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Escapada

Alburquerque, tierra de castillos

Actualizado
Castillo de Azagala.
Castillo de Azagala. Víctor Pizarro

Si hay algo que indiscutiblemente caracteriza Badajoz es la cantidad de castillos, alcazabas, fortalezas y recintos defensivos que salpican la provincia extremeña. Gracias a su estratégica ubicación fronteriza, son cerca de cuarenta de estas construcciones, situadas en lo alto de cerros y colinas, las que vigilan una zona que en su día fue paso, asentamiento y campo de batalla de cuantas culturas se instalaron en la Península. La mayoría se encuentra en buen estado de conservación y se puede visitar.

Entre la encantadora villa medieval de Alburquerque, a 45 km de Badajoz, y las dehesas y bosques de encinas y alcornoques que forman parte del Parque Natural de la Sierra de San Pedro, declarado Zona de Interés Regional (ZIR) y espacio protegido, a 30 km de Cáceres, se emplazan cuatro de estas construcciones a las que merece la pena una excursión.

La pequeña y bonita localidad de unos 5.000 habitantes cuenta con un gran patrimonio monumental. El casco histórico de sabor medieval está compuesto por empinadas calles estrechas y empedradas que albergan casas señoriales con dinteles, iglesias, conventos... Uno de los barrios más bonitos es el gótico, conocido como Villa Adentro, declarado Conjunto Histórico-Artístico y en el que vivió una importante comunidad judía hasta su expulsión a finales del siglo XV. En su mayor parte está amurallado con paredes de 10 metros y posee varias torres defensivas, como la del Reloj o la de Cabera o Torre Mocha. Coronando el pueblo sobre un cerro se emplaza el espectacular Castillo de Luna, declarado Monumento Nacional y uno de los más importantes de la zona por su situación estratégica.

Castillo de Luna.
Castillo de Luna.Víctor Pizarro

La fortaleza original data del siglo XIII, pero algunos de los elementos más significativos (como la Torre del Homenaje, de cinco pisos, y a la que se accede a través de un antiguo puente levadizo) fueron construidos a mediados del siglo XV por Álvaro de Luna, Maestre de la Orden de Santiago. Protegida por tres niveles de murallas, en el interior del recinto, junto a la Plaza de Armas, se encuentra la iglesia de Santa María del Castillo (siglo XIII). Las visitas a la fortaleza son guiadas y gratuitas (más información en www.alburquerque.es.

A 15 km al este, en un alto sobre el embalse de la Peña del Águila y vigilando la Sierra de San Pedro, se erige el majestuoso Castillo de Azagala, que data del siglo XIII, pero fue reformado en el XV. Actualmente se encuentra abandonado y acceder a él sólo es posible a pie por un camino empinado. Las vistas desde arriba son espectaculares. Además de la Torre de Armas, la de Humos y la del Homenaje, coronada por un campanil mudéjar, la fortaleza amurallada incluye una iglesia en ruinas. Es de propiedad privada y no se puede entrar, pero sí pasear por los bonitos alrededores.

También a 15 km de Alburquerque, en esta ocasión hacia el norte, en medio del campo y en el término municipal de San Vicente de Alcántara, se emplaza el Castillo de Piedrabuena, cuya construcción va del siglo XIII al XVI. De propiedad privada, está en perfectas condiciones de conservación (en él se celebran bodas y otros eventos). Destaca por sus cuatro torrecillas cilíndricas en las esquinas del recinto exterior, las cuatro crujías en torno a un patio central, junto con la Torre del Homenaje, en el interior, y la sucesión de galerías abiertas y un patio claustrado. Es posible visitarlo previa reserva en la oficina de turismo de Alburquerque (924 40 12 02).

Castillo de Azagala.
Castillo de Azagala.Víctor Pizarro

Por último, Mayorga, a 28 km al oeste de Alburquerque, es el cuarto castillo, junto con el de Luna, Piedrabuena y Azagala, que garantizaba la seguridad del área comprendida entre los ríos Tajo y Guadiana, en esta zona próxima a la frontera con Portugal. Ubicada en un bonito y aislado paraje, la fortaleza, propiedad de la Orden de Alcántara desde el siglo XIII, está en ruinas, aunque aún se distinguen restos de la Torre del Homenaje, la puerta de entrada y la muralla. Merece la pena subir a lo que queda de ella para disfrutar del paisaje y de las aves que allí anidan, como los buitres.

Naturaleza

Pero para divisar de verdad rapaces (y otras especies), hay que adentrarse en la Sierra de San Pedro, Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), donde se pueden ver águilas imperiales (en peligro de extinción), águilas perdiceras y reales, cigüeñas negras, buitres negros y búhos reales, entre otros, además de linces y lobos.

Castillo de Piedrabuena.
Castillo de Piedrabuena.Víctor Pizarro.

Dónde dormir

Cortijo Los Cantos | Finca Los Cantos, s/n, Alburquerque | 638 76 21 22 | desde 60 euros. Cerca del Castillo de Azagala, en plena sierra de San Pedro y rodeado de espléndida naturaleza, este hotel rural cuenta, además de nueve confortables habitaciones, con cinco chozos tradicionales (construcciones típicas rurales en piedra y paja) con capacidad para cuatro personas, adaptados al alojamiento actual, con chimenea incluida. En su restaurante se sirve cocina tradicional (menú de reyes, 28,50 euros).

La Casona del Carmen | Calle del Pilar, 69, Alburquerque | 660 36 34 10 | 60 euros. En la localidad de Alburquerque, a 25 minutos de Badajoz, se ubica esta casa rural con encanto que ofrece la posibilidad de alquilar habitaciones individuales (cuatro) o la casa completa. Decorada con mobiliario antiguo, cuenta con todas las comodidades, incluida la conexión wifi gratuita, y tanto la cocina como el salón están totalmente equipados. La casa dispone de piscina de verano.

Dónde comer

Arroz con liebre o estofado de ciervo son algunos de los platos que se pueden degustar en la zona en temporada de caza, además de cualquier producto derivado del cerdo ibérico. El revuelto de Alburquerque (criadillas de tierra con espárragos), el mojo de pestorejo o el queso de cabra con jamón ibérico son otras especialidades. En Alburquerque, El Fogón de Santa María (Sta. María, 1. 660 03 13 00) es un mesón de paredes de piedra a los pies del Castillo de Luna de comida tradicional casera con raciones abundantes: cabrito, cochinillo, carrillada, pimientos rellenos de venado... Para ir de tapas, el original La Ermita (Plaza de España, 15, Alburquerque. 653 91 51 57), una antigua ermita del s. XVII convertida en bar-restaurante con terraza exterior. Gran variedad de platos caseros en Rolán (Plaza Moreno Nieto, 18, Alburquerque. 924 40 04 38), con una gran barra y también amplio comedor.

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