Energía equina para sanar: Inauguran nuevo centro ecuestre terapeútico en Coquimbo

Los niños con situación de discapacidad podrán contar con un centro de rehabilitación con caballos, gracias al emprendimiento del kinesiólogo Américo Carrasco, quien en conjunto con expertos, trabajarán para fortalecer la parte física, cognitiva y emocional de todos los pacientes que arriben al nuevo Centro Santa Filomena. El CORE deberá asignar los recursos para que este proyecto llegue a los niños y puedan acceder a una nueva opción para mejorar su calidad de vida.
Foto Lautaro Carmona
Foto Lautaro Carmona
viernes 21 de octubre de 2016

Hecho histórico en Coquimbo. Las buenas noticias que raspan la arista deportiva continúan en la ciudad porteña, puesto que ayer se inauguró el nuevo Centro Ecuestre Terapéutico Santa Filomena, que les abrirá un mundo nuevo a todas las personas que padecen situación de discapacidad. 


Entremedio del fardo, el aroma a caballo, la música folclórica y el humo que brotaba de las brasas donde se cocinaban las churrascas, comenzó la celebración de este nuevo espacio de rehabilitación que emprendió el kinesiólogo Américo Carrasco, con la ayuda de Sercotec, quienes asesoraron gratuitamente en la puesta en marcha de este proyecto.


El equipo de expertos que está compuesto por el sicólogo Rodrigo Corvalán, kinesiólogo y terapeuta Américo Carrasco, maestro del manejo de riendas chilena, Mauricio Guajardo y el maestro de equitación Claudio Morales, entregarán un servicio que tiene como objetivo principal intervenir en los pacientes en el área emocional, cognitiva y física, a través de la una terapia que se estructura a base del contacto con caballos.


Cada niño que llegue será evaluado en primera instancia por Corvalán y luego por el kinesiólogo, quienes determinarán el plazo de duración de la terapia para que se pueda cumplir el objetivo con el paciente. El sistema contempla tres tipos de programas, que consisten en 12, 20 y hasta 30 sesiones por cada uno.


La Hipoterapia es un tratamiento kinésico reconocido mundialmente por ser una forma de montar el caballo, donde el paciente es colocado en varias posiciones por el equipo de trabajo, para aprovechar al máximo el movimiento oscilante del animal.


“Las principales virtudes que tiene este mecanismo de rehabilitación van desde el aspecto emocional, donde uno se acerca al caballo y comienza una comunicación única. En ese minuto el paciente se siente aceptado y recibe confianza. Posteriormente, podría llegar a montarlo y pasearlo. Después hay una ganancia que tiene relación con el sistema emocional y cognitivo del paciente”, aseguró el creador de este proyecto, Américo Carrasco.


Por su parte, el socio propietario del Centro Ecuestre Santa Filomena, Máximo Soto,  recalcó que para él era un sueño poder compartir la experiencia que ocurre cuando uno interactúa con el caballo chileno. “Estoy orgulloso, porque este es un sueño de poder colaborar desde las herramientas que entregan los caballos. La vida e interacción con ellos es inexplicable y eso es lo que queremos compartir con este paso y con este centro que ponemos a disposición de la comunidad”, sentenció Soto.


Ahora, para que este proyecto cuente con la puntuación máxima, debe concretarse en que su público objetivo, los niños con discapacidad que no tienen los recursos para costear estas terapias,   puedan acceder a la rehabilitación con los caballos. Para eso, las distintas corporaciones en conjunto con la oficina de la discapacidad municipal de Coquimbo, deberán postular a los distintos fondos y proyectos que aprueba el CORE. 


En el fondo, la última palabra para que este proyecto resulte con éxito, la tienen las autoridades del Concejo Regional. De lo contrario, dejarán con las ganas a los miles de niños que sueñan con mejorar su calidad de vida a través de este tipo de terapias. 


La coordinadora de la oficina de la discapacidad de Coquimbo, Marcia Rojas, se mostró completamente emocionada al ser testigo de “algo maravilloso que es el trabajo con caballos para nuestros niños. Vamos a tener la posibilidad de contar con este espacio de rehabilitación, donde sin lugar a dudas les mejorará la calidad de vida”. Las terapias comenzarán con niños con autismo y con síndrome de down.


Al evento también asistió el presidente de la Corporación Inclúyeme, Nelson Carvajal, quien se encarga de mover el cielo, mar y tierra para que los niños con autismo puedan sentirse miembros de este mundo.

“Las expectativas que nosotros tenemos son enormes porque hay muchos de nuestros niños que nunca han tenido una terapia de ese tipo, entonces las cosas que se logran cuando uno trabaja con caballos son fantásticas porque hay comunicación, hay independencia, hay seguridad, se sienten libres y se sienten parte de algo. Y cuando logran ser uno solo con el caballo, es un partido ganado”, afirmó Nelson Carvajal.