La Villa Saboya se encuentra en Poissy ( Francia) y fue ejecutada por el arquitecto Le Corbusier en 1929.

Resumen trayectoria de Le Corbusier

Nace en 1887 y es bautizado con le nombre de Charles-Édouard Jeanneret-Gris. A la edad de 13 años comienza su formación artística como pintor y arquitecto, y con 20 años comienza a trabajar en el estudio de Perret, al año siguiente viaja a Viena y trabaja con Joseph Hoffmann. Los siguientes años viaja a Berlín y trabaja con Behrens, Van der Rohe y gropius, viaja a los Balcanes, Grecia y Turquía y conoce el clasicismo; lo que le empuja al proyecto y diseño del sistema de casa «Dom-ino» en 1914.

Conoce al poco tiempo al pintor cubista Ozenfant y juntos forman el «Purismo«, introduciendo elementos arquitectónicos en la pintura. En 1920 adopta el pseudónimo de «Le Corbusier» en la revista «L’Espirit Nouveau» y a los tres años publica un importantísimo texto teórico llamado «Hacia una arquitectura«. Es a los dos años cuando construye la villa «La Roche» como antecesora de la Villa Saboya levantada en 1929.

La construcción de este edificio está incluida en el contexto mecánico/industrial que define la casa como una entidad mecanizada.

«La casa es una máquina de vivir»      ( Le Corbusier)

 

Características

Encontramos como características de su arquitectura y arte las siguientes:

• Tradicionalismo apreciado
• Perfección en las proporciones
• Integración del entorno y paisaje
• Formas geométricas básicas
• Idea del recorrido tranquilo mediante rampas
• «Cinco puntos para una arquitectura» (1926)

Le Corbusier aprovecha las nuevas tecnologías constructivas derivadas del uso del hormigón armado, que hasta entonces se disfrazaba con algún otro material encima.

El movimiento del momento es el Racionalismo, resumido en que la forma sigue a la función y sumándole la simplicidad de formas. Para llevar esto a cabo, se contemplaban una serie de puntos:

• El uso de materiales muy industrializados como el hormigón armado, con características muy beneficiosas al usarlo en construcción:
  • material económico
  • adaptable
  • incombustible
  • anticorrosivo
  • permite la construcción de un esqueleto y dejar el espacio intermedio libre
  • prefabricación en serie
  • alternado con acero, vidrio y ladrillo.
• Los muros ya no soportan la carga, sino que lo hacen pilares de diferentes secciones fabricados de acero y hormigón.
• Los elementos decorativos desaparecen dando más importancia a que se vea la línea recta y desnuda.
• Preocupación por la proporción y simplicidad.
• Gran interés por los temas urbanísticos, acomodando al hombre al nuevo ritmo de vida.

En respuesta a su aspiración y admiración del diseño mecanizado, establece los «Cinco puntos de la arquitectura« como una serie de elementos prescritos que se introducen en el diseño del edificio. Éstos son:

1.- LOS «PILOTIS»

Son elementos unidireccionales o columnas colocados guardando la misma relación de distancia entre ellos y ubicados en la planta baja del edificio, soportando el peso de éste, para que no se hunda en el suelo, quedando suspendido; pasando el jardín por debajo, siendo éste un espacio transitable.

2.- LA TERRAZA-JARDÍN

Necesitaban protección frente a los cambios de temperatura exteriores y lo solucionó convirtiendo los techos planos de losas de hormigón en jardín, para mejorar el aislamiento térmico y a su vez ser utilizado como espacio de esparcimiento.

3.- LA PLANTA LIBRE

Aprovechando las virtudes del hormigón, desaparecen los muros portantes, mejorando el aprovechamiento funcional y la cantidad de superficies útiles, liberando la planta de condicionantes y elementos estructurales, teniendo plena flexibilidad en la composición y distribución de las estancias de la planta.

4.- LA VENTANA LONGITUDINAL

Los muros exteriores también se liberan de cargas gracias al retranqueo de la estructura de los pilotis y las características del hormigón, por lo que se introducen ventanas horizontales que abarcan todo el ancho de la construcción, mejorando la relación con el exterior y la entrada de aire y luz natural a toda la planta.

5.-FACHADA LIBRE

La fachada se libera de cargas, con el mencionado retranqueo en el punto anterior, lo que es retrasar los pilares respecto a la fachada, liberando la función estructural que suele adquirir ésta.

Una vez vistos los puntos que caracterizan la arquitectura de Le Corbusier, analizaremos su construcción más emblemática y que ejemplifica los mencionados puntos a la perfección.

 

Análisis funcional y arquitectónico de la Villa Saboya

La zona residencial donde está ubicada la casa, queda oculta desde la calle, sólo se observa un gran muro de piedra que delimita la propiedad, por el que asoman los árboles que bordean el terreno.

EL visitante accede a través de una reja blanca situada en el muro y al entrar sigue un camino que atraviesa la arbolada y que lleva a un inmenso claro en cuyo centro se encuentra el edificio.

El acceso a la parcela es por el norte contra el sol, lo que Le Corbusier resuelve situando la villa invertida, con la entrada principal orientada al sur. Continúan dos caminos paralelos rodeados de césped que marcan el recorrido hasta la entrada.

La villa es situada en el centro del claro a cierta distancia para animar a quien la visita a dar una vuelta a la casa antes de entrar.

En esa época, el acceso a motor era un requisito fundamental en el programa de diseño, entrando en automóvil hasta el garaje que conecta directamente con el vestíbulo.

Le Corbusier indicó:

» a estas alturas, los visitantes dan la vuelta por el alrededor preguntándose qué es lo que está pasando, realmente no llegan a entender lo que están viendo y sintiendo. Ellos no relacionan nada con lo que consideran una «casa normal». Sienten que están experimentando  algo nuevo, y … no están aburridas, ¡creo yo!»

La casa consta de TRES niveles/ partes, parece estar flotando por encima del paisaje, NO está apoyada en el terreno, por lo que no altera sus  condiciones, y está soportada por delgados pilotis o columnas que se confunden con la línea de árboles del fondo, con el nivel inferior pintado de verde para contribuir a la percepción del volumen flotante.

Se elimina la fachada principal, siendo las cuatro fachadas de igual importancia.

El nivel inferior contiene el programa de servicio de la casa formado por dos cuartos para sirvientas, el apartamento del chófer, la lavandería, el garaje para 3 automóviles y el vestíbulo que da acceso a los siguientes niveles. Este nivel está formado por una fachada de vidrio curvo concebida a razón del radio de giro de los coches de aquella época para su acceso directo al garaje, conectado a su vez con el vestíbulo.

 

Existían otros accesos secundarios como los de acceso directo a los cuartos de las sirvientas y un tercero situado cerca de la escalera que conecta las plantas, con la finalidad de usar éstas rápidamente, siendo lo más funcional posible.

El acceso principal se encuentra en la fachada curva vidriada orientada al sur, mediante una puerta de dos hojas de metal por la que se accede al vestíbulo, que es característico por su transparencia visto desde fuera y donde predomina el blanco. Es el eje central de la villa, y desde el cual existen dos accesos verticales hacia el nivel superior: una escalera de caracol y una rampa, ambas conectan todas las plantas.

El pavimento está formado por azulejos  blancos dispuestos en diagonal que contrastan con el  del elemento más importante de esta planta: la rampa, cuyo suelo es de un color gris oscuro destacando frente al blanco que reina en toda la villa.

La asimetría del vestíbulo se acentúa por la iluminación natural, que entra por diferentes lugares:

• La luz que entra por la cara acristalada
• los rayos que entran por la escalera de caracol
• la luz que entra por las aberturas altas de la rampa

El vestíbulo se abre al exterior ofreciendo una vista panorámica del entorno.

Existen alguno elementos inesperados como un lavabo agarrado a un piloti e incluso lejas.En las columnas y paredes se encuentra la luz artificial.

Desde el vestíbulo tenemos dos opciones para seguir el recorrido, una es la escalera de caracol por la que se accede rápidamente a los otros niveles, orientada al uso por parte del servicio;  y el principal es la rampa, pensada para transitar por ella de manera tranquila, dada su suave pendiente; y que obliga a aminorar la marcha del visitante y experimentar el movimiento entre espacios percibiendo la continuidad de los espacios que conecta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La rampa es la espina dorsal del edificio, ejerce de eje de simetría dividiendo la parte privada y la pública, y simulando un paseo arquitectónico con su disposición en L. Sin notarlo, mediante una ascensión gradual nos lleva a la primera planta que es donde desarrollan su vida los habitantes, creando sensaciones diferentes a las que provoca una escalera o escalones.

Le Corbusier dijo:

» una escalera separa un suelo de otro, una rampa los une»

Es más que un elemento de comunicación vertical, inspirado en la arquitectura árabe en la cual para entender un espacio, debemos recorrerlo. La rampa domina el espacio.

Pasamos a la primera planta desembarcando justo en el centro. La luz natural predomina en toda la planta a través de las ventanas correderas a lo largo de toda la fachada exterior.

En este nivel se encuentran las habitaciones de residencia como son el cuarto para huéspedes, la habitación del hijo con baño y la habitación de los señores con baño principal y tocador; también encontramos la cocina, la despensa y el salón; TODAS ellas conectadas a través de la terraza-jardín.

El salón es de forma rectangular y se puede acceder a él desde el vestíbulo, desde la despensa y desde el jardín colgante, cuya separación es por medio de paredes vidriadas, de forma que hay una completa conexión entre el exterior (terraza- jardín) y el interior (estancia residencial).

Debido a las varias conexiones que tiene el salón, Le Corbusier incorpora armarios empotrados bajo las ventanas correderas de la fachada para prevenir futuros problemas de almacenamiento.

Encontramos cuatro subzonas diferenciadas:

• área de comer cerca de la despensa
• área de estar cerca de la chimenea
• área de lectura y conversación delante de la pared vidriada
• área de juegos en la fachada suroeste.

Los muebles burgueses escogidos por los Saboya no se correspondían con el mobiliario diseñado por Le Corbusier, rompiendo la imagen del diseño.

La estancia se ilumina artificialmente mediante tubos que cuelgan del techo, haciendo referencia a la idea de industrialización. La luz natural es lo más importante de esta planta, que penetra por el jardín a través del cristal y se distribuye por toda la casa.

El jardín colgante es un lugar prestigioso dentro de la Villa Saboya, ejerciendo de «sala exterior» y en la cual se encuentra una mesa de hormigón que apoya en un piloti.

Le Corbusier:

«es imposible tener buenas vistas desde el suelo, además el césped está frío y húmedo…(…); por estas razones, el verdadero jardín de la casa no está en el suelo, sino levantado a 3,50 m y cuya tierra estará seca… (…) formado por baldosas de cemento para combatir le clima lluvioso…»

Cruzando una puerta, la rampa continúa al aire libre hacia el solarium situado en el nivel más alto, donde culmina el recorrido.

Desde esta planta se disfruta de vistas de la arquitectura de la casa y de vistas controladas a través de unas paredes curvas, de forma orgánica, con una gran abertura rectangular a modo de ventana panorámica que enmarca el paisaje hacia donde se encuentra el río Sena.

 

La superficie de la propiedad es de siete hectáreas. La villa situada en su centro, tiene una superficie en planta de 408 metros cuadrados, siendo la parte que ocupa la planta inferior por la que se accede, incluyendo el garaje de 205 metros cuadrados. La primera planta tiene 270 metros cuadrados el apartamento y 138 metros cuadrados la terraza. El solarium tiene 70 metros cuadrados y la caseta del jardinero a la entrada de la propiedad es de 40 metros cuadrados.