Coria, una ciudad con encanto que podría parecer un pueblo debido a su tamaño, que no supera los 13.000 habitantes. Pero, sin duda, su pequeña dimensión no es un impedimento para que esta ciudad monumental se destaque por su patrimonio conservado de manera exquisita. Aquí encontrarás los principales monumentos que se pueden hallar en una gran ciudad, pero de forma concentrada.
Uno de los ejemplos más significativos del patrimonio cuidado de Coria es el estado impecable de sus murallas de origen romano, las cuales protegen al casco histórico de la ciudad, y el majestuoso castillo construido en el siglo XV. Además, Coria alberga un impresionante patrimonio religioso, siendo la Catedral de Santa María de la Asunción uno de los monumentos más destacados de la ciudad, de estilo gótico y con una impresionante riqueza artística en su interior. El Palacio Episcopal del siglo XVII y el Museo Catedralicio son otras visitas imperdibles para los amantes del arte sacro.
En la ciudad de Coria también se pueden encontrar otros monumentos de gran importancia histórica y arquitectónica, como la Cárcel, que data del siglo XVIII, el Palacio de los Duques de Alba del siglo XVI, que se caracteriza por su sobriedad y elegancia, o el Antiguo Consistorio, un edificio de estilo renacentista con una impresionante fachada y un interior lleno de detalles arquitectónicos de gran valor.
Coria es una ciudad con una riqueza patrimonial excepcional, donde se respira historia en cada rincón. Un lugar perfecto para los amantes de la arquitectura, la cultura y el arte, que pueden disfrutar de todos sus monumentos y descubrir la huella que dejaron las diferentes culturas que han pasado por esta ciudad a lo largo de los siglos.
Qué ver en Coria
|1| Casco Histórico
La Ciudad de Coria, ubicada en una fértil llanura extremeña, es una joya histórica que atesora un legado milenario de culturas y civilizaciones. Con más de dos mil años de historia ininterrumpida, esta ciudad señorial y episcopal es un testimonio vivo de la huella que dejaron en ella los distintos pueblos que la habitaron a lo largo de los siglos.
Su coqueto Casco Histórico, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, es uno de los núcleos más antiguos de toda España, y en él se pueden encontrar símbolos inequívocos de su rica historia, como la estructura arcaica de su trazado, sus tradiciones, y los distintos episodios que marcaron la historia del municipio.
Pasear por las silenciosas callejuelas, plazas y plazuelas de Coria es adentrarse en un viaje en el tiempo, donde se pueden descubrir las huellas dejadas por los vettones, romanos, visigodos, árabes, judíos y cristianos que se asentaron en esta tierra de vega. El Conjunto Monumental que atesora la ciudad, con su legado episcopal y nobiliario, es un fiel reflejo de su patrimonio cultural y civilizatorio.
Coria es una ciudad que enamora a quien se adentra en ella, y que invita a descubrir su riqueza patrimonial y su historia milenaria a través de sus calles empedradas, sus iglesias y catedrales, sus palacios y murallas. Una experiencia única que no dejará indiferente a nadie.
|2| Murallas romanas (S. I)
La ciudad de Coria, ubicada en la fértil Extremadura, es un tesoro de la historia y la cultura que se remonta a más de dos milenios. En ella, las huellas de los diferentes pueblos que se asentaron a lo largo de los años han quedado impresas en cada uno de los rincones de su coqueto casco histórico, convirtiéndola en uno de los núcleos más antiguos de toda España. De hecho, su importancia histórica se puede apreciar en sus imponentes fortificaciones militares, construidas durante el Alto Imperio Romano en el siglo I.
Estas defensas, declaradas Monumento Histórico-Artístico Nacional el 3 de junio de 1931, son un claro testimonio del papel estratégico que jugó la ciudad en aquel entonces. El trazado de la fortificación presenta la forma de un trapecio irregular, delimitado por sólidos muros de sillería granítica aparejada, siguiendo el tradicional sistema de soga y tizón. Estos muros están reforzados internamente por una gruesa capa de hormigón de unos tres metros de espesor, lo que les otorga una gran solidez.
El perímetro total de la muralla es de 1065 metros y cuenta con veintitrés potentes torres cuadradas o cubos, espaciados cada 20 o 30 metros, que rodean la ciudad. La altura de los muros oscila entre los 10 y los 14 metros, mientras que su anchura, que llega a superar los 4 metros en algunos tramos, se adapta a los desniveles topográficos del entorno.
Para acceder al interior de la ciudad, es necesario cruzar cuatro enormes portones de ingreso, también conocidos como puertas. La Puerta de San Pedro o del Sol, situada al norte, data del siglo I, al igual que la Puerta de la Guía o de la Ciudad, ubicada en el suroeste. Por su parte, la Puerta de San Francisco o del Rollo, que se encuentra en el noroeste, fue construida en el siglo XVI, al igual que la Puerta del Carmen o Nueva, situada en el este.
Las mejor conservadas de Europa
A pesar de las alteraciones que han sufrido a lo largo de los años, las Murallas Romanas de Coria son unas de las mejor conservadas de Europa y una auténtica maravilla arquitectónica. Un paseo por el interior de la ciudad intramuros, con su trazado irregular medieval, nos permite adentrarnos en la historia de la ciudad y descubrir sus tradiciones y episodios bélicos. En definitiva, se trata de una visita obligada para todos aquellos que quieran conocer la historia y la cultura de una de las ciudades más antiguas de España.
|3| Catedral de Santa María de la Asunción (S. XV-XVIII)
La Catedral de Coria, una joya del arte y la historia, es uno de los tesoros más valiosos de Extremadura. Su construcción se inició a finales del siglo XV y se extendió durante siglos, dando lugar a una interesante combinación de estilos arquitectónicos que la convierten en una auténtica obra de arte. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional el 6 de junio de 1931, en reconocimiento a su gran valor histórico, artístico y religioso.
Este majestuoso templo, ubicado al sur de la ciudad, se erige sobre los restos de antiguas basílicas visigoda y románica y sobre el lienzo meridional de la antigua Muralla Romana. Su fachada principal, de estilo gótico-plateresco con añadidos barrocos, es impresionante y deja al espectador sin aliento. En su interior, la catedral presenta una planta rectangular tipo salón y un estrecho crucero. Bajo sus bóvedas de crucería estrellada, se encuentra su pasado más ferviente, que se combina con el conjunto de dependencias catedralicias, como su torre-campanario, salas, capillas y claustro. Este último alberga el Museo de Arte Sacro, que contiene una valiosa colección de obras de arte, documentos y objetos religiosos. Sin duda, la pieza más destacada es el Sagrado Mantel de la Última Cena, una auténtica obra maestra que se encuentra en este impresionante monumento.
La Catedral de Coria es un verdadero símbolo de la riqueza espiritual, cultural y artística de la región de Extremadura. A través de los siglos, ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos y ha sobrevivido a las vicisitudes de la historia. Su belleza y su valor como patrimonio cultural son incalculables, lo que la convierte en un destino imprescindible para aquellos que quieren conocer la historia y la cultura de esta región española.
|4| Castillo de los Duques de Alba (S. XV)
El Castillo de Coria, considerado como un símbolo de poder y dominio señorial, es un monumento histórico-cultural de gran importancia en la Ciudad de Coria. Su declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 1988 vino a reconocer su valor como testigo de la historia y el patrimonio de la región.
Este impresionante castillo, el primero de los testimonios conservados del dominio señorial en la ciudad, presenta una elegante Torre del Homenaje. Fue diseñada por el arquitecto Juan Carrera en el siglo XV por mandato del Duque de Alba y primer Marqués de Coria, D. García Álvarez de Toledo. Se trata de una obra de ingeniería militar ubicada al noroeste de la muralla romana y sobre otra fortificación anterior acometida por los Templarios en el siglo XII.
La torre se caracteriza por su planta con forma de pentágono irregular y su fábrica realizada en sillería granítica perfectamente labrada y escuadrada. Junto a ella, encontramos el popularmente conocido como «Castillejo». Un pequeño cuerpo almenado intramuros que cuenta con una puerta en recodo de entrada, un puente levadizo, una torre casamata circular y un enorme foso trazado por Tomás Bretón en 1473.
Rematando todo el conjunto fortificado, podemos admirar una magnífica cornisa corrida de bolas o pomas alojadas en arquillos ciegos sobre canes, que rodea todo el perímetro de las almenas de estilo gótico final o isabelino. En definitiva, una obra maestra de la ingeniería militar que ha resistido el paso del tiempo y que es admirada por locales y visitantes.
|5| Convento de la Madre de Dios en Coria (S. XVI-XVII)
El Convento de la Madre de Dios, situado en el corazón de la Ciudad, es un remanso de paz y espiritualidad que irradia su historia y su patrimonio. Fundado por las Franciscanas Observantes de la Tercera Orden Regular en el siglo XIII. Es un testimonio de la presencia religiosa femenina en la vida ciudadana. Su aspecto actual data probablemente de finales del siglo XV. Y se puede apreciar su sencillez y solidez en los gruesos muros de mampostería que rodean su perímetro.
La iglesia, que es el elemento más destacado del convento, tiene una magnífica portada gótica, que es una auténtica joya arquitectónica. El interior de la iglesia es de planta rectangular y está abovedado con bóvedas de aristas. En su interior se pueden admirar tres retablos barrocos del siglo XVIII que son una auténtica obra de arte.
El claustro, que es de estilo gótico-renacentista, es una auténtica maravilla. De factura mudéjar y construido a principios del siglo XVI. Cuenta con un decorativo pavimento de finos rollos de río que es el tesoro más preciado de este espacio conventual. Es un lugar tranquilo y sereno que invita a la reflexión y al recogimiento.
Pero, sin duda, uno de los mayores atractivos de este convento son los exquisitos dulces artesanales que elaboran las religiosas. La comunidad es famosa por su buen hacer en la cocina religiosa y por la calidad de sus productos. Sus dulces son un auténtico placer para el paladar. Y sus recetas, que se han transmitido de generación en generación, son un tesoro que merece la pena conservar.
Coria, una ciudad con encanto y patrimonio exquisitamente conservado
Hay varias razones por las que deberías realizar una visita turística a Coria en Cáceres. Historia y Patrimonio: Coria es una ciudad con una rica historia y patrimonio cultural, desde su pasado romano hasta su legado religioso y señorial. En su casco histórico, podrás encontrar monumentos y edificios emblemáticos.
Naturaleza y paisajes: Coria se encuentra en un entorno natural privilegiado, rodeada por la Sierra de Gata y el río Alagón. Podrás disfrutar de rutas de senderismo, parajes naturales y vistas panorámicas impresionantes. Además de su gastronomía. Es una fusión de la cocina tradicional extremeña con la cocina serrana. Ofreciendo una amplia variedad de platos típicos como el cordero segureño, la torta del casar, el jamón ibérico y el vino de la tierra.
No podemos olvidarnos de la hospitalidad y calidad de vida. Los habitantes de Coria son conocidos por su hospitalidad y amabilidad, lo que convierte a la ciudad en un destino turístico acogedor y seguro. Además, Coria es una ciudad tranquila y con una elevada calidad de vida, lo que la convierte en un lugar ideal para descansar y relajarse.
