Las 10 razas de gato más caras del mundo

El gato esfinge, o sphynx, debe su calvicie a una mutación en el gen Keratin 71, y que hace que la mayoría de ellos carezcan de vibrisas (bigotes y cejas).
El gato esfinge, o sphynx, debe su calvicie a una mutación en el gen Keratin 71, y que hace que la mayoría de ellos carezcan de vibrisas (bigotes y cejas).
Dmitri Makeev. Wikimedia Commons. CC BY-SA 4.0
El gato esfinge, o sphynx, debe su calvicie a una mutación en el gen Keratin 71, y que hace que la mayoría de ellos carezcan de vibrisas (bigotes y cejas).

Algunos amantes de los animales de compañía están dispuestos a invertir una gran cantidad de dinero para tener a su lado la compañía de una raza específica, tanto en el caso de los perros, como en el de los gatos. En el caso concreto de los felinos, las cifras pueden llegar a ascender hasta varios miles de euros.

Ya sea por su rareza, por la dificultad en encontrar criadores o por su belleza, algunas razas felinas son realmente caras, como es el caso del gato de Bengala, el Sphynx o gato esfinge o el gato Sokoke. Pero, ¿cuáles son las razas más valiosas y qué las convierte en auténticos tesoros vivientes?

Repasamos diez de las razas de gatos más caras del mundo, no sin recordar antes que, si estamos pensando en adquirir un felino, en España, existe un problema de sobrepoblación de callejeros, habiéndose recogido en 2022 más de 118.000 gatos por parte de las protectoras, refugios y asociaciones de animales, por lo que, si tan solo queremos compartir nuestra vida con estos pequeños peludos, antes de comprar podemos también valorar la opción de adoptar.

Las diez razas de gato más caras del mundo

  • El gato Savannah. Se trata de una de las razas felinas más grandes que hay en el mundo, pudiendo alcanzar hasta el metro y 20 centímetros de largo. Su gran tamaño procede del cruce entre un serval africano con un gato doméstico, motivo por el cual estos mininos conservan todavía una gran cantidad de comportamientos salvajes. Su precio puede llegar a varios miles de euros en algunos países.
  • El gato de Bengala. Esta es una de las razas más famosas entre los amantes de los gatos. Nació del cruce del may egipcio, el gato oriental y el American shorthair, lo que le otorga ese aspecto salvaje y exótico tan característico. Como raza, requiere de una estimulación un poco más alta que otras más domésticas, aunque sin olvidarnos de las sesiones de mimos. Lo más llamativo es su pelaje, que nos recuerda a grandes felinos como los tigres y lo que hace que estos mininos cuesten alrededor de los mil euros.
Un ejemplar de gato de Bengala.
Un ejemplar de gato de Bengala.
PIXABAY
  • El Gato esfinge. Esta es otra de las razas más populares de felinos y también una de las más caras. Conocidos también como Sphynx, estos gatos sin pelo son considerados por muchos unos mininos muy especiales y, por ello, su precio mínimo es de 800 euros, aunque muchos criadores los entregan (solo a manos responsables) por alrededor de 1000 euros. Estos gatos requieren de unos cuidados concretos debido a su falta de pelaje, lo que les expone a bacterias y enfermedades, por lo que realmente son mininos especiales.
  • El gato Safari. Es muy posible que muchas personas no conozcan sobre la existencia de este gato, ya que es uno de los más raros que hay en el mundo, característica que lo vuelve tremendamente caro. Los amantes de esta raza pueden llegar a pagar hasta 4000 euros, ya que se estima que en el mundo existen menos de 100 ejemplares. Nació de la combinación entre un gato montés sudamericano (Geoffrey) y un gato común. Como particularidad, este gato ha heredado la genética del gato montés sudamericano, que posee dos cromosomas adicionales en comparación al doméstico, lo que dificulta su crianza.
  • El gato Peterbald. Este minino descendiente del Sphynx y nacido en Rusia tiene también la característica de no tener pelaje o, de tenerlo, éste es muy cortito y puede ser de una textura aterciopelada o ligeramente rizada. Su precio supera a los de su antecesor, superando los mil euros, aunque resultan muy difíciles de conseguir en Europa.
Los gatos cuya calvicie es producto de una variedad de displasia ectodérmica, como los peterbald y los donskoy, sí poseen vibrisas (bigotes y cejas).
Los gatos cuya calvicie es producto de una variedad de displasia ectodérmica, como los peterbald y los donskoy, sí poseen vibrisas (bigotes y cejas).
Nancy Kamergorodsky. CC BY-ND 2.0
  • El gato Caracat. El Caracat, un intrigante felino híbrido que surge de la unión entre un caracal y un gato doméstico. El génesis del primer Caracat se produjo de manera fortuita en un zoológico de Moscú, donde en 1998 un gato salvaje compartió su devoción con un majestuoso caracal. A pesar de su elevada cotización (varios miles de euros), actualmente escasean en el mercado.
  • El gato Celián. El linaje de esta raza felina se remonta a la isla de Sri Lanka, antiguamente conocida como Ceilán. La introducción de esta fascinante raza a Europa tuvo lugar gracias a la pasión de los amantes de los felinos en la década de los 60 en Italia, y desde entonces, su encanto se ha extendido por el continente europeo. Mientras disfruta de una gran popularidad en el país mediterráneo, es una rareza encontrar un auténtico gato Ceilán en su forma más pura en otros países europeos. Estos gatos tienen un distintivo pelaje con tonalidades agutíes y notables rayas en sus patas, cola y rostro, destacando una inconfundible marca en forma de M en su frente. Obtener uno de estos adorables gatitos de una camada responsable suele requerir una inversión de al menos 1000 euros.
  • El gato Sokoke. Este exótico felino tiene sus raíces en el espeso bosque de Arabuko Sokoke, ubicado en el corazón de África Oriental. Durante los años 80, una camada de estos felinos llegó a tierras danesas, donde entusiastas criadores quedaron cautivados por esta hermosa raza. En 1993, la Federación Internacional Felina (FIFé) otorgó su reconocimiento oficial. Hoy en día, la mayoría de estos gatos se encuentran en Dinamarca, donde se pueden adquirir de un criador responsable, por un presupuesto mínimo de 1500 euros.
Ejemplar de gato Sokoko
Ejemplar de gato Sokoko
Heikki Siltala / WIKIMEDIA COMMONS
  • El gato Balinés. Al contrario de lo que su nombre podría sugerir, el gato balinés no tiene sus raíces en la exótica Bali. En realidad, es una variante de pelaje medio largo derivada de la línea del gato Siamés, y su crianza comenzó a tomar forma en las décadas de 1920. A pesar de ser reconocido como una raza independiente, los gatos balineses son bastante escasos, lo que se traduce en un precio promedio más elevado en comparación con las razas más comunes. Para llevar a casa uno de estos encantadores mininos, debes estar preparado para desembolsar alrededor de 900 euros como punto de partida.
  • El gato Korat. Esta raza, a pesar de su origen tailandés, ha experimentado un aumento significativo en su popularidad a nivel global en las últimas décadas. En su lugar de nacimiento, Tailandia, se le conoce como "maeo dok-lao", (gato del color de las nubes antes de una lluvia intensa), en alusión a su distintivo pelaje gris y elegante e, históricamente, se le consideraba como un amuleto poderoso que no debía ser vendido, sino obsequiado. Los ejemplares de Korat de raza pura son una rareza en Europa y, por lo general, tienen un precio que supera los 800 euros.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento