El segundo volcán más activo que hizo erupción hace 820 años,  tapó su cráter con una montaña a manera de corcho de botella de champán, para mantenerse en estado latente y permitir que sea descubierto y ascendido a su cumbre o domo o descender a las estalagmitas que ha generado a través del tiempo o disfrutar de las delicias de sus cascadas termales originadas en sus alrededores.

Está situado a tres horas en vehículo 4x4 desde Salento Quindio en dirección Sur Oriente, pasando por el corregimiento de Toche del Departamento del Tolima, sobre la cordillera central, a 17 kilómetros en línea recta desde Ibagué o a 35 km desde Armenia

Por sus características especiales, - un volcán vivo con su tapa natural-  constituye un sitio insólito de exploración de bajo riesgo, donde se combina la exuberancia de la flora propia del bosque alto andino y Bosque de Niebla propio de la montaña alta, incrementado por el estimulo calórico, la emanación permanente de gases, la presencia esporádica de tremores ligeros, la observación de una laguna o humedal en su propia boca y la percolación de las aguas que se infiltran hacia el interior de la montaña para luego salir en forma de cascadas termales y la formación de estalagmitas.

Toda esta fenología tan particular constituye un estímulo a quienes buscan explorar estas maravillas de la naturaleza indómita pero sobre todo, el verificar que familias enteras viven y producen alimentos alojadas tranquilamente en su cráter de casi 3 km de diámetro y en sus inmediaciones.

Ya sea desde Salento Quindio o desde Cajamarca Tolima, el recorrido se realiza por carretera destapada pero en condiciones aceptables, es conveniente utilizar un vehículo 4x4 desde donde se pueden apreciar los paisajes propios de montaña:  valles profundos por donde corren aguas superficiales, casas lejanas de los habitantes del lugar, laderas cubiertas de Palmas de Cera o de cultivos que surten de alimentos a sus gentes, caminos serpenteantes llenos de arboledas y paisajes de fondo con la vista del Nevado del Tolima y  de las bellas tierras colombianas.

La Biodiversidad Colombiana se expresa allí con toda su magnificencia: bosque de árboles centenarios cubiertos con todas las epífitas propias del Bosque de niebla,  donde se combina todo tipo de helechos, algas, hongos y orquídeas, algunas especiales casi microscópicas, que resurgen en un ambiente de niebla densa que asciende por las laderas y forma un telón grisáceo de fondo, donde conviven multitud de artrópodos, insectos y especies animales, muchas de las cuales son endémicas,  en ese ambiente tibio especial de ladera de volcán, todo lo cual hace de este sitio un lugar especial para conocer.

Pero lo más interesante, son las fumarolas: huecos en la ladera, hacia la cima, por donde permanentemente salen emanaciones de gases calientes, con olor especial a azufre y a vapor de agua, que se pierden rápidamente al chocar con el ambiente frio de su exterior, creando una atmosfera de especial impacto: la sensación es la de estar sobre la válvula de una  gigantesca  hoya a presión y poder percibir sus emanaciones.

Como sacado del siglo pasado, Toche conserva su frescura, originalidad y amabilidad de sus gentes, sonrientes y colaboradoras, que ofrecen al turista su vida normal de poblado rural: sus fondas, cantinas, tiendas, sitios de descanso, bodegas de productos agropecuarios, su templo en construcción, sus pocas calles y negocios, la escuela, el centro de salud, el parque de ejercicios y la Corregiduría. Todo esto en un ambiente tranquilo, para degustarlo y sobre todo, poder tomarse un café, almorzar un delicioso plato tradicional a base del tubérculo "arracacha", o una trucha "al fiambre" de la manera como allí la preparan,  o comer croquetas de arracacha fritas o buñuelos, en fin, una variedad de delicias.

Conversar con los pobladores es toda una delicia: personas sencillas que comparten su tiempo y quehaceres con quienes les brindan confianza y buen tema de conversación, son acogedores, festivos, alegres y  llenos de anécdotas y  chistes de buen sentido son su mejor carta de presentación. Incluso, allí usted puede encontrar alojamiento de buena calidad por algo mas de 10 dólares la noche.

A través de los años, el antiguo cráter se cerró dejando un espacio circular de unos tres kilómetros de diámetro donde ahora existe una laguna, un terreno seco que ha aprovechado hasta para construir una cancha de futbol, pastizales, cultivos, algunas casas sencillas donde habitan los llamados "Hijos del Machín" , familias que han comprado esos terrenos y que han conformado una red de vigilantes del volcán, con comunicación inmediata con el centro de monitoreo de Ingeominas, quienes tienen a su cargo, el mantenimiento de los sensores de sismicidad y de las emanaciones, de tal manera que cualquier comportamiento inusual del volcan, es conocido de inmediato, para operar lo que ellos llaman "plan de contingencia" o de evacuación, que por fortuna no han tenido que operar.

La subida hacia el domo donde se encuentran las FUMAROLAS constituye un esfuerzo físico importante: es necesario alcanzar la cumbre en un ascenso de media hora o 45 minutos por una falda de 45 grados de pendiente, afortunadamente los guías locales,  lugareños que siempre han vivido en sus inmediaciones, han acondicionado este camino de ascenso con lazos y nudos y entonces resulta una ayuda valiosa para conquistar la cumbre donde se observan los huecos por donde respira el volcan y emite sus gases en forma permanente como vahos o vapores casi imperceptibles de la foto.

En las inmediaciones del volcán se encuentran las cascadas con aguas azufradas cálidas que los habitantes han utilizado para hacer piscinas térmicas, encontrando una variedad de propósitos para calmar el estrés, mejorar la piel, dar lozanía a los cabellos y reconfortar el cuerpo.

En sus inmediaciones, se encuentran las formaciones Estalagmitas, a manera de estatuillas de hasta 3 metros de altura, conformadas por sales minerales que brotan de las emanaciones subterráneas del volcán y que al contacto con el medio ambiente, depositan sus minerales en un proceso que ha tomado cientos de años, para acumularse e ir creciendo hacia arriba, exibiendo algunas algas verdes y blancas que ciertamente resisten las altas temperaturas del agua a mas de 100 grados centígrados, y por lo tanto van formando estos llamados "muñecos" que a la vista resultan insólitos, extraños, increíbles, fantasmagóricos e impresionantes.
Este es uno de los destinos con sentido que hemos descubierto y que ahora puede ser visitado en un vehiculo particular, cerrado, desinfectado y cómodo, con todos los protocolos anti covid19.