Cuando pase por el estadio Manuel Murillo Toro, caminando o en carro, no olvide que frente al parqueadero de este centro deportivo está el barrio Santander.

Es un sector de la comuna 10, que pese al abandono de las Administraciones pasadas y actual tiene, en la memoria de sus habitantes, un buen capítulo de cómo se fue poblando Ibagué.

Así lo evidencia uno de los personajes ilustres del barrio, Álvaro Camayo, expresidente de la Junta de Acción Comunal y ahora líder de la comunidad.

“El barrio Santander tiene alrededor de 45 años. Recuerdo que para 1962, sus primeros pobladores fueron invasores que vieron en este sitio abandonado una tierra prometedora para el desarrollo de la región”, cuenta Camayo.

Él da referencia, además, de  que una de las personas que motivó a que el barrio fuera posible, fue Don Tulio Segura (q.e.p.d). “Él es un señor que siempre se preocupó por el bienestar de las familias que iban llegando.Tanto así, que motivó a que los hombres por intermedio del ya extinto colegio Andrés Bello se organizaran y crearan la policía cívica, como medida para garantizar la seguridad de los lotes que ellos iban apoderándose.

“Llegué a este sector cuando tenía 17 años, mis padres construyeron la casa con guadua. Luego y a medida que el sector se iba poblando, lo fuimos adecuando a las necesidades de la familia”, recuerda Claudina Durán de Camayo.
    
Sector de personajes
Al Santander fueron llegando más y más habitantes que con el tiempo construyeron resistentes hogares y sacaron adelante a reconocidas personas.

Es el caso de José de Jesús Torres Zárate, padre del director técnico del Deportivo Pasto, José Flabio Torres Sierra,  siempre un hombre que con su humildad tiene el cariño del barrio y el respeto del sector que lo distingue porque en el necogio ‘El Chucito de José’ se hace tamales deliciosos.

“Esta es una actividad que mi esposa ha hecho de toda la vida y que ya es contrumbre y tradición entre nosotros”, dice don José.

De otra parte, está don Norberto Sierra, un habitante que con sus manos hace del mimbre toda clase de elementos para el hogar y para el uso personal.

“Llevar a cabo estos trabajos es muy difícil de aprender, también requiere de tiempo y paciencia.

“Por ejemplo, hacer sillas implica más tiempo, pero hacer canastas solo se requiere de unos 10 minutos.

“Los costos también varían, pero en este momento la vara del mimbre que es dificil de conseguir, oscila por el orden de 300 pesos”, describe Sierra -de los que sierra y no abre-, dice entre risas.

También hay líderes como  Ana Julia Rivera, Alberto Charría y Luz Mélida Medina que con el tiempo han construido del barrio un sector agradable para la comuna 10.

Actualmente, ¿qué es el Santander?
Actualmente el barrio está conformado por unas mil familias. La mayoría es de propietarias de las casas que se ubican entre los estratos Uno, Dos y Tres.

Sus habitantes cuentan con el beneficio de tener un CAI de la Policía, que es referente en la ciudad, su cercanía con el hospital Federico Lleras Acosta y el Estadio Manuel Murillo Toro, lo que les da un estatus.

“También, tenemos en nuestras inmediaciones el parque de los periodistas, un lugar que se ha prestado para desarrollar diversas actividades para el sector.

De igual forma, está el buen acceso a las  rutas de transporte público que se dirigen al centro.

No todo es color rosa
“No tenemos parque, no hay buen sistema de alcantarillado, las vías están en mal estado y la seguridad está débil”, dijo Luz Mélida Medina, una de sus habitantes.

Ella resalta la importancia de que la Administración los tome en cuenta. Por falta de apoyo de la misma, las gestiones de las JAC han flaqueado ante las necesidades de la gente que los elige.