‘Playa Juan de Dios’ belleza del Pacífico vallecaucano

Playa Juan de Dios belleza del Pacífico vallecaucano

Playa Juan de Dios, Coqueros y Dorada tienen un color entre blanco y amarillo, diferente al del Pacífico bonaverense

«Son cosas desconocidas de mi Dios», dice Moncho, que vive hace 30 años en Chucheros, un caserío con playa que queda a una hora de Juan de Dios.

Turismo ecológico

Juan de Dios hace parte de la Reserva Natural de la Sierpe y está dentro de Bahía Málaga, que es un Parque Nacional. Para tener una idea de ubicación, está justo al frente de Juanchaco.

El uso turístico de la misma empezó en 2005, cuando se inició la limpieza de la playa de la inimaginable cantidad de residuos que trae el mar.

Y para mantener ese carácter agreste, la visita tiene connotación de turismo amigable con el entorno.

Así que quienes van deben tener claro que allí no hay energía eléctrica, hay señal de celular pero no hay cómo cargar baterías, se duerme en bohíos (hechos con la madera que el mismo mar trajo) y en camas rústicas con toldillo. Hay baño comunal, el restaurante tiene horarios para servir la comida, no hay servicio a la habitación y predominan las letrinas, aunque hay un solo baño con agua en la zona social.

Arena blanca

La playa Juan de Dios, a la que se llega gracias al servicio de transporte marítimo Bahía Mar, es de arena blanca, rodeada de manglares donde se puede hacer kayak para luego salir al mar.

Hablando del mar, es relativamente tranquilo y la temperatura del agua es agradable. También puedes caminar para dirigirte a las otras playas.

Una de ellas es Playa Dorada, a media hora de camino, de arena gruesa y amarilla, cuyo mar es un poco más picado, así que es necesario tener cuidado allí.

Diversidad de playas

Otra playa cercana, a media hora también de camino es Coqueros, que es parecida a Juan de Dios, tiene arena blanca. Y a hora y media caminando por el bosque se puede llegar al caserío La Loma (donde hay energía gracias a las plantas de gasolina) y luego a Chucheros, una playa de arena negra como las demás en el Pacífico.

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Para hacer estos recorridos buscando las otras playas se recomienda ir en tenis o botas pantaneras, buso de manga larga y pantalón largo, por lo espeso del bosque y por la presencia de bichos que pican.

Este es un sitio que recomiendo para desconectarse del mundo, para descansar, para vivir la naturaleza en su esplendor.

¿Cómo llegar?

Se llega al muelle turístico de Buenaventura y tomas una lancha de Bahía Mar, que te deja en Juan de Dios. Los horarios son 8:00 a.m., 10:00 a.m., 1:00 p.m. y 4:00 p.m. Se recomienda estar 40 minutos antes en la oficina del muelle.

Es más o menos una hora en lancha, que puede hacer paradas previas a sectores como La Bocana y Piangüita.

Recomiendo que llegues con el vestido de baño puesto y ropa cómoda, porque no hay muelle, en Juan de Dios te recibe el mar.

La gente encargada del hospedaje te ayuda con tus cosas, te indican las reglas del lugar y te dejan en el sitio donde vas a pernoctar.

El sitio tiene bohíos de acomodación múltiple y dos para pareja, por si vienes en plan de romance, que están un tanto alejados de la zona social, con el objetivo de que tengan privacidad.

Recuerda que este paraíso no tiene servicio de recolección de basuras. Así que te vas con tus residuos (botellas, empaques de comida, etc.).

¿Qué llevar?

● Repelente, fundamental, porque hay mucho mosquito.
● Bloqueador y/o bronceador
● Ropa cómoda, prendas de manga larga para las caminatas en el bosque, ojalá incluyas gorra y gafas de sol.
● Tenis o botas pantaneras.
● Linterna, velas y encendedor.
● Mecato si quieres comer algo por fuera de las comidas, porque no hay tienda disponible, a menos que camines la hora y media hasta el caserío La Loma.
● Agua potable.
● Chaqueta o capa impermeable
● Implementos de aseo personal
● Toalla
● No permiten mascotas. Allá hay dos perros.