chama, en la cordillera de Mérida, estado Mérida [1]. Se encuentra cercanamente relacionada con Ameiva bifrontata, habitante de otras zonas áridas del norte de Venezuela. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada con el nombre errado de Ameiva provitai, siendo el nombre válido Ameiva provitaae [1,3]. Nombres comunes: Lagartijo trompa roja, Mato trompa roja Provita's red-snouted ground lizard

Situación Se trata de una especie muy restringida que se encuentra atrapada por barreras ecológicas y geográficas, ya que no tiene la capacidad de ascender para franquear las montañas que rodean su área de distribución, ni puede atravesar el bosque húmedo del sur del lago de Maracaibo. Aunque se desconoce el tamaño actual de sus poblaciones, tanto su abundancia como su hábitat óptimo están siendo disminuidos en la actualidad por actividades antrópicas. Por lo restringido de su distribución y su condición de aislamiento, se le considera una especie amenazada. No ha sido evaluada a escala internacional.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la destrucción de su hábitat, como consecuencia de la expansión de la ciudad de Mérida, lo cual además implica la introducción de especies exóticas, principalmente de especies domésticas como perros y gatos, que se han observado depredando a individuos de esta especie. El bolsón árido de Lagunillas es un sitio de pastoreo habitual de ganado caprino, y adicionalmente se reporta la deforestación de arbustos para obtener leña [3]. Por otra parte, los chivos destruyen la cobertura vegetal, lo que elimina las fuentes de hojarasca y el hábitat de larvas de insectos adultos, que constituyen las presas de esta especie. Por su parte, la especie es de hábitos tróficos muy especializados y localiza sus presas por el olfato entre la hojarasca de áreas con suelos arcillosos. Adicionalmente, los pobladores locales talan la escasa vegetación arbustiva y arbórea presente, con el propósito de obtener leña. En resumen, al eliminarse la cobertura vegetal, además de la pérdida de su hábitat, se reduce el área de búsqueda de sus presas principales, lo que a su vez ocasiona la disminución del tamaño de sus poblaciones.

Conservación No se han tomado medidas específicas para la protección de la especie. Dado que el bolsón árido de Lagunillas es el área natural de expansión de la ciudad de Mérida, se hace necesario adoptar alguna medida legal para proteger esta zona. Se trata de un enclave árido rodeado por bosques nublados y páramos en su límite superior, y limitado además por el bosque pluvial del sur del lago de Maracaibo en sus cotas inferiores. En esta zona existen muchos endemismos en animales y plantas, lo que apoya la noción de que posiblemente ha estado aislada del resto de las zonas áridas de Venezuela desde hace unos 60 millones de años. El establecimiento de alguna figura legal de protección aseguraría la perpetuidad de esta especie y de otras que dependen de este ecosistema único para sobrevivir. Definitivamente los nuevos urbanismos y actividades industriales, aunados a las presiones detectadas en el pasado, obligan a realizar estudios para profundizar el grado de conocimiento del estado actual de las poblaciones de esta especie.

Referencias: [1] García-Pérez 1995. [2] La Marca & Soriano 2004. [3] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Juan Elías García-Pérez Ilustración: Alexander Lobo

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Rana arborĂ­cola merideĂąa Dendropsophus meridensis DD. Francisco Nava






Sapito rayado Atelopus cruciger CR. Karl Weidmann


Sapito amarillo de La Carbonera Atelopus carbonerensis Rivero 1972 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ace; B2ab(v)

Descripción: Sapito pequeño de coloración amarilla uniforme con manchas marrones alrededor de las narinas, y ocasionalmente en otras áreas del cuerpo. La parte posterior es desde rojiza hasta escarlata. Posee un dimorfismo sexual marcado, siendo los machos más pequeños (3,9 a 4,6 cm) que las hembras (4,3 a 5,4 cm). Los machos ocupan un área de poco más de 56 m2, mientras que las hembras casi 33 m2 en promedio. Su tasa de crecimiento es relativamente lenta. Se alimenta de insectos (Coleóptera, Colémbola, Díptera, Homóptera, Himenóptera) y arácnidos. Es de hábitos diurnos y terrestres [1]. Se estima que su longevidad mínima es de 10 años [2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela cuya distribución es muy restringida en la cordillera de Mérida. Sólo es conocida del bosque nublado de La Carbonera y alrededores, además de las quebradas de San Eusebio, en la vía entre Jají y La Azulita, a elevaciones entre 2.300 y 2.600 m de altitud [3,4]. Nombres comunes: Sapito amarillo de La Carbonera, Ranita amarilla de La Carbonera Venezuelan yellow frog, Venezuelan yellow toad, La Carbonera yellow toad

Situación En los últimos 30 años la especie ha sufrido una drástica disminución de su tamaño poblacional [5]. Para 1972, era considerada una especie abundante y se podía capturar hasta un centenar de ejemplares en una hora, siendo común ver docenas de individuos arrollados por vehículos en la carretera que conecta la ciudad de Mérida con La Azulita [6,7,8]. A principios de la década de los setenta, la especie fue estudiada y se logra marcar y liberar a 750 individuos, de los cuales dos fueron recapturados ocho y diez años más tarde [1]. A principios de los años noventa se inició un estudio de monitoreo y sólo fueron observados dos ejemplares entre enero y octubre de 1990. Un avistamiento posterior ocurrió en enero de 1995 [7,9]. Aparentemente el último registro se obtuvo en 1998, por un ejemplar fotografiado en el páramo El Tambor, cerca de la localidad tipo [10]. En los últimos años se han realizado varias expediciones y búsquedas exhaustivas sin ningún resultado positivo [9,11]. Su situación es en extremo crítica, hasta el punto que muchas de sus poblaciones podrían estar extintas en la actualidad [7,12,13]. A escala internacional la especie ha sido clasificada En Peligro Crítico [14,15,16].

Amenazas Su situación actual parece estar vinculada a la de otras especies del mismo género, las cuales han desaparecido a un ritmo muy acelerado en los últimos años. Este fenómeno se ha denominado “declinación global de anfibios”, y entre las explicaciones propuestas se incluye una enfermedad causada por un hongo quítrido patógeno (Batrachochytrium dendrobatidis), los cambios y alteraciones climáticas, y las interrelaciones entre estas variables. A estas amenazas se suma el deterioro de su hábitat por deforestación, introducción de ganadería y potencialmente por la introducción de la rana toro (Lithobates catesbeianus) [12,14,17]. También se ha reportado que esta especie podría haber sido perjudicada por las sequías severas que afectaron la región en los años ochenta y comienzos de los años noventa. La extensa deforestación de las selvas húmedas de la llanura aluvial al sur del lago de Maracaibo, e incluso en la localidad tipo, puede estar afectando los patrones de condensación de nubes, reduciendo la cantidad de humedad en el ambiente. La calidad de las aguas ha sido alterada por agroquímicos empleados abundantemente en el pasado [12]. Es probable que la captura con fines científicos o por comercio ilegal también haya contribuido con la declinación de esta especie. Se conoce con certeza sobre la oferta de ejemplares a coleccionistas de los Estados Unidos y Alemania en 1982 y 1989 [5,9].

Conservación En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [18]. La situación de las especies del género Atelopus ha estimulado varias investigaciones tendientes a determinar la causa de su disminución y posibles soluciones. Es prioritario continuar y ampliar tales estudios, especialmente aquellos relacionados con la infección por quitridiomicosis y los cambios climáticos globales, así como las interacciones entre estos factores. Adicionalmente, se debe evaluar la calidad de hábitat, tanto terrestre como acuático, y continuar con las acciones de monitoreo. Aunque no se conocen casos de especies del género Atelopus provenientes de selvas nubladas y páramos que se hayan reproducido exitosamente en cautiverio, de localizarse individuos silvestres no debería descartarse el establecimiento de cría ex situ (ver Atelopus cruciger).

Referencias: [1] Dole & Durant 1974. [2] La Marca 1984. [3] La Marca 1992. [4] Barrio 1998. [5] La Marca & Reinthaler 1991. [6] La Marca 1995a. [7] La Marca & Lötters 1997. [8] Rivero 1972. [9] Lobo et al. 1993. [10] Torres & Barrio 2001. [11] García-Pérez et al. 1993. [12] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [13] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [14] Hanselmann et al. 2004. [15] IUCN et al. 2006. [16] IUCN 2007. [17] Young et al. 2001. [18] Venezuela 1996b. Autores: Enrique La Marca, Luis Felipe Esqueda Ilustración: Alexander Lobo

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Sapito amarillo y rojo de Niquitao Atelopus chrysocorallus La Marca 1994 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ace; B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)

Descripción: Sapito de color amarillo y rojo, con el dorso unicoloreado o bicoloreado, uniformemente amarillo en la región anterior, mientras que la superficie posterior puede ser cromo-anaranjada o escarlata. El vientre es uniformemente rojo rubí, aunque puede presentarse cromo-naranja hacia el pecho y la garganta. Las palmas y plantas son amarillo naranja. Los miembros posteriores son cortos, y el hocico proyectado. Las hembras adultas miden entre 4,7 y 5,0 cm, mientras que los machos entre 4,0 y 4,2 cm. Al igual que otras especies del género Atelopus, es diurna, terrestre y habita en el bosque húmedo montano cerca de quebradas pequeñas [1,2,3]. Distribución: Es una especie endémica de Venezuela, y sólo se le conoce de quebrada La Aguada, un afluente de la quebrada El Molino, tributaria del río Burate, aproximadamente a 2,5 km de Niquitao, en el Municipio Boconó del estado Trujillo. La localidad tipo está a 2.200 m de altitud [1,2,3,4]. También en Trujillo, en el Parque Nacional Guaramacal, desde finales de la década de los ochenta se ha colectado y estudiado una especie aún no descrita para la ciencia, similar a Atelopus chrysocorallus, pero de diferente coloración (dorso verdoso con tonos amarillentos, y tubérculos grandes color púrpura, vientre púrpura y patas rojizas), cuya situación de conservación también califica para la categoría En Peligro Crítico [4]. Nombres comunes: Sapito amarillo y rojo de Niquitao, Ranita amarilla de Niquitao, Sapito arlequín amarillo y rojo de Niquitao Niquitao harlequin frog, Niquitao harlequin toad

Situación Sólo se conoce por los ejemplares colectados en 1987. Fue descrita científicamente con base en una serie tipo de 10 sapitos adultos [1]. Los colectores originales observaron otros 10 individuos que no fueron extraídos de su hábitat. Fue vista por última vez en 1988 [4]. En julio de 1990, en una exploración exhaustiva realizada en la quebrada El Molino, cerca de la ciudad de Tostós, no se observaron ejemplares de la especie. Para el año 1994 existen reportes no confirmados. Recientemente se han realizado prospecciones de campo adicionales que han sido infructuosas [1,3,4]. El área de ocupación de esta especie es extremadamente limitada y ha sido estimada en menos de 10 km2 [4]. A escala global se le clasifica en la categoría En Peligro Crítico, aunque también se le ha reportado como Probablemente Extinta [4,5,6].

Amenazas No se cuenta con estudios específicos sobre la especie, e incluso antes de su descripción científica ya se le consideraba posiblemente extinta. Aunque los ejemplares de museo no resultaron positivos para el hongo quítrido, es probable que al igual que las otras especies del género Atelopus en Venezuela, también haya sido víctima del fenómeno de “declinación global de anfibios”, que ha estado relacionado principalmente con la infección por el hongo patógeno Batrachochytrium dendrobatidis y cambios climáticos (ver Atelopus carbonerensis y Atelopus mucubajiensis). La situación de la especie es alarmante, ya que su restringida distribución, estimada en menos de 10 km2, se encuentra amenazada por la destrucción y deterioro del hábitat, principalmente por la contaminación de los cursos de agua, deforestación del bosque e incendios, lo que es muy probable haya ocasionado su desaparición. También se ha reportado que crecidas excepcionales originadas por las lluvias, ocasionalmente han influido en la destrucción del hábitat circundante a las quebradas [2,4].

Conservación La especie no cuenta con alguna medida específica para su conservación. La localidad tipo para la cual se ha reportado se encuentra entre los linderos del Monumento Natural Teta de Niquitao-Guirigay, pero aún no se ha evaluado cuán efectiva es esta área en relación con la protección de la especie. Se recomienda iniciar un programa de monitoreo en la localidad tipo y otras áreas similares en las cercanías, a fin de determinar su estatus poblacional actual y confirmar o descartar su posible extinción. En el caso de redescubrirse esta especie, se deben tomar medidas más estrictas en cuanto a la protección de su hábitat y área de distribución para garantizar su sobrevivencia. Especialmente, se ha recomendado iniciar ensayos de mantenimiento y cría en cautiverio de todas las especies del género presentes en Venezuela, en la medida en que sean relocalizados algunos individuos, iniciando los protocolos con Atelopus cruciger, especie de la cual se conocen poblaciones confirmadas. Adicionalmente, se sugiere llevar a cabo estudios sobre la calidad de hábitat, tanto terrestre como acuático, además de realizar análisis de diversas causas o factores naturales y/o antrópicos que pudieron ocasionar la disminución de las poblaciones de esta especie.

Referencias: [1] La Marca 1994c. [2] La Marca 1995b. [3] La Marca & Lötters 1997. [4] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [5] IUCN et al. 2006. [6] IUCN 2007. Autor: Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito rayado Atelopus cruciger Lichtenstein & Martens 1856 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ace

Descripción: A diferencia de los sapitos arlequines andinos, en los cuales predomina el color amarillo, esta especie presenta listas y manchas negras o marrón oscuro que destacan sobre la coloración amarilla, que también puede ser amarillo-verdosa. Las manchas pueden presentar patrones bastante definidos en la cabeza, en algunos casos en forma de “X”. El vientre es de color amarillo o amarilloverdoso más claro que en el dorso, y las palmas y plantas amarillo o amarillo-naranja. Los flancos son lisos, el hocico proyectado y los miembros posteriores relativamente largos. Los machos miden entre 2,2 y 3,5 cm, mientras que las hembras son de mayor tamaño y llegan a medir entre 3,2 y 5,0 cm. Se trata de una especie de hábitos diurnos, usualmente asociada a las márgenes rocosas de pequeños riachuelos y sus alrededores en los bosques nublados. Sin embargo, es posible encontrarla en la vegetación hasta 1,5 m sobre el suelo. Tiene un comportamiento territorial sin agresiones [1]. En cautiverio se observó que una pareja depositó en el agua, ristras que contenían hasta 271 huevos, de los cuales 91 se desarrollaron en renacuajos en dos días [2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, distribuida originalmente en la cordillera de la Costa en el Distrito Capital, y los estados Vargas, Miranda, Aragua, Carabobo, Yaracuy y Cojedes, entre 30 y 2.200 m de altitud. Actualmente está restringida a tres poblaciones en la vertiente norte del Parque Nacional Henri Pittier en el estado Aragua [3]. Nombres comunes: Sapito rayado, Sapito rayado del centro Rancho Grande harlequin frog, Rancho Grande harlequin toad

Situación En el siglo pasado, hasta la década de 1980, esta especie era uno de los anfibios más abundantes y conspicuos de los bosques montanos y quebradas del tramo central de la cordillera de la Costa, contándose con un significativo número de ejemplares depositados en museos nacionales y extranjeros. Adicionalmente, se trata de la especie de Atelopus venezolanos que poseía la mayor distribución [1,4,5,6,7,8]. De acuerdo con estas colecciones, los últimos ejemplares capturados datan de junio de 1986, fecha a partir de la cual no se tuvo nuevos registros [3,9]. Sin embargo, en enero de 2003, un grupo de excursionistas de la Sociedad Científica Amigos del Parque Nacional Henri Pittier (SCAPNHP) observó y fotografió varios ejemplares en una pequeña quebrada en la vertiente norte del Parque Nacional Henri Pittier, lo que estimuló una investigación exhaustiva que entre 2004 y 2005 logró detectar un total de tres poblaciones de la especie en la zona (una de las cuales muy reducida, y posiblemente extinta). Su situación se considera alarmante y con prioridad de acciones inmediatas [10]. En el ámbito global se le reporta En Peligro Crítico [11,16].

Amenazas La reducción de los niveles poblacionales de la especie ha sido entendida como un ejemplo más de la disminución de las poblaciones de anfibios a escala mundial. De hecho, se ha detectado la presencia de hongos quítridos en los últimos ejemplares colectados en mayo de 1986, infección que ha sido señalada como uno de los factores responsables de las disminuciones poblacionales globales [9]. A estas amenazas se deben agregar varias situaciones locales que afectan a la especie, al ser la cordillera de la Costa el eje de mayor desarrollo y población de Venezuela. Entre estas amenazas se han identificado la alteración o degradación ambiental debido a la contaminación, lluvia ácida, asentamientos humanos, turismo, agricultura e incendios, entre otras.

Conservación En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [12]. Gran parte del área de su distribución original está protegida bajo la figura de parques nacionales como Henri Pittier (que alberga a las únicas poblaciones conocidas actuales), San Esteban, Macarao y El Ávila, entre otros. La situación de la especie ha sido reportada en varias publicaciones [3,13,14,15]. A la luz de las poblaciones redescubiertas para esta especie, se recomienda estudiar aspectos como densidad poblacional, patrón de reproducción, comportamiento y ocupación del hábitat, entre otros. Estos estudios deberían ser reforzados por un plan de educación al público en general, y planes de colaboración de las comunidades humanas adyacentes a la distribución. Adicionalmente, se recomienda iniciar ensayos de conservación ex situ (reproducción y mantenimiento en cautiverio), basados en alianzas entre los entes públicos y privados. También se recomienda profundizar el estudio de la infección por quitridiomicosis en las comunidades de anfibios de la cordillera de la Costa.

Referencias: [1] Sexton 1958. [2] Mebs 1980. [3] Manzanilla & La Marca 2004. [4] Müller 1934. [5] Müller 1935. [6] Rivero 1961. [7] Solano 1968. [8] Mondolfi 1976. [9] Bonaccorso et al. 2003. [10] SCAPNHP 2003.[11] IUCN et al. 2006. [12] Venezuela 1996b. [13] La Marca 2003. [14] Lötters et al. 2005a. [15] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [16] IUCN 2007. Autores: Enrique La Marca, Jesús Manzanilla, J. Celsa Señaris Ilustración: Alexander Lobo

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Sapito amarillo de Mucubají Atelopus mucubajiensis Rivero 1974 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ace; B2ab(v)

Descripción: Es un sapito pequeño de hábitos terrestres y diurnos. Se caracteriza por su coloración dorsal uniformemente amarilla, parda amarillenta o amarillenta verdosa, con manchas irregulares parduzcas, a veces en forma de “X”. La región ventral en la parte posterior es color rojo sangre, mientras que la garganta y parte superior del vientre son amarillentos con manchas pardas. Sus patas y flancos son amarillentos. Presenta una hilera de tubérculos dorsolaterales y otros dispersos sobre el dorso. De hocico no proyectado y patas posteriores cortas. Posee un dimorfismo sexual marcado, siendo los machos más pequeños (3,0 a 4,17 cm) que las hembras (3,99 a 4,4 cm) [1,2,3,10]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Sólo es conocida de la localidad tipo, cercana a la laguna de Mucubají y sus alrededores, en el Parque Nacional Sierra Nevada de la cordillera de Mérida. Esta distribución podría extenderse hasta el valle del río Santo Domingo, donde se obtuvo el último reporte de un individuo de este sapito. Habita en las márgenes de las quebradas, en áreas prístinas de subpáramo y páramo entre 2.250 y 3.500 m de altitud, pudiéndose encontrar también en áreas intervenidas por cultivos [1,2,3,4,5,10]. Nombres comunes: Sapito amarillo de Mucubají, Ranita amarilla de Mucubají, Rana arlequín de Mucubají Mucubaji harlequin frog, Mucubaji harlequin toad

Situación De acuerdo con las publicaciones y registros de museo, la especie se consideraba muy abundante en la localidad tipo [1]. Para 1990, un estudio exhaustivo de más de 300 horas de muestreo sólo arrojó la observación de un ejemplar de esta especie [6]. En otras exploraciones realizadas entre febrero y mayo de 1994, para un total de 51 horas de muestreo en las localidades del Parque Nacional Sierra Nevada, donde la especie era históricamente abundante, sólo se encontraron seis renacuajos y un macho muerto [5]. Posteriormente no se logró ninguna nueva observación de la especie hasta octubre de 2004, fecha en la cual un lugareño capturó una hembra en el valle del río Santo Domingo, muy cerca de la carretera principal entre Barinas y Mérida, a una altura ya reportada para la especie, pero en un lugar altamente intervenido con construcciones humanas y cultivos de papas y otras hortalizas a no más de 50 m; y con fuerte presencia de truchas en el cercano río Santo Domingo [7]. En el ámbito global se le considera En Peligro Crítico por parte de la Evaluación Global de los Anfibios (GAA por sus siglas en inglés) y la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [8,9].

Amenazas Esta especie posiblemente fue afectada por el hongo quítrido Batrachochytrium dendrobatidis y cambios climáticos en la localidad tipo. De hecho, el ultimo ejemplar conocido (la hembra del 2004), estaba infectado con quitridiomicosis. Todo el hábitat de la especie está fuertemente intervenido por la introducción de coníferas exóticas (Pinus spp.), por la extracción de madera y por quemas recurrentes, muy especialmente en la zona del subpáramo, ecosistema del cual sólo quedan relictos en la región [10]. En los cuerpos de agua que utiliza la especie, como el río Santo Domingo y laguna de Mucubají, están presentes varias especies de truchas exóticas (Salmo sp. y Oncorhynchus sp.) potencialmente depredadoras de este anfibio y sus renacuajos [11]. Con base en un estudio climatológico de la región entre 1969-1995, se encontró que el régimen biestacional local se apreció alterado durante varios años hacia un régimen tetraestacional o sin patrón definido, especialmente entre 1984 y 1995, cuando se presentaron períodos consecutivos anormalmente secos, que llegaron a prolongarse por seis meses, lo cual se correlaciona con las disminuciones de Atelopus mucubajiensis, ya que estos períodos de sequía extrema favorecen el contagio de enfermedades. Varios de los años secos estuvieron asociados al fenómeno de “El Niño”. Estas variaciones climáticas y la sinergia con otros factores podrían ser los responsables de la declinación de esta especie [13].

Conservación En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [12]. Su área de distribución está protegida dentro del Parque Nacional Sierra Nevada, no obstante se requieren acciones directas para evitar su extinción. Específicamente, se recomienda monitorear el área de distribución y tratar de localizar más individuos, algunos de los cuales podrían ser utilizados para ensayos de cría en cautiverio. Dichas acciones se deberían realizar con la participación conjunta de científicos y lugareños, y brindando orientación a los turistas y otros usuarios que frecuentan la zona (ver Atelopus cruciger) [8,9].

Referencias: [1] Rivero 1972. [2] Rivero 1976. [3] La Marca 1992. [4] La Marca 1994a. [5] Lötters 1996. [6] La Marca & Reinthaler 1991. [7] Barrio-Amorós 2004b. [8] IUCN et al. 2006. [9] IUCN 2007. [10] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [11] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [12] Venezuela 1996b. [13] Santiago-Paredes & La Marca 2006. Autor: Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito amarillo de Mérida Atelopus oxyrhynchus Boulenger 1903 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ace

Descripción: Se trata de un sapito de hábitos terrestres y diurnos, que habita en los alrededores y a lo largo de quebradas pequeñas, ocasionalmente debajo de raíces o rocas. Durante la época de reproducción deambula en las quebradas localizadas en bosques húmedos montanos [1,2]. Existe un marcado dimorfismo sexual en esta especie, especialmente en el tamaño. Los machos adultos alcanzan una talla entre 3,9 y 4,3 cm, mientras que las hembras son más grandes, y alcanzan entre 4,5 y 4,9 cm [3]. Su coloración en el dorso y los flancos es parda amarillenta, generalmente con numerosas manchas de pardas a rojizas y con protuberancias. Sus labios son crema o ligeramente amarillentos. El dorso y los flancos contienen abundantes tubérculos. Los miembros posteriores son relativamente largos y el hocico proyectado [3]. Distribución: Especie endémica de Venezuela restringida a la cordillera de Mérida, donde ha sido reportada en los bosques húmedos cercanos a la ciudad de Mérida y de La Carbonera entre 2.100 y 3.350 m de altitud [4,5]. Las localidades específicas abarcan sierra de La Culata en El Valle, Monte Zerpa y el río Albarregas; Sierra Nevada de Mérida en La Mucuy y en la vía hacia El Morro [3]. Nombres comunes: Sapito amarillo de Mérida, Ranita amarilla de Mérida Merida harlequin frog, Merida harlequin toad

Situación Descrita para la ciencia en 1903, era considerada como una de las especies más abundantes del género Atelopus. Se reporta que para 1978, era posible contar cerca de 50 ejemplares en un sólo día. Dieciséis años después, en 1994, se observó un único ejemplar. Posteriormente no se ha logrado ningún avistamiento después de una década de constantes exploraciones en las localidades donde antes ha sido reportada [2,5]. En el ámbito internacional se le considera En Peligro Crítico, aunque la condición de Probablemente Extinta tal vez sea la más adecuada [6,7].

Amenazas Es probable que la especie enfrente las mismas amenazas que han afectado a otras especies del mismo género en los Andes venezolanos, entre las que se cuentan la infección por el hongo quítrido Batrachochytrium dendrobatidis, además de los cambios globales y alteraciones en el clima. La disminución de precipitaciones, así como cambios en la temperatura durante períodos prolongados en la década de los ochenta, quizás puedan estimarse como algunas de las causas de estas disminuciones. Los análisis climáticos revelan que su área de distribución experimentó eventos severamente secos entre 1975 y 1995, particularmente durante los años 1982-1983, 1984, 1986-1987 y 1989, algunos correlacionados con el fenómeno de “El Niño”. Estas variaciones en la temperatura y humedad podrían haber desempeñado un papel importante en las disminuciones de la especie y en el aumento de la incidencia del hongo quítrido [4,8,10]. De igual forma, su hábitat se encuentra amenazado y bajo presión constante, puesto que las localidades para las cuales ha sido reportada son objeto de deforestación, incendios, contaminación de cuerpos de agua y otras intervenciones.

Conservación En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [9]. El área de distribución de esta especie se encuentra parcialmente resguardada por la figura del Parque Nacional Sierra Nevada, pero aún no se ha evaluado cuán efectiva es esta protección en relación con la especie. Se sugiere llevar a cabo estudios sobre la calidad de hábitat (tanto terrestre como acuático) en el área de distribución de esta especie, además de efectuar análisis sobre las diversas causas o factores naturales y/o antrópicos que pudieron ocasionar la dramática disminución de sus poblaciones. Adicionalmente, se requieren estudios para determinar su estatus poblacional actual y tomar medidas más estrictas en cuanto a la protección de su hábitat y área de distribución. De localizarse ejemplares de esta especie, se podría evaluar la alternativa de su cría en cautiverio con fines de repoblación, aun cuando es importante resaltar que el mantenimiento de las especies de Atelopus es difícil y una labor muy especializada. Los esfuerzos en otros países sólo han conseguido éxitos parciales con especies que viven en bajas elevaciones. Esta última medida sólo se recomienda ante la situación de emergencia del género, y sus resultados dependerán de la imprescindible alianza entre agencias gubernamentales, científicos, conservacionistas e inversores privados.

Referencias: [1] Rivero 1974. [2] La Marca 1994a. [3] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [4] La Marca 1992. [5] La Marca & Lötters 1997. [6] IUCN et al. 2006. [7] IUCN 2007. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [9] Venezuela 1996b. [10] García et al. 2005. Autor: Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito verdirrojo de Piñango Atelopus pinangoi Rivero 1982 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ac; B1ab(iii,v)

Descripción: Esta especie de sapito posee una coloración dorsal con diferentes tonalidades que van desde tonos verdes hasta pardo verdoso o verde amarillento, con manchas pardas generalmente en un patrón de cruz. Presenta un característico vientre rojo sangre que facilita su identificación. Sus flancos son oscuros y tuberculados, con miembros posteriores cortos y el hocico algo proyectado. Existe un marcado dimorfismo sexual, los machos adultos miden entre 3,1 y 3,2 cm, mientras que las hembras, más grandes, alcanzan tallas entre 3,5 y 4,1 cm. De hábitos terrestres y diurnos, se trata de una especie que habita en el bosque húmedo montano y se desplaza hacia pequeñas quebradas en el período de reproducción [1,2,3]. Distribución: Especie endémica de Venezuela restringida a la región montañosa de la cordillera de Mérida, que sólo es conocida básicamente de la localidad original de colecta en las cercanías del pueblo de Piñango, Municipio Miranda, en la sierra de La Culata, al norte del estado Mérida, aunque se ha reportado su presencia en dos localidades adicionales muy cercanas también al poblado de Piñango. Habita en bosques nublados cercanos a elevaciones entre 2.300 y 2.920 m de altitud [1,2,3]. Nombres comunes: Sapito verdirrojo de Piñango, Ranita verdirroja de Piñango, Rana arlequín de Piñango, Ranita de Piñango Green and red venter harlequin frog, Piñango harlequin frog

Situación La situación actual de esta especie es totalmente desconocida. Según los lugareños era muy abundante y se le podía observar en los días lluviosos por las calles del pueblo de Piñango. En 1988, fueron observadas dos poblaciones aisladas en bosques nublados cerca de la localidad tipo [2]. Desde finales del siglo XX no se han vuelto a realizar ni estudios sobre esta especie ni prospecciones específicas para su localización, por lo que se desconoce el estado actual de sus poblaciones [3]. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le ha clasificado En Peligro Crítico [4,5].

Amenazas A pesar de la ausencia de información que dé cuenta sobre la situación y el estado de conservación de esta especie, existe la posibilidad de que esté sufriendo los efectos de la disminución global de los anfibios, fenómeno atribuido a la infección por hongos patógenos, contaminación en los cuerpos de agua, y variaciones climáticas extremadamente bruscas como sequías, crecidas de las quebradas, etc. (ver Atelopus carbonerensis). No obstante, en los ejemplares de museo de esta especie no se ha detectado la presencia del hongo Batrachochytrium dendrobatidis. Tal como ha sucedido con otras especies del género Atelopus de la cordillera de Mérida (ver Atelopus mucubajiensis), es probable que la combinación de múltiples factores haya ocasionado el declive de Atelopus pinangoi, sin embargo, a escala local se puede asegurar que la especie ha sido afectada fundamentalmente por la destrucción y degradación física de su hábitat [3,6]. Las selvas nubladas de la localidad tipo y sus cercanías han sido devastadas por un proceso acelerado de conversión en áreas de cultivo, desarrollo de potreros para la ganadería de altura y una importante actividad florícola.

Conservación En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción mediante el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [7]. Aunque el área de distribución de esta especie es aledaña al Parque Nacional Sierra de La Culata, ésta carece de medidas específicas para su conservación. Se recomienda llevar a cabo estudios sobre la calidad de su hábitat terrestre y acuático, así como el análisis de las diversas causas o factores que podrían estar afectando las poblaciones de la especie. Debido a la ausencia de prospecciones del taxón desde finales del siglo XX, se requieren estudios para determinar su estatus poblacional actual, a fin de orientar la creación de medidas más estrictas en cuanto a la protección de su hábitat y área de distribución, sin descartar posibles planes para la cría en cautiverio y eventual repoblación (ver Atelopus cruciger) [3].

Referencias: [1] La Marca 1992. [2] La Marca & Lötters 1997. [3] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [4] IUCN et al. 2006. [5] IUCN 2007. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] Venezuela 1996b. Autor: Enrique La Marca Ilustración: Alexander Lobo

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Sapito anaranjado de San Francisco Atelopus sorianoi La Marca 1983 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ace; B2ab(iii,v)

Descripción: Este pequeño sapito es uniformemente anaranjado y su coloración varía desde más clara a más intensa en diferentes individuos. Dado que no presenta manchas, se sugiere utilizar la denominación común “sapito anaranjado de San Francisco” o “sapito escarlata de San Francisco”, con lo cual se asocian su coloración y la localidad tipo. Tanto la piel del dorso como los flancos son tuberculados, sus miembros posteriores son cortos y el hocico proyectado. Atelopus sorianoi es una especie diurna, de hábitos terrestres, que habita bosques húmedos en zonas aledañas a las quebradas, donde colocan largas cadenas de huevos y se desarrollan los renacuajos. Los machos adultos miden entre 3,8 y 4,15 cm, mientras que las hembras, de mayor tamaño, alcanzan tallas entre 4,2 y 5,0 cm [1,2,6]. Distribución: Especie endémica de Venezuela cuya distribución es extremadamente restringida en la cordillera de Mérida. Su único hábitat conocido es sólo un arroyo en un bosque nublado aislado, localizado en Paramito de San Francisco, a 10 km al sureste de Tovar, cerca de la ciudad de Guaraque, en el estado Mérida. Tiene el rango geográfico más restringido de todas las especies Atelopus venezolanas. Se le reporta en elevaciones cercanas a 2.400 y 2.718 m de altitud. Utiliza los bosques húmedos montanos a lo largo de la quebrada Say Say [1,2,6]. Nombres comunes: Sapito anaranjado de San Francisco, Ranita anaranjada de San Francisco, Sapito escarlata de San Francisco Scarlet harlequin frog

Situación El área de distribución de la especie es muy reducida, y únicamente se le conoce de un riachuelo de montaña en un parche de vegetación aislado por intervenciones humanas [1,3]. Para el momento de su descubrimiento, esta especie era particularmente abundante en la localidad tipo. Para junio de 1988, se observaron más de 100 ejemplares, de los cuales cerca de la mitad estaban arrollados en la carretera, muy cerca de la localidad tipo. Hoy en día se considera a la especie extremadamente rara, o tal vez extinta, puesto que en 1990 fue la captura y el registro de los últimos dos ejemplares conocidos [2]. A pesar de realizarse visitas periódicas a la localidad típica, la localización de esta especie ha sido infructuosa. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le clasifica En Peligro Crítico de extinción [4,5].

Amenazas Es probable que esta especie haya sido afectada por el hongo quítrido Batrachochytrium dendrobatidis, patógeno cuya presencia fue confirmada en los individuos capturados en 1988. Sin embargo, no se descarta una catastrófica disminución de la población como consecuencia de las alteraciones climáticas en la zona (períodos de extrema sequía), que también parecen haber determinado la desaparición de otros anfibios en los Andes (ver Atelopus carbonerensis y Atelopus mucubajiensis) [6]. Por el comportamiento fotofílico observado en los renacuajos, es muy probable que también el incremento de los rayos ultravioleta pueda haber afectado a la especie. En vista de su distribución extremadamente restringida, de hecho la más reducida entre todos los Atelopus andinos de Venezuela, tampoco se debe subestimar el impacto de factores locales tales como las crecidas excepcionales de las quebradas y el arrollamiento por vehículos. Esto último se evidenció en 1988, cuando 44% de los ejemplares observados estaban muertos al borde de la carretera [2,3]. De igual forma, la reducción en gran medida de la cantidad de hábitat disponible para la especie, podría considerarse otra de las amenazas.

Conservación En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción por medio del Decreto N° 1.486 (11/09/96) [7]. El área de distribución de esta especie se encuentra resguardada por el Parque Nacional General Juan Pablo Peñaloza (Páramos El Batallón y La Negra), pero aún no se ha evaluado cuán efectiva es esta área en relación con la protección de la especie. Se sugiere llevar a cabo estudios sobre la calidad de hábitat (tanto terrestre como acuático) en su área de distribución, además de realizar análisis de las diversas causas o factores naturales y/o antrópicos que pudieron ocasionar la dramática disminución de sus poblaciones. Adicionalmente, se requiere de algunos estudios para determinar el estatus poblacional actual de esta especie, y así tomar medidas especiales para el manejo de su hábitat.

Referencias: [1] La Marca 1983. [2] La Marca & Lötters 1997. [3] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [4] IUCN et al. 2006. [5] IUCN 2007. [6] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [7] Venezuela 1996b. Autor: Enrique La Marca Ilustración: Alexander Lobo

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Sapito arlequín de Guaramacal Atelopus sp. nov. La Marca & García-Pérez (en preparación) Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A2ace; B1ab(iii,v)+2ab(iii,v)

Descripción: Sapito arlequín cuya coloración dorsal tiene desde tonos amarillentos hasta verde oscuro. En el dorso presenta algunos tubérculos grandes (protuberancias) color púrpura sobre el fondo verdoso. El vientre es de color púrpura, los flancos rojizos y también las patas. Posee tubérculos sobre los flancos y extremidades. Los miembros posteriores son relativamente cortos, y el hocico proyectado. Su aspecto es similar a Atelopus chrysocorallus, del cual se diferencia por su tamaño y por tener un patrón distinto de coloración, entre otras características. Las hembras adultas miden alrededor de 5,3 cm, mientras que los machos miden aproximadamente 3,8 cm. Al igual que otras especies del género Atelopus, es diurna, terrestre y habita en el bosque húmedo montano cerca de pequeñas quebradas [15]. Distribución: Se trata de una especie endémica de Venezuela. Específicamente sólo se le conoce de las quebradas El Pollo y El Pollito, distantes una de la otra por aproximadamente 1 km. Ambas quebradas están localizadas en el Parque Nacional General Cruz Carrillo (Guaramacal), en el macizo de Guaramacal, ubicado entre el estado Trujillo y una pequeña porción del estado Portuguesa. Nombres comunes: Sapito arlequín de Guaramacal Guaramacal harlequin frog, Guaramacal harlequin toad

Situación El sapito arlequín de Guaramacal es una especie aún no descrita para la ciencia, y que se ha catalogado como Atelopus sp. 32 [1,2,3]. Como otras especies de este género, ha sufrido disminuciones drásticas, hasta el punto que no se han observado individuos adultos desde diciembre de 1987, cuando fue descubierta [1,4,5,6,7,8,9,10]. Luego de realizar un monitoreo minucioso entre 1994 y 1995, y visitar la zona al menos una vez por año entre 1996 y 2002, se comenzó un nuevo seguimiento en 2004, en el que se encontraron renacuajos en la quebrada El Pollo, y en la quebrada El Pollito, este sitio completamente nuevo [1,8]. En 2005, se realizaron 11 salidas de campo en ambas quebradas, con 22 días efectivos de actividades, en las cuales se llevaron a cabo conteos y tomas fotográficas de renacuajos, búsqueda de individuos adultos a través de transectas visuales y de cantos, caracterización de sitios de cría y búsqueda de nidadas. En este esfuerzo sólo se observaron 128 individuos (renacuajos). No se encontraron adultos ni nidadas, y los cantos resultaron ser de una especie de Dendrobátido aún no identificada. Probablemente esta población se esté recuperando, luego de una mortalidad catastrófica de los individuos adultos, pero por la lentitud del desarrollo de los renacuajos y la alta mortalidad, su resiliencia es muy baja [14]. Situaciones similares se han reportado para poblaciones de otras especies de Atelopus, de las cuales en la actualidad se cuenta con una serie de observaciones, y que previamente habían sido catalogadas como críticamente amenazadas [3,14]. Aunque no ha sido evaluada en el ámbito global, los especialistas sugieren su clasificación en la categoría En Peligro Crítico [15].

Amenazas Se ha identificado una serie de factores físicos que afectan a los renacuajos e impiden una recuperación más rápida de la población, entre ellos se pueden enumerar los deslizamientos de tierra, la infiltración del agua de las quebradas, la colmatación y eutroficación de pozos, la baja extrema del caudal y las súbitas crecidas que arrastran las rocas del sustrato donde están los renacuajos y transforman constantemente la fisonomía de las quebradas. Existen pérdidas catastróficas en Guaramacal debido a la inestabilidad del terreno y a las altas pendientes, que provocan deslizamientos de tierra, y por las sequías y/o crecidas de las quebradas antes de que los renacuajos metamorfoseen. El desarrollo corporal de los renacuajos es muy lento, calculado en al menos seis meses, lo cual los hace dependientes del agua por más tiempo y por lo tanto vulnerables a las alteraciones en los cuerpos de agua. En ambientes fríos, el desarrollo corporal y la madurez sexual de organismos ectotermos son mucho más lentos que en ambientes más cálidos [14].

Conservación A raíz de las últimas investigaciones realizadas, se hace evidente que las poblaciones de esta especie necesitan una acción urgente que les permita recuperarse. Como una medida de manejo para evitar las muertes por sequías y/o crecidas catastróficas, se propone la relocalización de los renacuajos, desde pozos con altas probabilidades de secarse, hasta pozos más estables y con características de sustrato que sean óptimos para los renacuajos. En este sentido, se propone iniciar un programa de cría ex situ, en el cual se mantengan renacuajos extraídos de los cuerpos de agua, transportados a un sitio con condiciones controladas de suministro de agua y luz, para tratar de contrarrestar la fuente de mortalidad asociada a la inestabilidad ambiental y de terreno en los sitios donde habita esta especie. Una vez lograda la metamorfosis de los renacuajos, se procedería a liberar los individuos a su hábitat original. Se ha propuesto un área adyacente al puesto de guardaparques de la entrada principal del Parque Nacional Guaramacal, donde existe una capacidad de suministro continuo de agua desde una quebrada cercana y se dispone de espacio para construir el criadero con el apoyo del personal de Inparques-Guaramacal [14]. Referencias: [1] García-Pérez 2005. [2] La Marca et al. 2005. [3] Lötters et al. 2005b. [4] Young et al. 2001. [5] La Marca 2004b. [6] Lötters et al. 2004b. [7] Manzanilla & La Marca 2004. [8] García-Pérez 1997. [9] García-Pérez 1999. [10] La Marca & Lötters 1997. [11] Cuello & Barbera 1999. [12] Duellman & Trueb 1994. [13] La Marca 1984. [14] García-Pérez 2006. [15] RuedaAlmonacid et al. 2005a. Autores: Juan Elías García-Pérez, Enrique La Marca Ilustración: Michel Lecoeur

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Sapito arlequín de Tamá Atelopus tamaense La Marca, García-Pérez & Renjifo 1990 Amphibia Anura Bufonidae

En Peligro Crítico A3ce

Descripción: Se trata de una especie de sapito de hábitos diurnos y terrestres. La coloración dorsal de los adultos es variada y puede ser uniformemente de color chocolate, parda, o pardo-grisácea sobre fondo crema o verde azulado claro. Tanto la región posterior del dorso, como las superficies dorsales de las patas presentan abundantes tubérculos. Los miembros posteriores son cortos y no presenta el hocico proyectado. La superficie posterior del vientre es amarillenta o rojiza. Los juveniles presentan manchas azules en el vientre, y los renacuajos son de color crema con manchas negras. Los machos adultos miden unos 3,75 cm, mientras que las hembras, de mayor tamaño, alcanzan tallas de 4,49 cm [1,2,3]. Los únicos ejemplares conocidos de la especie fueron encontrados caminando o bajo rocas en los alrededores de riachuelos. Es la única especie venezolana de Atelopus que vive en un sitio completamente abierto, donde se encontraron la mayoría de los especímenes colectados, y se escuchó a un número indeterminado de machos cantando en una turbera que cubre gran parte del páramo de Tamá [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela restringida al páramo de Tamá. Esta especie sólo es conocida por la descripción original basada en colecciones realizadas en agosto de 1987. El área de distribución conocida abarca ambientes parameros en las cercanías del Boquerón del río Oirá, en el páramo de Tamá, Parque Nacional El Tamá, Municipio Páez del estado Apure, a elevaciones entre 2.950 y 3.200 m de altitud. Sin embargo, su presencia es probable en lugares cercanos a la localidad típica, incluso en áreas adyacentes en Colombia, debido a la cercanía y a la continuidad de hábitat, y como lo sugieren los cantos de esta especie escuchados en territorio colombiano, es probable que esté presente al otro lado del río Oirá. No obstante, hasta que no se disponga de ejemplares comprobatorios, se seguirá considerando a esta especie como endémica de Venezuela [1,3,4]. Nombres comunes: Sapito arlequín de Tamá, Ranita arlequín de Tamá Tama harlequin frog

Situación Sólo se conoce de la colección original, cuando fue reportada como una especie abundante, aunque sólo se colectaron una pareja de adultos y 11 ejemplares juveniles. Si bien se desconoce la situación concreta de esta especie, ya que no se han realizado nuevas actividades de monitoreo ni se ha regresado a la localidad tipo para efectuar nuevas prospecciones, se presume que sus poblaciones se encuentran disminuyendo al igual que otras especies parameras del género Atelopus en Colombia y Venezuela [3]. En el ámbito global se le considera En Peligro Crítico tanto por la Evaluación Global de los Anfibios (GAA) como por la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [4,5].

Amenazas No se pueden atribuir las disminuciones de las poblaciones de esta especie a ninguna causa específica, ya que se desconoce cuáles amenazas podría estar enfrentando, pero se presume que pudo haber sido afectada por la presencia del hongo quítrido Batrachochytrium dendrobatidis, patógeno responsable del declive de muchas poblaciones de anfibios a escala mundial. Igualmente, sus poblaciones podrían haberse visto afectadas por variaciones en los regímenes climáticos, por las sequías y crecidas de las quebradas y otros cambios del clima, como se ha reportado para otras especies relacionadas (ver Atelopus carbonerensis y Atelopus mucubajiensis) [3,4,5]. De igual manera, aunque no se cuenta con reportes sobre el estado de conservación de la localidad tipo, en la zona son frecuentes los deslizamientos de tierra por la inestabilidad del terreno y las altas pendientes, lo que podría provocar reducciones bruscas sobre el tamaño de las poblaciones de la especie.

Conservación En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción por medio del Decreto N° 1.486 (11/09/96) [6]. El área de distribución de esta especie se encuentra resguardada por el Parque Nacional El Tamá, sin embargo, aún no se ha evaluado cuán efectiva es esta área en relación con la protección de la especie. La única localidad conocida para la especie es remota y de difícil acceso, lo que podría representar una protección a su hábitat. Se recomienda iniciar programas de monitoreo a la mayor brevedad para determinar su situación poblacional, así como llevar a cabo estudios sobre la calidad de su hábitat y el análisis de las diversas causas que pudieran estar afectando a las poblaciones de la especie [7].

Referencias: [1] La Marca et al. 1990. [2] La Marca & Lötters 1997. [3] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [4] IUCN et al. 2006. [5] IUCN 2007. [6] Venezuela 1996b. [7] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Enrique La Marca, Juan Elías García-Pérez Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito arlequín amarillo de Maracay Atelopus vogli Amphibia Anura Bufonidae

Müller 1934

Extinto

Descripción: Sapito arlequín del género Atelopus actualmente considerado Extinto. En virtud de su situación no se tiene certeza sobre su coloración original en vida silvestre, pero es probable que haya sido amarilla o amarilla verdosa, uniforme y sin un patrón evidente, aunque en unos pocos ejemplares se pueden observar algunas manchas pequeñas. El vientre era de color crema, y la piel lateral presentaba abundantes verrugas diminutas. De extremidades relativamente cortas y hocico corto no proyectado, los machos medían entre 2,1 y 2,93 cm, mientras que las hembras alcanzaban un tamaño mayor, de entre 3,34 y 3,9 cm. No se conocen detalles sobre el aspecto de los renacuajos de esta especie [6]. Distribución: Se trata de un endemismo de la cordillera de la Costa, con una distribución probablemente muy restringida, siendo conocido únicamente de las cascadas superiores sobre el río Güey, en la región llamada Las Peñas, cerca de la Hacienda La Trinidad, en las cercanías de Maracay, estado Aragua, ubicada a una altitud aproximadamente de 600 a 700 m. El área para la cual fue descrita la especie, se cree que se corresponde con el sitio conocido actualmente como Pozo del Diablo (cabeceras río Güey). Su hábitat original se reporta vinculado con la selva húmeda de piedemonte en una superficie de aproximadamente 3 km [1,2,3,6]. Nombres comunes: Sapito amarillo de Maracay, Ranita amarilla de Maracay, Sapito arlequín de Maracay Maracay harlequin frog

Situación Existe consenso en considerar a esta especie como Extinta, siendo la primera especie endémica de Venezuela con esta designación. Esta aseveración se basa en el largo período de ausencia de registros desde su descripción original en 1933. Por lo demás, en la actualidad la mayor parte del hábitat original donde fue reportada se encuentra destruido o alterado significativamente. Su condición de extinta no logró reportarse sino hasta fechas recientes, debido a que esta especie había sido considerada por algunos autores como una variación o subespecie del sapito rayado Atelopus cruciger, por lo que no había recibido la atención necesaria desde el punto de vista conservacionista. Sin embargo, actualmente se acepta que se trata de una especie plena y ha sido reconocida como un taxón distinto de Atelopus cruciger [3]. Se diferencia de Atelopus cruciger por su tamaño más pequeño, la ausencia de un patrón dorsal de coloración, el tubérculo palmar cerca de la mitad de grande, mientras que el tubérculo thenar es más pequeño [3,6]. En la colección original de 1933, se menciona cerca de 70 ejemplares colectados, sin embargo, se posee información de que el número total de individuos capturados, junto con el holotipo y la serie original, ascendía a más de 440 ejemplares. Algunas de las hembras de esta serie tipo tenían más de 130 huevos maduros en el vientre, lo cual sugiere que durante la fecha en que fue realizada la colecta, probablemente antes de junio, los ejemplares estaban congregados para reproducirse, como es usual en muchas especies del género Atelopus [3,4]. Aparentemente no existen registros de la especie después de la fecha de la recolección original, a pesar de los esfuerzos de búsqueda en tiempos recientes [3]. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le clasifica como una especie Extinta [5,6,7].

Amenazas Entre las causas probables que ocasionaron su extinción se señala la pérdida de hábitat. La selva húmeda de piedemonte asociada al río Güey, el único hábitat conocido para esta especie, ha sido alterada drásticamente y en la actualidad es un ecosistema totalmente diferente al original. La vegetación natural de la localidad tipo ha sido radicalmente alterada por deforestación, agricultura y quemas repetitivas para la siembra de pastos artificiales que han condicionado la aparición de una vegetación herbácea secundaria. Este proceso es conocido como sabanización, y consiste en la sustitución de la selva semicaducifolia original por vegetación de sabana [5,7].

Conservación Pese a la condición de extinción reportada para la especie, no se ha tomado alguna medida oficial. Se sugiere intensificar la búsqueda de esta especie en lugares apropiados en las cercanías de la localidad tipo, y si se encontraran poblaciones remanentes, se recomienda habilitar su protección e inmediatamente iniciar ensayos de cría en cautiverio. No obstante, la mayoría de los expertos coincide en que las posibilidades de localizar a esta especie son prácticamente nulas. La divulgación de su extinción podría servir como advertencia y priorización de conservación de otros anfibios amenazados [7].

Referencias: [1] Müller 1934. [2] Müller 1935. [3] Lötters et al. 2004a. [4] Manzanilla & La Marca 2004. [5] IUCN et al. 2006. [6] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [7] IUCN 2007. Autor: Enrique La Marca Ilustración: Ted Kahn

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Sapito rugoso de cerro El Sol Oreophrynella huberi Amphibia Anura Bufonidae

Diego-Aransay & Gorzula 1987

Vulnerable D2

Descripción: Al igual que otros miembros del género Oreophrynella, se caracteriza por su piel dorsal con tubérculos y gránulos pequeños, aunque sus tamaños, formas y densidad varían de acuerdo a la especie. Esta particularidad les ha valido el nombre común de “sapitos rugosos”. En el caso de Oreophrynella huberi dichos tubérculos están presentes pero en baja densidad, permitiendo observar amplias superficies de piel arrugada. Es de tamaño pequeño, menor a 2,6 cm, su coloración dorsal es marrón rojiza o rufo-naranja, con una línea marrón oscuro y puntos pequeños negros en la región occipital, párpados y flancos. La garganta, pecho y superficie ventral son color marrón rojizo claro, mientras que la parte inferior del vientre es marrón oscuro con tubérculos pequeños más claros. Se caracteriza por poseer dígitos oponibles en las patas, es decir, enfrentados entre sí, de manera que sirven para asirse a las rocas. Una característica única de Oreophrynella huberi, que la diferencia de otras especies del género, son sus crestas cefálicas presentes y conspicuas. Todas las especies del género Oreophrynella son diurnas y terrestres, habitando en la vegetación herbácea densa de turberas rocosas en ambientes tepuyanos de alta montaña. Se reproduce por desarrollo directo, es decir, carece de renacuajos [1]. Distribución: Oreophrynella huberi es una especie endémica de Venezuela, conocida solamente de la cumbre del cerro El Sol a elevaciones de 1.700 m de altitud, al noreste del Auyán-tepui, en el estado Bolívar. Todos los sapitos del género Oreophrynella son exclusivos del Escudo Guayanés, siendo la mayoría de las especies endémicas de la cumbre de un sólo tepuy, exceptuando Oreophrynella nigra que se encuentra en las cumbres de los tepuyes Kukenán y Yuruaní, y Oreophrynella quelchi del monte Roraima y el cercano tepuy Wei-Assipu [1,2,3]. Nombres comunes: Sapito rugoso de cerro El Sol, Sapito rugoso de El Sol, Sapito tepuyano Bolivar bush toad, El Sol bush toad, Tepui bush toad

Situación El conocimiento sobre esta especie se limita a su descripción original, basada en cinco ejemplares, por lo que se desconocen mayores detalles sobre su estatus poblacional. Sin embargo, para 1987, se menciona que muchos individuos fueron identificados por su canto. Con base en su hábitat, y en el elevado grado de endemismo de las especies de este género, su distribución potencial se limitaría a 0,6 km2, lo cual la convertiría en el vertebrado con la menor distribución de todo el planeta. Varios especialistas concuerdan en incluirla en la lista de anfibios amenazados debido a su distribución restringida [4,5]. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le ha inscrito en la categoría Vulnerable de extinción [6,7].

Amenazas No se conocen con precisión las amenazas potenciales que actualmente o en el futuro podría estar enfrentando la especie. Si bien los individuos detectados se encuentran localizados en un área protegida y aparentemente en buen estado de conservación, la distribución geográfica extremadamente restringida de esta especie la hace potencialmente vulnerable a catástrofes naturales, tales como sequías, inundaciones o incendios naturales, además de las alteraciones climáticas globales. De igual forma, resultaría especialmente susceptible a potenciales epidemias por patógenos, que serían extremadamente alarmantes y catastróficos para la especie por su dependencia de un hábitat único y restringido, así como por sus posibles comportamientos comunitarios, los cuales podrían facilitar y acelerar la propagación de enfermedades.

Conservación No se han tomado medidas específicas para la conservación de la especie. Su área de distribución conocida y potencial está protegida por el Parque Nacional Canaima, y también se encuentra amparada mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”, lo que garantizaría la eventual conservación de la especie. De igual manera, en vista de que la única localidad conocida para la especie es remota y de difícil acceso, ello podría representar una protección adicional a su área de vida extremadamente reducida. Se recomienda realizar estudios que abarquen investigación y monitoreo de aspectos biológicos y ecológicos de la especie, así como investigaciones que ayuden a determinar con precisión su distribución y abundancia, además de la evaluación detallada de amenazas potenciales.

Referencias: [1] Gorzula & Señaris 1999. [2] Señaris et al. 1994. [3] Diego-Aransay & Gorzula 1987. [4] Vial & Saylor 1993. [5] Péfaur & Rivero 2000. [6] IUCN et al. 2006. [7] IUCN 2007. Autor: J. Celsa Señaris Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito rugoso del Kukenán Oreophrynella nigra Señaris, Ayarzagüena & Gorzula 1994 Amphibia Anura Bufonidae

Vulnerable D2

Descripción: Se trata de un sapito pequeño que alcanza tamaños de 2,2 cm. El dorso y el vientre presentan una coloración negra uniforme. Se caracteriza por los tubérculos y gránulos pequeños de su piel dorsal, también presentes en los otros miembros del género y que les ha valido el nombre común de “sapitos rugosos”. En el caso de Oreophrynella nigra los tubérculos son redondeados grandes y medianos, más altos y puntiagudos en la cabeza, aunque de menor tamaño que en Oreophrynella quelchii, en una densidad media que deja ver al fondo la piel lisa. Su biología es similar a la de otras especies de Oreophrynella, y entre sus aspectos ecológicos y comportamientos más interesantes, destaca su probable reproducción comunal con cuidado parental, la cual no ha sido comprobada. Destaca igualmente su comportamiento defensivo de enrollarse como una bolita y rodar cuando son descubiertos. Observaciones en campo reportan altas congregaciones localizadas sobre una “ciudad” de 102 sapitos y 321 huevos en aproximadamente 1 m2, localizadas en las típicas islas de vegetación del cerro Kukenán, dentro de una intrincada red de túneles entre las raíces de las plantas. Algunos autores especulan que estos túneles podrían ser construidos por los machos, mientras que otros consideran que son sitios de refugio o incubación de especies de miriápodos, que son utilizados también por los sapitos. Las hembras ponen entre 8 y 15 huevos, y en algunos nidos se han encontrado hasta 35 huevos. Posee un nicho trófico estrecho, y su dieta se limita principalmente a termitas, hormigas y pequeños coleópteros [1,2,3]. Distribución: La especie Oreophrynella nigra es endémica de las cumbres de los tepuyes Kukenán y Yuruaní, a elevaciones entre 2.300 y 2.700 m de altitud, ubicados en el sector Oriental del Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar [1,3,4]. Si bien la mayoría de las especies del género Oreophrynella son endémicas de la cumbre de un sólo tepuy, Oreophrynella nigra, al igual que Oreophrynella quelchi, son las únicas especies del género que se distribuyen en las cumbres de más de un tepuy [4]. Nombres comunes: Sapito rugoso del Kukenán, Sapito tepuyano, Sapito del Kukenán Kukenan tepui toad, Kukenan bush toad

Situación Si bien parece tratarse de una especie común en las cimas de los tepuyes Kukenán y Yuruaní, se requieren mayores datos para establecer y determinar su estatus poblacional. Estimados sobre abundancias relativas y densidad, han generado valores de un ejemplar por cada 10 m2, destacándose sectores particulares donde habita gran número de ejemplares, como el caso mencionado de “ciudades” de sapitos con más de 100 individuos. Sin embargo, estas aglomeraciones en las exploraciones realizadas no pudieron ser relacionadas con determinado hábitat. De acuerdo con los hábitats donde se ha detectado la especie, su distribución potencial máxima abarca 25 km2, específicamente 21 km2 de la cima del Kukenán y 4 km2 del Yuruaní [1,5]. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le ha inscrito en la categoría Vulnerable de extinción [6,7].

Amenazas No se conocen amenazas concretas sobre esta especie, pero debido a su restringida distribución, varios expertos consideran que calificaría para la lista de especies amenazadas de extinción en el futuro cercano. Entre las amenazas potenciales se incluyen catástrofes naturales como sequías, inundaciones e incendios naturales. Su condición aparentemente social, la haría especialmente susceptible a reducciones de su tamaño poblacional, sobre todo ante amenazas de epidemias como la quitridiomicosis. La cumbre del tepuy Kukenán es un ecosistema muy antiguo y frágil, que actualmente está abierto al turismo, aunque esto no se ha identificado como una amenaza para la especie.

Conservación A pesar de no contarse con medidas explícitas para la conservación de esta especie, su hábitat está en buen estado y protegido por el Parque Nacional Canaima, y también está amparado mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”, el cual a su vez incluye específicamente los cerros Yuruaní-tepui y Kukenán-(Matauí)-tepui. Se recomienda ampliar los estudios sobre aspectos biológicos y ecológicos de la especie, especialmente en cuanto a comportamientos reproductivos y sociales. Se debe realizar el seguimiento de las poblaciones, así como la evaluación de potenciales amenazas, incluyendo potenciales impactos del turismo sobre la especie.

Referencias: [1] McDiarmid & Gorzula 1989. [2] Mägdefrau et al. 1992. [3] Señaris et al. 1994. [4] Barrio-Amorós 2004a. [5] Solano 1989. [6] IUCN et al. 2006. [7] IUCN 2007. Autor: J. Celsa Señaris Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito rugoso del Roraima Oreophrynella quelchii Boulenger 1895 Amphibia Anura Bufonidae

Vulnerable D2

Descripción: Sapito tepuyano de tamaño pequeño cuya talla es menor a 2,2 cm. Su coloración dorsal es parda oscura, casi negra, con tubérculos y protuberancias redondeados tanto grandes como medianos en el dorso de la piel, y más altos y puntiagudos en la región cefálica; los tubérculos medianos aparecen en mayor cantidad y dejan muy poca piel lisa en el fondo. La coloración del vientre es marrón oscuro con manchas o marmoteado amarillo. Sus características ecológicas y conductuales son semejantes a otros sapitos del género Oreophrynella. Su actividad es diurna, terrestre y asociada a superficies de rocas desnudas, aun cuando se le encuentra también en los pequeños parches de vegetación en ambientes abiertos de las cumbres tepuyanas. Todos los sapitos rugosos se desplazan lentamente, aferrándose a las piedras, ayudados por sus dedos oponibles y no tienen la capacidad de saltar ni nadar; ante perturbaciones adoptan una postura de “bolita” (se encogen sobre sí mismos) y pueden rodar sobre las superficies de las rocas. Su piel granular, aunada a su coloración dorsal negra, resulta un camuflaje perfecto en su ambiente natural [1,2,3,4]. Distribución: Oreophrynella quelchii es una de las dos especies del género que habita en más de un tepuy. Es conocida de las cumbres del monte Roraima, en el estado Bolívar, Venezuela, y la frontera entre Guyana y Brasil (por la cual es errado reportarla como endémica para Venezuela), y también está presente en el tepui Wei-Assipu. Habita entre 2.600 y 2.800 m de altitud. En la base del Roraima también se encuentra otra especie relacionada, Oreophrynella macconnelli, la única especie del género con un patrón no uniforme de coloración, siendo marrón con jaspeado más claro, y con hileras de puntos amarillentos a cada lado de la espalda. Esta especie (Oreophrynella macconnelli) fue colectada en el bosque de la base del tepuy, y sobre ella no se tiene mayor información que la colección original de 1900 y unas notas de 1961, por lo que se ha cuestionado su validez taxonómica, especulándose que podría ser una subespecie de Oreophrynella quelchii (poco probable), una especie plena, e incluso, si pertenece efectivamente al género Oreophrynella [1,2,3,4]. Nombres comunes: Sapito rugoso del Roraima, Sapito del Roraima, Sapito tepuyano Roraima bush toad, Roraima tepui toad

Situación Aunque se desconoce su estatus poblacional, es una especie bastante común en la cumbre del monte Roraima y no se cree que esté inminentemente amenazada. Sin embargo, de acuerdo con el hábitat que ocupa, su distribución potencial máxima no es mayor a 40 km2 y está fragmentada entre las cimas aisladas del Roraima y del Wei-Assipu-tepui [1,2]. A escala mundial, tanto la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), como la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), la han catalogado en las listas de anfibios amenazados y se le asigna la categoría Vulnerable debido a su restringida distribución [5,6].

Amenazas Debido a su hábitat restringido, podría ser especialmente susceptible a catástrofes naturales como sequías, inundaciones e incendios, así como a patógenos virales, bacteriales y epidemias micóticas. La cima del monte Roraima es el ambiente altotepuyano más visitado por turistas, por lo cual existe un alto potencial de perturbación y contaminación por agentes externos. Entre los impactos del turismo en el Roraima se han reportado incendios en la base y laderas, fogatas y uso de madera local para este fin en la cumbre, caminos que se han abierto en desmedro de la vegetación, pisoteo, explotación y traslado de piedras para la construcción de veredas para los excursionistas, desechos sólidos en la base y cima del tepuy (especialmente en las ocho áreas de campamento, conocidas como “hoteles”), heces, graffitis, extracción de piedras de cuarzo, destrozo de la vegetación, presencia de especies introducidas (en especial de plantas, incluyendo algunas preocupantes por su agresividad, como la mora), e incluso la manipulación de los sapitos rugosos para ser fotografiados por turistas. También se ha reportado biopiratería de plantas promisorias y extracción de ejemplares de plantas carnívoras (Heliamphora spp. y Drossera spp.), bromelias, orquídeas, mariposas y aves, para el tráfico ilegal [4].

Conservación Gran parte del área de distribución actual y potencial de la especie está protegida parcialmente por el Parque Nacional Canaima, si bien su gran extensión y difícil acceso la hacen susceptible a acciones sin control. También está amparada mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”. Se recomienda ampliar los estudios sobre aspectos biológicos y ecológicos de Oreophrynella quelchii, especialmente en cuanto a comportamientos reproductivos y sociales, monitoreo de las poblaciones, así como la evaluación de amenazas, en especial, potenciales impactos del turismo y de las especies introducidas. Referencias: [1] Vial & Saylor 1993. [2] Péfaur & Rivero 2000. [3] Señaris et al. 1994. [4] Freile & Santander 2005. [5] IUCN et al. 2006. [6] IUCN 2007. Autor: J. Celsa Señaris Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito rugoso del Ilú Oreophrynella vasquezi Señaris, Ayarzagüena & Gorzula 1994 Amphibia Anura Bufonidae

Vulnerable D2

Descripción: Sapito de piel muy particular, extremadamente rugosa con tubérculos grandes, medianos y pequeños, estos últimos en alta densidad, cubriendo prácticamente toda la piel e incluso sobre otros tubérculos. La coloración dorsal es marrón muy oscura casi negra, y la región ventral es amarillo-naranja en la garganta, el pecho y vientre, con brazos, patas y axilas de color marrón. Se trata de una especie de hábitos diurnos y terrestres, cuya biología es similar a la de otros sapitos del mismo género, incluyendo su desplazamiento característico con dedos oponibles para adherirse a las superficies de las rocas y su incapacidad para saltar, así como el mecanismo de escape de encogerse sobre sí mismos adquiriendo forma de “bolita”. Su reproducción es de desarrollo directo con probable cuidado parental sin incluir etapa de renacuajos. Se ha reportado la presencia de un nido con 13 huevos fértiles debajo de una roca a 2.400 msnm sin presencia de adultos cuidándolos. Habita en zonas rocosas abiertas, incluyendo la proximidad de cimas y cuevas [1,2]. Distribución: Es una especie endémica de Venezuela que sólo es conocida de la cima del Ilú-tepuy, en el estado Bolívar, entre 2.400 y 2.650 m de altitud. Este tepuy presenta un paisaje dominado por superficies de rocas desnudas con piedras sueltas y vegetación escasa. Los ejemplares estudiados fueron localizados en lugares húmedos, debajo de piedras. Se conoce con certeza de una población no clasificada de Oreophrynella que habita el cercano Tramen-tepuy, de la cual se han colectado tres ejemplares, y que en base a sus características diagnósticas muestra gran semejanza con Oreophrynella vasquezi, aunque con diferencias en la coloración ventral, pero debido a la mala calidad de conservación de los ejemplares, no se pudo establecer su taxonomía con certeza, pudiendo tratarse de una población de la especie en cuestión, o de una nueva especie para la ciencia [2]. Nombres comunes: Sapito rugoso del Ilú, Sapito tepuyano Ilu bush toad, Ilu tepui toad

Situación El estatus poblacional de la especie todavía no ha sido establecido. Sólo se le conoce por la descripción original y del reporte de un nido con 13 huevos encontrado bajo piedras [1]. Con base en el hábitat de la especie, su distribución potencial se limitaría a 6 km2, aun cuando es posible que ejemplares colectados en el Tramen-tepui, un fragmento aislado del Ilú-tepui, correspondan también a esta especie [3,4]. Con base en esta restringida distribución es mencionada en las listas internacionales de anfibios amenazados, y considerada en la categoría Vulnerable de extinción tanto por la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [5,6].

Amenazas No se conocen con precisión las amenazas potenciales que actualmente o en el futuro podría estar enfrentando la especie. Debido a su hábitat restringido, la especie es potencialmente susceptible a catástrofes naturales, tales como sequías, inundaciones e incendios, además de patógenos virales, bacteriales y hongos. Es probable que este sapito presente comportamientos similares a los de otras especies del mismo género, para los cuales se ha especulado que podría tener comportamiento social y reproducciones comunales, características que podrían aumentar su vulnerabilidad a catástrofes y enfermedades.

Conservación A pesar de no contarse con medidas explícitas para la conservación de esta especie, su hábitat se encuentra en buen estado de conservación y protegido por el Parque Nacional Canaima, y también está amparado mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”, el cual incluye específicamente al cerro Ilú-(Tramen)-tepui. La poca accesibilidad a su hábitat podría ser considerada como un factor de protección adicional. Se recomienda ampliar los estudios sobre aspectos biológicos y ecológicos de la especie, especialmente en cuanto a comportamientos reproductivos y sociales, seguimiento de las poblaciones detectadas, evaluación de potenciales amenazas, así como la determinación del estatus taxonómico de la población de Oreophrynella que habita el Tramen-tepuy.

Referencias: [1] Gorzula & Señaris 1999. [2] Señaris et al. 1994. [3] Vial & Saylor 1993. [4] Péfaur & Rivero 2000. [5] IUCN et al. 2006. [6] IUCN 2007. Autor: J. Celsa Señaris Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Ranita de cristal del Ávila Hyalinobatrachium guairarepanensis Señaris 2001 Amphibia Anura Centrolenidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: El género Hyalinobatrachium es parte de la familia de los centrolénidos, conocidas comúnmente bajo el nombre de “ranas de cristal”, por su piel extremadamente clara, casi traslúcida, a través de la cual se pueden apreciar los órganos internos y huesos. Se han reportado 32 especies para este género. Hyalinobatrachium guairarepanensis es una rana relativamente pequeña que alcanza entre 2 y 3 cm de longitud, siendo los machos más pequeños que las hembras. Tiene un cuerpo relativamente aplanado, amplia cabeza, hocico redondo y ojos casi frontales. Su piel dorsal es verde pálida con puntos verdes-amarillos o amarillentos, mientras que el vientre es parcialmente transparente. Las yemas de los dedos son amarillas y sus ojos son color dorado con pupilas horizontalmente elípticas [1,2]. Distribución: Recientemente redescrita, Hyalinobatrachium guairarepanensis es una especie endémica de Venezuela que se encuentra restringida al sector central de la cordillera de la Costa, limitada a los bosques de galería adyacentes a las quebradas de montaña, entre 720 y 1.000 m de altitud, siendo la localidad tipo la Quebrada de Chacaíto [1]. Se trata de una rana arborícola de hábitos nocturnos, de la cual se han estudiado algunos aspectos ecológicos como sitio de reproducción, descripción morfológica y vocalización. Se encuentra principalmente en árboles a lo largo de corrientes de agua en bosques semicaducifolios estacionales, donde pone sus huevos en las hojas que cubren las quebradas, y cuando los renacuajos emergen caen en la corriente, donde continúan su desarrollo [2]. Nombres comunes: Ranita de cristal del Ávila, Ranita de cristal de El Ávila, Rana vientre traslúcido Avila glass frog

Situación Se desconoce su estatus poblacional actual. En la década de los noventa y principios de 2000, durante exploraciones a varias quebradas en la vertiente sur del Parque Nacional El Ávila, fue encontrado sólo un ejemplar. La mayor parte de los registros provienen de los años 1937-1938 y 1970, de localidades actualmente muy alteradas, donde habían sido reportados como pertenecientes a la especie Centrolenella (Hyalinobatrachium) fleischmanni. Todo indica que sus poblaciones están declinando, incluso en hábitats prístinos, y se ha especulado que podría haber sido afectada por la infección por quitridiomicosis (principal causa de la declinación global de los anfibios), en especial porque Atelopus cruciger, especie que habitaba las mismas áreas, ha desaparecido de casi toda su distribución, debido precisamente a esta enfermedad. En el ámbito internacional fue incluida en la categoría En Peligro por la Evaluación Global de los Anfibios (GAA) y por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [3,4].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie se relaciona con la alteración y destrucción de los bosques bajos de la cordillera de la Costa, así como de los cuerpos de agua de esta región por diversos agentes contaminantes, agricultura, extracción de madera e incendios provocados, entre otros, siendo el más importante el desarrollo de infraestructuras y el establecimiento de asentamientos humanos. Con base en el hábitat de la especie, su distribución potencial corresponde a bosques de galería adyacentes a las quebradas de montaña en el sector central de la cordillera de la Costa, que han sido altamente fragmentados y deteriorados, y cuya destrucción continúa en forma creciente. Adicionalmente, podría estar sufriendo el deterioro de sus poblaciones por la contaminación atmosférica y sónica. Sin embargo, su declinación incluso en hábitats prístinos, indicaría posibles amenazas por la infección por quitridiomicosis u otras enfermedades, que podrían estar incidiendo en las declinaciones observadas en los últimos años [3,4].

Conservación La especie no cuenta con medidas específicas para su conservación. Sin embargo, gran parte de su área de distribución se encuentra protegida por el Parque Nacional El Ávila y el Parque Nacional Macarao. Se recomienda determinar cuáles han sido las causas de su declinación en los hábitats aún prístinos, y determinar si se relacionan con la infección por quitridiomicosis que ha afectado a otros anfibios simpátricos (caso Atelopus cruciger). Se sugiere establecer un programa de monitoreo que permita precisar la distribución actual y los factores que afectan las poblaciones. Con base en los resultados obtenidos, se debería establecer un programa de conservación para evitar la extinción de este endemismo de la región capital. Si la enfermedad demuestra ser una amenaza importante, los individuos que sobrevivan serían la base necesaria para el establecimiento de una población ex-situ [3,4].

Referencias: [1] Señaris 2001b. [2] Señaris & Ayarzagüena 2005. [3] IUCN et al. 2006. [4] IUCN 2007. Autor: J. Celsa Señaris Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Rana mapurite Aromobates nocturnus Myers, Paolillo & Daly 1991 Amphibia Anura Dendrobatidae

En Peligro Crítico A2a; B2ab(v)

Descripción: Es una de las ranas de mayor tamaño dentro de la familia de los dendrobátidos, que incluye los sapitos venenosos. Si bien Aromobates nocturnus no posee las famosas toxinas de sus relacionados, esta especie ha desarrollado otro tipo de defensa química: cuando está asustado secreta un moco pegajoso que tiene un olor extremadamente fuerte que recuerda a los producidos por los zorrillos o mapurites. Este rasgo le ha valido el nombre común de “rana mapurite”. Se trata de una especie nocturna de hábitos asociados con ambientes acuáticos, específicamente en pequeñas escorrentías en ambientes húmedos boscosos. Sin embargo, colocan los huevos en ambientes terrestres y una vez que eclosionan, los machos transportan a los renacuajos sobre sus espaldas mientras continúan su desarrollo [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Se encuentra restringida a una localidad en las cercanías de Agua de Obispos, en el estado Trujillo, en bosques nublados cerca de 2.200 m de la sierra de Trujillo, localizados en el Parque Nacional Dinira. Este parque se encuentra ubicado en la ecorregión de los Andes, en las sierras de Barbacoas y Portuguesa. Estas sierras forman parte del estribo andino, en el sector más oriental de los Andes venezolanos. El páramo y la quebrada de Agua de Obispos, están ubicados en la vertiente que drena sus aguas al golfo Triste del mar Caribe [2]. Nombres comunes: Rana mapurite, Sapo mapurite, Sapito oloroso nocturno Skunk frog

Situación Se trata de una especie muy poco conocida que fue reportada como común para el momento de su descripción en 1991 y que no ha sido nuevamente encontrada, a pesar de repetidos intentos. Algunas de las quebradas en la localidad tipo de la especie han sido desprovistas de su cobertura boscosa original, para dar paso a potreros de vegetación herbácea-arbustiva mixta. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) ha sido catalogada como En Peligro Crítico [2,3].

Amenazas La principal amenaza identificada y que podría haber incidido en la disminución de la especie está relacionada con la deforestación de los ambientes boscosos, para desarrollar áreas pequeñas de ganadería vacuna. La alarmante desaparición de esta especie hace suponer que otros factores puedan estar involucrados. Entre estos factores se podría incluir la incidencia del hongo quítrido Batrachochytrium dendrobatidis, el cual ha sido asociado con el declive de poblaciones de anfibios en todo el mundo, incluyendo las ranas andinas venezolanas (ver Atelopus carbonerensis). Otra amenaza potencial son las alteraciones climáticas, especialmente las relacionadas con las precipitaciones, que pudieran ser la causa de estas misteriosas desapariciones [2,3]. En general, el Parque Nacional Dinira ha sido reportado como uno de los parques andinos menos afectados por problemas relacionados con la influencia humana, debido a la baja densidad de los poblados aledaños y a la ausencia de comunidades dentro de sus fronteras. Igualmente, la topografía accidentada y la ausencia de carreteras mantienen al parque en un estado de aislamiento. Sin embargo, este parque no está exento de problemas, y entre las amenazas de mayor relevancia para su integridad funcional se han mencionado agricultura, ganadería, incendios, introducción de especies exóticas, turismo descontrolado y falta de vigilancia y de control efectivo [4].

Conservación A escala internacional todos los géneros de la familia Dendrobatidae están incluidos en el Apéndice II del CITES, y la Comunidad Europea los incluye en su regulación 338/97. En Venezuela no se cuenta con medidas específicas para la conservación de esta interesante y rara especie. La localidad tipo se encuentra dentro del Parque Nacional Dinira. Sin embargo, a pesar de la figura de Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), la zona es constantemente afectada por actividades humanas. Se recomienda iniciar un programa de seguimiento con el objeto de relocalizar sus poblaciones, tanto en la localidad conocida como en otros ambientes cercanos adecuados para esta especie [3].

Referencias: [1] Myers et al. 1991. [2] IUCN et al. 2006. [3] IUCN 2007. [4] Parkswatch 2008a. Autor: Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito niñera del Murisipán Colostethus murisipanensis La Marca 1997 Amphibia Anura Dendrobatidae

Vulnerable D2

Descripción: Los sapitos del género Colostethus son dendrobátidos, familia a la cual pertenecen las ranitas venenosas, de las cuales se diferencian por ser el género evolutivamente más antiguo y con mayor riqueza de especies, en su mayoría de colores pardos y castaños en contraste con sus coloridos parientes. Hasta ahora no se han encontrado toxinas venenosas en este grupo. Se caracterizan también por sus inusuales estrategias reproductivas, que incluyen elaborados cortejos y fuerte cuidado parental. Colostethus murisipanensis es un sapito de tamaño pequeño, de color pardo en el dorso y sin ninguna raya lateral oblicua. Su coloración ventral es oscura, blanco-sucio u ocre pálida [1]. Se desconocen sus hábitos reproductivos, aunque probablemente las larvas se desarrollan en los arroyos de los bosques montanos tropicales donde habita [2,3]. Distribución: En Venezuela, se han reportado al menos 33 especies del género Colostethus, destacando Colostethus murisipanensis por su restringida y pequeña distribución. Se trata de una especie endémica de Venezuela, conocida solamente de la cima del Murisipán-tepui, localizado en el sector Occidental del Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar, a 2.350 m de altitud [1,2,3]. Nombres comunes: Sapito niñera del Murisipán Murisipan rocket frog

Situación La información disponible no permite calificar su estatus poblacional. La especie fue descubierta en 1996 y sólo se le conoce por un ejemplar colectado bajo una roca en un bosque en la cima del tepui Murisipán [1]. Con base en el hábitat de la especie, su distribución potencial se limitaría a unos 5 km2, siendo ésta la causa principal de preocupación en cuanto a su estado de conservación [4]. Esta especie fue clasificada en la categoría de Vulnerable, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [2,3].

Amenazas Aunque no se cuenta con información precisa al respecto, se estima que su distribución restringida la hace particularmente vulnerable en potenciales casos de catástrofes naturales, tales como sequías, inundaciones e incendios, así como ante eventuales patógenos virales, bacteriales o micóticos que puedan ser transportados accidentalmente a su área de distribución. Específicamente se han mencionado como potencial amenaza los incendios ocasionados por rayos [2,3].

Conservación A escala internacional todos los géneros de la familia Dendrobatidae están incluidos en el Apéndice II del CITES, y la Comunidad Europea los incluye en su regulación 338/97. En Venezuela no se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Su área de distribución conocida (Murisipán-tepuy) se encuentra incluida dentro de una figura clasificada como Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), el Parque Nacional Canaima, y también está amparada mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”, el cual incluye varias formaciones montañosas de la región. Sin embargo, todavía no se ha evaluado cuán efectiva es ésta área en relación con la protección de la especie. Se recomienda ampliar los estudios sobre aspectos biológicos y ecológicos de la especie, especialmente en los relacionados con sus comportamientos reproductivos, seguimiento de las poblaciones y evaluación de potenciales amenazas [3].

Referencias: [1] La Marca 1997. [2] IUCN et al. 2006. [3] IUCN 2007. [4] Señaris et al. 1994. Autores: J. Celsa Señaris, Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito acollarado de Churuguara Mannophryne caquetio Mijares-Urrutia & Arends 1999 Amphibia Anura Dendrobatidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Denominada “caquetío” en honor a las tribus indígenas (actualmente extintas) que habitaban las tierras de Falcón. Se trata de un dendrobátido de tamaño pequeño, los machos de 2,34 cm y las hembras de 2,63 cm. Es de hábitos terrestres y diurnos, y habita en los bosques semicaducifolios montañosos de la sierra de Churuguara [1]. Al igual que otras especies del género Mannophryne, se caracteriza por una serie de rasgos, entre los cuales destacan un collar oscuro, garganta amarilla y un comportamiento complejo (exhibición de la garganta y saltos sobre la punta de los dedos). Se diferencia de sus congéneres por su collar más ancho con puntos diminutos pálidos (hembras), vientre gris cremoso en las hembras y gris oscuro o casi negro en los machos, y variaciones en sus dimensiones morfológicas. La piel dorsal es de aspecto y textura áspera (en algunos es lisa o parcialmente lisa), y sin tubérculos [1,2]. Distribución: Es una especie endémica de Venezuela, conocida solamente de la localidad tipo, denominada Mapararí, a una altitud de alrededor de 800 m, un área muy intervenida antrópicamente en la vertiente sur de la sierra de Churuguara, Municipio Federación, en el estado Falcón [1,2]. Se tiene el reporte de una población adicional que fue encontrada en mayo de 2002, en el Parque Nacional Cueva de la Quebrada del Toro [3]. Nombres comunes: Sapito acollarado de Churuguara, Rana piripiri de Churuguara Churuguara rocket frog, Churuguara poison-arrow frog, Churuguara collared frog

Situación Aunque se desconoce el estado actual de sus poblaciones, desde que fue descrita se hizo un llamado de atención para su conservación, recomendándose actividades que incluían su seguimiento poblacional [1]. Esta preocupación se basa en la restringida distribución de la especie y la amenaza actual que se cierne sobre los últimos remanentes boscosos del área. Llama la atención otra población de Mannophryne cuya identidad no fue posible determinar debido al número reducido de ejemplares que se obtuvieron, y que se encuentra aislada de Mannophryne caquetio por hallarse en sistemas montañosos distintos, separados unos 190 km (en línea recta) por la depresión árida de Urumaco, y que también estaría seriamente amenazada [1]. En el ámbito internacional ha sido incluida en la categoría En Peligro Crítico tanto por la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [4,5].

Amenazas En la única población conocida de la especie se observan rasgos de deterioro anatómico muy evidentes (un alto porcentaje de los individuos colectados presentan deformaciones o atrofias a nivel de los pies), lo que sugiere una alta sensibilidad morfofisiológica y un elevado potencial de riesgo de extinción. Para la especie Mannophryne lamarcai se observaron deformidades similares, y se asoció entre las causas más probables de dichas anormalidades, la intoxicación por derivados del petróleo o la fuerte caída del pH a causa de lluvia ácida. En el caso de Mannophryne caquetio estas deformidades únicamente suceden en las extremidades traseras, por lo que no se descarta la posibilidad de que se deban a una infección por trematodos (parásitos), o a anomalías genéticas producto del entrecruzamiento [1,2]. Por otra parte, el hábitat de la especie ha sido extensivamente transformado y deteriorado por actividades agrícolas y cría de ganado, y la única población de Mannophryne caquetio se encuentra en un lugar de constante actividad humana. De hecho, la pequeña quebrada en la cual se encontraron es represada en un tanque de cemento y está ubicada al lado de una carretera muy transitada, lo cual complica aún más su delicada situación. Estas consideraciones indican que a Mannophryne caquetio debe dársele una alta prioridad de conservación [1].

Conservación A escala internacional todos los géneros de la familia Dendrobatidae están incluidos en el Apéndice II del CITES, y la Comunidad Europea los incluye en su regulación 338/97. En Venezuela no se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Su área de distribución conocida se encuentra incluida dentro del Parque Nacional Cueva de la Quebrada del Toro. Desde su descripción original, en 1999, se ha recomendado una explícita y amplia protección legal según lo establecido en la Ley de Protección a la Fauna Silvestre. Es necesario iniciar un intenso monitoreo poblacional para las especies del género, en particular para las que ya han registrado problemas [1]. Igualmente, se ha sugerido realizar estudios acerca de las poblaciones y el hábitat de la especie, y con base en estos resultados proponer medidas más precisas para su conservación. Su restringida y amenazada distribución indica que a Mannophryne caquetio debe dársele una alta prioridad de conservación [1,4,5,6]. Referencias: [1] Mijares-Urrutia & Arends 1999b. [2] Mijares-Urrutia & Arends 1999a. [3] J. Manzanilla com. pers. [4] IUCN et al. 2006. [5] IUCN 2007. [6] Venezuela 1970. Autores: Abraham Mijares-Urrutia, J. Celsa Señaris, Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito acollarado del Socopó Mannophryne lamarcai Amphibia Anura Dendrobatidae

Mijares-Urrutia & Arends 1999

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Se trata de una especie diurna que habita en vegetación herbácea adyacente a cuerpos de agua. Los machos cargan a la espalda sus renacuajos como los hacen otras especies del mismo género. Se distingue de sus congéneres por la combinación de una banda dorsolateral oscura (indistinta en las hembras y en los machos más oscura), una banda oblicua de color amarillo en los flancos de las hembras, un collar estrecho (en hembras adultas y algunos machos), el vientre blanco pálido con amarillo periférico en las hembras, extremidad del hocico casi truncada, y otras variaciones en la morfología de los dedos del pie [1,2]. Distribución: Especie endémica del estado de Falcón en el noroeste de Venezuela. Es conocida solamente de la localidad original de colección, ubicada en el cerro Socopó, a una altitud de alrededor de 1.250 m, a 30 km al suroeste de Guajiro, Municipio Mauroa, en el estado Falcón [1,2]. El cerro Socopó, es la mayor elevación terrestre en la margen oriental del lago de Maracaibo. Nombres comunes: Sapito acollarado del Socopó, Rana piripiri del Socopó Socopo rocket frog, Socopo poison-arrow frog, Socopo collared frog

Situación Es una especie muy rara de la cual se desconoce su estatus poblacional, aun cuando se supone una disminución de sus poblaciones debido a las alteraciones que ha experimentado su hábitat. La distribución potencial de la especie es menor de 100 km2. La última vez que fue colectada ocurrió en 2004 [1,2,3,4]. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le ha clasificado en la categoría En Peligro Crítico [3,5].

Amenazas La destrucción acelerada del hábitat por deforestación y otros cambios en el uso de la tierra parecen ser amenazas actuales importantes. Originalmente la vegetación de la zona era un bosque nublado, que ha sido transformado en área de pastoreo para ganado vacuno. También puede estar afectada por contaminación derivada de las actividades humanas en el área de distribución y sus cercanías, algunas de las cuales pudieran incluso ocasionar lluvias ácidas, igualmente le afecta la contaminación por aceite de motor y el cambio climático. Otro de sus riesgos posibles es la infección por quitridiomicosis. En la colección original de Mannophryne lamarcai se observaron distintos tipos de deformidades en las extremidades, desde una palmeadura notablemente malformada hasta la total ausencia de la mano o pie. Se consideraron entre las causas más probables de dichas anormalidades, la intoxicación por derivados del petróleo o la fuerte caída del pH a causa de lluvia ácida [1,2].

Conservación En el ámbito internacional todos los géneros de la familia Dendrobatidae están incluidos en el Apéndice II del CITES, y la Comunidad Europea los incluye en su regulación 338/97. En Venezuela no se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Su distribución no está incluida dentro de áreas protegidas y su remanente de hábitat se reporta como muy reducido, por lo que se requiere de medidas urgentes para su protección. En especial, se debe brindar protección legal a la fauna del cerro Socopó debido a la acelerada destrucción de este remanente único de bosque nublado en el área, y al alto valor para la biodiversidad de anfibios de la zona, que presenta una situación geográfica privilegiada, con bosques nublados aislados, que la convierte en un lugar de gran interés biogeográfico. Aunque la herpetofauna del lugar es poco conocida, se sabe que cuenta con varias especies únicas y aparentemente endémicas, destacando los amenazados Leptodactylus magistris y Dendropsophus amicorum. Es importante ahondar en la evaluación del estatus de conservación, situación taxonómica y biología de la especie, con énfasis en su distribución, que podría ser mayor a la reportada [2].

Referencias: [1] Mijares-Urrutia & Arends 1999a. [2] Mijares-Urrutia & Arends 1999b. [3] IUCN et al. 2006. [4] La Marca 1994b. [5] IUCN 2007. Autores: Abraham Mijares-Urrutia, J. Celsa Señaris, Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito acollarado de Rancho Grande Mannophryne neblina Amphibia Anura Dendrobatidae

Test 1956

En Peligro Crítico B1ab(v)+2ab(v)

Descripción: Su aspecto es similar al de otras especies del mismo género, con un característico collar pardo oscuro y garganta amarilla, diferenciándose por ser la segunda especie de mayor tamaño en el género, y también por ser el único sapito acollarado de dorso uniformemente coloreado y con una banda dorada que cubre los labios superiores. Aunque en general se conoce muy poco de su historia natural, se ha observado un comportamiento de escape relativamente lento y huye dando saltos cortos, en vez de los movimientos rápidos de sus congéneres [1,2,3,4]. Denominado en esta publicación como “sapito acollarado de Rancho Grande”, para estandarizar la denominación con otras especies del mismo género, se ha sugerido como alternativa utilizar el nombre de “rana piripiri gigante de Rancho Grande” para evitar confundirla con la otra especie acollarada presente en el área. Aunque a escala internacional se utiliza el nombre común en inglés “Aragua poison frog” o “Rancho Grande poison arrow frog”, estos no deberían utilizarse porque no se ha demostrado la presencia de toxinas en su piel, y es poco probable que las posean [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela cuya distribución está restringida al Paso de Portachuelo y los alrededores de la Estación Biológica de Rancho Grande en el Parque Nacional Henri Pittier, estado Aragua, entre 900 y 1.000 m de elevación. Es un habitante de laderas húmedas de selva nublada, bastante más terrestre y no tan asociado a quebradas, en contraste con Mannophryne herminae, una rana del mismo género de hábitos más acuáticos, que comparte la misma área en general [1,2]. Nombres comunes: Sapito acollarado de Rancho Grande, Rana piripiri gigante de Rancho Grande Rancho Grande rocket frog, Rancho Grande poison-arrow frog, Aragua collared frog

Situación Se desconoce su estatus poblacional. Aun cuando vive en una localidad ampliamente muestreada desde el punto de vista herpetológico, no ha sido reportada nuevamente desde su descripción original en el año 1956. Es una especie de distribución restringida, con un área de presencia probablemente menor a 10 km2. Curiosamente, mientras algunas especies de Rancho Grande como Mannophryne neblina, Atelopus cruciger y Hylomantis (Phyllomedusa) medinai, han desaparecido por completo, otra especie local de Mannophryne (M. herminae) sigue siendo una de las más abundantes en las quebradas y cuerpos de agua corriente de todo el Parque Nacional Henri Pittier y muy especialmente de Rancho Grande [4]. Aunque en el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA) como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) actualmente se le considera En Peligro Crítico, algunos autores consideran que la especie podría estar Extinta [4,5,6,7].

Amenazas Sin duda no es sólo un elemento el que afecta a los anfibios, sino la compleja combinación de muchísimos factores. En el caso específico de Mannophryne neblina se desconocen las causas que ocasionaron su disminución poblacional. Es posible que factores tales como sequías, inundaciones o fuegos naturales, hayan afectado sus poblaciones. Tampoco se descarta que un agente patógeno conocido como quitridiomicosis pudiese estar asociado a su desaparición [5,6].

Conservación En el ámbito internacional todos los géneros de la familia Dendrobatidae están incluidos en el Apéndice II del CITES, y la Comunidad Europea los incluye en su regulación 338/97. En Venezuela no se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Su área de distribución se encuentra protegida bajo la figura del Parque Nacional Henri Pittier, el más antiguo de Venezuela y una de las áreas protegidas mejor estudiadas y monitoreadas, pero aún no se ha evaluado cuán efectiva es esta área en relación con la protección de la especie. Se recomienda iniciar estudios a la brevedad, con el fin de identificar poblaciones remanentes de esta rana para clarificar su situación actual.

Referencias: [1] Frank & Ramus 1995. [2] Test 1956. [3] La Marca 1994b. [4] Barrio-Amorós 2006. [5] IUCN et al. 2006. [6] La Marca 1995c. [7] IUCN 2007. Autores: Enrique La Marca, J. Celsa Señaris Ilustración: Michel Lecoeur

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Sapito rojo del Yapacana Minyobates steyermarki Rivero 1971 Amphibia Anura Dendrobatidae

En Peligro B2ab(iii)

Descripción: El género Minyobates incluye a las especies más pequeñas de los dendróbatidos. Particularmente, Minyobates steyermarki es la única especie del género reportada para Venezuela, y se trata de un sapito pequeño muy llamativo de intensa coloración roja, que vive en bromelias terrestres (dentro de las cuales es posible que se reproduzca) en ambientes de bosque montano. Los estudios originales revelaban densidades poblacionales altas, tanto que en algunas oportunidades se veían cientos de ejemplares en pocas horas, sin embargo, su situación actual se considera alarmante y con alta prioridad de conservación [1]. Distribución: Es una especie endémica de Venezuela y se encuentra restringida a la base y laderas del cerro Yapacana, en el estado Amazonas, entre 600 y 1.200 m de altitud [1]. Frecuentemente se le ha clasificado como Dendrobates steyermarki debido a que estudios morfológicos y de toxinas, indican que los géneros Minyobates y Dendrobates son grupos hermanos y cercanos, aunque recientes investigaciones sobre genética molecular revelan que es un linaje que ha evolucionado independientemente y paralelo a Dendrobates y que se conecta en la raíz del árbol filogenético [2,3,4,5]. Nombres comunes: Sapito rojo del Yapacana Demonic poison-arrow frog, Yapacana poison-arrow frog

Situación Fue considerada originalmente como una especie relativamente común, aunque se desconocen mayores detalles sobre su estatus poblacional actual. Su limitada área de distribución está sujeta a intensa explotación minera ilegal. Para 1995 La Marca la señalaba como una especie amenazada [2]. Las evaluaciones internacionales, tanto de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), como la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), coinciden en clasificarla En Peligro Crítico, debido a que su área de ocupación es probablemente menor a 10 km²; a que todos los individuos se encuentran en una sola población, y a que la cantidad y la calidad de los hábitats boscosos del cerro Yapacana están declinando [3,5].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la fuerte alteración de su hábitat debido a la minería ilegal, la cual ha generado deforestación, erosión del suelo y contaminación por mercurio. Los incendios en las sabanas adyacentes también se cuentan entre las amenazas que la afectan. Por otra parte, y a pesar de que las actividades en el cerro Yapacana están restringidas únicamente a la investigación científica, se cuenta con un registro de comercio ilegal en 1999, conformado por 150 ejemplares con destino a Alemania para el estudio de toxinas dérmicas y de su comportamiento en cautiverio [4]. Su restringida distribución también podría hacerla especialmente susceptible a catástrofes naturales, como sequías, inundaciones o incendios. El interés de los coleccionistas podría ser una amenaza adicional, pero aún no ha sido evaluada.

Conservación A escala internacional todos los géneros de la familia Dendrobatidae están incluidos en el Apéndice II del CITES, y la Comunidad Europea los incluye en su regulación 338/97. Ambos instrumentos buscan evitar el tráfico internacional de estos llamativos anfibios, algunos de los cuales tienen una gran demanda en el mercado ilegal de mascotas y como ejemplares para la investigación. En Venezuela no se cuenta con medidas específicas para su conservación. En el Parque Nacional Cerro Yapacana, localizado en el sector oeste de Escudo de Guayana entre los ríos Orinoco, Ventuari y el caño Yagua, en el estado Amazonas, destaca el cerro Yapacana, el cual constituye la mayor elevación conocida para la llanura con 1.345 msnm, y que se distingue por las valiosas muestras de biodiversidad y su alto grado de endemismo. La población relicta de Minyobates steyermarki se encuentra protegida indirectamente por el Parque Nacional Cerro Yapacana, sin embargo, éste no constituye un lugar seguro por las amenazas que enfrenta [6]. Se recomienda iniciar estudios urgentes sobre la situación de la población existente y la inclusión de la especie dentro de instrumentos de legislación específicos que garanticen su conservación.

Referencias: [1] Gorzula & Señaris 1999. [2] La Marca 1995a. [3] IUCN et al. 2006. [4] Barrio-Amorós 2004a. [5] IUCN 2007. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: J. Celsa Señaris, Enrique La Marca Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Rana arborícola del Socopó Dendropsophus amicorum Amphibia Anura Hylidae

Mijares-Urrutia 1998

En Peligro B1ab(ii,iii)+2ab(ii,iii)

Descripción: Esta rana arborícola sólo es conocida por un ejemplar macho adulto (holotipo) colectado en 1968. Su coloración en líquido preservativo es crema rosáceo pálido, tanto dorsal como ventralmente; el vientre es inmaculado, excepto en el área infralabial que exhibe diminutos puntos pardos laterales, mientras que el dorso presenta una densidad de puntos color pardo oscuro, distribuidos homogéneamente, y algo más numerosos sobre la cabeza. Si bien no se conoce la coloración en vida de la especie, y aunque guarda algunas semejanzas morfológicas con Dendropsophus minuta y Dendropsophus battersbyi, se diferencia claramente de otras especies del género por su tamaño pequeño (2,26 cm), membrana interdigital presente en varios dedos manuales, vientre fuertemente areolado, piel dorsal lisa, cloaca cubierta por un pliegue carnoso, dorso sin manchas ni bandas, entre otras diferencias [1]. La especie fue originalmente descrita como Hyla amicorum, y recientemente reasignada al género Dendropsophus [2]. Distribución: Se trata de una especie endémica de Venezuela, solamente conocida por un ejemplar (holotipo) colectado en el cerro Socopó, ubicado éste en la serranía de Siruma, a 84 km al noroeste de Carora, en el estado Falcón, a 1.500 m de altitud. Aun cuando no se cuenta con información precisa sobre la ecología de esta especie, probablemente habita en selvas nubladas de la región y, al igual que otras especies relacionadas, debe ser de hábitos nocturnos y arborícolas y de reproducción por desarrollo larval [1,3,4,5]. Nombres comunes: Rana arborícola del Socopó, Rana arborícola de los amigos Socopo tree frog

Situación No se posee información sobre su tamaño poblacional. Sólo es conocida por el ejemplar macho en que se basó la descripción de la especie en 1998, a pesar de que el autor realizó dos expediciones para conseguir más ejemplares, sin éxito [1]. Se infiere una disminución de sus poblaciones debido a las fuertes alteraciones sufridas en su hábitat. Su distribución potencial puede ser menor de 100 km2, aunque el cerro Socopó está conectado con las otras montañas vecinas por valles relativamente altos (principalmente cerro Cerrón), lo que sugiere una relativa continuidad climática y ecológica, y por consiguiente su hábitat podría ser mayor al conocido [1]. La serranía de Siruma presenta una situación geográfica privilegiada, con bosques nublados aislados, que la convierte en un lugar de gran interés biogeográfico. Aunque la herpetofauna del lugar es poco conocida, cuenta con varias especies únicas y aparentemente endémicas, entre las que destaca el también amenazado Leptodactylus magistris. En el ámbito internacional se le ha reportado con alto riesgo de extinción en el futuro cercano, y ha sido clasificada En Peligro Crítico, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [3,4,5].

Amenazas Las amenazas más importantes que enfrenta la especie podrían estar relacionadas con la destrucción acelerada del hábitat, el cambio en las condiciones climáticas, la lluvia ácida y la contaminación derivada de las actividades humanas en el área. El cerro Socopó ha sido sometido a una marcada modificación de su cobertura boscosa original, que incluía uno de los pocos remanentes de selva húmeda, inmersa en un área de condiciones bastante secas.

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Es indispensable la obtención de ejemplares adicionales adultos y larvas que permitan conocer mejor el ámbito de variación de los rasgos merísticos, morfológicos y de coloración de Dendropsophus amicorum, así como la observación del comportamiento de apareo y oviposición [1]. Se requieren estudios de monitoreo poblacional y de la situación del hábitat de esta especie, los cuales deberían abarcar a las otras ranas amenazadas presentes en la zona. El hábitat de la especie requiere urgentemente de protección, por tratarse de un área con gran valor para la biodiversidad de anfibios endémicos amenazados, y por el acelerado deterioro que está enfrentando. Es importante delimitar y proteger los últimos relictos de bosques que aún persisten en la serranía de Siruma, en la cual se encuentra el cerro Socopó [3].

Referencias: [1] Mijares-Urrutia 1998. [2] Faivovich et al. 2005. [3] IUCN et al. 2006. [4] IUCN 2007. [5] NatureServe 2007. Autores: Abraham Mijares-Urrutia, Enrique La Marca, J. Celsa Señaris Ilustración: Michel Lecoeur

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Rana estefanía de Brewer Stefania breweri Barrio-Amorós & Fuentes 2003 Amphibia Anura Hylidae

Vulnerable D2

Descripción: De la especie Stefania breweri se desconocen los hábitos de vida y su historia natural, aunque es muy probable que sean similares a otras especies del género donde se ubica parte de la familia de los hílidos, que son denominadas comúnmente como “ranitas plataneras”. El género Stefania se caracteriza porque el primer dedo de la mano (pulgar) es más largo que el segundo, el cuerpo es esbelto, tiene los miembros alargados, la piel es lisa, los dedos tienen discos y presenta una membrana interdigital basal en los pies. No se conoce la coloración en vida de Stefania breweri, y su color en preservación es anaranjado pálido, con una banda interorbital blanca, conectada con las rayas dorsolaterales blanco mate; y con algunas manchas negras irregularmente distribuidas sobre el dorso. Se presume que esta especie de rana se reproduce por desarrollo directo sin renacuajos, transportando sus huevos en la espalda [1,2,3]. Distribución: Stefania breweri es una especie endémica de Venezuela, conocida únicamente de la cima del cerro Autana (Wahari Kuaway en Piaroa), en el estado Amazonas, a 1.250 m de altura cerca de la bóveda del norte de la cima del tepuy. El cerro Autana es un tepui aislado, localizado a 85 km al sur de Puerto Ayacucho en el Municipio Atures, en el estado Amazonas. Se ha especulado que la especie podría encontrarse en el cercano macizo de Cuao-Sipapo (serranía de Paraque), del cual el cerro Autana parece ser un remanente. La cumbre del Autana es predominantemente un pantano abierto, con vegetación herbácea dominada por las especies Brocchinia hechtioides y Kunhardtia rhodantha, y un bosque enano húmedo de árboles Clusia con muchas epifitas. El único espécimen conocido de Stefania breweri fue encontrado en esta zona, en el interior de una bromelia terrestre de la especie Brochinnia hechtioides [1,2,3]. Nombres comunes: Rana estefanía de Brewer Brewer's stefania tree frog, Brewer's carrying frog

Situación El único ejemplar conocido de la especie data de 1971, cuando fue colectado por los primeros exploradores que aterrizaron en la cima del cerro Autana, entre ellos Charles Brewer Carías, a quien la especie está dedicada. Dado lo pequeño de la superficie de la cima, de 1,9 km2, es una de las especies de distribución más restringida en Venezuela y el planeta. En otras expediciones al cerro Autana nunca se ha vuelto a observar. Se desconoce si la misma especie habita la vecina cima del Cuao-Sipapo, macizo que aún no ha sido explorado. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le ha inscrito en la categoría Datos Insuficientes debido a su descripción reciente y hasta tanto no se disponga de suficiente información sobre su grado de ocurrencia, su situación y sus requerimientos ecológicos [2,3].

Amenazas Aunque no se conoce ninguna amenaza particular que esté afectando a la especie, de acuerdo a los criterios manejados por la IUCN, debe ser clasificada como Vulnerable, debido a la pequeña superficie de la cima donde es conocida, lo cual la hace susceptible a cualquier catástrofe natural o artificial que podría acabar con la población, que además se estima debe ser muy reducida. También podría ser afectada por patógenos virales, bacteriales o micóticos, provenientes de otras regiones, tal como ha ocurrido con numerosas especies de anfibios a escala global [2,3].

Conservación No se han planteado medidas de conservación para la especie. El cerro Autana cuenta con una figura propia de Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) identificada como Monumento Natural Cerro Autana, que también está amparado mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”. Adicionalmente, se trata de un lugar de acceso altamente restringido, pero aún no se ha evaluado cuán efectiva es esta área en relación con la protección de la especie. Se necesitaría ante todo conocer mejor la situación de Stefania breweri para poder recomendar medidas efectivas para su conservación. Se sugiere especialmente explorar las cumbres del macizo Cuao-Sipapo, a fin de establecer su posible presencia en esta zona, lo que ampliaría significativamente su distribución [3].

Referencias: [1] Barrio & Fuentes 2003. [2] IUCN et al. 2006. [3] IUCN 2007. Autor: César L. Barrio-Amorós Ilustración: Ximenamaria Rausseo / Stefania satelles (NT)

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Rana estefanía del Yuruaní Stefania riveroi

Señaris, Ayarzagüena & Gorzula 1997

Amphibia Anura Hylidae

Vulnerable D2

Descripción: Se trata de una pequeña rana hílida que pertenece al género Stefania, el cual incluye a 18 especies y es endémico del Pantepui. Este género es particularmente conocido por el cuidado materno que le proporciona a los huevos. En su período de reproducción, las hembras presentan una mucosidad que les permite cargar en sus espaldas de 8 a 12 huevos en un saco especial. Por esta característica, también se les conoce con el nombre común de “ranitas marsupiales”. Carecen de etapa de renacuajo libre, siendo su desarrollo directo, por lo cual los juveniles son semejantes a adultos en miniatura. Stefania riveroi es de talla pequeña (menos de 5 cm), con la cabeza tan larga como ancha, los ojos saltones, la piel dorsal lisa, las patas posteriores largas, y los dedos de manos y pies con discos pequeños. Estudios recientes proponen separar al género Stefania de la familia Hylidae e incluirlo en una nueva familia denominada Cryptobatrachidae [1,2]. Distribución: La especie Stefania riveroi es endémica de Venezuela, siendo conocida solamente de la localidad tipo ubicada en el Yuruaní-tepui, en el estado Bolívar, a 2.300 m de altitud. Además de ser localizada en la superficie del tepuy, ha sido colectada en el interior de la cima conocida como Yuruaní 1, a una profundidad de 68 m. Se trata de una especie de hábitos nocturnos, que en el día se refugia en cavidades o en tubos de bromelias. Existen algunos estudios que describen sus vocalizaciones y comportamiento reproductivo. De hábitos nocturnos, se le encuentra en biotopos rocosos húmedos, aledaños a cuerpos de agua en cuevas, grietas y debajo de rocas en el lecho de quebradas [1,2]. Nombres comunes: Rana estefanía del Yuruaní, Rana estefanía de Rivero Yuruani stefania tree frog, Rivero carrying frog, Yuruani marsupial frog

Situación Se desconoce su estatus poblacional actual, aunque se le considera común en su restringida localidad tipo. Con base en el hábitat conocido de la especie, su distribución potencial abarcaría apenas 5 km2. En las evaluaciones globales esta especie fue catalogada originalmente en la categoría Preocupación Menor (LC), ya que se consideraba común y con poblaciones estables. Sin embargo, posteriormente fue reclasificada como Vulnerable debido a su distribución extremadamente restringida, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA) como por la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [2,3,4].

Amenazas Es probable que no existan amenazas que afecten su sobrevivencia a corto plazo, ya que su ambiente se encuentra en buen estado de conservación y sin problemas evidentes, reforzado por la inaccesibilidad de la localidad. Sin embargo, considerando su distribución tan reducida, podría ser especialmente susceptible a catástrofes naturales como sequías, inundaciones, incendios, y posibles epidemias por infecciones virales, bacteriales o micóticas [3,4].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Su área de distribución actual y potencial está protegida por el Parque Nacional Canaima. Por su parte, el cerro Yuruaní cuenta con una figura de Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) amparada mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”, pero aún no se ha evaluado cuán efectivas son éstas áreas en relación con la protección de la especie. Las acciones de conservación sugeridas estarían orientadas a aumentar el conocimiento acerca de la biología y ecología de la especie.

Referencias: [1] Señaris et al. 1997. [2] IUCN et al. 2006. [3] Barrio-Amorós 2004a. [4] IUCN 2007. Autor: J. Celsa Señaris Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Ranita tepuyana del Ptari Tepuihyla rimarum Ayarzagüena, Señaris & Gorzula 1992 Amphibia Anura Hylidae

Vulnerable D2

Descripción: Tepuihyla es un género de ranas de la familia de los hílidos (grupo que incluye a las llamadas ranas arborícolas o plataneras), formado por apenas ocho especies exclusivas del Escudo Guayanés, con la excepción de Tepuihyla celsae, que se distribuye en la sierra de San Luis del estado Falcón, en el noroccidente de Venezuela. Tepuihyla rimarum es una ranita de tamaño pequeño, cuyos machos alcanzan entre 2,7 y 3,2 cm, mientras que las hembras, de mayor tamaño, llegan a medir entre 3,0 y 4,46 cm de longitud. Su aspecto general se asemeja a otras ranas plataneras de cuerpo deprimido y largas extremidades. Las manos y pies poseen membranas rudimentarias o muy reducidas, el color dorsal es castaño oscuro y con el característico labio blanco de este género. Adaptada a los ambientes tepuyanos, Tepuihyla rimarum es terrestre y aunque se desconocen sus hábitos reproductivos, es probable que se reproduzca en pequeños cuerpos de agua, como sucede con otras especies del mismo género. Originalmente, las especies de este género habían sido consideradas como pertenecientes al género Hyla, y posteriormente, como Osteocephalus, pasando luego al género Tepuihyla [1,2,3]. Distribución: Tepuihyla rimarum es la especie con menor distribución de las Tepuihyla, siendo endémica y solamente conocida de la localidad tipo ubicada en la cima del Ptari-tepui, en el estado Bolívar, a 2.400 m de altura. Los ejemplares conocidos fueron colectados entre las grietas, entre zanjones y bajo lajas de piedras en la cima del Ptari-tepui, cuya superficie en la cumbre es casi enteramente rocosa y con escasa vegetación. Estas condiciones diferencian a Tepuihyla rimarum de otras especies similares que también habitan tepuyes (por ejemplo, Tepuihyla edelcae y Tepuihyla galani), las cuales, en cambio, se refugian frecuentemente en los tubos de bromelias del género Brocchinia [1,2,3]. Nombres comunes: Ranita tepuyana del Ptari, Rana tepuyana, Rana de labios blancos Ptari tepui frog, Gorzula's amazon tree frog

Situación Se desconoce su estatus poblacional, aunque se presume que sus poblaciones son estables. Se puede considerar como común en su reducida distribución en un ambiente extremo, la cual abarca un máximo de 2 km2. De igual forma, la situación de las otras especies del género aparentemente es estable, aunque han sido reportadas por la IUCN como Datos Insuficientes, con la excepción de Tepuihyla edelcae clasificada en la categoría Preocupación Menor. Sólo se han expresado preocupaciones específicas para Tepuihyla celsae, que no ha sido detectada en su restringida distribución de la sierra de San Luis luego de varios años de muestreo en la zona, lo que podría sugerir que es una especie escasa, o que prefiere microhábitats específicos o de difícil acceso dentro del bosque nublado, que exhibe un comportamiento sumamente discreto, o una combinación de todas las posibilidades mencionadas. En el ámbito global Tepuihyla rimarum está considerada en la categoría Vulnerable debido a su hábitat muy restringido, tanto por la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) [4,5,6,7].

Amenazas No se conoce con precisión ninguna amenaza particular que esté afectando a la especie y sus poblaciones, y es probable que más allá de su limitada y especializada distribución en la cumbre de un tepuy, la especie no enfrente amenazas mayores. Su condición de endemismo muy restringido la haría potencialmente susceptible a catástrofes naturales, como sequías, inundaciones o incendios. También podría ser afectada por patógenos virales, bacteriales o micóticos, provenientes de otras regiones, tal como ha ocurrido con numerosas especies de anfibios a escala global [5,6].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Su área de distribución actual y potencial está protegida por el Parque Nacional Canaima, y también está amparada mediante el decreto Monumentos Naturales “Tepuyes”, en áreas aparentemente en buen estado de conservación y sin amenazas evidentes. Se recomienda desarrollar investigaciones acerca de su biología y ecología, sus tamaños poblacionales, situación del hábitat y el monitoreo de posibles amenazas para el género completo, incluyendo a la especie no guayanesa, Tepuihyla celsae (sierra de San Luis, estado Falcón).

Referencias: [1] Ayarzagüena et al. 1992a. [2] Duellman & Yoshpa 1996. [3] Ayarzagüena et al. 1992b. [4] Barrio-Amorós 2004a. [5] IUCN et al. 2006. [6] IUCN 2007. [7] Mijares-Urrutia et al. 1999. Autores: J. Celsa Señaris, Abraham Mijares-Urrutia Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Sapito silbador del Socopó Leptodactylus magistris Mijares-Urrutia 1997 Amphibia Anura Leptodactylidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Pequeño anfibio de aspecto macizo. Se caracteriza por la cabeza ancha con forma de cuña. El hocico es redondeado y puntiagudo. Los ojos grandes laterales, y el tímpano redondo y transparente. La piel dorsal es lisa con los flancos granulosos. Las patas son largas y musculosas. El dorso es pardo con manchas irregulares. Presenta el vientre de color blancuzco y de textura lisa, excepto en la superficie inferior de los muslos. Leptodactylus magistris es una especie de hábitos terrestres y diurnos que vive en pequeñas quebradas bordeadas por arbustos y herbazales, en áreas intervenidas que originalmente fueron una selva nublada [1]. Distribución: Es una especie endémica del noroeste de Venezuela, conocida solamente del cerro Socopó (1.250 m), a 30 km por carretera al suroeste de la población de Guajiro, Municipio Mauroa, estado Falcón. Se ha sugerido que la especie podría habitar otros bosques cercanos como cerro Azul (1.880 m) y cerro Cerrón (2.080 m), que al igual que cerro Socopó, forman parte de la serranía de Siruma, y están conectados por valles medianamente altos, lo que sugiere una relativa continuidad climática y ecológica, por lo que su hábitat podría ser mayor al conocido. La serranía de Siruma (también se le conoce por los nombres de sierra de Jirajara o El Empalado) presenta una situación geográfica privilegiada, con bosques nublados aislados, que la convierten en un lugar de gran interés biogeográfico. Aunque la herpetofauna del lugar es escasamente conocida, cuenta con varias especies únicas y aparentemente endémicas, destacando la también amenazada rana arborícola Dendropsophus amicorum [1]. Nombres comunes: Sapito silbador del Socopó, Rana maestra Teachers' frog, Socopo robber-frog

Situación Se desconoce el estatus poblacional de la especie, y sólo se cuenta con los dos ejemplares que corresponden a su descripción original [1]. En 2003, con el fin de ubicar a la especie se realizó una evaluación que resultó negativa, aunque sólo se exploraron áreas por debajo de la altitud para la cual se le conoce. A pesar de la falta de información, se presume que la especie ha experimentado una disminución de sus poblaciones debido a las alteraciones sufridas en su hábitat, cuya distribución potencial es menor a 100 km2 y su área de ocupación es de menos de 10 km2. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA), como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le ha inscrito en la categoría En Peligro Crítico [2,3].

Amenazas Entre las posibles amenazas que estarían incidiendo en la disminución de las poblaciones de la especie, la principal es la destrucción de los bosques nublados. La localidad tipo de la especie, cerro Socopó, ha estado desde hace muchos años sometida a una acelerada destrucción de sus ambientes boscosos por la agricultura e incendios. La cobertura vegetal de la selva nublada en las posiciones topográficas más elevadas ha sido drásticamente reducida. Esta situación se ve agravada por su distribución restringida [1,2,3].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. En base al alto grado de endemismo evidenciado por la fauna de anfibios del cerro Socopó, reflejado en las especies Mannophryne lamarcai, Dendropsophus amicorum y Leptodactylus magistris, se ha sugerido la protección de esta montaña. En este sentido, se recomienda que se establezca a esta unidad geográfica un estatus legal que la ampare en la figura de Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) que salvaguarde su biodiversidad única, en especial en los últimos relictos de bosques que aún permanecen en la serranía de Siruma, y en la cual se encuentra el cerro Socopó [1]. Igualmente, se recomienda implementar un programa de monitoreo de las especies de anfibios amenazados del cerro Socopó y precisar las condiciones de sus ambientes [2,3].

Referencias: [1] Mijares-Urrutia 1997. [2] IUCN et al. 2006. [3] IUCN 2007. Autores: Enrique La Marca, Abraham Mijares-Urrutia, J. Celsa Señaris Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Salamandra de La Carbonera Bolitoglossa spongai Barrio & Fuentes 1999 Amphibia Urodela Phletodontidae

Vulnerable D2

Descripción: Pequeña salamandra terrestre, probablemente de hábitos nocturnos, que habita en lugares muy húmedos como grietas, troncos caídos y debajo de musgos en taludes de quebradas en el bosque. Es frecuente encontrar a más de un individuo conviviendo en una misma cavidad [1,2]. A pesar de su aspecto, semejante al de una lagartija pequeña, se trata de un anfibio, y se diferencia de esos reptiles por carecer absolutamente de escamas. Su cuerpo es alargado y su cola bien desarrollada, de base ancha, de un grosor que va disminuyendo a medida que se acerca a la punta. Sus miembros, tanto superiores como inferiores, son cortos y gruesos, además de iguales y proporcionados. La cabeza es casi tan ancha como larga, algo aplanada y con el morro redondeado. Sus ojos son pequeños y a diferencia de los anuros, los urodelos carecen de oído medio. Se distingue por el dorso, las partes superiores de la cabeza y anterior de la cola de un color marrón anaranjado, especialmente en la cola, siendo los flancos, desde la cabeza hasta la cola (incluida la parte superior terminal), mucho más oscuros, casi negros. Destacan varios puntos pequeños de un blanco metálico a lo largo del tronco (unos pocos en la cabeza) y varios más grandes a los lados de la cola [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, aparentemente restringida a los bosques nublados aledaños a La Carbonera, en el estado Mérida, entre 2.200 y 2.800 m de altitud. Los ejemplares conocidos fueron encontrados en los alrededores de la carretera Mérida-La Azulita, frente al Hato La Carbonera, fila La Cuchilla, Municipio Campo Elías, del estado Mérida. También se ha reportado su presencia en la quebrada de La Mucuy, en el Parque Nacional Sierra Nevada [1,3]. El orden Urodela cuenta con más de 350 especies, la mayoría restringidas al hemisferio norte con la excepción de unas pocas especies en el norte de Suramérica. Para Venezuela sólo se conocen cinco especies, cuatro de las cuales son endémicas, de distribución restringida y potencialmente amenazadas [4]. Nombres comunes: Salamandra de La Carbonera La Carbonera salamander, Sponga's salamander

Situación No se conoce su estado poblacional. Es una especie de distribución restringida y asociada a bosques muy húmedos y amenazados. Se presume que su distribución actual podría ser algo mayor a la conocida, por lo que su riesgo de extinción sería menor al estimado. Su distribución coincide con la de otro de los anfibios venezolanos más amenazados, el sapito amarillo de La Carbonera Atelopus carbonerensis, el cual podría estar extinto en la actualidad [5]. En el ámbito internacional, tanto en la Evaluación Global de los Anfibios (GAA) como en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se le ha inscrito en la categoría En Peligro, argumentando que su distribución podría ser menor a 5.000 km2, se le conoce de pocas localidades y su hábitat está en disminución tanto en extensión como en calidad [4,6].

Amenazas Como ocurre con otras salamandras y demás anfibios andinos, la deforestación y la contaminación agrícola se presentan como sus principales amenazas. Específicamente para las localidades donde es conocida la especie, se ha reportado una extensa deforestación de las selvas húmedas de la llanura aluvial al sur del lago de Maracaibo, e incluso en la localidad tipo de La Carbonera, que puede estar afectando los patrones de condensación de nubes, reduciendo la cantidad de humedad en el ambiente con el subsiguiente impacto para las especies de anfibios que requieren de mucha humedad y agua. La calidad de los cuerpos de agua ha sido alterada por agroquímicos empleados abundantemente en el pasado [5]. La reciente introducción de una rana exótica, la rana toro (Lithobates catesbeianus), que se ha establecido en las cercanías del área de distribución de la especie, podría representar una amenaza adicional en el futuro cercano [4].

Conservación Aunque no existen reportes oficiales sobre su presencia en áreas protegidas, de confirmarse en La Mucuy, podría estar parcialmente protegida en el Parque Nacional Sierra Nevada. En cuanto a la localidad de La Carbonera, es factible su presencia en el cercano Parque Nacional Sierra de La Culata [4]. La Universidad de Los Andes (ULA) posee un área privada de conservación donde la especie fue colectada. Se recomienda estudiar en detalle la taxonomía del grupo de salamandras andinas, su distribución y situación poblacional. Adicionalmente, se sugiere llevar a cabo estudios sobre la calidad de hábitat, tanto terrestre como acuático, además de realizar análisis de diversas amenazas naturales y/o antrópicas.

Referencias: [1] Barrio-Amorós & Fuentes-Ramos 1999. [2] Barrio-Amorós & Fuentes-Ramos 2004. [3] Barrio 1999. [4] IUCN et al. 2006. [5] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [6] IUCN 2007. Autores: Gilson Rivas, J. Celsa Señaris Ilustración: Alexander Lobo / Bolitoglossa orestes (DD)

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Ranita común andina Hyloscirtus platydactylus DD. César Barrio-Amorós

Sapito anaranjado de San Francisco Atelopus sorianoi CR. Pascual Soriano


Caballito de mar Hippocampus erectus NT. Humberto RamĂ­rez Nahim






Pargo caballo Lutjanus cyanopterus DD. Humberto RamĂ­rez Nahim


Sardinita del Aroa y Yaracuy Bryconamericus charalae

Román-Valencia 2005

Osteichthyes Characiformes Characidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Sardinita de tamaño pequeño que mide hasta 5 cm de longitud estándar. Se diferencia del resto de las especies del género por una serie de caracteres en su morfología interna. Particularmente, por el maxilar que presenta tres dientes con cinco cúspides de igual tamaño; por una serie de escamas que cubren la base de la aleta anal; por presentar a los lados del cuerpo una mancha humeral; por una banda oscura que se extiende desde el nivel de la aleta adiposa hasta los radios medios de la aleta caudal, y por una banda plateada que va desde la mancha humeral hasta el nivel medio de la aleta dorsal [1]. Esta especie es muy parecida a Hemibrycon jabonero (cuenca del lago de Maracaibo), pero además de ser más pequeña, tiene los ojos proporcionalmente más grandes y la aleta anal menos colorida. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Únicamente se ha colectado en la quebrada El Charal, un pequeño curso de agua que nace en las estribaciones surorientales de la sierra de Bobare (sistema Coriano) y que fluye al río Aroa, cuenca del Caribe, en el estado Yaracuy. Adicionalmente existe un registro para el estado Yaracuy, específicamente de la quebrada Agua Negra, pequeño afluente del río Yaracuy [1]. Nombres comunes: Sardinita del Aroa y Yaracuy, Sardinita de El Charal Charal creek tetra

Situación Se trata de una especie descrita recientemente para la ciencia, y de la cual no existe información precisa en cuanto a distribución geográfica y estado de conservación [1]. Se conoce solamente de 142 ejemplares colectados en la quebrada El Charal en 1985 y 1987, y de dos ejemplares provenientes de la quebrada Agua Negra colectados en 1971. De acuerdo con los muestreos realizados en El Charal, fue la especie más abundante de la comunidad con un promedio de 40% de abundancia relativa. Su distribución tan restringida, las amenazas que enfrentan las cuencas de los ríos Aroa y Yaracuy, su condición de especie endémica, así como el desconocimiento sobre sus aspectos bioecológicos más elementales, apoyan considerarla como Vulnerable.

Amenazas En las cuencas de los ríos Aroa y Yaracuy, desde hace varias décadas se ha desarrollado una gran actividad agrícola (cereales, caña de azúcar, tubérculos, frutas, hortalizas, algodón, plátano, café, cacao, tabaco), pecuaria (ganado bovino, porcino, caprino, ovino, aves), industrial (manufacturas) y minera (cobre, pirita, yeso) [2]. Esto ha ocasionado una gran deforestación, intervención, alteración y contaminación de los cursos de agua. Adicionalmente, en las cuencas de los ríos Aroa y Yaracuy se han introducido 11 especies de peces procedentes de otras cuencas del país (especies transferidas), cuyo efecto sobre las especies nativas aún no ha sido evaluado [3]. Existen poblaciones reproductivas de dos especies transferidas en la cuenca del río Aroa, el coporo (Prochilodus mariae) y la cachama (Colossoma macropomun) [4,5]. Dado que es una especie atractiva y de talla pequeña, es probable que tenga potencial valor ornamental.

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. A pesar de la gran intervención de las cuencas de los ríos Aroa y Yaracuy, la quebrada El Charal se encuentra dentro de una propiedad privada (Finca El Jaguar), con relativa protección y con bosques bien conservados, al menos hasta 1987. Es necesario realizar estudios sobre la distribución o presencia en las cuencas vecinas, hábitat, biología (alimentación, reproducción), ecología (tamaño poblacional, abundancia, biomasa) y efecto de las especies introducidas (exóticas y/o transferidas). Adicionalmente, se debería elaborar un convenio oficial y privado para proteger esta microcuenca de manera integral, ya que si bien no presenta una elevada riqueza de especies de peces, muestra un alto grado de endemismo (tres especies únicas) y otras de distribución muy restringida.

Referencias: [1] Román-Valencia 2005. [2] MARNR 1979b. [3] Lasso-Alcalá et al. 2001. [4] Rodríguez-Olarte et al. 2003. [5] Rodríguez-Olarte et al. 2006a. Autores: Oscar M. Lasso-Alcalá, Carlos A. Lasso Ilustración: Estee Soto

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Dientefrío del Tocuyo Creagrutus crenatus Vari & Harold 2001 Osteichthyes Characiformes Characidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Es un pez pequeño que mide 10 cm de longitud, pero dentro de su género es una de las especies más grandes en las cuencas del Caribe. Su forma es característica de las sardinitas: cuerpo ovoide y alargado, coloración dorsal gris aceituna en el dorso y abdomen blanco plateado. Tiene la mandíbula superior prominente y proyectada (característica del género y motivo del nombre común de “dientefrío”), y una mancha rojiza brillante en la parte superior del ojo. Sus aletas son impares y levemente coloreadas. Posee una mancha humeral en forma de barra vertical en ambos lados del cuerpo. Se le reconoce a simple vista por el color blanco de los radios mayores de las aletas pectorales y pélvicas [1]. Es muy similar a Creagrutus lassoi, especie endémica de la cuenca contigua del río Aroa, y que es reportada como muy abundante. Es posible que ambas especies ocurran en las planicies de las tierras bajas en ambas cuencas. Distribución: Especie endémica de la cuenca media del río Tocuyo, en las depresiones de Carora, Barquisimeto y Quíbor y en el piedemonte andino, donde predomina un clima semiárido. Ha sido reportada principalmente en las cuencas medias y bajas de los ríos Curarigua y Tocuyo, así como en varios afluentes menores del estado Lara [2]. Nombres comunes: Dientefrío del Tocuyo, Vuélvete loco del Tocuyo, Sardinita del Tocuyo Tocuyo characin

Situación Su identificación es confusa. Al parecer es la única especie del género en la cuenca media del río Tocuyo. En muestreos estandarizados durante varios años la especie es considerada común pero bastante restringida [3]. No se disponen de datos sobre su biología. La especie ha sido observada en pequeños grupos en las corrientes y remansos, buscando alimento en el sustrato. No se cuenta todavía con información básica que permita conocer a fondo su grado de amenaza, pero su condición de especie endémica y la baja densidad poblacional que presenta son indicadores de su vulnerabilidad. La intervención severa de los frágiles ambientes acuáticos en la cuenca media del río Tocuyo se prevé continúe en el futuro cercano, lo que sugiere que esta especie podrá ser afectada significativamente, y justifica su clasificación como Vulnerable.

Amenazas Se distribuye principalmente en los ríos de una región reconocida como semidesértica. La mayoría de estos ríos, al ser intermitentes, son ecosistemas frágiles y temporales que actúan como sumideros para las poblaciones de peces que en sequía quedan atrapados. La intensa extracción de agua para el riego y consumo humano es una amenaza fundamentada. En la mayoría de los afluentes existen numerosos embalses de origen antrópico que al parecer han desecado los cursos inferiores de algunos ríos. Por otro lado, en los cauces permanentes, que son muy pocos, se ubican gran parte de los drenajes agropecuarios y de centros urbanos ribereños. Sólo el Parque Nacional Cerro Saroche se ubica en la región semidesértica, pero todos sus drenajes son intermitentes, incluso de carácter esporádico. Las principales corrientes (Tocuyo, Curarigua, Quediche, etc.) no están protegidas en sus cuencas medias. Otra amenaza potencial es la presencia de especies introducidas en la cuenca media del río Tocuyo, donde se ha observado el bagre chorrosco (Pimelodus blochii), mientras que en embalses y lagunas artificiales cercanas se reconocen otras especies como tilapia (Oreochromis spp.) y cachama (Colossoma macropomun) [2,3].

Conservación No se ha tomado ninguna medida en particular, aunque la especie estaría parcialmente protegida en el Parque Nacional Cerro Saroche. Otras áreas protegidas de mayor cobertura en la cuenca del río Tocuyo no garantizan necesariamente la protección de la ictiofauna dulceacuícola, pues o se ubican en altitudes muy elevadas (Parque Nacional Dinira) donde la riqueza de especies es muy baja, o en la región semiárida, con muy pocos ambientes acuáticos y sólo el Parque Nacional Cueva de la Quebrada del Toro protege parte de una pequeña cuenca. No obstante, el resguardo que ofrecen las áreas protegidas a las cuencas, incide directamente en el estado de conservación de los ríos, y por ende en su biota. En este sentido, dado que en la cuenca del río Tocuyo existen muy pocos ríos con corrientes constantes, es prioritario seleccionar al menos uno de ellos para el manejo y conservación de la ictiofauna. Así, se ha reconocido que la cuenca del río Curarigua presenta una aparente menor intervención entre los cauces en la región semidesértica. Además, este afluente del río Tocuyo no está represado y es de corriente constante. Otras subcuencas valiosas para la conservación de esta especie y del resto de la ictiofauna en la cuenca del río Tocuyo son las de los ríos Villegas, Camoruco, Totoremo y Araurima [3].

Referencias: [1] Vari & Harold 2001. [2] Rodríguez-Olarte et al. 2003. [3] Rodríguez-Olarte et al. 2007. Autores: Douglas Rodríguez-Olarte, Jorge L. Coronel, Donald C. Taphorn Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Dientefrío pintado de Yaracuy Creagrutus lepidus Vari, Harold, Lasso & Machado-Allison 1993 Osteichthyes Characiformes Characidae

Vulnerable B2ab

Descripción: Sardinita cuyo tamaño no supera 5 cm de longitud estándar, lo que la convierte en la especie más pequeña del género en toda su área de distribución. El cuerpo es ovoide y alargado, y su coloración dorsal es gris olivácea oscura en el dorso y blanca plateada en el abdomen. Generalmente tiene las aletas impares coloreadas entre rojo y amarillo con variada intensidad. Se le reconoce de inmediato por presentar una banda lateromedial muy oscura, bien desarrollada, y que se une con una intensa mancha humeral. Como todos los peces del género Creagrutus posee una mandíbula superior prominente y proyectada, y una mancha brillante de color rojo o naranja en la parte superior del ojo. Aunque esta especie es similar a Creagrutus melasma, esta última ocurre con más frecuencia en las tierras elevadas. A las especies de este género con frecuencia se les denomina “sardinita” o “dientefrío” [1,2]. Distribución: Se trata de una especie endémica de las cuencas de los ríos Aroa, Yaracuy y Urama, en los estados Yaracuy y Carabobo. Está presente en las cuencas medias de los ríos que drenan el Parque Nacional Yurubí y los cerros María Lionza (quebrada Picure) y Zapatero (quebrada Guáquira), así como en algunos cauces en las planicies. La localidad tipo para la especie es la quebrada El Charal, un pequeño arroyo que discurre desde la serranía de Bobare, en el estado Yaracuy [1,2]. Nombres comunes: Dientefrío pintado de Yaracuy, Dientefrío elegante de Aroa y Yaracuy, Vuélvete loco del Aroa Yaracuy haracin

Situación La especie es observada principalmente en la cuenca del río Aroa en tramos de los ríos entre la transición geomorfológica de las planicies y el piedemonte, donde las riberas tienen bosques densos y sombríos, la corriente de los ríos es moderada, las aguas son claras y la granulometría del sustrato es variada y heterogénea. En muestreos estandarizados realizados durante varios años, la especie presenta una abundancia ocasional y su distribución es reconocida como local [2,3,4]. Generalmente su abundancia relativa es muy baja, aunque en los ambientes mejor conservados es más común. Puede ser vista en parejas o solitaria, siendo asociada al fondo en las áreas contiguas a las corrientes o en los remansos, donde captura elementos alimenticios que aporta la corriente. No se dispone de datos precisos sobre la distribución de la especie en las cuencas vecinas, sin embargo se presume que la especie se encuentra en la cuenca del río Tocuyo. Se le califica como Vulnerable debido a su baja abundancia, a su condición de endemismo y a su distribución restringida a pocos ambientes con intervención nula o parcial, condición que se prevé no pueda mantenerse en el futuro [2,3,4].

Amenazas Varias amenazas se identifican para esta especie. El hecho de ocurrir sólo en ambientes conservados sugiere una baja tolerancia a la intervención. Aunque todavía no se cuenta con evidencias sobre cambios importantes en la distribución y abundancia para las cuencas locales, se presume que tanto la deforestación e intervención de los cauces en sectores del piedemonte, como la deforestación de los bosques ribereños, representan una amenaza importante sobre el hábitat de la especie, cuyas poblaciones son muy bajas y restringidas [2,3]. Dada su coloración y gracilidad, la especie puede tener importancia ornamental para la acuariofilia.

Conservación No se han tomado medidas específicas para la conservación de la especie. El Parque Nacional Yurubí y el Monumento Natural María Lionza cubren el límite superior altitudinal de su distribución geográfica, pero en el resto de las cuencas no existen figuras oficiales de protección. En algunos sectores se desarrollan actividades de conservación que se presume inciden sobre la ictiofauna en algunas vertientes (p. ej. Hacienda Guáquira). Aun cuando no se ha comprobado la presencia de la especie en cuencas vecinas, existen Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) que podrían contribuir a garantizar su protección, tales como el Parque Nacional Cueva Quebrada del Toro (cuenca del río Tocuyo, estado Falcón) y el Parque Nacional San Esteban (pequeñas cuencas, estado Carabobo). Actualmente existe una propuesta para proteger de manera oficial un pequeño afluente del río Aroa (río Galápago), el cual presenta una elevada riqueza de especies y ha sido reportado en buen estado de conservación.

Referencias: [1] Vari et al. 1993. [2] Rodríguez-Olarte et al. 2006a. [3] Rodríguez-Olarte et al. 2006b. [4] Rodríguez & Taphorn 2007. Autores: Douglas Rodríguez-Olarte, Donald C. Taphorn Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Tetradiamante Moenkhausia pittieri Eigenmann 1920 Osteichthyes Characiformes Characidae

Vulnerable A2ce; B1ab(iii)

Descripción: Pez de talla pequeña que mide hasta 6 cm de longitud estándar. Se distingue de otras especies del género porque el macho adulto tiene las aletas dorsal y ventral alargadas en un filamento. Su coloración es clara, bronce con destellos brillantes y con una franja negra horizontal muy tenue que se extiende aproximadamente desde la región humeral hasta el pedúnculo caudal [1]. Distribución: Especie endémica restringida a las cuencas del lago de Valencia, ríos Tuy y Guapo, en la región centro norte de la vertiente del Caribe [1]. En 1986 fue señalada para la cuenca del lago de Valencia, en San Diego, estado Carabobo. Posteriormente, ha sido localizada en la cuenca del Tuy, en los ríos Urba y Panaquire; quebrada Cupata, afluente del río Taguaza; quebradas Querepe y Caraballo, subcuenca del río Merecure, y en el embalse Taguaza, todas localidades ubicadas en el estado Miranda [2,3,4,5,6]. En la cuenca del río Guapo se le reporta para el río Aragua, afluente del embalse El Guapo, y en la confluencia de los ríos Guapo y Guayas, afluentes del embalse El Guapo, estado Miranda [7]. Habita en ríos de piedemonte desde 70 hasta 100 m. Nombres comunes: Tetradiamante, Bobita Diamond tetra, Diamond characin, Pittier's tetra

Situación Según diversos reportes, se ha extinguido en los ríos Limón, San Diego, Ereigüe y Güey, pero algunos autores reportan la persistencia de poblaciones aparentemente viables en la cuenca del Tuy [9,11]. Se desconoce el tamaño poblacional de la especie. Comercializadores de peces ornamentales en los estados Carabobo y Aragua consideran que sus poblaciones están diezmadas en la cuenca del lago de Valencia. En un estudio de siete tributarios de esta cuenca (Cúpira, San Diego, Vigirima, Guayabita, Güey, El Paya y El Limón), se colectó sólo en dos localidades [12]. Por el contrario, en la cuenca del río Tuy las poblaciones están en mejor estado, específicamente hacia la región de Barlovento (estado Miranda), en los ríos Urba, Merecure y quebrada Cupata, afluente del río Taguaza [2,3,5]. En el embalse Taguaza se considera una especie abundante [6]. En el Libro Rojo de la Fauna Venezolana fue clasificada En Peligro, y considerada erróneamente como endémica de la cuenca del lago de Valencia [8,9,10].

Amenazas La principal amenaza es la destrucción de su hábitat, especialmente en los ríos de la cuenca del lago de Valencia, donde el crecimiento urbano, agrícola e industrial ha ocasionado que las poblaciones de la especie se hayan reducido significativamente [12]. La introducción de petenias (Caquetaia kraussii) representa otra amenaza de importancia [13,14]. En las cuencas del Tuy y Guapo se desarrollan actividades agrícolas de cierta intensidad, sin embargo, el ecosistema acuático ha conservado bastante bien su condición natural [2]. En estas dos cuencas la especie es sometida a una fuerte extracción como pez ornamental, sin ningún tipo de control. Algunos fenómenos naturales han afectado secciones de su distribución, como el deslave en la cuenca del río El Limón (estado Aragua) en 1987, y la destrucción de la represa de El Guapo (estado Miranda) en 1999.

Conservación En Venezuela su comercio como especie ornamental se encuentra regulado [15]. La cuenca del lago de Valencia está protegida como “Área Crítica con Prioridad de Tratamiento”, y posee un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso y normas técnicas para el control de la calidad del agua [16,17,18]. Se sugiere la recuperación y conservación de las cuencas altas de los tributarios de la cuenca del lago de Valencia, donde se tenga conocimiento sobre la existencia actual o pasada de la especie. Se debe estimular su cría en cautiverio para la repoblación de hábitats naturales con condiciones adecuadas. En la actualidad, se le cría en cautiverio con fines ornamentales en el estado Carabobo. En los Estados Unidos, Europa y Asia su cultivo y comercialización como pez ornamental presenta una demanda importante. Se sugiere la realización de estudios que permitan estimar el tamaño de sus poblaciones naturales y desarrollar programas de educación ambiental dirigidos a sensibilizar al público. Particularmente, se debe desarrollar el programa de educación ambiental contemplado en el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso para la cuenca del lago de Valencia [17]. Referencias: [1] Schultz 1944b. [2] Marrero & Machado-Allison 1990. [3] Campo & Suárez 1996. [4] MARNR 1996b. [5] Rodríguez-Olarte 1996. [6] Ortaz et al. 2002. [7] Solórzano et al. 1997. [8] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [9] Royero 1992. [10] Mago 1978. [11] Fernández-Badillo & Lugo 1994. [12] López-Rojas & Bonilla-Rivero 2000. [13] Royero & Lasso 1992. [14] Señaris & Lasso 1993. [15] Venezuela 1992a. [16] Venezuela 1979. [17] Venezuela 2000. [18] Venezuela 1999. Autores: Marcos A. Campo Z., Mario Ortaz, Carlos A. Lasso, Juan C. Rodríguez Ilustración: Astolfo Mata

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Pámpano del lago de Maracaibo Mylossoma acanthogaster Valenciennes 1850 Osteichthyes Characiformes Characidae

Vulnerable A1d+2d

Descripción: Pez de talla mediana que alcanza tamaños de hasta 30 cm de longitud estándar. Presenta una forma discoidal, con el cuerpo alto y comprimido. Su coloración es plateada, uniforme en ambos lados del cuerpo, algo más oscura en el dorso y más clara hacia el vientre, con la parte inferior de la cabeza amarillenta, y tanto la aleta anal como la parte superior del ojo, de un rojo intenso [1]. Su apariencia guarda semejanza con las cachamas (Colossoma spp.). Carece de espina predorsal y se distingue fácilmente del resto de las especies con escamas que se distribuyen en el río Catatumbo, por la presencia de una quilla ventral a manera de sierra [2]. Anteriormente se le designaba con el sinónimo Myletes acanthogaster [1]. Distribución: Especie endémica de la cuenca del lago de Maracaibo en Colombia y Venezuela. En Colombia se le reporta para una pequeña porción al norte del Departamento de Santander. En Venezuela su distribución abarca humedales de la vertiente oeste del lago de Maracaibo (río Apón y río Palmar); la cuenca baja del río Palmar cerca del lago de Maracaibo; cuenca media y baja del río Santa Ana; laguna El Congo y cuenca alta del río Catatumbo, y la Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras, específicamente la laguna de El Congo, laguna Las Bellezas en la boca del río Bravo; laguna Ologa y río Bravo [1,3,4]. Frecuenta los remansos profundos de los ríos. Realiza migraciones aguas arriba al comienzo del período de lluvias, y aguas abajo al inicio del período seco [2]. Nombres comunes: Pámpano del lago de Maracaibo, Pámpano, Palometa, Palometa del lago de Maracaibo Maracaibo Lake silver dollar, Pacu

Situación No se conocen estimados poblacionales. Se trata de una especie de importancia comercial y muy apreciada como recurso alimenticio por las pesquerías artesanales de la región de las ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras y sus áreas adyacentes, al suroeste del lago de Maracaibo, estado Zulia [4,5]. Aunque no se dispone de estimados poblacionales, los pescadores locales indican que es una de las especies menos abundantes en los últimos años, con una franca disminución en las capturas [4]. Algunos reportes señalan que es capturada en sólo 25% (río Aricuaiza, Ologa y laguna El Congo) de los 12 sitios de mayor actividad pesquera en la región de las ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras, al suroeste del lago de Maracaibo [5]. En Colombia se le reporta en la categoría Vulnerable de extinción [2].

Amenazas Es una especie de importancia comercial y alta demanda entre los pobladores de la zona suroeste de la cuenca del lago de Maracaibo. Al igual que en otros casos en esta cuenca compartida con Colombia, se considera que no existen evaluaciones confiables sobre el estado de explotación de los recursos pesqueros en la zona sur del lago de Maracaibo, aunque las evidencias de los pescadores sugieren que los grados de explotación son insostenibles [6]. Tanto para Colombia como para Venezuela, el resto de las amenazas son similares a las de otras especies que se reportan para la cuenca del lago de Maracaibo: pérdida del hábitat natural, deforestación, contaminación por derrames petroleros y por el uso de agroquímicos, además del inadecuado manejo de los recursos hídricos de toda la región.

Conservación En Colombia la especie se encuentra protegida legalmente. En Venezuela no existen regulaciones oficiales ni para la conservación ni para el control del aprovechamiento de la especie. Actualmente, gran parte de su distribución se encuentra protegida por el Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel y por la Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras, y su pesca solamente es permitida en el área de la reserva, con ciertas regulaciones locales. Se deben realizar estudios sobre la biología de la especie y evaluar su condición actual en la cuenca del lago de Maracaibo. También es necesario mejorar el sistema de recopilación de estadísticas pesqueras para poder tener una visión real sobre los volúmenes de producción de la especie y su comportamiento en el tiempo. De igual forma, sería necesario concientizar a la comunidad mediante programas de educación ambiental dirigidos a la conservación de ésta y otras especies.

Referencias: [1] Schultz 1944b. [2] Mojica et al. 2002. [3] Pérez 1990. [4] Campo 1999. [5] Toledo 1989. [6] Novoa 2002. Autores: Marcos A. Campo Z., Carlos A. Lasso Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Caribe del Tuy y Neverí Serrasalmus neveriensis

Machado-Allison, Fink, López-Rojas & Ródenas 1993

Osteichthyes Characiformes Characidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Pez carnívoro de talla mediana que mide hasta 20 cm de longitud estándar. Su cuerpo es profundo, romboidal y comprimido, la cabeza es robusta y ancha, y el hocico largo. Posee escamas numerosas y pequeñas, la línea lateral cuenta entre 70 y 75. El cuerpo es generalmente plateado con pocas manchas oscuras grandes, principalmente dispuestas por encima de la línea lateral. La región ventral es amarilla con anaranjado metálico en individuos adultos. Iris amarillo. Aleta caudal con banda negra terminal [1]. Es muy parecida a Serrasalmus medinai (Delta del río Orinoco), sin embargo en esta especie el número de manchas es mayor, el cuerpo es menos profundo y el vientre tiene más color naranja que amarillo. Distribución: Especie endémica restringida a la vertiente del Caribe de la cordillera de la Costa, y única especie del género que habita en dicha región [1]. Presente en el estado Anzoátegui, en la cuenca del río Neverí, su localidad típica es el río Querecual, tributario del Neverí, cuyo curso de agua es de apenas 40 km. En el estado Miranda se le reporta en las cuencas del río Tuy, específicamente en río Cuira, río Tuy y laguna de Tacarigua; se reporta igualmente en Hoyo de Gabriel y caño Madre Casaña, además del río Guapo, básicamente en caño Casaña y El Guapo [1,2]. Existe también otra población viable en el embalse de Lagartijo, estado Miranda. Generalmente habita en secciones cerradas de agua. En las ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, se le refirió con el nombre de Serrasalmus neveriense [1,3]. Nombres comunes: Caribe del Tuy y Neverí, Piraña de los ríos Tuy y Neverí Neveri piranha

Situación La especie se encuentra seriamente amenazada en la cuenca del río Neverí, mientras que en la cuenca del Tuy y especialmente en la de El Guapo, las poblaciones están en mejores condiciones, siendo favorecidas por las características lénticas de los embalses de El Guapo y Lagartijo en el estado Miranda. Se desconoce su tamaño poblacional en áreas naturales. No obstante, en los estudios del embalse El Guapo fue la especie más abundante y de mayor frecuencia de aparición en los muestreos, puesto que fue colectada en siete de las ocho localidades muestreadas. Se encontró en todos los hábitats del embalse y en los humedales adyacentes. En el embalse El Guapo y zonas aledañas, la especie es apreciada como recurso alimenticio y es objeto de una importante demanda por parte de los pobladores locales [2].

Amenazas Su principal amenaza es la destrucción de hábitat, que ocurre principalmente por el crecimiento urbano, agrícola e industrial en sus áreas de distribución (cuenca del Neverí, cuenca del río Tuy, Tacarigua y áreas continentales cercanas). Las investigaciones sobre el río Neverí reportan una intensa contaminación por aguas servidas, desechos sólidos, hidrocarburos y metales, que ha ocasionado, entre otros problemas, altos niveles de sedimentación, el desarrollo de capas de maleza acuática conocida como bora (Eichornia crassipes), y la acumulación progresiva de materia orgánica en el ambiente, que han deteriorado de forma alarmante la principal cuenca productora de agua del nororiente venezolano. Por otra parte, algunos fenómenos naturales en el estado Miranda, como lo fue la destrucción de la represa de El Guapo por efecto de las lluvias inusuales del año 1999, han afectado áreas significativas del cauce principal del río. Así mismo, en el río El Guapo la especie es sometida a una fuerte e intensa presión por pesca de subsistencia, para la cual se utiliza no sólo anzuelos, sino también redes de ahorque.

Conservación No existen medidas específicas para la protección de la especie. El embalse El Guapo constituye un Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), donde están restringidas las actividades que puedan alterar las condiciones ambientales del embalse y sus adyacencias, lo cual representa una medida de resguardo para el hábitat de la especie. Diversos afluentes de la laguna de Tacarigua se encuentran bajo la protección de los linderos del Parque Nacional Laguna de Tacarigua, sin embargo, la efectividad de la protección que ofrecen ambas áreas no es muy alta, tal como se evidencia en los reportes sobre su frecuente captura y aprovechamiento. Se recomienda llevar a cabo investigaciones que ayuden a determinar con precisión su distribución y abundancia, como paso previo al diseño de un programa de conservación detallado.

Referencias: [1] Machado-Allison et al. 1993. [2] Solórzano et al. 1997. [3] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Marcos A. Campo Z., Antonio Machado-Allison, Carlos A. Lasso Ilustración: Astolfo Mata

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Bagre guitarrita andino Dupouyichthys sapito Osteichthyes Siluriformes Aspredinidae

Schultz 1944

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Bagrecito acorazado de tamaño muy pequeño, que alcanza entre 3 y 4 cm de longitud total. Su cuerpo tiene forma de hexágono hacia la parte posterior y se caracteriza por poseer un sólo sistema de placas apareadas en la aleta preanal, y una ornamentación ósea en el cráneo, más desarrollada que en sus familiares cercanos. La cabeza es deprimida, con los ojos en posición dorsal y boca en la parte inferior. La coloración del dorso es castaña clara, con cuatro bandas negras transversales, la primera sobre la aleta dorsal y la última sobre la aleta caudal. Tiene bandas negras sobre las aletas pectorales y pélvicas. Es el único representante del genero Dupouyichthys [1,2]. También es conocido con el nombre de “sapito” [1,2,3,4]. Distribución: Esta especie se encuentra restringida a las cuencas del río Magdalena en Colombia y del lago de Maracaibo en Venezuela. En Colombia está presente en el río Lebrija, afluente del río Magdalena (Departamento de Santander), quebrada la Fiebre (Departamento de Boyacá) y un nuevo registro para la desembocadura del río Amoyá en el río Saldaña (Departamento de Tolima) [5]. En Venezuela se le reporta para los ríos que drenan hacia la cuenca del lago de Maracaibo, entre 100 y 800 m de altitud. Ha sido colectada en el estado Zulia, en la región suroriental del lago de Maracaibo, específicamente en el río San Juan y en río Negro; en el estado Trujillo, en el río Motatán (650 m), en Las Palmeras y en la quebrada de Cuevas (800 m); en el estado Mérida ha sido capturada en el río Chama (150 m) y en el río Tucaní (160 m). Prefiere fondos con grava y areno-limosos, en ríos de pendiente fuerte y corriente rápida [1,2,3,4]. Nombres comunes: Bagre guitarrita andino, Bagre guitarrita de los Andes y Maracaibo, Bagre guitarrita sapito Banjo catfish, Sapito banjo catfish

Situación Aunque se desconoce la situación actual de esta especie, los escasos reportes sugieren que es poco abundante en todo su rango de distribución. Su presencia en Colombia no disminuye su riesgo en Venezuela, por el limitado movimiento de la especie entre cuencas. En Colombia no es reportada en sus listas rojas, pese a que recién en 2001 fue redescubierta, luego de 50 años sin haber sido capturada. Con base en los criterios de distribución altitudinal restringida, con un pronunciado endemismo en las cuencas intervenidas, alto riesgo de catástrofes naturales y una bajísima representación en las comunidades estudiadas, se sugiere clasificar esta especie en la categoría En Peligro [3,4].

Amenazas Sus principales amenazas están relacionadas con la intervención de los recursos hídricos en toda su área de distribución, que incluye desde la disminución de la calidad de los cursos de agua por derrames petroleros y el uso de agroquímicos, hasta la deforestación intensa en las márgenes de los ríos para los cuales se le reporta. Esta situación es similar en Colombia. Su reducido tamaño poblacional la hace vulnerable a los frecuentes cambios de sustrato y de calidad de las aguas, particularmente en los ríos de la región del piedemonte andino venezolano. Las constantes deforestaciones de las márgenes en estos ríos y arroyos y el uso indebido de pesticidas y fertilizantes atentan contra su supervivencia. La mayor parte de su distribución se encuentra afectada por estas amenazas, incluyendo la introducción de especies exóticas. Aunque no se le conoce un valor comercial, es factible su utilización como pez ornamental.

Conservación No existe alguna medida específica de protección para esta especie. Es factible su presencia en algunas áreas protegidas dentro del rango de su distribución. Dado que no se cuenta con estudios detallados sobre la especie, ni con medidas específicas para su conservación, se recomienda realizar investigaciones científicas que contribuyan al incremento del conocimiento de su historia natural, sobre todo a escala poblacional y reproductiva. Con base en dicha información, deberían proponerse zonas de administración especial en varios sectores de ríos andinos o en cuencas en particular, con lo que se protegerían comunidades enteras de peces autóctonos y endémicos.

Referencias: [1] Schultz 1944a. [2] Navidad 1987. [3] UICN 2003. [4] Froese & Pauly 2007. [5] Maldonado-Ocampo et al. 2005. Autor: Jaime E. Péfaur Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Babosito del Albarregas Astroblepus orientalis Boulenger 1903 Osteichthyes Siluriformes Astroblepidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Pez pequeño que mide hasta 10 cm de longitud total. Su cuerpo es alargado y desprovisto de escamas. La cabeza es deprimida, con la boca en posición ventral en forma de ventosa. Su cuerpo es de color crema moteado con manchas difusas marrón oscuro [1]. Pertenece a un género cuyas especies presentan una gran variabilidad en cuanto a su morfología, lo que hace difícil su separación y clasificación. Por ejemplo, hay poblaciones de especies no identificadas, en extremo variables, como las de la cuenca alta del río Uribante, para las cuales se han mencionado ocho morfotipos diferentes, lo que probablemente indica la presencia de un complejo de especies de astroblépidos [2,5]. Distribución: Especie endémica de los Andes de Venezuela, restringida a la región merideña. Ha sido señalada para los ríos que drenan desde la sierra de La Culata hacia el río Chama, en los ríos Albarregas, Milla y Las González, entre 500 y 3.500 m de altitud, en el estado Mérida [1]. Habita en cuevas, debajo de las piedras, bajo los troncos y la vegetación ribereña. Nombres comunes: Babosito del Albarregas, Babosito de Las González Albarregas catfish, Albarregas naked sucker-mouth catfish, Climbing catfish

Situación La especie presenta una distribución geográfica muy restringida. Su tamaño poblacional es considerablemente bajo, lo cual es puesto en evidencia por su aparición muy esporádica en los esfuerzos sistemáticos de colección realizados. Así mismo, su hábitat natural está profundamente alterado debido a la contaminación, destrucción de la vegetación ribereña e introducción de especies exóticas, este último aspecto identificado como la causa más importante y directamente relacionada con la situación de amenaza que enfrenta esta especie andina. Es así que obligatoriamente debe clasificarse En Peligro, debido a que su situación es crítica y amerita acciones urgentes.

Amenazas La distribución histórica de la especie abarcaba desde 500 m (Estanques) a 3.500 m (río Milla). Esto sugiere que una vez debieron existir peces autóctonos en lugares donde hoy en día únicamente se encuentran truchas (Oncorchynchus mykiss), una especie voraz y agresiva introducida en las aguas andinas desde hace más de 60 años por el Ministerio de Agricultura y Cría [6]. En otras palabras, la introducción de este pez carnívoro exótico probablemente causó la disminución de los peces nativos. Una segunda amenaza de importancia la constituye la pérdida de la calidad de las aguas y suelos altoandinos, por pesticidas y fertilizantes utilizados en labores agrícolas y pecuarias. Debido a su distribución restringida y a que su tamaño no excede los 10 cm, carece de importancia económica, aunque podría tener potencial en acuariofilia u ornamentación, como todos los astroblépidos andinos [3].

Conservación No existe alguna medida específica de protección para esta especie. Una parte de su hábitat natural se encuentra dentro del Parque Nacional Sierra de La Culata, en el estado Mérida. Los registros que se han obtenido del río Las González, corresponden a localidades relativamente bajas, alrededor de los 800 m cerca de su desembocadura en el río Chama. Sin embargo, la parte alta de este río, en el sector de sus chorreras o cascadas, corresponde a un Monumento Natural, figura conservacionista ambiental que no admite la más mínima modificación o intervención dentro de sus límites. Es de esperar que en esas partes existan contingentes reproductivos de esta especie, que pudieran conservar su patrimonio. Se sugiere realizar investigaciones sobre su biología y ecología, a objeto de estimar sus tamaños poblacionales y precisar su estatus de conservación, que se presume muy próximo a la extinción. Los sectores de la cuenca de los ríos Albarregas y Milla que no alcanzan a estar dentro del Parque Nacional Sierra de La Culata, deberían preservarse como zonas protectoras de cuencas y fuentes de agua potable para la ciudad de Mérida, y por ende protectoras de fauna. Una de esas zonas es el bosque de monte Zerpa, donde ya ha ocurrido la extinción del sapito Atelopus oxyrhynchus [7]. Una consideración especial por parte del Ministerio para la Agricultura y Tierras y del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), debería ser el establecer la presencia de especies autóctonas, antes de promover la introducción de alevines de truchas en los ríos andinos, a objeto de prevenir la disminución o extinción poblacional de ésta y otras especies que ocurren en los Andes venezolanos. Se amerita una pronta y profunda revisión del género a nivel taxonómico para la región, ya que podría tratarse de un complejo de especies amenazadas [8].

Referencias: [1] Schultz 1944a. [2] Péfaur 1987. [3] Péfaur 1988. [4] Palencia 1988a. [5] Palencia 1988b. [6] Péfaur & Sierra 1998. [7] Péfaur & Rivero 2000. [8] Sette 1992. Autores: Jaime E. Péfaur, Isis Jaimez-Ruiz Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Babosito de los Andes Astroblepus phelpsi Schultz 1944 Osteichthyes Siluriformes Astroblepidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Pequeño bagrecito desnudo con un máximo de 10 cm de longitud total. Su cuerpo es alargado y desprovisto de escamas, de allí su apreciación como “desnudo”. Posee una boca succionadora de posición ventral parecida a los loricáridos (corronchos), a los cuales también se le asemeja por sus aletas de tipo cónico y rayos puntiagudos, aunque la aleta dorsal carece de mecanismos de bloqueo de la espina dorsal. También posee un par de bigotes cortos maxilares y nasales, y minúsculas espinas tipo dientecillos en la piel. Su cuerpo es de color crema moteado con manchas difusas marrón oscuro. El género Astroblepus, uno de los más ricos en especies de siluriformes, que se reporta con al menos 54 especies conocidas, presenta una gran variabilidad en cuanto a su morfología y coloración, dificultándose su separación de otras especies similares del mismo género, como por ejemplo, Astroblepus orientalis [1]. Distribución: Especie endémica de los Andes venezolanos. Habita en el piedemonte andino, entre 500 y 2.000 m de altitud, tanto en los ríos que drenan hacia la cuenca del lago de Maracaibo, como hacia la cuenca del río Apure. En el estado Mérida ha sido señalada para las quebradas San Jacinto, San Francisco, Las González y en los ríos Albarregas y Mocotíes, todos afluentes del río Chama y afluentes del río Negro, el cual desemboca en el río Uribante [1,2,3]. En el estado Táchira se le ha encontrado en el río El Loro y río Escalante; en la quebrada La Honda y en la cuenca alta del río Uribante [4,6]. En el estado Barinas se le reporta para el río Altamira, afluente del río Santo Domingo. Esta pequeña especie se adhiere a las piedras del fondo de los cursos de agua montañosos, en ríos y quebradas de temperaturas por debajo de los 20 ºC, de corrientes fuertes a moderadas, de aguas cristalinas y muy oxigenadas, y pendientes fuertes, generalmente con un sustrato rocoso [4,7,8]. Nombres comunes: Babosito de los Andes Phelp's catfish, Phelp's naked sucker-mouth catfish, Andean naked sucker-mouth catfish, Climbing catfish

Situación Gran parte de la biología y ecología de esta especie es desconocida, al igual que su situación actual. A pesar de la falta de información concluyente, se estima que la especie se encuentra extinta en gran parte de su distribución original o existe pero en poblaciones muy reducidas. Esta situación crítica principalmente se atribuye al deterioro de su hábitat y a la depredación por parte de especies exóticas. Se considera escasa en las localidades donde se le ha colectado recientemente. De igual forma, en varias localidades no se cuenta con información acerca del estado de sus poblaciones [1].

Amenazas El único lugar de los Andes venezolanos donde esta especie se ha registrado, junto con truchas arcoiris (Oncorhynchus mykiss) y lauchas (Trichomycterus spp.), es la quebrada Las Truchas, ubicada a 2.010 m, en la cuenca del río Negro, en el estado Mérida [3]. Esta situación indica que probablemente existían peces autóctonos en lugares donde hoy sólo se encuentran truchas. La introducción de las truchas, un pez carnívoro exótico, probablemente ocasionó la declinación o extinción de varios peces nativos de los Andes venezolanos. Adicionalmente, la especie se encuentra amenazada por cambios ambientales que modifican su hábitat, ya que la calidad de las aguas y suelos altoandinos está siendo afectada constantemente por pesticidas y fertilizantes utilizados en labores agrícolas y pecuarias.

Conservación No se cuenta con medidas específicas para la protección de la especie. Sólo una pequeña parte de su distribución se encuentra dentro de los parques nacionales Sierra Nevada y Páramos El Batallón y La Negra, en los estados Mérida y Táchira, respectivamente. Con el fin de estimar sus tamaños poblaciones y precisar su estatus, se recomienda realizar más estudios de la biología y ecología de esta especie. Así mismo, tanto el Ministerio para la Agricultura y Tierras, como el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), deben considerar la presencia de especies autóctonas antes de promover la introducción de alevines de truchas en los ríos andinos, y evitar su establecimiento en áreas donde se encuentran especies endémicas y amenazadas. Se sugiere tambien evaluar la situación taxonómica del grupo en los Andes venezolanos [9].

Referencias: [1] Nebiolo 1982a. [2] Nebiolo 1982b. [3] Péfaur & Sierra 1998. [4] Péfaur 1987. [5] Palencia 1988a. [6] Palencia 1988b. [7] Schultz 1944a. [8] Péfaur 1988. [9] Sette 1992. Autores: Isis Jaimez-Ruiz, Jaime E. Péfaur Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Bagre ciego del Motatán Cetopsis motatanensis Schultz 1944 Osteichthyes Siluriformes Cetopsidae

En Peligro A2ce; B1ab(iii)

Descripción: Bagre de tamaño mediano que puede llegar a medir máximo 15 cm de longitud total. Su cuerpo posee forma cilíndrica, fusiforme y comprimida posteriormente; la cabeza es muy redondeada y los ojos son pequeños, subcutáneos, sin borde libre y situados en la parte anterior de la cabeza. Presenta la aleta dorsal adelantada e insertada al final del primer tercio del cuerpo, posee dos pares de bigotes en el mentón y un par maxilar, hocico cónico y boca subterminal. El dorso del cuerpo es de color grisáceo, más pálido hacia el vientre y con manchas oscuras a los lados; la aleta caudal es pigmentada de oscuro. La subfamilia Cetopsinae a la que pertenece incluye al menos 37 especies, cuya taxonomía todavía está en revisión, y comúnmente son conocidos como babositos, ciegos o bagrecitos ballenas por su cabeza redondeada. La agudeza visual de estas especies, o si carecen de ella, continúa siendo un asunto indeterminado, y únicamente se tiene confirmación de la ausencia de ojos en una sola especie de la subfamilia. En revisiones recientes se recomienda usar el sinónimo Cetopsis motatanensis en sustitución de Pseudocetopsis motatanensis, mientras que en algunos casos más antiguos se le da el tratamiento de subespecie como Pseudocetopsis plumbeus motatanensis [1,2,3,4]. Distribución: Especie endémica de la cuenca del lago de Maracaibo en el noroeste de Venezuela y noreste de Colombia. Está presente en algunos ríos que drenan hacia el lago de Maracaibo, así como en otros afluentes del piedemonte andino que desembocan en el río Apure, en los llanos occidentales de Venezuela. Se ha colectado en la cuenca del río Motatán (localidad tipo) en el estado Trujillo y en la cuenca baja del río Chama (150 m) en el estado Mérida, mientras que en el estado Táchira se encuentra en la cuenca del río Doradas (600 m) y en el río San Agatón (1.000 m). Habita en el fondo de los ríos, en zonas cuya corriente es de poca velocidad, donde exista vegetación en la que pueda ocultarse [1,2,3,4]. Nombres comunes: Bagre ciego del Motatán, Babosito, Bagrecito ballena, Pez gato ballena, Ciego Motatan blind catfish, Motatan whale catfish

Situación Aunque no se cuenta con evaluaciones recientes, se presume que su tamaño poblacional ha disminuido considerablemente. La mayor parte del hábitat que ocupa esta especie se considera amenazado o muy amenazado, y dos de las áreas conocidas de su distribución han sido modificadas drásticamente por la construcción del sistema de represas Uribante-Caparo en el estado Táchira [2]. Es una especie considerada En Peligro dada su baja abundancia poblacional y su distribución restringida a sitios fuertemente intervenidos, tanto por alteraciones antrópicas como por catástrofes naturales.

Amenazas Como otras especies endémicas y de una distribución geográfica bastante restringida, podría ser muy susceptible a variaciones drásticas en su entorno, lo que explicaría sus bajas densidades poblacionales. Actualmente se enfrenta a la disminución progresiva de sus poblaciones, por el deterioro en la calidad del suelo y del agua. Es frecuente el inadecuado uso de pesticidas y fertilizantes empleados para la agricultura en las nacientes de los ríos de la región. Otras amenazas incluyen la construcción de represas y la contaminación del lago de Maracaibo, este último con una intensa alteración de la calidad de sus aguas por hidrocarburos, salinización y agroquímicos, además de la introducción de especies exóticas como la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss). No posee importancia económica, aunque se presume que puede ser utilizada como especie ornamental, pero este último uso no ha sido evaluado [2].

Conservación No existen medidas específicas de conservación en favor de esta especie. Es factible su presencia en varias áreas protegidas de la región andina, en el piedemonte andino, llanos y vertientes del lago de Maracaibo. Se sugiere realizar estudios detallados sobre la biología y ecología de esta especie, a objeto de estimar sus tamaños poblacionales y confirmar su estatus de conservación. Es importante garantizar la protección inmediata de algunos ríos donde habita en el pidemonte andino y vertientes del lago de Maracaibo, de lo cual podrían beneficiarse otras especies endémicas y amenazadas.

Referencias: [1] Navidad 1987. [2] Palencia 1988a. [3] Palencia 1988b. [4] Vari et al. 2005. Autores: María R. Abarca-Medina, Jaime E. Péfaur Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Bagre cinchado de los Andes Cetopsorhamdia picklei Schultz 1944 Osteichthyes Siluriformes Heptapteridae

En Peligro A2ce; B1ab(iii)

Descripción: Bagrecito de talla pequeña que alcanza máximos de hasta 20 cm de longitud total. Tiene el cuerpo alargado y comprimido en la parte posterior, con la cabeza más larga que ancha y una depresión pequeña entre los ojos. La coloración del cuerpo es marrón oscura en la cabeza, el dorso es más claro hacia el vientre, y tiene una franja blanca que rodea la cabeza. Presenta un par de barbillas maxilares largas y dos pares más cortos en el mentón. Su hocico es proyectado y presenta un surco característico bajo el ojo. El inicio de la aleta anal se encuentra bajo el origen de la adiposa, con la aleta caudal blanca que contrasta con la base caudal negra, y con un punto blanco en el origen de la dorsal [1,2]. Distribución: Especie endémica de los Andes de Colombia y Venezuela, reportada para las cuencas de los ríos Catatumbo y Motatán que drenan al lago de Maracaibo, así como en ríos andinos que drenan hacia el río Apure [1,2]. Se ha colectado en la cuenca del río Motatán en el estado Trujillo, en la cuenca media y baja del río Chama (150-700 m), en el río Mucujepe (150 m) y en el río Perdido (150 m) en el estado Mérida. En Táchira se encuentra en las cuencas de los ríos Escalante (130-150 m) y Uribante (1.050 m) [3,4,5,6]. Habita tanto en ríos que tienen pendiente fuerte, de escorrentía rápida y con profundidad menor de un metro, como en otras áreas de ríos con poca corriente y que posean oquedades entre grandes piedras que le sirven de refugio. Se trata de ríos andinos que se caracterizan por ser muy inestables en cuanto a su escorrentía, a su fondo, y a sus movimientos de tierra desde las márgenes al cauce principal [1,2]. Nombres comunes: Bagre cinchado de los Andes, Bagrecito Andean barred catfish

Situación No se conocen estimados poblacionales para la especie, aunque se reporta como escasa en toda su área de distribución. El hábitat de esta especie se encuentra amenazado por el deterioro ambiental producto de actividades agrícolas y urbanas, a lo cual se suma el elevado riesgo de catástrofes naturales en la zona. La parte más alta de su distribución natural en el río Uribante fue totalmente modificada por la construcción de la represa de Uribante [7]. La especie es considerada para Venezuela en la categoría En Peligro por el tamaño muy reducido de sus poblaciones y la intervención intensa de las cuencas donde habita, mientras que en Colombia se le reporta Vulnerable [2].

Amenazas Entre las amenazas que enfrenta la especie se reporta la disminución en la calidad tanto de los suelos, como de las aguas alto andinas, debido principalmente al mal uso de pesticidas y fertilizantes empleados en la agricultura, así como a la contaminación proveniente de las poblaciones humanas asentadas en sus márgenes. Otra amenaza la constituye la modificación de la red hidrográfica, siendo un caso emblemático la construcción de la represa de Uribante-Caparo. Su talla mediana y su baja densidad poblacional hacen que esta especie carezca de importancia comercial, sin embargo, en la región media de la cuenca del río Chama se la pesca con anzuelos para el consumo de subsistencia [1,2,3,4].

Conservación No existen regulaciones específicas para la especie. Se sugiere realizar más estudios de su biología y ecología, con el objeto de aumentar el conocimiento sobre su historia natural, de estimar sus tamaños poblacionales y su verdadero estatus de conservación. Se recomienda la protección inmediata de alguna de sus áreas de distribución natural.

Referencias: [1] Péfaur 1988. [2] Mojica et al. 2002. [3] Schultz 1944a. [4] Navidad 1987. [5] Nebiolo 1982a. [6] Nebiolo 1987. [7] Péfaur 1986. Autores: María R. Abarca-Medina, Jaime E. Péfaur Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Corroncho cavernícola de Perijá Ancistrus galani Pérez & Viloria 1994 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

Vulnerable D2

Descripción: Loricárido troglobio de tamaño pequeño que mide hasta 6 cm de longitud estándar. Posee el dorso y lados del cuerpo recubiertos de placas óseas, en series de 23 a 24 placas. Sus características más diagnósticas y llamativas son las órbitas oculares muy reducidas y la cápsula ocular muy comprimida o ausente. Su cuerpo se presenta completamente despigmentado, mostrando una coloración con apariencia blanquecina amarillenta [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela, localizada en la porción norte de la sierra de Perijá, en el estado Zulia. Se conoce únicamente de individuos procedentes de la cueva de Los Laureles, la cuarta cueva más grande del país (4.300 m), en el sistema kárstico de El Samán (18.200 m) [1,3]. Se presume que su distribución debe extenderse a toda la red hídrica subterránea del río Socuy. Vive en aguas corrientes y pozos lénticos en las galerías profundas de la cueva, en ausencia total de luz [1,2,3]. Nombres comunes: Corroncho cavernícola de Perijá, Armadillo troglobio de Galán Galan's troglobitic armored catfish, Galan's troglobitic bristlenose catfish

Situación Aunque se desconoce el tamaño de la población, se presume que las poblaciones de la especie se encuentran en una situación estable. En visitas recientes a la localidad típica, se ha logrado observar en cantidades considerables (docenas de individuos) formando agregaciones en el fondo de pozos profundos. Posiblemente la población alcance varios miles de individuos. Su clasificación como Vulnerable se basa en su distribución restringida, puesto que su área de ocupación es inferior a 100 km² o menor de cinco localidades. De igual manera, su clasificación se basa en las amenazas potenciales por contaminación de los acuíferos subterráneos que enfrentará la especie en el futuro inmediato, ya que no hay razones para pensar que no vayan a presentarse.

Amenazas Se considera que toda población animal restringida a cualquier sistema de aguas subterráneas del país, por más extenso que éste pueda ser, como es el caso del Sistema Guasare-Socuy, es una población con distribución muy limitada y vulnerable a cualquier efecto perturbador del karst. Entre las amenazas inmediatas y futuras que enfrenta el ecosistema donde habita la especie se identifican: a) la destrucción directa del sustrato rocoso del karst por efectos de la minería de roca caliza; b) la contaminación de las aguas freáticas por aplicación excesiva y descontrolada de biocidas utilizados para las actividades de agricultura, además de otras sustancias como glifosato (herbicida), utilizado frecuentemente para la erradicación de cultivos de plantas narcóticas y que incide en forma directa en una extensa zona dentro de la cuenca del río Guasare; y c) la acidificación de las aguas por residuos solubles utilizados en el lavado de carbón, como resultado de los desarrollos mineros a cielo abierto y que pueden afectar a gran parte de la sierra de Perijá [4,5,6].

Conservación No existe ninguna medida directa o indirecta para la protección de la especie. Los sistemas de cuevas hidrológicamente activos de la región del Socuy no están protegidos, pero hasta el momento no han sido alterados ni se encuentran directamente sometidos a factores perturbadores del hábitat. Se recomienda extender el Parque Nacional Sierra de Perijá en su porción norte para cubrir las regiones donde habita esta especie, y otras troglobias endémicas y de distribución restringida como los siluriformes: Trichomycterus spelaeus y Rhamdia sp.; el opilión Trinella troglobia y un cangrejo pseudotelfúsido, Chaceus caecus. Es indispensable paralizar los planes de explotación carbonífera en la cuenca media de los ríos Guasare y Socuy [7].

Referencias: [1] Decu et al. 1994. [2] Galán 1995. [3] Pérez & Viloria 1994. [4] Viloria 1990b. [5] Viloria 2001. [6] Viloria & Portillo 2000. [7] Viloria & Portillo 1999. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Michel Lecoeur

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Corroncho del Guaire Chaetostoma guairense Steindachner 1881 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Loricárido de tamaño pequeño con un máximo de 10 cm de longitud estándar. El cuerpo se encuentra cubierto por placas óseas (más de 24 en serie lateral) a excepción del vientre. La boca es grande y en posición ínfera formando ventosa con los labios. Los ojos son muy separados entre sí, sin protuberancias en el hocico, y con espinas en el interopérculo. De coloración muy oscura con tintes azulados en su cuerpo, está densamente cubierto de pequeños puntos blancos, diferenciándose de especies similares por la presencia de una mancha negra en la base de la membrana entre la espina y el primer radio dorsal, característica diagnóstica de la especie [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela que habita la cuenca del río Tuy y la cuenca del lago de Valencia [1,2]. Está asociada a ríos y quebradas de aguas transparentes, muy oxigenadas y torrentosas, que se originan en la montaña o piedemonte. Una revisión taxonómica reciente indica que la especie conocida como Chaestostoma dupouii es en realidad una sinonimia de Chaestostoma guairense [3]. Nombres comunes: Corroncho del Guaire, Bagre loricárido del río Guaire, Petora Guaire armored catfish, Guaire bulldog pleco

Situación El estado de las poblaciones de esta especie es variable. Se le reporta como extinta en la subcuenca del río Guaire a excepción de la red de drenaje del Parque Nacional Macarao, por encima de 1.000 m de altitud. La cita que refiere su presencia en la cuenca del lago de Valencia corresponde a registros antiguos de museo (ríos Castaño y Tapatapa), sitios de donde también ha desaparecido. No ha sido reportada en las subcuencas costeras de la vertiente Caribe. En cuanto a la cuenca del río Tuy, todavía persisten poblaciones aparentemente viables en varios de sus afluentes en el estado Miranda (parte alta de los ríos Tuy, Tácata, Mesia y sección baja del río Urva, Yaguapa y Chuspita); cuenca del río Capaya (río Salmerón) y cuenca del río Guapo (quebrada Las Islitas) [1]. En varios de los lugares donde habita puede ser muy abundante y las poblaciones parecen ser estables. En el río Urva, afluente del Tuy en Panaquire (estado Miranda), pese a que todavía es frecuente, las abundancias actuales son más bajas que en años anteriores [3,4]. Esta especie fue considerada Vulnerable en las ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana [5].

Amenazas Las amenazas que enfrenta son similares a las que afectan a otras especies presentes en la cuenca del río Tuy, resumiéndose éstas en destrucción y modificación del hábitat (calidad del agua) y pesca de subsistencia [3]. Se encuentra afectada por la destrucción o modificación de su hábitat (deforestación, represas, plantas térmicas, areneras, urbanismos, desvío y desecación de cauces), ya que es especialmente sensible a cambios en la transparencia del agua por no ser tolerante a aguas con sedimentos en suspensión, así como a la contaminación de los cursos de agua (agroquímica, residuos sólidos), problemática que constituye la principal amenaza en la cuenca del río Tuy. Se consume ocasionalmente en Barlovento en fiestas y comidas tradicionales o “sancochos”, y también es explotada, aunque todavía a baja escala, como pez ornamental en el mercado acuarófilo de Caracas, siendo probable que varios corronchos denominados como “L187” sean individuos de esta especie [3,4,5].

Conservación No se han tomado medidas específicas para la conservación de esta especie. Indirectamente se encuentra protegida en ciertos sectores del Parque Nacional Macarao, por encima de 1.000 m de altitud. Las medidas propuestas son similares a las de otras especies de la cuenca del río Tuy: a) la protección integral de los cuerpos de agua donde se han reportado las especies amenazadas; b) la reducción y control de la contaminación industrial, agrícola y doméstica de los cursos de agua, en forma general; c) la conservación del bosque marginal de quebradas y ríos; d) el control de la erosión en los valles, entre otros. También sería importante reglamentar la venta de Chaetostoma guairense como pez ornamental. Recientemente se llevó a cabo un estudio con el objeto de precisar su distribución geográfica y el estado de sus poblaciones, con resultados de vital importancia para establecer planes para su conservación, recomendándose dar prioridad a la protección de las cuencas altas, especialmente la quebrada Las Islitas (con presencia de cuatro especies amenazadas) y los ríos Yaguapa, Salmerón, Chuspita y Cagüita (con tres especies amenazadas cada uno). También se ha recomendado evaluar su potencial reintroducción en su localidad tipo de quebrada de Chacaíto, en el Parque Nacional El Ávila, la cual podría tener un fuerte impacto de concientización en la población de Caracas [3].

Referencias: [1] Ceas & Page 1996. [2] Mago 1968. [3] Lasso & Rojas 2005. [4] Marrero & Machado-Allison 1990. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Carlos A. Lasso, Haidy Rojas, Oscar M. Lasso-Alcalá, Juan C. Rodríguez, Francisco Provenzano Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Corroncho del lago de Valencia Chaetostoma pearsei Eigenmann 1920 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

En Peligro B2ab(iii)

Descripción: Bagre loricárido de tamaño pequeño que mide 10 cm máximo de longitud estándar. De aspecto similar a otros corronchos o petoras, posee el cuerpo cubierto por placas óseas a excepción del vientre. La boca es grande en posición ínfera formando ventosa con los labios, y ojos muy separados entre sí. Es muy característico en este pez, que en épocas reproductivas su hocico adquiere una apariencia gomosa que le ha valido su nombre en inglés de “rubber nose”. Su coloración es gris parduzca muy oscura con manchas más claras, con pequeños puntos blancos en las aletas, dorso y cabeza, y una mancha negra en la base de la membrana entre la espina y el primer radio dorsal. Las manchas están ausentes en las membranas interradiales de la aleta dorsal. Es muy parecida a Chaetostoma guairense, de la cual se diferencia por la aleta pectoral más larga, entre otras características. Los locales no diferencian a estas especies y las identifican como una misma [1,2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Se le reporta específicamente en la faja montañosa meridional de la cordillera de la Costa. A pesar de su nombre común, la especie se encuentra tanto en la cuenca del lago de Valencia, en Aragua y Carabobo (ríos El Castaño, Tapatapa, Guacara, Ereigüe, Cura y Aragua) como en la cuenca del río Tuy, en los estados Miranda y Aragua (río Tácata, quebrada Cagüita–Sistema río Mesia), aunque es confundida frecuentemente con Chaetostoma guairense, la cual es simpátrica en algunas localidades con Chaetostoma pearsei [1,2,3]. Continuamente se le menciona como Chaetostoma pearsi y en algunos casos se le identifica como “L187” (loricáridos pendientes por identificación). Nombres comunes: Corroncho del lago de Valencia, Corroncho del Tuy, Corroncho de puntos blancos, “L187” Valencia Lake armored catfish, White spot bulldog pleco, White spot rubbernose

Situación La biología y situación poblacional de esta especie es muy poco conocida, aunque posiblemente sea similar a la de otras especies del mismo género [1,2]. Habita en las dos cuencas más amenazadas, contaminadas e intervenidas de la región central (Tuy y lago de Valencia). En general es escasa en la mayoría de las localidades y ha desaparecido de algunas, siendo confirmada su extinción del río Taguaza donde fue reportada en 1966. Por su parte, en el río Urva ha decrecido significativamente, y en las cabeceras del los ríos Tácata y Mesia, aún mantiene poblaciones importantes [2,3].

Amenazas La especie enfrenta las mismas amenazas señaladas para la cuenca del Tuy y el lago de Valencia, que incluyen la destrucción total o modificación de su hábitat, causada por el desarrollo urbano, rellenos sanitarios o basureros, interrupción y encauzamiento de las quebradas para la construcción de carreteras y represas, extracción de arenas, contaminación industrial y doméstica de los cursos de agua e introducción de especies exóticas, entre otras. La especie presenta una sensibilidad alta a estas intervenciones por sus requerimientos de aguas muy oxigenadas, transparentes y con corrientes fuertes [4]. Es utilizada localmente para consumo humano en los populares “sancochos”, y se conoce con certeza su captura y comercialización como pez ornamental para acuarios, donde en algunos casos se le identifica como “L187” (del cual se ha logrado producir una variedad albina blanco puro), aunque no se ha investigado el impacto de estas amenazas sobre Chaetostoma pearsei.

Conservación La especie carece de cualquier tipo de protección específica, salvo que en ciertas partes de su área de distribución (río Grande y río Santa Cruz) sus poblaciones están ubicadas dentro del Parque Nacional Guatopo. La cuenca del lago de Valencia ha sido declarada Área Crítica con Prioridad de Tratamiento y dispone de un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso. Adicionalmente, el Ministerio del Ambiente adelanta un programa de saneamiento ambiental con actividades de investigación, educación ambiental, construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, y establecimiento de normas técnicas para el control de la calidad de las aguas. Sin embargo, la efectividad de esta figura de protección y las acciones emprendidas, no han sido suficientes o efectivas. Recientemente, en un estudio detallado sobre el patrón de distribución geográfica de Chaetostoma pearsei y la evaluación del estado de sus poblaciones, se ha propuesto varias medidas para su protección, que son básicamente las mismas que para otras especies amenazadas de la cuenca del río Tuy, con énfasis en la protección de quebradas y ríos prioritarios (Las Islitas, Yaguapa, Salmerón, Chuspita y Cagüita). También se ha recomendado ensayos de conservación en cautiverio y reintroducción en áreas de su distribución original que mantengan condiciones ambientales adecuadas [3]. Referencias: [1] Fernández-Yépez 1945. [2] Ceas & Page 1996. [3] Lasso & Rojas 2005. Autores: Carlos A. Lasso, Carlos DoNascimiento, Juan C. Rodríguez Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Corroncho del Tuy Cordylancistrus nephelion Provenzano & Milani 2006 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Pez loricárido de tamaño mediano que mide hasta 13 cm de longitud estándar. Su aspecto en general es similar al de otros corronchos, con un cuerpo ligeramente deprimido y robusto, de cabeza grande, redondeada y deprimida, con boca de ventosa de ubicación inferior. Posee un patrón de coloración atractivo que lo distingue claramente de otras especies. La cabeza y el cuerpo presentan numerosas manchas redondeadas e irregulares de color blanco sobre un fondo pardo-verdoso o marrón oscuro. La región ventral de la cabeza y el cuerpo es blanquecina, y las aletas tienen manchas que simulan bandas [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela para la cuenca del río Tuy. Los únicos ejemplares conocidos fueron capturados en tributarios del río Tuy. Específicamente se le reporta para los ríos Cagua, Mesia (tributario del río Guaire) y Santa Cruz (tributario del río Taguaza), a 40 km, 55 km y 130 km, respectivamente, al este de las cabeceras del Tuy. Se encuentra adaptada para vivir en aguas torrentosas, frías (15-22 °C), de pH básico (8,5-9,1), cristalinas y muy oxigenadas, generalmente debajo de las rocas y troncos de árboles sumergidos. Se trata de la tercera especie conocida para su género en Venezuela y la única presente en la cordillera de la Costa, siendo las otras dos, Cordylancistrus torbesensis de la cordillera de Mérida y Cordylancistrus perija para la sierra de Perijá [1]. Nombres comunes: Corroncho del Tuy Tuy armored suckermouth catfish

Situación El género Cordylancistrus incluye actualmente seis especies, de las cuales Cordylancistrus nephelion es el tercer miembro que se registra para Venezuela. Se trata de una especie descrita recientemente para la ciencia y que habita en una cuenca muy amenazada por la contaminación. Únicamente se dispone de siete ejemplares. Se le considera como una especie rara y muy poco abundante, con un rango de distribución geográfica muy limitado, y asociada a un hábitat en estado crítico y fragmentado, cuya situación podría ser alarmante en el futuro cercano [1].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie se relaciona con la drástica intervención antrópica de la cuenca del río Tuy, especialmente por la contaminación urbana e industrial de los cursos de agua, y la presencia de represas para el abastecimiento de agua, entre otros usos no cónsonos con la conservación ambiental (areneras, urbanismos, agroquímicos). Las tres localidades donde es conocida son cristalinas y aparentemente aún conservan un buen estado con vegetación circundante correspondiente a bosques nublados. Sin embargo, esta distribución fragmentada y en parches parece indicar que originalmente abarcaba un área mayor, incluyendo el cauce del río Tuy, cuya larga historia de impactos ambientales y el deterioro que evidencia en la actualidad podrían haber ocasionado la extinción de estas poblaciones. Actualmente, la contaminación del cauce principal del río Tuy actúa como una barrera geográfica infranqueable para la dispersión de la especie [1]. Aunque no se poseen datos al respecto, es posible que la especie también sea utilizada para consumo humano y en el comercio de peces ornamentales, prácticas que afectan a otros loricáridos de la cuenca [2].

Conservación En la actualidad la especie no es objeto de alguna medida específica que contribuya con su conservación. Es probable su presencia en áreas protegidas que abarcan los tributarios del río Tuy, pero no se cuenta con reportes que demuestren la existencia de poblaciones más allá de lo conocido. Se propone determinar con precisión su distribución y abundancia, así como evaluar el estado actual de las poblaciones remanentes (reproducción, estructura poblacional, amenazas, etc.). Así mismo, se debe estudiar la posibilidad de extracción de una parte del “stock” poblacional actual y su reintroducción en otras quebradas de la cuenca del Tuy, donde existan condiciones apropiadas para su desarrollo. Donde se haya reportado ésta y otras especies amenazadas, es fundamental la creación de áreas especiales en las cuencas altas que se encuentren en buen estado de conservación, de manera que se confiera protección total a las poblaciones silvestres.

Referencias: [1] Provenzano & Milani 2006. [2] Lasso & Rojas 2005. Autores: Francisco Provenzano, Nadia Milani de Arnal Ilustración: Michel Lecoeur

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Aguja de los Andes Farlowella curtirostra Myers 1942 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Pez loricárido pequeño cuya apariencia es bastante característica y compartida, a grandes rasgos, con las otras especies del mismo género. Su cuerpo muy delgado, alargado y cilíndrico, semejante a una rama o a un palito, le ha valido los nombres comunes de aguja, agujeta, palito, lapicero o corroncho agujita. Puede medir hasta 15 cm de longitud estándar, aunque algunos especialistas señalan que no sobrepasa los 10 cm de longitud total. Las superficies ventral y superior están cubiertas de placas óseas que se superponen, la aleta dorsal está situada muy atrás y el lóbulo superior de la aleta caudal termina en una extensión en forma de látigo. Lo más particular de este pez es su cabeza, que se alarga hasta formar un pico con el extremo redondeado y bordeado por pequeñas espinitas, que son más desarrolladas en los machos. La coloración en general es marrón parda, más oscura en el dorso y mucho más clara en el vientre, separadas ambas partes por una conspicua banda negra lateral que va desde el hocico, pasando sobre los ojos, hasta la aleta anal [1,2]. Este pez presenta hábitos muy particulares, como fijarse a las ramas de las hierbas que se encuentran en las riberas de los ríos. Distribución: Especie endémica de la región andina de Venezuela. Habita en ríos que drenan hacia el lago de Maracaibo, entre 150 y 850 m de altitud. En el estado Mérida se encuentra en el río Mocotíes, en sectores alrededor de 700 m, en el río Chama entre 150 y 850 m de altitud, y en los ríos El Rodeo y Guayabones, aproximadamente a 150 m [1,2]. En Táchira ha sido observada en el río Escalante entre 150 y 180 m y en la quebrada El Loro, afluente de ese río, a 550 m. En Trujillo se le encuentra en el río Motatán y sus afluentes como los ríos San Pedro, San Juan y en la quebrada Tabor, así como en Las Palmeras (650 m) y en Miraflores (800 m) [3]. Nombres comunes: Aguja de los Andes, Aguja, Chorrosca Andean twig catfish

Situación Se trata de una especie con una distribución bastante restringida cuyo tamaño poblacional es pequeño. Se considera Vulnerable por haber sido registrada en muy pocas localidades y debido a que su hábitat enfrenta un continuo proceso de degradación, por lo que se infiere que las condiciones actuales podrían agravarse en el futuro cercano.

Amenazas Las amenazas que enfrenta la especie están relacionadas con la alteración de la calidad de las aguas y suelos, tanto altoandinos como del piedemonte, atribuida principalmente a la contaminación por pesticidas y fertilizantes utilizados en labores agrícolas y pecuarias. Su presencia en el río Mocotíes requiere de especial atención, pues se trata de una población que subsiste en el río andino más contaminado. Por su pequeño tamaño, esta especie no tiene valor comercial como fuente de alimento, pero al igual que otras especies de Farlowella, pudiese estar cotizada en el mercado de peces ornamentales, donde con frecuencia se comercializan individuos de este género, cuya identificación a nivel de especie resulta dificultosa [4].

Conservación La especie no es objeto de ninguna medida de conservación en particular. Se sugiere realizar más estudios sobre su biología y ecología con el objeto de mejorar los estimados de distribución y abundancia, y así definir de manera más precisa su estatus de conservación. Debe fomentarse la recuperación de la calidad de las aguas de los ríos andinos, lo cual beneficiaría tanto a esta especie como a muchas otras que dependen de los ecosistemas acuáticos de la región. En este sentido, hay un movimiento ambientalista en Tovar (estado Mérida) y otro en Santa Bárbara (estado Zulia), y ambos se han propuesto el objetivo de trabajar por la recuperación de los ríos Mocotíes y Escalante, respectivamente.

Referencias: [1] Nebiolo 1982a. [2] Nebiolo 1982b. [3] Schultz 1944a. [4] Péfaur 1988. Autor: Jaime E. Péfaur Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Aguja del Aroa Farlowella martini Fernández-Yépez 1972 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

Vulnerable A2ce; B1ab(iii)

Descripción: Los bagres del género Farlowella presentan formas muy peculiares. La especie se caracteriza por un cuerpo muy delgado, alargado y cilíndrico, semejante a una rama o a un palito, que le ha valido el nombre común de “corroncho agujita”. El cuerpo está cubierto con numerosas placas óseas laterales, con una aleta dorsal situada muy atrás. De tamaño mediano, su talla usual oscila entre 10 y 20 cm de longitud. Su coloración presenta diferentes tonalidades de marrón, con franjas verticales oscuras e irregulares; generalmente una de estas franjas rodea el cuerpo alrededor de la base de la aleta dorsal. Dos franjas negras cubren los lados de la cabeza, desde la base del hocico, cruzando por los ojos, hasta los extremos de las aletas pectorales. El cuerpo y la cabeza están salpicados de pequeñas manchas negras, al igual que todas las aletas. Una franja negra y delgada se extiende por el dorso, casi desde el origen de la aleta dorsal hasta un poco antes de los ojos. Presenta dimorfismo sexual, el hocico es pequeño y puntiagudo en la hembra, mientras que en el macho es aplanado y ensanchado en la punta, bordeado de odontodos pequeños, finos y rígidos. Distribución: Especie endémica descrita con base en 14 ejemplares procedentes de los ríos Guarataro y Tupe, ambos afluentes del río Aroa, en el estado Yaracuy [1]. También ha sido observada en ríos de las cuencas de Yaracuy (quebrada Guáquira) y Urama (río Alpargatón), este último en el estado Carabobo [1,2,3]. Es una especie herbívora restringida a hábitats litorales y frágiles, conformados especialmente por raíces y ramas sometidas a las corrientes de los ríos, con las cuales se mimetiza. Nombres comunes: Aguja del Aroa, Palito, Aguja Aroa twig catfish, Aroa stick catfish

Situación Es una especie ocasional aunque de distribución amplia en el sistema, principalmente en las planicies e incluso en su desembocadura al mar. En muestreos estandarizados realizados durante varios años, la especie presenta una abundancia ocasional con una distribución difundida [3]. Su categoría de Vulnerable se sustenta en su baja abundancia y en la susceptibilidad de su hábitat frente a las perturbaciones naturales y humanas [4,6]. Otras especies del mismo género (p. ej. Farlowella acus y Farlowella vittata), habitan sistemas vecinos en la cuenca del Caribe y se presume que han experimentado disminuciones de sus poblaciones debido al deterioro evidente de su hábitat.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la fuerte intervención antrópica y perturbaciones en toda su área de distribución, especialmente la conversión y la contaminación de los ambientes acuáticos [3]. La destrucción de la vegetación ribereña o la homogeneización de los cauces de los ríos pueden eliminar completamente sus poblaciones, sin embargo, todavía es posible observarla en ambientes intervenidos asociada a las gramíneas acuáticas en las corrientes. Adicionalmente, en las cuencas de los ríos Aroa y Yaracuy se han introducido cuatro especies de coporos (Prochilodus spp.) y cachamas (Colossoma spp.), procedentes de otros ríos (especies transferidas), cuyos efectos sobre la ictiofauna autóctona aún no han sido evaluados, pero se considera que pudiese tener consecuencias negativas en el futuro. Otra amenaza potencial es el valor ornamental de la especie, aunque el interés en la acuariofilia por los peces de este género es eventual [5].

Conservación Parte de las cuencas de los ríos Aroa y Yaracuy están protegidas por el Parque Nacional Yurubí y el Monumento Natural María Lionza, pero los límites inferiores de dichas áreas llegan hasta el piedemonte y por lo tanto no garantizan la conservación de la mayor riqueza de la ictiofauna regional, que tiende a ser más diversa y abundante en las zonas bajas y en las planicies [4]. El Parque Nacional San Esteban cubre las áreas bajas de pequeñas cuencas vecinas al río Aroa, pero aún no se conoce la presencia de la especie en esta zona. De igual forma, existen medidas de protección privada como la quebrada Guáquira (cuenca de Yaracuy), donde los ambientes son activamente protegidos y mantienen una riqueza de especies elevada. Con el propósito de contribuir con la conservación de ésta y otras especies, se ha propuesto establecer alguna figura de protección oficial para algunos afluentes de la cuenca del río Aroa (río Galápago), el cual presenta un caudal considerable y una menor intervención relativa del medio acuático y ribereño.

Referencias: [1] Fernández-Yépez 1972. [2] Retzer & Page 1996. [3] Rodríguez-Olarte et al. 2006a. [4] Rodríguez-Olarte et al. 2006b. [5] Rodríguez-Olarte 2005. [6] Rodríguez-Olarte & Taphorn 2007. Autores: Douglas Rodríguez-Olarte, Donald C. Taphorn Ilustración: Loren Greg

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Aguja de Maracaibo Farlowella taphorni Retzer & Page 1997 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Pez corroncho con el cuerpo y hocico muy alargado y angosto. Su forma delgada, cuya apariencia se encuentra adaptada para el camuflaje, se asemeja a un palito, y da origen a sus nombres comunes de aguja, agujeta o palito. Alcanza tamaños de hasta 14 cm de longitud estándar, exceptuando la cola. Su cuerpo, como en todos los corronchos, está cubierto con placas dérmicas duras, en vez de escamas. Tiene las aletas pectorales muy grandes y situadas ventralmente. La aleta dorsal se ubica posteriormente en el cuerpo. Esta especie es parecida a Farlowella curtirostra, el pez más común en la cuenca del lago de Maracaibo, donde ambas ocurren. Se distingue de la especie señalada por presentar el hocico más largo y puntiagudo, cuya distancia desde el punto del hocico hasta el borde anterior de la boca representa 0,05% a 0,07% de la longitud estándar. Además Farlowella taphorni (0,8% a 1,1% LE) tiene el cuerpo menos ancho que Farlowella curtirostra (1,7% a 2,7% LE) [1]. Lo más característico de estos peces es la forma de su cabeza, especialmente su hocico, que se extiende para formar un pico muy largo. Su coloración, que le permite aparentar a un palo sumergido, en general es una mezcla de marrones oscuros en el dorso y claros en el vientre y tiene una banda negra lateral desde el hocico hasta la aleta anal. Sus colores y aspecto adaptados para el camuflaje, adecúan su comportamiento, por lo que es frecuente observarlo posado sobre ramas sumergidas e inmóvil. Distribución: Esta especie es endémica de una sola cuenca en el sur del lago de Maracaibo, específicamente del río Muyapas, cuenca del río Torondoy, en la zona del piedemonte del estado Mérida. Se presume que también se encuentra en pequeñas cuencas vecinas (Tucaní, río Frío), pero no existen registros que lo demuestren. Las especies del género Farlowella son herbívoras que viven en ríos permanentes, usualmente escondidas en la vegetación sumergida en las riberas (ramas, raíces) y asociadas a corrientes moderadas y rápidas. Nombres comunes: Aguja de Maracaibo, Aguja de los Andes, Aguja andina, Palito, Aguja Maracaibo twig catfish, Marac stick catfish

Situación Se trata de una especie con una distribución extremadamente restringida y de la cual se desconoce el estado poblacional actual. Su endemismo restringido a una pequeña cuenca y su muy baja abundancia son justificantes para su consideración como especie Vulnerable.

Amenazas En la cuenca del río Torondoy la tasa de deforestación es una de las más elevadas en los drenajes andinos al lago de Maracaibo, lo que se estima tenga impacto directo sobre los ríos, pues la deforestación se asocia con la erosión y en consecuencia, con la incorporación de más sedimentos a los cauces, factor destructivo de los hábitats acuáticos. Frecuentemente las personas extraen madera de los cauces de los ríos durante la época de sequía para usarla como leña. Como esta especie se alimenta del perifiton que crece encima de las ramas y de la vegetación sumergida (algas, bacterias, hongos, animales y detritus orgánico e inorgánico), cualquier factor que altere la penetración de la luz al agua, como ocurre con los sedimentos, tiene efectos directos en su sobrevivencia. Por otra parte, en la cuenca del río Torondoy es relevante el desvío de las aguas para el consumo humano; adicionalmente, existen varios centros poblados que magnifican las amenazas sobre la ictiofauna local, especialmente por la presencia de efluentes urbanos y agrícolas. Así mismo, en algunos tramos del río Torondoy y otros ríos locales, se realizan dragados periódicamente. Se prevé un incremento de los centros urbanos regionales y una expansión de la frontera agrícola en el área de piedemonte andino hacia el lago de Maracaibo, lo que presupone una situación de riesgo generalizado para la ictiofauna regional.

Conservación La especie no está sujeta a ningún programa de conservación ni cuenta con medidas específicas directas o indirectas que contribuyan con su protección. La cuenca alta del río Torondoy, así como las de ríos vecinos, se encuentran protegidas por el Parque Nacional Sierra de La Culata, pero en la cuenca media y baja no existen figuras de protección oficial, lugares donde la especie podría ocurrir. Reforestaciones de larga data se han efectuado en las riberas de algunos sectores del cauce principal del río Torondoy. Se recomienda realizar una exploración de la cuenca del río Torondoy, para determinar el estado actual de las poblaciones que podrían existir allí. Además, se debe apoyar y promover mejores y adecuadas prácticas agrícolas para la conservación de suelos y aguas, en particular, vigilar el cumplimiento de la franja verde exigida por ley para proteger los cuerpos de agua.

Referencias: [1] Retzer & Page 1996. Autores: Donald C. Taphorn, Douglas Rodríguez-Olarte Ilustración: Michel Lecoeur

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Corroncho desnudo del lago de Valencia Lithogenes valencia

Provenzano, Schaefer, Baskin & Royero 2003

Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

Extinto

Descripción: Pequeño corroncho que llega a alcanzar hasta 6 cm de longitud estándar. Su cuerpo es muy deprimido y alargado. A diferencia de otros loricáridos, todo el cuerpo es desnudo, a excepción del pedúnculo caudal que presenta unas placas óseas diminutas. La coloración general del cuerpo es marrón claro uniforme, con la región ventral de la cabeza y cuerpo blanquecina. Se trata de la segunda especie conocida perteneciente a este género (subfamilia Lithogeninae), previamente considerado monotípico, siendo la primera especie conocida Lithogenes villosus, descrita con base en un único ejemplar colectado en el río Potaro River de Guyana. Posteriormente se han colectado nuevos especímenes, y recién se ha reportado una especie aún no descrita para el río Orinoco en el estado Amazonas. Lithogenes valencia se distingue por su cabeza más ancha, presenta placas pequeñas dispuestas de forma irregular en series dorsal y ventral a los lados del tronco, y otras variaciones morfológicas [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela cuyos registros de distribución no son precisos ni totalmente confiables. Aunque los únicos ejemplares conocidos se reportaban para la cuenca del lago de Valencia, es posible inferir que estos reportes se referían a algún lugar circundante de la cuenca del lago de Valencia, en los estados Aragua o Carabobo, lo que potencialmente podría incluir a los estados Yaracuy, Cojedes y Guárico. Aunque en la actualidad la cuenca está aislada, se conoce que hasta hace poco tiempo mantenía una comunicación hacia el sur con el río Orinoco, siendo la presencia de esta especie una prueba de ello, aunque los especialistas proponen una explicación biogeográfica más antigua sobre su presencia inesperada en la región norte costera del Caribe, la cual toma en consideración aspectos sobre el hábitat de la especie y su ubicación basal en la filogenia de los loricáridos [1]. Nombres comunes: Corroncho desnudo del lago de Valencia, Litógenes del lago de Valencia Valencia Lake litogenes

Situación Especie cuya bioecología se considera completamente indocumentada. Sólo es conocida por seis ejemplares en los cuales se basó su descripción, y que fueron colectados en la década de los años setenta. Actualmente no se tiene conocimiento claro sobre el lugar donde fueron capturados los especímenes, ya que la localidad reportada para los ejemplares depositados en el Museo de Biología de la Universidad Central de Venezuela (MB-UCV) indica “¿cuenca del lago de Valencia?”. No obstante, todos los esfuerzos realizados, incluyendo nuevos muestreos para determinarla localidad exacta de estos ejemplares, han sido infructuosos. Este resultado pareciera indicar que la especie se encuentra Extinta [1].

Amenazas Las condiciones ambientales reinantes en la mayoría de los cuerpos de agua de la cuenca del lago de Valencia, probablemente determinaron las causas de la extinción de esta especie. El lago de Valencia es un sistema endorreico que ocupa un graben tectónico situado entre los ramales costero y del interior de la cordillera de la Costa, y tanto el lago como sus tributarios han sido severamente degradados por contaminación y alteraciones, por las actividades industriales, urbanas y agrícolas que se realizan en la zona [1]. Adicionalmente, desde 1958 en el lago de Valencia se introdujeron varias especies exóticas voraces y muy agresivas, entre ellas las tilapias (principalmente Oreochromis mossambicus), las cuales en la actualidad se han convertido en las especies dominantes del lago, y se considera que han sido la principal causa de la extinción del aterínido del lago, Atherinella venezuelae.

Conservación No ha sido objeto de medida de conservación alguna. La cuenca del lago de Valencia está declarada Área Crítica con Prioridad de Tratamiento, dispone de un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso, y cuenta con un programa de saneamiento ambiental con actividades de investigación, educación ambiental, construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, y establecimiento de normas técnicas para el control de la calidad de las aguas, el cual es liderado por el Ministerio del Ambiente. Se recomienda continuar con la búsqueda de información y realizar censos en todas las localidades señaladas para tratar de confirmar su localidad de origen y su situación de conservación.

Referencias: [1] Provenzano et al. 2003. Autor: Francisco Provenzano Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Paleta de la cuenca del Tuy Rineloricaria caracasensis Bleeker 1862 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Bagre loricárido de tamaño mediano que alcaza hasta 20 cm de longitud total. Su cuerpo alargado y delgado es deprimido, especialmente hacia la mitad posterior y completamente recubierto de placas óseas, con las dorsales más grandes que las ventrales. De cabeza redondeada y hocico agudo, su boca es similar a la de otros corronchos, presentando un disco tipo ventosa y ubicación inferior, pero sin barbillas visibles. Generalmente presenta 27 series de placas laterales. Las aletas poseen una franja negra muy característica, una aleta dorsal grande y erguida, y un pedúnculo caudal largo y muy fino. Su coloración es parda clara con manchas más oscuras [1]. Distribución: Especie endémica de la cuenca del río Tuy. El primer registro la reporta en el cauce principal del río Tuy, posteriormente se localizó una pequeña población en el caño Balsa, afluente del Tuy, y muy recientemente se le reporta del cauce principal de la parte alta de la cuenca del río Tuy y quebrada Mazapa, en la cuenca del río Guapo, específicamente en el cauce principal del río Guapo y quebrada Las Islitas [1]. Nombres comunes: Paleta de la cuenca del Tuy Tuy whiptail catfish, Tuy stick catfish

Situación Los registros de la especie datan de 1966 y corresponden al cauce principal del río Tuy, hábitat que en la actualidad se encuentra totalmente deteriorado. En el año 2001 se encontró una pequeña población en el caño Balsa, un curso de agua también intervenido que es afluente del Tuy. Recientemente, en el año 2004, se detectó la presencia de esta especie únicamente en la cuenca del río Tuy (cauce principal de la parte alta y quebrada Mazapa) y en la cuenca del río Guapo (cauce principal y quebrada Las Islitas), aunque es conocida por los lugareños en casi todas las localidades visitadas. En el alto río Tuy, donde se ha colectado la especie, la intervención humana es significativa [2]. Aparentemente, aunque es una especie frecuente y de amplia distribución en esta área, tiende a mantener muy bajas abundancias en su medio natural, tal como lo demuestran las observaciones subacuáticas en campo y los registros museísticos. No obstante, parece adaptarse mejor a ambientes intervenidos que las otras especies amenazadas reportadas para esta cuenca. Hasta que no se cuente con más datos se considera prudente asignarle la categoría En Peligro.

Amenazas Al igual que otras especies de la cuenca del río Tuy (Chaetostoma spp., Rhamdia humilis y Trichomycterus mondolfi), las principales amenazas por intervención antrópica son la contaminación de las aguas, la extracción de agua para uso doméstico, el uso intensivo de balnearios, la edificación de urbanismos, la modificación del cauce por embaulamiento y represas, etc. Adicionalmente la mayoría de las quebradas son de poco caudal, longitud y área de drenaje (93,6 ha), por lo que las alteraciones ambientales en las microcuencas tienen efectos dramáticos e irreversibles. Además, las especies de este género tienen un valor medio para acuaristas, y se sabe que son comercializadas con frecuencia, aunque no se poseen datos específicos para esta especie.

Conservación La especie carece de cualquier tipo de protección, a no ser que se demuestre la existencia de poblaciones dentro de los límites del Parque Nacional Guatopo y otras áreas protegidas de la región. Como en el caso de las otras especies presentes en la cuenca del río Tuy, se recomienda determinar, en primer lugar, si el taxón todavía existe, y evaluar el estado de sus poblaciones. Una vez conocido esto, las medidas adelantadas para su protección serían similares a las propuestas para las otras especies de la cuenca del río Tuy, reforzando su presencia y la importancia de conservar a la quebrada Las Islitas, donde la especie comparte hábitat con otras tres, también amenazadas.

Referencias: [1] Fernández-Yépez 1945. [2] Lasso & Rojas 2005. Autores: Carlos A. Lasso, Haidy Rojas, Oscar M. Lasso-Alcalá, Francisco Provenzano Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Paleta andina Rineloricaria rupestre Schultz 1944 Osteichthyes Siluriformes Loricariidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Bagrecito loricárido de tamaño pequeño que apenas supera los 15 cm de longitud estándar. El cuerpo es deprimido, alargado, aguzado hacia la parte caudal y cubierto de placas óseas imbricadas. La cabeza es casi tan ancha como larga. El cuerpo es de color marrón, con cinco bandas negras o marrón oscuro. Presenta un marcado dimorfismo sexual. El macho tiene ornamentos con cerdas en la boca, parte anterior del cuerpo y sobre las aletas pectorales. Se le encuentra adherida por su ventosa bucal a las piedras sumergidas, así como a troncos hundidos. Su dieta está conformada por material vegetal, especialmente algas [1]. Distribución: Especie endémica de los Andes de Venezuela, incluyendo Perijá, entre 150 y 665 m de altitud. En el estado Mérida habita los ríos Chama, Mucujepe y Guayabones al sur del lago de Maracaibo (150 m). En Táchira está descrita para el río Táchira, a la altura de San Antonio; el río Escalante (150 m) y el río Doradas (665 m), afluente del Uribante [1]. En Trujillo se encuentra en el río Motatán en Las Palmeras (650 m), en Miraflores (800 m) y en los ríos San Pedro y San Juan [1]. En Zulia se le reporta para el río Tukuko (200 m), afluente del río Santa Ana, y para el río Apón, cerca de Sirapta (250 m). En Barinas se ha registrado en el río Caparo (120 m) y en el río Boconó (200 m). Es de hábitos bentónicos en ríos y arroyos de fuerte corriente, con aguas de temperatura entre 16 ºC a 26 ºC, ocasionalmente cristalinas y muy oxigenadas, pero que corrientemente arrastran sedimentos. Nombres comunes: Paleta andina, Paleta, Paletilla, Aguja paletona Andean whiptail catfish

Situación No se han realizado estudios sobre su ecología poblacional. Es de hacer notar que una colecta de esta especie, llevada a cabo en el río Escalante, se realizó durante una gran mortandad íctica que ocurrió en este río a consecuencia de derrames de pesticidas, fenómeno conocido como el “Ecocidio del Escalante” [4]. Se le considera Vulnerable ya que la especie tiene un tamaño poblacional pequeño, es muy escasa en las colectas y experimenta una fuerte intervención de su hábitat.

Amenazas Los cambios ambientales que modifican la calidad de las aguas y suelos, tanto altoandinos como del piedemonte, tienen un fuerte impacto sobre las poblaciones de este tipo de especies. En los ambientes andinos se ha desarrollado desde hace varias décadas una gran actividad agrícola (cereales, caña de azúcar, tubérculos, frutas, hortalizas, algodón, plátano, café, cacao, tabaco), pecuaria (ganado bovino, porcino, caprino, ovino y aves), industrial (manufacturas) y minera (cobre, pirita y yeso). Esto ha traído consigo la deforestación, intervención, alteración y contaminación de los cursos de agua. Adicionalmente, en las cuencas de los ríos andinos se han introducido especies exóticas como la trucha arcoiris, cuyo efecto sobre las poblaciones de esta especie en particular aún no ha sido evaluado. Debido a su distribución restringida y tamaño pequeño carece de importancia económica, aunque tiene potencial para la acuariofilia [2,3].

Conservación No existen regulaciones específicas para la especie. Es muy probable su presencia en varias de las áreas protegidas de la cordillera andina y de la sierra de Perijá, aunque este aspecto no ha sido estudiado y se desconoce su efectividad para la protección de Rineloricaria rupestre. Se sugiere realizar estudios sobre la biología y ecología de esta especie, a objeto de estimar sus verdaderos tamaños poblacionales y su correspondiente estatus de conservación. Muy especialmente se recomienda evaluar y fomentar la recuperación de la calidad de las aguas de los ríos andinos.

Referencias: [1] Schultz 1944a. [2] Navidad 1987. [3] Péfaur 1988. [4] Péfaur 1986. Autor: Jaime E. Péfaur Ilustración: Loren Greg

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Bagre pintado Batrochoglanis mathisoni Fernández-Yépez 1972 Osteichthyes Siluriformes Pseudopimelodidae

En Peligro D2

Descripción: Se trata de un bagre bentónico de tamaño mediano que mide hasta 20 cm de longitud total, siendo el único bagre de este tamaño en su área de distribución, aunque es más frecuente en tallas que van entre 10 y 16 cm. El tercio anterior del cuerpo está bien desarrollado, el cuerpo es robusto, corto y posteriormente comprimido. Los ojos son muy pequeños. Posee un patrón de coloración característico, único para los bagres en la región. Su cuerpo es de color negro o marrón muy oscuro, salpicado de puntos negros dispersos e irregulares, y con una banda clara o color crema y angosta, difusa e irregular en sus bordes, a lo largo del dorso del cuerpo, desde el origen de una aleta pectoral a la otra. El vientre es blanquecino. La aleta dorsal es negra con pequeñas manchas blancas dispersas y la punta de los radios blancos. La aleta caudal es blanca cremosa con una banda negra difusa y amplia. El borde de esta aleta es blanco. Las barbillas maxilares son oscuras y las mentonianas claras. En la etapa juvenil las manchas claras son más conspicuas. De hábitos nocturnos, ha sido observado activo por la noche, cerca de las riberas. La especie fue descrita originalmente como Zungaro mathisoni y posteriormente fue reconocida como Pseudopimelodus mathisoni. Recientemente se ha considerado que la clasificación taxonómica adecuada para esta especie es Batrochoglanis mathisoni [2,5]. Distribución: La especie es endémica de las cuencas de los ríos Aroa, Yaracuy y Tocuyo. Su descriptor la reconoció sólo para el sistema del río Urama [1]. En la cuenca del río Aroa ha sido observada sólo una vez en el río Zamuro, y en la cuenca del río Yaracuy ha sido reportada en la quebrada Guáquira. Para la cuenca media del río Tocuyo sólo se cuenta con el reporte de dos ejemplares. Por sus hábitos bentónicos, la especie se encuentra asociada a los pozos y remansos con presencia de refugios (rocas, raíces) [1,2]. Nombres comunes: Bagre pintado, Bagre barrigón, Bagre sapo, Bagre manchado Zungaro catfish

Situación Aun cuando se dispone de una cobertura amplia de muestreos estandarizados realizados durante varios años en toda su área de distribución, se cuenta con muy pocos registros para esta especie [2,5]. Anteriormente no había sido considerada amenazada, pese a que desde su descripción el autor ya mencionaba su frecuencia muy ocasional, la cual se ha mantenido en el tiempo. En virtud de ello, se establece una asignación de alta prioridad de estudio para su conservación, sobre todo por la creciente intervención de los ecosistemas fluviales en su área de distribución. Su clasificación en la categoría de amenaza En Peligro se justifica plenamente por su baja abundancia y la intervención intensa en su hábitat, cuya ocurrencia es notable y no se prevé que disminuya en el futuro cercano [2,3,4,5].

Amenazas Entre las principales amenazas que enfrenta la especie se reporta la intervención intensa de su hábitat por deforestación, urbanismo y agricultura en las cuencas pequeñas que drenan al Caribe occidental. Muchos afluentes de las cuencas de los ríos Aroa, Tocuyo y Yaracuy, presentan cauces colmatados, con pérdida del hábitat para la especie, restringiéndose las corrientes permanentes principalmente a las tierras altas y a los cauces principales. Esta situación sugiere que gran parte de la ictiofauna regional se encuentra en proceso de retracción poblacional [2,3].

Conservación Las cuencas altas de los ríos Aroa y Yaracuy están protegidas en parte por el Parque Nacional Yurubí y el Monumento Natural María Lionza, pero los límites inferiores de dichas áreas no garantizan la protección de la mayor riqueza de la ictiofauna regional, más aún cuando las perturbaciones se encuentran asociadas a una frontera agrícola en creciente expansión. Por otro lado, la cuenca media y baja del río Tocuyo abarca el Parque Nacional Cerro Saroche (ubicado en una región semiárida y sin fuentes de agua permanentes), y el Parque Nacional Cueva Quebrada del Toro, con una pequeña cuenca de origen kárstico (aguas de origen subterráneo) reconocida por su baja biodiversidad de peces. Algunos afluentes en las cuencas de Aroa, Tocuyo y Yaracuy han sido considerados con prioridad de conservación para la ictiofauna regional, en vista de que estos presentan una elevada riqueza de peces y de poca a moderada intervención del medio acuático y las riberas [2,3,4]. Con el propósito de contribuir con la conservación de ésta y otras especies, se ha propuesto establecer alguna figura de protección oficial para ciertos afluentes de la cuenca del río Aroa. Es necesario revisar la taxonomía de los bagres del género Batrochoglanis.

Referencias: [1] Fernández-Yépez 1972. [2] Rodríguez-Olarte & Taphorn 2007. [3] Rodríguez-Olarte et al. 2006a. [4] Rodríguez-Olarte et al. 2006b. [5] Rodríguez-Olarte 2005. Autores: Douglas Rodríguez-Olarte, Donald C. Taphorn Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Bagre cunaguaro Brachyplatystoma juruense Boulenger 1898 Osteichthyes Siluriformes Pimelodidae

Vulnerable A2d

Descripción: Bagre muy vistoso y de gran tamaño que alcanza tallas hasta de 80 cm de longitud total y pesa más de 5 kg. Su cuerpo es alargado, robusto y desnudo, sin escamas ni placas óseas. La cabeza es más larga que ancha mostrando un perfil recto, con ojos pequeños en posición superior. La boca es grande con la mandíbula superior sobresaliente. Su coloración distingue a la especie de todas las demás del género, siendo el fondo del cuerpo verde claro a amarillento con al menos once franjas negras transversales anchas, alternadas con bandas claras de fondo castaño. La cabeza es grisácea a negruzca pero sin franjas. La aleta caudal, profundamente ahorquillada con los radios extremos muy prolongados, tiene franjas negras irregulares [1]. Se alimenta básicamente de peces, lo que la convierte en predador de muchas especies. Distribución: Especie de distribución suramericana presente en las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco. En Venezuela es común en el sector occidental del Orinoco, hacia el delta interno del bajo Apure. Se captura principalmente en los ríos Sarare, Caparo, Meta, Arauca, Apure y Orinoco [1,2]. Es posible que en la Orinoquía se trate realmente de dos especies diferentes, distinguibles por el patrón de bandas laterales del cuerpo (continuas y discontinuas). De ser así, quizás sea válida la especie Ginesia cunaguaro descrita por Fernández-Yépez en 1951. La especie típica, Brachyplatystoma juruense, tiene franjas continuas, mientras que Ginesia cunaguaro muestra las franjas discontinuas o quebradas. Desafortunadamente el holotipo de esta última desapareció. Es un pez de fondo que sólo habita en aguas blancas del cauce principal de los grandes ríos y zonas de inundación [1]. Nombres comunes: Bagre cunaguaro, Manta negra, Bagre manto, Apuy, Siete babas, Zebra, Flamenco, Zúngaro alianza, Bagre listado Goleen zebra, Dourada zebra, Zungaro zebra

Situación Es una especie muy importante en el Sistema Apure-Arauca, en especial en los ríos que bajan del piedemonte y en el sector occidental del Orinoco, contribuyendo con 0,2% a 0,9% del total de la producción pesquera continental del país [2]. En la cuenca del Apure ocupa la posición número 14 entre las 43 especies de interés pesquero y aporta 0,7% de la ictiomasa cosechada anualmente [6]. Para toda la cuenca del Apure, los desembarques totales muestran un incremento de 1994 a 1997, año en el que cae abruptamente. Se captura ocasionalmente en la cuenca del Apure. En esta cuenca, basados en datos de 1997 a 2000, se observaron fluctuaciones anuales que variaron de 150 a 850 g/hora/115 m red arrastre. Estadísticas recientes del Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) muestran una disminución en la producción nacional cercana a 90% desde el año 2000 a 2002 (110.762 a 13.637 kg/año).

Amenazas Al igual que otros recursos pesqueros de la Orinoquía, su principal amenaza es el incumplimiento de la normativa legal vigente. Con frecuencia aparece en los mercados de venta por debajo de la talla mínima de captura permitida por las autoridades. En la cuenca media del río Portuguesa, la especie ha desaparecido prácticamente de las pesquerías comerciales, lo cual puede atribuirse a la pérdida de hábitat por la elevada sedimentación y la consecuente pérdida de caudal óptimo para la especie [3].

Conservación No existen muchas restricciones a la pesca comercial, excepto aquellas de carácter genérico incluidas en las normativas ministeriales. Sus pesquerías están reguladas mediante la Resolución N° 002 (G.O. 37.472 del 26/06/02), en la cual se reglamenta la pesca en el río Orinoco y sus afluentes ubicados en los estados Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Guárico, Monagas y Delta Amacuro; y la Resolución N° 003 (G.O. 37.472 del 26/06/02), donde además de regular la pesca comercial en los ríos y cuerpos de agua ubicados en los estados Apure, Barinas, Cojedes, Portuguesa y Táchira, se establece que la talla mínima de captura debe ser superior a 65 cm desde la punta de la cabeza hasta la base de la cola (longitud estándar) [2,4]. Se debe garantizar el cumplimiento a cabalidad de la normativa legal vigente. En el Apure, la talla mínima de captura debería ser 40 cm para las hembras y 45 cm para los machos [5]. Para el sistema del río Apure-Arauca (bajo llano), la talla media de maduración sexual (L50) es 55 cm para las hembras y 45 cm para los machos [5]. Se recomienda a las autoridades vigilar que se mantenga el caudal actual en las cabeceras de los principales afluentes del río Orinoco, evitando los procesos de deforestación de las cuencas altas.

Referencias: [1] Barbarino & Taphorn 1995. [2] Novoa 2002. [3] Castillo 2001. [4] INAPESCA 2002. [5] Castillo 1988. Autores: Aniello Barbarino, Otto Castillo, Daniel Novoa (†), Carlos A. Lasso Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Malarmo Platysilurus malarmo Schultz 1944 Osteichthyes Siluriformes Pimelodidae

Vulnerable A1c+2c

Descripción: Bagre de talla grande que puede alcanzar hasta 80 cm de longitud estándar. La cabeza es grande y deprimida. La coloración del cuerpo es grisácea oscura dorsalmente con la parte ventral blancuzca. Una característica distintiva de la especie es la presencia de una mancha oscura y redondeada en la base del lóbulo superior de la aleta caudal. Los lados del cuerpo presentan una hilera irregular de manchas, más o menos a lo largo de la línea lateral en la región anterior y por encima de ésta hacia el pedúnculo caudal. Las aletas son blancas. También se le conoce con el sinónimo Duopalatinus malarmo [1]. Distribución: Especie endémica de Colombia y Venezuela, cuya distribución se restringe a la cuenca del lago de Maracaibo, fundamentalmente en humedales de la vertiente oeste y suroeste del lago. Originalmente fue señalada en áreas cercanas a la boca del río Concho (localidad tipo) en el lago de Maracaibo, a 3 km aguas arriba de la boca del río Socuy, y en río Negro, 35 km al sur de Rosario [1]. Registros recientes corresponden al río Escalante en su desembocadura y en la Hacienda El Lindero, río Santa Ana, en la desembocadura al lago de Maracaibo y laguna Las Bellezas en la Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras [2]. Otros registros corresponden a las cuencas medias de los ríos Socuy, Santa Ana y Catatumbo [3]. Prefiere el cauce de los ríos a los pantanos. Nombres comunes: Malarmo Marlarmo catfish

Situación Se conoce poco acerca de la historia natural de la especie y no existen estimados de sus poblaciones. Es de importancia comercial para las pesquerías artesanales, apreciada como recurso alimentario y con alta demanda en la región de las ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras y sus áreas adyacentes [2,4]. No obstante, actualmente los pescadores artesanales consideran que se encuentra entre las especies más escasas o más difíciles de capturar [2]. Se desconocen los volúmenes reales de producción de la especie, ya que las estadísticas pesqueras oficiales son deficientes [5]. Entre los doce sitios de mayor actividad pesquera en las Ciénagas de Juan Manuel y sus adyacencias, la especie sólo fue capturada en dos de ellos, mientras que sólo en una, de seis localidades muestreadas en la Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras, se capturaron tres ejemplares [2,4]. En Colombia se le considera Vulnerable [6].

Amenazas Los pescadores locales manifiestan la reducción de capturas en los últimos años, debido al incremento del esfuerzo de pesca y a la utilización de artes no sustentables, como chinchorros con aberturas de malla inferiores a 3,5 pulgadas entre nudos [2]. Por otra parte, en su área de distribución han ocurrido modificaciones del sistema hidrográfico por apertura de picas o caños, con el fin de desviar los cursos de aguas y recuperar tierras para el uso agropecuario, lo cual representa la alteración y pérdida de ambientes acuáticos, que debe afectar de alguna manera a la especie [2,5]. Así mismo, la cuenca del lago de Maracaibo es afectada por el deterioro ambiental de la cuenca alta y media del río Catatumbo, debido a derrames de crudo y a una fuerte deforestación para la extracción de madera, y al establecimiento de actividades agropecuarias en territorio colombiano, lo cual constituye un factor adicional de riesgo para la alteración de su hábitat [6].

Conservación No existen regulaciones específicas para la conservación de la especie. Gran parte de su hábitat se encuentra en el Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel (Catatumbo) y en la Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras, siendo permitida su pesca solamente en el área de la reserva, con ciertas regulaciones [7,8]. Es necesario realizar estudios sobre la biología de la especie y evaluar su condición actual, principalmente en lo referente al tamaño de sus poblaciones y producción pesquera, para poder regular la talla mínima de captura y evaluar posibles épocas de veda. Es necesario mejorar el sistema de recopilación de estadísticas pesqueras para poder tener una visión real sobre los volúmenes de producción de la especie y su comportamiento en el tiempo. Se recomienda desarrollar programas de educación ambiental dirigidos a informar al público en general sobre la problemática que enfrenta la especie.

Referencias: [1] Schultz 1944a. [2] Campo 1999. [3] Pérez 1990. [4] Toledo 1989. [5] Novoa 2002. [6] Mojica & Castellanos 2002. [7] Venezuela 1992a. [8] Venezuela 1992b. Autor: Marcos A. Campo Z. Ilustración: Loren Greg

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Bagre paletón del lago de Maracaibo Sorubim cuspicaudus Littmann, Burr & Nass 2000 Osteichthyes Siluriformes Pimelodidae

Vulnerable A1d+2d

Descripción: Es la especie más grande del género que alcanza hasta 1 m de longitud total [1,2,3]. Su coloración es oscura o ligeramente marrón, gris o negra en el dorso, con el vientre blanco o color crema, y una franja negra que recorre la parte media lateral del cuerpo desde los ojos hasta la aleta caudal. La cabeza es plana y ancha, con la mandíbula superior más larga que la parte inferior. Sus ojos están colocados en posición lateral, y son visibles desde el ángulo dorsal y ventralmente. Los adultos migran aguas arriba durante el período seco para reproducirse [2]. Distribución: Especie endémica de Colombia y Venezuela. Su distribución abarca las cuencas de los ríos Magdalena y Sinú en Colombia, y la cuenca del lago de Maracaibo en Venezuela, donde habita principalmente en humedales de la vertiente oeste y suroeste del lago. Se le reporta para las cuencas de los ríos Palmar, Santa Ana, Catatumbo y Escalante, así como en la laguna de Ologá en las ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras. También ha sido registrada en las cuencas de los ríos Machango y San Pedro en la vertiente este del lago de Maracaibo [4,5]. Nombres comunes: Bagre paletón del lago de Maracaibo, Bagre paletón, Paleto, Bagre blanco, Blanquillo, Blanco pobre, Cucharo Transandean shovelnose catfish

Situación Se desconoce su tamaño poblacional actual. Es una especie de importancia comercial y muy apreciada como recurso alimenticio para las pesquerías artesanales [5,6,7]. En los reportes de captura para la especie, los pescadores artesanales la cuentan entre aquéllas que más escasean o que son más difíciles de capturar [5]. Actualmente se desconocen los volúmenes reales de producción por pesquerías, ya que las estadísticas pesqueras oficiales son deficientes, debido a las limitaciones y fallas que presenta el actual sistema de recopilación de datos. En Colombia ha sido clasificada como En Peligro, con fuertes indicios de declinación en capturas y talla en el río Magdalena [3].

Amenazas Es una especie migratoria de gran talla, con importancia comercial y alta demanda entre los pobladores de la región suroeste de la cuenca del lago de Maracaibo. Los pescadores locales manifiestan la reducción de sus capturas debido al incremento del esfuerzo de pesca y a la utilización de artes de pesca no sostenibles, como chinchorros con aberturas de malla inferiores a 3,5 pulgadas entre nudos [5]. En la región de las ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras, se observan modificaciones del sistema hidrográfico por apertura de picas o caños con el fin de desviar los cursos de agua y recuperar tierras para uso agropecuario [5]. Así mismo, la cuenca del lago de Maracaibo, compartida con Colombia, es afectada por el deterioro ambiental de las cuencas alta y media del río Catatumbo, debido a derrames de crudo y a una fuerte deforestación para la extracción de maderas y el establecimiento de actividades agropecuarias en el territorio colombiano [3,7].

Conservación La especie no cuenta con medidas de conservación específicas. A pesar de los grados de explotación pesquera, no existen regulaciones sobre la talla mínima de captura. Gran parte de su distribución se encuentra protegida por el Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel (Catatumbo) y la Reserva de Fauna Silvestre Ciénagas de Juan Manuel, Aguas Blancas y Aguas Negras, siendo permitida su pesca solamente en el área de la reserva, con ciertas regulaciones. Es necesario realizar estudios sobre la biología de la especie y evaluar su condición actual en la cuenca del lago de Maracaibo, principalmente en lo referente al tamaño de sus poblaciones y producción pesquera, para poder regular su talla mínima de captura y evaluar posibles épocas de veda. Es necesario mejorar el sistema de recopilación de estadísticas pesqueras para poder tener una visión real sobre los volúmenes de producción de la especie y su comportamiento en el tiempo.

Referencias: [1] Dahl 1971. [2] Littmann et al. 2000. [3] Mojica et al. 2002. [4] Pérez 1990. [5] Campo 1999. [6] Toledo 1989. [7] Novoa 2002. Autor: Marcos A. Campo Z. Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Bagre doncella Sorubimichthys planiceps Spix & Agassiz 1829 Osteichthyes Siluriformes Pimelodidae

Vulnerable A2d

Descripción: Bagre de gran tamaño que alcanza hasta 150 cm de longitud total. Su cuerpo es alargado, la cabeza deprimida, la boca ancha y con la mandíbula superior proyectada hacia delante. La coloración de esta especie es bastante particular. La mitad superior del cuerpo es de color gris o marrón oscuro con numerosas manchas de color negro intenso. La otra mitad del cuerpo es blanca pero puede presentar una banda de color negro en el dorso, en la región ventral. Las aletas son del mismo color que la parte superior del cuerpo, y mayormente con pintas negras [1]. En estado adulto se alimenta de peces, y en juveniles se ha reportado canibalismo. Los juveniles poseen una forma muy llamativa con una coloración contrastante apenas con algunos puntos, y aletas bastante desarrolladas, por lo que fueron descritos y considerados como la especie Pteroglanis manni, actualmente referido como sinónimo en desuso al igual que Sorubim jandia, Sorubimichthys spatula, Platystoma spatula, Sorubimichthys ortoni, Sorubim pirauaca y Platystoma planiceps (combinación original). Distribución: Se distribuye ampliamente en Colombia y Venezuela, en las cuencas de los ríos Orinoco, Guaviare, Meta, Metica, Guayabero, Putumayo, Caquetá y Amazonas [1]. En Venezuela ha sido señalada específicamente para los ríos Siapa, Caño Casiquiare, Ventuari, Meta, Apure, Sarare, Caparo, Uribante, Arauca, Portuguesa, Caura y el Delta del Orinoco. Su reproducción en los llanos de Apure coincide con el inicio del período de lluvias. Es una especie bentónica, restringida al canal principal en el fondo del cauce de los grandes ríos [2,3,4]. Nombres comunes: Bagre doncella, Doncella, Cabo de hacha, Paletón, Bagre cabo de hacha Firewood catfish, Roundhead shovelnose catfish

Situación La especie se encuentra sobreexplotada en el Orinoco medio y su presencia en los mercados es esporádica y cada vez menor [4]. Adicionalmente, sus desembarques no son oficialmente registrados en el río Orinoco, y cuando lo son, tal como ocurre en Apure, se usan los distintos nombres comunes de la especie. En el Apure ocupa la posición número 30 de las 43 especies comercializadas, con un aporte de apenas 0,0058% de la cosecha anual. Según estadísticas de INAPESCA, la producción nacional disminuyó 67% entre los años 2000 y 2002. En el período 1993-1998, los desembarques de la especie aumentaron hasta un máximo de 160 toneladas registradas en 1995, y se redujeron a menos de la mitad en el siguiente año. Desde 1979 la abundancia de esta especie ha disminuido notablemente en el Orinoco medio, posiblemente atribuido al aumento de la presión pesquera. De 2000 a 2002 la producción nacional ha bajado de 207.060 a 70.166 kg/año [4]. En relación con la pesca continental, esta especie representa en promedio 0,2% según datos del período 1993-1998 [4].También en Colombia la especie es clasificada como Vulnerable [6].

Amenazas La causa principal del decrecimiento de sus poblaciones son las pesquerías no controladas. Es frecuente el incumplimiento de la normativa legal vigente, y desafortunadamente la especie aparece en los mercados de venta por debajo de la talla mínima permitida. En el Orinoco medio, donde se le reporta sobreexplotada, los grados de abundancia relativa han disminuido notablemente como consecuencia del incremento de la presión de pesca. En la cuenca del Apure, alrededor del 67% de las capturas corresponden a individuos juveniles y 86% a tallas no permitidas.

Conservación No existen muchas restricciones a la pesca comercial, excepto las normativas legales genéricas establecidas en las resoluciones ministeriales. Sus pesquerías están reguladas mediante la Resolución N° 002 (G.O. 37.472 del 26/06/02), en la cual se reglamenta la pesca en el río Orinoco y sus afluentes ubicados en los estados Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Guárico, Monagas y Delta Amacuro; y la Resolución N° 003 (G.O. 37.472 del 26/06/02), donde además de regularse la pesca comercial en los ríos y cuerpos de agua ubicados en los estados Apure, Barinas, Cojedes, Portuguesa y Táchira, se establece que la talla mínima de captura para esta especie debe ser superior a 95 cm de longitud estándar desde la punta de la cabeza hasta la base de la cola [4,5]. Se recomienda a las autoridades vigilar por el cumplimiento estricto de la normativa legal vigente, además de establecer una veda temporal durante dos años consecutivos, de manera que se permita la recuperación de las poblaciones. Es importante emprender estudios sobre la biología y ecología básica de la especie, así como la evaluación del estado actual de sus poblaciones.

Referencias: [1] Burguess 1989. [2] Román 1992. [3] Barbarino & Taphorn 1995. [4] Novoa 2002. [5] INAPESCA 2002. [6] Mojica et al. 2002. Autores: Aniello Barbarino, Daniel Novoa (†), Carlos A. Lasso, Otto Castillo Ilustración: Loren Greg

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Bagrecito sanguijuela de Yaracuy Trichomycterus arleoi Fernández-Yépez 1972 Osteichthyes Siluriformes Trichomycteridae

Vulnerable A2ce; B1ab(iii)

Descripción: Bagrecito de tamaño muy pequeño cuya talla usualmente oscila entre 4 y 7 cm de longitud estándar. Su cuerpo es alargado y cilíndrico, con la cabeza muy pequeña y los ojos diminutos. Todo el cuerpo es de color amarillento hasta mostaza pálido, y presenta manchas oscuras irregulares que a menudo se concentran y conforman dos bandas laterales desde la cabeza hasta la aleta dorsal. Estas manchas son más pequeñas y se encuentran dispersas entre las aletas dorsal y caudal. El abdomen es muy claro o translúcido, dejando ver los órganos internos. La aleta dorsal está insertada muy posteriormente en el cuerpo, por encima de las aletas pélvicas, y es del color del cuerpo con algunas manchas, mientras que las ventrales, en el caso de la aleta dorsal, son de bordes claros tal como las aletas pélvicas y ventrales. Tienen dos parches de ganchos a los lados de la cabeza, abajo y detrás del nivel del ojo, y barbillas cortas y claras que salen de las narinas [1]. Distribución: Especie endémica para las cuencas de Aroa, Yaracuy y Urama. Sólo es conocida en arroyos de montaña, usualmente por encima de 500 msnm, siendo escasa en el piedemonte y ausente en las planicies y desembocaduras. Originalmente fue descrita con base en 59 ejemplares procedentes del río Canoabo, afluente del río Urama, estado Carabobo; y se indicaba su presencia en todos los ríos de la cuenca del Caribe, comprendidos entre las subcuencas del río Yaracuy (estado Yaracuy) y el río Patanemo (estado Carabobo) [1]. Actualmente es probable su distribución en la cuenca del río Urama, donde tal vez exista una población diferente, lo que también podría ocurrir en otras pequeñas cuencas vecinas, con especies similares. Una especie parecida se registra en la cuenca del río Tocuyo. Según los registros actualizados, Trichomycterus arleoi ha sido observada en todos los ríos de montaña y sectores de piedemonte, siendo muy abundante en algunos casos como en el río Tupe. Vive en las riberas o sectores someros de los ríos, con poca o nula velocidad de las aguas y asociado principalmente a sustratos de hojas y otros restos vegetales, aunque también se refugia en pequeñas piedras y hendiduras del sustrato [1,2,3]. Nombres comunes: Bagrecito sanguijuela de Yaracuy, Bagrecito moteado del Aroa, Bagre moteado de Yaracuy Yaracuy marbled catfish, Aroa marbled catfish

Situación Inicialmente esta especie fue considerada en situación de Preocupación Menor, debido a que en evaluaciones recientes, donde se dispuso de registros actualizados para las cuencas altas, se reconoce que tiene una distribución extendida y una abundancia elevada [2,4]. Sin embargo, su distribución continúa localizada en los sectores de piedemonte y montaña en las cuencas de los ríos Aroa, Yaracuy y Urama, cuyos drenajes presentan intervención creciente, por lo que es pertinente considerarla como Vulnerable. Se ha constatado que en algunos ambientes donde ocurre puede ser numerosa y hasta dominante, estimándose que podría ser tolerante frente a la pérdida de heterogeneidad del hábitat [3]. Ha sido registrada en ríos muy intervenidos, así como en los cauces dragados de los ríos Tupe (Aroa) y Urachiche (Yaracuy).

Amenazas Su principal amenaza está relacionada con la degradación del hábitat. En el caso muy particular de esta especie se reconoce su tolerancia y flexibilidad de adaptación a ambientes intervenidos (p. e.j. homogeneización del sustrato), como también es sabido que en ciertas circunstancias ha desaparecido, tal es la situación de los afluentes del río Aroa, donde no se reportó la especie en muestreos posteriores a la realización de dragados, pero en muchos casos colonizó nuevamente los tramos intervenidos. Otra amenaza es la sedimentación y colmatación de los cauces, donde disminuye notablemente la granulometría y aumenta la velocidad del agua, con lo cual se elimina gran parte de su hábitat. Adicionalmente, en la cuenca del río Aroa se han introducido cuatro especies de peces procedentes de otras cuencas del país (especies transferidas), cuyo efecto sobre la ictiofauna regional aún no ha sido evaluado. Se estima que en el futuro las poblaciones de la especie en las tierras elevadas puedan estar fragmentadas e inclusive eliminadas, como resultado de las intervenciones humanas.

Conservación Los límites inferiores de las áreas protegidas (Parque Nacional Yurubí, Monumento Natural María Lionza, y los parques recreacionales Leonor Bernabó y Minas de Aroa) incluyen los límites de distribución para la especie. Algunas vertientes de las cuencas altas se encuentran en relativa protección de sus afluentes, pero en otras existe una erosión y sedimentación considerables. Se recomienda la protección integral de los sectores altos de la cuenca del río Yaracuy, lo cual sería beneficioso para ésta y otras especies de la región. De igual manera, es importante evaluar las amenazas presentes y potenciales que enfrenta la especie. Es necesario revisar la taxonomía de las poblaciones reconocidas como Trichomycterus arleoi en las cuencas de Aroa, Yaracuy y Urama. Referencias: [1] Fernández-Yépez 1972. [2] Rodríguez-Olarte & Taphorn 2007. [3] Rodríguez-Olarte et al. 2006a. [4] Rodríguez-Olarte et al. 2006b. Autores: Douglas Rodríguez-Olarte, Donald C. Taphorn Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Laucha del Chama y Mocotíes Trichomycterus emanueli Schultz 1944 Osteichthyes Siluriformes Trichomycteridae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Bagrecito de tamaño mediano que mide desde 18 hasta 20 cm de longitud estándar máxima. De aspecto similar a otras especies del género Trichomycterus, posee un cuerpo alargado y desnudo, y la cabeza aplastada con ojos diminutos. Todas las aletas carecen de espinas, siendo la aleta dorsal corta, redondeada y baja, y situada muy posteriormente, más cerca de la aleta caudal que del hocico. El color del cuerpo es pardo claro, con bandas oscuras en la región dorsal y en la parte latero-medial. En los flancos posee una banda lateral oscura bien definida. Presenta actividad nocturna, y generalmente se encuentra asociada a aguas corrientes, tanto de ríos como de quebradas, y prefiere las caídas donde el agua es muy oxigenada y está protegida por vegetación. Son carnívoros, con preferencia por los invertebrados acuáticos [1,2]. Distribución: Especie endémica de los Andes venezolanos restringida a la cuenca de los ríos Chama y Mocotíes, en el estado Mérida, entre 500 y 800 m de altura. Registros específicos la ubican en las quebradas de Las González y San Felipe en el río Chama a la altura de Los Araques y de Estanques, y en el sector de El Totumal en el río Mocotíes. Posiblemente esta especie sea la más grande del género en la cuenca del río Chama, siendo las hembras de mayor talla que los machos [1,2]. Nombres comunes: Laucha del Chama y Mocotíes, Babosa Chama and Mocoties marbled catfish

Situación Actualmente no se conocen estimados poblacionales para la especie. En las colectas realizadas se le reporta como una especie rara, de muy baja frecuencia y abundancia. Su presencia en la cuenca media del río Chama y en la parte media de la cuenca del río Mocotíes, indica una distribución muy restringida. Su distribución muy localizada, la intervención acelerada de su hábitat y la baja densidad poblacional determinan su clasificación en la categoría En Peligro.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la destrucción y el deterioro de sus hábitats por actividades agrícolas y urbanas, que afectan tanto a los ambientes acuáticos como a los bosques y a toda la vegetación que los rodea, y que se encuentra muy intervenida en ciertas áreas. Se ha reportado una rápida destrucción de zonas de vegetación alta para su incorporación al urbanismo. Adicionalmente, las quebradas y ríos pequeños de la cuenca del río Chama tienen un comportamiento torrencial, es decir, con crecidas repentinas de alto arrastre de sedimentos, piedras y troncos. El tamaño pequeño y la baja densidad de Trichomycterus emanueli limitan su importancia económica. Sin embargo, se tiene información precisa que indica que es capturada durante la noche por los pobladores locales, quienes alaban la calidad de su carne. Sin embargo, no se poseen datos precisos de esta actividad pesquera sobre las poblaciones de la especie.

Conservación No cuenta con medidas especificas de protección, aunque parte de su distribución se encuentra en el Parque Nacional Sierra Nevada. Al igual que para las otras dos especies amenazadas de este género, es prioritario aclarar su identidad taxonómica con el objeto de precisar distribución geográfica. Se sugiere realizar estudios sobre su biología y ecología con el fin de estimar sus tamaños poblaciones y su verdadero estatus de conservación. Se recomienda a las autoridades vigilar que al menos se mantengan libres de contaminación ciertos sectores medios y altos de la cuenca.

Referencias: [1] Nebiolo 1982a. [2] Schultz 1944a. Autores: Jaime E. Péfaur, Alma R. Ulloa Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Laucha de Mérida Trichomycterus meridae Regan 1903 Osteichthyes Siluriformes Trichomycteridae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Bagrecito tricomictérido de tamaño mediano que mide hasta 15 cm de longitud estándar. El cuerpo es alargado, la cabeza deprimida, los ojos pequeños, la aleta caudal redondeada y ubicada en posición posterior, y las aletas sin espinas. La coloración del cuerpo es gris verdoso claro, moteado con puntos grises oscuros difusos que no tienen una distribución definida, a excepción de la parte dorsal donde se encuentra una secuencia de puntos que forman una línea desde la parte posterior de la cabeza hasta el origen de la aleta dorsal. El vientre es claro y de color crema, y está bien delimitado en su coloración a partir de la región media de los flancos. Puede ser confundida con el resto de las especies del género que se distribuyen en los Andes, de las cuales se diferencia por su aleta caudal redondeada y su particular pigmentación. Es de hábitos carnívoros y carroñeros [1]. Distribución: Se trata de una especie endémica de la región andina de Venezuela, que habita en la cuenca del río Chama, especialmente en el río Albarregas y en las quebradas que bajan desde la sierra de La Culata y de la Sierra Nevada (quebrada de San Jacinto), estado Mérida. Su distribución altitudinal se localiza entre 1.400 y 3.500 m de altitud. Vive escondida entre las piedras de las quebradas y entre la vegetación de la orilla, generalmente en aguas sombreadas por vegetación alta [1]. Nombres comunes: Laucha de Mérida, Bagrecito Merida marbled catfish

Situación Se tiene escaso conocimiento sobre la biología de la especie [1]. Aunque no se conocen estimados de sus poblaciones, las observaciones de campo indican tamaños poblacionales muy bajos, y su distribución se circunscribe a algunos puntos muy restringidos de la cuenca del río Chama. En las partes más altas de su distribución la especie es depredada por la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) [2]. Dada su distribución restringida, pequeño tamaño poblacional y amenazas presentes y futuras en toda su área de distribución, califica como Vulnerable de extinción.

Amenazas Una de las amenazas que enfrenta la especie es la introducción de la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss), especie carnívora que probablemente ha causado la declinación o extinción tanto de la laucha de Mérida como de otras especies, entre ellas el babosito Cetopsis motatanensis. También se encuentra amenazada por los impactos antrópicos en la región, ya que la calidad de las aguas y suelos altoandinos está siendo afectada constantemente por pesticidas y fertilizantes utilizados en las labores agrícolas y pecuarias. Los habitantes de las riberas del río Chama pescan a la especie con anzuelos para consumo familiar, siendo esta carne muy apreciada por su suavidad y gusto.

Conservación No existen regulaciones específicas para la especie. Al igual que otros tricomictéridos y astroblépidos, es probable que algunas poblaciones estén protegidas dentro de los parques nacionales Sierra Nevada, Páramos El Batallón y La Negra, en los estados Mérida y Táchira. Se sugiere realizar estudios sobre su biología y ecología, a fin de estimar sus tamaños poblaciones y precisar su estatus. Es necesario mantener al menos ciertos sectores medios y altos de la cuenca libres de contaminación.

Referencias: [1] Nebiolo 1982a. [2] Péfaur & Sierra 1998. Autores: Jaime E. Péfaur, Alma R. Ulloa Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Bagre de Chacaíto Trichomycterus mondolfi Schultz 1945 Osteichthyes Siluriformes Trichomycteridae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Pequeño bagre tricomictérido que puede alcanzar 7 cm de longitud estándar y un peso de 3 gr. El cuerpo es subcilíndrico y alargado. La piel es desnuda, la cabeza deprimida y los ojos diminutos. La coloración general del cuerpo es pardo-amarillenta, con una banda lateral con muchas manchas oscuras; por encima de esta banda las manchas son menos definidas e irregulares. Se distingue por la ausencia de la aleta adiposa y por la inserción posterior de la aleta dorsal. Su principal depredador en la cuenca es la anguila Synbranchus marmoratus [1,2]. Se le considera muy resistente a las condiciones adversas del medio. Distribución: Especie endémica de la cuenca del río Tuy, presente tanto en la subcuenca del Guaire como en otras subcuencas del río Tuy. Originalmente se le consideraba restringida a la vertiente sur del Parque Nacional El Ávila, en las quebradas Chacaíto (Caracas), Pasaquire (vertiente sur del Parque Nacional El Ávila, en Caracas, entre 1.000 y 1.050 m de altitud), así como en otras quebradas del Parque Nacional El Ávila (Galindo, Tócome, Tenería, Sebucán) y otras subcuencas del río Guaire (Baruta y El Hatillo), de donde en la actualidad se le reporta extinta. Recientemente se identificó que la especie presenta una distribución más amplia de lo que se suponía, y fue reportada para otras áreas de la cuenca del Tuy, incluyendo río Chuspita, quebrada La Culebra y otras quebradas pequeñas del Parque Nacional Guatopo, quebrada Cagüita–Sistema río Mesia; en la cuenca del río Capaya (río Salmerón) y cuenca del río San Miguel (vertiente Caribe). Es una especie restringida a las cabeceras y partes altas de las quebradas y ríos, adaptada a vivir en aguas torrentosas, frías (15-22°C), de pH básico (8,5-9,1), cristalinas y muy oxigenadas, generalmente enterrada en la arena o debajo de las rocas, piedras y troncos de árboles sumergidos en las quebradas [1,2]. Nombres comunes: Bagre de Chacaíto, Bagrecito del Ávila Chacaito marbled catfish, Chacaito catfish

Situación Originalmente en las primeras ediciones del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, esta especie fue considerada En Peligro Crítico, en virtud de su extinción de su localidad tipo (quebrada Chacaíto), otras quebradas del Parque Nacional El Ávila (Galindo, Tócome, Tenería, Sebucán) y de la subcuenca del río Guaire (Baruta, El Hatillo, Tusmare y La Guairita) [1,3]. En 1993, en la quebrada Pasaquire, se observaron 11 individuos en una sección de 500 m de longitud del cauce [2]. Sin embargo, recientemente en un estudio extensivo para determinar la distribución actual y el estatus de las poblaciones existentes, se pudo constatar la presencia de esta especie en un área mucho más amplia que la original, en otras subcuencas del Tuy no impactadas y con poblaciones relativamente estables, razón por la cual se le clasifica en la categoría Vulnerable [3]. No obstante su reclasificación, continúa siendo una especie rara y poco abundante.

Amenazas Las principales amenazas están relacionadas con la intervención antrópica de la cuenca del río Guaire, especialmente por contaminación de las aguas. Su desaparición de las quebradas del Parque Nacional El Ávila está probablemente asociada con la extracción de agua para uso doméstico de la ciudad de Caracas, y el uso intensivo de estos cursos de agua como balnearios. Aunque todavía falta por precisar el área de distribución de esta especie, es evidente que la modificación del cauce (embaulamiento) de la quebrada Pasaquire a su paso por Caracas, así como la contaminación del río Guaire, actúan como una barrera infranqueable para la dispersión de la especie. Adicionalmente la quebrada Pasaquire tiene muy poco caudal y su longitud (6,2 km) y área de drenaje (93,6 ha) son muy pequeñas, por lo que cualquier alteración de la microcuenca tendría efectos prácticamente irreversibles. En las restantes subcuencas del río Tuy, las principales amenazas actuales o potenciales son la contaminación doméstica, industrial y por agroquímicos.

Conservación Los parques nacionales El Ávila y Guatopo garantizan en cierta medida la protección de la especie, y es probable que esté presente en otras áreas protegidas. Se recomienda mejorar el conocimiento de su área de distribución, así como continuar la evaluación del estado actual de las poblaciones remanentes. Se requiere también mayor vigilancia y control por parte de Inparques, con el objeto de garantizar el caudal adecuado para la supervivencia de la especie en la quebrada Pasaquire. Otra medida a evaluar sería la extracción de una parte de las poblaciones actuales y su reintroducción en otras quebradas de la cuenca del Guaire, aquellas de donde ha desaparecido y que mantienen parte de sus condiciones ambientales originales.

Referencias: [1] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [2] Ponte & Lasso-Alcalá 1997. [3] Lasso & Rojas 2005. Autores: Carlos A. Lasso, Oscar M. Lasso-Alcalá, Juan C. Rodríguez, Carlos DoNascimiento Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Laucha del Motatán Trichomycterus motatanensis

Schultz 1944

Osteichthyes Siluriformes Trichomycteridae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Bagrecito tricomictérido de tamaño pequeño con alrededor de 10 cm de longitud estándar. Su cuerpo es alargado, la cabeza deprimida y pequeña, y los ojos pequeños. Pedúnculo caudal comprimido y alto. Barbillas maxilares en el ángulo de la boca, y una nasal sobre el borde posterior de las narinas anteriores. Presenta aletas sin espinas, siendo la aleta dorsal corta, baja y situada más cerca del pedúnculo caudal que de la cabeza y del borde superior redondeado, mientras que la aleta caudal posee un borde recto o algo redondeado. El cuerpo es de color grisáceo, pardo claro, con tres bandas oscuras en los costados. Por encima y por debajo de la línea oscura, sobre la línea lateral hay bandas claras. La aleta caudal no posee bandas oscuras verticales. Es de hábitos nocturnos y se alimenta de carroña, especialmente de otros peces. Originalmente era tratada como la subespecie Trichomycterus emanueli motatanensis [1]. Distribución: Especie endémica del sistema del río Motatán. Es conocida solamente en la cuenca del río Motatán, estado Trujillo, entre 150 y 700 m de altitud. Existen registros en el propio río Motatán y en varios afluentes como el río San Juan (150 m), La Puerta (700 m), río Mombay, Las Palmeras (650 m), Miraflores y Quebrada de Cuevas (800 m) [1]. Habita en aguas corrientes de ríos y quebradas, generalmente bajo piedras grandes, o bien en sectores protegidos del sol por la vegetación [1]. Nombres comunes: Laucha del Motatán, Laucha, Babosa, Laucha trujillana Motatan marbled catfish

Situación Aunque no se conocen estimaciones precisas sobre sus tamaños poblacionales, con base en las colecciones y observaciones de campo se considera que su abundancia poblacional es muy baja, lo cual sumado a su distribución geográfica, muy restringida y con serias amenazas, son razones para considerar a Trichomycterus motatanensis En Peligro.

Amenazas Las principales amenazas que afectan a esta especie son el deterioro de sus ambientes acuáticos y la introducción de especies exóticas. En la región se practica una agricultura con uso excesivo de biocidas y fertilizantes, que al drenar a las corrientes modifican las condiciones químicas y contaminan las aguas. Por otra parte, en la zona baja de la cuenca se ha construido la Represa de Monay, que ha modificado el flujo y las condiciones fisicoquímicas de las aguas antes de alcanzar el lago de Maracaibo. Adicionalmente, en los ríos y quebradas de la parte alta de la cuenca se ha introducido la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss), depredadora de larvas y alevines de Trichomycterus motatanensis y de otras especies [2]. Dado su pequeño tamaño y su baja abundancia, esta especie no posee interés comercial, sin embargo, es ocasionalmente consumida por los pobladores locales.

Conservación No es objeto de medida de conservación alguna. Es necesario realizar estudios para evaluar en detalle la distribución actual de la especie y estimar su densidad poblacional. Se recomienda a las autoridades proteger al menos secciones de las partes media y alta de la cuenca con el objeto de garantizar la supervivencia de ésta y otras especies. Se recomienda controlar y restringir el uso de biocidas en la región.

Referencias: [1] Schultz 1944a. [2] Péfaur & Sierra 1998. Autor: Jaime E. Péfaur Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Bagrecito ciego cavernícola de Perijá Trichomycterus spelaeus

DoNascimiento, Villareal & Provenzano 2001

Osteichthyes Siluriformes Trichomycteridae

Vulnerable D2

Descripción: Pequeño bagre de talla menor a 5,5 cm de longitud estándar. Su cuerpo totalmente despigmentado, de apariencia amarilla clara o crema y sin cromatóforos, así como su ausencia total de ojos, evidencian sus hábitos cavernícolas y su adaptación extrema a estos ambientes hipogeos. Posee un cuerpo alargado, más alto que ancho en la región del tronco, su anchura es aproximadamente 4/5 del alto del cuerpo, a nivel del borde posterior de la aleta pectoral y se comprime gradualmente hacia la base de la aleta caudal. El cuerpo es totalmente desprovisto de escamas o placas óseas, y con pliegues cutáneos bien definidos a los lados del cuerpo, dispuestos verticalmente, formando anillos a lo largo de toda la región del tronco. Las aletas poseen la misma coloración del cuerpo, la cual se atenúa hacia el borde distal de las mismas, donde son translúcidas. Boca inferior y barbillas extremadamente alargadas [1]. Distribución: Especie endémica de los acuíferos subterráneos de la cuenca del río Guasare (estado Zulia) en aguas dulces y ambientes hipogeos desprovistos de luz. Hasta ahora únicamente ha sido localizada en la corriente interna de la cueva Punto Fijo (590 m), que se abre en calizas del Cretáceo de la Formación Apón, al norte de la sierra de Perijá, en la margen izquierda del río Guasare, cerca del límite fronterizo entre Venezuela y Colombia. Se ha reportado sin confirmación, que los bagres tricomictéridos, encontrados en una pequeña cavidad denominada cueva Punto Fijo 2 (ubicada a 400 m al norte de la cueva Punto Fijo) y en una surgencia que emerge a 50 m de la cueva Punto Fijo, pertenecen a Trichomycterus spelaeus [1,2,3]. Nombres comunes: Bagrecito ciego cavernícola de Perijá Bagre anoftalmo de la cueva Punto Fijo, Bagre cavernícola Perija anophtalmic catfish

Situación Se trata de una especie con distribución restringida, poblaciones relativamente pequeñas y conocida de una sola localidad. Aunque no se ha estimado el tamaño poblacional de la especie, es probable que sus poblaciones se encuentren en condición estable. Esto se presume por cuanto una metapoblación podría ocupar los acuíferos subterráneos del sistema Guasare-Socuy, que en sus niveles más profundos mantienen interconexión física aún en el máximo de la estación de sequía, con lo que la metapoblación podría alcanzar varios miles de ejemplares, si se considera que podría encontrarse en todo el sistema estigal del Guasare. Trichomycterus spelaeus comparte una porción de su área de distribución con otras especies troglobias amenazadas como el loricárido Ancistrus galani, el opilión Trinella troglobia y el cangrejo pseudotelfúsido Chaceus caecus, así como una especie no descrita del género Rhamdia [1,2,3].

Amenazas La amenaza futura e inmediata que enfrenta el ecosistema donde habita Trichomycterus spelaeus, es la causada por la contaminación de los acuíferos subterráneos por pesticidas y/o residuos solubles del lavado de carbón, en minas proyectadas en una extensa zona dentro de la cuenca del Guasare. Así mismo, también constituye una amenaza el posible deterioro del karst por destrucción directa para la extracción de roca caliza [2].

Conservación No está protegida ni directa ni indirectamente. Se recomienda extender el Parque Nacional Sierra de Perijá en su porción norte para cubrir las regiones donde habita Trichomycterus spelaeus y otras especies cavernícolas amenazadas. Es indispensable paralizar los planes de explotación carbonífera en la cuenca media de los ríos Guasare y Socuy [4].

Referencias: [1] DoNascimiento et al. 2002. [2] Viloria 2001. [3] Rodríguez & Bosque 1990. [4] Viloria & Portillo 1999. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Pez anual de La Guajira Austrofundulus guajira Hrbek, Taphorn & Thomerson 2004 Osteichthyes Cyprinodontiformes Rivulidae

En Peligro B2ac(iii)

Descripción: Pez de tamaño pequeño que normalmente no supera los 10 cm de longitud total. Es robusto pero algo comprimido en la parte posterior del cuerpo. Se distingue de otras especies del género Austrofundulus por el patrón de coloración en los machos, de cuerpo gris-azul con la aleta caudal azul a verde y en algunos casos con una banda subterminal de color rojo brillante. Aunque presenta dimorfismo sexual acentuado en el color y en la forma de las aletas, el macho y la hembra son del mismo tamaño. Se trata de una especie anual que sobrevive en ambientes fluctuantes (charcos estacionales de lluvia) mediante adaptaciones especiales entre las cuales se incluye un embrión que puede sobrevivir el período seco en un estado de animación suspendida dentro del sustrato del fondo; al llover, los embriones nacen y crecen rápidamente comiendo larvas de insectos y otros invertebrados acuáticos para madurar sexualmente en aproximadamente un mes. Hay una competencia feroz entre los machos durante el período reproductivo, que los ha llevado a exhibir colores brillantes y a desarrollar un cortejo sexual complejo, para culminar depositando sus huevos uno por uno en el sustrato después del baile nupcial [1,2]. Distribución: Especie endémica de Colombia y Venezuela. En Venezuela únicamente se le conoce de una pequeña región al este del pueblo de Paraguaipoa en la península de La Guajira, estado Zulia, en el extremo noroccidental del país. También existe en la península de La Guajira en Colombia. Antes del año 2004, las referencias en la literatura sobre esta especie la clasifican como Austrofundulus limnaeus, una de las especies comunes en el resto de la cuenca del lago de Maracaibo. Vive en pozos de lluvia aislados en pleno desierto, y solamente de cuatro a cinco meses mientras dura el agua en el charco [1,2]. Nombres comunes: Pez anual de La Guajira, Pez anual de Paraguaipoa, Austrofundulus de La Guajira, Pez anual Guajira annual killifish, Guajira austrofundulus, Killy

Situación La distribución de esta especie anual es muy restringida y se desconoce el tamaño de sus poblaciones silvestres. La zona donde vive es un desierto con pocos usos para la agricultura, pero bajo presión fuerte por la cría de ganado caprino y equino. Adicionalmente, se conoce sobre proyectos de desarrollo en la zona que aumentarían significativamente las amenazas en el futuro cercano. Sus adaptaciones como especie anual le permiten sobrevivir en medio de una zona extremadamente árida, en ambientes fragmentados, fluctuantes, extremos e inhóspitos para otros peces [1].

Amenazas Aunque la baja Guajira es calificada como de escaso potencial agrícola, es utilizada extensivamente para la cría de ganado caprino y equino (ovejas, chivos, cabras y caballos), los que han transformado irreversiblemente el paisaje guajiro y han desplazado a los herbívoros nativos (venados, dantas, entre otros). Adicionalmente, para elevar el potencial agrícola de la zona, se ha propuesto el desarrollo de la agricultura mecanizada y de proyectos de riego que podrían alterar seriamente el balance hídrico y la red fluvial local, afectando la distribución natural de charcos efímeros de lluvia que conforman el hábitat de esta especie anual. Así mismo, actualmente se contempla represar el río Guasare para regar esta región, proyecto que podría tener consecuencias alarmantes para la sobrevivencia de Austrofundulus guajira. No se conoce si esta especie es criada en cautividad, aunque debido a su atractivo podría tener un potencial valor como pez ornamental, limitado por las condiciones especiales para el mantenimiento en cautiverio que requieren las especies de esta familia.

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Se recomienda documentar su extensión geográfica precisa a través de la colecta científica. Dada la fascinación que demuestran los acuaristas por las distintas especies del género Austrofundulus, algunos con una importante demanda debido al valor ornamental que representan, sería fundamental evaluar esta potencial amenaza sobre las poblaciones silvestres de Austrofundulus guajira. Así mismo, se sugiere garantizar la conservación de la mayor cantidad de poblaciones en cuerpos de agua definidos previamente. La reintroducción en otros cuerpos de agua de la región con condiciones ecológicas similares, sería una alternativa viable. Es importante entrar en contacto con los organismos responsables del desarrollo de represas y de la actividad agrícola para la zona, con el fin de que se tomen en cuenta las alternativas para evitar la extinción de esta especie. Referencias: [1] Taphorn & Thomerson 1978. [2] Hrbek et al. 2005. Autores: Donald C. Taphorn, Douglas Rodríguez-Olarte Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Pez anual de Tucacas Austrofundulus leohoignei Hrbek, Taphorn & Thomerson 2004 Osteichthyes Cyprinodontiformes Rivulidae

En Peligro B2ab(iii)

Descripción: Pez pequeño de cuerpo robusto, algo comprimido en la parte posterior. El macho y la hembra son del mismo tamaño, con un promedio de alrededor de 4 cm de longitud estándar, aunque puede alcanzar unos 10 cm en cautiverio. La especie presenta fuerte dimorfismo sexual cromático y en la forma de las aletas. El macho tiene la aleta caudal redondeada pero en muchos ejemplares los radios superiores e inferiores de la cola se extienden formando una lira. Tiene entre 16 y 18 radios en la aleta anal y entre 30 y 33 escamas perforadas en la línea lateral. Se distingue de otras especies del género Austrofundulus por el patrón de coloración en los machos, que consiste en el cuerpo de color gris-azul con manchas marrones-rojizas oscuras en los costados y una aleta caudal azul a verde, que en ocasiones forma una banda subterminal de color rojo brillante [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela que se conoce solamente de una pequeña región cerca del pueblo de Sarare en el estado Falcón, adyacente al Refugio de Fauna de Cuare, al noroeste de Tucacas, entre las bocas de los ríos Tocuyo y Aroa, siendo la única especie de rivúlido anual en la cuenca [1]. Ha sido registrada en charcas estacionales dentro de potreros y bosques intervenidos. Antes del año 2004, referencias en la literatura la clasifican como Austrofundulus limnaeus, una especie que ahora se limita a la cuenca del lago de Maracaibo. Su biología y aspectos básicos son similares a los descritos para Austrofundulus guajira, siendo una especie anual que sobrevive en ambientes fluctuantes, mediante adaptaciones especiales [1,2]. Nombres comunes: Pez anual de Tucacas, Austrofundulus de Tucacas Tucacas annual killifish, Tucacas austrofundulus, Killy

Situación Especie de distribución muy restringida. Se desconoce su estado de conservación y el tamaño de las poblaciones existentes. Considerada como muy escasa, es posible que la distribución y abundancia de la especie esté subestimada debido a la temporalidad para su captura y el acceso a las áreas inundadas. Su condición de especie anual le permite sobrevivir en medio de una zona en extremo árida, en ambientes fragmentados, fluctuantes, extremos e inhóspitos para otro tipo de peces. Es especialmente susceptible a alteraciones ambientales que cambien el régimen hídrico, tales como proyectos de drenaje o riego [1]. Su distribución limitada determina que califique como especie Vulnerable, pero dado que las amenazas sobre la especie son fuertes, y se infiere un impacto considerable en sus tamaños poblacionales y extensión de ocurrencia, se considera oportuno clasificarla En Peligro, y se recomienda realizar investigaciones que precisen su situación. En otros estudios se le ha reportado como la especie más amenazada de la cuenca del Aroa y Tocuyo, y se le clasifica como En Peligro Crítico, categoría que se basa en su área de distribución restringida, además de su carácter endémico. En muestreos realizados durante 2006 la especie no fue registrada [3].

Amenazas Su zona de vida ya ha sido alterada por diferentes usos humanos, especialmente por deforestación, y aunque se trata de un semidesierto con escaso potencial para la agricultura, se practica la cría de chivos, la ganadería extensiva y la agricultura mecanizada en algunas regiones. Este tipo de agricultura y proyectos de riego son especialmente preocupantes porque podrían alterar el balance hídrico y la red fluvial local, afectando la distribución natural de los charcos efímeros de lluvia que constituyen el hábitat de esta especie anual. De igual manera, la expansión urbana es muy elevada en el área de distribución de la especie, pues está asociada a importantes rutas y centros turísticos regionales (Chichiriviche, Morrocoy). No se prevé que estas perturbaciones disminuyan en el tiempo, por el contrario, se encuentran en una etapa de expansión acelerada. Se desconoce si esta especie es criada en cautividad, aunque debido a su atractivo podría tener un potencial valor como pez ornamental [3].

Conservación No se ha tomado medida alguna para la conservación de la especie. Se propone investigar su probable presencia en el Refugio de Fauna de Cuare. Otras medidas de conservación propuestas son similares a las expuestas para Austrofundulus guajira: mayores estudios de su situación poblacional, documentación de su extensión geográfica, garantizar la conservación de la mayor cantidad de poblaciones en cuerpos de agua definidos previamente y evaluar su potencial reintroducción en otros cuerpos de agua de la región con condiciones ecológicas similares, entre otras.

Referencias: [1] Taphorn & Thomerson 1978. [2] Hrbek et al. 2005. [3] Rodríguez Olarte & Taphorn 2007. Autores: Donald C. Taphorn, Douglas Rodríguez-Olarte Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Rachovia de La Guajira Rachovia brevis Regan 1912 Osteichthyes Cyprinodontiformes Rivulidae

En Peligro B2ab(iii)

Descripción: Pez de tamaño pequeño que normalmente alcanza un promedio de 2 a 3 cm de longitud estándar, y no supera los 6 cm. Presenta un importante dimorfismo sexual en el color y en la forma de las aletas, siendo el macho más grande (5,1 cm de longitud estándar máxima) que la hembra (3,2 cm de longitud estándar máxima), además de mostrar colores más brillantes en el cuerpo y en las aletas, que también son más grandes. Es robusto, aunque algo comprimido en la parte posterior del cuerpo. El macho tiene la aleta caudal más bien cuadrada y con extensiones en los radios. Se distingue de otras especies de peces anuales por el patrón cromático de los machos, cuyo color azulado, sobrio y acentuado, posee como característica particular en muchos individuos, la presencia de una mancha negra en la aleta dorsal que contiene unos puntos blancos más pequeños. Su biología es similar a la de otros peces anuales, adaptada a charcos de lluvia temporales. Por adaptación sobrevive en estado embrionario enterrado en el sustrato durante el período seco. Al volver las primeras lluvias, emerge y comienza a crecer rápidamente. Puede alcanzar la madurez sexual en poco más de un mes y sigue reproduciéndose durante un período de cuatro a cinco meses, hasta que las lluvias cesan y los charcos se secan. Los padres realizan un cortejo nupcial complejo, para luego enterrar sus huevos en el fango o sustrato del charco [1,2]. Distribución: Especie endémica de la península de La Guajira, en Colombia y Venezuela. En Colombia se distribuye en gran parte de la cuenca baja del río Magdalena. En Venezuela se le conoce solamente de una pequeña región cerca de la frontera con Colombia al noroeste de Maracaibo, asociada a pequeños pozos anuales de lluvia, ambientes lénticos y someros, con vegetación acuática tupida en las márgenes [1,2]. Nombres comunes: Rachovia de La Guajira Guajira rachovia, Guajira annual killifish, Killy

Situación En Venezuela su distribución conocida es muy restringida. Se desconoce su estado de conservación y el tamaño de las poblaciones existentes, pero se estima que es muy escasa. La zona donde vive ya ha sido alterada para diferentes usos humanos, especialmente por deforestación. Aunque se trata de una región desértica con escaso potencial para la agricultura, se practica la cría generalizada de ganado caprino y equino (ovejas, chivos, cabras y caballos). Esta especie es simpátrica con Austrofundulus guajira y Rachovia hummelincki con las cuales comparte similares amenazas para su sobrevivencia [1,2,3].

Amenazas El deterioro y la destrucción de su restringido hábitat es la principal amenaza que enfrenta la especie. El proyecto para represar el río Guasare con el propósito de apoyar los desarrollos agrícolas en la zona, podría afectar significativamente a las poblaciones de esta especie. La agricultura mecanizada y los proyectos de riego podrían alterar el balance hídrico y la red fluvial local, afectando la distribución natural de los charcos efímeros de lluvia que conforman el hábitat de esta especie anual. Adicionalmente, la cría intensiva de ganado caprino, la deforestación y los potenciales proyectos agrícolas (que implicarían eventualmente el uso de pesticidas y fertilizantes), contribuyen a elevar el riesgo de extinción tanto de esta especie como de Austrofundulus guajira.

Conservación No existen medidas específicas para la conservación de esta especie. Las recomendadas son similares a las expuestas para Austrofundulus guajira, y están relacionadas con la cuantificación precisa (a través de la colecta científica) de la distribución geográfica de la especie, con el objeto de buscar soluciones o alternativas para mantener poblaciones viables en su medio natural. La reintroducción en otros cuerpos de agua de la región con condiciones ecológicas similares, sería una alternativa factible. Es importante entrar en contacto con los organismos responsables del desarrollo de represas y de la actividad agrícola para la zona, con el fin de que se tome en cuenta las recomendaciones para evitar la extinción de esta especie.

Referencias: [1] Thomerson et al. 1976. [2] Taphorn & Thomerson 1978. [3] Turner 1967. Autores: Donald C. Taphorn, Douglas Rodríguez-Olarte Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Pez anual de la Costa Rachovia hummelincki Beaufort 1940 Osteichthyes Cyprinodontiformes Rivulidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Pez de tamaño promedio pequeño, que mide entre 4 y 6 cm de longitud total y por lo general no supera los 7 cm. Es robusto, aunque algo comprimido en la parte posterior del cuerpo. Presenta un notable dimorfismo sexual cromático y marcadas diferencias en el tamaño y forma de las aletas. El macho es algo más grande que la hembra, y tiene colores brillantes y aletas más grandes. El macho posee los costados adornados con puntos azul claro, y las aletas caudal y anal están bordeadas en su margen ventral por una franja anaranjada, amarilla o blanca brillante [1,2]. La especie más parecida es Rachovia pyropunctata, cuyos machos tienen las manchas de los costados de color rojo. Distribución: Especie endémica de Colombia y Venezuela. En el país se encuentra restringida a la costa del golfo de Venezuela, desde la península de Paraguaná hasta la frontera con Colombia, al noroeste de Maracaibo. Ha sido reportada hasta las cercanías de Barranquilla, en Colombia. Esta especie originalmente fue colectada en 1938, en la localidad de Poza de San Antonio, al este de Carirubana, en la península de Paraguaná, en el estado Falcón [1,2,3]. Nombres comunes: Pez anual de la Costa, Rachovia de la Costa Blue spot rachovia, Coastal annual killifish, Killy

Situación La distribución conocida de esta especie es muy restringida, y se desconoce tanto su estado de conservación como el tamaño de las poblaciones existentes. Su biología y ecología es similar a la de otras especies de peces anuales presentes en la región, tales como Austrofundulus leohoignei, Austrofundulus guajira y Rachovia brevis, estando las dos últimas especies en simpatría, en algunas localidades, con Rachovia hummelincki. La especie es clasificada como Vulnerable ya que la zona donde vive es extremadamente árida y ha sido alterada por usos humanos, especialmente por deforestación.

Amenazas La región de la costa se encuentra afectada principalmente por el urbanismo de la ciudad de Maracaibo, por el cultivo de camarones en acuicultura y por alteraciones en el patrón natural del drenaje de las aguas superficiales causado por carreteras y oleoductos. Aunque la mayor parte de su hábitat es un desierto con pocos usos para la agricultura, existe la cría de chivos en forma muy extendida. Se ha mencionado que la construcción de carreteras y de oleoductos en cierto modo podrían favorecer a la especie, ya que con la excavación de préstamos (abrevaderos) hay más hábitat disponible e inclusive se retiene mayor cantidad de agua de lluvia durante más tiempo. Se cuenta con información precisa sobre el uso de esta atractiva especie como pez ornamental y sobre su cría en cautiverio, pero no se poseen datos sobre sus colectas ni se conoce cuál sería el impacto de estos usos sobre las poblaciones silvestres.

Conservación No existen medidas específicas para la conservación de esta especie. Se recomienda documentar su existencia actual y precisar su extensión geográfica a través de la colecta científica. Igualmente, se debe proteger de manera integral ciertas áreas donde se encuentre, e iniciar programas de reintroducción en áreas previamente identificadas en su distribución y con menor riesgo de transformaciones ambientales extremas. Las medidas de conservación para Rachovia hummelincki pueden ser implementadas en forma conjunta con las de otros rivúlidos amenazados de la región.

Referencias: [1] Taphorn & Thomerson 1978. [2] Taphorn & Thomerson 1989. [3] Turner 1967. Autores: Donald C. Taphorn, Douglas Rodríguez-Olarte Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Tinicalo del lago de Valencia Atherinella venezuelae Eigenmann 1920 Osteichthyes Atheriniformes Atherinopsidae

En Peligro B1ab(ii,iii)

Descripción: Pez de talla pequeña que mide hasta 7 cm de longitud estándar. De aspecto similar a una pequeña sardina, su cuerpo es alargado y un poco comprimido en la parte anterior. Posee una banda plateada que se extiende a ambos lados de la línea media lateral del cuerpo, desde la región opercular hasta la base de la aleta caudal [1]. Distribución: Especie endémica de la cuenca del lago de Valencia [1]. Dentro de esta cuenca fue registrada originalmente en el río Tapatapa (El Limón), estado Aragua, y en La Boca, lago de Valencia, estado Carabobo [2,3,4]. Los registros más recientes corresponden a colecciones de museo en varias localidades del lago de Valencia, en el estado Carabobo: desembocadura del río Guacara (agosto 1970), Punta Palmita (marzo 1977) e isla El Burro (julio 2001), mientras que en el estado Aragua únicamente se ha reportado para la Hacienda Macapo (junio 2003) [5]. Es una especie bentopelágica cuya distribución espacial en las aguas del lago varía según el sexo. Los machos abundan en la zona litoral mientras que las hembras presentan una distribución principalmente pelágica o en aguas abiertas, ubicándose éstas en el litoral sólo en las épocas de desove. Anteriormente se le designaba con el sinónimo Xenomelaniris venezuelae [1]. Nombres comunes: Tinicalo del lago de Valencia Valencia Lake freshwater silverside

Situación Aunque su tamaño poblacional es desconocido, se considera que se encuentra seriamente amenazada, principalmente por su condición de especie endémica de una cuenca endorreica muy vulnerada [1]. En estudios recientes algunos pescadores del lago de Valencia la señalan como una especie común, aunque en ese mismo estudio fue poco significativa su colecta en pescas exploratorias, lo que evidencia un tamaño poblacional bajo: 7 ejemplares de 546, capturados en 7 localidades [5]. Aunque en la pasada edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana fue considerada En Peligro Crítico, basados en los resultados de los estudios recientes, los especialistas proponen su reclasificación en la categoría En Peligro [6].

Amenazas La especie se encuentra amenazada principalmente porque la cuenca del lago de Valencia presenta un deterioro ambiental acelerado, debido a la degradación de la calidad de sus aguas por efecto de las descargas de aguas residuales y otros desechos urbanos e industriales, así como por la contaminación no puntual generada por la actividad agropecuaria en sus alrededores. Adicionalmente, es un taxón con baja tasa reproductiva y depredada por varias especies en el lago de Valencia [7]. A esta problemática se suma la presión por la introducción de especies exóticas como la tilapia (Oreochromis mossambicus) y el pez san pedro o petenia (Caquetaia kraussii). La primera de hábitos piscívoros en su etapa juvenil y la segunda con fuerte tendencia ictiófaga, las cuales utilizan a la especie como uno de los componentes principales de sus dietas, incluyendo huevos y larvas [8,9,10]. Así mismo, se conoce que es buscada por los pescadores foráneos para ser utilizada como carnada en la pesca de curvinata (Plagioscion squamosissimus) [5].

Conservación No existe ninguna medida específica para la protección de la especie. No obstante, medidas de carácter administrativo sobre su hábitat favorecen su conservación. La cuenca del lago de Valencia constituye un Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), y como tal dispone de un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso [11,12]. Ante la problemática ambiental de la cuenca, el MINAMB, a través del Programa de Saneamiento Ambiental Integral de la Cuenca del Lago de Valencia, ha desarrollado actividades de investigación, estudios, proyectos y ejecución de obras con el apoyo de organizaciones internacionales. Entre dichas actividades destacan el proyecto de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales y el establecimiento de normas técnicas para el control de la calidad de las aguas de la cuenca [13,14]. Es necesario promover el cumplimiento de los objetivos para los cuales fue creada el Área Crítica con Prioridad de Tratamiento de la Cuenca del Lago de Valencia [11,12]. Se sugiere la realización de estudios para estimar el tamaño de las poblaciones de la especie, y desarrollar el programa de educación ambiental contemplado en el Plan de Manejo y Reglamento de Uso, para informar al público sobre la problemática que enfrenta la especie y su hábitat [12].

Referencias: [1] Mago 1970. [2] Eigenmann 1920. [3] Schultz 1949. [4] Luengo 1963. [5] Campo 2003. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] Ortaz 1985. [8] Infante 1985. [9] Señaris & Lasso 1993. [10] Royero & Lasso 1992. [11] Venezuela 1979. [12] Venezuela 2000. [13] MARN-JICA 2001. [14] Venezuela 1999. Autores: Marcos A. Campo Z., Mario Ortaz Ilustración: Astolfo Mata

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Pavón del Cuyuní Cichla ocellaris Bloch & Schneider 1801 Osteichthyes Perciformes Cichlidae

Vulnerable A1ce+2ce; B1ab(iii)

Descripción: Pez cíclido de tamaño grande que puede superar los 50 cm de longitud total y pesar más de 3 kg. El cuerpo es moderadamente profundo y con escamas grandes (70-79 en línea lateral), en comparación con las otras especies del género Cichla. La coloración del cuerpo es variable y depende de la ontogenia (crecimiento del pez) y su estado reproductivo. La variabilidad del patrón en el color y en las marcas es frecuente en el género Cichla, inclusive en los dos laterales de un mismo individuo. En adultos vivos el color de fondo varía, entre verde grisáceo y amarillo a verde oliva, con el dorso más oscuro que los lados y el vientre más claro. En los costados pueden localizarse tres barras verticales no muy marcadas y situadas sobre la línea lateral, las dos primeras con una tenue extensión que se prolonga hacia el vientre, y la tercera barra con un ocelo. También puede presentar manchas negras u ocelos de forma no definida en ambos lados del cuerpo, especialmente hacia el vientre [1]. Al igual que las otras especies del género Cichla, es considerada una especie muy importante por sus funciones como depredadora y reguladora de las comunidades en los ecosistemas acuáticos, por lo que cualquier impacto directo sobre ésta afecta a toda la comunidad [4]. Distribución: Especie ampliamente distribuida en la cuenca del Esequibo abarcando Venezuela y Guyana [1]. En Guyana los estudios realizados llegan hasta la parte este del río Marowijne; aún queda el lado oeste por investigar [2]. En Venezuela la especie está restringida a la cuenca del río Cuyuní al este del estado Bolívar [4]. Frecuentemente ha sido confundida con la especie Cichla orinocensis (pavón común o pavón tres estrellas). Todas las referencias en la literatura, previas al año 2000, donde se citan datos bioecológicos, biogeográficos o taxonómicos sobre Cichla ocellaris, son erróneas y corresponden en realidad a Cichla orinocensis [4]. Nombres comunes: Pavón del Cuyuní Cuyuni peacock bass, Cuyuni peacock cichlid

Situación No se conocen estimados poblacionales y su área de distribución en Venezuela está seriamente afectada por actividades mineras. Afortunadamente se encuentra también en Guyana y Surinam, países donde todavía hay poblaciones en condiciones muy favorables. Sin embargo, dada la intensidad de las transformaciones de su hábitat en Venezuela, su sobrevivencia en Guyana y Surinam no representa una reducción del riesgo a escala nacional [6]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana la especie ha sido considerada Vulnerable [5].

Amenazas La cuenca del río Cuyuní ha sufrido una fuerte explotación minera y una extensa destrucción de sus bosques. Se estima que más de 4 millones de hectáreas han sido afectadas, lo cual se atribuye al otorgamiento de 400 concesiones mineras en la zona, además de otras operadoras aún desconocidas [7]. Esta gran deforestación conlleva al arrastre de sedimentos de los diferentes tributarios hasta el cauce principal del río Cuyuní, lugar donde preferentemente habita la especie. Dado que es un depredador visual, el aumento de la turbidez del agua probablemente afecte su comportamiento y supervivencia. Otra de las amenazas importantes en los tributarios del Cuyuní es la contaminación mercurial [7,8]. El uso de mercurio en los procesos de extracción del oro ha provocado severos impactos irreversibles, y por ser el pavón un depredador tope de la red trófica, bioacumula más mercurio que otras especies. También es un pez aprovechado para la pesca de subsistencia, siendo muy apreciado como recurso alimenticio por los lugareños [8].

Conservación En Venezuela el género Cichla ha sido protegido por diversos instrumentos legales. La pesca comercial está prohibida por la Resolución N° 124 del MAC (G.O. 29.808 del 19/05/72), y sólo se permitió la pesca con fines científicos y deportivos mediante la resolución conjunta entre el MAC-110/MARNR-44 (G.O. 33.435 del 21/03/86), la cual posteriormente fue derogada, quedando vigente sólo la Resolución N° 124. No obstante, su pesca y comercialización ilegal es habitual. La talla mínima de captura es de 30 cm de longitud total. Se propone realizar investigaciones científicas sobre el estado actual de las poblaciones (ecología, tallas, uso por las poblaciones locales, etc.). Es prioritaria la conservación de la cuenca alta del río Cuyuní, así como la reconsideración de las actuales concesiones mineras otorgadas en el área.

Referencias: [1] Kullander & Nijssen 1989. [2] Lowe-McConnell 1969. [4] Lasso & Machado-Allison 2000. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] UICN 2003. [7] Rondón 1996. [8] Sartorio 1996. Autores: Carmen Montaña Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Escarabajo del carrizo Golopha porteri LC. Jorge Provenza






Langosta espinosa Panulirus argus VU. Humberto RamĂ­rez Nahim


Seudoescorpión cavernícola de la sierra de San Luis Charinus tronchonii Ravelo 1975 Arachnida Amblypygi Charinidae

Vulnerable B1ab(iii)+2ab(iii)

Descripción: Los arácnidos amblipigios habitan en zonas tropicales y subtropicales del mundo. Es un grupo taxonómico relativamente pequeño, con unas 120 especies descritas. Se conoce de la existencia de cinco familias a escala mundial, de las cuales tres tienen representantes en Suramérica [1]. Charinus es el género con más especies y también uno de los más grandes en el Neotrópico: 12 especies han sido descritas en Sur y Centroamérica. Aunque se les denomina comúnmente como seudoescorpiones, existen grandes diferencias en su morfología y no son cercanos desde un punto de vista filogenético. Los amblipigios tienen el cuerpo ancho y aplanado, carecen de cola y caminan sobre seis de sus ocho patas, ya que el primer par de patas está modificado en unas estructuras sensoriales que asemejan látigos, que pueden medir varias veces la longitud del cuerpo [1]. En el caso de especies cavernícolas, entre sus características morfológicas destacan la ausencia o reducción de ojos, una mayor longitud de sus apéndices, y la despigmentación del cuerpo. Charinus tronchonii es un depredador de pequeños grillos cavernícolas [2]. Distribución: Charinus tronchonii es una especie endémica de Venezuela. Se conoce de varias cuevas de la zona kárstica alta de la sierra de San Luis en el estado Falcón (cuevas de Hueque, del Burro, de Camburales, de los Cuatro Vientos, de Macuquita, del Trueno y de Zárraga), que posiblemente estuvieron interconectadas en el pasado por un sistema freático único [2,3,4]. En la cueva de Camburales se le halló en las galerías más remotas. Todos los ejemplares registrados por Chapman fueron capturados sobre lodo húmedo y pegajoso, frecuentemente cerca de alguna corriente de agua [3,4]. Aunque originalmente fue descrita como una especie del género monotípico Speophrynus, luego fue asignada al género Charinides y más recientemente al género Charinus [3,5,6]. Nombres comunes: Seudoescorpión cavernícola de la sierra de San Luis, Amblipigio cavernícola de Tronchoni San Luis whip spyder, Tronchoni's troglobiont amblypygid

Situación No existen estimados de sus tamaños poblacionales y no se cuenta con mucha información acerca de su situación actual. Sin embargo, es posible que las poblaciones de esta especie se hallen estables dentro de un margen adecuado de seguridad. A juzgar por la frecuencia con que se ha encontrado, la especie pareciera ser un depredador exitoso y un animal común en el sistema kárstico de la sierra de San Luis. La zona kárstica está constituida por áreas donde predomina la caliza, caracterizadas por hondonadas, zanjas y cuevas causadas por corrientes de agua subterráneas. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas Las principales amenazas que enfrenta la especie son intrínsecas a su endemismo, pues está restringida a un área kárstica relativamente pequeña y a la limitada o inexistente protección de los ecosistemas epigeos circundantes y de las cuevas donde habita. Su distribución limitada la hace particularmente sensible a la degradación del hábitat. Los sistemas kársticos se caracterizan por la presencia de aguas subterráneas, que pueden drenar cuencas hidrográficas extensas. Cualquier cambio ambiental dentro de las cuencas, asociado a la expansión de zonas urbanas o agrícolas, podría tener repercusiones graves: si desaparecieran las poblaciones de la sierra de San Luis, la especie estaría condenada a la extinción.

Conservación No se ha tomado ninguna medida de conservación para esta especie. Las cuevas de la serranía de San Luis no gozan de protección legal directa, pero una parte de la cuenca alta de los ríos que nacen en la sierra de San Luis aparentemente está dentro de los límites de una zona protectora. Una medida general que debe aplicarse a todas las zonas kársticas de probada importancia, por ser albergue de linajes genéticos que no tienen otra representación en América (caso de varios crustáceos estigobiontes), sería el anexar sus áreas de distribución a parques nacionales o monumentos naturales vecinos que hayan sido previamente establecidos, o en su defecto crear áreas protegidas nuevas de poca extensión, que garanticen la integridad de los sistemas de cuevas y sus redes hídricas. Así mismo, sería conveniente el seguimiento de sus poblaciones de manera sistemática, considerando que ellas son un indicador del estado de salud de los ecosistemas únicos de las zonas kársticas.

Referencias: [1] Pinto da Rocha et al. 2002. [2] Galán 1995. [3] Decu et al. 1987b. [4] Chapman 1980. [5] Ravelo 1975. [6] Decu et al. 1994. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Catópido ciego de la cueva del Guácharo Neotropospeonella decui Pace 1983 Insecta Coleoptera Catopidae

Vulnerable D2

Descripción: Es un pequeño escarabajo de una longitud total de 2,8 mm. Neotropospeonella decui muestra los caracteres morfológicos propios de los animales terrestres que viven en cuevas, como lo son la carencia de ojos y pigmentos tegumentarios, así como la estilización o alargamiento de los apéndices locomotores y receptores [1,2]. Algunos autores consideran que el género Neotropospeonella es sinónimo del género europeo Oryotus. Distribución: La especie Neotropospeonella decui representa un género endémico de Venezuela. Es monoespecífico, y el único representante de la subfamilia Bathysciinae hasta ahora detectado en la región Neotropical, puesto que los taxa previamente descritos son principalmente de distribución Eurasiática. Es conocido hasta ahora por únicamente dos hembras capturadas en la cueva del Guácharo, a 700 m de altitud, al norte del estado Monagas [2,3]. El hábitat de esta especie es el estrato de detritos vegetales que resultan de la acumulación de los regúrgitos y excretas de los guácharos (Steatornis caripensis) dentro de la cueva [4,5]. Nombres comunes: Catópido ciego de la cueva del Guácharo, Catópido ciego de Decu Guacharo cave blind ground beetle, Decu's blind catopid beetle

Situación Hasta ahora no se conoce el tamaño poblacional de este escarabajo, aunque se presume que no es grande. Se cataloga como una especie rara y escasa. Se desconoce su estado actual, pero se presume estable dado que el microhábitat donde vive Neotropospeonella decui, que se corresponde con las grandes acumulaciones de desechos vegetales, es abundante y bastante frecuente dentro de la cueva del Guácharo. Aunque se trata de un insecto de tamaño muy reducido y de aspecto poco vistoso, llama la atención la falta de nuevos reportes para la especie, ya que la cueva del Guácharo es un lugar bastante estudiado y conocido desde el punto de vista espeleológico. La especie no ha sido evaluada a escala internacional.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie podría estar relacionada con la pérdida de hábitat. Se cree que la especie no es abundante, y que su distribución restringida y especificidad del hábitat, que se encuentra dentro de la zona turística de la cueva del Guácharo, la hacen una especie vulnerable. No se dispone de información acerca de la sensibilidad de esta especie a las perturbaciones, las cuales pueden ser significativas considerando que la cueva del Guácharo, la mayor caverna del país (10,2 kilómetros de largo), es uno de los sitios de recreación más populares del estado Monagas, que recibe a más de 40.000 visitantes al año. En cuanto al impacto causado por el turismo, se ha reportado la presencia de aguas fecales, basura abandonada por visitantes e invasión de ratas, por lo que algunos autores han propuesto declarar la cueva en emergencia.

Conservación La cueva del Guácharo es el epicentro del Monumento Natural Alejandro de Humboldt, que a su vez forma parte del Parque Nacional El Guácharo, por lo que la distribución conocida de esta especie parece encontrarse bajo protección total. Sin embargo, se desconoce cómo esta figura legal podría beneficiar en forma directa a esta especie minúscula y especializada; e incluso se ha especulado acerca del impacto de turismo que recibe esta área protegida, y su incidencia en la situación y conservación de este escarabajo. Como en muchos otros casos de organismos cavernícolas endémicos en el país, hace falta realizar estudios para profundizar en su sistemática, biología y ecología, con el fin de dar una orientación clara a los especialistas que pretendan proponer directrices de acción para la preservación de estos organismos. De otra manera, las medidas de conservación tendrán que restringirse a la protección específica de los microhábitats de cada una de estas especies, cuyos linajes filogenéticos son únicos en toda la región neotropical.

Referencias: [1] Pace 1983. [2] Pace 1987. [3] Peck et al. 1989. [4] Decu et al. 1994. [5] Galán 1995. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Escarabajo ciego de la cueva de Hueque Trogloguignotus concii Sanfilippo 1958 Insecta Coleoptera Dytiscidae

Vulnerable B2ab(iii)

Descripción: Los ditíscidos son una familia de coleópteros acuáticos, con más de 5.000 especies conocidas, y con unas pocas especies adaptadas a aguas subterráneas. Trogloguignotus concii es un pequeño escarabajo acuático, y único representante conocido para su género. Posiblemente es de hábitos estigobios, es decir que solamente vive en aguas subterráneas. Posee características propias de los organismos adaptados a la vida en cavernas, con cuerpo despigmentado, ojos rudimentarios y alas atrofiadas [1]. Distribución: Género y especie endémicos de Venezuela, cuya descripción data de 1958 [1]. Trogloguignotus concii es conocido únicamente de los cuerpos de agua que existen en el interior de la cueva de Hueque, en la serranía de San Luis del estado Falcón. Los tres únicos ejemplares conocidos, fueron colectados en una pequeña laguna subterránea a 100 m de la entrada de la cueva. Sin embargo, considerando que en esta zona existe un inmenso acuífero subterráneo llamado Olla de Curimagua, con numerosos canales que se intercomunican con amplias galerías subterráneas, es posible que la distribución de Trogloguignotus concii se extienda a otras áreas de este sistema freático de las serranías del estado Falcón. Se le encuentra en pozos de agua y riachuelos subterráneos en sustratos de roca caliza [1,2,3,4,5]. Nombres comunes: Escarabajo ciego de la cueva de Hueque Hueque cave blind ground beetle, Hueque cave blind diving beetle

Situación Tanto el tamaño poblacional, el estado de las poblaciones y otros aspectos de la biología y ecología de la especie son totalmente desconocidos. Toda la información que se posee proviene de los tres individuos en que se basó la descripción original en 1958 [1]. Aunque se intentó localizar su población varias veces en la década de 1990, no se ha vuelto a capturar desde el año de su colección original en 1956 [1,5]. Si bien la cueva de Hueque, donde fue descrita la especie, permanece en buen estado de conservación y aún el turismo en ella es una actividad incipiente, su situación no es ajena a la problemática generalizada que presenta la serranía de San Luis, que incluye deforestación y contaminación de acuíferos. La especie no ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La amenaza principal que enfrenta esta especie es su área de distribución extremadamente restringida, lo cual la hace particularmente susceptible a problemas ambientales que afecten la calidad de su hábitat. Se incluyen, entre algunas posibilidades, la disminución de los volúmenes freáticos por la intensa deforestación que ha sufrido la región montañosa de Hueque y en general todo el estado Falcón, y la posible contaminación de las aguas subterráneas por fuentes externas como la aplicación de biocidas en zonas destinadas al desarrollo agrícola y pecuario, que se extienden cada vez más en la región falconiana.

Conservación No existe ninguna medida de conservación para esta especie. Las zonas más altas de la serranía de San Luis (cerro Galicia) se encuentran aparentemente bajo protección legal, precisamente como cabecera de cuenca hidrográfica, y como parte del Parque Nacional Juan Crisóstomo Falcón (también conocido como Parque Nacional Sierra de San Luis). Se hace necesario investigar más sobre su presencia en su distribución conocida, así como en otras cuevas de la sierra de Coro (estado Falcón) a fin de precisar su distribución. Adicionalmente, es importante ampliar el conocimiento de los aspectos relevantes de su ecología y biología. Sin esta información precisa, no se puede adelantar o proponer ninguna medida de conservación más específica, ya que se trata de una especie prácticamente desconocida.

Referencias: [1] Sanfilippo 1958. [2] Chapman 1980. [3] Decu et al. 1987b. [4] Decu et al. 1994. [5] Galán 1995. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Cucaracha ciega venezolana Paranocticola venezuelana Bonfils 1987 Insecta Dictyoptera Blattellidae

Vulnerable D2

Descripción: El género Paranocticola contiene únicamente dos especies, Paranocticola cubana, conocida de una cueva en la zona xerófita de la isla de Cuba, y Paranocticola venezuelana. Ambas especies son de hábitos exclusivamente cavernícolas, sin ojos y sin cromatóforos, con patas marcadamente estilizadas [1,2]. La especie venezolana es de mayor talla y ambos sexos tienen las alas posteriores vestigiales. De coloración general parda oscura, su cuerpo es aplanado, tiene antenas filiformes, ojos compuestos muy pequeños, patas largas y espinosas, y las piezas bucales masticadoras. Es guanófaga-detritívora y por eso se le encuentra asociada a las acumulaciones de guano del murciélago hematófago Desmodus rotundus. Pertenece a la misma familia que Blatella germanica, conocida comúnmente como “chiripa”; mientras que la cucaracha común, Periplaneta americana, pertenece a una familia diferente llamada Blattidae [3,4]. Distribución: Paranocticola venezuelana es una especie endémica de Venezuela. Hasta ahora únicamente ha sido localizada en la cueva del Tigre, en el cerro La Pastora del estado Falcón [2]. Dentro de esta cueva, habita el suelo arcilloso lodoso en ambiente terrestre subterráneo, con una temperatura promedio de 24 ºC y con una humedad relativa del aire extremadamente alta. Se trata de un género caribeño del que sólo se conocen dos especies descritas, y probablemente otra especie diferente que ha sido reportada para la isla La Española (República Dominicana y Haití). Nombres comunes: Cucaracha ciega venezolana Venezuelan blind cockroach

Situación No se dispone de información acerca del tamaño de sus poblaciones. Parece que es relativamente común en su localidad típica, donde su situación actual también es desconocida. Se presume la estabilidad de sus poblaciones, pero llama la atención que la única localidad donde se ha detectado es la cueva del Tigre, que constituye una galería de apenas 220 metros de longitud. No ha sido localizada en otras cuevas de la región, a pesar de haberse realizado esfuerzos intensivos con este objetivo en otras localidades. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas Hasta el momento se considera que la amenaza principal para la supervivencia de esta especie la constituye lo limitado de su distribución natural. Su área de distribución está posiblemente restringida a la zona kárstica entre Mirimire y Morrocoy, en la región oriental del estado Falcón. La creciente intervención humana en la región puede influir de manera negativa en la estabilidad de sus poblaciones, ya que trae consigo un aumento en la perturbación de los hábitats frágiles y contaminación del agua, tal como ocurre por la aplicación de biocidas como parte del manejo de la agricultura y por aguas provenientes de drenajes domésticos relacionados con humanos.

Conservación No se ha desarrollado ninguna medida de conservación que proteja a la especie. Considerando que la información existente es insuficiente para conocer sus requerimientos ecológicos y biológicos, se recomiendan estudios adicionales que cubran lo mencionado, para poder adelantar cualquier propuesta.

Referencias: [1] Bonfils 1987. [2] Decu et al. 1987a. [3] Decu et al. 1987b. [4] Decu et al. 1994. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Mariposa marrón de Perijá Dangond dangondi Adams & Bernard 1979 Insecta Lepidoptera Nymphalidae

En Peligro B1ab(iii)+2ab(iii)

Descripción: Se trata de una especie que se clasifica en un género monotípico. Parece estar emparentado con otros géneros endémicos de los páramos de los Andes del norte, como el género Paramo de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, y el género Redonda, de la cordillera de Mérida, en Venezuela [1]. Distribución: Dangond dangondi está restringida exclusivamente a los páramos de la sierra de Perijá en la frontera entre Colombia y Venezuela. Se encuentra entre 2.800 y 3.700 m de altitud [1,2,3]. Su hábitat está formado por el páramo abierto donde abundan los bambucillos del género Swallenochloa. La especie es más frecuente en zonas húmedas. Nombres comunes: Mariposa marrón de Perijá Perija brown, Perija brown butterfly-moth

Situación No existen datos cuantitativos sobre el tamaño de sus poblaciones. Tampoco se cuenta con referencias recientes. Aparentemente las poblaciones se encuentran confinadas al páramo, el cual tiene una extensión bastante pequeña. Observaciones en el campo indican que la especie es localmente abundante durante todo el año. Fue observada y capturada por Adams y Bernard en 1975 y 1977, en Sabana Rubia; posteriormente Viloria la observó tanto en Sabana Rubia como en el páramo del Tetari (1989) y en la meseta de cerro Pintado (1993) [1,2,3,4]. Gran parte de su hábitat puede ser considerado como intacto, pero existen serias amenazas que atentan contra la calidad del mismo. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría Menor Riesgo/Preocupación Menor [5]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la pérdida del hábitat. El área de distribución natural de Dangond dangondi es bastante restringida, y seguramente menor a 500 km2. Una parte de ésta se encuentra sometida a quemas periódicas durante la época de sequía con fines agrícolas [3,4]. Existe pastoreo de baja intensidad en la región de Sabana Rubia, así como cultivos ilícitos (marihuana y amapola) en los páramos de Tetari (la montaña más alta en la sierra de Perijá) y cerro Pintado [6].

Conservación No existen medidas de conservación específicas para la especie. Los páramos del Tetari y el sur de la Sabana Rubia se encuentran protegidos en su porción venezolana (vertiente oriental) por el Parque Nacional Sierra de Perijá. No existe ninguna figura de protección legal para la unidad de páramo representada por la meseta de cerro Pintado, que es quizás la mejor conservada de toda la zona paramera de la sierra de Perijá. Se recomienda extender el Parque Nacional Sierra de Perijá en su porción norte, para incluir en él toda la meseta de cerro Pintado, que es el páramo más norteño de la gran cadena de los Andes [7,8]. Se han hecho propuestas para decretar la sierra de Perijá en su totalidad como una Reserva de Biosfera [9].

Referencias: [1] Adams & Bernard 1979. [2] Viloria 1990a. [3] Viloria 1991. [4] Viloria Petit 2002. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] Viloria 1990b. [7] Viloria 1997. [8] Viloria & Portillo 1999. [9] Yerena 1998. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Diáfano de Niquitao Diaphanos curvignathos Viloria 1994 Insecta Lepidoptera Nymphalidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Mariposa de color marrón rojizo y de tamaño diminuto. Está considerada como una especie bien definida y no una raza geográfica, en virtud de las diferencias estructurales que posee en la armadura genital con respecto a su especie hermana y alopátrida Diaphanos fuscus [1]. Distribución: Se trata de una de las tres especies del género Diaphanos endémicas de los Andes venezolanos. Está distribuida en los páramos del macizo de Niquitao en el estado Trujillo. Su intervalo altitudinal conocido abarca desde 2.850 hasta 3.100 m de altitud [2,3]. Se encuentra exclusivamente en el páramo abierto por encima del límite del bosque. En el páramo de Ortiz, su localidad típica, se encuentra asociada fuertemente a los pajonales y bambusales bajos intercalados con frailejón. En la época seca no se le encuentra en todo el páramo, ya que prefiere la vega de los riachuelos y zanjones lodosos o húmedos. Nombres comunes: Diáfano de Niquitao Niquitao brown, Niquitao brown butterfly-moth, Niquitao diaphanos

Situación No hay estimados cuantitativos que permitan conocer el tamaño de la población. La especie es común pero bastante localizada. Hasta ahora solamente ha sido observada y/o capturada en el páramo de Ortiz. Cuando se descubrió la especie entre 1991 (septiembre) y 1992 (enero) parecía bastante escasa, sin embargo, Viloria la detectó (agosto 2003) en su localidad típica, donde cuenta con una población relativamente abundante. A lo largo de la década transcurrida entre 1992 y 2003, se ha notado una relativa recuperación de la vegetación del páramo en la región de Ortiz, entre Trujillo y Boconó. Esto se debe posiblemente al retiro del ganado vacuno que hace diez años medraba en este páramo. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La amenaza más seria que enfrenta la especie está relacionada con su área de distribución extremadamente pequeña, la cual se calcula en aproximadamente 425 km2, según estimaciones recientes. Adicionalmente, su hábitat está siendo afectado por cambios en la vegetación nativa del páramo por efecto de las actividades agropecuarias, particularmente ganadería (pastoreo y pisoteo) y cultivos de papa (remoción de las gramíneas indígenas y aplicación de biocidas) [2].

Conservación No existen medidas de conservación para esta especie. Sólo la zona montañosa conocida como Teta de Niquitao-Guirigay y su entorno se encuentran bajo la protección de la figura de monumento natural. Es necesario evaluar cuáles son las porciones de páramo que permanecen mejor conservadas en el macizo de Niquitao. Una vez detectadas, convendría oficializar localmente un santuario de mariposas, de ser posible cercado y fuera de toda influencia agropecuaria.

Referencias: [1] Viloria 1994. [2] Ferrer-Paris & Vitoria 2004. [3] Viloria 2000. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Diáfano de Huber Diaphanos huberi Adams & Bernard 1981 Insecta Lepidoptera Nymphalidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Esta mariposa se reconoce por su pequeña talla, sus alas de color gris translúcido y sus antenas espatuladas. Se encuentra fuertemente asociada a los pajonales de Calamagrostis sp. (familia Poaceae). Vuela de manera errática y a intervalos, siempre al ras del pajonal o muy poco por encima de él. Cuando se ve amenazada se deja caer repentinamente entre las hierbas, donde resulta casi imposible localizarla [1]. Distribución: Especie endémica en las mayores elevaciones de la Sierra Nevada de Mérida y la serranía de La Culata, entre 3.400 y 4.100 m de altitud. Habita en el páramo abierto muy por encima del límite con el bosque y el superpáramo (región periglacial). Se trata de una especie distintiva dentro de un género que contiene hasta ahora solamente tres especies, distribuidas alopátricamente en las grandes altitudes de los Andes venezolanos [1,2]. El género Diaphanos es uno de los pocos representantes suramericanos de la tribu Erebiini, la cual tiene su origen biogeográfico en la región holártica [3]. Nombres comunes: Diáfano de Huber, Diáfano de Mérida, Mariposa diáfano de Huber, Mariposa diáfano de Mérida Huber's brown, Huber's brown butterfly-moth, Huber's diaphanos, Merida diaphanos

Situación No se conocen estimados del tamaño de su población. La especie es relativamente común pero muy localizada en porciones de páramo que le son favorables por la abundancia de gramíneas. Aparentemente los adultos son estacionales, pues se han encontrado principalmente durante la época seca (enero-marzo). Por ser una especie adaptada a tan grandes elevaciones, se encuentra relativamente bien protegida de ciertas formas de deterioro de su hábitat. Su situación actual puede considerarse estable a escala poblacional, pero es susceptible a ciertas amenazas que se encuentran presentes en su área de distribución. Ferrer-Paris y Viloria (2004) han estimado el área de distribución natural de esta especie en aproximadamente 1.500 km2 [4]. Es un área relativamente pequeña para una especie que no es abundante y que vuela principalmente en la época seca, durante la cual debe ocurrir el apareamiento y la puesta de huevos sobre gramíneas. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría Menor Riesgo/Preocupación Menor [5]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la pérdida y fragmentación del hábitat. Vuela en la época seca, y es precisamente durante la sequía cuando se presentan fuegos intencionales en los páramos merideños y el pastoreo de ganado de altura tiene los mayores efectos negativos sobre la vegetación, tal como se ha observado en la serranía de La Culata. Es posible que la quema y el pastoreo, así como el pisoteo del ganado estén afectando la calidad del ecosistema donde debe reproducirse la especie. Sus poblaciones podrían estar ya fragmentadas por efecto de las labores agropecuarias en ciertos sectores del altiandino merideño.

Conservación No existe ninguna medida de conservación en particular para la especie. Los páramos donde se distribuye se encuentran legalmente protegidos por los parques nacionales Sierra Nevada y Serranía de La Culata. La erradicación del ganado cimarrón en los páramos de Mérida, particularmente en la serranía de La Culata, es de gran importancia para la preservación del hábitat de esta especie, así como la disminución y control de actividades humanas vinculadas con la generación de fuegos en los páramos. Se ha recomendado la implementación de un corredor ecológico entre la serranía de La Culata y la Sierra Nevada [6].

Referencias: [1] Adams & Bernard 1981. [2] Viloria 1994. [3] Viloria 2003. [4] Ferrer-Paris & Vitoria 2004. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] Yerena 1994. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Mariposita blanca del páramo Lymanopoda paramera Adams & Bernard 1979 Insecta Lepidoptera Nymphalidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Pequeña mariposa blanca, que externa y estructuralmente se distingue bien de otras especies similares que se encuentran en ecosistemas altiandinos de Colombia, particularmente de Lymanopoda nevada, que es endémica de la Sierra Nevada de Santa Marta [1]. Distribución: Es la única especie del grupo de las “Lymanopodas blancas” que se encuentra en Venezuela. Se restringe al ecotono bosque-páramo y a los páramos de la sierra de Perijá entre 3.000 y 3.700 m de altitud [1,2]. Típicamente se encuentra volando en el páramo abierto con abundancia de bambucillo del género Swallenochloa. También ha sido registrada frecuentemente en el borde del bosque altiandino, volando rápido y de forma errática sobre los mogotes altos de bambú (Chusquea sp.). Como en otros miembros de esta subfamilia, las hojas de estas especies de gramíneas sirven de alimento a sus larvas [2,3]. Fue descubierta en 1975 y descrita por Adams y Bernard en 1979 [1]. Nombres comunes: Mariposita blanca del páramo White brown, Paramo white satyr, White lyman butterfly-moth

Situación El tamaño estimado de la población es desconocido. Es una especie poco común en los páramos intervenidos por el hombre, como ocurre en gran parte de Sabana Rubia, pero progresivamente más frecuente en extensiones intactas como el páramo del Tetari o la cumbre de la meseta de cerro Pintado. Sus poblaciones pueden considerarse actualmente en una situación estable. Los páramos donde habita tienen una influencia humana bastante limitada debido a la baja densidad de comunidades en la región. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría Menor Riesgo/Preocupación Menor [4]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La problemática de su conservación radica en lo muy limitado de su distribución natural, y en los cambios ambientales inducidos por el hombre en parte del páramo donde se encuentra. El área de su distribución es reducida, posiblemente menor de 500 km2. En 1989, se observó ganado bovino en cantidad apreciable en la región de Sabana Rubia, inmediatamente al sur de la meseta de cerro Pintado; así mismo, se observaron indicios de que el páramo había sido quemado extensamente al menos un año antes. Se desconoce si la zona está sometida regular y/o periódicamente a estas quemas [5,6].

Conservación No existe ninguna medida de conservación particular para la especie. La vertiente venezolana de los páramos de Sabana Rubia y el Tetari se encuentra legalmente protegida por el Parque Nacional Sierra de Perijá. En cambio, las vertientes colombianas en ambos casos están desprotegidas y sometidas a intensa actividad agropecuaria. Se combinan peligrosamente actividades permitidas (ganadería) con otras ilícitas (cultivos de amapola y marihuana), en muchos casos transgrediendo la frontera nacional y por ende los linderos del parque. No existe protección legal en la meseta de cerro Pintado. Para asegurar la conservación de la especie sería necesario incrementar el monitoreo y la vigilancia en las extensiones de páramo que quedan dentro del Parque Nacional Sierra de Perijá. La erradicación de la ganadería y de los cultivos ilícitos en territorio venezolano también sería una acción importante. Ha sido propuesta la extensión del Parque Nacional Sierra de Perijá en su porción norte, para incluir la meseta de cerro Pintado dentro del área protegida [7].

Referencias: [1] Adams & Bernard 1979. [2] Viloria 1990a. [3] Viloria 1991. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] Viloria 1990b. [6] Viloria Petit 2002. [7] Viloria & Portillo 1999. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Mariposa braquíptera de Bordón Redonda bordoni Insecta Lepidoptera Nymphalidae

Viloria & Pyrcz 2003

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Es distinta del resto de las especies y subespecies reconocidas dentro del género, tanto por su morfología externa como por sus estructuras genitales. La hembra de la especie no vuela espontáneamente, condición que además está asociada a la reducción de la talla y deformación de sus alas. Está considerada como un caso único en las mariposas a escala mundial [1]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Está restringida a los páramos de El Batallón y La Negra en los límites de los estados Táchira y Mérida, en una banda altitudinal que se extiende de 3.000 a 3.800 msnm. Se encuentra en el páramo abierto dominado por pajonales de los géneros Cortaderia y Calamagrostis, y frailejones del género Ruilopezia. También se le puede encontrar en ambientes de páramo húmedo, en los valles intermontanos con presencia de lagunas de origen glaciar, en cuyos alrededores se desarrollan parches de bambucillos del género Swallenochloa [2,3]. Nombres comunes: Mariposa braquíptera de Bordón, Redonda braquíptera de Bordón Bordon's brachypterous brown, Bordon's brachypterous butterfly-moth Bordon's brachypterous redonda

Situación No existen datos cuantitativos sobre la abundancia poblacional de la especie. Aparenta ser abundante en la región, particularmente los machos que vuelan constantemente para localizar visualmente a las hembras braquípteras. Estas últimas pasan la mayor parte del tiempo escondidas en los pajonales. Por estos hábitos se tiene la impresión visual de que hay mucho más machos que hembras. No obstante, lo más probable es que la proporción de sexos en condiciones naturales sea de 1:1. Se cree que es una especie muy frágil, con tendencias a ser muy susceptible ante cualquier amenaza ambiental en el páramo. Como las hembras no vuelan y éstas viven la mayor parte del tiempo escondidas entre las gramíneas, resultan vulnerables, al igual que sus larvas, y pueden ser destruidas fácilmente por el pastoreo o pisoteo del ganado, o peor aún, por incendios en el páramo durante la época seca. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas Hasta el momento se considera que la amenaza principal para la supervivencia de esta especie estriba en lo restringido de su distribución natural, que se calcula en aproximadamente 180 km2. Además de su distribución limitada, la especie es particularmente susceptible a las alteraciones físicas (pastoreo, pisoteo y fuego) de los pastizales donde viven las larvas y las hembras sedentarias. Prevalece cierta actividad agrícola en las zonas marginales del páramo y además hay caballos, vacas y cabras en una vasta zona dentro del mismo [4].

Conservación No se ha desarrollado ninguna medida de conservación que tome en consideración directa a esta especie. Los páramos de El Batallón y La Negra se encuentran incluidos dentro del Parque Nacional Juan Manuel Peñaloza, y por tanto bajo protección legal. Es necesario reforzar la vigilancia y el control de actividades antrópicas dentro del parque nacional, e implementar un plan de manejo del páramo que permita retirar completamente los rumiantes y otros animales herbívoros no nativos.

Referencias: [1] Viloria et al. 2003. [2] T.W. Pyrcz com. pers. [3] A.L. Viloria obs. pers. [4] Ferrer-Paris & Vitoria 2004. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Mariposa marrón de Albarregas Steromapedaliodes albarregas Adams & Bernard 1981 Insecta Lepidoptera Nymphalidae

En Peligro B1ab(iii)+2ab(iii)

Descripción: Es una de las cuatro especies conocidas dentro de su género, el cual es endémico en los Andes de Venezuela. Se identifica como la única especie de Steromapedaliodes con una mancha blanca en la cara ventral del ala anterior [1,2,3]. Distribución: Steromapedaliodes albarregas, especie endémica de Venezuela, es conocida exclusivamente de su localidad típica, en el valle superior del río Albarregas entre 3.000 y 3.300 m de altitud, en los Andes al norte de la ciudad de Mérida, en la serranía de La Culata, estado Mérida [1,2]. Los adultos vuelan alrededor de la copa de los arbustos del nivel boscoso superior, justo en el límite con el páramo, principalmente cuando están en floración. Eventualmente se posan sobre el suelo para libar en parches húmedos, de donde obtienen líquidos y sales minerales [2]. También se le conoce con el sinónimo Altopedaliodes albarregas [4]. Nombres comunes: Mariposa marrón de Albarregas Albarregas brown, Albarregas brown butterfly-moth

Situación No se cuenta con información sobre el tamaño de las poblaciones. Posiblemente las poblaciones locales se encuentran compuestas por algunos cientos de individuos y localizadas de manera puntual. No se ha vuelto a observar desde que fue descubierta. La descripción se basó en 26 individuos capturados en junio de 1975 y agosto de 1977. Se cree que su distribución actual no comprende la totalidad de los bosques altiandinos de la serranía de La Culata entre 3.000 y 3.300 m. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría Menor Riesgo/Preocupación Menor [4]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas Esta especie tiene una distribución geográfica muy restringida, calculada en mucho menos de 500 km2, la cual la hace particularmente sensible a la degradación y pérdida de su hábitat. Además, muestra preferencias ecológicas extremadamente particulares. Aunque el efecto del deterioro del bosque nublado superior no ha sido estudiado con respecto a sus poblaciones, es posible que la degradación de hábitat esté afectando a la especie, en una forma aún mayor a la estimada originalmente.

Conservación Ninguna medida de conservación en particular toma en cuenta a la especie [5]. Las localidades de distribución se encuentran protegidas por el Parque Nacional Sierra de La Culata. Es necesario redescubrir los lugares específicos donde viven sus poblaciones y efectuar estudios ecológicos para determinar si posee requerimientos especiales que sean la causa de su acentuada localización. Así mismo, se debe reforzar la protección del bosque nublado superior en los sitios donde se detecte la presencia de la especie.

Referencias: [1] Viloria & Pyrcz 2001. [2] Adams & Bernard 1981. [3] Adams 1987. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [5] Adams 1983. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Mariposa marrón de Juan Félix Sánchez Steromapedaliodes sanchezi Viloria & Pyrcz 2001 Insecta Lepidoptera Nymphalidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Los machos adultos se distinguen externamente de los de otras especies del género Steromapedaliodes por presentar la mancha blanca dorsal del ala anterior en forma subpentagonal y extendida hacia la región basal del ala. La hembra aún no se conoce [1]. Distribución: Especie endémica del páramo andino venezolano. Hasta ahora es conocida exclusivamente de la región del páramo del Tisure, entre 3.300 y 3.700 m de altitud, y en otras porciones parameras de la vertiente suroriental de la cordillera de Mérida, específicamente en la serranía de Santo Domingo, entre 2.800 y 3.050 m. Sus poblaciones están separadas geográficamente de las de Steromapedaliodes albonotata por un cinturón de montañas muy altas (> 4.000 m) entre el valle de Santo Domingo y la región de Mucuchíes, entre los estados Mérida y Barinas, respectivamente. Nombres comunes: Mariposa marrón de Juan Félix Sánchez Sanchez's brown, Sanchez's brown butterfly-moth

Situación No se dispone de datos sobre su tamaño poblacional. De hecho, la especie es muy poco conocida en todos los aspectos, incluyendo su biología y sus requerimientos ecológicos. Observaciones directas indican que los adultos son relativamente comunes en su área de distribución y no parecen tener grandes presiones por parte de predadores naturales [2]. Sin embargo, la planta hospedera de sus larvas es una gramínea local que puede estar sufriendo disminución, principalmente por efecto del pastoreo de ganado. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la pérdida del hábitat. Debido a que se encuentra restringida al ambiente del páramo al sur de San Rafael de Mucuchíes, por encima de 2.800 m, se estima que su área de distribución natural es reducida. La garantía de supervivencia de la especie se ve comprometida por la existencia de colonos en la región. Actividades de origen antrópico como la sustitución de la vegetación original, el pastoreo y la quema periódica del páramo pueden influir negativamente en la disponibilidad de las gramíneas nativas que sirven de alimento a la especie durante sus fases juveniles (oruga).

Conservación La región donde vive la especie está protegida legalmente por la figura del Parque Nacional Sierra Nevada. No obstante, hay una carencia total de medidas específicas para su preservación. Es necesario erradicar el pastoreo de ganado en el páramo, no sólo para la conservación de Steromapedaliodes sanchezi sino para la preservación de la mayoría de las especies de mariposas parameras en los Andes venezolanos. Adicionalmente, hay que controlar los fuegos espontáneos o provocados en el páramo durante la estación seca.

Referencias: [1] Viloria & Pyrcz 2001. [2] J. Camacho com. pers. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Mariposa marrón de Schubert Steromapedaliodes schuberti Viloria & Pyrcz 2001 Insecta Lepidoptera Nymphalidae

Vulnerable D2

Descripción: Se trata de una especie única y distintiva dentro del género. Sus alas en la cara dorsal poseen reflejos metálicos oliváceos, lo que la distingue de su congénere más cercano y parecido, Steromapedaliodes albonotata. Distribución: Especie endémica de un área pequeña en la unidad paramera del macizo del Cendé, la cual incluye la fila del Cendé y el páramo de Guaramacal, extremo nororiental de la gran cordillera de Mérida, en los estados Trujillo y Lara, y posiblemente parte de Portuguesa. Vuela entre 2.700 y 3.100 m de altitud [1]. Su hábitat incluye el borde del bosque achaparrado altiandino y el páramo abierto donde abunda el bambucillo (Chusquea sp.). Nombres comunes: Mariposa marrón de Schubert Schubert's brown, Schubert's brown butterfly-moth

Situación No se conoce casi nada de esta especie ni de su biología. No se dispone de datos cuantitativos sobre su tamaño poblacional, pero las observaciones directas indican que es una especie común en los páramos de Cendé y Guaramacal. Se conocen cerca de 30 ejemplares en colecciones. Aunque es posible que las poblaciones de la especie habiten otras áreas de páramo presentes en el macizo del Cendé, aún no se ha detectado su presencia en la fila de Las Rosas (3.100 m) ni en el páramo de Los Nepes (2.850 m), ambos en la fila divisoria de los estados Lara y Trujillo, conformando la porción norte de su posible área de distribución. Su área de distribución está cubierta en su totalidad por los parques nacionales Dinira y Guaramacal, los cuales representan áreas de endemismo reconocido, posiblemente originado por la separación orográfica del resto de los Andes venezolanos (cañón y valle del río Boconó). No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas El área de distribución de esta mariposa no sobrepasa 200 km2. La región del Cendé es posiblemente una de las menos visitadas y conocidas en los Andes de Venezuela, por ello tanto su flora como su fauna, incluida esta especie, encuentran cierta seguridad en este ámbito geográfico, particularmente porque los hábitats que ocupan están siendo abandonados por los campesinos que tradicionalmente los habitaban.

Conservación Posterior a los decretos de los parques nacionales Dinira y Guaramacal, y al acertado manejo que se ha dado al turismo en la región, ha disminuido notablemente no sólo la presencia humana en los páramos sino sus efectos negativos sobre el paisaje y sus elementos biológicos. La presencia de ganado bovino ha disminuido notablemente en los últimos 15 años y esto ha permitido la recolonización de gramíneas en el altiandino. Dicha condición incide en beneficio de las mariposas satirinas, incluyendo esta especie, las cuales proliferan a expensas de aquellas plantas. Es importante mantener la protección del páramo mediante la erradicación de actividades agrícolas o ganaderas, ilegales dentro de los parques nacionales.

Referencias: [1] Viloria & Pyrcz 2001. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Cola de hoja del Tamá Phyllogomphoides brunneus Belle 1981 Insecta Odonata Gomphidae

Vulnerable B1ab(iii,iv)+2ab(iii,iv)

Descripción: Conocidos comúnmente como libélulas, los odonatos del suborden Epiprocta, se caracterizan por sus ojos compuestos muy grandes y juntos que cubren casi toda su ancha cabeza. El tórax es grande y globoso, el abdomen alargado y segmentado, y dos pares de alas muy fuertes que se mantienen separadas horizontalmente o ligeramente inclinadas hacia abajo y hacia adelante. Se diferencia de los odonatos del suborden Zygoptera, conocidos con el nombre común de “caballitos del diablo”, por ser estos más gráciles y esbeltos, y de alas más frágiles que muchas especies pueden plegar en reposo. Phyllogomphoides brunneus es una libélula de tamaño medio con una longitud total de 5,5 cm. El cuerpo es de color negro con bandas azulosas y amarillas sobre el tórax, y manchas amarillas oscuras en el abdomen. Las alas son transparentes. La hembra es muy parecida al macho. Una característica de la familia Gomphidae, es que sus ojos están más separados que lo usual en otras libélulas. Distribución: La especie presenta una distribución disjunta. Sólo ha sido reportada para los Andes orientales de Ecuador y para la región de El Tamá en el occidente de Venezuela, a 550 m de altitud [1]. Se encuentra en pequeñas quebradas cristalinas en zonas boscosas del piedemonte. Nombres comunes: Cola de hoja del Tamá, Libélula del Tamá Tama brown leaftail

Situación No existe información sobre su tamaño poblacional. En general, se cuenta con muy poca información acerca de la especie en Venezuela. Ha sido observada sólo en dos pequeñas quebradas vecinas en el Parque Nacional El Tamá, y en 1996 estaba todavía presente en las mismas localidades [1,2]. La existencia de poblaciones en los Andes de Colombia no ha sido determinada, por lo cual la influencia potencial de presuntas poblaciones, así como el aislamiento de las venezolanas, son datos que permanecen desconocidos. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La deforestación y contaminación, así como la desviación de las fuentes de agua en la región son sus amenazas potenciales [1]. Su distribución restringida dentro de Venezuela limita su flexibilidad a la resistencia que pueda tener ante la pérdida o degradación del hábitat, incrementando así su riesgo de extinción.

Conservación No se han tomado medidas para la conservación de la especie. Su distribución conocida en Venezuela está protegida dentro de los límites del Parque Nacional El Tamá. El Tamá es una de las áreas más amenazadas del país, incluso dentro del parque nacional, donde existen sectores destinados a cafetales y a otros cultivos, además de la ganadería. Deben conducirse investigaciones para delimitar mejor la distribución actual de la especie, el estado de su población, la cantidad de hábitat disponible tanto dentro como fuera del Parque Nacional El Tamá, y las amenazas actuales a su hábitat. Es esencial el mantenimiento de la calidad del hábitat dentro del parque para su supervivencia a largo plazo, en vista de que la destrucción de su área de vida probablemente ocurrirá en casi todas las áreas fuera de los límites del Parque Nacional El Tamá en el lado este.

Referencias: [1] De Marmels 1999. [2] De Marmels 1988. Autor: Jürg De Marmels Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Corsario de San Esteban Archilestes tuberalatus Williamson 1921 Insecta Odonata Lestidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: Esta especie de libélula se caracteriza por su llamativa coloración, con el tórax fuertemente verde metálico arriba y cubierto de pruinescencia azulosa en los lados y ventralmente. El abdomen es negro con reflejos verde metálicos y los dos segmentos apicales también están cubiertos de pruinescencia azulosa. Las alas son transparentes y las mantiene siempre abiertas o semiabiertas en reposo. Su tamaño total es de 6,5 cm. La hembra se parece al macho. Distribución: Especie endémica de Venezuela, restringida a la ladera caribeña de la porción central de la cordillera de la Costa [1]. Las únicas poblaciones conocidas se ubican en San Esteban y alrededores, en el estado Carabobo, y cerca de Choroní en el Parque Nacional Henri Pittier, estado Aragua [2]. También se cuenta con un único registro en Rancho Grande, en la estación biológica ubicada en el Parque Nacional Henri Pittier [3]. Habita pozos sombríos en quebradas pequeñas del bosque a menos de 300 m de altitud. Nombres comunes: Corsario de San Esteban, Libélula de San Esteban Venezuelan spreadwing, San Esteban spreadwinged

Situación Se desconoce el estado actual y la ubicación de sus poblaciones, aunque probablemente esté presente en otras quebradas similares en los parques nacionales Henri Pittier y/o San Esteban [2]. Es dudoso que haya más de unos cientos de individuos. La localidad típica en San Esteban se encuentra en la actualidad severamente alterada. El bosque ha sido reducido a una línea delgada que bordea la quebrada, quedando expuesta al sol casi en su totalidad. Para 1997, en un recorrido de campo en esta localidad, no se encontró a la especie. Ese mismo año, otra población fue ubicada en una quebrada pequeña cerca del pueblo de Choroní, en el Parque Nacional Henri Pittier. Este último lugar parece ser similar a lo que era la quebrada de San Esteban en los años veinte [1]. Su hábitat está restringido a quebradas a baja altura en la zona de los cacaotales del litoral caribeño, donde la selva está amenazada por el avance de las fincas y conucos, y por los desarrollos turísticos. Si bien esta rara especie fue descubierta en 1921 en San Esteban, Carabobo, en el presente sólo se ha reportado en el Parque Nacional Henri Pittier. Aparentemente la especie es intolerante a modificaciones de su hábitat, el cual en gran parte se encuentra bajo fuerte presión humana. El último registro de la especie data del año 2003. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría En Peligro [4]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La alteración y pérdida del hábitat constituyen sus principales amenazas. La deforestación para cultivos de cacao y cambur, incendios intencionales en la época seca, desviación de agua de las quebradas y el avance de las fincas y conucos, así como el desarrollo turístico y la contaminación, son las causas principales de su situación de riesgo [2]. Esta presión es constante y considerable y no existen razones para estimar que disminuya en el futuro próximo.

Conservación No se han tomado medidas específicas para su protección. Todas las poblaciones conocidas de la especie se encuentran en los parques nacionales San Esteban y Henri Pittier. Sin embargo, por su ubicación cerca de los linderos de los parques, son más vulnerables a perturbaciones y más propensas a impactos humanos. En vista del impacto de la actividad turística, se debe lograr la protección eficaz de los bosques costeros, especialmente los que se encuentran en parques nacionales. Así mismo, es crucial prevenir la desviación de agua de las quebradas en esta región. Se propone realizar estudios biológicos y ecológicos básicos a la mayor brevedad posible. Es necesario conocer su distribución y abundancia actual, así como definir con exactitud los hábitats que utiliza y su estado de conservación. La especie no puede ser criada en cautiverio.

Referencias: [1] Williamson 1921. [2] De Marmels 1999. [3] De Marmels 1982. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Jürg De Marmels Ilustración: Ximenamaria Rausseo

283


Riegapozo colorado Sympetrum evanescens De Marmels 1992 Insecta Odonata Libellulidae

Vulnerable B1ac(iii,iv)

Descripción: Es la especie de libélula suramericana del género Sympetrum de mayor tamaño, llegando a alcanzar una talla total de 4,5 cm. El macho tiene la frente y los ojos compuestos arriba, el abdomen de color rojo carmín y el tórax marrón con una pequeña mancha clara en la parte inferior del mesepímero. Las alas son transparentes con la venación fuertemente roja. La hembra es marrón con la venación alar negra. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Recientemente descrita, es una de las cinco especies del género Sympetrum encontradas en el país [1,2]. Está restringida a la zona de Guaramacal en los Andes del estado Trujillo [3]. Se encuentra tanto en pozos como en lagos de tamaño medio y grande, a aproximadamente 1.700 m de altitud. Se desconoce su hábitat natural primario, ya que la especie ha sido ubicada sólo en reservorios artificiales de agua, construidos con orillas naturales [3]. Nombres comunes: Riegapozo colorado, Libélula colorada Vermilion meadowhawk

Situación El tamaño de la población de la especie es desconocido. Sus poblaciones locales pueden oscilar desde algunas docenas hasta centenares de individuos [3]. Es conocida sólo de dos localidades en Venezuela, ambas de origen artificial. Uno de los reservorios de agua fue creado para la producción de trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) [3]. El otro reservorio de agua carece de ictiofauna y está ubicado en el Parque Nacional General Cruz Carrillo (Guaramacal), un área de esparcimiento administrada por Inparques. Dado que ambas localidades son artificiales, la especie parece ser tolerante a ambientes alterados, aunque esto es difícil de determinar si no se tiene conocimiento sobre su hábitat natural. Sin embargo, la presencia de larvas de mayor tamaño en los lagos artificiales desprovistos de ictiofauna, podría indicar que es incapaz de reproducirse ante la presencia de truchas, probablemente porque estos peces se alimentan de sus larvas acuáticas. Esto es particularmente alarmante a la luz de la extensa y creciente distribución de truchas introducidas en muchos de los cursos de agua de los Andes venezolanos [3]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas Se estima que la especie se encuentra amenazada debido a su distribución restringida, combinada con la amenaza que existe sobre los ambientes artificiales donde se reproduce. La trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) puede limitar severamente el éxito reproductivo de esta especie. El vaciado periódico de lagos y pozos artificiales supone una amenaza seria, en vista de que la subpoblación completa puede llegar a ser devastada o incluso eliminada, como resultado de la muerte de la mayoría o de la totalidad de las larvas. Estos hábitats pueden ser recolonizados, pero sólo si existe otra subpoblación viable en el área.

Conservación Uno de los dos sitios y el único donde su reproducción es exitosa, está moderadamente protegido dentro de los límites del Parque Nacional General Cruz Carrillo (Guaramacal), aunque no está claro si la localidad específica (laguna Negra) se encuentra plenamente protegida por el parque. Deben conducirse estudios para determinar la distribución precisa de la especie, el estado de la población, las condiciones de su hábitat natural y sus requerimientos ecológicos. Una vez que la información sobre su distribución y su hábitat esté disponible, se debe explorar la posibilidad de designar áreas protegidas dentro de su zona de distribución. Es esencial que la trucha arcoiris no sea introducida en hábitats todavía carentes de peces, especialmente dentro de áreas protegidas. Se debe evaluar también la habilidad de esta especie para reproducirse y mantenerse en cautividad.

Referencias: [1] De Marmels 1992. [2] De Marmels 2001b. [3] De Marmels 1999. Autor: Jürg De Marmels Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Elfo feroz Philogenia ferox Rácenis 1959 Insecta Odonata Megapodagrionidae

En Peligro B1ab(iii)

Descripción: “Caballito del diablo” de cuerpo esbelto y frágil, ojos grandes y separados, y abdomen alargado. Esta especie posee una coloración esencialmente negra con líneas más claras poco llamativas en el tórax y unas manchas claras muy pequeñas en el abdomen. Los dos segmentos apicales están cubiertos por una pruinescencia azulosa. Las alas son transparentes o algo ahumadas y mantenidas abiertas en reposo. Los dos sexos son idénticos. El tamaño total alcanza los 5,5 cm. Distribución: Philogenia ferox es endémica de Venezuela, y conocida sólo de su localidad tipo en la cordillera de la Costa, en una quebrada cercana a Cumbres de Choroní, en el estado Aragua [1]. Se encuentra en quebradas pedregosas en bosques nublados [1]. Nombres comunes: Elfo feroz, Caballito del diablo feroz Fierce wood elf

Situación No se cuenta con información precisa ni datos concluyentes acerca de su tamaño poblacional. Sólo se conoce de una localidad, la misma donde fue descubierta hace más de 50 años [2]. Esta única población puede ser considerada estable, dado que los especímenes han sido encontrados en diferentes oportunidades a lo largo del tiempo [1]. Sin embargo, el hecho de que se encuentre sólo en una corta quebrada la hace extremadamente vulnerable a las amenazas sobre su área de vida. Parece tener requerimientos muy específicos de hábitat, ya que no ha sido encontrada ni siquiera en áreas adyacentes a la localidad tipo, a pesar de intensas búsquedas en áreas aledañas. Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que la especie sea encontrada en quebradas similares o cercanas a la localidad tipo. El último registro de este taxón corresponde al año 1999. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas Las amenazas principales que enfrenta la especie son su distribución extremadamente limitada y la frecuente perturbación a la que está sometida, que genera la degradación de su hábitat. Esto es debido a que la quebrada en la que habita es visitada los fines de semana por turistas que perturban y degradan el hábitat mientras realizan actividades de esparcimiento, dejando desperdicios contaminantes en el curso de agua [1]. El incremento de la sequía, como consecuencia de cambios climáticos, puede afectar el hábitat larval en el futuro. Adicionalmente, la amenaza potencial de incendios forestales producidos por la quema de velas en rituales religiosos no debe ser subestimada, tanto a gran escala como localmente.

Conservación No se han tomado medidas específicas que contribuyan con su protección. La quebrada habitada por la especie está legalmente protegida dentro de los límites del Parque Nacional Henri Pittier. Sin embargo, no existen medidas adecuadas para proteger la calidad del hábitat de esta especie. El uso regular de la quebrada, llevado a cabo por turistas, continúa afectándola de manera significativa. Se necesitan estudios que determinen los requerimientos ecológicos de la especie y el estado y tamaño de su población, e investigaciones acerca de las causas que expliquen su restringida distribución. Se recomienda realizar búsquedas adicionales en las quebradas cercanas, para determinar su distribución de manera definitiva. Mantener la calidad de su ambiente acuático es decisivo para su supervivencia a largo plazo. El acceso a la quebrada y sus alrededores debe ser restringido o prohibido, con la finalidad de preservar la calidad del hábitat. Se deben colocar carteles y apostar guardaparques a lo largo de los cursos de agua dentro del Parque Nacional Henri Pittier, para advertir a los visitantes sobre el daño producido por el turismo irresponsable, así como implementar programas educativos que enfaticen la importancia de no contaminar los cuerpos de agua en el parque. Tales esfuerzos pueden servir para proteger no sólo a ésta, sino a todas las especies acuáticas o dependientes del agua en el parque nacional.

Referencias: [1] De Marmels 1999. [2] Rácenis 1959. Autor: Jürg De Marmels Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Elfo de Aroa Philogenia polyxena Calvert 1924 Insecta Odonata Megapodagrionidae

Vulnerable B1ab(iii)

Descripción: Como otros “caballitos del diablo” de la familia Megapodagrionidae, se caracteriza por sus grandes ojos separados, cuerpo esbelto y frágil, y abdomen muy alargado terminado en un bulbo. Sus alas largas y delgadas son transparentes y abiertas en reposo. La coloración de esta especie es marrón con rayas negras en el tórax y pruinescencia azulosa sobre los dos segmentos apicales del abdomen. El macho se diferencia de la especie mucho más común Philogenia cassandra por detalles en la morfología de los apéndices caudales. Presenta un tamaño total de 5,0 cm [1,2,3]. Distribución: Especie endémica de Venezuela. Ha sido reportada para cuatro localidades distribuidas en la sierra de Aroa en el estado Yaracuy, al extremo nororiental de la cordillera de los Andes venezolanos. Es posible que existan algunas subpoblaciones adicionales en la sierra de Aroa [1]. La especie habita áreas boscosas asociadas a pequeñas quebradas ribereñas y su estadio ninfal acuático ocurre en pequeñas corrientes de agua en la zona. Nombres comunes: Elfo de Aroa, Caballito del diablo de Aroa, Libélula de Aroa Aroa wood elf

Situación Presenta una distribución muy restringida. Desde la captura de la serie tipo de Philogenia polyxena en el año 1920, reportada sólo como "Aroa", en Yaracuy, hubo que esperar 35 años para contar con un segundo hallazgo en 1955 en Marín, cuyo ejemplar está ubicado en la colección del Instituto de Zoología Agrícola y que fue identificado erróneamente como Philogenia cassandra. Mientras que Aroa (400 msnm) está situada en la ladera noroccidental de la sierra de Aroa, la localidad de Marín (200 msnm) se encuentra en el lado suroriental de la misma. Es posible que éstas se hayan realizado a mayor altura, en quebradas que nacen en las partes altas de la sierra. La sierra de Aroa es una de las últimas estribaciones de la cordillera de Mérida, pero aislada de ésta y de otros macizos montañosos. Desde que fue colectado el ejemplar de Marín han pasado nuevamente casi 30 años, en los cuales el desarrollo agrícola, la deforestación y la consiguiente erosión de los suelos y desaparición de pequeñas corrientes de agua en la zona, han aumentado considerablemente. Sin embargo, entre septiembre y octubre de 1980 el Dr. M.J. Westfall, de la Universidad de Florida, pudo colectar algunos ejemplares en minas de Aroa [1]. Este importante hallazgo demuestra que la especie aún sobrevive en esta región donde parece ser endémica. El último registro de la especie fue en 2001. Aparentemente, es intolerante a modificaciones de su hábitat, el cual se encuentra amenazado a lo largo de toda su distribución. Aunque es posible que sus poblaciones se hayan mantenido relativamente estables en los últimos 50 años, se desconoce su tamaño actual. Sin embargo, probablemente existan sólo algunos cientos de individuos [3]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría Vulnerable [4]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con la destrucción y alteración de su hábitat restringido, causada por la expansión de áreas para el cultivo y por la deforestación resultante, incendios forestales, erosión de los suelos, contaminación del hábitat acuático de las larvas y desviación del agua de las quebradas de la zona [2].

Conservación No existe ninguna medida de conservación dirigida explícitamente a esta especie. Es posible que algunas subpoblaciones se encuentren en el Parque Nacional Yurubí. Es necesario promover investigaciones sobre su distribución y abundancia actual, así como sus requerimientos y utilización de hábitat, incluyendo búsquedas de la especie en el Parque Nacional Yurubí. Con base en la información recabada, se deben diseñar medidas para su conservación. Es esencial proteger los bosques de galería y las pequeñas quebradas montanas de la deforestación, contaminación y desviación del agua. El taxón no puede ser criado en cautiverio.

Referencias: [1] De Marmels 1985. [2] De Marmels 1999. [3] J. De Marmels obs. pers. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Jürg De Marmels Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Elfo menor Sciotropis cyclanthorum Rácenis 1959 Insecta Odonata Megapodagrionidae

Vulnerable B1ab(iii,iv); D2

Descripción: Esta especie de “caballito del diablo” se asemeja en su coloración a Philogenia polyxena, la cual es básicamente marrón con rayas negras en el tórax y pruinescencia azulosa sobre los segmentos apicales del abdomen, y de alas transparentes, que son llevadas abiertas en reposo. Se diferencia por ser más pequeña (alcanzando un tamaño total de 4,5 cm), en la morfología de los apéndices caudales del macho y por detalles de la venación alar. Distribución: Especie endémica para la cordillera de la Costa Central de Venezuela. Ha sido reportada en tres localidades: una en el estado Carabobo y dos dentro de los límites del Parque Nacional Henri Pittier en el estado Aragua [1]. Habita bosques nublados, entre rocas y hojarasca en áreas sombreadas con agua proveniente de goteras e hilos minúsculos de agua superficial, en cuestas escarpadas cerca de quebradas rocosas [1]. Nombres comunes: Elfo menor, Caballito del diablo menor Little wood elf

Situación Aunque el tamaño poblacional es desconocido, probablemente esté en un intervalo que va desde varias docenas hasta varias centenas de individuos. De las tres localidades conocidas para la especie, sólo una contiene poblaciones viables y está ubicada en el Parque Nacional Henri Pittier. El secado de las aguas superficiales en las otras dos localidades ha llevado a su extinción local. Dicha pérdida de hábitat se atribuye al despeje de bosques nublados para plantaciones de café y cítricos, además de incendios forestales que tienden a secar el bosque, causando la desaparición de pequeñas quebradas y acuíferos subterráneos de los cuales depende la especie [1]. La pérdida de estas dos subpoblaciones sin duda ha causado la declinación significativa del tamaño de su población. Su registro más reciente es del año 2008. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas La alteración y degradación del hábitat dentro de su restringida distribución, coloca a la especie en un alto riesgo de extinción. Si las amenazas actuales no son controladas, su declinación futura es casi segura [1]. El incremento de la sequía causado por cambios climáticos puede también propiciar el secado de los acuíferos subterráneos, resultando en la pérdida de su hábitat larval.

Conservación No se han tomado medidas específicas que contribuyan con su protección. La única población conocida de la especie se encuentra dentro del Parque Nacional Henri Pittier. Sin embargo, los incendios forestales a lo largo de los bordes del parque son una amenaza constante, penetrando cada año un área mayor del interior del parque [1]. Se deben realizar investigaciones sobre la biología básica y requerimientos ecológicos de esta especie lo más pronto posible. Es necesario determinar su distribución, el tamaño de su población y si existen fluctuaciones, sus requerimientos específicos de hábitat y su tolerancia a perturbaciones. Utilizando la información resultante, deben implementarse medidas de conservación apropiadas. Los incendios forestales que amenazan su hábitat deben también mantenerse bajo control, especialmente dentro de los límites del Parque Nacional Henri Pittier.

Referencias: [1] De Marmels 1999. Autor: Jürg De Marmels Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Elfo de Paria Sciotropis lattkei De Marmels 1994 Insecta Odonata Megapodagrionidae

Vulnerable D2

Descripción: Esta especie es muy similar a Sciotropis cyclanthorum, de coloración marrón con rayas negras en el tórax y pruinescencia azulosa en los segmentos apicales del abdomen. Las alas son transparentes y llevadas abiertas en reposo. Los dos sexos se parecen en su patrón de coloración, pero se diferencian en la forma de los apéndices caudales del macho. Distribución: Especie endémica de Venezuela recientemente descubierta. Es conocida sólo para el cerro El Humo en la península de Paria, estado Sucre [1]. Las libélulas viven en bosques húmedos cerca de fuentes de agua, mientras que sus larvas habitan hilos de agua y goteras superficiales [2]. Nombres comunes: Elfo de Paria, Caballito del diablo de Paria Paria wood elf

Situación No se cuenta con información precisa acerca de su tamaño poblacional. Se conocen sólo tres ejemplares, provenientes de un área de aproximadamente 100 km2 [1]. Las presiones actuales de incendios forestales intencionales y la deforestación para la expansión agrícola, sumadas a la incrementada sequía como resultado del cambio climático, pueden colocar a la especie al borde de la extinción, debido a la desaparición de hábitats apropiados para completar su estado larval y a la limitación de su movimiento a hábitats cercanos que sean aptos para su supervivencia. No se conoce si la especie está presente en la serranía del Turimiquire, pero su presencia allí serviría muy poco para mejorar su probabilidad de supervivencia, ya que estas montañas están también expuestas a presiones antrópicas severas y se encuentran altamente deforestadas. Si la especie de hecho se encuentra restringida a cerro El Humo, la categoría apropiada posiblemente sea En Peligro Crítico. No ha sido evaluada a escala internacional.

Amenazas La alteración severa del hábitat dentro de su restringida área de distribución es su principal amenaza. Gran parte de la península de Paria ha sido fuertemente deforestada, y el manejo del parque nacional no ha sido efectivo en prevenir la deforestación masiva y conversión del hábitat resultante. La serranía del Turimiquire está también severamente deforestada; por lo tanto, aun si la especie es encontrada en sus pendientes, la calidad del hábitat disponible es probablemente muy pobre. La contaminación y desviación de cursos de agua dulce de las cabeceras de los ríos amenazan aún más su supervivencia.

Conservación No se han tomado medidas específicas para la protección de la especie. La única población está protegida dentro del Parque Nacional Península de Paria. Sin embargo, dado que el parque abarca 37.500 ha, y a que tiene sólo cuatro guardaparques y no posee un plan de manejo, no ofrece la adecuada protección. Ello se evidencia por la severa deforestación que ocurre dentro de sus límites. Se requiere investigación básica concerniente a la distribución de la especie, el tamaño de la población, su estabilidad, y sus requerimientos ecológicos. Áreas vecinas en el cerro El Humo y la serranía del Turimiquire deben ser exhaustivamente inventariadas para determinar si existen poblaciones adicionales. Se deben realizar estimados de la cantidad de hábitat disponible y de la actual tasa de deforestación, tanto en la región de Paria como en Turimiquire. Un manejo apropiado del parque es esencial para la salud a largo plazo de los ecosistemas de la región y es un componente clave para las necesidades de conservación de varias especies amenazadas, muchas de ellas endémicas de la península de Paria.

Referencias: [1] De Marmels 1994. [2] De Marmels 1999. Autor: Jürg De Marmels Ilustración: Ximenamaria Rausseo / Teinopodagrion turikum (NT)

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Camaroncito de río de Rancho Grande Atya dressleri Abele 1975 Crustacea Decapoda Atyidae

En Peligro B1ab(iii,iv,v)

Descripción: Los camaroncitos de la familia Atyidae son predominantemente pequeños (<3,5 cm) y habitan en quebradas y ríos de montaña con fuertes pendientes y corrientes rápidas, donde raspan y filtran detritos empleando una estructura en forma de abanico ubicada en sus quelíceros (pinzas). El género Atya es el más diverso y de mayor distribución de los géneros caribeños de la familia. Algunas de las especies se extienden hasta la costa occidental de África y las islas de Cabo Verde. El carapacho de los machos de Atya dressleri mide 12-20 mm de longitud, mientras que el de las hembras es ligeramente menor (9-18 mm). Posee características ancestrales y está diferenciado del resto de las especies del género Atya, con las que comparte un ancestro común muy basal en su filogenia [1]. Distribución: La distribución de esta especie es poco usual. Se le reporta solamente para dos localidades del mundo: en Panamá, en la vertiente hacia el océano Pacífico, y en Venezuela, en el Parque Nacional Henri Pittier, en el estado Aragua, que forma parte de la cuenca del Caribe [2,3]. No se ha encontrado en ninguna otra localidad del Caribe o la vertiente pacífica de Centroamérica. En Venezuela, su distribución geográfica está muy restringida: sólo se conoce de dos pequeñas quebradas adyacentes a 800 m de altitud, que forman parte de la cuenca del río Ocumare de la Costa [3]. Es posible que la especie esté presente en un río cerca del pueblo de Choroní, pero su presencia aún no ha sido confirmada [4]. Nombres comunes: Camaroncito de río de Rancho Grande Rancho Grande freshwater shrimp

Situación La distribución conocida de la especie en Venezuela es extremadamente localizada y su tamaño poblacional tal vez sea muy bajo [4]. La evidencia existente hasta la fecha sugiere que se trata de un relicto poblacional. Es posible que su tamaño poblacional esté en el orden de 100 a 500 individuos, aunque también es probable que la especie ya se haya extinguido [3]. Es necesario realizar una evaluación de las quebradas de la vertiente norte de la cordillera de la Costa, especialmente en el Parque Nacional Henri Pittier y áreas cercanas. No existen estudios sobre su biología y ecología. Los únicos trabajos publicados se refieren a su descripción original, una revisión taxonómica y filogenética del género Atya en su totalidad, y su reporte para el país [1,2,3]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría En Peligro [5]. La información disponible hasta los momentos sigue apoyando su clasificación como especie En Peligro de extinción.

Amenazas Factores intrínsecos, asociados a su baja abundancia y distribución restringida, son la principal amenaza del camaroncito de río de Rancho Grande. Es posible que la especie también esté bajo presión cerca y dentro del Parque Nacional Henri Pittier debido a la gran confluencia de turistas y al crecimiento y desarrollo de los pueblos costeros. La pérdida de hábitat que acompaña a las intervenciones humanas podría tener un efecto que comprometa definitivamente su supervivencia [4].

Conservación La especie no es objeto de ninguna medida de conservación directa. Su área de distribución conocida en el país está ubicada dentro del Parque Nacional Henri Pittier, por lo que es posible que existan poblaciones protegidas, aunque actualmente se desconoce la efectividad que éste pueda ofrecer. Se recomienda realizar investigaciones sobre la historia natural de la especie y utilizar esta información para plantear propuestas efectivas para su conservación. Dada su distribución localizada y baja abundancia poblacional, es muy importante, para el diseño de proyectos de investigación, considerar cuidadosamente el impacto negativo que podrían tener sobre las poblaciones (por ejemplo, mediante la colección de ejemplares). Es necesario garantizar la protección efectiva de su hábitat [4].

Referencias: [1] Hobbs & Hart 1982. [2] Abele 1975. [3] Pereira 1991. [4] G. Pereira obs. pers. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Guido Pereira Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Cangrejo de tierra Cardisoma guanhumi Latreille 1825 Crustacea Decapoda Gecarcinidae

Vulnerable A2ad

Descripción: Cangrejo terrestre de caparazón cordiforme, ovalado transversalmente, convexo en ambas direcciones (redondeado) y con los bordes laterales muy arqueados. Es uno de los cangrejos terrestres más grandes de la región costera de Venezuela, su caparazón típicamente alcanza entre 6,0 y 8,5 cm de ancho y de 6,5 a 7,2 cm de largo. La superficie dorsal de la frente es excavada, con pequeños tubérculos, y la del caparazón está cubierta con diminutas papilas planas, apenas visibles. En los adultos, el cuerpo y las patas presentan una característica coloración gris azulosa, mientras que los juveniles pueden ser marrones, morados o anaranjados [1]. Distribución: Especie de amplia distribución que se extiende desde la península de Florida en los Estados Unidos, el golfo de México y todas las Antillas, hasta São Paulo en Brasil [1]. En Venezuela está ampliamente distribuida a lo largo de la costa de tierra firme y la región insular, donde habita playas fangosas con manglares y cocotales, en suelos salinos bajos [2]. Nombres comunes: Cangrejo de tierra, Cangrejo guatero, Cangrejo azul Blue land crab

Situación Su biología y ecología son poco conocidas [2]. Aunque ha sido señalada como una especie relativamente común en Venezuela, las poblaciones costeras parecen haber decrecido en los últimos años [2,3]. El tamaño actual de sus poblaciones es desconocido, sin embargo, en hábitats adecuados su densidad relativa puede variar entre 0,33 y 24 madrigueras/m2 [4]. Es objeto de presión humana considerable. Sus poblaciones se han reducido posiblemente en 50% en los últimos 10 a 20 años a causa de su comercialización, práctica que no existía dos décadas atrás [3]. Igualmente, la talla promedio de los adultos muestra una tendencia hacia la disminución, además de tratarse de una especie que alcanza la madurez reproductiva a partir de los 4 años [4]. En Colombia se le clasifica como Vulnerable y se han reportado situaciones similares en otros países de su distribución [5]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue señalada en la categoría Datos Insuficientes [6].

Amenazas Una de las principales amenazas para la especie es su aprovechamiento con fines comerciales, una actividad sistemática y bien organizada a lo largo de la costa nacional [3,7]. Se ha señalado que en el área de Barlovento, estado Miranda, los pobladores locales construyen pequeños corrales donde colocan y mantienen los cangrejos que capturan en la zona. Luego los venden a una flota de camiones que regularmente recorre las carreteras de la costa, para su exportación inmediata a Puerto Rico y a los Estados Unidos, o su traslado a plantas enlatadoras ubicadas en el estado Zulia [7]. Este patrón también es observado en la costa oriental y occidental de Venezuela. Aunque la especie parece aún relativamente abundante, su estado en el largo plazo depende del control y manejo de la actividad pesquera. Otra causa de mortalidad son los arrollamientos en carreteras [4]. Durante la época reproductiva (junio a septiembre) las hembras realizan migraciones locales masivas hacia el mar, muchas veces cruzando las principales carreteras del norte del país. Desafortunadamente estas migraciones coinciden con los períodos vacacionales, y con el flujo de vehículos hacia los centros de recreación y turismo de la costa. En las áreas cercanas a los poblados de Chichiriviche y Tucacas, estado Falcón, es probable que ésta sea la principal amenaza para la especie [3].

Conservación A pesar de su valor económico y de la gran presión que experimenta, este cangrejo no es objeto de ninguna medida de conservación en Venezuela. El comercio de la especie tampoco está contemplado ni reglamentado por la legislación venezolana [8]. Es posible que algunas poblaciones se encuentren dentro de los refugios de fauna silvestre y parques nacionales costeros del país. Es necesario evaluar el estado actual de sus poblaciones y la magnitud del aprovechamiento comercial. Así mismo, adelantar estudios biológicos y ecológicos que permitan conocer detalles sobre su historia natural, necesarios para el diseño e implementación de un plan de manejo a escala nacional. El hecho de que sea capaz de utilizar con éxito ambientes intervenidos como los cocotales, podría facilitar el desarrollo de planes de manejo y conservación. En el corto plazo deben crearse instrumentos legales que incluyan vigilancia y supervisión de la actividad comercial, así como el control de los arrollamientos, principales amenazas de las poblaciones de la especie [3]. Referencias: [1] Rodríguez 1980. [2] Martínez & Pereira 1980. [3] G. Pereira obs. pers. [4] Piñango 1992. [5] Bermúdez et al. 2002a. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [7] H. Piñango com. pers. [8] MARNR 1993. Autor: Guido Pereira Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Camaroncito de río de la Gran Sabana Euryrhynchus pemoni Pereira 1985 Crustacea Decapoda Palaemonidae

Vulnerable D2

Descripción: El género Euryrhynchus, compuesto por cuatro especies, es un grupo relativamente homogéneo con una distribución típicamente amazónica [1,2]. Se caracterizan por su cuerpo cilíndrico y robusto, aspecto macizo en relación con los Macrobrachium, de los cuales se diferencian básicamente por su rostro corto, con antenas y patas menos alargadas. La morfología de las especies de Euryrhynchus es muy similar, difiriendo entre sí sólo por el número de espinas en la segunda pata. Son animales pequeños (~5 mm de longitud), con el cuerpo de color marrón-anaranjado sobre un fondo gris azulado y numerosos puntos rojos. Las patas son gris azuladas y las quelas tienen un tinte marrón. Generalmente, se les encuentra asociados a restos de vegetación depositada sobre el fondo de pequeños ríos con movimiento lento [1]. Con base en las diferencias entre los dos géneros Euryrhynchus y Macrobrachium, recientemente se ha propuesto elevar a las especies del género Euryrhynchus, en una nueva familia denominada Euryrhynchidae. Distribución: Euryrhynchus pemoni es una especie endémica de Venezuela restringida a la Gran Sabana (Parque Nacional Canaima) en el estado Bolívar, donde ha sido localizada solamente en dos pequeñas quebradas cercanas a la población de Chirimata y al salto Kamá Merú a 1.100 m de altitud, en la cuenca alta del río Caroní [2,3]. Hasta la fecha, no hay registros adicionales a su localidad tipo. Nombres comunes: Camaroncito de río de la Gran Sabana Gran Sabana freshwater shrimp

Situación Se desconoce el tamaño actual de sus poblaciones. Es considerada una especie relicta desde el punto de vista evolutivo, al presentar características ancestrales que la mantienen en los niveles basales de la filogenia del grupo y la diferencian de los demás. Es una especie poco común, cuya abundancia natural es muy baja. Un muestreo intensivo llevado a cabo en el área donde esta especie fue localizada, sólo logró obtener 14 ejemplares [2,4]. Sin embargo, es posible que su distribución abarque otras zonas en la Gran Sabana o el Escudo Guayanés, pero hace falta realizar muestreos adicionales en la región para resolver esta interrogante [3]. Aunque en las ediciones previas del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, la especie fue clasificada En Peligro, con base en los nuevos análisis se plantea considerarla como especie Vulnerable, ya que se carece de estudios precisos acerca del estado de sus poblaciones y sus amenazas. Estos estudios son prioritarios, ya que la situación podría ser alarmante debido a su distribución restringida [4,5].

Amenazas La principal amenaza que enfrenta la especie está relacionada con factores intrínsecos de su historia natural: su distribución geográfica conocida es extremadamente reducida y su abundancia local es muy baja. Las únicas quebradas donde esta especie ha sido localizada se encuentran ubicadas en el área de influencia de la carretera que cruza la Gran Sabana hacia Santa Elena de Uairén, en la frontera con Brasil. Esa vía la utilizan los numerosos turistas que visitan el área y se teme por el impacto que pueden causar los visitantes al hábitat muy restringido del camaroncito de río de la Gran Sabana. Los incendios son un evento reportado frecuentemente para la Gran Sabana [6].

Conservación La especie no es objeto de medidas de conservación particulares. Está protegida indirectamente dado que toda su distribución conocida se encuentra localizada dentro del Parque Nacional Canaima. Se propone realizar investigaciones para precisar su área de distribución, biología reproductiva y ecología, con el fin de facilitar el diseño y adopción de estrategias de conservación adecuadas. Como medida provisional de emergencia se propone la restricción del uso de las quebradas donde ha sido localizada la especie, de manera que no sean utilizadas como campamento de los visitantes del Parque Nacional Canaima. Se recomienda evaluar el estatus de la especie periódicamente (por ejemplo, cada 5-10 años) y monitorear continuamente el impacto negativo potencial del desarrollo turístico de la zona, para poder responder rápidamente a evidencias de reducciones poblacionales de esta especie amenazada [6]. La cuenca alta del río Caroní ha sido identificada como una de las regiones prioritarias para la conservación e investigación sobre crustáceos decápodos en el Escudo Guayanés [3].

Referencias: [1] De Grave 2007. [2] Pereira 1985. [3] Magalhães & Pereira 2007. [4] Pereira 1986. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [6] G. Pereira obs. pers. Autor: Guido Pereira Ilustración: Cristina Keller

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Camaroncito del río Aguaro Macrobrachium pumilum Pereira 1986 Crustacea Decapoda Palaemonidae

Vulnerable D2

Descripción: Todos los camarones criados y comercializados mediante la acuacultura pertenecen al género Macrobrachium. Las especies más grandes pueden alcanzar más de 30 cm de longitud. En contraste, Macrobrachium pumilum, que no tiene valor comercial, es una de las especies más pequeñas del género [1]. Su aspecto en general es similar al de otras especies del género, con cuerpo casi cilíndrico, un poco comprimido lateralmente, la parte superior del abdomen curvado, antenas y anténulas muy prolongadas, y el primer par de patas bastante desarrollado. Se diferencia por su menor tamaño, y su color amarillo verdoso, entre otras características morfológicas. Se encuentra asociada a comunidades de macrofitas [1]. Distribución: Especie endémica de los llanos centrales de Venezuela. Hasta el momento sólo es conocida de su localidad tipo en el río Aguaro, estado Guárico, específicamente en Paso Cachimbo [1]. Aunque la especie se encuentra actualmente clasificada dentro del género Macrobrachium, es posible que pertenezca a otro género, ya que es claramente diferenciable del resto de los miembros del grupo [2]. Nombres comunes: Camaroncito del río Aguaro Aguaro freshwater shrimp

Situación A pesar de que las cercanías de la localidad tipo (Paso Cachimbo) han sido muestreadas con relativa intensidad, la especie sólo ha sido encontrada en el sitio señalado. Su tamaño poblacional es desconocido, pero observaciones directas indican que localmente es bastante abundante [2]. Sin embargo, sus requerimientos de hábitat son muy particulares y está especializada en la utilización de algunos microhábitats dentro del cuerpo de agua, siendo muy susceptible a cualquier modificación. Es probable que esté siendo desplazada por especies nativas más competitivas y con requerimientos ecológicos menos específicos. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana la especie fue señalada en la categoría Datos Insuficientes [3].

Amenazas Aunque no se cuenta con información precisa sobre si su distribución tan localizada se debe a factores intrínsecos de su historia natural o es el producto de actividades humanas, es posible que la especie esté siendo desplazada por procesos biológicos naturales. En la localidad donde habita Macrobrachium pumilum también se reportan otras especies del género que aparentemente podrían ser más competitivas, frente a las condiciones ecológicas dominantes en la actualidad [2]. Su distribución restringida también reduce la flexibilidad de la especie contra cambios o pérdidas de hábitat, aumentando así su riesgo de extinción. Los llanos centrales son objeto de múltiples actividades agrícolas y pecuarias, capaces de impactar significativamente los cuerpos de agua por agroquímicos. El efecto de dichas actividades sobre las especies acuáticas amenazadas de la región no ha sido evaluado.

Conservación No se ha tomado ninguna medida de conservación concreta a favor de la especie. Su distribución conocida está localizada dentro del Parque Nacional Aguaro-Guariquito, por lo que es posible que el área protegida le brinde cierto grado de protección. Sin embargo, si su principal amenaza es el desplazamiento por especies nativas más competitivas, el área protegida no ofrecería un resguardo significativo. Sería importante realizar estudios taxonómicos para evaluar la validez de su clasificación actual, y explorar la hipótesis de que se trate de otro taxón. Investigaciones futuras también deberían enfocarse en la obtención de más información sobre su historia natural, y en la evaluación de la posibilidad de desplazamiento competitivo y del mecanismo mediante el cual se lleva a cabo. Se sugiere la exploración biológica de los llanos centrales con el propósito de intentar localizar otras poblaciones silvestres de la especie. Cualquier propuesta futura de conservación debe estar sustentada en los resultados de dichas investigaciones.

Referencias: [1] Pereira 1986. [2] G. Pereira obs. pers. [3] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Guido Pereira Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Camaroncito de río del lago de Valencia Macrobrachium reyesi Pereira 1986 Crustacea Decapoda Palaemonidae

Vulnerable B1ab(iii,iv,v)

Descripción: Se trata de camaroncitos bastante pequeños, que alcanzan entre 30 y 40 mm de longitud. Su cuerpo es casi cilíndrico, y un poco comprimido lateralmente. Sus antenas y anténulas son muy prolongadas y el primer par de patas está bastante desarrollado. Posee una incurvatura en la parte superior del abdomen. Su coloración es poco pigmentada, y casi traslucida. La mayoría de las especies del genero Macrobrachium requieren de alguna salinidad para completar su desarrollo larval. Sin embargo, existen algunas especies estrictamente dulceacuícolas (caso Macrobrachium reyesi), lo que se considera una adaptación evolutiva reciente, y estas especies se diferencian de sus cogenéricos estuarinos en que poseen pocos y grandes huevos, y un desarrollo larval abreviado. En general, las especies de Macrobranchium (al cual pertenecen todos los camarones criados y comercializados mediante la acuacultura) son relativamente parecidas entre sí y se diferencian según la forma del rostro y el segundo par de patas. De hecho, la taxonomía del grupo se fundamenta en diferencias morfológicas de los machos, ya que es muy difícil identificar a las larvas, juveniles y hembras [1,2]. Distribución: En Venezuela, originalmente se encontraba en la cuenca del lago de Valencia y el sistema montañoso de las áreas adyacentes, pero se presume extinto en el lago. La localidad tipo es la quebrada Corral de Piedra, afluente del río Limón en el estado Aragua, ubicada a 450 m de altitud. También ha sido colectada en el río Boconó del estado Trujillo entre Barrancas y Portuguesa, en pequeñas lagunas a lo largo de la carretera entre Guanare y Guanarito en Portuguesa, en la Quebrada Grande del río Cojedes en Yaracuy, y en la vertiente sur del lago de Valencia en el estado Carabobo [2]. Recientemente fue reportada en Colombia (Casanare, Cundinamarca y Meta), por lo que es posible que tenga una distribución más amplia a lo largo del sector occidental de la cuenca del río Orinoco [1]. Sin embargo, por no existir evidencia de que las poblaciones colombianas y venezolanas estén conectadas, se evalúa su estatus en Venezuela suponiendo que se trata de una población aislada [2]. Nombres comunes: Camaroncito de río del lago de Valencia Valencia Lake freshwater shrimp

Situación El tamaño actual de sus poblaciones es desconocido, pero en tiempos recientes ha decrecido significativamente. Se calcula que no existen más de 10.000 individuos [2]. Se estima que en los últimos 20 años las poblaciones de esta especie han sufrido reducciones drásticas en su tamaño. En 1993, durante un reconocimiento intensivo de la localidad tipo y de cuatro quebradas cercanas, no se localizó ningún ejemplar. Sólo fue posible ubicar una población muy pequeña en el río Ereigüe, cerca de San Joaquín en el estado Aragua, donde se colectaron 30 ejemplares vivos, que fueron mantenidos en cautiverio por tiempos prolongados. La extinción de la especie en el lago de Valencia seguramente causó una reducción dramática en el tamaño poblacional a escala nacional, aunque no se conoce con precisión la importancia de esta pérdida. La especie parece intolerante a las modificaciones de su medio natural, el cual se encuentra amenazado a lo largo de toda su distribución. En las ediciones previas del Libro Rojo de la Fauna Venezolana la especie fue clasificada En Peligro, aunque los nuevos análisis proponen considerarla como Vulnerable, especialmente porque a pesar de su extinción en la cuenca del lago de Valencia, la especie habita otras microcuencas y su distribución se extiende a Colombia [2,3,4].

Amenazas La contaminación de las porciones bajas de ríos y quebradas, unida a la expansión de poblados humanos, ha fragmentado y reducido sus poblaciones, que se encuentran aisladas y restringidas a las partes altas de los cuerpos de agua. En sus localidades típicas la especie se encuentra prácticamente extinta, como es el caso de aquellas ubicadas en la vertiente sur de la cordillera de la Costa Central cerca de Maracay. Dentro de su área de distribución ha sufrido reducciones bruscas en sus tamaños poblacionales a consecuencia de catástrofes naturales como crecidas desproporcionadas de ríos [4].

Conservación La especie no es objeto de ninguna medida de conservación en la actualidad. Su distribución original incluía poblaciones dentro del Parque Nacional Henri Pittier, donde parece haberse extinguido en la última década [4]. Se recomienda realizar estudios de campo detallados para definir claramente su distribución actual. Así mismo, se recomienda identificar las localidades donde su hábitat permanece relativamente intacto, con el fin de iniciar un programa de repoblación a partir de ejemplares criados en cautiverio, ya que su mantenimiento en acuarios ha demostrado ser factible [3]. Referencias: [1] Pereira 1986. [2] Valencia & Campos 2007. [3] G. Pereira obs. pers. [4] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Guido Pereira Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Camaroncito del río Caris Macrobrachium rodriguezi Pereira 1986 Crustacea Decapoda Palaemonidae

Vulnerable B1ab(iii,v)

Descripción: El género Macrobrachium comprende aproximadamente 200 especies, siendo el de mayor tamaño de todos los géneros de la familia Palaemonidae, e incluye a todos los camarones criados y comercializados mediante la acuicultura. La mayoría de las especies son de agua dulce, aunque algunas de ellas habitan en sistemas estuarinos [1]. Las características morfológicas de Macrobrachium rodriguezi son similares a otras especies del género, incluyendo su cuerpo casi cilíndrico, un poco comprimido lateralmente, antenas y anténulas prolongadas; primer par de patas bastante desarrolladas, y con la parte superior del abdomen curvada. Ha sido observada con dos patrones de coloración diferentes: anaranjado opaco o azul marino, los dos con una banda de color crema que va por la parte dorsal desde la punta del rostro hasta la punta de la cola [2,3]. Distribución: Especie endémica de Venezuela de distribución restringida. Sólo es conocida de la localidad tipo en el río Caris, cerca de El Tigre en el estado Anzoátegui, el río Uracoa, sector Las Piedritas y el río Mapirito, en el estado Monagas [2,4]. Nombres comunes: Camaroncito del río Caris Caris freshwater shrimp

Situación Aunque no se ha realizado ningún estimado de su abundancia poblacional, se presume que no sobrevivan más que 2.500 individuos [3]. Observaciones en el campo indican que es una especie de abundancias poblacionales bajas. Los únicos ejemplares conocidos, 54 en total, fueron colectados en la localidad tipo en 1984 [2]. Aunque la especie ha sido buscada intensamente en el río Caura y el río Ventuari en su parte baja no ha sido hallada, lo cual parece confirmar que su distribución es naturalmente restringida. Se desconoce el estado actual de las poblaciones localizadas en ambientes bajo fuerte presión por actividades humanas, por lo que su situación podría ser muy alarmante [3]. Presenta características morfológicas que demuestran alta especialización en la utilización del tipo de hábitat en que se desarrolla. Por lo tanto, se estima que las poblaciones decrecerán al menos 20% en los próximos cinco años por la disminución de la cantidad y calidad de su hábitat [3]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana la especie fue señalada en la categoría Datos Insuficientes [5].

Amenazas Hasta el momento, la amenaza principal para la supervivencia de esta especie la constituye la degradación de su hábitat restringido, unida a aspectos intrínsecos de su historia natural (distribución restringida y baja abundancia). El hábitat está muy amenazado, ya que su distribución conocida se encuentra bajo la influencia de actividades humanas intensas, asociadas al crecimiento de la población de El Tigre en el estado Anzoátegui y a la exploración minera de la zona. Adicionalmente, es posible que esté siendo desplazada por otras especies cercanas que son menos especializadas en el uso del hábitat [3,4].

Conservación No se ha desarrollado ninguna medida de conservación dirigida a esta especie. Tampoco está favorecida indirectamente por áreas protegidas, ya que su distribución no abarca ningún parque nacional, monumento natural o refugio de fauna. Es necesaria la investigación de su distribución actual y biología reproductiva, y luego utilizar esta información en el diseño de planes de manejo ajustados a la realidad de la especie. Esta información también serviría para evaluar la expansión del sistema nacional de áreas protegidas con el propósito de abarcar algunas de sus poblaciones [3].

Referencias: [1] Valencia & Campos 2007. [2] Pereira 1986. [3] G. Pereira com. pers. [4] López & Pereira 1996. [5] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Guido Pereira Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Langosta espinosa Panulirus argus Latreille 1804 Crustacea Decapoda Paniluridae

Vulnerable A2acd

Descripción: Las langostas poseen cefalotórax, que es la cabeza en combinación con el tórax, separada del abdomen, ambos cubiertos por el caparazón. La cabeza es muy espinosa, y consta de antenas, mandíbulas, un primer y segundo maxilar superior y el primero, segundo y tercer maxilar inferior. Poseen una visión pobre, y utilizan mayormente sus antenas y sensores. El abdomen de la langosta incluye el apéndice natatorio y la cola. De las tres especies del género que habitan el mar Caribe, Panulirus argus es la de mayor tamaño y abundancia. Aunque puede alcanzar 60 cm de longitud, típicamente mide entre 30 y 40 cm [1,2]. Distribución: Su distribución se extiende desde Carolina del Norte, en los Estados Unidos, hasta Río de Janeiro, en Brasil [2]. En Venezuela es abundante en la región insular, particularmente en los archipiélagos Los Roques y Las Aves, así como en la isla de Los Testigos. En la porción continental ha sido reportada en la costa centro occidental, principalmente en la región del Parque Nacional Morrocoy. En cuanto a sus hábitats, a lo largo de su ciclo de vida utiliza una gran cantidad de ambientes marinos como manglares, praderas de fanerógamas, arrecifes coralinos, plataformas rocosas y llanuras submarinas. Durante el día se oculta bajo rocas y conchas, manteniendo visibles sólo sus largas antenas [3]. Nombres comunes: Langosta espinosa Caribbean spiny lobster

Situación La abundancia y talla de los individuos ha disminuido en las últimas décadas. Debido a su marcada disminución a lo largo de la costa continental, casi toda la producción de langosta en Venezuela proviene del Parque Nacional Archipiélago Los Roques [4,5,6]. En el Parque Nacional Morrocoy existe una fuerte sobreexplotación, evidenciada por la captura indiscriminada de las tres especies presentes en Venezuela (Panulirus argus, Panulirus guttatus y Panulirus laevicauda), el pequeño tamaño de las langostas comercializadas y la baja productividad de la pesquería [3]. Aunque algunos autores sugieren que la pesquería en Los Roques es estable, otros han señalado que desde hace al menos 17 años la especie está sobreexplotada [5,6]. En un programa de co-manejo entre varias organizaciones y pescadores, se acordó cerrar la pesquería si las capturas eran inferiores a las de la temporada 2002-2003 [5]. Porciones significativas de su hábitat han sido modificadas debido a actividades humanas y a la mortalidad masiva de corales [3]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana la especie fue señalada en la categoría Menor Riesgo/Dependiente de Conservación [7]. En Colombia está clasificada como Vulnerable [8].

Amenazas Su principal amenaza es la sobreexplotación con fines comerciales. Por su amplia distribución y tamaño la especie es la preferida por los pescadores de langosta [9]. Su hábitat reproductivo fue drásticamente modificado en las últimas décadas. Es especialmente alarmante lo ocurrido en la costa Central, donde más de 70% de los viveros naturales permanecen inactivos. Las comunidades coralinas de la costa Oriental están en un estado de deterioro similar. En ambas regiones las formaciones de coral se encuentran prácticamente extintas [1].

Conservación En el ámbito internacional está incluida en el Anexo III del Protocolo SPAW. En Venezuela la captura de la especie es reglamentada por el Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Agricultura y Tierras. Las regulaciones actuales exigen la obtención de permisos, el respeto a una talla de captura mínima de 12 cm de cefalotórax o 1 kg de peso, veda a escala nacional entre el 1º de mayo y el 1º de noviembre de cada año, y prohibición de la captura de hembras ovadas [10]. Los Planes de Ordenamiento y Reglamentos de Uso de los parques nacionales Morrocoy y Archipiélago Los Roques establecen medidas más restrictivas. Algunas poblaciones se localizan dentro de parques nacionales y refugios de fauna costeros e insulares. Es necesario evaluar frecuentemente el estado de sus poblaciones y la magnitud de las operaciones comerciales, usando una metodología constante para poder detectar cambios en abundancia y estructura poblacional. Aunque su actividad reproductiva se inicia a temprana edad, se debe estudiar el impacto de la pesquería sobre su potencial reproductivo, y hacer los ajustes necesarios para que el reclutamiento mantenga poblaciones adecuadas [1]. Es importante establecer el esfuerzo de pesca que permita una explotación sustentable en cada área [11]. El ordenamiento debe basarse en el control de la pesca, específicamente en el número y distribución de licencias para artes de pesca [11]. Es urgente divulgar el conocimiento sobre la biología y manejo de las especies de langostas entre los pescadores, fiscales, compradores de langostas y turistas, y así asegurar el uso sostenible del recurso, especialmente en el Parque Nacional Morrocoy [3].

Referencias: [1] Prieto 1986. [2] Rodríguez 1980. [3] Posada et al. 2002. [4] Cervigón & Laughlin 1983. [5] Faría Romero & Zamarro Ceballos 2003. [6] Yallonardo et al. 2001. [7] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [8] Bermúdez et al. 2002b. [9] G. Pereira com. pers. [10] J. Posada obs. pers. [11] M.A. Faría Romero obs. pers. Autores: Juan Posada, María Alejandra Faría Romero Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Cangrejo cavernícola de Perijá Chaceus caecus Rodríguez & Bosque 1990 Crustacea Decapoda Pseudothelphusidae

Vulnerable D2

Descripción: Pseudotelphusidae es una familia de cangrejos de agua dulce, que habita predominantemente en quebradas en zonas montañosas del Neotrópico. Incluye 40 géneros y más de 250 especies [1]. Chaceus caecus es una especie troglobia, un término que identifica a organismos altamente especializados para la vida en la profundidad de las cuevas. Entre las características de esta especie, que también comparten otros organismos troglobios, está el haber perdido casi toda pigmentación, ser completamente ciego, y tener un cuerpo más estilizado, apéndices más alargados que especies cercanas que no viven en cuevas, y quelas similares y proporcionadas. Las hembras ponen pocos huevos y de gran tamaño. Tiene un caparazón ovalado transversalmente, de 2,5 a 3,0 cm de ancho y de 1,6 a 1,9 cm de largo [2]. Distribución: Especie endémica de Venezuela que habita sólo en una serie de cuevas en la sierra de Perijá. Fue descubierta en 1989 en la cueva Punto Fijo, una caverna ubicada en las laderas al norte del valle del río Guasare [2,3]. En 1990 se encontró de nuevo en varias cuevas al sur de la localidad tipo, en el valle del río Socuy [4]. Las aguas subterráneas conectan las cuevas, así que la especie pudiera habitar en otras cavernas inexploradas de la región. Habita en pequeños pozos en áreas de total oscuridad. Nombres comunes: Cangrejo cavernícola de Perijá Perija troglobiont crab, Perija stygobiont crab

Situación La distribución de la especie es muy restringida y se encuentra en una de las regiones más amenazadas de Venezuela. Es totalmente dependiente de las cuevas donde habita y su distribución está limitada al sistema de cuevas en esta pequeña región. Se desconoce el tamaño estimado de la población, pero ciertamente es muy reducido. Se ha estimado que podría haber entre 50 y 500 individuos en total [5]. En 1990, se encontraron sólo 19 individuos en la cueva Punto Fijo [3]. El número de juveniles por puesta es bajo en relación con otras especies de la misma familia, lo cual es una característica típica de los troglobios. No ha sido evaluada a escala internacional.

Amenazas Su restringida distribución y especialización al hábitat la hacen particularmente sensible a cambios ambientales, ya sean naturales o inducidos por el hombre. Cualquier intervención o destrucción en este sistema de cuevas podría resultar en su extinción. Actualmente muchas de las cuevas y zonas kársticas en la sierra de Perijá están amenazadas por actividades de minería y agricultura [6]. El sistema Guasare-Socuy, de donde se conoce la especie, afortunadamente es uno de los cuatro sistemas que se mantienen intactos en la sierra de Perijá [7]. Sin embargo, si se permiten las operaciones mineras en el sistema, el hábitat de esta especie con certeza se contaminará y degradará, aumentando su riesgo de extinción.

Conservación No existen medidas de conservación para la especie. Se ha propuesto la ampliación del Parque Nacional Sierra de Perijá para dar protección a varias zonas kársticas intactas y a los organismos que allí habitan [6]. Las zonas kársticas son áreas donde predomina la caliza, y se caracterizan por hondonadas, zanjas y cuevas causadas por corrientes de agua subterráneas. El mantenimiento de un ambiente adecuado en las cuevas es esencial para su sobrevivencia a largo plazo, así como para la de otras especies. Para evitar la contaminación y destrucción de las cuevas y los acuíferos asociados, deberá prohibirse cualquier actividad extractiva en el sistema Guasare-Socuy. Se recomienda desarrollar estudios adicionales en otras cuevas de la región para determinar la distribución de la especie en Venezuela, así como evaluar su estatus poblacional.

Referencias: [1] Rodríguez 1980. [2] Suárez 2005. [3] Rodríguez & Bosque 1990. [4] Rodríguez & Herrera 1994. [5] G. Rodríguez com. pers. [6] Viloria 2001. [7] Viloria & Portillo 1999. Autores: Ángel L. Viloria, Rebecca Miller Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Cangrejo cavernícola de Mesa Turik Chaceus turikensis Rodríguez & Herrera 1994 Crustacea Decapoda Pseudothelphusidae

Vulnerable D2

Descripción: Es un crustáceo trogofílico, un término que se refiere a especies que viven casi exclusivamente en cuevas, pero no están especializadas para vivir en estos ambientes [1]. En comparación con Chaceus caecus, cuyo ciclo de vida se realiza completamente dentro de cavernas profundas, Chaceus turikensis está adaptada al ambiente intermedio de las cuevas, pero frecuentemente visita hábitats de transición de la entrada de la cueva y áreas cercanas [2]. Sus adaptaciones son menos dramáticas que Chaceus caecus, siendo su morfología más robusta y menos estilizada, con quelas desiguales y fuertes, presencia de ojos funcionales y coloración parda. Distribución: Especie endémica de Venezuela que sólo se conoce de cinco cuevas situadas entre 1.700 y 1.800 m de altitud en Mesa Turik, una montaña de cima plana ubicada en la sierra de Perijá [3,4]. Fue descubierta en 1991, y es uno de los pocos crustáceos trogofílicos conocidos en Venezuela. Habita cerca de ríos en cañones montañosos o en las partes iluminadas de cuevas con gran cantidad de agua, normalmente a 40 ó 50 m de la entrada. Nombres comunes: Cangrejo cavernícola de Mesa Turik Mesa Turik troglophile crab

Situación La especie es muy poco conocida y no se dispone de información sobre su estatus. De hecho, sólo se dispone del trabajo donde se describe [3]. No existen estimados de su tamaño poblacional; sólo se conocen los 12 individuos colectados en 1991 [3]. Por otra parte, su distribución conocida es muy limitada y pareciera presentar requerimientos de hábitat particulares. Aunque no está restringida a cuevas, sólo ha sido encontrada en áreas oscuras y sus palpos son relativamente delgados, lo que es característico de especies adaptadas al ambiente de las cuevas. No ha sido evaluada a escala internacional.

Amenazas Su distribución extremadamente restringida hace a la especie particularmente sensible a la pérdida de hábitat y a los cambios ambientales, naturales o inducidos por el hombre. Cualquier intervención o destrucción del hábitat en Mesa Turik podría resultar en su extinción. La actividad minera en la sierra de Perijá está sometiendo a muchas cuevas y zonas kársticas a riesgo de contaminación y destrucción, aun cuando el sistema de Mesa Turik permanece relativamente intacto y, de hecho, califica como potencial unidad de conservación [5,6].

Conservación No se han tomado medidas para la conservación de esta especie. Se ha propuesto la ampliación del Parque Nacional Sierra de Perijá para dar protección a varias zonas kársticas intactas, así como a los organismos que las habitan [6]. Las zonas kársticas son áreas donde predomina la caliza, caracterizadas por hondonadas, zanjas y cuevas causadas por corrientes de agua subterráneas. Se requiere adelantar investigaciones sobre su distribución, estatus poblacional y requerimientos ecológicos. Es esencial mantener las condiciones ambientales en los cañones, cuevas y cursos de agua de Mesa Turik para asegurar la sobrevivencia de la especie a largo plazo; al igual que es necesario prohibir las actividades extractivas en el área, con el fin de prevenir la contaminación y la destrucción de hábitat.

Referencias: [1] Galán & Herrera 1998. [2] Rodríguez & Bosque 1990. [3] Rodríguez & Herrera 1994. [4] Suárez 2005. [5] Viloria 2001. [6] Viloria & Portillo 1999. Autores: Ángel L. Viloria, Rebecca Miller Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Isópodo ciego de la cueva de Toromo Zulialana coalescens Botosaneanu & Viloria 1993 Crustacea Isopoda Cirolanidae

Vulnerable B2ab(iii)

Descripción: Los isópodos son el orden más diverso de los crustáceos, habitando desde lechos marinos profundos, hasta una gran variedad de ambientes terrestres. Zulialana coalescens es la única especie conocida de este género de isópodo cavernícola “gigante” que llega a medir entre 1 y 3 cm de longitud, anoftalmo (sin ojos), despigmentado y capaz de volvación (se enrolla formando una bolita). Posiblemente representa un linaje de isópodos muy antiguo, de origen marino, que no tiene relativos cercanos en las aguas continentales de Venezuela. Se ha comparado con géneros de cirolánidos de hábitos similares en otros continentes, pero no presentan afinidades aparentes reales con Zulialana [1]. Es una especie portadora de numerosos caracteres morfológicos y etológicos únicos dentro del suborden Cymothoidea, tales como el alargamiento de los apéndices, desarrollo de órganos táctiles, quimioreceptores u olfativos, y otras adaptaciones propias de las especies hipogeas, como una capacidad reproductiva baja y tasa de crecimiento corporal relativamente lenta [2]. Distribución: Especie endémica únicamente conocida de una corriente subterránea de agua dulce que cruza la cueva de Toromo, piedemonte de la sierra de Perijá, al suroeste de Machiques, a 400 m de altitud. Prefiere los lugares donde el agua circula a menor velocidad, y es capaz de trasladarse de un pozo a otro caminando fuera del agua, particularmente a través de sustratos arenosos o rocosos muy húmedos [3,4]. No posee capacidad de nadar [1]. Nombres comunes: Isópodo ciego de la cueva de Toromo Toromo cave blind isopod

Situación A pesar de la ausencia de estimados del tamaño poblacional, observaciones de campo permiten asegurar que la especie es común a lo largo de todo el sector explorado de la cueva de Toromo por donde circula agua. Con buena iluminación, sus individuos pueden ser apreciados a simple vista sin mayor dificultad, algunas veces formando agregados numerosos. Las poblaciones se mantienen estables, como ha sido constatado en repetidas oportunidades en las que se ha explorado la localidad típica entre 1992 y 2003 [5]. No ha sido evaluada a escala internacional.

Amenazas Hasta el momento, se considera que la amenaza principal para la supervivencia de esta especie de crustáceo isópodo radica en lo limitado de su distribución natural. Se conocen muchas otras cuevas en la sierra de Perijá, en las que se encuentran otras especies estigobiontes detectadas en la cueva de Toromo (p. ej. el pez Trichomycterus spelaeus), pero hasta la fecha no se ha localizado otra población de la especie. La cueva de Toromo es visitada con cierta frecuencia por turistas y espeleólogos de la región. La incidencia de estas visitas sobre el ecosistema se desconoce, pero se supone que son pocos los efectos negativos sobre la corriente de agua que circula en el interior de la cueva. La cueva de Toromo, aparentemente, queda dentro de los límites de una concesión carbonera que ha sido solicitada por una empresa privada [6,7,8].

Conservación No existe ninguna medida de conservación para esta especie. La cueva de Toromo no se encuentra protegida legalmente. Es necesario explorar la región para determinar la procedencia de su corriente subterránea. También se requiere identificar la cuenca epigea que al menos parcialmente recolecta esas aguas, a fin de proteger la cuenca y su cobertura vegetal, de manera que se garantice la estabilidad del flujo hídrico y la calidad química de sus aguas. Posiblemente convenga crear una figura de protección legal para la cueva de Toromo y su cuenca hidrográfica. De esta manera podría evitarse la entrega de este fenómeno espeleológico a un consorcio minero.

Referencias: [1] Botosaneanu & Viloria 1993. [2] Botosaneanu 2001. [3] Decu et al. 1994. [4] Galán 1995. [5] Viloria & Portillo 1999. [6] A.L. Viloria obs. pers. [7] Viloria & Portillo 2000. [8] Viloria 2001. Autor: Ángel L. Viloria Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Caracol porcelana Cypraea mus Gastropoda Caenogastropoda Cypraeidae

Linnaeus 1758

Vulnerable D2

Descripción: Caracol de tamaño mediano que puede alcanzar hasta 6,7 cm de longitud [1]. La concha es gruesa, subredondeada e inflada con orillas poco dentadas cuya conformación más gruesa aparenta cierta deformidad. La superficie de la concha es muy lisa y de apariencia nacarada, y presenta una coloración generalmente gris o marrón claro, con manchas marrones oscuras en el dorso [1]. Anteriormente, esta especie estaba en el Orden Mesogastropoda. También se le conoce con los sinónimos Muracypraea mus y Scyphocypraea mus. Distribución: Especie con una distribución muy localizada y disjunta. Las poblaciones conocidas están restringidas a Las Granadinas y golfo de Uraba, en Colombia, y golfo de Venezuela y golfo Triste, en Venezuela [1,2,3]. Habita aguas someras y está generalmente asociada o cerca de fondos arenosos-fangosos con praderas de Thalassia testudinum [4]. Nombres comunes: Caracol porcelana Mouse cowrie

Situación En Venezuela se conoce muy poco sobre las poblaciones de la especie, y no se cuenta con datos de su tamaño poblacional. Está asociada a un tipo de hábitat único y amenazado, siendo incapaz de tolerar modificaciones de su ambiente natural [5]. Dado que sus poblaciones son objeto de presión humana considerable por lo atractivo de su concha y su valor en el mercado de coleccionistas, la especie podría estar seriamente amenazada en el mediano plazo, de continuar las tendencias observadas [2]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana la especie fue señalada en la categoría de Menor Riesgo/Preocupación Menor [6]. En Colombia se le clasifica como Vulnerable por su distribución restringida y por la falta de datos sobre la especie [1]. No ha sido evaluada en el ámbito internacional.

Amenazas En los años ochenta la especie fue muy cotizada por coleccionistas en el mercado internacional, quienes pagaban fuertes sumas por la obtención de su concha. Actualmente la presión sobre la especie continúa, ya que ha adquirido un valor alto [2]. Por su distribución localizada es muy susceptible a la contaminación y a la destrucción de los ambientes donde habita. El golfo de Venezuela está bajo la influencia de actividades de explotación petrolera en el lago de Maracaibo y de las numerosas embarcaciones de gran porte que navegan por estas aguas, lo cual aumenta la posibilidad de degradación del hábitat por lo menos en esta área. No se conoce el efecto de esta degradación para las poblaciones en el golfo de Venezuela, pero es probable que sea nocivo. Adicionalmente, el desarrollo poco coordinado que se observa en toda la costa venezolana, podría afectar a las poblaciones tanto del golfo de Venezuela como las encontradas en golfo Triste.

Conservación Hasta el momento no se ha adoptado alguna medida para su conservación. El comercio de su concha debe prohibirse o limitarse hasta tanto se desarrollen estudios biológicos exhaustivos, que permitan el diseño de un plan de manejo para sustentar su aprovechamiento racional. Con el objeto de destacar su valor como especie de gran belleza y única de la fauna venezolana, se ha recomendado declararla como Molusco Nacional [2].

Referencias: [1] Gracia & Díaz 2002. [2] Martínez 1990. [3] R. Martínez com. pers. [4] Abbott 1974. [5] R. Cipriani obs. pers. [6] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autores: Roberto Cipriani, Rebecca Miller Ilustración: Cristina Keller

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Botuto Strombus gigas Linnaeus 1758 Gastropoda Caenogastropoda Strombidae

Vulnerable A2ad

Descripción: Es una de las especies de caracoles marinos más grandes del mar Caribe, llegando a alcanzar hasta 40 cm de longitud y a pesar hasta 3 kg. La concha es espiralada y el nácar interno presenta una característica pigmentación rosada. Sus rasgos anatómicos incluyen pedúnculos oculares largos y tentáculos oculares reducidos, una trompa extensible o proboscis, y un labio extendido de la concha que se desarrolla cuando llega a la edad adulta [1,2,3]. Distribución: Especie de amplia distribución en el mar Caribe y áreas adyacentes, que se extiende desde el sur de Florida en los Estados Unidos hasta la costa norte de Brasil, y el este de América Central a las Bahamas y una población aislada en las aguas costeras de las Bermudas [1]. Hoy en día está prácticamente extinto en las islas Granadinas, la península de Florida y Puerto Rico [2]. En Venezuela su distribución histórica abarcaba casi todo el margen litoral, con densidades máximas en las dependencias federales y el estado Nueva Esparta [3]. En la actualidad sólo es relativamente abundante en algunas zonas insulares como el Parque Nacional Archipiélago Los Roques e isla La Orchila, mientras que está prácticamente extinto en el archipiélago Las Aves, donde era relativamente abundante hace menos de 20 años [2,3,4]. Nombres comunes: Botuto, Guarura, Vaca, Caracol reina, Caracol rosado Queen conch, Pink conch

Situación Actualmente las poblaciones de la especie están severamente reducidas, y presenta varias extinciones locales. Se desconoce su tamaño poblacional en la mayoría de las localidades donde se distribuye. En el Parque Nacional Archipiélago Los Roques recientemente se estimó una densidad de 0,1878 individuos/100 m2 y una abundancia total de 1.374.640 individuos [5]. Sin embargo, en áreas donde era abundante prácticamente ha desaparecido. La densidad poblacional y talla promedio de los individuos disminuyó significativamente dado el fuerte aprovechamiento comercial del que fue objeto hasta 1991 [2,6,7]. Después de 13 años de veda sus poblaciones no parecen haberse recuperado. Sin embargo, en Los Roques existen áreas donde se evidencia cierta recuperación, aunque todavía se encuentra en densidades similares a las registradas y ha sido reportada como sobreexplotada [5,6,8]. En Colombia es clasificada como Vulnerable [9].

Amenazas La pesca furtiva con fines comerciales ha ocasionado su desaparición en casi todas las regiones costeras de Venezuela. En la década de los años ochenta, aproximadamente 98% de la producción nacional provenía de Las Aves y Los Roques, donde sus densidades disminuyeron en más de 95%. Actualmente, la explotación continúa en Los Testigos y Las Aves, donde es difícil el control por razones logísticas. Afortunadamente, el aumento del turismo en el Parque Nacional Archipiélago Los Roques ha permitido que pescadores tradicionales de la especie hayan encontrado otras fuentes de ingresos, por lo que su cosecha es más esporádica y limitada. Adicionalmente, la vigilancia es mucho más efectiva en el parque nacional [4]. Un trabajo reciente sobre la reconstrucción histórica de la pesquería de este recurso en Los Roques, desde la época precolombina hasta el presente, pone en evidencia lo susceptible que es a la sobreexplotación pesquera [10]. También su concha es muy apreciada como souvenir y por coleccionistas.

Conservación En el ámbito internacional se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES y en el Anexo III del Protocolo SPAW. En Venezuela, mediante la Resolución N° 247 del MAC (14/08/91) se establece la veda por tres años, la cual fue ratificada en 1995 [11]. Con la Resolución N° 012 del MAC (20/01/99) se levanta la veda y se establecen regulaciones para su extracción, pero aún no se otorgan permisos ni se han establecido las cuotas para la pesquería [12]. Desde el punto de vista práctico la veda continúa. Se han realizado estudios detallados de su biología, ecología y pesca en Los Roques, y se ha propuesto recomendaciones para su manejo sostenible [2]. Con base en los trabajos sobre distribución y abundancia, y en la reconstrucción histórica de la pesquería, se recomienda que la veda total se mantenga, al menos en el Parque Nacional Archipiélago Los Roques [5,10]. Sin embargo, otros estudios han sugerido medidas distintas, que podrían formar parte de un plan de manejo: a) establecer zonas de protección especial en áreas con altas densidades y/o reconocidas como criaderos de juveniles, con énfasis en la vigilancia y control; b) mantener la veda durante el período reproductivo; c) utilizar juveniles criados en laboratorio para la repoblación en zonas sobreexplotadas; d) evitar la venta ilegal en mercados internacionales; e) evaluar con frecuencia el estado de las poblaciones a fin de realizar comparaciones; f) constituir un comité de trabajo, con la participación de los pescadores que usan el recurso, para realizar evaluaciones de campo, discutir resultados y establecer el manejo y el control necesarios para garantizar el sostenimiento poblacional [2,6,8,13]. Referencias: [1] Abbott 1974. [2] Álvarez 1987. [3] Princz 1986. [4] J. Posada obs. pers. [5] Schweizer & Posada 2002. [6] Bastidas & Rada 1998. [7] Schapira 2003. [8] Rada 2002. [9] Gracia & Díaz 2002. [10] Posada et al. 2006. [11] Venezuela 1991. [12] Venezuela 1999. [13] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. Autor: Juan Posada Ilustración: Cristina Keller

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Quigua Cittarium pica Linnaeus 1758 Gastropoda Vetigastropoda Trochidae

Vulnerable A2ad

Descripción: Caracol gasterópodo que habita sobre sustratos rocosos en áreas intermareales. Su concha mide entre 5 y 10 cm de longitud, es pesada y moderadamente ornamentada, de superficie áspera manchada con líneas azul oscuro sobre la base blanca. Presenta ocho a nueve giros, y abertura subcircular. El opérculo es circular, multiespiral y córneo, ligeramente cóncavo, de color blanco amarillento con grandes manchas color negro-púrpura [1,2,3]. Distribución: Es el único miembro del género Cittarium presente en el mar Caribe. Es relativamente abundante en las costas continentales e insulares [1]. Hace cientos de años se extinguió en la península de Florida (Estados Unidos) y en las Bermudas. En Venezuela es relativamente frecuente, aunque algunos autores han señalado que sólo existen poblaciones grandes en zonas muy protegidas, como la bahía de Turiamo en Ocumare de la Costa [4]. Nombres comunes: Quigua, Cigua, Burgao West Indian top shell

Situación Se desconoce el tamaño y estado actual de sus poblaciones. Las densidades de la especie son variables incluso dentro de localidades relativamente bien estudiadas. En el Parque Nacional Archipiélago Los Roques, se estimó una densidad de 0,064-13,54 individuos por m2, dependiente del mes y del sitio [2,5]. Sin embargo, su abundancia ha disminuido notablemente en las últimas décadas debido a la captura desmedida con fines comerciales y de subsistencia. Este patrón fue señalado hace por lo menos 17 años, expresado por los pescadores al referirse a la dificultad de conseguirla en el número y tamaño de tiempos anteriores [2,5]. Aunque no existen datos poblacionales recientes, la reducción poblacional es obvia en la actualidad, cuando se observa que lo que se vende como “quigua” son dos especies de molusco del género Astraea [4,6,7]. Por otra parte, desde hace más de 10 años ha sido difícil conseguir individuos vivos de tamaños mayores a 2 ó 3 cm, una reducción significativa en una especie que puede llegar a medir hasta 18 cm [8,9]. Existen evidencias de que la especie podría estar sobreexplotada y es probable que se haya extinguido en algunas zonas de la costa venezolana [9,10]. En ediciones anteriores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana la especie fue señalada en la categoría Datos Insuficientes [11]. En Colombia es clasificada como Vulnerable [12].

Amenazas Entre los gastrópodos del mar Caribe, ocupa el segundo lugar en importancia económica después del botuto (Strombus gigas), aunque ha ido desapareciendo de los mercados a causa de su sobreexplotación [2,3]. La especie es capturada principalmente para utilizar su carne como alimento [9,5,13]. Su demanda ha aumentado en tiempos recientes como consecuencia del incremento de los desarrollos turísticos del occidente y oriente del país, donde existe un mercado de dimensiones considerables. Se ha señalado que su concha es utilizada con fines medicinales.

Conservación No existe ninguna medida de conservación dirigida a la especie en particular. Aunque existen poblaciones en varios parques nacionales, la presión de pesca es sumamente fuerte incluso en áreas protegidas. En Costa Rica, las localidades protegidas presentan densidades hasta tres veces mayores que las localidades no protegidas [14]. Son urgentes estudios básicos acerca de su distribución actual, abundancia poblacional, y magnitud del aprovechamiento comercial y de subsistencia. Con base en los resultados, es necesario diseñar un plan de manejo sobre poblaciones silvestres y cautivas. Se debe crear el basamento legal para su conservación y uso sostenible. Se ha recomendado una talla mínima de captura de 70 mm de diámetro de la concha en su parte más ancha, sugerencia basada en la talla de madurez sexual y en el crecimiento de la parte comestible [2,5]. Proyectos de protección de zonas y de repoblación pueden ser aplicados, junto con un programa de cultivo de la especie [3].

Referencias: [1] Abbott 1974. [2] Castell Pérez 1987. [3] Cervigón et al. 1992. [4] P. Miloslavich obs. pers. [5] Princz 1986. [6] Parwatch 2008b. [7] C. Bastidas obs. pers. [8] M.C. Díaz com. pers. [9] R. Cipriani obs. pers. [10] Rodríguez 2003. [11] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [12] Gracia & Díaz 2002. [13] R. Martínez obs. pers. [14] Schmidt et al. 2002. Autores: Carolina Bastidas, Roberto Cipriani, Rafael Martínez, Patricia Miloslavich Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Coral cacho de alce Acropora palmata Lamarck 1816 Anthozoa Scleractinia Acroporidae

Vulnerable A2abce

Descripción: Es el coral de mayor tamaño de todas las especies del género Acropora. De envergadura alcanza 4 m, de altura 2 m y de diámetro en su base 40 cm [1,2,3,4]. La base de la colonia se encuentra firmemente anclada al sustrato. Sus ramas tienen forma aplanada y en algunos casos pueden tener forma redondeada. Distribución: Se distribuye en la mayor parte de los arrecifes del Caribe, desde el sur de Florida y norte de Bahamas hasta el Caribe Sur en Colombia, Trinidad y Tobago y Venezuela [1]. Igualmente desde el norte en Veracruz, México, hasta Barbados. No se encuentra en Bermudas ni al norte del golfo de México. Nombres comunes: Coral cacho de alce Elkhorn coral

Situación Fue una especie abundante y conspicua hasta mediados de los años ochenta, cuando fue afectada por un evento epizoótico de enfermedad de Banda Blanca, huracanes, incremento de la depredación y blanqueamiento [2,3]. Formaba entramados densos, mono-específicos y con alta heterogeneidad espacial a profundidades someras e intermedias [1]. Desde la referida mortandad hasta la actualidad, numerosas áreas de arrecifes del Caribe han sufrido pérdidas de más de 95% de su cobertura [1]. Hoy en día su distribución y abundancia están poco documentadas [5,6]. El estado de sus poblaciones en los arrecifes venezolanos es poco conocido. Estimaciones de densidad promedio varían entre 0 individuos/m² en el Parque Nacional Morrocoy, hasta 0,11 individuos/m² en el Parque Nacional Archipiélago de Los Roques [7,8]. Su importancia como especie constructora del arrecife es evidente en muchas localidades, donde aún se pueden observar estructuras de carbonato constituidas por colonias muertas que han permanecido en pie (p. ej. Morrocoy). En la mayoría de estas localidades no se han observado signos de recuperación significativos [7]. No obstante, algunas localidades del archipiélago de Los Roques presentan una densidad de individuos relativamente alta en el contexto regional y una alta proporción (> 55%) de individuos con tallas medianas y pequeñas (aún inmaduros). Esto sugiere que algunos arrecifes presentan áreas de recuperación. El estado actual de las poblaciones en el Caribe no está muy claro, no obstante, para 1999 la especie fue propuesta para su clasificación En Peligro, situación de amenaza que se ratifica para el año 2006 con su incorporación al listado ESA (US Endangered Species Act) [5,6]. En Colombia se le clasifica En Peligro [9].

Amenazas La enfermedad de Banda Blanca, incremento de la depredación (Gasterópodo: Coralliophila abbreviata), pérdida de la calidad del agua, sobrecrecimiento por macroalgas y daños por anclas y botes. Es de hacer notar que la enfermedad de Banda Blanca fue la principal causa de mortalidad en los años ochenta y continúa afectando a la especie, aunque con una baja incidencia (< 2%) [7].

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES y el Anexo III del Protocolo Relativo a las Áreas y Flora y Fauna Silvestres Especialmente Protegidas en la Región del Gran Caribe (SPAW) [10,11]. En Venezuela no se ha adoptado ninguna medida de conservación en particular. La especie se encuentra presente en algunos parques nacionales como Morrocoy y Archipiélago Los Roques, aunque sus densidades han disminuido significativamente en las últimas dos décadas. Se propone el trasplante, estabilización y crecimiento de fragmentos de la especie (facilitación de la reproducción asexual), así como el cultivo de larvas. Se hace necesaria la identificación de áreas de recuperación y la implementación de planes de manejo para dichas áreas, junto con estudios de conectividad entre poblaciones de diferentes áreas del Caribe, a fin de determinar si su recuperación es factible a partir del aporte de larvas de áreas menos afectadas.

Referencias: [1] Precht et al. 2002. [2] Gladfelter 1982. [3] Aronson & Precht 2001. [4] Veron 2000. [5] Diaz-Soltero 1999. [6] Oliver 2005. [7] A.L. Zubillaga obs. pers. [8] Zubillaga et al. 2005. [9] Reyes et al. 2002b. [10] CITES 2006. [11] SPAW 1991. Autores: Ainhoa L. Zubillaga, Carolina Bastidas, Aldo Cróquer Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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Coral cacho de venado Acropora cervicornis Lamarck 1816 Anthozoa Scleractinia Acroporidae

Vulnerable A2abce

Descripción: Especie de coral que se caracteriza por ser arborescente y muy frágil, compuesta por ramas cilíndricas. Tienen una coloración marrón amarillenta y los extremos blancuzcos. Generalmente se encuentra en aguas someras (0-3 m), aunque puede extenderse hasta 30 m de profundidad. Se localiza en la mitad superior de la pendiente arrecifal y en lagunas de aguas tranquilas y transparentes [1]. Las colonias de la especie pueden formar entramados que abarcan muchos metros de largo. Distribución: Se distribuye en la mayor parte de los arrecifes del Caribe, desde el sur de Florida y norte de Bahamas hasta el Caribe Sur en Colombia, Trinidad y Tobago y Venezuela [2]. Igualmente desde el norte en Veracruz, México, hasta Barbados. No se encuentra en Bermudas ni al norte del golfo de México. Es la misma distribución que Acropora palmata, pero a diferente profundidad. Nombres comunes: Coral cacho de venado Staghorn coral

Situación La especie fue abundante en la región caribeña hasta principios de los años ochenta, cuando un evento de mortandad masiva, causada principalmente por la enfermedad de Banda Blanca, disminuyó sus poblaciones en más de 95% en algunas áreas [2]. En el año 1999, fue incluida en el listado de las especies En Peligro de extinción del Caribe [3,4]. Los reportes sobre la condición actual de sus poblaciones en los arrecifes del Caribe son muy variables, al igual que para Acropora palmata [5]. En algunas localidades la especie se encuentra totalmente ausente, mientras que en otras la abundancia alcanza valores de hasta 3 colonias/m2 y áreas hasta de 21 hectáreas [6,7]. En Venezuela se desconoce tanto su estado actual como su tamaño poblacional. Según estimaciones, la cobertura promedio relativa de la especie para un arrecife de Los Roques era 47% [8]. Para 1987, sus densidades alcanzaban 4 a 5 colonias/m2 en el Parque Nacional Archipiélago de Los Roques [9]. Actualmente son abundantes en algunos arrecifes de este parque [7]. Para el caso de las comunidades coralinas costeras, las poblaciones se encuentran restringidas a unas pocas localidades con densidades muy bajas. En Colombia la especie se encuentra clasificada como En Peligro Crítico, y en los Estados Unidos fue incorporada recientemente al listado ESA (US Endangered Species Act) como especie Amenazada [10].

Amenazas Daños ocasionados por tormentas, estrés térmico, enfermedad de la Banda Blanca, sedimentación, depredación por invertebrados y daños antropogénicos tales como eutroficación, deterioros por embarcaciones y buzos, y contaminación, entre otros.

Conservación Se encuentra incluida en el Apéndice II del CITES y el Anexo III del Protocolo Relativo a las Áreas y Flora y Fauna Silvestres Especialmente Protegidas en la Región del Gran Caribe (SPAW por su siglas en inglés) [11,12]. En Venezuela se encuentra protegida indirectamente por el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare y los parques nacionales Morrocoy, Mochima, Archipiélago de Los Roques y San Esteban. Es importante llevar a cabo estudios a escala poblacional y estudios de diversidad genética. Adicionalmente, se recomienda facilitar la reproducción asexual mediante el trasplante, estabilización y crecimiento de fragmentos, ya que puede ser una herramienta idónea para recuperar a las poblaciones silvestres. De igual forma, es necesario identificar áreas de recuperación e implementar planes de manejo para la especie.

Referencias: [1] Veron 2000. [2] Precht et al. 2002. [3] Diaz-Soltero 1999. [4] Oliver 2005. [5] Jaap 1998. [6] Vargas-Ángel et al. 2003. [7] Keck et al. 2005. [8] Sandia & Medina 1987. [9] S. Márques Pauls obs. pers. [10] Reyes et al. 2002a. [11] CITES 2006. [12] SPAW 1991. Autores: Ainhoa L. Zubillaga, Sheila Márques Pauls Ilustración: Ximenamaria Rausseo

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VI. Referencias

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VII. Índice de los Taxa Citados

Abeja de las orquídeas bordeada

49, 55

Amazona autumnalis

Abeja de las orquídeas de Bohart

49, 55

Amazona barbadensis

19, 37, 39, 40, 44, 50, 135

Abeja de las orquídeas de Chacón

49, 55

Amazona dufresniana

Abeja de las orquídeas kimimari

49, 55

Aburria aburri

39, 40, 44, 50, 129

45, 50

Ara militaris

136

45, 50

Ara militaris mexicana

136

Amazona festiva

47, 50

Ara militaris militaris

136

Amazona mercenaria

45, 50

Ara nobilis

Ácaro acuático

49, 58

Ameiva bifrontata

185

Ácaro de Angelier

49, 61

Ameiva provitaae

45, 50, 185

Ácaro de Bordón

49, 51

Ameiva provitai

Ácaro de Caripe

49, 58

Ampelioides tschudii

Ácaro de Herench

49, 51

Anadia bitaeniata

Ácaro de Linares

49, 51

Anadia blakei

Ácaro de Simón

49, 58

Anadia burmanguesa

Ácaro de Tronchón

49, 60

Anadia de Paria

45, 50, 180

Ardea herodias

Accipiter collaris

45, 50

Anadia del Turimiquire

45, 50, 179

Ardilla de Margarita

Accipiter poliogaster

47, 50

Anadia marmorata

Acestrura heliodor meridae Acrocinus longimanus Acropora cervicornis Acropora palmata

42 23, 30 45, 50, 302 45, 50, 302, 303

Anadia nicefori Anadia pariaensis Anadia steyeri Anas bahamensis

Adelastes hylonomus

48, 50

Anas cyanoptera

Aegolius harrisii

47, 50

Anas flavirostris

Aepeomys fuscatus Aepeomys lugens Aepeomys reigi Aetobatus narinari Aglaiocercus berlepschi Aglaiocercus kingi Agouti taczanowskii Agriogomphus jessei Águila arpía Águila blanquinegra Águila de copete

79

Anas flavirostris altipetens

79

Ancistrus galani

44, 50, 79 48, 50 44, 50, 139 139

Andaeschna timotocuica Andigena nigrirostris Anfípodo Anhima cornuta

185 46, 50 179 45, 50, 179, 180 180

39, 40, 41, 42

Aratinga pertinax margaritensis

41, 42

Aratinga pertinax tortuguensis Aratinga solstitialis Arca zebra

30

Archilestes tuberalatus Ardea cocoi

39 40, 42

179, 180

Arenque de Venezuela

49, 56

179

Aromobates nocturnus

43, 51, 207

45, 50, 179, 180

Arrendajo negro solitario

48, 52

Artibeus amplus

47, 51

47, 50

Artibeus concolor

47, 51

39, 47, 50

Artibeus obscurus

47, 51

180

39, 41, 47, 50 41

Aruco

39

Asio stygius

41, 47, 51

45, 50, 237, 257

Asio stygius robustus

41

46, 50

Astroblepus orientalis

44, 51, 233, 234

39, 46, 50 49, 51 39

Astroblepus phelpsi

45, 51, 234

Atalopedes clarkei

46, 51

Ateles belzebuth

38, 41, 44, 51, 76, 77

49, 50

Anolis de la Mesa Turik

45, 50, 182

Ateles belzebuth hybridus

Anolis del Tetari

45, 50, 183

Ateles hybridus

45, 50, 177, 182

Ateles paniscus

38 38, 39, 45, 59 38, 39, 44, 57, 127 38, 39, 45, 55

Anolis euskalerriari Anolis tetarii

44, 50, 283 39

Anisotremus moricandi

37, 39, 40, 44, 55, 126

42 47, 50

39

Águila solitaria

Ateles belzebuth belzebuth

41, 76 41, 77 38, 41, 44, 51, 69, 77 38, 47, 51

45, 50, 183

Atelopus carbonerensis

40, 43, 51, 192, 207, 218

Anoura latidens

45, 50

Atelopus chrysocorallus

43, 51, 193, 199

Anoura luismanueli

47, 50

Atelopus cruciger

47, 50

Atelopus mucubajiensis

Águila tirana

39

Anous minutus

Aguilucho de ciénaga

38

Aotus brumbacki

Aguja de los Andes

45, 55, 241

Aotus griseimembra

Aguja de Maracaibo

45, 55, 243

Aotus lemurinus

Aguja del Aroa

45, 55, 242

40, 43, 51, 191, 194, 201, 206, 211

75

Atelopus oxyrhynchus

40, 43, 51, 195 40, 43, 51, 196, 233

75

Atelopus pinangoi

40, 43, 51, 197

38, 44, 50, 75

Atelopus sorianoi

40, 43, 51, 198, 219 43, 51, 199

Aotus lemurinus griseimembra

75

Atelopus sp. nov.

Ajaia ajaja

39

Aotus lemurinus lemurinus

75

Atelopus tamaense

Akodon bogotensis

84

Aotus trivirgatus

75

Atelopus vogli

Alopias vulpinus

39

Aratinga acuticaudata neoxena

46, 50

Águila monera

Ala de sable verde

37, 40, 44, 50, 136

Ara militaris boliviana

43, 51, 200 22, 34, 43, 51, 201

38, 45, 52

Apocyclops distans

49, 50

Atherinella venezuelae

49, 50

Apristurus canutus

49, 50

Athis axaqua

49, 51

Apristurus laurussonii

49, 50

Athis fuscorubra

49, 51

Apristurus riveri

49, 50

Atlapetes nuca pálida

48, 51

45, 50

Atlapetes pallidinucha

48, 51

Altopedaliodes albarregas

30, 279

Altopedaliodes albonotata

30

Amaurolimnas concolor

47, 50

Ara ararauna

Amaurospiza carrizalensis

48, 50

Ara chloroptera

Amazilia distans

47, 50

Ara macao

39 37, 39, 45, 50

36, 44, 51, 244, 262

Atractus fuliginosus

176

Atractus lasallei

176

323


Atractus matthewi Atractus nororientalis Atractus turikensis

45, 51, 176

Becasina andina

39

176

Becasina gigante

47, 55

45, 51, 177

Becasina paramera

39

Campanero herrero

39

Campephilus melanoleucos

39

Campephilus pollens

44, 52, 142

Atrapamoscas boreal

48, 53

Blénido

49, 60

Campylopterus ensipennis

45, 52, 140

Atrapamoscas cerdoso venezolano

48, 59

Bogidiella neotropica

49, 51

Campylorhamphus pusillus

48, 52

Bolitoglossa borburata

46, 51

Candelita de Guaiquinima

48, 51

Candelita de Paria

Atrapamoscas de Caripe

44, 59, 157

48, 58

Atrapamoscas ligero menor

48, 57

Bolitoglossa guaramacalensis

Atrapamoscas piojito

46, 60

Bolitoglossa orestes

48, 51, 218

Candelita frentiblanca

Atún blanco

49, 62

Bolitoglossa spongai

45, 51, 218

Cangrejo cavernícola de Mesa Turik

Atún de aleta azul

49, 62

Botuto

Atún ojo grande

49, 62

Brachyplatystoma filamentosum

Atya dressleri Austrofundulus guajira

44, 51, 289 44, 51, 258, 259, 260, 261

Austrofundulus leohoignei

44, 51, 259, 261

38, 45, 61, 300

Brachyplatystoma juruense

44, 58, 154 46, 58

Cangrejo cavernícola de Perijá

45, 52, 297 37, 45, 52, 296

46, 51

Cangrejo de coral

49, 52

45, 51, 248

Cangrejo de tierra

45, 52, 290

Brachyplatystoma rousseauxi

46, 51

Cangrejo rey del Caribe

Brachyplatystoma vaillanti

46, 51

Capuchino del Orinoco

49, 57 40

Austrofundulus limnaeus

258, 259

Avocettula recurvirostris

47, 51

Bubo virginianus

Axonopsella bordoni

49, 51

Bufeo negro

Axonopsella henrechi

49, 51

Bufo sclerocephalus

48, 51

Carapaico

39, 40

Axonopsella linaresi

49, 51

Bufo sternosignatus

46, 52

Carcharhinus leucas

49, 52

Burrito rayado

49, 50

Carcharhinus limbatus

49, 52

Babilla

41

Bryconamericus charalae

45, 51, 226 39 37, 44, 61, 112

Carábido ciego de Ravelo

49, 61

Caracol de pentagrama

49, 62

Caracol porcelana

26, 45, 53, 299

Babo morichalero

48, 59

Burro

49, 59

Carcharhinus longimanus

49, 52

Babo negro

48, 59

Burujara plomiza

48, 54

Carcharhinus obscurus

49, 52

48, 55

Carcharhinus perezi

49, 52

Carcharhinus plumbeus

49, 52 49, 52

Babosito de los Andes

45, 51, 234

Buscador cabecinegro

Babosito del Albarregas

44, 51, 233

Buscador lomipizarra

44, 55, 156

Bagre amarillo

46, 62

Buscador orejinegro

48, 55

Carcharhinus porosus

Bagre atero

46, 51

Buscador rey

48, 55

Cardenal bandera alemana del norte

47, 52

Cardenalito

48, 52

Cardisoma guanhumi

Bagre ciego del Motatán

44, 52, 235

Buteo albigula

Bagre cinchado de los Andes

44, 52, 236

Buthraupis eximia

Bagre cunaguaro

45, 51, 248

Caballito de mar hocicudo

Bagre de Chacaíto

45, 62, 255

Caballito de mar rayado

38, 49, 56, 220 38, 46, 56

Caballito zancudo de Perijá

46, 62

Carduelis yarrellii

Bagre del río Guaire

46, 60

Caballito zancudo del Tamá

46, 62

Caretta caretta

Caballito zancudo Motilón

46, 62

Carey

Cabassous centralis

45, 52

Caribe del Tuy y Neverí

45, 61, 251

Bagre dorado

46, 51

37, 39, 40, 43, 54, 170

Carduelis cucullata

49, 60

Bagre doncella

45, 52, 290

Cardón

Bagre del lago de Valencia

4, 22, 37, 39, 40, 43, 52, 147 38, 39, 40, 43, 52, 148 37, 39, 40, 44, 52, 158, 166 24, 37, 39, 40, 43, 55, 163, 168

Bagre guitarrita andino

44, 54, 232

Cabezón

Bagre paletón del lago de Maracaibo

45, 61, 250

Cabezón brillante

48, 59

Carpintero barriga amarilla

Bagre pintado

44, 51, 247

Cabezón del Amazonas

48, 51

Carpintero gigante

Bagre puyapuya del Unare

49, 59

Cabezón del Zulia

Bagre rayado

46, 60

Cacajao melanocephalus

Bagre tuname

46, 60

Cachalote

38, 45, 59, 171

Carpilius corallinus

45, 57, 165

Carpintero real barbirrayado

37, 40, 45, 52

Carpintero real pico amarillo

37, 39, 40, 44, 59, 114

41

4, 22, 37, 39, 40, 43, 52, 147

Cascabel serrano

45, 61, 231 49, 52 47, 62 44, 52, 142 39 39 48, 53

Bagrecito ciego cavernícola de Perijá

45, 62, 257

Cachalote enano

47, 56

Casmerodius albus

39

Bagrecito sanguijuela de Yaracuy

45, 62, 252

Cachama

46, 53

Egretta alba

39

Cachaquito rabadilla azul

48, 52

Castnius pelasgus

Balaenoptera borealis

40, 44, 51, 109

30

Balaenoptera edeni

37, 40, 47, 51, 109

Cachicamo montañero

Balaenoptera physalus

37, 40, 44, 51, 110

Cacicus solitarius

48, 52

Catasticta uricoecheae bouvieri

Caecilia flavopunctata

48, 52

Catópido ciego de la Cueva del Guácharo 45, 58, 271

Balistes vetula Ballena arenquera

49, 51 37, 40, 47, 51

39

Caenolestes fuliginosus

44, 52, 71

Catasticta revancha

49, 52 41

Cazón chino

49, 60

Ballena calderón gris

39

Caenolestes fuliginosus obscurus

71

Cazón mamón dentudo

49, 57

Ballena calderón negro

39

Caenolestes obscurus

71

Cazón mamón enano

Ballena de Cuvier Ballena jorobada Ballena picuda

47, 62 37, 40, 44, 57, 111

Caguama

39, 40

Caiman crocodilus fuscus

41

Cebus albifrons

49, 58 38, 41, 47, 52

Cebus albifrons adustus

41

Cebus albifrons leucocephalus

41

39

Caimán de la Costa

37, 39, 40, 42, 44, 53, 174

Ballena piloto de aleta corta

47, 55

Caimán del Orinoco

37, 39, 40, 43, 53, 175

Cebus apella margaritae

40, 42

Ballenato picudo de Gervais

47, 57

Cairina moschata

47, 52

Cecilia de puntos amarillos

48, 52

Cajaro

46, 59

Cecilia pequeña

48, 57

Calabozoa pellucida

49, 52

Centinela de Palmichal

49, 56

Calderón gris

47, 55

Centrolene altitudinale

46, 52

45, 52

Centrolene gorzulai

48, 52 46, 52

Barraquete colorado Basileuterus cinereicollis Basileuterus griseiceps

39, 47, 50 46, 51 44, 51, 153

Basileuterus rufifrons

48, 51

Caluromys lanatus

Bassaricyon beddardi

47, 51

Camaroncito de río de la Gran Sabana

45, 55, 291

Centrolene lema

Batrachemys heliostemma

48, 51

Camaroncito de río de Rancho Grande

44, 51, 289

Centrolenella fleischmanni

206

Camaroncito de río del lago de Valencia

45, 57, 293

Centronycteris maximiliani

47, 52

Batrachemys zuliae Batrachoides manglae Batrochoglanis mathisoni

324

165 49, 51 44, 51, 247

Camaroncito del río Aguaro Camaroncito del río Caris

45, 49, 57, 292 45, 57, 294

Cephalopterus ornatus Cercibis oxycerca

39 39, 45, 52


Cetopsis motatanensis

44, 52, 235, 254

Cetopsorhamdia picklei

44, 52, 236

Chaceus caecus

37, 45, 52, 237, 256, 296, 297

Chaceus turikensis Chaestostoma dupoui Chaetostoma guairense Chaetostoma pearsei Chaetostoma pearsi

45, 52, 297 238 45, 52, 238, 239 44, 52, 239

Colostethus capurinensis

48, 53

Corybanthes mathani

Colostethus dunni

48, 53

Cotara unicolor

Colostethus guanayensis

46, 53

Cotarita de costados castaños

Colostethus humilis

48, 53

Cotarita pechiblanca

47, 56

Colostethus leopardalis

48, 53

Cotinga azul

47, 53

Colostethus mandelorum

48, 53

Cotinga nattererii

47, 53

Cotinga pirarí

47, 56 46, 59

Colostethus murisipanensis

45, 53, 208

239

Colostethus parimae

48, 53

Cotinga roja

Chalcostigma heteropogon

47, 52

Colostethus parkerae

48, 53

Cotinguita fusca

Chalcothore montgomeryi

49, 52

Colostethus praderioi

46, 53

Cotorra cabeciamarilla

Charinides Charinus bordoni Charinus tronchonii Chauna chavaria Chelonia mydas Chibchanomys trichotis Chicagüire Chimpire Chirica Chiropotes israelita Chiropotes satanas Chiví cabecigris

270

49, 53 47, 50 44, 56, 132

47, 56 19, 37, 39, 40, 44, 50, 135

Colostethus roraima

46, 53

Cranioleuca hellmayri

48, 53

49, 52

Colostethus saltuensis

48, 53

Crassostrea rhizophorae

46, 53

45, 52, 270

Colostethus sanmartini

48, 53

Craugastor biporcatus

48, 53

Colostethus shrevei

48, 53

Crax daubentoni

45, 53

Colostethus tamacuarensis

48, 53

Crax pauxi

Colostethus tepuyensis

48, 53

Creagrutus crenatus

Colostethus triunfo

48, 53

Creagrutus lassoi

Colostethus undulatus

48, 53

Creagrutus lepidus

39, 44, 52, 125 37, 39, 40, 44, 52, 167 44, 52, 80 39, 44, 52, 125 38, 46, 60 38 38, 44, 52, 78 40, 78 44, 51, 153

Colostethus wothuja

48, 53

Creagrutus melasma

Columba squamosa

39, 134

Creurgops verticalis

Comadreja colicorta andina

45, 57

Cristofué

Comadreja colicorta de sierra de Lema

47, 57

Crocodylus acutus

130 45, 53, 227 227 45, 53, 228 228 48, 53 23 37, 39, 40, 42, 44, 53, 174

Chiví corona castaña

48, 51

Comadreja lanuda

45, 52

Crocodylus intermedius

Chiví gargantigris

46, 51

Comadrejita altimontana

47, 57

Crotalus maricelae

Chlorochrysa calliparaea

48, 52

Comadrejita andina

45, 55

Crypturellus duidae

Chlorostilbon russatus

45, 52

Comadrejita desértica

45, 57

Crypturellus erythropus cursitans

Chlorostilbon stenura

47, 52

Comadrejita falconiana

Chócora

39

Chócora de Tamá

47, 58

Comadrejita musaraña andina

Choeroniscus godmani

47, 52

Comadrejita tepuyana

Choloepus hoffmmani

45, 52

Come fruta talabartero

Chubbia jamesoni

39

44, 57, 70

Comadrejita montana

Cóndor

47, 55 44, 52, 71 47, 57 46, 50 37, 39, 40, 43, 62, 128

37, 39, 40, 43, 53, 175 48, 53 39 39, 42

Crypturellus erythropus margaritae

39, 40, 42

Crypturellus ptaritepui

39, 45, 53

Cuaresmero

48, 61

Cucaracha ciega venezolana

45, 59, 273

Cuchicuchi cola anillada

47, 51

Cuclillo de manglar

47, 52

Chupare

48, 56

Conejo de Caracas

42

Cucurucú barriga amarilla

47, 50

Ciatúrido troglobio de Falcón

49, 53

Conejo de Margarita

42

Cuna amarilla

49, 58

Conepatus semiestriatus

42

Cuna blanca

49, 58

Cichla ocellaris Cichla orinocensis Ciconia maguari Cigüeña Cittarium pica Claravis mondetoura Clytoctantes alixii

45, 52, 263 263

Conirostrum rufum

48, 53

Cuna de piedra

49, 58

45, 52

Conoto aceituno

39

Cunaguaro

45, 52

Conoto negro

39

Cuniculus taczanowskii

45, 52, 301

Conoto verde

39

Curbina del lago

42

48, 53

Curucucú canela

47, 57

47, 52 44, 52, 143

Contopus cooperi Copépodo

46, 49, 50, 56, 57, 58

37, 39, 40, 42, 44, 56, 97 45, 53

Cuspa montañera zuliana

45, 52

Coccyzus minor

47, 52

Copépodo de Oswaldo Cruz

46, 58

Cuspón

Cochranella castroviejoi

46, 52

Copépodo de Thomsen

49, 58

Cyanopsitta spixii

22

Cochranella duidaeana

46, 52

Copépodo del lago de Maracaibo

49, 58

Cyathura univam

49, 53

Cochranella riveroi

46, 52

Coqueta coronada

Cynomops abrasus

47, 53

Cochranella vozmedianoi

46, 52

Cora inca

46, 53

Cynoscion acoupa maracaiboensis

Coeligena bonapartei

45, 52

Cora xanthostoma

46, 53

Cypraea mus

Coendou pruinosus Cola de bulbo Cola de hoja del Tamá Cola de víbora sabaletico Colibrí coludo de Caripe Colibrí coludo verde Colibrí de Perijá

88 46, 50, 59 45, 59, 282 49, 55 38, 44, 50, 139 38 38, 44, 57, 141

38

37, 39, 40, 44, 60, 73

42 26, 45, 53, 299

Coral cacho de alce

45, 50, 303

Cypseloides cherriei

47, 53

Coral cacho de venado

45, 50, 302

Dacnis albiventris

48, 53

Corapipo leucorrhoa Cordylancistrus nephelion

46, 53 44, 53, 240

Dactylomys dactylinus Dangond dangondi

87 44, 53, 274

Cordylancistrus perija

240

Danielocandona lieshoutae

Cordylancistrus torbesensis

240

Danta

38, 39, 40, 44, 62, 105

Danta de montaña

22, 34, 37, 43, 62, 104

Corocoro colorado

38, 39, 42, 45, 55

49, 53

Colibrí inca ventridorado

38, 45, 52

Corroncho del Guaire

45, 52, 238

Dasyatis americana

48, 53

Colibrí pantalón cobrizo

38, 47, 55

Corroncho del lago de Valencia

44, 52, 239

Dasyatis colarensis

48, 53

Colibrí pico espina

38, 45, 60

Corroncho del Tuy

44, 53, 240

Dasyatis geijskesi

48, 53

Colibrí pico lezna

38, 47, 51

Corroncho desnudo del lago de Valencia

Dasyatis guttata

48, 53

Dasyprocta punctata

47, 53

Colibrí tijereta

38, 44, 56, 116, 140

34, 43, 56, 244

Colombophiloscia cavernicola

49, 53

Corroncho cavernícola de Perijá

45, 50, 237

Dasypus kappleri

Colossoma macropomun

46, 53

Corsario de San Esteban

44, 50, 283

Delfín celador

Colostethus ayarzaguenai

48, 53

Cortanariz andina roja

46, 50

Delfín común

48, 53

Cortanariz del cóndor

46, 60

Delfín de dientes rugosos

Cortanariz del Táchira

46, 60

Colostethus bromelicola

39 47, 61 39 47, 61

325


Delfín de Fraser

47, 56

Eleutherodactylus ginesi

48, 54

Falco deiroleucus

Delfín estuarino

39

Eleutherodactylus incertus

48, 54

Farlowella acus

47, 62

Eleutherodactylus kareliae

48, 54

Farlowella curtirostra

Delfín guamachín

47, 55 242 243, 45, 55, 241

Delfín listado

39

Eleutherodactylus lancinii

48, 54

Farlowella martini

45, 55, 242

Delfín manchado

39

Eleutherodactylus lentiginosus

48, 54

Farlowella taphorni

45, 55, 243

Delfín pico largo

39

Eleutherodactylus marahuaka

48, 54

Farlowella vittata

Eleutherodactylus melanoproctus

48, 54

Felis pardalis

39, 97

Eleutherodactylus memorans

48, 54

Felis tigrinus

39, 98

Eleutherodactylus mondolfii

48, 54

Felis wiedii

39, 99

Eleutherodactylus paramerus

48, 54

Feresa attenuata

47, 55

Delfín pintado

47, 61

Delfín tornillo

23, 39, 47, 61

Delphinus delphis

39

Dendrexetastes rufigula

48, 53

242

Dendrobates steyermarki

212

Eleutherodactylus pedimontanus

48, 54

Feschaeria amycus

Dendrocincla homochroa

48, 53

Eleutherodactylus pleurostriatus

48, 54

Flamenco

Dendrocolaptes sanctithomae

48, 53

Eleutherodactylus pruinatus

48, 54

Flectonotus fitzgeraldi

48, 55

Dendrocygna bicolor

47, 53

Eleutherodactylus reticulatus

46, 54

Frutero crestirrufo

48, 53

Dendroica cerulea

46, 53

Eleutherodactylus riveroi

48, 54

Fulgora laternaria

Eleutherodactylus rozei

48, 54

Fulica caribaea

Dendropsophus amicorum

44, 54, 210, 213, 217

Dendropsophus battersbyi

48, 54, 213

Eleutherodactylus stenodiscus

48, 54

Gabán peonío

Dendropsophus meridensis

48, 54, 186

Eleutherodactylus telefericus

48, 54

Galápago de Maracaibo

Dendropsophus minuta

213

49, 55 38, 39, 45, 59

30 47, 55 39 44, 60, 164

Eleutherodactylus tubernasus

48, 54

Galeocerdo cuvier

49, 55

Dendropsophus yaracuyanus

48, 54

Eleutherodactylus turimiquirensis

46, 54

Gallina azul

47, 62

Dermatolepis inermis

49, 54

Eleutherodactylus vanadise

48, 54

Gallinago nobilis

37, 39, 40, 43, 54, 170

Eleutherodactylus yaviensis

48, 54

Gallinago undulata

47, 55

48, 54

Gallineta pico de plata

47, 55

Dermochelys coriacea Diáfano de Cendé

49, 54

Diáfano de Huber

45, 54, 276

Elfo de Aroa

45, 59, 286

Gallito de las rocas

Diáfano de Niquitao

44, 54, 275

Elfo de Paria

45, 61, 288

Gallito de las sierras

Diamante de Wetmore

38, 47, 50

Eleutherodactylus yustizi

39

39 38, 39, 46, 60

Elfo feroz

44, 59, 285

Garza cebra

47, 62

Diaphanos curvignathos

44, 54, 275

Elfo menor

45, 61, 287

Garza enana amarilla

47, 56

Diaphanos fuscus

49, 54, 275

Emberizoides duidae

48, 54

Garza morena

39

Diaphanos huberi

45, 54, 276

Epinephelus flavolimbatus

49, 54

Garza paleta

39

Diclidurus ingens

47, 54

Epinephelus itajara

49, 55

Garza real

39

Diclidurus isabellus

45, 54

Epinephelus morio

49, 55

Garzón cenizo

39

Dientefrío del Tocuyo

45, 53, 227

Epinephelus niveatus

49, 55

Garzón soldado

37, 39

Dientefrío pintado de Yaracuy

45, 53, 228

Epinephelus striatus

49, 55

Gastrotheca helenae

48, 55

Diglosa negra

44, 54, 155

Epipedobates rufulus

46, 55

Gastrotheca ovifera

48, 55

41

Gastrotheca walkeri

48, 55

Diglossa venezuelensis Dinomys branickii Diostedé garganticitrón

44, 54, 140, 155 40, 44, 54, 86 39, 46, 60

Epiphile chrysites venezuelensis

Eretmochelys imbricata 24, 37, 39, 40, 43, 55, 163, 168

Gastrotheca williamsoni

Eriocnemis cupreoventris

Gato de monte

47, 55

48, 55 37, 44, 56, 98

Diostedé pico acanalado

39

Ermitaño picolargo

Gavilán acollarado

38, 45, 50

Diostedé pico negro

39

Erpetogomphus sabaleticus

49, 55

Gavilán calzón rufo

38, 47, 55

Diostedé rabadilla dorada

39

Escalar de Venezuela

46, 60

Gavilán carinegro

38, 47, 56

23, 30

Gavilán gargantiblanco

38, 47, 52

38, 47, 59

Diphylla ecaudata

47, 54

Escarabajo arlequín

Diplobatis guamachensis

49, 54

Escarabajo ciego de la Cueva de Hueque 45, 62, 272

Gavilán ventrigris

Diplobatus pictus

49, 54

Escarabajo del carrizo

30, 264

Geochelone carbonaria

38, 39, 46, 55

Dischidodactylus colonnelloi

46, 54

Escarabajo hércules

30

Geochelone denticulata

38, 39, 46, 55

Dischidodactylus duidensis

46, 54

Escarabajo neptuno

30

Geoemyda punctularia diademata

Doradito copetón

48, 60

Esmeralda bronceada

38, 45, 52

Geranoaetus melanoleucus

Doraops zuloagai

46, 54

Esmeralda cola de alambre

38, 47, 52

Ginesia cunaguaro

Doryfera ludovicae

47, 54

Espiguero apizarrado

46, 61

Ginglymostoma cirratum

Dryocopus lineatus

9

Espiguero negriblanco

48, 61

Globicephala macrorhynchus

Duopalatinus malarmo Dupouyichthys sapito

249 44, 54, 232

Estrella cuelliroja Etmopterus perryi

42 49, 55

38, 47, 50

164 39 248 49, 55 39, 47, 55

Glyphonycteris daviesi

47, 55

Glyphonycteris sylvestris

47, 55

Dynastes hercules

30

Eudocimus ruber

39, 42, 45, 55

Dynastes neptunus

30

Eufriesea boharti

49, 55

Golopha porterii

Dysithamnus tucuyensis

48, 54

Eufriesea chaconi

49, 55

Gonatodes petersi

48, 55

Eleutherodactylus anolirex

46, 54

Eufriesea kimimari

49, 55

Gonatodes seigliei

48, 55

Eleutherodactylus anotis

46, 54

Eufriesea limbata

49, 55

Gracilinanus dryas

45, 55

Eleutherodactylus avius

48, 54

Eumops maurus

47, 55

Gracilinanus marica

47, 55

Eleutherodactylus bicumulus

48, 54

Euryrhynchus pemoni

Eleutherodactylus boconoensis

46, 54

Euspondylus acutirostris

181

Grallaria chtonia

36, 43, 55, 142, 144

Eleutherodactylus briceni

48, 54

Euspondylus monsfumus

45, 55, 181

Grallaria excelsa

44, 55, 145

Eleutherodactylus cantitans

48, 54

Euthore fastigiata

46, 55

Grallaria excelsa excelsa

145

Eleutherodactylus cavernibardus

48, 54

Euxenura maguari

39

Grallaria excelsa phelpsi

145

Eleutherodactylus colostichos

48, 54

Fafao gargantiblanco

Grallaria gigantea

145

326

45, 55, 291

44, 60, 149

Golondrina de patas pálidas

Grallaria alleni

48, 58 30, 264

144


Grallaria guatemalensis

46, 55, 144

Grallaria squamigera

145

Grallaricula cucullata

41, 44, 55, 142, 144, 146

Grallaricula cucullata cucullata

146

Grallaricula cucullata venezuelana

41, 146

Grallaricula loricata

48, 55

Grampus griseus

39, 47, 55

Hyalinobatrachium antisthenesi

46, 56

Leopardus pardalis melanura

Hyalinobatrachium duranti

48, 56

Leopardus pseudopardalis

Hyalinobatrachium eccentricum

48, 56

Leopardus tigrinus

46, 56

Leopardus tigrinus pardinoides

Hyalinobatrachium fragile Hyalinobatrachium guairarepanensis

22, 44, 56, 206

97 97 37, 39, 40, 44, 56, 98 98

Leopardus tigrinus tigrinus

Hyalinobatrachium helenae

48, 56

Leopardus wiedii

98 37, 39, 40, 44, 56, 99

Hyalinobatrachium iaspidiense

48, 56

Leopardus wiedii vigens

Gran falso vampiro

45, 62

Hyalinobatrachium orientale

48, 56

Lepidoblepharis montecanoensis

Granicera degollada

48, 60

Hyalinobatrachium pallidum

48, 56

Lepidochelys olivacea

Guacamaya

49, 61

Hyalinobatrachium revocatum

48, 56

Leptodactylus magistris

44, 56, 210, 213, 217

213

Leptonycteris curasoae

44, 56, 92

Guacamaya azul y amarilla

38, 45, 50

Guacamaya bandera

37, 39, 45, 50

Hyla amicorum Hylaeonympha magoi

49, 56

99 43, 56, 178

37, 39, 40, 44, 56, 169

Leptonycteris curasoae curasoae

92

Guacamaya barriga roja

38

Hylomantis medinai

Guacamaya de Spix

22

Hylonympha macrocerca

39

Hyloscirtus estevesi

48, 56

Libélula

Hyloscirtus jahni

46, 56

Libélula de Mago

49, 56

48, 56, 219

Libélula modesta

46, 57 49, 52

Guacamaya enana Guacamaya roja

38, 39

46, 56, 211 44, 56, 116, 140

Leptonycteris yerbabuenae

92

Leucopternis melanops

47, 56 46, 49, 53, 55, 56, 60

Guacamaya verde

37, 40, 44, 50, 136

Guache paramero

47, 58

Hyphessobrycon fernandezi

46, 56

Libélula tepuyana

Guali

39, 40

Hypsiboas alemani

48, 56

Licénido de Pyrcz

49, 61

Hypsiboas pulidoi

48, 56

Limanopoda de la selva nublada de Mérida

46, 57

Lipaugus streptophorus

47, 56

Guamachín

39

Guaraguá

37, 40, 44, 56, 169

Hyloscirtus platydactylus

Hypsiboas rhythmicus

48, 56

Güitío cabecirrayado

48, 53

Ichthyomys hydrobates

45, 56, 81

Lithogenes valencia

Gurgesiella atlantica

48, 55

Ichthyomys pittieri

44, 56, 81

Lithogenes villosus

Gymnoderus foetidus

39

Inia boliviensis

113

Gymnura altavela

48, 55

Inia geoffrensis

39, 44, 56, 113

Gymnura micrura

48, 55

Inia geoffrensis geoffrensis

113

Lonchorhina inusitata

Gypopsitta pyrilia

138

Inia humboltiana

113

Lonchorhina orinocensis

Hádzido troglobio de Falcón

49, 57

Iodopleura fusca

47, 56

Lontra longicaudis

Haemonides cronida

49, 55

Isogomphodon oxyrhynchus

49, 56

Lontra longicaudis annectens

49, 52

Lontra longicaudis enudris

Halcón de Buckley

38, 47, 57

Isópodo calabozoide

Halcón pechianaranjado

38, 47, 55

Isópodo ciego de la Cueva de Toromo

Hapalopsittaca amazonina

40, 41, 44, 55, 137, 142

45, 62, 298

Lonchophylla robusta Lonchorhina fernandezi

Lophostoma carrikeri

34, 36, 43, 56, 244 244 45, 56 44, 56, 93 47, 56 47, 57, 93 38, 39, 41, 44, 57, 101 101 101 38, 47, 57

Isothrix bistriata

47, 56

Loro cacique

38

Hapalopsittaca amazonina amazonina

41, 137

Isurus oxyrinchus

49, 56

Loro cariazul

38, 45, 50

Hapalopsittaca amazonina theresae

41, 137

Ixobrychus involucris

47, 56

Loro frentirojo

38, 45, 50

Jabiru mycteria

37, 39

Loro lomirrojo

38, 47, 50

Jenkinsia parvula

49, 56

Loro real

Hapalopsittaca amazonina velezi Harpagus diodon Harpia harpyja

137 47, 55

37, 39, 40, 44, 55, 126

Harpyhaliaetus solitarius Heliconius hecale baracnti

39, 45, 55 41

Hemibrycon jabonero

226

Hemispingus goeringi

44, 55, 156

Jicotea

23, 41, 46, 62

Jilguero cara amarilla

38, 39, 40, 43, 52, 148

Lutjanus cyanopterus

Kogia simus

47, 56

Lutra longicaudis

40

Lachnolaimus maximus

49, 56

Lutra longicaudis annectens

41

Lagartija de cerro El Humo

Hemispingus reyi

48, 55

Lagartija de Uzzeli

Hemispingus verticalis

48, 55

Lagartija de vientre amarillento

45, 55, 181

Lutra longicaudis enudris

48, 60

Lymanopoda altaselva

41 49, 57

48, 60

Lymanopoda marianna

46, 57

Lagartija lucia del Turimiquire

45, 57, 184

Lymanopoda paramera

45, 57, 277

Mabuya croizati

45, 57, 184

31

Lagartijo trompa roja

45, 50, 185

49, 56

Lagenodelphis hosei

47, 56

Macagua

Heteragrion palmichale

49, 56

Lamproneura lucerna

49, 56

Machaca

Heteromys australis

49, 57, 225

31

Hesperocyclops venezuelanus Heteromys anomalus

49, 57

49, 56

48, 55

Heraclides matusiki

Lutjanus analis

38 38, 45, 50

Junix elumbis

Hemispingus melanotis

Heraclides anchisiades anchisiades

Loro verde

89 47, 56

Langosta carioca

30

Langosta espinosa

45, 59, 269, 295

39, 40, 42 30

Macrobrachium pumilum

45, 57, 292

Macrobrachium reyesi

45, 57, 293

Langosta marrón

49, 59

Macrobrachium rodriguezi

45, 57, 294

49, 56

Laniisoma elegans

47, 56

Macrobrachium dierythrum

Himantura schmardae

48, 56

Lapa andina

45, 53

Malarmo

Hippocampus erectus

38, 46, 56, 220

Heteromys oasicus

44, 56, 89

Hexanchus griseus

Hippocampus reidi

38, 49, 56

Lapa paramera

39

Lasiurus atratus

47, 56

Manatí Mannophryne caquetio

Histiotus humboldti

47, 56

Laterallus levraudi

44, 56, 132

Mannophryne collaris

Hormiguerito rabadilla rufa

48, 62

Laterallus melanophaius

47, 56, 132

Mannophryne cordilleriana

Hormiguero bermejo

48, 62

Laucha de Mérida

45, 62, 254

Mannophryne herminae

Hormiguero pechinegro

46, 58

Laucha del Chama y Mocotíes

44, 62, 253

Mannophryne lamarcai

Hormiguero pico de hoz

44, 52, 143

Laucha del Motatán

44, 62, 256

Mannophryne larandina

Hormiguero tororoi excelso

44, 55, 145

Lechuza estigia

Hormiguero tororoi guatemalteco Hormiguero tororoi tachirense

46, 55 36, 43, 55, 144

Lechuzón orejudo Leopardus pardalis

41, 47, 51 39 37, 39, 40, 42, 44, 56, 97, 99

Mannophryne neblina

49, 57 45, 60, 249 37, 39, 40, 43, 62, 72 45, 57, 209 48, 57 48, 57 46, 57, 211 44, 57, 209, 210, 217 48, 57 43, 57, 211

Mannophryne oblitterata

48, 57

Mannophryne riveroi

46, 57

327


Mannophryne trinitatis

48, 57

Mero paracamo

49, 55

Murciélago listado guayanés

47, 60

Mannophryne yustizi

48, 57

Mesoplodon europaeus

47, 57

Murciélago listado norteño

47, 60

Manta birostris

48, 57

Messoclemmys zuliae

Murciélago longirostro de la Costa

47, 52

Manta raya

48, 57

Metacyclops geltrudeae

Murciélago longirostro merideño

47, 50

Manta raya cornuda

48, 57

Metallura iracunda

Murciélago longirostro pardo

45, 50

Murciélago marrón de los desiertos

45, 58

Mapurite

42

Margarops fuscatus

34, 43, 57, 152

Margarornis tatei Mariana Mariposa braquíptera Mariposa castnia

44, 57, 141

Metallura tyrianthina

141 49, 57

Murciélago mastín de los Andes

47, 62

Metaphryniscus sosae

46, 57

Murciélago mastín diminuto

47, 57

40

Micrastur buckleyi

47, 57

Murciélago narigudo del Orinoco

46, 54

Microcaecilia rabei

48, 57

Murciélago narigudo menor

Mielero rufo

48, 53

Murciélago narigudo raro

47, 56

Mielero vientre blanco

48, 53

Murciélago orejigrande común

47, 56

Minero collar rosado

47, 56

Murciélago orejudo mayor

47, 55

44, 57, 212

Murciélago orejudo tricoloreado

47, 55

30

Mariposa braquíptera de Bordón

49, 57

Metaniphargus venezuelanus

149

Margay

45, 57, 165

44, 60, 278 30, 49, 51, 53, 55, 61

47, 57 44, 56, 93

Mariposa catasticta amarilla del Tamá

49, 52

Minyobates steyermarki

Mariposa hespéride de Clark

46, 51

Mithrax spinosissimus

49, 57

Murciélago orejudo ventriblanco

47, 57

Mariposa limanopoda de las selvas nubladas

49, 57

Mobula tarapacana

48, 57

Murciélago perruno sepia

47, 57

Murciélago polinívoro andino

45, 56

Mariposa marrón de Albarregas

44, 61, 279

Moenkhausia pittieri

Mariposa marrón de Juan Félix Sánchez

44, 61, 280

Molossops mattogrossensis

47, 57

Murciélago vampiro peludo

47, 54

Mariposa marrón de las selvas nubladas 30, 41, 49, 59

Molossops neglectus

47, 57

Murcielaguito amarillo de los desiertos

45, 60

Mariposa marrón de los páramos 30, 41, 46, 49, 59, 61

Molossus coibensis

47, 57

Murcielaguito de listas dorsales

47, 62

Mariposa marrón de Navarro

Momotus momota

39

Mustelus canis

49, 57

Monasa atra

39

Mustelus minicanis

49, 58

Mycteroperca cidi

49, 58

Mycteroperca interstitialis

49, 58

Mycteroperca venenosa

49, 58

38, 44, 52, 78

Myersiohyla aromatica

48, 58

47, 47, 52

Myersiohyla inparquesi

46, 58

49, 59

Mariposa marrón de Perijá

44, 53, 274

Mariposa marrón de Ridout

49, 60

Mono araña del norte

Mariposa marrón de Roraima y Kukenán

46, 60

Mono araña del sur

Mariposa marrón de Schubert

45, 61, 281

23, 45, 57, 229

38, 41, 44, 51, 69, 77 38, 41, 44, 51, 76

Mono araña negro

38, 47, 51

Mariposa marrón de Tapirapecó

49, 59

Mono barbudo

Mariposa marrón de Terramar

49, 59

Mono capuchino cariblanco

Mariposa marrón del Auyan-Tepui

49, 60

Mono capuchino de Perijá

41

Myersiohyla loveridgei

48, 58

Mariposa marrón del cerro Neblina

49, 59

Mono capuchino del sur del lago

41

Myioborus albifrons

46, 58

Mariposa marrón del cerro Yutajé

49, 59

Mono chucuto

37, 40, 45, 52

Myioborus cardonai

48, 58

Mariposa ninfálida

41

Mono de Margarita

Mariposa ninfálida de Choroní

41

Mono de noche del occidente

Mariposa papilionidae de Caripito

31

Monodelphis adusta

45, 57

Mylossoma acanthogaster

41

Monodelphis reigi

47, 57

Mylossoma aureum

49, 58

Morocoto

46, 59

Myoprocta exilis

47, 58

Myotis nesopolus

45, 58

Mariposa papilionide Mariposa papilionide de Klages Mariposa piéride Mariposita blanca del páramo Mariposita marrón de Quintero Marmosa cracens

49, 59 41 45, 57, 277 46, 59 70

Morphnus guianensis

Morrocoy negro Morrocoy sabanero

Marmosa xerophila

45, 57

Muracypraea mus

Marmosops robinsoni Mazama americana Mazama americana sheila Mazama bricenii Mazama bricenii bricenii Mazama gouazoubira Mazama gouazoubira cita Mazama rufina Mazama rufina bricenii

44, 57, 70 47, 57 70 41, 47, 57 41 41, 44, 57, 106 106 41, 47, 57 41 39, 40, 106 41

39, 44, 57, 127

Morrocoy montañero

47, 57

Marmosops impavidus

38, 44, 50, 75

Morrocoy amarillo

Marmosa tyleriana Marmosops cracens

40, 40, 42

39 38, 46, 55 39 38, 46, 55

Myioborus pariae

44, 58, 140, 154

Myletes acanthogaster

230 45, 58, 230

Myrmeciza laemosticta Myrmecophaga tridactyla

46, 58 38, 39, 44, 58, 74, 115

Myrmecophaga tridactyla artata Myrmecophaga tridactyla tridactyla

74 74

299

Narcine bancroftii

49, 58

Murciélago amazónico de Ega

47, 61

Nasuella olivacea

47, 58

Murciélago amazónico de sacos

47, 59

Negaprion brevirostris

46, 58

Murciélago aplastado

47, 57

Neoaxonopsella caripense

49, 58

Neochen jubata

45, 58

Murciélago bigotudo de Paraguaná

44, 60, 91

Murciélago blanco cremoso

45, 54

Neocrex erythrops

47, 58

Murciélago blanco mayor

47, 54

Neoharriotta carri

48, 58

Murciélago canoso alinegra

47, 56

Neomamersa apophylonga

49, 58

Murciélago cardonero Murciélago cola libre canela Murciélago cola libre de los morichales Murciélago cola libre de Peale

44, 56, 92 47, 53 47, 55 44, 58, 90

Neomorphus rufipennis Neotropospeonella decui

47, 58 45, 58, 271

Nephelobates alboguttatus

46, 58

Nephelobates duranti

48, 58

Mecistogaster modesta

46, 57

Murciélago de listas

47, 61

Nephelobates haydeeae

48, 58

Mecocerculus minor

48, 57

Murciélago de pelo áspero

47, 52

Nephelobates mayorgai

48, 58

Murciélago de ventosas de vientre pardo

45, 62

Nephelobates meridensis

46, 58

Nephelobates molinarii

48, 58

Nephelobates orostoma

48, 58

Megaptera novaeangliae Megascops petersoni Merganetta armata Merganetta armata colombiana

37, 40, 44, 57, 111 47, 57

Murciélago de ventosas mayor

44, 62, 95

39, 44, 57, 121, 122

Murciélago frugívoro de Mérida

45, 61

122

Murciélago frugívoro gigante andino

44, 61, 94

Nephelobates serranus

48, 58

Netta erythrophthalma

44, 58, 123

Mero aleta amarilla

49, 54

Murciélago frugívoro grande

47, 51

Mero batata

49, 55

Murciélago frugívoro guayanés

47, 51

Netta erythrophthalma brunnea

Mero guasa

49, 55

Murciélago frugívoro negro

47, 51

Netta erythrophthalma erythrophthalma

Mero manchado

49, 55

Murciélago frutero amazónico

47, 60

Neusticomys mussoi

Mero marmoleado

49, 54

Murciélago lanceolado

47, 59

Neusticomys venezuelae

328

123 123 44, 58, 82 47, 58


Nictibio grande

39

Nilotonia simoni

49, 58

Nothocercus julius

39, 47, 58

Pachyramphus surinamus

48, 59

Pedaliodes montagna

Pagrus pagrus

49, 59

Pedaliodes ornata

49, 59

Pájaro campanero

39

Pedaliodes piletha

49, 59

Pájaro capuchino

39

Pedaliodes plotina rapha

30

Nothocrax urumutum

39

Notiochelidon flavipes

48, 58

Pájaro león

39

Pedaliodes proerna fumaria

Notodiaptomus maracaibensis

49, 58

Pájaro paraguas

39

Pedaliodes prytanis

49, 59

Numenius americanus

47, 58

Pájaro ratón claro

48, 61

Pedaliodes suspiro

49, 59

Pájaro ratón de corona blanca

46, 61

Pedaliodes terramaris

49, 59

Pedaliodes tyrrheoides

49, 59

Nyctibius grandis

39

Nyctinomops aurispinosus

44, 58, 90

Nyctinomops laticaudata

90

Ñángaro

39, 40, 41, 42

Ochthoeca nigrita

46, 58

Odocoileus cariacou

107, 108

Odocoileus lasiotis

41, 44, 58, 107

Odocoileus margaritae

36, 41, 42, 43, 58, 107, 108

Odocoileus virginianus

39, 41, 107, 108

Odocoileus virginianus goudotii

41, 107

Odocoileus virginianus gymnotis

41

Odocoileus virginianus lasiotus

107

Odocoileus virginianus margaritae

40, 41, 108

Odontodiaptomus thomseni

49, 58

Odontophorus atrifrons

39, 44, 58, 131

Pájaro torero

47, 58

Pedaliodes vallenata

49, 59

Paleosuchus palpebrosus

48, 59

Pedaliodes yutajeana

49, 59

Paleosuchus trigonatus

48, 59

Pedaliodes zuleta

49, 59

Paleta andina

45, 60, 246

Pejegato agallón

49, 50

Paleta de la cuenca del Tuy

44, 60, 245

Pejegato cano

49, 50

Pejegato de madera

49, 50 49, 61

Paloma isleña

39, 44, 59, 134

Palometa

49, 58

Pejeperro espinoso

Palomita pechirroja

47, 52

Pelo volador serrano

Pámpano del lago de Maracaibo

45, 58, 230 49, 59

Peltocephalus tracaxa

Panaque suttoni

49, 59

Penrosada franciscae

Pandion haliaetus

39

Panthera onca

133

Panthera onca onca

133

Panulirus argus

Odontophorus atrifrons variegatus

133

Panulirus guttatus

37, 39, 40, 44, 59, 64, 100 100 45, 59, 269, 295

Panulirus laevicauda

Penrosada quinterae

46, 59

Pepitona Perdiz frentinegra

44, 58, 131

49, 59, 295

Perdiz montañera

39, 45, 58

Pereza de dos dedos zuliana

Oithona hebes

46, 58

Papilio zagreus zagreus

41

Perico cabecidorado

Oithona neotropica

46, 58

Paralabrax dewegeri

Oithona oswaldocruzi

46, 58

Paranocticola venezuelana

Ollallamys thrinacodus

87

Parape

45, 52 38, 44, 60, 138

49, 59

Perico carasucia de La Tortuga

42

45, 59, 273

Perico carasucia de Margarita

41, 42

39

Perico de Perijá

Pardirallus maculatus

47, 59

Perico dorado

Pardirallus nigricans

47, 59

Perico multicolor

49, 59

Perico pintado de Venezuela

Oníscido ciego de Monagas

49, 53

Pargo

Opilión troglobio de la sierra de Falcón

49, 62

Pargo caballo

Opilión troglobio de Bordón

49, 62

Pargo cebal

49, 57

Peropteryx leucoptera

49, 62

Opilión troglobio del Socuy

30

30, 295 41

87

41 49, 59

Papilio zagreus motilones

44, 58, 87

171 49, 59

Penrosada gruntarae bolivari

47, 58

Olallamys edax

38, 45, 59, 171

Penrosada navarrae

Oecomyx rex

Olallamys albicauda

49, 56

Peltocephalus dumerilianus

Panaque de ojos azules

Odontophorus atrifrons navai

45, 58, 142

41

Pájaro váquiro

Odontophorus atrifrons atrifrons

Odontophorus columbianus

39

41

49, 57, 225

38, 47, 60 38, 47, 50 38, 40, 41, 44, 55, 137 38, 47, 60

Perissocephalus tricolor

39 47, 59

Pargo gallo

49, 56

Perro de agua

37, 39, 40, 44, 60, 102

Orca

39, 47, 58

Parides klagesi

49, 59

Perro de agua pequeño

38, 39, 40, 44, 57, 101

Orca falsa

39, 47, 60

Paroaria gularis nigrogenis

Orca pigmea

47, 55

Orcinus orca

39, 47, 58

Pato carretero

46, 58

Pato de monte

Oreophrynella cryptica Oreophrynella huberi

45, 58, 202

Pato de torrentes

Oreophrynella macconnelli

48, 58, 204

Pato malibú

Oreophrynella nigra

45, 58, 202, 203

Oreophrynella quelchii

45, 59, 202, 203, 204

Oreophrynella vasquezi

45, 59, 205

Oroaetus isidori

39, 45, 59

Oryotus

271

Pauxi pauxi

Oryzoborus maximiliani

46, 59

Pauxi pauxi gilliardi

19, 37, 39, 40, 44, 62, 103, 115

Oso hormiguero Osteocephalus rimarum

38, 39, 44, 58, 74, 115 216

44, 58, 123 47, 52 39, 41, 47, 50 25, 39, 40, 44, 59, 130

Paují de copete

48, 59

Oso frontino

47, 50

Paují copete de piedra

Oryzoborus crassirostris

83

38, 44, 61, 124 39, 44, 57, 121, 122

Pato serrano

Paují nocturno

43, 59, 83

45, 58

Pato real

48, 59

Oryzomys gorgasi

44, 59, 134

Pato negro

Oryzoborus angolensis

Oryzomys albigularis

41

Patagioenas squamosa

45, 53 39 25, 39, 40, 44, 59, 129, 130, 142

Pauxi pauxi pauxi Pava negra Pavita hormiguera coronipintada Pavita pescuecipelada Pavón del Cuyuní

Perro de agua pequeño de las Guayanas

41

Perro de agua pequeño del norte

41

Perro de monte Pez anual de la Costa

45, 60, 261

Pez anual de La Guajira

44, 51, 258

Pez anual de Tucacas

44, 51, 259

Pez espada

37, 49, 60

Pez sierra de dientes largos

37, 49, 60

Pez tigre reina

49, 51

Phaethornis longirostris

47, 59

Phenacosaurus tetarii Philogenia cassandra

44, 59, 285

130

Philogenia polyxena

45, 59, 286

39, 44, 50, 129

Phoenicircus carnifex

46, 59

48, 62

Phoenicopterus ruber

39, 45, 59

39 45, 52, 263

Phractocephalus hemiliopterus Phrynops zuliae

Ostra perla

46, 60

Pedaliodes cesarense

49, 59

Phyllogomphoides semicircularis

Ostrácodo

49, 53

Pedaliodes chaconi

49, 59

Phyllomyias reiseri

Ostrácodo caribeño

49, 60

Pedaliodes demarmelsi

49, 59

Phyllomyias urichi

49, 59

Pedaliodes ferratilis luteocosta Pedaliodes japhleta

286

Philogenia ferox

Pedaliodes antigua

40, 44, 54, 86

183

130

46, 53

Pacarana

49, 62

Pez sierra común

Ostra de mangle

Oxynotus caribbaeus

37, 39, 40, 44, 61, 96

30

41 49, 59

Phyllogomphoides brunneus

Phyllomyias virescens Phyllonotus margaritensis

46, 59 165 45, 59, 282 46, 59 157 44, 59, 157 157 49, 59

329


Phylloscartes venezuelanus

48, 59

Protopedaliodes kukenani

46, 60

Rana estefanía del Marahuaka

48, 61

Phyllostomus latifolius

47, 59

Protopedaliodes profauna

49, 60

Rana estefanía del Sarisariñama

48, 61

39, 114

Protopedaliodes ridouti

49, 60

Rana estefanía del Tapirapecó

37, 40, 44, 59, 114

Psalidobathynella stocki

49, 60

Rana estefanía del Yuruaní

Piapoco pico curvo

39

Psarocolius angustifrons

39

Rana lémur de Henri Pittier

Piapoco pico dorado

39

Psarocolius decumanus

39

Rana mapurite

39

Psarocolius viridis

Physeter catodon Physeter macrocephalus

Piapoco pico rojo Piapoco pico verde Piaractus brachypomus Pico de lacre

38, 39, 46, 60 46, 59 39

39

Pseudocandona caribbeana

49, 60

48, 61 45, 61, 215 46, 56 43, 51, 207

Rana marsupial común

48, 55

Rana marsupial cornuda

48, 55

Pseudocetopsis motatanensis

235

Rana marsupial de William

48, 55

Pseudocetopsis plumbeus motatanensis

235

Rana marsupial del Tamá

48, 55

Rana tepuyana de labios amarillos

46, 62

Rana tepuyana del Auyan-Tepui

46, 62

Pico espina bronceado

38, 47, 52

Pseudocolopteryx sclateri

Pico lanza frentiverde

38, 47, 54

Pseudopimelodus mathisoni

48, 60 247

Picumnus nigropunctatus

47, 59

Pseudoplatystoma fasciatum

46, 60

Rana tepuyana del Duida

46, 62

Picure zuliano

47, 53

Pseudoplatystoma tigrinum

46, 60

Rana-sapo del Duida

46, 54

Picurito rabudo

47, 58

Pseudorca crassidens

Rana-sapo tepuyana de Collonnello

46, 54

Pimelodella martinezi

49, 59

Pteroglanis manni

Pimelodella tapatapae

49, 60

Pteronotus paraguanensis

46, 60

Pteronotus parnellii Pteronotus parnellii paraguanensis

Pinctada imbricata Pionopsitta pyrilia

44, 60, 138, 142

Pipreola whitelyi

48, 60

Pteronura brasiliensis

Piscuiz barbiblanco

48, 61

Pterophylum altum

Piscuiz de Perijá Pitajo negro

44, 61, 150 46, 58

39, 47, 60 251 44, 60, 91, 93

Ranita amarilla de La Carbonera

40

Ranita arbórea de Alemán

48, 56

91

Ranita arbórea de Pulido

48, 56

91

Ranita arbórea del Jaua

48, 56

Ranita arborícola de Inparques

46, 58

37, 39, 40, 44, 60, 102 46, 60

Ranita cantora del Yaví

48, 54

Puercoespín peludo escarchado

44, 61, 88

Puma

38, 45, 60

Ranita de Baumgardner

48, 61

Puma concolor

38, 45, 60

Ranita de cristal de altura

46, 52

Ranita de cristal de Castroviejo

46, 52

Ranita común andina

48, 56, 219

Pitangus sulphuratus

23

Platyrrhinus aurarius

47, 60

Pyroderus scutatus

Platyrrhinus umbratus

47, 60

Pyrrhura caeruleiceps

47, 60

Ranita de cristal de Durant

48, 56

Pyrrhura emma

47, 60

Ranita de cristal de Gorzula

48, 52

Ranita de cristal de Helena

48, 56

45, 52, 301

Ranita de cristal de Jaspe

48, 56

48, 58

Ranita de cristal de Paria

46, 52

Ranita de cristal de Rancho Grande

46, 56

Ranita de cristal de Rivero

46, 52

Ranita de cristal de sierra de Lema

46, 52

Platysilurus malarmo

45, 60, 249

Platystoma planiceps

251

Pyrrhura rhodocephala

Platystoma spatula

251

Quigua

Playerito canelo Podocnemis erythrocephala Podocnemis expansa Podocnemis lewyana Podocnemis tracaxa Podocnemis unifilis Podoxymys roraimae Polla de mangle Polla de mangle de Margarita Polla de Wetmore

47, 62 38, 46, 60 19, 38, 39, 40, 43, 60, 171, 172, 173

Quimera pálida de hocico largo Rabiblando del Orinoco Rabicano menor Rachovia brevis

39

38

44, 62, 151 48, 61 44, 60, 260, 261

38, 48, 60

Rachovia de La Guajira

44, 60, 260

171

Rachovia hummelincki

45, 60, 260, 261

38, 45, 60, 171, 173

Rachovia pyropunctata

44, 60, 84 47, 60 42 44, 60, 133

261

Ranita de cristal de Yutaje Ranita de cristal del Ávila

48, 56 22, 44, 56, 206

Ranita de cristal del Duida

46, 52

Raja cervigoni

48, 60

Ranita de cristal frágil

46, 56

Rallus longirostris

47, 60

Ranita de cristal oriental

48, 56

Ranita de cristal pálida

48, 56

Ranita de cristal tovareña

48, 56

Rallus longirostris margaritae Rallus wetmorei

42 44, 60, 133

Polla negra

47, 59

Ramphastos ambiguus

39

Ranita de Dana

48, 61

Polla pico rojo

47, 58

Ramphastos aurantiirostris

39

Ranita de Mondolfi

48, 54

Polla pintada

47, 59

Ramphastos citreolaemus

39, 46, 60

Ranita de Roze

48, 54

Polystictus pectoralis

46, 60

Ramphastos culminatus

39

Ranita del Yaví

48, 54

Polythore terminata

46, 60

Ramphastos cuvieri

39

Ranita marsupial de Fitzgerald

48, 55

Ranita nublada azul

48, 54

Poncha del Duida

39

Ramphastos sulfuratus

Poncha del Ptari Tepui

39

Ramphastos tucanus

39

Ranita nublada de discos

48, 54

Ramphastos vitellinus

39

Ranita nublada de Rivero

48, 54

Ramphomicron microrhynchum

45, 60

Ranita nublada de Yústiz

48, 54

Poncha tepuyana Ponchito cabecicastaño

45, 53 41, 44, 55, 146

39, 46, 60

Ponchito pechiescamado

48, 55

Rana andina de Estévez

48, 56

Ranita nublada del teleférico

48, 54

Potamotrygon motoro

48, 60

Rana andina de Jahn

46, 56

Ranita nublada del Turimiquire

46, 54

Rana arborícola de Battersby

48, 54

Ranita nublada reticulada

46, 54

Premnoplex brunnescens Premnoplex tatei

149 44, 60, 140, 149

Rana arborícola del Socopó

44, 54, 213

Ranita olorosa

48, 58

48, 54, 183

Ranita paramera

48, 54

Premnoplex tatei pariae

149

Rana arborícola merideña

Premnoplex tatei tatei

149

Rana arborícola yaracuyana

48, 54

Ranita paramera de Boconó

46, 54

48, 58

Ranita paramera de Lancini

48, 54

Ranita paramera de Los Conejos

48, 54 48, 54

Prepona praeneste choroniensis

41

Rana de Loveridge

Priodontes giganteus

73

Rana estefanía de Brewer

Priodontes maximus

37, 39, 40, 44, 60, 73

45, 61, 214

Rana estefanía de Jaua

48, 61

Ranita piemontana

Rana estefanía de ojos grandes

46, 61

Ranita silbadora

48, 53

Prionace glauca

46, 60

Pristis pectinata

37, 49, 60

Rana estefanía del Aprada

46, 61

Ranita silbadora de la cordillera de la Costa

48, 54

Pristis perotteti

37, 49, 60

Rana estefanía del Auyan-Tepui

46, 61

Ranita silbadora de Mérida

48, 54

Procnias alba

39

Rana estefanía del Duida

46, 61

Ranita silbadora de Tamacuari

48, 54

Procnias averano

39

Rana estefanía del Hermano Ginés

46, 61

Ranita silbadora del Tamá

46, 54

Protemblemaria punctata

330

49, 60


Ranita sin tímpano de Aragua

46, 54

Rineloricaria caracasensis

44, 60, 245

Sapito niñera del Chimantá

38, 46, 55

Ranita subparamera de hocico tuberculado

48, 54

Rineloricaria rupestre

45, 60, 246

Sapito niñera del Murisipán

45, 53, 208

Ranita subparamera de pintas

48, 54

Riolama luridiventris

48, 60

Sapito niñera del Roraima

46, 53

Ranita subparamera listada

48, 54

Riolama uzzelli

48, 60

Sapito niñera del Tamacuari

48, 53

Ranita tepuyana de Celsa

48, 62

Rorcual común

37, 40, 44, 51, 110

Sapito niñera humilde

48, 53

Ranita tepuyana del Ptari

45, 62, 216

Sapito niñera ondulado

48, 53

Sapito niñera oriental

48, 53

Sapito niñera Piaroa

48, 53

Sapito niñera silvático

48, 53 48, 53

Rorcual del norte

Ranita tepuyana guayanesa

48, 62

Rupicola peruviana

Rata andina amarillenta

47, 62

Rupicola peruvianus

Rata andina grande

47, 62

Rupicola rupicola

Rata andina olivácea

44, 62, 85

Rata de agua andina

45, 56

37, 44, 51, 109 39 46, 60 39

Rutacarus angelieri

49, 61

Sapito niñera triunfo

Sabanero coludo del Duida

48, 54

Sapito paramero de Ginés

Rata de agua de Pittier

44, 56, 81

Saccopteryx gymnura

47, 61

Sapito rayado

Rata de bambusales

44, 58, 87

48, 54 40, 43, 51, 191, 194

Salamandra costera

46, 51

Sapito recordatorio

47, 60

Salamandra de Guaramacal

48, 51

Sapito rojo del Yapacana

44, 57, 212

Rata listada cola de pincel

47, 56

Salamandra de La Carbonera

Sapito rugoso de cerro El Sol

45, 58, 202

Rata trepadora erizada

47, 58

Salamandra merideña

48, 51

Sapito rugoso de McConell

Rata zuliana

45, 61

Saltarín buchiblanco

46, 53

Sapito rugoso del Auyan-Tepui

Rata escaladora montana

45, 51, 218

48, 54

48, 58 46, 58

Ratón de agua del Táchira

44, 58, 82

Sapito acollarado andino

48, 57

Sapito rugoso del Ilú

45, 59, 205

Ratón de Los Olivitos

43, 59, 83

Sapito acollarado común

48, 57

Sapito rugoso del Kukenán

45, 58, 203

Ratón de Yacambú

44, 50, 79

Sapito acollarado costero

48, 57

Sapito rugoso del Marahuaka

Ratón del Roraima

44, 60, 84

Sapito acollarado de Churuguara

Ratón escalador andino

47, 60

Ratón mochilero de Paraguaná

44, 56, 89

Ratón mochilero suramericano

47, 56

Ratón pescador andino

46, 57

45, 57, 209

Sapito rugoso del Roraima

45, 59, 204

Sapito acollarado de Guatopo

48, 57

Sapito silbador del Socopó

44, 56, 217

Sapito acollarado de la sierra de Barbacoas

48, 57

Sapito verdirrojo de Piñango

43, 51, 197

Sapito acollarado de Rancho Grande

43, 57, 211

Sapo cotuero

49, 51

44, 52, 80

Sapito acollarado de Rivero

46, 57

Sapo cruzado

46, 52

Ratón pescador de Los Pijiguaos

47, 58

Sapito acollarado de Yústiz

48, 57

Sapo de la sierra de San Luis

48, 51

Raya águila punteada

48, 50

Sapito acollarado del Socopó

Sapo niñera bromelícola

48, 53

Raya cara de vaca

48, 60

Sapito acollarado orocostense

Sapo niñera de Ayarzagüena

48, 53

Raya chucho

48, 53

Sapito amarillo de La Carbonera

43, 51, 192

Sapo niñera de Capuri

48, 53

Raya eléctrica caribeña

49, 58

Sapito amarillo de Mérida

43, 51, 196

Sapo niñera de Dunn

48, 53

Raya eléctrica variegada

49, 54

Sapito amarillo de Mucubají

43, 51, 195

Sarcoramphus papa

Raya espinosa

48, 60

Sapito amarillo merideño

Raya látigo de colares

48, 53

Sapito amarillo y rojo de Niquitao

Raya látigo hocicona

48, 53

Sapito anaranjado de San Francisco 43, 51, 198, 219

Scarus guacamaia

Raya látigo picúa

48, 53

Sapito arlequín amarillo de Maracay 22, 34, 43, 51, 201

Schizoeaca fuliginosa

48, 61, 150

Raya mariposa menor

48, 55

Sapito arlequín de Guaramacal

43, 51, 199

Schizoeaca perijana

44, 61, 150

Raya mariposa vela

48, 55

Sapito arlequín de Tamá

43, 51, 200

Scinax baumgardneri

Raya ocelada

48, 60

Sapito congelado del Yaví

48, 54

Scinax danae

Raya pigmea del Atlántico

48, 55

Sapito de Karelia

48, 54

Sciotropis cyclanthorum

Raya redonda venezolana

48, 62

Sapito de Marahuaka

48, 54

Sciotropis lattkei

Raya torpedo redonda

49, 54

Sapito de Mucubají

Redonda bordoni Redonda empetrus

44, 60, 278 30

44, 57, 210 46, 57

40 43, 51, 193

40

39

Sardinita del Aroa y Yaracuy

45, 51, 226

Sarkidiornis melanotos

44, 61, 124 49, 61

48, 61 48, 61 45, 61, 287, 288 45, 61, 288

Sciurus granatensis nesaeus

40, 42 47, 61

Sapito de niebla andino

48, 58

Scleronycteris ega

Sapito de niebla de Durant

48, 58

Scyphocypraea mus

299

Reinita alidorada

48, 62

Sapito de niebla de manchas blancas

46, 58

Scytalopus atratus

46, 61

Reinita cerúlea

46, 53

Sapito de niebla de Mayorga

48, 58

Scytalopus griseicollis

48, 61

39

Sapito de niebla de Molinari

48, 58

Semillero de carrizales

48, 50

Sapito de niebla merideño

46, 58

Semillero picón

48, 59

Sapito de niebla serrano

48, 58

Semillero picón grande

46, 59

Sapito de niebla tachirense

48, 58

Semillero ventricastaño

48, 59 48, 61

Rey zamuro Rhamdia guairense Rhamdia humilis Rheolimnesia tronchoni Rhincodon typus Rhinoclemmys diademata Rhinoclemmys punctularia diademata

46, 60 245 49, 60 38, 49, 60 44, 60, 164 164

Sapito de Piñango

40

Sericossypha albocristata

Sapito de Tovar

40

Serrasalmus medinai

48, 50

Serrasalmus neveriensis

45, 61, 231

Seudoescorpión cavernícola de la sierra de San Luis

45, 52, 270

Rhinophylla fischerae

47, 60

Sapito incierto

48, 54

Rhinoptera bonasus

48, 60

Sapito leopardo

48, 53

Rhionaeschna condor

46, 60

Sapito minero

Rhionaeschna demarmelsi Rhipidomys fulviventer Rhipidomys macconnelii

46, 60

231

Sapito escondido

Sapito negro tachirense

Seudoescorpión cavernícola del Zulia

49, 52

48, 54

Sigmodontomys alfari

45, 61 49, 60

38

47, 60

Sapito niñera de Guanay

46, 53

Sincárido

84

Sapito niñera de Parima

48, 53

Soisola de El Tamá

39 40

Rhipidomys venustus

47, 60

Sapito niñera de Parker

48, 53

Soisola de Margarita

Rhizoprioneodon lalandii

49, 60

Sapito niñera de Praderío

46, 53

Soisola pata roja de Táchira

Rhogeessa minutilla

45, 60

Sapito niñera de San Martín

48, 53

Solanorum pyrczi

Riegapozo colorado

45, 61, 284

Sapito niñera de Shreve

48, 53

Sorubim cuspicaudus

48, 53

Sorubim jandia

251

Sorubim pirauaca

251

Riegapozo paramero

49, 61

Sapito niñera del Auyan

42 49, 61 45, 61, 250

331


Sorubimichthys ortoni

251

Sorubimichthys planiceps

45, 61, 251

Sorubimichthys spatula

251

Sotalia fluviatilis

39, 112

Sotalia guianensis

37, 44, 61, 112

Speleodesmoides raveloi

49, 61

Speophrynus Speothos venaticus

270 37, 39, 40, 44, 61, 96

Sphiggurus pruinosus

44, 61, 88

Sphiggurus vestitus

88

Telegrafista punteado

47, 59

Tortuga de río del Magdalena

Tepuihyla aecii

46, 62

Tortuga lora

Tepuihyla celsae

48, 62, 216

Tortuga verde

Tepuihyla edelcae

46, 62, 216

Trachemys scripta

Tepuihyla galani

216

Tepuihyla luteolabris

46, 62

Tepuihyla rimarum

45, 62, 216

Tepuihyla rodriguezi

48, 62

Terecay

38, 45, 60, 173

38, 48, 60 39 37, 39, 44, 52, 167 23, 41, 46, 62

Trachemys scripta chichiriviche Tremarctos ornatus

41

19, 37, 39, 40, 44, 62, 103, 115

Trepador barreteado

48, 53

Trepador garganta canela

48, 53

Trepador piquicurvado

48, 52 48, 53

Terenura callinota

48, 62

Trepador rojizo Trepapalo listado

Sphyrna lewini

49, 61

Tetra del Aroa

46, 56

Sphyrna media

49, 61

Tetradiamante

23, 45, 57, 229

Sphyrna mokarran

49, 61

Thamnistes anabatinus

48, 62

Trichechus manatus manatus

Sphyrna tudes

49, 61

Thamnophilus multistriatus

48, 62

Trichomycterus arleoi

45, 62, 252

Trichomycterus emanueli

44, 62, 253

Spinus cucullata

147

Theristicus caudatus

39

Spinus yarrellii

148

Thomasomys aureus

47, 62

Spizaetus tyrannus

39

Thomasomys hylophilus

46, 62

Trichechus manatus

37, 39, 40, 43, 62, 72 72

Trichomycterus emanueli motatanensis

256

44, 62, 85

Trichomycterus meridae

45, 62, 254 45, 62, 245, 255

Sporophila luctuosa

48, 61

Thomasomys vestitus

47, 62

Trichomycterus mondolfi

Sporophila schistacea

46, 61

Thripadectes holostictus

46, 62

Trichomycterus motatanensis

Squalus cubensis

49, 61

Thripophaga cherriei

Squatina dumeril

49, 61

Thripophaga macroura

151

Trinella bordoni

Stefania breweri

45, 61, 214

Thripophaga sp. nov.

151

Trinella chapmani

44, 62, 151

Stefania ginesi

46, 61

Thunnus alalunga

49, 62

Trinella troglobia

Stefania goini

46, 61

Thunnus obesus

49, 62

Trogloguignotus concii

Stefania marahuaquensis

48, 61

Thunnus thynnus

49, 62

Tryngites subruficollis

Stefania oculosa

46, 61

Thyroptera discifera

45, 62

Tucán azul

Stefania percristata

48, 61

Thyroptera lavali

Stefania riae

48, 61

Thyroptera tricolor

44, 62, 95 95

44, 62, 256

Trichomycterus spelaeus

45, 62, 237, 257, 298 49, 62 49, 62 49, 62, 237, 257 45, 62, 272 47, 62 39, 46, 50

Tuqueque de Miraflores

48, 55

Tuqueque de Monte Cano

Stefania riveroi

45, 61, 215

Tiburón ángel

49, 61

Tuqueque de Perijá

Stefania satelles

46, 61, 214

Tiburón azul

46, 60

Tursiops truncatus

43, 56, 178 48, 55 39, 47, 62

Stefania schuberti

46, 61

Tiburón ballena

Urotrygon venezuelae

48, 62

Stefania tamacuarina

48, 61

Tiburón cabeza de pala

49, 61

Valentón

46, 51

Stenella clymene

47, 61

Tiburón chuchivano

46, 58

Vampyressa bidens

47, 62

Tiburón enano

49, 55

Vampyrum spectrum

45, 62

Tiburón gata

49, 55

Vaquita

49, 61

Tiburón gris

49, 56

Venado caramerudo

39, 41

Tiburón macuira de aleta negra

49, 52

Venado caramerudo paramero

Stenella coeruleoalba

39

Stenella frontalis

39, 47, 61

Stenella longirostris

23, 39, 47, 61

Steno bredanensis

39, 47, 61

38, 49, 60

41

Steromapedaliodes albarregas

44, 61, 279

Tiburón marrajo

49, 56

Venado de Margarita

41, 42

Steromapedaliodes albonotata

46, 61, 280, 281

36, 40, 43, 58, 108

Tiburón martillo

49, 61

Venado margariteño

Steromapedaliodes sanchezi

44, 61, 280

Tiburón martillo ojichico

49, 61

Venado matacán andino

Steromapedaliodes schuberti

45, 61, 281

Tiburón nariz de daga

49, 56

Venado matacán candelillo

Tiburón oceánico

49, 52

Venado matacán pardo grisáceo

Tiburón ojinoto

49, 59

Venado matacán rojizo

Tiburón pardo de aleta negra

49, 52

Venado paramero

Tiburón pedrero

49, 52

Vencejo cuatro ojos

47, 53

Tiburón playón

49, 52

Veniliornis dignus

47, 62

Stigmatura napensis

48, 61

Strombus gigas

38, 45, 61, 300

Strombus pugilis

49, 61

Sturnira aratathomasi

44, 61, 94

40, 41 39, 44, 57, 106 41, 47, 57 41, 47, 57 44, 58, 107

Sturnira bidens

45, 61

Sturnira magna

94

Tiburón rasgador

49, 50

Vermivora chrysoptera

48, 62

Sylvilagus brasiliensis caracasensis

42

Tiburón tigre

49, 55

Vieja

49, 59

42

Tiburón toro

49, 52

Voluta musica

49, 62

Tiburón trozo

49, 52

Vultur gryphus

37, 39, 40, 43, 62, 128

Sylvilagus floridanus margaritae Sympetrum evanescens

45, 61, 284

Sympetrum paramo

49, 61

Tierrera de Mesa Turik

45, 51, 177

Xanthomyias

Synpalamides orestes

49, 61

Tierrera del Turimiquire

45, 51, 176

Xenomelaniris venezuelae

Tadarida aurispinosa

90

Tigrillo

40

Tadarida brasiliensis

47, 62

Tigrito

37, 39, 44, 56, 99

Tangara orejinaranja

48, 52

Tinamus tao

47, 62

Xiphias gladius Yaguar

157 262 49, 62 7, 39, 40, 44, 59, 64, 100

Yaguaso colorado

47, 53

Zarapito americano

47, 58

Tapirus pinchaque

22, 34, 37, 43, 62, 104

Tinicalo del lago de Valencia

Tapirus terrestris

38, 39, 40, 44, 62, 105

Tiñosa chocora

47, 50

Zebrilus undulatus

47, 62

Titirijí de Maracaibo

48, 62

Ziphius cavirostris

39, 47, 62

48, 62

Zorzal

Tarotaro

39, 45, 52

Tatochila xanthodice paramosa

41

Todirostrum viridanum

Tautaco

39

Tonina del Orinoco

Teinopodagrion epidrium Teinopodagrion turikum Teinopodagrion vilorianum

332

46, 62 46, 62, 288 46, 62

Tortuga arrau Tortuga blanca Tortuga cabezona

36, 44, 51, 262

39, 44, 56, 119 19, 38, 39, 40, 43, 60, 172 40 37, 44, 52, 158, 166

Zulialana coalescens Zungaro mathisoni Zungaro zungaro

34, 43, 57, 152 45, 62, 298 247 46, 62


Especies Emblem谩ticas de la Extinci贸n e n Ve n e z u e l a


400 ejemplares que fueron colectados en 1933,

Sólo se conoce por más de

en el río Güey, cerca de la Hacienda La Trinidad, Maracay.


S

A P I T O

A M A R I L L O

D E

M

A R A C A Y

Atelopus vogli

Extinto


Es el Ăşnico Ăşrsido suramericano, exclusivo de la cordillera de los Andes. Se estiman entre

800 y 1.850

individuos para Venezuela. Cuenta con una red de parques nacionales para su conservaciĂłn.


O

S O

F R O N T I N O

Tremarctos ornatus

En Peligro


No se conoce con precisi贸n su distribuci贸n. S贸lo se cuenta con

6 ejemplares colectados

en los a帽os setenta. Esfuerzos por reencontrarlo han sido infructuosos. Fue descrito en

2003.


C

O R R O N C H O D E

D E S N U D O

V

D E L

A L E N C I A

Lithogenes valencia

Extinto

L A G O


En Venezuela las

5 especies estรกn amenazadas.

4 de ellas anidan en nuestras costas. La captura de adultos y huevos amenazan su sobrevivencia.

Caretta caretta Chelonia mydas Lepidochelys olivacea

En Peligro


T

O R T U G A S

M A R I N A S

Dermochelys coriacea Eretmochelys imbricata

En Peligro CrĂ­tico


Impresionante rapaz andina. Sus alas abiertas alcanzan más de

3 metros.

En Venezuela está prácticamente extinto. Sólo se cuenta con individuos visitantes y una población pequeña reintroducida.


C

Ó N D O R

Vultur gryphus

En Peligro Crítico


El más pequeño de los venados de cola blanca. Su situación es alarmante por la cacería.

La isla de Margarita posee una biodiversidad única y amenazada, que incluye al gato serval (único felino insular), el perico ñángaro

80 individuos), y al mono margariteño (menos de 250 animales).

(menos de


V

E N A D O

D E

M

A R G A R I T A

Odocoileus margaritae

En Peligro CrĂ­tico


El único loro exclusivo de zonas áridas. Endémico de Venezuela y Bonaire.

4 localidades. Sólo sobrevive en 7 poblaciones.

Extinto en

La captura de sus pichones y la destrucción de sus ambientes continúan.

1989 quedaban unas 750 cotorras. Hoy, la población ha aumentado a más de 2.000.

En Margarita, en


C

O T O R R A

C A B E C I A M A R I L L A

Amazona barbadensis

En Peligro


El felino americano mĂĄs grande. Las poblaciones al norte del Orinoco estĂĄn muy amenazadas. Al sur del Orinoco aĂşn mantiene poblaciones saludables.


Y

A G U A R

Panthera onca

Vulnerable


Una de las águilas más poderosas y de mayor tamaño. Al norte del Orinoco está en grave peligro. Los bosques del sur son su garantía de sobrevivencia.


Á

G U I L A

A R P Í A

Harpya harpyja

Vulnerable


Hasta hace poco estas especies se consideraban en situación crítica. Recientemente se han encontrado en la cuenca del río Tuy, donde otras especies de peces también están amenazadas. Otras áreas con varios peces amenazados son las cuencas de los lagos de Valencia y Maracaibo, la subcuenca del Aroa, microcuencas andinas y las zonas áridas del noroeste.


P

E C E S

D E L

G

U A I R E

Chaetostoma guairense Trichomycterus mondolfi

Vulnerable


Restringido a la cuenca del Orinoco en Colombia y Venezuela.

1930 y 1950. Las subpoblaciones cuentan con menos de 50 individuos adultos.

Cazado hasta casi la extinci贸n entre

Para su conservaci贸n, se han criado y liberado cerca de

4.000 juveniles.


C

A I M Ă N

D E L

O

R I N O C O

Crocodylus intermedius

En Peligro CrĂ­tico


Lo han llamado “la más pacífica de las criaturas”. Cazado hasta su casi extinción, ya no se encuentra en los mares venezolanos. Sobrevive en el Orinoco, delta y lago de Maracaibo.


M

A N A T Ă?

Trichechus manatus

En Peligro CrĂ­tico


La tortuga mรกs grande de agua dulce.

330.000 hembras anidaban en una playa. Hoy quedan unas 1.500 hembras reproductoras. Para su conservaciรณn se han liberado mรกs de 180.000 tortuguillos. En el siglo XIX,


T

O R T U G A

A R R A U

Podocnemis expansa

En Peligro CrĂ­tico


Es el ave venezolana con mayor prioridad de acción. Extinta en gran parte de su distribución. Sólo sobrevive en Venezuela y una población en Guyana. Enfrenta alta presión de tráfico ilegal para su hibridización con canarios.


C

A R D E N A L I T O

Carduelis cucullata

En Peligro CrĂ­tico


驴Existi贸 una foca en Venezuela? Se conoce que tuvo una amplia distribuci贸n en el Caribe. Existen reportes confiables para Curazao y Guyana, y se ha reportado como probable para la costa venezolana. El 煤ltimo avistamiento fue en Jamaica en

1952.


F

O C A

M O N J E

D E L

C

A R I B E

Monachus tropicalis

Extinto





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