La Endiablada de Almonacid del Marquesado (Cuenca)

Hace dos años tuve la oportunidad de ir a Almonacid del Marquesado el 2 de febrero, día de la Candelaria, y viví de lleno la fiesta de La Endiablada o lo Diablos. Fui porque conocía a gente de este pueblo conquense y la verdad es que fue un acierto acudir a la cita.

Esta fiesta se celebra del 1 al 4 de febrero. De momento tiene el título de Interés Turístico Regional aunque quieren convertirla en Nacional. En cualquier caso, merece la pena pasarse por Almonacid para vivirlo desde dentro porque es una de esas cosas que es mejor sentirla en primera persona. Así que estas líneas sirvan para animarte a viajar allí.

Los diablos son hombres vestidos con ropa llamativa, de color, y dependiendo del día en la cabeza llevan unos gorros adornados con flores o una mitra. Además, portan una porra, una especie de bastón pequeño que suele acabar rematado con alguna cara normalmente de diablo. Y unos cencerros colgados en la espalda que aportan también una identidad sonora peculiar a la celebración.

«Y unos cencerros colgados en la espalda que aportan también una identidad sonora peculiar a la celebración«

Color, sonido, ambiente, movimiento, tradición, respeto, historia. Eso es La Endiablada. El día 2 de febrero además de la procesión, por la tarde los diablos acuden al cementerio donde hacen una oración. Después se produce el el lavatorio de la imagen de San Blas. La iglesia de la localidad se llena literalmente de personas y del sonido de los cencerros. Es algo digno de ver y si has cogido buen sitio dentro de la iglesia y puedes ver las caras de los diablos cuando se acercan al santo es impactante.

Cada día durante las fiestas los diablos dan varias vueltas por el pueblo a diferentes horas, así que hay varias ocasiones para poder verlos en acción. Por las calles también hacen saltos, se reúnen en la Plaza principal de la localidad, tienen un local donde dejan los cencerros y las mitras o gorros entre acto y acto.

Pero además de los diablos están las ‘danzantas’, un grupo de chicas del pueblo que bailan en determinados momentos durante estos días. Visten con con falda de colores emparejados, enaguas, pololos, medias, corpiño y mandil negros, alpargatas blancas adornadas. La pañoleta sobre los hombros es de color blanco nacarado el día de la Candelaria y de color negro el día de San Blas. Sobre las medias blancas llevan cintas rojas cruzadas. Sobre el hombro se colocan sendos conjuntos de cintas multicolores. Esto, son a grandes rasgos las características principales de las danzantes, aunque faltan detalles.

Ellas son las encargadas de recitar los ‘Dichos’ tras las misas de los días 2 y 3 de febrero. Son poesías de temas diversos que se aprenden de memoria y suelen ensalzar el pueblo, a sus patrones, la tradición, etc.