Se accede por un camino de tierra, que permite el tránsito de vehículos hasta una explanada, donde quedan estacionados.
Desde ese punto hay que caminar un kilómetro y medio en la quebrada en lugar de montañas, bosquecillos y de mucha agua que su bajada alimenta al pueblo del líquido tan preciado.
Agua, rocas y arboledas conforman el paisaje. Continuando el otro medio kilómetro, antes de cruzar el segundo río se llega a la gruta donde se encuentra la imagen de la Virgen del Valle. Dos piedras gigantes hacen de ella su refugio, dónde años anteriores los campesinos pasaban la noche, resguardarse de la lluvia, el frío o el calor intenso del verano.
Lugareños
Los hermanos De la Vega Romero, Ricardo, José y Carlos, relatan que fue su padre, Alberto Nicolás del Corazón de Jesús de la Vega, quien llevó la imagen a ese lugar convirtiéndola hoy en una de las fiestas religiosas más importantes del departamento Castro Barros: "nuestro padre tenía tan solo 26 años cuando llevó la imagen a la gruta en el año 1955, desde la iglesia de San Vicente Ferrer hasta la quebrada de Anjullón por pedido del padre Julio Ferreyra de la Vega.
"Caminando por esos años, el lugar tenía muchos obstáculos para llegar. Mi papá se fue caminando en medio de la noche llevando la Virgen a la gruta y desde ese tiempo comenzaron a realizarse las fiestas en honor a su imagen cada 8 de enero", sostuvieron.
La pandemia impidió que, en estos años, se realizara la fiesta religiosa, donde mucha gente siempre asiste al lugar para compartir muchas horas, tomar gracia de la Virgen y contar historias.
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