Pueblos de venezuela

Pueblos de Venezuela visitados por nuestro equipo viajero

Chirgua

Descripción
Chirgua es un pequeño poblado del llamado Eje Occidental de Carabobo. Como pueblo, es bastante reciente, fundado bajo la administración del presidente Eleazar López Contreras en 1938. Su elegante iglesia (foto 1) está dedicada a la patrona del pueblo, la Virgen de La Milagrosa. A un lado está la plaza Bolívar con su estatua del Libertador (foto 2), obra del escultor William Valera del año 2008.

Dada la juventud del pueblo, no hay muchas casas antiguas, sin embargo, hay una que otra casa de grandes ventanales, al estilo clásico (foto 3). Diagonal a iglesia está la escuela Paramaconi, la primaria está separada de la secundaria por un interesante bulevar (foto 6) con murales con representaciones de algunos de los muchos petroglifos existentes en la zona. En uno de estos murales hay una inscripción que dice Estos petroglifos se encuentran diseminados en varios lugares de las montañas de Chirgua. Muestra palpable de la cultura precolombina en nuestro suelo. Chirgua es voz indígena derivada posiblemente de chirgua significa vasija de barro. Dioses de barro, dioses de piedra, dioses de madera, dioses de sueño …y la magia se hizo forma. Arturo Valenzuela. Obra realizada durante la administración del Concejo de Bejuma. Año 1995-96. Ejecutada por la empresa Costermi, C.A. Ing. Moraima Largo R. El mural fue diseñado por el artista plástico Ramón Rivero, Chirgua 14-11-1996.

La principal actividad es la agricultura, especialmente el cultivo de la papa, que según se dice, es de las mejores del país. Tanta es la importancia de este tubérculo que desde 1958 se viene realizando en Chirgua la Feria de la Papa, muy esperada por los locales y amigos de los alrededores, se realiza en abril.

Chirgua está situado en un lugar privilegiado del estado Carabobo, rodeado de montañas en el valle del río del mismo nombre, con un clima agradable a una altura de 700 msnm, es en verdad un sitio digno de una visita.

Galería de fotos

Algo de historia
Por allí vivieron los indígenas que según algunos se llamaban así mismos «chirguas» (1). Con la llegada de los españoles comenzó el retiro de los mismos, especialmente cuando los europeos encontraron en las cercanías las primeras minas de oro en Venezuela (2), para estas exploraciones se utilizaron esclavos traídos de El Tocuyo y del Cabo de La Vela allá por el año de 1551 comandados por Juan de Villegas (3).

En el censo realizado en Montalbán en 1745 se menciona a Chirgua con una hacienda de caña de azúcar y un trapiche propiedad de Isabel Clara de Herrera, segunda abuela de Simón Bolívar (4). Según unas actas del  Cabildo de Caracas de 1682, había en Chirgua una capilla a cargo del presbítero Lorenzo Blanco y Herrera, hijo de doña Isabel y Mateo Blanco (5).

El obispo Mariano Martí, visitó el lugar en 1782, señalando que existía una capilla pública en el sitio de Chirgua (6), la cual había sido construida por ascendientes de Bolívar en 1682. Hay una referencia cartográfica de 1818 mencionada por Tulio Chiossone citando a Adolfo Salazar-Quijada (7). En 1938, en la administración del presidente Eleazar López Contreras se le da forma de pueblo, dotándola de servicios públicos y de una carretera. Se construyeron 100 casas cuyos primeros habitantes fueron 38 familias de agricultores venidos de Dinamarca y 48 de la isla de Margarita. Esta parte es conocida como La Colonia.

Toponimia
Hay varias versiones. Una que los originales chirguenses eran descendientes de los quechuas venidos de los Andes de Ecuador y Perú, en su idioma, «Chirgua» significa «frío». Investigando en varios diccionarios quechuas (Runa Simi) he encontrado que la partícula Chiri significa «frío», me parece un poco «halado de los pelos» esta teoría. El asunto de que los incas llegaron a estas tierras ya la he leído en otra parte, pero todas las toponimias que he visto siguiendo esta teoría no me parecen convincentes. Prefiero la versión de Lisandro Alvarado que dice que «chirgua» es el nombre de una vasija de barro usada para transportar agua.

Ubicación
N 10º 12,344′   W  68º 10,985′ (en la iglesia).

Altura
720 msnm

Fecha de fotos
24.01.2009

Para llegar allí
En la carretera Bejuma – Valencia, en la llamada Curva de La Mona, está la entrada hacia Chirgua, son unos 8 kilómetros desde dicha curva. La carretera es buena.
 

Referencias
(1) MANZO N., Torcuato. Historia del Estado Carabobo. Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas 1981. p. 170.
(2) GERENDAS KISS, Alejandro. Historia de Venezuela narrada año por año 1410 – 1640. Editorial Edimax, Caracas 2005, p. 355.
(3) GERENDAS KISS, Ob. cit.p.373.
(4) MANZO N., Torcuato. Ob. cit. p. 170.
(5) MANZO N., Torcuato. Ibídem.
(6) VILA, Marco Aurelio. Antecedentes Coloniales de Centros Poblados de Venezuela. UCV, Caracas 1978. p. 144.
(7) CHIOSSONE, Tulio. Diccionario Toponímico de Venezuela. Monte Ávila Editores, Caracas 1991. p. 138.

En las cercanías
Cerca del poblado de Chirgua hay una gran figura hecha en las laderas de una montaña, dado su tamaño es llamado geoglifo (del griego «tallado en tierra»), ir hasta allá es una muy interesante experiencia, escribo en las siguientes líneas la nuestra.

En enero 2009 junto a mis amigos carabobeños Marlene Ochoa, Lissette Albornoz y José Miguel Zabolotnyi, visitamos varios de los pueblos del occidente del estado. Nos habían recomendado mucho visitar la Rueda del Indio, preguntamos a varias personas en Chirgua y aunque nos dieron varias rutas, algunas parecían difíciles, como para carros rústicos o largas caminatas, preferimos ir por la vía más cómoda, no tanto por ánimo deportivo, sino por falta de tiempo.

En mi camioneta tomamos la vía hacia el norte, hacia el sitio de Cariaprima. Lo primero que me impactó agradablemente fue ver que a lo largo de la carretera hay plantados muchos árboles alineados a ambos lados, formando como un túnel (foto 7), muy bonita la vista por allí. A los pocos kilómetros nos topamos con un pequeño monumento con una placa que dice Como homenaje y en memoria a los vascos asentados en este valle desde 1950. Febrero 2007. 1950 Urtean haran hontan finkatu ziren euskaldunen omenaldi eta oroimenez 2007 eko otsailak. Federación de Centros Vascos de Venezuela.

Nota: Recomiendo la lectura del libro Del valle de Arratia a valle de Chirgua, de Natalia Díaz Peña. Trata de un interesante recuento de la vida Chirgua basada en entrevistas de las familias llegadas a Venezuela en el barco Portugal en 1950 y sus descendientes.

Rueda del Indio
Continuamos el recorrido unos cuantos kilómetros más, vemos una casita con techo de tejas y paredes blancas hacia el lado izquierdo de la carretera. En las paredes exteriores tenía pintado el dibujo del gran glifo y anunciaba que estábamos en Cariaprima. Cruzamos a la derecha por una vía de tierra, con árboles muy frondosos a los lados, a unos cientos de metros nos encontramos con un gran charco de barro, parecía ser el cauce de algún riachuelo de temporada (foto 8), con seguridad era salvable con la camioneta, pero la entrada de la hacienda se veía tan cerca que antes de ponerme a ver cómo pasaba, preferí dejar el vehículo allí y continuar a pie. Así lo hicimos todos, yo me desvié un poco del camino con la idea de encontrar una mejor vista del glifo. Tuve que sortear varios obstáculos como piedras, barro, maleza, etc. De pronto me obstaculizó el camino un cerdo gigantesco, era hembra y sus cerditos estaban a un lado. Yo que soy citadino, no sé si es común ver animales de estos con semejante tamaño (en el camino hacia acá nos topamos con otro igual). ¿Pasar o no pasar? he ahí el dilema, ¿serán bravos?, sin pensarlo más decidí pasar por un lado, lo más lejos posible de las crías. Lo logré, pero inmediatamente me di cuenta que había entrado en el patio trasero de una casa!, casi empiezo a caminar con los brazos en alto, como un detenido. Lo primero que vi fue a unos niños jugando pelota, los saludé y les pregunté por la salida. Me indicaron la vía y de paso aparecieron los adultos. Gente amable, al verme con la cámara me pidieron una foto, así lo hice, hablamos un rato y luego me despedí. Encontré a mis amigos hablando con un trabajador de la Hacienda Cariaprima que estaba señalando hacia el glifo, miré hacia donde estaba indicando, enfoqué mi visión y allí estaba, el gran geoglifo, el llamado la Rueda del Indio.  Tuvimos un primer impulso de ir hasta allá, le estábamos preguntando al señor cómo llegar allá, pero luego dije: "¿para qué ir hasta allá? es tan grande que sólo desde lejos se ve bien".

El geoglifo está en una de las laderas de cerro, hecho en un declive de unos 45 grados, lo que hace posible que se vea desde muy lejos, no como los de Nazca en Perú que hay que verlos desde mucha altura. Tiene 32 metros de longitud. La foto 9 muestra el cerro donde está el geoglifo y la foto 10 muestra un acercamiento. La foto 11 es un dibujo hecho por mí, no es exacto pero se parece bastante. Ahora bien, ¿qué significa la figura?, habrá muchas teorías, creo que nadie lo sabrá. A veces pienso que muchas de estas figuras simplemente no significan nada. ¿Y si fue alguien que empezó a dibujar circulitos y luego pensó en una hormiga y le puso las antenitas? Muchas veces yo he hecho dibujos parecidos en mi cuaderno de notas en charlas aburridas. Me parece ésta una teoría tan válida como cualquier otra hipótesis científica sin suficientes pruebas.

Por cierto el lugar es muy bonito, la hacienda Cariaprima data de la época de la colonia, fundada en 1545.
Hacienda Monte Sacro
De regreso nos detuvimos en la entrada de la Hacienda Monte Sacro, la cual perteneció al famoso magnate Nelson Rockefeller, no pudimos entrar porque hay que hacer reservaciones con anticipación, pero me dicen que es un lugar de extraordinaria belleza. A un lado está el Convento de la orden de Las Carmelitas "Santa María Reina de los Ángeles" (foto 12), la verdad es que no me pareció un sitio abierto al público, sólo entramos a preguntar cómo hacíamos para visitar a la Hacienda Monte Sacro. Tuvimos la suerte de encontrarnos con el cura párroco de Montalbán y alrededores, el padre Miguel Pirela. Yo me había quedado afuera tomando fotografías al lugar y cuando entré estaban mis otros compañeros hablando con el padre Miguel, al entrar yo dije "Buenos días", y el padre me mira y me dice: "epa, tú eres maracucho...", ¡con sólo dos palabras supo que yo era de Maracaibo!, ¿se me nota tanto el acento?, luego me dijo "¡es que yo también soy de allá!". No hay duda que el padre Miguel conoce a su gente! Nos mostró parte del lugar, un sitio muy sereno, ya que estas monjas son de claustro, no pueden ser vistas por personas ajenas a sus hermanas carmelitas.

Equipo de Viajeros
Marlene Ochoa, Lissette Albornoz, José Miguel Zabolotnyi y Germán Montero Alcalá. Agradezco a mis amigos carabobeños todas sus atenciones y diligencias para el éxito de este recorrido por los pueblos del occidente de Carabobo.

Germán Montero Alcalá
Mayo 2009

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar