Paciencia y tesón en busca de la originalidad

R.G.R
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Un equipo de seis restauradores trabaja desde hace seis meses en la restauración del retablo mudéjar de la iglesia de Pedrosa del Rey. Su objetivo primordial es recuperar la singularidad de la obra

Labores de rehabilitación del retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Pedrosa del Rey. - Foto: José Carlos Castillo

Ya llevan seis meses trabajando y poco a poco los resultados van floreciendo. Seis restauradores están empleados desde hace medio año en el retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Pedrosa del Rey. Ha sido necesario desmontar todo el retablo para rehabilitarlo poco a poco, y después se colocará de nuevo. La restauradora de bienes culturales Paloma González, encargada de la supervisión de los trabajos, explica que el plazo de ejecución terminará en el mes de julio de 2021. Las obras consisten en la restauración del presbiterio formado por el retablo mayor, las pinturas murales y el artesonado.  «El retablo tiene mucha calidad y consta de 18 tablas de un grupo escultórico del calvario y los doce apóstoles en madera policromada». El artesanado es de estructura ochavada de estilo mudéjar y las pinturas pertenecen al siglo XII», comenta Sánchez.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 285.686 euros, sufragados a través de la Consejería de Cultura y los fondos Feder. Monserrat Jiménez es una de las restauradoras del proyecto. Comenta que la intervención se está haciendo en todos los elementos. Se ha comenzado por el retablo, que ha sido necesario desmontar para llevar a cabo todas las tareas previstas, desde el saneamiento, la revisión estructural y de soportes a la propia policromía. «Lo último será la recuperación de la entidad cromática».

En el artesonado se hizo una intervención a nivel estructural en el año 1996 y ahora la actuación se centrará en la parte del anverso. «Es del siglo XVI y está policromado en su totalidad». Se centrarán en la recuperación de la lectura geométrica de los distintos volúmenes que ahora mismo se ha perdido, también se limpiarán y retirarán todos los barnices que están oxidados y se recuperará el conjunto de la obra. 

Labores de rehabilitación del retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Pedrosa del Rey.Labores de rehabilitación del retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Pedrosa del Rey. - Foto: José Carlos CastilloEn el caso de las pinturas murales, la actuación se basa en la creación de un soporte de aquellos elementos que están desprendidos del muro, luego se hace una fijación de la policromía y una recuperación para recuperar la lectura porque «en este momento resulta imposible». En el nivel más bajo hay una serie de gamas cromadas que se han ido adoptando en las distintas épocas que se estudiará en una fase más adelanta si retirarlas. 

En el caso del retablo de la iglesia parroquial de Pedrosa del Rey la suciedad y las gamas añadidas desde su creación ya imposibilitaban la lectura de la historia que intentaba reflejar el autor. «Los barnices oxidados hacen que ya no se entienda». La restauración del conjunto se divide en dos fases.  Por un lado, el retablo y el artesanado y, por otro, la pintura mural. «Las tareas y los objetivos en ambos casos son muy parecidos». 

La imagen es impresionante porque hasta el momento se ha desmontado el retablo, lo que hace la labor mucho más sencilla, y todas las maderas están colocadas en el suelo. La nave principal de la iglesia, justo debajo del coro, deja entrever las maderas policromadas que lo componen. La labor de limpieza es ardua y no siempre la misma, ya que además de los seis restauradores también intervienen químicos, historiadores, carpinteros…. Es un trabajo lleno de paciencia y cuyos resultados comienzan a vislumbrarse a largo plazo. 

Labores de rehabilitación del retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Pedrosa del Rey.Labores de rehabilitación del retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Pedrosa del Rey. - Foto: José Carlos Castillo«El criterio que tiene que primar es el de conservación antes que la restauración propiamente dicha. Se ha consolidado el muro, la estructura y ahora estamos llevando a cabo la limpieza de toda la artesonería y las pinturas». Los seis restauradores comienzan a las ocho y media de la mañana y no tienen más remedio que armarse de paciencia. Las labores van despacio debido a la importancia y la delicadeza de los materiales. Tanto es así que en un primer momento se analizan diferentes muestras para conocer los distintos materiales. «Es fundamental debido a que la actuación será una u otra dependiendo de los materiales que haya que tratar». Por ejemplo, en las pinturas se trata de distintos compuestos químicos que se aplican a través de isótopos. «Por eso, también debemos tener conocimientos de química para su elaboración».

El trabajo de los restauradores es paciente. Poco a poco, palmo a palmo van descubriendo la realidad del retablo en busca de su originalidad. Sus colores reales salen a la luz centímetro a centímetro. «Son muchas horas de trabajo que echamos en cada proyecto». El resultado final, se podrá comprobar cuando llegue julio. Hasta entonces, aún resta mucho trabajo por delante.