El Reventón El Barroso II. 99 años del estruendo que sacudió a Cabimas

Este 14 de diciembre se arriban a 99 años del acontecimiento histórico más importante ocurrido para ese entonces en la aldea llamada Cabimas, un pequeño pueblo de gente apacible y tranquila que de la noche a la mañana se vio transformada gracias al estruendo causado por el famoso reventón El Barroso,  en el  campo La Rosa en el año de 1922.

El Barroso II, nombre con el cual se le dio a conocer a nivel mundial,  fue el pozo que reveló el potencial petrolero de Venezuela. Un reventón que duró diez días, dando inicio a la explotación comercial del campo “La Rosa” hecho ocurrido en la Hacienda de la familia «Los Barrosos». Ubicada   en lo que hoy se conoce como  el sector Gasplant, parroquia La Rosa, municipio Cabimas del estado Zulia, en la Avenida Intercomunal entre carreteras K y L. La perforación se realizó en medio de una selva, cerca de unas lagunas de las que se tomó su nombre.

Eran las 4.30 minutos de la madrugada del 14 de diciembre de 1922 y  la tranquilidad reinaba en el caserío La Rosa del pueblo de Cabimas en el estado Zulia, cuando de repente un estruendo sacude la faz de la tierra y desde lo más profundo emergen  piedras y detrás de ella una erupción similar a la de un volcán, de donde salía el mineral de hidrocarburos que cambiaría por completo a esta aldea con la llegada del “Oro Negro” para dar paso a la Cabimas Petrolera con el pozo “El Barroso II”

¡Mister Brake! ¡Mister Brake!, gritaban aterrorizados los hombres que trabajaban en el pozo petrolero de la VOC, llamando al jefe de perforación. Algunas personas en ese momento histórico decían que El Barroso II llegó a alcanzar la altura de un rascacielos.

Antes de que este importante mineral se diera al descubierto por sí solo, se habían hecho tres intentos en los pozos Santa Barbara I y El Barroso i, los cuales solo arrojaron amargos fallos. Solo el Santa Barbara II produjo algo.

El Barroso II también llamado pozo R 4, abrió paso a la industrialización y fue allí cuando arrancó el ciclo de producción del rubro que más se exporta en Venezuela. La lluvia negra que cayó en 1922 develó un potencial petrolífero, confirmando un subsuelo rico, que afloró 100 mil barriles por día de los nueve que estuvo.

Anteriormente este país suramericano sostenía su economía vendiendo café y cacao, tres años después del florecimiento del petróleo, se dijo adiós a la explotación marrón, siendo desplazado por otro producto más oscuro y poderoso que él.

La actividad petrolera cambió al país, promoviendo el crecimiento económico aunque en gran medida ha sido desperdiciado el gran potencial de riqueza. Los derrames y las consecuencias ocasionadas en el lago también constituyeron una de las primeras manifestaciones concretas de lo que significó la instalación en el Zulia de la explotación petrolera a escala comercial.

Desde que disparó el Barroso II el Estado ha dispuesto de grandes recursos económicos, ya que el petróleo aporta alrededor de un 50% de los ingresos fiscales y más del 90% de los ingresos en divisas.

La trascendencia de este hecho produjo un gran impacto de atracción y avaricia a nivel mundial por parte de muchas petroleras, tanto que más de 70 empresas internacionales, solicitaron concesiones, pero solo quedaron únicamente tres, entre las cuales estaban la VOC, La Lago, y la Gulf Oil Company, llamada después Mene Grande Oil Company.

El petróleo pasó a ser el tesoro más valioso de Venezuela, ya que gracias a él fueron instalándose y levantando estructuras vistosas y distintas a las existentes en esa zona, se hicieron carreteras, avenidas y calles, con nomenclaturas de letras, constituyéndose las actuales H, la J, Y la K, en algunas avenidas de Cabimas.

Dos anécdotas

Sobre este hecho, se traen a colación dos anécdotas de la época, la primera la de un cura visitador que decía «es un castigo por haber penetrado las entrañas de los predios de Satanás»; y la otra de unos «chimbangleros que pedían tocar alrededor del pozo para que San Benito hiciera el milagro de taponbarlo». En un principio se le negó el permiso por el riesgo que esto ofrecía, pero fue tanta su insistencia y bajo su propia responsabilidad, se trasladaron al sitio, bailaron y tocaron hasta quedar exhausto y hasta lograr que dejará lanzar petróleo al aire, lo que se consideró como un milagro. Mientras que para los técnicos , no fue otra cosa que las paredes bloquearon el paso del petróleo y de esta mera cesó el reventón.

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