La tarde de este sábado funcionarios adscritos al punto de control integral Hispopal de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el municipio Jiménez, realizaron el hallazgo y el decomiso de 60 panelas con alrededor de 65.295 kilogramos de presunta cocaína, las cuales estaban en posesión de parejas que se trasladaban en compañía de tres menores de edad en vehículos particulares.
Se hicieron pasar por familias viajeras
La versión oficial dicta que Oreana Yusbely Vargas Sánchez (24), Ramón Alexis Silva Monasterio (32) y dos infantes se desplazaban a bordo de una camioneta Hyundai modelo Santa Fe color plata del año 2007 con placas AC914CE, como cualquier grupo familiar lo haría en temporada vacacional.
Junto a ellos, en un Chevrolet Spark color verde del año 2008 siglas AC914CE, Sergio Eryek González González (24), Kelly Johana Rubio Jerez (22) y un bebé de ocho meses de nacido hacían lo propio por la carretera vieja Carora-Barquisimeto. Se dirigían de Mérida a Valencia.
Sin embargo, cuando se encontraron con la alcabala mostraron una conducta evasiva, por lo que los castrenses decidieron dar la voz de alto. Las incoherentes respuestas de los ciudadanos llevaron a los GNB a realizar la inspección ocular en los vehículos con la que pudieron detectar el cargamento que se encontraba debajo de los asientos traseros de la Santa Fe.
Se conoció que Vargas Sánchez y Silva Monasterio residen en Ocumare del Tuy, estado Miranda. Mientras que González González y Rubio Jerez lo hacen en Barinitas.
Los menores de edad serán internados en el albergue Dr. Fortunato Orellana.
Cartel que opera entre Colombia y Venezuela
Las panelas incautadas de color negro tenían la peculiaridad de poseer una imagen del reconocido futbolista Lionel Messi en la parte superior.
Se conoció de parte de las autoridades que dicha marca es usada por los narcotraficantes pertenecientes a un cartel que opera entre Venezuela y Colombia para identificar sus drogas.
Modus operandis familiar
Cabe destacar que, según autoriades, captar familias y ofrecerles grandes sumas de dinero para que realicen el traslado de estupefacientes bajo el disfraz de un viaje vacacional a otras ciudades, se a convertido en un modo común de operar.
