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E d i t o r E s Ximena González Broquen Francisco Javier Ruiz TOMO II y Humanidades: interpelaciones y horizontes Venezuela desde las Ciencias Sociales PenSaR deSde el SuR Plataformas ancestrales y locales como alternativa al modelo agroextractivista Esquisa Omaña Conocimientos y creencias sobre el género de la comunidad que integra el Consejo Comunal «Negro Primero». Parroquia Santa Rosalia, Caracas, Venezuela Yisell Natacha Hernández Iriarte Divergencia, capitalismo histórico y Ciencias Sociales José Romero-Losacco Construcción de identidades políticas en el espacio público mediado en Venezuela: actores sociales/sujetos de participación en Aló, Presidente Lilia M. Ramírez Lasso Análisis de sistemas-mundo: para una genealogía del planteo wallersteniano Leonardo Bracamonte De la gubernamentalidad del Estado territorial al espacio fronterizo colombo-venezolano Belín Vázquez La música y los instrumentos musicales en el proceso endoculturativo de la sociedad wayúu: visión antropolingüística de los relatos cantados: el jayechi Lizardo Domínguez Méndez Injerencia de los Estados Unidos en Latinoamérica: relaciones internacionales a partir de Donald Trump y el futuro del Estado-Nación, la soberanía y la independencia de los pueblos del mundo Gerson Gómez Acosta Reconfiguración de políticas agrarias desde la soberanía alimentaria: Impacto del financiamiento público en la producción agrícola en Venezuela 2003-2014 John Dávila y Carla Chacón Formas de organización del poder popular y nueva institucionalidad agraria: tensiones y acuerdos por la soberanía alimentaria en Venezuela Herman Nieto Construcción colectiva del núcleo académico «Pedagogía social y poder popular» ¡Un proyecto de transformación y cambios sociales! Luis García Nuevas subjetividades Gioconda Espina El derecho internacional privado venezolano en el marco de la evolución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) Francisco González Organizaciones sociales y agricultura. Análisis de indicadores socioproductivos en el marco de la soberanía alimentaria Carla Chacón y John Dávila Ficción, crítica y teoría. Consideraciones sobre la noción de ficción crítica Anja Tropschuh, Eleonora Cróquer Pedrón y Claudia Hammerschmidt Discursos e imaginarios en juego para comunas investigativas interesadas en los sujetos o movimientos sociales de las juventudes Elisabel Rubiano Nuevos horizontes del feminismo: arqueología de los rasgos identitarios de los movimientos sociales de mujeres latinoamericanas Mitzy Flores Estrategias de producción de sistemas de representación de las identidades populares Oscar Ernesto Vásquez Coraspe La experiencia de L@s Otr@s: agencia colectiva y producción de mundos Inés Pérez-Wilke La comunalización del poder: apuntes desde prácticas colectivas de producción de conocimiento Johanna Marianny Alves El público y el espacio. Por una geografía sensible de la ciudad Víctor Pineda La ciudad heterogénea venezolana Yatzaira Fragozo Pérez Desarrollo inclusivo y planificado Alejandro Del Bufalo Simón Rodríguez: proyecto político y planificación (República real, economía social y educación popular) José Gregorio Linares Música venezolana y descolonización Fidel Barbarito Voces de migrantes en Venezuela: una aproximación psicosocial Cristina Otálora y Cecilia Aulí Ciudad, territorio y extractivismo: retos y opciones ecosociales Francisco Javier Velasco Páez Condiciones culturales de la guerra no convencional y su reflejo en la alimentación venezolana Javier Nouel Transformación universitaria en Venezuela: rutas, alcances y limitaciones Francis Arguinzones Lugo Breves visiones del matadero en el espacio de la literatura contemporánea: una lectura biopolítica Oriele Benavides Imaginarios del goce en la Venezuela centenaria Jordi Santiago Flores En los límites del sentido: Poesía y abstracción en el arte venezolano del siglo XX Valenthina Fuentes M. Movimientos sociales, contextos y coyunturas históricas Jesús Puerta Clarice Lispector y el trazo de un pájaro de libertad Yhonais Lemus El ruido bello de la bestia Janis Denis Identidad y cultura desde el Proyecto Bigott en Barlovento: una pedagogía de la agitación Lilia Ana Márquez Ugueto Antropología decolonial de la educación. Razón y dominación epistemológica del saber pedagógico Edgar Figuera Deconstrucción categorial y reconstruccion hermenéutica hacia «otro» sistema categorial en salud Rosicar Mata León Red entre universidades latinoamericanas. Una experiencia de articulación e investigación Tania Elíaz Sistematización de experiencia: Unidad Curricular Danza Creativa para Niñas y Niños Carmen Violeta Pérez Mendoza II Teoría política del espacio público: entre representación, deliberación y participación. Apuntes para repensar la democracia Ximena González Broquen El Sistema de producción de semillas locales campesinas, indígenas y afrodescendientes en el marco de las apuestas emancipatorias de los movimientos sociales en Venezuela Eisamar Ochoa Contreras Consejo Directivo Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) Director Eloy Sira Subdirector Alexander Briceño Representantes del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología Guillermo Barreto Luther Rodríguez José Vicente Montoya Gerencia General Martha Velásquez ©Ediciones IVIC Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) Rif G-20004206-0 Pensar desde el sur. Venezuela desde las Ciencias Sociales y Humanidades: interpelaciones y horizontes. Tomo II. Ximena González Broquen & Francisco Javier Ruiz (editores) Diseño y diagramación Pascual Estrada Depósito legal: DC2017002309 ISBN 978-980-261-182-9 (Obra completa) ISBN 978-980-261-184-3 (Tomo II) Altos de Pipe, Venezuela 2017 Ediciones IVIC CITA RECOMENDADA Pamela Navarro Jefe Para la obra completa: González Broquen X & FJ Ruiz (eds.) (2017) Pensar desde el sur. Venezuela desde las Ciencias Sociales y Humanidades: interpelaciones y horizontes. Tomo I y II. Ediciones IVIC. Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Caracas, Venezuela. 510 pp. María Teresa Curcio Coordinadora Editorial Valentina Romero Profesional I Marinel Bello Profesional I Ligia Cabrera Administradora Para un artículo: Tropschuh A, Cróquer Pedrón E & C Hammerschmidt (2017) Ficción, crítica y teoría. Consideraciones sobre la noción de ficción crítica. En: González Broquen X & FJ Ruiz (eds.) Pensar desde el sur. Venezuela desde las Ciencias Sociales y Humanidades: interpelaciones y horizontes. Tomo II. Ediciones IVIC. Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Caracas, Venezuela. Pp. 427-437. PenSaR deSde el SuR Venezuela desde las Ciencias Sociales y Humanidades: interpelaciones y horizontes TOMO II Ximena González Broquen Francisco Javier Ruiz E d i t o r E s Ediciones IVIC Índice Tomo II S ECCIÓN IV PenSaR deSde laS POlÍTICaS PÚBlICaS la PaRTICIPaCIÓn SOCIal C APÍTULO VIII POLÍTICAS PÚBLICAS Y PARTICIPACIÓN POPULAR. REFLEXIONES EN EL MARCO DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Formas de organización del poder popular y nueva institucionalidad agraria: tensiones y acuerdos por la soberanía alimentaria en Venezuela 279 281 Herman Nieto Organizaciones sociales y agricultura. Análisis de indicadores socioproductivos en el marco de la soberanía alimentaria 291 Carla Chacón y John Dávila Condiciones culturales de la guerra no convencional y su reflejo en la alimentación venezolana 301 Javier Nouel Reconfiguración de políticas agrarias desde la soberanía alimentaria: Impacto del financiamiento público en la producción agrícola en Venezuela 2003-2014 311 John Dávila y Carla Chacón C APÍTULO IX PLANIFICACIÓN Y PROCESOS SOCIALES DE TRANSICIÓN SOCIALISTA Desarrollo inclusivo y planificado 321 323 Alejandro Del Bufalo Simón Rodríguez: proyecto político y planificación (República real, economía social y educación popular) 335 José Gregorio Linares S ECCIÓN V PenSaR deSde la eduCaCIÓn C APÍTULO X EPISTEMOLOGÍAS EDUCATIVAS DEL SUR Identidad y cultura desde el Proyecto Bigott en Barlovento: una pedagogía de la agitación 345 347 Lilia Ana Márquez Ugueto Antropología decolonial de la educación. Razón y dominación epistemológica del saber pedagógico 361 Edgar Figuera La música y los instrumentos musicales en el proceso endoculturativo de la sociedad wayúu: visión antropolingüística de los relatos cantados: el jayechi Lizardo Domínguez Méndez 373 Construcción colectiva del núcleo académico «Pedagogía social y poder popular» ¡Un proyecto de transformación y cambios sociales! 381 Luis García C APÍTULO XI UNIVERSIDAD Y TRANSFORMACIÓN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE EDUCATIVA EN VENEZUELA, 393 Deconstrucción categorial y reconstruccion hermenéutica hacia «otro» sistema categorial en salud 395 Rosicar Mata León Red entre universidades latinoamericanas. Una experiencia de articulación e investigación 405 Tania Elíaz Transformación universitaria en Venezuela: rutas, alcances y limitaciones 413 Francis Arguinzones Lugo S ECCIÓN VI PenSaR deSde la CulTuRa C APÍTULO XII FORMAS PROFANAS: PROBLEMAS DE CRÍTICA CULTURAL 425 Ficción, crítica y teoría. Consideraciones sobre la noción de ficción crítica 427 Anja Tropschuh, Eleonora Cróquer Pedrón y Claudia Hammerschmidt Breves visiones del matadero en el espacio de la literatura contemporánea una lectura biopolítica 439 Oriele Benavides Imaginarios del goce en la Venezuela centenaria 447 Jordi Santiago Flores En los límites del sentido: Poesía y abstracción en el arte venezolano del siglo XX 453 Valenthina Fuentes M. Clarice Lispector Y el trazo de un pájaro de libertad 463 Yhonais Lemus El ruido bello de la bestia 473 Janis Denis C APÍTULO XIII ARTE, EXPERIENCIA ESTÉTICA Y SOCIEDAD Música venezolana y descolonización 485 487 Fidel Barbarito Sistematización de experiencia: Unidad Curricular Danza Creativa para Niñas y Niños Carmen Violeta Pérez Mendoza 499 279 S ECCIÓN IV PenSaR deSde laS POlÍTICaS PÚBlICaS la PaRTICIPaCIÓn SOCIal CAPÍTULO VIII Políticas Públicas y Participación Popular. Reflexiones en el marco de la Soberanía alimentaria 281 Formas de organización del poder popular y nueva institucionalidad agraria: tensiones y acuerdos por la soberanía alimentaria en Venezuela Herman Nieto* Introducción: reforma agraria como estrategia para el desarrollo rural Desde tiempos de la conquista, la lucha por la tierra ha tatuado con hierro la historia de los pueblos de nuestra América y, desde la Revolución Mexicana en 1910, el tema de la reforma agraria, las transformaciones de la estructura de la propiedad de la tierra y de las formas de organización social que suelen acompañarla, no han estado exentas de contradicciones, siendo un reto fundamental de la Revolución Bolivariana (y sus nuevas políticas y legislaciones agrarias) poder avanzar efectivamente en dichos procesos, que traen consigo disputas y consensos. Los principales retos en materia agrícola asumidos por la Revolución Bolivariana fueron: 1) estimular la producción sin aumentar los precios del consumidor y 2) responder a los reclamos del campesinado, creando las condiciones propicias para la producción (Parker 2009). El primero de estos objetivos enfrenta la gran dificultad de estimular la producción nacional de alimentos en un país donde las importaciones siguen resultando «artificialmente» más baratas (ibidem). El segundo desafío choca con la herencia estructural de las políticas neoliberales y la improvisación que supone conformar desde abajo nuevas formas asociativas para la producción. Por tal motivo, debemos reconocer que las transformaciones, tal y como se han planteado han sido limitadas, dado que las fuerzas sociales y las formas de organización desplegadas no han garantizado el ejercicio del nuevo marco legal. El reto apunta, tal y como plantea Martins et al. (1997), en hacer de la reforma agraria un instrumento para la transformación social y no algo meramente político, donde pierde su potencial para contravenir los procesos modernizantes y detractores de la naturaleza que impone el agronegocio. En este sentido una interrogante que * Área de Agricultura y soberanía Alimentaria de la Fundación instituto de Estudios Avanzados. Correo-e: hnieto@idea.gob.ve PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 282 CAP. VIII nos acompaña y desde la que reflexionamos este tema es: ¿Estamos en presencia de una reforma agraria que favorece un modelo agroindustrial o asume la soberanía alimentaria como nuevo objetivo histórico? Nacionalización de tierras y conflictos por territorio en Venezuela: una lectura desde el marxismo agrario1 Erigiéndose sobre el fundamento de la nacionalización de las tierras y la lucha contra el latifundio, se crea en Venezuela, en 2001, la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (LTDA) −reformada en el 2010−, la cual plantea en su exposición de motivos que la tierra y la propiedad no son de unos pocos, sino que están al servicio de toda la población, dentro de los valores de solidaridad e igualdad de oportunidades (LTDA 2001). La LTDA y el nuevo marco político jurídico que generó la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 (CRBV), sentaron las bases para importantes transformaciones en las formas de propiedad de la tierra. Las medidas y reformas legales impulsadas desde el Estado han servido para demostrar en la praxis lo que en tiempos de globalización parecía imposible: el surgimiento de la propiedad social y el establecimiento de límites para la propiedad privada capitalista. Sin embargo, el proceso de transición propiedad privada capitalista-propiedad social en Venezuela no ha estado exento de conflictos y choques entre los intereses gubernamentales (plasmados en los nuevos marcos legales e institucionales), empresariales (gremiales y de grandes productores), campesinos (desde el «movimiento» o consejos impulsados por el Estado) y los «propietarios» expropiados. Los conflictos derivados tienen un componente ideológico, pues no solo reconstruyen territorios, sino que afectan directamente la propiedad de la tierra. Si bien para 2001 en Venezuela habían obtenido títulos de propiedad unas 60 mil familias campesinas (y las adjudicaciones2 han seguido aumentando exponencialmente e incluso se estima que se han duplicado las familias beneficiadas los últimos 10 años), ya para 2002 la propuesta de LTDA se había convertido en una de las banderas de la oposición política y punto de inflexión que suscitó la protesta civil que degeneraría en el golpe de abril de 20023 (Parker 2008; Lacabana 2006). 1 2 3 Este apartado se nutre de reflexiones y debates generados durante el seminario teoría e investigación Marxista sobre el Agro, dictado por el Profesor Miguel Murmis en Villa Giardino, en el marco del doctorado en Estudios sociales Agrarios, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2009. Las adjudicaciones de tierras se tramitan a través del instituto Nacional de tierras (iNti), luego de aceptada la solicitud y cumplidos los requisitos por el solicitante. se otorga derecho de propiedad sobre unas tierras para que puedan ser trabajadas y así percibir sus frutos, sobre la base de un proyecto de desarrollo en donde se plasma el compromiso de trabajar las tierras y adaptado a los planes agrícolas de la nación para que no puedan ser objeto de enajenación alguna. Esta insurrección civil estuvo acompañada de medidas de acaparamiento y fallas en la distribución de los alimentos. Posteriormente, durante el sabotaje petrolero (2002-2003) se sometió a la población a un fuerte desabastecimiento de alimentos bajo el control de los monopolios. Herman Nieto FORMAS DE ORGANIZACIÓN DEL PODER POPULAR Y NUEVA INSTITUCIONALIDAD AGRARIA: TENSIONES Y ACUERDOS POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA EN VENEZUELA Estos sucesos políticos trajeron una profundización en las políticas de reforma agraria y el rescate de tierras a través del INTI (cuya creación se establece en la LTDA), e incentivaron la consolidación de la Corporación Venezolana Agrícola (CVA), con el criterio estratégico ya establecido en la LTDR de impulsar la soberanía alimentaria. La nacionalización de tierras en Venezuela comienza a articularse con una estrategia del gobierno de desarrollar una política de producción de alimentos con base en un criterio de soberanía nacional, que lo lleva a impulsar la incorporación de tierras a la producción y a asumir el conflicto derivado de la propiedad de la misma con los sectores dominantes (Lacabana 2006). A pesar de que en la mayoría de los casos de expropiación el latifundista recibe indemnización por sus tierras, esto no ha significado el cese de las disputas que han alcanzado formas de violencia. Durante el periodo de rescate de tierras (2001-2010), el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ) reportó que 227 dirigentes campesinos, así como funcionarios de diversas instituciones, habían sido víctimas de sicariato, atribuido a los latifundistas afectados por las reformas. Existen diferentes instrumentos por medio de los cuales el INTI ha venido regularizando la tenencia de la tierra4, siendo el más utilizado la carta agraria. También se ha avanzado en la entrega de declaratorias de permanencia y títulos de adjudicación5. Según datos del INTI, del 2003 al 2006 se adjudicaron 3 390 981 ha mediante carta agraria, beneficiándose más de 70 000 unidades domésticas campesinas (Lugo-Morín D 2010). Sin duda, este es un contundente indicador de la profundización que ha tenido en los últimos años el proceso de redistribución de tierras. Las cifras oficiales indican que se han rescatado más de 5 millones de ha, apoyados en la LTDA, las cuales actualmente están en proceso de regularización. Independiente a la propiedad de la tierra, se reconoce un «propietario de las condiciones de producción» (Marx (1995) plantea esta categoría al tratar el tema de la renta capitalista del suelo). En este caso, es el Estado el que asume el control de las condiciones de producción, lo cual conlleva a una serie de cambios en la cadena producción-distribución-consumo. La renta diferencial ha de convertirse en un excedente de producción agrícola y pecuaria a ser distribuida y comercializada fuera del circuito capitalista. A pesar de afirmar que la trinidad trabajo-capital-tierra contiene en sí misma todos los misterios del proceso social de producción, Marx termina por formalizar una 4 5 En materia administrativa, los conflictos de propiedad de tierras se dirimen en juicios lineales donde el iNti emerge como el representante de la administración pública ante el particular. La Ltdr regula cinco procedimientos administrativos, a saber: la declaratoria de tierras ociosas o incultas, la certificación de finca productiva, la certificación de finca mejorable, la adjudicación de tierras, y el rescate de tierras, sin contar el procedimiento expropiatorio, el cual comprende una fase administrativa y otra jurisdiccional (Faria Villareal 2005). En muchos casos, la lucha contra el latifundio y la entrega de títulos de tierras no siempre son procesos que se encuentran relacionados, siendo muchas de las tierras de los latifundios destinadas a proyectos productivos de carácter nacional (Parker 2009). 283 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 284 CAP. VIII concepción de la creación de riqueza que ocurre al interior de la sociedad, como una relación capital/trabajo, dejando fuera a la naturaleza. Esta admiración por las fuerzas productivas desarrolladas por la naciente sociedad capitalista, evidencia las limitaciones de la teoría marxista, y nace del espíritu de la época en que esta se desarrolló. Es lo que Edgardo Lander identifica como «un punto ciego en relación con el carácter político de la tecnología y la inviabilidad ambiental del modelo industrialista» (Lander 2006). La lógica de la agricultura capitalista opera sobre el fundamento de la monopolización de la tierra. El campesino desplazado o con acceso limitado a las tierras queda «al margen» de las ganancias e incluso impedido de producir alimentos para comercializarlos bajo la forma directa de circulación de mercancías6, dada la dependencia a los agroinsumos que se le imponen (fertilizantes y semillas híbridas, por ejemplo), si no directamente a ellos, a través de las instituciones estatales, dificultando la soberanía alimentaria como nuevo horizonte de las políticas alimentarias, agrícolas y de desarrollo rural. En este sentido, Delia Polanco advertía que, contrario a lo establecido en la CRBV de 1999, la praxis dominante corresponde al paquete tecnológico de la revolución verde (agrotóxicos, uso intensivo de suelos y maquinarias, monocultivo, fertilización inorgánica, promoción de cultivos de las trasnacionales, etc.), aunque se advierta también el apoyo a los modos de producción campesino (Polanco 2009). Paradigmas agrarios, soberanía alimentaria y transición agroecológica Siendo la tierra el medio de producción «per se» en la cuestión agraria y ante el postulado bandera de lucha campesina «tierra para quien la trabaje», el campesinado7 participa del debate defendiendo sus intereses históricos de poder en el territorio. Tal y como lo planteara Marx, la colectivización de los medios de producción y la propiedad social para el desarrollo de las fuerzas productivas debería superar las pretensiones mediocres que supone la agricultura familiar y la parcelación de la tierra. Este tema es controvertido a la hora de analizar el escenario rural en Venezuela, donde la agricultura familiar tiende a solaparse en el debate sobre las estrategias de desarrollo rural y comunal. Lenin plantearía que el régimen de las relaciones económicas de la comunidad en la aldea no representa en modo alguno un tipo de economía especial (producción popular etc.) sino un tipo pequeño burgués corriente […] (Lenin 1899: 180). Polanco lo plantea en estos términos: 6 7 Este ciclo se cumple en el momento en que la venta de una mercancía produce el dinero que luego será absorbido por la compra de otra mercancía. En la circulación M-d-M, la inversión del dinero no tiene absolutamente nada que ver con su reflujo (Marx 1995). Para Lenin la gran masa de campesinos está formada por aquellos que carecen de tierra o que la poseen en forma insuficiente (Kuusinen 1960: 385). Herman Nieto FORMAS DE ORGANIZACIÓN DEL PODER POPULAR Y NUEVA INSTITUCIONALIDAD AGRARIA: TENSIONES Y ACUERDOS POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA EN VENEZUELA La pretendida inserción de la agricultura campesina en la ‘economía nacional e internacional’, no es más que la necesidad de la clase explotadora que usufructúa la riqueza y requiere de los explotados, excluidos y dominados para mantener sus privilegios y espacios. Es un mandato desde la estructura de poder, ya que el modelo hegemónico se sustenta sobre estos: deben ser aniquiladas por y para el progreso (Polanco 2009). Partiendo de estos dos postulados creo conveniente replantearnos la pregunta: ¿Es realmente la agricultura familiar una categoría servil al sistema capitalista dominante? Si bien la agricultura familiar ha sido aprovechada a favor del paradigma del capitalismo agrario, representa en la actualidad el último bastión de resistencia del movimiento campesino (y sus familias) frente a las formas de producción capitalista en el campo, especialmente el agronegocio. Se considera que en Venezuela coexisten los dos paradigmas divergentes (aunque no excluyentes) de análisis agrario: 1) La versión socialista del paradigma de capitalismo agrario, donde la agrupación socialista en el campo pasa por convencer a los campesinos de que la gran hacienda colectiva, con el empleo de la maquinaria más moderna, es económicamente más ventajosa que el trabajo en su reducido terreno (Bauman 1975: 235) y 2) El de la cuestión agraria, que busca la reivindicación del campesinado apoyando la adjudicación de tierras, la agroecología y la agricultura familiar en la construcción de la soberanía alimentaria. Para garantizar la soberanía alimentaria, en todas sus dimensiones, se debe rescatar el protagonismo de los campesinos, cuyos patrones culturales en muchos casos distan del modelo empresarial (en su versión capitalista o socialista) impulsado desde la institucionalidad del Estado. La principal razón de este desencuentro radica en relaciones sociales de producción que someten al campesino, bien sea forzándole a vender su fuerza de trabajo como jornalero, o convirtiéndolo en «beneficiario de créditos», lo que le genera dependencia o compromiso a un paquete tecnológico. La soberanía alimentaria como nuevo marco político cuestiona las tendencias actuales en desarrollo rural y las políticas alimentarias y agrícolas que no respetan los intereses y necesidades de los productores de pequeña escala ni los del ambiente, y apunta al rescate de los mercados locales, la defensa del acervo cultural (formas de producción y consumos) contra la imposición de la agroindustria y la diversificación productiva de alimentos sanos acordes a la idea de sustentabilidad (Windfuhr & Jonsén 2005: 3) Si bien la seguridad y la soberanía alimentaria (entendiendo esta última solo en su dimensión de garantía para la producción nacional) son conceptos que «indistintamente» han sido incluidos en el artículo 305 de la CRBV y en diversas políticas y legislaciones impulsadas recientemente por la Revolución Bolivariana, dichos conceptos reproducen la disputa de paradigmas agrarios ya planteada, y profundizan las dificultades nacionales para enfrentar al modelo agroindustrial hegemónico del paradigma del capitalismo agrario e impulsar la agroecología. 285 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 286 CAP. VIII Es decir, la soberanía alimentaria no debe entenderse como una instancia superadora de la seguridad alimentaria, la cual se basa en la renta petrolera y es sostenida por la importación de alimentos. La Seguridad Alimentaria en Venezuela degeneró en una burbuja de bienestar que, ante el desplome de los precios del petróleo en el mercado mundial, resultó alienante para nuestra sociedad, generando mayor dependencia y atrofias que dificultan la producción nacional y por ende, la Soberanía Alimentaria. La Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria (2008) planteó la necesidad y el compromiso por complementar la adjudicación de tierras, para dar garantías al campesino que le permitan financiar su producción y posibilitando la colocación de su producto en las nuevas redes de distribución e intercambio. El campesino desplazado o con limitadas tierras no tiene opción de producir sus alimentos al margen de las relaciones capitalistas, dados los insumos que se le imponen en el proceso de producción, vía empresarial o institucional. Altieri, así como diversos autores, han planteado que la agroecología es la real alternativa para una agricultura sustentable tomando en consideración una producción estable, seguridad y auto-suficiencia alimentaria, uso de prácticas agroecológicas tradicionales de manejo, preservación de la cultura local y de la pequeña propiedad y asistencia a los más pobres, a través de un proceso de autogestión (Altieri 1994). En Venezuela la agroecología ha sido asumida entre las políticas agrarias, legitimándose incluso en la Ley de Salud Agrícola (LSA 2008). Sin embargo, el rol del Estado frente a la agroecología debe trascender la fase propositiva para buscar consolidar y multiplicar este modo de producción en diversas experiencias productivas. En 2009, se formó el Consejo Socialista Nacional de Agroecología (Cosona)8, logrando avanzarse en la definición de un Plan Nacional de Agroecología, creado desde las bases para impulsar la transición agroecológica. Al momento de crearse el plan, el país contaba con 30 millones de ha agrícolas, pecuarias y forestales, de las cuales apenas 9.140 Ha. presentaban un sistema agroecológico (Polanco 2009). Por tal motivo, el Cosona reconoció que la transición agroecológica es un proceso lento y que no es posible de lograr condicionando súbitamente a los productores con nuevas prácticas. Una las dificultades para los procesos de transición agroecológica (TA) de las naciones, se explica porque: Se está llevando a cabo mayoritariamente sin el respaldo de la investigación pública, con el agravante de que los servicios de extensión agraria han desaparecido, siendo delegados en los servicios técnicos de empresas multinacionales (principalmente de semillas, fertilizantes y plaguicidas), a las que no conviene una transición agroecológica que vaya más allá de una sustitución de insumos (Guzmán 2009). 8 Ha sido concebido como una plataforma de articulación integrada por todas las organizaciones de base social que asuman los principios y decisiones de los movimientos agroecológicos de base -excluyendo a las organizaciones de base que expresamente manifiesten su voluntad de no pertenecer- es una organización formada autónomamente por diversos colectivos. Herman Nieto FORMAS DE ORGANIZACIÓN DEL PODER POPULAR Y NUEVA INSTITUCIONALIDAD AGRARIA: TENSIONES Y ACUERDOS POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA EN VENEZUELA La expropiación de Agroisleña −una empresa privada que mantenía el monopolio sobre la distribución de insumos agrícolas− y su conversión en la empresa socialista Agropatria trajo consigo una nueva encrucijada en el debate sobre el tipo de agricultura que se proyecta en el país. En primera instancia, ecologistas críticos señalaron que la adquisición forzosa de Agroisleña favorecía la agricultura convencional, al mantener la producción de agroinsumos químicos. Otros más optimistas apuntaron a la conversión agroecológica de la empresa, ahora en manos del Estado. Si bien esta ya desarrolla alternativas como la producción y distribución limitada de bioinsumos, la noción de soberanía alimentaria apunta definitivamente a romper la dependencia de los productores a insumos externos (Altieri & Toledo 2011). Nuevas formas de organización popular en la búsqueda de la soberanía alimentaria Una tensión fundamental en el proceso de transformación social en el campo venezolano, es el hecho de que el entramado jurídico y constitucional emerge sin que se haya consolidado una correlación de fuerzas sociales capaz de transformar dicho marco jurídico en realidad (Parker 2009). Entre las nuevas formas de participación social impulsadas desde el Estado, pero cuya gestión es autónoma y establecida por sus integrantes, destacan los consejos comunales, que progresivamente se integran a las nuevas propuestas socio-productivas. Asimismo se crearon también los consejos de campesinos, que agrupan pequeños y medianos productores de las comunidades rurales, constituyéndose así nuevas estructuras de participación productiva establecidas en la Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria (2008). Las comunas socialistas (alianzas populares de diversos consejos comunales), por su parte, vienen transformando la concepción del territorio como espacio de gobernanza. Así la comuna está llamada a ser la célula del nuevo orden socialista, el Estado comunal, el cual: Es una organización integrada por varias comunidades y otras organizaciones sociales a partir de la historia, potencialidades, espacio geográfico, lo socio productivo, las necesidades e intereses colectivos y comunes, auto reconocidos previamente por la misma comunidad, sin distinciones religiosas, ni étnicas, respetando la diversidad cultural, lo que permitirá definir un nuevo ordenamiento territorial. Su planificación es participativa, donde existen espacios de formación y autocontrol (Ley Orgánica de las Comunas 2009). La interacción de estas nuevas formas de organización comunal y las instituciones estatales, encargadas de llevar adelante las políticas agrarias, plantean una disputa 287 CAP. VIII 288 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II entre lo comunitario (organización desde las bases) y lo estatal (políticas desde arriba), generándose un territorio relacional de disputa por el poder, que refleja los dos paradigmas ya planteados (Fernandes 2010). El poder popular, entendido como el desarrollo de capacidades y subjetividades que harán posible el ejercicio de la democracia desde abajo, no ha garantizado realmente el empoderamiento de las nuevas instancias de participación (Harnecker 2010). Rosset representante de la Vía Campesina, lo señaló de esta manera, en una entrevista realizada en Barinas: La lucha por la tierra en Venezuela se ha llevado a cabo de arriba hacia abajo. Ha sido realizada por burócratas. Esta situación ha convencido a los campesinos que su papel se limita a un apoyo incondicional, irracional, a cualquier política pública. No importa que no hayan sido consultados, su papel es simplemente apoyar. De esta misma manera, los campesinos se han convencido de que tienen el derecho a ser mantenidos por el Estado. Ese es el precio de su apoyo (CECCAM 2005). Ya Mandel había advertido sobre estos «nuevos» fenómenos de alienación provocados por la burocratización de las instituciones, que se alienan del pueblo (Mandel 1973). Se trata de un nivel donde podemos entender la alienación como contra finalidad: lo que debió hacernos libres nos esclaviza, lo que iba a enriquecernos nos empobrece (Bartra 2009). La alienación se manifiesta cuando el trabajador ya no se vale de los medios de producción sino, por el contrario son los medios de producción los que usan al trabajador, tal y como sucede con los campesinos ahora dependientes del «paquete tecnológico» del agronegocio (ibidem). es una organización integrada por varias comunidades y otras organizaciones sociales a partir de la historia, potencialidades, espacio geográfico, lo socio productivo A pesar de estos cuestionamientos, para analizar el tema del poder popular resulta necesario descolonizar las categorías de análisis arriba/abajo. La tarea en nuestra investigación pasa por relativizar el tema de los paradigmas agrarios en función de entender la dicotomía Estado/poder popular. En este sentido, se plantea que no toda política agraria impulsada desde arriba es estatista, colonizante, alienante, impuesta, vertical, agroindustrial, desarrollista (conforme al principio estatal de promover seguridad alimentaria). Y de igual manera ocurre con las acciones ejercidas desde las bases. Para este caso, no todo lo insurgente desde el mundo campesino resulta pertinente, agroecológico, ancestral, emancipador, desalienado, en aras de soberanía alimentaria. Reflexiones finales La mayor dificultad para avanzar en materia de soberanía alimentaria radica en nuestro modelo económico, basado en la renta petrolera que favorece políticas orientadas a la seguridad alimentaria, vía importaciones. Es importante reconocer la complejidad y el carácter multivariable de la soberanía alimentaria como idea-fuer- Herman Nieto FORMAS DE ORGANIZACIÓN DEL PODER POPULAR Y NUEVA INSTITUCIONALIDAD AGRARIA: TENSIONES Y ACUERDOS POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA EN VENEZUELA za para reimpulsar la producción agrícola, ya que tal soberanía entendida solo en su dimensión de producción nacional (a cualquier costo ambiental) como vía a la emancipación, profundiza las dificultades para impulsar una transición agroecológica desde la reforma agraria. Asimismo, no se debe desestimar el impulso de la agricultura familiar desde las nuevas formas de organización popular. En este sentido, algunos países, tal es el caso de Brasil, han discutido sus políticas agropecuarias a la luz del crecimiento de la agricultura familiar y la integración de estas prácticas como sustento de su soberanía alimentaria (Pengue 2005). Uno de los problemas para implementar exitosamente la agroecología en Venezuela es la falta de un movimiento social fuerte que acompañe la acción política. Asimismo, la falta de un criterio unificado que integre «lo agroecológico» dificulta la multiculturalidad. En este sentido, los movimientos sociales deben hacer un anclaje cultural en la ancestralidad campesina indígena y afrodescendiente, para evitar enclaustrar su accionar al ámbito de la participación política e integrarse más decididamente en los procesos productivos. Las tierras recuperadas deben seguir socializándose con miras a la producción de alimentos, pero también para saldar una deuda histórica de buen vivir con las comunidades originarias y campesinas. La lucha de los pueblos indígenas por la demarcación de sus territorios es un caso emblemático que nos permite dimensionar esta realidad, en la cual los intereses por la ganancia siguen vulnerando derechos ancestrales. Entonces: ¿Qué es lo más importante? ¿el hombre y su hábitat? o ¿la riqueza efímera que garantizará la destrucción?9 BIBLIOGRAFÍA Altieri MA (1994) Bases agroecológicas para una agricultura sustentable. Agricultura Técnica 54(4):371-386. Altieri M y Toledo V (2011) The agroecological revolution in Latin America: rescuing nature, ensuring food sovereignity and empowering peasants. Journal of Peasants Studies (38)3:587-612. Bartra A (2009). La gran crisis. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales 15(2):191202. Bauman Z (1975) Fundamentos de Sociología marxista. Colección Comunicación Serie A, Ed. Alberto Corazón. Madrid, España. CECCAM and Land Research Action Network (2005) Interwiev with Peter Rosset. Agrarian Reform, Land Reform, Food Sovereignty. 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República Bolivariana de Venezuela. 291 Organizaciones sociales y agricultura. análisis de indicadores socioproductivos en el marco de la soberanía alimentaria Carla Chacón* y John dávila** Las organizaciones sociales que interactúan en el sector agrícola poseen características relacionadas con la producción de alimentos como modo de vida, así también la agricultura traspasa las fronteras de producción como negocio para convertirse en un hecho social que sujeta la vida de una comunidad. La agricultura y la organización social han sido temas fundamentales en la conducción del país en el período denominado Revolución Bolivariana (1999-2016), desde la base constitucional de la definición del sistema político como democracia participativa hasta la redistribución de tierras a campesinos, procesos que forman parte del espectro de transformaciones del sector agrícola. El abordaje de la agricultura como hecho social en el marco interpretativo de la soberanía alimentaria posee ciertas características que focalizan la observación de las organizaciones sociales en el sector agrícola. En principio, se analiza la agricultura como hecho social multidimensional, sujeto a las relaciones complejas ancladas en la tierra, por lo que la agricultura es considerada como una actividad humana que está moldeada por las interacciones de un colectivo para la producción de alimentos, según las características físicas de una región, a través del cual comienza un acoplamiento entre recursos disponibles, cadenas de producción y distribución, así como formas de alimentación e intercambio entre los miembros de una comunidad. El ámbito agrícola es una de las actividades fundamentales en las economías nacionales, siendo la primera expresión de las formas económicas del capital (Dussel 2007), esta actividad refleja las formas tradicionales de acumulación, explotación y conformación de estructuras sociales dentro de un espacio determinado. * Área de Agricultura y soberanía Alimentaria de la Fundación instituto de Estudios Avanzados. Correo-e: carlabelisario@gmail.com ** Área de Agricultura y soberanía Alimentaria de la Fundación instituto de Estudios Avanzados. Correo-e: johndavila@gmail.com 292 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II […] hace unos doce mil años en algunas regiones de la Tierra termina el nomadismo paleolítico, el de los recolectores, pescadores y cazadores, o el de los plantadores aldeanos migratorio (como los tupí-guaraní en América del Sur, buscadores míticos incansables en medio de la selva tropical de la tierra sin mal), para comenzar una vida sedentaria, en ciertos territorios fijos dentro de determinadas fronteras, conquistadas y protegidas, territorializadas aptas para ejecutar las técnicas disciplinarias de la revolución agrícola (que remplaza la recolección de alimentos, cada vez más escasos por el aumento de la población) en las regiones de limos de los ríos o de las grandes lagunas; del pastoreo (que reemplaza la caza), junto a pastos abundantes para los ganados. Vida sedentaria que permite organizar la compleja estructura de reglas que definen las variadas redes de las relaciones de poder entre los habitantes de las ciudades: los proto-cuidadanos o simplemente miembros de las primitivas comunidades urbanas (Dussel 2007: 20). Es así como la agricultura puede ser vista como una actividad fundamental para el intercambio que integra a los primeros asentamientos humanos, que posteriormente abrirán el camino a la modernidad. A pesar de la importancia de la agricultura como forma de realizar una acción que tiene como resultado la alimentación humana, ha sido transformada y desplazada por otras actividades necesarias en las sociedades modernas, pasando de una actividad colectiva y manual a mecanizada e individual, mejorando los tiempos de recolección de cosecha y acentuando la estandarización de los cultivos, entre otras consecuencias y transformaciones. El proceso de modernización tecnológica lleva a que la agricultura pase a ser una actividad individual, volviendo innecesaria la necesidad de ocupar la fuerza de trabajo familiar, como ocurría con anterioridad (Gómez 2013: 20). Ciertamente, la agricultura se transforma, sin embargo en la Venezuela del siglo XXI, esta actividad ha sido considerada como prioritaria, siendo estimulada a través del financiamiento público y privado, así como la organización de comunidades en torno a la recuperación de tierra para la agroproducción. Casos específicos al respecto se localizan fácilmente, tal como es la experiencia de los fundos zamoranos, la cual se fundamentó en la organización social a través de cooperativas provenientes de la Misión Vuelvan Caras; espacios que contaron con el apoyo de construcción de viviendas, infraestructura para la producción agrícola y bioinsumos, préstamo de maquinaria y seguimiento técnico por parte del Estado. Además de la promoción de la agricultura a pequeña escala; se motorizaron ejes agroindustriales, tal como es el caso del Eje agroindustrial de Urachiche en el estado Yaracuy, el cual está conformado por la empresa socialista Josefa Camejo, cuatro fundos zamoranos y la empresa mixta socialista Leguminosas del ALBA. Con características similares, se inicia la conformación de la empresa socialista Abreu e Lima para el cultivo y procesamiento de soya al sur del estado Anzoátegui, iniciativa acompañada a través de los convenios con Brasil. Todas estas experiencias han contado con la base Carla Chacón y John Dávila ORGANIZACIONES SOCIALES Y AGRICULTURA. A NÁLISIS DE INDICADORES SOCIOPRODUCTIVOS EN EL MARCO DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA organizativa de las comunidades aledañas a los proyectos agroproductivos, por lo que a pesar de ser iniciativas estatales han contado con el apoyo de un tejido social que ha cumplido funciones claves en la evolución de los proyectos. Debido a la diversidad de los espacios agrícolas y la conformación de distintas organizaciones y movimientos sociales, resulta necesaria la construcción conceptual de tipologías sociológicas que permitan identificar las potencialidades de las organizaciones sociales agroproductivas con la finalidad de comprender los códigos y significados que expresan determinadas formas de ver el mundo. Para lograr este objetivo de investigación, resulta indispensable reflexionar brevemente sobre los modelos de agricultura existentes en Venezuela. Agricultura en Venezuela: dos modelos enfrentados La agricultura en Venezuela durante el siglo XX estuvo expuesta a la intervención del Estado. A principios de este periodo el sistema económico se conformó a través de la agroexportación, sin embargo este hecho se transformó debido a la introducción del petróleo como principal producto de exportación, con dividendos altos arropando la insipiente agricultura venezolana. Es así como la actividad agrícola es desplazada y sometida al apoyo constante del Estado, sufriendo altibajos según el financiamiento direccionado. El modelo de producción 1960-1998, se caracteriza por tener una lógica economicista, reducción de la cartera crediticia de la banca privada, protección al latifundio, fortalecimiento del modelo agroindustrial como única forma de producción, prioridad a las importaciones, estructura legal e institucional emanada de la corriente desarrollista y el campesino pasa a ser considerado como empleado/esclavo. Los subsidios embargan la actividad agrícola por parte del Estado, hecho presente desde que la extracción del petróleo ocupó el primer lugar del sustento de la economía nacional hasta nuestros días, cambiando evidentemente las estrategias y los receptores de dichos subsidios. Las características del modelo de producción agrícola aplicado desde 1999 se consolida como una nueva propuesta, orientado a crear un marco legal e institucional, tal como fue la promulgación de la Ley de Seguridad y Soberanía Alimentaria en el año 2008, dando estatus legal a la producción de alimentos como de interés nacional y base estratégica del desarrollo, priorizando la producción agropecuaria interna para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento. Se fortalece la visión de desarrollo rural integral, a través de la promoción del empleo, infraestructura, insumos, créditos, capacitación y asistencia técnica al productor; se retoma la supresión del latifundio a través del rescate de tierras de vocación agrícola y del gravamen a tierras ociosas, apoyado en la promoción y protección de cooperativas, microempresas y formas asociativas bajo régimen de propiedad colectiva (Hernández 2010). El proceso que da inicio a este periodo es la elaboración de una nueva Constitución, mediante la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente convo- 293 CAP. VIII 294 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II cada por el recién electo presidente de la República Hugo Chávez Frías (1999) y la introducción de numerosas demandas de las organizaciones sociales en términos de género, indigenismo y reconocimiento de derechos de participación. Uno de los cambios más importes es el remplazo legal del tipo de democracia: se pasó de una democracia representativa (proclamada en la constitución de 1961) a una democracia participativa, cuyo fin fue filtrarse a todos los espacios de la sociedad y no recaer solo en la formalidad de la política, el Estado. Desde sus mismos inicios, la Revolución Bolivariana se propuso superar las limitaciones de la democracia representativa a través de una democracia participativa y protagónica para implantar canales análogos a lo que la historia y la ciencia política han conocido como democracia directa, por la cual toda persona es invitada a participar en toda decisión pública. Los vaivenes de la agricultura han estado sujetos a las políticas públicas, involucrando a las organizaciones sociales como fundamento político para la reactivación del sector. Durante la Revolución Bolivariana, las organizaciones sociales en Venezuela han manifestado características coyunturales que las colocan en la palestra de lo público como el mecanismo social de emancipación y gestión pública frente al Estado, reconfigurando la política desde la representación y participación en un panorama de permanente cambio. Las organizaciones y movilizaciones colectivas ha sido uno de los mecanismos más eficaces de los sectores subalternos de la sociedad para impugnar las arbitrariedades de los gobernantes, hacer visibles sus intereses y reivindicar sus derechos civiles y sociales (Torres 2002). El estudio de distintas formas de producción agrícola, responde a la importancia para los Estados nacionales de conocer su capacidad frente a las necesidades alimenticias de la población. La contextualización de las formas de producción, capacidades organizativas, tipos de gestión e imaginarios de las organizaciones agroproductoras, es una herramienta fundamental para la consolidación del nuevo modelo de gestión pública, la socialización de los saberes y la resolución de conflictos dentro de los espacios agroproductivos locales. Las organizaciones sociales se han configurado como parte fundamental del tejido social moderno; el caso venezolano no está exento de esta característica, sin embargo, el fortalecimiento legal de lo colectivo en el imaginario ciudadano se ha reflejado en las estructuras sociales a través de la Revolución Bolivariana. Es así como las organizaciones sociales son definidas como formas de articulación política y social en los sistemas democráticos, conformando espacios de participación para la búsqueda de soluciones en la vida cotidiana, son nodos que tienen la posibilidad de generar movimientos sociales, siendo esta la forma de «ordenar» y diferenciar la capacidad de acción de los dos conceptos. Además, actúan como espacios de construcción permanente de asociaciones entre los ciudadanos, solventando o demandando la resolución de problemas desde lo que es su competencia, expresan una necesidad de reivindicaciones sociales, eco- Carla Chacón y John Dávila ORGANIZACIONES SOCIALES Y AGRICULTURA. A NÁLISIS DE INDICADORES SOCIOPRODUCTIVOS EN EL MARCO DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA nómicas, políticas y culturales, y estructuran su identidad en contraposición a otro asociado a la dominación. La organización y el movimiento son actores colectivos capaces de generar una subjetividad enmarcada en un proyecto ideológico de sociedad, sin embargo, la organización se orienta a resolver necesidades mientras que el movimiento resulta ser la articulación de organizaciones sociales que actúan en un momento político, en ocasiones conflictivo, con la finalidad de forzar las barreras del poder y transformar, […] un movimiento social descansa siempre sobre la liberación de un actor social y no sobre la creación de una sociedad ideal (Touraine 1994: 89). Conceptualmente los movimientos parten de la contundente afirmación de que todas las organizaciones sociales son de carácter democrático-representativo-participativo, en virtud de fortalecer la participación dentro del espacio público. Esta afirmación es cuestionable, las organizaciones sociales no necesariamente son democráticas, debido a que todo depende de sus propias formas de gestión interna, ejercicio de autoridad dentro del grupo y concepciones de los otros; en segundo lugar, se encuentran las necesidades individuales para agruparse con el propósito de consolidar una fuerza dentro del espacio público para satisfacer sus intereses. El eje principal de las organizaciones sociales como órgano político y social fundamental en la sociedad democrática, resulta ser la asociación de personas con sistema de valores compatibles y necesidades compartidas (materiales o no) en búsqueda de propuestas y soluciones comunes. La organización social es una colectividad instituida con miras a unos objetivos, con un orden normativo propio, unos rangos de autoridad y unos sistemas de acción coordinados; las organizaciones son instancias organizadas de representación, intereses e instrumentos estratégicos de acción colectiva (Torres 2002). Resulta bastante complicado crear un sistema de clasificación de las organizaciones sociales agroproductivas en Venezuela, sin embargo se hará el esfuerzo conceptual de delimitarlas según sus acciones y roles que jueguen en los espacios locales de producción agrícola, según los estudios realizados en los estados Yaracuy, Táchira, Miranda, Anzoátegui y Mérida. Podemos identificar tres grandes tipos de organizaciones sociales agroproductivas: • Mecanismos institucionalizados de participación: este tipo de organización surge de las distintas figuras que introduce el gobierno nacional en el Sistema Nacional de Planificación para la participación en la gestión pública del pueblo organizado; no cuentan con mecanismos de articulación comunitarios fuera de los espacios de participación, no comparten identidades colectivas y no poseen experiencias en conjunto para el logro de un objetivo en común. Aprovechan la coyuntura para lograr la obtención de recursos para la solución puntual de una necesidad (generalmente material), desarticulándose una vez que el Estado deja de acompañarlos. Funcionan como semillero de tejido organizacional dentro de las comunidades. 295 CAP. VIII 296 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II • Organizaciones opuestas al régimen dominante: este tipo de organización no se encuentra radicalmente en los polos políticos (oposición o chavismo), se identifica con una tendencia política, reconociendo las fortalezas y debilidades de la tendencia afín, posee su propia visión de sociedad, lucha persistentemente en contra del burocratismo y, en ocasiones, es discriminada por otras organizaciones. La articulación de los miembros de dichas organizaciones es fuerte, sus valores éticos y morales son compartidos, existe la posibilidad coyuntural de autogestión, conforman redes de relaciones políticas, económicas, sociales y culturales con sus pares (otras organizaciones sociales). Este tipo de organizaciones sociales reconocen al Estado pero visualizan la necesidad de transformación de la política, creando vínculos de cooperación pero conservando la autonomía de la organización, convirtiendo efectivamente el espacio de la organización en un espacio creador de nueva subjetividad, el cual busca satisfacer demandas pero a su vez proponer formas de acción que permitan romper los esquemas reproductores del sistema. A pesar de los conflictos externos e internos que presenta este tipo de organización, se encuentran en espacios de reconfiguración de la política, apropiándose de las esferas de participación (no siempre creadas por el Estado) dentro de las comunidades. • Organizaciones sectorizadas: en problemáticas «aisladas» de la polarización, este grupo posee gran potencial, tiene proyecto social, lo que hace que sus acciones colectivas estén dirigidas a lograr tal fin, busca la solución de sus problemas, compartidos en colectivo pero que no necesariamente es generalizable al resto de la sociedad. Se invisibiliza en la discusión de los polos y ataca la problemática que definen en común, la cuestión es que no solo ellos desean invisibilizarse sino que también son ignorados por los polos, dejándolos fuera del espacio público que les ayudaría a incidir en la opinión pública. Al igual que las organizaciones opuestas al régimen dominante, las organizaciones sectorizadas en problemáticas «aisladas» de la polarización, poseen identidad como grupo, compartiendo valores y metas comunes que los llevan a manejar lo simbólico como forma de manifestación para la obtención de recursos que les permita mantenerse operativamente en el tiempo. Estas tipologías son resultado de la sistematización y operacionalización de diferentes aspectos, centrando la observación en aspectos generales que contemplan la identificación de la organización, origen y conformación de la organización y ámbito de acción. Además se observan elementos organizativos que buscan identificar el tipo de gestión y construcción de subjetividades e identidades compartidas; finalmente, se estudian aspectos socioeconómicos, tales como educación, salud, acceso a servicios básicos, tipo de vivienda, niveles de producción agrícola, entre otros. Estos son las generalidades de cada uno de los aspectos, en total son 52 Carla Chacón y John Dávila ORGANIZACIONES SOCIALES Y AGRICULTURA. A NÁLISIS DE INDICADORES SOCIOPRODUCTIVOS EN EL MARCO DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA variables orientadas a identificar según los aspectos mencionados anteriormente el tipo de organización. A continuación se presenta en la Tabla 1 como una breve descripción de algunos de los ítems observados: Tabla 1 Organizaciones sociales agroproductivas Aspectos descripción indicadores descripción de la unidad productiva A partir de un conjunto de indicadores se identifican unidades productivas como unidad de análisis. se combina el aspecto productivo y socioeconómico ajustado a los objetivos del proyecto. • Nombre y ubicación de la unidad productiva. • Extensión de tierra disponible. • Altura sobre el nivel del mar. • Cantidad de trabajadores en la unidad productiva, entre otras. datos del productor Como punto de partida, se entrevista al encargada/o de la unidad productiva. se identifica un conjunto de aspectos socioeconómicos para avanzar en el diagnóstico inicial. • Género. • Edad. • Nivel de instrucción • Rol en la unidad productiva, entre otros. Ubica información básica de la organización social. • Tipos de gestión. • Número de miembros activos e inactivos. • Conformación de redes y satisfacción de necesidades en la comunidad. • Surgimiento de la organización. • Figura organizativa, entre otros. reúne la mayor cantidad de indicadores, que buscan definir las condiciones existentes en cada unidad productiva para la producción de distintos rubros. Permite combinar la perspectiva agronómica con la sociológica. • Propiedad de la tierra. • Sistema de riego. • Superficie cultivada por rubro. • Destino de la producción. • Máquinas y equipos. • Rendimiento, entre otros. datos de la organización agroproductiva Condiciones para la producción Asistencia técnica • Identificación de áreas en las que el productor ha recibido asesoría. • Identificación de las necesidades técnicas según la percepción del productor. 297 CAP. VIII 298 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Estas tres grandes formas de agrupar conceptualmente a las organizaciones sociales, indiscutiblemente dejan de lado tipos de organizaciones sociales presentes en el espacio público venezolano, sin embargo el objetivo del presente trabajo consiste en dibujar el panorama general de características de las organizaciones sociales en el ámbito agrícola venezolano. Otro de los riesgos de realizar un trabajo con estas pautas es dejar de lado las fusiones entre tipos de organizaciones, vale dejar claro que por razones metodológicas, resultó necesario efectuar dicha separación, no sin antes discutir características generales. El rico escenario organizativo venezolano es cambiante. Desde hace algún tiempo nacen y mueren organizaciones todos los días, otras permanecen en el tiempo, restringiéndose su espacio de acción e incidencia. El trabajo dentro de las comunidades demuestra a las ciencias el campo no explorado de las organizaciones sociales, mostrando sus contradicciones y largas trayectorias alejadas de la polaridad y la generalidad caraqueña que sufre nuestro país. Consideraciones finales • Las organizaciones pueden activarse frente a un suceso que los afecte (financiamiento, distribución de la tierra) para solucionar problemas o alcanzar objetivos; pero el desarrollo de dicha organización no siempre gira en torno a estos aspectos, existen dinámicas establecidas para el funcionamiento básico de la producción que tienden a permanecer. • Existe distribución y rotación de funciones dentro de las organizaciones agroproductivas; asignación de tareas según las características individuales de los miembros. Las mujeres generalmente desarrollan papeles medios de burocracia y elaboración de insumos, sin acercarse al liderazgo de la organización a pesar de poseer una importante presencia. • La estructura de las organizaciones agroproductivas puede variar según coyunturas específicas a lo largo del tiempo. Se cuestiona el supuesto teórico que propone su rigidez, demostrando la capacidad adaptativa y respuesta del tejido social venezolano. • Organización social es la forma previa de movimiento, en el caso del sector agroproductivo venezolano, las organizaciones conforman redes de apoyo para la producción de forma natural, por lo que al momento de activación frente al conflicto se consolida la acción colectiva como expresión del sujeto. • Las organizaciones sociales que sustentan sus interacciones en la producción de alimentos, poseen marcadas diferencias con otras organizaciones sociales Carla Chacón y John Dávila ORGANIZACIONES SOCIALES Y AGRICULTURA. A NÁLISIS DE INDICADORES SOCIOPRODUCTIVOS EN EL MARCO DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA que dependen de otras actividades. La relación con la tierra, la confrontación entre modelos de producción y choques constantes entre lo urbano y lo rural, caracterizan a las organizaciones agroproductivas, por lo que complejizan sus relaciones con el Estado y otros sujetos colectivos. BIBLIOGRAFÍA Alimonda H (2012) Aproximaciones conceptuales a la cuestión agraria”. En curso virtual: “El Agro en América Latina: historia, conflictos y debates”. Programa Latinoamericano de Educación a Distancia, Centro Cultural de la Cooperación, Buenos Aires. Betancourt P & P Pulido (2006) Actitud de los agricultores hacia el manejo y conservación del suelo y agua en dos comunidades rurales del Estado Lara, Venezuela. Bioagro v.18 n.3. Calderón F (Coordinador) (2009) Movimientos socioculturales en América Latina. Ambientalismo, Feminismo, Pueblos Originarios y Poder Empresarial. Cuadernos de Gobernabilidad Democrática 4. 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Casos emblemáticos han sido: el bloqueo contra la República de Cuba a partir del año 1960, que incorporó medicinas y alimentos desde 1962; el apoyo directo y reconocido al derrocamiento de Salvador Allende en Chile en 1973 y el establecimiento de la dictadura de Augusto Pinochet, primera experiencia de corte neoliberal en el mundo (Harvey 2011); el apoyo a las dictaduras de derecha en toda la región de América Latina y el Caribe en el siglo XX; el apoyo injerencista norteamericano, reconocido por la Corte Internacional de Justicia en 1986, a los «contras» en la guerra de Nicaragua; los apoyos al golpe de estado en la República Bolivariana de Venezuela en 2002 y al posterior sabotaje petrolero del mismo año; el apoyo a los golpes de estado en Honduras en 2009 y en Paraguay en 2012; la declaración de Venezuela como «amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos» desde 2015; el apoyo al golpe parlamentario contra la presidenta Dilma Russef en Brasil perpetrado en 2016; entre muchos otros ejemplos. La República Bolivariana de Venezuela ha sido presionada por la potencia estadounidense y sus aliados desde la llegada al poder del presidente Hugo Chávez en 1999, por su abierto cuestionamiento en contra del sistema neoliberal, que había dejado terribles consecuencias como el aumento en el índice de prevalencia de la subnutrición a más de 20 % para 1998 [Instituto Nacional de Nutrición (INN) 2015]. Uno de los principales objetivos de la guerra no convencional en Venezuela ha sido, aparte del petróleo, el ataque a los sistemas agroalimentarios de la nación, históricamente dominados por pocas pero poderosísimas empresas transnacionales cuyos intereses y visiones están actualmente alineados con la ideología neoliberal. Luego de superar el sabotaje petrolero y la paralización de los principales sectores económicos del país entre 2002 y 2003, el gobierno venezolano, con el * Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e: javiernouel@gmail.com, javiernouelcuc@gmail.com. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 302 CAP. VIII fin de revertir la situación oligopólica y adversa de los sistemas agroalimentarios, comienza a desarrollar el programa social Mercal, reconocido en 2013 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) como líder mundial en la lucha contra el hambre. Sin embargo, en los últimos años, los sistemas agroalimentarios en el país han sido nuevamente desestabilizados, lo que ha obligado al gobierno a impulsar nuevas estrategias como la de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción en 2016, que incorpora directamente a las comunidades organizadas en la gestión de la distribución de alimentos subsidiados. La hegemonía cultural y la guerra no convencional agroalimentaria La tesis que propongo es que el sistema agroindustrial venezolano, en el que se vinculan de manera preponderante las instituciones públicas, académicas y sectores productivos privados, así como los hábitos y costumbres alimentarias de los venezolanos y venezolanas, es un reflejo de la hegemonía cultural de los grandes intereses económicos transnacionales, instaurados en la cultura rentista petrolera en Venezuela, anclado en el sistema neocolonial heredado. Esta hegemonía permite la existencia de condiciones objetivas y subjetivas que vulneran la soberanía alimentaria1 de la nación, constituyéndose en blanco de la guerra económica, cuyo fin es el de reinstaurar el modelo neoliberal en la región. Estas condiciones permiten que a pesar del discurso contrahegemónico pronunciado desde el gobierno y organizaciones sociales, y los grandes esfuerzos y logros por consolidar la seguridad y soberanía agroalimentaria 2, la base cultural y técnica que fundamentan las políticas públicas y la praxis alimentaria cotidiana de la población, siguen reproduciendo la lógica que beneficia a las grandes transnacionales, constituyéndose en contextos trampas, en tanto la raíz del problema se mantiene oculta. En tal sentido, planteo que el esfuerzo del gobierno nacional por regular los precios, así como de importar, producir, transformar y distribuir estos alimentos procesados y ultraprocesados, reproducen la hegemonía cultural, lo que constituye la contradicción de fondo y el talón de Aquiles de las acciones gubernamentales. Las cadenas de importación-producción, transformación y distribución de este tipo 1 2 Para profundizar en el concepto de soberanía alimentaria considerada en la institucionalidad venezolana y en el presente ensayo, revisar el artículo 305 de la carta magna venezolana, el capítulo i de la Ley orgánica de seguridad y soberanía Alimentaria y el objetivo 1.4 del Plan de la Patria. La FAo ha reconocido en diversas oportunidades los logros en materia alimentaria del gobierno venezolano, entre ellas, alcanzar las metas del milenio relacionadas a la disminución del hambre en el mundo siete años antes de lo establecido. Javier Nouel CONDICIONES CULTURALES DE LA GUERRA NO CONVENCIONAL Y SU REFLEJO EN LA ALIMENTACIÓN VENEZOLANA de alimentos, están controladas por poderosos oligopolios constituidos históricamente en el país, en particular a partir de la Segunda Guerra Mundial, donde hay una reconfiguración de las lógicas del poder geopolítico de la región y el mundo3. Estos oligopolios han demostrado, sobre todo desde el golpe de estado del 2002 y el paro patronal petrolero del 2002 y 2003, una posición política adversa a la propuesta bolivariana. Es así que la coyuntura que se vive en los últimos años, evidenciada en las colas para adquirir en gran medida productos procesados y ultra procesados regulados, acaparados y destinados al mercado negro −fenómeno conocido en Venezuela como «bachaqueo»− me permite demostrar la contradicción central que, de ser superada, dejará que se consolide la deseada soberanía alimentaria. Surgen así las siguientes preguntas: ¿Por qué la población venezolana desea los alimentos ultra procesados que generan la epidemia de obesidad y sobrepeso en la población y las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT)? ¿Por qué la guerra económica alimentaria afecta preponderantemente a los alimentos procesados y ultraprocesados? ¿Cuál es la influencia de las empresas transnacionales en el discurso técnico y en los parámetros institucionales de la nutrición y agroalimentación, como es la Canasta Alimentaria Normativa, repleta de alimentos ultraprocesados? ¿Por qué a muchos profesionales de las disciplinas tecno-científicas como la nutrición, la agronomía y la medicina, rechazan tales cuestionamientos por considerarlas «políticas no técnicas»? ¿Por qué mientras promovía el consumo de alimentos no procesados como educador popular del INN, el mismo gobierno garantizaba a sus trabajadores y a las comunidades la distribución de alimentos ultraprocesados? ¿Se trata de una actitud disociada, donde se dice una cosa y se hace otra? ¿Cuál es el origen de tal situación? Cuestión de sentido común Propongo que esta situación se debe a la instauración de un sentido común que constituye la base de la hegemonía cultural 4 de los intereses del gran capital. Tomo el concepto gramsciano de sentido común para entender este fenómeno en el marco de las teorías de la reproducción social y cultural5; por lo tanto, me refiero pues, a la visión de mundo de un grupo social, que determina las formas de pensar, investigar, normar, actuar, sentir y desear, configurado históricamente en gran medida por élites que controlan el poder económico, político y cultural, en lo que los estudios culturales y poscoloniales han denominado colonialidad del 3 4 5 Para profundizar sobre el impacto de la constitución de oligopolios en los sistemas agroalimentarios revisar Holt-Giménez & Patel (2010) y Ziegler (2012). En lo referente a la relación de los oligopolios, sus estrategias de mercadeo y publicidad con los problemas de malnutrición vinculados al consumo de alimentos ultraprocesados, revisar a organización Panamericana de la salud (2015). sobre la hegemonía cultural revisar Bórquez (2006: 108). Para profundizar sobre el concepto revisar Morrow & torres (2002). 303 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 304 CAP. VIII saber 6. Es por esta «inmersión total» que lo que se considera lo «lógico», lo «bueno», lo «deseable», lo «normal», lo «legal», inclusive lo «científico» y lo «objetivo», es visto como algo «natural». Por el contrario, parto de la idea de que el sentido común, que también influye en el discurso tecno-científico, y por lo tanto, en la construcción de políticas públicas y en los deseos de la población, está construido de forma histórica y cultural; es decir, no es natural, ni homogéneo, ni inamovible; por el contrario, se mantiene en constante transformación. Esta dominación surge de la enorme influencia de las grandes trasnacionales, a través de diversos procesos como: • Financiamiento y asesoramiento en la conformación y actualización de organizaciones internacionales, instituciones académicas, científicas, e inclusive de instituciones públicas7. Algunas que podemos nombrar en este renglón son la FAO, la Organización Mundial de la Salud (OMS) (Ziegler 2012), el International Life Sciences Institute, el INN, universidades públicas y privadas y centros de investigación (De Sousa 2008); • Influencia en la constitución de normativas como el codex alimentario, la Canasta Alimentaria Normativa, las llamadas normas COVENIN8, entre otros; • Influencia en los hábitos y patrones de consumo de la población a través de la educación, el mercadeo, la publicidad y la propaganda, y el monopolio de los sistemas agroalimentarios, que determinan el acceso de determinados productos (Organización Panamericana de la Salud 2015). Aunque esta influencia no es homogénea ni absoluta, es bastante determinante. El sujeto oculto: base de la hegemonía Las características epistémicas que permiten la naturalización de la hegemonía están basadas en la invisibilización del lugar de enunciación desde la pretendida objetividad de modelo positivista9, donde su ciencia se constituye, pues, en un discurso dominante y forma única de conocimiento, en el que el sujeto investigador se supone no parte de un enfoque particular, sino que, por el contrario, surge 6 7 8 9 investigadores como Lander (2000), Castro-Gómez (2008), de sousa (2010), entre otros, han conformado un enfoque teórico que da pie a las bases de mi propuesta. Para profundizar en el impacto de las transnacionales y el proceso de globalización neoliberal en la formación universitaria así como en la investigación científica, revisar de sousa (2008). Las conocidas normas de la Comisión Venezolana de Normas industriales (CoVENiN) regulan dichas actividades en el país. La Comisión se constituyó a partir del año 1958 y en 1997 comienza su transición al Fondo para la Normalización y Certificación de la Calidadn (Fondonorma). La participación de los sectores privados ha sido preponderante en su creación y actualización. Para profundizar sobre la influencia del positivismo en Venezuela revisar Cappelletti (1994). Javier Nouel CONDICIONES CULTURALES DE LA GUERRA NO CONVENCIONAL Y SU REFLEJO EN LA ALIMENTACIÓN VENEZOLANA del pensamiento único, desde el discurso «ingenuo» de una ciencia todopoderosa, omnipresente e inequívoca, en un mundo inamovible y rígido. Así, «ser objetivo» siguiendo el método adecuado, el empírico-analítico, genera una especie de «endiosamiento»10, en tanto solo desde ese enfoque, basado en la medición cuantitativa de la realidad, la descontextualización de la reflexión filosófica y de las condiciones históricas, desde el reduccionismo metodológico, el sujeto investigador es capaz de ver el mundo «tal cual y como es»11. Sin embargo, detrás del discurso racionalista de la ilustración, se encuentra un hombre blanco, colonialista, antropocéntrico, eurocéntrico y dominador que está oculto y que impone su pensamiento a todo el mundo (Castro-Gómez 2008), deslegitimando cualquier otra forma de pensar, actuar e investigar (De Sousa 2010). Al mutar y desplazarse histórica y territorialmente el centro de la geopolítica mundial neocolonial de Europa a Estados Unidos, en particular después de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolla un nuevo contexto cultural y económico, hijo del capitalismo y la modernidad eurocéntrica, constituyéndose un nuevo sujeto oculto del discurso tecno-científico: las empresas transnacionales. Los parámetros derivados de este contexto dominan el quehacer tecno-científico político institucional, reproduciendo la hegemonía cultural, más allá de los objetivos contrahegemónicos del plan político del gobierno. El piso epistémico común en estos fenómenos, en correspondencia con el neoliberalismo, es el enfoque empírico-analítico que, según Martínez (s/f), es un «conocimiento instrumental que ha sido explotado política y lucrativamente en aplicaciones tecnológicas». Este enfoque es cuantitativista, a-crítico y a-histórico, basado en abstracciones, y niega la existencia de sus propios principios metafísicos y epistémicos, ya que los naturaliza como únicos posibles (Cappelletti 1994)12. Los enfoques epistémicos hermenéuticos y sociocríticos han influenciado enormemente en las ciencias sociales y las humanidades, cuestionando la primacía del positivismo; sin embargo, su poder de deconstrucción y cuestionamiento no ha alcanzado lo suficiente a las disciplinas de carácter técnico instrumental como 10 11 12 Castro-Gómez (2008) plantea la metáfora de la hybris para reflexionar sobre el tema arriba comentado: Esta pretensión, que recuerda la imagen teológica del Deus absconditus (que observa sin ser observado), pero también del panóptico foucaultiano, ejemplifica con claridad la hybris del pensamiento ilustrado. Los griegos decían que la hybris es el peor de los pecados, pues supone la ilusión de poder rebasar los límites propios de la condición mortal y llegar a ser como los dioses (18). sobre el análisis y reflexión en torno a la modernidad desde lo epistémico revisar Morin (2007), Capra (2009), Lander (2000), Martínez (2013), Castro-Gómez (2008), de sousa (2010), entre otros. No se trata de deslegitimar los estudios estadísticos y las investigaciones y vigencias del modelo positivista, sino por el contrario, ver cuáles son sus limitaciones en términos hermenéuticos y críticos, en la comprensión de los fenómenos agroalimentarios desde lo histórico-cultural y lo epistemológico, lo que nos permite dilucidar nuevos enfoques pluriparadigmáticos y multimetódicos que en vez de excluir la reflexión histórica, crítica y epistemológica, la incluya para la conformación de nuevos patrones de regulación, normativización, educación, entre otros, que abonen a la verdadera soberanía agroalimentaria y en la constitución de un nuevo «sentido común». 305 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 306 CAP. VIII la nutrición, la medicina, la agronomía, entre otras, las cuales lideran en gran medida las políticas públicas que norman lo alimentario y nutricional. Sugiero que esto ocurre por la hegemonía del modelo positivista, configurado históricamente en los centros académicos (ibidem), basado en la parcelación del conocimiento que constituyen un «feudalismo académico» (Martínez 2013). En este sentido, las normativas y los estudios técnicos sobre lo alimentario están excesivamente parcelados en disciplinas técnicas, excluyendo a las ciencias sociales, en particular aquellas que parten de enfoques hermenéuticos y críticos. El reflejo de la hegemonía cultural en la cultura nutricional y el Estado El sistema de regulación y legislación venezolana, aunque con grandes avances en términos de protección y reconocimiento no solo en el acceso –seguridad alimentaria– sino la soberanía13, reproduce la lógica de las grandes transnacionales en algunas aristas esenciales. Es así que la Canasta Alimentaria Normativa incorpora alimentos ultraprocesados impulsados y producidos históricamente por las grandes transnacionales; es de resaltar que estos productos son altamente dañinos para la salud, vinculadas a las principales causas de muerte en el país y el mundo, las llamadas ECNT, así como la epidemia de obesidad y sobrepeso (Organización Panamericana de la Salud 2015; INN 2011). Esta normativa a su vez sirve de base para establecer regulaciones de precio en los mercados por parte de gobierno y constituyen precisamente los alimentos que más desea el venezolano. La raíz de tales parámetros está vinculada a un sistema agroalimentario dominado históricamente por pocos oligopolios que a su vez constituyen un conglomerado alineado actualmente a la ideología neoliberal, que siguen imponiendo, de manera oculta, sus lógicas, en tanto establecieron y perpetúan la hegemonía cultural, más allá de las intenciones explícitas del gobierno. Recomendaciones A partir de la comprensión de esta propuesta, y con el objeto de aprovechar la coyuntura para dar un «salto adelante» y profundizar en aspectos estructurales de liberación, se sugiere: 13 A mediados del siglo XX, después de la segunda Guerra Mundial, en los organismos internacionales se consolidaron políticas nucleadas en torno al concepto de seguridad alimentaria, considerando el acceso, dejándole el camino abierto a las grandes transnacionales para apropiarse de los sistemas agroalimentarios de la región; sin embargo, a partir de los años 90, en particular por la propuesta del movimiento Vía Campesina, se posiciona el concepto de soberanía, que incorpora el tema de la producción nacional y el cuidado ambiental, por lo que se cuestionan los oligopolios de las grandes corporaciones alimentarias. Este concepto está incorporado en la legislación venezolana. Javier Nouel CONDICIONES CULTURALES DE LA GUERRA NO CONVENCIONAL Y SU REFLEJO EN LA ALIMENTACIÓN VENEZOLANA En lo epistémico • Impulsar investigaciones desde un enfoque pluriparadigmático y transdisciplinario, cruzando inicialmente los enfoques epistémicos empírico-analítico, histórico hermenéutico y sociocrítico, partiendo del diálogo de saberes entre las ciencias sociales y humanas junto a la científico-técnica, incorporando los saberes populares desde la ciudadanía activa crítica14. Esto permitirá construir nuevos referentes académicos que logren liberarse de la excesiva influencia de los intereses de las transnacionales. En lo político-técnico • Evaluar y redefinir los parámetros para la construcción de políticas públicas relacionadas a la Canasta Alimentaria Normativa, las normas COVENIN, cuestionando los posibles conflictos de intereses que se constituyen en la relación con diversos actores públicos y sobre todo con las transnacionales. • Cruzar los parámetros cuantitativistas nutricionales provenientes de organizaciones internacionales como la FAO, la OMS, entre otros, basados en aspectos fisiológicos nutricionales reduccionistas (consumo de kilocalorías)15 con la nueva clasificación alimentaria avalada por la FAO y la OMS conocida como sistema NOVA que hace énfasis en el procesamiento de los alimentos y recomienda el consumo de alimentos no procesados o poco procesados (Organización Panamericana de la Salud 2015). En lo económico • Hacer énfasis en la construcción de sistemas agroalimentarios no centralizados, independientes de las empresas transnacionales y del Estado, anidados en el Poder Popular. • Impulsar la producción, transformación y distribución de alimentos no procesados y poco procesados para ir sustituyendo progresivamente el consumo excesivo de alimentos ultra procesados que está en correspondencia con los sistemas agroalimentarios dominados por oligopolios, la guerra alimentaria y la epidemia de ECNT. 14 15 En este sentido es de interés revisar la propuesta de ecología de saberes de de sousa (2008). Para profundizar en el cuestionamiento sobre las limitaciones en los parámetros de las organizaciones internacionales referente al monitoreo alimentario, así como la influencia de las grandes trasnacionales, revisar la obra del ex relator de la FAo, Jean Ziegler (2012). 307 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 308 CAP. VIII En lo educativo • Profundizar en el impulso de una nueva cultura alimentaria basada en alimentos no procesados y mínimamente procesados, a través de la educación popular, la publicidad y el mercadeo. • Profundizar en los nuevos programas nacionales de formación con un profundo eje sociocrítico cada vez más fortalecido, a la vez que con manejo técnico, logrando formar profesionales capaces de actuar e investigar desde enfoques pluriparadigmáticos16. BIBLIOGRAFÍA Bórquez R (2006) Pedagogía crítica. Editorial Trillas. México D.F., México. 200 pp. Cappelletti Á (1994). Positivismo y evolucionismo en Venezuela. Editorial Monte Ávila Latinoamericana. Caracas, Venezuela. 507 pp. Capra F (2009) La trama de la vida. Editorial Anagrama. Barcelona, España. 361 pp. Castro-Gómez S (2008). La hybris del punto cero. Ciencia, raza e ilustración en la Nueva Granada (1750-1816). Fundación Editorial El Perro la Rana. Caracas, Venezuela. 424 pp. De Sousa B (2008) La Universidad en el Siglo XXI. Centro Internacional Miranda & Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior. Caracas, Venezuela. 136 pp. De Sousa B (2010) Para Descolonizar occidente. Más allá del pensamiento abismal. http:// bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/coedicion/perspectivas/boaventura.pdf. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Buenos Aires, Argentina. 139 pp. Harvey D (2011) Breve historia del neoliberalismo. Ediciones Akal, S.A. Madrid, España. 252 pp. Holt-Giménez, E & R Patel (2010) Rebeliones alimentarias. Crisis y hambre de justicia. El Viejo Topo. Barcelona, España. 300 pp. Instituto Nacional de Nutrición (2011) Sobrepeso y obesidad en Venezuela (prevalencia y factores condicionantes). http://www.inn.gob.ve/pdf/libros/sobrepeso.pdf. Fondo Editorial Gente de Maíz. Caracas, Venezuela. 148 pp. Instituto Nacional de Nutrición (2015) Perfil Nutricional Venezuela 2013-2014. www.inn. gob.ve/innw/wp-content/.../Perfil-Alimentario-y-Nutricional-2013-2014.pdf. Fondo Editorial Gente de Maíz. Caracas, Venezuela. 50 pp. 16 En 2009 se crea la Misión Alma Mater, desde donde se integran y surgen los programas nacionales de formación, que constituyen estudios universitarios que emergen del paradigma sociocrítico, basados en el diálogo de saberes, el eje de proyecto como base de integración de conocimientos de las diversas disciplinas y áreas, así como de la integración de la academia con la comunidad. Parte de lo acá expuesto, ha surgido de la reflexión colectiva en diversos escenarios como charlas, talleres, conferencias, mesas de trabajo, en la que tienen voz tanto los profesionales de las áreas técnicas, así como de las ciencias sociales y las humanidades, incorporando a su vez, a los saberes populares. de esta sinergia novedosa, comienzan a surgir propuestas esclarecedoras, que tienen como fin, mejorar las condiciones de vida del venezolano y la venezolana, en el marco del desarrollo local, con una mirada regional, latinoamericanista y global. Javier Nouel CONDICIONES CULTURALES DE LA GUERRA NO CONVENCIONAL Y SU REFLEJO EN LA ALIMENTACIÓN VENEZOLANA Lander E (2000) Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos. En: Lander E (Ed.) (2000). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Ediciones FACES/ UCV & IESALC. Buenos Aires, Argentina. Pp. 11-58. Martínez M (2013) Nuevos paradigmas en la investigación. Editorial Alfa. Caracas, Venezuela. 207 pp. Martínez M (s. f) La investigación-acción en el aula. prof.usb.ve/miguelm/investaccionaula. html. (Consultado el 14-VI-2016). Morin E (2007) Introducción al pensamiento complejo. Editorial Gedisa. Barcelona, España. 167 pp. Morrow R & C Torres (2002) Las teorías de la reproducción social y cultural. Editorial Popular. Madrid, España. 331 pp. Organización Panamericana de la Salud (2015) Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias, efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas. http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000000718cnt-2015-11_obesidad_OMS.pdf Organización Panamericana de la Salud. Washintong D.C., Estados Unidos. 61 pp. Ziegler J (2012) Destrucción masiva. Geopolítica del hambre. Ediciones Península. Barcelona, España. 333 pp. 309 CAP. VIII 311 Reconfiguración de políticas agrarias desde la soberanía alimentaria: Impacto del financiamiento público en la producción agrícola en Venezuela 2003-2014 John dávila* y Carla Chacón** Las transformaciones políticas vividas en Venezuela durante las últimas décadas han generado un nutritivo espacio de debate y reflexión sobre diversos aspectos considerados fundamentales para comprender la compleja interrelación entre el Estado y la sociedad. Nuestro interés se centra en contribuir a la discusión en torno a la concepción de soberanía alimentaria (incluida en la normativa desde la reforma constitucional de 1999 y posteriormente como Ley Orgánica en 2008), y las formas como ha propiciado transformaciones en la formulación y ejecución de políticas públicas en el sector agroalimentario. En este sentido, avanzamos en la consideración del financiamiento público y su relación con el sector agroproductivo, prestando particular atención al apoyo otorgado a pequeños productores, en tanto se advierte que el financiamiento adquiere una nueva dimensión desde la visión de soberanía alimentaria, que va más allá de lo que tradicionalmente se reconoció como una herramienta del Estado para intervenir en la actividad agrícola aportando el capital necesario para una actividad productiva (Bonilla 2011). Nos cuestionamos entonces las características de las políticas aplicadas al sector agroproductivo, específicamente en qué medida las políticas aplicadas responden a la concepción de soberanía alimentaria y cuáles han sido sus resultados; dando cabida además al reconocimiento de tensiones entre categorías como Estado-sociedad, local-global, rural-urbano, entre otras que tradicionalmente han sido utilizadas para comprender los ámbitos de acción ciudadana y gubernamental. Para esto iniciaremos con un breve recuento histórico del papel del financiamiento público y las políticas aplicadas al sector agroproductivo, con la finalidad de resaltar las diferentes estrategias y perspectivas aplicadas en nuestro país durante el siglo XX y los resultados obtenidos. Posteriormente pasaremos a revisar * Área de Agricultura y soberanía Alimentaria de la Fundación instituto de Estudios Avanzados. Correo-e: cchacon@idea.gob.ve ** Área de Agricultura y soberanía Alimentaria de la Fundación instituto de Estudios Avanzados. Correo-e: jdavila@idea.gob.ve 312 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II las principales estrategias de financiamiento público para el sector agrícola en el periodo seleccionado, así como el comportamiento de la producción, intentando dar cuenta de la relación entre estos; para finalmente plantear algunos aspectos que consideramos deben ser tomados en cuenta para posteriores análisis, cuestionando incluso las herramientas con las que contamos para realizar dichos análisis. Agricultura y financiamiento público en Venezuela El sector agrario es considerado estratégico por la mayoría de los Estados nacionales, dado el compromiso de satisfacer las necesidades alimenticias de su población. De esta manera, la configuración de la seguridad y soberanía alimentaria ha formado parte de las agendas estatales a lo largo de la historia, variando como es de esperarse, en cada momento histórico. En el caso venezolano, la intervención estatal a través del financiamiento y promoción de la actividad agrícola ha estado presente a lo largo de su historia reciente. A mediados del siglo XX, en consonancia con las propuestas de «crecimiento hacia adentro» realizadas por la CEPAL, el Estado venezolano crea la Corporación Venezolana de Fomento (1946), cuyo objetivo era el desarrollo agroindustrial, a través de planes de producción por rubros que ofrecían financiamientos y subsidios a la producción y al consumo de determinados productos agrícolas. A principios de la década de los sesenta se evidenció un crecimiento del sector agrícola en el país, gracias al programa de reforma rural, que redistribuyó tierras a 150 000 familias y propició la creación de múltiples entidades de financiamiento al sector, lo que permitió mantener un crecimiento sostenido en la producción agrícola (Añez 2009). Durante la década de los setenta se aplicaron diversas políticas de financiamiento, apoyadas en los ingresos petroleros, con la intención de satisfacer las necesidades de los productores. Sin embargo, el establecimiento de tasas de interés preferencial, aunado a las condiciones del entorno económico y político, ocasionó alteraciones en el uso final de los créditos otorgados, encontrándose evidencias de desvío de los recursos hacia plazos fijos, inversiones en otros sectores económicos, así como adquisición de divisas o de propiedades en el exterior. En síntesis, los recursos otorgados probablemente no incidieron totalmente en la producción (Abadí 2002; Fuentes & Anido 2007). La crisis generada por la deuda externa en los países latinoamericanos, a mediados de la década de los ochenta y otros factores relacionados con la transformación del mercado internacional de alimentos, dan paso a discusiones sobre la necesidad de la transformación de las políticas agrarias en la región desde una lógica neoliberal. La creación del Programa Integral de Transformación Agrícola (PITSA - Banco Mundial) en 1991, anunciaba la eliminación de un gran número de entidades financieras con la finalidad de crear una oficina centralizada en el más alto nivel ministerial para coordinar la ejecución y seguimiento de los créditos John Dávila y Carla Chacón RECONFIGURACIÓN DE POLÍTICAS AGRARIAS DESDE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA: IMPACTO DEL FINANCIAMIENTO PÚBLICO EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN VENEZUELA 2003-2014 externos concedidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que por ejemplo otorgaron 300 millones de dólares, cada uno, para la inversión en el sector agrícola (Llambi 1998). La Ronda de Uruguay de 1994, impone definitivamente la apertura de los mercados de los países en desarrollo, en condiciones desiguales en relación con los países desarrollados (Parker 2008). El resultado en Venezuela fue la reducción del apoyo estatal al sector productivo que alcanzaría un 13 %. En este contexto, el comportamiento de la producción agrícola se muestra irregular a lo largo del siglo XX, mostrando una fuerte vinculación con la inversión estatal, determinada generalmente por las variaciones en el ingreso petrolero; asimismo, el financiamiento otorgado a productores parece haber tenido un efecto positivo en la producción durante este periodo. Las estadísticas de rendimiento de los cereales más importantes registraron incrementos significativos, pueden ser atribuibles no solo al uso de tecnologías, sino también al crédito otorgado por la banca comercial (Fuentes & Anido 2007). Sin embargo, estudios realizados por investigadores del Centro de Investigaciones Agroalimentarias de la Universidad de Los Andes (CIAAL-ULA), han demostrado que el impacto del crédito en la producción del sector agrícola entre 1970 y 1997 fue débil o de poca significación. En este sentido Fuentes & Anido (2007) concluyen: En síntesis debe señalarse que, cualquiera fuera el método de estimación utilizado, los resultados obtenidos permiten señalar de manera suficientemente clara la existencia de un débil efecto multiplicador del crédito agrícola otorgado por las instituciones públicas de financiamiento de Venezuela sobre la producción del sector agrícola (ya considerado de manera agregada o discriminadamente por subsectores), durante el lapso 1970-1997… De manera que las evidencias empíricas dan cuenta de una relación inversamente proporcional (y en general, inelástica) entre las variables crédito agrícola público y producción agrícola (Fuentes & Anido 2007: 42). Estos resultados contradicen lo esperado por los investigadores, a saber, que el incremento del financiamiento derivaría en una mayor producción agrícola; ante lo cual señalan la posible influencia del surgimiento de nuevas figuras de financiamiento, la creación de cajas regionales que promueven el autofinanciamiento, el desvío de los recursos para aprovechar las tasas preferenciales de interés en otros sectores de la economía, entre otras (Fuentes & Anido 2007). Dada la vulnerabilidad del sector agroproductivo, la reforma constitucional de 1999 liderada por el entonces presidente Hugo Chávez, establece una mayor relevancia para la producción agrícola nacional a través de su establecimiento como asunto prioritario para el desarrollo nacional, a partir de una visión de desarrollo 313 CAP. VIII 314 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II integral del sector rural. Esta normativa central es instrumentada por un conjunto de leyes que abarcan desde la redistribución de tierras hasta la creación de distintas formas de financiamiento a productores. Esta relevancia puede apreciarse claramente en el artículo 305 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (CRBV), así como en el preámbulo de la ley de Atención al Sector Agrícola, que se citan a continuación: […] La producción de alimentos es de interés nacional y fundamental para el desarrollo económico y social de la Nación. A tales fines, el Estado dictará las medidas de orden financiero, comercial, transferencia tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura, capacitación de mano de obra y otras que fueran necesarias para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento […] (CRBV artículo 305). El financiamiento oportuno y en las mejores condiciones tanto por parte de la banca pública y de la banca privada es una de las más importantes políticas necesarias a los fines de garantizar la seguridad y soberanía alimentaria (Ley de Atención al Sector Agrícola 2011). De esta forma, los recursos destinados a la producción agrícola y el medio rural se multiplicaron, llegando a alcanzar niveles varias veces superiores a los de cualquier período de gobierno anterior, utilizando además de recursos presupuestarios ordinarios, los provenientes directamente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), canalizados a través de diversas figuras como las misiones. Particularmente, posterior a la crisis sociopolítica de 2002, se inicia un periodo de recuperación para el sector agrícola que incluyó entre otras medidas, el incremento significativo de las fuentes de financiamiento a pequeños productores, acompañado de un conjunto de políticas complementarias orientadas al desarrollo rural, que se revisarán a continuación, con la finalidad de identificar la relación entre el financiamiento otorgado y el comportamiento de la producción agrícola. Financiamiento público al sector agrícola 2003-2014 Durante este periodo existió un significativo incremento en la inversión pública para el sector agrícola, ejecutado a través de fondos especiales para programas sociales y económico, generalmente financiados por PDVSA y créditos adicionales aprobados por la Presidencia de la República, lo que hace aún más complejo el estudio de los mismos (Hernández 2009). Entre las instancias que tuvieron incidencia directa en el sector agroalimentario con financiamiento no contemplado en el presupuesto nacional están: el Fondo de Desarrollo Agrario Socialista (Fondas) (anteriormente Fondafa); el Banco Agrícola John Dávila y Carla Chacón RECONFIGURACIÓN DE POLÍTICAS AGRARIAS DESDE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA: IMPACTO DEL FINANCIAMIENTO PÚBLICO EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN VENEZUELA 2003-2014 de Venezuela (BAV); el surgimiento del financiamiento comunal del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras (MPPAT), a través de la Misión Zamora; el Fondo Conjunto China-Venezuela; el Programa Especial Café 2008; el Fondo de Desarrollo Microfinanciero (Fondemi); bancos comunales, entre otros (Quintero et al. 2010). La diversidad de instituciones y la dificultad para el acceso a la información oficial impiden la totalización de la inversión realizada. Sin embargo, queda claro que los mayores entes de financiamiento son Fondas y el BAV, a través de los cuales se canalizó gran parte de los créditos otorgados para la producción. Por tal motivo, se tomarán los montos destinados para el financiamiento a productores de estas instituciones adscritas al MPPAT para realizar un breve análisis del comportamiento del financiamiento público para el sector agrícola. El Fondas fue creado el 1 de febrero de 2008, con la finalidad de ordenar el financiamiento en el contexto del modelo socialista agrario, encargándose de proveer los recursos financieros, la capacitación técnica y apoyo al productor durante el proceso de siembra, producción y comercialización, a fin de alcanzar la seguridad y soberanía alimentaria en el país; abarcando actividades conexas, tales como transporte, almacenamiento, transformación, intercambio, distribución y cualquier otro servicio afín, con el objeto de fomentar el desarrollo de una agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral y socialista; apoyando propuestas que presentan los consejos comunales, consejos campesinos, consejos de pescadores y pescadoras, pueblos y comunidades indígenas y cualquier otra forma de organización y participación comunitaria, cuya actividad principal se encuentre relacionada con el desarrollo agrario (MPPAT 2008). Es importante señalar que el Fondas continúa la labor que venía desempeñando el Fondo de Desarrollo Agropecuario, Pesquero, Forestal y Afines (Fondafa) desde 1999, otorgando recursos mediante el establecimiento de líneas de crédito a entidades financieras públicas y privadas y cofinanciamiento con las instituciones de desarrollo regionales. Por lo que desde el año 2003 hasta el 2008 se tomará en consideración la ejecución de financiamientos de Fondafa. Otra de las principales instituciones de financiamiento público para el sector agrícola es el Banco Agrícola de Venezuela (BAV). Creado en noviembre de 2005 para encargarse de las operaciones inherentes a un banco universal y realizar operaciones de financiamiento que sustenten el desarrollo agrícola nacional, estadal y municipal para satisfacer los requerimientos de los sub-sectores agrícolas vegetal, animal, pesquero, forestal y acuícola; así como operaciones de financiamiento para el transporte, almacenamiento, comercialización de productos alimenticios y cualquier otro servicio conexo a la actividad agrícola (MPPAT 2005, 2006). El BAV tiene entre sus políticas prestar asesoría técnica a las comunidades, en relación con la producción agrícola, agroindustrial, pecuaria, forestal y acuícola; promover la organización y el desarrollo de las capacidades para la autogestión en 315 CAP. VIII 316 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II las comunidades rurales; participar en los planes y proyectos para el fortalecimiento de la infraestructura agrícola en los estados, conjuntamente con las alcaldías y gobernaciones, al coordinar la asistencia financiera de una manera oportuna a los pequeños y medianos productores agrícolas; y otorgar financiamiento a los planes de producción diseñados por organizaciones socio-productivas (cooperativas) (MPPAT 2006). Al analizar el comportamiento del financiamiento de estas instituciones entre 2003 y 2014, es posible confirmar que a partir de 2003, tal como se aprecia en la Figura 1, existe un incremento considerable del financiamiento al pasar de 254 millones de Bs a 2689 millones de Bs en 2014. Es importante señalar además el repunte observado durante 2011, cuando el financiamiento alcanza los 6 mil millones de Bs que responde al inicio de la Gran Misión AgroVenezuela; sin embargo, luego disminuye la inversión para ajustarse de alguna manera al comportamiento de los años anteriores. Figura 1 Financiamiento a productores 2003-2014 Fondafa, Fondas y BAV Fuente: Cálculos propios a partir de información extraída de los informes de Memorias y Cuentas del MPPAt, 2003-2014. Asimismo, se puede agregar que la distribución del financiamiento otorgado por subsector agrícola demuestra que el financiamiento al sector vegetal llega a representar el 82 % de los créditos otorgados en 2012 y encuentra su punto más bajo en 2009 con el 59 % de la cartera total otorgada (MPPAT 2009-2014). De esta forma se evidencia el importante apoyo que tuvo la producción agrícola durante este periodo, por lo menos desde el aspecto de financiamiento a pequeños productores, en concordancia con el enfoque de las políticas aplicadas desde 1999, que por razones de tiempo no se profundizan en este trabajo. Estas acciones se orientan al favorecimiento de las condiciones para la producción a pequeña y mediana escala, buscando garantizar las condiciones mínimas para la producción campesina, que fue acompañada con mejoras de la infraes- John Dávila y Carla Chacón RECONFIGURACIÓN DE POLÍTICAS AGRARIAS DESDE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA: IMPACTO DEL FINANCIAMIENTO PÚBLICO EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN VENEZUELA 2003-2014 tructura rural, regularización y rescate de tierra para el uso agrícola, capacitación y asistencia técnica, entre otras acciones específicas llevadas a cabo por distintas instancias adscritas al MPPAT y otras instancias competentes. Es de esperarse por lo tanto que estas acciones tengan una relación directa con el comportamiento de la producción agrícola, que pasaremos a analizar a continuación. Comportamiento de la producción agrícola y su relación con el financiamiento Partiendo del análisis del comportamiento del sector agrícola en la economía nacional realizado por Gutiérrez (2014), se puede afirmar que la Tasa Media de Crecimiento (TMC) del Producto Interno Bruto per Cápita (PIBAPC) para el periodo1998-2012 fue de 0,1 %, y para el Valor Bruto de la Producción Agrícola per Cápita (VBPAPC) apenas fue de 0,2 %, con crecimientos de 0,3 % para el subsector vegetal; de 0,6 % para el subsector animal y de -2,9 % para el subsector pesquero (p. 14). Este comportamiento da cuenta de un bajo crecimiento del sector agrícola nacional a pesar de las políticas aplicadas, que incluyeron fuertes financiamientos, dotación de maquinarias, el suministro de insumos, entre otros aspectos ya señalados. En cuanto al comportamiento del Valor Bruto de Producción Agrícola (VBPA), para el periodo estudiado (2003-2014), se puede apreciar en la Figura 2 que se obtuvo un crecimiento sostenido desde 2003 hasta 2011, cuando se aplica la Gran Misión AgroVenezuela, que incluyó una gran cantidad de recursos al sector como ya analizáramos en el punto anterior. Posterior al 2011 se evidencia una caída en la producción agrícola hasta 2014, que representa una disminución cercana al 17 % en relación con la producción de 2011; lo que resulta llamativo si se considera que en 2014 la inversión se redujo en un 56 % en relación con 2011. Figura 2 Valor Bruto de Producción Agrícola 2003-2014 (miles de Bs a precios de 1997) Fuente: Cálculos propios a partir de información extraída de los informes de Memorias y Cuentas del MPPAt, 2003-2014. 317 CAP. VIII 318 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Una vez descrito el comportamiento del financiamiento público al sector agrícola y el comportamiento de la producción en el periodo seleccionado, es posible establecer relaciones preliminares entre ambas. En primer lugar se puede apreciar que existe una relación positiva que podríamos denominar débil, al analizar la correlación estadística entre las variables (Coeficiente de Correlación de Pearson). Las evidencias empíricas dan cuenta así de una relación directamente proporcional entre las variables crédito agrícola público y producción agrícola, cambiando la tendencia descrita por Fuentes & Anido (2007) para el periodo 1970-1997. Sin embargo, también se puede apreciar que el comportamiento de la producción agrícola no se ve afectado de manera importante por la inestabilidad del Financiamiento Público (Figura 3), lo que de alguna manera confirma el alto error de los análisis estadísticos realizados, y que existen otros aspectos que deben ser considerados para el análisis del impacto de políticas como la abordada en esta oportunidad. Figura 3 Comportamiento del Valor Bruto de Producción Agrícola y el Financiamiento Público (Miles de Bs 1997) Fuente: Cálculos propios a partir de información extraída de informes de Memorias y Cuentas del MPPAt, 2003-2014. Estos resultados nos permiten afirmar que a través de las políticas aplicadas para el financiamiento a productores en el periodo estudiado, materializadas a través de la gestión de instituciones como Fondafa, Fondas y BAV, se obtuvieron buenos resultados en cuanto al comportamiento de la producción agrícola, lo que indica que un enfoque que privilegia el financiamiento al pequeño productor, podría tener una influencia positiva en el sector agroproductivo. Sin embargo, es preciso prestar atención a otros factores que influyen en este comportamiento, sobre los cuales se han tan solo asomado algunas pistas, en vista de la necesidad de profundizar en John Dávila y Carla Chacón RECONFIGURACIÓN DE POLÍTICAS AGRARIAS DESDE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA: IMPACTO DEL FINANCIAMIENTO PÚBLICO EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN VENEZUELA 2003-2014 el análisis desde una perspectiva integral, como la de soberanía alimentaria, que permita responder a la necesidad de consolidar un sector productivo, que logre desprenderse de la influencia del financiamiento gubernamental. A modo de conclusión Para concluir este breve análisis, se puede resaltar, en primer lugar, que según los datos utilizados para realizar el análisis presentado, a partir de 2003 hay un cambio en la tendencia que presenta la relación entre el financiamiento y la producción agrícola, considerando el estudio realizado por Fuentes & Anido (2007), el cual puede ser entendido además como una consecuencia de la transformación de las políticas aplicadas, tanto en términos de los montos otorgados como en las características de esta inversión; la creación de instituciones como Fondafa, Fondas y BAV, cuyas acciones dan prioridad a pequeños productores, desde una perspectiva que se ocupa de aspectos que van más allá del otorgamiento del capital solicitado, se corresponde con una visión distinta de la actividad agrícola y permite solucionar aspectos que afectan al pequeño productor, como condiciones generales de vida del sector campesino, consolidación nuevas redes de distribución, entre otras. En este sentido, es necesario mencionar nuevamente que en el periodo estudiado existieron múltiples formas de financiamiento al pequeño productor y a distintos tipos de organizaciones que contemplaban procesos productivos, que no pueden ser claramente identificados en los registros disponibles, lo que impide por una parte ver la magnitud de la estrategia implementada por el Estado, al tiempo que presenta la necesidad de contemplar aspectos como la creación de bancos comunales, bancos de segundo piso y fondos regionales, como instancias que facilitaron el acceso a recursos destinados a la actividad agroproductiva (Fuentes & Anido 2007; Bonilla 2011). Sobre este aspecto es deber reflexionar en estos dos aspectos: • Es necesaria la sistematización de los financiamientos otorgados a nuevas instancias de financiamiento, con el propósito de analizar los posibles impactos generados por estas políticas; asumiendo una perspectiva que más allá de los montos asignados por rubro y su posible relación con el comportamiento de la producción, de pistas para identificar procesos de construcción de soberanía alimentaria que parecen competir desde múltiples ámbitos de acción (Schiavoni 2015). • Asimismo, el surgimiento de estas nuevas instancias dan cuenta de una transformación institucional, bajo la premisa de multiplicar los espacios de encuentro con pequeños productores, cada vez más lejos de los criterios crediticios de la banca privada. El estudio de estas figuras, sus interrelaciones, dependencias y autonomías, serán determinantes para comprender el impacto real del fi- 319 CAP. VIII 320 CAP. VIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II nanciamiento público en el sector agrícola desde la perspectiva de soberanía alimentaria. El financiamiento debe ser entendido entonces como una estrategia que contribuye a dinamizar la actividad productiva, al tiempo que propicia y fortalece nuevos modos de producción comunitaria de alimentos, actuando además como detonante para la organización social. Dejando así el reto de generar herramientas analíticas que den cuenta de estos procesos en términos de evaluación de políticas públicas desde la perspectiva de soberanía alimentaria, desde un enfoque multidisciplinario que esté acorde con los criterios desde los cuales se formula y se ejecutan políticas participativas, pero que reconozca al mismo tiempo la necesidad de sistematizar los resultados de las estrategias tomadas. BIBLIOGRAFÍA Abadí J (2002) Financiamiento y Seguro Agrícola. En: Machado C (Ed.) 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Finalmente, se argumenta a favor de la utilización de la economía participatoria como método de inserción y cohesión social en una planificación económica en un mundo de relaciones sociales cada vez más complejas. Productividad y el paradigma tecno-económico ¿es el desarrollo utópico? El mundo contemporáneo es reflejo de los avances y límites de los desarrollos científicos, tecnológicos e innovaciones. El paradigma tecno-económico (Pérez 2004) se fundamenta en esos desarrollos, para descifrar y orientar la direccionalidad del sistema económico actual. Esta teoría tiene influencias del estructuralismo cepalino y teorías neo-schumpeterianas. Por otra parte, el modelo cepalino de importación por sustitución de importaciones marcó ciertos avances en la industrialización y expansión del mercado de la región. Igualmente, fue una teoría original de inserción de América Latina en la economía mundial. No obstante, el modelo, a partir de los años ochenta, fue insostenible en el tiempo dado la rigidez de las economías de la región con respecto a los * Fundación Escuela Venezolana de Planificación. Correo-e: adbb75@gmail.com PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 324 CAP. IX cambios de paradigma tecnológicos (Drechsler et al. 2011). Seguidamente, el modelo neoliberal implementado paulatinamente en los setenta en Chile, esparciéndose durante los ochenta en la región, llevó a los países latinoamericanos implementar cambios institucionales y ajustes estructurales, acelerando el cambio político-institucional. Las políticas del modelo neoliberal hizo posible «la destrucción creativa schumpeteriana» destruyendo viejas prácticas político-institucionales y en la organización de las empresas, sin embargo, no originó una construcción alternativa en términos de crecimiento económico e igualdad, alternativa que pudiera estar en una nueva forma de organización, adaptabilidad y creaciones en el campo tanto político como económico a través de la ciencia, tecnología e innovación1. Por lo tanto, el reto recae en la necesidad de aprendizaje y experimentación para definir las políticas públicas en un nuevo modelo de desarrollo2 . El desarrollo no implica solamente incrementos cuantitativos, sino además transformaciones cualitativas. El sistema económico ha generado mayor inequidad 3 en un sistema mundial o globalizado y altamente jerarquizado. Igualmente, 1 2 3 de acuerdo con la teoría de los paradigmas tecnológicos, existieron en el mundo moderno 5 revoluciones tecnológicas, la última es la informática y las telecomunicaciones, que marcaron la creación de nuevos paradigmas. según esta teoría nos aproximamos a una nueva revolución tecnológica posiblemente impulsada por la nanotecnología, biotecnología y el hidrógeno, esta última como fuente de energía. Para un estudio detallado de las revoluciones tecnológicas y sus paradigmas tecno-económicos (ver Pérez 2004). La teoría del paradigma tecno-económico plantea el estancamiento de la economía mundial desde finales de los sesenta de origen tecno-económico, esto es, el paradigma de producción intensiva en masa y el modelo energético. La solución radicaría en el marco socioinstitucional de los países. Las contribuciones más resaltantes de esta teoría se podrían resumir de la siguiente manera: ∙ El capital financiero juega un papel de palanca del desarrollo y la innovación. ∙ Existe una relación entre innovación y desarrollo en los diferentes niveles analíticos (macro, micro) y normativos. ∙ La importancia particular de las políticas orientadas al desarrollo en tiempos de cambios radicales y de crisis. ∙ La relevancia del progreso técnico en el desarrollo y la preeminencia de factores no económicos. ∙ La naturaleza sistémica y del contexto especifico de los procesos de conocimiento e innovación. ∙ El carácter dual y asimétrico del desarrollo y del aprendizaje. (del Bufalo 1996) Para un estudio detallado el aumento de la inequidad específicamente a partir de la década de los sesenta en los países desarrollados particularmente (ver Piketty 2014). El autor concluye […] The principal destabilizing force has to do with the fact that private rate of return on capital, r, can be significantly higher for long periods of time than the rate of growth of income and output, g. The inequality r >g implies that wealth accomulated in the past grows more rapidly than ouput and wages. The inequality expresses a fundamental logical contradiction. The entrepreneur inevitable tends to become a rentier, more and more dominant over those who own nothing but their labor. Once constituted, capital reproduces itself faster than output increases. The past devours the future […] Alejandro Del Bufalo DESARROLLO INCLUSIVO Y PLANIFICADO 325 CAP. IX el desarrollo no puede ser visto como etapas necesarias para alcanzar e imitar a los países industrializados, cuyo proceso tecno-económico está en constante movimiento con cambios en la direccionalidad, de aproximadamente cada 50 años. No obstante, estos cambios tecnológicos son imprescindibles para mejorar la productividad y de adaptación a las relaciones de poder internacionales en un sistema de cambios y variaciones permanentes. Los deterioros de los términos de intercambio están enraizados en la productividad y por ende en el desarrollo tecnológico. Igualmente, el capital inicial es necesario para crear nuevos capitales, así como de la necesidad de conocimientos previos, ambos necesarios para la acumulación y el desarrollo. Además, las resistencias al cambio socio institucionales dificultan la adquisición y proliferación de nuevos conocimientos. Finalmente, la teoría del paradigma refuerza la necesidad de una activa participación del sistema financiero para apalancar la creación de innovaciones, mayor producción, y por ende las políticas de desarrollo, tomando como base la idea schumpeteriana de que los bancos deben ser convencidos por los emprendedores para que les otorguen créditos para financiar las innovaciones. La teoría del paradigma tecno-económico, sin embargo, afirma que en los últimas tres décadas el sistema financiero no ha invertido significativamente en innovaciones, recursos humanos en Investigación y Desarrollo I & D a largo plazo. Además, hace énfasis en la necesidad de intervención del Estado, a través de políticas públicas, para el desarrollo científico, tecnológico y de las innovaciones. No obstante, el fenómeno de la pobreza no es superada por los niveles de tecnología, productividad, destrezas técnicas ni la educación. Las políticas económicas y sociales dirigidas a la educación, salud y vivienda son objetivos tradicionales insuficientes. La pobreza en América Latina está fundamentada en la naturaleza de las relaciones sociales que han obstruido la formación en la región de sociedades modernas. La pobreza como problema El problema de la pobreza4 comenzó a estar presente a inicios del siglo XX, en la esfera política de los gobiernos en el ámbito mundial, época en la que se empezó a discutir el desarrollo en la esfera pública. El discurso de Harry Truman ante el Congreso de los EE. UU. en 1949 se refirió a los problemas económicos de los países no industrializados como áreas de subdesarrollo (Escobar 2007). Por lo tanto, se puede afirmar que el desarrollo como problema ha estado ligado al tema 4 En este ensayo se comprende la pobreza en terminos económicos, sin embargo, es un término que abarca más allá de la remuneración salarial, existen indicadores más compresivos de la pobreza, como el índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 326 CAP. IX de la pobreza desde sus inicios, su no cumplimiento cuestiona la propia viabilidad de la civilización occidental5. En realidad, son la pobreza y el desarrollo las vertientes de un mismo problema que no se ha podido solucionar, esto es, erradicar la pobreza donde se encuentre, hasta en los países industrializados, donde el problema de la pobreza fue abandonado desde hace unas décadas, dados los límites del Estado de Bienestar y las políticas anti cíclicas6. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) promovió la industrialización por sustitución de importaciones en América Latina, mediante la protección de los mercados internos (aranceles elevados) y la participación directa del Estado para apalancar este proceso. En los países desarrollados, igualmente, se favoreció la intervención del Estado en la economía, con políticas económicas y sociales fundamentalmente a través de la política monetaria y fiscal para crear modificaciones de las estructuras de sus economías para poder lograr sus objetivos planteados, esto es el incremento de los salarios reales y el pleno empleo. Las políticas a favor del pleno empleo e incremento de los salarios reales comenzaron a emplearse a partir de la crisis económica en los Estados Unidos desde los años treinta, con la creación del Estado de Bienestar y las políticas implementadas conocidas como síntesis neoclásica keynesiana y perdió vigencia en el poder establecido tanto académico como político en los años setenta con la caída del crecimiento y el aumento del desempleo. El auge de la teoría neoclásica monetarista (políticamente denominada neoliberal) a partir de los años ochenta suplanta las teorías keynesianas y estructuralistas. El neoliberalismo argumentará que el desarrollismo (como es también conocido el estructuralismo) generó en las economías estrechez del mercado, escases de capital, rigidez de las importaciones y estancamiento económico. Los neoclásicos monetaristas argumentaran sobre la imposibilidad del mercado de alcanzar el pleno empleo definiendo el fenómeno como tasa natural de desempleo. Por lo tanto, para los neoclásicos la pobreza no es un objetivo de la política económica sino de la política social e institucional 5 6 Existen dos vertientes por donde se ha querido encontrar las causas de la pobreza: 1. El trabajador no tiene las destreza necesarias para conseguir un trabajo productivo dentro del sistema, por ende necesita de mayor educación. 2. La necesidad de la sociedad de incrementar sus ingresos para poder incrementar los niveles de educación de los trabajadores, por lo tanto, el incremento de la productividad social dependen una mayor educación esto es, capital humano y, de ciencia y tecnología, es decir, de medios de producción y capital, en pro del crecimiento. económico. Esta última es la visión planteada por la ortodoxia economicista y el paradigma tecno-económico sobre un problema más complejo. (del Bufalo1996) El problema de la pobreza, en América Latina, ha sido caracterizado como de orden estructural, desde la colonización, la región comenzó hacer parte integral del orden mercantil de las metrópolis, sin embargo con caracteristicas particulares, esto es, un mercado externo competitivo –en algunos productos básicos– aunque dependiente fuertemente de la metrópolis y de un mercado interno débil, con caracteristicas serviles y poco integrado, es decir, una participación periférica en el sistema. Las tesis cepalinas estructuralistas demarcaron estas estructuras argumentando a favor de la creación de un mercado interno más extendido. Alejandro Del Bufalo DESARROLLO INCLUSIVO Y PLANIFICADO 327 CAP. IX que deben eliminar las rigideces que están condicionadas por mecanismos fuera del mercado, dado la intervención del Estado que distorsión a los mecanismos del mercado. Para los monetaristas es necesaria una política económica que destrabe el mercado quien debería funcionar sin restricciones. El neoliberalismo retoma la noción liberal del mercado como mejor mecanismo para generar riqueza. Por lo tanto, se da un giro desde el pleno empleo (keynesiano-estructuralista) a la aceptación de un desempleo crónico del sistema o tasa natural de desempleo, sin embargo, con la posibilidad de pleno uso de los factores (monetarismo). La importancia del monetarismo radica en la comprensión de la necesidad de una economía productiva para eliminar el subdesarrollo, sin embargo, con políticas económicas no satisfactorias. (Del Bufalo 1995). Las políticas de corte keynesianas y estructuralistas fueron utilizadas para diseñar políticas dirigidas alcanzar la satisfacción de las necesidades de la población, es decir, eliminar la pobreza y proveer de asistencia a la población (Estado de Bienestar). Estas políticas, no alcanzaron lograr sus objetivos de pleno empleo y aumento del poder adquisitivo de los sectores menos favorecidos, aún más resultaron ser costosas e ineficientes. En América Latina el colapso se manifestó con la crisis de la deuda externa de 1982 en México y se expande por toda la región7. Las decisiones en la teoría neoclásicas de qué, cómo, cuándo y cuánto producir están estructurados en relaciones despóticas, en su organización y propiedades de las empresas (microdespotismos). Por lo tanto, un despotismo económico, propiciando la exclusión para gran parte de la población, generando más pobreza. Desde el punto de vista teórico no se diferencia de las teorías keynesianas y estructuralista en lo referente a la necesidad de incrementar el mercado, donde la pobreza no se reduce debido a la rigidez de los mercados. La originalidad de esta teoría radica es su concepto de «tasa natural de desempleo» y su énfasis en la política monetaria, esto es su «inflation targeting». Para todas las teorías económicas, la pobreza radica en la insatisfacción de las necesidades básicas, es decir, es un problema de empleo y poder adquisitivo. Acá radican todas las propuestas de las teorías económicas sobre el problema de la pobreza. ¿Debe intervenir el Estado en la economía? La planificación normativa (planificación centralizada) y su opuesto las teorías neoclásicas monetaristas (mercado sin planificación) han sido superadas en la práctica e históricamente, superadas por sus propios límites en la 7 El neoliberalismo considera que existen dos tipos de pobreza: a) Pobreza endógena al sistema: causada por la intervención del Estado como regulador del mercado; y b) pobreza exógena al sistema: causada por la poca extensión del mercado interno. (del Bufalo1996) PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 328 CAP. IX erradicación de la pobreza, tanto en los países industrializados como lo países en vías de desarrollo8. Las políticas económicas fueron enmarcadas dentro de los objetivos sociales con cierta racionalidad, por ejemplo, incrementar la productividad y el empleo con políticas cambiarias para reducir la inflación, controles de precios para preservar el valor del ingreso y protegerse de shocks externos, y políticas de subsidios para la protección de las empresas nacientes. Al retirarse la racionalidad económica a las políticas sociales con el objetivo de dividendos políticos coyunturales, conllevan a la profundización de los problemas económicos y sociales degenerando en crisis, situación común en el caso latinoamericano. El control de la política monetaria 8 El Estado nacional moderno ha mantenido su forma desde los inicios del siglo XViii, esto es, un Estado liberal opuesto al Estado absolutista, que empezaron a surgir a partir de la revolución inglesa del siglo XVii. sin embargo, fueron más profundas y tuvieron mayor influencia la revolución en los Estados Unidos y Francia a finales del siglo XViii. El Estado liberal se fundamenta en la concepción de Estado de derecho, esto es un Estado que no interfiere y garantiza la libertad de los individuos miembros de ese Estado nación. Las características de las sociedades republicanas norteamericana y francesa, distan mucho de las características de las sociedades latinoamericanas de la época de la independencia. La sociedad norteamericana, por ejemplo, era una sociedad orgánicamente liberal impulsada por el comercio y la forma de organización de asociaciones libres, para un sector de la población. sin embargo, las sociedades latinoamericanas eran de orden primordialmente serviles dentro del territorio con comunicación e intercambio dentro de sus territorios. Estas características van hacer explicativas del carácter impositivo formalmente de libertades que no se concretaban por ello en estas sociedades los proyector liberales van a ser de carácter normativo –de arriba hacia abajo– cayendo la mayorías de las veces en formalismos, ya que la instituciones de la sociedad civil era prácticamente inexistentes, como práctica social. El Estado liberal no debe confundirse con las distintas formas de gobierno, sean liberales o totalitarios, estos últimos aunque suprimen las libertades individuales mantuvieron la estructura del Estado liberal. Los Estados con sistemas políticos totalitarios expandieron las áreas de políticas económicas y sociales, al dirigir el sistema productivo y asumir plenamente las actividades asistenciales. Los Estados liberales mantuvieron la administración del Estado absolutista –como el ministerio de gobierno, de la guerra, la hacienda pública y de diplomacia– para controlar el territorio y financiar al Estado, agregándosele más tarde ministerios con objetivos sociales que con anterioridad eran competencia de la sociedad civil- como la salud, la educación y el manejo del dinero, esta última mediante la regulación bancaria y coordinación del Banco Central. Esta estructura consiste en garantizar la seguridad de sus ciudadanos y las propiedades de los individuos, es decir, organizar el poder a partir del sistema de mercado. En el siglo XX surgió el Estado social de derecho basado en el modelo alemán del Estado, esto es, extender su papel hacia el bienestar social de sus ciudadanos, durante este periodo surgen las políticas sociales para mejorar las condiciones de los ciudadanos, como la salud y la educación. El ejemplo más emblemático es el Estado de Bienestar norteamericano resultando como respuesta a la crisis económica a partir de 1929, extendiéndose luego a Europa sobre todo después de la segunda Guerra Mundial. Este modelo de Estado nación genera políticas económicas y sociales articuladas basadas en las ideas keynesianas. (del Bufalo 1996). igualmente, Wallerstein (2010) argumenta que el Estado liberal en los países del centro de la economía mundo, en particular en Holanda e inglaterra en los siglos XVi, XVii y XViii era mucho más fuerte que el Estado absolutista como el francés. Algunas de ellas son la eliminación de la pobreza mediante: a) políticas fiscales y monetarias expansivas; b) aumentar el crecimiento económico a través de políticas anti cíclicas; y c) reestructuración progresiva de los impuestos, con el objetivo de crear un mecanismo más eficaz de redistribución de los ingresos. Alejandro Del Bufalo DESARROLLO INCLUSIVO Y PLANIFICADO 329 CAP. IX a través de la discrecionalidad del poder ejecutivo ha generado una fuente de financiamiento en el corto plazo de los gobiernos que mejoran la redistribución de la riqueza, siempre en el corto plazo, generando a su vez, niveles elevados de inflación por lo tanto crisis económicas y como el deterioro del poder adquisitivo de la población en general9. El proyecto de Estado liberal es posible solamente en una sociedad donde sus ciudadanos tengan libertades mediante prácticas sociales horizontales que reconozcan su igualdad formal, es decir, eliminando las relaciones de servilismo entre ellas. El estructuralismo y neoestructuralismo latinoamericano han buscado corregir la «malformación» de la estructura social que ha limitado la expansión del mercado interno para superar una situación de subdesarrollo, esto es, una deformación estructural comparada con los países desarrollados. El fracaso histórico de formar una sociedad civil lo suficientemente fuerte y bien organizada, ha recaído en el interés del Estado como el agente capaz de alcanzar la modernización y desarrollo de nuestras sociedades. El Estado empresario del desarrollismo, se presentó desde sus inicios como un proyecto técnico sin referentes políticos, sin embargo, se empezó a relacionar con el socialismo y como mecanismos de reducción de la pobreza, para facilitar la satisfacción de las necesidades básicas. El resultado del desarrollismo y del neo desarrollismo es la expansión y mejoramiento de las clases medias urbanas ligadas al comercio y los servicios, son el sujeto político a quien van dirigidas las políticas mediantes la redistribución de los ingresos y protección del Estado del sector empresarial. El resultado es la democratización parcial de la sociedad con incrementos en educación, salud y alimentación de un sector, bajo un mecanismo clientelar semi servil, sin embargo, limitando, y este punto es fundamental, la posibilidad de la población participar en las tomas de decisiones. Por otro lado, el neoliberalismo logra consolidarse a partir de los años ochenta, promoviendo la minimización y modernización del Estado, asumiendo en el mercado como el mejor localizador de los recursos. Este mercado de intercambio neoliberal profundiza los pactos de sumisión (Del Bufalo 1996), dejando a los individuos fuera de las decisiones sobre qué, cuándo y cómo producir. El resultado fue el desmantelamiento de los órganos de mediación social de los conflictos, desmoronando las bases históricas del Estado liberal que surgió precisamente para mediar los conflictos políticos y económicos. Logrando matizar el despotismo político pero profundizando el conflicto económico, con la exclusión del sistema un gran porcentaje de la población, regulando la pobreza no eliminándola, ya que es funcional al mismo sistema. El problema reside en la misma concepción del desarrollo y no simplemente en problemas administrativos-institucionales que enfrentan las políticas tanto económicas como sociales. 9 Como afirma Lewis (1968) En una economía de empresas privadas, cuyo gobierno es hostil a los capitalistas, surge el conflicto entre crecimiento y distribución (: 93). PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 330 CAP. IX La Planificación La planificación quinquenal del Estado comienza aplicarse en América Latina a partir de los acuerdos de la Alianza para el Progreso, en los años sesenta, con el objetivo de alcanzar el desarrollo mediante planes indicativos y políticas articuladas para el sector privado, creándose oficinas de coordinación y planificación dentro del poder ejecutivo, quienes supervisaban e instrumentaban dichas políticas10. El resultado ha sido una estructura de planificación inoperante en la práctica, ya que las políticas estratégicas para el desarrollo y las políticas a corto plazo, no tenían generalmente relación entre sí. Igualmente, la poca supervisión de dichas políticas y los intereses políticos circunstanciales mostraron la inoperatividad de las estrategias de desarrollo a largo plazo. Estos problemas son propios del Estado liberal que mantiene una estructura vertical en la toma de decisiones heredadas del Estado absolutista, los aparatos originados por las alianzas políticas se vuelven además ineficientes, con solapamientos y duplicaciones de las políticas y la función institucional. Aquí radica la verdadera situación de la pobreza, es decir, en la exclusión de amplios sectores de la población. Por lo tanto, la propuesta es entonces alcanzar acuerdos entre los actores económicos y políticos en un periodo de transición, con una participación directa en las tomas de decisiones de los ciudadanos y que las actividades administrativas del Estado sean horizontales, y donde se pueda diversificar las relaciones productivas. La democracia protagónica y participativa sería la forma transitoria de una democracia representativa a una democracia directa11. El desarrollo, por lo tanto, está condicionado a la transformación del orden social, en un orden de carácter auténticamente democrático, no siendo un problema técnico sino político de ampliación de la toma de decisiones de forma participativa. La eliminación de la pobreza tiene que ser de carácter interno al funcionamiento del sistema y su lógica productiva, las empresas deben ser centros de decisión donde los ciudadanos puedan entrar y salir libremente para democratizar el capital y la gerencia utilizando el mercado como mecanismo de distribución de la información, para que los ciudadanos puedan adherirse progresivamente al sistema económico, esto es, inserir a todos los ciudadanos en una economía que constituya una relación productiva, no solamente los pobres sino todos los miembros de la sociedad, donde exista una igualdad formal entre ellos alcanzable mediante mecanismo de concertación y del acuerdo de sus objetivos que sean, a su vez, sistemas de supervisión de cumplimiento de los compromisos asumidos entre las partes. La planificación se transformaría así en centro de articulación de la sociedad civil (Del Bufalo 1996), en lugar de un ente que se impone a los actores 10 11 La CEPAL apoyaría con asistencia técnica a los gobiernos de la región. La democracia protagónica y participativa es un mando constitucional en Venezuela, Artículo 62 de la CrBV. otros países de la región también la ha incorporado, por lo menos en el discurso político. Alejandro Del Bufalo DESARROLLO INCLUSIVO Y PLANIFICADO 331 CAP. IX sociales, suplantando así la planificación normativa. Esto modifica la función misma del gerente/administrador público, que es generar un entorno propicio mediante las cuales se puedan cumplir las metas consensuadas. Las mesas de coordinación y la economía participativa Estos mecanismos de generación de redes interorganizacional de negocaciones permanentes buscan involucrar a todos los actores sociales en la toma de decisiones para tener incidencia en las variables que forman el objetivo de las políticas económicas y sociales donde es imprecindible la concertación política, para ello es necesaria la articulación entre el Estado y la sociedad civil. Los órganos de planificación se deben reorientar para transformarse en espacios de acuerdos mediante consensos de la sociedad civil conducidos por los gobiernos, modificando así su función a órganos de articulación y no de comando, esto es, facilitar el proceso de cumplimiento de las metas, eliminando así las estructuras burocráticas tradicionales y la imposición de metas por el Estado. Para ello, se considera rescatar la propuesta sobre la creación de mesas de coordinación proponiendolas como sustitutos de los mecanismos tradicionales de planificación y coordinación de las politicas públicas (Del Bufalo 1996). En ellas participarían los representantes de los sectores públicos y privados, donde las decisiones allí alcanzadas serían analizadas y refrendadas por el poder ejecutivo pasado a ser políticas de Estado12. La participación de los actores dependientes e involucrados en el diseño, programación y ejecución de las políticas asumen así las metas consensuadas eliminando la diatriba entre política y ejecución que han generado la inoperatividad, ineficiencia y resistencia de las políticas típicas de la planificación normativa. Para ello es necesario que sean de tipo modular y ad hoc, dándole a la coordinación elasticidad y altos grados de generalidad que sean compatibles con las caracteristicas de las sociedades y sus marcos jurídicos de la región, marcando un avance de la evolución del Estado nacional y articulando sus funciones con las la sociedad civil– reclamantes historicos de su participación y reconocimiento (Del Bufalo 1996). Tradicionalmente la sociedad civil en sus diferentes formas, como por ejemplo asociaciones, comités, cooperativas, consejos comunales han sido utilizadas como apoyo y receptores de las políticas económicas de las políticas del Estado, aunque han sido experiencias positivas, es necesario su profundización mediante el apoyo financieros a su funcionamientos y mayor su articulación con el Estado, incluyendo la toma decisiones. Igualmente, las experiencias en algunos países de América Latina muestran 12 La mesas serían, entonces, procesos de negociación, codiseño, ejecución y verificación de cumplimiento y renegociación, de ser necesario, de las metas acordadas, donde participarían los distinos actores involucrados de la sociedad civil y el Estado para determinar políticas públicas. (del Bufalo 1996) PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 332 CAP. IX un avance en la organización social de los pobres, no quiebran la relación de dependencia y costos entre los pobres y el sector productivo, por ende es necesario cambiar los programas de asistencia social y su objetivo de satisfacer las necesidades específicas que han profundizado el carácter rentista, la economía informal y la administración de la pobreza por parte del Estado, hacia la creación de espacios donde el pobre y demás ciudadanos puedan tener incidencia en las políticas que le afectan, es decir, un poder de decisión permanente en la economía y la política tanto a nivel local como nacional. Esto reduciría así, los gastos de las políticas sociales que absorben recursos al sector productivo limitando su expansión y deformando sus estructuras, que a la postre no son más que meros mecanismos de administración de la pobreza. El objetivo es que las políticas sociales sean complementarias a las políticas económicas y no lo opuesto (Del Bufalo 1996). Este paso sería una vía de transición hacia la economía participativa13 propuesta por Albert y Hahnel (1991a,b) –reestructurando la sociedad civil y el empoderamiento político– promoviendo una nueva organización de la sociedad entre consejos autogestionarios de productores y consumidores, donde no hay se reajustaría la división el trabajo reduciendo significativamente la organización jerárquica del trabajo, se utilizaría el dinero como unidad de cuenta, teniendo mayor importancia el valor de uso, que el valor de cambio y se optimice la localización de los recursos mediante planes y apoyados por la tecnología, específicamente la informática14. La propuesta de 13 14 Por economía participativa se entiende según sus creadores como […] a new alternative based on public ownership and decentralized planning procedure in which workers and consumers propose and revise their own activity until an equitable, efficient plan is reached. The vision which we call a participatory economy, strives for equitable consumption and work which integrate conceptual and manual labor so that no participants can skew outcomes in their favor, so that self-motivation plays a growing role as workers manage their own activities, and so that peer pressure and peer esteem provide powerful incentives once excelling and malingering rebound to the advantage and desadvantage of one’s work mate […] y reafirman más adelante […] We seek an economy that distributes the duties and benefits of social labor fairly, that involves members in decision making in proportion to the degree they are affected by outcome; that develops human potential for creativity, cooperation, and empathy; and that utilizes human and natural resources efficiently in the world we really inhabit – an ecological world filled with complicated mixtures of public and private effects. In short, we want an equitable, efficient, economy that promotes self-management, solidarity, and variety under real world conditions […] (Albert & Hahnel 1991b) ver también ( Albert 2016). Esta forma compleja de red e interelación promueve la separación del mercado y la planificacion centralizada, sin embargo, operando entre planes basados en la oferta y la demanda acordados según las necesidades y deseos individuales y colectivos en varios niveles. La coordinación centralizada sería remplazada por la autogestión, utilizando Juntas de Facilitadores de Empleo, de Productores y de Consumidores –quienes no toman decisiones sino que– proveen de información y asesoría. Las decisiones las toman los productores y consumidores a través de planes creados por los consejos de trabajadores y consumidores. La Junta Facilitadora de Empleo, por ejemplo, sustituiría a la junta o instituciones dedicadas al mercado de trabajo desarrolladas en países como en el norte de Europa, donde cada lugar de trabajo comunica sus necesidades estimadas de nuevos trabajadores y notifica el número de trabajadores que desean cambiar de trabajo, la junta proveerá regularmente de información a los comités de personal de los lugares de trabajo mediante la red de informática. Alejandro Del Bufalo DESARROLLO INCLUSIVO Y PLANIFICADO 333 CAP. IX economía participativa democratizaría el trabajo dentro de las unidades productivas argumentando a favor de la utilización de lo denominado trabajo complejo balanceado15. La economía participativa indica otra posibilidad decidir qué, cómo, quién y cuánto producir y consumir en la sociedad cada vez más compleja. BIBLIOGRAFÍA Albert M (2016) El movimiento por una economía participativa: una introducción. Disponible en: http://www.guadalix.org/Documentos/parecon.htm (Consultado XI 2016). Albert M & R Hahnel (1991a) Looking Foward: Participatory Economics for the Twenty First Century. South end Press. Cambridge, EE. UU. Albert M & R Hahnel (1991b) The Political Economy of Participatory Economics. Princeton University Press. Princeton, EE. UU. Del Bufalo E (1995) Los límites de la teoría económica: Las leyes naturales y las relaciones de poder. Editorial Panapo. Caracas, Venezuela. Del Bufalo E (1996) Estado, sociedad y pobreza en América Latina: hacia una nueva articulación de la política económica y social. Revista del CLAD Reforma y Democracia. Nº 5. 7-56 pp. Drechsler W, Kattel R & E Reinert (2011) Techno- Economic Paradogms: Essays in Honour of Carlota Perez. The Anthem Other Canon Series, Anthem Press. Londres, Inglaterra. Escobar A (2007) La invención del Tercer Mundo: Construcción y desconstrucción del desarrollo. Editorial El Perro y la Rana. Caracas, Venezuela. Lewis WA (1968) Teoría de la planificación económica. Fondo de Cultura Económica. Ciudad de México, México. Pérez C (2004) Revoluciones tecnológicas y capital financiero: La dinámica de las grandes burbujas financieras y las épocas de bonanza, Siglo XXI Editores. Ciudad de México, México. Piketty T (2014) Capital in the Twenty-First Century. The Belknap Press of Harvard University Press. Cambridge, EE. UU. Wallerstein I (2010) El moderno sistema mundial: el mercantilismo y la consolidación de la economía-Mundo Europea 1600-1750. Siglo Veintiuno Editores. Ciudad de México, México. ZNET en Español. Economía participativa. en: http://web.archive.org/web/2013 1010173345/http://zinternational.zcommunications.org/Spanish/indparec.htm (última visita XI 2016) 15 […] Hoy en día, mucha gente no tiene trabajo, se sufre de agudo desempleo. Otra gente sufre de condiciones laborales degradantes y no tienen poder de decisión alguno en lo que hacen. En cambio otros tienen excelentes condiciones laborales y un gran poder de decisión en su trabajo, al igual que en el trabajo de otra gente. Si eso no es justo –lo cual debería ser obvio– ¿qué deberíamos buscar entonces? ¿Cómo definir lo que es un trabajo digno? Para que haya una distribución justa de tareas, ¿cómo deberían éstas distribuirse? ¿Por qué deberíamos rechazar el tener ciertos puestos de trabajo por encima de los demás, que disfruten de una mejor calidad de vida y de mayor poder de decisión, y vastos números de los trabajadores. Esto pasaría a ser uno de nuestros objetivos económicos principales: un «complejo de trabajo balanceado» trabajadores en el fondo con poca, si es que tienen alguna, calidad de vida y poco poder de decisión? Un primer comentario sobre la dignidad laboral argumentará que cada trabajador debería disfrutar de un nivel de vida y un poder de decisión similar al resto […] (Albert M 2016) El movimiento por una economía participativa: una introducción, material electrónico. 335 Simón Rodríguez: proyecto político y planificación (República real, economía social y educación popular) José Gregorio Linares* Introducción No se ha visibilizado y sistematizado suficientemente el aporte de Simón Rodríguez (1769-1854) como raíz fundamental en el diseño y construcción del socialismo bolivariano. Hugo Chávez habló de él como uno de los referentes fundamentales del Árbol de las tres raíces de la Revolución Bolivariana y del socialismo del siglo XXI; sin embargo –y a pesar de que desde finales de 2005 nos hemos planteado la construcción de socialismo– hasta ahora no han sido ni visibilizada ni sistematizada suficientemente sus contribuciones al proyecto de construcción del socialismo bolivariano. En esta oportunidad explicaré en qué consiste, en líneas generales, el proyecto político rodrigueano, las condiciones materiales para su desarrollo, y su estrategia de planificación y ejecución. Allí están, a grandes rasgos, las raíces fundacionales del proyecto socialista bolivariano, los principios rectores de la planificación popular y el esquema básico de los planes socialistas que debemos impulsar. El proyecto político rodrigueano: un gobierno «verdaderamente» republicano Lo primero que debemos resaltar en relación con Simón Rodríguez1 es que una de las razones por las que no se destaca su ideario político deriva del hecho de que este ha sido víctima de una especie de «pedagogización» e incluso «didactización» de su doctrina. En general, Simón Rodríguez es visto simplemente como un «maestro renovador», un «docente de ideas avanzadas». Se ignora que * Fundación Escuela Venezolana de Planificación. Correo-e: linares.g@fevp.gob.ve; josegregoriolinares@yahoo.es. 1 En este trabajo se citará principalmente la obra de simón rodríguez titulada Sociedades americanas editado por Biblioteca Ayacucho y que contiene seis obras, escritas y publicadas en distintos momentos, las cuales serán citadas por las abreviaturas indicadas en corchetes: PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 336 CAP. IX fue en primer lugar un político revolucionario, el cual se planteó la creación de una nueva sociedad. En función de alcanzar ese propósito central desarrolló un plan de sensibilización, concienciación republicana y capacitación científico-tecnológica de las masas empobrecidas al que llamó Educación Popular. Se planteó destruir íntegramente el sistema de explotación y la mentalidad imperantes en las sociedades suramericanas de la época, herederas de la colonia, y reemplazarlas por una república popular, donde se pudiera buscar medios de proporcionar, a todos, lo que cada uno desea para sí 2. En función de ello, para Simón Rodríguez el diseño del proyecto y su planificación son tareas fundamentales. Advertía: donde no hay proyecto no hay mérito3. Y agregaba: el mérito de los proyectos está en la previsión, donde no hay previsión no hay mérito 4. Pareciera que Simón Rodríguez, mucho antes de formulada, respondiera la pregunta clave de Matus: ¿puede y debe planificarse la política?.5 Toda su producción intelectual estuvo dirigida a presentar el esbozo de un proyecto político de transformación que contempla un plan de ejecución donde se prevén las condiciones materiales para llevarlo a cabo, y la estrategia para ejecutarlo. Su noción de la planificación parte de que la misma debe proponerse la satisfacción de las necesidades de las mayorías. Expresa: Las necesidades piden satisfacciones. Las satisfacciones piden cosas que satisfagan. Y las cosas que han de satisfacer piden medios de adquirirlas. 2 3 4 5 1. [sA1828] Sociedades americanas en 1828. Cómo serán y cómo podrán ser en los siglos venideros. En esto han de pensar los americanos y no en pelear unos con otros. (Arequipa, Perú, 1828). Pp. 1-43. 2. [sA 1842] Sociedades americanas en 1828. Cómo serán y cómo podrán ser en los siglos venideros. En esto han de pensar los americanos y no en pelear unos con otros. (Lima, Perú, 1842). Pp. 44-154. 3. [LV] Luces y virtudes sociales (Concepción, Chile, 1834 y Valparaíso, Chile, 1840). Pp. 155-252. 4. [EP] Nota sobre el proyecto de educación popular (Arequipa, 1830). Pp. 253-259. 5. [CCL] Consejos de amigo dados al Colegio de Latacunga (Latacunga, 1845). Pp. 260-277. 6. [Er] Extracto sucinto de mi obra sobre la educación republicana (Bogotá, 1849). Pp. 278-308. Para efectos prácticos se colocará la abreviatura a la obra general que contiene estas seis obras, y cuyo título es, como se indicó, Sociedades americanas [sA]; pero aclarando siempre por sus abreviaturas a qué libro específico se hace referencia. Ejemplo: LV. En sA. (significa Luces y virtudes sociales en Sociedades americanas). En los casos en que se cite otra obra de rodríguez, no incluida en la selección hecha por la Biblioteca Ayacucho, se hará en cada oportunidad la referencia específica. LV. En sA, P. 187. Esta cita es del libro El Libertador del mediodía de América y sus compañeros de armas, defendidos por un amigo de la causa social (1830). La versión que se cita es la siguiente: rodríguez s (1916). Defensa de Bolívar. Caracas: imprenta Bolívar. Por razones prácticas será citado por dB. Pp. 113. sA1842. En sA. P.68. Matus Carlos, Adiós, señor presidente. P. 144 José Gregorio Linares SIMÓN RODRÍGUEZ: PROYECTO POLÍTICO Y PLANIFICACIÓN (REPÚBLICA REAL, ECONOMÍA SOCIAL Y EDUCACIÓN POPULAR) La adquisición de estos medios es otra necesidad, cuya satisfacción debe consultarse mucho ¡porque en todas partes es la causa del desorden social! 6 Su proyecto político consiste en la radical destrucción de la injusta sociedad colonial y postcolonial, y su sustitución por una nueva sociedad «verdaderamente republicana», atenta a las necesidades de los pobres, donde los ciudadanos disfruten de todos los derechos y beneficios que la sociedad les pueda brindar, a la vez que cumplen con sus obligaciones sociales en pro del «bien común». Rodríguez expresa su insatisfacción con los tipos de sociedad que conoció y con los modelos políticos que la sustentan. Al llegar a Suramérica en 1823, tras dos años de vida en Estados Unidos (1798-1800) y casi un cuarto de siglo en Europa (1800-1823), denuncia los vicios de la sociedad postcolonial latinoamericana: la esclavitud de los descendientes de africanos, la servidumbre y expropiación de tierras de los indígenas, la exclusión y desprecio de los mestizos, el abandono a los niños, los bajos niveles de producción, la inequitativa distribución de bienes, el precario nivel educativo de la población, la miseria generalizada, etc. A su llegada encontró unos pobres pueblos que después de la independencia, han venido a ser menos libres que antes 7. Entonces se planteó la búsqueda de modelos políticos para superar esta situación. No los encuentra. En Estados Unidos (Baltimore y Filadelfia) vivió por dos años (1798-1800); conoció su sociedad y su sistema de gobierno. No quiere repetir esa experiencia: Aquello es para ser visto y [...] nada más8. Denuncia que en la recién fundada república estadounidense se promueve la injusticia social y la segregación. Declara: Los Angloamericanos han dejado, en su nuevo edificio, un trozo del viejo –sin duda para contrastar– sin duda para presentar la rareza de un HOMBRE mostrando con una mano, a los REYES el gorro de la LIBERTAD, y con la otra, levantando un GARROTE sobre un negro, que tienen arrodillado a sus pies.9 Vivió en ocho países de Europa: Francia, Suiza, Austria, Polonia, Rusia, Italia, Prusia, Inglaterra. Conoció bien su realidad. Con propiedad denunció las distorsiones de la sociedad europea de su época: el tráfico de esclavos y la promoción de la esclavitud en sus áreas de influencia, la sobreexplotación de los obreros por la revolución industrial, las deprimentes condiciones de vida de los proletarios, la expropiación a los campesinos pobres y su desalojo del campo, la insensibilidad y el egoísmo de los ciudadanos. Insiste: No se alegue la sabiduría de Europa […] 6 7 8 9 CCL. En Sociedades americanas, P. 290. EP. En sA. P. 279. sA 1842. En sA. P. 87. sA 1842. En sA. P. 87. 337 CAP. IX PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 338 CAP. IX porque arrollando ese brillante velo que la cubre, aparecerá el horroroso cuadro de su miseria y de sus vicios– resaltando en un fondo su ignorancia... ¡Ignorante la Europa!10 Su rechazo a las perversiones de esas sociedades lo llevan a impugnar los proyectos políticos que las sustentan, tanto el de la monarquía colonialista que predomina en Europa como el de la «república aristocrática» de Estados Unidos y, por algunos años, de Francia. Considera que ninguno de ellos «conviene» ni es pertinente en Suramérica: no satisfacen las necesidades de nuestro continente y nuestro pueblo. Rodríguez como político planificador se propone un objetivo general: la creación de repúblicas. Insiste en que: En la América del Sur las Repúblicas están Establecidas, pero no Fundadas11. Pero su concepto supera la noción convencional de «república». Explica que el modelo republicano vigente no es «verdaderamente republicano»12: no le da prioridad a la atención de las necesidades del pueblo o las atiende de manera insuficiente. En ese sentido, Rodríguez avanza. Formula más claramente su gran objetivo general: un GOBIERNO VERDADERAMENTE REPUBLICANO13 que sea el modelo a seguir por las naciones y pueblos de Suramérica.14 Y llega a la conclusión de que este gobierno «verdaderamente republicano», la «república real», La América es (en el día) el único lugar donde sea permitido establecerlo15. El proyecto robinsoniano consiste en la instauración de «repúblicas reales», donde la cosa pública sea administrada por el pueblo: única manera de superar la terrible situación de las mayorías pobres en nuestra América. Definitivamente, La América no debe IMITAR servilmente sino ser ORIGINAL. Es decir, no debe seguir injustos modelos foráneos sino construir y aplicar proyectos propios fundados en la propia realidad, que busquen satisfacer las necesidades de la gente. Rodríguez explica que el propósito de esta república real es velar por el bienestar de las mayorías y abolir los privilegios de las élites. Para él la «verdadera república» supone la supresión de los intereses particulares, la eliminación de los privilegios de los poderosos. Rodríguez insiste en que es indispensable asumir el desafío de emprender este radical y ambicioso proyecto social. Dicho en lenguaje marxista, las condiciones están dadas para emprender la transformación radical de la sociedad y luchar por un modelo nuevo. Expone: El interés general está clamando por una Reforma y […] la América está llamada por las circunstancias a emprenderla […] Los acontecimientos irán 10 11 12 13 14 15 sA. 184. sA1828. En sA. P. 6. sA1828. En sA. P. 7. sA1842. En sA. P. 44. sA1842. En sA. P. 44 sA1828. En sA. P. 7. José Gregorio Linares SIMÓN RODRÍGUEZ: PROYECTO POLÍTICO Y PLANIFICACIÓN (REPÚBLICA REAL, ECONOMÍA SOCIAL Y EDUCACIÓN POPULAR) demostrando que es una verdad muy obvia: La América no debe imitar servilmente sino ser original. ¿Dónde iremos a buscar modelos? La América española es original; originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales los medios de fundar uno y otro. O inventamos o erramos 16 Condiciones materiales para impulsar el proyecto: la economía social Para poner en marcha el nuevo proyecto deberá comenzarse por la economía de la sociedad, es decir, por los medios materiales para producir los bienes que se requieren para vivir en sociedad, y por el tipo de relaciones que establecen los hombres entre sí en el proceso de producción. Tanto en la monarquía como en la república aristocrática predomina la economía privada. Por tanto, hay que suplantarlo por un modelo «conveniente» basado en la economía social. Este modelo de economía social, según Rodríguez, se basa en dos principios: 1) La «destinación a ejercicios útiles» y 2) La «aspiración fundada a la propiedad». Destinación a ejercicios útiles, quiere decir, en primer lugar, que la economía debe guiarse por el principio de la utilidad social: cumplir con el objetivo de satisfacer las necesidades de la población, por tanto, la prioridad debe ser producir los bienes y servicios que las mayorías requieren, lo que hoy podríamos llamar pertinencia social. En segundo lugar, la capacitación en profesiones y oficios «útiles», que sirvan para generar la riqueza nacional y el bienestar social, impulsando áreas de producción esenciales para el país. La aspiración fundada a la propiedad: este es un aspecto fundamental del revolucionario proyecto político de Rodríguez. Parte de la convicción de que todos tienen derecho a la propiedad de los medios de producción y, por tanto, a disfrutar sus beneficios. Hasta ahora, solo los sectores privilegiados de la sociedad han sido beneficiados con el derecho a la propiedad: a las mayorías se les ha negado ese derecho. Para Rodríguez las clases trabajadoras no deben permanecer desposeídas de los medios de producción sino que, por el contrario, deben convertirse en propietarias de los mismos. Ejercer efectivamente su derecho a la propiedad. Su proyecto político es general, público y social. Como busca la «destinación a ejercicios útiles», y la «aspiración fundada a la propiedad» no excluye a nadie, al contrario incorpora a todos los sectores de la sociedad, en especial a los que tradicionalmente han sido excluidos, porque: ninguno tiene derecho a la propiedad ni a los servicios de otro, sino en común17. En palabras de Rodríguez: Los hombres no están en el mundo para entredestruirse sino para entreayudarse18 y Si los americanos quieren que la revolución política […] les traiga verdaderos bienes, hagan una revolu16 17 18 EP. En sA. P. 286. dB. P. 163. sA 1842. En sA. P.72. 339 CAP. IX PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 340 CAP. IX ción económica […] venzan la repugnancia a asociarse para emprender y el temor de aconsejarse para proceder19. Esa «entreayuda» es el tejido que integra a las distintas personas que trabajan articuladas en la economía social. Programa y plan de acción: la Educación Popular20 Ahora bien, para transformar la economía privada en economía social es indispensable adelantar un programa de formación integral que, en primer lugar, ataque los vicios generados por la caduca propiedad privada, y la mentalidad y sentimientos que de ella se derivan; y en segundo lugar, realce las virtudes de la economía social y los valores que propicia. A este programa le llamó Educación Popular, la cual persigue beneficios para las mayorías y promueve contenidos, valores y destrezas que apuntan hacia la creación de una «república verdadera». Su fin último es que TODOS PIENSEN en el bien común Y este bien común es la REPÚBLICA21. El programa de Educación Popular comienza: a) por la crítica a las sociedades basadas en la economía privada, sus nefastas consecuencias sociales y sus falsos valores, y b) con la lucha por impulsar la economía social y los valores, convicciones y sentimientos de solidaridad hacia los otros. Por tanto, hacer que el pueblo sea republicano: se consigue con una Educación Popular, destinando las gentes a ejercicios útiles, y haciendo que aspiren FUNDADAMENTE a la propiedad22. El punto de partida, la condición fundamental, para el impulso de esta educación popular es, para Simón Rodríguez, el cultivo de la sensibilidad social, es decir, el interés y la preocupación por los problemas y necesidades de los otros. Explica que la insensibilidad es ignorancia de sentimientos23 e insiste: Es menester ser muy sensible y tener mucha imaginación, para convertir el mal ajeno en propio, y compadecer en lugar de lastimarse solamente24. El programa de Educación Popular está integrado por cuatro componentes íntimamente articulados a partir de la sensibilidad: 1) la conciencia; 2) la salud; 3) la 19 20 21 22 23 24 Er. En sA. P. 293. dice rodríguez en Nota sobre el proyecto de educación popular. EP. En sA. P. 256. El proyecto de Educación Popular tiene la desgracia de parecerse a lo que, en varias partes, se ha emprendido con este nombre —y se practica, bajo diferentes formas, con un corto número de individuos, sobre todo en las grandes capitales. Las fundaciones son todas piadosas. Unas para expósitos —Otras para huérfanos— Otras para niñas nobles —Otras para hijos de militares— Otras para inválidos... en todas se habla de caridad: no se hicieron por el bien general, sino por la salvación del fundador o por la ostentación del soberano. El establecimiento que se emprendió en Bolivia, es social, su combinación es nueva, en una palabra es la República: hay en él lo que se ve en los demás, porque es una Obra = hay hombres, que son las materias —agentes, que son los obreros— lugares donde se trabaja, que son los talleres —Director, que es el maestro— e Inspector (el Gobierno) que es el dueño. Todos los relojes se componen de ruedas y resortes, y no son los mismos. sA. P. 244. sA1828. En sA. P. 19. LV. En sA. P. 190. LV. En sA. P. 193. José Gregorio Linares SIMÓN RODRÍGUEZ: PROYECTO POLÍTICO Y PLANIFICACIÓN (REPÚBLICA REAL, ECONOMÍA SOCIAL Y EDUCACIÓN POPULAR) tecnología y 4) la ciencia. De modo que la educación popular debe plantearse cuatros objetivos cardinales: a) concienciación de la sociabilidad; b) fortalecimiento de la salud; c) capacitación tecnológica socioproductiva; d) producción y socialización de ciencia y saberes. Estos cuatro objetivos de su plan de acción constituyen el esquema básico de una planificación que persiga la independencia y la soberanía. Allí están especificados los objetivos rectores de cualquier planificación que aspire a ser socialista. Es necesario tener claro que, en general, los individuos que vivieron en la sociedad colonial no estaban preparados para promover «las luces y virtudes sociales» que subyacen en el radical proyecto formulado. En ese sentido son: […] hombres INCULTOS en estado Bruto 25: No se hace la distinción por humillarlos. BRUTO, se toma en el caso presente […] sin PULIMENTO […] Está en BRUTO para la sociedad, el hombre que nada hace por ella… el que emplea toda su razón en satisfacer sus necesidades o sus caprichos.26 Este punto de partida nos permite tener plena conciencia de las dimensiones del trabajo que implica la educación popular: es necesario ir al encuentro con este pueblo «sin pulimento» porque el fundamento del Sistema Republicano está en la opinión del pueblo, y éste no se forma sino instruyéndolo27. El pueblo «no puede vivir en República sin saber lo que es sociedad». Es necesario que adquiera destrezas y conocimientos porque saber es facultad necesaria para hacer28. El propósito de la educación popular es forjar hombres y mujeres nuevos, ganar partidarios y mostrar testimonios de las bondades de la aplicación del plan, de los beneficios que se alcanzarían si se masifica. El programa de Educación Popular está dirigido a todos, pero fundamentalmente a quienes son víctimas de la economía privada y sufren sus injusticias: los pobres. Simón Rodríguez expresa: Todos huyen de los POBRES, los desprecian y los maltratan, alguien ha de pedir LA PALABRA por ellos29. El programa debe darles prioridad a los niños y jóvenes. Declaraba: De los viejos, nada nuevo puede esperarse. De hombres puede esperarse algo. De jóvenes mucho. De niños todo30. Insistía: ¡Republicanos! Pensadlo bien. Educad muchachos si queréis hacer República31. Y entre los niños y jóvenes, los más pobres han de ser los primeros en recibir educación. Los gobernantes no deben subestimarlos porque en estos está la industria que piden, la riqueza que desean, la milicia que necesitan, en una palabra… la Patria32. 25 26 27 28 29 30 31 32 LV. En sA. P. 161. LV. En sA. P. 161. dB. P. 153 sA. P. 123. LV. En sA. P. 211. sA. P. 290 dB. P. 160. dB P. 161, y sA 1828. P. 36. 341 CAP. IX PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 342 CAP. IX ¿Dónde llevar a cabo el proyecto? La toparquía El proyecto político rodrigueano, que él denomina «gobierno verdaderamente republicano», solo puede ser aplicado en Hispanoamérica. Dice: la América es en el día el único lugar donde sea permitido establecerlo33. Es el momento y la oportunidad de América. Simón Rodríguez no se planteó la creación de «repúblicas aéreas» desvinculadas de la realidad. Al contrario sus repúblicas son «raizales», están arraigadas al suelo del cual surgen, a las realidades específicas sobre las cuales se erigen, y a las necesidades concretas de los pobladores de cada localidad. En ese sentido, propuso la creación de «toparquías», porque si el que manda no ve el alto gobierno en el bajo, yerra, creyendo acertar 34. Por tanto, destaca que: La verdadera utilidad de la creación es hacer que los habitantes se interesen en la prosperidad de su suelo; […] Ojalá cada parroquia se erigiera en toparquía35. Si descomponemos etimológicamente la palabra «toparquía» nos encontramos con que «topos» significa lugar, y «arquía», mando y poder; por tanto, «toparquía» significa poder de la gente de cada lugar que se plantea resolver necesidades concretas a partir de las potencialidades de cada espacio preciso. Estamos en presencia del antecedente robinsoniano de la comuna y los consejos comunales. Sus propósitos eran radicales y ambiciosos. Su proyecto sigue vigente. Llama la atención el encarnizamiento con que fue combatido por los que, de haberse realizado el proyecto Político de Rodríguez, hubieran perdido su posición en la sociedad o, simplemente, hubieran tenido algo que perder 36. Ahora bien, el proyecto de transformación integral de la sociedad propuesto por Simón Rodríguez era y es factible: no es sueño ni delirio, sino filosofía...; ni el lugar donde esto se haga será imaginario, es una utopía realizable en el continente americano, es el proyecto popular que estamos llamados a impulsar porque Utopía será en realidad, la América37. Conclusiones Este proyecto rodrigueano que acabamos de exponer no es de autoría exclusiva de Rodríguez. Fue adoptado y mandado poner en práctica por Bolívar 38. Constituye un buen modelo para la planificación soberana y socialista. Sus principios nos sirven 33 34 35 36 37 38 sA1828. En sA. P. 7. Carta al coronel Anselmo Pineda desde túquerres, el 2 de febrero de 1847. En rodríguez s (1975) Obras completas. tomo ii. P. 541. Carta al coronel Anselmo Pineda desde túquerres, el 2 de febrero de 1847. En rodríguez s (1975) Obras completas. tomo ii. P. 542. Lashera J (2005) Simón Rodríguez: maestro ilustrado y político socialista. P. 24. LV. En sA. P. 201. sA. P. 186. José Gregorio Linares SIMÓN RODRÍGUEZ: PROYECTO POLÍTICO Y PLANIFICACIÓN (REPÚBLICA REAL, ECONOMÍA SOCIAL Y EDUCACIÓN POPULAR) de orientación y guía en el diseño de nuestros proyectos de liberación: es original,39 raizal, radical, factible, sistémico, racional y emancipador. 39 Original, porque no se ha ensayado en ninguna parte del mundo. Raizal, porque no es fruto de abstracciones desligadas de la vida real, ni expresa ilusiones idealistas; está fundado sobre bases reales, y nutrido por hondas raíces propias. El espacio donde se desarrolla es la toparquía. Factible, porque no es una quimera, es posible materializarlo si empleamos la estrategia adecuada, que es la educación popular. Sistémico, porque cada una de sus partes está interrelacionada con el resto y forman un todo coherente donde hay un eje integrador que es la economía social. Racional40, porque se basa en argumentos sólidos. Emancipador, porque no se limita al acto formal de la independencia política de Hispanoamérica sino, además, se propone la justicia y la igualdad social para las mayorías. La aplicación de este proyecto es vital si queremos cambiar el destino de Suramérica, si queremos hacer de nuestras naciones verdaderos espacios para la vida. BIBLIOGRAFÍA Giordani J (2014) La planificación como proceso social. Escuela Venezolana de Planificación. Caracas, Venezuela. Lashera J (2005) Simón Rodríguez: maestro ilustrado y político socialista. Ediciones Rectorado, Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Caracas, Venezuela. Matus C (1987) Adiós, señor presidente. Editorial Pomaire. Caracas, Venezuela. Rodríguez S (1916) Defensa de Bolívar. Imprenta Bolívar. Caracas, Venezuela. Rodríguez S (1975) Obras completas. Tomo I. Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Caracas, Venezuela. Rodríguez S (1975) Obras completas. Tomo II. Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Caracas, Venezuela. Rodríguez S (1990) Sociedades americanas41. Biblioteca Ayacucho. Caracas, Venezuela. 39 40 41 En la Europa de la época, si bien es cierto que algunos pensadores y luchadores sociales comienzan a formular ideas socialistas, su campo de acción está limitado a experiencias específicas y a pequeños ensayos que no abarca sino reducidos espacios como los falansterios. Estos reformadores son lo que Marx denominó «socialistas utópicos», alguno de los cuales eran conocidos por rodríguez, entre los cuales están Henri de saint simon (1760-1825), robert owen (1771-1858), Charles Fourier (1772-1837) y Étienne Cabet (1788-1856). Al respecto ver Capítulo ii, iii y iV de La planificación como proceso social de Jorge Giordani. Este libro contiene: ∙ Sociedades Americanas en 1828. Cómo serán y cómo podrán ser en los siglos venideros. En esto han de pensar los americanos y no en pelear unos con otros. Arequipa 1828 (Pp. 3-43); Lima 1842. (Pp. 44-154). ∙ Luces y virtudes sociales Concepción 1834; Valparaíso 1840. (Pp. 155-252). ∙ Notas sobre el proyecto de educación popular. (Pp. 253-259). ∙ Consejos de amigo dados al colegio de Latacunga (fragmento). (Pp. 260-277). ∙ Extracto sucinto de mi obra sobre la educación republicana. (Pp. 278-308). Prólogo de Juan david García Bacca, edición de Óscar rodríguez ortiz, cronología de Fabio Morales y bibliografía de roberto J. Lovera-de sola. 343 CAP. IX 345 S ECCIÓN V PenSaR deSde la eduCaCIÓn CAPÍTULO X epistemologías educativas del Sur 347 Identidad y cultura desde el Proyecto Bigott en Barlovento: una pedagogía de la agitación Lilia Ana Márquez Ugueto* Introducción Desde el primer momento que el profesor Luís Antonio Bigott asume el Vicerrectorado Académico de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), los vínculos con el núcleo académico Cátedra Libre África se estrechan aún más. Y decimos aún más, porque una de las tantas facetas de Luís Antonio Bigott se expresa en las investigaciones llevadas a cabo durante décadas en Barlovento, estudios sobre la africanidad en general en Venezuela y la convocatoria permanente desde su política agitadora a la organización de la descendencia afro en el país . Como integrante del Núcleo de Investigación de la Cultura Barloventeña, funda el centro de investigaciones con el mismo nombre. A través de este espacio estrecha relaciones de amistad con activistas y luchadoras populares del movimiento afrovenezolano en los años ochenta: Casimira Monasterios, Beatriz Aiffil, Nirva Camacho; como director de la Fundación de Etnomusicología y Folklore y de la Dirección Nacional de Artesanías, se relaciona con Coreoarte (grupo de danza que nacía en la década de los ochenta, dirigido por Noris Ugueto y Carlos Orta), donde conoce a Flor Márquez, bailarina fundadora de la agrupación y actual coordinadora de la Cátedra Libre África de la UBV. Todas estas mujeres afro son fundadoras y miembros activos del colectivo de mujeres negras, afrovenezolanas y afrodescendientes «Trenzas Insurgentes». Importa entonces resaltar quién era para nosotras Bigott: lo recordaremos orgulloso de ser maestro normalista, maestro rural. Así comenzó su recorrido por la senda educativa nacional e internacionalmente. Maestro de educación primaria, profesor de Biología y Química. Profesor universitario de metodología de la investigación tanto en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas, donde hizo carrera académica, como en la Universidad de Los Andes (ULA) en * Cátedra Libre África de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e: lamarquez@ubv.edu.ve; lilianamarquezu@gmail.com PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 348 CAP. X Mérida. Expandió sus fronteras pedagógicas, teniendo incluso como maestros directos al colombiano Orlando Fals Borda y al brasileño Pablo Freire. Educador popular que hizo camino al andar en Centroamérica, Sudamérica, el Caribe y Europa; cultor popular y defensor de los derechos de los artesanos, diputado al Parlamento Andino, guerrillero eterno, coleccionista de testimonios, agitador de las conciencias y pedagogo desneocolonizador. Planteó que en procesos revolucionarios es de vital importancia el campo de la educación, pero sobre todo la educación popular. Así nos emplazó permanentemente a pensar en y desde América Latina, con una nueva visión de la educación popular ligada a la irrupción de los movimientos populares tradicionales. Para él, era fundamental la formación de eso que llamaba «cuadros científicos técnicos». En este, su Proyecto Barlovento, su propia sal revitalizadora, las metódicas1 que creaba nos desafiaban a conocer la realidad que investigamos, y esta solo se conocía metiéndose en la candela. Los educadores populares no tienen derecho a la muerte, dijo en algún momento, y eso se debía principalmente a que estábamos comprometidas y comprometidos a la construcción del bloque histórico emancipatorio y contrahegemónico, en nuestro caso, como una nueva corriente política, la chavista. La educación popular entonces tiene como objetivo en Venezuela ayudar a la construcción del Poder Popular. Insistía debemos entender que el conocimiento debe ser colectivo: Todo aquel que sepa algo que lo enseñe, todo aquel que no lo sepa que lo aprenda. El presente escrito, tiene como finalidad relatar la experiencia del colectivo «Trenzas Insurgentes» en el Proyecto Barlovento, concebido por Luis Bigott, como reconocimiento a su pedagogía de la agitación y a la construcción de sus diversas metódicas2, según los contextos. 1 2 En Luís Antonio Bigott, la metódica se define como la práctica del conocimiento, mientras que la metodología es la teoría de esa práctica. Estableciendo paragón con Antonio Gramsci se puede afirmar, desde las investigaciones de Norberto Bobbio, que la propuesta de Luís Bigott en esa correlación investigativa entre metodología y metódica, se asemeja a la propuesta dialéctica gramsciana en su momento de acción recíproca: Teoría que se justifica prácticamente y práctica que se justifica teóricamente (Bobbio 1976: 54). Por otro lado, tenemos siempre que resaltar que a Bigott no le preocupaba en lo absoluto si las metódicas (las prácticas) que construía «no pertenecieran a la esfera científica», la tradicional, la occidental o la moderna; lo que realmente le era relevante de sus prácticas, sus metódicas, era la construcción de las mismas frente a la realidad tal y como se presentan, y de allí, la forma como se abordase el problema educacional. Él nos aclaró el deslinde que conscientemente hacía con la metódica dominante, la positivista, la del subterfugio de la neutralidad, la de la excesiva asepsia, la acrítica, la que cosificó los métodos de enseñanza y que derivó en ciencia moderna. En específico, con el caso del Proyecto Barlovento, Bigott había desarrollado en años anteriores y con la red de organizaciones Afrodescendientes, eso que llamó su «metódica organizacional», la cual consistía en trabajar a partir de la distribución nacional de la afrovenezolanidad en grandes y medianos centros urbanos, así como en las comunidades afrovenezolanas, semiurbanas, intermedias y rurales. En este experiencia, tanto él como el grupo primario de investigación, se Lilia Ana Márquez Ugueto IDENTIDAD Y CULTURA DESDE EL PROYECTO BIGOTT EN BARLOVENTO: 349 UNA PEDAGOGÍA DE LA AGITACIÓN CAP. X En 2014, la Vicepresidencia de Planificación y Conocimiento solicitó al profesor Luís Antonio Bigott el desarrollo del proyecto para los planes sectoriales impulsados desde esta institución, dirigidos a concretar en la realidad el Plan de la Patria. Desde la Vicerectoría Académica de la Universidad Bolivariana de Venezuela, el profesor Bigott nos convoca a un grupo grande de docentes que integrábamos los núcleos académicos de investigación, además de otras dependencias, para que como parte de la UBV contribuyéramos a la construcción, con el diseño y ejecución, de un Plan de Desarrollo Integral para Barlovento como subregión productiva. Desde la institución convocante, Vicepresidencia de Planificación y Conocimiento, se asignó a la Universidad Politécnica Territorial de Barlovento «Argelia Laya» (Uptbal) como eje impulsor y de coordinación de esta política in situ. La UBV participó en tres áreas fundamentales del proyecto: construcción de método de trabajo; diseño de metodologías y metódicas3 para la producción de conocimientos; y formación del personal técnico científico, referido a las y los trabajadores docentes de la Uptbal, así como a los integrantes de consejos comunales, comunas, sector productivo, movimientos populares y cultores populares de esta territorialidad. Se realizó la asamblea en la Universidad Politécnica Territorial «Argelia Laya», el día 16 de diciembre de 2014, para dar inicio al postgrado del Programa de Formación Avanzada (maestría y doctorado) en Ciencias para el Desarrollo Estratégico, de la UBV, con un proceso de revisión colectiva y participativa de las y los posibles maestrantes/ doctorantes y los temas que se pudiesen desarrollar como investigación. Gratamente para este equipo inicial conformado por Luís Antonio Bigott, Maritza Capote, Ingrid Machado, Rosa Figueroa, Carlos Ramírez, José García, Luís Ramón Cedeño y Rosalba Mendoza (casi todos vinculados a Barlovento en su afrodescendencia y productividad); cuarenta y ocho proyectos de investigación se precisaron en esa oportunidad, enmarcados dentro 3 pudo recoger la caracterización de estas poblaciones, su relación con el espacio, el mapeo de las comunidades y la determinación de la actividad económica, lo que permitió la configuración de este proyecto de Bigott para Barlovento. Bigott configuró algo que llamó la metódica de la enseñanza, se trataba de organizar en ella las siguientes precisiones: la de ver, observar la totalidad de la realidad (las relaciones sociales, la cultura, la organización política, los componentes micro psicosociales, la dimensión histórica y el reconocimiento de carácter dialéctico de la realidad). de los fundamentos claves y base de esta metódica se encuentran los planteamiento de orlando Flas Borda «cómo investigar la realidad para transformarla en praxis»; de Antonio Gramsci «la formación de intelectuales orgánicos»; de Mao tse-tung «acerca de la práctica»; de Ernest Mendel «formación del pensamiento económico de Marx»; y en Karl Marx los planteamientos en sus tesis sobre Feuerbach: «el problema de la práctica, cómo es en la vida social y la comprensión de esa práctica, e interpretar para transformar». Los procesos formativos desde la práctica que configuraba en cada contexto, es decir, sus metódicas, advertían y problematizaban sobre la relación entre el modo de producción del conocimiento y el modo de transmisión del conocimiento, relación entre el pensar y el ser, diferencia entre lo conocido y lo que todavía no se conoce, entre el pensar y el actuar, y la relación entre la forma y el contenido. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 350 CAP. X del Programas de Formación Avanzada, y aproximadamente quince proyectos adscritos directamente a la línea de investigación estratégica coordinada por el propio Luís Antonio Bigott, Cultura e identidad. El Proyecto Barlovento fue concebido como un nuevo sistema de conocimiento que amalgama los saberes académicos con los populares, parte de la idea fundamental de desarrollar teoría y praxis desde el proyecto nacional, en este caso el referente específico es el Plan de la Patria. Desde esta bitácora para la planificación de la nación, hoy convertida en ley orgánica, se busca que la academia oriente el desarrollo o fortalecimiento de políticas que contribuyan a la transformación socialista de la región como zona de conocimiento productivo, vinculados a haceres nada ajenos para esta territorialidad: la pesca; siembra y cosecha de cítricos, de cacao; y el resguardo ecológico de la laguna de Tacarigua, para su incorporación dentro de los planes de producción, con incidencia en la premisa mayor que establece generar conocimiento para cambiar la matriz productiva. En concreto, la Universidad Politécnica Territorial de Barlovento «Argelia Laya» (UPTBAL)4 es el espacio vinculante para esta propuesta de desarrollo territorial. Como parte de la «revolución del conocimiento», esa transformación de la matriz comenzaría por estimular las potencialidades de cada región, a través de la planificación participativa y el fortalecimiento en los territorios de los 15 Motores Productivos de la economía5 impulsados por el presidente Nicolás Maduro. Desde la Uptbal, el estudio de las propias capacidades en cuanto a producción, pondría en contexto las distintas potencialidades dentro de la subregión, esto es lo que se entiende como «Distrito Motor de Desarrollo», es decir, la posibilidad de fortalecer, vigorizar e incrementar mediante un plan integral las posibilidades que tiene como zona, su diversidad y los ejes territoriales que pudiesen complementarse en una especie de autodeterminación económica regional, incluso con la posibilidad real de generar cadenas de producción amplias y diversas. Barlovento es llamado a ser una zona de conocimiento productivo y la Uptbal su centro de investigación. Se requiere pues el desarrollo de las capacidades transformadoras del conocimiento, como parte inherente de formación de elementos estructurales, que contribuirían en esos esquemas de transición liberadora al socialismo. 4 5 (Uptbal), ubicada en la avenida Universidad de Higuerote, municipio Brión del estado Miranda. se trata de la reestructuración del Consejo Nacional de Economía Productiva de la Agenda Económica Bolivariana que definió el gobierno de la república para el reimpulso del aparato productivo, que busca superar el modelo rentista petrolero. Los 15 Motores Productivos son: 1) Agroalimentario. 2) Farmacéutico. 3) industrial 4) Exportaciones y nuevas fuentes de divisas. 5) Economía comunal, social y socialista. 6) Hidrocarburos. 7) Petroquímica. 8) Minería. 9) turismo nacional e internacional. 10) Construcción. 11) Forestal. 12) industrial militar. 13) telecomunicaciones e informática. 14) Banca pública y privada. 15) industrias básicas, estratégicas y socialistas (2016). Lilia Ana Márquez Ugueto IDENTIDAD Y CULTURA DESDE EL PROYECTO BIGOTT EN BARLOVENTO: 351 UNA PEDAGOGÍA DE LA AGITACIÓN CAP. X Uno de los fundamentos necesarios, que nos vincula interinstitucionalmente al Proyecto Barlovento es la Ley de Regionalización Integral para el Desarrollo Socioproductivo de la Patria; desde la mirada de Luís Antonio Bigott, la metódica6 para este proyecto dependerá del entendimiento que tengamos del territorio, de allí la posibilidad real de poder cumplir con la adecuación del mapa del conocimiento al mapa productivo y de tecnología respectivo, en una direccionalidad histórica del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, tal como lo expresa la ley, y de impulsar como exige la metódica de Bigott una cultura concreta del aprendizaje colectivo. Dialogando en el territorio: Bigott y Trenzas Insurgentes en Barlovento En este tiempo, y en paralelo, Trenzas Insurgentes veníamos acompañando como colectivo la gestión de una de nuestras miembros en el Centro de Atención y Formación Integral de la Mujer (CAFIM) de Barlovento (municipio Brión), Marianela Frías, también parte del Movimiento de Mujeres Afrobarloventeñas. De estos encuentros logramos levantar un cuadro diagnóstico inicial de la situación de algunas mujeres, sus familias y comunidades a partir de sus propias percepciones, y junto a ellas enumeramos y debatimos las problemáticas. Por suerte para nuestra investigación, ellas mismas propusieron soluciones, de las que casualmente muchas estaban vinculadas a nuestras líneas estratégicas de acción. De las soluciones resaltaron la necesidad formativa en aspectos tales como geohistoria (la barloventeñidad), autorreconocimiento étnico y marco legal. Pedían entonces vincularse con espacios de formación e instituciones 6 Al interior de una metódica analítica, Bigott planteó siempre las esferas de las mismas: lo internacional como el lugar donde, hasta ahora, se venían desarrollando los conceptos de educación; el contexto de América Latina y el Caribe como los espacios, los tiempos de las emergencias teóricas y las insurgencias metódicas que explicaban en concreto lo educacional; y, finalmente, la historia intelectual que marca el sesgo ideológico con las narrativas europeas y anglosajonas, frente a los discursos territoriales en nuestra América y el Caribe. Elementos que posibilitan nuevas y propias cosmovisiones educativas, con interpretaciones específicas, determinantes en la construcción de historias de la educación latinoamericanistas y caribeñas. Para Bigott, las metódicas investigativas que tenían como elementos estructurantes la observación, la contemplación, la explicación y la singularización, eran de carácter participativo porque propiciaban el encuentro de saberes con la educación popular, con la cultura popular, como espacios de educación e investigación alternativa, así como la investigación-acción-participativa de militancia transformativa; todo ello apunta con precisión hacia la fecundación de una ciencia propia de la educación, desde nuestras culturas, desde nuestras identidades múltiples y diversa. Las metódicas de la enseñanza de Bigott resaltaban la importancia de estar cargadas de experiencias, ser profundamente latinoamericanistas y tener como elementos dinamizadores la vida social y cultural de los pueblos. Los elementos de la ecuación de las metódicas de Bigott son: la organización, la planificación, la elaboración, la aplicación, el desarrollo, la sistematización, la evaluación y la comunicación de la experiencia a investigar. 352 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II que, por un lado, brindaran capacitación técnica y, por el otro, orientación en el desarrollo de proyectos socioproductivos; pedían también su financiamiento (Uptbal, UBV, Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, Fundación Ciara). En el 2016, el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, específicamente desde el Viceministerio de Igualdad de Género y No Discriminación, dirigido en ese momento por la activista afrovenezolana Nirva Camacho, convocaba periódicamente, a través de mesas técnicas, a las mujeres afrovenezolanas de todos los estados, para la creación colectiva de un programa denominado: Cimarroneando para la patria. Del mismo modo, entre los años 2015 y 2016, desde Barlovento y con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Marianela Frías participó activamente en las mesas técnicas, que trajeron como resultado la matriz generalizada región Barlovento cultura e identidad, donde se precisaron temas tales como: potencialidades, impacto, dificultades y escenario deseado; al igual que aspectos culturales que integran todo la espiritualidad de estas comunidades afrovenezolanas (fiestas, ceremonias y rituales); organización y participación popular de cultoras y cultores portadores de saberes docentes culturales; gastronomía, siembra y medicina tradicional afro con el uso de plantas medicinales; y la economía cultural de la zona. Esta matriz fue entregada a Luís Antonio Bigott y es cuando Trenzas Insurgentes se incorpora al trabajo desde el proyecto planteado por el profesor. Proyecto Bigott para Barlovento y la línea «Cultura e identidad» En una de las conversas de nuestro colectivo Trenzas Insurgentes con Bigott, para precisar nuestra participación, él nos explica qué es y qué está siendo el Proyecto Barlovento. Se trata pues de un decreto presidencial que abarca 5 ejes de la zona: Cagua-Mamporal (El Clavo, Marizapa, Mamporal), Capaya-Higuerote (Café, Curiepe, Tacarigua, Higuerote), Costero (San José de Barlovento, Río Chico, San Fernando, El Guapo, Paparo y Tacarigua de La Laguna), El Guapo-Boca de Uchire (El Guapo y Cúpira), Sur de Acevedo (Aragüita, Capaya, Panaquire); y 5 ejes temáticos: espacial/territorial, educativo, cultural e identidad, tecnológico y productivo. Nos convoca entonces a este colectivo para trabajar en el eje temático cultural e identidad, ayudando al grupo cursante de la maestría y el doctorado como comité popular de valoración de las propuestas, con el objetivo de que estimulemos los trabajos que apuntan al autorreconocimiento regional, étnico y cultural; y guiemos a los que carezcan de sentido de pertenencia y pertinencia hacia esa dirección. nos solicita, a partir de la línea de acción mencionada, elaborar un programa de Lilia Ana Márquez Ugueto IDENTIDAD Y CULTURA DESDE EL PROYECTO BIGOTT EN BARLOVENTO: 353 UNA PEDAGOGÍA DE LA AGITACIÓN CAP. X cultura e identidad dentro del marco socio productivo. Nos solicitapide también crear, diseñar e impartir un seminario donde se estudie la vida de Juan Pablo Sojo (hijo), padre de la afrovenezolanidad, y su novela Noche buena negra para analizar qué géneros musicales de Barlovento han desaparecidos y hay que recobrar; recopilar las décimas de Cruz María Conopoy (Curiepe) y darle prioridad a los trabajos de investigación sobre ambos personajes; diagnosticar a la familia barloventeña, tomando como base y comparación lo descrito por Juan Pablo Sojo. Por otro lado, en esta línea de cultura e identidad, es necesario hacer un registro de la gastronomía de Barlovento y platearnos la siembra y reintroducción de productos (rubros alimenticios) utilizados en la cocina típica de la zona que se están perdiendo, el caso específico del cambur titiaro en la cafunga (bollito dulce hecho con cambur, papelón, coco y anís dulce). En ese contexto, al final del año 2015 y principio del 2016, la Cátedra Libre África se incorpora al Proyecto Barlovento, con esta línea que estamos presentando. Dentro del amplio espectro investigativo que heredamos del pensamiento pedagógico de Luis Antonio Bigott, se encuentra la capacidad de hacer del hecho educativo una praxis agitadora para la militancia en términos culturales, identitarios y educativos. Lo que presentamos en esta ponencia responde a las necesidades que la línea cultura e identidad, creada y dirigida por el propio Bigott, inicia a manera de diálogo con las actividades formativas de Trenzas Insurgentes en espacios populares, dirigidas específicamente a mujeres afro. Desde este encuentro de trabajo en la territorialidad fuimos convocadas por Bigott al Proyecto Barlovento. Entre las integrantes de Trenzas Insurgentes que participamos activamente en el proyecto de Bigott en Barlovento nos encontramos: Casimira Monasterios, Marianela Frías, Xiomara Cabrera, Flor Márquez, Beatriz Aiffil y Lilia Márquez, esta última responsable de la línea en la Cátedra Libre África. De la pedagogía de la agitación Bigott en su libro Hacia una pedagogía de la desneocolonización, dice que cuando habla de «agitador» lo hace en la más clara y ortodoxia rodriguiana (Bigott 2010b), esto se refiere pues a ese proceso de agitación histórica. El profesor Alí Ramón Rojas Olaya afirma que Bigott creó la escuela desneocolonizadora y en esa idea las y los militantes del pensamiento pedagógico agitador de Bigott estamos adscritos. Interesa, sobre todo, llegar a exponer las premisas epistemológicas que contribuirían a consolidar eso que definimos una pedagogía de la agitación, lo cual comienza por precisar a quién toma Bigott como «sujeto» de investigación en este proyecto. Por un lado, es el personal de la Universidad Politécnica Territorial de Barlovento «Argelia Laya» como ese educador-investigador-agitador, que viene 354 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II conceptualizando desde la década de los setenta en su libro Educador neocolonizado, recientemente reeditado (enero de 2011) por el Fondo Editorial Ipasme. Bigott amplía esta concepción, escribiendo: […] los educadores que para mí tienen que ser docentes-investigadores-agitadores van a tener la oportunidad de participar activamente en el presente y actuante proceso de transformación social […] La Revolución Bolivariana reta al educador venezolano, a ser un docente investigador-orientador-facilitador-promotor, con formación en educación universitaria. Un educador revolucionario. Pasar de la fase de educador «en sí» a la fase de educador «para sí»; debe desarrollar al máximo una toma de conciencia de su ser revolucionario, bolivariano (Bigott 1975b: 16). –y agregaría yo chavista–. Las otras subjetividades que encaminarían la investigación vienen a ser integrantes de consejos comunales, comunas, sectores productivos, cultores/cultoras y movimientos populares en general, con ellas y ellos, se consolidaría el Poder Popular. La finalidad sería constituir redes de diálogo, redes de comunicación, redes de necesidades y decisiones basadas todas en lo popular, que conjuntamente con esas y esos educadores-investigadores-agitadores, que se forman para poseer el conocimiento del área de trabajo, diseñarían y ejecutarían la estrategia metódica (la práctica) para resolver problemas estructurales de vieja y nueva data en esta combativa territorialidad. Se cumpliría pues, la propuesta metodológica de Bigott inspirada en El carácter de la revolución venezolana del profesor y filósofo Núñez Tenorio (2011): a) el componente condicionante (el proyecto de desarrollo integral de Barlovento); el componente determinante (los sectores sociales impulsores del proyecto); el componente decisivo (la conducción o la dirección del proceso), como prodecimiento de instrumentación de la política. Núcleo generador de la praxis pedagógica de Bigott Entendemos que la metódica de la que tanto nos habla Bigott es el proceso mediante el cual logramos el acercamiento, en específico en el Proyecto Barlovento, al componente determinante (los sectores sociales impulsores del proyecto) y los instrumentos que vamos construyendo con el objetivo de recoger información para que las redes se conformen. Todo ese conjunto de procedimientos es denominado metódica, como parte del método que contiene dos elementos fundamentales, la teoría y práctica, esta última determinante en la forma de investigar. Nos indica Bigott (2014): todo método en sí mismo lleva una concepción teórica, todo objeto lo es para un método y todo método lo es para un objeto, en Lilia Ana Márquez Ugueto IDENTIDAD Y CULTURA DESDE EL PROYECTO BIGOTT EN BARLOVENTO: 355 UNA PEDAGOGÍA DE LA AGITACIÓN CAP. X consecuencia no es verdad que exista un único objeto de investigación […]. Afirmar que la sociedad se mueve a través de contradicciones, es una concepción teórica que produce métodos como el dialéctico. En el Proyecto Barlovento los métodos que necesitamos implementar son la educación popular como táctica y estrategia, al igual que la investigación-acción participativa; ambas deben desarrollarse en un contexto, en una territorialidad, en una temporalidad con los sectores sociales impulsores del proyecto, esto es con el componente determinante. Nos señala también no es posible la educación popular sin la investigación-acción participativa, sin la inserción en una comunidad, como no es posible la investigación-acción participativa sino toma en consideración la cultura popular y la educación popular. (Bigott 2014). Una de las búsquedas incesantes de la metódica de Bigott es precisar los niveles de conciencia, insistía que tenían un movimiento de la conciencia dominada ingenua, alienada, pasando a la conciencia precrítica, esa donde se daría el instinto de clase, -y agregaría yo desde el trabajo de Trenzas Insurgentes- de etnia y género, y la conciencia crítica, capaces de diferenciar entre el análisis coyuntural y análisis estructural de la sociedad neocolonizada. Pero he descubierto con el tiempo una fase oculta de la metódica de Bigott, no sé si por omisión (cosa que no creo del maestro) o por ejercitarnos la conciencia permanentemente. Me refiero al componente ético7 de las y los investigadores de los sectores populares, es esa relación fundamental de la cual tanto nos hablaba entre teoría y práctica. Decía: Cuando yo estudio una comunidad me estoy estudiando a mí mismo, es mentira lo de la objetividad científica, o sea la neutralidad, es decir plantearle a un 7 sobre la metódica de trabajo dice: ¿Quién puede conducir un proceso, una situación? Es evidente que se encontrará en mejores condiciones para comprenderlo y conducirlo aquel militante que tenga conocimientos sobre los problemas que caracterizan esa situación, quien ha estudiado el problema y sus antecedentes, quiénes en consecuencia captan la esencia de los mismos. Ese proceso desarrollado en profundidad por los actores de una escuela de cuadros y por una dirigencia lúcida y orgánica, conduce a definir los contenidos y procedimientos de una nueva ciencia de la democracia participativa. Un programa de formación de cuadros revolucionarios, a la vez que se expresa en una rigorosa búsqueda de conocimientos, es un proceso abierto de vida y de trabajo, una vivencia, una progresiva evolución hacia una transformación total y estructural de la sociedad y de la cultura como objetivos sucesivos y parcialmente coincidentes. Es un proceso que requiere un compromiso, una postura ética y persistencia en todos los niveles. En fin, es una filosofía de la vida en la misma medida que constituye un método (Bigott 2011b: 128-129). […] la metódica, practica generadora de la teoría de la acción. El militante de esta concepción necesita tener una conciencia abierta y sensible y una conciencia libre y dinámica; en él predomina el desarrollo del sentido crítico, la comunicación alternativa dialógica, la desmitificación de los medios masivos, la organización popular, el reconocimiento de la capacidad del pueblo para generar conocimientos, la horizontalidad, la igualdad, la modestia y la coherencia con el proceso transformador (Bigott 2011b: 32). PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 356 CAP. X cientista social que yo voy a ir a estudiar el Barrio Carpintero de Petare, entonces como yo voy al Barrio Carpintero de Petare, yo dejo en mi casa mi ideología y mis creencias las dejó aquí, cuídamelas un momentico que no les pegue el sol. ¡No! yo tengo mi visión de la sociedad (Bigott 2014). Nos pregunta entonces: ¿A quién yo voy a favorecer con mi investigación? Porque no es lo mismo como Petra Flores ve la sociedad desde Manicuare que Lorenzo Mendoza8 […] estamos frente a lo mismo con visiones distintas, él ve una cosa, Petra otra, esto es la concepción teórica del método (Bigott 2014). Y para mí, estamos frente a la concepción ética de la metódica de Bigott y lo afirmo así porque hay una reflexión diáfana sobre la conducta de la gente frente a la realidad, sobre el comportamiento de él y la científica social, sobre la actuación frente a la vida misma y el proceder humano en el gran contexto de la existencia. Otro de los aspectos relevantes de la metódica de Bigott es ese interés por la combinatoria que se producía entre el lenguaje popular con el lenguaje académico, era fundamental para el tipo de investigación que el maestro estaba construyendo. Nunca olvidaremos en su largo anecdotario el encuentro con un indígena andino amazónico en Bolivia que le dijo: mientras ustedes (los occidentales) dictan conferencias, nosotros los indígenas damos testimonios. La metódica de Bigott entendida como ética y procedimientos indiscutiblemente tendría un telos, una finalidad: la integración comunitaria. Nos decía con frecuencia: Nadie transforma lo que no conoce, tengo que conocer algo para poder transformarlo, entonces el conocimiento es importante. Entonces hay que caracterizar la comunidad donde se trabajará, donde se hará la investigación; qué cantidades de personas la habitan, qué producen, cómo producen, ¿son dueños de los medios de producción? (Bigott 2014). De esa realidad dialéctica, llena de contradicciones, emerge pues una metódica del acercamiento y del conocimiento, el qué y el cómo que puede levantarse desde la educación popular como componente táctico y estratégico a la vez. En su libro Redes socioculturales: investigación y participación comunitaria, recientemente reeditado (enero de 2011) por el Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria conjuntamente con el Centro Internacional Miranda, nos plantea que la metódica es construida sobre los supuestos siguientes: El humano como ser histórico, ser de relaciones: creador de cultura […] (Bigott 2011c: 24). De allí la práctica como punto de partida del conocimiento […] Es urgente iniciar una línea de trabajo centrada en una metodología de investigación 8 Heredero y gerente general de Empresas de Alimentos Polar. Lilia Ana Márquez Ugueto IDENTIDAD Y CULTURA DESDE EL PROYECTO BIGOTT EN BARLOVENTO: 357 UNA PEDAGOGÍA DE LA AGITACIÓN CAP. X que hunda sus raíces en el proceso vivencial [...] Intentemos una inserción más contemporánea en los procesos populares (Bigott 2011c). Esto es lo que los equipos que conformó Bigott para Barlovento estamos construyendo. Concluyo por ahora diciendo que: 1. Desde las metódicas de Bigott, su pedagogía de la desneocolonización, su militancia comunista y su arraigo en lo popular, se encuentra esa nueva pedagogía que deseaba construir y que yo la llamo «pedagogía de la agitación», la estamos implementando los grupos de trabajo en el Proyecto Barlovento. Es indispensable destacar que esta militancia investigativa a la que los grupos de trabajo nos suscribimos con este y otros tantos espacios de debate y reflexión con Bigott, nos permiten entender que la metódica de investigación (dinamizadora de su pedagogía de la agitación) ha tenido siempre como punto de partida el conflicto histórico, esto es de la tradición del capitalismo periférico al momento fundante del socialismo del siglo XXI, de la tradición nacionalista a la ruptura del arraigo con el neocolonialismo, y que la fuente generadora de la práctica en el Proyecto Barlovento, es el proyecto de liberación nacional: El bolivarianismo. 2. Esta pedagogía de la agitación es parte integrante de nuestro quehacer docente: en el Programa de Iniciación Universitaria, en la Unidad Básica Integradora Proyecto, en las unidades curriculares que impartimos, en las electivas, en el trabajo comunitario, por eso es que afirmamos que militamos activamente en el pensamiento pedagógico de Bigott. 3. Los grupos de trabajo convocados por Bigott esperamos que el componente decisivo (la conducción, la dirección del proceso) en estos momentos, nos convoque a las reuniones técnicas para darle continuidad y feliz término a nuestras investigaciones. 4. Finalmente, para nosotras y nosotros, la búsqueda de una pedagogía posible culmina con la metódica de Bigott, que es la que demanda constante de transformación. BIBLIOGRAFÍA Bigott LA (1972) Estudio integral de las comunidades. Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela. — (1973) Estudio integral de las comunidades. Edición Nuevo Tiempo. Managua, Nicaragua. — (1974a) Las paredes están vivas. 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Caracas, Venezuela. 361 antropología decolonial de la educación. Razón y dominación epistemológica del saber pedagógico Edgar Figuera* Liminal Este ensayo, a partir de la deconstrucción del «universo discursivo de la Ilustración»1 sobre la razón eurocéntrica del progreso, la historia, el sujeto, la ciencia y la técnica en el contexto de la modernidad/colonialidad 2 como expresión geopolítica del sistema-mundo3 de dominación hegemónica en la mundialización de los procesos económicos de acumulación capitalista, pone en evidencia las tensiones dialécticas que se expresan en Latinoamérica y el Caribe dentro de las ciencias sociales, y muy particularmente en el ámbito de la educación y de los sistemas educativos, en los que el viejo estatuto epistemológico eurocéntrico no explica los avatares de nuestras historias. Estas confrontaciones geopolíticas entre el Estado-nación y la sociedad se manifiestan en las rupturas históricas entre el campo político (los referentes: marcos conceptuales, ontologías, epistemologías, teorías, métodos, eticidades, etc.) y el campo de la política (las prácticas, la vida cotidiana). Las * Centro de Estudios de Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e: edfiguera@ubv.edu.ve; edgarfiguera@gmail.com 1 2 3 Universo discursivo de la Ilustración: abordado como el relato que articula todo el proceso de occidentalización eurocéntrica con América Latina y el Caribe a partir del siglo XVii, que se expresa en la imposición de un estatuto gnoseológico reduccionista y unificador del conocimiento ontológico, epistémico, teórico, metódico, ético y estético sobre la diversidad geohistórica de este continente, desde el cual se define el «sujeto americano» (bárbaro, salvaje) diferenciado del «sujeto moderno» europeo (civilizado). La modernidad/colonialidad: paradigma fundacional de las relaciones centro-periferia de dominación y explotación entre metrópolis y colonias, en el contexto geopolítico de la reorganización del sistema-mundo hegemónico, que para 1492 estaba representado por España. Sistema-mundo: categoría de análisis conceptualizada por immanuel Wallerstein para interpretar, comprender y explicar las dinámicas geopolíticas de las relaciones hegemónicas centro-periferia en los procesos globales de la mundialización de acumulación capitalista, bien sea por producción generalizada o por desposesión. Cfr. Wallerstein i (2005) Análisis de sistemas-mundo. Una introducción. siglo XXi Editores. México. Pp. 40-41. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 362 CAP. X tensiones enunciadas como temas/problemas son evidencias contextualizadas de las relaciones centro-periferia en las cuales convergen diversos factores que están en la génesis de las crisis del sistema-mundo, donde el «tráfico de teorías» educativas que afloran en los organismos multilaterales y sus «bancos de expertos» mundiales en educación, con sus soluciones estandarizadas a escala planetaria, que minan las alternativas geohistóricas locales para imponer las condicionantes ideológicas de los diseños globales, es una de las expresiones históricas de la dominación, toda vez que nos encontramos subsumidos entre países productores de conocimientos de diseños globales y países consumidores de esos conocimiento que «ayudan» a la radicalización de los procesos hegemónicos de dominación. La tesis anterior cobra intenso valor a escala global a partir de la década de los años 90, cuando se confrontan múltiples rupturas ontológicas, epistemológicas y estéticas que tienen relaciones con los diferentes campos de producción de conocimientos, en las cuales podría expresarse la llamada «investigación científica», muy particularmente en las ciencias sociales, que no dan cuenta de la naturaleza que define las transformaciones que se gestan desde entonces en este continente: existe, sin duda, una dicotomía/confrontación entre la hegemonía del universo discursivo de la pedagogía de la razón ilustrada y las prácticas pedagógicas de la liberación, que se vienen consolidando en una gran diversidad de experiencias educativas mal llamadas «alternativas»4. Entre ambas dimensiones se tensa una dialéctica de la alienación pedagógica y de la liberación que toca directamente, en palabras de (Hegel 1995: 145), el pensar que piensa el pensamiento. Esta premisa la reflexionamos a través de las condicionantes geohistóricas de la interculturalidad y de las formaciones económico-sociales que definen en el campo de la realidad las concepciones, las estructuras y las praxis del saber pedagógico. En la pedagogía de contexto, el «ethos existencial» lo asumimos mediante la alienación, en las lógicas epistémicas de la modernidad/colonialidad, pero también mediante las condiciones de posibilidad de la razón crítica latinoamericana y caribeña, que se funda en otras arquitecturas epistémicas desde el Sur-Sur (Walsh 2008: 141), desde el pensamiento decolonial que anida su sistema de enunciados y su metódica en la filosofía marxista; es decir, centrado en los desarrollos teóricos de la condición de sujeto alienado, explotado, en tanto sujeto-objeto de la dominación negadora de lo que Castoriadis (2004: 157 y ss.) significa como la condición humana. En el sentido de lo expresado, los teoremas rutinariamente empleados para explicar las tensiones ónticas y dialécticas, referidas a las concreciones materiales 4 La expresión «alternativa» en el plano semiótico y de la estructura simbólica de la educación, dan cuenta de la permisividad o tolerancia de la dominación que ejerce no solo el sistema capitalista sino la producción social, material y simbólica de la vida cotidiana que se decanta y organiza a partir del plusvalor y sus procesos planetarios de acumulación de capital. La naturaleza de la pedagogía y del estatuto epistemológico que la sostiene y justifica emerge confrontada, enfrentada a la pedagogía de la liberación. Lo «alternativo» elimina cualquier condición de posibilidad de un materialismos dialéctico de la praxis pedagógica de contexto. Edgar Figuera A NTROPOLOGÍA DECOLONIAL DE LA EDUCACIÓN. R AZÓN Y DOMINACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL SABER PEDAGÓGICO de las dinámicas intersubjetivas e interculturales (problemas-carencias-necesidades-reivindicaciones), ya no explican las cosas que dicen enunciar. Latinoamérica y el Caribe requieren su propia matriz de significación a partir de la cual se pueda interpretar, comprender y explicar la esencia que define nuestros particulares procesos históricos y las búsquedas propias de un horizonte intercultural, geohistóricamente diverso, en sus ideaciones cosmogónicas de una ecología de la vida, de una ecología de la vida. Este continente requiere entonces, desbrozar sus singularidades toponímicas que ancestralmente denotaban y connotaban los atributos que configuraban la unidad de lo pensado-expresado en una dimensión estética de la armonía entre el saber y el hacer con relación a la producción material, social y simbólica de la cotidianidad. Es en esta tesis donde centramos el objeto de este ensayo, con las condiciones de posibilidad de un estatuto onto-epistemológico que dé cuenta de nuestras naturalezas identitarias. Razón y dominación epistémica El punto de partida para una reflexión crítica y radical de las condicionantes geohistóricas del «ethos existencial y cultural»5, que emerge del reduccionismo epistemológico que el sistema-mundo hegemónico, expresado en la modernidad/ colonialidad del entonces imperio español, impuso como estrategia de dominación y colonización desde 1492 en este continente, tienen asidero en la dicotomía que establece la institución eclesiástica eurocéntrica (Lander 2009: 17). Esta escisión se genera en las formas singulares de la relación entre saber y hacer de las sociedades europeas: separación que se produce entre el ámbito de lo sagrado (tradición jadeo-cristiana), las concreciones materiales de la persona (la condición humana) y el espacio (naturaleza) donde se condensan todas las formas ideológicas en la organización y producción material, social y simbólica de la vida cotidiana. No obstante, es con el advenimiento de la Ilustración y la consolidación de las ciencias cuando se profundiza la separación entre pensamiento y naturaleza: espacio-tiempo de las relaciones interculturales e intersubjetivas, así como de la producción de los saberes, los haceres, las técnicas y tecnologías, la memoria, las costumbres, las tradiciones, las creencias, las eticidades, las estéticas, los usos y las prácticas. En el fundamento de esta ruptura está subsumido un nuevo estatuto ontológico y epistemológico, una nueva eticidad que decanta en este continente un nuevo «ethos cultural», una nueva estética: la colonialidad como dimensión permanente a lo largo de estos cinco siglos de dominación epistémica. Es con el filósofo católico francés René Descartes que se pudiera pensar la historicidad del 5 se hace referencia al llamado sujeto de la modernidad/colonialidad donde se anidan, al menos en lo referencial (campo político), atributos como razón, ciencia, técnica, progreso, lo individual por encima de lo societario, etc. 363 CAP. X 364 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II «acta de nacimiento» de esta fragmentación ontológica (identidad del ser) entre cuerpo y mente, entre la razón y el mundo (Lander 2009:18). En esta concepción histórica de la modernidad/colonialidad, la significación ontológica pasa del espacio a la razón instrumental: el ser humano y la materialidad social y simbólica de su existencia son descontextualizados de su hábitat. La naturaleza pasa a ser el espacio/lugar en el cual se tensan las concepciones de la nueva razón que opera desde las lógicas deductivistas de la nueva ciencia. La natura ya no será la hermenéutica donde se produce la existencia humana y su saber, al igual que toda su complejidad pensante y actuante como unidad existencial. El mundo pasa a ser en la modernidad/colonialidad un [...] mecanismo desespiritualizado, que puede ser captado por los conceptos y representado (Lander 2009: 20). Es una fractura ontológica, epistémica y estética de un conocimiento descorporeizado y descontextualizado, en el que el racismo germina y despliega toda la exclusión de la diferencia colonial, tal como lo reseña Aníbal Quijano al reflexionar sobre la colonialidad del poder y la colonización de los imaginarios de los dominados: Con la formación de América se establece una categoría mental nueva, la idea de raza. Desde el inicio de la conquista, los vencedores inician una discusión históricamente fundamental para las posteriores relaciones entre las gentes de este mundo, y en especial entre europeos y no-europeos, sobre si los aborígenes de América tiene alma o no; en definitiva si tienen o no naturaleza humana. La pronta conclusión decretada desde el Papado fue que son humanos. Pero desde entonces, en las relaciones intersubjetivas y en las prácticas sociales del poder, quedó formada, de una parte, la idea de que los no europeos tienen una estructura biológica no solamente diferente de la de los europeos; sino, sobre todo, perteneciente a un tipo o a un nivel inferior. De otra parte, la idea de que las diferentes culturas están asociadas a tales desigualdades biológicas y que no son, por lo tanto, producto de la historia de las relaciones entre las gentes y de éstas con el resto del universo. Estas ideas han configurado profunda y duraderamente todo un complejo cultural, una matriz de ideas, de imágenes, de valores, de actitudes, de prácticas sociales, que no cesa de estar implicado en las relaciones entre las gentes, inclusive cuando las relaciones políticas coloniales ya han sido canceladas. Ese complejo es lo que conocemos como racismo (Quijano 1999: 167). La colonialidad del poder, en el contexto de la modernidad/colonialidad, desarrolla sus estructuras funcionales en una corporeidad desespiritualizada y desarraigada de su contexto (naturaleza), generando opacidades en los ancestrales imaginarios (memoria) que la unidad estética del hábitat había producido en la ancestralidad marcada por las dinámicas poblacionales de ocupación material y producción semántica del espacio: las dicotomías mente-cuerpo, persona-natura- Edgar Figuera A NTROPOLOGÍA DECOLONIAL DE LA EDUCACIÓN. R AZÓN Y DOMINACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL SABER PEDAGÓGICO leza no existen en los pueblos y culturas ancestrales. El reduccionismo epistémico desencadenó, desde la «condición racional del mundo», sus procesos de dominación y transformación cultural sobre los modos de conocer y expresión del saber-hacer, sobre los sistemas símbolos y formas de significación, sobre las formas de establecer relaciones intersubjetivas de consanguinidad y alianzas para la organización de la vida familia-comunidad-naturaleza. Los conquistadores-colonizadores (militares, funcionarios, civiles y clero) impusieron la referencia geocéntrica europea como el ideal mistificado de los parámetros de producción de la cotidianidad y de los conocimientos y significaciones (Quijano 1999: 138). La colonización estructural de los pueblos y culturas ancestrales, desde la violencia epistémica, subsumió la desnaturalización de las poblaciones dominadas al ser integradas a un patrón de poder configurado en las dinámicas geopolíticas del sistema-mundo hegemónico, expresado en las formaciones económico-sociales de la modernidad/colonialidad que tiene como atributo fundacional a la mundialización capitalista. Este patrón de la diferencia colonial que genera la dominación, tanto la violencia epistémica como la opacidad de la memoria Quijano (2009) lo resumen de la forma siguiente: 1. La condición de posibilidad de la colonialidad del saber-poder, más allá del colonialismo y la construcción intercultural de la alteridad, el «otro», fue organizada a partir de la ideación ontológica, ética y epistémica de la noción de «raza». Este imaginario cartográfico de la modernidad/colonialidad fraguó una nueva narrativa de las relaciones centro-periferia en los procesos mundiales de acumulación capitalista. Impuso, además, los atributos definitorios de clasificación e identificación social al configurar los sistemas simbólicos de dominación y explotación como expresión de las formaciones económico-sociales históricamente necesarias y permanentes. 2. En la perspectiva de los «vencedores», los colonizadores mediante el reduccionismo epistemológico conceptualizaron a la gran diversidad de pueblos y culturas ancestrales como indios, morfema que no existe en ninguna de las lenguas de dichos pueblos. Ya no eran wayúu, yanomami, warao, aymara, nahualt, etc., sino «indios». Esta connotación colonial implicaba la invisibilización de las identidades genésicas, en beneficio del reduccionismo geohistórico que implicaban las «nuevas» identidades. Igual proceso de des-identización fue aplicado a la diversidad cultural de África, ya no eran mazai, zulu, yorubas, ashantis, etc., sino negros. Los colonizadores a lo largo del proceso de coloniaje, pasaron de europeos a blancos. La palabra mestizaje iniciaba su travesía en la historia de las relaciones interculturales y de otredad, asimismo, se tornaba cada vez más compleja en su diversidad semántica. Estas nuevas «identidades», indio y negro, fueron configurando y desarrollando la clasificación socioeconómica de las poblaciones. 365 CAP. X 366 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 3. Aníbal Quijano (2009: 215) considera que esta imposición epistémica configuró un patrón de poder expresado como se indica a continuación: a) la existencia y la reproducción de nuevas identidades históricas «racializadas»; b) la relación jerarquizada y de dominación centro-periferia entre las identidades «europeas» y «no-europeas»; c) las nuevas instituciones del orden colonial tenían que ser configuradas para la preservación de ese nuevo fundamento histórico de clasificación social, impuesta por el sistema-mundo hegemónico de la modernidad/colonialidad. 4. Las culturas originarias reducidas al coloniaje fueron excluidas de las letras y desconocidos sus desarrollos. Los maya, aztecas, incas, etc., fueron subsumidos en la explotación de sus propios saber-hacer. De repente «desaparecieron» todas las expresiones creativas y estéticas de estos pueblos, para dar paso al nuevo sentido estético del colonizador. Les fue negada la posibilidad de objetivar sus propios sistemas simbólicos y de representaciones; sus propias lenguas, en muchos casos, fueron prohibidas. La estética de la dominación estaba a la orden del día, implicaba además la difusión de la nueva ética de la «representación» de la otredad. 5. Igualmente, la relación sagrado-profano se impuso a través de la epistemología del colonizador. Apareció el «Dios de todos» para negar la diversidad de creencias y la unidad del ser. Otra lingüística, otras prácticas emergieron desde la colonialidad del poder eclesiástico. Todo fue transmutado en el ser de las comunidades: las relaciones de parentesco, los procesos rituales, los valores, las eticidades, las costumbres, las creencias, las tradiciones, la reciprocidad, la igualdad social, el control de la autoridad comunitaria, la división técnica del trabajo, etc. Junto con estos factores del nuevo sistema de dominación colonial, fue organizado el nuevo sistema de explotación social, por la configuración de todas las formas históricamente conocidas (la esclavitud, la servidumbre, la reciprocidad) en una única estructura de producción para el nuevo mercado que se imponía mediante la modernidad/colonialidad, en un largo proceso de mundialización capitalista. 6. Es a través de estas dinámicas históricas de la geopolítica del sistema-mundo hegemónico de la modernidad/colonialidad que da cuenta el concepto de «colonialidad del poder», lo cual es la configuración planetaria con base en las relaciones de dominación y explotación orientada a la mundialización de la acumulación capitalista y la organización de la producción material, social y simbólica de la vida cotidiana en coherencia con el patrón global del plusvalor. Edgar Figuera A NTROPOLOGÍA DECOLONIAL DE LA EDUCACIÓN. R AZÓN Y DOMINACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL SABER PEDAGÓGICO 7. Es importante esta acotación de Quijano: tras los procesos emancipadores de los pueblos, las minorías dominantes blancas se hicieron con el poder político-militar-financiero y llegaron a controlar los estados independientes, aunque sus sociedades seguían transitando bajo la égida de la colonialidad. No fue alterado el «patrón racial» de la configuración colonial del mundo con las independencias, sino que fue acentuado, ahora de la mano de la modernidad/colonialidad capitalista: la conflictividad se hizo histórica entre los blancos y los indios siervos, negros esclavos y mestizos. Los antagonismos de clases sociales, económicos, políticos, ideológicos, éticos y estéticos tienen en esta configuración sus raíces primeras. En estas contextualidades históricas, los colonizadores tendieron a percibir las relaciones entre los «centros» del mundo colonial capitalista y las sociedades coloniales, exclusivamente en el ámbito de sus propios intereses «raciales». 8. En la geopolítica histórica de la modernidad/colonialidad del poder, las poblaciones colonizadas fueron sometidas a la hegemonía del eurocentrismo, a fin de controlar las relaciones interculturales de alteridad e intersubjetivas, así como el imaginario, la memoria social y el conocimiento, tal como lo refleja Lander: La conquista ibérica del continente americano es el momento fundante de los dos procesos que articuladamente conforman la historia posterior: la modernidad y la organización colonial del mundo24 . Con el inicio del colonialismo en América comienza no sólo la organización colonial del mundo sino -simultáneamente- la constitución colonial de los saberes, de los lenguajes, de la memoria 25 y del imaginario26 . Se da inicio al largo proceso que culminará en los siglos XVIII y XIX en el cual, por primera vez, se organiza la totalidad del espacio y del tiempo -todas las culturas, pueblos y territorios del planeta, presentes y pasados- en una gran narrativa universal. En esta narrativa, Europa es -o ha sido siempre- simultáneamente el centro geográfico y la culminación del movimiento temporal. En este período moderno temprano/colonial, se dan los primeros pasos en la ‘articulación de las diferencias culturales en jerarquías cronológicas’ 27 y de lo que Johannes Fabian llama la negación de la simultaneidad (negation of coevalness)28 . Con los cronistas españoles se da inicio a la ‘masiva formación discursiva’ de construcción de Europa/Occidente y lo otro, del europeo y el indio, desde la posición privilegiada del lugar de enunciación asociado al poder imperial (Lander 2009: 20-21). 367 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 368 CAP. X Conciencia de la ruptura epocal La pedagogía escolástica después de haber pasado por diversas crisis existenciales y epocales, al parecer, hoy «asiste», también, a una de las tantas crisis en su haber. Solo que esta vez es coincidente con el derrumbe del paradigma, que le ha dado significación y sentido de ser en estos últimos cinco siglos de las relaciones centro-periferia: la modernidad/decolonialidad. En esencia, los procesos de producción de conocimientos y las relaciones de enseñanza-aprendizaje-sociedad no han sido modificadas en los últimos dos siglos, no ha habido cambios estructurantes; ¿por qué la educación se ha mantenido, en su esencia, al margen de las transformaciones epocales? Sin embargo, las instituciones educativas en la agonía de la modernidad/colonialidad y siguiendo la dinámica comunicación mundial de la industria cultural6 no dejan de hablar de la «velocidad del cambio» como apalancamiento de cierta concepción del desarrollo, aunque todo sigue igual al interior de estas instituciones en pro de la rutina mecánica de sus prácticas descontextualizadas. Aun cuando en esencia no haya cambios en las relaciones de explotación, dominación y coloniaje, excepto en las megaconcentraciones de la acumulación del plusvalor en manos de unos pocos grupos que se hacen cada vez más reducidos. Es innegable la «contribución» de las instituciones educativas a la estabilidad histórica de la relación centro-periferia en el sistema-mundo hegemónico y al patrón racial de configuración del mundo expresado en la modernidad/colonialidad. Esta condición histórica de las formaciones económico-sociales fundacionales de las dinámicas de la colonialidad de poder han hecho, además, de estas instituciones un atributo constitutivo de la dominación, a partir de la naturaleza del saber-hacer que en sus diseños curriculares y programas de investigación se vehiculizan como ideología, estructuras simbólicas y cultura en cada estudiante que lograr egresar de su seno. La sociedad los recibe como «novedad» de la continuidad hegemónica de la dominación capitalista, expresión histórica de la modernidad/colonialidad. La pedagogía latinoamericana y caribeña, ¿cuál es su naturaleza? ¿cuál es su identidad ontológica y epistemológica? ¿qué razones asisten para estar al margen de las sociedades y sus demandas históricas? ¿por qué languidecen? ¿por qué son las que menos producen, las que tienen menos resultados en todos los procesos académicos? ¿por qué son tan magras en el desarrollo de las capacidades resolutivas? ¿las subsumió en sus dinámicas el discurso globalizador? Las instituciones educativas latinoamericanas y caribeñas son las más reacias a acompañar las transformaciones estructurales que se gestan en este continente, ¿qué significa, para las escuelas latinoamericanas, pensar desde esta diversidad intercultural que 6 Industria cultural: en este texto, se hace referencia al entramado hegemónico del sistema-mundo de dominación capitalista expresado en la relación político-económico-mass media-militar. Cfr. silva L (1982) Teoría y práctica de la ideología. Editorial Nuestro tiempo. México. Pp. 110-122. Edgar Figuera A NTROPOLOGÍA DECOLONIAL DE LA EDUCACIÓN. R AZÓN Y DOMINACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL SABER PEDAGÓGICO somos en este continente americano? En fin, ¿nuestras escuelas tienen pensamiento propio? Esto significa haber discernido su propia ontología del conocer (identidad del ser), haber construido a partir de nuestras raíces de sujeto colonizado un estatuto epistemológico y sus respectivas categorías de análisis, su propio sistema de enunciados para interpretar, comprender y explicar la naturaleza de los atributos que definen la esencia histórica de nuestras identidades, de las tensiones dialécticas que se confrontan con las dinámicas poblacionales territoriales de las formaciones económico-sociales y haber sentado la arquitectura del método que logre expresar las tensiones entre los referentes y las prácticas pedagógicas mediante la perspectiva crítica-radical. Las instituciones educativas y sus prácticas pedagógicas, tal como las conocemos, se desmoronan frente a los macro problemas/desafíos/nudos críticos a los cuales se enfrenta la sociedad postmoderna, postindustrial, sobremoderna, transmoderna (Lyotard 1998: 13-19); se elijan cualquiera de las adjetivaciones o se creen otras, en todo caso será un «después» de la modernidad. Sí, postmoderna, porque la modernidad va siendo parte del pasado y tan solo nos ha dejado en los anaqueles del mercado la producción de reliquias objetuales de la cibernética, planificadas sobre la base de la obsolescencia y su idea planetaria de «conectarnos en una aldea global» que nos hace a la periferia mucho más excluida, muchos más pobre, mucho más cercana al modelo extractivista, mucho más dependiente y mucho más consumidora de desechos tecnológicos producidos por los países del centro o de la colonialidad del poder; reafirmando la configuración racial del mundo y de la colonialidad del poder. Ahora bien, ¿qué praxis pedagógica nos sume en la reflexión dialéctica, histórica y crítica que nos encamine hacia otras prácticas, hacia procesos liberadores? La crisis de la praxis pedagógica no es una crisis en sí misma, en su ontología metafísica (identidad del ser), sino que asistimos a la evidencia la agonía del paradigma que la debía sustentar y que pone fin a una época diseñada globalmente en el sistema-mundo hegemónico como la modernidad/colonialidad, cuya concreción dialéctica viene dada a través de las formaciones económico-sociales de acumulación capitalista que, en la actualidad, tienen prácticamente agonizantes a todas las macro variables del hábitat, donde la vida se expresa con las particularidades de sus respectivos biomas: no sólo está en crisis el sistema económico tributario de ese paradigma, sino, también, consecuencia de éste, las formas occidentales de organización de la vida en sociedad. Es a partir de este quiebre de paradigma que nos formulamos algunos planteamientos y a partir de los cuales podemos reflexionar, debatir y hasta proponer posibles explicaciones sobre la naturaleza de esta institución que hoy hace aguas desde su interioridad y que no deja de generar tensiones históricamente dialécticas que la enfrenta a los tres factores constitutivos esenciales de su propia naturaleza: la sociedad, el conocimiento y sus prácticas. Estos enunciados del eurocentrismo, no nos permiten interpretar, comprender y 369 CAP. X 370 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II explicar donde estamos y cómo salir del «hoyo negro», no de la crisis, sino de la dominación hegemónica del capitalismo, de la configuración racial del mundo y de la colonialidad del poder. La propia sociedad, desorientada y embelesada con los «espejitos» cibernéticos de la modernidad/colonialidad, actuando y configurando las relaciones de dominación ideológica entre lo doméstico y la producción social, material y simbólica de la cotidianidad, tampoco atisba a otear las dimensiones estructura-coyuntura de su propia crisis histórica. En el sentido de lo expuesto y para aproximar algunas reflexiones sobre la institución escolar y sus prácticas, hemos formulado un enunciado general y, como reflexión final, cinco planteamientos que fundamentan nuestra búsqueda de una pedagogía de contexto. El enunciado: ¿Cómo podría producir, la institución escolar, una nueva racionalidad decolonial de referentes ontológicos, epistemológicos, conceptuales, teóricos, metódicos, éticos y estéticos que permitan interpretar, comprender y explicar la naturaleza de los hechos, eventos, procesos y fenómenos socioculturales constitutivos de nuestras sociedades latinoamericanas y caribeñas, asociados a las dinámicas productivas que afectan, en un espacio y tiempo geohistóricamente condicionado por las formaciones económico-sociales, la producción material, social y simbólica de la cotidianidad, cuyos fundamentos están articulados a la deconstrucción del pensamiento hegemónico existente y a la construcción de nuevas formas de pensar y hacer, a fin de armonizar la sustentabilidad económica de la vida, las diversas maneras de organización de esta en sociedad y la preservación del equilibrio del hábitat? Reflexión final Parece evidente que la discusión sobre la educación, decantación del paradigma dominante, debe ser asociada a consideraciones más amplias concernientes a la situación por la que atraviesa la propia sociedad y las estructuras simbólicas del imaginario colectivo de la que los modelos educativos son expresión privilegiada. Si bien en un momento dado el debate puede concentrarse alrededor de los contenidos internos que hacen a las concepciones, fundamentos y prácticas del espacio cultural específico, además, es claro que la dinámica de la educación depende en un alto grado de los condicionantes de las formaciones económico-sociales de un punto histórico determinado y se impregna fuertemente de la impronta ideológica y política en las coyunturas puntuales de cada territorialidad. A partir del enunciado, se desprenden las siguientes formulaciones históricas de los problemas o nudos críticos constitutivos de la pedagogía de contexto, pensados desde la configuración racial del mudo y de la colonialidad del poder: ¿Cómo podría la institución escolar producir su propia independencia gnoseológica del eurocentrismo, en tanto institución que le urge ser refundada con base en el acervo de nuestra memoria intercultural, a partir de la cual se debe Edgar Figuera A NTROPOLOGÍA DECOLONIAL DE LA EDUCACIÓN. R AZÓN Y DOMINACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL SABER PEDAGÓGICO re-pensar, fuera del ámbito de la modernidad/colonialidad, la biodiversidad geohistórica americana, a fin de asir los fundamentos constructivos de las ontologías (identidades del ser) y de un nuevo estatuto epistemológico? ¿Con qué factores estructurales de relaciones de la geopolítica del conocimiento con el sistema-mundo hegemónico de dominación, y la vía de la desconexión como horizonte cognitivo de una propuesta estética bajo la égida de la ecología de nuevas formaciones económico-sociales, pudiera repensarse la naturaleza de la pedagogía de contexto, fuera del ámbito de la razón instrumental en tanto atributo constitutivo de la modernidad/colonialidad? ¿Cómo las escuelas, bajo la defensa de las formaciones económico-sociales en el despliegue de la mundialización del capitalismo, bien sea a través de la acumulación ampliada o acumulación por desposesión como su concreción constitutiva en el marco del sistema-mundo hegemónico dominante, pueden crear nuevas prácticas pedagógicas para «detener» el despojo, el saqueo, la rapiña y la violencia, no solo como factor fundacional del capitalismo histórico, sino como mecanismos permanentes del proceso de acumulación de capital? (Terán Mantovani 2014: 35). ¿Cuáles serían los factores fundamentales de las dinámicas geopolíticas mundiales en el seno de las relaciones centro-periferia y la necesaria reconfiguración de las teorías del desarrollo desde la desconexión, que sostengan en el tiempo la construcción de sociedades ecológicas sustentables, bajo la égida de la multipolaridad, en las que las universidades pasen a ser de utilizadoras de saberes a productoras de conocimientos americano? ¿Qué modelo de organización debe darse en las escuelas a fin de atender los graves males del desequilibrio de la cotidianidad local subsumida en la degradación del hábitat, consecuencia de la mundialización de los procesos de acumulación capitalista, que terminan por afectar en las singularidades geohistóricas locales las posibilidades de la condición humana, demandante de una nueva estética de la vida en sus diversas formas de expresarse en la naturaleza? Es en este contexto dentro del cual expresamos los diversos nudos críticos que mantienen a estas agónicas instituciones en un deslave prolongado: ¿desde dónde pensarla en correspondencia con el estado de lugar de la sociedad, que se debate entre estar subsumida en los diseños globales y estar «desconectada» en sus historias locales? ¿qué conocimiento pertinente, qué ciencia, qué tecnologías requieren las sociedades que proponen otros modelos de relaciones de producción y de organización de la vida en sociedad que esté en armonía con la preservación de las variables que producen el equilibrio de la ecología planetaria?, ¿sobre qué bases se puede generar un modelo de economía diversa y sustentable de las formas, otra, de organizar la vida en sociedad?, ¿cómo financiar sustentablemente toda la complejidad organizativa y funcional de la educación para que pueda dar respuestas territorializadas a las «zonas económicas de conocimiento productivo»? 371 CAP. X 372 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Son estas formulaciones, y posiblemente otras, que ocupan la atención central de la conceptualización de una pedagogía de contexto, objeto de un programa de investigación en desarrollo. BIBLIOGRAFÍA Cusicanqui S (2010) Reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores. Tina Limón. Buenos Aires, Argentina. 80 pp. Hegel G W F (1995) Esthétique. París: Aubier. Lander E (comp. 2009) La colonialidad del saber. El perro y la rana, Serie colonialdiad/ modernidad/descolonialidad. Caracas, Venezuela. Lyotard J-F (1998) La condición postmoderna. Cátedra. Madrid, España. Quijano A (1999) Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina. En: Castro-Gómez S, Guardiola O & O Millán de Benavidez (eds.) Pensar (en) los intersticios. Teoría y práctica de la crítica poscolonial. Instituto Pensar. Bogotá, Colombia. Pp. 117-131. 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Pp. 40-41. 373 la música y los instrumentos musicales en el proceso endoculturativo de la sociedad wayúu: visión antropolingüística de los relatos cantados: el jayechi Lizardo domínguez Méndez* El lenguaje como sonido musical Todo lenguaje se compone de combinaciones de sílabas y vocales, que refieren a sonidos, los cuales constituyen a su vez fonemas que necesariamente conllevan a melodías que identifican a todo hablante perteneciente a un pueblo determinado, el cual tiene sus particularidades culturales que lo definen como tal. Ampliando la visión de las culturas, nos resulta viable relacionar la oralidad con la música, en donde convergen escenificaciones, ademanes, gestos, danzas, movimientos del cuerpo, entre otros; que pueden ser individuales o colectivos según las circunstancias, como lo expresa Esteban Emilio Mosonyi en su trabajo sobre la oralidad: Dentro de una visión más amplia de las culturas, nos resulta fácil asociar la oralidad con la música y el canto, con representaciones escénicas, con juegos y danzas, con reuniones, ceremonias y ritos sociales, con el trabajo colectivo y a veces individual. No hace falta una pesquisa minuciosa para descubrir la inserción directa o indirecta de la oralidad en todos y cada uno de los actos humanos, incluidos el sueño y el cavilar silencioso. Si bien no se descarta la existencia del pensamiento puro sin el soporte del lenguaje en la minoría de los humanos que no han aprendido ningún idioma, lo cierto es que la gran mayoría hablante utiliza profusamente las reminiscencias de su lenguaje oral en el transcurrir de su pensamiento (Mosonyi s. f.). En el contexto de la cultura wayuu tenemos un ejemplo representativo referente a lo antes mencionado, que está presente en las narraciones cantadas del jayechi * Centro de Estudios indígenas de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e:lizardo_dominguez@yahoo.com 374 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II en las que el wayuu deja ver en sus interpretaciones, cuando emplea ademanes o expresiones faciales, al mismo tiempo que está transmitiendo conocimientos y saberes a las generaciones jóvenes, refuerza en los adultos los aspectos más profundos de la cultura. En las narraciones habituales de los pueblos indígenas están presentes las estructuras orales en las que predominan las frases musicales, melódicas y rítmicas; sobre el verbo o la prosa que algunas veces suelen ser acompañadas con instrumentos musicales. Lo contrario sucede en otras sociedades de diferentes culturas, como por ejemplo las occidentales, en las cuales el verbo o la prosa se superponen al aspecto musical: En las literaturas orales predomina nítidamente la prosa sobre el verso, en lo concerniente a la elocución de los textos. Cuando hay un intento de versificación, ésta suele ir apareada a las frases musicales -melódicas y rítmicas- de algún canto puramente vocal o acompañado de instrumentos. En tales casos suele tratarse de versos no enteramente esquematizados, que se caracterizan por tener un número parecido de sílabas, […] adornos, símiles, metáforas y otros recursos poéticos (idem s. f.). Otras de las características, desde el punto de vista antropolingüístico, que se puede destacar en las narraciones cantadas del jayechi son los aspectos que permiten la oralidad, elementos como la improvisación, la repetición y la variabilidad, sin olvidar el contenido épico, glorioso y legendario que exaltan la idiosincrasia normativa wayuu, la vida espontánea y, sobre todo, a partir de acontecimientos recientes, necesitan de la improvisación para poder manifestarse. Cuando se improvisa sobre un tópico muy conocido, los textos resultantes obedecerán hasta cierto punto a una estructura compartida, lo cual revela su unidad formal subyacente. (Mosonyi s. f.). También se debe tomar en consideración que cada intérprete de jayechi, en su acción protagonista experimenta cierto placer estético en el acto elocutivo, acompañado como se dijo anteriormente de las expresiones corporales que incluyen ademanes, muecas, gestos, mímica, gesticulaciones faciales, entre otras. Esto le proporciona unas características particulares en el accionar del espacio narrativo, como un momento ameno, agradable, divertido, dramático y jocoso, ingredientes indispensables para atrapar a la audiencia (principalmente a las niñas, niños y jóvenes), con el objetivo principal de la transmisión del conocimiento y saberes del puente intergeneracional del pueblo wayuu. Destaca también del jayechi la espontaneidad, la creatividad y la fidelidad del narrador, a quien sus rasgos paralingüísticos lo tipifican ante los demás cantantes. El mismo representa el principal medio de transmisión desde la perspectiva musical, en donde se relatan acontecimientos del pasado como del Lizardo Domínguez Méndez L A MÚSICA Y LOS INSTRUMENTOS MUSICALES EN EL PROCESO ENDOCULTURATIVO DE LA SOCIEDAD WAYÚU: VISIÓN ANTROPOLINGÜÍSTICA DE LOS RELATOS CANTADOS: EL JAYECHI presente. Se podría decir, que es un medio de información histórica al cual se le pone música, haciendo que la enseñanza de las costumbres del pueblo wayuu se impartan a los más jóvenes en una forma más amena y más fácil, transmitiéndose y perpetuándose de generación a generación. Según lo que se puede observar, es la expresión musical más relevante en el pueblo, debido a que sus cantos relatan hechos reales porque muestran temáticas de vivencias entre los que se pueden destacar la economía en sus procesos, control social, amor, descripción del ambiente, disputas entre clanes, héroes culturales, competencias entre narradores e improvisaciones sobre cualquier aspecto del presente de una coyuntura determinada. El jayechi se aprende por tradición oral, pues es la vía en que los mayores generalmente transmiten su saber a través de la práctica verbal, la manera de interpretar las narraciones cantadas. De esta forma, el jayechi todavía subsiste como expresión musical dentro de la sociedad wayuu y lo cantan tanto hombres como mujeres, jóvenes, niñas y niños. La duración depende del tema tratado, por tanto, existen algunos en los cuales el relato describe la situación social y económica de algún miembro de la comunidad o de otra comunidad wayuu, en los que se menciona con cierta simpatía y alarde las pertenencias o bienes de valor del individuo al que se hace referencia (ganado de chivos y ovejas, tierras, caballos, etc.). Otro elemento que depende de la duración del intérprete es cuando el que relata hace un gesto a la audiencia y esta responde mediante una emisión con la boca semicerrada, que quiere decir que continúe. El jayechi se presta mucho para la competencia entre los hombres en las reuniones sociales mientras ingieren bebidas alcohólicas, ujot (bebida refrescante) u otra bebida espirituosa. Por su parte, las mujeres cantan mientras tapizan, tejen chinchorros, lavan la ropa, cocinan, o en reuniones sociales; aunque en la actividad de elaboración de los tapices los hombres también participan. El jayechi para el Wayuu es algo simbólico porque recoge la historia de un pasado que puede ser narrado y cantado por quien participa en cualquiera de los hechos que en la vida real aconteció, tales como algunas guerras intestinas entre clanes o romances que sucedieron en las edades juveniles del narrador (entrevista a Guillermo Fernández Uriana de 47 años edad, perteneciente a la comunidad yolujamana, baja Guajira). En términos sintéticos, la canción wayuu es la narración verídica de los hechos acontecidos y que el wayuu entona para revivir la narración en sus momentos de aflicción o para su entretenimiento y realce de su tierra natal. A continuación, para ilustrar lo que cuenta el jayechi, se presenta el siguiente relato traducido al castellano e interpretado por la anciana María Eugenia Montiel, 375 CAP. X 376 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II de 80 años aproximadamente perteneciente a la comunidad de Okoomachi (baja Guajira), titulado Ramonkai: Umm….búscame, búscame mis animalitos hermanito mío menor para irme en estos mismos momentos donde mi abuelita kawéenia. Umm….búscame, búscame mis animalitos, mis animalitos, aquel rojo para irme en estos mismos momentos a que mi abuelita kwéeni, kewéenia. Umm….prepárame, prepárame mis sillas de montar en mi animalito querido aquel rojo búscame, búscame el arma, el arma. Abuelita, abuelita saca mis tesoros, aquella cosa que yo guardo en secreto, para irme y sepan ustedes todos Wayuu, a que mi querida abuela. Umm….hijito querido que cosa vas a buscar, hacia dónde se dirige hijo mío, me parece, me parece, por sospecha que hacia donde te diriges, ella tiene novio hijo querido Ramón, eres tú. Umm….búscame eso porque en este momento voy saliendo….y así fue que se marchó Ramón al galopar en su caballo, hacia donde se encuentra el agua. Hacia donde se encentraban muchas mujeres jóvenes señoritas, ellas se encontraban sentadas. ¡Hacia dónde se dirige Ramón, nuestro hermano! No preguntes mucho porque voy por el rastro de mis animales. Umm….así fue que llegó por fin, donde su abuela Kewéenia. ¡Y ese Wayuu quién es? Tan lejos que está nuestro hermano querido, se fue lejos donde el paso de su caballo, levantaba polvo como chubasco, como remolino en su rápido andar. Hermano querido Ramón - fueron palabras de hermosas mujeres hermanas de él. Él llegó, la gente se preguntaba ¡y quién es ese?, allá viene un Wayuu que viene montado en un caballo, con un paso muy elegante, que va ladeando a medida que avanza; era Ramón que ladeaba elegantemente, el paso de su caballo. ¡Y quién es ese Wayuu, será nuestro nieto Ramón el que viene, se parece mucho -decía la mujer que lo venía venir- era joven, se llamaba kewéenia. Um… llegó a su destino, amarró su caballo bajo la sombra de un árbol. Cuelga un chinchorro debajo de una enramada y así se lo colgó un chinchorro, con el cariño de una hermosa mujer. Yo no vengo en busca de un chinchorro, no vengo a acostarme querida abuela, yo vengo en busca de tu persona, yo vengo es por ti, querida abuela Kewéenia – eran las palabras de Ramón a su abuela – Um… aquí está lo más querido para mí, el tesoro, querida abuela Kewéenia, te vas conmigo, vengo por tí - eran las palabras de Ramón a aquella Wayuu llamada Kewéenia. Lizardo Domínguez Méndez L A MÚSICA Y LOS INSTRUMENTOS MUSICALES EN EL PROCESO ENDOCULTURATIVO DE LA SOCIEDAD WAYÚU: VISIÓN ANTROPOLINGÜÍSTICA DE LOS RELATOS CANTADOS: EL JAYECHI Como se observa en el contenido de este jayechi, el tema principal trata de un wayuu llamado Ramón que tiene como misión llevar un «tesoro» muy secreto a una mujer llamada Kewéenia, familia de él. Dicho tesoro se conoce entre los wayuu como alannía (especie de talismán sagrado), que este pueblo usa para protegerse del mal material, además para estar bien en las aspiraciones del amor, lo social, lo económico y, sobre todo, en lo espiritual. Para cada aspecto el wayuu tiene un alannía, que posee para él un valor incalculable. La o el alannía es un tesoro secreto individual muy personal, su dueño (sea hombre o mujer) no puede enseñárselo a nadie, porque es parte de su persona material y espiritualmente. La leyenda de tradición oral wayuu cuenta que estos talismanes sagrados tienen poderes sobrenaturales. Según esta leyenda, antes las serranías de la Guajira eran personas (hombres y mujeres), que se trasformaron en las sierras montañosas que existen actualmente, y las alannía están representadas en una pequeña planta muy especial que puede personificarse en los sueños del individuo que la posea, para hablarle sobre aspectos de los que quiera prevenirle u ordenarle algún mandato, por el bien de él. La personificación puede realizarse en hombre o en mujeres, dependiendo del caso. Es decir, existe una comunicación espiritual entre la alannía y su dueño, y este no puede separarse de ella a menos que en su sueño le ordenen que se le entregue a otra persona muy querida y de mucha confianza, que generalmente resulta ser un familiar muy allegado a él. Esto ocurre cuando el dueño se va a morir o está muy enfermo. Ahora bien, la alannía además de proteger al portador, también protege a su familia nuclear (esposa, hijos, sobrinos, tíos maternos, etc.), por tanto el mandato que se imparte en el sueño, siempre consiste en entregárselo a alguien del grupo familiar. Por eso es que al final del jayechi Ramón le dice a Kewéenia, que le va a entregar su tesoro (alannía), pero tiene que irse con él a donde habita con su familia. A través del relato aparecen elementos tradicionales de la cultura wayuu, pero existen también otros jayechi, en los cuales el tema tiene que ver mucho con el presente en los que se nota claramente componentes ajenos a ésta cultura. Como el ejemplo a continuación, interpretado por un niño de doce años llamado José Abaldo Montiel, perteneciente a la comunidad de Alakimana, baja Guajira, 1981: Umm… aquí estoy querido sobrino, sentado al pie de un viejo árbol, por todo lo que pasa estoy presente, estoy parado aquí, porque yo soy un hombre, estoy para vengarme, porque yo soy un hombre. Umm… yo soy un Wayuu que no quiere problemas, pero si me buscan, yo soy un hombre para pelear. Umm… estoy para batirme a tiros con quien sea, no soy bobo, soy un hombre para medirme con otro hombre, aquí está mi arma, tengo revólveres, pistolas, puedo enfrentarme, tengo valor para eso. 377 CAP. X 378 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Umm… yo soy un Wayuu de la alta guajira, mi carne es Epieyu, soy un Wayuu hecho hombre. Umm… hay bebida para tomar, para hablar mucho de esto. ¡Sírvame un trago! Ahí está todo eso era. En el anterior jayechi, se presenta de manera notoria la influencia de elementos que vienen de los centros urbanos como Maicao, Río Hacha y Maracaibo (Venezuela), ya que es parte de la realidad social de hechos de violencia propios de su entorno en su contexto. Lo espiritual Según la tradición wayuu el seyúu, espíritu protector y benefactor, se comunica con una persona a través de los sueños, porque se supone que este individuo posee alguna facultad extrasensorial que le permita ser elegida Outsü, intermediario entre el mundo espiritual y el mundo material. La primera comunicación del seyúu con la persona puede ser indiferente para esta, pero la segunda vez de comunicarse el seyúu y al conocer la noticia los familiares de la elegida, esta cae de inmediato en trance o en una especie de profundo letargo (en el mismo momento en que la Outsü le cuenta a alguien lo del sueño), que puede durar varios días, durante los cuales no podrá ingerir alimento alguno por voluntad propia, lo que obliga a alimentarle con líquidos. Se hace necesario entonces, que los familiares contraten los servicios de una Outsü de avanzada y reconocida trayectoria, con el fin de ayudar a la elegida a desarrollar la facultad extrasensorial que la convertirá en Outsü. La instrucción consiste en un proceso bastante complicado y de una disciplina bien estricta, mediante la cual se le enseña, entre otras cosas, a tener la maraca y emitir ciertos sonidos guturales y su significado, los diferentes cantos para cada mal, la preparación de las hierbas medicinales, cuándo y cómo debe realizarlos, en qué circunstancias, entre otras. Luego de que la sabia Outsü, considera que su discípulo(a) ha progresado y ya es capaz de reconocer los diferentes males, así como la manera de tratarlos y de combatirlos a través de la invocación del seyúu, da por terminada su misión y recibe una retribución por su conocimiento. Consideraciones finales Los familiares de la nueva Outsü organizan, por mandato del seyúu a través de la Outsü, una celebración en honor al espíritu benefactor, que ahora en adelante protegerá a la familia. Desde la perspectiva antropolingüística, todo idioma tiene su esencia melódica y rítmica que la hace única y original; existe una relación directa innegable entre la combinación de la silaba y las vocales que conforman sonidos musicales; la palabra siempre va acompañada de gesticulaciones faciales, Lizardo Domínguez Méndez L A MÚSICA Y LOS INSTRUMENTOS MUSICALES EN EL PROCESO ENDOCULTURATIVO DE LA SOCIEDAD WAYÚU: VISIÓN ANTROPOLINGÜÍSTICA DE LOS RELATOS CANTADOS: EL JAYECHI ademanes, entre otras posturas corporales que ayudan a afianzar contenido social, la intención de comunicar conocimientos y saberes culturales del pueblo, al cual pertenece de generación en generación. BIBLIOGRAFÍA Domínguez L (2010) II Taller: La música como herramienta pedagógica. Universidad Bolivariana de Venezuela (CEI). Caracas, Venezuela. Domínguez L (1982) La música wayuu en su contexto sociocultural. Especialización de Etnomusicología presentado al Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore. Mosonyi EE (s. f.) Ensayo sobre la oralidad. Peñaranda Fernández YD & DA Pariño Delgado (2006) «La kasha», en la vida social wayúu -Lazo de unión con su cultura-. Tesis de maestro. Programa de Música, Facultad de Artes y Humanidades, Universidad de Pamplona. Pamplona, España. Valbuena Sarmiento G (2005) Etnomusicología instrumental wayuú: siglo XXI. El artista 002:61-79. Vilchez Farías J (2003) Taliraai: música, género y parentesco en la cultura Wayúu. Opción 19(42):9-25. 379 CAP. X 381 Construcción colectiva del núcleo académico «Pedagogía social y poder popular» ¡un proyecto de transformación y cambios sociales! Luis García* Planificación estratégica y política revolucionaria. El arte de hacer posible lo imposible Un plan debe tener metas, objetivos, estrategias, recursos; si no, no es un plan Hugo Rafael Chávez Frías Nos falta reflexionar sobre las clases sociales porque la sociedad venezolana cambió y esos actores hay que caracterizarlos muy bien porque cuando se elabora un proyecto hay que tomar en consideración quiénes lo van a impulsar y quiénes no Luis Antonio Bigott Introducción En tiempos de revolución es necesario un enfoque de construcción colectiva y fortalecimiento del poder popular para lograr los pueblos y sociedades emancipados y liberados. Son tiempos de transformaciones y cambios sociales, económicos, políticos y educativos ante un sistema que está en crisis y decadencias. En este inicio del siglo XXI, estamos viviendo un cambio de época, según lo planteado por el presidente de Ecuador: Rafael Correa, 2010. Ante el surgimiento de un nuevo mundo, de un sistema socialista, soñado y propuesto por el presidente Hugo Chávez en la Ley del Plan de la Patria: programa del gobierno bolivariano 2013-2019, es fundamental un proceso de concientización, movilización y participación activa de todos y todas, de las bases, de la gente, de los excluidos, de los sin tierras, de los sin techos, en todos los niveles, ámbitos y sectores, para dejar de ser pueblos espectadores y convertirse en pueblos diseñadores y constructores activos de ese «nuevo mundo». En la complejidad y transformación del sistema imperante y opresor, es necesario que los colectivos populares orienten, definan y conduzcan proyectos de cambios hacia el sistema humanista subyacente. Para lograr los sueños, objetivos y metas del futuro deseado y sistematizar los procesos * Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e: marcialalejandro@gmail.com 382 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II de cambios en diferentes alcances es pertinente la apropiación de herramientas de pensamiento y acción estratégica. Esto implica asumir el marco referencial de la dirección o gestión estratégica. Autores como Ronda (2006) conciben y definen la dirección estratégica como: el proceso iterativo y holístico de formulación, implantación, ejecución y control de un conjunto de maniobras, que garantizan una interacción proactiva de la organización con su entorno, para coadyuvar a la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de su objeto social. Este autor, en primer lugar, la define como un proceso iterativo, porque hay una interacción y retroalimentación entre las etapas para lograr la coherencia y armonía necesarias, y en segundo lugar, hace referencia a lo holístico en el sentido de la dirección estratégica como un todo, es decir, las fases o funciones integradas entre sí. En este orden de ideas, Córdova (2008) plantea que: pensar y actuar de forma estratégica puede definirse como una forma sistemática de manejar el cambio para crear el futuro; es un proceso creativo que: 1) sienta bases en una actuación integrada de largo alcance; 2) establece criterios para el cálculo de riesgos que comportan las tomas de decisiones; 3) identifica líneas de acción específicas; 4) formula indicadores de seguimientos sobre los resultados; 5) involucra a los actores a lo largo de todo el proceso. En síntesis, el pensar y actuar estratégico tienen que ver con la necesidad de superar la idea instrumental de la planificación y trascender hacia la capacidad que tiene una acción u operación para impactar las estructuras y transformarlas. Así mismo, Alves (2013) adopta conceptualmente la categoría: planificación transformadora, la concibe como una: planificación emancipadora definida como una herramienta conceptual y metodológica de la clase trabajadora para anticipar, intervenir y controlar acciones, diseñadas y estructuradas democráticamente para transformar la realidad; como metodología para el cambio social, esta concepción de planificación militante, se fundamenta en el materialismo histórico y dialéctico para conocer el hecho socio-histórico, interpretar la realidad, sus principales contradicciones y tendencias, dentro de una visión de totalidad concreta a transformar. En este sentido, como colectivo multidisciplinario que: 1) hacemos vida en el municipio Heres del estado Bolívar, dentro del marco del diálogo de saberes, adscritos al Centro de Estudios de Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica (CEPEC) del Eje Geopolítico Regional Kerepakupai Vena de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV); 2) tenemos la responsabilidad histórica de aportar en la reconceptualización de: la educación, ciencia, tecnología, investigación, interacción social, pertinencia, calidad, reciprocidad, relaciones socioproductivas, lógica del trabajo y relaciones laborales; 3) en nuestro proceso de autoconciencia y autoreflexión es clave la democratización del conocimiento, fuerza creativa del pensamiento crítico e intercambio de las experiencias inno- Luis García CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DEL NÚCLEO ACADÉMICO «PEDAGOGÍA SOCIAL Y PODER POPULAR» ¡UN PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN Y CAMBIOS SOCIALES! vadoras; 4) miramos a la educación como práctica de libertad; 5) asumimos como teoría y praxis la pedagogía social y el fortalecimiento del poder popular; 6) nos definimos como «colectivos populares ecosociales» caracterizados por: la autoformación integral, producción y recreación de saberes, búsqueda de soluciones a núcleos problematizadores, nos propusimos como proyecto colectivo educativo en torno al área académica «Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica», lo siguiente: Objetivo Coadyuvar, construir y conducir el Plan Estratégico Periodo 2014-2017 del Núcleo Académico: Pedagogía Social y Poder Popular (NAPSyPP), como herramienta del pensamiento estratégico para sistematizar los procesos de transformaciones y cambios sociales en diferentes alcancen del sistema educativo en la región, considerando como premisa: el trabajo de construcción colectiva. Referencias teóricas En la construcción colectiva de este plan, hemos considerado aspectos históricos, teóricos y metodológicos consustanciados con: el Documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela de María Castellano (2003); los aportes de Guillermo Ronda (2006) sobre Dirección estratégica, constructo y dimensiones; el Poder popular: poder constituyente de Juan Barreto (2007); lo sugerido por Yadira Córdova (2008) sobre la gestión estratégica y dimensiones de un proyecto de transformación, en su libro Construyendo cambios: conducción y planificación estratégica de proyectos de cambios; las practicas y saberes de la Universidad Bolivariana de Venezuela (2008) en: Voces colectivas UBV XXI y el Reglamento general de la Universidad Bolivariana de Venezuela (2009); asimismo, destacamos el modelo de planificación estratégica propuesto por Remberto Naranjo (2012), visto en el Curso de Planificación Estratégica de la Maestría en Dirección del Convenio Cuba-Venezuela. Otros aportes relevantes revisados y de referencia son los de Elizabeth Alves (2013) en su obra Planificación emancipadora: subversión contra el capital desde la Venezuela bolivariana. Cabe resaltar, los aportes estratégicos del líder de la revolución bolivariana Comandante Hugo Chávez, que orientan la conducción de la Revolución Bolivariana en el Proyecto Nacional Simón Bolívar y la Ley del Plan de la Patria (20132019): segundo plan socialista de la nación. Por último, los aportes de nuestro Centro de Estudios de Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica (CEPEC): Boletín Informativo (2014), documentos socializados en el Plan de Formación de los Trabajadores Académicos CEPEC 2016 y Proyecto UBV - Pensamiento Educativo de Luis Bigott, Colomine (2016). 383 CAP. X 384 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Metodología Considerando los aportes y orientaciones de Córdova (2008) y Alves (2013), asumimos como enfoque el materialismo histórico y dialéctico, esto conlleva que el diseño y ejecución se determina a través de la construcción colectiva en el marco de la acción-reflexión-acción, teoría y práctica. Así pues, para la construcción del plan en su primera fase: Diseño estratégico: identidad, misión, valores, escenarios, visión, áreas de resultados claves (ARC), objetivos estratégicos, análisis estratégico y plan de acciones (modelo estratégico sugerido por Naranjo 2012), se estableció la modalidad de «Jornadas de trabajo de construcción colectiva» en función de tener un espacio de trabajo ininterrumpido vinculado a un determinado periodo temporal, en grupos, entre 3 y 5 actores, por mesas, compartiendo experiencias, socializando disertaciones y breves lecturas dirigidas, apoyado de documentos en físico y digital con equipos tecnológicos y dinámicas colectivas de discusión, reflexión, recreación y consensos. Para las mesas los actores (participante) se conformaron en grupos de trabajo, en los cuales se escogió un relator y un animador del debate. El número de mesas dependió del número de personas que asistieron a la jornada. Se contó con un colectivo promotor y agitador que garantizó la organización, ejecución y seguimiento de la jornada; cabe destacar algunas funciones tales como: registro de los resultados esperados socializados por cada relator, control del tiempo, garantía de logros, dirección de la discusión e incorporación de lo que va desarrollándose en la situación evidenciada. La jornada se desarrolló en siete encuentros de trabajo y cada uno estuvo caracterizado por conferencias, presentaciones, preguntas generadoras, documentos y referencias bibliográficas, con un tiempo determinado para la discusión, reflexión, consenso y aportes por mesas de trabajo. Al final de cada jornada, se socializaban los aportes y resultados de cada mesa a través de los relatores. Resultados A continuación presentamos la Fase I: Diseño Estratégico: Plan Estratégico 2014-2017 del Núcleo Académico «Pedagogía Social y Poder Popular» identidad • Miramos a la educación como práctica de libertad. • Impulsamos el cumplimiento del II objetivo histórico de la Ley del Plan de la Patria: continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, en Vene- Luis García CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DEL NÚCLEO ACADÉMICO «PEDAGOGÍA SOCIAL Y PODER POPULAR» ¡UN PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN Y CAMBIOS SOCIALES! zuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la ‘mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad para nuestro pueblo ‘. • Promovemos el fortalecimiento del poder popular en la construcción colectiva del socialismo del siglo XXI, desde una pedagogía social (pedagogía del amor y del saber popular), planteada por el gigante eterno, Hugo Rafael Chávez Frías. • Tenemos la responsabilidad de asumir y aportar en la reconceptualización de: la educación, ciencia, tecnología, investigación, interacción social, pertinencia, calidad, reciprocidad, relaciones socioproductivas, lógica del trabajo y relaciones laborales. • Somos un colectivo que se caracteriza por estar en un proceso de formación permanente en los ejes: ético-profesional, político-ideológico, epistemológico y metodológico, estético-lúdico; además, generamos espacios para el diálogo de saberes mediante el impulso de la investigación socio-formativa de nuestra «casa de los saberes»: UBV, abiertos a todos los trabajadores tanto académicos, administrativos como obreros, y a estudiantes de todas las instituciones educativas (de todos los niveles) públicas y privadas, a las organizaciones políticas y sociales (comunas, consejos comunales, comités, colectivos, partidos, frentes, otros) de la región que caracteriza al eje, que deseen participar en nuestro proyecto educativo. • Nuestro núcleo debe ser un colectivo multidisciplinario articulado dentro del proyecto educativo de investigación «Pedagogía Social y Poder Popular» y consustanciados con el área académica «Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica» en el marco del diálogo de saberes; caracterizado por su nivel científico, pedagógico y humanista; capaz de dar respuesta eficiente y eficaz a los procesos de nuestra institución en cuanto a formación, creación y recreación de saberes, integración socio educativa y divulgación de saberes; en función de gestionar la calidad formativa de los sistemas educativos de nuestro país. • Reconocemos lo valioso que es el fortalecimiento de los canales de comunicación que permitan la construcción de conocimientos desde el diálogo de saberes; el proceso de inclusión; garantía de seguridad social desde una perspectiva de una educación con calidad y pertinencia; visivilización social; herramientas para la organización y participación comunitaria; formación, educación inicial, especial e integral; formación de formadores; y la promoción de una educación y cultura de calidad, que considere todas las dimensiones del ser humano. 385 CAP. X 386 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II • Impulsamos una cultura emancipadora de la educación venezolana articulada con el Proyecto Nacional Simón Bolívar, transformando el accionar del educador y la educadora desde una perspectiva sociocrítica, y promocionando tanto el conocimiento como los saberes en espacios intersubjetivos y acciones solidas de desarrollo que impulsen la verdadera praxis del modelo socialista. • Nuestro proyecto se caracteriza por tener un contacto directo con las comunidades y estar inmersos en ellas, participando y construyendo un diagnóstico real de las mismas en función de aportar al fortalecimiento del poder popular. Misión El núcleo académico «Pedagogía Social y Poder Popular», comprometido con la revolución y el socialismo del siglo XXI, forja y promueve la formación en las comunidades con sentido crítico, humanista, de pertinencia social, valorando el ecosistema como parte de la coexistencia del ser humano, comprometiéndose en impulsar y consolidar el desarrollo de las diferentes investigaciones vinculadas a las realidades del pueblo a través de proyectos de investigación, socio-comunitarios y socio-productivos; alcanzando así el crecimiento adecuado con el sistema educativo que necesitamos para un modelo socio-productivo enmarcado dentro de la Ley del Plan de la Patria y al ejercicio del Poder Popular. Cuenta con un colectivo humano dispuesto y comprometido con la formación permanente, la creación y recreación de saberes, la divulgación de saberes y la interacción socio educativa; procesos sustantivos de nuestra casa de los saberes, vinculados con escenarios educativos del país que requieren una política de transformación y cambio. Brinda a la colectividad planes de formación integral del nuevo ciudadano y el desarrollo científico, pedagógico y humano para la consolidación del poder popular. Valores compartidos El conjunto de valores consensuados como fuerza impulsora está consustanciado con lo expuesto en el articulo 2 de la Carta Magna (CRBV) y el capitulo II del Documento Rector (DR) de nuestra Casa de los Saberes (UBV); tales valores son: la vida, la libertad, la justicia social, la igualdad, la responsabilidad individual y social, la identidad, la solidaridad, la preeminencia con los derechos humanos, la democracia, la ética pública y el pluralismo político. Luis García CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DEL NÚCLEO ACADÉMICO «PEDAGOGÍA SOCIAL Y PODER POPULAR» ¡UN PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN Y CAMBIOS SOCIALES! Visión • Se cuenta con un colectivo de trabajadores: académicos, administrativos y obreros, así como estudiantes, formados política e ideológicamente, con alto compromiso y corresponsabilidad en la defensa y consolidación del proyecto político bolivariano y revolucionario, hacia la construcción del socialismo del siglo XXI. • Se dispone de un colectivo de investigadores, agitadores y motivadores humanistas que impulsan una pedagogía social, con valores de: vida, libertad, justicia social, igualdad, responsabilidad individual y social, identidad, solidaridad, preeminencia con los derechos humanos, la democracia, la ética pública y el pluralismo político; motivando y propiciando la: organización, sistematización y divulgación de saberes, que transformen la realidad de los diferentes escenarios de actuación. • Garantizamos planes de formación y de investigación, desde un enfoque de educación emancipadora y pedagogía crítica. • Los proyectos de investigación, sociocomunitarios y socioproductivos son de alto impacto, vinculados a las necesidades y potencialidades de las comunidades glocales, instituciones educativas (de todos los niveles) tanto públicas como privadas, y organizaciones políticas y sociales (comunas, consejos comunales, comités, colectivos, partidos, frentes, gubernamentales, otros) de la región. • Se ha logrado una eficiente integración con los demás núcleos académicos, centros de estudios, unidades académicas y administrativas del Eje Geopolítico Regional, en todos los procesos sustantivos. Asimismo, la articulación con colectivos de investigación y saberes populares de la región. • Somos centro de referencia en trabajo sociocomunitario y socioproductivo. • Se poseen los recursos materiales y financieros necesarios para garantizar con éxito de los planes de formación y de investigación. • Se garantiza un aseguramiento bibliográfico acorde a las necesidades de los procesos de formación e investigación, en las diferentes modalidades de estudio. • La formación académica en nuestros estudios de formación avanzada es coherente con las necesidades y potencialidades de la región, además con las prioridades de la ciencia, la tecnología, la innovación y la cultura, que impulsa la universidad en el eje. 387 CAP. X 388 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Áreas de resultados claves (ArC) y objetivos estratégicos (oE) Las áreas de resultados claves (ACR) son categorías esenciales para el rendimiento efectivo en el núcleo y se consideran unidades básicas para formular los objetivos; las mismas responden a las necesidades y potencialidades educativas tanto locales como regionales que caracterizan al Eje Geopolítico Regional «Kerepakupai Vena» y están articuladas con los programas y líneas de investigación del Centro de Estudios de Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica (CEPEC). A continuación enunciamos las ARC consensuadas: ARC: Didáctica crítica emancipadora Objetivo estratégico: recrear la praxis docente-educativa que desde una visión crítica, reflexiva, dialógica y emancipadora, impulse el desarrollo de investigaciones sociocomunitarias y socioproductivas, vinculadas a la Ley del Plan de la Patria, y así mismo se propicie la liberación y autonomía del hombre y se contribuya a la construcción, defensa y consolidación del socialismo bolivariano en Ciudad Bolívar, municipio Heres del estado Bolívar. Colectivo ecosocial: Sonia López, Iliana Hernández, Olga Navas, Ana J. Pérez, Ana Z. Pérez, Joleidy Aular, Heidi Barrio, Roxana Polisini y Luzmery Berra. ARC: Proyecto sociocomunitario y socioproductivo Objetivo estratégico: proponer un sistema de acciones, a través de proyectos para potenciar el desarrollo local en el municipio Heres. Colectivo ecosocial: Yorlis Mora, Nidia Beltrán, Carmen Solórzano y Yesenia Mejías. ARC: Innovaciones educativas Objetivo estratégico: fomentar en la educación universitaria el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) dentro de los proceso formativos, que permitan generar conocimiento con carácter científico e innovador para la transformación social y la organización de las actividades del poder popular. Colectivo ecosocial: José Gregorio García, Rossana Caramo, Yuderquis Fermán, Zulay Belisario, Luis Figuera, Henrry Pérez y Jenny Hernández. Luis García CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DEL NÚCLEO ACADÉMICO «PEDAGOGÍA SOCIAL Y PODER POPULAR» ¡UN PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN Y CAMBIOS SOCIALES! ARC: Formación sociocrítica y poder popular Objetivo estratégico: promover el sujeto crítico, protagonista de su desarrollo, transformador de la sociedad, que reconoce y entiende las leyes de la historia, la complejidad y la dialéctica política en un proceso de formación y acción política permanente. Colectivo ecosocial: Juan Carlos Salas, Alí Pinto, Dunia Rosal, Ramón González, Luis Orsseti y Jesús Barreto. ARC: Educación intercultural lingüística Objetivo estratégico: desarrollar proyectos de investigación y reflexión relacionados con el proceso formativo de los idiomas, que conlleve al reconocimiento de la interculturalidad lingüística bajo la pedagogía social para el fortalecimiento del poder popular. Colectivo ecosocial: Gumersinda Rivero, Amiela Hakandú y Judith Rodríguez D. ARC: Gestión educativa y territorialización de la gestión Objetivo estratégico: desarrollar y consolidar la gestión educativa desde la dimensión territorial, en aras de la transformación con calidad y pertinencia socioproductivo del sistema educativo bolivariano. Colectivo ecosocial: Eliomar Marín, Luis García y Felson Lugo. Cabe resaltar que estas áreas definen y guían a colectivos de trabajos del núcleo académico, llamados «ecosociales», los cuales son colectivos que se caracterizan por la autoformación integral, producción y recreación de saberes, así como la búsqueda de soluciones a núcleos problematizadores, concibiendo como premisas: 1) máximas respuesta a las necesidades del pueblo y 2) mínimo impacto ecológico y ambiental. Estos colectivos actualmente están diseñando y desarrollando «proyectos educativos». Conclusiones Con el escenario ético-político que actualmente se plantea impulsar en la Universidad Bolivariana de Venezuela, a raíz del ajuste de su Plan Integral Político-Académico a la realidad circundante de la sociedad y el país, el NAPSyPP: Consciente que la educación no es sólo un derecho aislado de aquellos que pueden acceder al estudio, sino un deber social cuya corresponsabilidad la com- 389 CAP. X 390 CAP. X PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II parten el Estado, la sociedad y la familia como elementos indispensables para la formación del nuevo hombre. Consciente que se hace imperioso analizar las diversas fuentes de información teórica, crítica e investigativa que propicien un intercambio de saberes de forma activa y lúdica entre los docentes, estudiantes y la comunidad organizada, cuyo proceso educativo y pedagógico, generen frutos que contribuyan con la sociedad y el plan de la patria. Consciente que el nombre «pedagogía social y poder popular», lo asumimos en aras de valorizar un sistema educativo que inspire los principios de la justicia y la equidad social, la emancipación del hombre y la diversidad cultural. Consciente que el esfuerzo investigativo traza nuestras expectativas en la creación de un sistema de información científica que fortalezca la investigación, la formación del hombre hacia su pertinencia social e independencia, en el ejercicio de valores socialistas y cristianos, en los procesos de la organización y participación social como única vía de desarrollo y transformación colectiva para la suprema felicidad. Con su plan estratégico coadyuvará lo sociocomunitario y socioproductivo, lo profesional, lo científico-técnico, lo cultural-ambiental, lo estético-lúdico, lo epistémico-metodológico y lo ético-político de la región; además, estará en permanente y constante evaluación para determinar el impacto sociopolítico y la calidad en congruencia con las dinámicas «locales» de la patria; todo ello con el fin de promover la identidad y conciencia histórica del poder popular. Por último, los colectivos ecosociales del núcleo académico consideran que las investigaciones científicas no sólo fortalecerán el ejercicio docente, sino que su impacto será reflejados en la sociedad a través de un proceso continuado de evaluación y seguimiento, que motiven la producción social y económica para construcción de la patria libre y soberana. BIBLIOGRAFÍA Alves E (2013) Planificación emancipadora: subversión contra el capital desde la Venezuela bolivariana.- 1ª ed. Ediciones Herramienta. Buenos Aires, Argentina. Asamblea Nacional Constituyente (2000) Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 5.453. Barreto Cipriani J (2007) Poder popular: poder constituyente. Caracas, Venezuela. Bigott L (2010) Hacia una pedagogía de la desneocolonización. Colección: pensamiento crítico / Luis Beltrán Prieto. Fondo Editorial Ipasme. Caracas, Venezuela. Castellano M (2003) Documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Caracas, Venezuela. Centro de Estudios de Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica (2014) Boletín Informativo. Universidad Bolivariana de Venezuela. Caracas, Venezuela. Chávez H (2012) Plan de la patria: programa del gobierno bolivariano 2013-2019. Proceso electoral presidencial octubre 2012. Caracas, Venezuela. Luis García CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DEL NÚCLEO ACADÉMICO «PEDAGOGÍA SOCIAL Y PODER POPULAR» ¡UN PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN Y CAMBIOS SOCIALES! Córdova Y (2008) Construyendo cambios: conducción y planificación estratégica de proyectos de cambios. Ediciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Caracas, Venezuela. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela (2009) Reglamento General de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Número: 39.116. Caracas, Venezuela. Naranjo R (2012) Propuesta metodológica para el perfeccionamiento del control estratégico en la Universidad de Ciego de Ávila. Tesis de doctorado en Ciencias Económicas. Universidad de La Habana. La Habana, Cuba. Peñalver L (2005) La formación docente en Venezuela: diagnóstico de estudio. UNESCO: IESALC. Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela (2007) Proyecto Nacional Simón Bolívar: Primer Plan Socialista (PPS). Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007 – 2013. Caracas, Venezuela. Ronda G (2006) Dirección estratégica, constructo y dimensiones. Ediciones Futuro. La Habana, Cuba. Universidad Bolivariana de Venezuela (2008) UBV XXI Voces colectivas: proyecto como medio de articulación social y eje de la geometría del poder. Edición Especial. Caracas, Venezuela. Universidad Bolivariana de Venezuela (2013) Reglamento del Sistema Integrado de Desarrollo de las Trabajadoras y los Trabajadores Académicos (SIDTA). Caracas, Venezuela. 391 CAP. X 393 S ECCIÓN V PenSaR deSde la eduCaCIÓn CAPÍTULO XI universidad y transformación educativa en Venezuela, américa latina y el Caribe 395 deconstrucción categorial y reconstruccion hermenéutica hacia «otro» sistema categorial en salud rosicar Mata León* Este trabajo surge en medio del proceso de transformación social y política que ocurre en la sociedad venezolana y que acompaña la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Se encuentra inmerso en la riqueza del escenario epistemológico metodológico contemporáneo y aborda la construcción de conocimiento, su deconstrucción categorial y la reconstrucción hermenéutica, de saberes, imaginarios y representaciones en salud. Se acoge la deconstrucción como corriente crítica de los conceptos en la producción de discursos (Derrida 1966). Fue pensado apuntando a identificar evidencias de la ocurrencia de cambios en los patrones conceptuales y representaciones sociales en salud hacia una propuesta de construcción de un nuevo sistema categorial en el campo de la salud, y en el llamado a la incorporación colectiva en ese proceso de construcción. Su problematización gira en torno a determinar si existen en la UBV desvinculaciones del discurso y la praxis hegemónica en las concepciones de salud introducidas en los Programas de Formación de Grado que administra la UBV (sede Caracas) durante el período 2003-2013. Como construcción teórica-metodológica fundada en la triangulación se teje una trenza simultánea construcción-deconstrucción-reconstrucción hermenéutica en la que están contenidas construcciones conceptuales en las que las categorías se dinamizan y como plantea Testa (1997) constituyen los conceptos base. En la crítica a la construcción del pensamiento hegemónico se desagregan la reproducción social, los sistemas cognitivos y la representación social. Se asume como parte de la tarea filosófica no solo deconstruir sino construir sobre lo indestructible, saliendo de la época del ser-en-deconstrucción, a cuyos límites la deconstrucción misma [al compás de la interpretación hermenéutica] habrá permitido llegar (Zarka 2014: 9). Se trabaja con análisis cualitativo de datos empíricos en textos y documentos (Huergo 2005); revisión de la superficie discursiva y sus relaciones (Lefebvre * Centro de Estudios de salud Colectiva y derecho a la Vida de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e: rosicar_mata@yahoo.com 396 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 1947; 1979). El procesamiento de estos datos y la caracterización posterior de las concepciones en salud permiten considerar una cierta hibridez de varias categorías que agrupan diversidad de movimientos sociales en torno a la salud. Se visualiza en la UBV la construcción de la salud colectiva como opción de incorporación de la preeminencia de los contenidos sociopolíticos y la visión de salud como derecho, así como la aproximación a la visión de la determinación y los determinantes sociales en salud. No obstante en esa hibridez persisten las conexiones con las raíces hegemónicas que obligan a producir un sistema categorial de carácter endógeno que dé cuenta de la geohistoricidad en el que está inmerso el proceso de transformación social en curso. Es decir, un sistema categorial propio, un sistema categorial «Otro». Deconstrucción categorial y reconstrucción hermenéutica: construyendo otro sistema categorial en salud En el proceso de fijación de la identidad UBV, uno de los cuestionamientos centrales fue determinar si existen en la UBV desvinculaciones del discurso y la praxis hegemónica en las concepciones de salud, toda vez que en ese proceso de construcción del orden social no puede ignorarse la impronta de la concepción de salud de la contemporaneidad y su racionalidad económica y de expansión capitalista que ocupa un exterior constitutivo en el que la relación entre saber y poder médico -propiamente ideológico- ocupa parte central del papel reproductor de un modelo social de mercado y dominación, que amenaza la fijación de esa nueva identidad en la que surgen a su vez nuevas representaciones en salud. Desde sus comienzos, Derrida trata la deconstrucción en tanto corriente crítica de los conceptos en la producción de discursos (Derrida 1966). Se presenta en este trabajo un re-examen de la concepción de salud, su complejidad, sentido e intereses (Habermas 1968; Gadamer 1998); su cómo se produce en la vida cotidiana (Lefebvre 1947), su por qué y para qué (Testa 2007). Este estudio sobre construcción de conocimientos y representaciones en los discursos de salud no es estudio abstracto y des-localizado sino en situación (Testa 1997) y comienza con una pregunta en apariencia banal: ¿cómo defines la salud? Pregunta formulada en clase a un grupo de sujetos de la vida cotidiana (Lefebvre 1947) y a través de ello se analizan conceptos como instrumentos (Derrida 1966: 390), resultados del análisis cualitativo del discurso (Foucault 1970; Van Dijk 2005). En este estudio se trabaja de forma recursiva en recorrido de lo abstracto a lo concreto, desde la primacía dialéctica de las determinaciones de lo político-económico sobre la vida social y sobre lo conceptual (Marx 1857; Kosik 1967), no sin dejar de considerar y hacer el giro de lo concreto a lo abstracto enunciado en Rosicar Mata León DECONSTRUCCIÓN CATEGORIAL Y RECONSTRUCCION HERMENÉUTICA HACIA «OTRO» SISTEMA CATEGORIAL EN SALUD la pregunta. Se desarrolla un marco de interpretación que, en algunos momentos, es de tendencia y construcción habermasiana (Habermas 1990), llegando en otros momentos hasta planteamientos y alcances de la hermenéutica-dialéctica (Minayo 2004). Se entrelazan simultáneamente construcción-deconstrucción-reconstrucción hermenéutica se aborda la crítica de la construcción del pensamiento hegemónico (CCPH) en salud en general y su expresión en el caso venezolano, abordando a su vez para ello las categorías reproducción social, sistemas cognitivos y la representación social. Concomitantemente se considera La deconstrucción categorial definida como un indagar crítico exhaustivo de retorno a la identidad y origen en que emergen los conceptos, de su procedencia y de sus nexos relevantes de historicidad, jerarquías y esquemas de clasificación, con los que se ordena y se produce el acuerdo social de realidad y de conformación de significado y sentido, cuya realidad habrá de ser desfragmentada y caracterizada en situación. Finalmente se da inicio a la reconstrucción hermenéutica fundada en la dialéctica (Minayo, 2004), siendo que, consecuente con el pensamiento deconstructivo, el desarrollo del mismo lleva implícito una obligación constructiva (Zarka 2014). Se propone así una búsqueda en la superficie discursiva, en sus apariencias, zonas con espacios, relaciones (Lefebvre 1947, 1979; Lukács 2013). La aproximación a estos discursos se hizo mediante análisis conversacionales y análisis de datos textuales (Antaki et al. 2003). El análisis de los datos se trabajó haciendo referencia al contexto de los planteamientos formulados en el Documento Rector de UBV (2003) en los que se alude a la necesidad de trascender la producción de conocimiento positivista, y vigorizar un tipo de producción de conocimiento inter y transdisciplinario. Enfocados en la salud, el posicionamiento crítico estima la incorporación de una comprensión del proceso salud-enfermedad desde su determinación social. Consecuentemente se aspira que en la dinámica de construcción del conocimiento se produzca de manera colaborativa la integración, vinculación y articulación disciplinar. Con esa precisión teórica es posible reconocer en la curricula de la UBV la preeminencia de un enfoque crítico transformador que asume la transdisciplinariedad como elemento orientador para la comprensión de la complejidad constitutiva del mundo y de la condición social y humana. Esto supone integración y coherencia discursiva expresada mediante la construcción de la curricula interdisciplinaria, donde concretamente se perciben los mayores retos, siendo que se constata la presencia muy marginal de contenidos y vínculos con el campo de la salud en los 11 programas que –aunque no son «de salud» en sentido estrictotributan a la misma y producen el marco de las determinaciones a las que se alude en la concepción crítica de salud más allá de su dimensión biológica. Por otra parte, al analizar los programas de salud de la UBV (sentido estricto) integrado por Gestión de Salud Pública, Medicina Integral Comunitaria y Radioterapia 397 CAP. XI 398 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II (período 2003-2013) revelan una relevancia categorial en las dimensiones de arraigo sociopolítico, crítico y de cuestionamiento de la institucionalidad que se colocan a tono con los nuevos retos y escenarios de expansión de la gestión pública en salud para garantizar el derecho a la misma y el acceso efectivo a las políticas mediante el ejercicio de corresponsabilidad entre el Estado y la comunidad en los distintos espacios territoriales regional, estadal y local, desarrollándose la autonomía de individuos y colectividades. El peso importante de la categoría sociopolítica revela un abordaje centrado en las determinaciones históricas y los elementos que integran su campo y lógica de acción, todo ello bajo la clara necesidad de profundizar la transformación del Estado y sus instituciones y un posicionamiento sociopolítico que abiertamente se pronuncia en contra de la medicalización y el capitalismo. Se coloca también el acento en un modelo pedagógico social que tiene como escenario de desarrollo las comunidades y la inserción social, la articulación conocimientos-prácticas y el privilegio de lo colectivo. Un modelo de formación opuesto a las prácticas dominantes, técnicas y explicaciones con aproximaciones metodológicas ahistóricas y asociales en lo que pretende ser un cambio de paradigma de universidad burocrática a universidad para la acción y la pertinencia social. Todas estas nociones de transformación apuntan a una concepción que se aproxima paulatinamente a los planteamientos de la salud colectiva y la medicina social, lo cual es importante si se tiene en cuenta que, tal como lo dicen Almeida y Paim (1999), este campo ha alcanzado una ruptura con el paradigma científico de la modernidad y con la supremacía de los supuestos que se amparan únicamente bajo el paradigma microbiano y el énfasis en el rigor técnico y la orientación positivista expresados en algunas variantes del higienismo, el preventivismo y el sanitarismo. Categorías como higienismo, sanitarismo (biomédico) mostraron baja relevancia relativa, no obstante esto no puede ignorarse si se tiene en cuenta que en las ideas preventivistas e higienistas hay una clara referencia a los modelos teóricos como el ecológico multicausal, la triada epidemiológica y los niveles de prevención cuyas interpretaciones han mostrado ser restrictivos y reduccionistas. En ellas está presente el abordaje objetual que se hace del cuerpo humano y su carga simbólica, lo bio-tecnológico y lo técnico-científico, que ocupan en forma central los dispositivos económicos, culturales y políticos para la producción y reproducción de la vida social en el contexto del capitalismo del que sociopolíticamente se declara querer transformarse. En lo que persiste de los discursos sanitarista (del tipo positivista) y lo higienista subyacen los vestigios del pensamiento positivista y el aseguramiento del control sobre las condiciones ideológicas y políticas. En ello se recuerda lo planteado por Silva (2009) cuando señala que es por la expresión ideológica que se justifica idealmente al sistema, el cual alcanza su realización cuando goza del Rosicar Mata León DECONSTRUCCIÓN CATEGORIAL Y RECONSTRUCCION HERMENÉUTICA HACIA «OTRO» SISTEMA CATEGORIAL EN SALUD consentimiento de los oprimidos y mediante la trasmisión de los contenidos dominantes se alcanza una domesticación mediada por dispositivos ideológicos, mas aun si se está en la conciencia de que la que la ciencia no es una supuesta ideología espontánea sino que hay una direccionalidad implícita que modela su actuación en la sociedad. En líneas generales puede decirse que con mayor o menor predominio coexisten visiones de salud dentro de las cuales serán producidos y reproducidos los saberes y las disciplinas que no están desvinculadas de la acción y las contradicciones que en buena parte son producto de la convergencia del mercado a través del complejo médico industrial como generador de la pauta de producción de saberes que se articulan a la expansión del modo de producción capitalista. No obstante, en la construcción de un nuevo orden social se propone una formación de profesionales que al contrario de ser fuerza de trabajo productiva al servicio de la acumulación del capital sea agente para la transformación. De los discursos de los sujetos UBV que fueron abordados en el estudio más de la mitad dieron relevancia categorial a dimensiones contenidas a lo que fue definido en el estudio como mirada clásica representaciones aluden directamente a la reproducción de la visión correspondiente a la sociedad medicalizada que hace referencia a la carga simbólica de la vitalidad biológica al centro de cualquier consideración. No obstante, aunque en una proporción menor, también se registraron miradas diferentes que reconocen en la concepción de salud la superación de una condición estática que además, en un giro tautológico, la definen también como no-enfermedad. Este grupo menor de representaciones sociales agrupa otras categorías como procesos de origen y distribución social, sin llegar a elaborar sobre concepción de determinantes o determinaciones, pero siempre en el contexto de las condiciones sociales que contribuyen a la conformación de una determinada realidad. Si bien no tuvo la relevancia aspirada, no obstante resulta en cierta forma alentador que en esa forma de visión diferente los sujetos hicieran referencia a la multisectorialidad y la vida en colectivo. De igual forma no pasan en el análisis desapercibidas categorías que agrupan en su carga simbólica y emotiva alusiones al amor, la felicidad y la armonía, lo cual hace parte de la concepción humanista de salud, situándolo en el contexto de las relaciones sociales y la subjetividad. Hace esto pensar en el 5.to Objetivo histórico del proyecto político venezolano que, inspirado en planteamientos de Simón Bolívar, es recogido en la Ley-Plan de la Patria 2013-2019, el planteamiento de la Suprema Felicidad Social. El procesamiento de estos datos y la caracterización posterior de las concepciones en salud permiten considerar una cierta hibridez de varias categorías que agrupan diversidad de movimientos sociales en torno a la salud. Los aportes que surgen de este trabajo contribuyen al desarrollo de un cuerpo teórico crítico en salud que asume la vinculación socioacadémica como 399 CAP. XI 400 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II posibilidad de ampliación de los límites del pensamiento y la acción en salud colectiva a partir de la reconfiguración hermenéutica del hecho social. Aun cuando la enunciación de esta investigación es teórica, reveló un aporte práctico a través de la producción de métodos prácticos de análisis de deconstrucción y reconstrucción. La construcción de aporte teóricos-metodológicos como los planteados desde las sinergias de las corrientes filosóficas del pensamiento crítico, la deconstrucción y la reconstrucción hermenéutica, aportan a la posibilidad de construir conocimiento pertinente a partir realidad y su complejidad, con lo cual se reafirma que este tipo de convergencia, lejos de eclecticismo, constituyen llamados a considerar perspectivas prismáticas que encuentran su justificación, más allá de objetos, en sujetos que colectivamente objetivizan la realidad guiados por la transformación social. Conclusiones Son necesarias acciones puntuales que aseguren la transdisciplinareidad en la curricula general de la UBV. En los espacios propiamente de salud puede caracterizarse sus concepciones bajo la hibridez de varias categorías que agrupan diversidad de movimientos sociales en torno a la salud. Así se tiene que desde los elementos propositivos de sus documentos la salud colectiva y la medicina social son las corrientes con mayor predominio cuya visión se refuerza por la alta connotación que adquieren los contenidos sociopolíticos, las nociones jurídicas que colocan a la salud como un derecho y la aproximación a la visión de la determinación y los determinantes sociales en salud. Esta visión se complementa desde los espacios de intersubjetivos de la interacción, la comunicación y el diálogo entre los actores que poseen representaciones que son igualmente híbridas. Desde aquellos participantes cuyas representaciones dependen principalmente de la socialidad anterior a la UBV, hasta aquellos que ya hacen vida en ella en distintas condiciones y cuyas representaciones han sido permeadas por otras formas de conocimientos y prácticas pedagógicas poseen visiones que incorporan posiciones cercanas al paradigma emergente en salud, lo mismo que importantes vestigios de la matrices más cercanas a la doctrina positivista. En el proceso de fijación de la identidad UBV se hace necesario abordar de manera consciente los elementos que conforman el exterior y que impiden el que pueda coincidir un discurso y una práctica para la emancipación y la liberación. La superación de las tensiones entre el cuestionamiento a la concepción de salud según la impuesta por el capitalismo globalizado y el surgimiento de un proyecto como el de la UBV lleva aparejado el soporte de los procesos enseñanza-aprendizaje-prácticas sociales en la fijación de tal identidad. Se visualiza en la UBV la construcción de la salud colectiva como opción de incorporación de la preeminencia de los contenidos sociopolíticos y la visión de Rosicar Mata León DECONSTRUCCIÓN CATEGORIAL Y RECONSTRUCCION HERMENÉUTICA HACIA «OTRO» SISTEMA CATEGORIAL EN SALUD salud como derecho, así como la aproximación a la visión de la determinación y los determinantes sociales en salud. Puede igualmente afirmarse que hay una clara direccionalidad hacia la transformación social delineada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aun en medio de exigencias de mayor eficacia en la administración de las acciones que conduzcan hacia ella. Los sujetos se identifican con ese proceso de cambio a la vez que demandan acciones que se traduzcan en un mayor grado de movilización. Se identifica la necesidad de resignificar los conceptos empleados en la salud pública convencional y generar nuevas formas que permitan incrementar la participación de las comunidades en la generación de conocimientos. Ese mismo proceso de resignificación de conceptos es igualmente pertinente a los fines de que se dé un proceso continuo de lo que Zemelman (1987) llama ajuste entre teoría (y la construcción de sus discursos) y realidad. Ello lleva implícito la permanente revisión de la pertinencia de una teoría que se fundamente en la práctica sobre una realidad pero que a la vez, mediante la deconstrucción teórica con racionalidad práctica se facilite y acelere su transformación. Puede decirse junto a Núñez (2013) que esa necesidad de un saber global e integral que discursos, textos y práctica social, tal como el propuesto por la salud colectiva, potencialmente podría restaurar la dimensión humana en la formación-investigación-práctica, en el que la hermenéutica aporta sentido y a la vez lleva al cuestionamiento permanente de las dimensiones epistemológicas y ontológicas abordadas dialécticamente en los distintos niveles de la realidad. Son necesarios esfuerzos colectivos para avanzar hacia la sustitución del episteme hegemónico por el episteme emergente y los conocimientos subalternizados. La salud colectiva como movimiento social representa un avance importante en términos contrahegemónicos, por la incorporación abierta y declarada de la dimensión social y política a la explicación crítica de lo se entiende como salud, la cual reclama la integración del ser social al proceso de producción de conocimiento a partir de la realidad a fin de que produzca una ciencia verdaderamente dialógica reivindicadora de esos saberes subalternizados y dote de valor performativo emancipador a las representaciones y su lenguaje. BIBLIOGRAFÍA Almeida N & J Paim (1999) La crisis de la salud pública y el movimiento de salud colectiva en Latinoamérica. Cuadernos Médico Sociales 75:5-30. Antaki C, Billig M, Edwards D & J Potter (2003) El análisis del discurso implica analizar: crítica de seis atajos analíticos. Athenea Digital. Revista de Pensamiento e Investigación Social. 14-35. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=53700302 (Consultado: 18-IX-2014). 401 CAP. XI 402 CAP. 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XI 405 Red entre universidades latinoamericanas. una experiencia de articulación e investigación tania Elíaz* La siguiente ponencia plantea los más destacados aspectos de la «Red entre Universidades Latinoamericanas para la elaboración y fortalecimiento de programas de innovación y transferencia social», iniciativa impulsada por la Universidad de Buenos Aires, experiencia de la que hizo parte la Universidad Bolivariana de Venezuela y que sirvió de escenario para el diálogo de distintos posicionamientos con relación al vínculo universidad-sociedad, lo que permitió posteriormente el desarrollo del Proyecto de Investigación «Universidades Latinoamericanas. Sus transformaciones en el marco de las políticas regionales de la última década» desarrollado entre el 2014 y 2015 por Universidades de Argentina, Bolivia, Uruguay y Venezuela, donde se tuvo la oportunidad de caracterizar los procesos de crecimiento de sus respectivos países y relacionarlos con las innovaciones que a través de ellas se impulsaron. Presentamos los antecedentes de la experiencia de articulación establecida con el Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (CIDAC) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que trajo consigo la incorporación de universidades latinoamericanas en una red de intercambio de experiencias en torno a las diversas aproximaciones existentes sobre el vínculo Universidad - Sociedad, que nos llevó posteriormente al desarrollo de una investigación sobre las innovaciones de nuestras universidades en la década 2000-2010, con relación a los cambios políticos y sociales que se desarrollaron en nuestros respectivos países. Para comenzar, debemos hacer referencia a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde posterior a la década de los noventa fueron desarrollándose experiencias para repensar a la facultad y a la universidad fuera del paradigma neoliberal, buscando el compromiso con las problemáticas más urgentes, desde actividades de Extensión que superaran la práctica de consultoría privada en * Centro de Estudios en Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e: taniaeliaz@gmail.com PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 406 CAP. XI la que en líneas generales se había convertido. En 1994 se crea el «Programa Permanente de Extensión y Desarrollo en Pueblos Indígenas de la Argentina» orientado a la producción de conocimiento desde la praxis con sujetos en movimiento para la trasformación de la realidad, en el año 2002 se crea la «Facultad Abierta» en el marco de la profunda crisis que azotaba a Argentina, en la que se plantearon un programa de extensión con «objetivos amplios de relación entre el ámbito universitario y las organizaciones populares», que fueron focalizándose en el fenómeno de las empresas recuperadas creando una instancia […] de compromiso político y académico con un movimiento en crecimiento y desarrollando una práctica de extensión que combina las actividades de apoyo interdisciplinario con la investigación enfocada a la creación de conocimiento útil al fortalecimiento de la lucha de los trabajadores (Trinchero & Petz 2013: 58). Recuperando estas experiencias de extensión se gesta la creación de un centro dedicado a fortalecer los enfoques que había adquirido la extensión universitaria a través de esta prácticas, fundándose en el 2008, el CIDAC1 –Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria–, organismo que depende de la Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras, que se plantea una modalidad de integración de las prácticas universitarias que conjuga la docencia con la investigación y el trabajo comunitario. Se trata de una propuesta de incorporación de la universidad a un territorio de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, donde a través de un proyecto de Cogestión Universidad-Estado-Comunidad se trabajó en la construcción de la referencia física del centro incorporando a vecinas y vecinos desocupados del barrio desde el desarrollo de una política articulada de capacitación laboral. La presencia permanente del ámbito universitario en el territorio abrió la posibilidad de movilizar a la comunidad académica de la UBA en un espacio y contexto social heterogéneo con relación a actividades donde el conocimiento se construyera en colectivo definiéndose desde su contexto de aplicación, dejando a un lado su enunciación desde las disciplinas. En este sentido el CIDAC desde su enfoque conceptual se planteó impulsar procesos de transformación universitaria acercando a la institución al desarrollo de procesos de democratización epistemológica, desde la valoración del conocimiento popular para abordar con pertinencia las problemáticas existentes (Trinchero & Petz 2013). 1 El CidAC tiene como antecedentes históricos las experiencias del «Proyecto Maciel» en la UBA (1956-1966) y del Centro Piloto de investigación Aplicada «Enrique Grinberg» en la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires (1973-74). Comparte con estas el principio de integralidad de las prácticas de extensión, investigación y docencia, y la necesidad de enfatizar la agencia no solamente social, sino política y epistémica de los movimientos sociales, de los sectores populares y organizaciones con las que se plantea el trabajo. se parte de considerar que el trabajo participativo no debe ser pensado exclusiva y excluyentemente en términos de acción y sobre todo de acciones aplicadas, sino también en términos teóricos e ideológicos, entendidos como necesariamente complementarios y no como antagónicos. Fuente: www.filo.uba.ar/contenido/ novedad/cont/listado/scroller/09-09-CidAC. Tania Elíaz RED ENTRE UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS. UNA EXPERIENCIA DE ARTICULACIÓN E INVESTIGACIÓN El centro articula el trabajo de profesores y estudiantes de diferentes carreras, fundamentalmente de las ciencias sociales, estableciendo relaciones con instituciones públicas, con organizaciones sociales y barriales, para generar procesos de enseñanza aprendizaje desde las problemáticas que aquejan a los y las habitantes del entorno, lo que permite el desarrollo de unos de los ejes que atraviesan la propuesta del CIDAC, el de la cogestión entre la universidad, la comunidad y el Estado, junto a otros ejes que plantean la necesidad de revisar los procesos con los que se gestiona el conocimiento tradicional en la academia y la integración de la universidad al territorio, como una forma de establecer la relación entre esta y la sociedad (Cervera 2013). La inquietud de construir experiencias universitarias con pertinencia social se encara desde las ciencias sociales revisando el lugar que ocupan en la producción de conocimiento sobre realidades complejas de pobreza y exclusión. Para Mirtha Lischetti, coordinadora académica del CIDAC, las universidades se han enfrentado al siguiente desafío «¿Cómo se puede construir conocimiento para que a partir de él se haga posible una intervención transformadora de la realidad social injusta?» (Lischetti 2013: 13). Desde las ciencias sociales también se vienen planteando interrogantes en torno a la responsabilidad ético-política donde la construcción del conocimiento o contribuye a consolidar la existencia de poderes establecidos o anticipa proyectos de sociedades diferentes. En este sentido hay un llamado a producir un conocimiento nuevo, no desde los contenidos disciplinarios sino a partir de los problemas que plantea la realidad tomando en cuenta el contexto histórico y social en el que se originan (Lischetti 2013). Para introducir los temas necesarios sobre innovación en ciencia y tecnología en el ámbito universitario, se precisa tomar en cuenta los planteamientos de Dagnino (2011): […] habría que empezar por la Extensión y, a partir de esa innovación, cambiar luego la investigación y la docencia, ya que de esta manera la Universidad se orientaría por una práctica que busque en la realidad que la circunda problemas sociales que tienen que ser resueltos a través del conocimiento (Citado en Lischetti 2013: 18). Un conocimiento que finalmente se plantee la inclusión de la población vulnerable, ello es lo que se planteó el CIDAC al insertarse en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, acercarse a esa complejidad social, para desarrollar procesos de formación, investigación y transformación. Más allá de sus objetivos locales de desarrollar procesos de interacción en un determinado territorio, el CIDAC consideró fundamental para su desarrollo y fortalecimiento la necesidad de buscar y conocer experiencias universitarias similares en la región, lo que llevo en el 2007 a la creación de la «Red entre Universidades 407 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 408 CAP. XI Latinoamericanas para la elaboración y fortalecimiento de programas de innovación y transferencia social»2, que se proyectó con una duración mínima de cuatro años. Partiendo de una lectura crítica del papel que han jugado las universidades con relación a su vinculación con la sociedad, la Red se planteó entre sus objetivos promover prácticas integrales entre docencia, investigación y extensión al interior de las universidades, desde el reconocimiento y fortalecimiento de las experiencias latinoamericanas ya existentes. En otro nivel producir conocimiento a partir del intercambio de experiencias de vinculación universidad-sociedad entre las universidades participantes de la Red, contribuyendo al análisis crítico de sus límites y alcances permitiendo una recuperación crítica de la experiencia para la construcción de nuevas prácticas (Cervera 2013). Entre las actividades desarrolladas desde la Red se produjeron encuentros e intercambios de experiencias en Caracas, en la Paz, en Pelotas (Brasil), en Montevideo y en Argentina en las localidades de Lanús, Rosario y el Cono Urbano de Buenos Aires. De las que destacamos el 1.er Plenario3 de intercambio realizado en junio de 2008, donde se conforma y presenta la Red en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, se abordan líneas generales de la Red y se acuerda la planificación y desarrollo, como actividad académica compartida, del Seminario de Grado y Extensión Universitaria «Universidad y Sociedad»4 En el primer encuentro se revisaron los distintos enfoques existentes en relación con la Extensión. Se replanteó la idea de la extensión en clave asistencial y de transferencia, esta última como producto de un conocimiento que se produce en la universidad y se lleva a los que no lo tienen (cursos de difusión del conocimiento), se subrayó la extensión en clave de innovación y tecnología que es la co-construcción de metodologías entre la universidad y los grupos sociales populares en términos de promover la apropiación del conocimiento socialmente producido y a partir de allí, desarrollarlo de acuerdo a sus intereses, proyectos y posibilidades. Respecto a la idea de transferencia, se plantea en su lugar la de «construcción conjunta de conocimiento» con un enfoque en función de la transformación social reconociendo que aportar en procesos de organización popular implica el diálogo de saberes. 2 3 4 Proyecto del Programa Promoción de la Universidad Argentina (PPUA), del Ministerio de Educación de la Nación, Argentina. integran la red: Universidad de Buenos Aires (FFyL) (Argentina 2008); Universidad Católica de Pelotas (Brasil 2008); Universidad Bolivariana de Venezuela (Venezuela 2008); Universidad de la república (Uruguay 2008); Universidad Nacional de General sarmiento (Argentina 2009); Universidad Nacional de rosario (Argentina 2009); Universidad Nacional Autónoma de México (México 2009); Universidad de san Andrés (Bolivia 2010); Universidad Nacional de Lanús (Argentina 2010); Universidad Nacional de Luján (Argentina 2010) (Lischetti 2013). Participaron representantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, de la Universidad Católica de Pelotas (Brasil) y de la Universidad de la república (Uruguay) junto con los representantes del CidAC y autoridades de la FFyL de la UBA. «seminario de Grado y Extensión Universitaria: Universidad-sociedad. Programas de innovación y transferencia social» dictado en el año 2008 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Tania Elíaz RED ENTRE UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS. UNA EXPERIENCIA DE ARTICULACIÓN E INVESTIGACIÓN Por otra parte, se propuso reforzar la idea de la integralidad del conocimiento, que reúne las tres misiones de la universidad: extensión, docencia e investigación, asociada al carácter interdisciplinario que requiere el abordaje de las problemáticas sociales. Se resaltó la centralidad de los actores sociales y del estudiantado en el sostenimiento de estos procesos y como catalizadores del cambio universitario, estudiando, formándose u organizándose en estas trayectorias; finalmente las líneas de debate cerraron con un encuadramiento histórico que convoca a buscar antecedentes de las luchas de nuestros pueblos que impactaron en la universidad en contrapelo a la propuesta neoliberal5. En abril del año 2010 el equipo del CIDAC- Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria- y el Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires Héctor Hugo Trinchero viajan a Venezuela a conocer la experiencia de la Universidad Bolivariana, con el objeto de comprender los dos ejes que la caracterizan: «El proceso de descentralización geográfica y programática de la Universidad en los distintos Estados de la República Bolivariana de Venezuela, y con relación a este, la incorporación del «proyecto local de investigación-acción participativo [sic]» como eje que atraviesa los contenidos curriculares de las distintas etapas formativas de las carreras de grado» (Cervera 2013: 34). En este intercambio, dimos a conocer los procesos de acompañamiento a movimientos sociales vinculados al Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos en Caracas. Se compartieron experiencias del desarrollo de Proyectos Académicos Comunitarios en Yaracuy, con los Programas de Formación de Grado en Agroecología, Gestión Social y Estudios Jurídicos, también en Miranda con el Programa de Gestión Ambiental y Estudios Jurídicos6. En el 2013, la Facultad de Filosofía y Letras publica el texto «Universidades Latinoamericanas. Compromiso, Praxis e Innovación Social», donde cada Universidad participante de la Red entre Universidades Latinoamericanas explicó su manera de construir el vínculo con la sociedad. En este mismo año nos invitan a participar del Proyecto de Investigación entre 4 Universidades miembros de la Red. Titulado: Universidades Latinoamericanas. Sus transformaciones en el marco de las políticas regionales de la última década. Participando la UBA (Argentina) UDELAR (Uruguay), UMSA (Bolivia) y UBV (Venezuela). Este proyecto se planteó la caracterización de los procesos de crecimiento e inclusión social que tuvieron lugar en la última década, para relacionarlos con las innovaciones que se 5 6 Cf. www.cidac.filo.uba.ar/red-de-universidades). se visitó el Fundo Zamorano de Aracal, la Comuna Camunare rojo, en Yaracuy, desde donde se compartieron experiencias de la UBi Proyecto con los PFG en Agroecología, Gestión social y Estudios Jurídicos. Barlovento. Conocimos dos experiencias en el estado Miranda en Proyecto socio-comunitario, El «Proyecto de desarrollo Endógeno sustentable de la Comunidad Cacique Acevedo» en Barlovento y las experiencias de Gestión Ambiental con la implementación de un proyecto de «reforestación, Vivero Comunitario y reservorio de Agua», Comunidad de La Magdalena, Charallave. 409 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 410 CAP. XI produjeron en las Universidades Nacionales y Públicas de cada país. Se desarrolló entre el año 2014 y 2015, y en su primer tomo ya publicado, recoge los trabajos de Argentina y Venezuela7. Esta experiencia que agradecemos a la iniciativa del equipo del CIDAC en su empeño por expandir sus horizontes y generar procesos de integración entre nuestras universidades, nos ha permitido enriquecer nuestra perspectiva sobre el papel de la Universidad en nuestras sociedades y su indiscutible rol en la producción del conocimiento junto a los sectores populares. Hemos visto el debate y las necesidades planteadas desde la universidad tradicional de derribar los muros que la aíslan de nuestras realidades latinoamericanas, a partir de propuestas que integran la docencia, investigación y extensión que no se podrían concretar […] sin un amplio y crítico diálogo con la sociedad, sin la gestación de nuevas formas de relación, que permitan que la sociedad, no sólo interpele a la Universidad, sino que la construya (Tomassino 2008) y hemos tenido la oportunidad de dar a conocer y reflexionar sobre cómo desde la Universidad Bolivariana de Venezuela se han integrado (docencia, investigación y extensión) transversalizando el currículum a través de la formación en «Proyectos Académicos Comunitarios»8 que se desarrollan en cada uno de sus programas de formación. Finalmente, nos queda el amplio reto de continuar evaluando, revisando y enriqueciendo nuestras prácticas. 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(2016) Las transformaciones de las universidades latinoamericanas en el marco de las políticas regionales de la última década. Ediciones de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. se trata de la - Unidad Básica integradora Proyecto – que constituye […] el eje central de los procesos formativos y alrededor de ella se desarrollan todas la unidades curriculares (materias), de acuerdo a los requerimientos de las líneas de investigación definidas en los proyectos, lo que orienta las teorizaciones en función de las problemáticas concretas y las estrategias del abordaje con la comunidad, construyendo vías concretas que relacionan y articulan el quehacer universitario con la sociedad (inojosa 2016: 459-460). Tania Elíaz RED ENTRE UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS. UNA EXPERIENCIA DE ARTICULACIÓN E INVESTIGACIÓN Lischetti M (2013) Introducción. En Lischetti M (coord.) (2013) Universidades latinoamericanas. Compromiso, praxis e innovación social. 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La identificación de dichos cambios implica el contraste con la realidad sociopolítica que antecedió al Gobierno Bolivariano. El período de la democracia representativa se puede dividir en dos fases. La primera, comprendida entre las décadas de los sesenta y setenta, durante las cuales se dieron grandes avances en la historia universitaria: la apertura de nuevas universidades, la expansión y feminización de la matrícula, el intercambio académico y cultural que se llevó a cabo en las universidades existentes y que se tradujeron en un período de mucha producción intelectual constituyendo una alternativa para la superación de la pobreza, adquisición del conocimiento en todos los niveles del sistema y la transformación de las universidades, entre otros aspectos. La segunda fase corresponde a las décadas del ochenta y noventa, caracterizadas por la crisis económica y política que desató, a su vez, una crisis social resquebrajando todo el sistema de valores en la población: recortes y ajustes presupuestarios, asesinatos de dirigentes estudiantiles, huelgas, manifestaciones * Universidad Bolivariana de Venezuela. Correo-e: francis.arguinzones@yahoo.com; francis.arguinzones@gmail.com 414 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II de calle y cierres parciales de las universidades, escenario que predominó durante los dos lustros mencionados. Así mismo, la mercantilización de la educación universitaria, producto del afianzamiento del sistema capitalista sembró en las universidades la necesidad tergiversada de competencia, individualismo y selectividad, generando niveles alarmantes de exclusión, desigualdad, injusticia social e inequidades en el acceso al subsistema. En Venezuela, a partir de 1998, se comienzan a experimentar una serie de transformaciones con la aprobación de una nueva Carta Magna, cuyo objetivo fundamental es la refundación del Estado bajo los principios de la democracia social, de derecho y de justicia, así como la superación de la concepción de democracia representativa por la participativa y protagónica; ello obligó a la revisión de todas las estructuras de la sociedad, entre ellas, la educativa, para la cual se crearon una serie de políticas públicas orientadas a su expansión y transformación. La complejidad del subsistema educativo no solo se limitaba a la diversidad de instituciones que lo conforman, sino también a la calidad académica, los niveles de desempeño del personal docente de investigación y administrativo; las características socio-económicas, culturales y formativas de base de los estudiantes […] la dotación de infraestructura necesaria y adecuada a la especificidad de las áreas de conocimiento (Castellano 2000) entre otros. El establecimiento de las cinco líneas estratégicas del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación sirvieron de base para la formulación de las políticas que buscaron disminuir las inequidades, privatización, la exclusión de los sectores populares, la desarticulación y el descuido al que estuvo expuesto el subsistema durante más de dos décadas. La complejidad del abordaje y la herencia recibida de los precedentes gobiernos, condujo al gobierno bolivariano a tomar acciones, a crear rutas tendientes a transformar la realidad universitaria. Rutas para la transformación universitaria en Venezuela Las rutas para la transformación universitaria en Venezuela están íntimamente ligadas al proyecto político bolivariano de lucha y emancipación de los pueblos que sigue generando alternativas y acciones concretas para consolidar un mayor índice de inclusión socioeducativa en todos los niveles del sistema. Las tácticas y estrategias establecidas hasta el momento, han generado resultados concretos, a pesar de las críticas y cuestionamientos surgidos desde el seno de las élites académicas, cuya característica principal es la resistencia al cambio y la aceptación de nuevos hechos educativos. Entre las rutas creadas desde el año 2000 para el fortalecimiento y transformación de la educación universitaria, encontramos las siguientes: Francis Arguinzones Lugo TRANSFORMACIÓN UNIVERSITARIA EN VENEZUELA: RUTAS, ALCANCES Y LIMITACIONES 1) El Proyecto Alma Mater para el Mejoramiento de la Calidad y la Equidad de la Educación Universitaria Venezolana, el cual constituyó la primera iniciativa asumida desde la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) y el Consejo Nacional de Universidades (CNU) en el año 2001. Este proyecto tuvo como objetivos fundamentales: a) «elevar la calidad del sistema de educación superior» y b) «mejorar la equidad en el acceso y optimizar el desempeño de los estudiantes de educación universitaria»; de allí se derivó también una serie de programas como el Programa Nacional de becas OPSU y el Sistema de evaluación y Acreditación. 2) La creación del Viceministerio de Educación Superior (1999) y el Ministerio de Educación Superior (2002)1 que dieron un nuevo matiz a la relación Estado-Instituciones Universitarias superando la mera asignación de presupuesto para destacar la importancia del sector en el direccionamiento estratégico de la nación 2. 3) El diseño de las Políticas y Estrategias para el Desarrollo de la Educación Superior en Venezuela (2000-2006), que representan un aporte concreto del Viceministerio y permitieron reorientar la dinámica de las universidades, institutos y colegios universitarios bajo criterios orientadores3 dirigidos a fortalecer y articular la creación del conocimiento en conexión con las exigencias constitucionales y los planes de la nación. 4) La implementación de la Ley del Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior (Asamblea Nacional 2005) orientada al fortalecimiento profesional y al desarrollo local de las comunidades como espacio priori- 1 2 3 Actual Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y tecnología decretado el 3 de septiembre de 2014, N° 1.226 publicado en la Gaceta oficial N° 40.489. En el año 2008, el Ministerio de Educación superior publicó el documento «Misión, Visión y Principios Orientadores del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior», en el cual se incluyen los Principios Orientadores del nivel. Estos principios se enlazan con los señalados en el año 2001 como orientadores de las políticas, los enriquecen y contextualizan. Ellos son: 1) la educación y el conocimiento como bienes públicos al servicio de todos y todas; 2) inclusión y justicia social; 3) diversidad e interculturalidad; 4) cooperación solidaria; 5) democracia participativa y protagónica; 6) calidad; 7) pertinencia; 8) formación integral; 9) ejercicio del pensamiento crítico; 10) educación a lo largo de toda la vida; 11) autonomía responsable; 12) equidad territorial; 13) cooperación internacional (Ministerio del Poder Popular para la Educación superior, 2008). Los criterios orientadores de estas políticas fueron: a) carácter público de la educación, b) calidad e innovación, c) ejercicio del pensamiento crítico, d) equidad, e) pertinencia social, f) formación integral, g) fortalecimiento de lo académico, h) autonomía, i) articulación vertical y horizontal y, j) cooperación internacional. 415 CAP. XI 416 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II tario de articulación de conocimientos populares y académicos. Esta ruta constituyó un primer intento por disminuir la brecha entre la dinámica universitaria y las problemáticas sociales. 5) Establecimiento de Lineamientos sobre el pleno ejercicio del derecho de las personas con discapacidad a una Educación Universitaria de Calidad. De esta iniciativa surge la creación de la Unidad de Atención a estudiantes con Discapacidad (UNIDIS) y la creación en el 2008 de la Oficina de Atención Integral al Estudiante Universitario. 6) Incremento en la asignación de becas. Este elemento denota el compromiso del gobierno bolivariano no solo con la inclusión, sino también con la prosecución estudiantil de los sectores más vulnerables de la población. Otra de las acciones fue la Modificación de los parámetros de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho) lo cual implicó un cambio no solo en lo cuantitativo con el incremento de los beneficiados, sino también cualitativo al pasar de la modalidad de créditos a becas. 7) Creación de los Programas Nacionales de Formación (PNF) con los cuales se pretende desde el direccionamiento del Estado atender a necesidades concretas de formación en relación estrecha con las líneas estratégicas del Plan de la Nación. 8) Promulgación de la Ley Orgánica de Educación (2009) en la cual queda reflejada la concepción de la educación como «derecho humano y deber social», el carácter obligatorio, laico, inclusivo y gratuito hasta el nivel de pregrado en las instituciones de educación universitaria; así como el fomento de los principios y valores establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (García 2015). 9) Creación del Nuevo Sistema Nacional de Ingreso Estudiantil a la Educación Universitaria (Snieeu) o cual permitió una mejor distribución de los cupos bajo criterios de equidad y justicia social en estrecha relación y cumplimiento de los lineamientos del Plan de la Nación. 10) Diseño y ejecución de políticas públicas de Municipalización y Universalización de la Educación Universitaria, lo cual propició la creación de nuevas instituciones oficiales de educación universitaria ajustadas a las demandas locales, regionales y nacionales y la obtención de un aprendizaje de calidad, colectivo entre todos, de gran beneficio y aporte a los sectores populares a los que se les pudo brindar herramientas y conocimientos necesarios a Francis Arguinzones Lugo TRANSFORMACIÓN UNIVERSITARIA EN VENEZUELA: RUTAS, ALCANCES Y LIMITACIONES las personas que no podían trasladarse a otros espacios donde están las diversas universidades, por falta de recursos para la movilización. 11) Las Propuestas y acciones innovadoras contribuyentes a la transformación de los procesos de formación, cuya máxima expresión es la creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Fundada bajo criterios orientadores basados en la pertinencia social, la responsabilidad con lo público, la equidad social, la democracia participativa, la calidad e innovación, la autonomía responsable, el ejercicio del pensamiento crítico, la formación integral, la educación humanista y ética, la educación a lo largo de la vida, la complejidad y la incertidumbre establecidos en el Documento Rector. 12) La Creación de Universidades Politécnicas Territoriales, en el contexto de la ejecución de la Misión Alma Mater y cuya importancia radica, fundamentalmente, en la participación directa de las comunidades organizadas durante todo el proyecto de creación, así como en la articulación directa de la Misión con el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. Alcances y logros en el proceso inacabado de transformación universitaria venezolana El seguimiento de las rutas mencionadas generó logros concretos que se presentan a continuación: a) Rescate del carácter público de la educación universitaria, con la cual el Estado logra revertir el proceso privatizador, democratizar el acceso a las instituciones universitarias y garantizar la inclusión de los sectores populares al proceso de formación profesional. b) Crecimiento Matricular, impulsado con mayor énfasis desde el Estado a partir del cumplimiento del mandato constitucional y la necesidad de satisfacer las aspiraciones de los bachilleres sin ningún tipo de discriminación. c) Incremento de beneficiados con los programas de becas, disminuyendo las brechas económicas que impedían la prosecución de los estudiantes pertenecientes a los sectores más deprimidos de la población. El total de becas activas en 1998 fue de 50 946 y en el 2009 se lograron beneficiar 372 367, considerando no solo a los estudiantes de las IEU y los favorecidos por Fundayacucho, sino también a los que cursaron estudios a través del Convenio Cuba-Venezuela, la Misión Sucre y a través de la Oficina de Planificación del Sector Universi- 417 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 418 CAP. XI tario. (Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria 2008. En: García 2015) d) Equidad y justicia social en la distribución de los cupos universitarios, a través de la implementación del SNIEEU se logró incorporar al subsistema un total de 3334 bachilleres egresados dela Misión Rivas y 2559 bachilleres indígenas de diferentes etnias en el 2009. También se logró la incorporación de 27 424 aspirantes a los PNF en el marco de la Misión Alma Máter (García 2015) e) Incremento de Instituciones de Educación Universitaria, lo cual permite el cumplimiento de la política pública de diversificación de la oferta académica ampliando las posibilidades para el desarrollo integral de los bachilleres en cumplimiento de sus aspiraciones formativas y la democratización en el acceso a la educación universitaria en el marco de la Misión Alma Máter4 Limitantes y controversias en el proceso de transformación universitaria a) Tensiones entre cantidad-calidad: las tensiones en relación con los parámetros cantidad y calidad en el sistema educativo universitario se derivan no sólo de la asignación presupuestaria, sino también de las concepciones que sobre las mismas se tienen. Entendiendo cantidad en su relación estrecha con “la intencionalidad de la búsqueda de la incorporación del mayor número de pobladores de una nación al disfrute del beneficio y el ejercicio del derecho a la educación” (Graffe 2006) es innegable que la política asociada a este aspecto (democratización) sigue mostrando un incremento considerable en los últimos años. En cuanto a la calidad, que debe comprenderse como «un proceso multidimensional y ligado al mejoramiento continuo de los procesos académicos y a la profundización de las responsabilidades sociales de las instituciones de educación superior» (Téllez & González 2004) no se puede afirmar que el subsistema de EU ha mantenido o disminuido la calidad en los últimos veinte años sin hacer el estudio correspondiente5. En este sentido, el cuestionamiento 4 5 Hasta el 2014 el gobierno revolucionario ha creado 24 universidades públicas, de las cuales 16 son Universidades Politécnicas territoriales (UPt) producto de la transformación de institutos y colegios universitarios, 5 Universidades Especializadas, la Universidad territorial de Amazonas, la Universidad Nacional Experimental indígena del tauca ubicada en el estado Bolívar y la Universidad Bolivariana de los trabajadores «Jesús rivero (UBtJr)» en la cual se materializa el principio contenido en la CrBV, «la educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar» los fines del Estado (García 2015). Al respecto, Graffe (2006) realizó una investigación dirigida específicamente a este tema con significativos hallazgos. Francis Arguinzones Lugo TRANSFORMACIÓN UNIVERSITARIA EN VENEZUELA: RUTAS, ALCANCES Y LIMITACIONES sobre la «calidad» no solo alcanza a las universidades experimentales por la falta de divulgación de sus avances científicos, también toca a las universidades autónomas por el excesivo academicismo que las caracteriza reflejado en su alejamiento de las problemáticas sociales, educativas, culturales, así como en la negación de otras realidades producto de los procesos socio-históricos transitados. Pese al reconocimiento de las debilidades que pudieran presentar los proyectos de formación propuestos desde el Gobierno Bolivariano, su gran fortaleza es que garantizan realmente un proceso de inclusión democrático sin discriminaciones, a través del cual se rompen los parámetros uniformes establecidos por organismos internacionales que auspician la formación competitiva para el mercado laboral. El otro elemento asociado a los parámetros de calidad lo representa el eje de Investigación. Sin desconocer los alcances de la aplicación del paradigma positivista en todas las áreas de las ciencias naturales y sociales, y el desarrollo de las investigaciones en las IES, es necesario avanzar hacia el reconocimiento de los diversos métodos de investigación e interacción sociocomunitaria. El proceso de Ascenso de los docentes, también debe incluir no solo los logros académicos y dominio teórico sobre las «materias» sino también su participación en organizaciones comunitarias y su impulso. La calidad en el subsistema educativo superior no puede ser una abstracción, obedece a un tiempo histórico y a un contexto social y académico. El estudio de la «calidad» de la educación universitaria debe ser una tarea permanente del Gobierno Bolivariano con el fin de mejorar y alcanzar la excelencia académica de los egresados y su desarrollo profesional. b) Resistencia al cambio: la resistencia al cambio constituye uno de los factores que más afecta el proceso de consolidación del nuevo modelo educativo universitario porque a pesar de las evidentes transformaciones de las dinámicas sociales, políticas, económicas, ambientales y culturales que se han generado tanto en el ámbito nacional nacional como internacional, las universidades siguen enquistadas en estructuras que no responden a las problemáticas de su entorno. Para que las instituciones universitarias cambien, deben cambiar primero los actores que la conforman. c) Sistema de valores: aunque quede demostrado que los cambios trascendentales, positivos o negativos, solo son posibles a partir de acciones concretas, el sistema de valores que los orienta es fundamental. En los valores se resumen las intenciones de los grupos que han gobernado al país y la orientación que le han dado al tema educativo como motor para lograr sus aspiraciones o concretar sus alianzas internas y externas. En el ámbito educativo, Venezuela 419 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 420 CAP. XI estaba a punto de privatizar la educación en todos sus niveles y en menos de un año se logró revertir esa situación y plantearse como reto la consolidación de un sistema educativo con nuevos valores6. Como valor y objetivo fundamental, el gobierno bolivariano promulga la Felicidad Suprema, fundamentado en la tesis de una sociedad justa, equitativa e inclusiva. Echeverría (2009) plantea que la tercera tesis de Queraltó se refiere a la felicidad como el principal valor ético «entendida como felicidad en la vida, es decir, como vida feliz», pero hay que destacar que este valor no tiene el mismo significado para todos, pues depende de las necesidades sentidas y las creadas, además ésta se «adecua perfectamente a una ética del interés y la convivencia» (idem). En este sentido, el hecho educativo y la consecuente profesionalización de los estudiantes universitarios deben estar dirigidos a lograr la felicidad integral. Que el proceso formativo tienda a fortalecer y alcanzar tanto aspiraciones materiales, cuanto espirituales en un sistema positivo de valores. Retos, a modo de conclusión… a) Del Gobierno Bolivariano: el principal reto es consolidar las bases para lograr un acuerdo nacional que se fundamente en el patriotismo y la defensa de la nación en el plano de las ideas y el conocimiento profundo de nuestra historia, de allí que, como principal medida, se retomara el carácter público de la educación y se resaltara el interés del gobierno en potenciar las relaciones Estado-Instituciones Universitarias-Sociedad-Comunidades. Otro de los retos es transformar completamente las estructuras del modelo de sociedad heredado cuya dinámica se sostiene sobre la lógica del capital con incidencias innegables en la dinámica social, el hecho educativo y la formación profesional. El cambio de la cultura rentística hacia la cultura fundamentada en el trabajo creador implica una transfiguración en los modos de producción 6 1) epistémicos, que reconozcan las formas multiculturales de acceder al conocimiento y no los consideren como subordinados del conocimiento occidental; 2) económicos, para dar paso a sistemas alternativos, justos y equitativos de distribución de la riqueza; 3) técnicos y tecnológicos, orientados hacia procesos innovadores en función del bien social y la disminución de riesgos en las sociedad; 4) religiosos, que admitan la diversidad de cultos respetando las creencias de los pueblos que conforman el mundo; 5) militares, tendientes a fortalecer el patriotismo y la defensa de los intereses de la nación por encima de las aspiraciones extranjeras; 6) ecológicos, en el fortalecimiento de una conciencia que valore la naturaleza (y no intente dominarla como ha sido el objetivo básico de las ciencias) el medio ambiente y pueda analizar, desde la complejidad, las consecuencias de la generación de tecnologías biomédicas, farmacéuticas y agroalimentarias; y 7) humanos, políticos y sociales, enfocados a la organización de los grupos humanos en la defensa de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes por una sociedad de justicia y paz, de solidaridad, de libertad, de respeto a la diversidad cultural. Francis Arguinzones Lugo TRANSFORMACIÓN UNIVERSITARIA EN VENEZUELA: RUTAS, ALCANCES Y LIMITACIONES del conocimiento y el resquebrajamiento de sus bases hegemónicas para dar paso a la otredad negada históricamente. Un reto más, en cuanto al tema universitario, es la consolidación de un sistema de reconocimiento y promoción de la visión social de la innovación, la tecnología y la ciencia ajustados al tiempo que vivimos y al encargo social. El MPPEUCT debe generar los mecanismos para lograr espacios de diálogo con todo el sector universitario e incorporar a las comunidades organizadas, asumiendo que es prioritario el debate permanente sobre las alternativas metodológicas para acceder al conocimiento, la generación de nuevas tecnologías educativas, la producción científica ajustada al encargo social de las comunidades, la promoción de un pensamiento crítico y una pedagogía emancipadora, y descolonizadora. El Estado debe diseñar políticas públicas que realmente articulen el sistema educativo nacional para lograr la verdadera relación entre los subsistemas desde el diálogo de saberes con programas y proyectos dirigidos a abordar las problemáticas de dichas instituciones desde la visión transdisciplinaria y la promoción hacia la innovación científica y técnica para lograr tecnologías educativas alineadas con las necesidades del país. Otro reto es mejorar la calidad de la educación municipalizada para cumplir con los objetivos iniciales de su creación. La revisión de los espacios, de los docentes y la didáctica desarrollada en los procesos de construcción del aprendizaje son necesarios para mejorar y responder a las demandas de los estudiantes y de la nación. b) De las instituciones universitarias: las instituciones universitarias tienen el gran reto transformarse y reformarse en función de la realidad social nacional y de los cambios internacionales que exigen la formación integral de los profesionales. Una formación sensibilizada con los problemas que aquejan la existencia de la humanidad y que sea capaz de generar verdaderas soluciones a los problemas ambientales, económicos, culturales y políticos, ajustándose a los retos que implica la creación intelectual verdaderamente innovadora y comprometida con las necesidades del continente. Reconocer las nuevas formas de administración del Estado y la efervescencia de los mecanismos de participación del pueblo en las decisiones que afectan su cotidianidad, es otro reto de las IES. Se necesitan instituciones universitarias que trabajen fuera del recinto para que se impliquen con los procesos de cambio que vive el país, orientado a la defensa de los derechos de los pobres de la tierra, históricamente vulnerados por los centros de poder. Así mismo, una transformación en los modos heredados del pensamiento positivista para dar paso a las nuevas formas de acceder al conocimiento superando la lógica disciplinar y la segmentación del saber. 421 CAP. XI 422 CAP. XI PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Otro gran reto de las instituciones universitarias es la incorporación de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología como eje transversal de la formación profesional para así disminuir la brecha entre las creaciones científicas y técnicas, y las problemáticas sociocomunitarias. La producción de conocimientos desde nuestra cultura y dinámicas sociales es otro reto que tienen las instituciones universitarias del país. Potenciar la acción transdisciplinaria, multidisciplinaria e interdisciplinaria en un intento por superar el pensamiento universalizante universalizado para dar paso a la pluralidad de pensamientos construidos desde nuestra propia realidad venezolana, latinoamericana y caribeña. Trascender la disciplina supone, también, abordar los grandes temas que afectan la vida de los seres humanos en el ámbito nacional e internacional, el planteamiento de la ética en el abordaje de las grandes desigualdades sociales y sus consecuencias para las generaciones futuras. Las universidades deben estar comprometidas con la generación de propuestas pertinentes para disminuir las causas de dichas desigualdades. c) De la sociedad venezolana: la base epistemológica de un pueblo es su espiritualidad y cuando esta se resquebraja o desaparece, como ha sido el caso de tantos procesos, las colonizaciones se dan más fácilmente. En el caso venezolano, no se percibe cohesión y unidad en su población para identificar la verdadera amenaza a la justicia y la paz social. Las grandes transformaciones de las sociedades comienzan por la formación de las conciencias de sus ciudadanos y por los valores que estos practiquen; si bien la educación es fundamental para el logro de dichas transformaciones, la orientación de esta es la que determinará la conformación de sus sociedades. BIBLIOGRAFÍA Asamblea Nacional (2005) Ley del Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior. Publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Extraordinaria Nº 38.272 de fecha 30 de agosto de 2005. Castellano ME (2000) ¿Se puede gerenciar la Educación Superior? En: Martínez A (comp.). Política, proyectos y gestión educativa. Oficina de Planificación del Sector Superior Universitario (OPSU). Caracas, Venezuela. Pp.141-152. Echeverría J (2009) Ética y Sociedades Tecnológicas. ISEGORÌA. Revista de Filosofía Moral y Política ( 41): 217-229 García K (2015) Políticas de acceso a la Educación Universitaria de la República bolivariana de Venezuela: Estudio Comparado 1989-1998/1999-2013. Inédito. Graffe G (2006) Políticas públicas en la Educación Superior venezolana 1989-2004. Controversias sobre políticas de cantidad y calidad (Inédito) Trabajo de grado para optar al Título de Magíster Scientiarum en Educación Superior. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. Francis Arguinzones Lugo TRANSFORMACIÓN UNIVERSITARIA EN VENEZUELA: RUTAS, ALCANCES Y LIMITACIONES Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (2001) Políticas y estrategias para el desarrollo de la educación superior en Venezuela 2000-2006. Caracas, Venezuela. Ministerio de Planificación y Desarrollo (2001) Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2001-2007). Caracas,Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior (2008). Misión, Visión Y Principios Orientadores Del Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Superior, Caracas, Venezuela. Tellez M & H González (2004) Las políticas para la educación superior en Venezuela. Un espacio de diálogo entre el Estado y las instituciones. La Universidad se Reforma II. UCV/ORUS/IESALC-UNESCO/UPEL/MES. Caracas, Venezuela. Pp. 113-172. Universidad Bolivariana de Venezuela (2003) Universidad Bolivariana de Venezuela. Documento Rector. Caracas, Venezuela. 423 CAP. XI 425 S ECCIÓN VI PenSaR deSde la CulTuRa CAPÍTULO XII Formas profanas: problemas de crítica cultural 427 Ficción, crítica y teoría. Consideraciones sobre la noción de ficción crítica Anja tropschuh*, Eleonora Cróquer Pedrón** y Claudia Hammerschmidt*** La noción Ficción Crítica que se está proponiendo en este artículo deriva del amplio e impreciso término homónimo, empleado por la crítica literaria. El nuevo concepto se especificará a través de la lectura de los cuentos de Rajatabla de Luis Britto García, la cual ofrece la posibilidad de una noción que va más allá de la ficción crítica que plantea, por ejemplo, el escritor español Enrique Vila-Matas (2011), quien propone una suerte de crítica teórica dentro de textos ficcionales y, sobre todo, en referencia a la literatura misma o la relación entre literatura y realidad. La raíz común del concepto aquí presentado con el de Vila-Matas se puede encontrar en la pregunta por la relación entre realidad y literatura. Mas el nuevo concepto no se quedaría en la conocida crítica de ciertas circunstancias insatisfactorias o el compromiso de la literatura con la política, sino en como ficción, siendo tanto teoría de la sociedad como parte activa de su cambio. Es decir que la escritura a la vez es ficción y crítica, teoría y práctica. Este planteamiento se basará en el concepto de teoría crítica elaborado por el filósofo social Max Horkheimer, que en el año 1937 publica su ensayo «Traditionelle und kritische Theorie», documento fundamental de la famosa Escuela de Francfort, instituto de investigación social y lugar de pensamiento crítico de aquel entonces. La teoría crítica que Horkheimer concibe, sobre la base de escritos de Hegel, Marx y Freud, analiza y cuestiona las condiciones de la sociedad burguesa y capitalista, pretende criticar sus mecanismos de poder, control y opresión, así como desenmascarar sus ideologías con el fin de crear una nueva sociedad de sujetos razonables y autónomos en sus decisiones. La diferencia entre la perspectiva de Horkheimer y la marxista es que la segunda intenta explicar la supresión del hombre * Universidad simón Bolívar. Friedrich-schiller-Universität Jena, Alemania. Correo-e: info@anja-tropschuh.de ** Centro de investigaciones Críticas socioculturales de la Universidad simón Bolívar. *** instituto de Filología románica de la Friedrich-schiller-Universität Jena, Alemania. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 428 CAP. XII a través de la manera de producción capitalista, mientras el teórico crítico junto con su colega de la Escuela de Francfort, Theodor W. Adorno y Horkheimer en su libro escrito durante la Segunda Guerra Mundial «Dialektik der Aufklärung» (2006) llegan a una crítica de la civilización como tal. Punto clave de esta perspectiva es la necesidad de tomar conciencia de las condiciones presentes de la sociedad y cuestionarlas profundamente en busca de un desarrollo humano hacia una forma de convivencia más justa y razonable en una sociedad creada de manera activa por individuos conscientes y responsables (Horkheimer 1937). En el año 2000, Elfriede Jelinek, quien obtuviera en 2004 el Premio Nobel de Literatura, tematizó de una manera muy pesimista las posibilidades de la literatura frente a la realidad: Wie ich schon öfter gesagt habe, scheint es mir, als könnte sich die Sprache, eine differenzierende, literarische Sprache, gegen diese bedrohliche, selbstgewisse, von keinem Selbstzweifel angekränkelte Sprache der feschen Technokraten und Rechthaber, die uns jetzt von überall her überschwemmen, nicht mehr durchsetzen. […] Man kann sich nicht mehr mit Worten zwischen die Macht und die Wirklichkeit schieben, da ist kein Platz mehr für die Literatur (Jelinek 2000).1 La aquí descrita impotencia de la literatura frente a las estructuras de poder se expresa sobre todo a partir del comienzo del siglo XX y más desesperadamente a partir de la segunda mitad del siglo, después de haber vivido dos guerras mundiales y sus enormes impactos en las sociedades y en medio procesos de transformaciones sociales y políticas que no siempre son percibidos como justos. Elfriede Jelinek lamenta aquí la imposibilidad del lenguaje literario para influir entre realidad y poder, aunque aclara que la ficción no es que no pueda intervenir en la realidad, sino que el lenguaje literario, aunque sea comprometido políticamente o surja de una disconformidad con el poder, no tiene fuerza para meterse con las estructuras del poder. Cuando decimos que la obra Rajatabla de Luis Britto García, publicada en el año 1970, pone en evidencia que sí es posible, es por una característica que diferencia esta obra de otras escrituras comprometidas de su época. Llamamos este tipo de escritura Ficción Crítica, término que aquí se usa intencionalmente con mayúscula porque se basa en los siguientes criterios que aquí no se pueden especificar detalladamente, pero que serán listados y resumidos en lo siguiente: 1 traducción: Como ya he dicho varias veces, tengo la impresión de que el lenguaje, un lenguaje diferencial, literario, ya no puede prevalecer sobre este lenguaje amenazador, autoconvencido, no afectado por la menor duda de sí mismo de los tecnócratas apuestos y personas que siempre quieren tener la razón las cuales nos están inundando desde todas partes. […] Ya no es posible meterse entre el poder y la realidad a través de las palabras, ya no hay espacio para la literatura. Anja Tropschuh, Eleonora Cróquer Pedrón, y Claudia Hammerschmidt FICCIÓN, CRÍTICA Y TEORÍA. CONSIDERACIONES SOBRE LA NOCIÓN DE FICCIÓN CRÍTICA 1) Compromiso social profundo: Tiene en común con cualquier ficción crítica la intención de tematizar, criticar o denunciar de una manera u otra las condiciones sociales desfavorables. Para este fin no hace falta referirse en el texto literario, de manera explícita o realista, a la realidad. También puede estar presente en textos de ciencia ficción o en textos similares. 2) Estrategias de profanación: En su libro Profanaciones (2005) Giorgio Agamben usa este término procedente de la esfera religiosa para referirse a la posibilidad del hombre de influir en las estructuras del poder y desestabilizar o mullirlas. A través de la dicotomía de sagrado-profano en el contexto religioso, Agamben explica la capacidad que tiene la profanación de devolver objetos, personas u otras cosas al libre uso de los hombres. Lo sagrado entonces es algo no accesible para el hombre porque está apartado y transferido a otra esfera, la de Dios. A Dios en este contexto se puede traducir como autoridad y así referirse al poder. La religión, según Agamben, imposibilita el uso de ciertos objetos como animales o artefactos y vigila que las dos esferas se mantengan separadas. Esto se logra mediante el cumplimiento exacto y rígido de las formas, estructuras, normas y reglas religiosas. La profanación del objeto sagrado lo devuelve a la esfera del uso de los hombres. El objeto profanado es liberado de sus restricciones y libre para un uso nuevo. No se trata de restablecer un uso o estado natural del objeto, sino de su traspaso de una esfera apartada a otra que es accesible (la esfera del hombre) y que permite el planteamiento de un nuevo uso del objeto profanado. Las estrategias de profanación pueden ser: a) El juego de palabras, con oralidad, lenguajes coloquiales, estilos y humor: y b) La negación o el rechazo de tradiciones literarias y reglas gramaticales, ortográficas y de la institución literaria como la torsión, ruptura o mezcla de diferentes géneros literarios, reglas gramaticales, estructuras sintácticas y narrativas. Referente al poder de lenguaje dice Agamben: Los dispositivos mediáticos tienen precisamente el objetivo de neutralizar este poder profanatorio del lenguaje como medio puro, de impedir que abra la posibilidad de un nuevo uso, de una nueva experiencia de la palabra. [...] en el sistema de la religión espectacular, el medio puro, suspendido y exhibido en la esfera mediática, expone el propio vacío, dice solamente su propia nada, como si ningún nuevo uso fuera posible, como si ninguna otra experiencia de la palabra fuera ya posible (: 115). En Rajatabla encontramos varios ejemplos de profanación como el siguiente de oralidad: tocar en las casa y decir Ñora emealgo y mejor que lo diga Matildita 429 CAP. XII 430 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II quenseña los ojitos y le pican ican y echa cosa por ellos y siempre le dan cuando dice que no ve nadita y esverdá no ve nadita y le pican ican (: 8). 3) Muestra estrategias de metaficcionalidad. La crítica literaria Patricia Waugh denomina metaficcional a aquellos textos narrativos que, de una manera autoreflexiva y sistemática, dirigen la atención del lector a su condición de artefacto y su carácter ficcional. En estos textos las convenciones narrativas de la tradición literaria realista se quiebran para destruir la ilusión de un cerrado mundo ficticio y hacer posible comprender no solo las estructuras narrativas del texto literario sino también el carácter artificial y construido del lenguaje literario y así it has also offered extremely accurate models for understanding contemporary experience of the world as a construction, an artifice, a web of interdependent semiotic systems (Waugh 1990). En este sistema de complejas relaciones de poder, el lenguaje cotidiano mantiene y fortalece las estructuras de poder existentes a través de su uso no reflexionado, así que formas de opresión pueden ser creados inconscientemente (pensemos en la discusión sobre la discriminación de la mujer, por medio de un uso de lenguaje sexista). Lo mismo pasa en la literatura donde el lenguaje literario institucionalmente impuesto en un intento de representar realidad sostiene y apoya a las estructuras de poder (no solo) de la institución literaria establecida. La literatura metaficcional puede ser entendida como una suerte de resistencia a esta relación oponiendo su uso específico del lenguaje literario al uso establecido, es decir, a la tradición literaria. La realidad social contemporánea se percibe como problemática, en crisis, con fuertes componentes de alienación y opresión. El lenguaje tradicional de la literatura realista no sirve para expresar o mediar esta experiencia. Metafiction thus converts what it sees as the negative values of outworn literary conventions into the basis of potentially constructive social criticism. […] Conventions can, however, become oppressive and rigidified, completely naturalized. At this point they need to be re-examined, both in life and fiction (ibidem). La metaficcionalidad, por ende, es una parte importante de la acción de la Ficción Crítica, para crear consciencia en la escritura y de tomarla durante el proceso de lectura y construcción de sentido. Se debe entonces detectar estructuras de poder (por ejemplo, en la literatura) y romperlas (por ejemplo, a través del juego con los géneros, los lenguajes y la metaficcionalidad). En Rajatabla se encuentran varias estrategias de metaficcionalidad. Entre varios textos que se dirigen directamente al lector diciendo «tú», se encuentra uno titulado ACTO que termina con las palabras Y ahora, considera. Siendo tan grave tu ofensa es de esperar que te elimines, para no llevar a la sociedad al extremom intolerable de tener que acuar para corregisrte. […] y de aqi, aún se abren caminos. Y ahora elige (: 92) El texto LOCURA comienza dirigiéndose a un «tú», una persona con una enfermedad psicológica y un doctor que responde y le tranquiliza. De repente hay una ruptura: Anja Tropschuh, Eleonora Cróquer Pedrón, y Claudia Hammerschmidt FICCIÓN, CRÍTICA Y TEORÍA. CONSIDERACIONES SOBRE LA NOCIÓN DE FICCIÓN CRÍTICA sí, te dice el doctor, pero ahora está curado, ya no más ojos que se abren en la pared, no más gorgonas, no más rezumar de sangre no más fluxión sin lógica no más ciclos repetitivos ciclos rept pet pet pet pet tac tac tras es es es es es ss ss sss sssssss sssssssssss (: 46). El texto termina con un cuestionamiento de todo lo percibido como «real» o «normal»: Yo, por ejemplo, creía ser algo absurdo: un ser casi invariable, con un centro, cuatro extremidades, una prolongación llena de órganos sensoriales (ibidem). Aquí el texto de una manera temática y formal hace cuestionar la noción de realidad y la propia percepción de la misma. 4) Rechazo o dificultad de funcionamiento orgánico del texto y/ o estructuras rizomáticas. Nos basamos aquí en dos nociones de Gilles Deleuze y Félix Guattari presentadas en Mil mesetas (2002). El cuerpo sin órganos (CsO) es un antiedipo porque el psicoanálisis (usando el edipo) quiere que el individuo, por aceptar la falta inicialmente adquirida en su infancia, se someta bajo la sociedad, sus leyes y valores mientras el CsO se niega a un funcionamiento dentro de un sistema. Eso hace que el CsO es la recuperación del cuerpo para el subconsciente en procesos de desterritorialización y reterritorialización. Por eso acepta la unidad en la multiplicidad y en la diversidad, la coexistencia de diferentes formas, velocidades, posibilidades y significados. Hay que liberar los órganos de sus funciones (las cuales serían manipulaciones culturales) para que puedan obtener un «orden» de intensidades. El CsO no es un cuerpo vacío sino uno cuerpo que se va llenando a sí mismo y con nuevas cosas. Vive en un movimiento de actualización e innovación tanto como en el contagio de otros con su heterogeneidad y complejidad. En términos ya usados anteriormente, el CsO se vacía de los significados y del sentido prescrito pre-establecido y abre espacio para nuevos significados, nuevas posibilidades y nuevo sentido. Es un momento de toma de consciencia de las estructuras existentes que encadenan e imposibilitan una futura transformación. El cuerpo sin órganos es una especie de línea de fuga dentro de un sistema, algo que se escapa que no quiere ser comprendido de la manera que solemos llamar «normal», no quiere ser interpretado por lo cual existe en continuo movimiento, en diferentes velocidades y en propuestas que se van cambiando y transformando todo el tiempo. Esta condición le hace el cuerpo sin órganos un reto para el pensamiento y una ruptura dentro de lo común y lo habitual. Abre pasos a nuevas rutas, exige hacer nuevos caminos dentro de un desierto porque los programas culturales o sociales que tenemos y nuestras aprendidas maneras de pensar no funcionan dentro del CsO. Para eso le faltan las conexiones usuales que conocemos. El libro Rajatabla en 431 CAP. XII 432 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II el momento de su aparición fue una suerte de cuerpo sin órganos ya que su estructura nueva, desconocida no solo dificultó la interpretación del texto, sino también hacer declaraciones referentes a su permanencia a un género literario. Desde «novela» hasta «colección de cuentos» eran las propuestas en su momento. Las estructuras rizomáticas se refieren al hecho de que hay libros que no se puede leer desde el comienzo hasta el final, sino que hay que buscar una entrada y desde allí experimentar el texto. Los libros que se suelen leer tienen estructura de árbol, es decir lineares. Estos pueden ser interpretados, mientras los rizomáticos se niegan a una interpretación. Más bien hay que construir activamente el significado del texto. Ambas características apoyan la función de metaficcionalidad, la cual es la de cambiar perspectivas, de construir nuevos significados y sentidos, la de tomar consciencias, cuestionar y así, tener acciones dentro de la sociedad partiendo de la lectura de un texto ficcional. 5) El texto forma parte de una nueva práctica, lo cual será explicado más adelante. A través de estos criterios Rajatabla ha tenido un poder transformador que ha logrado agitar y a la larga transformar las estructuras de la institución literaria venezolana y con ellas las ideologías del poder que según Luis Althusser (1989) son aquellas que se imponen en las estructuras culturales subordinadas a través de los aparatos ideológicos de estado (la escuela, centros culturales, la iglesia, los medios de comunicación masiva, etc.). El impacto del texto se entiende por medio de la revisión de voces de la crítica del momento de la publicación del texto. Aunque la mayoría de ellas son de carácter afirmativo y elogioso, dejan huella de la incomprensión del texto en el momento de su primera recepción. La transgresión de géneros, el uso del lenguaje, el humor, la ironía, la extraña estructura, todas estas singularidades dificultaron su recepción. El lector acostumbrado a una literatura académicamente aprobada o incluso de textos comprometidos del momento, no se había visto enfrentado a una escritura de esta índole, un texto que exige la participación del lector no solo en el desciframiento del texto sino en su creación. De esta manera es parte de la formación de un tipo de intelectual, de un «teórico crítico» (para usar el término de Max Horkheimer) que cuestiona las estructuras de cualquier discurso y área de conocimiento porque fueron establecidas por el poder y no se puede hacer crítica de una estructura usando la misma Unmarked festgelegt von Promotion. Es decir que un texto literario comprometido no puede ser parte de la transformación de la realidad si usa el mismo lenguaje usado por el poder. Un pensamiento parecido encontramos en Der Autor als Produzent (Benjamin 2002). En este ensayo Benjamin critica que muchos textos comprometidos no hacían más que consolidar las estructuras de poder siendo un objeto más de entretenimiento por no tener la Anja Tropschuh, Eleonora Cróquer Pedrón, y Claudia Hammerschmidt FICCIÓN, CRÍTICA Y TEORÍA. CONSIDERACIONES SOBRE LA NOCIÓN DE FICCIÓN CRÍTICA función de un modelo para otras personas (lectores y escritores). Si la forma no apoya el contenido en lograr su objetivo de transformar las condiciones que está denunciando, no tiene valor. Por esta razón, Benjamin hace referencia al Teatro Épico de Brecht lo cual también nos sirve aquí por un punto que tienen en común el Teatro Épico y la Ficción Crítica: La interrupción o ruptura de la trama/ de la narración que contrarresta la ilusión del público/ del lector. De esta manera tanto el Teatro Épico como la Ficción Crítica no representan condiciones existentes afuera de la ficción sino las descubren y el lector o público las ve desde una distancia. La ruptura obliga al lector a tomar conciencia, contemplar y posicionarse. Allí está lo excepcional de Rajatabla: Su ruptura con las formas literarias tradicionales de la literatura institucionalizada dentro de las estructuras del poder. Lo que pretendemos demostrar es que Rajatabla se comporta como una ficción crítica, toda vez que algunas de las características del texto quiebran las estructuras tradicionales de la literatura hegemónica para explorar otras formas de contestación y participación alternativa en las políticas dominantes de sentido que rigen la institución literaria para el momento de su aparición En lo siguiente se explican unas de las características más emblemáticas del texto y de toda Ficción Crítica sobre la base de unas consideraciones sobre la teoría crítica de Horkheimer como base teórica para definir el componente de crítica del término. El primer punto clave de la teoría crítica como la pone de manifiesto Max Horkheimer en el año 1937, en el ensayo Traditionelle und kritische Theorie (Teoría tradicional y crítica, uno de los escritos principales de la Escuela de Francfort) es la comprensión de teoría (crítica) como práctica; por lo cual se plantearía la Ficción Crítica también ya como práctica. Este carácter doble se hace evidente en la descomposición de la estructura típica de género literario, la imposibilidad de categorizar el libro según alguna clasificación ya existente; en Rajatabla, por ejemplo, a través de la falta de elementos narrativos en unos de los textos, o la interdependencia de ellos entre sí lo que hace imposible imponerles el atributo de novela o colección de cuentos. Si fuese una colección de cuentos, se podría leer y comprender cada cuento independientemente de los otros; pero los textos en Rajatabla se pueden entender plenamente solo encontrando las relaciones intertextuales (dentro y afuera de la obra). Tampoco es fragmentario como unos críticos escribieron, ya que no le faltan elementos, sino es más bien una suerte de mosaico que solamente puede ser vista por un lector atento, que se atreve experimentar el texto y construirlo a su vez. Se trata de una obra ficcional que hace propuestas teóricas y al mismo tiempo parte de llevar las mismas a la acción, a través de su estructura que tiene impacto inmediato en el lector. La práctica o acción a la que se refiere esto es la de cuestionar las condiciones dadas, el status quo de las cosas y el cambio de perspectiva referente al propio entorno, así como de las estructuras sociales y de poder. Con esto nos acercamos a la base teórica de este tipo de Ficción. Una de las ideas principales de Max Horkheimer es la de una sociedad formada por sujetos 433 CAP. XII 434 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II razonables, que se perciben a sí mismos como miembros activos de la sociedad. Estos sujetos críticos tienen la consciencia necesaria para participar activamente en el desarrollo y la transformación de la sociedad. Aplicado a nuestro ejemplo Rajatabla significaría que el lector toma parte en el proceso de construcción de significado del texto en el cual encuentra las herramientas para romper estructuras rígidas y cuestionar lo establecido y tradicional. De esta manera se convierte en un «sujeto crítico» (Horkheimer 1937) capaz de cuestionar la realidad vivida y ubicarse a sí mismo en este sistema de estructuras sociales y de poder. En el momento de toma de conciencia ya se abre la puerta hacia las posibilidades de cambio. Sin conciencia no hay cambio. Este punto es sumamente importante ya que la confrontación del lector con una suerte de escritura extraña y la demanda del texto de construir su significado, le llevan a tal conciencia. De esta manera, se podría decir que Rajatabla toma parte en el desarrollo del intelectual crítico que se diferencia del no crítico, en primer plano, por su conciencia y, en segundo, por las acciones a las que esta lleva. El intelectual no crítico, según Horkheimer, se encuentra perfectamente insertado en la sociedad, es incapaz de ver las estrategias de sumisión del individuo y puede mostrar síntomas de impotencia frente a una vida inconscientemente percibida como ajena: culto por el genio, megalomanía, (hiper)actividades que carecen de un sentido verdadero y fanfarronería. En tal caso este intelectual no formaría parte de un progreso de la sociedad hacia la autodeterminación sino fomentaría las condiciones injustas y engañosas en las que la sociedad (o las sociedades) se encuentra en el presente. Lo crítico en Horkheimer siempre se refiere a la conciencia y la actitud de inconformidad del sujeto hacia el poder. Rajatabla permite tomar conciencia cuestionando estructuras literarias conocidas a través de su destrucción. No es un libro que se lee desde comienzo hasta el final, un libro lineal. Rajatabla es un libro rizomático. Se puede entrar desde diferentes puntos. No basta leerlo, hay que experimentarlo, hay innumerables ramificaciones y líneas de fuga entre sus componentes y posibles significados (Deleuze & Guattari 2004). Se puede comenzar a leer cualquier de los 72 textos que problematizan el arte, la violencia, el sinsentido, los problemas sociales, etc., y que casi siempre están en la deriva hacia la locura o la entropía como en el texto titulado Locura: sí, te dice el doctor, pero ahora está curado, ya no más ojos que se abren en la pared, no más gorgonas, no más rezumar de sangre no más fluxión sin lógica no más ciclos repetitivos ciclos pept pet pet pet pet tac tac tras es es es es es ss ss sss sssssss sssssssssss. Este texto es una alusión a la diferencia entre lo que se dice y lo que está pasando. Las descripciones no son suficientes. El uso del lenguaje mismo hace una nueva experiencia y abre la puerta hacia nuevas formas. Horkheimer no especifica cuáles Anja Tropschuh, Eleonora Cróquer Pedrón, y Claudia Hammerschmidt FICCIÓN, CRÍTICA Y TEORÍA. CONSIDERACIONES SOBRE LA NOCIÓN DE FICCIÓN CRÍTICA son las condiciones mejores a las que hay que llegar, más bien cuestiona la misma noción de lo mejor o lo ideal. No hay noción preestablecida. La teoría crítica no ofrece una teoría preexistente e inmutable, una costumbre de actuar o camino hacia el «bien». El quehacer intelectual, según Horkheimer, no está predefinido ni fijo, sino que se lleva a cabo y se transforma en el camino. Por eso cada paso sería un paso hacia condiciones menos injustas. Es decir que la pregunta no es cuál sería el estado ideal sino con qué condiciones negativas hay que acabar. Sujeto y sociedad, teoría y práctica y ficción se influyen mutuamente. De esta manera desarrollaría una nueva forma de convivencia que hace necesario acabar con las viejas estructuras las cuales se reflejan en el uso del lenguaje. Posiblemente por esto Elfriede Jelinek llegó a decir que el lenguaje literario no se puede meter entre el poder y la realidad, que no tiene fuerza ya. La razón: el lenguaje literario mismo es parte de las estructuras del poder. Y como dijo el teórico crítico Theodor W. Adorno (1996): No hay vida correcta en la errónea. Esto se puede malinterpretar de manera que dentro de una estructura carcomida no hay estructuras valiosas. Mas Adorno no quería expresar la imposibilidad de cambio o la falta de gérmenes de un sistema que funciona, pero para hacer posible la construcción de algo nuevo, primero, es necesario destruir las viejas estructuras y eso es lo que hace la Ficción Crítica: destruye estructuras y a la vez forma parte de la construcción de nuevas formas. Estas formas y estructuras nunca pueden ser las mismas durante las diferentes etapas del proceso de transformación. Todo estaría incansablemente en progreso y desarrollo. Se trata de un proceso que nunca se concluye. Por ende, la teoría crítica no puede ser nunca la misma, sino que tiene que cambiar necesariamente estructuralmente en la misma medida en la que se transforman las condiciones que la hacen emerger. Por esta razón, las características que se plantearían para la Ficción Crítica serían estructurales y se orientarían tanto en el efecto intencionado y logrado a través del uso de las formas como en sus posibles acciones. Por ejemplo, hemos dicho que un criterio principal de la Ficción Crítica es la profanación de la escritura según Giorgio Agamben. Es decir, quitarles a las estructuras y el lenguaje literarios su carácter institucional y hacerlos accesibles al libre uso de los hombres. De qué manera se logra esto, no está predefinido. Las estrategias de profanación son diversas y múltiples. En caso de Rajatabla, por ejemplo, la profanación se logra, sobre todo, a través de juegos de palabras, imitaciones de oralidad y de la jerga de la calle, la ruptura con la sintaxis y los géneros literarios, entre otros. Vinculado con la profanación, como característica primordial para cada Ficción Crítica, e igual de imprescindible, es el efecto extrañamiento, concepto que aparece en der Autor als Produzent de Benjamin. Este en la obra de Luis Britto García es logrado a través de la profanación del lenguaje y las estructuras literarias. Anteriormente se ha declarado que el intelectual no crítico percibe su vida 435 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 436 CAP. XII inconscientemente como ajena. El efecto de extrañamiento causa un sentimiento de alienación y así crea consciencia de procesos de alienación en el lector, quien por ende puede cambiar esta condición de su vida y a su vez tener repercusión en otras personas. Er sieht es weniger darauf ab, das Publikum mit Gefühlen, und seien es auch die des Aufruhrs, zu erfüllen, als es auf nachhaltige Art, durch Denken, den Zuständen zu entfremden, in denen es lebt (Benjamin 2002)2. Este efecto permite tomar distancia y tomar conciencia, lo cual es requisito indispensable para acción y cambio. De esta manera, la teoría planteada por una Ficción Crítica se convierte en práctica. Esta noción de práctica no necesariamente lleva a grandes revoluciones (aunque no es imposible) sino se lleva a cabo a través de acciones pequeñas, progresos mosaicos hacia una comprensión más grande, una sociedad posible con individuos razonables, activos y libres. El significado de estos términos también está sujeto a los mismos cambios y transformaciones por las que la pasa la sociedad. La práctica inherente en la Ficción Crítica es la de escribir a contrapelo y construir leyendo. Es una práctica de ver de una manera diferente, de cuestionar, de no permitir que se establezcan estructuras de poder ciegamente, una práctica de crítica cultural y transformación social. Para que esto no suene al regreso de la utopía, hay que agregar que esta sociedad posible se puede desarrollar en la medida en que el individuo avance en su toma de conciencia. BIBLIOGRAFÍA Adorno Th W (1996) Minima Moralia. Gesammelte Schriften IV. Suhrkamp. Frankfurt am Main, Alemania. 302 pp. Adorno Th W & M Horkheimer (2006) Dialektik der Aufklärung. Philosophische Fragmente. Fischer. Frankfurt am Main, Alemania. 245 pp. Agamben G (2005) Profanaciones. Adriana Hidalgo (Filosofía e historia). 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CONSIDERACIONES SOBRE LA NOCIÓN DE FICCIÓN CRÍTICA Horkheimer M (1937) Traditionelle und kritische Theorie. Zeitschrift für Sozialforschung 6(2):245-294. Jelinek E (2000) Meine Art des Protests. http://www.elfriedejelinek.com/fboykott.htm. (Consultado el 10-IV-2017). Vila-Matas E (2011) Chet Baker piensa en su arte. DeBolsillo, Barcelona, España. 349 pp. Waugh P (1990) Metafiction. The theory and practice of self-conscious fiction. Routledge (New Accents). Londres, Inglaterra. 176 pp. 437 CAP. XII 439 Breves visiones del matadero en el espacio de la literatura contemporánea: una lectura biopolítica oriele Benavides* La reflexión biopolítica encuentra una de sus declinaciones más sugerentes en el replanteamiento de la dupla, en apariencia antitética, persona-animal, en el franqueamiento del límite que separa el mundo de los hombres del mundo de «las bestias». De esta manera, el debate que imagina estas relaciones desde una perspectiva biopolítica muestra, siguiendo la estela del pensamiento foucaultiano1, * Centro de investigaciones Críticas y socioculturales de la Universidad simón Bolívar. Correo-e: orielebenavides@usb.ve 1 Para el pensador francés Michel Foucault (1978), la sociedad disciplinaria, término con el que caracteriza la distribución del poder en la contemporaneidad occidental, es aquella que, implicando formas de saber y tipos de conocimiento, se organiza a partir del advenimiento de la revolución industrial y el asentamiento del capitalismo, a finales del siglo XViii y comienzos del XiX. dicha emergencia posee, como punto de partida, la reforma y reorganización del sistema penal en los diferentes países de Europa y el mundo, que se fundamentará, a partir de entonces, no en una ley divina ante la cual se podría faltar/ redimirse, sino en la potencial infracción ante una ley de carácter estrictamente secular y respaldada por un poder político (pp. 92-93). de esta manera, la ley representará lo que es «útil» ante la sociedad, penalizando la inutilidad en tanto su perturbación y tipificando al criminal como enemigo interno y acometedor de dicha «incomodidad». El establecimiento del encarcelamiento como castigo privilegiado es paralelo a estas elaboraciones teóricas y representa una desviación, en última instancia una oposición con respecto a ellas. Al respecto, Foucault insiste en el carácter inédito de así como en el carácter «preventivo» de la aplicación de este nuevo paradigma de gestión de poblaciones, afincado sobre todo en la potencialidad del crimen, es decir, en la corrección de sus virtualidades: Toda la penalidad del siglo XIX pasa a ser un control, no tanto sobre si lo que hacen los individuos está de acuerdo o no con la ley sino más bien al nivel de lo que pueden hacer, son capaces de hacer, están dispuestos a hacer o están a punto de hacer (97). dicho ejercicio de «corrección» conlleva, asimismo, una labor de vigilancia constante con vocación de ortopedia social (98) sintetizada en el panóptico de Bentham, proyecto caracterizado por Foucault como una utopía que efectivamente fue realizada en las sociedades en las que vivimos en la actualidad: vigilar sin interrupción y totalmente (100). sustitur por el siguiente párrafo: de esta manera, para Foucault, dicha vigilancia expandirá su dominación a través de la producción de un saber de orden clínico sobre aquel cuerpo sometido a «examen», con el fin de generar parámetros para normativizar sobre su conducta y crear una red de un poderes no judiciales (instituciones, disciplinas) dedicados al establecimiento y adiestramiento en la «norma». El control de los individuos se extiende así a toda su existencia mediante el funcionamiento disciplinante ejercido por la policía, la psiquiatría, la sociología, PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 440 CAP. XII la posibilidad de un terreno voluble en el que inéditas posibilidades de pensar lo viviente se hacen patentes (la inscripción de la política en lo viviente), y en el que la separación entre ambos espacios dejan de concebirse como esencialidades ahistóricas2, des-ontologizando ambas categorías y alejándonos de su tradicional antinomia. Así, siguiendo una línea de lectura contemporánea que encuentra en la obra de Deleuze una declinación pertinente, esta especie de post-humanismo que en momentos parecería postular un universalismo de lo vivo, se impregna de fuertes connotaciones políticas: al decir de Gabriel Giorgi (2011), la exclusión de lo animal fundamenta la retórica de lo salvaje, y con ello se constituye en matriz de muchos sueños civilizatorios. El animal es, según esta lectura, una especie de bárbaro esencial, indispensable, un afuera distante y primitivo, y el paradigma civilizatorio se cimentará precisamente en la domesticación o el acallamiento de lo animal (interno o externo), y en última instancia en su sacrificio: será a través de la muerte del animal que se definirá el lugar de lo propiamente humano3. La literatura ha discurrido en torno a esta dupla y a la posibilidad de que sea precisamente el estado de excepción permanente del animal, el lugar desde cuya oposición se construye la vida calificada, civil, comunitaria: el matadero (de animales) como campo de concentración permanente y, a su vez, el campo como núcleo y destello de irremisible verdad de la biopolítica: la condensación de aque- 2 3 la psicología, la criminología, etc. La base de este poder real y para-judicial se cristalizará, al menos durante estas primeras indagaciones de Foucault, en las Ciencias sociales. Por otra parte, Foucault rastrea el origen de esta modificación en los mecanismos de control e identifica algunos cambios históricos de especial relevancia: la materialización de la riqueza en mercancías acumulables y las revueltas campesinas que más adelante tomarían un carácter proletario, ambos hechos situados en el siglo XViii y relacionados con las modificaciones de la producción que en ese entonces se llevaban a cabo en Europa y en especial en inglaterra. de esta manera, las prácticas policiales inéditas que caracterizarían a la sociedad disciplinaria tendrían como origen el proteger los stocks de mercancías expuestos a la potencial depredación de los sectores desposeídos que tendrían, por primera vez en la historia, un contacto físico y constante con la riqueza: es decir, separar la materialidad de los cuerpos de la de las mercancías. El advenimiento de instituciones características de la modernidad, como la escuela, el hospital, la fábrica, la prisión, tendrían pues la función de adiestrar al cuerpo en dicha separación y disciplinarlo para tal fin, incluyendo y normativizando a las poblaciones, transformando el tiempo de los hombres en tiempo de trabajo e inscribiendo de esta manera el poder en lo que podríamos considerar la capilaridad del poder tal y como actúa en el capitalismo, capilaridad que Foucault ubicaría como un plano más esencial que aquel de la ideología misma, y que obligaría incluso a un examen de sus teorizaciones. si bien Foucault (ibidem) encuentra que el ordenamiento biopolítico y el dispositivo de la subjetividad humana que le es correlativo ocurren con el advenimiento de la modernidad, Agamben (2010: 9-10) sitúa la diferenciación entre bios y zóe en un espectro de tiempo mucho más amplio, encontrando antecedentes jurídicos para la legitimación de la construcción de la vida sujeta a sacrificio en la elaboración proveniente del derecho romano arcaico en torno a la “nuda vida”. Al respecto dice Giorgi (2011:2) que la muerte animal emerge así como un mecanismo esencial, constitutivo, definitorio de ciertas maneras de definir lo humano como jerarquía normativa y como superioridad ontológica. Más adelante llamará tanatopolítica a esta lógica sacrificial del discurso de la especie. Oriele Benavides BREVES VISIONES DEL MATADERO EN EL ESPACIO DE LA LITERATURA CONTEMPORÁNEA: UNA LECTURA BIOPOLÍTICA lla exclusión incluida en la polis de la cual habla Agamben (2010), exclusión que sustenta y orienta, en su silenciosa permanencia, el relato social. En estas direcciones se orientan las ideas enunciadas por el escritor sudafricano J. M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940) en su novela Elizabeth Costello (2004), desde un régimen discursivo ambiguo, desde una ficcionalidad imbuida de visos de realidad4. Así, su protagonista, la conferencista y escritora Elizabeth Costello, invitada a dar una charla en un college estadounidense, insiste en demostrar, a través de una sinuosa y melancólica argumentación, que la oscura y constante muerte del animal en los mataderos industriales [campos de exterminio, campos dedicados a la producción de la muerte (Coetzee 2004: 69], constituye el centro ignorado de la sociedad moderna occidental, de la misma manera que en su momento lo fueron los campos «gestionados» por los nazis en la Europa de la guerra. La analogía que iguala el destino de los animales dirigidos al consumo humano con el de las víctimas del Holocausto resulta inaceptable para los asistentes a la charla de Costello, y quizás también, en un primer momento, para el lector desprevenido. Ante todos nosotros ella (Costello/ Coetzee) arguye: un pueblo de animales cautivos (son nuestros prisioneros de guerra), de esclavos sumisos a la producción incesante de su propio cuerpo como mercancía, fundamenta cierta esencia biopolítica, entendida esta como una red de instituciones del secuestro (Foucault) que permiten que el tiempo de la vida se convierta en tiempo de trabajo, que éste a su vez se transforme en fuerza de trabajo y que la fuerza de trabajo pase a ser fuerza productiva. El matadero, prosigue Costello, exacerba estas cuestiones al encarnar, a un mismo tiempo, fuerza de trabajo y productividad en el cadáver del animal. El campo se instituye así en ese lugar de excepcionalidad que, desde la aparente anomalía absoluta, irradia su poder normalizador al resto de la sociedad. Más que una excepción de lo social, el campo-matadero representa su núcleo duro, y el lugar (la clave) desde el cual debe ser leído. En este panorama, el poeta debe, según afirma Costello en la más nítida tradición deleuziana5, hablar «en el nombre de» ese animal 4 5 su ambigua condición de testimonio ficcionado, es decir, la indefinición veritiva de lo que se expone en las conferencias que forman parte de la novela (los capítulos La vida de los animales. Uno: los filósofos y los animales y La vida de los animales. dos: el poeta y los animales) se hace aún más aguda al conocer el veganismo militante del autor, J. M. Coetzee. Escribir es necesariamente forzar el lenguaje, y forzar la sintaxis, porque el lenguaje es la sintaxis, hasta un cierto límite. Límite que se puede expresar de distintas maneras. Es tanto el límite que separa al lenguaje del silencio, como el límite que separa al lenguaje de la música, como el límite que separa al lenguaje de algo que sería… el piar, el piar doloroso […] Kafka, en la metamorfosis: ‘oiga, uno diría que se trata de un animal’. O del pueblo de las ratas. Se escribe por el pueblo de las ratas que mueren. No son los hombres los que saben morir, son los animales. Y los hombres, cuando mueren, mueren como animales. En ese sentido, si el escritor es alguien que empuja el lenguaje hasta un límite, límite que separa al lenguaje de la animalidad, que lo separa del grito, que lo separa del canto; en ese punto hemos de decir que sí, que el escritor es responsable de cara a los animales que mueren, y es responsable por los animales que mueren. Responde por ellos. [se trata de] escribir no para ellos […], pero escribir en ‘ese lugar’ de los animales que mueren, es llevar el lenguaje a ese límite. Y no hay literatura que no lleve el lenguaje y la sintaxis a ese límite que separa al hombre del animal. En A de animal, Abecedario de Gilles Deleuze (https://vimeo.com/108004617). 441 CAP. XII 442 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II cuya condición oscila entre la nuda vida y la consumación del sacrificio, llámese este Pedro el Rojo o Josefina la cantora, o trátese de un animal sin nombre y sin voz o, incluso, de un hombre al que, gracias a la ficción, le ocurre un cierto devenir animal. Evidentemente emparentado con esta línea de lectura, el cuento El matadero (2009), del argentino Martín Kohan (Buenos Aires, 1967), que narra el viaje levemente interrumpido de un transportista de reses a lo largo de la pampa argentina, remite ya desde el título y de forma inevitable al antecedente de Esteban Echeverría, texto fundacional de la literatura del Río de la Plata. Retrocedamos entonces un poco: Echeverría, haciendo uso por primera vez de los alcances de la ficción para tocar algo de lo real de la política, narra en lo que se considera el primer cuento argentino (1871), como una turba de bonaerenses fanatizados bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas sacrifican exaltadamente el ganado de la ciudad de Buenos Aires, en medio de una lluvia fangosa y vulgar, para luego pasar a torturar hasta la muerte a un unitario, en lo que constituye una evidente alegoría civilizatoria decimonónica, también en la estela del Facundo de Domingo Faustino Sarmiento. Los espacios que esta alegoría establece se observan en los siguientes fragmentos: Siguió la matanza y en un cuarto de hora cuarenta y nueve novillos se hallaban tendidos en la playa del matadero, desollados unos, los otros por desollar. El espectáculo que ofrecía entonces era animado y pintoresco, aunque reunía todo lo horriblemente feo, inmundo y deforme de una pequeña clase proletaria peculiar del Río de la Plata (Echeverría 1991:129-130). Y más adelante: La perspectiva del matadero a la distancia era grotesca, llena de animación. Cuarenta y nueve reses estaban tendidas sobre sus cuerpos y cerca de doscientas personas hollaban aquel suelo de lodo regado con la sangre de sus arterias. En torno de cada res resaltaba un grupo de figuras humanas de tez y raza distinta (130). De cierta manera, el texto de Martín Kohan se plantea a la vez como reescritura del canon y como reinscripción de las categorías que en él están en juego y en cuya tensión se sostiene. Así, si el clásico de Echeverría ilustra, entre otras cosas, la visión paranoica (Piglia 1993:8) de aquella violenta dicotomía sobre la cual se erige la nación Argentina, es decir, la de la dicotomía de la civilización contra la barbarie, el de Kohan plantea, por su parte, la desfiguración de dicho relato en pos de una indeterminada solidaridad animal-hombre que, aunque informe y momentánea, tendrá la potencia necesaria para quebrar, fugazmente, la escisión entre ambos lugares políticos: quiebre que diluirá aquella oposición fundamental, señalando Oriele Benavides BREVES VISIONES DEL MATADERO EN EL ESPACIO DE LA LITERATURA CONTEMPORÁNEA: UNA LECTURA BIOPOLÍTICA el espacio vacío en el que, quizás, algún tipo de reconfiguración productiva de lo común sea posible. La indeterminación característica a todo discurso animal6 , y que el relato de Kohan comparte y despliega se observa, en primera instancia, en el lugar en el que ocurren los hechos de su ficción: una carretera, lugar de tránsito, de paso. Heredia, el protagonista del relato, es un transportista de maquinaria que accede, de forma circunstancial, a transportar un cargamento de reses, de un matadero a otro a través del campo argentino. La inestabilidad como condición del relato (al igual que en lo planteado por las palabras de Elizabeth Costello) y como su centro exasperado se replicará en distintos niveles: la indeterminación alcanzará incluso también (sospechamos) el estatus de lo narrado (sueño o vigilia) ante un drástico estado de extenuación que permitirá, a partir de cierto punto, una enunciación de tintes conjeturales: Pero Heredia ya había pisado por dos veces, y acaso tres, la línea interrumpida que en la ruta dividía manos contrarias. Luego: Imaginó el aspecto oscuro de las reses, concibió su entrevero impensado, calculó el estado de las patas afirmadas en el piso, conjeturó un olor. Y casi al final del relato: Puede que una vez, una sola vez, haya gritado. La fatiga que lo hará detener el trayecto formará parte de la serie de la interrupción que recorre y posibilita la narración: a la interrupción de la vitalidad (cansancio), seguirá la interrupción del hambre (rechazar con desgano comer un bife), luego la interrupción de los apetitos sexuales (descarta la oferta carnal que le hace una mujer del camino), y finalmente, interrupción del sueño: Pensó que se dormía, que ya se dormía. Pero algo pasaba, y no se durmió (subrayados nuestros). Recordemos que ese pronombre indeterminado (ese algo que emerge) anuncia, desde el primer párrafo, el quiebre de la trajinada rutina de muerte y conteo7, de esas «actividades» que constituyen la metáfora y el núcleo del ordenamiento biopolítico. De manera que leemos en la tercera frase del relato: Algo se alteró. Ese algo («lo inesperado, lo imposible de pasar») seguirá ocurriendo: «una presencia», «un rumor» que tendrá su origen en el «ahí atrás» hasta entonces pacificado del camión. La perturbación de la trajinada rutina de muerte y conteo es también, podríamos decir con Foucault, el lugar del crimen: la interrupción de la cadena de pro6 7 según Giorgi (2014), el lugar de lo animal dentro de la literatura señala menos […] la instancia de ‘representación’ que de una captura de fuerzas, lo animal en estos textos parece exceder y eludir toda figuración estable –transformándose en una instancia que, desde la corporalidad misma, protesta contra toda figuración, forma, representación, y reclama modulaciones y registros estéticos que permitan captar y codificar eso singular que pasa entre los cuerpos y que resiste toda clasificación y todo lugar predefinido. Se trata, entonces, de pensar los modos en que el animal transforma las lógicas de su inscripción en la cultura y en los lenguajes estéticos, interrogando, al mismo tiempo, una reordenación más amplia de cuerpos y de lenguajes de la cual esta nueva proximidad da testimonio. En otras palabras, se trata de ver cómo la redefinición de lo animal ilumina unas ‘retóricas’ de lo corporal y lo viviente más amplias que a su vez refractan una imaginación biopolítica de los cuerpos (pp. 33-34). ¿Cabría quizás una descripción más sintética de la biopolítica que esta breve frase? 443 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 444 CAP. XII ducción capitalista es aquello que el orden biopolítico intenta conjurar, la eventual pérdida (de capital, de ganancia, de acumulación) contra la cual se construye esta disciplina de cuerpos dóciles. Esa interrupción es entonces, también, el espacio en el que la ficción misma puede emerger. El relato encuentra su condición de posibilidad en el espacio delincuencial de una desfiguración improductiva, de un gasto, de un exceso, de un derroche. El mismo peso apretado de siempre, dice el narrador, solo que esta vez con vida: la interrupción con visos de criminalidad8 consiste, precisamente, la irrupción de ese peso con vida, poniendo en cuestión su estatus de mercancía. Heredia empezará, desde la lejanía ambivalente de la cabina de su vehículo, a sentir a los animales. Solamente a los animales, toda esa vida que estaba apiñada ahí atrás, apenas ahí atrás. Poco a poco, el murmullo y la leve vibración se irán apoderando de él. Rumor, indeterminación del lenguaje, indeterminación del sentido y de los sentidos, al decir de Giorgi, cercanía susurrante y opaca, quebradiza, inquietante, que será la posibilidad de pasaje a otra experiencia respecto de la diferenciación de lo humano y lo animal: No decían algo, no decían nada. Dos líneas nos permiten acercarnos a la naturaleza de este llamado ilegible pero perturbador (ilegible porque perturbador). En la misma conferencia a la que hemos hecho alusión, Costello nos dice, o nos recuerda quizás la manera en que el desarrollo de la cultura occidental ha ido progresivamente aislando al animal, a la par o de lo que podríamos denominar, muy someramente, el avance triunfal de la voz de la razón. Y así, expone: En la antigüedad, a la voz del hombre, criada en la razón, se le enfrentaban el rugido del león y el mugido del toro. El hombre iba a la guerra contra el león y el toro y al cabo de muchas generaciones ganaba la guerra de forma definitiva. Hoy esas criaturas ya no tienen ningún poder. A los animales solamente les queda su silencio para enfrentarse con nosotros. Generación tras generación, heroicamente, nuestros cautivos se niegan a hablar con nosotros. Todos salvo Pedro el Rojo, todos salvo los grandes simios (Coetzee 2004:75). Por otra parte, si nos remitimos al antecedente inmediato del texto, encontramos en Echeverría la marca del pánico que produce el lenguaje primitivo, siniestro y brutal del salvaje. Echeverría transcribe esa habla popular para luego describirla con las palabras que le siguen: Esto era, que ínterin el carnicero en un grupo descuartizaba a golpe de hacha, colgaba en otro los cuartos a su carreta, despellejaba en éste, sacaba el sebo 8 Pues si el desenlace de la historia hubiera permitido que Heredia soltara las reses (como el lector podría estar tentado a esperar por momentos), hubiéramos estado ante el relato de un criminal. Oriele Benavides BREVES VISIONES DEL MATADERO EN EL ESPACIO DE LA LITERATURA CONTEMPORÁNEA: UNA LECTURA BIOPOLÍTICA en aquel, de entre la chusma que ojeaba y aguardaba la presa de achura, salía de cuando en cuando una mugrienta mano a dar un tarazón con el cuchillo al sebo o a los cuartos de la res, lo que originaba gritos y explosión de cólera del carnicero y el continuo hervidero de los grupos –dichos o gritería desacompasada de los muchachos. –Ahí se mete el sebo en las tetas, la tía– gritaba uno. –Aquél que lo escondió en el alzapón– replicaba la negra. –Che, negra bruja, salí de aquí antes que te pegue un tajo –exclamaba el carnicero. –¿Qué le hago, ño Juan? ¡No sea malo! Yo no quiero sino la panza y las tripas. –Son para esa bruja; a la m… […] Varios muchachos gambeteando a pie y a caballo, se daban de vejigazos o se tiraban bolas de carne, desparramando con ellos y su algazaza la nube de gaviotas que, columpiándose en el aire, celebraban chillando la matanza. Oíanse a menudo a pesar del veto del Restaurador y de la santidad del día, palabras inmundas y obscenas, vociferaciones preñadas de todo el cinismo bestial que caracteriza a la chusma de nuestros mataderos, con las cuales no quiero regalar a nuestros lectores (pp. 131-132). Decidido, al igual que Echeverría (pero con una disposición bastante distinta) a escuchar el lenguaje ambiguo que lo convoca, ese rumor esquivo y angustiante que es, en el cuento, la presencia más definitiva de las reses, Heredia se interna a gatas en la parte trasera del camión, y allí tendrá lugar el centro del argumento de este «segundo matadero». En clara referencia a otro clásico de la literatura argentina, el conductor de esta segunda ficción se encuentra con una suerte de tanático Aleph que lo confronta y que a la vez sintetiza la cercanía con los animales, cercanía que se va desplegando in crescendo a medida que avanza la narración: Desde allí pudo ver muy bien a los animales reunidos. Los vio de cerca, los vio en detalle. Vio el temblor ocasional de una oreja suelta, vio las esferas excesivas de los ojos bien abiertos, vio la espuma de las bocas, vio los lomos. Vio cueros lisos y manchados, vio la espera absoluta. No vio lo que imaginaba: un montón de animales con vida, sino otra cosa que se parecía y en parte no: vio un puñado de animales a los que iban a matar muy pronto. Esa inminencia es lo que vio, y lo que antes presentía: la pronta picana que obligaría al movimiento, el mazazo en pleno cráneo, la precisión de una cuchilla, las labores del desuello. Es entonces cuando tiene lugar el contacto, la exacerbación de la progresiva vecindad: Estiró una mano y palpó una parte de un cuerpo fornido, como si con eso pudiese certificar la ignorancia y la inocencia de todo su cargamento. Ahí el futuro no existía. 445 CAP. XII 446 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II La presencia de aquella pronta picana mencionada de pasada nos lleva, sin duda, a las experiencias recientes de exterminio, y cabe preguntarse si el ejercicio de cercanía que presenciamos en el cuento de Kohan es, de alguna manera, una especie de epifanía en torno a la tanatopolítica ejercida por el Estado argentino en épocas recientes, que la lógica del matadero del cuento refleja como una pesadilla alegórica. Por otra parte, la frase Ahí el futuro no existía remite a aquella de Heidegger que niega para los animales toda conciencia de la muerte. Sin embargo, y como señala Giorgi, el texto de Kohan deja abierta la posibilidad de que los animales sí sepan que van a ser sacrificados, y en este sentido se enlaza con los argumentos de Coetzee mencionados líneas más arriba. Por una parte, el centro del cuento es, como vemos, este cara-a-cara, el momento de una «alianza» en la que dos excepcionalidades, avecinadas, son afectadas. Heredia parece «hacer manada» y contagiarse de cierta esencialidad vital presubjetiva, desdomesticadora: todo lo contrario del dispositivo productor de ciudadanía que encontramos en Echeverría. ¿Podríamos pensar, a partir de esta ficción, en la posibilidad de una multiplicidad nacional construido a partir de líneas de fuga, y en oposición al espacio concentracionario. En todo caso, parece ser que, más que descubrir y concientizar el lugar sacrificial de las vacas que transporta, algo de su propio ser (¿biopolítico?) le es revelado a Heredia al fin del relato. Algo de su subjetividad asalariada y disciplinada, algo de «su cargamento», de su «mismo peso apretado de siempre». Algo, quizás, de su propio ser animal, de su propio rumor desbordado, inocente. BIBLIOGRAFÍA Agamben G (2010 [1998]) Homo Sacer I. El poder soberano y la nuda vida, Valencia. Pretextos. Pp. 256. Coetzee JM (2004 [2003]) Elizabeth Costello. Random House Mondadori. Barcelona, España. Pp. 240. Deleuze G (1996) A is for Animal. https://vimeo.com/108004617 (Consultado el 25-VI2017). Echeverría M (1991 [1871]) El Matadero, en Obras Escogidas. Biblioteca Ayacucho. Caracas, Venezuela. Pp.123-142. Foucault M (1991 [1978]) La verdad y las formas jurídicas. Gedisa. Barcelona, España. Giorgi G (2011) La vida impropia. Historias de mataderos, en BOLETÍN/16 del Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria. Diciembre. www.celarg.org/int/arch_publi/ giorgi_animalidad.pdf (Consultado el 25-VI-2017). Giorgi G (2014) Formas Comunes. Animalidad, cultura, biopolítica. Eterna Cadencia Editoras. Buenos Aires, Argentina. Pp. 302. Kohan M (2009) El matadero. http://hemisphericinstitute.org/hemi/es/e-misferica-101/ kohan (Consultado el 25-VI-2017). Piglia R (1993) Echeverría y el lugar de la ficción, en La Argentina en pedazos. Ediciones de la Urraca. Buenos Aires, Argentina. Pp. 138. 447 Imaginarios del goce en la Venezuela centenaria Jordi santiago Flores* Mi relación con CLACSO ha tenido sus encuentros desinteresados. Se puede decir que ambos hemos sabido darnos un lugar a nuestra manera, como dos socios que desconfiadamente se necesitan. Hace dos años estuve aquí presentando un trabajo que es quizás el germen de lo que hoy les traigo. Lo titulé: «De El Rey del joropo a la Venezuela de los malos tratos: aproximaciones al vínculo social contemporáneo». En aquella oportunidad, el buen amigo «Alfedito» Alvarado –el rey del joropo– me sirvió para acercarme a un conocido rasgo del vínculo social venezolano: la viveza criolla. Este famoso bailarín, cuyo auge adquirió talla mundial entre los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, fue también un renombrado asaltante de bancos y un prodigioso estafador. Sus historias son recogidas en dos textos emblemáticos: una recopilación de historias contadas por el mismísimo «Alfedito», que el poeta Edmundo Aray escribe y publica con el nombre de Los cuentos de Alfredo Alvarado, El rey del joropo (Aray 1975); y una película de Thaelman Urgelles y Carlos Rebolledo titulada (Alias) El rey del joropo (1978), protagonizada por el propio Alvarado e inspirada en los cuentos de Aray. Ambos materiales muestran los entretelones de este personaje cautivador por su talento y particular ingenio para burlar la ley. Los pasajes están llenos de hazañas (algunas de ellas acompañado del virtuoso y vivaracho cuatrista Jacinto Pérez) en las que logra colarse donde no es invitado, coger algo del botín, salirse con la suya, irse sin pagar, acomodarse bien a punta de engaños, obtener algo que no le corresponde; todo eso contado con una singular gracia que lo hace pasar, sino por héroe, por santo. Desde aquel entonces me llama la atención cómo se construyen imaginarios en los que la fechoría ligada a la viveza criolla es tomada por divertimento. A finales del año pasado, en Medellín, tuve la oportunidad de presentar, nuevamente para CLACSO, una reedición de este trabajo. Lo titulé: «Los sobrinos del Tío Conejo: imaginarios del goce en la Venezuela centenaria». Mi conjetura en aquella oportu* Fundación instituto de Estudios Avanzados. Correo-e: jordisantiago84@gmail.com PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 448 CAP. XII nidad partía de la idea de sostener que este rasgo cultural de la viveza criolla parecía tener el estatuto de herencia y que ciertos imaginarios –en esta ocasión viré hacia el Tío Conejo por ser, aparentemente, el más emblemático– servían para engalanar la celebración gozosa de esta herencia. Además de ello, agregué una puntualización más: estos imaginarios dan cuenta y comienzan a forjarse, al menos exclusivamente bajo una idea de sociedad –la sociedad venezolana–, desde la aparición del petróleo a comienzos del siglo pasado. Es por esta razón que hablo de la Venezuela centenaria. Pero al poco tiempo un encuentro de lectura marcó lo que hoy augura el futuro de esta insistente investigación. El Tío Conejo de los cuentos publicados por Antonio Arraiz (1945), siendo bajo su pluma la primera vez que se institucionalizaban como literatura estas historias de la oralidad1: no es un vivo un criollo. El encuentro con estos cuentos muestra más bien un ejercicio de roles en donde Tío Conejo logra, sí, una y otra vez zafarse de las garras vigilantes de Tío Tigre, pero sin ninguna intención política o de beneficio propio. Tío Conejo, además, hace uso de una astucia del decir y no del hacer. Él, con su decir mayeútico, logra confundir al Tío Tigre al punto que acaba llevándolo a tropezar con su propia malicia. De todo esto, la ganancia de Tío Conejo es continuar vivo y en Venezuela (lugar en donde se desarrolla el bestiario escrito por Arraiz). Tío Conejo es un carpintero al que solo le interesa trabajar apasionadamente en su oficio. En las historias es perseguido por Tío Tigre y sus dispositivos corruptos y totalitarios. Recordemos que este último encarna, en los cuentos, una figura que podríamos identificar como la de un gobernante o un caudillo. Tío Tigre modifica leyes, crea injurias, utiliza los aparatos de su pequeño Estado folklórico para atrapar a su enemigo jurado. Los adeptos a Tío Tigre lo aclaman en su poder y alimentan las redes de una sociedad cuyo gusto por la sombra del gendarme comenzaba a evidenciar las lógicas fundantes de los vínculos sociales contemporáneos. Los allegados a Tío Conejo, en cambio, lo arengan a él para hacer la revolución, para tomar por asalto el poder, pero este les dice que la solución no es la revolución y decide irse del país, y quedar vagando como un fantasma en los linderos de su patria. Así termina el único libro que publicase Arraiz sobre esta temática. Arraiz, condenado al exilio luego del derrocamiento de Rómulo Gallegos en 1948, tres años después de haber publicado los cuentos. Ahora bien, si Tío Conejo no encarna, según esta versión, la figura del vivo criollo venezolano, como sí lo hacen, no solo Tío Tigre, cuya posibilidad de gozar del poder no tiene límites, sino también los distintos círculos que tratando de acomodarse al botín ensayan su bochinche, ¿cómo es que Tío Conejo terminó siendo 1 Aunque entre 1938 y 1949, la revista Onza, Tigre y León, fundada por rafael rivero oramas –quien luego sería el fundador de la revista Tricolor– y Mariano Picón salas, llegaron a publicar algunas historias aisladas de tío tigre y tío Conejo. Jordi Santiago Flores IMAGINARIOS DEL GOCE EN LA VENEZUELA CENTENARIA 449 CAP. XII en el imaginario venezolano el vivo criollo por excelencia? Una clave la encontramos en la aparición y tránsito de las conocidas revistas Tricolor. La revista Tricolor fue creada en 1949 por Rafael Rivero Oramas y auspiciada por el Ministerio de Educación, entonces a cargo de Augusto Mijares. Muchas de las historias fueron escritas por el mismo Rivero Oramas con algunas colaboraciones a lo largo de los años. Estos personajes, tomados de la tradición oral, ya habían salido a la luz pública en el programa radial conducido por Oramas llamado Las aventuras del Tío Nicolás, desde 1931. En 1934, estas historias son publicadas en forma de caricaturas en el periódico El Universal, pero no fue sino hasta la aparición de las revistas Tricolor cuando alcanzaron un auge popular, y se convirtieron en su referente y archivo. El Tío Conejo de Tricolor es el divertido personaje de la tradición picaresca. Y si bien no tiene ningún sentido hablar de cuál es la verdadera historia, si la de Oramas o la de Arraiz, preguntarse por la elección de lectura2, en un momento en el que se estaba refundando la república, es tal vez colocar el foco sobre el establecimiento de una cierta lógica cultural que empezaba a organizarse en torno al petróleo, el Estado y el pueblo democrático. Una posible avanzada ante esta cuestión se puede hacer desde la corriente marxista de Althusser y su trabajo sobre los Aparatos Ideológicos del Estado (Althusser 2003), pero eso llevaría la cuestión al plano de una noción de ideología que des-subjetivaría al sujeto en términos de su relación dialéctica en torno al poder, y a aquello que Hegel formuló en La dialéctica del amo y el esclavo (Kojeve 1982) como tentativa de goce. Otra invitación teórica-metodológica es marchar por la senda de la tradición galleguiana, y sostener que el Tío Conejo de Arraiz muestra claramente la tensión entre civilización y barbarie, tesis que tiene sus orígenes por aquellas épocas. Esto implicaría tender puentes, como bien le gusta construir a cierta rama de los estudios literarios, con una suerte de psicología del arte que colocaría el texto del autor como resultado de una pura literalidad intelectual, cuyo testimonio se leería desde una perspectiva meramente yoica. «Yo, Antonio Arraiz, perseguido por el poder desde las revueltas de 1928: soy Tío Conejo; y Gómez, es Tío tigre». 2 Categoría metodológica que soporta mi tesis doctoral, y que da cuenta del acto de un sujeto que elije por el imperativo de goce. Entendemos imperativo de goce como el mandato que una cultura o sociedad cultural dirige hacia los sujetos de derecho, y que dictamina la relación de estos frente a la ley, estableciendo aquello a lo que el goce de cada uno puede acceder y a lo que no. El goce, a su vez, es una categoría lacaniana que sirve para nombrar los estímulos inconscientes que se repiten en el sujeto, y que son la base de los síntomas neuróticos. En el curso de mi tesis intento sostener que el imperativo de goce que la sociedad venezolana de mediados de siglo pasado moderaba como discurso de Amo, hubiese podido sustentar –sin decir necesariamente causar– la elección de lectura que una masa de lectores hizo en relación con estas dos propuestas discursivas de fábula que mencionamos. 450 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Sin ir demasiado lejos, el estudio más reciente y específico sobre el imaginario del vivo criollo encarnado en la figura del Tío Conejo, pertenece al psicólogo Axel Capriles. Su trabajo titulado La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo (Capriles 2008) es un análisis de corte jungiano en el que todo el enigma queda resuelto bajo la lógica del arquetipo del pícaro y la herencia española que recae en nuestros lazos sociales latinoamericanos. Cada una de estas corrientes, fundamentales para sostener una discusión teórica, dejan de lado (algunas parcial y otras totalmente) un problema central. A saber, el problema del sujeto del inconsciente y la distribución de su propio goce. Cuando hablamos de goce nos referimos a la categoría lacaniana que da cuenta, entre otras cosas, de la relación del sujeto con la norma. En ese sentido, el goce es el resultado tanto de la consumación del poder (en todas sus dimensiones significantes) como de la imposibilidad o la privación de poseerlo. Todo encuentro con lo permitido y lo no permitido conlleva a una producción de goce. Esta relación, lo sabemos desde Freud, aun cuando el establecimiento de la ley es claro para cada sociedad, y todo sujeto pasa la vida intentando armonizarse con la prohibición, la constitución del sujeto responde a esto tanto consciente como inconscientemente. El goce, así planteado, es una manifestación del lenguaje que recae sobre el cuerpo y del cual nadie puede zafarse. Como ya dijimos, la relación con la ley convoca a un desarrollo particular respecto del goce. Los trabajos, si se quiere, más sociológicos de Freud, nos referimos a Totem y Tabú (1913), Psicología de las masas (1921), El malestar en la cultura (1930) y Psicopatología de la vida cotidiana (1901), se valen del entramado que constituye una sociedad en torno a quien administra el poder; y a partir de ahí, en cómo se tejen los vínculos de identificación hacia la figura que este encarna. La perspectiva novedosa que aporta Freud, desde esta óptica psicoanalítica, es colocar el asunto de los vínculos no solamente en términos de hegemonía política, sino también como producto de la conformación de profundos lazos libidinales entre los actores que conforman las distintas lógicas de distribución del poder. Un recurso valioso para traer esta discusión puertas adentro es recordar los planteamientos de Vallenilla Lanz en Cesarismo Democrático sobre la figura del «gendarme necesario» (Lanz 2000). También, y este es de una riqueza invaluable, los aportes de Fernando Coronil sobre la figura del caudillo y el Estado, gravitando entre el despotismo y la magia sostenida en una promesa de satisfacción ilimitada (Coronil 2013). Ambos casos, aunque se cuelan también algunos trabajos de Elias Pino Iturrieta y una larga vida de reflexiones de José Ignacio Cabrujas, dan cuenta de una relación, podríamos decir, libidinal entre el poder y el pueblo. Si pensamos que en 1945, apenas 15 años después de la muerte de Juan Vicente Gómez, en medio de un reordenamiento político que se jugaba las riendas de un Estado petrolero, veíamos a una sociedad venezolana que parecía que por primera vez en su historia estaba a las puertas de una modernidad, tardía, sí, pero boyante Jordi Santiago Flores IMAGINARIOS DEL GOCE EN LA VENEZUELA CENTENARIA 451 CAP. XII por los recursos petroleros. Que existían unas fuerzas políticas que tomaban con más y más firmeza el discurso de las libertades y la democracia como bandera, con un devastador pasado de caudillos que instauraron el miedo y la prohibición como único recurso vital. No podemos no pensar en una sociedad que ante tal promesa de vivificación, no solo en el discurso sino en los cuerpos, no eligiera una salida por el lado del goce exacerbado y masificado. La noción de consumo es otra de las vertientes conceptuales que manejamos como goce. Lo que se estaba destapando en la sociedad venezolana de mediados siglo pasado era el desenfreno por el acceso al consumo. Esto fue muy bien leído por los poderes de la democracia que hicieron del populismo, devenido luego en técnica clientelar, un uso de la enajenación ligada al consumo como destino de nuestra riqueza. Si bien hasta la primera mitad de la administración de Gómez, el país se encontraba sumido en la precariedad, el descubrimiento del petróleo y las consecuentes y feroces negociaciones con capitales petroleros extranjeros, hicieron del «Benemérito» uno de los hombres más ricos del continente. Su fortuna, que era la fortuna del país, fue administrada por él como un férreo padre. Solo quienes se acercaban a su sombra podían tener su lugar en el consumo. Esto transcurre así hasta su muerte, sobre la que cabe pensar cómo se satisface un deseo de parricidio nunca llevado a cabo pero hecho efectivo por la propia degeneración de los cuerpos. Muchos son los trabajos, Carlos Pacheco (2001, 2006) tiene a su cuenta algunos de ellos, sobre el parricidio y su influencia en las narrativas venezolanas, pero cabría preguntarse si este clima exacerbado por esa suerte de renacer de los cuerpos del goce luego de la muerte de Gómez, cuyo tesoro ahora sería distribuido por el nuevo Estado popular venezolano (el puntofijismo encarnó perfectamente ese rol), cabría preguntarse si ese escenario no determinaría la elección de lectura del Tío Conejo de Oramas y no el de Arraiz. Es preciso aclarar que el problema de los dos Tíos Conejos no los planteo en términos éticos (no desde una ética kantiana o aristotélica), lo cual implicaría pensar que hay uno bueno y uno malo. Si la clave de mi tesis es la distribución del goce: ambos, como todos los sujetos, gozan, pero el de Oramas sugiere la construcción de un imaginario que convoca al goce ilimitado y masificado, mientras que el de Arraiz convoca a un goce singular. El vivo criollo es, sin duda, un sujeto que goza ilimitadamente. Goza la posibilidad de infligir la ley, goza la posibilidad de ser castigado, ahí está su satisfacción y la condición repetitiva que le hace síntoma. Mi planteamiento es que si bien ambos Tíos Conejos gozan en su relación con la norma, cada uno de ellos toma un significante que los representa fantasmáticamente. El Tío Conejo de Oramas pareciera valerse del significante «viveza», mientras que el de Arraiz se vincula, más bien, al de «astucia». Este es el sustrato de una investigación en proceso, cuyos resultados me parecen oportunos para avivar una reflexión en torno al rasgo cultural de la viveza criolla 452 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II a partir de la problematización del imaginario sobre la figura del Tío Conejo. Mi tesis no pretende desenmascarar a los poderosos, ni mucho menos concluir que nos equivocamos en nuestra elección, sino poder sostener, de una escansión situada en 1945 con la aparición de los cuentos de Arraiz, cómo la misma sociedad impulsada por su propio goce se decantó por una lectura que permitiera legitimar un lugar de distribución de ese goce ilimitado puesto en lo social. Hoy cuando nos preguntamos ¿qué nos pasa?, porque notamos un exceso de goce, esto es, un exceso de viveza criolla, poder situarnos en esta discusión podría aportar nuevas elaboraciones que en vez de polarizar (o buscar en otras tribunas a los culpables para colgarlos), subjetiven la polis y sus vínculos. BIBLIOGRAFÍA Althusser L (2003) Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado: Freud y Lacan. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, Argentina. Aray E (1975) Los cuentos de Alfredo Alvarado, El rey del joropo. Monte Ávila Editores. Caracas, Venezuela. 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Editorial Equinoccio. Caracas, Venezuela. 453 en los límites del sentido: Poesía y abstracción en el arte venezolano del siglo XX Valenthina Fuentes M.* Durante algunos años he estado juntando miradas de traspase entre la visualidad y la poesía, como un interés personal y de investigación. Sobre todo atendiendo al momento en el cual estas experiencias se funden o se confunden; es decir, el momento en que la experiencia de la visualidad ha necesitado de la palabra, del decir, del lenguaje, y el momento en que ha sido más bien la palabra la que ha requerido desligarse de su frontera como lenguaje y se ha inclinado hacia la visualidad. Han sido vías de acercamiento a libros y obras creadas a partir del vínculo entre la imagen visual y la palabra poética, especialmente en Venezuela. La observación de este vínculo se ha sujetado de la intimidad que supone la experimentación de los límites del lenguaje mediante la práctica de la poesía y de los límites de lo visual a través de la imagen artística. Los lindes en los que la palabra y la imagen se conciben y se consiguen han sido los que he querido observar también aquí. Por una parte, la palabra conserva las fronteras de su código, de la significación. Pues, ¿qué es esto de la palabra que nos ha interesado preponderantemente? De forma dominante hemos aceptado la teoría comunicativa del lenguaje. Es decir, convenimos en que este se utiliza para transmitir una información, usamos la palabra porque queremos que el otro comprenda lo que nosotros conocemos y, aunque existan discursos que contradicen este uso, podemos afirmar que esta ha sido la teoría preponderante del manejo de la lengua e incluso de la aparición del lenguaje, de su origen. La poesía como género se coloca de una manera natural al margen de esa teoría y el modo de comprobarlo es que cuando leemos poesía, pese a que se encuentre allí un testimonio o una vivencia, su manera de adquirir valor y sentido es intrínseca a la forma en que está escrita, es decir, que el contenido está radicalmente relacionado con la forma. Así, nos dice Beda Allemann: * Centro de investigaciones Críticas y socioculturales de la Universidad simón Bolívar. Correo-e: valenthina.fuentes@gmail.com 454 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Los poemas no hacen enunciado alguno en sentido riguroso, ellos no comunican nada, al menos nada en el sentido de la moderna teoría de la comunicación que trabaja con el concepto de información. Después de haber leído un poema no estamos mejor informados sobre lo que dice, cualquiera que sea lo que dice. En el contexto poético las palabras pierden su simple carácter de signo y recurso que ellas tienen tan frecuentemente en el lenguaje diario, en el que parecen ser simplemente cifras para el entendimiento rápido sobre una realidad dada previamente (Allemann 1976: 79). Así, cuando buscamos una información casi evadimos por completo la poesía, buscamos en otros géneros (la crónica, el ensayo, incluso la narrativa). La poesía como género invita al lugar en el cual la palabra puede experimentarse de otros modos. ¿De qué otros modos? Esa pregunta se podría responder distinto en cada caso, pero lo cierto es que la poesía rehúye del lugar en el que el lenguaje pretende ser solo el portador de un contenido. El poeta es alguien a quien la lengua lo llama de una forma muy singular, pues en esta singularidad este comienza a adquirir una conciencia propia, debido a la atención hacia sí mismo. Esto permite que aparezca o emerja lo «otro» en el lenguaje, algo desconocido, y eso es lo que el escritor en última instancia va a buscar, ese otro, que se revela ante sí mismo y a través de sí, con un medio (que parece demasiado familiar como para que esto ocurra). El lenguaje adquiere una conciencia propia, derivada del extrañamiento ante sí mismo, ante su uso, sus funciones. Quizás sea esa conciencia lo que los escritores queremos conocer, y que algunos han llamado, cuando aparece, lenguaje original o fundacional. Aquel que se apropia de sí, pero también se apropia de quien lo usa. Paul Valéry hace referencia a esta cualidad de lo poético como experiencia alterna cuando nos dice: […] en cuanto esta forma sensible [el lenguaje] cobra por su propio efecto una importancia tal que se impone y se hace, en cierto modo, respetar; y no sólo notar y respetar, sino desear y por lo tanto repetir, entonces algo nuevo se declara: estamos insensiblemente transformados y dispuestos a vivir, a respirar, a pensar según un régimen y bajo leyes que ya no son las del orden práctico, es decir, que nada de lo que ocurra en este estado será resuelto, acabado, abolido por un acto bien determinado. Entramos en el universo poético (Valéry 1956: 179). De este modo, la poesía nos hace atender de manera excepcional al lenguaje, en sus cualidades formales y semánticas, e igualmente nos enfrenta a sus posibilidades constructivas como las de ver, repensar y elaborar nuestra realidad. Por otra parte, mediante la imagen artística buscamos acercarnos a los límites de lo visual. Pues, ¿qué es lo que nosotros sabemos ver en una obra? Si en el lenguaje Valenthina Fuentes M. EN LOS LÍMITES DEL SENTIDO: POESÍA Y ABSTRACCIÓN EN EL ARTE VENEZOLANO DEL SIGLO XX la pregunta podría ser: ¿qué es lo que nosotros sabemos leer? Y respondemos, en general, sabemos informarnos, buscamos un contenido. En la imagen visual, ¿qué es lo que de forma preponderante aprendimos a ver? Aprendimos a ver el mundo de los objetos y el mundo de los vínculos entre ellos, el de lo narrado. En general, a partir de esa relación entre objetos derivamos también un significado. Cuando esto predomina en la obra estamos, grosso modo, ante lo que se ha llamado arte figurativo. El arte visual que depende de una semejanza con una figura, que depende a su vez de una narración y genera una representación. Tenemos entonces retratos, naturalezas muertas, paisajes o escenificaciones de acontecimientos, en mayor o menor medida fácilmente reconocibles. Los artistas visuales conocen el peligro de la confusión que genera el referente, el peligro de la valoración por el orden de la semejanza, del parecido. A principios de siglo XX, surge una postura radical que niega por completo el valor del referente. La abstracción en la visualidad pretende en primera instancia desvincularse del recuerdo o de la asociación con la figura, con el objeto, con la narración, para explorar su materialidad. De esta manera y, tal como rescatará Georges Didi-Huberman al referirse al minimalismo de Donald Judd, nos aproximaremos a lo abstracto a través de una concepción según la cual la obra: […] no representa nada, no representa nada como imagen de otra cosa. No se da como el simulacro de nada. Más precisamente, deberá convenirse en que no representa nada en la medida misma en que no vuelve a poner en juego ninguna presencia supuesta en otra parte –cosa que en mayor o menor grado intenta toda obra de arte figurativa o simbólica […] (Didi-Huberman 1997: 35). Esta exploración del material y sus formas de uso, por tanto, no están excluidas en el arte llamado figurativo, pero digamos que la abstracción no permite que exista una mirada hacia otro lugar más que hacia la obra misma y aquello de lo que está hecha. Se declara como obra que se sabe obra. Gilles Deleuze nos dice, por ejemplo, que así: La pintura se instala en lo alto, allí donde el cuerpo se escapa, pero, escapándose, descubre la materialidad que lo compone, la pura presencia de que está hecho (Deleuze 2009: 61). Cuando el artista visual crea también en el material que usa (el lienzo, el lápiz, la plancha, la pintura, etc.) comienza a percibir una conciencia propia de esa materia, una conciencia en su contacto, en su atención al material, que nos revela una primera intimidad. La obra se convierte así, ante nosotros en una expresión de arte autista, porque oscila sobre sí mismo, pero también en una especie de arte que se hace consciente de sí y solo de ese modo vivifica y escenifica lo real. El interés de esta investigación surge de esa realidad doble de la experiencia, del vínculo entre lo visual que descoloca, que hace su propio código o que mancha, que agrieta lo figurativo, que se constituye en grito, resto o expresión marginal en 455 CAP. XII 456 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II el orden de lo visible, y lo poético como lugar en el que el lenguaje busca expandir el límite de lo decible, de lo comunicable. La filiación se hace más evidente cuando estas dos formas de creación: la escritura poética y la imagen visual abstracta se reúnen, produciendo una experiencia en conjunto. A continuación presento algunos ejemplos de cómo se experimentan esos límites en tres casos del arte venezolano. El primero de los encuentros que aquí refiero es la realización del álbum Lo nunca proyectado (1964), con grabados en seco de Gego y textos de Alfredo Silva Estrada, donde la matriz se hunde en el papel y deja solo la huella. La marca es lo que resalta, haciendo manifiesta más vivamente (visualmente) una ausencia. El papel carece de tinta y la escritura queda en la frontera entre lo visible y lo invisible, o más bien, como nos dice Maurice Blanchot: como si estuviésemos desviados de lo visible, sin estar en la vía de lo invisible (Blanchot 1996: 64). La lectura se hace compleja entonces. Quien lee puede tener que disponerse a palpar, entrar en el ámbito de una cierta oscuridad, de manera que la escritura se percibe como opaca. O bien el lector debe buscar la luz adecuada para darle claridad a la escritura. Ahí donde quien lee se incomoda para entender cada palabra, ahí se enuncia también lo incómodo del lenguaje, ese momento de duda entre una palabra y otra, entre una sonoridad y otra, entre un sentido y otro. Se nos muestra así, una escritura previa a la escritura, a la fijeza de su significación, el momento en el que se indaga en la dificultad de lo decible. En este caso, la escritura poética excede su consumación, según la cual nos propondría un sentido único, mientras reclama primordialmente a la mirada. La palabra se experimenta en su materialidad, pero también en una significación difícil y provocativa que leemos en la Figura 1. Nos dice Silva Estrada: lo nunca proyectado entre sombras veraces se sostiene. Nos introduce en la imagen inasible, mientras evoca el contrasentido de una sombra veraz y nos coloca en un lugar en el cual no podemos reconstruir el significado de los versos más que repitiéndolos. Es así como su poesía rebasa la cualidad exclusivamente significativa de la lengua. Igualmente, esta experiencia nos coloca de manera evidente ante la premisa de Roland Barthes según la cual: La escritura, en esencia, no es más que un agrietamiento. Se trata de dividir, de rayar, de triturar una materia plana, ya sea papel, cuero, tableta de arcilla, muro […] La escritura oscila entre lo compacto y lo sutil, la unión y la ruptura (Barthes 1989: 44). El lenguaje se vuelve hacia sí mismo, hacia los lindes del decir, mientras el espacio y la mirada irrumpen en su construcción de sentido, recordándonos que en última instancia el lenguaje existe como traza, como seña, gesto y resto, como escritura. Sin embargo, asimismo las imágenes grabadas, sin referente «natural» («abstractas»), nos remiten al proceso mismo del grabado, a sus posibilidades como forma, los diferentes niveles en que la plancha puede hundirse, la aparición y desaparición de las líneas, la necesidad de un tipo de luz para fijarse como presencia, de un contraste, de un claroscuro. Este sello que nos muestra Gego, esta impresión de la forma enmarcada, el resto de este molde, Valenthina Fuentes M. EN LOS LÍMITES DEL SENTIDO: POESÍA Y ABSTRACCIÓN EN EL ARTE VENEZOLANO DEL SIGLO XX ¿no podría inscribirse también como una letra o una secuencia de ellas, como una forma a través de la cual habría que leer ahora justamente lo ilegible, porque carece de la convención que sí contiene el lenguaje? Figura 1. Gego: Lo nunca proyectado /entre sombras veraces se sostiene (1964). La misma atención a lo visual en el lenguaje podemos encontrarla en la serie Dibujos a máquina (1966), de Rafael Cadenas. Estos textos se publicaron originalmente en la revista CAL (nro. 58). Cadenas repara especialmente en la presencia 457 CAP. XII 458 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II gráfica del alfabeto, generando una relación analógica visual entre sus caracteres, así como otros recursos tipográficos (signos de puntuación, números, etc.) presentes en la máquina de escribir y otros referentes a los que alude como títulos. De esta manera, la significación se desplaza del nivel semántico al morfológico, a la forma de las letras, como si fueran dibujos referenciales de una realidad externa. Así nos hace evidenciar al lenguaje como sistema arbitrario y vuelve a poner en juego su código para usarlo de una manera distinta, en este caso, analógica. De la sección «Poema insignificante» tomamos el texto: Me apoyo en la pared (Figura 2 y 3). El nombre de la sección ya nos llama la atención sobre una necesidad perceptiva más que interpretativa. Leemos y miramos, y la mirada se convierte en una lectura mientras la lectura se realiza únicamente como mirada. Estos textos no podrían entenderse solo oralmente, incluso nos preguntamos si en ellos puede existir del todo la oralidad. Hay que verlos y descifrarlos con la mirada. Los Dibujos a máquina nos enfrentan a esta cualidad doble del lenguaje: lo formal, en tanto grafía; y lo significativo, en cuanto a las posibilidades alternas de generar discursos. Además, nos hace conscientes del medio en que se está fijando esa escritura en particular: la máquina de escribir. Vemos cómo en ellos la oposición figuración-abstracción se diluye, pero aún nos deja la huella de lo espacial que se hace irreductible a lo conceptual. Nos hace evidenciar al signo como referente abstracto en su uso común y nos obliga a concebirlo aquí como referente icónico, subvirtiendo su arbitrariedad. Los textos dan lugar a una experiencia gráfica que no puede retransmitirse. Se hallan en el borde entre lo visual y lo discursivo. Figura 2. Rafael Cadenas: «Poema insignificante», en Dibujos a máquina (1966). Valenthina Fuentes M. EN LOS LÍMITES DEL SENTIDO: POESÍA Y ABSTRACCIÓN EN EL ARTE VENEZOLANO DEL SIGLO XX Figura 3. Rafael Cadenas: «Me apoyo en la pared», en Dibujos a máquina (1966). La tensión entre una escritura que se vacía en lo fragmentario de la imagen y una imagen que busca ser leída, que busca una manera de leerse, la encontramos en el libro La piedra y el espejo (1985), con poemas de Antonia Palacios y serigrafías de Luisa Richter. La escritura se hace sensorial y anecdótica, pero también está atravesada por la imagen visual, por un sentido parcial, fragmentario, que surge de ella. Así podemos leer: Se derramó el azúcar sobre el mantel. Con las yemas de los dedos comencé a amontonar los menudos cristales. Por el balcón abierto se escapaba el aroma de tardías adelfas. De la raíz, en vertical ascenso, subía un acre sabor hasta las hojas. Sumaba el azúcar su blancura a la exacta blancura del mantel. En mi interior crecía amarga raíz de soledad. (Palacios 1985) Lo que Palacios nos dice escapa de la emergencia de un concepto, de la capacidad informativa del lenguaje, de su inmediatez propositiva. Su riqueza reside más bien en la imagen rota que genera la palabra a través de lo insignificante, y que alcanza su culminación en la pura subjetividad sensitiva con la que se nos muestra la «amarga raíz de soledad». Su contundencia reside, igualmente, en la simplicidad 459 CAP. XII 460 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II del argumento, extraído de lo cotidiano y depurado, así como en la precisión con la que este argumento se convierte en imagen. Asimismo, lo cotidiano se describe en su absoluta singularidad, se construye como experiencia, como interioridad, haciéndose de la alternancia entre un espacio exterior y uno interior. Lo nimio se amplifica, la escena doméstica logra expresar la afectación subjetiva de quien la nombra. La palabra se hace perceptiva, el discurso se hace afectivo. De esta manera, el poema borra la distancia entre sujeto y objeto y convierte esta disolución en vivencia. En la página que continúa al poema observamos la imagen: Figura 4. Luisa Richter: La piedra y el espejo (1985). Valenthina Fuentes M. EN LOS LÍMITES DEL SENTIDO: POESÍA Y ABSTRACCIÓN EN EL ARTE VENEZOLANO DEL SIGLO XX La estampa (Figura 4) es esquiva, de trazo interrumpido y, al mismo tiempo, minucioso. Nos preguntamos ¿qué se nos muestra, qué se nos da a ver? No sabemos reconocer la imagen. Quizá en la cuadrícula amplia e irregular de la derecha queramos reconocer una ventana. No obstante, la estampa de Richter nos hace preguntarnos ¿es esto lo que importa en la imagen? La serigrafía se hace más explícitamente «abstracta» en cuanto nos hace pensar en ella misma, pero igualmente en el texto que la antecede. La misma pregunta podríamos formularnos ante el poema de Palacios: ¿qué nos muestra? Ocurre aquí un movimiento desde una escena visual hasta un escenario interior ¿puede definirse este escenario, puede delimitarse? En la estampa se nos muestra una disolución, algo que está por borrarse o bien por aparecer. ¿Hay un fondo? ¿hay una figura completa? En todo caso, la imagen parece estar en una situación límite: confusa, irregular, residual y, sin embargo, compuesta, terminada. Nos convoca a percibir la traza visual, el despojo por el que se erige toda imagen y toda escritura. Así el texto queda enlazado a la visión, al encontrar en ella una realidad espacial incapaz de cristalizar como manifestación claramente definida. Terminamos esta ejemplificación con una página de Boom (1966) (véase Figura 5), un poema de Ludovico Silva en letra manuscrita, con ilustraciones de Mercedes Pardo, diseño (y supervisión) de Alirio Palacios. Figura 5. Ludovico Silva: Boom (1966). 461 CAP. XII 462 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II El texto es concebido como resto de un sujeto, de una mano que lo articula, de un poeta que mancha, que achica y agranda las letras. En el libro se acompañan con imágenes en negro de Mercedes Pardo, imágenes también salidas del tintero. La palabra se hace imagen, la imagen se hace escritura. Toman una nueva consciencia en las que el sujeto, tanto el artista como el poeta, se ancla a la palabra y se hace de ella, se libera en su mancha. De igual manera, en el acto de la escritura, como resto y como trazo, de la imagen como palabra, el lenguaje se libera de su función primaria, se libera de sí mismo como signo, como representación. Una palabra o una imagen, que no está al servicio de algo más, que es consciente de sí, que entonces se presenta, permite la emergencia de una vitalidad propia. Cada una de estas experiencias nos hace percibir, a través de una filiación con lo visual, no solo una nueva perspectiva de donde ver el lenguaje y la escritura, sino una alternativa para inaugurar nuestro mundo. No hay mayor liberación que crear una forma que responda por su materialidad, una forma viva. No hay mayor liberación que tomar una palabra consciente de sí misma. Este solo puede ser un gesto político. BIBLIOGRAFÍA Allemann B (1976) Literatura y reflexión II. Editorial Alfa. Buenos Aires, Argentina. Barthes R (1989) Variaciones sobre la escritura. En: Campa R (ed.) La escritura y la etimología del mundo. 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Agua viva Hay en el «caso» de la vida/obra de esa escritora y escritura que es Clarice Lispector (Ucrania, 1920 - Brasil, 1977), una lengua que se articula a partir de la falta y que pone en evidencia la desintegración de ese discurso/sujeto hegemónico en el Occidente moderno: la lengua de la narradora/autora que habla desde lo vivo. Me refiero a una producción que parte y se vincula con la crisis del sujeto moderno configurada después de la muerte de los grandes relatos1; y que sin embargo la trasciende. La producción literaria de Lispector transcurre entre 1949 y 1979; y es así como, después de la guerra, su vida/obra fluctúa entre la crisis de la Modernidad y la banalidad retórica de lo postmoderno. No obstante, el tema de la guerra no será evidente en su narrativa, así como tampoco su judaísmo, tomando en consideración que su familia tuvo que emigrar de Ucrania a Brasil cuando Lispector era tan solo una niña –dada la persecución de los judíos en la Alemania Nazi–, pero sí se puede apreciar en su obra un cuestionamiento sobre el lenguaje propio de la segunda mitad del siglo XX. Theodor Adorno nos dirá: «cómo escribir poesía después de Auschwitz», partiendo del sujeto «moderno» que fue incapaz de evitar tal tragedia. De allí que el lenguaje como unidad, como totalidad, no estuviera en consonancia con el sentimiento de dolor y frustración de la época. Sin embargo, la vida/obra de Clarice Lispector y la de otros autores del mismo siglo como Kafka, Woolf y Joyce, ante la oscuridad de su tiempo, esbozan una articulación extraña y vital. Y, en este sentido, * Centro de investigaciones Críticas y socioculturales de la Universidad simón Bolívar. Correo-e: yhonaisdelcarmen@hotmail.com 1 Jean-François Lyotard, filósofo francés, denomina «grandes relatos» o «metarrelatos» a los proyectos que legitimaban y fundamentaban las instituciones y las prácticas públicas, sociales y políticas: el relato cristiano, el relato marxista, el relato ilustrado y relato el capitalista. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 464 CAP. XII literatura menor 2 y desterritorialización de la lengua3, nociones desarrolladas por los filósofos Deleuze y Guattari, como líneas de fugas4 o luciérnagas5 de la cultura en Occidente, nos permiten aproximarnos a lo que sus páginas trazan como alternativa. Se trata, pues, de una producción de la potencia de los sentidos y múltiples significantes en el texto que no es obturada por el discurso postmoderno; más bien, éste devuelve el lenguaje fósil, fetichizado por una retórica gastada, al uso de los hombres; lo revitaliza, lo profana, según define la profanación el filósofo Giorgio Agamben (2005). 1 La novela Agua viva (2003), de la excéntrica narradora nacida en Ucrania y residenciada desde muy pequeña en Brasil se articula con una voz extranjera; y dice de manera muy particular en primera persona. La conciencia poética del relato asume una enunciación autocrítica que se sabe en proceso de elaboración simbólica y en una posición limítrofe que juega y experimenta con el lenguaje atravesado por el deseo y el flujo del pensamiento. Lispector nos presenta una narradora que es pintora y que le habla a otro, a un amante, sobre muchas cosas que no sabe cómo decir: Hay muchas cosas por decir que no sé cómo decir. Me faltan las palabras. Pero me niego a inventar otras nuevas. Las que existen deben decir lo que se consigue decir y lo que está prohibido (2012: 31). La voz autoral y la voz ficcional se desdibujan entonces; y no se distingue fácilmente entre la autora y su personaje. Recordemos que Lispector, en vida, es una escritora que pinta y que se ve atraída por el movimiento abstracto, pues ella misma elaboró muchos cuadros con estas características6. La producción literaria de Lispector se parece a la pintura abstracta en tanto escritura inorgánica y CsO7, 2 3 4 5 6 7 deleuze & Guattari (1990) definieron la literatura menor tras analizar algunas características de la obra del escritor Franz Kafka, y compararlas con la situación de otros escritores. se refieren a la literatura de un escritor que pertenece a un grupo marginado y escribe en una lengua dominante. La lengua en la que la obra está escrita, no es la dominante. Por ello funciona como una máquina de desterritorialización, que hace a la lengua desviarse de sus usos y formas hegemónicas, territoriales. La línea de fuga es un acto de resistencia y de afirmación. surge como un escape ante el totalitarismo. Además, es una mutación dentro del mismo sistema; abrirse a otras formas de vida. didi-Huberman historiador de arte, explora esta imagen, véase Supervivencia de las luciérnagas (2012), como la fragilidad humana y potencial político, en tanto resistencia de los individuos y de los pueblos sin poder frente a los sistemas hegemónicos. No debe extrañarnos que justamente sea esta tendencia pictórica su preferida, pues su gusto artístico es consecuente con su poética narrativa y trabajo con la palabra, cuya finalidad es establecer relaciones con el otro: un tipo de contacto donde el interlocutor o espectador (en el caso de la pintura) se ve involucrado y es seducido a participar en la experimentación del lenguaje. delezue & Guattari reelaboran un cuerpo de intensidades y potenciaciones: cuerpo sin órganos, que responderá a una variedad de vibraciones tanto pasivas como activas. «El Cso: ya está en marcha desde el momento en que el cuerpo está harto de los órganos y quiere deshacerse de Yhonais Lemus CLARICE LISPECTOR Y EL TRAZO DE UN PÁJARO DE LIBERTAD si se quiere impersonal, de un plano o una superficie que incita a ser recorrida, bordeada, más allá que a producir una interpretación. La artista de Agua viva referirá: Sólo una persona muy delicada puede entrar en una habitación vacía donde hay un espejo vacío, y con una tal levedad, con una tal ausencia de sí mismo, que la imagen no se marque. Como premio esa persona delicada habrá penetrado entonces en uno de los secretos inviolables de las cosas, habrá visto el espejo propiamente dicho (2003: 83). Ver el espejo sin verse a uno mismo, muestra otra relación con los objetos, con las cosas, con la palabra, con la pintura: una relación neutral que ubica al sujeto/objeto en la misma jerarquía subjetiva. Por esta razón, hablar de personajes en cuanto a la obra de Lispector es hablar, también, de miradas que recorren cierta experiencia o cierta cosa, y en ese camino dicha mirada se contagia con lo visto y viceversa. En esa relación de sujeto/objeto, autora/voz, el entre (/) será el dispositivo que detona la proliferación de otros significantes emergidos de tal tensión. La obra de Lispector existirá como una propuesta de devenir 8: eso que ocurre entre el pasado-futuro, y se expresa a través de una enunciación del presente, del instante, del aquí. De allí, cierta poética de la abstracción y experimentación del Yo como otro, a partir del lenguaje-silencio que nos habla de una realidad neutral del mundo y de la propia existencia que pretende llegar al otro. La mirada, en la vida/obra de Lispector, se desplaza como un trazo de libertad, como una línea de fuga o un movimiento que recorre las superficies. La narradora de Agua viva nos dirá, al respecto: Cuando se ve el acto de ver no tiene forma; lo que se ve a veces tiene forma, a veces no. El acto de ver es inefable. Y a veces lo que se ve también es inefable. Y así es cierta forma de pensar-sentir a la que llamaré «libertad», sólo por darle un nombre. La libertad en sí –como acto de percepción– no tiene forma (2003: 94). Se produce así, en este texto, un tipo de borramiento entre sujeto/objeto a través del acto de mirar que establece una percepción del mundo desde lo impersonal donde el yo se presenta como el otro y el otro se presenta como el yo. Para Giorgio 8 ellos, o bien los pierde» (2004: 156). Es así como un cuerpo sin órganos (Cso) no guarda relación con el trabajo interpretativo sino que entra en el terreno de la experimentación tanto para quien lo elabora como para quien lo recorre. En este caso devenir no es alcanzar una forma sino encontrar la «zona de vecindad, de indiscernibilidad o de indiferenciación» (deleuze 1996: 12). Esa zona de vecindad implica que los afectos, y no la representación, se abran ante la experiencia singular de una noción filosófica donde el Yo deja de ser yo. 465 CAP. XII 466 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Agamben el hecho de «generar» tiene que ver con el Genius y las diferentes relaciones que se establecen con las zonas de no-conocimiento. A propósito de este concepto, el filósofo señala: Comprender la concepción del hombre implícita en Genius significa entender que el hombre no es solamente Yo y conciencia individual, sino más bien que desde el nacimiento hasta la muerte convive con un elemento impersonal y preindividual (2005: 9). Esta consideración guarda correspondencia con la abstracción en el lenguaje lispectoriano; esbozo que neutraliza las formas y las contiene, incitando a lo vivo, al instante como un trazo de libertad, desde cierta despersonalización de las mismas formas. Quiero decir con esto que la abstracción, en la vida/obra de Lispector, es un tiempo presente; algo, una cosa que fluye, agua viva, una fuerza que desborda en la subjetividad. La palabra como forma profanadora adquiere otra materialidad: la palabra es la cosa, la mirada es lo visto. El hombre deshumanizado, profanado, puede notar que nunca hubo diferencia entre sujeto/objeto y esto lo acerca a una concepción permeable y topológica de la materia que reúne las diversas superficies. Desde esta perspectiva, restituir lo que ha sido confiscado, en este caso el discurso, al libre uso de los hombres es revitalizar la palabra. Y es eso lo que hace Lispector desde la recursividad, plena de intensidades o de energía vital. Deshumanizarnos, en este sentido, supone una relación con las cosas desde un mismo plano de configuración, donde no hay lugar para los conceptos o las definiciones que atascan las formas y el discurso. La escritura de Lispector escapa de las clasificaciones, de los registros, de las tipologías textuales, y de ese autor/escritor que aparece en otras literaturas como logos de un texto separado de la vida que pulsa más allá del sí. Ciertamente, en la obra de Lispector no hay distinción entre el tú y el yo. O, cuando menos, es la indistinción lo que se manifiesta como deseo en la escritura. En Agua viva, la narradora comentará: Y si digo «yo» es porque no me atrevo a decir «tú», o «nosotros» o «uno». Estoy obligada a personalizarme empequeñeciéndome pero soy el eres-tú (2012: 15). Ese «tú y yo» aparecen desdibujados: acto de libertad, Genius, escritura profanada que se atreve a jugar con las formas y que hace de ellas un uso particular. No se sabe dónde termina la autora, la narradora, el amante y el lector, ya que se presentan todos confundidos bajo el mismo trazo. 2 Beda Alleman, investigador literario suizo, elabora un recorrido histórico que traza la evolución de un tipo de poesía que se plantea como abstracta o absoluta pues ya no necesita de esas relaciones entre el plano de la realidad y lo simbólico, pues la única realidad es el poema y el lenguaje. De allí que con la pregunta ¿hay poesía abstracta como hay pintura abstracta? el autor exponga que este tipo de lenguaje poético no se articula como representación de un referente identificado Yhonais Lemus CLARICE LISPECTOR Y EL TRAZO DE UN PÁJARO DE LIBERTAD como «realidad». En este sentido, Alleman propone que: la huella de la articulación no pide en primera línea el contemplar imágenes poéticas, sino la marcha por el terreno del lenguaje (1975: 90). Es así como la pintura abstracta invita a la mirada a un recorrido de las formas a través de la experiencia, como un acto de libertad que se lleva a cabo en el presente, en ese contagio sujeto/objeto, autor/obra, lector/texto. No es gratuito, entonces, que el epígrafe que encabeza la obra Agua viva sea: Debería existir una pintura totalmente libre de la dependencia de la figura –el objeto– que, como la música, no ilustra nada, no cuenta una historia y no lanza un mito. Esa pintura se contenta con evocar los reinos incomunicables del espíritu, donde el sueño se convierte en pensamiento, donde el trazo se convierte en existencia (2012: 9), de Michel Seuphor, pintor abstracto. La cita evoca una pintura que no guarda relación directa con los objetos y que apenas es el trazo de su propia existencia. Asimismo se comporta la producción literaria de Lispector y los cuadros que pintó: vida/ obra actúan de manera similar. Dicho epígrafe expresa la angustia hacia el objeto artístico que propone otra relación con el sujeto: no se trata de comunicar, más bien de establecer un intercambio con el objeto artístico desde la experiencia sensorial. Las palabras en el «caso» de Clarice Lispector son sensaciones y mera intuición que se convierten en nuevos conceptos y formulaciones neutrales que no pueden ser contadas sino experimentadas. De igual modo, el trazo o la pincelada del artista abstracto es un gesto paralelo que no puede ser interpretado. Quiero decir que se trata de un plano donde el lenguaje está por el lenguaje y la forma está por la forma; y no hay nada que señalar al respecto. Allemann concerniente a esto, a la abstracción en el lenguaje, señalará: En el contexto poético las palabras pierden su simple carácter de signo y recurso que ellas tienen tan frecuentemente en el lenguaje diario, en el que parecen ser simplemente cifras para el entendimiento rápido sobre una realidad dada previamente (1975: 79). Se habla, aquí, de una neutralidad originaria que asoma su propia representación. De esta manera, el pintor abstracto y Lispector expresan la aparición de un arte, de un objeto, o una materia, que existe a partir de la propia forma o a partir de la propia palabra. Se puede decir que esta experimentación sensorial se manifiesta como el mismo gesto que sugiere la narradora en Agua viva cuando habla sobre tener un pájaro entre las manos: Coger un pájaro en la palma medio cerrada de la mano es terrible, es como si tuviese los instantes trémulos en la mano. El pájaro, despavorido, bate desordenadamente millares de alas y de repente tenemos en la mano semi-cerradas las alas finas debatiéndose y de repente se vuelve intolerable y abrimos deprisa la mano para liberar a la presa leve. O lo entregamos rápidamente a su dueño para que él le de la relativa libertad más amplia de la jaula. Los pájaros los quiero en los árboles o volando lejos de mis manos. Tal vez algún día llegue a ser íntima de ellos y a gozar de su levísima presencia del instante. «Gozar de su levísima presencia» me da la sensación de haber 467 CAP. XII 468 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II escrito una frase completa porque dice exactamente lo que es: la levitación de los pájaros (2003: 54). Aquí la narradora, y en este caso la artista, describe de manera muy precisa, con imágenes táctiles y poéticas la sensación de tener un pájaro en las manos. El lector experimenta a través de su imaginación las imágenes sensoriales que son dadas por la voz de la narradora en un espacio-tiempo del presente que se comporta de manera cómplice, pues nos involucra. Es así como: –sonido, vocal, ritmo, melodía del lenguaje–, son en sí expresamente sensoriales, acústicos, pero en relación a la imagen invocada son por su parte de peculiar naturaleza abstracta. Con ellos no ocurre cosa diferente de lo que pasa en la música misma, de la que se han tomado expresiones de sonido, ritmo, melodía: ella posee por cierto un material expresamente sensóreo, y así hablamos de un cuerpo sonoro de la poesía, pero este material está puesto al servicio de una composición altamente abstracta (Allemann 1975: 73). Tanto la representación material de la narradora como su voz debe ser transitada con una voluntad sensorial que se deja contagiar por las imágenes y que se deja acontecer por la palabra. Y así sucede también con su pintura. Pájaro de libertad fue pintado por Lispector en 1975: el esbozo de un pájaro azul en un cielo blanco trazado como «una línea de fuga». Pero, volviendo al trazo que escapa del objeto, la pintura de Lispector debe ser leída como gesto, como movimiento. El objeto pájaro no existe, es nuestra elaboración simbólica, tan solo es un trazo azul que no dice nada pero que a través del título se resignifica. Lispector a su trazo le atribuye la «libertad» como acto de irreverencia; allí donde el blanco quizás deba ser el azul Yhonais Lemus CLARICE LISPECTOR Y EL TRAZO DE UN PÁJARO DE LIBERTAD y el azul el blanco. Es un lenguaje de la abstracción que invita a ser transitado, así como el pájaro en mano de la artista de Agua viva, con la mirada, con los sentidos. Desde esta perspectiva, quizás una pista para recorrer la escritura y la pintura de Lispector sea lo que expresa la protagonista de Agua viva: Intentar entender lo que pinto y lo que escribo ahora. Te lo voy a explicar: en la pintura como en la escritura intento ver exactamente el momento en que veo, y no a través de la memoria de haber visto en un momento pasado. El instante es este. Es instante es de una inminencia que me deja sin aliento. El instante es en sí mismo inminente. Al mismo tiempo que yo lo vivo, me lanzo a su paso hacia otro instante (2003: 80). La Clarice Lispector pintora y la narradora de Agua viva enuncian desde ese mismo trazo azul del Pájaro de libertad. Además, se reúnen en la misma mirada de lo visto, eso que parece rebotar del propio objeto artístico, o de ese sujeto/objeto que se escamotea y fluye como forma profanada atravesada por la afirmación y la negación de todas las posibilidades y los desplazamientos: Voy a hacerte una confesión: estoy un poco asustada. No sé adónde me llevará está libertad mía. No es arbitraria ni libertina. Pero ando suelta (2003: 36). La pintora de Agua viva nos sugiere, en la anterior cita, una forma de estar en la propia escritura y pintura que pretende escapar de la misma forma. De allí que se tome en cuenta a Allemann: Un simple agrupamiento de manchas de colores puede saltar a la vista de la misma manera que la configuración, como una red altamente intensa de relaciones inmanentes. Lo mismo cabe decir de líneas, superficies y valores tónicos. Sobre esta situación de hecho descansa la posibilidad de algo como arte abstracto (1975: 78) Se presenta, entonces, un material con intención corporal; un acto que escapa del contenido y la forma para ser solamente esbozo y configuración. Concerniente a esto, la protagonista de Agua viva mencionará: Al escribir no puedo fabricar como en la pintura, cuando fabrico artesanalmente un color. Pero estoy intentando escribirte con todo el cuerpo, enviarte una flecha que se hinque en el punto tierno y neurálgico de la palabra. Mi cuerpo incógnito te dice: dinosaurios, ictiosauros y plesiosauros, con un sentido tan sólo auditivo, sin que por eso se conviertan en paja seca, sino húmeda. No pinto ideas, pinto el más inalcanzable «para siempre». O «para nunca», da igual. Antes que nada, pinto pintura. Y antes que nada te escribo dura escritura. Quiero como poder coger con la mano la palabra. ¿La palabra es un objeto? (2003: 14). El lenguaje (pictórico o literario) se presenta como un objeto de aprehensión donde los corporal, el gesto, la articulación, el movimiento, serán un modo de ser 469 CAP. XII 470 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II y habitar un presente de enunciación despojado de la subjetividad y del Yo. Por eso es pertinente hablar de un material abstracto: Pero por lo pronto basta si se ha hecho claro que el proceso de abstracción en la obra de arte del lenguaje no se puede dominar mediante apresuradas analogías con la abstracción en las artes plásticas, sino que su «material» es algo diferente de su substrato sensorial, un fenómeno altamente completo en sí y aún poco reconocido, que tratamos de deslindar aquí con los conceptos del sentido abrupto que asciende de las cifras y de las secuencias de las palabras de la huella de la articulación (1975: 89). Al respecto, Allemann señalará que se trata de un lenguaje contaminado con el/lo otro que responde al orden de lo vital y de la transformación, que experimenta un tipo de vaciamiento que pretende encontrar la naturaleza de la palabra, o el estado primitivo de esta. En consonancia con lo referido volvemos a Agamben: llamamos gesto a aquello que permanece inexpresado en todo acto de expresión, podremos decir, entonces, que exactamente igual que el infame, el autor está presente en el texto solamente en un gesto, que hace posible la expresión en la medida misma en que instaura en ella un vacío central (2005: 87) . Notamos, pues, que ese presente de enunciación es impulsado por el vacío o el silencio que debe ser llenado con palabras que pueden ser peligrosas. Agua viva y la obra en general de Lispector es una literatura que se asume desde sus propias limitaciones, pero que, a su vez, experimenta nuevas posibilidades para crear desde la relación de desconfianza que establece con el propio lenguaje. La voz autoral lispectoriana habita una zona limítrofe entre articulación y desarticulación; entre palabra y silencio. Este último será la fuente de las palabras como realidad material que se puede tocar y asumir como el instante que pasa al plano narrativo. Agua Viva sugiere que el lenguaje y la energía, el lenguaje y el agua, son lo mismo. Hélène Cixous, en su conocido ensayo sobre la obra de Lispector, nos señala que el texto invita a ser leído como quien nadase o se deslizase por el agua: El texto es en sí mismo una metáfora, una metáfora que no es metáfora sino agua viva (1990: 17). La intención de la escritora no es traducir al lenguaje las experiencias, sino escribir con el gesto, con el movimiento los trazos que se hacen instantes. Hélène Cixous dirá: el texto sigue los movimientos del cuerpo, pero también desarrolla un tema. En cuanto que hay un orden narrativo, es también un orden orgánico (1990: 15). El personaje de Agua viva expresará: Sigo delante de un modo intuitivo y sin buscar una idea soy orgánica. Y no me interrogo sobre mis motivos. Me sumerjo en el casi dolor de una intensa alegría; para adornarme nacen entre mis cabellos hojas y ramas (2012: 26). Lo orgánico como experiencia de vida estará presente en la vida/obra de Lispector. Lo corporal, el gesto, el movimiento serán actos intuitivos de los que emergen la palabra y otras realidades simbólicas. La narradora de Agua Yhonais Lemus CLARICE LISPECTOR Y EL TRAZO DE UN PÁJARO DE LIBERTAD viva expresará: Sólo soy libre para ejecutar los gestos fatales (2012: 44). Se trata de ese lenguaje del cuerpo y del movimiento del que refiere Hélène Cixous. Recordemos que para Clarice Lispector la producción no es un proceso intelectual sino instintivo que le permitirá dar forma a esa voz orgánica presente en Agua Viva que emerge de la nada con un cuerpo abstracto. La narradora de Agua viva concentra un flujo de intensidades. Ese devenir pintura y escritura es metáfora de lo que fluye y de lo que se hace y se deshace en el mismo proceso creador, donde se juega el cuerpo y la propia materialidad en el instante. Fijo instantes repentinos que traen consigo su propia muerte y otros nacen; fijo los instantes de metamorfosis y su secuencia y su contaminación son de una terrible belleza (2012: 15), pronunciará la artista de Agua viva. El instante será el aliento creador que profiere nuevas formas, nos comentará la narradora: un instante me lleva insensiblemente a otro y el tema atemático se va desarrollando sin plan pero geométrico, como la figuras sucesivamente en un caleidoscopio (2012: 16-17). El instante se comporta similar al batir de plumas del Pájaro de libertad. El instante es el espacio-tiempo de la libertad para la creación y su experimentación. Lo sublime se presenta a través de la brevedad. Algo que suspende las formas para transitarlas al unísono de la voz autoral que invita a ser acompañada. Te escribo en la hora exacta en sí misma, me desarrollo en lo actual, dirá la narradora de Agua viva. BIBLIOGRAFÍA Agamben G (2005) Profanaciones. Adriana Hidalgo editora, S.A. Buenos Aires. Allemann B (1975) Literatura y reflexión II. Alfa. Buenos Aires. Cixous H (1990) Reading with Clarice Lispector. University of Minnesota Press. Minneapolis, EE. UU. (Consulta en línea) Deleuze G (1996) Crítica y clínica. Anagrama. Barcelona. Deleuze G & F Guattari (2004) Mil Mesetas. Pre-textos. Valencia. Deleuze G & F Guattari (1990) Kafka Por una literatura menor. Ediciones Era, S.A. México. Lispector C (2003) Agua viva. Ediciones Siruela, S.A. Madrid. 471 CAP. XII 473 el ruido bello de la bestia Janis denis* Las sirenas […] por sus cantos imperfectos, que sólo eran aún canto venidero, conducían al navegante hacia aquel espacio en donde el canto empezaría de verdad. Maurice Blanchot Lo que es oído no conoce párpados ni tabiques, ni tapicerías, ni murallas. Indelimitable, nadie puede protegerse de ello. No hay punto de vista sonoro... las orejas no tienen párpado. Pascal Quignard Mi voz fue como una campana de bronce pesada sola poderosa Empujada por mil lobos de plata que en vez de cantar gruñía Lotty Ipinza La escucha de las sirenas De Ulises hemos heredado la técnica para dominar el lugar donde el canto «comenzaría de verdad», bajo las fuerzas de lo titánico, y hacer de la experiencia sensible un «goce mediocre», «des-abismado», como afirma Blanchot en El libro que vendrá (1959). La tecnhé se inicia con el ardid del héroe, el cual calibra los vértigos durante la navegación, esquivando los cantos pre-humanos de las sirenas. La náutica griega es la metáfora por excelencia de cómo triunfa la voluntad de cálculo frente al desconcierto del origen, tema que abordan de manera extendida Theodor Adorno y Max Horkheimer en Dialéctica de la Ilustración (1994). Con el objetivo preciso de estudiar los procesos de emancipación a través del arte del canto y su escucha en la contemporaneidad, partimos del «mythema» de las sirenas, y de como este señala una diferencia en la relación del cuerpo con su voz, y en la concatenación de «la voz» al sentido de las palabras. Si las palabras tejen contiguamente la subjetividad a la economía civilizatoria y procuran la convergencia del cuerpo en la lógica del trabajo, la voz como «puro gasto» o enajenación lo destejen, le devuelven al sujeto su goce de re-sonar en la nada o en su diferencia libidinal. La simbología del canto límite de las sirenas, «mujeres-pájaros», irrumpe en el devenir del relato * Centro de investigaciones Críticas y socioculturales de la Universidad simón Bolívar. Correo-e: juanasimona@gmail.com 474 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II sobre lo humano; la emisión infinita es al mismo tiempo gesticulación sin-rostro, el llamado amenazante hacia el naufragio del ser limitado por el signo. Por ello, afirmamos que los cantos de sirena serán venideros, alteridad irreductible del cuerpo «voz», no-ser en su presencia. A continuación, estudiaremos la resonancia que, en ciertas voces cantantes, manifiestan el difuso límite entre lo humano y la bestia. Desde el permanente estudio del mito –acaso– hemos escuchado como «canto» lo inaudible de nuestra propia humanidad, la imposibilidad de definir el objeto «voz» punza profundamente en el locus musical y en su escucha, la cual se dispone atenta en la tensión de lo que, ni la cultura podía definir como canto, ni cada sujeto podía interpretar acerca de la extrañeza de su voz y la potencia de la voz del Otro. Jaques Lacan en Otros Escritos (2012) estudia la alteridad de la voz en la alucinación clínica y descubre como esta puede llegar a comportarse como un objeto exterior a lo simbólico, o bien, como algo imposible de representar. Siguiendo dicho planteamiento del psicoanálisis lacaniano y la noción de George Bataille (1997) sobre la economía libidinal de los cuerpos, podríamos considerar ciertos ejemplos de la voz cantada «puro gasto», los cuales se enajenan de la intención de la música y de la palabra narrada en ella para abrir paso a la experiencia del goce. El canto en el límite, entre lo humano y lo bestial, no solo excedería el tecnicismo propio de la práctica y la reseña apreciativa de la crítica sino además, alteraría el lugar mismo de la escucha en la cultura, por participar de lo más íntimo de la subjetividad: el cuerpo. A continuación, estudiar estos casos nos permitirá elaborar un campo de estudio donde la emisión cantada y su contemplación colectiva e individual, se encuentren mutuamente correspondidos por lo singular de dicha alteridad que, por ser irrepresentable, se torna enigma, «no-ser» en la cultura. Encontramos una relevante coincidencia con aquello que el filósofo Walter Benjamin (2006) pretendía rescatar del arte como acontecimiento, esto es: el instante social donde la comunicación de una verdad trascendería la circunstancia técnica. Si en la experiencia de la escucha es posible notar aquello que por la voz se cae fuera del discurso, será posible también que el sujeto (emisor o receptor) perciba aquello que irrumpe por fuera de su mismidad, encantamiento donde tecnhé y naturaleza ya no se comportan como contradicción sino como inmanencia. La singularidad obra la significancia de «la nada» que ya no se manifiesta como angustia individual sino como gesto compartido: la voz radicalizada en la música, lograría iluminar la alteridad del gesto como lugar de socialización y legitimidad del alocamiento, el trance, la fuga. Lacan (2012) trabaja el objeto «voz» cual si fuera una secreción del cuerpo, comparable a las costras, las heces o la orina. Un objeto que no tiene localización y, por ende, parece siempre alucinatorio. Por otra parte, el filósofo francés Jean Luc Nancy (2007) hace énfasis en la afectación de la onda vibrante que trastoca y habita tanto el cuerpo que la produce como los cuerpos que no participan de la emisión. Entre la confusión y la vibración la voz se evapora, por ello también Janis Denis EL RUIDO BELLO DE LA BESTIA 475 CAP. XII podríamos llamarla ruido penetrante y paradójicamente inorgánico. Por consiguiente, marcamos nuestro interés en el ruido de la voz inscrita en su instrumentalización musical. El ruido no se localiza en el piano o en el clarinete sino en el rostro de un cantante que se enajena de sí mismo, con la alteridad como verdad, gracias a ese instante por el cual su voz es gasto. Algunos cantantes logran desmarcarse del mecanicismo de la interpretación, aún siendo obedientes a la exigencias de una convención musical, pues resuelven desde su ruido interno un supuesto: la homogeneidad de su voz no pasa a ser un fin en sí mismo sino una consecuencia de su liberación. Lo que se afirma anteriormente desdice lo que dictan los maestros de canto pues de esta forma el canto afirma y niega al mismo tiempo su búsqueda instrumental, tornándose necesidad de existencia, presente radical que tarde o temprano tensiona los límites propios de la música, dejando entrever que el ruido subjetivo debe desbordar la técnica para que esta pueda volver a tener un sentido. De allí que vocación, vida y sujeción, estén aunados al naufragio y este a la supervivencia. La escucha puede volverse hacia la «nada» cuando el sonido bestial de un canto afecta sus orificios, la voz va soplando y erosionando la materia gracias al medio del ambiente que le ha sido concedido: el concierto. Hinchando de «aire» el espacio, la voz cantada rememora también la amplitud y la neutralidad del silencio ante lo humano. En la expansión de la voz enigmática un otro escucha algo de sí que no es «él mismo» pero se aproxima a lo más vivo de sí, al estremecimiento en su goce primario, lo que es propiamente ilocalizable por el oído, esto es, su inconsistencia. La voz ruidosa llega a nosotros como lo que, en los linderos de la palabra, es residuo y señal sin sentido propio, aquello que se despliega del canto y se expande ¿Cuál es, en todo caso, el sentido ulterior de una u otra voz? Concordamos con el filósofo Jean Luc Nancy, el sentido ulterior de una voz es su necesidad pura de producirse y presentarse como presente, así como el sentido de la escucha es estar siempre alerta y abierta al presente. Por medio de esta doble apertura, la del sinsentido último de la voz y la imposible oclusión total de los oídos, encontramos la resonancia de lo común, un abismo que relaciona a dos sin previa cita ni sentido anticipado. Este acontecimiento que no podemos capturar por ninguna techné, traducir o reproducir por operaciones calculadas, nos sitúa nuevamente en la aventura del vínculo, nos arroja en el azar vital de la comunicación. La emisión y la escucha se producen en el viaje del nómada, se busca el rostro de la sirena aún sabiendo que, su otra mitad no pertenece al orden de la razón ¿Cómo hemos elegido escuchar y a partir de cuál corporalidad? Al abismo entre la emisión y la escucha los griegos atribuyeron un mito: el canto de las sirenas y su encuentro con los navegantes. En este abismo vocal nos hallamos cuando una voz retumba en nosotros sin que la hubiésemos llamado; resonancia múltiple donde la escucha está comprometida por la verdad extraña e íntima del timbre y su onda. Profana sensación en la salvedad del barco, que 476 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II habremos de obturar para articularnos nuevamente al palabreo y al destino cada vez más incierto del habla técnica. El chillido y lo bestial La adquisición del habla y la articulación de palabras es un proceso de maduración fonética que comienza a partir de los siete meses. Lo que llamamos voz es materia precedida por la «amorfía caótica» del llanto y el chillido. Estas emisiones intrínsecas a necesidades corporales, espasmos, signos vitales, o a la secreción inmediata de la tensión interna como explica Bataille en El ojo pineal (1997), son paulatinamente desplazadas por la voz mesurada del habla. La garganta caerá en la oclusión de su potencia, buscará alternativas privadas de esa primera certeza: el pulso oral. ¿Dónde queda la voz que expulsa la alteridad de la vida, que no explica, ni elabora, ni justifica sino evidencia su pura presencia? Estas preguntas nos plantean el problema de la escucha subjetiva ya que, la alteridad de la voz presenta la potencia del vínculo indestructible con la otredad. Vale la pena preguntarse: ¿es la voz espasmódica familia de la voz de la histeria y la voz del mantra? La histeria y el canto ritual se relacionan al ámbito de lo privado, por ello se sitúan en el borde de lo que el chillido nos exige. En cambio, el sujeto del canto artístico hace su llamado en lo abierto, en el espacio público de escucha que coincide con el Otro múltiple ante el cual el bebé chilla, con el amplio mar en el cual la sirena mítica se hacía presencia. En el desgarre de la emisión primera no hay modulación, oclusión, ni siquiera intervención de la lengua como músculo, solo apertura máxima de la mandíbula y expulsión máxima del aire: chillido abisal, combinación de llanto, rugido y exhalación. La emisión inaugural sujeta a su emisor en el reclamo de su vida, produce abrigo, abandono o susto en el otro, su escucha. En una ola de manifestación la vida del recién-nacido se compromete y nos compromete por medio del sonido. Tomaremos su cualidad para diferenciar la voz no-humana, el grito o el cántico responden a la enajenación del dolor o a la invocación divina pero no reclaman con tanta vehemencia la presencia de un otro. El chillido tampoco responde a un llamado o llama algo que no puede aparecerse, es evidencia, alerta involuntaria que protege la vida y a su vez la expone ante lo que se acerca. El espasmo sonoro irrumpe en la escucha abriendo la cualidad limítrofe del signo: he aquí la voz carente de voz, acontecimiento puro, su corte radical con la lengua y su integración al sentido, garganta que involucra a todo el cuerpo. Chillando, el recién nacido tiembla y ahuyenta a las bestias, antes de que estas descubran su vulnerabilidad. Desde la rotunda y paradójica materialidad de su eco, un bebé se presenta: «escúchame, puedo morir», «óyeme, puedo matar». Quizás este sea el sonido más contundente de la existencia, por terrible, vulnerador y mortífero; las sirenas son su metonimia (¿o viceversa?). Una parte de Ulises sabe que lo humano tiene cola de pez o alas de pájaro, el ruido pulsional encubre su verdad o la salva. Janis Denis EL RUIDO BELLO DE LA BESTIA 477 CAP. XII Durante los primeros meses las cuerdas carecen de la propiedad natural de plegarse completamente, lo que le atribuye a este sonido un aspecto más feroz, carnal y desgarrado. En vano buscamos lo antropomorfo en la voz como finalidad de las emisiones, cuando su animalidad, enajenada de los límites, es la que pulsa en el cuerpo y compromete la escucha. Deviene la voz en palabras pero la memoria del sujeto porta lo chillante, unívoca muestra de reafirmar nuestra presencia ante la opacidad del mundo sordo. La radicalidad y la potencia del chillido nos acercan a la sobre naturaleza sonora de las criaturas titánicas, pre-humanas, imaginadas como originarias. Cuando las palabras nos anudan a la mediocridad y la queja a la condición de víctimas, el chillido –o su búsqueda– nos obliga a escuchar más allá del rodeo: la voz ulterior, potente, la emisión más erótica. ¿Perdemos la capacidad de chillar cuando el aparato fonador se cierra y se va produciendo poco a poco lo vocal? No es tan evidente la pérdida, mantenemos por el paso de la garganta su significancia, es decir, su metonimia. No será necesario seguir sus pistas biológicas, el retorno posible del chillido nos muestra que la coacción del habla no anuda del todo al cuerpo vocalizante. El otro no esperaría un decir sobre el chillido sino su realización, el no-decir de la voz que tiene cualidad de ruido y desgarre. Vislumbramos la idea del chillido porque encarna el llamado de lo infinito, la entrada continua de la paradoja anudada en la oralidad. Irrumpe en la impostura del signo para volver a la escucha absoluta. A continuación, debemos abandonar el retorno a Ítaca, abordar el remanente del vilo en el silencio, pronunciarnos recónditamente pre-humanos, para re-nombrar el vínculo a lo humano. El sonido de garganta se nos aparece como algo monstruoso. La escucha no lo traduce, lo padece como peligro. El chillido es abismo porque rompe con el sentido e inaugura lo sentido, la curiosidad, el movimiento, la especulación, la acción, el temor. Sin poder evadirlo, nos debemos a él, nos obliga a su escucha. Donde se inaugura esta escucha y no el «entendimiento», se inaugura también un cuerpo comprometido con la existencia del otro. El chillido inaugura en la escucha el silencio de la vigilia, el otro se ha llamado a sí mismo y nos ha llamado a nosotros. La voz del abismo sujeta un cuerpo en otro cuerpo, resbala por fuera del lenguaje y se convierte en su resto; y este resto migra hacia los cantos imperfectos, los gritos inimaginables de la tragedia. Su viaje es imposible de limitar, lo dice o desdice la otredad. Tal vez Blanchot escribe desde la sobrenaturaleza de la voz de las sirenas apelando a lo indecible o irreproducible del origen mítico de la emisión. Su cualidad de resto, pista o señal de algo presentido entraña la diferencia y, por ello, ha de ser desplazado por el cálculo o sometido. La emisión-límite también es el punto-límite del deseo de emisión, la voz está aventurada nuevamente en su sin-fin. Amarrarse al mástil como Ulises es atestiguar el origen con la razón, al prescindir del cuerpo el navegante intercambia arrobo por fascinación. El ardid que tiene como efecto la fascinación comporta en el mundo contemporáneo la propia resistencia a la otredad 478 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II chillante del arte. En este sentido, Ulises presta sus oídos pero no su escucha. La tecnhé se consolida como contemplación de las sirenas y no como existencia en su canto. El chillido del origen oscila entre el bios y la especularidad de lo que implica. Su indeterminación, lo que no puede o no quiere decir, «rasguña» el sentido y procura el pase de lo real en la escucha. Quedarán vestigios de esa sonoridad desgarradora, espasmódica y reveladora en el alarido del orgasmo, en la risa desquiciada de la locura, en los bramidos del dolor. Todos guardan una relación íntima con la excreción sonora del cuerpo. La contigüidad de una corporalidad que, con sus resonancias y no con sus órganos, miembros o materias, penetra en el mundo. La falta de una voz articulada es también un agujero por donde «no decir» se trasforma en un viaje hacia el comienzo: ¿dónde se halla mi escucha? ¿cuál es mi canto verdadero después de tantos «cállates»? Dejemos a la voz por ahora como aquello que era chillante, resto o diferencia del decir, lo real de la emisión que, una vez desprendido de la fonación y del cuerpo que la produce, puede palpar, tocar, trastocar. Cierta sonoridad vocal «chilla» arriesgando el sentido del tránsito, de la navegación, poniendo en vilo los cuerpos. ¿Qué acontece en la escucha? Un resto se anuda a la angustia de la pérdida y a la necesidad de una cercanía. Dirá Dalila a Sansón en la ópera Samson et Dalila de Camille Saint-Saëns: «Mon coeurs’ouvre a tàvoix». No mentía, y aun así, lo destruye por un imperio. La fuerza vital de Sansón confiesa: «Dalila, je t’aime!», porque amaba su amor, que era también una promesa de escucha, vilo o silencio ante esa alteridad de una vida que no es más que potencia. La sed del canto es la sed del escucha Estando «a la escucha» el ser está expuesto, pues también está en la escucha de sí mismo. Lo no dicho que se sostiene por la alteridad de la voz ¿será puro silencio o lugar donde se pretende el vértigo? Si, en cambio, vemos el lugar inaugural de la voz como una emanación libidinal del cuerpo: ¿no se desprenderá el canto del cuerpo como lo real de sí para sí, pero también para germinar en el otro una señal de su real? La voz como diferencia irreductible del sentido no satisface, no genera fascinación o aplauso. Extraña y cautiva, acontece; germina la escucha más íntima, llama al canto, remembrando la voz inaugural. Pareciera que nos encontramos ante la decadencia de la escucha como campo donde la alteridad de la voz llama a aquello de «la voz» que no es humano. El canto chilla como bestia (¿o ángel?) contra el virtuosismo, el cálculo mercantil, el fin utilitario. Se canta y se equilibra el peso de la jornada, se obra una respiración sonora, un modo de resistencia o autoafirmación en medio de la indiferencia mundanal. Y la escucha también se reafirma como apertura máxima: silencio vital, silencio donde pulsa la contemplación de lo faltante y no el mutismo, lo lleno, la muerte. Janis Denis EL RUIDO BELLO DE LA BESTIA 479 CAP. XII La escucha en la cultura persigue y rechaza el chillido. Lo halla en las emisiones de ciertos cantantes, oradores, instrumentos, sonidos aislados y los convierte en objetos de culto para no pensarlos o, en todo caso, dejarse arrobar por ellos. En el caso específico del canto no se trata de voces que rugen, de vociferaciones, sino de cantos que anudan al otro en ese lugar intersticial que es la escucha de sí en la emisión enigmática. La reproducción técnica o accidental de la potencia de lo vocal puede satisfacer al emisor y al oyente; en el mercado del sonido hay escatología del oído y espectacularidad de las voces. Pero la voz que chilla, inerme y bestial, sujeta en el que canta por existir compromete la escucha en la cultura, la arroja otra vez en su no-humanidad vulnerable y por ello quizás, mucho más humana. La emisión desgarrada es siempre entrega subjetiva, afectación de sí para sobrevivir en lo desconocido. En otras palabras, cuando un cantante se vuelve «sujeto de su voz» para protegerse y a su vez revelarse en el mundo, invoca la escucha verdadera. La voz revela un cuerpo nómada, sin mástil ni ojos, ciego en el desierto, errante en el mar. Puede la voz beber de sí misma, flotar más allá de sí, aguardar… El cuerpo de la voz entra en el recinto del autoerotismo, sale riesgosamente con algo o nada, con otro o nadie. Las sirenas emergen, necesitan hacer memoria en la escucha humana. La cultura se fascina, aplaude, teme, pero no olvida. El cantante está sujeto a aquello que en su voz es inerme y ruidoso, sin terapéutica ni filiación, en principio y siempre su resto. Canta ante un público amarrado al mástil que, sin embargo, queda expuesto en el abismo, en lo inconexo de la cultura, a aquello que en ella puede volver al vilo. En ese inequívoco momento, emerge lo que se calla cuando hablamos, nuestro ruido bello de bestia. El sujeto de la voz El cantante, mientras más sujeto se muestra de su voz, más monstruoso y por ello más erótico se vuelve ante el público. Los intérpretes legendarios exponen con la potencia pura del cuerpo lo más recóndito de nuestro existir. No son idénticos a sí mismos, ni virtuales como un actor; son, en la escena musical, la voz no-humana. Sus particularidades no son tan fácilmente legibles desde el «yo» biográfico o el personaje del escenario, sino a través de lo bestial, fragilidad expuesta donde se hace del rostro la desarticulación del habla, escena de inimaginables momentos vitales-vocales. «El sujeto de la voz» deviene presente en legendarios cantantes tales como Janis Joplin, Maria Callas, Edith Piaf, La Lupe o Carusso, donde el canto fue entrega y caída necesaria. Sin la aspiración de establecer una correspondencia biográfica con los cantantes, inferimos que el la elección de una vocación o disciplina se sujeta en este caso, no solo a la voz como objeto del deseo, sino que, el objeto coincide con hallarse dentro del propio cuerpo, lo que apresura la relación libidinal con la «falta de sí» y dispone de manera violenta la condición subjetiva del artista: dar de sí para 480 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II sí y hacia el otro en un mismo acto. Por consiguiente, el deseo de sí que encuentra el medio y el objeto en el propio cuerpo, hablará desde la música pero, desbordará al mismo tiempo su discurso. Nada más lejos de saber qué se es como sujeto de la voz, todo lo contrario, si la música no da abasto para explicarlo, mucho menos el sujeto que haya siempre un gesto nuevo, quién haya su sin-fin en la práctica del gasto. Se ha hallado, entonces, algo que no se sabe de sí, un desconocido que no contiene imagen (rostro) sino gestualidad vocal, separado del yo imaginario. El cantante se expulsa fuera de sí a través de su voz y muestra al mismo tiempo sus carencias, la imposibilidad de concebirse. El deseo de canto se vuelve inmanente a la liberación de la vida, emancipándose de la «cohesión social», del «hablante racional», así como de «la virtualidad» de los alter ego artísticos. El carisma y la fuerza de los cantantes se condensaba para darse, sujetarse en el otro y olvidarse de su origen; por ello «el divo» no es el sustantivo apropiado para esta suerte de desprendimiento de lo mundano. Veremos a lo largo de la historia pocos cantantes alienados impúdicamente a la necesidad subjetiva de voz, veremos escasamente tal sed de canto. La renuncia definitiva al resguardo: el humano hablante se intercambia por bestia chillona, se vuelve nómada en los lenguajes en el descampado del escenario. Su goce propio se transforma en goce cultural produciendo un espacio de resonancias ilimitadas. Por la escucha y por la emisión, el cantante que no cuida de sí sino de su sonido llama a ser sacrificado y trasciende. Y por su ser elemental hacemos de estos cantantes objetos de culto, antihéroes de la academia musical, referentes trágicos en el cuento popular. Como todo arte performativo el canto es gasto corporal, virtuosismo, trabajo inmaterial. La voz deviene alteridad que rompe con el mero ejercicio técnico cuando intima con lo monstruoso de una vida. Esto es, antes que nada, una voz que interpelada por la tensión vida-muerte. No bastará la originalidad, el estudio o la necesidad de salario. El «aura» del canto, su cuestión irrepetible e irreproducible, aquello que se esfuma pero antes trabaja, viene dado por el lugar más común pero, paradójicamente, más recóndito, dejado y desplazado del autoerotismo, la excreción de sí, y de hacer de esta materia desarticulada de los códigos sociales una obra. Cada gesto de canto funciona como una «salida» o «desnudez protegida», el despliegue de una potencia primaria de supervivencia, instinto o impulso que está más allá de la belleza y su instrumentalización. En su compulsión, tan grotesca como mortífera, el intérprete va capturando el amor del público, su morbo ante esa voz que es sexualidad irreductible. El canto-chillido o el canto-desgarre es una costra descubierta que ensucia la norma de los placeres divinos o sublimados. El único trabajo alternativo a la prostitución infantil que conoció Edith Piaf fue el canto. Como hija de circo, no posee experiencia en otro oficio que no sea el de prestar para otros algo de su cuerpo. Abandonada, la niña se sujeta en su voz, Janis Denis EL RUIDO BELLO DE LA BESTIA 481 CAP. XII canta y se salva de otras formas de ser vendida. ¿No se hace –acaso– un sujeto más vulnerable por incorporar en sí la marca de lo ambiguo, lo dislocado, la falta de techo? ¿Lo bestial no será lo encantador de su existencia? ¿Cómo el resto chillante de una voz se vuelve supervivencia a la violencia sexual afectando, y resonando en su alrededor para descolocarlo de sus imposturas? Notamos que Edith se salvó de la prostitución, se antepone su deseo de voz; la experiencia de la escucha toma de ella el desgarre, donde encuentra su propio chillar callado. En el reverso de su mendicidad brutal, Piaf se convierte en gorrión, vuela con el «non, je ne regrette rien». La apertura total de la garganta durante la fonación, por más articulada que esté al lenguaje musical, se escucha por encima del lenguaje mismo. Es el caso de Janis Joplin, donde el deterioro máximo de las cuerdas vocales produjo una evidencia que está más allá de la letra: «Oh Lord, won’t you buy me a Mercedes Benz?». El carro y el dios se ven vulnerados por esta emisión específica de órganos mortificados por el goce de chillar. Todas las letras de Joplin son revolucionarias, románticas, de renuncia y denuncia, pero no parecen subvertir tanto como lo hace su sonoridad, la cual moldea arbitrariamente su cuerpo. Al mismo tiempo, para que dicha fonación exista, la cantante vive al margen de su de niñez tejana. Desde su origen hasta su más expansiva y especular resonancia, Janis es una constante prosecución de «huecos» y «caídas», de sin-sentidos aunados a un cuerpo, un ego, un nombre, una imagen desterrada de la propia memoria. En el rock, todas quieren cantar como Janis Joplin, pero la verdad es que nadie quiere morir haciéndolo. Es por esta infinitud del sujeto de la voz por la cual el cuerpo ha pagado. Janis ha quedado inmortalizada como abismo o alteridad en la escucha. La escucha en la cultura necesita fetichizar personajes y construir biografías para asir el desenvolvimiento radical de la voz de los intérpretes. Aquí, al contrario, proponemos imaginar la voz del intérprete como si fuese una cáscara. Un cantante que antepone un resto de sí mismo pagando con su «yo» y la vejez prematura de su cuerpo, para existir con el otro. Ningún virtuosismo o espontaneidad, ninguna composición hubiese impactado en la escucha de la cultura si «la primera gran intérprete de rock» no hubiese hecho de la disfuncionalidad de su vida la escenificación del ruido inaudible que llevaba impreso su cuerpo. Joplin antepuso su emisión en el escenario como un llamado. Su autopsia reveló la ausencia casi total de cuerdas vocales. Su voz afónica, saturada de vacío, la hizo cantante de lo verdadero, una bestia con cara de niña, una sirena suelta en las ciudades de Norteamérica. Cada cultura doméstica y obtura su escucha. Somos los Ulises que «escuchamos» amarrados al mástil para no perdernos en el encuentro de una señal olvidada y verdadera. Por ello, porque queremos antes que nada escuchar, desconociendo esa señal, seguimos hablando incesantemente de las voces de Joplin, Callas y Piaf, acaso para no sentir (lo que equivale a gozar mediocremente) 482 CAP. XII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II nuestro chillido, nuestro resto de bestia inerme. ¿Dónde empieza nuestro canto verdadero? ¿no será en la escucha verdadera? ¿Será el canto verdadero una energía infinita donde boca y oído deben abrirse al máximo para descubrirse ingrávidos y nuevos? ¿Será que allí, en ese espacio de verdadera resonancia, se produce el canto orgiástico con el que viene a nuestro encuentro la pura especularidad del sonido de la lengua? El chillido penetrante y metálico se vuelve pronto un residuo inmemorial para dar paso al llanto que empieza a articularse con los registros del habla. Vienen los mugidos, las vocalizaciones, los balbuceos, el juego. La voz se convierte en retozo que llena el orificio oral, resiente la boca, descubre la danza de la lengua, vocaliza, preparando la emisión para sujetarla a futuras palabras. Entre el aprovechamiento máximo del cuerpo fonador y este estadio de la voz-juguete es posible acaso identificar el virtuosismo de Maria Callas. Cabría preguntar: ¿por qué el perfil de Callas concuerda por excelencia con el del intérprete-sirena? Callas es el rostro teatral de un sonido al límite de los cánones operáticos. La ópera de Callas fue única porque se alimentó de riesgos corporales, de sonidos que eran puro gasto: Callas-falsete, Callas-ronca, Callas-soprano, Callas-mezzo, Callas-recitando, Callas-todo y nada; pagó la muerte súbita y prematura de su voz. La Callas-limítrofe presenta un umbral peligroso para el intérprete y la escucha en el teatro, para la cultura académica, el capital que la sostiene y la crítica que la escruta. Por ello, sus instancias de recepción han terminado por mitificarla o bien, desnudándola exhaustivamente (biográficamente). Más la intérprete y el mecanicismo que la convierte en artefacto cultural, tienden a la obsolescencia quedando aquello que desde el gesto de su voz nos arroja en lo real o lo indómito de lo singular, se vuelve burla. Por donde silenciaba su ego o la angustia de una ruptura con la formalidad instaurada, Callas posibilitaba la aparición del juego, el cual, a su vez, daba a la escritura de una partitura un carácter de pivote pero no de totalidad cerrada. De esta forma, su canto nos obliga a reinventar la concepción de la ópera misma; con Callas retorna el ejercicio de la creación del intérprete, la instancia de la improvisación que tuvo auge en el barroco, la ópera resucita como algo vivo y dinámico ante el público. Más que «autora» de su propia voz, Callas lleva al máximo lo que puede ser la re-invención del bel-canto, reproduciendo todo como le era posible, como estaba a su alcance, adornado «el tempo» con el gesto de su cuerpo. Callas «horadó / socavó / dinamitó / toda / posibilidad / sonora» (Ipinza 2004), escribe nuestra cantante Lotty, intérprete venezolana que supo muy bien arriesgarse en el sonido con traje de hombre y lírica de cabaret. Dieron la voz, la dignidad y las confundieron con «divas», pues su singularidad es difícil de pronunciar: habían hecho un pacto con otras fuerzas, sobre naturaleza humana o no-humanidad que se canta. La escucha cultural del «canto verdadero» se cierra, se transforma en mástil, convirtiendo la obsesión de Callas en «divismo», disfrazando de «cultura pop-rock» Janis Denis EL RUIDO BELLO DE LA BESTIA 483 CAP. XII el displacer de Joplin, estetizando y haciendo de la voz agotada de Piaf un «valor nacional». Los semblantes biográficos de las cantantes que arrojan algo de sí mismas públicamente para proteger lo vital de sí y del otro, se pierde en las lecturas mediocres o poco arriesgadas. Pero esos cantos que fueron demasiado verdaderos, mitificados y extraviados en forma de vestales, trascienden el papel de la cultura, reivindicando al intérprete como lugar verdaderamente poético. Las sirenas vuelven al mar para recordarnos la escucha de lo posible, lo venidero, el estadio anterior de todos los relatos. Vuelven para hacer del arte una emancipación. Queda la pregunta de si, justamente, como en ese encuentro entre el canto, la escucha y las potencias más originarias de la creación, no existen cada vez más sujetos marginados de su propio chillido, hombres y mujeres de carne cuyo sin sentido audible está destinado a la vergüenza o a callarse, al ¡shhhh! En contraposición al oído escamoteado por el amarre y el mástil, preferimos la escucha en el riesgo del océano, de aquellos chillidos que inauguran el tránsito por el mar sin que exista punto de llegada o de apresurado retiro. BIBLIOGRAFÍA Bataille G (1997) El ojo pineal. Pre-textos. España. Benjamin W (2006) El origen del Trauerspiel alemán. Adaba Editores. Madrid, España. BlanchotM (1959). El Libro que vendrá. Monte Ávila Editores. Caracas, Venezuela. Cróquer E (2012) «Casos de autor: Anormales/Originales de la Literatura y el Arte (II). Allí donde la vida (es) obra». Revista Voz y escritura del Instituto de Investigaciones Literarias Gonzalo Picón Febres. Nº 20.Universidad de Los Andes. pp.89-103. Ipinza L (2004) Vastas Sombras/Diálogo Nocturno. Monte Ávila Editores. Caracas, Venezuela Lacan J (2012). Otros escritos. Paidós. Buenos Aires, Argentina. Horkheimer M & T Adorno (1994) Dialéctica de la Ilustración. Editorial Trotta. Chile. Nancy J-L (2007) A la escucha. Amorrortu Ediciones. Buenos Aires, Argentina. 485 S ECCIÓN VI PenSaR deSde la CulTuRa CAPÍTULO XIII arte, experiencia estética y sociedad 487 Música venezolana y descolonización Fidel Barbarito* La mirada desde el giro descolonial Un acercamiento a la música venezolana desde la perspectiva descolonial obliga a entender a las mujeres y hombres que desde su contexto y tradición crean esa música, lo que implica una aproximación más antropológica que formalista, siendo mi objetivo comprender e ilustrar los fenómenos socioculturales que inciden en nuestros imaginarios y en nuestra producción cultural. El giro descolonial, concepto fundamental del pensamiento filosófico descolonizador contemporáneo, refiere a un cambio en las coordenadas del pensamiento: a la modernidad se le identifica constitutivamente ligada a la producción de relaciones coloniales a partir de una serie de jerarquías donde el hombre/blanco/católico/europeo/adulto/ heterosexual representa el Ser. Aplicar el giro descolonial implica entonces acción por parte del colonizado ya que la dominación no termina necesariamente alcanzada la independencia (Maldonado 2009). Es esta una aproximación preliminar a un tema complejo que por la diversidad de la producción musical venezolana y las dinámicas sociales que le dan contexto, deberé tratarlo en adelante más extensamente. Sin embargo, con este trabajo quiero definir algunos límites que me permitan acercarme a un concepto de música venezolana indagando sobre sus orígenes, los mecanismos de simplificación y enmascaramiento que ha sufrido este concepto y por los cuales se ha mantenido latente el proceso de colonialidad musical. La perspectiva descolonial propone, ademas de la crítica a la modernidad desde la exterioridad, proyectos de liberación cultural que permitan restablecer la libertad de los pueblos. * Cátedra Libre para las Culturas Populares de la Universidad Nacional Experimental de las Artes. Correo-e: fidelbarbarito@unearte.edu.ve PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 488 CAP. XIII Colonialismo y colonialidad musical Fuimos sometidos por el colonialismo y ahora sufrimos la colonialidad1 como parte del mismo mecanismo de dominación de la modernidad, progresivamente más sutil y eficiente en su objetivo de control. Al atravesar todas las relaciones sociales, la modernidad interfiere también en las formas de producción y por ende, de creación estética y de re-presentación de las realidades. El colonialismo impuso en nuestros territorios, por la fuerza más brutal, la música europea aniquilando la de los pueblos colonizados. Es prácticamente imposible saber cómo sonaba la música creada por nuestras abuelas y abuelos indígenas. El eco que hoy aún resuena, como expresión de la más férrea resistencia cultural, está sin duda mediado por la lógica moderna/colonial como evidencia del gran epistemicidio cometido por Europa. A pesar del abismo forjado a nuestras identidades, memorias, sensibilidades y conocimientos, existen evidencias de la importancia que en la vida social de nuestros antepasados indígenas tuvo la música creada por ellas y ellos. Existen innumerables datos registrados en relatos, pinturas, inscripciones y esculturas, en los que se hace referencia a prácticas musicales, danzarias, poéticas y teatrales, y donde se representan con mucha precisión e importancia distintos instrumentos musicales, así como a las y los instrumentistas, cantoras/es y bailadoras/es (Gómez & Eli 1995). Gustavo Pereira en su Costado indio (Pereira 2001) recoge la crónica que López de Gómara hace de actividades a través de las cuales las naciones Caribe preservaban la memoria y los sueños colectivos. Fueron estos areítos el espacio para aprender a través de los sentidos los mitos, las cosmogonías, teogonías, leyendas y los episodios históricos con la poesía, el teatro, los cantos rituales y ceremoniales como sistema de comunicación e identidad. Así nos lo transmite el poeta Pereira: En el principio fueron los cantos. Oraciones teogónicas y cosmogónicas, invocaciones acompañadas de baile e instrumentos, añoranzas de tiempos perdidos, recuentos de hazañas de héroes y deidades: la poesía discurría como prodigio cotidiano. En ocasiones el cantar abrigábase en el sentimiento individual y se hacía tema lírico de amante o ensalmo mágico de piache o de puidei. De este modo alcanzó a sustraer al hombre de sus pesares misteriosos y, al entonarlo, la tribu encontró en él sonoridades y claves de la tierra y de los cielos. 1 ramón Grosfoguel en (Montes & Busso 2007) Colonialismo: usurpación de la soberanía de un pueblo por otro a través de la dominación político-militar de su territorio y su población mediante la presencia de una administración colonial. Colonialidad: patrón de poder inaugurado con la expansión colonial europea a partir de 1492 y donde la idea de raza y la jerarquía etno-racial global atraviesa todas las relaciones sociales existentes: género, clase, división internacional del trabajo, epistemología, espiritualidad, etc. sigue vigente aun cuando las administraciones coloniales fueron casi erradicadas del planeta. Fidel Barbarito MÚSICA VENEZOLANA Y DESCOLONIZACIÓN 489 CAP. XIII Pero el cantar había nacido condenado. En el largo proceso de la dominación colonial sus oratorios y hablas secretas se tuvieron por obras del demonio y su ternura y su candor por pruebas de una condición superable. Así, como a tantos otros hijos de su espíritu, a las naciones indias se les quiso vedar también la magia del canto, ese escondrijo “ desde donde hacía sus negocios el diablo (ob. cit.: 33). Siendo un pueblo con tales niveles de conciencia sobre lo sensible, con un vínculo tan profundo con la música y propenso a la creación en general, no extraña que la acción colonizadora de las misiones jesuitas, a partir de la ineficacia de las formas violentas de penetración–sobre todo en la zona de los Llanos–, aprovechara esta condición y la natural disposición de nuestras niñas y niños de aprender rápidamente, para iniciar la introducción de las tradiciones musicales que los misioneros traían de España y que se manifestaban no solamente a través de la música religiosa, culta o académica, sino también en el ámbito de lo popular (Battaglini 2014). Así, se fue fraguando la colonialidad de una espiritualidad que para resistir la aniquilación absoluta construyó respuestas epistémicas desde lo subalterno al proyecto eurocéntrico de la modernidad (Grosfoguel 2006). Las músicas que producimos como pueblo a partir del epistemicidio colonial es ya nuestra. A pesar de haber asumido instrumentos inicialmente importados y formas musicales pertenecientes al sistema sonoro europeo, la hemos producido a partir de una necesidad ontológica de no silenciar nuestra espiritualidad y así perder la capacidad de sentir-pensar y de hacer sentir-pensar2. La respuesta a esta necesidad ha sido una producción cultural que aún hoy se mantiene como sistema de comunicación eficiente, cosa que definitivamente no ocurrió con las tradiciones musicales que trajeron los conquistadores. Música venezolana Siendo nuestra, verdadera, [...] fruto de la vida, del compromiso y la historia del pueblo [...] (Dussel 2006: 219) esta música entra en la categoría de cultura popular propuesta por Enrique Dussel. La cultura popular, dice Dussel, es producida desde el lugar del oprimido, es decir, desde la periferia, desde la exterioridad –con conciencia subjetiva de su función histórico-revolucionaria–, con las éticas y estéticas despreciadas por el opresor. En estas breves líneas trato la producción musical popular y no la académica o eclesiástica, pues desde mi opinión, la popular al no tener necesidad de legitimarse con los cánones europeos, procederá más rápidamente a producir una música que no se haría en ninguna otra parte. Es decir, una música 2 Capacidad luego señalada por simón rodríguez: hacer sentir para hacer pensar. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 490 CAP. XIII originalmente venezolana. Reiterando, el conquistador impuso a sangre y fuego una serie de formas musicales dependientes del sistema sonoro europeo y rápidamente el pueblo dominado se hizo de la exterioridad, de lo periférico y subalterno presente en ese sistema sonoro. Esta conexión que nuestras abuelas y abuelos realizaron con las culturas subalternas de Europa –donde lo árabe tiene una importante presencia– fue posible gracias a que nuestra experiencia de lo estético (Colombres 2014)3 en cuanto percepción especial, nos permitió conectarnos con lo verdaderamente popular de la producción cultural renacentista y barroca y recrearla para más tarde crear a partir de nuestros propios conocimientos, memorias, identidades y sensibilidades. Tanto fue así, que muy temprano aparecieron normativas y reglamentaciones4 para limitar nuestra ética y nuestra creación estética. Para intentar ilustrar con mayor precisión los fenómenos socioculturales que inciden en nuestros imaginarios y producción cultural, voy a limitar el amplio pluriverso sonoro venezolano para focalizar el análisis sobre el joropo, manifestación que sin duda es producto de esa exterioridad que caracteriza a la producción cultural de los pueblos y que es rechazada por las élites. Los primeros conquistadores trajeron las celebraciones andaluzas que, impregnadas de las músicas y bailes árabes, se constituyeron por la fuerza en la forma de festejo «aceptada» –no siempre por la iglesia, como veremos,– una vez consumado el colonialismo musical. Indígenas, africanos, pueblo campesino, esclavizado y expropiado de su musicalidad hace el giro descolonial y, progresivamente, se apropia de esta fiesta de tocar, cantar y bailar. La intensa dinámica del ida y vuelta en esta relación de opresión/dependencia fue constituyendo géneros, formas e instrumentos musicales como elementos permanentes de nuestra producción cultural. En 1749 Luis de Castellanos, Capitán General de la Provincia de Venezuela, aplica ordenanza por la que prohibe el Xoropo Escobillado so pena de sufrir el castigo de dos años de prisión para quien practicara el baile y dos meses para quien lo viera bailar. El episodio evidencia el arraigo que en el pueblo de la Venezuela de mediados del siglo XVIII tenía ya el joropo. Tal vez sea la primera agresión formal con la cual se le estigmatizó como baile de [...] suciedades que lo infaman, (por lo que) ha sido mal visto por algunas personas de seso (Battaglin 2014: 32). Ciertamente se trata de un baile de cercanías, de galanteo, creación de un pueblo que aun siendo oprimido demostraba su poder creador para marcar distancia con el opresor. Tanta 3 4 Adolfo Colombres explica que lo estético se manifiesta como una percepción especial, una intuición o un sentimiento que nos permite comprender el mundo exterior y comunicar nuestra interioridad. se la encuentra en todos los pueblos y se fue desarrollando junto con la conciencia y la habilidad manual. En 1531 es creada la Catedral de Coro y en 1636 la diócesis de Venezuela se traslada a Caracas. Las actas de los cabildos eclesiásticos registran la cotidianidad de estas catedrales. Entre otras normativas y reglamentaciones se encuentran la organización de las danzas y representaciones teatrales que la iglesia permitía en las celebraciones religiosas, dentro y fuera de la iglesia en los pueblos y ciudades de Venezuela (Palacios 2006). Fidel Barbarito MÚSICA VENEZOLANA Y DESCOLONIZACIÓN 491 CAP. XIII resonancia generó el Xoropo Escobillado y su prohibición de bailarlo, que Fernando VI pidió se enviara a España una pareja de bailadores. Tras verlos actuar, ordenó a Castellanos levantar la prohibición pues le pareció que el baile estaba lleno de [...] inocencia campesina. (ibidem). La acción «conciliadora» del poder con la creación popular se enmarca en la que más tarde sería una sofisticada operación de expropiación simbólica de la clase dominante sobre la oprimida, puesto que el comentario real fue aliciente suficiente para que las oligarquías comenzaran a incluir estos «bailes infames» en el repertorio de sus bailes de salón, a partir de transformaciones sustantivas musicales y extra–musicales que veremos más adelante. He mencionado al joropo como fiesta y baile del pueblo campesino venezolano. Pero además el joropo, es también un género musical al que se le identifica a partir de elementos musicales, funcionales y técnicos, y sobre todo a partir de su función en la sociedad, a la representación de las identidades, a su estructura comunicacional y a los temas abordados (Lengwinat 2006)5. Por limitaciones de espacio debo llegar rápidamente hasta nuestros días. Pero antes decir que durante el siglo XIX el joropo va a la batalla y se convierte en la música que distiende y moraliza en sus descansos al Ejército Libertador. Constituida la república oligárquica a partir de 1830, la doctrina Monroe y su política del gran garrote desarticuló el cuerpo político ideado por Miranda y Bolívar, imponiendo la relación de dependencia a cada una de las pequeñas naciones incapaces de hacer frente a la creciente hegemonía económica y militar estadounidense. En nuestro país comienza a asomarse un ideal de modernidad cuyos referentes –obviamente– estarán siempre fuera. Guzmán Blanco en su afán por afrancesarnos, entre otras cosas, llega a prohibir el ingreso a la Plaza Bolívar de Caracas calzando alpargatas. El joropo es confinado a la ruralidad. Con el siglo XX llega el petróleo y la modernidad-colonialidad nos disfrazó de un nacionalismo burgués que necesitaba una cultura nacional para legitimarse en el «concierto de las naciones». Urbanización del joropo llanero El Nuevo ideal nacional ocultó el proyecto civilizatorio moderno-colonial-extractivista con el que se consolidó nuestra condición de país dependiente. Este Nuevo 5 En su artículo «Parámetros para determinar un género», la investigadora Katrin Lengwinat (2006) analiza ocho joropos: guayanés, oriental, larense, andino, cordillerano, carabobeño, llanero y central. del mismo modo considera al joropo que denomina urbano, así como algunos producidos desde la academia. A partir de este trabajo jerarquiza ocho criterios que definen como género musical al joropo: 1. Estructura armónica, 2. Esquema métrico, 3. Estructura Formal, 4. temas melódicos, 5. Formas literarias y 6. Velocidad. A partir de esta jerarquización analizaré más adelante los mecanismos de simplificación y enmascaramiento por los que se crean un conjunto de tipos de joropos urbanos que tienen como fuente el tipo Joropo Llanero. Este trabajo demuestra grandes coincidencias entre los rasgos de los joropos tradicionales y por el contrario, una seria distancia con el producido en la urbanidad y en la academia. 492 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II ideal nacional del gobierno de Pérez Jiménez requería de una nueva cultura nacional vinculada con la noción de progreso. Pero no se instala una nueva cultura desde la nada, como tampoco una nueva música nacional –aún no se implementaba el Pop como fenómeno de laboratorio para las masas– por lo que el Nuevo ideal nacional decidió secuestrar la música del llano venezolano para su proyecto político. Pero ¿por qué escoger una música agredida a lo largo de toda su historia? ¿por qué imponer como nacional a la música que sufrió siempre lo que Boaventura de Sousa Santos (2010) identifica como los modos de producción de ausencia6? Entonces ¿por qué se escogió al joropo llanero? Mi respuesta inmediata y parcial se inclina hacia la razón positivista que concibe al joropo llanero como producto del mestizaje, y por ende digno representante de nuestra herencia cultural. Sin embargo, no hay que perder de vista que en el imaginario del pueblo venezolano existía –y aún persiste– la imagen del hombre del Llano como metáfora de insurgencia heroica. Este poder simbólico forjado en la lucha de independencia del siglo XIX, pudo influir para seleccionar una música que debía estremecer la fibra de la nacionalidad. Pero ¿de qué manera se haría del gusto de la burguesía esta música mestiza, bailada en patios de tierra por campesinos, negros e indios? Era necesario modernizarla, ponerla al día, presentarla como novedad a la élite blanca-burguesa-urbana, que no la conocía realmente. Esta acción de interferencia se insertó en una operación regional que fue ejecutada desde México a la Patagonia. La idea de «cultura nacional» que imponía el imperialismo estadounidense para diluir los ya debilitados lazos latinoamericanistas en nuestra región, al mismo tiempo intentó eliminar las diversas expresiones creadas por las culturas populares al interno de nuestros países. La interferencia cultural que en nuestro caso inicialmente se enfocó en el joropo llanero –pero no exclusivamente–, operó del mismo modo con el Jarabe mexicano y la Chacarera argentina entre otras tantas expresiones musicales y danzarias de los pueblos de Nuestramérica. La interferencia cultural para Luis Britto García (2011) es la anulación que la cultura central hace de las subalternas y opera a través de dos mecanismos de complejidad creciente. El primero es el de la anulación de la subcultura y el segundo el de invención integral de subculturas de consumo. Veamos la primera: Para intervenir en las subculturas, el sistema 1) se apropia de los símbolos de ésta. Los adopta, los comercializa y los produce en masa. Se logra así 2) la universalización del símbolo, a través de la cual lo que fuera el vínculo 6 Modos de producción de ausencias: 1) El ignorante, la no existencia asume aquí la forma de ignorancia o de incultura. 2) El retrasado, lo primitivo o salvaje, siguiéndole otras como la de lo tradicional, lo premoderno, lo simple, lo obsoleto o lo subdesarrollado. 3) El inferior, naturalización de las diferencias, naturalizan jerarquías. La clasificación racial y la clasificación sexual son las manifestaciones más señaladas de esta lógica. de acuerdo con esta lógica, la no existencia es producida bajo la forma de una inferioridad insuperable, en tanto que natural. Quien es inferior lo es porque es insuperablemente inferior y, por consiguiente, no puede constituir una alternativa creíble frente a quien es superior. 4) El local o particular y 5) El improductivo o estéril. Fidel Barbarito MÚSICA VENEZOLANA Y DESCOLONIZACIÓN 493 CAP. XIII de identidad de un grupo marginado particular pierde todo valor distintivo, ya que pasa a ser de uso general; con lo cual ocurre 3) una inversión del significado del símbolo: al separarse del grupo que lo creó, el símbolo niega su contenido. Así la ropa de trabajo pasa a ser traje ceremonial del ocioso; la música del oprimido, diversión del frívolo [...] (Britto 2011: 33-34). Esta estrategia de interferencia cultural, que además de su objetivo político expresado más arriba, tiene sin dudas su interés comercial, ya había sido implementada al interno de los Estados Unidos con el jazz, tal y como lo reseña Leonardo Acosta en Música y descolonización7. Del mismo modo que el jazz, el joropo llanero fue blanqueado, industrializado y modernizado. Primero veamos la vestimenta: las alpargatas fueron desechadas y sustituidas por botas de cuero entaconadas, las camisas y pantalones rústicos por liqui-liquis de gabardina con hombreras reforzadas y el sombrero de cogollo de palma por uno de fieltro importado. Desde el punto de vista musical, al conjunto integrado originalmente por arpa –que en el Llano podía intercambiarse con bandola–, cuatro y maracas, se le incorporó un bajo eléctrico transformando radicalmente el timbre del conjunto tradicional y progresivamente la forma de tocar el arpa, que arropada por la sonoridad grave del moderno instrumento, fue perdiendo el uso rítmico y percutivo de sus bordones para dedicarse más a la elaboración melódica en primas y tenoretes. Las y los cantadores que tradicionalmente habían cultivado el joropo llanero recibieron el apelativo de «recios» y fueron sustituidos y sustituidas por cantantes de bolero, lo que profundizó la transformación del timbre y del mismo modo cambió el estilo del fraseo de la línea del canto, así como el tempo de ejecución de los pasajes y golpes. Esta nueva sonoridad –que ya no era ni llanera– tiene a su precursor en Juan Vicente Torrealba y Los Torrealberos, cuya labor es paradigmática en el proceso de modernización y blanqueamiento de esta música campesina. Desde su primer disco La música más pura y bella de Venezuela incorpora el contrabajo y a cantantes de bolero dando nacimiento a lo que llamó pasaje estilizado, que definitivamente es la inversión del significado del símbolo, como dice Britto en el libro ya citado, pues al separarse del pasaje llanero y del sujeto que lo crea, niega su contenido original convirtiéndose en mercancía. Así, la música del oprimido es diversión del frívolo. Los Torrealberos serían durante los años 50 la personificación del Nuevo ideal nacional perezjimenista en la música. Su alejamiento de la sonoridad tradicional, así como su sistemática invocación a lo occidental-académico –como negación de lo 7 dice Acosta: [...]cuando en los años 20 se hizo sentir el impacto del Jazz [...] la comercialización del Jazz no se hizo esperar, y se llevó a cabo aplicando a esta música los patrones rítmicos y melódicos de las canciones almibaradas del arsenal burgués. Una vez realizada esta alquimia[...] sería relativamente fácil a los empresarios aplicar los mismos esquemas a la música latinoamericana (Acosta 2006: 55-56). 494 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II exterior-popular– se evidencian en sus discos Concierto en la llanura (5 volúmenes) y Sinfonía en el palmar. Las letras de las canciones fueron distanciándose cada vez más de la realidad rural al punto de producir discos enteros de música instrumental. La producción discográfica fue altamente consumida por la burguesía urbana y la radio difusión puso en altísima rotación a esta nueva «música nacional». Tan eficientemente aplicados fueron estos mecanismos de interferencia cultural, que cuando hablamos de «música venezolana» la inmediata referencia del común de las y los venezolanos es esta música estilizada de arpa, cuatro, maracas y bajo – desde Torrealba–. Con esta simplificación no solamente ignoramos la variedad de joropos distintos ya mencionados, sino también la extensa producción de gaitas, calipsos, merengues, danzas, valses, parrandas, golpes y sones, para nombrar una pequeñísima parte de nuestros géneros bailables presentes en todo el territorio. El pasaje estilizado de Los Torrealberos, dió paso al joropo urbano que hoy es reconocido como un tipo de joropo perteneciente al género musical Joropo. Sin embargo, el joropo urbano, se diferencia notablemente del joropo como género musical a partir del análisis musical, formal y técnico. Pero aún se distancia más si el análisis se refiere a la función social, la representación de las identidades, la estructura comunicacional y los temas abordados. Al liqui-liqui de gabardina y hombreras reforzadas, las botas entaconadas y el sombrero de fieltro importado de Los Torrealberos, le siguieron bluejeans, camisas a cuadros, correas con hebillas y botas texanas –joropo-texanos–. La música adoptó giros melódicos y progresiones armónicas de las baladas pop y, desde la salsa erótica hasta las rancheras-tex-mex, fueron acompañadas con bajo, arpa, cuatro y maracas en este proceso de urbanización del más rural de todos los joropos. Del pop al joropop El segundo mecanismo de interferencia cultural identificado por Britto, plantea la invención integral de subculturas de consumo por parte de la industria cultural. Esta cultura de masas es creada por aparatos ideológicos que [...] dominan al creador y conforman la obra de este a fin de manipular la conducta de grandes conjuntos de la población. Llamarla de masas es tramposo. Se trata de una cultura de aparato donde la masa es meramente receptora [...] (Britto 2011: 35). Si el Nuevo ideal nacional perezjimenista simplificó el concepto de música venezolana interfiriendo las músicas producidas por el pueblo, el fracasado modelo desarrollista emanado de los Acuerdos Bretton Woods, lo enmascaró bautizando con el nombre de música venezolana a toda la música hecha en Venezuela. Enmarcada en el modelo de sustitución de importaciones, la «industria del disco nacional» dejó de importar músicas extranjeras para producir discos de artistas nacionales dedicados a la música extranjera de los géneros balada-pop, pop y pop-rock. Este enmascaramiento del concepto de música venezolana terminó de diluir el significado Fidel Barbarito MÚSICA VENEZOLANA Y DESCOLONIZACIÓN 495 CAP. XIII de la producción cultural del pueblo venezolano en nuestro imaginario nacional generando una enorme confusión que aún hoy es motivo de debate en el ámbito musical de nuestro país. Si bien en una primera etapa del régimen puntofijista, y como resaca del Nuevo ideal nacional, la industria del disco dedicó una parte de su producción a la música venezolana –la que no se hace en ninguna otra parte del mundo, como ya dijimos–, la mayor resonancia la tuvieron las y los artistas de los géneros Pop ya mencionados. La música hecha en Venezuela a partir del esquema impuesto por los aparatos ideológicos de la industria cultural, fue entonces una música sin nacionalidad que dejó sin posibilidad de Ser a la o el creador, ya que, si no cumplía con el standard8, era automáticamente rechazada/o. Ciertamente los productores musicales, instruidos por los dueños de las disqueras, defendían dicho standard como la fórmula que le gusta al público: esto es lo que se vende, lo que la gente quiere escuchar9. Con la irrupción de Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992 se produce efectivamente un reajuste en todos los órdenes de nuestra sociedad. A partir de allí recuperamos a Bolívar, la Bandera Nacional e incluso nos vinculamos nuevamente con la imagen del hombre del Llano como metáfora de insurgencia heroica de la que hablamos anteriormente. Rápidamente, la industria cultural reacciona ante el despertar del sentimiento patrio. Luis Britto García lo recoge en su artículo El joropop (Britto 1998): Y la bandera de Venezuela aparece en el parabrisas de los Chevy y en la pechera de las T-shirt y en la pantalla de los Sony y en los anuncios de los fast-foods y en las promociones navideñas de Santa Claus y en las cuñas de las trasnacionales y en las head-bands de los Jourdan y en los estuches de los CD y por fin los intelectuales se dan cuenta de que algo está pasando. ¿Pero qué? Hay un Pop, cuando la industria cultural apropia los signos de lo popular. ¿Qué es entonces este nacionalismo de las masas que se dejan dirigir por una oligarquía de apátridas? ¿El joropop? ¿Nuestro fundamentalismo en alpargatas? ¿La etapa superior del mayamismo? ¿O quizá, la señal de que hay algo que se resiste a perecer? El joropop categoriza a una producción elaborada a partir del pasaje estilizado de los Torrealberos, que en su momento parecía la superación de los joropo-texanos para dar cabida a los joropo-surfistas. El joropop avanza significativamente en el 8 9 seguimos apoyándonos en Luis Britto García: El standard era la fórmula de laboratorio para «manipular la conducta de grandes conjuntos de la población» (ibidem). En Dialéctica del iluminismo (Adorno & Horkheimer 1944) los autores denuncian la manipulación que a través de los medios de difusión masiva realizaba el capitalismo para legitimar y multiplicar su lógica de mercado. En este trabajo los autores alemanes además explican de qué forma el publicista comienza a desplazar al artista como creador. El artista queda entonces relegado/a a la tarea de vendedor/a de una mercancía que debe ser comprada. PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II 496 CAP. XIII proceso de simplificación y enmascaramiento del concepto de música venezolana asumiendo ambos mecanismos en una sola formulación. La modificación tímbrica se realiza a partir de la incorporación de la batería, el bajo y la guitarra eléctricos y sintetizadores. No se realizan mayores cambios en las formas musicales y tanto el fraseo como los giros melódicos se mantiene dentro del standard del Pop de la época. Esta expresión fue sin lugar a dudas la máxima constatación de la decadencia de la cultura burguesa producida por la industria cultural del capitalismo. Una moda construida a partir de la simbología popular interferida por formas estereotipadas e industrialmente masificada. Insisto que tanto la simplificación como el enmascaramiento son acciones concretas de la modernidad que tienen como objetivo acabar con las identidades culturales tradicionales de los pueblos que históricamente han generado el sentido de lo común, la narrativa de la resistencia que rechaza el colonialismo y la colonialidad como estructuras de dominación. Salir de la colonialidad Iniciando el siglo XXI la Revolución Bolivariana se asume como un proyecto de liberación cultural donde «Las culturas populares constitutivas de la venezolanidad gozan de atención especial, reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas» (CRBV. 2009. Art.100). La Constitución Bolivariana plantea conceptos que obligan a mirar desde otra perspectiva los temas centrales de la sociedad venezolana. En lo que a cultura se refiere, marca una distancia importante con las doctrinas políticas del Nuevo ideal nacional y el Desarrollismo burgués adeco-copeyano. La cultura como un derecho del pueblo dista notablemente de la cultura como disfraz de la ideología-mercancía. La utopía planteada en nuestra constitución nacional nos llama a asumir un histórico proceso de descolonización que nos permita ver desde nosotras y nosotros mismos y comprender desde aquí lo que efectivamente es la venezolanidad. La Revolución Bolivariana como proyecto cultural ha visibilizado a las y los invisibles de nuestra historia, ha estimulado los poderes creadores del pueblo incidiendo muy positivamente en la creación musical, provocando una mirada acertada hacia lo que defiendo como concepto de música venezolana. Ciertamente la disputa por el modelo cultural produce conflictos que distraen la ruta hacia la utopía. La confusión entre cultura popular y cultura populista10 hace presentar, en una actividad donde se reivindica a la mujer venezolana como protagonista de nuestra gesta histórica por la emancipación, un joropop que la denigra reafirmando el patriarcado que históricamente la ha sometido. De la misma manera, se difunde con altísima intensidad una reformulación del espec10 Ya he dicho que la cultura popular es producida desde el lugar del oprimido, es decir, desde la periferia, desde la exterioridad -con «conciencia subjetiva de su función histórico-revolucionaria» (dussel 2006)-, con las éticas y estéticas despreciadas por el opresor. La cultura populista se viste de oprimido pero repite la lógica inercial de la colonialidad. Fidel Barbarito MÚSICA VENEZOLANA Y DESCOLONIZACIÓN 497 CAP. XIII táculo Retablo de las maravillas cuyo impacto en la constitución del imaginario de las generaciones más jóvenes todavía está por ser evaluado. Pero ya podemos prever una percepción distorsionada sobre la función social y la representación de las identidades del joropo llanero, puesto que la estructura comunicacional y los temas abordados en el espectáculo Corazón Llanero se vinculan con las estéticas del Nuevo ideal nacional y el Desarrollismo burgués adeco-copeyano, y no con el proyecto de liberación cultural propuesto en la Constitución Bolivariana. Esta rápida mirada al concepto de música venezolana nos ha permitido comprender que desde el siglo XVIII hasta nuestros días, la creación musical del pueblo venezolano sufre innumerables ocultamientos, simplificaciones y enmascaramientos, con evidentes objetivos políticos y mercantiles. Estas agresiones a la creación del pueblo responden a la lógica de dominación cultural que hemos identificado en el colonialismo y la colonialidad como mecanismos inherentes a la modernidad-occidental-capitalista-imperialista. La complejidad del tema obliga a desarrollar un conjunto de reflexiones que puedan brindar mayor lucidez en aspectos importantes que he obviado o por los que he debido pasar muy superficialmente. Las músicas que hemos creado como pueblo, no se repiten en ninguna otra parte, son nuestra entera responsabilidad. La reflexión sobre el género musical joropo, sus diversas manifestaciones tradicionales y sus distintas expresiones urbanizadas es sin duda un espacio nodal para comprender los mecanismos de dominación. Pero también para vislumbrar acciones que potencien el restablecimiento de la libertad de creación de hombres y mujeres interdependientes. La música venezolana es la música que debe acompañar nuestra lucha por la liberación cultural y un mundo más allá de la modernidad eurocentrada. BIBLIOGRAFÍA Acosta L (2006) Música y descolonización. Fundación el perro y la rana. Venezuela. Adorno T & M Horkheimer (1944) Dialéctica del iluminismo. https://www.marxists.org/ espanol/adorno/1944-il.htm Battaglini O (2014) El joropo. Evolución histórica desde el barroco hispano hasta nuestros días. Fundación Centro Nacional de Historia. Venezuela. Britto García L (1998) El joropop. Todo el mundo es Venezuela. Britto García L (2011) El imperio contracultural. Del rock a la postmodernidad. Fundarte. Venezuela. Colombres A (2014) Teoría transcultural de las artes visuales.. ICAIC-CNAC. Cuba-Venezuela Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 2009. Gaceta Oficial e Imprenta Nacional. Venezuela. Dussel E (2006) Filosofía de la cultura y la liberación. Universidad Autónoma de la ciudad de México. México. Gómez García Z & V Eli Rodríguez (1995) Música latinoamericana y caribeña. Cuba. Editorial Pueblo y Educación. Cuba. 498 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II Grosfoguel R (2006) La descolonización de la economía política y los estudios postcoloniales: transmodernidad, pensamiento fronterizo y colonialidad global. Tabula Rasa Revista de Humanidades N.4 enero-junio. http://www.redalyc.org/pdf/396/39600402.pdf Lengwinat K (2006) Parámetros para determinar un género. Revista Musical de Venezuela N.45. Fundación Vicente Emilio Sojo. Venezuela. Maldonado N (2009) El pensamiento Filosófico del «Giro Descolonizador» En: Dussel E, Mendieta E & C Bohorquez (eds.) El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y «latino» (1300-200): historia, corrientes, temas y filósofos. Editorial Siglo XXI. México. Pp 683-697. Montes A & H Busso (2007) Entrevista a Ramón Grosfoguel. POLIS. Revista Latinoamericana. https://polis.revues.org/4040 Palacios M (2006) Una mirada a las danzas de la Venezuela colonial a través de fuentes documentales de los siglos XVI, XVII, XVIII. Revista Musical de Venezuela N.45. Fundación Vicente Emilio Sojo. Venezuela. Pp 55-75. Pereira G (2001) Costado Indio. Biblioteca Ayacucho. Venezuela. Santos B de S (2010) Descolonizar el saber, reinventar el poder. Ediciones Trilce – Extensión Universitaria. Universidad de la República de Uruguay. 499 Sistematización de experiencia: unidad Curricular danza Creativa para niñas y niños Carmen Violeta Pérez Mendoza* Mi interés por crear piezas de danza para niños comenzó hace poco más de 25 años. Ya había iniciado mi enamoramiento hacia el teatro para niños en el Teatro Universitario para Niños El Chichón de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Los cuentos, canciones, poesías, personajes y vestuarios que me permitían acercarme al mundo de ternura de «esos locos bajitos» –como dice la canción de Serrat– se habían convertido en mi pasión. También me había deslumbrado por la poesía, fuerza y sutileza del movimiento corporal y de la danza. Pero hubo un momento mágico en el que comprendí que ambos mundos podían unirse en uno solo y convertirse en un espacio de creación donde la maravilla, la magia y los sueños fuesen la materia prima de un lenguaje que me permitiera comunicarme con los niños, sirviéndome de la amplitud y versatilidad que ofrece la danza contemporánea. Entonces comencé a crear pequeñas piezas, a jugar, a realizar experimentos. Empecé a encargarme de las coreografías de las obras del Chichón, e intenté usar otros códigos, quizás evitando movimientos y diseños convencionales que solían usarse en las coreografías de los musicales infantiles. Pero el mundo de la infancia terminó por embelesarme con la llegada de mi tres hijos, Matías, Tomás y Anahí. Cuidar del crecimiento emocional, espiritual y corporal de aquellas personitas, ver sus movimientos, sus juegos, sus miradas, me terminó de sumergir en el encanto del mundo de la niñez. Cada uno de ellos con sus sorpresas, con su chispa, con sus sueños y esperanzas aportaba algo a este multiverso que se abría ante mis ojos. Años más tarde, su ingreso al sistema escolar fue un gran impacto para mí. Observar cómo en nuestras escuelas el cuerpo, el arte y la poesía están casi ausentes. Comprobar que la razón y la lógica adulta se imponían. Percibir la existencia de una estética «infantilizada» y homogeneizada que no necesariamente es propia de los niños, es más bien surgida de la visión empalagosa de lo que creen los adultos que es la infancia. Todos estos elementos * Universidad Experimental de las Artes. Correo-e: carmenperez@unearte.edu.ve; carmenvioletap@gmail.com 500 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II me desconcertaban y contrastaban fuertemente con la magia, belleza y pureza que palpitaba en la vida mis niños. Estas grandes contradicciones –también palpables dentro de mí misma– me hicieron comprometer cada vez más con la investigación y creación de espacios más amorosos, lúdicos y poéticos para la infancia. Mi tránsito por el camino de la docencia de danza para niños en agrupaciones teatrales y otras instituciones, pero fundamentalmente en la Escuela Nacional de Danza ENDANZA, Caracas, en la cual me desempeñé como docente de Danza Creativa, me dio las experiencias y herramientas necesarias para poder asumir un visión acerca de la importancia de la corporalidad, del juego y de la creatividad en la infancia. De la misma manera, el proceso de gestación de la Universidad Experimental de las Artes significó una gran oportunidad para mí –así como para muchos artistas venezolanos– de profundizar, reflexionar y sistematizar mis procesos creativos y estrategias docentes. La oportunidad de encuentro con la diversidad del hacer en el arte ha sido invaluable para el enriquecimiento de mis experiencias artísticas. Creación de la Unidad Curricular Danza Creativa para Niñas y Niños I y II Específicamente en el ámbito de la creación para la infancia, se abrió una gran oportunidad de profundizar y de generar nuevos conocimientos y caminos en el trabajo simbólico cuando UNEARTE en el año 2015, abrió la Línea de Investigación «Arte y Cultura para la Infancia», a partir de la cual fuimos convocados varios docentes y artistas vinculados al tema de la niñez. La universidad nos solicitó generar unidades curriculares cuya temática fuese la infancia y las artes, desde la diversidad de disciplinas artísticas y desde los distintos procesos que se derivan de las mismas: la educación, la creación y la función social del arte. De este modo, fui invitada a redactar los programas sinóptico y analítico de la unidad curricular: Danza Creativa para Niñas y Niños, así como para la facilitación de la misma. Con el inicio del semestre 2015 II comencé a desarrollar la primera parte de esta nueva unidad curricular, sabiéndome parte de una nueva búsqueda en la UNEARTE. Se generaban, en nuestra universidad, espacios en los que se nos invitaba a reflexionar en torno a la infancia y a generar experiencias estéticas para la misma, ese sector de la población tan vulnerable y fundamental para alcanzar la sociedad más justa, igualitaria y solidaria que tanto anhelamos. Es necesario destacar un hecho histórico ocurrido en el año 2000, la entrada en vigencia de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes), pues en nuestro país comienza a generarse una nueva conciencia con relación a la infancia. Niños, niñas y jóvenes nunca más serán considerados «menores» –al menos desde el punto de vista legal– y se comienza a prestar especial atención a sus derechos Carmen Violeta Pérez Mendoza SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIA: UNIDAD CURRICULAR DANZA CREATIVA PARA NIÑAS Y NIÑOS fundamentales relativos a la salud, a la educación, la identidad, la alimentación, la familia, la vivienda, la recreación, entre otros. Derechos que se materializan, en gran medida, a través de la implementación de una serie de políticas públicas y la creación de organismos rectores y protectores como el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Sin embargo, en materia de derechos culturales y de producción de contenidos simbólicos para nuestras niñas y niños pareciera aun existir una especie de deuda en la que sigue marcando la pauta la óptica del adulto, la cual se orienta, casi siempre, hacia la banalización y comercialización de las necesidades simbólicas de la infancia; o al deseo de justificar socialmente las expresiones artísticas dedicadas a los niños cargándolas con gran cantidad de contenidos educativos, pues pareciera que la metáfora y la poesía, en sí mismas, no son necesarias para la niñez Necesitamos reunirnos, compartir y reflexionar sobre qué y cómo le hablamos a los niños desde el arte, con qué tono nos dirigimos a ellos, cuáles estéticas trabajamos. ¿Hemos ido más allá de los contenidos moralizantes y didácticos que siempre pretenden dejar un mensaje a nuestros niños y niñas; mensajes algunas veces necesarios y pertinentes, pero que poco tienen que ver con el vuelo creativo, con la imaginación creadora, con el imprescindible acercamiento a la poesía cotidiana de la vida? ¿Nos atrevemos a manejar la energía del amor –el verdadero amor, el que acepta, el que acoge, el que contacta– en nuestras producciones infantiles? ¿Estamos realmente dando ese espacio simbólico para nuestra infancia o simplemente estamos usando el arte como herramienta para transmitir contenidos informativos, racionales y repetidores de lógicas dominantes? Lógicas que parten de la idea de que todas las actividades y producciones dedicadas a la infancia deben ser útiles y funcionales a las exigencias de la sociedad capitalista y alcanzar el objetivo supremo de que los lleguen a la adultez (Prado 2013) con el fin de insertarlos en los procesos productivos. Por todo esto afirmo que es necesario que en nuestros espacios académicos también se discutan, visibilicen y generen propuestas artísticas para nuestros pequeños. Necesitamos procesos colectivos que conciban metodologías para la creación de contenidos estéticos dedicados a la niñez y sus diversas edades, que se asuma la premisa de que los niños y niñas son seres sensibles e inteligentes, seres sociales, profundos y poéticos, que merecen un arte que esté a su elevada altura y que potencie y atienda esa dimensión simbólica tan necesaria para cambiar este mundo y volverlo más amoroso y humano. Sin ánimo normativo ni reduccionista, me atrevería a afirmar que el arte para niños debe trabajar en cuatro sentidos. En primer lugar, validar a ese «otro» considerándolo dentro del espectro de creaciones e investigaciones artísticas, manteniendo una relación dialógica artista-espectador, asumiéndolo como interlocutor legítimo y desistiendo de considerarlo un consumidor de arte. (Agüero & Hernández 2014) En segundo lugar, potenciar esa sensibilidad e inteligencia de nuestros niños, valorar 501 CAP. XIII 502 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II su disposición para amar e imaginar, para ver y crear mundos posibles donde los adultos, generalmente, tenemos tropiezos. En tercer lugar, orientar nuestras investigaciones hacia la creación de nuevos imaginarios para la infancia, considerando aquellos que son propios de nuestra cultura popular y de nuestros creadores. Por último, trabajar en función de visibilizar las realidades que viven nuestros niños y resignificarlas con el giro sanador que se da en la conjunción de amor y arte, redimensionando las experiencias –muchas veces crueles– que vive nuestra infancia, transformándolas mediante la alquimia sagrada que crea estrellas donde solo hay cenizas. Sobre esto Judith de Bittencourt (2015) afirma: En los rudimentos del psiquismo los niños se encuentran con una brecha insoslayable entre la realidad interna poblada de deseos, de frustraciones, de temores y de ilusión, y la realidad externa abordada desde la desilusión. Y esta brecha […] se puede llenar con un espacio intermedio, que habita con otra lógica distinta y es una zona de tregua, de amortiguación, tiene algo de sujeto y de realidad circundante. Esta realidad de transición es el área donde ubicamos el arte, que comparte espacio con los sueños, con el juego y otras actividades culturales […], en esta zona se encuentra la metáfora, que está en el punto medio entre la pérdida y la recuperación. Quizás a través del arte podamos ayudar a sanar y a reconstruir la esperanza, esa en torno a la cual los niños tienen más certeza que nosotros mismos, de allí que ellos tengan mayor capacidad de recuperación en medio de las dificultades. Como dice Patricia Cebreiros, estudiante de la unidad curricular: «trabajar esa capacidad que tienen los niños de convertir espacios de dolor y de rabia, en espacios de liberación y de esperanza». Para lograr esto es fundamental escuchar a los niños, mirarlos, sentirlos, amarlos, imbuirnos de su sabiduría, agudeza y sensibilidad. Tarea que no es fácil, pues nosotros, inmersos en la lógica del mundo adulto, vamos perdiendo la capacidad de amar y soñar. ¿Cómo escuchar a los niños cuando estamos tan cargados de asuntos externos a nuestra alma? Creo que la clave está en conectarnos con nuestro niño interior, abrazarlo y arrullarlo para fortalecerlo. Rescatar nuestra capacidad de jugar, de ser libres y felices, restituir la conexión con el placer de vivir. Pensando en esto, elaboré los programas sinópticos y analíticos para que el proceso en Danza Creativa se desarrollara a lo largo de dos lapsos o semestres. La primera parte de la experiencia se orientó hacia la docencia, compartiendo y elaborando estrategias para el trabajo corporal creativo en el aula de clases, siempre partiendo de lo lúdico, del placer de moverse y explorar con el cuerpo, pues creo que deberíamos empezar a visibilizar la importancia de la alegría, del jugar y de la ternura en los procesos educativos (Heller 1998). Carmen Violeta Pérez Mendoza SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIA: UNIDAD CURRICULAR DANZA CREATIVA PARA NIÑAS Y NIÑOS Para el momento de la creación de la línea de investigación antes mencionada, la universidad nos solicitó generar un producto artístico para el público infantil surgido desde las unidades curriculares creadas. Planteé que no quería sentirme presionada a generar una pieza para niños de manera inmediata. Para mí era esencial, al inicio, apuntar hacia los aspectos pedagógicos de la Danza Creativa, así nos daríamos la oportunidad de profundizar en el proceso y vivir los tiempos del juego y de la exploración, más adelante vendría el resultado. Fue así como en la primera parte de nuestra experiencia nos dedicamos a experimentar y a jugar mucho. Se trataba de juegos creativos en los que se daban consignas de movimiento que invitaban a buscar múltiples maneras, rutas y salidas ante la instrucción verbal que se transmitía, (López Frías 1999). Esta experiencia con el juego fue determinante para la conexión con el niño interior de los estudiantes y su consiguiente florecimiento. Los recuerdos de la infancia, el fluir de las emociones, la confrontación ante retos y la carga simbólica derivada de tales experiencias, eran parte esencial de nuestro quehacer cotidiano. Este trabajo lúdico resultó en una práctica corporal que, a lo largo del semestre, se desarrolló en tres áreas: • Exploración con el cuerpo y el movimiento basada en calentamientos creativos y juegos-improvisaciones a partir de consignas verbales (Kesselman 1994). • Exploración del cuerpo, el movimiento y los sentidos y construcción de un diálogo con la memoria de la niñez. • Exploración con objetos y materiales, simbolismo del juego y los objetos (Pérez 2007). Paralelamente a este proceso también desarrollamos un trabajo teórico que comprendió tres grandes áreas: • La creatividad y sus conceptos, estrategias docentes para su desarrollo en ambientes educativos (López Frías 1999). • Etapas del desarrollo del juego en el niño (Hernández 2002). • La creatividad motriz o corporal (Cenizo y Fernández 2004). Como parte del proceso de investigación y de evaluación en esta primera fase de la unidad curricular se pidió a los estudiantes que generasen tres propuestas a lo largo del semestre: 503 CAP. XIII 504 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II • Calentamiento creativo: un juego de preparación y movilización de sus cuerpos pero sobre todo de apertura hacia las múltiples posibilidades de movimiento y hacia un ambiente de distensión afectiva (Pérez 2007). • Juego-improvisación: un planteamiento creativo de investigación con el cuerpo y el movimiento desde el juego, con aceptación de la diversidad y desde el placer de moverse. • Una idea de propuesta escénica creativa pensada para la infancia. Llevando la práctica a una reflexión en torno a los materiales teóricos que nos servían de guía y traduciendo los mismos en un ejercicio consciente y de constante creación, fuimos construyendo una propuesta que serviría de base para el momento de encuentro con los grupos de niños y niñas en los espacios de enseñanza y aprendizaje. La experiencia, sin embargo, no estaba completa, pues nos planteábamos también que de ella surgiera una producción escénica de danza donde se abordaran temas de interés para la infancia que reflejaran sus realidades, conflictos, sueños y esperanzas. Desde esta motivación creé la segunda etapa de esta propuesta. Al iniciar el proceso, hicimos un grupo de trabajo en el que cada uno pudo expresar sus necesidades e intereses en lo relativo a la creación para niños. Realizamos discusiones que giraban en torno a las realidades de los niños y niñas, partiendo de lo que observamos en aquellos cercanos a nuestro entorno familiar y a nuestras comunidades, pero también acudiendo a los recuerdos de infancia de los participantes, con lo que volvíamos a conectar con el niño interior. En estas discusiones no eludimos temas difíciles. Nos abrimos a la posibilidad de que nuestro trabajo fuese dulce y amoroso, «el teatro para los más chicos debe ser como una caricia» (Dante 2015), al tiempo que se estimulase la confrontación con sus propios conflictos, «los niños no quieren ser protegidos en el teatro. Porque ellos necesitan sentir que son tomados en serio cuando el juego escénico hace visibles y reales sus propias malas experiencias.» (Schneider s. f.). A partir de esas discusiones, se abordaron cinco temas planteados por el curso: violencia intrafamiliar, propuesto por Louisiana Ojeda; los dones, la magia y la poesía en la infancia, a pesar de la lógica adulta, por parte de Yerlin Tovar; los movimientos mecánicos de la escuela y el amor como liberación, por Heber Cadenas; el egoísmo como expresión de soledad en la infancia trabajado por Gleydis Gavidia y el maltrato infantil, propuesto por Saudi Cerinza. Una vez definidos estos temas planteé un trabajo práctico dedicado a la exploración, improvisación y composición de los cinco solos-historias y un trabajo teórico que daría soporte conceptual a nuestra creación. Asumimos que cada historia-coreografía fuese el resultado de un proceso creativo de cada uno de los estudiantes, los cuales serían acompañados y tutoreados Carmen Violeta Pérez Mendoza SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIA: UNIDAD CURRICULAR DANZA CREATIVA PARA NIÑAS Y NIÑOS por mi persona, con lo cual vivimos un proceso de cocreación. Queríamos utilizar las herramientas creativas trabajadas en la primera etapa de la unidad curricular, tanto en el ámbito de exploración e improvisación, como en el conceptual, pues la previa comprensión de la naturaleza de los procesos creativos, nos guio en el desarrollo de nuestro recorrido y, así mismo, la comprensión de los aspectos psico-socio-afectivos en el crecimiento y desarrollo de los niños nos dio un sustrato teórico a la hora de trabajar. Aun cuando cada solo se trabajaría como un proceso creativo individual de cada estudiante, acordamos que ellos estarían conectados y aportando al discurso global de la propuesta, partiendo de una visión del niño como un ser complejo, en contacto con el aquí y el ahora, digno de ser escuchado y atendido por esta sociedad, cuyas vivencias, deseos y expresiones tienen un valor intrínseco más allá de la lógica adulta. Para desarrollar el trabajo teórico y reflexivo, dividimos nuestras tareas en tres vertientes: la lectura de materiales referidos a las artes escénicas para niñas y niños, entre los que destaco el análisis y puesta en práctica de los conceptos de Participación Controlada, Comunicación Afectiva e Improvisación Creativa (Carías 2013). Por otro lado, el desarrollo de una bitácora del proceso de creación de las piezas de cada estudiante, teniendo como punto de partida las Etapas del Proceso Creativo en Danza (Kalmar 2005). Los estudiantes debían hacer entregas periódicas, avances escritos del desarrollo de su proceso creativo. Aun cuando esta bitácora no fue entregada en todos los casos, aquellos estudiantes que sí la elaboraron pudieron concientizar algunos elementos limitantes como miedos, bloqueos, necesidad de ser aceptados; así mismo, brotaron aspectos liberadores ligados a la intuición, la ternura, el placer y el juego. Por último, los estudiantes debían realizar un registro de observación de niños y niñas de su entorno: semanalmente, debían entregar reportes de su interacción e indagación relativas a las formas expresivas y de relación con la infancia, como una manera de acceder a su mundo y de facilitar la incorporación de códigos en la propuesta creativa, centrando su atención en: movimientos, verbalizaciones, gestos y juegos –utilizando el criterio de las etapas del desarrollo del juego en el niño según Piaget (1983)–. Paralelamente al trabajo reflexivo y conceptual que íbamos generando desde el recurso del aula virtual, también nos adentramos en el proceso de desarrollo de creación de la pieza, en la cual decidimos trabajar, además de en los solos anteriormente mencionados, en juegos de movimiento que mantuviesen vivo el espíritu lúdico del grupo. Acordamos que para cada encuentro debíamos transitar tres etapas: un breve calentamiento o activación corporal individual; un ejercicio de juego-improvisación, el cual debía ser desarrollado en colectivo, para abrir la mente y el cuerpo, a las infinitas posibilidades de expresión y movimiento. Por último, nos enfocamos en el trabajo exploratorio y de composición del solo, volvíamos al trabajo individual y, simultáneamente, los cinco estudiantes 505 CAP. XIII 506 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II desarrollaban su propia búsqueda a través de la exploración con movimientos, situaciones u objetos. El acompañamiento a los procesos creativos que realicé como docente varió según las necesidades de cada estudiante: en unos casos ofrecí orientación en lo referente a la creación de movimientos y al desarrollo del discurso escénico desde la narrativa del cuerpo. En otros casos apoyé en lo referente al concepto o idea planteada en la pieza respecto a los mensajes que se derivaban y los referentes de las acciones, situaciones y personajes en nuestra realidad. En otros casos, me dediqué a la dirección de la interpretación escénica: gestualidad, expresividad, ritmo escénico, y otros aspectos relativos a la misma. A partir de este montaje surgió la pieza Sacapiojos, alegrías y desconsuelos, una obra de danza creada para nuestras niñas y niños en la que, además, hicimos un trabajo multidisciplinario integrando a otras estudiantes de nuestra casa de estudios (María Moreno y Karla Ruíz como productoras, Mariana González Pérez como ilustradora), así como profesores que aportaron desde sus procesos docentes y de investigación (Diana Tovar, Mariela Vázquez, Lina Olmos, Arnovi Parra. La ternura, una investigación urgente A partir de todas las experiencias artísticas y docentes con Danza Creativa para Niñas y Niños I y II, y de la Muestra Académica de esta última: la pieza de danza Sacapiojos… descubrí la ternura como una necesidad afectiva, política, social, académica, no solo respecto a los niños y niñas, pues el mundo adulto está también ávido de la misma, así como nuestro planeta. Fue tanta la sensibilización hacia el tema a lo largo de este proceso que en el volante que sirvió para difundir la muestra, acuñamos el lema: «Por el derecho a la ternura». Comprendí que la ternura genera un espacio simbólico de vitalidad y de conexión afectiva con el mundo que hace falta para desarrollar los procesos políticos y sociales, para que se den en paz, con justicia y humanismo. La ternura implica un reconocimiento del otro, de la diversidad, de la coexistencia en la diferencia (Restrepo 2010), de la disposición a contactar afectivamente con los otros en el aquí y el ahora. También procura una atención de lo sutil, de lo pequeño e imperceptible dentro de los valores materialistas de nuestra sociedad. Lamentablemente, la ternura se destierra de nuestras vidas a medida que nos acercamos a la adultez, pues se nos imponen las exigencias y rutinas del individualismo por encima de los valores de la esencia humana. Por ello considero vital generar procesos de investigación y creación en torno a este fértil y necesario tema. La UNEARTE, como espacio académico, debe abrirse a la ternura dada su importancia y repercusión tanto en nuestra vida cotidiana como en el ámbito de lo social. Ahora comprendo que los procesos que llevamos adelante en Danza Creativa para Niñas y Niños nutren y son parte de esta investigación. Carmen Violeta Pérez Mendoza SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIA: UNIDAD CURRICULAR DANZA CREATIVA PARA NIÑAS Y NIÑOS Diversos investigadores en Latinoamérica han desarrollado el tema (Ricardo Romero en Venezuela, Luis Carlos Restrepo en Colombia, Lidia Turner en Cuba) y lo declaran como un derecho, tal como nosotros también hicimos con Sacapiojos… sin saber que ya había quienes lo incluían dentro de sus inquietudes. Así lo expresa Ricardo Romero (2016) en su propuesta de la Dialéctica de la Ternura: Frente a la decadencia del mundo nuestra respuesta debe ser la ternura, no podemos combatir la violencia con más violencia […] debemos constituir un Ejército de la ternura, en el cual nuestro Estado Mayor, nuestros generales deben ser los niños.1 Basándome en estas ideas, propongo resignificar la vida y retomar el camino del ser en ternura, dándole espacio a la misma, de manera consciente, en nuestra vida cotidiana. Se hace necesario el desarrollo de investigaciones en el área que permitan comprender las rutas para retornar a ese estado de ser tiernos. Sin duda, nuestros referentes para ello deben ser los niños pues la ternura requiere de tiempos y espacios que ellos conocen bien, distintos a los que vivimos en la cotidianidad adulta: el tiempo del reloj, del afuera, de la automatización. Los niños, maestros de la ternura, transitan por sus experiencias profundamente conectados con el aquí y el ahora, manteniendo siempre un deseo de aprehender el mundo desde el alma (Bittencourt 2015). Viven el tiempo de los encuentros, la apertura hacia la sutileza, el tiempo corporeizado, el espacio de las líneas curvas, el espacio de la proximidad y de la calidez, el tiempo de la ensoñación y la contemplación (Xavier 2014). Contrariamente a la creencia de que la ternura implica un exceso de dulzura que nos desconecta del entorno, la misma tiene que ver con los valores intrínsecos del ser arraigados en la realidad y en el tiempo presente. También habita y nutre los territorios de la imaginación y de la esperanza. No podemos negar la necesidad de ambas en estos tiempos de convulsión, cambios y fragmentación de referentes. Vigotsky (2014) afirma que la imaginación creadora solo se construye a partir de las experiencias de la realidad, entonces, propongo que nos aboquemos a que nuestra realidad esté impregnada de ternura, de manera que seamos capaces de activar la imaginación que nos lleve a crear la esperanza de mundos nuevos, tal vez más amorosos y humanos. Desde esta óptica de la ternura y con base en las experiencias vividas a lo largo de las presentaciones de Sacapiojos alegrías y desconsuelos, he observado: una gran necesidad, por parte de nuestros niños y niñas, de ser tocados físicamente, de ser mirados, de ser reconocidos. Restrepo (2010) afirma que la ternura se vive fundamentalmente en el tacto y en el olfato. Noté también, una gran conexión afectiva por parte de los pequeños con la representación de sus experiencias en escena, una urgencia de resolver el conflicto, de superarlo simbólicamente. Adicionalmente, percibí un enorme deseo por parte de los niños de participar, bailar, levantarse del 1 ideas expresadas por romero en encuentro con los estudiantes de la UC. UNEArtE, noviembre 2016 507 CAP. XIII 508 CAP. XIII PENSAR DESDE EL SUR VENEZUELA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES: INTERPELACIONES Y HORIZONTES TOMO II asiento y moverse en conexión con los otros, unas enormes ganas de hacer. Así mismo, fue notorio el desarrollo de una especie de «relación afectiva transitoria» entre los niños y los bailarines. A lo largo de la pieza, durante las improvisaciones inter-solos, los bailarines abandonaban el espacio escénico y desplegaban un acercamiento respetuoso y afectivo con los niños que consistían en jugar a enviarles besos, «tocándolos» como si fueran un piano, haciendo el espejo, quitándoles y luego devolviéndoles objetos imaginarios. El resultado fue que, una vez terminada la pieza, cuando los intérpretes bajaban a saludar al público y bailaban con él en son de despedida, los niños, en su gran mayoría, estaban de brazos abiertos, dispuestos a danzar, y a abrazar a los miembros del elenco, tal como si estos fuesen parte de su familia. Como último aspecto a mencionar entre mis observaciones, destaco una gran alegría y satisfacción por parte de los creadores-intérpretes proveniente del hecho de bailar para y con los niños. Los bailarines refieren un gran deseo de jugar con ellos, de repetir innumerables veces las funciones para dar y recibir la energía del encuentro, para sentir y vivir la ternura. Danzar para este público específico ha sido un gran descubrimiento para ellos, puesto que las niñas y niños suelen ser muy sinceros en la expresión de sus opiniones respecto a la obra: dejan ver de manera clara y directa tanto el disgusto como la aceptación y agradecimiento por lo realizado en escena. A su vez, los bailarines se sienten agradecidos y revitalizados al momento de recibir de manera generosa el amor y la energía de los niños. Para concluir de una manera propositiva me permito plantear la necesidad de continuar cultivando el arte y cultura para la infancia en nuestra universidad. Crear una cátedra libre vinculada a la línea de investigación recientemente abierta. Apoyar y difundir este espacio para que de allí surjan propuestas concretas con relación a procesos de creación en el arte dedicado a la infancia, a metodologías y procesos educativos desde el arte. Generar, desde UNEARTE, jornadas de encuentro de creadores, festivales de artes escénicas dedicados a niñas y niños orientados hacia el tema de la ternura, convocatorias para estimular a creadores de distintas disciplinas a dedicar sus esfuerzos a nuestros pequeños. Diseñar un Programa Nacional de Formación centrado en el arte y la infancia pues, como ya hemos visto a lo largo de esta ponencia, hacer arte para el público infantil implica especificidades que deben ser estudiadas y atendidas en nuestros espacios académicos, en vista de la importancia que tienen nuestras niñas y niños en la construcción de la nueva sociedad que aspiramos. Que vengan los músicos con canciones de cuna; los poetas y sus arrullos; los artistas plásticos que se acerquen con sus juguetes, formas y colores; que vengan los actores y nos hagan revivir nuestros personajes y comprenderlos; los bailarines, que nos sirvan de puente corporal de ternura con la infancia. Habitemos ese espacio transicional del que habla Bittencourt (2015), construyamos ese lugar de los sueños, de la metáfora amorosa y sanadora que tanto urge a nuestros niños... y a nosotros mismos. Carmen Violeta Pérez Mendoza SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIA: UNIDAD CURRICULAR DANZA CREATIVA PARA NIÑAS Y NIÑOS BIBLIOGRAFÍA Agüero J & A Hernández (2014) Teatro para los primeros años - Experiencia de la Compañía Teatro al Vacío. I Congreso Iberoamericano de Teatro Infantil y Juvenil «Teatro y Educación». Ciudad de México. http://oei.org/documentos/Memoria_teatro.pdf. (Consultado el 22-X-2016) Bittencourt J (2015) Entrevista publicada en Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=78ReyfbEh5U. (Consultado el 3-XI-2016) Carías A (2013) Chichones en mi cabeza. Editorial Fundación para la Cultura y las Artes. Caracas, Venezuela. Cenizo J & J Fernández (2004) EL desarrollo de la creatividad motriz como necesidad educativa. Revista Digital Escuela Abierta. Disponible en: http://mail.quadernsdigitals. net/datos_web/hemeroteca/r_62/nr_673/a_9067/9067.pdf (Consultado el 17-IX-2015) Dante A (2015) Entrevista publicada en Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wrD7gUBlQXo. 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Ramírez Lasso Análisis de sistemas-mundo: para una genealogía del planteo wallersteniano Leonardo Bracamonte De la gubernamentalidad del Estado territorial al espacio fronterizo colombo-venezolano Belín Vázquez La música y los instrumentos musicales en el proceso endoculturativo de la sociedad wayúu: visión antropolingüística de los relatos cantados: el jayechi Lizardo Domínguez Méndez Injerencia de los Estados Unidos en Latinoamérica: relaciones internacionales a partir de Donald Trump y el futuro del Estado-Nación, la soberanía y la independencia de los pueblos del mundo Gerson Gómez Acosta Reconfiguración de políticas agrarias desde la soberanía alimentaria: Impacto del financiamiento público en la producción agrícola en Venezuela 2003-2014 John Dávila y Carla Chacón Formas de organización del poder popular y nueva institucionalidad agraria: tensiones y acuerdos por la soberanía alimentaria en Venezuela Herman Nieto Construcción colectiva del núcleo académico «Pedagogía social y poder popular» ¡Un proyecto de transformación y cambios sociales! Luis García Nuevas subjetividades Gioconda Espina El derecho internacional privado venezolano en el marco de la evolución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) Francisco González Organizaciones sociales y agricultura. Análisis de indicadores socioproductivos en el marco de la soberanía alimentaria Carla Chacón y John Dávila Ficción, crítica y teoría. Consideraciones sobre la noción de ficción crítica Anja Tropschuh, Eleonora Cróquer Pedrón y Claudia Hammerschmidt Discursos e imaginarios en juego para comunas investigativas interesadas en los sujetos o movimientos sociales de las juventudes Elisabel Rubiano Nuevos horizontes del feminismo: arqueología de los rasgos identitarios de los movimientos sociales de mujeres latinoamericanas Mitzy Flores Estrategias de producción de sistemas de representación de las identidades populares Oscar Ernesto Vásquez Coraspe La experiencia de L@s Otr@s: agencia colectiva y producción de mundos Inés Pérez-Wilke La comunalización del poder: apuntes desde prácticas colectivas de producción de conocimiento Johanna Marianny Alves El público y el espacio. 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