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De 4 barrios del sur solo quedan los recuerdos

Holanda, Galindo, Toledo y Las Delicias quedaron fundidos en

medio de empresas y bodegas.

  • Barrio Holanda
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    Barrio las Delicias
De 4 barrios del sur solo quedan los recuerdos
18 de octubre de 2017
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Los barrios Holanda, Galindo, Toledo y Las Delicias, de la comuna 15 (Guayabal), nacieron a mediados del Siglo XX a la sombra de las empresas que se asentaron en el sur de Medellín, pero a finales de los 90 sus habitantes empezaron a migrar por la expansión de la pequeña y mediana industria, y del desarrollo vial.

En su efímera presencia en el Valle de Aburrá, estos barrios albergaron una población de obreros de fábricas dedicadas a actividades metalmecánicas, químicos, comestibles, bicicletas, detergentes, materiales para la construcción e insumos para la industria textil y de confección.

A ellos se unieron comerciantes, así como artistas que querían estar cerca de sus casas disqueras como Fuentes, Codiscos y las desaparecidas Victoria y Sonolux, que estaban ubicadas en el sur de Medellín.

En uno de estos barrios, en Holanda, empezó a ensayar, en la década de los 70, la orquesta de salsa Fruko y sus Tesos, que para la época tenía pegados en la radio temas como “El Ausente”, “El Caminante”, “Tania” y “El Preso”.

Sede para artistas

Julio Ernesto Estrada, Fruko, su director, recordó con nostalgia, la casa donde ensayaban en la carrera 58 con la calle 9, que aún se conserva, pero hoy es una empresa de pinturas.

Fruko afirmó que buscó vivienda allí, porque necesitaba una sede para albergar a los artistas y músicos que contrataba en la Costa, Bogotá, Bucaramanga y Cali.

Recordó que la administraba su cantante Wilson Manyoma Gil, “Wilso Saoko”, quien se encargaba del mantenimiento y de la atención a los músicos.

En una esquina de Holanda, dijo Fruko, también vivió otro de sus cantantes estrella, Álvaro José Arroyo González, el Joe Arroyo”.

“Me da nostalgia que hubieran emigrado los habitantes de estos sectores, que eran humildes trabajadores y le daban afecto a nuestra agrupación”, comentó.

Pero, agregó el artista, Medellín no podía detener su desarrollo y mucho menos en este sector, rodeado de industrias, la Terminal del Sur y el aeropuerto Olaya Herrera. Sus casas de terrenos amplios debieron darle paso a vías tan neurálgicas como la carrera 65 y el complejo de la calle 10. “Sin embargo, de Holanda solo me quedan alegres recuerdos, sobre todo, de la Navidad”, concluyó Fruko.

Se quedaron en la historia

En el Archivo Histórico de Medellín reposan varios planos y mapas que, en los 60 y los 70, reseñan como barrios a Holanda, Galindo, Toledo y, más al sur, Las Delicias.

En 1967, el Departamento de Valorización elaboró un plano para la Obra 164, pavimentación de las vías de Holanda y Galindo, donde reseña más de 60 viviendas.

También reposa en este recinto una carta, del 9 de diciembre de 1974, de la acción comunal Jesús Obrero en la que sus habitantes le pedían al secretario de Gobierno Municipal, más vigilancia para los barrios Holanda, Galindo, Toledo, Acacias y Campoamor, por presencia de drogadictos.

En el mapa de Planeación de Medellín de 2005, estos sectores ya no se consideraban barrios y solo se reconocían como tales Tenche, Trinidad, Santa Fe, Campoamor, Cristo Rey, La Colina, El Rodeo y Guayabal.

A Campoamor le anexaron los barrios vecinos: Holanda, Galindo, Toledo, Las Acacias y Manzanares. A Guayabal se unió el barrio Las Delicias.

Los terrenos de Holanda, están entre las calles 9 y 10 y las carreras 52 y 59. Galindo, en la calle 9A con carreras 52 y 55 y en la calle 9 entre carreras 51 y 52. En límites con Itagüí se ubica lo que eran Las Delicias, las calles 12B Sur y 14Sur entre carreras 51C con la 52 o Avenida Guayabal.

Lucha por calidad del aire

El artista plástico e historiador de Guayabal, Gonzalo Martínez, recordó que el centro de la comuna 15 empezó a ser habitado en 1930, con la llegada de campesinos que buscaban empleos en grandes empresas asentadas en el sur de la ciudad y, algunos invadieron lotes baldíos que limitaban con minifundios lecheros y cultivos de caña y frutas.

Para los años 40 y 50 empresas del sector (Hilanderías Medellín, Larco, Sulfácidos, Inextra, bicicletas Arbar, Discos Fuentes y Lindalana), les facilitaron recursos a sus obreros para que compraran lotes en los alrededores y así fueron surgiendo estos barrios con casas de tapia, techos de teja de barro y amplios solares, donde algunas familias criaban vacas, cerdos y gallinas.

Recordó Martínez que los residentes de estos barrios y su vecino Campoamor realizaron la primera protesta para exigir calidad del aire en Medellín, cuando en agosto de 1974 se manifestaron para sacar a la empresa Productos Químicos Nacionales Sulfácidos por la toxicidad de sus emanaciones sulfurosas.

El exhabitante de Holanda, Javier Giraldo, explicó que de estos barrios fueron saliendo sus familias, porque inversionistas interesados en montar negocios allí les ofrecieron buen dinero por las casas y a esto se sumaron fenómenos como cobros de valorización y nuevos avalúos catastrales.

En estos barrios, sus habitantes les dijeron adiós a sus caserones, historia que se repite hoy en Barrio Colombia, Chagualo, San Benito y Tenche, convertidos en bodegas, talleres, micrcoempresas, restaurantes y hasta bailaderos.

Infográfico

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