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Alcalá del Valle

Entre olivos y dólmenes en la Depresión de Ronda

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Ubicada en la Depresión de Ronda, Alcalá del Valle linda con las provincias de Sevilla y Málaga. A esta última, de hecho, perteneció durante varias décadas entre los siglos XVIII y XIX. La cuenca sobre la que se asienta este pueblo gaditano es rica en agua, un recurso que permite no solo el amplio desarrollo de la agricultura, sino que también se muestra en su arquitectura. El Convento franciscano de Caños Santos, a las afueras del pueblo, es un buen ejemplo. Allí varios caños brotan de manera natural en las rocas donde se levantó este edificio en el siglo XVI. Rodeado por encinas y alcornoques, el emplazamiento se ofrece también como mirador para descubrir un océano de olivos. Posterior es la construcción de la Iglesia de Santa María del Valle, erigida entre los siglos XVII y XVIII. También goza de popularidad entre los vecinos del pueblo la Ermita del Cristo de la Misericordia.

La joya arqueológica de Alcalá del Valle son los denominados Dólmenes del Tomillo, un conjunto megalítico que sirvió como necrópolis desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce. Entre sus construcciones destaca un menhir, pieza muy singular, ya que no se halla en ningún otro conjunto dolménico andaluz.

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