Más de una veintena de vecinos y descendientes de Puerto de San Vicente se ha unido para destapar lo que consideran irregularidades de la alcaldesa y sus concejales con las subvenciones públicas que recibe el Ayuntamiento. Según indicaron a este diario, entre los años 2009 y 2011 elConsistorio no ha presentado sus números al Tribunal de Cuentas y dispone de una deuda de 641.000 euros a pesar de tener apenas 200 vecinos.

Desde hace un tiempo, el colectivo vecinal ha reclamado sin éxito al equipo de Gobierno sus nóminas y dietas. De ello, responsabilizan a la alcaldesa, Felicidad Oliva, y especialmente al concejal de Hacienda, Antonio de Marcos; «Él es realmente la cabeza pensante, el que mueve los hilos aunque no es del pueblo ni le gustan sus vecinos ya que en los plenos llega a llamarnos ‘alcornoques’; la oposición tampoco hace nada», explican.

En los últimos años han podido comprobar a través de su publicación en el BoletínOficial de la Provincia (BOP) las subvenciones concedidas por parte de la Diputación de Toledo para diferentes obras y fines que no se han llevado a cabo o no han llegado a sus destinatarios. Entre ellos, destacan la subvención de 35.000 euros para la pavimentación y arreglo del firme de dos calles con cargo al Programa para el Desarrollo de los Planes de Acción Especial, vías que aseguran no se han tocado. No es lo único. En tres ocasiones durante los últimos años, el BOP recoge dos subvenciones de 5.000 euros y otra de 6.000 para la edición de un libro del municipio que nadie ha visto.

También se han aprobado varias ayudas por valor de entre 600 y 1.000 euros cada una para la adquisición de seis ordenadores con ratones y reproductores de DVD, equipos informáticos que no se encuentran en el Consistorio «ya que allí sólo está el del secretario y poco más», explican. O diferentes subvenciones de unos 1.000 euros para actividades culturales, juveniles e incluso un taller de fotografía que allí, aseguran, no se ha desarrollado.

Sueldos y dietas de más de 2.000 euros. La Asociación de Mujeres del municipio, además, tan sólo ha recibido una de las tres ayudas concedidas por valor de 500 euros. «Que nos expliquen dónde está el dinero», reclaman, a la vez que consideran que Puerto de San Vicente «parece que aún está en la época franquista, ellos se lo guisan, ellos se lo comen».

El grupo de vecinos ha solicitado en reiteradas ocasiones conocer las retribuciones que la primera edil y los concejales reciben del Consistorio. Aunque el equipo de Gobierno no lo ha hecho público, aseguran haber visto un correo que se equivocó de dirección donde se recogía una dieta de 2.500 euros por kilometraje para la alcaldesa, mientras que De Marcos cobra 4.000 entre sueldo y complementos, afirman.

Todo esto, añaden, mientras eliminan las ayudas para el servicio de ayuda a domicilio que anteriormente recibían los ancianos de la localidad. Y todo esto, prosiguen, mientras que la orquesta que ha actuado en las tres últimas fiestas de agosto, aún continúa sin cobrar sus honorarios. En el área de ordenanzas fiscales también tienen mucho que decir, ya que aseguran que en el último año el Impuesto de Bienes Inmuebles ha crecido un 200 por cien. «Es indignante que ocurra esto en un  municipio tan pequeño».

La ausencia de convocatorias de concursos públicos es otra de las quejas de este grupo de vecinos, más aún si, entre otras cosas, el puesto de socorrista de la piscina municipal «se lo asignan todos los años al hijo de la alcaldesa».