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Venezuela en gotas

Sobre el blog

Jesus Castillo
Director de la ONG Agua Sin Fronteras, somos una asociación civil sin fines de lucro dedicada promover el conocimiento del agua, la valoración económica, social, religiosa, cultural y ambiental del agua, la gestión de recursos hídricos.
  • Venezuela gotas

La historia hídrica de Venezuela se remonta a más de sesenta años, fundada por periodos de dictadura y democracia que hicieron posible el forjamiento de instituciones y una infraestructura que hoy, a pesar de su evidente deterioro, es capaz de brindar soluciones tangibles si se toma un giro en la aplicación de políticas públicas acordes con la realidad, acompañadas de una inversión ajustada a las necesidades de los ciudadanos.

Es así como a partir de 1938 con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se inicia la sistematización de obras para el manejo del recurso hídrico: saneamiento, “defensa de las poblaciones en riesgo durante la época de lluvias” y obras de irrigación. La dirección de Obras de Riego comenzó en 1939 a construir los primeros embalses agrícolas. En 1943 nace del propio MOP El Instituto Nacional de Obras Sanitarias “INOS”, encargado de allí en adelante y por más 40 años del abastecimiento y saneamiento urbano, mientras que el espacio rural era atendido por la División de Acueductos Rurales de Malariologia, hoy inexistente por la liquidación de este ente en el año 2007(Hoy cerca de 4 Millones de personas que viven en el espacio rural en Venezuela no tienen acceso al agua potable). La dictadura de Marcos Pérez Jiménez no detuvo los trabajos y en 1957 se inauguro el Sistema de Riego del Rio Guárico.

Se mantuvo la visión del agua vinculada a la salud y al desarrollo. Las construcciones fueron calculadas para una vida útil de 30 a 40 años aproximadamente. Cumplidos esos tiempos no ha habido obras de reemplazo ni el mantenimiento requerido para extender su utilidad. Una obra sobre la cual debemos llamar la atención es la represa del Gurí, fuente de más del 60% de la electricidad del país y que no ha recibido el mantenimiento adecuado por lo que su capacidad para producir energía es restringida.

En este contexto la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un Análisis del Sector Agua Potable y Saneamiento en Venezuela (2002) destaco que existen regiones en Venezuela donde la disponibilidad de agua es abundante en comparación con las demandas previsibles. Por lo tanto, los aprovechamientos pueden realizarse sin que la utilización del recurso llegue a comprometer la situación futura, ni a crear problemas entre los diferentes sectores usuarios. Por el contrario, existen otras regiones del país que han alcanzado tal grado de desarrollo, que sus necesidades de agua consumen una parte apreciable de sus disponibilidades. En estos casos, resalta la necesidad de que el Ministerio del ambiente y recursos Naturales renovables (MARNR) imponga restricciones al uso del recurso, evitando la instalación de industrias con altos índices de exigencia de agua, propiciando el uso racional del agua por parte de los demás sectores económicos y por la comunidad, a través de programas de educación ambiental.

Como ilustración del problema de desequilibrio espacial entre demanda y disponibilidad del recurso, basta señalar que estudios realizados hasta el presente, indican que el volumen medio anual de agua que se genera dentro del territorio nacional, es de 700.000 millones de metros cúbicos, o sea, unos 22.000 m3/s. Estos, incrementados por aportes de cuencas de países vecinos que drenan hacia el nuestro, alcanzan una cifra superior al billón de metros cúbicos anuales (32.000 m3/s). Cabe destacar que de la totalidad del agua escurrida y generada en Venezuela, el 84% aproximadamente corresponde a ríos situados en el margen derecho del Orinoco, es decir el área más despoblada del país, lo cual indica que a pesar de poseer cuantiosos volúmenes de agua, esta abundancia es relativa y en consecuencia el recurso debe ser tomado muy en cuenta para fijar pautas y directrices para el ordenamiento territorial y planificación de los diferentes sectores.

En Venezuela, el 84% del agua escurrida y generada corresponde a ríos situados en el margen derecho del Orinoco

Se estima que los volúmenes aprovechables de aguas superficiales son 93.000 millones de metros cúbicos y las reservas explotables de aguas subterráneas están en el orden de los 22.312 millones de metros cúbicos. Este volumen total aprovechable representa sólo el 12% del volumen total escurrido a nivel nacional.

De igual forma La Comisión del Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos (COPLANARH) creada en 1961, con una estructura multisectorial que estuvo presidida por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) COPLANARH(1970) señalo que las reservas de agua subterráneas estimadas serian de unos 7,7 billones de metros cúbicos sin considerar las existentes en la margen derecha del Rio Orinoco, los estados Amazonas,Bolivar y Delta Amacuro.

Por otra parte en Venezuela la agencia para la Agricultura y Alimentación por sus siglas en ingles FAO (2010) en una evaluación de los recursos hídricos disponibles estimo que se contaba 47.120 metros cúbicos /hab/año. Valores considerados muy altos, colocando a Venezuela entre las veinticinco naciones con mayor disponibilidad de agua en el mundo y entre las diez primeras de América Latina. Cabe destacar que en el país, la mayoría de las captaciones de agua se realiza de fuentes superficiales, lo que demuestra la riqueza hídrica del territorio Venezolano.

En ese sentido, una “Gestión Integral de los Recursos Hídricos” incluye la Infraestructura, las instituciones y un marco jurídico. Con respecto a el primer componente Venezuela cuenta con ciento siete (107) embalses construidos, Captaciones Naturales y centenares de pozos (Abastecimiento y Riego) profundos. a demás de ser el país con la mejor infraestructura de Riego de América Latina (Sistema de Riego Guárico y las Majaguas). En atención al segundo componente cerca El 73% de la población es atendida a través de los servicios de Agua y Saneamiento de la empresa nacional de aguas HIDROVEN. El resto de la población es servido por cinco empresas estatales, la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), algunas Municipalidades y organizaciones comunitarias. En ese sentido las subsidiarias de Hidroven son: Hidrológica de la Región Capital (HIDROCAPITAL), en el Distrito Capital y los estados Miranda y Vargas; HIDROANDES, estados Barinas y Trujillo; HIDROBOLÍVAR, estado Bolívar; HIDROCARIBE, estados Anzoátegui, Nueva Esparta y Sucre; HIDROCENTRO, estados Aragua, Carabobo; HIDROFALCÓN, estado Falcon;HIDROLAGO, estado Zulia; HIDROLLANOS, estado Apure; HIDROPÁEZ, estado Guárico; HIDROSUROESTE, estado Táchira; HIDROLARA, en Lara; CVG-GOSH estados Amazonas y Delta Amacuro. Posteriormente le siguen un conjunto de empresas de carácter regional tales como: Aguas de Mérida, Aguas de Ejido, Aguas de Monagas, Aguas de Cojedes, Aguas de Mérida; Aguas de Portuguesa y Aguas de Yaracu y entre otras.

El derecho al agua es un factor de equilibrio social, y la voluntad política de asegurarlo se expresa en los códigos de derechos humanos y en otras leyes

Finalmente el tercer elemento lo integra La Ley de Aguas (Publicada en Gaceta Oficial N° 39.361 del 4 de Febrero del 2010) y la Ley de Prestación del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado (Publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.568 del 31 de Diciembre del 2001)

Sin embargo, la estrategia hidráulica del Estado Venezolano que se opera en la década de los noventa a través del proceso de descentralización, determinó el desarrollo del modelo de gestión de los servicios de agua potable y saneamiento dominante a nivel nacional que propicia una cada vez más baja disponibilidad de agua; el deterioro, contaminación y abatimiento de los acuíferos que pone en riesgo la sustentabilidad hídrica y por ende el desarrollo económico y social de las ciudades. Los organismos operadores a nivel nacional trabajan de manera ineficiente, presentan una situación crítica debido a elevadas pérdidas de agua, baja calidad de los servicios, tarifas que no cubren la mayor parte de los costos, alta rotación del personal directivo y costos laborales crecientes, entre otros.

Así mismo, los funcionarios han reducido la gestión del agua urbana a un problema técnico, del que se excluye a los usuarios y las decisiones se toman sobre la marcha y sin tener los conocimientos necesarios. El mayor obstáculo que debe superar el país al intentar alcanzar el objetivo de asegurar un servicio adecuado, asequible y proteger los ecosistemas, es la resistencia del gobierno a fomentar e incluso permitir la participación pública en el debate sobre la gestión y la supervisión de los servicios de agua potable. De igual forma la corrupción es en la actualidad un denominador común en la mayoría de las empresas del estado en particular las prestadoras de servicio de agua potable.

En ese sentido, la relación del agua con la salud humana y con estándares básicos de bienestar y dignidad la convierte en un elemento indispensable para la vida. El derecho al agua es un factor de equilibrio social, y la voluntad política de asegurarlo se expresa en los códigos de derechos humanos y en otras leyes. Por lo tanto en la actualidad la situación del acceso al agua potable en Venezuela obedece a una escasez socialmente construida, toda vez que los componentes para una Gestión Hídrica están presentes pero de manera desarticulada, el agua como patrimonio eco social existe en abundante cantidad, sin embargo los ciudadanos no pueden tener acceso a la misma debido a la pésima Gestión de este recurso por parte de las empresas operadoras que distribuyen de manera desigual dentro de cada territorio e inequitativamente el vital liquido y en la mayoría de los casos “Agua de Mala Calidad”, comprometiendo la salud y bienestar, fundamentalmente en los estratos más pobres de la población donde estos en la mayoría de los casos destinan cerca del cuarenta por ciento(40%) de sus ingresos a compra de agua, en un país con la hiperinflación más alta del mundo comprometiendo severamente otras necesidades fundamentales para la calidad de vida.

Por otra parte la Corporación Andina de Fomento (CAF) en su estudio “Venezuela: Análisis de Agua Potable y Saneamiento (2004)" señala: "La falta de tratamiento y disposición de los efluentes es tal vez uno de los más agudos problemas ambientales del país por su incidencia sobre la degradación de la calidad de los cuerpos de agua dulce más importantes y su impacto sobre las playas y paisajes turísticos"

Bajo este marco de referencia, la falta a el acceso de agua potable y la ausencia de saneamiento tiene como consecuencias en diversos problemas difíciles cuantificar tales como la dignidad y la comodidad de las personas, su aceptación social, la seguridad de las mujeres, la asistencia escolar especialmente de las niñas, la productividad en la escuela y en el trabajo por lo que es considerado como una Violación el Derecho Humano al Agua: Resolución 64/292 del 2010, de la Asamblea General de las Naciones Unidas de la cual Venezuela suscribió.