Recuperar y promocionar sus tradiciones dándolas un impulso hacia el futuro. Ese es un objetivo que persigue Fuentes de Nava y que ha servido como inspiración para el desarrollo de la XV edición del Mercado Castellano de esta villa terracampina.
«En Fuentes queremos mantener las tradiciones que tenemos y recuperar aquellas que hemos perdido», explicaba María José Prieto, concejala de Cultura del municipio. Y entre los aspectos recuperados para este Mercado que se desarrolló bajo la mirada del imponente campanario de San Pedro, está un grupo de danzas: El grupo de las labores. «Son unas mujeres del pueblo que hace tiempo, cuando tenían 25 años, bailaban jotas. Ahora, después de bastante tiempo sin hacerlo, se han reenganchado», apuntó Prieto, que señaló que la intención del municipio es que cada año se pueda recuperar uno de los antiguos grupos culturales que hubo en la villa».
Respecto al mercado, desde la organización destacaron que este año ha habido menos puestos «por la coincidencia de otras ferias», pero al tiempo se alegraron de las respuesta de los artesanos y productores que se dieron cita, así como del público. «Con la gente que hemos hablado, nos ha comentado que estaban contentos, que las cosas habían salido bien», señaló la también edil, en este caso de Cuentas, María Ángeles Pajares.
Un mercado en el que tuvieron bastante presencia e importancia los productores y colectivos locales, con nueve de los 35 puestos. «Se nos han acabado todas las botellas que hemos traído», explicaban desde la microcervecera local Pelandrusca, destacando el apoyo y la curiosidad de los vecinos y de los visitantes por su producto. Además de la cervecera local, otra comarcal (Bresañ -Becerril) y numerosos puestos de alimentación y artesanía, llegados principalmente de la comarca y de la provincia palentina, pero también de Valladolid, León e incluso Vizcaya.
La música puso el punto final al mercado celebrado ayer, con el concierto del Grupo Carrión. Antes, Certamen de Paloteo en el que participaron los grupos de Cespedosa de Tormes (Salamanca), Becerril de Campos y el de Nuestra Señora de los Remedios de Fuentes, que además de sacar a la plaza Calvo Sotelo a los danzantes titulares, llevó a los niños de las categorías inferiores. «Es una forma de asegurarse el futuro de esta tradición», reconoció orgullosa María José Prieto.