Cruz Grande, Guerrero, 20 de agosto de 2020. Pobladores de Florencio Villarreal protestaron en el centro de salud con servicios ampliados de ese municipio, donde el gobernador Héctor Astudillo Flores acudió para ponerlo en funcionamiento.
Aproximadamente unas 100 personas, sin cuidar la sana distancia y la mayoría sin cubrebocas, se colocaron afuera del centro de salud y gritaban que querían un hospital porque dijeron, sin especificar, que así se los ofrecieron.
Pocos minutos después llegó el gobernador para dialogar con ellos y les pidió que formaran una comisión para que hablaran sobre su inconformidad, pero los manifestantes, sobre todo mujeres, comenzaron a gritar, y no lo dejaron ingresar al centro de salud.
Mientras el gobernador estaba de espaldas unas personas aventaron agua y hubo quien arrojó un bote de refresco que estuvo a punto de darle en la cabeza. Eso tensó el ambiente, el gobernador quiso voltear para ver quien había aventado el bote pero sus guardaespaldas lo rodearon, y se regresó para hablar con uno de los manifestantes y después se retiró.
Algunos habitantes comentaron que la manifestación más bien fue partidista, de gente de Morena. Una señora afirmó que no quieren engaños, que quieren un hospital.
El domingo el gobernador informó que hoy inauguraría el hospital comunitario en Cruz Grande.
Texto y foto: Karina Contreras
