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El proyecto de explotación aurífera de Angostura, en el municipio de California (Santander) no quedó olvidado para la empresa canadiense Greystar. Aunque la multinacional había anunciado el jueves que retiraba su petición para obtener la licencia de explotación ayer aclaró que lo que se piensa es cambiar de una mina a cielo abierto a una explotación subterránea.
La iniciativa inicial desató protestas en los departamentos de Santander y Norte de Santander, por considerar que el proyecto Angostura ocupa zonas del páramo de Santurbán considerado como "la fábrica de agua" de Bucaramanga y su área metropolitana.
Su contaminación, debido al uso de cianuro para la extracción del oro afectaría a, por lo menos, 2,2 millones de personas.
"Hemos hecho arreglos para reunirnos (con el Gobierno colombiano) la próxima semana para discutir cómo el proyecto a cielo abierto puede ser modificado para responder a las preocupaciones y presentar nuestra propuesta para continuar con un proyecto subterráneo", afirmó la compañía a través de un comunicado.
También señala que, lo más pronto posible, comenzará la fase de estudios para no paralizar el proyecto.
Freno en Plan de Desarrollo
El director nacional de Planeación, Hernando José Gómez, señaló que en el Plan Nacional de Desarrollo, se incluyó un artículo en el cual se prohíbe la explotación minera en zona de páramos y reserva natural.
Este contempla un plazo de tres años para determinar con plena seguridad cuáles áreas encajan en esta categoría, con lo cual se busca proteger los recursos hídricos.
Un plazo que, para algunas entidades defensoras de los derechos ambientales es muy amplio.
Sin embargo, el proyecto de la Greystar no sería el único que amenaza al páramo de Santurbán. El defensor del Pueblo, Vólmar Pérez, aseguró ayer que en esa zona hay 44 títulos de explotación minera, algunos de los cuales ya están vigentes.
El Gobierno dijo que la decisión de retirar la solicitud de licencia para el proyecto a cielo abierto fue sensata porque implicaba la remoción de 1.000 millones de toneladas de tierra.
También se mostró dispuesto a estudiar una nueva solicitud, a analizarla y si cumple los requisitos ambientales a aprobarla.