Los 10 lagos más bonitos de Europa

Vivimos en un continente fascinante; lleno de paisajes increíbles y destinos que parecen postales. Desde las majestuosas montañas hasta las tranquilas llanuras colmadas de árboles, te invitamos a descubrir los 10 lagos más bonitos de Europa, así que prepara las maletas para emprender un bonito viaje, y quizás, ¿por qué no?, escoger vuestro próximo destino vacacional.

1. Lago Balaton, Hungría

Comenzamos nuestra lista de los lagos más bonitos de Europa viajando a Hungría para conocer el Balaton. Con casi 600 km² de extensión, propone una amplia variedad de experiencias durante todo el año. En verano, sus playas de suave pendiente atraen a bañistas de todas las edades, especialmente a las familias con niños pequeños, así que tenlo en cuenta si estás buscando un destino familiar. Además, las playas son ideales para practicar deportes acuáticos.

Las tierras altas del Balaton, con su singular microclima y paisajes volcánicos, obsequian un entorno único para explorar castillos, ruinas de monasterios y miradores. Los amantes del vino pueden visitar las zonas vinícolas históricas circundantes y disfrutar de una copa en sus encantadoras terrazas. Además, la región ofrece festivales de música.

¿Buscas relajarte? No hay problema, has dado con lo que necesitabas. Los balnearios y el lago termal de Hévíz, el más grande de Europa, brindan una experiencia refrescante para recargar las pilas. Incluso en invierno ofrece grandes atractivos, en las pistas de esquí y en la pista de patinaje sobre hielo más grande de Europa.

Con playas arenosas, campos deportivos, parques acuáticos y de aventuras, o paseos en velero, hay de todo para todos. ¿La comida es importante para ti? Prueba los sabores tradicionales húngaros y los platos estrella con ingredientes locales. Los mercados de la zona son ideales para probar delicias caseras, quesos artesanales, embutidos y mermeladas.

Más información en VisitHungary.com

2. Lago Lemán, Francia – Suiza

El lago Lemán baña las costas de dos países, Francia y Suiza. A lo largo de sus orillas se encuentran encantadores pueblos y ciudades, como Lausana y Vevey, rodeados de montañas y viñedos. Sin embargo, es en Ginebra donde adquiere un papel fundamental en la vida diaria de sus habitantes. Sus aguas turquesas ofrecen un espacio de recreo y desconexión, mientras que lugares emblemáticos como el Horloge Fleurie y el Jet d’Eau embellecen aún más la ciudad.

Además, los muelles permiten dar bonitos paseos en barco y las Mouettes, famosas lanchas motoras, conectan ambas orillas. En la ribera norte se encuentran los Bains des Pâquis, una playa y zona de baño popular. También se puede disfrutar de parques y jardines. 

Para los aficionados a la música, apuntad: Montreux, ubicada en el extremo este del Lago Lemán, es una parada ineludible, conocida por ser el sitio donde Freddie Mercury pasó sus últimos años. Allí, los visitantes pueden encontrar una estatua conmemorativa y el estudio donde la banda grabó algunas de sus canciones más icónicas. También existe el rumor de que Mary Austin esparció en el Lemán sus cenizas.

Y, por si no fuera esto suficiente, debes saber que, a raíz de un accidente en un concierto de Frank Zappa, que provocó un incendio, Deep Purple se inspiró en el humo que flotaba sobre el lago para componer su mítica canción Smoke on the water. 

3. Windermere Lake, Inglaterra

Windermere, el lago natural más grande de Inglaterra, está ubicado en el pintoresco Distrito de los Lagos en Cumbria. Ofrece impresionantes paisajes y hermosos pueblos bañados por sus orillas, tanto si buscas un ambiente romántico, como si quieres actividades familiares, senderismo o simplemente relajarte.

Una opción que merece la pena es realizar un crucero por sus aguas, y puedes hacerlo en barcos modernos o tradicionales, y elegir diferentes recorridos: hacia el norte hasta Ambleside o hacia el sur hasta Lakeside. Hay tours circulares por las islas o incluso la posibilidad de adquirir un billete especial que te permite recorrerlo completamente en 24 horas.

Otro atractivo es visitar el encantador pueblo de Bowness-on-Windermere, con tentadoras heladerías, tiendas y una bonita caminata por el paseo marítimo. Además, te animamos a explorar el famoso museo The World of Beatrix Potter, dedicado a la célebre autora, ilustradora y naturalista británica, que se enamoró de la zona y cuyas historias se han convertido en todo un símbolo del lugar.

4. Lagos de Plitviče, Croacia

Los lagos de Plitvice, ubicados en Croacia, son considerados uno de los destinos más bonitos de Europa y una visita obligada para los amantes de la naturaleza. Este Parque Nacional, reconocido por la Unesco, se destaca por sus 16 pequeños lagos interconectados por cascadas. Rodeado de densos bosques de hayas y abetos, el parque también alberga cuevas, fuentes y prados con flores silvestres, así como una variedad de especies animales protegidas, entre ellas, osos.

Puedes explorarlos a través de una red de senderos y pasarelas de madera que obsequian panorámicas impresionantes de las cascadas y orillas rocosas de un llamativo color verde esmeralda. Además, se pueden utilizar vehículos especiales, trenes y barcos eléctricos para desplazarse por el parque.

Cada estación del año posee su encanto particular, ya sea en primavera con la floración de los prados, en otoño con los colores vibrantes de los bosques, o en invierno con las cataratas congeladas y la nieve que cubre el paisaje.

5. Hallstätter See, Austria

El lago Hallstatt, ubicado en un pequeño pueblo austriaco que lleva su nombre, es un destino que parece más una imagen de Pinterest que un sitio real. Rodeado por majestuosas montañas de hasta 3000 metros de altitud, este lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.

El encantador pueblo que lo rodea cuenta con apenas 800 habitantes y su belleza es tan famosa que China construyó una réplica de Hallstatt en Luoyang, condado de Boluo, en el sur del país. Pero espera, ¿te suenan de algo las fotos? Probablemente hayas visto Frozen, porque Arendelle está inspirado en este maravilloso rincón de Austria.

Hacia el oeste se encuentran senderos y rutas alpinas que conducen al valle de Echern, lleno de molinos glaciares, y un poco más adelante, la cascada Waldbachstrub.

6. Königssee, Alemania

El Königssee es conocido como el lago del Rey y está ubicado en la zona de Baviera, en Alemania. Se encuentra rodeado de imponentes montañas que crean la sensación de estar dentro de un fiordo. Además de su color verde esmeralda, este lago alpino tiene mucho que ofrecer.

Una de las cosas imprescindibles que se pueden hacer es recorrerlo en barco, para disfrutar ampliamente de las vistas panorámicas y visitar puntos de interés como la iglesia de St. Bartholomä. Durante el trayecto, se puede apreciar la belleza de los picos y cascadas cercanas, e incluso experimentar su eco único.

A los más aventureros les recomendamos que lleguen al mirador de Malerwinkel haciendo senderismo para contemplar la mejor vista o explorar la Capilla de hielo, una gruta de hielo abovedada que se encuentra debajo del monte Watzmann.

Asimismo, la pequeña isla de Christlieger, repleta de árboles, y la piscina natural del Königssee son otros rincones interesantes para descubrir.

Además de su encanto natural, contarás con servicios turísticos como restaurantes, tiendas de souvenirs y opciones de alojamiento. También es posible alquilar pequeñas embarcaciones con remos para explorarlo por cuenta propia.

7. Lac d’Annecy, Francia

Te damos la bienvenida a uno de los lagos más limpios del mundo y al segundo más grande de Francia, en Auvernia-Ródano-Alpes. Ofrece un entorno idílico, con reservas naturales, cascadas y desfiladeros, que permite a los amantes de la naturaleza recargarse de energía. Las panorámicas podrás encontrarlas rápidamente, ya sea desde lugares de fácil acceso o después de una agradable caminata. 

Si visitas el pueblo, el casco antiguo de Annecy, ubicado entre el agua y las montañas, invita a dar un paseo y envolverte en su encanto medieval. Sus calles empedradas, edificios coloridos y monumentos emblemáticos hacen de esta ciudad, conocida como la Venecia de los Alpes, un sitio rico en patrimonio histórico.

Encontrarás también castillos dispersos por todo su territorio. Cada uno tiene su propia historia y paisajes. El château d’Annecy, residencia de los condes de Ginebra, convertido en museo; el château de Menthon-Saint-Bernard, con una arquitectura medieval que ofrece una vista impresionante; el château de Duingt, sentado al borde del agua; y el château de Montrottier, Monumento Histórico de la región.

Si lo que te apetece es simplemente hacer actividades propias de los lagos, una de las mejores formas es hacer un recorrido en barco, canoa o bote, en el que podrás apreciar las orillas y los picos desde una perspectiva única. También está la opción de practicar deportes acuáticos como esquí, wakeboard, buceo, Stand Up Paddle o remo. Explorar sus alrededores en bicicleta también es una experiencia maravillosa. Hay una ruta ciclista que te permite admirar el mejor paisaje mientras pedaleas. 

Para los que buscan relajarse al sol, cuenta con numerosas playas donde puedes estar a tus anchas rodeado de árboles. Sin duda, con sus 27 km² de superficie, el Lac d’Annecy es un tesoro natural que te sorprenderá en cada rincón. Para que nadie pueda perderse nada, encontrarás también en la oficina de turismo una lista de actividades, alojamientos, restaurantes y transportes para personas con discapacidad. 

8. Lago Jasna, Eslovenia

Lo llaman lago Jasna, pero técnicamente son dos lagos artificiales interconectados, y están ubicados cerca de Kranjska Gora, en Eslovenia. Se encuentra en los Alpes Julianos, cerca de la frontera con Austria e Italia. Fácilmente accesible durante todo el año, es un destino imprescindible para visitar por su belleza natural. Cuenta con un impresionante telón de fondo de montañas de piedra caliza, como los montes Prisank y Razor.

Además de los maravillosos escenarios visuales, el entorno es idílico y prístino, con una actividad comercial mínima a su alrededor. Eso sí, si queréis parar para comer, tened en cuenta que podréis hacerlo a lo grande en su restaurante galardonado con una estrella Michelin.

En verano, se puede hacer paddle surf o simplemente darte un chapuzón, mientras que en primavera, invierno y otoño es agradable pasear por sus senderos y circuitos, y disfrutar de unas vistas panorámicas de ensueño.

Más ideas: practicar yoga por la mañana en un hotel cercano, realizar senderismo en el Parque Nacional Triglav e, incluso, para terminar unas vacaciones increíbles, una romántica cena eslovena con los mejores paisajes de fondo.

9. Lago di Braies, Italia

Descubre la perfección de las imágenes de postal y los prados alpinos mientras emprendéis una caminata por el valle de Braies: el lago es su joya central. Este lugar de ensueño ofrece todo tipo de experiencias. Alimentado por arroyos alpinos y manantiales subterráneos, atrae a los viajeros con sus aguas color esmeralda. Rodeado de playas de guijarros rubios y acantilados rocosos, es un paraje perfecto para los amantes de la fotografía y un verdadero paraíso natural.

La majestuosa pared norte de Croda del Becco, una de las montañas gigantes de las Dolomitas, sirve como telón de fondo. Además, hay muchas actividades a vuestra disposición, como alquilar una embarcación de madera y remar, ir de picnic a una de las hermosas playas de guijarros o dar un paseo a la sombra de los pinos. Si quieres aventurarte un poco más, no te pierdas el circuito del rifugio Biella, que te permitirá contemplar unas vistas increíbles desde lo alto de sus cimas.

No te limites solo al lago, explora también el valle. Sus prados floridos y cabañas, o los pastizales alpinos de Prato Piazza, donde encontrarás una de las panorámicas más espectaculares de Las Tres Cimas de Lavaredo.

10. Lago di Como, Italia

El lago di Como suele mencionarse como uno de los espacios más hermosos de Europa y, de hecho, cautiva a visitantes de todo el mundo. Ubicado al norte de Milán, en Italia este lago de forma de ‘Y’ está rodeado por los picos de los Alpes Réticos, que crean un paisaje sin igual.

Además de su entorno natural, alberga una serie de encantadoras paradas que merecen ser exploradas. Desde la animada ciudad de Como, Villa Gallia y hasta la Villa Carlotta en Tremezzo, cada rincón tiene su propio carácter y atractivo especial. Se recomienda recorrerlo en coche, paseando por las villas que salpican sus orillas.

Navegar por sus aguas cristalinas también permite apreciar la belleza de sus pueblos, que cuentan con su arquitectura distintiva; ya sea que busques románticas postales o pueblos históricos como Bellagio. Ha inspirado a artistas y escritores de todo el mundo, y no es difícil entender por qué. ¿No sería un maravilloso plan relajarte en sus villas disfrutando de la serenidad de un lugar tan mágico? ¡Dan ganas de empezar a hacer las maletas!