Para los avileños, los primeros días de 1959 fueron de euforia, tensión y de pleno respaldo a Fidel y la causa revolucionaria.
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El grito ¡Se fue Batista!, fue el detonador de la euforia colectiva que se apoderó la primera mañana del año. Como pólvora encendida corrió de casa en casa en las diversas localidades. Miles de personas se juntaron en calles y parques.
Tras la noticia de la huida del tirano, se conoció otra que puso en tensión al pueblo: en la capital del país se fraguaba un golpe de estado encabezado por un general batistiano. De inmediato se alzaron, con toda su fuerza, las orientaciones de Fidel, quien alertó sobre las consecuencias de esa intentona, si se consumaba. El apoyo avileño a la Revolución no se hizo esperar.
El 2 de enero de 1959, tropas de la columna No. 8 “Ciro Redondo”, al mando del comandante Ramiro Valdés, ocuparon el cuartel de la Guardia Rural de Ciego de Ávila.
La alegría por el triunfo revolucionario alcanzó su clímax en el transcurso del día 5, al poder recibir, abrazar y compartir en sus hogares con los combatientes de la Sierra Maestra que continuaban su marcha victoriosa rumbo a La Habana.
Destrucción parcial de la casa del alcalde de la ciudad de Ciego de Ávila, muestra de las acciones espontáneas de la población el 1ro. de enero
Documento del Movimiento 26 de julio dirigido al pueblo de Ciego de Ávila llamando, entre otros asuntos, a no aplicar la justicia por propias manos
Comandante Ramiro Valdés, segundo jefe de la Columna 8 “Ciro Redondo” —con gorro y sobre el pecho canana con balas—, en la ocupación del cuartel de la Guardia Rural de Ciego de Ávila el 2 de enero 1959. A su lado el Teniente Olmos, de la tiranía batistiana, quien estaba al frente de esa guarnición
Capitán San Luis —con gorra y pañuelo al cuello—, de la Columna 8 “Ciro Redondo”, en la ocupación del cuartel de la Guardia Rural de Ciego de Ávila, el 2 de enero
Integrantes de la Columna 8 “Ciro Redondo” —segundo y cuarto de los sentados de derecha a izquierda: Jesús Suárez Gayol y Víctor Mora—, junto a revolucionarios de la clandestinidad en Ciego de Ávila, entre ellos José Mañana, Pepe, el 2 de enero
Avileños, incluidos niños, compartiendo con los rebeldes el 2 de enero
Roberto León González, capitán de la Columna 11 “Cándido González”, avileño. Primero de izquierda a derecha, con gorra y canana; junto al comandante Armando Acosta, en los primeros días del triunfo
Los tanques del Ejército Rebelde recorrieron las arterias principales de la ciudad y continuaron rumbo a la capital
Integrantes del pelotón femenino Mariana Grajales, del Ejército Rebelde. Al centro, su jefa, Isabel Rielo
Autógrafos —entre ellos de integrantes del pelotón femenino Mariana Grajales, del Ejército Rebelde— dejados por integrantes de la Caravana de la Libertad a la avileña Cleofé Sánchez Rodríguez, el 5 de enero
Uno de los camiones de la Caravana de la Libertad a su paso por Carretera Central, entre las calles Maceo y Simón Reyes, el 5 de enero
Meses después, a Rafael Sánchez y su esposa, dueños del hogar en que permaneció gran parte del 5 de enero de 1959 el pelotón rebelde Mariana Grajales, en Ciego de Ávila, fueron enviadas fotos de agradecimiento de Aracelis (a la izquierda) y Ada Bella Acosta Pompa
Recuerdo como si fuera ahora mismo mi última conversación con Roberto León, la última pregunta que le hice fue, si el había estado la noche del uno para dos, en el Club de Cazadores, junto a la tropa de Ramiro Valdés Menéndez, el me contestó que no, que esa noche estaba en Jatibonico, que de allí fue directamente al cuartel viejo, por lo que infiero que después de tomar el cuartel de Morón se trasladó hacia Jatibonico, me contó además que allí fue dura la resistencia, pues se habían trasladado hacia Jatibonico varios esbirros del Camagüey que habían cometido crímenes.
Del Capitán San Luis, existe un hecho en Ciego de Ávila, del que no he leído, pero me han contado, y es que abatió durante un intercambio de disparos a un personaje de apellido Loredo, que estaba vinculado con los " Tigres de Masferrer ", ésto ocurrió por el Teresiano. Tengo una foto de Eliseo Reyes en Majagua.
Me contaron hace poco que Roberto León, estaba escribiendo un libro, ojala lo publiquen. Yo le agradezco un millón de veces los momentos que me dedico, me dolió en el alma su fallecimiento.
Tengo la foto de Roberto, con Armando Acosta, cuando nos veamos que debe ser pronto, te haré varias preguntas sobre esa imagen.
Cuídate mucho, tu eres de los imprescindibles. Un abrazo.
Barbarito.
Contexto histórico:
La casa del Dr. Cuni, es cierto que fue asaltada, según me han contado ya él se había marchado. Este " político " quien fue alcalde varias veces, en su primer mandato había sido llevado a la justicia por corrupción, y si salvo el pellejo, fue gracias a su " amistad " con Batista, quien pese a ayudar en ese momento, en una visita a la ciudad , critico su gestión públicamente durante un discurso desde el balcón del ayuntamiento, luego del golpe de estado, el Doctor, fue nuevamente alcalde municipal.
Además de la casa de Cuni, el ayuntamiento sufrió otro " asalto " y según me cuentan, pues nada de esto está escrito en los libros de historia, se perdieron numerosas actas , y documentos que hubieran sido muy importantes para la historia local.
Brmh