Posteado por: nelsonlombana | junio 28, 2011

Fiestas populares en San Pedro, Dolores

Defender nuestro folclor es defender nuestra soberanía nacional

Por Nelson Lombana Silva.- PacoCol

San Pedro es una vereda del municipio de Dolores, Tolima, que se ha caracterizado por su organización comunitaria y fraternidad entre sus habitantes y con los desconocidos que llegan hasta allí en busca de trabajo o este caso de las fiestas populares a buscar un rato de regocijo y sano esparcimiento.

El calor humano se respira en cada habitante sin importar la edad o el género. Todos se integran alrededor de la música, el baile y el licor creándose un ambiente maravilloso de unidad. Durante cuatro días, del 24 al 27 de junio, esta comunidad se integró alrededor de las fiestas populares en homenaje a San Juan y San Pedro, viniendo los hijos de la vasta región radicados en otras latitudes del país.

El holgorio tuvo todos los requisitos que debe llenar el folclor nacional, especialmente del Tolima grande: Corralejas, desfile de reinas con sus trajes típicos, cabalgata, despescuezada de gallos, banda musical, orquesta, alborada, vara de premios, embadurnada con harina, licor, baile y comida en cantidades industriales, especialmente el tamal y el sancocho campesino.

En una esquina del marco de la plaza con Fernando nos relata la historia de las fiestas. “Al principio, dijo, tuvimos inconvenientes con San Andrés porque no estaban muy de acuerdo con nuestra celebración en la fecha establecida, pero con el transcurrir del tiempo nos fuimos poniendo de acuerdo”.

Evocó con cierta nostalgia las travesuras de joven y la forma como la comunidad se las ingeniaba para divertirse. Trajo a colación las serenatas, las celebradas de los cumpleaños de los líderes más importantes de la región y su compromiso con la alegría, la fraternidad e integración.

“Al principio nos tocaba ingeniárnosla para llamar la atención sobre las fiestas, nos tocaba emborracharlos por nuestra cuenta distribuyendo mucho licor, pero la gente se “prendía” y apoyaba con entusiasmo las festividades. Nos propusimos romper esa mala fama que teníamos de violentos y con eventos de esta naturaleza esa fama fue desapareciendo y la gente se dio cuenta que San Pedro es realmente un remanso de paz y concordia”, relata.

La lluvia y el viento huracanado desparpajaron a unos cuantos no más, porque el grueso bailó, tomó y enamoró ensopados de fría y pertinaz lluvia. Ésta hizo parte del magno evento. El candidato al concejo por el Polo Democrático Alternativo, Javier Espitia, “morocho”, no pronunció una sola frase política, su sonrisa primaveral fue más contundente que el discurso “ventijuliero”, tomaba, bailaba y estaba muy pendiente de los asistentes. Se mantuvo en esa línea sin claudicar un momento.

A pesar de la tragedia sufrida por varias familias de la zona y que el Estado aún no resuelve, al desaparecer sus casas y parte de sus fincas por la sísmica de una multinacional petrolera al parecer, las comunidades con verdadero estoicismo disfrutaron la fiesta de principio a fin. Su estado de ánimo y superación es más fuerte que las tragedias. Así lo demostraron durante los cuatro días de fiesta, unidad e integración.

Los voladores iluminaron el firmamento con sus estallidos multicolores. El bullicio despertó los ánimos y el líder de la región Primitivo Espitia Montero acompañó las actividades con su esposa e hijos de principio a fin con el mismo entusiasmo y compromiso social. Era una persona más en el conjunto de pueblo integrado. “Me hicieron hasta bailar”, dijo dejando escapar una sonrisa amplia.

Defender nuestro folclor es defender nuestra soberanía nacional y sobre todo defender nuestra identidad y rasgos culturales. Eso lo entiende Primitivo y por eso trabaja y lucha sin descanso. Buena esa. ¡Y que vivan las fiestas!

Ibagué, junio 27 de 2.011


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