El barranco de las Cinco Villas
Este oasis monacal se halla en el arranque de una brecha en el macizo de Gredos que unos llaman Valle y otros Barranco de las Cinco Villas. Son cinco pueblos, todos con apellido «del Valle», que se acoplan a los flancos de este paso natural, tendido como un lagarto al sol de mediodía, por lo cual esos pliegues están salpicados de olivos, higueras, piornos y matojos de molicie mediterránea.
El Barranco de las Cinco Villas es un paso cargado de historia y de algunas tentaciones. De historia, porque esta vaguada era la senda que seguían arrieros, pastores, leñadores, resineros, canteros. Pero sobre todo fue el camino que seguía el mineral de hierro, y que dio nombre a antiguos núcleos (Ferrerías, Ferreiras). Y eso antes incluso de que llegaran los romanos. Estos construyeron una calzada que no fue tal vez de las más importantes, pero es la que mejor se ha conservado de toda Hispania. De hecho, ha seguido en uso hasta hace relativamente poco. Por ella han transitado los rebaños trashumantes de la Cañada Real Leonesa. Otro que pasó con un borrico cargado con la palabra de Dios fue «don Jorgito el de la Biblia», George Borrow, quien en 1836 hizo este camino y escribió un diario donde aseguraba que en los lagos de esta montaña nadaban sierpes grandes como pinos. Borrow narró su periplo en La Biblia en España, que fue todo un superventas en 1843.
Las tentaciones del Valle son los brotes en forma de senderos que le han salido a este viejo ramal, jubilado por la N-502. Hay recorridos para todos los gustos: senda de los arrieros, camino del agua
–acequias, molinos, pozos de nieve–, sendas para amantes de la botánica, de la fotografía o de la bicicleta de montaña. Y están por supuesto los cinco pueblos, que sacan máximo partido a cualquier dintel, ventana o reliquia de otros tiempos. El más notorio es sin duda Mombeltrán, gracias a su castillo peliculero del siglo xiv, perfectamente conservado por fuera, que no por dentro. En el cogote de este valle vigila el Puerto del Pico
(1395 m), donde un mojón indica la distancia en leguas: 29 a Madrid, 10 a Ávila; o lo que es lo mismo, 140 km y 48 km, respectivamente.