--Nuevo disco y más dosis de positivismo made in Macaco. Con la crisis que arrecia, ¿hacen falta solo mensajes o más bien revoluciones?

--Cada uno debe hacer lo que siente. Lo que digo en mis letras son propuestas, ideas. Soy un aprendiz de la vida, que no sabe nada. Me levanto y me caigo como todos. La palabra revolución no me gusta mucho, prefiero evolución. Y que empiece por uno mismo. Nunca me ha gustado la gente que dice "yo soy así y punto". La crisis es como cuando de pequeño tenías fiebre: te metías en la cama, salías y habías crecido unos centímetros. Las crisis sirven para crecer, a nivel personal y colectivo.

--¿Así de sencillo?

--Con esto no quiero parecer que lo tengo todo clarísimo. He sufrido en mis carnes la crisis económica y he tenido a familiares pasándolo mal también por enfermedades. Pero pienso que hay un tema de actitud: en Occidente es el momento de sacarse mochilas que pesan mucho y no llevan nada. Nos han creado muchas necesidades y ahora es un buen momento para escoger.

--Que el título de una de las canciones incluya la palabra 'república', ¿puede leerse en clave antimonárquica?

--La verdad es que de monárquico no tengo nada risas. Pero el título me lo inspiró El Tau , un local de Cadaqués en el que también toqué y que ahora lo lleva gente muy involucrada en temas de la naturaleza. Han montado la asociación Tramontana Republica y llevan camisetas con esta frase y un logo que es el dibujo del Cap de Creus. Me dieron una, que fue la que me puse en el videoclip que rodé con Fito Cabrales, Puerto Príncipe. Y me gusta llevarla a menudo para apoyarles.

--Lo primero que se escucha cuando se pone su álbum es la voz de José Saramago.

--Cuando murió yo le hacía un pequeño homenaje en mis conciertos. Y en Bilbao apareció su familia, grabaron imágenes en las que yo hablaba del escritor en mitad de la actuación, y me llamaron preguntándome si las podían incluir en un documental. ¡Qué honor! En mis discos me gusta invitar a gente. En el anterior, El vecindario , había muchas colaboraciones. Y también tengo canciones con introducciones: en Aquí ahora Javier Bardem hace una locución con voz de marinero de una pequeña frase de Dylan. Y se me ocurrió que esta vez la hiciera Saramago.

--Y en el segundo corte, en Una sola voz , recoge una cita de Isaac Newton: "La unidad es la variedad y la variedad es la ley suprema del universo".

--Mis piezas no son pretenciosas. Ante todo soy músico y mi principal objetivo social es que la gente se lo pase bien. Me gusta mucho la ciencia y programas como los de Punset. No soy un iluminado ni nada parecido, pero me gusta descubrir cosas científicas que son casi filosóficas.

--¿Tuvo claro que Love is the only way iba a ser el single?

--No, es complicado escogerlo. Nació como un reggae y luego decidí meterle ritmos percusivos para darle más velocidad. La letra, con esta mezcla de español e inglés, es muy sencilla y fresca. Y pensé que funcionaría. Lo mismo que el videoclip, con gente bailando de todo el mundo para demostrar lo iguales que somos.

--¿Tanta globalización no puede poner en peligro culturas en extinción? ¿Apostamos por la apertura o por la protección?

--En realidad, la globalización es un arma de doble filo. Y da rabia que a veces los gobiernos, los ayuntamientos, se apunten al mestizaje como si fuera una moda. Creo que la apertura y la protección deben retroalimentarse. Cerrarse nunca te lleva a ningún lado.