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1 N° 3 – mayo-junio 2019 Noticiario Mensual Colectivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo PRESENTACIÓN Estimados(as) amigas y amigos. Con fecha 14 de mayo fue puesto en vigencia el plan de trabajo ideado por el colectivo para ser llevado a cabo durante el periodo marzo 2019 - marzo 2020. En esta orientación de propósitos se recogen las inquietudes por ir cumpliendo metas acordes a la paulatina necesidad de alcanzar la madurez como novel institución que aún somos. El citado plan anual consta de sietes puntos los que, expuestos de manera sucinta, dan cuenta del interés por mantener los principios que en su momento sustentaron la creación del colectivo, lo cual es posible apreciar según la expresión literal de los mismos:        Mejoramiento de la gestión en el propósito de aumentar el ingreso de socios. Presentación de proyectos de manera diligente y oportuna a fondos concursables. Realización de programas de capacitación interna mediante la realización de talleres con presentación de ponencias de los socios investigadores respecto a avances de investigación, propuestas de investigación, discusión de algún tema de investigación en particular, etc. Desarrollar actividades de extensión dirigida a la comunidad regional con la entrega de charlas, talleres, conversatorios, asesorías, etc. Participación en reuniones de las especialidades que distinguen al colectivo, es decir, lingüística, arqueología, historia, gestión cultural, etnografía, folclore. Fortalecimiento de imagen en las redes sociales, visibilizando nuestro accionar, especialmente en la edición de “El Chasqui” como noticiero mensual. Programación de salidas a terreno con fines de estudios y acercamiento a otras realidades regionales. Los editores 2 NOTICIAS Y ACTIVIDADES Primer Taller de Avances en Investigaciones del Colectivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo Tal como ha sido aprobado en el plan de trabajo 2019-2020 del colectivo, el día 17 de mayo de 2019 se realizó el primero de varios talleres cuyo objetivo es presentar ponencias sobre investigaciones en curso, incluido aspectos de proyectos en distintas etapas de desarrollo, en pro de intercambiar conocimientos entre los socios del colectivo, como también de abrir dicha iniciativa a la participación de organizaciones comunitarias. Se agradece la gestión del socio Herman Carvajal por conseguir la sala de sesiones del Departamento de Artes y Letras de la Universidad de La Serena, sede Colina El Pino, con lo cual, en un grato ambiente hubo intercambios de opiniones desde las 19.00 a las 21.00 horas, exponiéndose cinco temas actuando como moderadores de la mesa los socios Scott Heidmiller y Gastón Castillo Contador: 1.-Hildo Pinilla: “Historia de La Cantera-Pan de Azúcar”: Habiendo publicado el año 2014 el libro “Tierras Blancas. Historia de una comunidad del norte infinito”, el autor prosigue con sus proyectos de trabajar en las vivencias ancestrales de los sectores en torno a Coquimbo donde aún se palpa y saborea la ensoñadora ruralidad1. 2.-Francisco Fernández: “Alimentación en La Serena durante el siglo XIX”: F. Fernández encuadra sus estudios en la novedosa línea de trabajar con colecciones de restos óseos de animales domésticos registradas en basurales de origen históricos de La Serena, los mismos que pocos años atrás eran simplemente desechados como bienes de interés patrimonial. El caudal de información respecto al tema de la alimentación en tiempos coloniales y republicanos contribuirá a remediar el sesgo que hasta entonces se había mantenido en relación a los resultados obtenidos acerca de la dieta en tiempos precolombinos. 3.-Herman Carvajal: “Origen y significado del nombre Coquimbo”: De tiempo en tiempo este tema cobra relevancia porque las propuestas explicativas sobre la etimología del término Coquimbo siempre dejan alguna puerta abierta a nuevas discusiones. Desde su perspectiva de versado lingüista en toponimia de las regiones de Atacama y Coquimbo, Carvajal entrega su parecer, explorando las versiones sobre el particular y, a la vez, deja asentado lo que a su juicio se acerca más a la realidad de acuerdo al propósito de quienes, en su lengua materna, bautizaron a un río, una bahía y a una comarca con el nombre que perdura a través de los siglos2. 4.-Gastón Castillo G.: “Changos al sur de Paposo”: Se explora el curso de los acontecimientos ocurridos desde el extremo norte de la provincia de Copiapó a un vasto territorio de ahí al sur, teniendo como punto de partida Paposo, donde los genetistas han demostrado una relación entre los actuales pescadores, herederos de los tiempos changos, con la tradición arqueológica costera basada en el desarrollo de la “cultura Chinchorro” ¿Qué sucedió con el problema chango de Paposo al sur?, es la pregunta que orienta la búsqueda de respuestas en estas circunstancias3. 5.-Frank Vicencio: “Aproximación al patrimonio industrial en la Región de Coquimbo”: Invitándonos a renovar el interés por la protección de los recursos culturales que nos rodean, mediante la exposición de 10 lugares que según su punto de vista merecen ser ejemplos de una puesta en valor del patrimonio industrial en nuestra región, junto con iniciar un novedoso camino en la investigación histórica local, el autor además hace un llamado a mirar Ver acápite “Contribuciones” en este número. Ibídem. 3 Ponencia que será publicada en la edición de El Chasqui N° 4. 1 2 3 una vez más aquello que está ante nuestros ojos, pero que, con dejo de indolencia, suele considerarse simplemente en calidad de “ruinas”. Preparativos con la búsqueda de los papeles para tomar notas, pantalla lista y cafecito indispensable. A continuación, Francisco Fernández entrega sus avances en conocimientos sobre la alimentación en La Serena durante el siglo XIX. Junto a Hildo Pinilla, a la derecha de ambas fotos, dos damas, parientes de Hildo quienes gentilmente nos acompañaron y a quienes se agradece su participación en el camino de hacer público experiencias como estas. Participación en la celebración del Día del Patrimonio Cultural. Respondiendo a una gentil invitación, el domingo 26 de mayo de 2019 nos cupo participar en la celebración del Día del Patrimonio Cultural, acto realizado en el Regimiento de Infantería Nº 21 «Coquimbo». Contando con la colaboración de los socios Francisco Aspe, Julio Cortés, Frank Vicencio, Ana Araya, Gastón Castillo Contador y Gastón Castillo Gómez, el colectivo formó parte de un stand informativo atendiendo consultas del público en un horario de dos turnos. Pendón del colectivo a la vista, se repartieron dípticos explicativos sobre la historia, propósitos y afanes del colectivo por crecer en sus objetivos, exhibiendo también los números 1 y 2 de “El Chasqui”, incluida información de cómo bajar este medio de difusión de la página web en que se encuentra. Mucha conversación nacida del interés de los visitantes y amables invitaciones a que nos conocieran como institución dedicada al estudio de temas sobre la región de Coquimbo en el plano del patrimonio cultural, marcó la tónica de un día en que nos honró haber participado. De izquierda a derecha, los socios presentes en la difusión del colectivo Gastón Castillo Gómez, G. Castillo Contador, Julio Cortés, Francisco Aspe y Frank Vicencio L. 4 Gastón Castillo Contador en plena actividad de atención de público. Ceremonia de presentación del libro “Entre vuelos y pájaros. Estudios Históricos y Lingüísticos sobre el Limarí. Homenaje a Guillermo Pizarro Vega” Hugo Pizarro Rojas y Gastón Castillo Gómez interviniendo en la ceremonia, según lo establecido en el programa de la Corporación Municipal de Ovalle. El día 13 de junio de 2019 fue el punto culmine de una actividad en que los socios Herman Carvajal y Gastón Castillo (editores científicos), junto con el historiador Patricio Cerda, fueron los impulsores para -mediante la publicación de un libro- rendir un homenaje al fallecido escritor y amigo ovallino Guillermo Pizarro Vega (Q.E.P.D.). Varios meses transcurrieron en idear contenido, extender invitación a otros investigadores, pensar en el formato, título y otros detalles propios de un cometido como el señalado; como así también llegar a buen puerto gracias al apoyo brindado por la Ilustre Municipalidad de Ovalle a través de la Corporación Cultural de este municipio, contando con la especial presencia de la esposa de Guillermo Pizarro, señora María Loreto Rojas y de su hijo Hugo Pizarro Rojas. En nombre del colectivo asistió a la presentación de la obra “Entre vuelos y pájaros. Estudios Históricos y Lingüísticos sobre el Limarí. Homenaje a Guillermo Pizarro Vega”, una delegación formada por los socios Herman Carvajal, Francisco Aspe, Hildo Pinilla y Gastón Castillo Gómez, siendo recibidos por los señores Ifman Huerta Saavedra y Sergio Peña Álvarez, Director Ejecutivo y Coordinador de Patrimonio e Identidad de la Corporación Cultural, respectivamente. Además de Herman Carvajal y Gastón Castillo estuvieron presentes los autores de artículos, Sres. Jorge Pinto, Patricio Cerda y Luis Guerrero. Teniendo como escenario el Foyer del Teatro Municipal de Ovalle, se dio inicia a la ceremonia con las palabras del señor Ifman Huerta en nombre del presidente de la Corporación, alcalde Claudio Rentería Larrondo, seguido de emotivas palabras brindadas por la Sra. María Loreto Hugo Pizarro R. y su madre, María Loreto Rojas, franqueados Rojas, culminado el acto de homenaje con las por los socios del colectivo Hildo Pinilla, Herman Carvajal intervenciones de Hugo Pizarro, refiriéndose el primero a (mostrando un ejemplar del libro homenaje) y Gastón Castillo. 5 la obra de su padre y los deseos por entregar a la comunidad la numerosa documentación que ha quedado en el tintero y posteriormente Gastón Castillo se sumergió en detalles de cómo se concretó la elaboración del libro, sin olvidar el agradable intermedio musical brindado por dos jóvenes músicos y los parabienes en medio del coctel de despedida. Por último, cabe señalar el contenido del libro mencionado: Carlos Ruiz R., “La obra de Guillermo Pizarro y su contribución al conocimiento de nuestras raíces e identidad”. Luis Guerrero R., “Una aproximación etnolingüística a la antroponimia indígena del valle del Limarí”. Herman Carvajal L., “Toponimia indígena del valle del Limarí”. Gastón Castillo G., “Repartos, matrículas, expedientes: comunidades indígenas en la terratenencia española del Limarí colonial”. Patricio Cerda C., “Formación de la sociedad colonial en el valle del Limarí 1700 – 1818”. Monserrat Arre M., “Amos y esclavos en tierras del Limarí: un estudio de genealogías cruzadas”. Jorge Pinto R., “Un informe, una visita y reminiscencias relativas al departamento de Ovalle. 1887 -1930”. Charla sobre la Cultura Diaguita Herman Carvajal fue invitado por el Colegio Albert Einstein de La Serena a impartir una charla sobre la Cultura Diaguita, llevándose a cabo esta actividad el día 25 de junio recién pasado, contando con la colaboración de Gastón Castillo. La charla fue dividida en dos partes. En su calidad de lingüista, H. Carvajal interactuó con el alumnado del curso de “Séptimo Pasteur” y con la profesora de arte del mismo, señora Yelica Caric Pujados, respecto a la toponimia indígena del valle de Elqui y otros lugares de la región de Coquimbo, poniendo énfasis en la representatividad del topónimo aludido, en términos de la geografía donde habitó la población indígena en tiempos del dominio inca. Por su parte, Castillo hizo mención a la arqueología de la cultura Diaguita mediante una combinada exposición de imágenes conjugando dibujos que idealizan la vida de los Diaguitas en tiempos precolombinos y fotografías reales de su materialidad más significativa (cerámica, metalurgia, medios de navegación y pesca, etc.). Con actividades de esta naturaleza se va Herman Carvajal exponiendo a los alumnos detalles sobre la toponimia indígena del valle de Elqui, incluido el nombre de Coquimbo, en el cumpliendo el propósito de tender puentes contexto del desarrollo del pueblo Diaguita. hacia la comunidad, toda vez que el plan 20192020 señala como un acto prioritario generar acercamientos a colegios, juntas de vecinos, clubes deportivos u otras organizaciones de base y de bien público que requieran de nuestra asistencia en temas de orden patrimonial. 6 CONTRIBUCIONES HISTORIA DE PAN DE AZÚCAR. LOCALIDAD CAMPESINA DE COQUIMBO4. Hildo Pinilla5 El problema del estudio nace de la necesidad de buscar respuesta a la pregunta: ¿Cómo se ha configurado el desarrollo Histórico y Social de la localidad de Pan de Azúcar? El Objetivo General de esta investigación es Visibilizar y poner en Valor el Desarrollo Histórico y Social de Pan de Azúcar, destacando su protagonismo individual y colectivo, el fortalecimiento de su identidad y esencia nortina en la Comuna y Región de Coquimbo. Como una forma de hacer operativo el proceso de estudio de la localidad de Pan de Azúcar se asumieron los siguientes Objetivos Específicos: 1.- Compartir con la comunidad regional una publicación que permita transferir los resultados del trabajo desarrollado, en el cual se visibilice y sitúe en justicia y valor la Historia de la localidad de Pan de Azúcar, destacando su aporte en el progreso y desarrollo de la Comuna y Región de Coquimbo. 2.- Reconocer y valorar en la localidad de Pan de Azúcar, sus personajes e instituciones, destacando sus obras como aportes al Patrimonio Regional, Historia e Identidad Cultural y Social de Coquimbo. Resumen Este trabajo pretende visibilizar y poner en valor el desarrollo histórico y social de la localidad de Pan de Azúcar, su protagonismo individual y colectivo como aporte sustantivo a la comuna y Región de Coquimbo, colaborando, vivenciando y fortaleciendo su identidad y pertenencia nortina. Esta localidad tiene en su génesis lo rural y la ruralidad campesina. Su naturaleza y territorio incluye además potencialidad minera en los cerros aledaños, crianza de ganado menor, por ello en este proceso histórico y social cobra sentido y vivencia la encomienda, las mercedes de tierras, la hacienda, el fundo, la estancia, la reforma agraria, el asentamiento agrícola, la parcelación y las nuevas proyecciones sociales. El 17 de marzo de 1795, los hermanos Heuland, hacen referencia específica a la localidad y al cerro aludido como Pan de Azúcar (Axúcar) en su viaje a Punitaqui, hoy identificado como Cerro de La Virgen y Cerro Pan de Azúcar; cuyas coordenadas GPS son Latitud: -29.9833 y Longitud: -71.2833. Oficialmente se reconoce a Pan de Azúcar como subdelegación del Departamento de Coquimbo mediante el Decreto Supremo N° 185 de fecha 31 de octubre de 1866. Confirmado por ley de Municipalidades del 22 de diciembre de 1891 (Decreto S/N), como la 5° Subdelegación de Pan de Azúcar, la 6° de Tambillo y la 7° de Andacollo. 4 Resumen de ponencia presentada primer taller de avances en investigaciones del Colectivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo. 5 Ingeniero en Ejecución en Mecánica, Magister en Estudios Latinoamericanos e Investigador en Cultura Campesina. 7 Personajes e Imágenes de Pan de Azúcar Don Fernando Segundo Gómez Pizarro. Habitante de la localidad de Cerrillos. Su experiencia personal es reflejo de la identidad en el desarrollo de Pan de Azúcar. Don Pedro Hernán García Ruiz, personaje de Tambillos. Refranero y hablante en jerigonza. Dirigentes de la Liga independiente de fútbol de Pan de Azúcar. De izquierda a derecha los señores Luís Juica, Director de Organización; Eloy Castillo, Vicepresidente; Jaime Castillo Aliaga, Presidente; Juan Toro Avilés, Secretario; Cristian Galleguillos, Director; Manuel Muñoz, Tesorero. 8 Antigua estación de ferrocarriles de Cerrillos de Pan de Azúcar. Frontis de la hermosa Hacienda Corazón de María. Remembranzas de pasadas décadas de productividad. Escuela de Tambillos. Entre el ayer y hoy de la ruralidad coquimbana. Ruinas del puente aledaño a lo que fue la Estación Andacollo. 9 ¿CUÁL ES EL LUGAR DE NUESTRA REGIÓN QUE ORIGINARIAMENTE FUE LLAMADO “COQUIMBO”?6 Herman Carvajal Lazo7 En nuestros intentos por dilucidar el significado lingüístico del topónimo “Coquimbo”, forzosamente tenemos que plantearnos la interrogante del título. Si logramos precisar el sitio que por vez primera llevó el nombre que nos preocupa, la posibilidad de acceder a un significado plausible se acrecienta notablemente. Dos son las lenguas amerindias que disputan la convicción de que “Coquimbo” sea un nombre perteneciente a alguna de estas lenguas: la quechua o la mapuche (mapudungún). Ambas lenguas se caracterizan por denominar sus topónimos destacando características morfogeográficas de los sitios bautizados. Yendo a la pregunta inicial, debemos convenir en que los lugares que disputan la primacía de constituir el sitio originario tildado como “Coquimbo” son tres: 1. El pueblo indígena llamado Coquimbo, residencia del representante Inca con sus tropas y mitimaes (aproximadamente en Altovalsol actual, al lado norte del río). 2. La dualidad río-valle de Coquimbo (desde la confluencia de los actuales Río Claro y Río Turbio, en Rivadavia, hasta la desembocadura del río en el Pacífico, junto a La Serena. 3. El casco antiguo de la ciudad de La Serena (tal vez ampliado con la inclusión del arrabal de La Chimba que se extendía hasta la calle Amunátegui actual)8. La proposición etimológica de Asta-Buruaga9 de que Coquimbo signifique “tambo de plata” inclina -en principiola balanza hacia el pueblo incaico de Coquimbo (la residencia del curaca), “El valle de este río estaba poblado, á la llegada de los españoles, por indios de la antigua raza peruana, dependientes de los incas (véase Tequirque); y se le conocía con el nombre de Cuquimpu, tal vez alterado de Cullquitampu, que en quichua significa tambo ó estación de plata, y corrompido por los españoles después en Coquimbo”10. “hipótesis que podría tener algún fundamento si se acepta que los incas conocieron los minerales de plata que estaban al norte de la bahía, donde más tarde se descubrió el mineral de Arquero. Si así hubiera ocurrido, es lógico pensar que al valle se le llamara tambo de plata, porque además de ser un lugar apto para el descanso, habría tenido una riqueza minera que permitía identificarlo”11 6 Ponencia presentada primer taller de avances en investigaciones del Colectivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo. Profesor de Castellano. Magíster en Lingüística. Ex profesor e investigador en su especialidad en la Universidad de La Serena. Ha publicado varios trabajos, entre ellos: “Algunas referencias sobre la lengua de los Diaguitas chilenos”. LOGOS, 1, pp. Universidad de La Serena, 1989, Vicuña y la toponimia del valle de Elqui (1993), Ovalle y la toponimia indígena del Limarí (1998). 8 Descartamos de este listado a la ciudad-puerto de Coquimbo, puesto que su nombre es posterior a los tres sitios que mencionamos. De hecho, Coquimbo (puerto) tomó su nombre de Coquimbo (ciudad de La Serena), como lo comprueba la Historia. 9 Asta-Buruaga y Cienfuegos, Francisco, Diccionario Geográfico de la República de Chile, N. York-D.Appleton y Compañía, 29 edición, 1899, s.v. Coquimbo (Río). 10 Op. Cit., s.v. “Coquimbo”. 11 Pinto Rodríguez, Jorge, “El Puerto de Coquimbo Durante la Colonia (1544-1810)”. En Coquimbo, Historia e Identidad, 8000ac-2015 Patricio Cerda Carrillo & Celso López San Francisco, Directores-Editores, Coquimbo, 2016, (69-90), pág. 77-78. Y en Pinto, Jorge, La Serena Colonial, Ediciones Universitarias de Valparaíso, U. Católica de Valparaíso, 1983, pág.83. 7 10 Asta-Buruaga debió partir de “kukimpu”. De allí dedujo que el primer formante era “kuki” (el que derivó de “khullki”) y el segundo formante sería “-mpu”, el que supuso sería la terminación de “tampu”12. Y de “khullkitampu”, por contracción, o corrupción (como dice Asta-Buruaga), o técnicamente por síncopa, se llega a “kukimpu” (“Coquimbo”). El quechua clásico sólo posee tres vocales: a-i-u. Por un proceso de hispanización la “u” suele caer en el ámbito de la “o” y la “i” en el de la “e”. Otro significado que se postula para “Coquimbo” es ‘tambo del agua’13. “Sobre el sitio de La Serena, llamada indistintamente Coquimbo por los cronistas, o figurando esta ciudad, al igual que las otras, se trazó sobre el antiguo poblado de origen incaico: “tambo del agua” o “Coquimbo”, por los restos que aún quedan al revisarse los límites de la ciudad en 1556”14. Tendríamos que convenir en que también esta acepción se enmarca en la posibilidad o vertiente quechua por la mención de tambo, vocablo inserto en la tradición inca. No obstante, la remisión al punto originario que se llamó “Coquimbo” se complejiza notablemente en razón de la multiplicidad de sitios a los que podría convenirles esta etimología. Le conviene a “Coquimbo”, la residencia del curaca, por ser un sitio adyacente al río. Pero lo mismo es válido para el casco antiguo de la ciudad de La Serena; aún más: La Serena (con la denominación prehispana y colonial de “Coquimbo”) se encuentra flanqueada por el río Coquimbo y por el agua que fluía por la Quebrada de San Francisco (la Alameda actual). Sin contar con la presencia cercana del mar. También le vendría bien al Coquimbo-puerto, por la alusión al agua, pero se debilita la tesis porque no hay constancia de que haya sido un tambo. Ahora bien, considerando esta hipótesis, desde el punto de vista lingüístico el vocablo “Coquimbo” (o cuquimpu) debería reflejar en sus formantes la doble alusión, tanto al “agua” como al “tambo”. Habría que descartar el análisis de Asta-Buruaga, que hace el corte en ‘cuqui’ y ‘-mpu’, porque nos llevaría de nuevo al significado ya analizado de ‘tambo de plata’. La segmentación tendría que ser ‘cu’ más ‘quimpu’. ‘Cu’ (o ‘co’) sería ‘agua’ y ‘quimpu’, ‘tambo’. Pero “co” no es agua en quechua, ni tampoco aparece en algún diccionario quechua-español la palabra “quimpu”. ¿Y si fuese un vocablo mapuche? Por de pronto, “co” significa ‘agua’ en esta lengua. Pero ‘quimpu’ no significa ‘tambo’. Provendría de un verbo mapudungún que significa “trozar”, “convertir algo en pedazos”15. Así es que Coquimbo significaría ‘trozo de agua’. Obsérvese lo impropio de calificar a un río como un “trozo” o “pedazo” de algo. Forzando un acomodo, podría definirse como “hilillo de agua”. Y todavía habría que justificar la inusual posición en mapuche del formante ‘co’ como inicial de palabra. La variante moluche propuesta por Pedro León Gallo, ‘lugar de aguas tranquilas’, no se sostiene ni documental ni lingüísticamente. No siendo el primer sitio llamado Coquimbo no procede explicar la etimología acudiendo a las características positivas de la bahía (‘lugar de aguas tranquilas’). “El origen del nombre Coquimbo es indígena, de aquellos indómitos Moluches (jente de guerra) que, ignorándose su procedencia, poblaban el territorio de Chile, desde Copiapó a Chiloé. 12 Esta es nuestra principal restricción para adscribirnos a cabalidad a esta etimología: nos parece sumamente improbable que el diccionarista pueda inferir de tres fonemas (-mpu) con certeza la presencia de la voz “tampu”. 13 Osvaldo Cáceres González, “Las ciudades fundadas por Pedro de Valdivia” (1989) en Cartas de don Pedro de Valdivia. Quinto Centenario, Extremadura Enclave 92, Editorial Andrés Bello. Editorial Lumen, 1991. Pág. 228). 14 Op. Cit., pág. 228. 15 En efecto, el diccionario de Augusta registra la voz 'Ko' (s. el agua), y 'Kümpu/n', (despedazar algo, hacerlo trozos). Augusta, Fray José de, Diccionario Araucano-español y español-Araucano, Tomo I: Araucano-español. Padre Las Casas, Imprenta y Editorial San Francisco, 1966. s.v. ko y kümpu/n. 11 Coquimbo significa “lugar de aguas tranquilas”, y, en realidad, que este significado corresponde fiel y exactamente a las características de nuestra bahía, cuyo mar no se altera jamás”16 . Como lo hemos planteado desde el principio en este paper es el primer lugar que se denominó “Coquimbo” el que nos va a arrojar las pistas de su etimología (“Coquimbo”, la residencia del curaca, al lado norte del río). Desde allí el nombre pasaría a denominar al valle y al río que lo riega, y desde aquí a darle nombre al sitio de La Serena. De La Serena (nombrada en casi toda la Colonia como “Coquimbo”) “saltó” el nombre al surtidero, rada y después puerto de Coquimbo. El nombre de “Coquimbo” ha sido la denominación, además, del Corregimiento, del Cabildo, de la Intendencia, de la provincia, del Departamento, de la Gobernación, de la Asamblea Provincial, del Municipio, de la Comuna, y desde 1975 es el nombre de nuestra Región de Coquimbo. La Serena, junio del 2019. 16 Gallo, Pedro León, “Guía Comercial de Coquimbo”, Imp. y Encuadernación “La Favorita”, Álvarez Hnos.., Coquimbo, 1919, pág. 87. 12 CRÓNICA QUEBRADA HONDA: MEMORIAS DE MINEROS Y ESTANCIEROS EN PARAJES COMUNITARIOS DE LA COSTA COQUIMBANA. Gastón Castillo Gómez17 y Julio Cortés Miranda.18 Por años, la dedicación a desentrañar páginas de la historia de Quebrada Honda, esencialmente desde el punto de vista de una minería entroncada en el lugar desde tiempos coloniales, ha sido mérito de Julio Cortés 19. Por eso se agradece la invitación de mi amigo para profundizar en la hondura tanto geográfica como cultural de este vallecillo que, por lo general y a la vera del raudo tráfago vehicular por la vecina y vertiginosa cinta asfaltada 20, se asoma en tintes pardos y verdosos culebreando secamente por la estrechura y el pálido peñascal hacia la playa de Caleta de Los Hornos. Quebrada Honda se encuentra ubicada en la Comuna de La Higuera, Región de Coquimbo (Lat. 29°36’ y Long. 71°12’). Desde la vertiente cultural tiene una larga historia cuyos hitos están saliendo a luz mediante un proyecto de investigación donde los antecedentes hasta ahora conocidos indican que tempranamente estas tierras quedan fuera del sistema de encomiendas y se disgregan en estancias desde su nacimiento hasta el mar; por ejemplo, El Toro, Corral de Piedra, El Maray, Quebrada Honda, Los Hornos; heredades propicias para el desarrollo de actividades agro-ganaderas de subsistencia, especialmente crianza de caprinos y bovinos, complementarias a economías de mayor sustento como es el caso del valle de Elqui. Decisivo para perfilar el derrotero histórico del lugar fue la llegada a La Serena de La Compañía de Jesús, religiosos que alrededor de 1678 inician la compra de tierras en forma directa y/o por medio del remate. Por eso: “...así es como la estancia de la Punta (del Teatino) perteneciente a los Cortés y Riberos, pasa a poder de los jesuitas junto con la estancia del Arrayán y la estancia de Buenos Aires ubicada al norte de La Serena” 21. Se adquieren también las estancias vecinas de Los Hornos y Quebrada Honda, y así se va configurando un amplio dominio de tierras ubicadas al norte de Punta de Teatinos dedicadas especialmente a la crianza de ganado menor. Estos antecedentes vienen a calzar con lo que dice la tradición oral en cuanto a que los lugares que nos preocupan pertenecieron a esta orden religiosa. A poco andar, en 1688, el padre Antonio Alemán, Procurador de la Provincia de Chile de la Compañía de Jesús, procede a vender un “pedazo de sierra” a Bernabé López, señalándose: “...que es de este dicho colegio que comienza desde quebrada onda que fue antiguamente fundición de Doña Magdalena Zabala hasta la quebrada y un potrero que está arriba de dicha quebrada” 22 Por estar esta porción de terreno a trasmano y no servir a los propósitos económicos de la Orden, el padre Alemán justifica: “...que asi las vendo por no haber servido ni serviría al dicho colegio de ninguna obligación por su distancia y sólo se aprovechan de dichas tierras los que pasan al Perú, sus tropas de mulas y por quedarle al colegio bastante para cuanto quisiese tener ganado mayor y menor pues comienzan desde la chacra de la Chimba y corren hasta dicha quebrada honda, en que entran las tierras de la Punta, Ulpuchina, Chachinas, Romeral, Arrayan, quebrada onda y asimismo tiene dicho colegio el asiento de los Hornos...” 23 17 Arqueólogo especialista en culturas prehispánicas de Atacama y Coquimbo. Investigador de historia local con especialidad en documentación sobre minería colonial. 19 “Historia a la vera del camino. Apuntes para construir la historia de Quebrada Honda”, Julio Cortés M. (Ms). 20 Ruta 5. 21 Cortés, Hernán. 1984.- “Constitución de la propiedad agraria de la Compañía de Jesús en el Corregimiento de Coquimbo”. (Ms.) Facultad de Filosofía, Humanidades y Educación. Universidad de Chile. La Serena. 22 Cortés, Hernán. Ibid. 23 Cortés, Hernán. Ibidem. 18 13 1.-Estado actual de la iglesia local, ubicada en la propiedad de la Familia Godoy Pizarro, estancia El Maray, vecina por el este a la comunidad de Q. Honda. Dataría aproximadamente del año 1860. 2.-Fiesta religiosa de El Maray en honor a la virgen del Carmen. 18 de enero de 2006. De todas maneras, se continúa disponiendo de vastedades de tierras más a la mano de la urbe serenense, escenario que, no obstante, la aridez reinante, alberga crianza de ganado mayor y menor desde Punta de Teatinos, hasta Quebrada Honda y sectores aledaños como Juan Soldado, Robledo, Aguadas de Zeledón, Brillador y el Romerillo. Como típica tierra de secano, es posible pensar que la ganadería menor persistió en medio de los acostumbrados períodos de sequías que caracterizan al medio semiárido chileno, ya que la crianza de cabras, más que una agricultura de quebradas, ha sido el complemento económico ideal para familias que rasguñan el sustento en parajes de dura topografía, entre ellos quienes escudriñan la tierra con combos, palas y barrenos. A propósito, es a inicios del siglo XVIII que en Quebrada Honda comienzan a perfilarse las actividades que la hicieron conocida como uno de los centros mineros más importantes del Corregimiento de Coquimbo, trabajándose el mineral del mismo nombre, el cual, de acuerdo al Empadronamiento General del año 1738 24, contaba con una población de 29 personas, especialmente mineros, barreteros y apires. Por su parte, la estancia Quebrada Honda era ocupada y beneficiada por los hermanos Justo y Pedro Marín, quienes la arrendaban a la viuda Teresa Sandón, y que según el empadronamiento eran dueños de 100 vacas, 200 ovejas, 200 cabras, 8 caballos y 30 yeguas. Mediante avanza el siglo XVIII las actividades mineras se amplían gracias al descubrimiento de las minas de oro de El Potrero, El Toro y Diaguito25, cuyos productos, de acuerdo a Vicuña Mackenna, eran trasladados a La Serena para su molienda y procesamiento26, notándose en este aspecto la relevancia alcanzada por arrieros capacitados para sortear con sus tropas las dificultades de una ruta ostentosamente llamada “Camino del Rey”, a pesar que aquello no pasaba de ser una simple huella. Posterior a 1788, año en que Antonio Martínez de Matta informa sobre los minerales existentes en el reino de Chile, sólo se mencionan Quebrada Honda y El Potrero27. A fines de este siglo también concluye la explotación de los minerales auríferos que dieron fama al sector. Es así como en un documento de 1798, emitido por Miguel Riveros Aguirre sobre “el real de La Serena”, en cuanto número y clase de minas en labor y abandonadas, sus productos anuales y propietarios de las mismas, se menciona solamente laboreos en Talca, Andacollo y Quebrada Honda, acotándose que: 24 Empadronamiento General del año 1738. Archivo Nacional. Real Audiencia. Vol. 666, pieza 2, Fjs. 9-83v. Diaguito, durante el siglo XIX se reconoce como un ingenio de fundición de cobre perteneciente a don Joaquín Edwards y de acuerdo al censo de 1854 contaba con una población total de 89 personas (Archivo Nacional, Intendencia de Coquimbo, Vol. 306) 26 Vicuña Mackenna, B. 1969. La Edad del Oro en Chile: 135. Edit. Fco. de Aguirre. Buenos Aires. Argentina. 27 Martínez de Matta, Antonio. 1788. Noticias de las principales minas conocidas en el Reino de Chile, sacadas de la visita general que se hizo de ellas el año 1788. Revista Chilena de Historia y Geografía N° 111. 1948: 274-291. Soc. Chilena de Hist. y Geogr. Santiago. 25 14 “siendo evidente, que estos dos últimos minerales son los que hoy sobstienen el Partido, estando las mas dellas en poder de sujetos de escaso ánimo y estrechados con muy cortos socorros” 28. Noticias acerca de poco empeño y escasez de recursos por parte de los mineros también alimentan hipótesis que se trabajan respecto al decaimiento de las faenas extractivas en Q. Honda, sumando a ello el deterioro por antigüedad en la infraestructura de los piques, anegamiento de las minas, encarecimiento en los costos de explotación y traslado del mineral a La Serena, además del bajo precio que afectó al valor del oro a fines de siglo XVIII. No obstante, en el curso del siglo XIX se desarrollan varios trabajos de carácter minero y metalúrgico al interior de Quebrada Honda. También florecieron labores agrícolas y ganaderas, emergiendo numerosos signos de asentamientos humanos cuyos vestigios se pueden observar no sólo en el cauce central de la quebrada sino también en sus tributarios y rincones esparcidos especialmente por el lado sur del área que nos ocupa. Con el inicio de la explotación de los minerales de cobre en La Higuera hacia 184029, sumado al aumento del precio internacional del cobre, se observa una dinámica que no sólo renovó el desarrollo de la minería y metalurgia local, expandiendo la bonanza hacia complejos aledaños, incluido Q. Honda, contando por esas fechas con una pequeña población cuyo mayor número de habitantes se concentraba en el pueblo que hasta hoy perdura, antaño avistado por el sabio Ignacio Domeyko en su viaje a Copiapó en 1840: “En este valle, a una milla del mar, se ven algunas casitas blancas a la sombra de higueras y chozas de pastores con cercados para cabras, un arroyuelo, al que debe la vida este pequeño oasis no llega hasta el mar sino que, cerca de él, penetra en los bancales de arena y grava que cubren el fondo de todo este valle, otrora sin duda lecho de un gran río” 30. Junto al desarrollo de varios minerales de cobre y en menor medida de oro y plata, tuvo lugar una importante actividad metalurgista, levantándose ingenios cupríferos en El Maray, El Daín, Diaguito, Corral de Piedra y El Toro. El Maray ya funcionaba en 184031 y, de acuerdo al censo de población de 1854, allí habitaban 61 personas, 89 en Diaguito, 22 en Corral de Piedra y 22 en El Toro32. Un componente relevante para los propósitos metalurgistas fueron los marayes, los cuales se distribuyen en varios puntos de la quebrada, identificándose también un tipo de trapiche “seco”, a fuerza humana o animal, que no requiere de agua corriente para su funcionamiento. Existen evidencias que ambas tecnologías han sido usadas hasta la década de 1990. Tratándose de economías frágiles o de subsistencia, producto de las variaciones que tuvo el mercado del cobre en el siglo XIX, se produjeron sustanciales cambios en el modo de vida de los pobladores de Q. Honda. Es así como de una base agroganadera que se había instalado en tiempos mejores, varió a minera/ganadera y a ganadera/pescadora, situación supeditada no sólo al vaivén del mercado, sino también a los efectos climáticos, ya que la circularidad entre las sequías y “los años buenos” han sido relevantes en el devenir de los pobladores del lugar. 28 Archivo Nacional, Tribunal de Minería. Vol. 8, fj. 52. Estos minerales fueron procesados en los marayes y hornos que hubo en el sector denominado “Barranca del Mar” y que actualmente alberga al Parque Pedro de Valdivia. 29 En el informe de 1788 Martínez de Matta se refiere al mineral de La Higuera como “abandonado, hay en él muchas vetas de cobre todavía intactas”. (“Noticias de las principales minas conocidas en el Reino de Chile, sacadas de la visita general que se hizo de ellas en 1788”. RCHHG N° 111. 1948:274-291. Santiago.). Además, en la “Razón de los minerales abandonados desde la ciudad de la Serena asi el Norte y Oriente hasta los deslindes del Distrito de Coquimbo por otros rumbos”, del 28 de septiembre de 1789, se menciona para el Mineral de La Higuera, “Hay seis vetas trabajadas por don Miguel de Aguirre que están despobladas”. (TM, Vol. 2, Fj.238). 30 Domeyko, Ignacio. 1978. “Mis Viajes. (Memorias de un exiliado)”. Tomo I: 381. Ediciones de la Universidad de Chile. Santiago. 31 Carta del administrador del ingenio, don Francisco de Paula Díaz al Intendente, fechada el 7 de septiembre de 1840. Archivo Nacional. Intendencia de Coquimbo. Vol. 171. Comunicaciones recibidas de las Subdelegaciones, 1840-1847. 32 Censo de 1854. Archivo Nacional, Intendencia de Coquimbo, Vol. 305. 15 3.-Marayes dispuestos por si la tierra reverdece en derroteros. Sector El Pantano en la comunidad, costado sur de la quebrada. Vista al sureste. En el siglo XIX se identifican los límites de propiedades particulares y la perduración de tierras de estancias. De acuerdo a escrituras consultadas, Toro, Corral de Piedra y El Maray no han perdido una calidad de estancia derivada a lo menos del siglo XVIII. Caso contrario, desde mediados del ‘800s Q. Honda es reconocida como “estancia comunera”, nombre que se mantiene durante el siglo XX, consolidándose como territorio de uso pluripersonal con la creación de la “Comunidad Agrícola de Quebrada Honda” el 30 de agosto de 1977; en ese entonces conformada por 59 socios33. Mineros, cateadores, arrieros, cabreros, agricultores y pescadores han visto pasar cuatro siglos de actividades tradicionales, las mismas que desde finales del ‘900s se han ido restringiendo cada vez más, aferrándose al terruño no obstante las adversas condiciones climáticas, migración de las nuevas generaciones y la muerte de los “viejos comuneros”. Un vistazo arqueológico en los sequedales comunitarios del presente. El opaco verdor de algunas laderas y de improntas agrícolas de subsistencia disfraza un tanto la sequedad reinante, efecto que en algunos casos incita al abandono del terruño para buscar mejor fortuna en otras localidades, especialmente en la urbe serenense. Siendo la aridez un problema consustancial en la supervivencia de los moradores, a la versada síntesis expuesta por Julio Cortés agregaremos una información aportada por el antropólogo Carlos Munizaga en relación a la ingeniosa y a la vez desesperada forma de enfrentar una cruenta sequía de parte de una familia de Quebrada Honda en la década de los setentas del siglo pasado. Por ello, en la oportunidad se cuenta que ante la carencia de agua: “hacia la mitad de la quebrada un agricultor y sus dos hijos han abierto un par de pozos en el lecho de la quebrada y además han excavado un túnel que atraviesa la quebrada de tal manera que aprovechan íntegramente el agua que fluye a pocos metros del subsuelo, lo que les permite llenar un pequeño tranque con el que mantienen una pequeña plantación 33 Comunidad que limita al N con la estancia La Higuera, al S con la quebrada y Comunidad El Chacay, al E con la Estancia El Maray y al O con la estancia Los Hornos. 16 y riegan un sembrado de hortalizas”34. 4.-Propiedad privada al oeste de la comunidad. Como muchas otras, ha sido abandonada con el tiempo, quedando como testigo la morada, el corral para el ganado y la redondez de un espacio para domadura. 5.-Ingentes esfuerzos para cubrir con andenes de cultivo la abrupta ladera en el fondo de quebrada Los Panules, situándose allí el goce singular que perteneció a don Rolando Romero, fallecido comunero de quien dimos noticias en El Chasqui N° 2. Vivencias al ritmo de la “vuelta de los años”, “vuelta del lucero”, “turno de los años buenos”, posición del “río Jordán”35 en la bóveda celeste, “rogativas” y de otras variadas formas en que el campesinado busca encontrar soluciones más cosmogónicas ante la falta del vital elemento, se pueden escuchar en intercambios cara a cara con los afectados y seguramente la tradición transmite conocimientos de profunda raigambre donde el aspecto religioso de uno y otro tiempo es un puente alimentado por el fervor de los fieles. Digamos que la pequeña capilla levantada en la estancia El Maray, así como la fiesta en honor a la virgen del Carmen, canalizan la necesidad de rogar por mejores años. En tanto, un par de grandes roqueríos suspendidos en la ladera norte de la quebrada evocan lazos con un pasado donde se percibe la impronta indígena de plasmar imágenes en soportes rocosos, emulando lo que ha sido bautizado etnográficamente como “imágenes votivas”, es decir, de culto, entre poblaciones andinas sobrevivientes al “proceso de extirpación de idolatrías” impuesto por la administración española. “Piedras Pintadas” es un calificativo asignado en la publicación de un reciente libro, estimándose “que representan diversas actividades de pastoreo que realizaban los pueblos precolombinos a la orilla de Quebrada Honda”36, por su parte, para los lugareños son huasos bailando cueca, no obstante que según Julio Cortés estaríamos ante escenas de carácter históricas, plasmadas entre los siglos XVIII y XIX, donde se mezclan figuras tanto ligadas al bandolerismo como al ámbito religioso. “La sequía y su impacto en las poblaciones humanas de las provincias de Coquimbo y Atacama: Un enfoque ecológico”. Seminario sobre uso de los recursos de agua en Chile (16 de junio al 1 de julio de 1972). Juan Munizaga et. al. Manuscrito de 29 páginas, sin fecha. 35 Vía Láctea. 36 “Caleta Los Hornos. Imágenes, memoria e historia”. José Aguilera Martínez, 2018. Editorial Universidad de La Serena. 179 páginas. La Serena. 34 17 6.-Banda norte de la quebrada principal. Límites entre la estancia El Maray y la comunidad Q. Honda. Panel con figuras subactuales.7.-Figuras que, según el parecer de Julio Cortés, aquí se estaría retratando “una escena de abigeato” pintándose en rojo “jinetes y huasos laceando caballos, otros como apuntando, y aves volando”, mientras que en tono negro estaría representado un “cura misionero”. Toda la quebrada y sus afluentes carecen de estudios científicos avalados por rastreos sistemáticos de evidencias sobre asentamientos previos al periodo colonial, y es a razón de datos muy generales, entregados por los lugareños, que se conocen algunos sitios, especialmente adscritos a la Cultura de El Molle, por ejemplo: -Potrero Chico en Estancia El Maray: Sería un sitio habitacional de no más de 10 cm de espesor con registro de fragmentación cerámica. En superficie había una tacita transportable, hallándose también una sepultura más o menos a 1.00 m de profundidad asociada a trozos de cerámica gris pulida. Quienes hallaron los restos decidieron reenterrarlos en el mismo lugar. -Posesión Piedras Grandes: En el sector oriente de la comunidad, junta de las quebradas Los Mineros y Quebrada Honda. Sobre la superficie del terreno se reportan fragmentos muy delgados de vasijas gris y café pulida. Además, como información más genérica se habla del hallazgo de piedras horadadas. -Quebrada El Dain: al interior de la Estancia El Maray. Cerámica gris y café pulido. -Quebrada El Talegón: Comentarios muy antiguos, no comprobados, señalan que en una bajada de quebrada tributaria de Q. Los Mineros, hacia el nororiente de la comunidad, quedaron al descubierto “jarros y huesos humanos”. Como se comentó en la edición de El Chasqui N° 2, el día 13 de abril, Julio Cortés y Gastón Castillo visitaron Quebrada Honda, internándose a poco andar por una profunda y ascendente quebrada tributaria por el norte al cauce principal, rumbo a posesión Los Panules. Ad portas de llegar a dicha posesión, sobre un elevado plano o descanso desde donde enseguida se debe descender para recorrer la abandonada propiedad, en una corta revisión se descubrieron efímeras evidencias de carácter prehispánicas, puesto que sobre una superficie de tono café pálido y entre matorrales bajos a la vera de la huella vehicular se reconocieron algunos fragmentos de cerámica café y gris alisada de buen tratamiento, más que nada afín a la alfarería domestica de la población Molle. Así también se registró una punta de flecha y dos posibles cuchillos de manufactura simple, más cinco lascas de tonalidades similares a los instrumentos formatizados, es decir, de superficies café clara, completándose el trabajo con el hallazgo de placas de chitón o apretadores y pequeños trozos de conchas de lapas (ver fotos 8, 9, 10 y 11). Sin dudas, en lo medular los hallazgos en Quebrada Honda responden a incursiones muy propias de cazadores – recolectores Molle en las quebradas, siendo dispersas sus huellas por estos parajes en comparación con los asentamientos más aglutinados en valles y litoral. Respecto a la costa, aquello está comprobado por anteriores 18 investigaciones más próximas a Caleta Hornos, por ejemplo, el rescate de restos de osamentas humanas de adultos y niños, el esqueleto de un camélido, un tembetá de tipo corto y una olla de base en pedestal37. Luego está el registro de 11 sepulturas publicadas en la década del 70 del siglo pasado, donde el componente más conspicuo fue el hallazgo de tembetás o adornos labiales, lo que, junto al sitio de Tilgo, fechado en 245 año d.C., permitieron que se comenzara a hablar de la “Fase Quebrada Honda”38. Así como fue fortuito lo anterior, de la misma manera el recorrido por la propiedad de don Rolando Romero significó el hallazgo a la pasada de una delgada herramienta de piedra de un poco más de 50 cm de largo, hecha en roca andesita café que presenta desbaste en los costados y aguzamiento en uno de los extremos, asomando, a raíz de este desgaste, un tono gris contrastante con la pátina superficial. Piezas similares han sido encontradas en asentamientos mineros Inca tales como cerro Los Puntiudos39, Los Infieles y Cerro Colorado40. Por lo tanto, estamos en presencia de lo que, en término genérico, se ha dado en llamar “cuña de piedra”, aunque más parecen ser símil de lo que en metal son las barretas cortas (ver fotos 12, 13 y 14). Entonces, por una parte, los registros efectuados en la mañana del 13 de abril avizoran presencia de vestigios que parecen adscribirse al período costero de la población Molle-en los primeros siglos de nuestra era- agregándose a las informaciones descritas por los lugareños. Por otra, dan pábulo para pensar en la existencia de alguna mina de origen incaico en las cercanías de posesión Los Panules. En ambos casos cabe pasar de las intenciones a la acción mediante una prospección a fondo del terreno, claro está, explicando el propósito y solicitando los permisos correspondientes a la Comunidad, cosa que, en tanto patrimonio comunitario, éste pueda ser protegido y puesto en valor por las personas dueñas del bien comunero. 8.-Detalle de la superficie arqueológica en lo alto, al frente de posesión Los Panules. 9.-Cerámica café alisada, cuyo aspecto tiene más afinidad con la alfarería doméstica Molle. Cornely, Francisco, 1945. “Reconocimiento arqueológico en Q. Honda”. Boletín N° 1 del Museo Arqueológico de La Serena. Ampuero, Gonzalo, 1972-1973. “Nuevos resultados de la arqueología del Norte Chico”. Actas del VI Congreso de Arqueología Chilena. Octubre de 1971. Universidad de Chile. Departamento de Ciencias Antropológicas y Arqueología. Sociedad Chilena de Arqueología. Boletín de Prehistoria – Número Especial. Pp. 311-337.Santiago; Castillo, Gastón, Miguel Cervellino y Carlos Osorio, 2014. “El Trigo 1. Aportes para el reconocimiento de la fase Quebrada Honda en la costa de Coquimbo”. CAP MINERÍA. Compañía Minera del Pacifico. 97 páginas. Santiago. 39 Límite entre las comunidades de Olla de Caldera con El Chacay; 40 Sector Cachiyuyo-Domeyko. 37 38 19 10.-Base escotada de una punta, dos posibles cuchillos y cinco lascas (desechos). 11.-Material malacológico (conchas) asociado a la cerámica y material lítico registrado en superficie. 12, 13 y 14: “Cuñas” para trabajos mineros en los tiempos de dominio Inca. A la izquierda, de Los Panules, al centro, de Los Puntiudos, a la derecha, de Cerro Colorado. 20 El Colectivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo, fundado el 02 de febrero de 2018, reúne a un grupo de amigos tras la meta de contribuir activamente en la difusión de conocimientos sobre el desarrollo de la investigación histórica regional a través de talleres, jornadas, seminarios y labores de extensión hacia la comunidad local y nacional. Directiva PRESIDENTE, FRANCISCO ASPE BOU. SECRETARIO, GASTÓN CASTILLO GÓMEZ. TESORERO, HILDO PINILLA RODRÍGUEZ. El Colectivo es una organización de base, con personalidad jurídica funcional, otorgada por la Ilustre Municipalidad de La Serena, bajo el Registro N° 3013 del 2 de febrero de 2018, RUT N° 65. 159.855 Contactos Correo electrónico: cehrc1544@gmail.com Búscanos en Facebook https://www.facebook.com/groups/425022684603445/ “El Chasqui” es un boletín de edición mensual, como una vía de expresión respecto a las actividades llevadas a cabo por el Colectivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo, el cual será distribuido digitalmente por redes sociales. Editores Gastón Castillo Gómez, molle.cultura@gmail.com Julio Cortés Miranda, juliomartin_33@yahoo.com Se aceptan contribuciones, tales como avances y extractos de investigaciones, noticias y demás temas relacionados con el devenir histórico de la Región de Coquimbo, que serán publicadas previo análisis de contenidos y cumplimiento de los principios que nos atañen como organización.