Jujuy: los negocios inmobiliarios de Morales y la empresa Budeguer (Ingenio La Esperanza)

Escribe José Marcos

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La semana pasada, los vecinos de Lote El Puesto se enteraron que deberán ser “reubicados” en cercanías de los barrios populares de la Esperanza debido al reclamo de la empresa Budeguer de la pertenencia de las tierras donde hace cientos de años de asientan familias de trabajadores y comunidades indígenas Guaraníes.

La empresa Budeguer, que se hizo con el Ingenio La Esperanza, no solo compró la fábrica sino también alrededor de 30 mil hectáreas de tierras distribuidas alrededor, de las cuales un poco menos de la mitad son para la producción de caña, y el resto es territorio virgen, monte, en el cual se asientan muchas familias de Comunidades Indígenas, puestos de campesinos y también tres pueblos antiguamente denominados “Lotes” (parcelas de tierra que los dueños del Ingenio destina a familias obreras golondrinas en cada cosecha y a sus ingenieros y personal de mayordomo). Estos lugares se han consolidado como pueblos mucho tiempo atrás. Durante las últimas crisis del Ingenio, muchos trabajadores se asentaron en estos lugares donde después el Estado colocó una escuela primaria y sala de primeros auxilios. Con el paso del tiempo, el propio estado abandonó estos lotes. En la actualidad El Puesto no cuenta con sala de primeros auxilios ni escuela. El Lote más cercano es San Antonio donde asisten niños a la primaria. El Ingenio estuvo en quiebra 20 años en las cuales estas zonas y las comunidades que la habitan quedaron abandonadas.

El Grupo Budeguer adquiere los activos del Ingenio La Esperanza en 2019, a través de Gestión Inmobiliaria del Norte S.A., y más adelante Productora del Noroeste S.A. obtiene los campos de este Ingenio. En el mismo año, 5 meses después, el Ingenio sufrió un incendio que se cobró la vida de cinco obreros. Los trabajadores denunciaron la falta de mantenimiento de las instalaciones.

La empresa anunció varias inversiones que, hasta el momento, no realizó en su totalidad, como así también prometió tomar a todos los trabajadores de la planta anterior, cosa que tampoco sucedió –realizó cosechas con menos de la mitad de los trabajadores en fábrica que anteriormente se acostumbraba. Las toneladas por cosecha han aumentado, pero no así el empleo de obreros ni del campo ni de fábrica, acentuando los ritmos de producción a tal nivel de que los turnos de trabajo son similares a las mineras que operan en la Puna.

No al desalojo

Con el desalojo de las comunidades indígenas de El Puesto, San Antonio y Miraflores, por un lado se comprueba que el Estado vendió tierras con población en ella, sin realizar ningún censo de los lugares, como se acostumbra en la Puna u otros emprendimientos por ejemplo en pueblos como Palmasola y otros aledaños al chaco salteño. El modus operandi es atosigar a las comunidades, instalar guardias de seguridad en los caminos y cercar los bordes que limitan proveerse de agua. Es así como presionan a las familias de El Puesto mientras que el gobierno desconoce el arreglo de bombas de agua, como Ledesma SAAI en El Quemado y zonas cercanas. También cerca a estas poblaciones, confinándolas en pequeñas parcelas de tierra improductiva y sin acceso a servicios básicos. La localidad de La Esperanza no cuenta con conexión al tendido de red de gas natural.

Recientemente hubo un revuelo por la entrega de tierras provinciales en la zona de Palma Sola, de parte de funcionarios del Ministerio de Agricultura de la Nación, a organizaciones vinculadas a Pérsico, a lo que Morales contestó con una denuncia penal a estos funcionarios. Los negocios inmobiliarios en la provincia se manejan de forma directa con el gobierno de la provincia.

Por otro lado el grupo Budeguer apunta a un negociado inmobiliario mucho más grande, donde la expansión territorial no corresponde a la plantación únicamente de caña, sino a otros emprendimientos inmobiliarios, turísticos y una planta de energía (bio) eléctrica que tendría la posibilidad de vender energía a los pueblos aledaños, como lo hace en Tucumán a través del Ingenio Leales.

Las 20 mil hectáreas que Budeguer reclama la componen pequeños productores de frutas y verduras, puestos con cría de ganado, comunidades indígenas guaraní, familias de ex obreros cuartas, y hasta el propio estado con proyectos agropecuarios.

Necesariamente se abre el debate de los títulos comunitarios de las tierras donde están asentadas comunidades indígenas, amparado por el artículo 75° inciso 17 de la constitución Nacional y la urgente prórroga de la ley de emergencia territorial 26.160. Como así también la expropiación de las tierras para los pequeños productores periurbanos que abastecen el mercado interno en toda la provincia.

Libre acceso a las tomas de agua e inversión para bombas en los pueblos donde hagan falta.

Por un plan de obras públicas para abastecer de todos los servicios básicos a los pueblos de la zona para poder vivir y producir.

Es necesario llevar este programa a asambleas de vecinos, de obreros que viven en la zona, mediante un congreso obrero que lleve estos reclamos que hacen a la vida y supervivencia de las familias de los trabajadores de los ingenios.

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