Juan & Junior

DÚO

Nombre: Juan & Junior

Origen: Madrid

Período de actividad: 1967-1969

Estilo musicalPop, beat, folk-rock, balada rock

(por J.M.Moratinos)

ACTIVIDAD

Fue tal vez el dúo más importante de la historia del pop español, con permiso del Dúo Dinámico (que aunque nació ocho años antes, con idas y venidas ha seguido hasta hoy). A pesar de su efímera vida artística de menos de tres años, fue para muchos el mejor, pues vivió la época de mayor auge y esplendor de nuestra música. Además, nunca una discografía tan corta como la suya fue tan provechosa y triunfal: con sólo 12 canciones grabadas (oficiales) en 6 discos singles, todos ellos de enorme éxito. No grabaron ningún álbum, pero con todas esas canciones se editó un recopilatorio tras su separación. También rodaron una película, en cuya banda sonora aparecían algunos de esos temas. Luego, por separado, cada uno tomó caminos dispares… Pero veamos antes los antecedentes de ambos antes de formar tan aclamado dúo.

Juan Ignacio Pardo Suárez nació el 11 de noviembre de 1942 en Palma de Mallorca, si bien tanto su familia como su crianza fueron gallegas: su padre era almirante de la Armada, y a finales de esa década la familia Pardo se asentó en Ferrol. Juan estaba destinado a seguir la carrera de su padre, de modo que, tras cursar sus estudios primarios en el colegio Tirso de Molina de los Padres Mercedarios de Ferrol, marcha a Madrid en 1960 para ingresar en la Escuela Naval.

La fiebre de la música le invade pronto en la capital. Al principio, compagina sus estudios con su presencia como voz y guitarra en algunos grupos: primero Los Vándalos, y en 1962 Los Teleko (aquí, junto con su primo, el luego célebre periodista musical José Ramón Pardo). Está a punto de ingresar en la Escuela de la Armada, pero le es diagnosticado daltonismo, lo que impide su incorporación al final. Un “feliz” contratiempo que despeja su futuro musical.   

En 1963 graba su primer disco en solitario con Philips (Fontana), un EP firmado como “Juan Pardo con su conjunto”, que no es otro que Los Relámpagos. El disco lo encabeza un brioso rock de Jerry Lee Lewis, “Whole lot of shakin’ going on” y contiene su primera composición, la melancólica balada “Nila”. Sólo unos meses más tarde le llaman para ser vocalista de Los Pekenikes, en sustitución precisamente de quien casi cuatros años después será su compañero de dúo, Junior.  

Durante el año escaso con Los Pekenikes graba 12 canciones, antes de ser reclamado a finales de 1964 para co-fundar Los Brincos, junto a Fernando Arbex, Manolo González y Antonio Morales (Junior). (Véase Los Brincos. 

Antonio Morales Barretto nació en Manila (Filipinas), el10 de septiembre de 1943. De padre español y madre filipina, es el mayor de cinco hermanos y como el padre lleva también su mismo nombre de pila, para diferenciarlo desde niño en casa le llaman “Junior”. Sus primeras experiencias musicales vienen de parte de una tía suya, de quien recibe clases de solfeo y piano siendo aún niño.

En 1953 la familia Morales emigró a España, instalándose primero en Barcelona y casi tres años después definitivamente en Madrid. Antonio cursa primaria en el colegio Alamán, y con la primera guitarra que le regalan comienza a actuar en fiestas escolares en el colegio Calasancio o en el Fray Luis de León, acompañado a veces por su hermano Enrique (Ricky).

Pronto llaman la atención su aire refinado y sus rasgos orientales que, junto a su perfecto dominio del inglés (y del tagalo, ambas lenguas oficiales en su Filipinas natal), además del español, y su melodioso timbre cantando canciones de moda, comienzan a abrirle muchas puertas. En 1962 entra a formar parte de Los Pekenikes como vocalista, en sustitución de Eddy Guzmán (también filipino). Compagina esta labor con la de guitarrista y coros en grabaciones de Los Jumps (grupo donde milita su hermano Ricky) con la cantante Mimo. Con Los Pekenikes graba 12 canciones (tres EPs), antes de abandonar el grupo a comienzos de 1964 (curiosamente, será Juan Pardo su sustituto vocal en la banda madrileña).

Ese mismo año de 1964 Philips le lanza como cantante solista, grabando un EP de versiones en español de temas beat británicos de Beatles, Searchers y, sobre todo, en inglés del “When the girl in your arms is the girl in your heart” de Cliff Richard, con cuya voz se le empieza a comparar. Pero el posible éxito comercial de este disco queda eclipsado cuando a finales de ese año Luis Sartorius lo ficha para co-fundar Los Brincos, donde coincidirá con Juan Pardo. (Véase Los Brincos.)   

Nótese, antes de seguir, la semejanza en el recorrido musical hasta entonces de nuestros dos jóvenes artistas: ambos  venían de familias inmigrantes asentadas en Madrid; ambos fueron vocalistas en Los Pekenikes (uno sustituyó al otro), con los cuales ambos grabaron 12 canciones cada uno; y ambos grabaron un EP antes de ingresar en Los Brincos (y con el mismo sello), si bien uno lo grabó antes de ingresar en Los Pekenikes (Juan) y el otro justo después de dejarlos (Junior).

Saltamos a 1966. Tras dos años de espectacular éxito de Los Brincos (la llamada “brincosis”, a través de dos LPs y media docena de singles impagables con míticas canciones en la memoria de todos), en octubre de ese año surge el cisma en el seno del grupo. La historia nunca se contó del todo bien: al parecer habían surgido disensiones por su sonido en directo. Las críticas crecieron tras su actuación en el festival de Benidorm aquel verano, a raíz de lo cual Juan Pardo y Junior decidieron retomar las riendas del grupo a espaldas de su líder, Fernando Arbex. La maniobra fracasó, pues Arbex tenía registrada la marca Brincos, ante lo cual pensaron en disolver el grupo; tampoco esto funcionó, pues la inclusión de un tema del cuarteto en la película “Más bonita que ninguna” (Luis César Amadori, 1965), protagonizada por Rocío Dúrcal, lo impedía por contrato. Como resultado de ello, a los dos disidentes no les quedó más opción que abandonar el grupo. Y así, abrupta e inopinadamente, acababa de nacer el dúo Juan y Junior.   

Dentro del mismo sello discográfico que Brincos (Novola) y de la mano de su misma productora (Maryní Callejo), Juan y Junior emprenden una aventura de éxito igual o mayor incluso que el de su etapa anterior. Y mientras Fernando Arbex refunda de inmediato Los Brincos reemplazando a los dos ausentes por Vicente Jesús Martínez y Ricky Morales (hermano de Junior), el nuevo dúo prepara su estreno. Como grupo de acompañamiento y para las grabaciones fichan al grupo Cocktail, formado por José Mª Moll a la batería, más los británicos Bill Robinson al bajo y David Waterston (ex de Los Shakers) a los teclados, a los que periódicamente se unirá Miguel Morales (otro hermano de Junior) a la guitarra.

A comienzos de 1967 se desplazan todos a Milán para grabar cinco canciones originales: “La caza”, “Nada”, “Nos falta fe”, “Bajo el sol” y “Olvídame” (ésta última acabará siendo descartada y se la cederán a la cantante Rosalía).

Ya de inicio se advierte una diferencia de estilo entre el nuevo dúo y su refundado grupo matriz Los Brincos. Mientras éstos, se escoran cada vez más hacia un rock más agresivo (y luego progresivo: las nuevas incorporaciones aportan también un timbre vocal algo más hosco que lo refuerza), Juan y Junior siguen una línea de pop clásico, con sus brillantes voces habituales tan reconocibles del anterior sonido Brincos y, eso sí, unos arreglos instrumentales bastante más densos y abigarrados que en su anterior etapa. Así, la profusión de metales con aire soul en “La caza” y “Nos falta fe”, obra del músico barcelonés Ramón Farrán, contrastan con la incisiva guitarra distorsionada de Rafael Aracil en “Nada”. 

En marzo de 1967 se lanza el primer single de Juan y Junior, “La caza”/ “Nada”, acompañado de una presentación desde una discoteca madrileña. El éxito del disco es inmediato, alcanzando el número uno de las listas a las pocas semanas, alternando con “El pasaporte” de Los (nuevos) Brincos. La prensa musical del momento se hace eco de ello, alentando la rivalidad entre el dúo y su grupo anterior. Parte de ella resalta también la excesiva similitud entre “La caza” y “El segundo amor”, tema de su etapa previa en Brincos, lo que no empaña para nada su popularidad. Frecuentes actuaciones en vivo y en televisión se suceden.

En julio de 1967 se publica el segundo single: “Bajo el sol”/ “Nos falta fe”. Acaso la excesiva acritud de la letra del segundo tema lo compensaba el aire rockero y desenfado del primero. En cualquier caso, ambos temas se alzan de nuevo a lo alto de las listas, camino de convertir a “Bajo el sol” en la canción del verano de ese año…; de no ser porque el “Lola” de Los Brincos se lo arrebató de algún modo. De nuevo, la rivalidad Brincos-Juan y Junior. Cabe apuntar además que “Nos falta fe” a punto estuvo de ser elegida para representar a España en el Festival de Eurovisión de 1968; si bien fue el célebre “La, la, la”, finalmente con Massiel, el tema elegido (y ganador de aquel festival, como es bien sabido).

A la vuelta del verano Juan y Junior con su grupo se van a grabar sus nuevos temas a Londres, esta vez a las órdenes del productor Mike Smith. La profesionalidad de Smith estaba fuera de toda duda por entonces, a pesar de su mal fario por haber rechazado a los Beatles durante la audición que los Fab Four concedieron en enero de 1962 para el sello Decca.

En noviembre de 1967, fruto de estas sesiones de grabación, lanzan su tercer sencillo: “A dos niñas”/ “Tres días”. Por entonces salen con dos chicas muy famosas: Juan con Rocío Dúrcal y Junior con Marisol (a la que, dicen, llegó a pedirle matrimonio). Al final fue Junior quien acabaría ennoviándose (y casándose) con Dúrcal. En cualquier caso, el trasfondo sentimental de esas relaciones subyace en “A dos niñas”, una emotiva canción, para muchos la mejor de Juan y Junior, dedicada a esas dos jóvenes y populares mujeres, donde destaca el excelente trabajo de las guitarras.

A finales de año, “A dos niñas” es un nuevo éxito en listas; tanto que la grabaron en catalán (“A dues nenes”), algo inusual para entonces. Al mismo tiempo, Los Brincos triunfaban con “Nadie te quiere ya”. Aquella competición entre cuarteto y dúo arranca una cáustica declaración de Junior a la prensa, quien preguntado sobre sus ex-compañeros respondió: «Los Brincos me parecen muy buenos, sólo que no deberían llamarse Brincos, sino Fernando Arbex y sus mariachis».

En diciembre, el programa Ritmo Joven de la Cadena SER nombró a Juan y Junior “Mejor grupo español de 1967”. Así concluía un año frenético y de rabioso éxito para el dúo. 

En marzo de 1968 Juan y Junior lanzan su canción más aclamada, “Anduriña”, dentro de su cuarto single (con “Para verte reír” en la cara B). Por primera vez, narran una historia en una letra, sobre una niña que escapa de una aldea de Galicia, un texto que entronca con la crianza de Juan en su tierra de adopción. “Anduriña” añade una suave pincelada folk que, lejos de desviar al dúo de su línea trazada, aporta un encanto singular que lo hará conectar aún más con el gran público (y que será un avance de la ruptura mucho más honda que Juan Pardo marcará casi dos años después con “La charanga”, ya en solitario). Famoso es el dibujo de una golondrina (tal es el significado de “anduriña” en gallego) que el mismísimo Pablo Picasso trazó para la carpeta del disco. Cuentan que, durante la celebración del MIDEM de Cannes de ese año, el periodista Antonio D. Olano hizo oír la canción, aún inédita, al genio malagueño. Picasso quedó tan prendado de sus notas que respondió con el susodicho dibujo. Sin embargo, alguna lumbrera de Novola no valoró suficientemente la obra y decidió relegar el dibujo a la contraportada de la carpeta. (Dos años más tarde, en enero de 1970, Juan Pardo visitó a Pablo Picasso y cantó para él no sólo “Anduriña” sino muchas otras canciones que recordaban la infancia gallega del pintor. Y de nuevo, otro dibujo suyo como obsequio ilustraría esta vez el sencillo de Juan “Meu ben dorme”.)

A mediados de 1968 Juan y Junior están en el cénit de su popularidad. Se prodigan sus actuaciones dentro y fuera de España. Su fama es tal que la discoteca J.J., situada en los bajos del Palacio de la Prensa en la Gran Vía madrileña, toma el nombre de sus iniciales. Hasta el Florida Park del Retiro les contrata en actuaciones de tarde y noche.

Cara al verano de 1968, Juan y Junior lanzan su quinto disco sencillo: “Tiempo de amor”/ “En San Juan”. De nuevo, los arreglos y la producción de Mike Smith rayan a altísimo nivel en estos dos temas de corte similar a medio tempo, con los metales y las cuerdas aderezando algunas innovadoras modulaciones armónicas y las voces del dúo brillando en su máximo potencial. El disco vuelve a ascender a la cima de las listas, compitiendo la cara A con la B al mismo nivel. Como curiosidad, una versión en catalán de “En San Juan” aparecerá en voz de Joan Manuel Serrat (“Per Sant Joan”).

De nuevo, 1968 acaba siendo otro año intenso y glorioso para Juan y Junior, en el que, aparte de firmar estos dos discos de enorme éxito, compondrán los temas para la película «Solos los dos», dirigida por Luis Lucia y protagonizada por Marisol y  Palomo Linares. Pero aún más: también el cine les llama a ellos, y antes de que termine el año se ponen a las órdenes del director Pedro Olea para rodar “En un mundo diferente”. La película, con una bizarra trama de ciencia ficción de fondo, no fue ningún pelotazo de taquilla, pero propició una mayor proyección del dúo. Además, contenía un par de temas inéditos en inglés: «Another day» (extraído de una actuación anterior en televisión) y «Say you’ll never give me nothing but love» (que suena en los créditos de inicio). Junto a éstos se incluían “Anduriña”, “Tiempo de amor” y los dos temas de su siguiente sencillo, el cual sorpresivamente iba a ser el último de su carrera.

El año 1969  se inicia con la publicación, a finales de enero, del sexto single de Juan y Junior: “Lo que el viento se llevó”/ “Tus ojos”. Y, en efecto, será el último, pues un mes más tarde, concretamente el 26 de febrero, salta la bomba: el dúo se separa. La inesperada ruptura ensombreció notablemente el éxito de este disco. Pues era innegable que con “Lo que el viento se llevó” habían bordado una hermosa y etérea melodía cargada de matices, mientras que “Tus ojos”, sobre una sólida base rítmica, alternaba insinuantes riffs de guitarra con los recios arreglos de metales de sus temas anteriores. A su habitual grupo de acompañamiento, en estas sesiones de grabación se sumaron los músicos Joaquín González (guitarra solista), Jorge Paps (saxo) y Juan Martínez (trompeta). Y de ellas salió también otro tema inédito: «El enano saltarín».

Al igual que tres años antes pasara con Los Brincos, las especulaciones sobre la separación de Juan y Junior proliferaron; esta vez, sin embargo, las causas parecían aún más misteriosas, acaso por ser también más dolorosas… Se rumoreaba con que esas “dos niñas” a las que cantaron dos años antes tuvieron mucho que ver, pues no parecía que Juan se tomara muy bien que Rocío Dúrcal acabara en los brazos de su compañero: celos, en suma. Otras voces hablaban de que Juan rectificó alguna pista de voz de Junior sin su permiso antes de la mezcla (concretamente en “Lo que el viento se llevó”), lo que molestó enormemente a éste. Y hay quienes decían que Juan había empezado a componer para él y que Junior empezaba a interesarse más por el cine y por su futura carrera como solista… Puede que una de estas posibles causas o la suma de varias de ellas fuera el detonante, el caso es que la ruptura fue drástica y profunda (no se hablaban desde hacía meses); y larga, pues cuando un año después Junior contrajo matrimonio con Rocío Dúrcal, Juan no acudió a la ceremonia.  

Sólo un evento fonográfico faltaba por suceder: ese mismo año (1969), y con el dúo ya disuelto, Novola publicó el primer y único álbum (LP) de Juan y Junior, que no podía ser otro que la recopilación de los 12 temas de sus 6 exitosos sencillos.

Muchos años hubieron de pasar para volver a ver juntos al dúo de algún modo. Fue en febrero de 1991 en el programa de Antena 3 “Y ahora, Encarna” en el que su presentadora, Encarna Sánchez, entrevistó a Juan Pardo, quien seguidamente interpretó con la guitarra “A dos niñas” y “Anduriña”; y Junior apareció al fondo acompañándole con su voz en directo. Al final Juan bromeaba diciendo: “Yo juraría que era Junior el que estaba allí, ¿verdad?”… Lo cierto es que aquello se rodó sin que coincidieran físicamente los dos en el plató, lo que unido al comentario irónico de Juan, acabó siendo más bien un agrio amago de (falsa) reconciliación, de dudoso buen gusto.

Una fuente algo apócrifa habla, no obstante, de una reunión posterior de Juan y Junior, aunque privada, informal y hasta accidental. Fue en 1975 en casa de Víctor Manuel y Ana Belén en Torrelodones. El mismo Víctor Manuel lo recordaba: “Seis años después de haberse roto el dúo, y por pura casualidad, Juan y Junior se juntaron en nuestro apartamento. Cantaron durante toda la noche sus grandes éxitos. Cenamos pollo frito a la americana y tomamos muchas copas”. Lo cierto es que el periodista Javier de Montini, presente también en aquella velada, lo corroboró en la revista Lecturas. Más aún, cuenta que esas interpretaciones quedaron registradas en un cassette por el propio Víctor Manuel; una cinta actualmente en paradero desconocido por la que hoy muchos pagaríamos por que viera la luz.

No tuvieron la misma trayectoria por separado los dos músicos. Juan Pardo emprendió una larga carrera de éxitos, como intérprete y como productor o impulsor de muchos artistas (Camilo Sesto, Andrés do Barro, Pecos, Juan Camacho, Peret, Luz Casal, Rocío Jurado…), componiendo para muchos de ellos, así como para anuncios y series de televisión, lo que le ha convertido en el autor español más recaudador de la SGAE. En 2003 puso broche final a su carrera musical, dedicándose a la pintura desde entonces hasta hoy. Desde entonces sólo ha asistido en ocasiones a la carrera musical de su hija, Lys Pardo.

Por su parte, Junior inició una trayectoria irregular como solista con algunos discos estimables pero de escasa repercusión (el más famoso, “Perdóname”, de 1973), antes de formar un breve dúo con su esposa, Rocío Dúrcal. En 1979 volvió a su Filipinas natal donde grabó varios discos y rodó películas en tagalo, regresando años después para centrarse en su familia y en la exitosa carrera de Rocío Dúrcal como cantante de rancheras, hasta la muerte de ésta en marzo de 2006.  

El 15 de abril de 2014 Antonio Morales (Junior) falleció en su casa de Torrelodones a los 70 años. A sus exequias acudió Juan Pardo (en compañía de su hija Lys). Planeaba en el aire la persistencia aún de las viejas rencillas que motivaron su ruptura con Junior tantos años atrás; pero las palabras de Juan a la entrada del tanatorio de Tres Cantos despejaron las dudas: «Estoy muy triste; ha muerto mi hermano.» Y añadió que hacía poco tiempo se habían visto.

Fue el dúo más triunfal del pop pionero español – tras el pionerísimo Dúo Dinámico – en su corta pero intensa vida. Ya en su época su música derribó fronteras: como la Cuba de Castro, que en los años ’60 prohibía la emisión de música rock, pero hizo una excepción con ellos (hasta un disidente cubano del llamado Grupo de los 75 tiene el “sospechoso” nombre de Juan Junior Padrón…); o grabando algunos de sus éxitos en otras lenguas como en inglés («Anduriña”, «Nada», «A dos niñas» o «La caza»), italiano («A dos niñas» y «Nada») y catalán (“A dos niñas”). Todas estas versiones, más alguna rareza, conformaron el recopilatorio «Todas sus Grabaciones 1963-1969» (RamaLama, 2008).

El legado de Juan y Junior ha sido motivo de honra y recuerdo en nuestros días. Artistas como Lori Meyers, La Década Prodigiosa o Rosario Flores, entre otros, han versionado sus temas. Y no sería extraño que otros siguieran haciéndolo en reconocimiento a una música brillante en la época más brillante del pop español.

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