El año pasado, María Jesús Pascual nos envió una curiosa historia del cementerio de Argañín…
En el camposanto de este pueblo sayagués, no existen tumbas en propiedad. El suelo es de uso común y, cada vecino que fallece, es enterrado por roda, donde le corresponda. Un sistema antiquísimo, que iguala aún más, a pobres y ricos en el momento de la muerte. ¡Feliz Día de Todos los Santos!