Una estradense recopila más de 60.000 fotos antiguas del municipio
08 sep 2013 . Actualizado a las 06:59 h.No hay nada peor que perder la memoria. La histórica también. La estradense Marisé García lo sabe y, a falta de más apoyos, ha emprendido en solitario un proyecto faraónico. Su objetivo es rescatar de trasteros y baúles condenados al olvido la memoria fotográfica de A Estrada. Y no va mal. Hasta el momento ha conseguido recopilar más de 60.000 imágenes que escanea de fotos o negativos cedidos por particulares del municipio. No es afición, como creen algunos. Es puro empeño en no dejar escapar los últimos ecos de la historia estradense. «Escanear non lle gusta a ninguén e eu teño pasado noites enteiras sen ir á cama para dixitalizar imaxes e devolverllas ós seus donos», explica Marisé.
El empeño de esta estradense en recatar el pasado se remonta al año 1996. Marisé García es una mujer de acción especialmente implicada en el desarrollo del medio rural y en la reivindicación del papel de la mujer. Ahora preside la asociación de Amas de Casa e Mulleres Rurais Avelina Valladares. A mediados de los 90 estaba inmersa en la recuperación de la romería de Os Pereiriños, en Curantes. Para documentar los orígenes de la fiesta, Marisé García buscó por toda la comarca testimonios gráficos y organizó una exposición con fotocopias de las fotos originales. «Daquela non sabía nin que existía o escáner», recuerda. Así comprobó dos cuestiones contradictorias: que lo que más gustaba de la fiesta era el repaso fotográfico y que muchas de las fotos permanecían olvidadas en en trasteros y palleiras, muchas veces en mal estado.
En una ocasión los cuidadores de una casa deshabitada dejaron entrar a Marisé García a revisar un baúl en el que sospechaban que podía haber fotos antiguas de Os Pereiriños. Allí encontró una docena de fotos de la romería y un montón de ejemplares del periódico El Emigrado. Una investigadora universitaria se interesó por las imágenes y estas tardaron en ser devueltas. Cuando iban a ser recolocadas, los cuidadores informaron que la casa había sido vendida y el baúl quemado por los nuevos propietarios en el salido. «Entonces foi cando convertín isto nunha causa», explica.
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