La reaparición de la toxina cierra un polígono en Bueu, el único por ahora en Galicia

El Intecmar muestreó toda la ría de Pontevedra y la mayoría de Vigo | El cierre en Beluso es preventivo porque está muy cerca del límite

Barcos bateeiros de Bueu ayer amarrados al puerto de la localidad. |   // SANTOS ÁLVAREZ

Barcos bateeiros de Bueu ayer amarrados al puerto de la localidad. | // SANTOS ÁLVAREZ / david garcía

Las toxinas empiezan a asomarse de nuevo a las rías gallegas, aunque de momento parece que de manera bastante tímida. El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) mantiene cerrado uno de los polígonos mejilloneros de Bueu, que de momento es el único en esta situación en toda Galicia (solo hay otro en Camariñas, con un cierre cautelar desde el mes de enero).

La zona de producción afectada es la conocida como Bueu B y es la más pequeña de las situadas en el litoral bueués: son menos de 30 bateas frente a la costa de Beluso. La decisión de cerrar este polígono tiene un marcado carácter preventivo puesto que según las analíticas del Intecmar los índices de toxinas lipofílicas se encuentran dentro de los límites máximos autorizados. “Pero parece que están muy cerca del tope máximo y optan por cerrar por precaución”, explican algunos de los productores con base en el puerto de Bueu.

La báscula de pesaje del puerto de Bueu, ayer, cerrada y sin actividad. |   // SANTOS ÁLVAREZ

La báscula de pesaje del puerto de Bueu, ayer, cerrada y sin actividad. | // SANTOS ÁLVAREZ / david garcía

Esta semana el Intecmar ha muestreado de nuevo todos los polígonos mejilloneros de la ría de Pontevedra, los de Aldán y los situados en la ría de Vigo, entre Nerga y Meira. Los resultados de las analíticas mantienen de momento abiertos todas las zonas de producción, con la única excepción de Beluso.

Los bateeiros de la comarca de O Morrazo coinciden, con independencia de la ría en la que tengan sus bateas, en que este año el mejillón está mostrando un crecimiento muy lento y la presencia de una enorme cantidad de cría en las cuerdas. Esta situación supone un doble problema para los productores porque esa cría no deja crecer al resto del bivalvo y provoca importantes desprendimientos de producción de las cuerdas. Así que para la mayoría la solución es repetir el trabajo del desdoble, sacando esa cría de las cuerdas y colocandola en otras. “No es volver a desdoblar, es prácticamente redoblar”, decía ayer un bateeiro de Bueu.

En el puerto bueués la actividad de descarga es mínima debido al escaso tamaño del mejillón. Aunque parezca curioso la mejor noticia ahora sería la entrada de toxina, que vendría acompañada de fitoplacton o alimento para el molusco. Además, el sector es consciente de que la toxina llegará tarde o temprano y es mejor que lo haga con la antelación suficiente para poder abrir antes de la campaña navideña. Porque de nada vale estar ahora con todos los polígonos abiertos y sin sacar apenas producción y llegar a la temporada de Navidad con las bateas cerradas.

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