Sociedad Espejo de mi Tierra

Cómo se formaron las aldeas alemanas en Entre Ríos: los símbolos de esa historia

Espejo de mi Tierra llegó a Aldea Brasilera para conocer la particular historias de aquellos que emigraron y fundaron 24 aldeas en toda la provincia. "En julio se cumplirán 145 años desde la fundación de las primeras”, indicaron a Elonce.
En un recorrido por las aldeas entrerrianas, el micro Espejo de Mi Tierra, transmitido por Elonce, llegó a Aldea Brasilera para adentrarse en su fascinante historia y sus arraigadas tradiciones.

José Gareis, presidente de la Asociación de Colectividades de Entre Ríos y de la Unión de Colectividades de Argentina, compartió valiosos detalles sobre el pasado de estas aldeas. Según Gareis, "la palabra aldea se utiliza para denominar un pueblo en la provincia de Entre Ríos, y son las Aldeas de los Alemanes del Volga".
El relato de Gareis nos transporta a un momento crucial en el tiempo: "Los Alemanes del Volga estuvieron mucho tiempo en Rusia y en 1878 llegaron a la provincia de Entre Ríos. 1.004 personas provenientes del río Volga y establecieron su nuevo hogar aquí".

La fundación de las primeras aldeas marcó un hito en la historia local. Gareis añadió con entusiasmo: "En julio se cumplirán 145 años desde la fundación de las primeras aldeas de Entre Ríos. Al llegar, lo primero que pidieron fue darle nombre a los pueblos y que se llamaran aldeas. Así se fundaron Valle María, Salto, San Francisco, Spatzenkutterr y, un año más tarde, Aldea Brasilera".

Además, sumó: “Aldea Brasilera se fundó con alemanes que habían pasado por el sur de Brasil donde no estaban dadas las condiciones para llevar adelante la agricultura, es por eso que deciden emigrar hacia la Argentina y en Octubre de 1879 y le dan el nombre de Brasilera en honor a Brasil que los había recibido muy bien pero no eran el lugar que buscaban”.
Tradiciones
Gareis continuó revelando detalles sobre las condiciones de vida y las tradiciones de los Alemanes del Volga en las aldeas entrerrianas. En este sentido, mencionó la importancia del idioma alemán en la educación y el convenio establecido con el gobierno argentino para enviar a los niños a la escuela pública, pero también mantener una escuela de idioma alemán. “En aquel tiempo, había una doble jornada donde estaba la escuela de idioma alemán y que se conservó hasta el año 1941, entonces se decía, la escuela de Castilla y la escuela de alemán”, comentó.

El presidente de la Asociación de Colectividades de Entre Ríos destacó que las aldeas son una parte esencial de la historia de la provincia, con un total de 24 fundaciones, siendo Aldea San Isidro la última en 1923, ubicada en el departamento Federal.

En respuesta a la importancia de los símbolos en Aldea Brasilera, como la Iglesia y la casa parroquial. Gareis explicó: "Los alemanes del Volga, ya sean católicos o evangélicos, querían tener la casa de Dios, la casa más linda que fuera para todos. Así, utilizaron parte de la producción agrícola para financiar la construcción de iglesias. Además, se reservaron espacios para el cementerio y futuras expansiones".
Aldea Brasilera cuenta con un monumento dedicado a los emigrantes, una representación conmovedora de todas las familias alemanas que llegaron a la región. “Son representativos de la época del centenario en 1979 y se refiere en cuanto a la familia alemana. Donde vemos al padre y a la madre: el padre con el título de propiedad, la madre con la biblia, el chico mirando hacia el frente y es una manera de la gratitud al pueblo argentino”.
Por otro lado, Gareis, expresó su gratitud hacia Argentina y los criollos que recibieron a los inmigrantes, destacando la generosidad del pueblo argentino. “Siempre decimos, los que somos descendientes de inmigrantes, que estamos muy agradecidos este país y sobre todo agradecido a los criollos que también nos recibieron. No hay país en el mundo que haya recibido tan bien a los inmigrantes como la republica Argentino”, manifestó.

En cuanto a las tradiciones que han perdurado, Gareis resaltó el valor del saludo cotidiano entre los habitantes de las aldeas. También mencionó las delicias culinarias que han sido transmitidas de generación en generación, como el lechon al horno, el filsen (budín alemán) y el pirok (empanada alemana del Volga).

Gareis concluyó la entrevista afirmando: "Los alemanes, al llegar, cambiaron el samovar (tetera) por el mate y le agregaron el terrón de azúcar. Los miércoles solían reunirse familias de diferentes sectores de las aldeas para cantar y disfrutar de la torta frita alemana, acompañada de mate con terrón de azúcar".
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS