Por Reynaldo Peguero
Director del Plan Estratégico de Santiago
Manuel Castells es el urbanista más consultado por
mis humildes estudios de planificación territorial. Su compresión integral de
la economía, la historia universal y la evolución cronológica del espacio,
hacen que sus libros y cátedras como profesor de urbanismo de
la Universidad de Berkely,
California, sean una precisa y certera antología de obligada
consulta.
Castells subraya
que lo que distingue las aéreas metropolitanas no es sólo su dimensión, sino la
inter-difusión de actividades productivas, financieras y sociales. Funciones
que acontecen en un gran espacio concreto y que expresan la concurrencia
e “interpenetración” de
dinámicas sociales independiente de la contigüidad territorial.
Sabemos que desde hace 15 años está aconteciendo una nueva y
amenazante dinámica urbana espacial en un gran territorio conformado por la
ciudad de Santiago, los municipios de Villa González,
Tamboril, Licey al Medio y Puñal; así como los Distritos Municipales de Hato del Yaque, La Canela, San
Francisco de Jacagua y El Palmar.
Miles de actividades agrícolas, avícolas, porciculturas, industrialización,
extracción minera de productos no metálicos, millones de toneladas de residuos
sin procesar, mercados, hospitales, escuelas, grandes cadenas de empresas y
nuevas urbanizaciones crean un
escenario generador de altísima presión mercantil y especulativa sobre
el fértil suelo de Santiago.
Una dinámica que sólo puede ordenarse si todos los Ayuntamientos de estos
territorios tuvieran normativas rigurosas de uso de suelo, con un personal
técnico calificado, y fueran apoyados por los diversos ministerios del Estado
que a nivel nacional dan permisos de uso, muchas veces sin contar con estudios
de impacto ambiental y social y en varios casos que conocemos, aprueban obras
sin la debida consulta.Sabemos que el
sólo Ayuntamiento de Santiago entre más de 100 municipios dominicanos, ha
podido formular un Plan de Ordenamiento Territorial (POT), teniendo además una
solida Oficina de Planeamiento Urbano y una actualizada cartografía de cada una
de sus zonas. Esa ventaja no sirve para nada, sino nos enfocamos en ordenar a
Santiago y su entorno metropolitano.
Se conoce que la trama y mancha urbana de lo que se denomina como “Área
Metropolitana de Santiago” acumula
una extensión territorial de 103.78 kilómetros cuadrados y es la
expresión gráfica y espacial de la ocupación del suelo por la población que
edifica un medio construido en el territorio, considerando propiamente la
ciudad de Santiago, así como los asentamientos humanos externos, y que cuenta
normalmente con servicios básicos de agua, alcantarillado, energía,
conectividad, entre otros.
El IDOM ha demostrado que el crecimiento la huella urbana que conforma el área
metropolitana de Santiago semeja una mancha de agua salpicada que tiene
la forma de neurona con dendritas “caótica” que son las principales vías del
sistema radial. Es un hecho consensuado que en cada uno de los municipios y
distritos de Santiago Metropolitano se afronta un verdadero desorden
territorial, altamente preocupante y riesgosamente amenazante.
Entendemos que en el Área Metropolitana ha llegado el momento de compartir
y mejorar la experiencia y gestión territorial de Santiago, y debemos hacerlo
vía la Federación Dominicana de
Municipios (FEDOMU), contando con el apoyo del Consejo Estratégico
de Santiago (CDES) y el auspicio de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y
Sostenibles ICES-BID. De acuerdo a los estudios realizados el área
metropolitana es una superficie geográfica no administrativa, ni legal que se
ha ido delineando basado en las nuevas imágenes satelitales de Santiago (2014),
cuya potencial gestión territorial no tiene todavía, ningún tipo de fundamento
institucional.
Castells, Gillmore, Vernon, Remy y sobre todo
Donald J. Bogue, demuestran que la coyuntura oportuna de actuación para
ordenar con impacto un área metropolitana es cuando la densidad de la población
decrece, aumenta el tiempo para tener acceso a la gran ciudad; asimismo cuando
se eleva significativamente el valor monetario de la producción y la industrias
se concentran en la ciudad central y en un límite de menos de 40 km cuadrados.
Creemos que la gestión territorial del Área Metropolitana de Santiago es una
elevadísima tarea estratégica que debemos abordar entre
todos. En la otra
seguimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos que su comentario contribuya al desarrollo de los gobiernos locales .