Tan decisivos fueron esos hechos para su historia que, desde afuera, se siente como si no hubiese habido nada antes. Sin embargo, su trayectoria es mucho más antigua: aunque no hay indicios concretos de su fundación, se dice que esta se realizó el 17 de enero de 1700 por los Padres Agustinos. Previamente la región había sido descubierta por Gonzalo Jiménez de Quesada en 1537.

Entre el 16 y 17 de noviembre de 1999, la guerrilla de las Farc perpetró una toma a sangre y fuego en Dolores. Desde hace años, por su ubicación geográfica, el municipio hacía parte de un corredor estratégico para las actividades subversivas.

En 2014 se condenó a la Nación por omisión, pues ya se sabía con antelación que se estaba coordinando el ataque y no se tomaron las medidas necesarias para proteger la vida de los policías y de los doloreños. Por esa misma fecha, varias poblaciones del Tolima fueron atacadas en una de las peores rachas violentas de la historia del departamento.

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Se estima que más de 500 integrantes de las Farc coordinaron una arremetida de una escala considerable. Prado, Villarrica y Alpujarra fueron los más afectados.

El Viernes Santo del 2003, en plena procesión, la guerrilla atacó de nuevo a Dolores. Tres personas que iban en la celebración religiosa murieron, entre ellos un menor de 14 años. Cientos de personas quedaron incomunicadas debido a varios carrobombas puestos en las vías de acceso. Fueron 4 tomas guerrilleras y más de 30 hostigamientos los que padeció el municipio. Aun así, Dolores ha sabido sobreponerse y hoy muestra otra cara. En parte gracias a la pujanza de sus habitantes.

Una nueva era

El doloreño Luis Eduardo Nieto vivía a 10 metros de la estación de policía el día de una de esas tomas: 10 cilindros bombas cayeron en su casa y su padrastro murió. Entonces vivía en Bogotá y soñaba con ser abogado. Regresó a Dolores y comenzó la reconstrucción de su familia. Por el camino, se convirtió en líder social, concejal, voluntario de la Defensa Civil Colombiana, miembro de la Mesa de Víctimas y, gracias al producto más representativo de su municipio, en un empresario exitoso.

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Si alguien piensa en Dolores hoy en día, inmediatamente se remite a los bizcochos de achira, los envueltos de maíz y el queso asado. ‘Bizcochería Yolo’, empresa fundada por Luis Eduardo Nieto, es una de las más reconocidas. En 2021 ocupó el primer lugar en la celebración del Día de la Achira y con el tiempo, ha llegado a tener distribuidores en Ibagué, Bogotá, Yumbo, Alpujarra, Neiva, entre otras ciudades.

Además de su gastronomía tradicional, Dolores aumentó la producción de café, su renglón económico más importante. Frutas como la naranja, mandarina y el limón también aportan al desarrollo del municipio. Le siguen la ganadería, así como dos importantes empresas procesadoras de queso crema.

Dentro de sus atractivos turísticos se pueden mencionar el balneario natural San Juan, la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, el Cerro de la Cruz, o las cuevas de Picachos y Guacamaya.

Mientras en Alpujarra son abundantes los dibujos sobre roca, en Dolores hay un número considerable de petroglifos. Ambos municipios confirman a esta zona como la más rica en materia de arte rupestre de la región debido, según expertos, a la existencia de un corredor indígena. Además de ser un patrimonio cultural, es uno de los mayores atractivos turísticos de este municipio que ha sufrido la guerra y que se ha refundado para renacer de entre los escombros.