Médico pediatra, dirigente político y Presidente de la República durante el período 1984-1989. Hijo de María Angélica Lusinchi, de descendencia italo-corsa. Su infancia transcurre en Puerto Píritu. Aprende a leer de la mano de María An-gélica Contreras de la Riva y luego ingresa a la Escuela Federal Graduada Ezequiel Zamora para iniciar estudios formales. Se traslada junto a su familia a la capital del estado, ingresa a la secundaria en el Colegio Federal de Barcelona, recibiendo clases de Historia y Filosofía de la mano de Antonio Léidenz, quien lo incorpora en la lucha política, trabajando conjuntamente con el Partido Democrático Nacional (PDN), antecesor de lo que sería desde 1941 Acción Democrática (AD).
Durante sus años de estudiante universitario, se destaca en la actividad política, siendo, secretario del Consejo Escolar de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), vicepresidente de la Asociación de la Juventud Venezolana (AJV) y vicepresidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV). El 20 de septiembre de 1947, Jaime Ramón Lusinchi se gradúa de médico en la UCV, con la tesis Hipertensión en obreros del Seguro Social, como parte de la promoción Domingo Luciani. Durante esta época contraerá nupcias con Gladys Castillo, con quien tendrá 5 hijos. Se especializa en el área de pediatría. Cursando postgrado en la Universidad de Buenos Aires, en la cátedra del profesor Juan P. Garran, 1952, Universidad de Santiago de Chile, con el profesor Arturo Scroogie, 1952-1956 y en la Universidad de Nueva York, entre 1957 y 1958.
El Dr. Lusinchi ocupó posiciones claves en su Partido «Acción Democrática». En 1948 fue escogido como Secretario General en el Estado Anzoátegui. Durante la Resistencia antidictatorial, ocupó la Sub-Secretaría de Prensa y Propaganda, la Sub-Secretaría General Nacional, la Sub-Secretaría y luego la Secretaría Nacional de Organización entre 1951-52, cuando fuera hecho prisionero. Desde 1958 fue electo consecutivamente como integrante del Comité Ejecutivo Nacional del Partido, ejerciendo la Secretaría General Nacional de la institución entre 1982-83.
En el VII Plan de la Nación, presentado por él mismo el 24 de febrero de 1984, se planteó la estrategia de la construcción de un nuevo pacto social y de la reforma del Estado, para lo cual se constituyó el 26 de diciembre de 1984 la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), cuyos objetivos incluían, entre otros aspectos compilados, la democratización de los procesos gubernamentales regionales (elección universal, directa y secreta de gobernadores y creación de la figura del alcalde municipal).
Pese a este empuje inicial, la crítica situación económica a principios de su mandato mostraba signos de evidente maltrato por parte de las violentas políticas de devaluación monetaria de su antecesor, Luis Herrera Campíns, conocidas como el viernes Negro del 18 de febrero de 1983 como medida apresurada con el fin de frenar el aumento de la deuda externa, que de 1980 a 1983 pasó de 29.310 millones de dólares a 38.297 millones de dólares, lo que generó un desfalco de más de 700 millones de dólares de las reservas del Banco Central de Venezuela, que llevó en 1983 a un déficit de 4.246 millones de dólares para completar una exigencia de 5.940 millones de dólares, lo que resultaba irónico y a la vez sospechoso en una nación que no contaba diez años de haber nacionalizado la industria petrolera. La disparidad del bolívar con respecto al dólar crecería al igual que la inflación, continuando la economía venezolana con su carácter dependiente y monoproductor. Ante esta situación su gobierno decidió reenfocar sus políticas, aumentando salarios, controlando precios y divisas, causando tensiones sociales. En los últimos años de gobierno, el gasto público era exorbitante, y se trató de crear una ilusoria estabilidad económica mediante la Comisión Nacional de Costos, Precios y Salarios (CONACOPRESA), creada durante por el gobierno con el objeto de regular los precios, vigilar los costos y fijar los salarios.
Este período también fue caracterizado por escándalos de moralidad y abuso de poder. La relación extra-marital del presidente de la República con su secretaria privada Blanca Ibáñez, provocó denuncias en los medios de comunicación, como causa de su notable influencia en las decisiones presidenciales, que alcanzaron el extremo de nombramientos y destituciones de funcionarios públicos, condicionamiento financiero y social a los contratos públicos y selección de ascensos a Generales de la Fuerza Armada, sumados a las Masacres de Yumare (Estado Yaracuy) y El Amparo (Estado Apure), donde fueron asesinados pescadores, confundidos con guerrilleros.
En cuanto a los escándalos de corrupción administrativa, protagonizó la escena el mal manejo del sistema cambiario en la Oficina de Régimen de Cambio Diferencial (RECADI) que incluiría a partidos políticos, como la compra de 65 autos rústicos para la campaña electoral de Acción Democrática con fondos del Estado, la invención de miles de empresas del Estado que nunca existieron con la única finalidad de solicitar dólares preferenciales, el abuso de los más de 50.000 millones de dólares en el pago de la deuda pública externa que nunca se solventó (en 1984 era de más de 27.000 millones de dólares, en su mayoría a ser pagados en corto plazo, más el anuncio de la suspensión de pagos del 2 de enero de 1989); el mal manejo de recursos del Instituto Nacional de Hipódromos y la gran decepción que causó el balance de las reservas del Banco Central de Venezuela, que en diciembre de 1985 eran de 10.251 millones de dólares, y para 1988 eran de apenas 3.092 millones de dólares.
En los últimos años de gobierno, el gasto público es exorbitante, tratándose de crear una ilusoria estabilidad económica. Este período también será caracterizado por escándalos tanto de corrupción, como de moralidad y abuso de poder. La relación extramarital del presidente de la república con su secretaria privada Blanca Ibáñez, provocará denuncias en los medios de comunicación, como causa de su notable influencia en las decisiones presidenciales. Sumándose a esto, casos como la compra de 65 autos rústicos para la campaña electoral de Acción Democrática con fondos del estado, mal manejo de recursos del Instituto Nacional de Hipódromos, las denuncias del mal manejo del sistema cambiario en el organismo RECADI y las Masacres de Yumare (Edo. Yaracuy) y El Amparo (Edo. Apure), donde fueron asesinados presuntos pescadores, confundidos por guerrilleros.
Durante esta gestión de gobierno se construye en Caracas, el Paseo Vargas, el Complejo Habitacional Juan Pablo II, el tramo del Metro de Caracas Zoológico/Las Adjuntas-El Silencio, se erige la Represa del Río Turimiquire (Edo. Monagas), el comienzo de la construcción de la Autopista de Oriente, la fabricación de 331.615 viviendas, así como el inicio de la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE), con la cual años después, se lograría la descentralización de las regiones. También durante este período, en 1985, el país recibe por primera vez la visita de un Papa, Juan Pablo II. Y en 1987, la incursión de la corbeta colombiana Caldas en mares venezolanos, puso a prueba la eficacia militar y diplomática de Venezuela ante las naciones vecinas. El gobierno de Jaime Lusinchi, finaliza con gran popularidad, siendo elegido como sucesor, un representante de su mismo partido, algo nunca ocurrido en nuestra historia hasta ese momento, Carlos Andrés Pérez. Lusinchi se incorpora al congreso como senador vitalicio, por su condición de ex presidente, según ordenamiento de la Constitución de 1961.
En 1991, contrae matrimonio con su otrora secretaria privada Blanca Ibáñez, después de un polémico divorcio con Gladys Castillo. En 1993 la Corte Suprema de justicia da luz verde para el procesamiento del ex presidente, tras hallar indicios de corrupción. A raíz de esto, se traslada a Costa Rica y Miami.
Durante su trayectoria política, recibió distinciones y reconocimientos académicos tales como, el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Bar-lland de Israel en 1987 y de la Universidad de Houston y la Universidad de Guadalajara en 1983.
En la noche del miércoles 21 de mayo de 2014, 6 días antes de cumplir 90 años, fue anunciado el fallecimiento del expresidente. Álvaro Lusinchi Castillo, hijo del político, informó que su padre padecía una enfermedad pulmonar y desde varios días antes estaba recluido en terapia intensiva en una clínica de Caracas.